Вы находитесь на странице: 1из 23

Investigación Preliminar

“Año de la Integración Nacional y el Reconocimiento de nuestra Diversidad”

TRABAJO MONOGRÁFICO

Tema : INVESTIGACIÓN PRELIMINAR

Alumno : MATUTE PACÍFICO, JOSE RAÚL

1
Investigación Preliminar

INTRODUCCIÓN

En el desarrollo de la vida societaria, no todo es armonía y paz; existen continuamente


conflictos, como pueden ser guerras, luchas contantes, etc. Dentro de esta diversidad de conflictos
existen aquellos que son relevantes para el derecho y que este se encarga de regularlos para la
consecución de su más altruista finalidad, que es el logro de justicia para el bienestar de la
sociedad.

Sin embargo para utilizarlo correctamente existen fases o pasos que definitivamente se
tienen que llevar a cabo para la consecución de los intereses en conflicto, los cuales son de
fundamental importancia conocerlos, sobre todo si se trata de abogados en ejercicio o en potencia
que incansablemente día a día se esfuerzan por alimentarse de conocimiento jurídico para ampliar
su criterio intelectual que sirva de grandiosa utilidad para el desempeño de sus funciones.

Es así que en merito a un grande esfuerzo se presenta el siguiente trabajo que significa el
primer paso en el nuevo proceso penal peruano, (y no por eso menos ni más importante), que
como su nombre mismo lo indica “investigación preliminar”, constituye el primer momento o los
actos iniciales de la investigación, en la cual se confirmará o descartará la existencia del delito.

Tomando la anterior mención y considerando la finalidad del nuevo proceso penal se puede
decir que en la etapa que a continuación se tratara en el siguiente trabajo constituye una situación
o lapso temporal en el cual se acumularán elementos de juicio para determinar la existencia del
ilícito penal.

Siendo así recalcar la importancia de esta etapa que en forma extensiva, congruente y sobre
todo de comprensiva aprehensión se pone de manifiesto en la siguiente exposición que a
continuación se presenta redactado con exhaustiva coordinación temática.

2
Investigación Preliminar

CAPITULO I
LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR

Es la investigación inicial ante la denuncia que se presenta ante la autoridad Fiscal o policial o
cuando tales autoridades proceden de oficio, es decir, cuando por propia iniciativa deciden dar
inicio a los primeros actos de investigación.

Se trata de la primera fase del proceso penal y la forma de proceder de quien formula la
denuncia de parte se encuentra regulada en el art. 326°-328° del Código.

La importancia de esta etapa radica en la necesidad de perseguir la conducta delictuosa, de


conocer de toda denuncia con características de delito, con la finalidad de verificar su contenido y
verosimilitud; conocer de las primeras declaraciones, de recoger los primeros elementos
probatorios, de asegurar los mismos, de adoptar las primeras medidas coercitivas o cautelares y
decidir seguidamente si existen elementos probatorios suficientes para continuar con la
persecución del delito y sus autores.

Esta etapa está a cargo del Ministerio Público, la dirige y cuenta con el apoyo de la Policía
Nacional, con a quo coordina su actuación conjunta; la intervención de la defensa constituye
garantía para las partes involucradas y se posibilita la intervención del Juez de la Investigación
Preparatoria en el ámbito de las decisiones sobre medidas de coerción penal o cautelar.

1. LAS DILIGENCIAS PRELIMINARES

La denominación de “diligencias preliminares” pretende identificar al primer momento o a los


actos iniciales de la investigación, en que se confirmará o descartará la existencia del ilícito
(artículo 330). Dicha configuración, lleva el mensaje de que no se ha querido crear una etapa ni
subetapa previa a la investigación preparatoria, sino que se identifica apenas una situación o lapso
temporal en el cual se acumularán elementos de juicio para determinar la existencia del ilícito
penal.

De lo que se tratará también, según los casos, es de asegurar tempranamente el hábeas


delicti, que puede componerse de hábeas criminis (aquello sobre lo cual recayó la actividad
delictiva), hábeas instromentorum (medios usados para cometerlo) y hábeas probatorum (pruebas
aptas para acreditar el hecho). Esto último se presenta siempre como hecho circunstancial, según
la naturaleza del ilícito penal.

La norma se pone en el caso que deberíamos considerarlo excepcional (materialmente), de


que sea el fiscal quien primero accede a la noticia del delito y expresa que aquel iniciará las
diligencias preliminares de oficio. Dichas diligencias las podrá desarrollar por sí mismo o podrá
requerir la intervención de la policía (artículos 329 y 330 inciso 1).

En el primer caso, de considerarlo necesario, podrá constituirse inmediatamente en el lugar


de los hechos con el personal y medios especializados necesarios y efectuar un examen con la
finalidad de establecer la realidad de los hechos y, en su caso, impedir que el delito produzca
consecuencias ulteriores y que se altere la escena del delito.

Se indica asimismo que, en el informe policial, respecto a las actividades policiales, se


adjuntarán las actas levantadas, las manifestaciones recibidas, las pericias realizadas y todo

3
Investigación Preliminar

aquello que se considere indispensable para el debido esclarecimiento de la imputación. También


se adjuntará lo relativo a las comprobaciones domiciliarias y de los datos personales de los
imputados.

Esto se explica dado el interés inmediato, luego de la noticia del ilícito, en recoger o proteger
todo aquello que sea útil para delimitarle, impedir nuevas consecuencias así como la fuga de sus
autores o identificar claramente a estos últimos. Si consideramos que esto es muy importante se
advertirá la necesidad de que la policía accione de inmediato, inclusive antes de avisar al fiscal,
puesto que sí se conoce que este último, de todos modos, demorará en llegar una equis cantidad
de tiempo dedicada a hacer dicho contacto, si otros policías no pueden acudir al lugar del hecho,
representaría la pérdida de un tiempo precioso, a partir del cual, podría perderse información
relevante sobre el hecho.

Ahora bien, nuestros legisladores no han optado, como en el caso chileno, por desaparecer
ese primer momento de la investigación del delito en que acontece el conocimiento del mismo y
ocurre la urgencia de acudir a constatar si se trata de una noticia cierta o no. Por ello es que, de
modo plausible, a nuestro entender, aparecen tratando el tema de las diligencias preliminares,
centralmente, en el artículo 330.

Lo destacable, en todo caso, es que las diligencias preliminares no aparecen como una etapa
diferenciada de la investigación, que debería cumplirse de modo fatal, sino como un posible
momento inicial de la misma, que de ocurrir presenta notables y naturales características. Por
cierto que, además, podemos afirmar que cuando se da, no acontece de modo superfluo sino que
satisface necesidades concretas.

En sentido contrario, según el caso, podría ser que no exista necesidad fáctica de que se
efectúen diligencias preliminares, y no significará ninguna irregularidad el que aquellas no se
efectúen y se aperture formalmente la investigación preparatoria contra alguna persona. Esto
precisamente aparece indicado en el artículo 336, cuando se refiere que de la sola denuncia
podrían aparecer los requisitos mínimos que justificarían ello.

Y nos referimos solo a la denuncia, por entender que aquella registraría solo el dicho del
denunciante (quizá con recaudos), sin ejercicio persecutorio alguno, y nos parece ciertamente el
caso más radical. No es el caso del informe policial, pues allí deben figurar ya algunas diligencias
preliminares y si se considera, en la norma a estas últimas, es lógico que se refiera a las acciones
realizadas por el fiscal mismo (artículo 330, inciso 1).

1.1. Las diligencias preliminares como constatación

Resulta evidente, conforme a la doctrina y a la casuística, la necesidad de efectuar algunas


acciones elementales para verificar la realidad de la notitia criminis, cuando ella no es clara ni
evidente o si subsisten dudas. A lo dicho podrían agregarse los casos en que la constatación se
presenta compleja y dificultosa, tal como a noticia de que en “el monte” (zonas de sierra y selva)
se encuentra un cadáver.

Así como puede ocurrir una noticia, tal como la referida, que obliga a acudir al fiscal, desde un
primer momento, pueden presentarse noticias poco creíbles o hasta maliciosas que obligan a
realizar constataciones sensoriales, en principio. Precisamente el artículo 329, inciso 1, se refiere a
una situación bastante indeterminada que puede ocurrir: “cuando tenga conocimiento de la
sospecha de la comisión de un hecho que reviste los caracteres de delito”.

4
Investigación Preliminar

Los denunciantes, conforme a su condición cultural y educativa, estado sicológico, según el


suceso y la forma en que estén implicados en el mismo, edad y condiciones mentales, por decir
algunos ejemplos, podrían suscitar mayor o menor credibilidad y requerir corroboraciones
prácticas. Por ello es que en todas las legislaciones siempre se ha determinado una etapa previa a
la investigación formal del delito (generalmente jurisdiccional) en que se verifica la denuncia.

Así es que, en las legislaciones comparadas, aparecen como actuaciones elementales: la


encuesta, el sumario, la investigación preliminar, la averiguación previa, el preproceso, la fase de
indagación, el procedimiento preparatorio y gobernativo, la indagación preliminar, la investigación
prejurisdiccional, la instrucción administrativa, la prevención policial, la investigación policial o la
instrucción policial.

1.2. Objetivos en las diligencias preliminares

Las diligencias preliminares poseen objetivos concretos que se distinguen de los objetivos de
la investigación del delito (investigación preparatoria). La realización de estas, apenas constituirán
un esclarecimiento elemental con objetivos modestos y básicos. Si la conformación del hecho y sus
vestigios materiales ofrecen mucho más, ello será simplemente accidental.

 Comprobación del hecho delictuoso

Cuando se habla de la noticia criminis, en el entendido que no se observa la comisión delictiva


(como en la flagrancia), se recepciona una referencia de que se ha producido un suceso, un hecho
ocurrido en un estadio del pasado, más o menos próximo, que se presume obra de un ser humano
y que reviste caracteres de ilícito penal (conducta reprochable y sancionable penalmente).

Por ende, la primera idea que surge es verificar la certitud del hecho denunciado,
entendiéndose que, paralelamente, se verá también su relevancia penal. El primer objetivo,
entonces, de las diligencias preliminares, es la constatación sensorial de la real producción del
hecho, lo cual según los casos, requiere un mínimo de experiencia.

Entendemos que cuando la norma indica que la policía debe poner en conocimiento del
Ministerio Público, tan pronto tenga noticia de la comisión de un delito (artículo 331, inciso), se
refiere a noticia cierta, esto es lo que también se registra en el artículo 336, inciso 1, y que puede
determinar que el fiscal disponga la formalización de la investigación preparatoria.

Lo dicho requiere decir que la experiencia policial decantará lo verosímil de lo que no lo es o


se efectuará la constatación elemental antes de comunicarse con el fiscal, puesto que es obvio que
al Ministerio Público, y a cada fiscal concreto, le sería contraproducente recibir informaciones no
verificadas que podrían ser noticias falsas, bromas pesadas, confusiones, denuncias maliciosas,
etc.; que congestionarían los medios de comunicación sin ninguna ganancia concreta.

 Aseguramiento de materiales

Un segundo objetivo de las actuaciones preliminares es, ya en el lugar del hecho, verificar la
existencia de residuos o vestigios materiales del hecho ilícito de modo que, según los casos, se les
resguarde, proteja, aísle o recoja (iniciando la cadena de custodia) para efectos de utilizarles
posteriormente para demostrar el hecho, descubrir los vínculos con el actor y estudiarles para
verificar su calidad probatoria.

5
Investigación Preliminar

El detalle de las acciones que de inmediato debería efectuar la policía, aparece en el artículo
68 del Código, apreciándose que, según los objetos de que se trate, y cuya naturaleza podría
alterarse o sufrir grave deterioro que la invalidaría para los efectos persecutorios o probatorios, la
policía estará obligada a asegurarles del modo más conveniente.

Si este aseguramiento está conceptuado como diligencias preliminares, y también como actos
urgentes o inaplazables, ello mismo significa reconocer su calidad de actuaciones policiales
urgentes que deben efectuarse inmediatamente y evitar perder elementos materiales
imprescindibles útiles para orientar la persecución. Las posibilidades de efectuar bien todo esto, va
de la mano con la actuación de policías especializados en criminalística.

 Individualización del involucrado

Otra tarea que se encarga a las diligencias preliminares policiales es elementalmente obtener
la individualización del agente del ilícito y esto ciertamente será más o menos fácil, según el
hecho. Aparecerá fácil en ciertos casos, cuando se cuenta con videos: en un banco, en un casino o
tienda comercial o ante el cajero automático o ciertas empresas o negocios, fácilmente podría
haberse individualizado al asaltante.

Individualizar quiere decir que se registra la imagen del agente con sus características
fisonómicas de modo que se le reconoce y se sabe que el autor es él y no otra persona, aunque se
ignore su nombre y generales de ley, que es el paso próximo, o sea la identificación y que se
corresponde con las investigaciones preparatorias.

El objetivo de individualizar también se podrá cumplir con algunas declaraciones de testigos,


puesto que con algunas preguntas pertinentes, podría llegar a obtenerse un material valioso, tal
como cuando se pregunta por alguna manifestación de rostro o corporal característica de esa
persona, tal cual una herida notable, cicatriz, lunar, malformación, modo de hablar, defectos
físicos diversos, etc.

La persona estará individualizada en tanto de los testimonios aparezca la corroboración de


una seña, característica particular que coincida en los testimonios. A partir de ellos se sabrá
diferenciar a otras personas.

1.3. Diferencias entre diligencias preliminares e investigación preparatoria

a) Las diligencias preliminares se presentan netamente, también en el derecho comparado,


como actuaciones oficiosas de la policía y, excepcionalmente, del Ministerio Público, con un
carácter preprocesal penal. La investigación preparatoria constituye, en cambio, una etapa formal
del proceso penal, bajo disposición y conducción fiscal. En nuestro caso, requerirá de una
disposición especial.
Se aprecia que la policía nacional señorea sobre las diligencias preliminares en razón de su
actuación temprana luego de la denuncia que presentan los particulares; en lo que constituye un
momento inicial de acercamiento o conocimiento del hecho delictivo. La investigación
preparatoria, en cambio, constituye el momento formal de la investigación del delito, bajo
orientación fiscal.

b) Las diligencias preliminares tienen como finalidad básica constatar mediante la percepción
de los sentidos si han tenido o no lugar, los hechos que serán materia de conocimiento, así como

6
Investigación Preliminar

su delictuosidad. La investigación preparatoria tiene como finalidad formar, reunir elementos de


convicción con relación a una conducta incriminada, esto es que tiene una orientación probatoria.

La naturaleza de verificación material inicial que tienen las diligencias preliminares hace
también que sean contingentes, pues si de la denuncia surge la credibilidad de los hechos no serán
necesarias estas diligencias y se podrá iniciar la investigación formal del delito.

La investigación del delito aparece, de modo natural, como una etapa incontingente, en tanto
debe dejarse espacio para el esclarecimiento, descargo y la investigación. Por ello, será necesario
que se realice esta etapa a diferencia de las diligencias preliminares.

c) A resultas de las diligencias preliminares, podrá calificar el fiscal los actuados y podrá
disponer la formalización de la investigación preparatoria. A resultas de la investigación
preparatoria, el fiscal podrá decidir, en cambio, si tiene un caso y si presenta la acusación fiscal.

Si las diligencias preliminares, ya realizadas, cumplieron su objetivo natural y se descartó la


existencia del delito, el accionar termina allí. Si por el contrario, se constató a existencia del
mismo, inexorablemente tendrá que sucederle la investigación formal. En cambio, las diligencias
preliminares no implican ni vinculan a la posibilidad de presentar el caso. La investigación
preparatoria idealmente realizada sí generará la exigencia de presentar la acusación fiscal.

d) Las diligencias preliminares constituyen indagaciones respecto a los hechos materia de


conocimiento y pretenden individualizar al presunto autor del delito. La investigación preparatoria
constituye una labor técnica, orientada a la identificación del presunto autor del ilícito penal y de
sus vínculos con el hecho.

Por cierto que, a nivel de las diligencias preliminares, la individualización del presunto autor
constituirá el cumplimiento de un objetivo óptimo que a nuestro entender no es un objetivo
natural, sino apenas una posibilidad azarosa. En cambio, a nivel de la investigación preparatoria,
conseguir la individualización, y sobre todo la identificación, constituye una exigencia que da por
bien realizada dicha etapa.

Según los delitos, resulta importante el estudio del modus operandi, aprovechable en todos
los tipos de delitos, cuando se desconoce al autor, ya que las personas “tienen una tendencia de
hacer determinadas cosas a su modo, y se forman un hábito de actuar, del cual rara vez se apartan
1b06) Ello, mediante observaciones, permite identificar a la persona. Hoy en día se habla del ‘perfil
del delincuente” y hay quienes se especializan como perfiladores.

e) Las diligencias preliminares, en tanto ejercicio de descarte del hecho presuntamente


delictuoso o no, no se constituye básicamente por actos de investigación en sí mismos. La
investigación preparatoria necesariamente se constituye por una suma coherente de actos de
investigación que tienen como objeto responder a preguntas sustanciales respecto a la comisión
del ilícito.

En todo caso, las diligencias preliminares no se efectúan con la exigencia de constituir actos
de investigación. Por su lado, la investigación preparatoria, necesariamente encierra la realización
de actos de investigación.

f) A nivel de las diligencias preliminares, el accionar debe ser rápido y, como bien puede
advertirse, elemental con relación a verificar la producción del hecho, con características de delito;

7
Investigación Preliminar

por ello es que, estructuralmente, no ofrece espacio para el descargo. La investigación preliminar,
por el contrario, se estructura previamente para indagar también los elementos de descargo
(artículo IV, inciso 2), en lo cual se advierte espacio para la contradicción a favor de la defensa.

Resulta fácil de entender que si las diligencias preliminares tienen como objeto óptimo la
individualización y no la identificación del presunto autor, todavía a aquel nivel no hay imputado y,
por ende, tampoco hay derecho de defensa que ejercer. En cambio, a nivel de la investigación
preparatoria sí existirá imputado y derecho a la defensa.

g) El accionar policial, en las diligencias preliminares, aparece determinado por la


urgencia, dado el peligro que puede significar la demora en realizarlas. Por ello, a más de constatar
el hecho, de ser posible, también se trata de asegurar los elementos materiales de la comisión
delictiva y a las personas involucradas en su comisión, cuando aquellos aparezcan (artículo 330,
inciso 2).

También se tratará de impedir que el delito produzca consecuencias ulteriores (artículo


330, inciso 3). Aquí funciona el principio de inmediatez. La investigación preparatoria, por su lado,
constituye una actividad que no se fundamenta por la urgencia y la inmediatez, sino que se
explaya en el tiempo ofreciendo espacio para la rigurosidad de las actuaciones, existiendo mayor
tiempo para su desarrollo.

La investigación preparatoria, por ello es que admite una planificación y el desarrollo de


una estrategia que, en lo jurídico, se encomienda al fiscal. Se supone que nada debe ser dejado al
azar.

h) El plazo natural de las diligencias preliminares es de 20 días, aunque en casos complejos el


fiscal podrá ampliar su plazo (artículo 334, inciso 2). La investigación preparatoria se extenderá por
un plazo natural de 120 días (artículo 342, inciso 1), que también podrá ser ampliado cuando lo
amerite.

Si bien las diligencias preliminares poseen un plazo de hasta 20 días, se supone que los
fines de este momento inicial, se pueden y se deben cumplir de modo normal en las primeras
horas del accionar policial, dando paso a la investigación formal. En veinte días, se podría dar por
terminada la investigación, en su totalidad, luego de su temprana apertura por el fiscal.

2. ROL DEL MINISTERIO PÚBLICO

El Ministerio Público de acuerdo con la Constitución Política ejerce el monopolio del ejercicio
público de la acción penal: promueve de oficio, o a petición de parte, la acción penal (art. 139.1.5);
conduce o dirige la investigación del delito (art. 139.4).

Esta titularidad es exclusiva del Ministerio Público, de tal manera que la acción penal, si bien
es cierto siempre es pública, el ejercicio público está a cargo del Fiscal y ninguna otra autoridad
puede ejercitarla.

En la etapa de investigación preliminar, el Ministerio Público se rige bajo sus principios, de los
cuales resaltan los de independencia, imparcialidad y sobre todo objetividad. La investigación
preliminar se encuentra regulada en los artículos 329 a 333 principalmente.

Sus principales características son:

8
Investigación Preliminar

a) La investigación está a cargo del Fiscal, que cuenta con el apoyo de la Policía.
b) El fiscal puede iniciar la investigación a instancia de la parte denunciante o de oficio. Sobre
esta última posibilidad ha de resaltarse que las informaciones periodísticas que se hacen públicas
a través de los medios de comunicación social escrito o televisivo, constituyen denuncias que
deben ser evaluadas por el Ministerio Público para iniciar una investigación.
c) Esta etapa requiere de diligencias preliminares, las mismas que bajo la dirección del Fiscal,
las asume directamente, o las delega a la policía, con las instrucciones específicas necesarias.
d) La finalidad de estas investigaciones es Ia de practicar los actos urgentes o inaplazables
destinados a determinar si han tenido lugar los hechos objeto de conocimiento y su delictuosidad,
así como asegurar los elementos materiales de su comisión, individualizar a las personas
involucradas en su comisión, incluyendo a los agraviados y, dentro de los límites de la Ley,
asegurarlas debidamente (art. 330.2).
e) La dirección y responsabilidad de la investigación preliminar faculta al Fiscal a constituirse
inmediatamente al lugar de los hechos, con el personal y medios necesarios para iniciar su
indagación, asegurando los elementos probatorios; puede ir acompañados de los peritos
especializados para los exámenes correspondientes y, en la medida de lo posible, impedir que el
delito produzca consecuencias ulteriores.
f) Conforme a lo dicho, el Fiscal puede recibir declaraciones, pedir informes a instituciones
públicas y también privadas, disponer la práctica de pericias, realizar reconocimientos en los
lugares donde se cometió el delito, asegurar las pruebas, organizar operativos con la policía, pedir
al juez penal la adopción de medidas coercitivas preliminares, entre otras.

Como se podrá apreciar, las funciones encomendadas al Fiscal en esta etapa en particular, ya
son asumidas por el Ministerio Público. Lo que hace el legislador es resaltar tales actividades bajo
su control y responsabilidad.

Los principios que rigen la actuación del Ministerio Público son: el principio de legalidad,
objetividad, de independencia e imparcialidad, de unidad y por último el principio de jerarquía.
 Para el principio de legalidad, la conducta delictiva debe ser objeto de investigación,
persecución penal (Ministerio Público) y sanción. Este principio rige en todas las etapas del
proceso penal y se mantiene en tanto el Ministerio Público ejercita la acción penal y
culmina cuando se dicta sentencia condenatoria.
 El principio de objetividad, establece la ley que el Fiscal "adecúa sus actos a un criterio
objetivo” (art.61º), debe de actuarse bajo dato objetivo cierto o verificable a partir de los
cuales se pueden elaborar hipótesis de trabajo, de no existen elementos de prueba para
sustentar una acusación es mejor optar por la opinión de archivo del proceso o la
ampliación de la investigación preparatoria.
 El principio de independencia e imparcialidad, la autoridad Fiscal se rige por la
Constitución y la ley, debe ser neutral.
 El principio de unidad, aquí el Ministerio Público actúa como un todo ante a la sociedad y
ante a la judicatura.
 El principio de jerarquía, se encuentra relacionado con las distintas formas de
instrucciones y de control que existen en los niveles jerárquicos existentes en el Ministerio
Público.

2.1. Obligaciones del fiscal.

El fiscal en lo penal, en la etapa procesal denominada "investigación preparatoria", posee

9
Investigación Preliminar

diversas obligaciones que debe cumplir estrictamente, para dar legalidad y legitimidad a su labor.
Tales obligaciones las podemos vincular a la investigación en sí misma, con relación a la persona
del justiciable, con relación al defensor de este, con relación al agraviado, con relación a la policía
y con relación al juez de la investigación preliminar.

2.1.1. Con relación a la investigación en sí misma

Una de las primeras cosas que advertimos es que el fiscal posee obligaciones con relación a la
investigación del delito, que efectúa la Policía Nacional y cuya conducción le está confiada. Tales
obligaciones tienen explícito origen constitucional y se desarrollan luego en detalle en el Código
Adjetivo.

El proceso se desarrolla, a partir de la noticia del hecho ilícito, demandando primero su


verificación, luego el recojo de elementos materiales supérstites y diversas acciones sin que,
necesariamente, exista ya un imputado concreto, el que podría tardar en aparecer y, sin embargo,
ya existiría la investigación y obligaciones del fiscal con relación a aquella.

 Hacer prevalecer la investigación penal

 Asumir la conducción desde el inicio (artículo IV inciso 1)

 Propender una indagación General (artículo lV inciso 2)

 Apartamiento en razón de causales (artículo 61 inciso 4)

 Garantizar la regularidad de las diligencias (artículo 65, inciso 4)

 Adquirir elementos de convicción para acreditar los hechos e identificar a los autores

 Decidir la estrategia de investigación y el empleo de medios

 Conformar un expediente

 Motivar debidamente sus pronunciamientos

 Levantar cadáveres

 Ejercitar la acción civil derivada del delito

2.1.2. Obligaciones del fiscal con relación al juez

 Comunicar la continuación de las investigaciones


 Solicitar confirmación de medida restrictiva

3. INTERVENCIÓN DEL ÓRGANO JURISDICCIONAL

10
Investigación Preliminar

Durante esta etapa de investigación preliminar la actuación del Órgano jurisdiccional parece
reducida pero no es así, su rol es muy importante, pues si bien el Fiscal es el dueño y responsable
de la indagación, cualquier medida cautelar o coercitiva que requiera el aseguramiento de su
investigación pasa por el control y decisión judicial.

En este sentido, solicitará al Juez de la Investigación Preparatoria las medidas que considere
necesarias, cuando corresponda hacerlo (art. 61 .2), pedido que debe ser debidamente motivado,
como fundamentada debe ser la decisión jurisdiccional.

4. INTERVENCIÓN DE LA DEFENSA

Las partes y sus abogados podrán intervenir en todas las diligencias practicadas y tomar
conocimiento de estas, pudiendo en cualquier momento obtener copia simple de las actuaciones,
guardando reserva de estas bajo responsabilidad disciplinaria. En caso de inobservancia del deber
de reserva, el fiscal deberá comunicar al colegio de abogados correspondiente para que proceda
con arreglo a sus atribuciones. En fiel respeto al derecho de defensa y al contradictorio de las
partes, todas las diligencias que sean practicadas y ejecutadas por los órganos policiales serán de
conocimiento del imputado y de su defensa, tornando acceso de las actas que asientan las
diligencias efectuadas, a fin de ejercer los mecanismos legales que estimen pertinentes. Para tales
efectos, las partes, a través de sus abogados, deben guardar la reserva del caso, evitando la
infidencia hacia fuera, cuya contravención ameritará la sanción disciplinaria que diera lugar.

La intervención de la persona imputada y su defensa es amplia en la investigación


preliminar. Además de lo señalado anteriormente, el abogado defensor tiene derecho a:

a) Apersonarse en la investigación preliminar y conocer de los cargos que se incriminan


contra su defendido.

b) Intervenir en las diligencias de interrogatorio de su patrocinado.

c) Conocer de las diligencias que se realicen.

d) Tener copia de la documentación relativa a las diligencias preliminares, entendiéndose


que pueden limitarse temporalmente aquellas que afecten la continuidad de la investigación.

e) Pedir la realización de diligencias que favorezcan a su defendido y ofrecer los elementos


probatorios de descargo.

En realidad, la actuación del defensor del imputado se ye rodeada de las garantías


necesarias y conducentes a su objetivo. De igual forma, se debe de afirmar que el defensor de la
persona natural o jurídica agraviada, tiene los derechos en igualdad de condiciones durante esta
etapa inicial de investigación.

5. ROL DE LA POLICÍA.

En el texto del nuevo código, se pone de relieve la actuación de la policía en su función


investigadora, para diferenciar de las demás funciones que desarrolla. Durante la etapa de
investigación preliminar, la Policía Nacional tiene un rol sumamente importante pues coadyuva a
la labor de investigación fiscal y en la práctica realiza directamente aquellas dispuestas por el
Ministerio Público así como las que inicia o adelanta antes de la intervención Fiscal. En efecto, La
policía por iniciativa propia puede intervenir en un hecho que considera delito, adelantar la

11
Investigación Preliminar

investigación y dar cuenta inmediata al Fiscal. La ley le faculta a realizar las diligencias que son
urgentes e imprescindibles para impedir sus consecuencias y asegurar los elementos de prueba
que puedan servir para la aplicación de La Ley penal (art. 67.1). En el texto se pone de relieve la
actuación de la policía en su función de investigación.

5.1. Reconocimiento a la actividad policial investigadora

La investigación de los ilícitos penales la efectúa la Policía Nacional, llegando a calificar el


delito y a su presunto autor; y muchas veces aquella resulta ratificada por la actividad de los
fiscales y jueces, sin agregar o cambiar nada; hecho que resulta acremente criticado, por la
pasividad y renunciamiento de fiscales y jueces, que es a quienes corresponde efectuar una
investigación indagatoria y, en el caso de los jueces, la investigación formal del delito.

A resultas de lo consagrado en el nuevo Código Adjetivo, se aprecia que se ha desterrado a la


investigación jurisdiccional del delito, la cual constituía formalmente la verdadera investigación y
se aparece elevando la significación e importancia fundamental de la investigación del delito que
realiza la policía nacional, constituyéndola ahora en parte del proceso penal.

Ello se refuerza si advertimos que aparece eliminada la posibilidad de que el Ministerio


Público efectúe una investigación del delito posterior a la policial, bajo el principio de
subsidiaridad de la investigación fiscal (artículo 337, inciso 2). La ley solo al inicio de la
investigación, faculta al fiscal a realizar por sí algunas diligencias preliminares dirigidas a esclarecer
los hechos (artículo 322, inciso 1).

El código reconoce a la investigación policial del delito, como parte del proceso penal
delimitando las actividades policiales, reforzando su significación y delimitando los requisitos de su
validez: temas como las diligencias preliminares, prohibiciones probatorias, prueba preconstituida,
flagrancia delictiva, cadena de custodia, etc.; poseen una neta utilidad para el trabajo policial.

Ahora bien, en la búsqueda de generar un equilibrio entre las instituciones de la actividad


persecutoria se ha estatuido la conducción de tal investigación policial del delito por parte del
Ministerio Público, lo cual pretende dar mayor envergadura a tal actividad (en cuanto legitimidad)
así como equilibrio en favor del justiciable. Y esto último queda sellado, con la creación del juez de
la investigación preliminar que supervigila, a su vez, al fiscal.

5.2. Valor de la investigación policial del delito

La investigación del delito que efectúe la Policía Nacional podrá, en sus actos iniciales (sobre
todo) revestir cualquiera de dos posibilidades:

A) se realizará bajo conducción fiscal y

B) No se podrá realizar bajo conducción fiscal (al inicio). La realizada bajo conducción del fiscal
carece de problemas pues se cumple estrictamente la norma y, por ello, debemos detallar
respecto al segundo caso.

Se comprende que la investigación policial del delito deberá efectuarse, por peligro en la
demora, aún sin comunicación previa con el fiscal, principalmente, en dos casos: ante la flagrancia
delictiva y por dificultades o imposibilidad material de comunicación con el fiscal, luego de
efectuada la denuncia y ante la necesidad imperiosa de actuar rápidamente.

12
Investigación Preliminar

Igualmente sucederá en los casos en que el fiscal no pueda conducir la investigación de un


delito, existiendo previa denuncia, tal como ante el repentino descubrimiento de un cadáver en
una reunión pública, donde pudieran estar aún los autores o ante la escucha de gritos de auxilio
en un vecindario, se comprende que la policía deberá de actuar por sí sola, efectuando diversas
acciones que serán registradas en actas, antes de asumir comunicación con el fiscal.

Las actas policiales referidas a actos de investigación admite que puedan ser tachadas por
errores o falsedad en cuanto a su contenido. Como también puede advertirse de la norma, la ley
no considera prueba de por sí a las actuaciones policiales: pero, aquellas que sean irreproducibles
de modo natural, luego del debate contradictorio podrán adquirir la condición de prueba
preconstituida. Por ende, en este caso, conjuntamente con el de las pericias policiales, veremos
que se consigue el máximo valor para el trabajo funcional de la policía.

Lo cierto es que el informe policial final o el atestado no posee en sí mismo valor probatorio,
sino como se sostiene en la doctrina, tiene el valor de una denuncia con recaudos y actos de
investigación que pretenden otorgarle elementos de juicio para la decisión del fiscal.

Otro valor que tienen las declaraciones testimoniales, es el referencial. Esto es que los
testimonios se rinden naturalmente en el juicio oral; pero, las contradicciones pueden aclararse
con el rendido a nivel policial que tuvo la ventaja de la inmediatez. En tal sentido, también sirven
tales actuados para refrescar la memoria o permitir que la persona recuerde los hechos.

5.3. La comunicación de la noticia al fiscal

Constituye una verdad que, en la gran mayoría de los casos y debido a su cercanía a la
población, resulta ser la Policía Nacional la que suele recibir la generalidad de las denuncias sobre
la comisión de los delitos. Se comprende también que, si el caso lo amerita, en apoyo del
denunciante, la actividad policial persecutoria debe iniciarse de inmediato, pues bien se sabe que
solo ello garantiza eficacia a aquella actividad.

No puede descartarse que, en principio, algunas denuncias puedan revestir la calidad de


confusiones y hecha una primera constatación policial, podría quedar claro que no se trata
necesariamente de hechos ilícitos. Por ende, apenas recibida una mera noticia no sería útil y
bueno tener que comunicársela al fiscal, sino lo que se requiere sea puesto en comunicación del
fiscal, deben ser noticias ciertas, elementalmente verificadas o en defecto de ello, razonablemente
comprensibles en su veracidad. En realidad no parece desprenderse del Código que toda
comunicación de delito se tenga que poner sin más en conocimiento del fiscal.

5.4. Acciones Policiales de Investigación

La policía tiene previstas en la ley facultades, La norma indica que “la Policía Nacional en su
función de investigación debe, inclusive por propia iniciativa, tomar conocimiento de los delitos”
(artículo 67, inciso 1), lo cual supone una obligación estatuida en la ley, tal como la que subordina
a los fiscales, en el mismo sentido (artículo 322, inciso 1).

Lo dicho significa que la policía no puede ignorar las noticias que circulen a través de los
medios de comunicación (a pesar de que no reciban una denuncia formal sobre el mismo tema) ni
pueden desconocer las expresiones de información que en la opinión pública, supongan la
comisión de hechos delictivos.

13
Investigación Preliminar

Entre las atribuciones de La policía se encuentran reguladas principalmente en el artículo 68


del nuevo código procesal. Tenemos:

 Recibir las denuncias


 Vigilar y proteger el lugar de los hechos
 Tomar declaraciones a los denunciantes.
 Practicar el registro de las personas
 Prestar el auxilio que requieran las personas
 Recoger y conservar objetos vinculados al ilícito
 Práctica de diligencias inmediatas
 Recibir declaraciones testimoniales
 Efectuar operaciones técnicas de registro
 Captura de autores y participes en flagrancia
 Asegurar documentos privados
 Allanar locales
 Efectuar secuestros e incautaciones
 Recibir manifestaciones del presunto autor
 Reunir cuanta información se pueda
 Las demás diligencias y procedimientos
 Sentar actas detalladas de actuaciones

Entre las obligaciones, pues, de la policía nacional, tenemos:

 Cumplir mandatos del Ministerio Público


 Intervenir ante requerimiento fiscal
 Someter su función de investigación
 Ofrecer acceso a la investigación
 Prestar apoyo al fiscal
 Conducir compulsivamente a citados
 Presentar informes de su actuación
 Prohibición de informar

Ahora bien, la labor policial de investigación que se reflejará en el informe tiene tres objetivos
fundamentales:

1) Probar o, en su caso, desvirtuar, la veracidad de las circunstancias conocidas por medio de


la notitia criminis.

2) Probar o, en su caso, desvirtuar, la materialidad de la infracción penal (ocurrencia fáctica y


encuadre legal).

3) Probar o, en su caso, desvirtuar, la culpabilidad de determinadas personas.

Con la misma finalidad de trabajo funcional subordinado de la policía al Fiscal a cargo de una
investigación en particular, la Fiscalía de la Nación podrá impartir instrucciones generales a la
policía y que sean relativos a los requisitos legales y las formalidades de las actuaciones de
investigación así como a los criterios o mecanismos de coordinación que deben realizar los fiscales
para el debido desarrollo de las funciones reguladas por el nuevo código, lo que resulta correcto y
necesario, si se tiene en cuenta que le corresponde Ia dirección y responsabilidad de la
investigación del delito. De allí que se resalte el hecho que este tipo de directiva lo es únicamente

14
Investigación Preliminar

en el ámbito de las investigaciones, pues desde el punto de vista administrativo, Ia policía sigue
dependiendo de su comando superior.

De otro lado, se señala específicamente que Ia policía puede informar a la opinión pública
acerca de la identidad de las personas imputadas, sin embargo, el mismo art. 70 establece que se
encuentra prohibido de realizar ese tipo de información cuando las víctimas testigos u otras
personas se encuentran o resultan vinculadas a Ia investigación de un delito sin Ia previa
autorización del Fiscal. En realidad, debe de procederse con mucho cuidado con Ia información
que se vierta a Ia opinión pública, pues si bien es cierto existen casos que generan alarma social y
en los que Ia sociedad debe ser informada, también lo es que existe el derecho a Ia presunción de
inocencia de Ia persona imputada, que se mantiene hasta el final del proceso, y existe Ia necesidad
de dar seguridad y lograr el éxito de las investigaciones preliminares. En consecuencia,
consideramos que afecta Ia presunción de inocencia presentar físicamente a Ia persona detenida o
investigada como autor o cómplice de un delito que, precisamente, está en etapa de investigación;
no se afectarla si se da a conocer o reproduce Ia identidad del imputado con fines de lograr
información de su ubicación o captura o con fines de prevención.

Mención aparte merece el llamado Atestado Policial, que cambia de denominación en el


nuevo texto a Informe Policial, que es el documento técnico administrativo que se debe de
elaborar en todos los casos en que interviene Ia policía y que remitirá al Fiscal. Dicho documento
contendrá los antecedentes que motivaron su actuación, Ia relación de las diligencias realizadas, el
análisis de los hechos investigados y cualesquiera otra circunstancia que resultare importante
considerar, como copia de documentos, escritos, constancias, comunicaciones fiscales, etc. Sin
embargo, y a diferencia de Ia legislación actual, se establece expresamente que Ia policía en dicho
informe se abstendrá de realizar Ia calificación jurídica y de imputar responsabilidades (art. 332.2).
La razón es una y muy clara, Ia calificación jurídica de los hechos y de las responsabilidades
iniciales corresponde a Ia autoridad encargada de Ia persecución oficial del delito y titular de Ia
acción penal pública, que es el Fiscal. En Ia práctica, lo que se suprime del llamado atestado es Ia
parte final de su informe, aquella referida a las conclusiones, manteniéndose todo su contenido ya
conocido y que también es de sumo importante, como el espacio dedicado al análisis de los
hechos.

De otro lado, de esta norma se desprende que ninguna investigación iniciada y desarrollada
por Ia policía deja de ser comunicada al Fiscal. Cualquier intervención de Ia policía en acto de
investigación de hecho con características de delito debe ser de conocimiento del representante
del Ministerio público y se culmina Ia investigación debe de elaborarse el informe antes indicado.
De esa manera desaparece el llamado parte policial, que en Ia actualidad, generalmente, queda
archivado en Ia policía y no se da cuenta al Fiscal.

5. LAS MEDIDAS COERCITIVAS PRELIMINARES

Las medidas de cautelares o de coerción procesal, como las llama el nuevo código procesal,
son aquellas medidas judiciales que tiene por finalidad asegurar la presencia del imputado a sede
judicial y la efectividad de la sentencia, tanto en el ámbito punitivo como resarcitorio. Las medidas
cautelares o coercitivas cumplen función de aseguramiento de los objetivos del proceso penal, que
se aplica para casos taxativamente previstos en la ley y bajo determinados principios,
principalmente, los de necesidad, provisionalidad y proporcionalidad.

15
Investigación Preliminar

Durante esta etapa el Fiscal realiza sus investigaciones preliminares conforme a las
necesidades y estrategias que el caso requiera, citará a las personas denunciadas, denunciantes,
testigos, pedirá informes, dispondrá de pericias, realizará constataciones, etc. Pero podrá también
considerar necesario asegurar Ia presencia de las personas imputadas a su investigación y Ia
investigación preparatoria por Ic que Ia ley le faculta a requerir al Juez Ia adopción de medidas
coercitivas o cautelares a de aseguramiento para tales objetivos.

De acuerdo con Ia ley - y que no resulta nuevo con Ia normatividad vigente - le solicitará al
Juez de Ia investigación Preparatoria ordene las medidas coercitivas que corresponda,
especialmente las siguientes:

a) Impedimento de salida del país.

Esta medida de coerción procede contra el imputado también a pedido del Fiscal, cuando se
trate de delito con pena privativa mayor a tres años y resulte necesario para la indagación de la
verdad. Comprende el impedimento de salida del país, de ¡a localidad donde domicilia, o del lugar
que se le fije; debe fijar el tiempo de duración y la motivación respectiva. El Juez citará a las partes
a una audiencia, las escuchará y las resolverá.

El impedimento de salida del país no debe durar más de cuatro meses y su prolongación
sólo procede por un plazo igual. A diferencia de la legislación vigente, también procede el
impedimento de salida para los testigos que sean considerados importantes para el caso, pero en
éstos casos, la medida no podrá durar por más de treinta días (art. 295, 296).

b) La comparecencia con detención domiciliaria.

Se impone para evitar el peligro de fuga o de obstaculización de la prueba y que,


expresamente, procede cuando correspondiendo prisión preventiva el imputado: a) es mayor de
65 años; b) adolece de una enfermedad grave o incurable; c) sufre de incapacidad física
permanente que afecta su desplazamiento y d) cuando se trata de una madre gestante.

La detención domiciliaria se cumple en el domicilio del imputado o en otro lugar que el juez
designe, bajo custodia policial o de alguna institución o persona designada para el efecto. Se
establece que el control de la medida corresponde al Fiscal y a la policía, incluso se podrán
imponer límites o prohibiciones para que el detenido para que se comunique con determinadas
personas (art. 290.3).

La detención domiciliaria se puede acumular con la caución; el tiempo de duración es el


mismo que el de la prisión preventiva (9 y 18 meses) y rigen las reglas de la suspensión de la
misma cuando vencido el tiempo no se ha dictado sentencia de primer grado. Si desaparecen los
presupuestos señalados en los apartado b) a d) señalados, previo informe pericial, se dispondrá la
inmediata prisión del imputado, lo que hace de esta medida una de naturaleza relativa y temporal,
con excepción al supuesto de la edad.

En concordancia con el art. 399 el tiempo de detención domiciliaria se descontará si el


imputado sufre condena a pena efectiva, lo que evidencia un trato igual a situaciones jurídicas
distintas, pues no es lo mismo encontrarse detenido en la cárcel que en su domicilio. Una
ponderación en el trato compensatorio hubiera permitido establecer un cuantum de días por cada
uno de detención en domicilio. También se requiere un ajuste normativo sobre este punto.

16
Investigación Preliminar

c) La comparecencia con otras restricciones.

Estas medidas de coerción personal son más severas e importan ya determinadas reglas u
obligaciones que el imputado debe de seguir, bajo apercibimiento de revocársele la medida. De
acuerdo con el legislador, se impondrán estas medidas cuando el peligro de fuga o de
obstaculización de la averiguación de la verdad pueda razonablemente evitarse. Las restricciones
que se establecen son las siguientes: 1) obligación de someterse al cuidado o vigilancia de una
institución o persona determinada, la que debe informar periódicamente; 2) obligación de no
ausentarse de la localidad de residencia, de no concurrir a determinados lugares o de presentarse
a la autoridad en los días fijados; 3) prohibición de comunicarse con personas determinadas; y 4)
la prestación de una caución económica, si sus posibilidades lo permiten, incluso podrá ser
sustituida por una fianza personal idónea y suficiente (art. 288).

Se puede imponer una o varias restricciones al imputado, dependiendo de las necesidades


del caso, y si aquellas fueran incumplidas, previo requerimiento del Fiscal o por propia decisión del
Juez, se revocará la medida por la prisión preventiva.

Por último, se establece que para estas medidas restrictivas se podrán utilizar,
alternativamente, alguna técnica o sistema electrónico o computarizado que permita controlar no
se excedan las restricciones impuestas (art. 287.1).

d) La suspensión preventiva de derechos

La legislación procesal también introduce la suspensión preventiva de determinados


derechos del imputado en los casos que el delito se encuentre sancionado con pena de
inhabilitación, sea como principal o como accesoria o cuando fuera necesario para evitar la
reiteración delictiva. Se requiere a) suficiencia probatoria; y b) peligro concreto de que el
imputado obstaculizará la averiguación de la verdad o cometerá nuevamente el mismo delito (art.
297).

La medida de suspensión de derechos comprende: 1) suspensión temporal del ejercicio de


la patria potestad, tutela o curatela; 2) suspensión temporal en el ejercicio de un cargo empleo o
comisión de carácter público, excepto aquellos originados por elección popular; 3) prohibición
temporal de actividad profesional comercial o empresarial; 4) suspensión temporal para conducir
vehículo o portar armas; y 5) prohibición de acercarse al ofendido o su familia, la obligación de
abandonar el hogar o la suspensión temporal de visitas.

El pedido está a cargo del Fiscal y previa audiencia dirigida por el Juez con intervención de
las partes, se dicta la medida de suspensión de derechos que corresponda o se deniega. El tiempo
de duración será la mitad del plazo que prevé a ley penal para la inhabilitación.

e) El embargo

La actividad cautelar también comprende el aseguramiento de la reparación civil que puede


decidirse con la sentencia penal condenatoria. Esta medida es el embargo que no es sino el
derecho indemnizatorio del agraviado que se torna eventual, si se tiene en cuenta que se supedita
al resultado final del proceso. Se trata entonces de una medida cautelar de naturaleza patrimonial
en contra del imputado (y del tercero civil) a fin de garantizar la efectividad de la indemnización de
los daños y perjuicios que ocasiona la conducta delictiva. Tratándose de una institución procesal

17
Investigación Preliminar

fundamentalmente de orden civil, las disposiciones penales deben concordarse necesariamente


con aquellas.

El nuevo código establece que el embrago puede realizarse durante la investigación


preliminar o preparatoria sea a instancia del Fiscal o a pedido de la parte agraviada y comprende
los bienes libres o derechos embargables al imputado y tercero civil, “a fin de asegurar la
efectividad de las responsabilidades pecuniarias derivadas del delito o el pago de las costas.” (Art.
302). En tal sentido, el Fiscal indagará sobre los bienes susceptibles de embargo y hará el pedido
formal al Juez de la Investigación Preparatoria, el que, atendiendo a la documentación existente,
emitirá pronunciamiento sobre la medida requerida u ordenando la que sea más adecuada,
incluso pudiendo resolver sobre la contra cautela ofrecida. Se señala que cualquier pedido que
pretenda impedir o dilatar la ejecución de la medida de embargo es inadmisible; ejecutada la
medida se notifica a las partes con el mandato de embargo; y se puede apelar de la resolución
judicial dentro del tercer día de notificado (art. 304).

Como se puede apreciar, a diferencia de la institución procesal del embargo en la legislación


vigente, con la nueva regulación procesal penal, se busca generar una normatividad más efectiva,
rápida y asegurativa de los derechos indemnizatorios que se deben otorgar al actor civil en el
proceso, permitiéndose incluso la variación o alzamiento o la sustitución de la medida bajo
determinados presupuestos.

f) El allanamiento
g) Detención preventiva.

El nuevo código denomina prisión preventiva a la llamada detención judicial de la legislación


aún vigente (regulada en el art. 135 del CPP). Se trata de la medida coercitiva o cautelar de mayor
gravedad en el proceso penal pues importa la privación de la libertad del imputado mientras dure
el proceso o hasta que se varíe por otra medida o cese dicha privación.

Su finalidad es asegurar la presencia física del imputado a las diligencias judiciales que la
autoridad investigadora o juzgadora determine, así corno asegurar la ejecución de la pena. Se
trata de una medida excepcional y de la que se debe hacer uso luego de haber examinado la
posibilidad de imponer una menos gravosa. Para su determinación deben de observarse
determinados requisitos que la misma ley establece.

A) REQUISITOS

La nueva ley procesal en su art. 268.1 establece los requisitos para que el juez decida la
prisión preventiva:

1. Que existan fundados y graves elementos de convicción para estimar razonablemente la


comisión de un delito que vincule al imputado como autor o partícipe del mismo.

2. Que la sanción a imponerse sea superior a cuatro años de pena privativa de la libertad; y

3. Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras circunstancias del caso particular,
permita colegir razonablemente que tratará de eludir la acción de la justicia (peligro de fuga) u
obstaculizar la averiguación de la verdad (peligro de obstaculización).

Como se podrá observar, los presupuestos para el mandato de detención judicial no han
variado mucho, sin embargo, se incorpora un supuesto más y que establece que para imponer la

18
Investigación Preliminar

detención, sin perjuicio de la concurrencia de los dos primeros requisitos, deben existir
“razonables elementos de convicción acerca de la pertenencia del imputado a una organización
delictiva o su reintegración a la misma, y sea del caso advertir que podrá utilizar los medios que
ella le brinde para facilitar su fuga o la de otros imputados o para obstaculizar la averiguación de la
verdad.” (Art. 268.2) Este supuesto no habrá de exigirse en casos comunes sino en aquellos donde
la investigación judicial involucre al imputado con una organización delictuosa y que esta le ayude
a procurar su fuga.

6. EL PLAZO DE LA INVESTIGACIÓN PRELIMINAR

Dentro de Ia perspectiva dinámica del nuevo código, se establece un plazo de veinte (20)
días para Ia realización de Ia investigación preliminar. Se pretende con ello que ante Ia denuncia o
investigación de delito de oficio, se proceda de inmediato a Ia recepción de declaraciones, práctica
de pericias, pesquisas policiales y demás diligencias complementarias en dicho plazo. Se computa
el plazo desde el momento que el Fiscal da inicio a Ia investigación preliminar y entendemos que
puede disponerse un plazo adicional que no supere el señalado, a cuyo término deberá dictar Ia
disposición que corresponda.

Pero el legislador también ha advertido de Ia existencia de aquellos casos considerados


complejos y que naturalmente pueden requerir un plazo mayoral común. En tal sentido, cuando se
trate de investigaciones seguidas contra un número significativo de personas o agraviados o
cuando se trate de concurrencia de delitos o se aprecia que Ia obtención de elementos
probatorios o las actuaciones periciales demandarán mayor tiempo, el Fiscal deberá determinar
un plazo razonable de duración de Ia investigación preliminar (art. 334.2). Tal decisión requerirá
de Ia motivación necesaria expuesta en Ia disposición que dicte.

Al respecto también se señala en el artículo citado, que el interesado o afectado por Ia


excesiva duración de Ia investigación preliminar, podrá solicitar al Fiscal le dé termino y si éste no
Ia acepta o fija un plazo irrazonable, el interesado “podrá acudir al Juez de Ia Investigación
Preparatoria” en el plazo de cinco días instando su pronunciamiento, lo que significará que dicha
autoridad resolverá, previa audiencia con el Fiscal y el interesado. Consideramos que Ia idea
central del dispositivo es que se realicen las diligencias de investigación aprovechando el tiempo
que se dispone y es natural que el interesado exprese su desacuerdo cuando se fija un plazo
excesivo, pero no estamos de acuerdo que el control de dicho plazo se encuentre a cargo del Juez,
pues para ello bien se ha podido delegar al Fiscal Superior competente, como sucede cuando se
impugna el archivo de Ia denuncia; además, no solo se afecta Ia autonomía de Ia investigación en
esta fase sino que también se involucra al juez en una tarea que por su naturaleza aún no le
corresponde. Por ello resulta obvio que dicho apartado se modifique en el sentido de que el
control del plazo corresponde a Ia instancia superior del Ministerio Público que, por cierto tiene
facultades de control y además disciplinario.

Tratándose del caso de una persona detenida, el plazo señalado y que hemos comentado no
se considera, sino Ia autoridad Fiscal deberá tener en cuenta el plazo común de 24 horas para
poner al investigado con el informe policial y denuncia, si fuera el caso, ante Ia autoridad
jurisdiccional, conforme Ia ordena Ia Constitución.

7. EL PRINCIPIO DE OPORTUNIDAD

El principio de oportunidad aparece con el código procesal penal del año 91 y se ha


mantenido en nuestra legislación en aplicación progresiva, pero también con algunas

19
Investigación Preliminar

modificaciones interesadas que Ia han desnaturalizado. El Código procesal penal sigue Ia


regulación de su texto original, con algunas precisiones que ya Ia doctrina se encargo de observar
en su momento y que se espera permitan mejorar su interpretación y aplicación uniforme.

El principio de oportunidad constituye un mecanismo de simplificación del proceso penal


considerado como una excepción al principio de legalidad que exige a persecución de los delitos y
Ia sanción a las personas que lo han cometido, pero este principio no es absoluto sino regulado
por Ia propia ley, de allí que se hable del principio de oportunidad reglado Es decir, Ia ley establece
que en casos es posible su aplicación, los delitos de mínima y mediana criminalidad, y a que
personas está dirigido (exceptuándose a los funcionarios Públicos que cometan el delito en
ejercicio de su cargo).

Se pretende que para determinados delitos se posibilite Ia realización de un acuerdo o


consenso entre las partes en conflicto penal expuesto ante Ia autoridad fiscal a fin de que se
archive Ia investigación o el proceso, dependiendo del caso y, de otro lado, se repare el daño
causado a Ia víctima del hecho punible respetándose Ia indemnización acordada.

Este principio responde a distintos fundamentos, pero principalmente: a) Ia escasa


relevancia de Ia infracción o mínimo daño social (ausencia de interés público); b) Ia manifestación
de Ia prevención especial a favor del infractor, de quien se espera que no volverá a incurrir en
delito; c) razones político criminales para que Ia justicia se encargue principalmente de los delitos
más graves; d) reducir Ia carga procesal en las sedes judiciales y población penitenciaria; y e)
alcanzar una pronta reparación civil a Ia víctima del delito.

La aplicación de este principio obedece primero, a una actuación de oficio por el Fiscal y
segundo, a Ia petición que pueda hacer Ia persona imputada de un delito. Establece el código en
su artículo 2 los supuestos de aplicación:

A) La afectación sufrida por el agente del delito

Cuando el agente por su propio acto haya sido afectado gravemente por las
consecuencias de su delito, sea éste cualquier delito culposo o doloso, pero previsto con
pena no mayor a cuatro años. En cualquier caso, se exige que Ia gravedad de Ia
afectación (personal o de persona cercana) haga que Ia posible pena a imponer resulte
innecesaria.

B) La mínima lesividad de la infracción

Cuando se trate de delitos que no afecten gravemente el interés público, es decir, delitos
considerados de mínima intensidad o de bagatela, y se pone el acento en el quantum de
Ia pena, procediendo solo si Ia pena en el extremo mínimo que establece Ia ley penal,
sea de dos o inferior a los dos años de privativa de Ia libertad. No procede en caso de
que el agente fuere funcionario público y cometa el delito en ejercicio de su cargo. Si
revisamos Ia legislación penal, encontraremos que un porcentaje muy elevados de
delitos podría ser sometidos a esta forma simplificada de justicia penal.

C) La mínima culpabilidad del agente

A través de este supuesto se trata de posibilitar el acuerdo por aplicación del principio de
oportunidad, cuando existan criterios legales que determinan una responsabilidad

20
Investigación Preliminar

reducida del autor o participe del delito. El legislador ha mejorado Ia redacción del texto
legal y ahora se precisa que en casos es posible aplicar este supuesto. Comprende el
error de tipo y error de prohibición, el error de comprensión culturalmente
condicionado, Ia tentativa, Ia responsabilidad restringida y Ia complicidad secundaria
prevista en los arts. 14, 15,16, 21, 22, y 25 del CP.

El nuevo código establece que es el fiscal el quo, de oficio o a petición del imputado, citará a
éste y al agraviado a fin de realizar una diligencia de acuerdo, incluso, se señala que en caso de
inasistencia del agraviado (Se entiende injustificada) el fiscal podrá determinar el monto de Ia
reparación civil. Producido el acuerdo entre las partes, el Fiscal emitirá una Disposición de
abstención, cuya consecuencia es el archivo de Ia investigación. El plazo máximo para el pago de Ia
reparación civil es de nueve meses y debe encontrarse satisfecha Ia reparación para que se dicte Ia
referida disposición fiscal.

También se establece Ia posibilidad de que el acuerdo conste en instrumento público o


privado, pero legalizado notarialmente, el que deberá ser presentado ante Ia fiscalía con el mismo
fin de abstención. En este último caso no habría impedimento para que el Fiscal cite a las partes a
fin de quo se ratifiquen en su contenido.

Se introduce Ia posibilidad de establecer reglas de conducta previstos para Ia reserva del


fallo y pago adicional para reducir el interés público en los supuestos b) y c) del apartado 1. Se
establece que si el Fiscal “considera imprescindible, para suprimir el interés público en Ia
persecución, sin oponerse a Ia gravedad de Ia responsabilidad, imponer adicionalmente el pago de
un importe a favor de una institución de interés social o del Estado” y las reglas de conducta que
prevé el artículo 64 del CP, en cuyo caso deberá esperarse Ia aprobación del Juez de Ia
investigación Preparatoria.

También se mantiene el llamado acuerdo reparatorio entre el fiscal y las partes, de oficio o a
pedido de alguna de ellas. Se comprende a los siguientes delitos: lesiones leves, hurto, hurto de
uso, abigeato, apropiación ilícita, sustracción de bien propio, apropiación de prenda, estafa, otras
defraudaciones, fraude en Ia administración de personas jurídicas, daños, libramientos indebidos,
y en todos los delitos culposos. Se excluyen los casos donde haya pluralidad importante de víctima
o concurso con otro delito (art. 2.6). Incluso el mismo juez de Ia investigación preparatoria puede
sobreseer el proceso si se le presenta un documento público o privado legalizado notarialmente
donde se exprese el acuerdo reparatorio.

En suma, se precisan los delitos en los cuales cabe Ia formula de acuerdo, pero se
desnaturaliza el principio de oportunidad cuando se facilita el acuerdo entre las partes sin contar
con Ia presencia de Ia autoridad fiscal o judicial, que es Ia que imprime el acento de control e
inmediación y además sin su presencia se reduce el compromiso tácito del imputado a no volver a
delinquir. Naturalmente las directivas que se dicten en el Ministerio Público y en el poder Judicial
sobre Ia aplicación de este importante principio reconducirán Ia forma de intervención de los
operadores judiciales.

21
Investigación Preliminar

CONCLUSIÓN

 La investigación preliminar es la investigación inicial ante la denuncia que se presenta ante


la autoridad Fiscal o policial o cuando tales autoridades proceden de oficio, es decir,
cuando por propia iniciativa deciden dar inicio a los primeros actos de investigación.
 En la etapa de investigación preliminar, el Ministerio Público se rige bajo sus principios, de
los cuales resaltan los de independencia, imparcialidad y sobre todo objetividad. La
investigación preliminar se encuentra regulada en los artículos 329 a 333 principalmente.
 Que el fiscal posee obligaciones con relación a la investigación del delito, que efectúa la
Policía Nacional y cuya conducción le está confiada. Tales obligaciones tienen explícito
origen constitucional y se desarrollan luego en detalle en el Código Adjetivo.
 La intervención de la persona imputada y su defensa es amplia en la investigación
preliminar.
 Durante la etapa de investigación preliminar, la Policía Nacional tiene un rol sumamente
importante pues coadyuva a la labor de investigación fiscal y en la práctica realiza
directamente aquellas dispuestas por el Ministerio Público así como las que inicia o
adelanta antes de la intervención Fiscal.
 El Informe policial es una narración escrita que contiene los hechos y los datos recopilados
durante el curso de una investigación. Se trata de un documento técnico donde se resume
las actividades de investigación efectuadas y se ofrece un análisis de lo conseguido, para la
calificación de la autoridad que corresponda.
 Las medidas de cautelares o de coerción procesal, como las llama el nuevo código
procesal, son aquellas medidas judiciales que tiene por finalidad asegurar la presencia del
imputado a sede judicial y la efectividad de la sentencia, tanto en el ámbito punitivo como
resarcitorio.
 Dentro de la perspectiva dinámica del nuevo código, se establece un plazo de veinte (20)
días para la realización de la investigación preliminar. Se pretende con ello que ante la
denuncia o investigación de delito de oficio, se proceda de inmediato a la recepción de
declaraciones, práctica de pericias, pesquisas policiales y demás diligencias
complementarias en dicho plazo.
 El Fiscal puede, dependiendo del caso y de los elementos probatorios obtenidos:
Formalizarla investigación y Disponer pasar a la fase Preparatoria, disponer el
archivamiento de la investigación de la denuncia, el archivamiento provisional de lo
actuado, también se dispondrá de la reserva provisional de la investigación.

22
Investigación Preliminar

BIBLIOGRAFÍA

 ALCALA-ZAMORA, Niceto. Estudio acerca del allanamiento en el proceso. Editorial Jurídica


Universitaria, México, 2001.
 AMBOS, Kai. Control de Ia policía por el fiscal versus dominio policial de Ia instrucción. En:
Derecho Penal contemporáneo. Revista Internacional. 1 Octubre-diciembre, Bogotá Legis,
2002.
 ANGULO ARANA, Pedro. La investigación del delito en el Nuevo Código Procesal Penal.
Gaceta Jurídica 2006 Lima Perú.
 ARCINIEGAS MARTINEZ, Augusto. Investigación y Juzgamiento en el Sistema Acusatorio,
Ediciones Nueva Jurídica, Bogotá, 2005.
 BACIGALUPO, Enrique. “La finalidad de Ia fase de instrucción en el debido proceso”. En: El
debido /Proceso penal. José Luis Depalma Editor, Buenos Aires, 2003.
 BACIGALUPO, Enrique. “Los limites políticos del Derecho Penal”. En: Justicia penal y
derechos fundamentales. Marcial Pons Ediciones Jurídicas y Sociales S.A., Madrid -
Barcelona, 2002.
 BINDER, Alberto. Introducción al Derecho Procesal Penal. Ad-hoc S.R.L., Segunda edición
actualizada v ampliada, Buenos Aires, 2000.
 CACERES J., Robert y otro. Código Procesal Penal comentado, Juristas Editores, Lima- Perú,
2005.
 CUBAS VILLANUEVA, Víctor. El Proceso Penal - teoría y práctica. Quinta edición, Palestra
Editores, Lima, 2003.
 GARCIA RADA, Domingo. Manual de Derecho Procesal Penal. Sétima Edición, Lima, 1982.
 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Exégesis del nuevo Código Procesal Penal. Editorial
Rodhas, Lima, septiembre 2006.
 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. El Nuevo Proceso Penal Peruano 2. Primera Edición
2009. Gaceta Jurídica Lima.
 SANCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal. Idemsa, Lima, 2004.
 SANCHEZ VELARDE, Pablo. Introducción al Nuevo Código Penal. Primera Reimpresión
Edición. IDEMSA Lima- Perú 2006.

23

Вам также может понравиться