XII Jornada Catequisttica Nacional Subsidio de Preparacion

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Rumbo a la XII Jornada Catequística Nacional
SUBSIDIO DE PREPARACIÓN
© Todos los Derechos Reservados
Dimensión Nacional para la Nueva Evangelización y Catequesis
Habana No. 148 Col. Tepeyac Insurgentes
Deleg. Gustavo A. Madero. C.P. 07020. México, D.F.
Tels. (55) 5577.0052
FAX. (55) 5577.6373
dinnecmexico@gmail.com
www.dinnec.org
Primera edición, Noviembre de 2016
Diseño de interiores y carátula: Jesús Gama
Impreso en México - Printed in Mexico

CONTENIDO
RUMBO A LA XII JORNADA CATEQUÍSTICA NACIONAL

Contenido ................................................................................................................... 3
Presentación .............................................................................................................. 5
Método Teológico - Pastoral ................................................................................ 17
Nivel Diocesano ........................................................................................................ 19
Etapa 1 ................................................................................................................. 19
1. Un acercamiento a la Familia de hoy ................................................................20
2. Proyecto de Dios para la Familia .......................................................................25
3. La Familia, lugar de Iniciación a la vida cristiana ..........................................28
4. ¡Anunciemos el Evangelio a la Familia de hoy! ..............................................35
5. Celebremos la misericordia de Dios en el Matrimonio y en la Familia ....40
Nivel Diocesano ........................................................................................................ 47
Etapa 2 ................................................................................................................. 47
6. La familia, educadora de la fe ............................................................................48
Nivel Diocesano ........................................................................................................ 55
Etapa 3 ................................................................................................................. 55
7. La comunidad eclesial, una gran familia .........................................................56
Nivel Provincial ......................................................................................................... 63
Etapa 4 ................................................................................................................. 63
8. Agentes de la misericordia para las Familias .................................................64
Apéndice 1 ................................................................................................................ 71
Oraciones ............................................................................................................ 71
Apéndice 2 ................................................................................................................ 73
Cantos ................................................................................................................. 73
3
P R E S E N TA C I Ó N
¡Familia, catequista de la Misericordia!

Este lema, acuñado por el equipo de Provinciales de Catequesis
para la XII Jornada Catequística Nacional, expresa de manera muy
clara los ejes del trabajo que impulsaremos durante este trienio en la
Dimensión Nacional para la Nueva Evangelización y Catequesis de la
Conferencia del Episcopado Mexicano:
•• Familia, como interlocutores y protagonistas de la Catequesis.
•• Catequista, como el agente que propicia la fe en Jesucristo y

ayuda a madurarla.
•• Misericordia, como la actitud a desarrollar para reflejar el

verdadero rostro de Dios al hombre.
A todos los Catequistas de México tenemos el gozo de anunciarles

la celebración de la XII Jornada Catequística Nacional en la Ciudad de
Victoria de Durango, Durango, México., a realizarse del 20 al 23 de
Noviembre del 2017, Dios mediante. Nuestro anfitrión será el Excmo.
Sr. José Antonio Fernández Hurtado, Arzobispo de la Arquidiócesis de
Durango.
Estas Jornadas se vienen realizando desde 1937, cuando la Obra

Nacional de Instrucción Religiosa (ONIR), dependiente de la Acción
Católica Mexicana convocó a la celebración de la I Jornada Catequística
Nacional bajo el lema “Principios de psicología religiosa y organización”.
En dicha Jornada participaron 75 Sacerdotes y 542 seglares. En ella se
persiguió el perfeccionamiento de la enseñanza religiosa y se impulso
la recristianización de México, después de los estragos causados por la
persecución religiosa del Presidente Plutarco Elías Calles años antes.
Desde 1962, en que se solicitó al Episcopado Mexicano la creación

de la Comisión Episcopal de Catequesis, somos herederos de un arduo y
sólido trabajo realizado a favor de la Catequesis de nuestro país.
La Temática de la XII Jornada Catequística Nacional estará

centrada en “la Familia, protagonista y escuela de la misericordia en sus
ambientes”. Y tiene por objetivo “reflexionar, desde el ministerio de la
catequesis, la vivencia de la misericordia en la familia, a partir de la
Palabra de Dios y del Magisterio de la Iglesia, para discernir y asumir
propuestas pastorales en las Provincias y Diócesis de México”.
5
6
Descripción del Logo

El color verde del fondo representa la esperanza del pueblo
mexicano en la familia y en la vida.
Los motivos florales del fondo representan una de las nueve tipos
de flores presentes en la túnica de la Virgen de Guadalupe y simbolizan
la feminidad de María, el paraíso, la vida, la juventud, el amor y el poder
divino.
Las grecas que cierran el círculo junto con la tipografía

representan a las etnias indígenas presentes en el territorio
duranguense: Tepehuanes, Huicholes, Mexicaneros y Tarahumaras.
El gráfico central corresponde a la silueta del territorio mexicano

donde se distingue de forma abstracta un corazón, que por su posición
geográfica representa al Estado de Durango, llamado el “Corazón de
México”, del cual se proyecta la imagen principal que corresponde a la
Sagrada Familia.
Los colores de la Virgen María aluden a feminidad con el rosa y a

la paz con el azul; el rojo y el gris en San José son muestras de pasión
y fuerza así como protección; el verde en el niño Jesús representa la
confianza en las nuevas generaciones.
La Sagrada Familia se presenta como expresión de la misericordia

divina para las familias mexicanas y su modelo a seguir.
7
Estructura de la XII JORNADA CATEQUÍSTICA NACIONAL
Cronograma 2016
8
Cronograma 2017

Nivel Diocesano - Estructura General
9
N I V E L D I O C E S A N O - E TA PA 1
Estructura
Finalidad
10
Modalidad de Trabajo
11
Finalidad
12
Finalidad

13
N I V E L P R O V I N C I A L - E TA PA 4
Finalidad
14
El método Teológico–Pastoral empleado en el subsidio de

Preparación a la XII Jornada Catequística Nacional merece una

explicación más amplia.
Ninguno de los temas pretende agotar la reflexión sobre el mismo;

solo buscan abrir la discusión o el debate acerca de lo expuesto, a fin de
generar una serie de propuestas pastorales que nos ayuden a brindar
una mayor atención a las familias de nuestras Diócesis y Provincias. La
Jornada será la oportunidad para profundizar al respecto.
Al final del subsidio se han colocado dos Apéndices. Uno con

oraciones a elegir para el inicio o la conclusión de cada uno de los
temas a criterio del expositor. El otro contiene los cantos propuestos
para alguno de los temas.
Ponemos en las manos maternales de Santa María de Guadalupe,

primera catequista de nuestro Continente, esta iniciativa a favor de las
familias de México, esperando que por su interseción reciban gracias
abundantes para llevar a plenitud el proyecto de Dios.
16 de Octubre de 2016, canonización del mártir

San Jose Sánchez del Rio.
Fraternalmente.
+ Fidencio López Plaza Pbro. Omar Osiris López García
Presidente de la DINNEC Secretario Ejecutivo de la DINNEC
15
M É T O D O T E O L Ó G I C O - PA S T O R A L
El método elegido para el desarrollo de la XII Jornada Catequística

Nacional, así como para la estructuración de los temas de la Etapa 1

del Nivel Diocesano de Preparación y para la redacción de cada uno
de los temas de las otras Etapas y Niveles de Preparación es: “ver,
pensar, actuar y celebrar”, debido a sus grandes potencialidades en la
comprensión, discernimiento y transformación de la realidad a la luz
del Evangelio.
Elementos para comprender el Método
El método ver-pensar-actuar se remonta al método de revisión de

vida, surgido en el seno de las propuestas pastorales de la Juventud
Obrera Católica (JOC) que animaba el P. Joseph Cardijn en la década
de los treinta del siglo XX. Posteriormente la revisión de vida fue
asumida por la Acción Católica, organización laical que se sumó a los
movimientos de renovación en la Iglesia.
Se trataba de una metodología para la acción transformadora de

los cristianos en sus ambientes y para superar el divorcio fe-vida. Vale
a decir de una propuesta de espiritualidad como corazón de la pastoral.
El “ver” se propone analizar un hecho de vida con el fin

de descubrir actitudes y modos de pensar y valoraciones y
comportamientos. Se busca las causas y se analiza las consecuencias
que pueden tener en las personas, en las comunidades y en las
organizaciones sociales. El acento se pone en la persona, no en las ideas
ni en las cosas. Se invitaba a os jóvenes obreros a revisar su vida en el
trabajo, la familia y la sociedad.
El “pensar” es el momento central de la revisión de vida. Se

propone tomar posición frente al hecho analizado, explicitar el sentido
que descubre la fe, la experiencia de Dios que conlleva y las llamadas de
conversión que surgen de él. Para ello se valora positiva o negativamente
el hecho, se buscan hechos similares en la vida de Jesús, en el evangelio
o en la Biblia, se analizan las consecuencias del encuentro con Dios y la
llamada a la conversión. Se trata de un discernimiento.
El “actuar” se propone determinar aquellas actitudes que las

personas deben cambiar en sus vidas, los criterios de juicio que deben
ser transformados, los hábitos que son cuestionados por la Palabra de
Dios y las acciones que se van a desarrollar.
17
M É T O D O T E O L Ó G I C O - PA S T O R A L
El “celebrar” es consecuencia de la percepción de conjunto de todo

el proceso: el descubrimiento del Dios de la vida en la realidad personal
y social (ver), el encuentro con Él en la Palabra (juzgar) y el compromiso
por la transformación de la realidad (actuar), lleva a la celebración
gratuita y agradecida de la experiencia vivida. Para el cristiano, la fe y la
vida están íntimamente integradas, por eso hay que celebrar los logros y
los fracasos, las alegrías y las tristezas, las angustias y las esperanzas.,
la penitencia y la conversión. La celebración es acción de gracias por la
presencia transformadora de Dios en la historia.
El ver-pensar-actuar-celebrar es un método teológico-pastoral

porque no sólo se propone comprender la realidad y juzgarla, sino
que apuesta y se compromete por su transformación en la línea del
Evangelio.
18

NIVEL DIOCESANO
Etapa
19
1. Un acercamiento a la Familia de hoy
“Por eso deja el hombre a su padre y a su madre

y se une a su mujer, y se hacen una sola carne.”
(Gn 2, 24)
Objetivo
Identificar la situación de la familia hoy para descubrir la

necesidad que tiene de vivir la misericordia.
Ver
De acuerdo a la realidad que viven las familias de nuestra

comunidad:
•• ¿Qué problemas descubrimos en los siguientes ambientes:

socio-cultural, económico, educativo, político y religioso?
Señalamos 3 en cada ambiente.
•• Elegimos el principal y tratamos de descubrir sus causas,

efectos y consecuencias.
20
Pensar

El Papa Francisco en su exhortación Apostólica Amoris Laetitia
describe los principales problemas que afectan a nuestras familias:
•• El individualismo exasperado desvirtúa los vínculos familiares

y acaba por considerar a cada componente de la familia como
una isla.
•• Las tensiones inducidas por una cultura individualista

exagerada de la posesión y del disfrute generan dentro de las
familias dinámicas de intolerancia y agresividad.
•• El ritmo de vida actual, el estrés, la organización social

y laboral, ponen en riesgo la posibilidad de opciones
permanentes.
•• En muchos países disminuye el número de matrimonios y

crece el número de personas que deciden vivir solas o que
conviven sin cohabitar.
•• La familia se ha convertido en un lugar de paso, al que uno

acude cuando le parece conveniente para si mismo, o a donde
uno va a reclamar derechos, mientras los vínculos quedan
abandonados a la precariedad voluble de los deseos y las
circunstancias.
•• Se teme a la soledad, pero se desea un espacio de protección

y de fidelidad, sin embargo al mismo tiempo crece el temor a
ser atrapado por una relación que pueda postergar el logro de
las aspiraciones personales.
•• La decadencia cultural no promueve el amor ni la entrega.
•• Las personas pasan de una relación afectiva a otra de manera

muy rápida, al estilo de las redes sociales.
•• El Narcisismo vuelve a las personas incapaces de mirar más

allá de sí mismas, de sus deseos y necesidades.
•• La cultura empuja a muchos jóvenes a no poder formar una

familia porque están privados de oportunidades de futuro. Sin
embargo, esa misma cultura concede a muchos otros jóvenes
21
tantas oportunidades de desarrollo que se ven disuadidos de

formar una familia.
•• La realidad socioeconómica a menudo acaba por aplastar a las

familias.
•• La falta de una vivienda digna o adecuada suele llevar a

postergar la formalización de una relación. Una familia y un
hogar son dos cosas que se reclaman mutuamente.
•• La pornografía, la comercialización del cuerpo y la prostitución

hacen a los cónyuges inseguros e indecisos. Muchos suelen
quedarse en los estadios primarios de la vida emocional y
sexual.
•• La crisis de los esposos desestabiliza la familia y, a través

de las separaciones y los divorcios, puede llegar a tener
serias consecuencias para los adultos, los hijos y la sociedad,
debilitando al individuo y los vínculos sociales.
•• El descenso demográfico, debido una mentalidad antinatalista

y promovido por las políticas mundiales de salud reproductiva,
no solo determina una situación en la que el sucederse de las
generaciones ya no está asegurado, sino que corre el riesgo de

que con el tiempo lleve a un empobrecimiento económico y a
una pérdida de esperanza en el futuro.
•• Muchos niños nacen fuera del matrimonio y muchos otros

crecen con sólo uno de los padres o en un contexto familiar
ampliado o reconstruido.
•• Las sociedades golpeadas por la violencia a causa de la guerra,

del terrorismo o de la presencia del crimen organizado,
originan situaciones familiares deterioradas.
•• La migración forzada de las familias como consecuencia de

situaciones de guerra, persecuciones, pobreza, injusticia,
marcada por las vicisitudes de un viaje que a menudo pone en
riesgo la vida, traumatizan a las personas y desestabiliza a las
familias.
•• Las adicciones al juego, a las drogas y al alcohol terminan
22
destruyendo a las familias.
••

La violencia verbal, física y sexual que se ejerce contra las
mujeres en algunos matrimonios contradice la naturaleza
misma de la unión conyugal.
•• La ideología de género niega la diferencia y la reciprocidad

natural entre el hombre y la mujer. Está presenta una sociedad
sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico
de la familia.
•• La ideología de género lleva a proyectos educativos y

directrices de gis la activas que promueven una identidad
personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas
de la diversidad biológica entre el hombre y la mujer.
•• Los fracasos dan origen a nuevas relaciones, nuevas parejas,

nuevas uniones y nuevos matrimonios, creando situaciones
familiares complejas y problemáticas para la acción cristiana.
•• El debilitamiento de la fe y de la práctica religiosa en algunas

sociedades afecta a las familias y las dejan más solas con sus
dificultades.
•• El ideal matrimonial, como un compromiso de exclusividad y

de estabilidad, termina siendo arrasado por las conveniencias
circunstanciales o por los caprichos de la sensibilidad.
•• Se presenta el matrimonio de tal manera que su fin unitivo,

el llamado a crecer en el amor y el ideal de ayuda mutua,
quedó opacado por un acento casi excluyente en el deber de la
procreación.
•• Tampoco se ha hecho un buen acompañamiento a los

nuevos matrimonios, sobre todo en sus primeros años, con
propuestas que se adapten a sus horarios, a sus lenguajes y a
sus inquietudes más concretas.
•• Los fracasos dan origen a nuevas relaciones, nuevas parejas,

nuevas uniones y nuevos matrimonios, creando situaciones
familiares complejas y problemáticas para la acción cristiana.
23
•• Se ha insistido en cuestiones doctrinales, bioéticas y morales,

sin motivar la apertura a la gracia. (Cfr. AL 32-56)
Dialogamos en binas:
•• ¿Qué tanto se ven reflejadas nuestras familias en ese análisis?
Actuar
Ante la problemática que vivimos en nuestras familias:
•• ¿Cómo podemos hacer posible el amor, el perdón, el compartir,

el comprendernos más?
•• ¿De qué otras formas podemos vivir y expresar la misericordia?
Celebrar
•• Poner la imagen de un familia extensa sin rostros para que

los participantes escriban aquellos aspectos necesitados de
misericordia en sus familias.
•• Compartirlos en forma de suplica a Dios.
•• Podemos concluir con un canto.
24
2. Proyecto de Dios para la Familia

“Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros
como yo les he amado.”
(Jn 13, 34)
Objetivo
Reflexionar el proyecto de Dios sobre la familia, revelado por

Cristo, para llevarlo a plenitud.
Ver
Las personas, las empresas, las naciones realizan proyectos a

corto, mediano y largo plazo para alcanzar sus fines.
•• ¿Qué proyectos teníamos antes de formar una familia?

•• ¿Cómo nos sentimos cuando los hemos realizado y cómo
cuando nos los llevamos a cabo?
•• ¿Qué proyectos hemos hecho como familia y por qué?
•• Consideramos que Dios tiene un proyecto para la familia,
¿cuál es este?
•• ¿Qué dificultades encontramos para la realización del proyecto
de Dios sobre la familia?
Pensar
El proyecto de Dios para la familia solo puede entenderse

plenamente a la luz del infinito amor del Padre, que se manifestó en
Cristo, que se entregó hasta el fin y vive entre nosotros. (Cfr. AL 59)
La Iglesia, consciente de que el matrimonio y la familia constituyen

uno de los bienes más preciosos de la humanidad, quiere hacer sentir
su voz y ofrecer su ayuda a todo aquel que, conociendo ya el valor del
matrimonio y de la familia, trata de vivirlo fielmente; a todo aquel que,
en medio de la incertidumbre o de la ansiedad, busca la verdad y a todo
aquel que se ve injustamente impedido para vivir con libertad el propio
proyecto familiar.
25
Partiendo del amor y en constante referencia a él, se ubican cuatro

cometidos generales de la familia:
1) Formación de una comunidad de personas;

2) Servicio a la vida;
3) Participación en el desarrollo de la sociedad;
4) Participación en la vida y misión de la Iglesia(Cfr. FC 17).
Jesús «refiriéndose al designio primigenio sobre el hombre y

la mujer, reafirma la unión indisoluble entre ellos, si bien diciendo
que “por la dureza de vuestro corazón os permitió Moisés repudiar
a vuestras mujeres; pero, al principio, no era así” (Mt 19,8). La
indisolubilidad del matrimonio —“lo que Dios ha unido, que no lo
separe el hombre” (Mt 19,6)— no hay que entenderla ante todo como
un “yugo” impuesto a los hombres sino como un “don” hecho a las
personas unidas en matrimonio. La condescendencia divina acompaña
siempre el camino humano, sana y transforma el corazón endurecido
con su gracia, orientándolo hacia su principio, a través del camino de
la cruz. De los Evangelios emerge claramente el ejemplo de Jesús, que
anunció el mensaje concerniente al significado del matrimonio como
plenitud de la revelación que recupera el proyecto originario de Dios
(cf. Mt 19,3)». (AL 62)
Por tanto, «el matrimonio es un “don” del Señor (cf. 1 Co 7,7). Al

mismo tiempo, por esa valoración positiva, se pone un fuerte énfasis en
cuidar este don divino: “Respeten el matrimonio, el lecho nupcial” (Hb
13,4). Ese regalo de Dios incluye la sexualidad: “No os privéis uno del
otro” (1 Co 7,5)». (AL 61)
Los Padres Sinodales afirma que «la familia y el matrimonio

fueron redimidos por Cristo (cf. Ef 5,21-32), restaurados a imagen de
la Santísima Trinidad, misterio del que brota todo amor verdadero. La
alianza esponsal, inaugurada en la creación y revelada en la historia
de la salvación, recibe la plena revelación de su significado en Cristo y
en su Iglesia. De Cristo, mediante la Iglesia, el matrimonio y la familia
reciben la gracia necesaria para testimoniar el amor de Dios y vivir la
vida de comunión». (AL 63)
El Papa Francisco afirma que «la encarnación del Verbo en una

familia humana, en Nazaret, conmueve con su novedad la historia
26
del mundo. Necesitamos sumergirnos en el misterio del nacimiento

de Jesús. Y luego, penetrar en los treinta largos años donde Jesús se

ganaba el pan trabajando con sus manos, susurrando la oración y la
tradición creyente de su pueblo y educándose en la fe de sus padres,
hasta hacerla fructificar en el misterio del Reino». (AL 65)
Podemos concluir diciendo que «la alianza de amor y fidelidad, de

la cual vive la Sagrada Familia de Nazaret, ilumina el principio que da
forma a cada familia, y la hace capaz de afrontar mejor las vicisitudes
de la vida y de la historia. Sobre esta base, cada familia, a pesar de su
debilidad, puede llegar a ser una luz en la oscuridad del mundo». (AL
66)
Dialogamos en binas:
•• ¿Nuestras familias son consientes del Proyecto de Dios para

ellas?
•• Señalamos algunas razones.
Actuar
A partir de lo reflexionado nos proponemos:
a. Visitar a una familia de nuestra comunidad para conocer:

•• ¿Cuáles eran sus proyectos antes de constituirse
como familia?
•• ¿Cuáles son los proyectos que ahora tienen?
b. A partir de la experiencia vivida:

•• ¿Cómo estamos realizando el proyecto de Dios
para nuestras familias?
Celebrar
•• Tomando en cuenta la experiencia vivida, escribimos una

oración en la que imploraremos la misericordia de Dios para
nuestras familias.
•• Oración que compartiremos al inicio del siguiente tema.
27
3. La Familia, lugar de Iniciación a la vida cristiana
“Se reunían frecuentemente para escuchar la enseñanza

de los apóstoles y participar en la vida común,
en la fracción del pan y en las oraciones.”
(Hch 2, 42)
Objetivo
Tomar conciencia de que la familia es el lugar privilegiado para el

anuncio, vivencia y celebración de la fe.
Ver
Haciendo memoria agradecida de las personas que influyeron en

la transmisión de la fe a cada uno de nosotros. Dialoguemos en binas:
•• ¿De qué manera se llevó a cabo la transmisión de la fe en

nuestras familias?
Actualmente, la familia, donde se catequizó antaño de una manera

natural, ahora por las circunstancias y problemas propios de nuestro
tiempo, en un contexto colmado de individualismo, secularismo,
relativismo y consumismo, es casi imposible que sea transmisora de
los valores propios del cristianismo y se convierta en promotora y
formadora de discípulos misioneros comprometidos.
•• ¿Cómo constatamos esto?
Pensar
Se le ha llamado a la comunidad cristiana origen, lugar y meta de

la catequesis; y sin duda que lo es, ya que este ministerio tiene una
naturaleza eclesial. Pero si entendemos a la familia como la comunidad
fundamental que da vida a la Iglesia Cuerpo de Cristo, a semejanza
de como lo hace una célula en relación con los tejidos y órganos que
forman nuestro cuerpo, bien podemos decir que la familia es también el
origen, el lugar y la meta del proceso de iniciación a la vida cristiana y
28
por consecuencia de la catequesis. (Cf. AL 29)

Toda persona que ha sido llamada por Dios a la existencia tiene
que pasar por un proceso que lo introduzca, lo eduque y lo instruya
para llegar a ser no sólo humana sino cristiana. Ahí en el seno familiar
se recibe la herencia física, psicológica, social y cultural que el individuo
requiere para hacerse persona. Y teniendo tales cimientos podrá cada
uno construir su propia historia. Además, para la Iglesia, la familia
cristiana es el origen de cada discípulo misionero de Jesús en este
mundo; ahí se comunica el primer anuncio del amor de Dios por la
palabra y el testimonio de todos, despertando la fe que muchas veces se
ha recibido en el bautismo casi desde el nacimiento, y que es necesario
a su tiempo hacerla personal, viva y operante.
En el corazón de la familia se siembra la fe inicial que

posteriormente podrá hacer crecer por medio del amor humano que
experimenta en la vida cotidiana y que permite tocar desde este mundo
el Amor divino al que estamos llamados a vivir en plenitud. “La familia
es el lugar donde los padres se convierten en los primeros maestros de
la fe para sus hijos. Es una tarea artesanal, de persona a persona”. (AL
16)
También la familia cristiana es un lugar privilegiado para la

iniciación cristiana porque ahí se va aprendiendo a escuchar, a celebrar,
a orar y a vivir la Palabra al estilo de Jesús. A insertarse paulatinamente
en la comunidad y a participar activamente en su construcción por
medio de los dones que nos da el Espíritu en orden al servicio. Y para
esto es necesario que los padres cumplan con seriedad su misión
educadora. (Cf. AL 17)
Es necesario que la familia vuelva a ocupar su lugar insustituible

de formadora no sólo de personas saludables, realizadas y felices
sino de cristianos que vivan su vocación en el lugar donde Dios los ha
colocado y tendiendo como modelo a la Sagrada Familia de Nazareth.
“La familia constituye el fundamento sobre el que se construyen todas
las comunidades más amplias. Que cada familia sea una verdadera
Iglesia doméstica, una comunidad en la que el Señor Jesús ocupe el
puesto central”. (San Juan Pablo II, Homilía, 8-V-80)
29
La familia cristiana es la meta, porque con familias transformadas

en verdaderas Iglesias domésticas, se construye el tejido comunitario
de la Iglesia parroquial, diocesana y del mundo entero; constituyéndose
en sal, fermento y luz de una nueva sociedad humana. Que ahí se
encuentre “la primera experiencia de una saludable sociedad humana y
de la Iglesia. Por medio de la familia, en fin, se introducen en la sociedad
civil y en el pueblo de Dios”. (GE 3)
“La familia como “lugar” de catequesis tiene un carácter único:

transmite el Evangelio enraizándolo en un contexto de profundos
valores humanos. Sobre esta base humana es más honda la iniciación
cristiana: el despertar al sentido de Dios, los primeros pasos en la
oración, la educación de la conciencia moral y la formación en el
sentido cristiano del amor humano, concebido como reflejo del amor
de Dios Creador y Padre. Se trata, en suma, de una educación cristiana
más testimonial que doctrinal, más ocasional que sistemática, más
permanente y cotidiana que estructurada en periodos”. (DGC 255)
Es necesario atender a la familia en una pastoral orgánica

comprometida con todo lo que implica su ser y quehacer para que sea
un lugar donde el Amor de Dios sea su sustento y el amor al prójimo
sea su expresión para convertirse en una “común-unidad” de bienes no

sólo materiales sino espirituales.
Actuar
La actual práctica pastoral plantea algunos retos para la

Catequesis familiar:
•• Ayudar a las familias a constituirse en familias domésticas

que se autoevangelicen y evangelicen por medio de un
acompañamiento efectivo de los agentes de cada una de las
pastorales fundamentales. Así serán semilleros de nuevos
cristianos y volverán paulatinamente a ser espacios de
iniciación cristiana. (Cf. AL 289)
•• Motivar insistentemente a las familias para que sean lugares

de testimonio y que a partir de él hagan el anuncio explícito
del Kerygma por medio de gestos más que de palabras,
auxiliándose de los ejemplos de otras familias, de los
30
símbolos litúrgicos y de la piedad popular que especialmente

se expresan en la vivencia cotidiana y en la celebración de los

sacramentos, de manera particular en la eucaristía dominical.
Hacer hincapié en que en este encuentro semanal se culmina,
se alimenta y se multiplican los valores humanos y cristianos
que se practican durante los demás días de la semana
poniéndolos con fe en las manos del Padre por medio de
Jesucristo en el Espíritu Santo.
•• Convertir a la familia “en sujeto de la acción pastoral mediante

el anuncio explícito del Evangelio y el legado de múltiples
formas de testimonio, entre las cuales: la solidaridad con los
pobres, la apertura a la diversidad de personas, la custodia
de la creación, la solidaridad moral y material hacia las otras
familias, sobre todo hacia las más necesitadas, el compromiso
con la promoción del bien común, incluso mediante la
transformación de las estructuras sociales injustas, a partir
del territorio en el cual la familia vive practicando las obras
de misericordia corporal y espiritual… para lograr que
las familias sean a la vez iglesias domésticas y fermento
evangelizador de la sociedad”. (AL 290)
A partir de lo reflexionado, nos preguntamos:
•• ¿Qué podemos hacer para que la familia sea de verdad un

lugar de iniciación a la vida cristiana?
Celebrar
Renovemos los sacramentos de la iniciación

a la vida cristiana en familia
Preparación
Antes de la celebración prever los siguientes elementos:
1) Recipiente con agua

2) Vela y cerillos
3) Pan
31
Reunida la familia el día más conveniente y a la hora acordada por

todos los miembros, el padre o la madre de familia dirige la siguiente
celebración.
Desarrollo
Guía: Recordando el pasaje de la Escritura que nos narra la apertura

de Cornelio y su familia a la buena nueva del Evangelio
predicado por Pedro, pedimos a Dios su gracia para también
acogerlo en el corazón. Escuchemos.
Lector: Del Libro de los Hechos de los Apóstoles 10, 24-46.
Cornelio los estaba esperando y había reunido a sus parientes

y amigos íntimos. Cuando Pedro entró, Cornelio le salió al
encuentro, y se arrodilló a sus pies en señal de veneración.
Pedro lo levantó y le dijo: —Levántate, que yo no soy más
que un hombre. Ahora deseo saber para qué me han llamado.
Cornelio contestó: —Hace tres días, a esta hora, estaba yo
recitando la oración de la tarde en mi casa, cuando un hombre
con un traje resplandeciente se presentó ante mí y me dijo:
Cornelio, tu oración y tus limosnas han sido escuchadas por

Dios y son tenidas en cuenta. Envía gente a Jafa y llama a
Simón, por sobrenombre Pedro, que se aloja en casa de Simón
el curtidor, junto al mar. Enseguida te hice llamar y tú has
tenido la bondad de venir. Estamos todos en presencia de Dios
dispuestos a escuchar lo que el Señor te ha mandado decirnos.
Pedro tomó la palabra: —Verdaderamente reconozco que Dios

no hace diferencia entre las personas sino que, acepta a quien
lo respeta y practica la justicia, de cualquier nación que sea.
Él comunicó su palabra a los israelitas y anuncia la Buena
Noticia de la paz por medio de Jesús, el Mesías, que es Señor
de todos. Ustedes ya conocen lo sucedido por toda la Judea,
empezando por Galilea, a partir del bautismo que predicaba
Juan. Cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con Espíritu Santo
y poder: él pasó haciendo el bien y sanando a los poseídos del
Diablo, porque Dios estaba con él. Nosotros somos testigos de
todo lo que hizo en Judea y Jerusalén. Ellos le dieron muerte
colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó al tercer día e
32
hizo que se apareciese, no a todo el pueblo, sino a los testigos

designados de antemano por Dios: a nosotros, que comimos

y bebimos con él después de su resurrección. Nos encargó
predicar al pueblo y atestiguar que Dios lo ha nombrado juez
de vivos y muertos. Todos los profetas dan testimonio de él,
declarando que los que creen en él, en su nombre reciben el
perdón de los pecados.
Pedro no había acabado de hablar, cuando el Espíritu Santo

bajó sobre todos los oyentes. Los creyentes convertidos del
judaísmo se asombraban al ver que el don del Espíritu Santo
también se concedía a los paganos; ya que los oían hablar en
diversas lenguas y proclamar la grandeza de Dios. Entonces
intervino Pedro: —¿Puede alguien impedir que se bauticen
con agua los que han recibido el Espíritu Santo igual que
nosotros? Y ordenó que los bautizaran invocando el nombre de
Jesucristo. Ellos le rogaron que se quedaran unos días.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Guía: Invita a los participantes a guardar unos momentos de silencio

para interiorizar la Palabra escuchada.
Recreando lo acontecido en la familia de Cornelio, primero,

renovemos nuestra fe en Dios diciendo:
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la

tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue

concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa
María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato fue
crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al
tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y
está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde
allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión

de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la
carne y la vida eterna. Amén.
33
Guía: Ahora, renovemos la efusión del Espíritu Santo sobre nosotros

el día de nuestra Confirmación encendiendo esta vela.
Uno de los miembros de la familia, enciende la vela y todos

dicen:
Ven, Espíritu Santo y enciende en nosotros el fuego de tu amor.
Guía: A continuación, renovemos nuestro Bautismo. Introduciremos

el dedo índice en el recipiente con agua y haremos la señal de
la cruz sobre nuestra frente.
Cada uno de los miembros de la familia introduce su dedo

índice en el recipiente con agua y dice:
Yo (nombre) renuevo mi Bautismo, en el nombre del Padre y del

Hijo y del Espíritu Santo.
Guía: Finalmente, recordando la presencia de Jesús resucitado en

la Eucaristía compartamos este pan pidiéndole a Jesús que
permanezca siempre entre nosotros.
Cada uno de los miembros de la familia toma un trozo del pan

y dice:
Quédate con nosotros Señor.
Guía: Concluyamos esta celebración reconociéndonos parte de la

familia de los Hijos de Dios, digamos:
Padre nuestro…
Guía: Santiguándose dice: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo

mal y nos lleve a la vida eterna.
Todos: Amén.
34
4. ¡Anunciemos el Evangelio a la Familia de hoy!

“Hay de mi si no anuncio el evangelio.”
(1 Co 9, 16)
Objetivo
Descubrir los desafíos para el anuncio del evangelio a la familia

de hoy para asuma su vocación y misión evangelizadora.
Ver
Un mundo y una cultura anti-evangelio y anti-familia
Existe la realidad del pecado, del dolor y el mal que se manifiesta

en nuestras familias. Se ha difundido una cultura individualista
exacerbada que desvirtúa los vínculos familiares porque cada individuo
se percibe como una isla, como un sujeto que se construye según sus
propios deseos asumidos con carácter de absoluto;, narcisista, teniendo
como paradigma la autonomía de la voluntad, donde el centro son las
necesidades y deseos personales y el otro se vuelve importante, en
cuando aporta la realización personal.
El alcoholismo, la drogadicción, el juego, padres ausentes con

hijos huérfanos de padres con vida, violencia intrafamiliar física y
psicológica, comunicación deficiente, egoísmo, relaciones de dominio,
envidias, violencia fratricidio, pleitos entre los hijos, problemas
familiares, incomprensión, abandonos, migración, la enfermedad, la
muerte, situaciones, bochornosas, falta de trabajo, precariedad laboral,
falta de comunicación entre los esposos, no dedicarse tiempo de calidad,
no agradecer, no tener gestos de servicio, falta de cariño, intolerancia,
agresividad, arrogancia, excesiva preocupación por desarrollar lo mejor
de sí pero incapacidad para donarse generosamente.
En un mundo y una cultura que potencian la indiferencia, el

olvido, la falta de atención, el interés y el beneficio como objetivos, el
poder como instrumento de destrucción del débil, pequeño y limitado,
y la dureza de corazón como pautas de conducta, no es extraño que
35
encontremos tanto descuido, tanta desatención, tanta destrucción y

tanta muerte alrededor de las familias.
Sin embargo, no todo es negativo en nuestras familias. Siempre

encontraremos en ellas manifestaciones de gracia, gozo y bondad.
Preguntémonos:
•• ¿Qué aspectos positivos descubrimos en nuestras familias?

•• Señalemos por lo menos 5.
Dialogamos por binas.
Pensar
La Buena Nueva del Evangelio
El mandato del Señor Jesús a sus apóstoles fue: “Vayan por todo
el mundo proclamando la Buena Noticia a toda la humanidad” (Mc 16,
15)[1]. Todo lo que anuncia la iglesia, siendo fiel a su Señor, es con ese
fin.
El anuncio del Evangelio es el impulso que el Espíritu Santo

suscita en la comunidad cristiana desde el principio, y al mismo tiempo
el mandato de su Maestro y Señor. Jesús sabe que Él ha sido ungido por
el Espíritu y ha sido enviado por el Padre para esta misión, y entrega
a su Iglesia el Espíritu para que la mueva a continuar su propia tarea
encontrando su gozo en el cumplimiento de su mandato.
El corazón del mensaje es el misterio pascual: la Pasión, Muerte

y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Lo cual es siempre Buena
Noticia: el gran amor infinito de Dios hacia cada uno, un amor que es
un don. Que tiene su origen en el misterio de la encarnación del Señor
Jesús (Cf. Lc 2, 11-12) en el seno de una familia donde iba creciendo en
saber, en estatura y gracia delante de Dios y los hombres (Cf. Lc 2, 52).
“La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se
encuentran con Jesús” (EG 1).
36
La Familia es Evangelio

La familia, tal como la hemos recibido de Dios Padre, como un
don y una tarea preciosa, es una Buena Noticia, la Buena Noticia que
podemos, queremos y debemos gritar como creyentes.
Dios es desde el principio Dios crea la humanidad como una gran

familia, poniendo en el paraíso de su obra a un hombre y a una mujer
que, juntos, son la imagen y semejanza suya. Y serán los dos una sola
carne. Es la palabra del principio sobre el matrimonio, fundamento
de su exclusividad, su fidelidad, su indisolubilidad. Confirmada por
la palabra de Jesús, que nos invita a ver las cosas como han sido “al
principio”, cuando salieron puras y limpias de la palabra creadora de
Dios: lo que Dios ha unido no lo separe el hombre.
Cuando cada familia, sin ser perfecta, trata de vivir el estilo de la

vida de la Sagrada Familia de Nazaret, se construyen hogares fuertes
y fecundos según el plan de Dios (AL 6), y desarrolla su vocación al
amor, crean una historia llena del mismo a partir de la libertad de
sus miembros (AL 8), y con ello, valores fuertes como: la fidelidad, la
generosidad, el compromiso, la paciencia, la misericordia, la donación
voluntaria y recíproca, encuentro, diálogo, perdón, reconciliación,
respeto, responsabilidad, escucha, amistad, valoración de unos para con
otros, compartir, fraternidad, gestos de servicio, apoyo, cercanía, afecto,
cariño, comunión de vida, estabilidad, bondad, entrega de sí mimos a
los otros miembros, comunicación personal e interpersonal, apoyo para
que cada uno saque lo mejor de sí y con ello, hacen un proyecto de
vida en común, Cultivo de la paciencia del dialogo sincero, del perdón
reciproco, de la reconciliación, amor reciproco, comparten con coraje y
serenidad los desafíos familiares.
Por tanto, la familia está llamada a hacer un camino dinámico de

desarrollo y realización, no una carga a soportar.
La familia comparte la oración cotidiana, la lectura de la Palara de

Dios y la comunión eucarística para hacer crecer el amor y convertirse
cada vez más en templo donde habita el Espíritu (AL 29).
En la familia se desarrolla cada uno en su dignidad como persona.

En la familia vivimos la experiencia de sabernos esposo, esposa, hijos y
37
hermanos. Así como Dios mismo nos llama desde la creación, a formar
una familia donde se vivan los valores de la fraternidad, solidaridad,
ayuda mutua, corresponsabilidad, servicio, perdón, misericordia,
fidelidad, solicitud, confianza, fecundidad y lo más importante el amor
mutuo, dones y tareas que Dios confía a la Familia y que en Jesús hemos
aprendido a vivirlos desde Palabra y su testimonio. Son Buena Noticia,
son Anuncio del Evangelio en un mundo carente de estos valores.
Desafío para la Catequesis: ¡Anunciar el Evangelio de la familia hoy!
Son muchos los desafíos que enfrenta la catequesis, para

reconstruir la identidad cristiana que tiene la familia, como Evangelio
de Jesucristo. Solo por enumerar algunos desafíos:
•• Despertar la creatividad misionera. (AL 57)

•• Presentar el proyecto original de Dios sobre el matrimonio y la
familia.
•• Ayudar a redescubrir la grandeza de la paternidad y
maternidad.
•• Crear procesos formativos que acompañen a las familias para
que cada una de ellas sea una iglesia doméstica, donde se haga
realidad que es sede de la catequesis. (AL 16)

•• Que los padres se convierten en los maestros de la fe para sus
hijos. (AL 16)
•• Anunciar que la fuerza de la familia está en cultivar su
capacidad de amar y enseñar a amar. (AL 53)
Actuar
•• ¿Cómo hacer de nuestras familias verdaderos espacios de

evangelización?
•• ¿Qué actitudes debemos vivir para desarrollar la creatividad
misionera en la familia?
•• ¿Qué testimonio podemos ofrecer los padres de familia de la
vivencia del Evangelio?
•• ¿Cómo potenciar los aspectos positivos de nuestras familias?
38
Celebrar

Preparación
Antes de la celebración prever lo siguiente:
1) Cuadro de la familia de Nazaret

2) Cirio y cerillos
Desarrollo
Colocar el cuadro de la familia de Nazaret al centro del lugar de

reunión. Y junto a él, un cirio encendido.
Los participantes se sitúan alrededor del cuadro y del cirio

encendido.
Guía: El amor de Dios resplandece de modo especial en la familia

de Nazaret, punto de referencia seguro y consuelo para toda
familia. En ella brilla el amor verdadero, al que deben mirar
todas nuestras realidades familiares, para obtener luz, fuerza
y consolación. A la Santa Familia de Nazaret encomendamos el
anuncio del Evangelio a nuestras familias.
Se acerca cada participante con una vela y la enciende del cirio

pensando en todo lo bueno que ha recibido de su familia.
A continuación, regresa a su lugar y en voz alta pide a Dios

los dones que necesite su familia para poder llegar a ser una
familia evangelizadora como la familia de Nazaret.
Guía: Finalicemos esta celebración invocando la bendición de Dios

sobre nosotros. Santiguándose dice: El Señor nos bendiga, nos
guarde todo mal y nos lleve a la vida eterna.
Todos: Amén.
39
5. Celebremos la misericordia de Dios

en el Matrimonio y en la Familia
“El amor es comprensivo, el amor es servicial.”
(1 Cor 13, 9)
Guía: Hermanos, este día queremos agradecer a Dios su amor

misericordioso, que nos llena de alegría. Venimos a
pedirle nos ayude a vivirlo cada día con los seres que
compartimos nuestra existencia, con ‘nuestra familia’. En
el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: ¡Amén!
Monitor 1: Hemos reflexionado cuatro temas para comprender mejor

lo que es vivir en familia y lo que ello implica. Vamos
hacia la XII Jornada Catequística, Durango 2017. Tenemos
tantas razones para celebrar el regalo que Dios nos ha
dado al darnos ‘a nuestra familia’.
Monitor 3: Empezamos esta celebración cantando la alegría de vivir

con los seres que amamos.
“Si yo no tengo amor”.
Monitor 2: Vivir en familia hoy es una misión de todos y en todos

los rincones de nuestra tierra, bien si vives en una
gran ciudad, en el campo, en una zona suburbana. Pero
precisamente la diversidad de ambientes y de situaciones
que vivimos como familia son un reto para ser y hacer
familia.
Guía: Nos ponemos de pie para recibir la Palabra que le da

vida a nuestra familia.
Monitor 3: Escuchamos el texto de la 1ª. Carta del apóstol Pablo a los

Corintios; hoy tiene una fuerza muy especial para todos,
‘Agradecer la alegría de vivir el amor y la misericordia de
40
Dios para con nuestra familia’.

Lector: “El amor es paciente; el amor es amable; el amor no
sabe de envidia; el amor no es fanfarrón; no se pavonea
de su propia importancia; jamás pierde la gracia en
el camino; no reclama sus derechos; no se inflama de
ira; no almacena recuerdos de ofensas recibidas; no se
complace en la injusticia; se regocija con la verdad; todo
lo puede aguantar; confía ilimitadamente; nunca deja de
esperar; lo soporta todo con entereza triunfante. El amor
no falla nunca. Las profecías que haya, se desvanecerán.
Las lenguas en uso, enmudecerán. El conocimiento que
se tenga, quedará desfasado. Es sólo una parte de la
verdad lo que conocemos ahora, y sólo una parte de la
verdad lo que podemos proclamar a los demás. Pero,
cuando amanezca lo que es completo, lo incompleto se
desvanecerá.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
Guía: Meditamos en silencio este texto, el cual, el Papa

Francisco quiso parangonar con lo que es el amor en la
familia.

¿Qué dice este texto paulino? ¿Qué nos dice? ¿Qué le
decimos nosotros al Señor desde esta Palabra?
Guía: Compartimos con tres personas el versículo que nos

ha hecho pensar en el Proyecto que Dios tiene para con
las familias. Decimos el nuestro y escuchamos el de
nuestros compañeros dejando que esta Palabra penetre a
lo más profundo de nuestro pensamiento, y a nuestros
sentimientos.
Monición 2: El amor se vive en la familia. Nuestros padres o quienes

han hecho sus veces nos amaron; vimos que el amor era
un abrazo, un beso, una presencia cercana, una ayuda
efectiva, un perdón y un volver a empezar, después de las
dificultades.
41
Monición 1: El amor matrimonial es la máxima amistad; busca el

bien del otro, la reciprocidad, la intimidad, la ternura
y la estabilidad (Cfr. AL 123). El amor dentro del
matrimonio es la contemplación del ser amado y la
complementariedad física y psíquica, que llega a la
fecundidad y hace posible la vida.
Monición 3: Todos, el hombre y la mujer necesitamos vivir la pasión,

la entrega física, psíquica y espiritual. La esencia del
matrimonio es el amor, protegerse, madurar, concretizar
y profundizar las relaciones (Cfr. AL 131-132).
Monición 1: El Papa Francisco ha pedido a los matrimonios crezcan

en su amor, que se expresen cariño, y fortalezcan con la
gracia que les da el sacramento del matrimonio, el amor y
la misericordia con actos frecuentes, intensos, generosos,
que expresen la ternura y la alegría de amarse (Cfr. AL
134).
Monición 2: Ha dicho que hay tres palabras que fundamentan el

amor: Permiso, perdón y gracias. Pensemos qué tan
frecuentemente las usamos, cómo cambiaría nuestra vida

en familia si nos acostumbramos a vivir el respeto, el
perdón y la gratitud en familia.
Monición 3: Permiso para reconocer la importancia ‘del otro’. El

respeto a lo que él es y merece me lleva a tomarlo muy
en cuenta, sin hacer diferencias por edad, sexo o posición
social.
Monición 1: Perdón, porque aun involuntariamente nos ofendemos.

¡Nos cuesta olvidar las ofensas! El rencor nos causa
problemas psíquicos y físicos y no nos deja ser felices ni
hacer felices a las personas que tenemos cerca.
Monición 2: Gracias: Palabra que nos permite reconocer lo que él

otro nos da, haciéndonos sentir amados, distinguidos, y
significativos. ¡Cuánto recibimos sin merecerlo! El amor
es siempre gratuito, y más somos amados, más tenemos
que agradecer (Cfr. AL 135).
42
Monición 3: Estamos hechos para amar, para gozar compartiendo

nuestra existencia con ‘el otro’. ¿Por qué crece la
violencia, la injusticia y la inequidad entre nosotros?
¿Qué hay en nosotros que no nos deja realizarnos en el
amor?
Monición 1: Pedimos perdón a Dios, lleno de amor y misericordia, por

aquellas actitudes contrarias a su Proyecto. Al no amar
como Él nos ha enseñado sufrimos y hacemos sufrir a
las personas que deberían gozar en nuestra compañía.
Ponemos nuestra mano en el corazón y en silencio
pedimos perdón por nuestro ‘no al amor’.
Monitor 2: Vivir como familia hoy es un gran reto. ‘El secularismo

ha desdibujado el valor del matrimonio y sustituye lo
que es vivir la gracia del sacramento por la asociación
espontánea, que procura solo la gratificación pasajera
(Cfr. AL 131).
Monitor 3: Porque hemos sacado a Dios de nuestro hogar, no

hablamos con Él ni de Él entre los nuestros, porque se nos
olvida que todo bien Él nos lo da y nos apropiamos los
logros y beneficios que gozamos como familia decimos:
Todos: PERDÓN, PERDÓN.
Monitor 2: Porque somos permisivistas y hacemos lo que no

deberíamos, solo porque muchas personas lo hacen:
Monitor 1: Porque nos dejamos llevar por el fatalismo y no luchamos

por vencer las dificultades, dejando caer la ilusión,
la alegría, el amor que debería crecer cada día más,
conforme pasan los años:
43
Monición 2: Porque hemos dado más importancia en nuestra familia

al tener que al ser, y nos llenamos de cosas materiales
que nunca podrán calmar nuestra sed de amor:
Monición 3: Amar no es una palabra banal ni fácil de comprender. Se

habla del amor superficialmente; pero amar de verdad es
un arte. Hay caricaturas del no amor por donde quiera.
Amar es mucho más que un consentimiento externo.
Casarse es ser capaz de abandonar el nido materno
para tejer lazos muy fuertes, asumiendo grandes
responsabilidades (Cfr. AL 131).
Monitor 2: La canción ‘Amar y Querer’ hace ver la diferencia que hay

entre vivir el placer y saber amar: ‘Casi todos sabemos
querer, pero pocos sabemos amar’. El Papa Francisco nos
invita a amar siempre y cada día más, a pesar del tiempo
y de las circunstancias (Cfr. AL 162).
Monición 3: El salmo 106 canta la misericordia de Dios, que nos

regenera y nos hace sus hijos (Cfr. 1 Jn 3,1). Sus

versículos son muy ricos; hoy nos permitimos agregar los
que como comunidad orante nos inspira el Espíritu del
Señor, agradeciendo el don que tenemos de ser familia.
Decimos juntos:
¡Alabado y bendecido seas, Dios y Padre nuestro!
a) Porque nos has hecho semejantes a ti, dándonos

la capacidad para amar y ser amados:
•• ¡Alabado y bendecido seas, Dios y Padre nuestro!
b) Porque quisiste que tu Hijo Jesucristo, nos

devolviera tu amistad, a pesar de nuestro pecado:
c) Porque nos has dado a tu Espíritu Santo, para
44
que vivamos el amor, el perdón y la alegría,

conscientes y arrepentidos:

d) Porque nos das el sacramento de la reconciliación

y de la eucaristía para que crezcamos en tu
amistad, y vivamos siendo miembros de tu gran
familia, la Iglesia:
e) Porque …
Monición 1: El ser humano no puede vivir sin amor (Cfr. AL 161) y en

la medida que crece, va aprendiendo el maravilloso arte
de amar.
Monición 2: Tenemos una gran tarea: ‘amar con el corazón de Dios

y desde ese corazón, llegar a todos los corazones
debilitados por el egoísmo, para que sean sanados.
Monición 3: Colocamos en el corazón, los nombres de las familias

necesitan nuestro apoyo pastoral; le pedimos al Espíritu
Santo nos ayude a comprender su situación.
Monición 2: Todos somos responsables del crecimiento en el amor y la

misericordia de las familias. Pedimos al Espíritu de Dios
llegue a lo profundo nos haga capaces de entenderlas y
darles lo que necesitan:
Espíritu Santo, ven, ven (2) en el nombre del Señor.
Monición 3: Hacemos una letanía cantando después de tres

intervenciones. Podemos agregar las que Él nos inspire.
a) Para que en las familias haya cada día más amor;

b) Para que nos perdonemos tantas veces, cuantas
sea necesarias;
c) Para que sepamos servirnos unos a otros, sin
45
buscar recompensas;
d) Para que dialoguemos todos con todos y nadie se
sienta solo ni marginado;
e) Para que tengamos confianza y libertad, para
expresar lo que pensamos y sentimos;
f) Para que creamos en las posibilidades de quienes
tenemos cerca.
Monición 2: Renovamos nuestra fe en la familia, en su poder, en lo

que ella es y puede hacer cuando vivimos el amor y la
misericordia de Dios. Le pedimos que nos haga cada día
más hijos suyos y más hermanos unos con otros.
Padre nuestro…
Guía: Terminamos confiándole a María, la madre de Jesús y

la feliz esposa de José, nuestras familias. Ella prolongó
su maternidad al pie de la cruz, aceptándonos llena de
amor y misericordia a todos nosotros, por eso le decimos
agradecidos:
Todos: Dulce Madre no te alejes, tu vista de nosotros no apartes,

ven con nosotros a todas partes y solos nunca nos dejes.
Y ya que nos proteges tanto como verdadera Madre: haz
que nos bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Amén.
Guía: Nos despedimos cantando:

“Oración por la Familia” (P. Zezihno)
46

NIVEL DIOCESANO
Etapa
47
6. La familia, educadora de la fe
“Regresó con ellos, fue a Nazaret y siguió bajo su autoridad.”
(Lc 2, 51)
Objetivo
Contemplar a nuestras familias como educadoras de la fe para

que evangelizadas sean semilleros de evangelizadores.
Ver
Es conveniente iniciar esta reflexión sobre la formación del

catequista en el seno familiar tomando un momento para contemplar la
realidad de la familia en la actualidad.
No podemos dejar de reconocer al enorme número de familias

que luchan, día a día, contra una realidad cada vez más adversa para
vivir y transmitir los valores del Evangelio. Familias que, aún con ciertas
dificultades se animan a responder a Dios y recibir en su seno a un

número mayor de hijos que, el que la familia promedio está dispuesta
a tener. Optan por una familia numerosa en la que, al parecer, es más
fácil vivir, casi de manera natural, algunos de los valores esenciales de
la vida cristiana como la caridad en el cuidado de los más pequeños y
necesitados.
Cuando la familia cristiana responde al llamado de Dios siendo

aquello que Dios ha pensado de ella esta se convierte en un excelente
medio natural de evangelización para sus miembros y para los demás
miembros de la comunidad en que vive.
Hay ocasiones en que el ambiente externo influye de tal manera

en el seno de la familia cristiana que esta encuentra sumamente difícil
cumplir con su misión de educadora en la fe de sus miembros. En esta
situación es complicado reconocer a Dios presente en la familia, la
propia vocación y los medios para realizarla en la Iglesia y en el mundo.
48
Conviene iniciar haciendo una reflexión sobre las luces y las

sombras que vemos en la familia cristiana en la actualidad para

descubrir sus fortalezas junto con aquellas realidades actuales que
afectan al cumplimiento de su misión como una verdadera escuela de
evangelización. No se trata de hacer una reflexión teórica sino de ver las
realidades que afectan realmente a las familias en nuestro entorno.
Preguntémonos:
•• ¿Consideramos que las familias cristianas con las que tenemos

alguna relación cercana (familiares, amigos, vecinos) conocen
su responsabilidad en la formación en la fe de sus miembros?
Demos razones.
•• Siendo la familia el espacio privilegiado para la transmisión de
la fe ¿consideramos que la situación actual de la familia, en el
entorno que se desenvuelve, favorece esta misión? ¿por qué?
•• Ante las diferentes propuestas que se hacen actualmente sobre
la familia, la Iglesia define a la familia como una comunidad
de vida y amor. ¿Creemos que este concepto de familia es
adecuado para la transmisión de la fe? ¿por qué?
Pensar
El camino de la Iglesia es camino de la familia
La Iglesia tiene una misión fundamental en la formación de las

familias porque, es el lugar donde las familias se alimentan para poder
ser, a su vez, moradas que eduquen a sus miembros en la comunión. La
Iglesia debe “Hacer que la familia sea verdaderamente Iglesia domestica,
comunidad de fe, de oración, de amor, de acción evangelizadora; escuela
de catequesis.” (Puebla 587-589).
Esta misión de la familia, la de ser una escuela de catequesis

difícilmente será sustituida por alguna otra institución. La familia debe
ser considerada como un cauce catequético de importancia primordial,
en cierto modo, insustituible.
La pedagogía de la fe reclama, como prioritaria, la catequesis

familiar, pues ella asume “las características propias de la vida familiar,
de amor, sencillez, concreción y testimonio cristiano diario”. Es una
49
catequesis mas de testimonio que de instrucción, más ocasional que

sistemática, más permanente que estructurada,
La familia cristiana tiene una misión propia e insustituible

respecto a la educación de la fe de los hijos. Ella es catequista por
vocación y naturaleza. Los padres y el conjunto de familiares, son los
primeros educadores de la fe. Los niños escuchan y viven el Evangelio,
antes que nada, en las personas que integran la realidad familiar y
encarnan los valores humanos y cristianos.
Aunque convine determinar el modo en que la familia es lugar

de catequesis, no se puede olvidar que los padres de familia son, por
vocación, los primeros educadores en la fe. Todos los miembros de la
familia contribuyen, a su manera, en esta misión. (cf. DGC 255).
La Familia ha sido definida como una “Iglesia doméstica” (LG 11;

cf. AA 11; FC 49) lo que significa que en cada familia cristiana deben
reflejarse los diversos aspectos o funciones de la vida de la Iglesia
entera: misión, catequesis, testimonio, oración… La familia, en erecto,
al igual que la Iglesia, “es un espacio donde el Evangelio es transmitido
y desde donde Éste se irradia” (EN 71. (DCC 255) Desde este concepto
de familia se entiende que ella es una verdadera escuela de catequesis

y donde el catequista aprende, de una manera práctica, la forma de
transmitir los contenidos de la fe.
La familia como “lugar” de catequesis tiene un carácter único:

transmite el Evangelio enraizándolo en el contexto de los profundos
valores humanos. (cf. GS 52; FC 37). El catequista, en la familia, aprende
a presentar el Evangelio a personas concretas desde su situación
particular.
Sobre esta base humana es más honda la iniciación en la vida

cristiana:
•• el despertar al sentido de Dios,

•• los primeros pasos en la oración,
•• la educación de la conciencia moral y la formación en el
sentido cristiano del amor humano concebido como reflejo del
amor de Dios creador y Padre.
50
En esta catequesis familiar resulta siempre muy importante

la aportación de los abuelos. Su sabiduría y su sentido religioso son,

muchas veces, decisivos para favorecer un clima verdaderamente
cristiano. Muchas veces son los abuelos quienes aseguran la
transmisión de los grandes valores a sus nietos, y «muchas personas
pueden reconocer que deben precisamente a sus abuelos la iniciación
a la vida cristiana» (AL 192). Por ello, siempre hemos de mostrarles
nuestro agradecimiento. El Papa Francisco afirma que «una familia que
no respeta y atiende a sus abuelos, que son su memoria viva, es una
familia desintegrada; pero una familia que recuerda es una familia con
porvenir» (AL 193).
Tarea impostergable
El Papa Francisco nos recuerda que «el ejercicio de transmitir a los

hijos la fe, en el sentido de facilitar su expresión y crecimiento, ayuda
a que la familia se vuelva evangelizadora, y espontáneamente empiece
a transmitirla a todos los que se acercan a ella y aún fuera del propio
ámbito familiar. Los hijos que crecen en familias misioneras a menudo
se vuelven misioneros, si los padres saben vivir esta tarea de tal modo
que los demás les sientan cercanos y amigables, de manera que los hijos
crezcan en este modo de relacionarse con el mundo, sin renunciar a su
fe y a sus convicciones» (AL 289).
Preguntémonos:
•• ¿Qué situaciones de la vida familiar cumplen, de manera

práctica la enseñanza y la vivencia de la fe?
Dialoguemos en binas.
Actuar
Conviene prestar atención a la pastoral familiar puesto que el

papel de la familia en la formación de verdaderos cristianos y de futuros
catequistas es vital para la vida de la Iglesia. No podemos pretender
impulsar una verdadera cultura cristiana si las familias no cumplen con
su misión de ser formadoras de la fe.
51
Preguntémonos:
•• ¿Qué oportunidades tiene la familia para convertirse en un

medio para formar la fe de sus miembros y para provocar la
vocación misionera?
•• ¿Qué características debe tener el catequista que trabaja con

adultos para poder provocar su compromiso como educadores
en la fe en sus familias?
•• ¿Qué puede hacer el catequista para renovar su catequesis

desde la experiencia familiar?
•• ¿Qué experiencias de la familia cristiana ayudan al catequista

a cumplir mejor su misión en la Iglesia?
Celebrar
Dinámica del Tesoro de la fe
Preparación
Antes de la celebración, prever lo siguiente:
a) Un cofre o baúl, puede ser de cartón o madera.
Desarrollo
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Guía: En nuestras familias recibimos el tesoro de la fe.

Dispongamos el corazón para escuchar al Señor.
Lector: Del santo Evangelio según San Mateo 13, 52
Jesús les dijo: —Pues bien, un letrado que se ha hecho

discípulo del reino de los cielos se parece al dueño de una
casa que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas.
52
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor, Jesús.

Guía: Dejemos unos momentos de silencio para interiorizar el
mensaje.
Guía: Primeramente, identifiquemos los tesoros que cada uno de

nosotros portamos, es decir, los objetos que consideremos
valiosos para el desarrollo de nuestra vida y pongámoslos
en común.
Cada participante ira diciendo a la asamblea las cosas que

porta consigo y porque las considera un tesoro.
Por ejemplo: Lentes… son un tesoro porque me permiten ver

lo que me rodea.
Guía: Ahora, démosles un nuevo significado relacionándolos con

nuestro propio proceso de crecimiento en la fe.
Cada participante dará un nuevo significado a los objetos

que mostró anteriormente pero desde el punto de vista de la
fe.
Por ejemplo: Lentes… son un tesoro porque me permiten ver

a mi prójimo.
Guía: Finalmente, agradecemos a Dios por los dones recibidos en

la familia y que ahora podemos transmitir en la catequesis.
Cada participante ira mencionando un aspecto de la fe que

recibió en su familia y que ahora se esfuerza en transmitir a
sus interlocutores.
Por ejemplo: Honestidad… respeto… comprensión…
Guía: Concluyamos nuestro encuentro pidiendo la bendición al

Señor. Santiguándose dice: Que el Señor nos bendiga, nos
guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.
53

NIVEL DIOCESANO
Etapa
55
7. La comunidad eclesial, una gran familia
“Subió a la montaña, fue llamando a los que él

quiso y se fueron con él.”
(Mc 3, 13)
Objetivo
Sensibilizar al catequista de que la comunidad eclesial es una gran

familia a la que pertenece y de su compromiso de ser testigo de Cristo a
través del ministerio de la catequesis.
Ver
La Comunidad Eclesial
Preguntémonos:
•• ¿Qué sabemos de nuestra Diócesis?

◊ Historia (cuándo se constituyó, de qué Diócesis se

desprendió, quién fue el primer Obispo)
◊ Parroquias (número de parroquias, agrupadas en cuántos
Decanatos o Foranías, nombre de cada Decanato o
Foranía)
◊ Sacerdotes (número de sacerdotes seculares y religiosos)
◊ Religiosas (nombre de las congregaciones religiosas
presentes en la Diócesis)
◊ Catequistas (número de catequistas por parroquia de la
Diócesis)
◊ Obras sociales (mencionar las obras sociales que impulsa
la Diócesis)
◊ Plan Pastoral (cuántos planes pastorales ha tenido la
Diócesis y el actual sobre qué versa)
◊ Organización en torno a la evangelización y catequesis,
señalando responsables.
56
•• Dialogamos por binas.

•• Posteriormente ponemos en común los aportes de cada bina.
•• Tratamos de realizar un mapa de la Diócesis y en el vamos

agregando los datos aportados por cada bina a fin de tener un
a visión global de la misma.
•• Insistir en la riqueza de la Diócesis.
Pensar
La Comunidad Eclesial, una gran familia
El Catecismo de la Iglesia Católica afirma que por el Bautismo

somos “regenerados como hijos de Dios” (CIC 1270) e “incorporados
en la Iglesia” (CIC 1267). Pero, ¿qué es la Iglesia? y ¿cómo han de ser las
relaciones entre quienes la formamos?
A estos cuestionamientos responde el Papa Francisco en una de

sus catequesis, recordándonos que: «el Proyecto de Dios es hacer de
todos nosotros una única familia, la de sus hijos, en la que cada uno
se sienta cerca y se sienta amado por Él, sienta el calor de ser parte
de la familia de Dios. En este gran proyecto encuentra su origen la
Iglesia, que no es una organización fundada por un acuerdo de algunas
personas, sino es obra de Dios, nace precisamente de este plan de amor
que se desarrolla progresivamente en la historia. La Iglesia nace de la
voluntad de Dios de llamar a todos los hombres a la comunión con Él, a
su amistad, es más a participar como sus hijos en su misma vida divina.
La misma palabra “Iglesia”, del griego ekklesia, significa “convocación”:
Dios nos convoca, nos invita a salir del individualismo, de la tendencia
a encerrarse en sí mismos y nos llama a ser parte de su familia. En la
familia de Dios, en la Iglesia, la savia vital es el amor de Dios que se
realiza en amarle a Él y a los demás, a todos, sin distinción ni mesura.
La Iglesia es una familia en la que se ama y se es amado». (Francisco,
Catequesis sobre la Iglesia. 29 de Mayo de 2013).
Dentro de esta familia, es fundamental contar con agentes bien

formados que ayuden a otros a entrar en comunión con Él a través de la
catequesis. Para ello cada Diócesis o Iglesia particular debe contar con
57
una adecuada pastoral de los catequistas. Dicha pastoral debe:
•• Suscitar en las parroquias y comunidades cristianas vocaciones

para la catequesis. Hay que promover diferentes tipos de
catequistas. Conviene determinar los criterios de elección.
•• Promover un cierto número de catequistas a tiempo completo

para que puedan dedicarse a la catequesis de manera más
intensa y estable.
•• Establecer una distribución más equilibrada de los catequistas

entre los distintos interlocutores de la catequesis (niños,
adolescentes, jóvenes, adultos).
•• Promover animadores responsables de la acción catequética,

que asuman responsabilidades en el nivel diocesano, decanal
o parroquial.
•• Organizar adecuadamente la formación de los catequistas,

tanto en lo que concierne a la formación básica inicial como a
la formación permanente.
•• Cuidar la atención personal y espiritual de los catequistas y

del grupo de catequistas como tal.
•• Coordinar a los catequistas con los demás agentes de

pastoral en las comunidades cristianas, a fin de que la acción
evangelizadora global sea coherente y el grupo de catequistas
no quede aislado de la vida de la comunidad. (DGC 233)
En esta tarea, los Presbíteros desempeñan un papel primordial,

ya que ellos son los que “fomentan la vocación y la tarea de los
catequistas, ayudándoles a realizar una función que brota del Bautismo
y se ejerce en virtud de una misión de la iglesia les confía”. (DGC 224)
Por tanto, es la Iglesia misma quien suscita y discierne esta llamada
divina y les confiere la misión de catequizar. El Señor Jesús invita así,
de una forma especial, a hombres y mujeres, a seguirle precisamente
en cuanto maestro y formador de discípulos. Esta llamada personal de
Jesucristo, y la relación con El, son el verdadero motor de la acción del
catequista. «De este conocimiento amoroso de Cristo es de donde brota
58
el deseo de anunciarlo, de evangelizar, y de llevar a otros al “sí” de la fe

en Jesucristo». (DGC 231)

Preguntémonos:
• ¿Qué acciones estamos realizando en nuestra Diócesis para

contar con un mayor número de catequistas? ¿Promovemos
la vocación a ser Catequista?
• ¿La pastoral de los catequistas desarrollada en nuestra

Diócesis responde a los objetivos de la misma?
Actuar
La tarea de los Catequistas en la Comunidad Eclesial
El Documento Conclusivo de la V Conferencia General del

Episcopado Latinoamericano y del Caribe, señala que: «los laicos
también están llamados a participar en la acción pastoral de la Iglesia,
primero con el testimonio de su vida y, en segundo lugar, con acciones
en el campo de la evangelización, la vida litúrgica y otras formas de
apostolado, según las necesidades locales bajo la guía de sus pastores.
Ellos estarán dispuestos a abrirles espacios de participación y a
confiarles ministerios y responsabilidades en una Iglesia donde todos
vivan de manera responsable su compromiso cristiano». (DA 211)
Además insiste en que: «para cumplir su misión con

responsabilidad personal, los laicos necesitan una sólida formación
doctrinal, pastoral, espiritual y un adecuado acompañamiento para dar
testimonio de Cristo y de los valores del Reino en el ámbito de la vida
social, económica, política y cultural». (DA 212)
En nuestra Diócesis:
•• ¿La formación que recibimos los catequistas, realmente, nos

capacita para dar testimonio de Cristo y de los valores del
Reino? Demos razones.
59
•• ¿Qué aspectos de la formación habría que reforzar o modificar

para lograr lo anterior?
Dialoguemos por binas.
Celebrar
Acción de gracias por los Catequistas
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Guía: Agradezcamos por la vida y ministerio de cada uno de los

catequistas de nuestra Diócesis. Hagamos memoria del
catequista o de los catequistas que nos ayudaron en nuestro
proceso de crecimiento en la fe.
Cada participante dirá en voz alta el nombre de su catequista

y algún rasgo de su persona.
Guía: Recordemos el llamado del Señor para ser catequistas en

esta Diócesis y lo que implica nuestra misión. Cantemos:
“Catequistas para hoy”
Guía: Pidamos a Dios los dones que necesitamos para ser testigos
de su amor en todos los ámbitos de nuestra vida.
Cada participante pedirá a Dios el don que más necesite en

ese momento para ser testigo de su amor.
Guía: Digamos juntos la Oración del Catequista de San Juan Pablo

II:
Señor haz que yo sea tu testigo, para comunicar tu

enseñanza y amor. Concédeme poder cumplir la misión
de catequista con humildad y profunda confianza. Que mi
catequesis sea un servicio a los demás, una entrega gozosa
y viva de tu evangelio. Recuérdame continuamente que la
fe que deseo irradiar la he recibido de Ti para los que me
60
confías. Hazme verdadero educador de la fe atento a la voz

de tu Palabra, Amigo sincero de los demás, especialmente,

de mis hermanos catequistas. Que sea el Espíritu Santo quien
conduzca mi vida para que no deje de buscarte y quererte,
para que no me venza la pereza y el egoísmo, para combatir
la tristeza. Señor: unido a Ti y a la Iglesia y a tu Madre María,
sepa yo guardar, como ella, tu Palabra y ponerla al servicio
del mundo. Amén.
Guía: Concluyamos nuestro encuentro pidiendo la bendición al

Señor. Santiguándose dice: Que el Señor nos bendiga, nos
guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.
61

NIVEL PROVINCIAL
Etapa
63
8. Agentes de la misericordia para las Familias
“Vayan a aprender lo que significa: Misericordia

quiero y no sacrificios.”
(Mt 9, 13)
Objetivo
Hacernos conscientes de los retos que implica la formación de los

implicados en la Catequesis para que sean agentes de la misericordia
divina para las familias independientemente de la situación en que se
encuentren.
Ver
A lo largo de los temas anteriormente expuestos, hemos visto la

necesidad de la misericordia en nuestras familias, sus posibilidades
y dificultades. Hemos vuelto la mirada a Jesucristo, rostro de la
misericordia de Dios en medio de los hogares. Todos tenemos la
experiencia de conocer la situación de nuestra propia familia o la de las
familias que nos rodean por el parentesco, la amistad o la vecindad.
Es muy probable que en muchas comunidades, hasta hoy, la

transmisión de los valores familiares se hayan transmitido simplemente
por tradición, sin asesores especializados, pero en la actualidad las
situaciones son muy distintas.
Preguntémonos:
•• ¿Cuáles han sido los retos más fuertes que hemos encontrado
para la transmisión de los valores familiares?
•• ¿Cuáles son las diferencias de las familias de hoy con las de

las décadas pasadas?
•• ¿Qué personas, de dentro o fuera de la Iglesia, acompañan a

las familias en sus crisis?
64
•• ¿Qué formación han recibido que los capacite para ser

acompañantes?

Pensar
No basta con tener ideas claras sobre el papel de la familia en la

Iglesia y en el mundo. No basta con una buena información sobre su
complicada situación, se necesita una estructura para que el mensaje
de la misericordia que es la “viga maestra que sostiene la vida de la
Iglesia” (MV, 10) llegue a ser una buena nueva para nuestras familias y
esta estructura requiere de agentes cualificados y capacitados.
Agentes de la misericordia
a. La Iglesia
En primer lugar, la misma comunidad, la Iglesia: “La acción

Pastoral es siempre expresión dinámica de la realidad de la Iglesia,
comprometida en su misión de Salvación. También la Pastoral familiar,
forma particular y especifica de la Pastoral tiene como principio
operativo suyo y como protagonista responsable la misma Iglesia, a
través de sus estructuras y agentes” (FC 69).
Pero en la Iglesia, aunque todos estamos llamados a ser

misericordiosos como el Padre Dios y a transmitir la misericordia
a nuestros contemporáneos, algunos serán llamados a una misión
más específica, es lo que comúnmente llamamos agentes de pastoral,
¿quiénes?: desde luego los Obispos con sus Sacerdotes que forman un
presbiterio, los religiosos y los laicos preparados.
b. Los Obispos
Los Obispos están llamados a procurar que la propia diócesis

sea una verdadera “familia diocesana”, modelo y fuente de esperanza
para tantas familias que a ella pertenecen” (FC 73). Ellos nos indican el
horizonte, el rumbo hacia dónde orientar la única misión de Cristo en la
diversidad de sus miembros.
65
c. Los Presbíteros
Los Sacerdotes, que son los “Catequistas de catequistas” (DGC

225), en relación a las familias son llamados a sostener a las familias en
sus dificultades y sufrimientos acerándose a sus miembros ayudándoles
a ver su vida a la luz del Evangelio (FC 73).
El Papa Francisco en este año jubilar de la misericordia está

haciendo un llamado a tomar conciencia de ser confesores, fieles
servidores del perdón de Dios, apunta el Papa: “llamados a ser el signo
del primado de la misericordia. Nunca me cansaré de insistir en que
los confesores sean un verdadero signo de la misericordia” (MV 17).
Un momento sin duda privilegiado es el Domingo con la Eucaristía en
la que el Sacerdote quien preside en nombre de Cristo y comparte la
Palabra, puede acoger cálidamente a los fieles para luego enviarlos con
gozoso a dar testimonio.
d. Los Laicos
Juntamente y en comunión con los Obispos y Presbíteros está la

misión indiscutible de los Laicos que viene dada por el Bautismo, no
una concesión de la Jerarquía. Ellos tienen la ventaja de hablar el mismo

lenguaje del pueblo, además de que muchos atraviesan por situaciones
parecidas a los que tienen que acompañar, pero tienen el Espíritu Santo
como don del matrimonio. La familia en su condición laical se convierte
así en “sujeto de la acción pastoral mediante el anuncio explícito del
Evangelio y el legado de múltiples formas de testimonio” (AL 290).
Sin duda los matrimonios y familias asociados son un signo de

los tiempos. A partir del Concilio Vaticano II han nacido y crecido
numerosos grupos y movimientos alimentados con una espiritualidad
que acentúa lo familiar y se va creando entre ellos una hermandad que
sirve de lanzamiento a la sociedad secularizada.
Qué importante es que los matrimonios experimentados estén

dispuestos a acompañar a otros, sobre todo a los más jóvenes, en el
descubrimiento de su vocación, en su lucha de la vida diaria y aún en
sus crisis, que casi siempre llegan: “Cada crisis esconde una buena
noticia que hay que saber escuchar afinando el oído y el corazón” (AL
232).
66
e. Los especialistas

Juntamente con los grupos de matrimonios organizados en
muchas comunidades habrá otras personas preparadas en las ciencias
humanas como psicólogos, consejeros etc. que ayudarán sin duda a las
familias a encontrar los caminos más adecuados para la armonía. Será
necesario alentar cualquier iniciativa de este tipo.
Preguntémonos:
•• ¿Los Procesos formativos que ofrecen las Diócesis a sus

agentes (Obispos, Presbíteros, Religiosos(as), Laicos, les
capacita para ser agentes de la misericordia para las familias?
Dialoguemos en binas.
Actuar
“La Iglesia tiene que ser el lugar de la misericordia gratuita, donde

todo mundo pueda sentirse acogido, amado, perdonado y alentado a
seguir la vida nueva del Evangelio” (EG 114).
Podríamos pensar algunas propuestas en las siguientes líneas:
a) En la línea de las Actitudes
Es necesario volver la mirada a Jesucristo que es el rostro de

Dios misericordioso, que le preocupaba primera y profundamente el
sufrimiento de las personas, pues lo más urgente para él no era acusar
sino sanar(cfr. Lc 13,1 ss. la urgencia a convertirse, la parábola de la
higuera estéril y la sanación de una mujer en sábado). Jesús está en
desacuerdo con el pecado, pero sin dañar más al humano que está
fallando (Lc 7,1-17, la sanación del siervo de un oficial romano y la
resurrección de la hija de una viuda (Lc. 23,34).
67
Nosotros:
•• ¿Qué nos proponemos para tener los mismos sentimientos

que tuvo Cristo?
•• ¿Qué tipo de espiritualidad se nos exige para seguirlo?
b) En la línea de las Estructuras
No basta con tener buenos sentimientos, ni aún convicciones. Se

necesitan estructuras ágiles para acción.
•• ¿Qué grupos o personas en nuestra comunidad hacen presente

la misericordia ¿En qué los podemos apoyar, acompañar?
•• ¿Qué otras estructuras nos hacen falta para llevar a cabo las
obras de misericordia en nuestras familias?
c) En la línea de la Formación
Hay una convicción en las personas dedicadas a transmitir

el mensaje de Jesús de que “Cualquier actividad pastoral que no

cuente para su realización con personas verdaderamente formadas y
preparadas pone en peligro su calidad” (DGC,234).
La opción por la formación es algo inherente el discípulo y

misionero de Jesucristo: ”La vocación y el compromiso de ser hoy
discípulos y misioneros de Jesucristo en América Latina y el Caribe,
requieren una clara y decidida opción por la formación de sus miembros
de nuestras comunidades, en bien de todos los bautizados, cualquiera
sea la función que desarrollen en la Iglesia” (DA 276).
Esta formación tendrá que ser al estilo de Jesús que formó a

sus discípulos. El mismo documento de Aparecida nos da los criterios
básicos que implica este proceso formativo: una formación integral,
kerigmática y permanente, atenta a las dimensiones diversas de la
persona humana, respetuosa de los procesos, del acompañamiento, con
una espiritualidad misionera y en la línea de la iniciación cristiana (Cfr.
DA, 279 y ss.).
68
Al pensar en la formación para la pastoral familiar tendremos

que tomar en cuenta los movimientos y nuevas comunidades “que

constituyen un valioso aporte a la realización de la Iglesia particular”
(DGC 279 ss.).
•• ¿En qué aspectos requerimos de formarnos?

•• ¿Qué centros de formación tenemos a nuestro alcance?
•• ¿Qué acentuación tendrá la formación de los agentes de la
misericordia y grupos de pastoral familiar?
Celebrar
•• Culminamos nuestros encuentros de Preparación a la XII

Jornada Catequística Nacional con un cine-debate a partir de
la película “Fireproof” o “A prueba de fuego”.
Esta película nos llevará por la vida de un joven bombero

que a pesar de ser un héroe en su trabajo, echa a perder su
matrimonio. Pero entonces, su padre decide hacer algo por
él. Le da un diario escrito a mano que relata como durante 40
días de “tratar” de la manera correcta podría cambiarlo todo.
Papá lo llama el “Desafío del Amor” y el joven bombero decide
ponerlo en practica a regañadientes pues nada tiene que
perder. Así que inicia con el Día 1…
A veces, ponerse en manos de Dios y tener fe cambia todas

las cosas. Esta película nos enseñará que Dios siempre ayuda
a sus hijos, y que no hay nada que él no pueda conseguir si
nosotros nos ponemos en sus manos. Una película interesante
para ver en la sociedad de jóvenes o en casa con la familia.
http://www.mscperu.org/matrimofam/1matrimonio/
problemas/A%20prueba%20de%20fuego.avi
•• Después de intercambiar opiniones con los participantes sobre

la manera en la que el protagonista logro salvar su matrimonio
y lo que desde la Iglesia podemos hacer por las familias que
atraviesan situaciones semejantes, podemos concluir con
alguna de las oraciones por la familia del Apéndice 1.
69
APÉNDICE 1
APÉNDICE 1

Oraciones
Oración por la Familia
Bendito seas Señor, porque en tu Amor nos reuniste para formar

nuestra familia. Te damos gracias por vivir juntos. Te pedimos que
protejas y conserves nuestro hogar. Que sus puertas estén siempre
abiertas para los que quieran entrar en él y compartir nuestra alegría y
amistad. Enséñanos a aceptarnos como somos, con nuestras cualidades
y defectos; a presentarte nuestros planes y sueños; a pedir tu ayuda;
a ofrecerte nuestras alegrías y nuestras penas; a recomenzar después
de cada caída. Te pedimos que, como miembros de tu Iglesia, sepamos
llevar tu mensaje de amor a todos los que nos rodean. Que tu amor nos
conserve siempre unidos y en paz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración a la Sagrada Familia de Nazaret
Sagrada Familia de Nazaret; enséñanos el recogimiento, la

interioridad; danos la disposición de escuchar las buenas inspiraciones
y las palabras de los verdaderos maestros. Enséñanos la necesidad del
trabajo, del estudio, de la vida interior personal, de la oración, que sólo
Dios ve en los secreto; enséñanos lo que es la familia, su comunión
de amor, su belleza simple y austera, su carácter sagrado e inviolable.
Amén
Oración por la Familia (Madre Teresa)
Padre Celestial, nos has dado un modelo de vida en la Sagrada

Familia de Nazaret. Ayúdanos, Padre amado, a hacer de nuestra
familia otro Nazaret, donde reine el amor, la paz y la alegría. Que sea
profundamente contemplativa, intensamente eucarística y vibrante
con alegría. Ayúdanos a permanecer unidos por la oración en familia
en los momentos de gozo y de dolor. Enséñanos a ver a Jesucristo
en los miembros de nuestra familia especialmente en los momentos
de angustia. Haz que el corazón de Jesús Eucaristía haga nuestros
corazones mansos y humildes como el suyo y ayúdanos a sobrellevar
las obligaciones familiares de una manera santa. Haz que nos amemos
71
APÉNDICE 1
más y más unos a otros cada día como tú nos ama a cada uno de
nosotros, ayúdanos perdonarnos mutuamente nuestras faltas así como
tu perdonas todos nuestros pecados. Ayúdanos, oh Padre amado, a
recibir todo lo que nos das y a dar todo lo que quieres recibir con una
gran sonrisa. Amén.
Oración por la Iglesia
Dios, Padre de bondad y de amor, que quisiste llamarnos a

formar parte de tu familia: la Iglesia; escucha nuestra oración humilde
y confiada. Te suplicamos que te dignes llenarla de toda verdad, en
perfecta paz. Donde haya mancha, purifícala; donde esté en error,
dirígela; y en todo extravío, refórmala. En lo que sea justa, establécela;
de cuanto carezca, provéela; y cuando esté dividida, únela; por amor
de Aquel que murió y resucitó, y vive siempre para interceder por
nosotros, Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor. Amén.
72
APÉNDICE 2
APÉNDICE 2

Cantos
Oración por la Familia (P. Zezinho)
Que ninguna familia comience en cualquier de repente, y que

ninguna familia se acabe por falta de amor. La pareja sea el uno en el
otro de cuerpo y de mente, y que nada en el mundo separe un hogar
soñador.
Que ninguna familia se albergue debajo del puente, y nadie

interfiera en la vida y en la paz de los dos; y que nadie los haga vivir sin
ningún horizonte, y que puedan vivir sin temer lo que venga después.
La familia comience sabiendo por qué y adónde va y el hombre

retrate la gracia de ser un papá. La mujer sea cielo y ternura, afecto y
calor, y los hijos conozcan la fuerza que tiene el amor.
Bendecid oh Señor las familias, Amén. Bendecid oh Señor la mía

también. Bendecid oh Señor las familias, Amén. Bendecid oh Señor la
mía también.
Que marido y mujer tengan fuerza de amar sin medida, y nadie se

vaya a dormir sin buscar el perdón. Que en la cuna los niños aprendan
el don de la vida, y la familia celebre el milagro del beso y del pan.
Que marido y mujer de rodillas contemplen a sus hijos, y por ellos
encuentren la fuerza de continuar.
Y que en su firmamento la estrella que tenga más brillo pueda ser

la esperanza de paz y la certeza de amar. La familia comience sabiendo
por qué y adónde va y el hombre retrate la gracia de ser un papá. La
mujer sea cielo y ternura, afecto y calor, y los hijos conozcan la fuerza
que tiene el amor.
Bendecid oh Señor las familias, Amén. Bendecid oh Señor la mía

también. Bendecid oh Señor las familias, Amén. Bendecid oh Señor la
mía también.
https://youtu.be/hkejHPnvoA8
73
APÉNDICE 2
Si yo no tengo amor
Si yo no tengo amor, yo nada soy Señor. (2)
El amor es comprensivo, el amor es servicial, el

amor no tiene envidia, el amor no busca el mal.
El amor nunca se irrita, el amor no es descortés,

el amor no es egoísta, el amor nunca es doblez.
El amor disculpa todo, el amor todo lo cree, el

amor todo lo espera, el amor es siempre fe.
Nuestra fe, nuestra esperanza, frente a Dios

terminarán. El amor es algo eterno. Nunca,
nunca pasará.
https://youtu.be/UV4ZWQN9uiU
Catequistas para hoy

Lara, lara, lara, lara (3)

Lara, lara, lara, lara, lara.
Catequista soy, catequista para hoy. Catequista

soy construyendo el reino del amor. (2)
Hazme verdadero educador, siempre atento

a tu voz, con pies ligeros y buen humor, para
anunciar la salvación.
Junto con otros quiero mostrar un rostro nuevo

a la humanidad, formando todos fraternidad en
un mundo de justicia y paz.
https://youtu.be/znrQ19VDYgA
74
D I M E N S I Ó N
N A C I O N A L
PA R A L A N U E V A
E VANGELIZACIÓ N
Y C A T E Q U E S I S
Habana No. 148, Tepeyac Insurgentes, Gustavo A. Madero

C.P. 07020, Ciudad de México
dinnecmexico@gmail.com
www.dinnec.org

XII Jornada Catequisttica Nacional Subsidio de Preparacion

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C a t equí st i

Primera edición, Noviembre de 2016

Diseño de interiores y carátula: Jesús Gama

Impreso en México - Printed in Mexico

RUMBO A LA XII JORNADA CATEQUÍSTICA NACIONAL

Método Teológico - Pastoral ................................................................................ 17

Nivel Diocesano ........................................................................................................ 19

Nivel Diocesano ........................................................................................................ 47

Nivel Diocesano ........................................................................................................ 55

Nivel Provincial ......................................................................................................... 63

¡Familia, catequista de la Misericordia!

RUMBO A LA XII JORNADA CATEQUÍSTICA NACIONAL

•• Familia, como interlocutores y protagonistas de la Catequesis.

•• Catequista, como el agente que propicia la fe en Jesucristo y

•• Misericordia, como la actitud a desarrollar para reflejar el

A todos los Catequistas de México tenemos el gozo de anunciarles

Estas Jornadas se vienen realizando desde 1937, cuando la Obra

Desde 1962, en que se solicitó al Episcopado Mexicano la creación

La Temática de la XII Jornada Catequística Nacional estará

RUMBO A LA XII JORNADA CATEQUÍSTICA NACIONAL

Las grecas que cierran el círculo junto con la tipografía

El gráfico central corresponde a la silueta del territorio mexicano

Los colores de la Virgen María aluden a feminidad con el rosa y a

La Sagrada Familia se presenta como expresión de la misericordia

Estructura de la XII JORNADA CATEQUÍSTICA NACIONAL

RUMBO A LA XII JORNADA CATEQUÍSTICA NACIONAL

RUMBO A LA XII JORNADA CATEQUÍSTICA NACIONAL

RUMBO A LA XII JORNADA CATEQUÍSTICA NACIONAL

El método Teológico–Pastoral empleado en el subsidio de

RUMBO A LA XII JORNADA CATEQUÍSTICA NACIONAL

Ninguno de los temas pretende agotar la reflexión sobre el mismo;

Al final del subsidio se han colocado dos Apéndices. Uno con

Ponemos en las manos maternales de Santa María de Guadalupe,

16 de Octubre de 2016, canonización del mártir

+ Fidencio López Plaza Pbro. Omar Osiris López García

Presidente de la DINNEC Secretario Ejecutivo de la DINNEC

El método elegido para el desarrollo de la XII Jornada Catequística

RUMBO A LA XII JORNADA CATEQUÍSTICA NACIONAL

Elementos para comprender el Método

El método ver-pensar-actuar se remonta al método de revisión de

Se trataba de una metodología para la acción transformadora de

El “ver” se propone analizar un hecho de vida con el fin

El “pensar” es el momento central de la revisión de vida. Se

El “actuar” se propone determinar aquellas actitudes que las

El “celebrar” es consecuencia de la percepción de conjunto de todo

El ver-pensar-actuar-celebrar es un método teológico-pastoral

RUMBO A LA XII JORNADA CATEQUÍSTICA NACIONAL

1. Un acercamiento a la Familia de hoy

“Por eso deja el hombre a su padre y a su madre

Identificar la situación de la familia hoy para descubrir la

De acuerdo a la realidad que viven las familias de nuestra

•• ¿Qué problemas descubrimos en los siguientes ambientes:

•• Elegimos el principal y tratamos de descubrir sus causas,

RUMBO A LA XII JORNADA CATEQUÍSTICA NACIONAL

•• El individualismo exasperado desvirtúa los vínculos familiares

•• Las tensiones inducidas por una cultura individualista

•• El ritmo de vida actual, el estrés, la organización social

•• En muchos países disminuye el número de matrimonios y

•• La familia se ha convertido en un lugar de paso, al que uno

•• Se teme a la soledad, pero se desea un espacio de protección

•• La decadencia cultural no promueve el amor ni la entrega.

•• Las personas pasan de una relación afectiva a otra de manera

•• El Narcisismo vuelve a las personas incapaces de mirar más

•• La cultura empuja a muchos jóvenes a no poder formar una