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ARCHIvo oRAL DEL

MovIMIENTo ESTuDIANTIL:
Registrando las memorias de la Refundación
de la FECh.

Leonardo Cisternas Zamora


Claudio Ogass Bilbao
Datos editoriales:
Primera edición 2014

ISBN: 978-956-358-140-9

Archivo Oral del movimiento estudiantil: Registrando las memorias de la Refun-


dación de la FECH es publicado gracias al apoyo de la Dirección de Bienestar
Estudiantil de la Universidad de Chile y al Archivo y Centro de Documentación de la
Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile.

Compiladores:
Leonardo Cisternas Zamora
Claudio Ogass Bilbao

Dirección: Pasaje Periodista José Carrasco Tapia Nº9, Santiago.


Teléfono: 02-29771932
Contacto: archivo@fech.cl
Página Web: www.archivofech.cl

Edición:
Laurène Lemaitre

Tipografías:

IMPRESO EN ANDROS LTDA.


Santiago, octubre, 2014.

2
Índice:

1. Prólogo. Ricardo Brodsky.


2. A modo de introducción.
3. De proyecto estudiantil a un archivo multifuncional :
una breve reseña institucional del Archivo FECh.

4. Memoria, Testimonio y Archivo: reflexiones de un


entrevistador improvisado. Claudio Ogass Bilbao.

5. Una historia por contar. Una propuesta teórica para


comprender la memoria del movimiento estudiantil de
la Universidad de Chile. Leonardo Cisternas Zamora.

6. Experiencias metodológicas: Del relato al Archivo Oral.


Leonardo Cisternas Zamora.

7. Testigos de un periodo
a. Patricia Torres
b. Juan Carlos Cárdenas, ACU
c. Jorge Rozas, ACU
d. Remis Ramos, ACU
e. Yerko Ljubetic
f. Ricardo Brodsky
g. Gonzalo Rovira

• Índice 3
Prólogo Memoria y movimiento
estudiantil

{
Ricardo Brodsky

La lucha del hombre contra el poder


es la lucha de la memoria contra el olvido
Milan Kundera

No podemos construir nada sólido si ignoramos


nuestro pasado, si dejamos en el olvido la experiencia de
los que nos antecedieron, si renunciamos a los valores que
una historia nos va dejando.

A mi generación estudiantil le tocó vivir la Univer-


sidad bajo el régimen dictatorial: negación de lo que ima-
ginábamos debía ser la Universidad (autonomía, pluralismo,
inteligencia, crítica) y de nuestros valores. La dictadura,
además, buscó reinventar al movimiento estudiantil, convir-
tiéndolo en un apéndice del régimen en base a las ideas del
gremialismo, para lo cual construyó la FECECh.

En ese contexto nació un tipo de movimiento es-


tudiantil cuyo principal mérito y cuya arma de combate era
justamente que reivindicaba el derecho a recordar, que éra-
mos parte de una cultura política, que teníamos una histo-
ria. Eso nos permitió plantearnos reconstruir la FECh, como
expresión de los valores democráticos y libertarios perma-
nentes del movimiento estudiantil.

Para ello nos inspiramos en la fundación de la Fe-


deración a principios del siglo XX, en la figura del poeta
Domingo Gómez Rojas, en las luchas contra Ibañez

• Prólogo • Ricardo Brodsky 5


en los años 30 y por la reforma Queríamos reconstruir sentidos comunes que
universitaria en los años 60. Así habían sido violentamente arrasados no sólo por la dic-
fue como nacieron la Agrupación tadura sino por la propia incapacidad de nuestra socie-
Cultural Universitaria, la ACU, las dad chilena de evolucionar y resolver sus conflictos de
múltiples revistas estudiantiles, manera democrática. La FECh se reconstruyó desde la
los comités de resistencia y di- base hacia arriba: sólo dimos el paso formal de su consti-
versas expresiones de la rebeldía tución cuando la mayoría de los centros de alumnos lo
estudiantil. quiso y cuando los estudiantes lo aprobaron a través de
un plebiscito y una Asamblea Constituyente integradora
A poco andar se fue de todos.
abriendo paso, una reflexión no
sólo sobre el tipo de cultura que El proceso de reconstrucción de la FECh es, en-
representábamos, sino, también, tonces, un hecho que bien puede calificarse como un
sobre los procesos políticos que acto de memoria, ya que lo que buscábamos era recons-
el país estaba viviendo, y espe- truir la organización histórica, batalladora y rebelde de los
cialmente, sobre las causas del estudiantes.
derrumbe de la democracia.
No nos habría costado nada salir cada cierto
La debilidad de la socie- tiempo a la calle y dar con ello por satisfecho nuestro
dad civil para defender la demo- espíritu combativo. Ciertamente eso también lo hicimos,
cracia era lo que más nos llamó pero quisimos hacer algo mucho más trascendente y
la atención: el derrumbe de las que aportara a la reconstrucción democrática de nuestro
organizaciones sociales y de las país. Y si esa FECh fue importante es justamente porque
instituciones con el bombardeo logró influir en el proceso político de la Universidad y del
de La Moneda. Eso también lo país mucho más profundamente de lo que habríamos lo-
veíamos en una FECh muy politi- grado como mera fuerza de choque.
zada y alejada de los estudiantes.
Detrás de la construcción de una organización
Identificamos como una social como la FECh está la voluntad colectiva de vivir
cuestión central de nuestra acción juntos. Más allá de las discusiones y diferentes estrate-
y cultura política la valoración de gias presentes en el movimiento estudiantil, sabíamos
la democracia y de los derechos que todo vínculo, por débil que fuera, limita la libertad
humanos como nuevos pilares de cada uno por hacer lo que sea su mera voluntad in-
fundamentales de nuestro discur- dividual. El respeto a la voluntad general expresada en
so: ruptura con el discurso históri- elecciones con participación mayoritaria fue la base de
co y renovación del pensamiento nuestra unidad y de nuestra fuerza.
político.

6 Prólogo • Ricardo Brodsky


A modo de

{
introducción
luchamos, soñamos y cantamos
porque estamos convencidos
de que merecemos algo distinto
a la Universidad y al país al que
por la fuerza nos han sometido
Aquí FECh. Yerko Ljubetic

Con más de seis años de vida, el Archivo y Centro de Documentación FECh


se ha constituido como un ente articulador de memorias e identidades del movimiento
estudiantil. Aquí se archivan fragmentos de las luchas, los sueños y los cantos de los
universitarios que, hace más de 30 años, volvieron a alzar la voz y se constituyeron como
un actor fundamental en la lucha por la democratización de la Universidad y el país. Los
fondos documentales del Archivo FECh son una valiosa fuente de información para la
reconstrucción de la historia del movimiento estudiantil. Sin embargo, dado el contexto
en que se produjeron –de persecución y hostigamiento político–, el Archivo tiene vacíos
documentales aún no resueltos que dificultan la entrega de información a la comunidad
interesada. En ese sentido, organizamos y ponemos en valor los documentos que alma-
cenamos, pero cuando los leemos e interpretamos como fuentes ¿Qué pasa con la voz de
sus protagonistas?

Hace un año esa fue la pregunta que motivó el proyecto “Construcción Archivo de
Memoria Oral de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile: a 30 años de la
refundación de la FECh”. En ese sentido, la construcción de un Archivo Oral permitiría lle-
nar esas lagunas informativas, al tiempo que diversificaría los soportes, dándole un nuevo
impulso a la continuidad del Archivo FECh como espacio de memoria, contribuyendo al
patrimonio inmaterial de la Universidad de Chile. Teníamos, además, una excusa perfecta:
una conmemoración. Era apremiante reconstruir la historia y dejar testimonio audiovisual
de quienes, convencidos de sus derechos, iniciaron la rearticulación política del movi-
miento estudiantil.

• A modo de introducción 7
Nuestro objetivo fue reconocer el proceso de reconstitución de la Fede-
ración de Estudiantes, registrando no solo la refundación de la FECh, sino toda
la rearticulación cultural y política que conllevo a esto. Por lo tanto, considera-
mos como márgenes temporales 1976 y 1984, donde abordamos a la Agrupación
Cultural Universitaria (ACU), la democratización de los Centros de Estudiantes y,
como hito final, la refundación de la Federación de Estudiantes de la Universidad
de Chile. Nos interesó la versión que los universitarios tenían del periodo, siendo
el eje central la subjetividad con la cual los entrevistados abordaban el proceso.

1
Schwarzstein, Dora. “Fuentes Coincidimos con la investigadora Dora Schwarzstein, en tanto propone
orales en los archivos. Desafios que la Historia Oral es un imperativo y una necesidad en cualquier institución que
y problemas”. En Historia,
intente documentar el siglo XX1. Como Archivo creemos necesario recoger estos
antropología y fuentes orales
nº27, 2002, España. 167p. testimonios, sistematizarlos y colocarlos a disposición de la comunidad interesada
en la historia y memoria del movimiento estudiantil chileno.

El plan de ejecución de este proyecto constó de diversas etapas. La pri-


mera fue la recopilación bibliográfica y documental disponible sobre la Agrupa-
ción Cultural Universitaria, la democratización de los Centros de Estudiantes y la
Refundación de la FECh. Luego, formulamos la pauta de entrevistas que nos dio
paso a la grabación de los relatos. Las locaciones para la realización de las filma-
ciones fueron el Archivo FECh, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos y
la casa de Remis Ramos, “albacea” de los documentos de la ACU. Fueron un total
de siete entrevistados, divididos en cinco entrevistas de una hora y media de du-
ración aproximada. Agradecemos desde ya los testimonios de Patria Torres, Jorge
Rozas, Juan Carlos Cárdenas, Remis Ramos, Yerko Ljubetic, Ricardo Brodsky y
Gonzalo Rovira quienes desinteresadamente tuvieron la disposición de compartir
sus memorias con nosotros y los futuros usuarios del Archivo.

La publicación que a continuación se presenta es la compilación de este


proceso de constitución del Archivo Oral de Memoria del Movimiento Estudiantil
que se inició a principios de año. En sus páginas se refleja el trabajo realizado
por el equipo compuesto por los estudiantes de cine de la Universidad de Chile,
Horacio Santander y Diego Ruiz, el archivero y entrevistador, Claudio Ogass, y el
coordinador de investigación, Leonardo Cisternas.

Sistematizamos la publicación en cinco partes. En una primera sección


presentamos el Archivo y Centro de Documentación FECh y su trabajo realizado
durante los últimos años. A continuación, Claudio Ogass nos entrega su perspec-

8
tiva, desde la óptica de la archivistíca y la entrevista, del proceso de grabación y
ejecución del proceso. Leonardo Cisternas luego nos presenta los marcos teóricos
y metodológicos mediante los cuales fueron vistos los testimonios. Para, final-
mente, exponer los perfiles de los entrevistados, vinculando temáticas comunes
tratadas en cada uno de los relatos.

Agradecemos a todos los que contribuyeron a que este proyecto llegará


a buen puerto. En primer lugar, a la Dirección de Bienestar Estudiantil quienes fi-
nanciaron este proyecto y su publicación a través del Premio Azul: a la creatividad
estudiantil. A Memorias del Siglo XX y la Red de Historia Oral y Archivos Orales
por sus consejos teóricos y metodológicos (esperamos que estos esfuerzos per-
duren en el tiempo). También, a la Vicedecana de la Facultad de Filosofía y Huma-
nidades, María Eugenia Horvitz, por su incondicional apoyo durante los años de
funcionamiento del Archivo FECh. A cada uno de los entrevistados, al profesional
trabajo desempeñado por Horacio Santander y Diego Ruiz que pese a los impe-
dimentos técnicos (y, por qué no decirlo, físicos) lograron culminar de buen modo
cada una de las entrevistas. A la Federación de Estudiantes de la Universidad de
Chile por confiar en la apuesta constante que realiza el Archivo por sacar adelante
este proyecto de memoria y a todos aquellos que por algún u otro motivo se nos
quedan en el tintero.

• A modo de introducción 9
De proyecto estudiantil a un
archivo multifuncional:
una breve reseña institucional del
Archivo FECh
El Archivo y Centro de Documentación de la Federación de Estudiantes de
la Universidad de Chile (AFECh) se fundó en el año 2008 con la misión de organi-
zar y preservar la memoria del trabajo de la Federación y sus repercusiones en la
sociedad para ponerlo a disposición de estudiantes e investigadores. Sus primeros
documentos fueron los que había guardado con esmero la secretaria administra-
tiva, Liliana Troncoso, quien ocupó ese cargo entre 1990 a 2010. Más adelante,
comenzaron a recolectarse aquellos pertenecientes a ex dirigentes de los años 80
que –en un gesto valiente y desafiante– decidieron esconder y mantener los regis-
tros que daban cuenta de la doble lucha ejecutada y sostenida por los estudiantes
para democratizar a la Universidad de Chile y al país, en un momento de lo que la
antropóloga Sonia Montecino ha calificado como “atmoterrorismo”. Es decir, con
una institución intervenida y vigilada por los agentes de la dictadura.

Sus fuentes son consultadas, mayoritariamente, por estudiantes de las


carreras de Humanidades e Ingeniería de la Casa de Bello y, también, por investiga-
dores nacionales e internacionales tanto de Europa como de América. Sus fondos y
series documentales están conformados por documentos emitidos por dirigentes y
autoridades de la institución: actas, correspondencia, declaraciones públicas, do-
cumentos de trabajo, programas de campaña, entre otros, que datan, en su gran
mayoría, desde 1984, año en que la FECh retoma las funciones que les fueron
vedadas durante la dictadura. El AFECh está formado, además, por 9 colecciones
que vienen a diversificar sus soportes y formatos de información: recortes de pren-
sa, fotografías, videos y afiches, entre otras.

Luego de 5 años de funcionamiento, lo que comenzó como un proyecto es-


tudiantil que concretaba un largo anhelo de diversos estudiantes y dirigentes de la
Federación desde la década de los 90, se ha convertido en una institución visible y
reconocida a nivel nacional e internacional. Reflejo de ese estado actual es la inclu-

• De proyecto estudiantil a un archivo multifuncional 11


sión del Afech en el Censo-Guía que, desde 2012, efectúa el Archivo Nacional de
Chile, lo que nos constituye como un archivo maduro que trabaja profesionalmente
e incluye a personal con formación archivística en la organización y clasificación
de sus fondos. También, la participación en la Red de Archivos de la Memoria
y los Derechos Humanos devela la importancia y el valor de estos documentos
no sólo con fines académicos, patrimoniales o investigativos, sino que, también,
como testimonios jurídicos para ser utilizados en la defensa y la promoción de los
derechos humanos. Además, a nivel institucional, destacamos el trabajo con el
Archivo Central Andrés Bello –con quienes mantenemos un convenio de ayuda y
asesoría mutua. Finalmente, formamos parte de la Red de Historia Oral y Archivos
Orales, cuyos integrantes comparten herramientas teóricas, conceptuales y me-
todológicas para uno de los proyectos que hoy presentamos: el Archivo Oral de la
Memoria del Movimiento Estudiantil

Producto del arduo trabajo de sus coordinadores, voluntarios y una exten-


sa lista de amigos, el Archivo FECh se ha transformado, además, en una instancia
de participación y encuentro entre los distintos actores de la comunidad universi-
taria a través del tiempo. Así lo testimonian las actividades de extensión y difusión
que se han realizado desde 2010.

Al ser, también, el primer archivo constituido de una Federación de Es-


tudiantes –la más antigua del país–, somos parte de la memoria patrimonial del
movimiento estudiantil y, conjuntamente, una experiencia modelo a emular tan-
to por otras agrupaciones de estudiantes como por diversas organizaciones so-
ciales. Ejemplo de estas iniciativas es la visita de una delegación de estudiantes,
docentes y autoridades de la Universidad de Tarapacá que nos visitaron en junio
de 2013 para conocer nuestras vicisitudes de formación y funcionamiento.

Finalmente, el Archivo FECh fue una de las instituciones organizadoras del


Primer Seminario Interdisciplinario sobre Archivos, evento académico y cuidadano
que reunió a representantes de diversas comunidades archivísticas durante los
días 5, 6 y 7 de agosto de 2014. Allí, también, compartimos nuestro diagnóstico
sobre la institución y sobre el estado de los archivos en Chile.

En suma, el Archivo FECh es, en la actualidad, un centro de investigación,


un espacio de encuentro intergeneracional, un recurso de información jurídica para
la defensa y promoción de los derechos humanos y, finalmente, un repositorio de
experiencias, cuyos funcionarios contribuyen activamente a reflexionar sobre el
estado de los archivos en Chile y a compartir sus prácticas hacia otros ámbitos.

12 De proyecto estudiantil a un archivo multifuncional •


Memoria, Archivo y Testimonio:
reflexiones de un entrevistador improvisado
Claudio Moisés Ogass Bilbao

La memoria es una potencia por la cual el alma conserva las cosas ya pasadas
y se las presenta como presentes. Muchos han tenido gran memoria,
con que han ganado la gloria, y honra: y otros tan flaca que han olvidado
los nombres de sus familiares y aun los suyos. Pero comúnmente
acontece leer y percebir muchas cosas y dellas quedarnos muy pocas
Sebastián de Covarrubias, 1610 1 1
Sebastián de Covarrubias,
La memoria es depósito de las experiencias, Emblemas Morales, Madrid:
Por Luis Sánchez, 1610, p. 115.
pero depósito frágil sino se vale de la pluma para per-
petuallas en el papel 2
Diego de Saavedra y Fajardo,
Diego Saavedra y Fajardo, 1640 2
Príncipe político y cristiano
representado en cien empre-
Ya que hablaremos de memoria –materializada en diferentes formatos: el testimonio sas, Valencia: Por Gerónimo
y el Archivo– es que opto por partir contando una anécdota alusiva a ella. Servirá como un Vilagraía, en la calle de las
encuadre de las dos hebras que pretendo deshilvanar de aquél concepto y que trazan dos Barcas, 1640, p.1
itinerarios que acompañarán esta reflexión vertiginosa. También, me permitirá compartir una
experiencia. Porque acá escribo desde esa óptica: como un completo intruso; como un poli-
zonte que ingresa a un barco a la espera de llegar a algún lugar y no naufragar a la deriva. Tal
fue mi entrada a este proyecto. Eso es lo que pretendo compartir acá: algunas vicisitudes de
un viaje abrupto. Se trata de un “mareo reflexivo” provocado por una especie de “desdobla-
miento disciplinar” que experimento constantemente por compartir dos campos de estudio:
la Historiografía y la Archivística. Ambas, unidas por un común interés por los Archivos y los
documentos, pero separadas por la disposición de la mirada: el lugar desde donde clavan
sus ojos condiciona su percepción y análisis de ese objeto. Dentro del archivo, el archivero,
conocedor de su formación y al servicio de los investigadores. El historiador, aunque usuario
frecuente, bastante ajeno a los avatares internos, con una perspectiva desde el escritorio.
Son dos imágenes, claro. Y, aunque siempre hay espacios para los trasvasijes, así lo siento
yo: adentro y afuera. Salir de y entrar al Archivo (y viceversa). Miradas que se cruzan y tras-
lapan. No por nada Terry Cook, archivista canadiense, postula que el Archivo es “un conti-
nente extraño para los historiadores”3. En parte, comparto su postura… Con matices. 3
The Archive(s) Is a Foreing
Vuelvo a la anécdota. Su protagonista: Remis Ramos, ex integrante y fotógrafo de Country: Historians, Archivists,
la Agrupación Cultural Universitaria (ACU). El escenario: el Archivo y Centro de Documenta- and the Changing Archival Lands-
ción de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, donde soy el Archivero. La cape”, The Canadian Historical
Review 90, 3, (2009:497-534)

• Memoria, Testimonio y Archivo • Claudio Ogass Bilbao 13


fecha: un martes de octubre de 2014. El día exacto no lo anoté. Las circunstancias: había
venido al AFECh con la intención de revelar diversas fotografías que había capturado en
el Pedagógico entre 1978 y 1983. El suceso clave: una fotografía. Fue ese documento de
archivo el que provocaría que los martes se bautizaran como los Martes de Remis y que
comprara un cuaderno especial para anotar lo que cuento a continuación. Lo maravilloso del
momento no fue necesario apuntarlo en el papel, porque esas situaciones se archivan en la
memoria y afloran (se recuperan) cuando uno rememora. Es que el scanner da la posibilidad
de digitalizar y revelar, a la vez. Para quienes vivimos con un pie en la galaxia Gutemberg y
otro en la esfera digital, ese ahorro de tiempo es fantástico en sí mismo. Pero ¡lo mejor!, es
que me permitía observar la reacción de Remis. Era un testigo (ya volveremos con eso) de
sus reacciones ante la exposición de un documento que ni él ni yo habíamos visto jamás.
Claro, él había fotografiado y vivido el momento. Pero distinto es ser productor y espectador
del mismo. Son dos posiciones. Como decía antes, dos miradas. Y esta vez se agregaba
otro condimento: la distancia –temporal, cultural y generacional– entre ambos espectadores.
Uno de esos primeros Martes de Remis, él me pregunta: “¿Ves esta fotografía?”.
“Sí”, le respondí. “Un tipo tocando la guitarra”, agregué, mientras continué en otras de mis
muchas actividades. “¿Sabes lo qué significaba entrar una guitarra al Pedagógico a fines
de los 70?”. Demoré en responderle. En cosa de un nanosegundo (ni idea si esa categoría
es real, pero me interesa recalcar lo ínfimo de mi idea del paso del tiempo), el Archivo se
transformó en una máquina del tiempo y mi mente se transportó a los pastos del “Peda”.
Sentía la música: un constante: “Y va a caer y va caer”, acompañado de un La menor y un
Sol Mayor –repetidos exponencialmente al infinito– en esa yuxtaposición sonora típica de
Sol y Lluvia. En medio de ellos, Pepe Auth, joven, de pelo largo. Nunca le pregunté su sentir
a Remis, pero creo que ambos disfrutábamos esos momentos. Son esas cosas mágicas y
magnéticas que tienen los archivos… Ambos evocábamos un mundo desaparecido, tal cual
como el arqueólogo intenta realizar con sus restos o el historiador con los documentos. No
olvidemos que una acepción del término “evocar” es, precisamente, “llamar a los espíritus
4
Real Academia Española, y a los muertos para que se muestren”4. Incluso, Roland Barthes, como espectador, se ha
Diccionario de la Lengua Españo- quejado de “ese algo terrible que hay en toda fotografía: el retorno de lo muerto”5. Michel
la, Madrid: 1992, p. 655. de Certeau, también, ha dicho eso de la operación historiográfica: es una manera de ofrecer
5
Roland Barthes, La cámara tumbas escriturísticas, de insertar muertos en un texto, cuya voz sólo existe por medio del
lúcida. Nota sobre la fotografía,
Barcelona: Ediciones Paidós relato del historiador6. Eso sí, lo mío con Remis era reírse, pasarlo bien. Compartir mis im-
Ibérica, p. 36. presiones y compararla con su recuerdo. ¿Qué importaba si mi imaginación no correspondía
6
Michel de Certeau, La con su memoria? Una cosa es disfrutar con el documento y otra distinta es utilizarlo desde
escritura de la historia, México: una disciplina con imperativos de verdad. Pero el asunto de las correspondencias quedaba
Departamento de Historia/Univer- ahí, dando vueltas.
sidad Iberoamericana, 1993, p. Aficionado a una historia colonial y, por ende, a registros mudos, huérfanos, escue-
tos y premunido de estas experiencias fue que acepté la “invitación” de mi amigo Leonardo
Cisternas para participar en el proyecto de Archivo Oral de la Memoria Estudiantil como en-
trevistador. Me sedujo esa idea de provocar el registro, de que mis preguntas compulsaran
la memoria. En definitiva, co-producir un documento que, más tarde, otros investigadores

14
transformarán en fuente. Aparte de esa curiosidad de historiador, sumaba una de archivero.
Me encontraba, también, organizando la Colección de Documentos de Derechos Humanos
y Memoria Estudiantil, un acervo que reúne (hasta el momento) cerca de 700 piezas escritas,
desde 1978 a 1982, en que se expresa la doble lucha por la democratización de la Univer-
sidad de Chile y el país. Se trata de una reunión de fragmentos: porque un archivo es un
conjunto de voces y silencios. Así, los silencios del papel se tornarían en voces de un Archivo
Oral.
Este largo preámbulo que sirva como anticipo de lo que pretendo profundizar. Dos
cosas me interesan. En primer lugar, la relación que existe entre el archivo y la memoria.
Más bien, mostrar una línea (de las muchas que deben haber) sobre cómo se ha articulado
el maridaje conceptual que los confunde. En segundo lugar, realizar una breve descripción y
análisis sobre la naturaleza de las entrevistas, concibiéndolos como un discurso de memoria
y una memoria archivada (el préstamo es sacado de Paul Ricoeur). Entonces, sintetizo: cómo
es que se “archiva” el concepto memoria en el concepto de archivo y cómo es que el Archivo
FECh archiva su memoria o, bien, la de los estudiantes.

El archivo como un lugar de la memoria en la época del giro archivístico


En un contexto de giro archivístico, donde el Archivo –en tanto concepto y lugar– ha
debido soportar los embates críticos de diversas disciplinas, donde se ha puesto en duda
(cuando no, desmontado) su neutralidad, su capacidad de archivar verdades, uno de los
consensos a los que se ha arribado –por lo menos, en la Academia– es que lo único fijo y
estable es su condición polisémica y compleja. Como plantea el archivero holandés Eric
Ketelaar, estamos en la época del archivo posmoderno que es –metafóricamente– el lugar
donde “las tradiciones están abiertas a la interrogación”7. A pesar de esta situación, nadie se 7
Eric Ketelaar, “Tacit Narratives.
ha atrevido a destronar al Archivo como una institución de memoria. Y en eso se hermanan The Meanings of Archives”, Ar-
archiveros e historiadores. chival Science 1, 131-141 (2001),
¿De dónde proviene, entonces, esa asociación entre el Archivo y la Memoria? ¿Cómo p. 131.
es que se articulan esas dos categorías? ¿Cómo es que la memoria puede estar encerrada en
un Archivo o, bien, cómo es el que archivo puede soportar y custodiar la memoria? Fueron
algunas preguntas formuladas con Leonardo Cisternas en la constante interrogación sobre el
valor y la identidad del AFECh. De ahí nuestra preocupación de dotar de densidad concep-
tual a algunas frases que, juzgábamos, no debían quedarse sólo en los slogans. Rehuimos la
“pirotecnia semántica”. Es decir, evitamos esa sonoridad que capta atenciones tan rápidas
como fugaces y, luego del brillo inicial, se deshace por carecer de sustancia y contenido. Uno
de esos caminos de respuesta, lo encontré retrocediendo bastantes siglos.
En 1492, en el inicio de la colonización en Indias, Antonio de Nebrija escribía la
Gramática de la Lengua Española. Allí se encuentra una cita en que reflexiona sobre el rol de
la escritura: “la causa de la invención de las letras primeramente fue para nuestra memoria,
et después, para que por ellas pudiéssemos hablar con los absentes et los que están por
venir”8. Durante el gobierno de los Austrias, la herramienta de gobierno más utilizada fue la 8
Antonio de Nebrija, Gramática
de la Lengua Castellana.

• Memoria, Testimonio y Archivo • Claudio Ogass Bilbao 15


escritura. Como ya planteaba Nebrija, ella permitía fijar y eternizar la memoria, mantener
un diálogo constante con los autores del pasado mediante sus escritos. En fin, reducir las
distancias y sobrepasar las fronteras: unir tiempos y articular geografías.
El Archivo, como destino final y último eslabón de una cadena de producción del
documento y, conjuntamente, como lugar que hace reutilizable la escritura (allí residen los
originales que son multiplicables hasta que exista el archivo por medio de la copia y el tras-
lado), se igualó con la Memoria, en cuanto compartían dos funciones: almacenar y recuperar
información. El Archivo, así, se instaló en el imaginario como un recurso que contribuye a
recordar. El historiador español Diego Navarro Bonilla sugiere que esta imagen del archivo
como un lugar de la memoria –como un agente que perpetúa el recuerdo, como un artefacto
que contribuye a socorrer las flaquezas del olvido– es uno de los factores que lo dotó y
9
Diego Navarro Bonilla, recubrió de sacralidad y respeto frente a los súbditos 9.
La imagen del archivo: representa- De antiguo, entonces, por lo menos del siglo XVI, el archivo, como concepto, fue un
ción y funciones en España (siglos lugar que se prestó para la metáfora. Es más, en 1780, el Diccionario de Autoridades decía
XVI y XVII), Gijón. Ediciones
TREA, 2003, 227 hojas. que designaba no sólo a los conjuntos de documentos o sus envolturas arquitectónicas,
10
Real Academia Española, sino que a “la persona a quien se confía lo más reservado”10. La literatura del siglo XVII está
Diccionario de Autoridades. cargada de esas imágenes. La teoría política, también (baste con mirar, nuevamente, el
Madrid: 1780, p. 92, 3. exergo). Todo lo que almacene y ayude a rememorar es un Archivo. Y, a pesar de las críticas
académicas, el maridaje sigue ileso.
Perpetuando este largo uso es que reforzamos la idea de que el AFECh es la me-
moria de los estudiantes de la Universidad de Chile y, por ende, del movimiento estudiantil.
Realzan esta visión diversas situaciones. Ricardo Brodsky, ex secretario general de la FECh
en 1984 y 1985, ha planteado que la refundación de la Federación fue un “acto de memoria”.
Y, también, la propia fundación: acá fue la comunidad estudiantil, desprovista de memoria, la
11
que intento ir en su búsqueda, coleccionando papeles. Se cumple, así, lo que dice Elizabeth
Elisabeth Kaplan, “We Are What Kaplan: “Somos lo que recolectamos y recolectamos lo que somos”11.
We Collect, We Collect what we are:
Archives and the construction of
Identity”, The American Archivist, La naturaleza de los documentos: del testigo al testimonio
63, (2000): 126-151. .
Segunda hebra. El paso de la provocación y registro de la memoria estudiantil a la
archivación de ese registro. Es decir, dos momentos: el de la rememoración del testigo y,
luego, la de la memoria archivada.
Partamos al revés, por el Archivo. Y el clásico: el que reúne papeles (y, por qué no
decirlo, las miradas y análisis de diversos académicos). Tanto Michel de Certeau como Paul
Ricoeur proponen que en ese lugar, la operación historiográfica se enfrenta a la escritura.
El Archivo, así analizado, es un conjunto de textos. Pero el documento, antes de ser fuente,
antes de archivarse para siempre, es un relato oral. Un documento es, así, una inscripción
escrita de un proceso verbal más amplio y más complejo que lo origina. Reducción discur-
siva: el protocolo, el formato, el molde, impone los límites de lo registrable en su conversión
a texto. Piénsese en un testamento, una partida de bautismo o un acta de defunción (en la
colonia) o en una declaración pública o un acta de reunión (en el AFECh).

16 Memoria, Testimonio y Archivo • Claudio Ogass Bilbao •


Una vez ingresado a un archivo, éste es posible que se transforme en fuente cuán-
tas veces lo requieran los usuarios. El documento en el archivo –en su vertiente tradicional
papel– está ahí guardado y custodiado para que se preserve hasta la eternidad (eso es lo
que uno reclama de un Archivo). Y, allí, su potencialidad informativa es múltiple e incon-
trolable. Sólo por el hecho de existir está dispuesto y abierto a infinitas lecturas. Más allá,
incluso, de los valores clásicos asignados por la Archivística: lo administrativo, lo jurídico, lo
cultural-histórico-patrimonial. Imposible de controlar, para siempre, lo que Jacques Derrida
12
llama el principio de consignación. Es decir, difícil imponer una tiranía de la interpretación12. Jacques Derrida, Mal de
Autonomía semántica del texto dirán algunos preocupados de la recepción. Hermeneusis Archivo: una impresión freudiana,
Trotta, 1996.
libre e incontrolable…
Independiente de ello, el documento tradicional (así lo llamaremos para separarlo
del registro audiovisual) no archiva su contexto ni tampoco, necesariamente, su verdad. A
medida que pasa el tiempo es más difícil de captar sus circunstancias de creación.
Los archivos orales, apoyados en otras tecnologías, han alcanzado un desarrollo tal
que Anne Wieviorka ha calificado este siglo como la “era del testigo”. Marc Bloch fue uno de
los primeros historiadores que incorporó la jerga del testigo como una metáfora para hablar
del documento o la fuente. Hablaba de los “testigos involuntarios”. En un pequeño artículo
de 1914, casi 30 años antes de su Apología del Historiador –verdadero manual de metodo-
logía– y preocupado de la fiabilidad y credibilidad de ellos, decía: “No todos los testigos son
sinceros, ni su memoria es siempre fiable y por ello no podemos aceptar sus declaraciones
13
sin ejercer cierto control”13. Luego, agregaba: “Un testimonio nunca constituye un todo indi- Marc Bloch, “Crítica histórica
visible al que hay que declarar verídico o falso”14. y crítica del testimonio”. En Marc
Bloch, Historia e Historiadores,
¿Qué son, entonces, estos testimonios registrados por una grabadora y una cáma- Madrid. Ediciones AKAL, 1999,
ra? ¿Qué diferencia o semejanza hay entre los testigos involuntarios y éstos que quisieron 14
Íbidem.
dejar registro de sus memorias en el AFECh? La gran oposición es que el investigador tendrá
la oportunidad de ver el contexto de producción y rescatar experiencias que son imposibles
de percibir en el papel, a menos que sea por medio de su imaginación. Acá los silencios,
las pausas, los gestos, todo informa. Todo habla. De hecho, lo que importa es la percepción
de los hechos, la subjetividad. Son construcciones narrativas situadas, en un espacio y en
un lugar. Sin embargo, la voluntariedad del testimonio (todos los entrevistados firmaron un
consentimiento informado) no asegura que su memoria sea fiable. Una cosa es vivir y expe-
rimentar la vida y otra distinta narrarla, contarla. “La historia es una secuencia individual”,
nos dijo, fuera de cámara, Gonzalo Rovira, uno de los entrevistados. Esto no se escuchará
ni se verá en el Archivo Oral de la Fech. Tal como otras está incompleta.
Independiente de los problemas de credibilidad y de integridad –y, también, de los
soportes– no podemos abandonar los documentos. Como plantea Arlette Farge para los
15
archivos judiciales del siglo XVIII francés: “no se pueden resucitar las vidas hundidas en el Arlette Farge, La Atracción del
archivo. Ésa no es una razón para dejarlas morir por segunda vez”15. De la misma opinión Archivo, Valencia: Edicions Alfons
el Magnanim-Institució Valenciana
es Paul Ricoeur: “Si se puede criticar a la memoria su escasa fiabilidad, es precisamente
D’estudis I Investigació, 1991.
porque es nuestro único recurso para significar el carácter pasado de aquello de lo que de- 16
Paul Ricoeur, La historia, la
claramos acordarnos”16 . Memorias archivadas, ambas. memoria, el olvido, Buenos Aires:
Fondo de Cultura Económica,
2004, p. 40.
17
Una historia por contar

{
Leonardo Cisternas Zamora

Una historia por contar. Una propuesta teórica


para comprender la memoria del movimiento
estudiantil de la Universidad de Chile.

El silencio de los documentos. ¿Cómo abordar lo no dicho en una fuente,


lo que se pierde entre papeles y, más aún, aquello oculto entre sirenas, marchas,
manifestaciones culturales, panfletos y palabras? En un contexto de producción en
que el archivar era cuasi sinónimo de detención y persecución, las posibilidades de
perpetuar documentalmente los profundos anhelos de una generación, que a punta
de ideas e ideales rearticuló al movimiento estudiantil, eran escasas. La Historia
Oral y la Memoria asumen un rol protagónico en tanto permiten la reconstrucción de
la historia movimiento estudiantil desde perspectivas subjetivas, al vincular el relato,
como expresión oral y corporal, con las experiencias, remembranzas y esperanzas

Del afán estudiantil por democratizar la universidad y país ¿qué nos que-
da? ¿Qué recordamos? ¿Articulamos las movilizaciones repensando la historicidad
acumulada por más de 100 años? Esta memoria “amnésica” de los movimientos es-
tudiantiles se obstina en constituir impedimento entre el pasado y el presente, entre
las banderas de lucha en contra de la Ley General de Universidades de 1981 y la
Reforma Universitaria actual. Entonces,la propuesta de Manuel Garretón y Javier
Martínez, enunciada en la década de los 80, todavía nos parece acertada:
“los movimientos [estudiantiles] parecen destinados a volver una y otra vez
sobre esos grandes temas, acumulando una escasa ‘memoria’ sobre sus pre-
decesores, su propio recorrido histórico y las grandes definiciones que lo han 1
GARRETÓN, Manuel y MARTÍNEZ,
caracterizado” . 1 Javier. El movimiento estudiantil:
conceptos e historia. Santiago, Ed.
El archivo oral de la memoria del movimiento estudiantil es un intento por Sur. 1985. 6p
rearticular esta memoria fragmentada y muchas veces perdida por las coyunturas
contemporáneas. Sus testimonios dan cuenta de un de un pasado reciente, el cual
“no está hecho sólo de representaciones y discursos socialmente construidos y 2
FRANCO, Marina y LEVÍN,
transmitidos, sino que, además, está alimentado de vivencias y recuerdos perso- Florencia (comp.). Historia reciente.
nales, rememorados en primera persona”2 . Esta generación marcada por la huella Perspectivas y desafíos para un cam-
po en construcción. Paidós, Buenos
Aires, 2007. 32p

• Una historia por contar • Leonardo Cisternas Zamora 19


de la dictadura, propone el historiador Víctor Muñoz, no está determinada por
un matiz biológico, la juventud, sino depende de la vivencia sociohistórica y la
3.
MUÑOZ, Víctor. Juventud y política interpretación subjetiva de tal vivencia.3
en chile. Hacia un enfoque genera-
cional. Ultima década nº35, CIDPA
Valparaíso, diciembre 2011. 135p Generar y comprender estos relatos implica adentrarse en un extenso
listado bibliográfico de autores que han teorizado sobre la memoria las últimas
décadas, por lo cual me restringiré en esta oportunidad a entregar esbozo aproxi-
mativo que nos permita delinear de modo generar la memoria del movimiento es-
tudiantil de la Universidad de Chile. En este sentido, es válido preguntarse ¿Qué
memoria los une? El sociólogo francés Michael Pollak propone que los elementos
constitutivos de memoria de un grupo social no sólo se componen de los hechos
vividos directa y presencialmente, sino también por “acontecimientos vividos por
un grupo o por la colectividad a la cual la persona se siente pertenecer” 4 . Los
4
Op. Cit; POLLAK. 34p universitarios de fines de los ’70 y principios de los ’80, revindicaban y asumían
5
Por citar algunos: la fundación de la como suyas las luchas históricas de la Federación de Estudiantes5.
FECh, los tiempos anarquistas de José
Domingo Gómez Rojas, la lucha contra
la Dictadura de Ibáñez, la Reforma
Además, dentro de ese mismo contexto de reconstitución de la FECh,
Universitaria. se reconocía que los universitarios que participaron en las agrupaciones artísti-
co-culturales, deportivas y en la democratización de los centros de estudiantes
tuvieron una importante influencia en el proceso de refundación de la FECh.

Por lo tanto, la memoria es un proceso en constante actualización en el


que confluyen, para el caso del Movimiento Estudiantil, los hechos constitutivos
de la historia de la Federación de Estudiantes, los acontecimientos recientes y,
en general, su historicidad.

La memoria estudiantil, sin embargo, no se encuentra exenta de contro-


6
El suceso es preservado en su literalidad versias. Se realzan sucesos por sobre otros, existe una supresión y conserva-
“permaneciendo intransitivo y no condu- ción de recuerdos que interactúan constantemente, en un proceso de selección.
ciendo más allá de sí mismo”. TODOROV,
Se juega continua y difusamente entre el pasado y el presente, intercalándose
Tzvetan, Los abusos de la memoria. Pidós,
Barcelona, 2000, 30p una memoria literal 6 y la memoria ejemplar 7 , actuando los entrevistados, en
7
Tzvetan Todorov la define como aquella múltiples oportunidades, como una generación moral 8, la cual comprende la
en que como sujeto “sin negar la propia importancia de las reivindicaciones planteadas en los años ’80 y las proyectan a
singularidad del suceso, decido utilizarlo, tiempos actuales, dándole continuidad al movimiento.
una vez recuperado, como manifestación
entre otras de una categoría más general,
y me sirvo de él como modelo para com- Al padecer de “memoria amnésica” el actual movimiento estudiantil no
prender situaciones nuevas, con agentes es capaz de generar una identidad constante en el tiempo, por lo cual, no logra
diferentes”. Op. Cit. establecer lazos con otras realidades históricas. Esto nos permite comprender
8
TODOROV, Tzvetan. 31p los momentos cíclicos por los que fluye la memoria de los estudiantes a lo largo
ROUSSO, Henry. El duelo es imposible y
de las últimas décadas, encontrándose hoy en un largo devenir de demandas no
necesario. Entrevista por Claudia Feld, re-
vista Puentes, año 1, nº2, diciembre. 35p resueltas.

20 • Una historia por contar • Leonardo Cisternas Zamora


Experiencias metodológicas:
Del relato al Archivo Oral
Leonardo Cisternas Zamora

Nos referimos a experiencias metodológicas en tanto la experimentación nos


ha llevado a formular un modo de actuar que pese a no ser homogéneo, nos permitió
proponer una metodología tipo para la relación que entablamos entre entrevistador-en-
trevistado. Dicha correlación la comprenderemos como recíproca y retroalimentado-
ra, donde ambos poseen saberes que se expresan en un dialogo no espontaneo y,
por lo tanto, intencionado. Lo que a continuación presentamos es un resumen de las
conversaciones que, como grupo de trabajo, sostuvimos a lo largo del desarrollo de las
entrevistas, por lo tanto, no pretende ser una discusión bibliográfica ni una propuesta
acabada de métodos y herramientas de archivos orales.

Comprendemos que existen, a modo general, dos momentos en la constitución


del Archivo Oral: la entrevista y la conservación del relato. Entendemos que no es lo
mismo la historia oral que el archivo oral, si bien ambos se complementan la diferencia
fundamental es la finalidad con la que se realizan. Mientras que el primero tiene como
objetivo la investigación, el otro tiene como propósito la conservación del testimonio.
Esta aclaración si bien es bastante sucinta nos permite comprender la separación me-
todológica que existe entre nuestro trabajo, el archivo oral de la memoria del movimien-
to estudiantil, y una propuesta investigativa sobre la historia del movimiento estudiantil.

Pese a que el Archivo oral no tiene como objetivo central el análisis, la pauta de
entrevista requiere ser construida en base a una investigación preliminar. Proponemos
a continuación dos etapas previas a la formulación de la pauta:

1) el análisis bibliográfico y documental respecto al contexto en que se sitúa el


entrevistado y la información personal, vale decir, el recorrido como dirigente
o estudiante en la universidad. Esta etapa, en ocasiones, fue problemática,
en tanto la información biográfica de ciertos entrevistados no se encontraba
disponible. Ya sea porque los autores no las han considerado para la consti-
tución de sus libros o no hay fuentes en que se mencionen aspectos de su
vida. Los registros documentales que preferentemente utilizamos para rea-
lizar nuestra pauta de entrevista fueron las fuentes del Archivo y Centro de
Documentación FECh y periódicos de la época.

• Experiencias metodológicas • Leonardo Cisternas Zamora 23


2) Reunión previa con el entrevistado. En base a la información bibliográfi-
ca y documental recaba construimos un panorama general del contexto y
biografía del entrevistado, por lo cual nos encontrábamos en condiciones
de generar un dialogo que nos permitiese terminar de construir la pauta
de entrevista. Al entrevistado le presentábamos el proyecto, las condi-
ciones y el modo de grabación para, posteriormente, dejar que la conver-
sación fluyera. El propósito no era intencionar a que nos entregasen por
adelantado el relato, por el contrario, solo tenía como fin que nos otorgase
percepciones aproximativas.

La pauta de entrevista fue de carácter semiestructurado, es decir, propu-


simos temas generales con el fin de intervenir lo mínimo posible en el relato. Sin
embargo, comprendíamos la necesidad de que ciertos puntos fueran abordados,
para lo cual generamos subtemas los cuales eran consultados sólo en el caso que
el entrevistador no llegase a dichas particularidades. Se intentaron homogenizar los
temas de los 7 entrevistados, no obstante, existían singularidades que matizaban
los subtemas. Además cada entrevistado puso énfasis en algún hito por sobre otro,
lo que significó que el relato fuese construido por el entrevistado, siendo la pauta
una mera herramienta de apoyo.

Debemos aclarar que existieron dos niveles bajo los cuales fueron vistos
los testimonios. Primero, entendiendo la necesidad de entregar puntos de referen-
cia base al usuario que posteriormente visitará el archivo, aspiramos a que el en-
trevistado respondiera preguntas que consideramos fundamentales. Un siguiente
nivel fue el relato personal, la percepción e interpretación que cada entrevistado
daba a los hechos, en dicha capa pretendíamos que aflorara la subjetividad del
testimonio. El objetivo era interrelacionar ambos niveles, sin darle prioridad a uno
por sobre el otro, sino que fuese un constante dialogo entre la memoria individual y
la memoria colectiva del movimiento estudiantil

Otro aspecto importante, además de la relación entrevistado-entrevistador,


fue el registro. Las limitantes técnicas son un elemento a considerar al momento de
realizar una entrevista, lo que generaba inevitablemente la siguiente interrogante
¿somos un archivo con registro oral o audiovisual? Si somos un archivo audiovisual
¿Cuáles serán los mecanismos de grabación más adecuados? ¿Qué función debe
cumplir el camarógrafo? ¿Qué y cómo se debe registrar? Mentiríamos si propusié-
ramos un mecanismo adecuado de grabación, ya que aún no clarificamos el modo
idóneo para conservar el registro.

24
Algo si tenemos claro, la utilización herramientas audiovisuales debe in-
tervenir lo mínimo posible en el testimonio. Comprendemos la importancia de las
expresiones corporales y gestuales de cada uno de los entrevistados, de ahí que
el archivo se proyecte en formato audiovisual, no obstante, somos conscientes que
dicho modo de grabar interviene en el relato oral. Un desafío a futuro es lograr re-
gistrar de la forma menos intimidante posible los testimonios.

Otras apuestas importantes a largo plazo son la creación/adaptación de


instrumentos de descripción y un catálogo que se encuentre a disposición de los
usuarios. A nivel nacional hay experiencias, como la de Londres 38, destinadas a
la descripción de los registros orales mediante la norma ISAD-G, las cuales toma-
remos en consideración en un futuro próximo. Además debemos generar las condi-
ciones de acceso y reproducción de los testimonios. Lo anterior es fundamental
para que los testimonios pasen a formar parte del Archivo Oral de la Memoria del
Movimiento Estudiantil

• Experiencias metodológicas • Leonardo Cisternas Zamora 25


testigos
de un periodo
Año de ingreso: 1976
Carrera: Servicio Social
Militancia Política: Juventudes Comunistas

(Patricia
_ _ _ Torres
_ _ )
El Pedagógico
“En el Pedagógico, en particular, en todo ese Campus,
que tenía 5 Facultades, existía una Oficina de la CNI
al interior que según su rol era la administración de los
La Universidad de Chile campus comunes (…) No podías tú quedarte ni un rato
en ninguna parte. No podías juntarte con más de tres
intervenida personas al interior de la Universidad”.
“La Facultad de Ciencias Humanas
recibió bastantes alumnos sobre todo
“Era un ambiente bien hostil para poder estudiar y estar
de la carrera de Ciencias Políticas (…)
tranquilos. Ahora, las personas que no participábamos
Y teníamos alumnos que venían con la
políticamente, probablemente no notábamos todo este
experiencia anterior al 73 (…) Yo era
ambiente que existía con personas que venían de años
mechona el 76, pero existían gente
anteriores (…) Desaparecían estudiantes de la misma
que estaba, que venía desde antes del
sala de clases, los sacaban de ahí, no volvían nunca
golpe, por lo tanto pudimos convivir en
más y nadie sabía nunca nada más de ellos”.
un ambiente o conocer lo que existía
antes (…) Y, por lo tanto, hacernos una
idea de lo que se estaba perdiendo has-

niversidades
ta ese instante, porque era una Universi-
eU
dad totalmente intervenida (…) Nosotros
entrábamos a clases con guardias. Yo
Ley General d o , querían dar
una aparente
o r u n la d nte débil el
que, p suficienteme
creo que eran agentes de la CNI (…) e n ese proceso e r lo
“E st a b a n que rí a n te n las Universi-
Recuerdo algunos que d , p ero también r e ste golpe a
no rm a lid a
ara p o d e r d a e Chile, que
estaban armados”.
vi m ie n to estudiantil p u la r a la U niversidad d
m o partic
eneral, y en
dades, en g co n e sta reforma”.
“Y lo que estaba pasando eran cosas á s a fectada e
fu e la m y yo digo qu
complicadas. Estábamos hablando de
n o s fu e e ntrampando o lo q u e
ue and
gente que desaparecía, que estaban iscusión la q amos visualiz
“Fue esta d orqu e n o e st á b
os la p e le a ,
siendo sancionados. De Presidentes
o s fu e e n tr ampando, p ce so (… ) Nosotros dim ue fue la
n ro
que no los dejaban matricularse. De s de todo est
ep ente por la q
estaba detrá p a ro . F undamentalm el caso nue
s-
una serie de temas y profesores que a hicim o s agógico en
dimos la pele rior, sobre todo del Ped
los estaban echando por situaciones inte
represión al
políticas (…) en fin había una serie de ron
tro”. me empeza
arbitrariedades
p lic a d o , p orque a mi o re ci é na
ento más co
m atad
“Fue el mom e se g u ri d a d y habían m e d u ra nte
d rm
organismos que esconde
a buscar los ia ntes. En to n ce s, tu ve
é , porque m e to m a-
lo s e st u d yo lle g u
uno de s, cuando ndo volví ya
mpo. Entonce iné en la cárcel (…) Cua
todo ese tie ) en fin te rm b a todo tomado
con
te n id a (… g io . E st a
ron de Pedagó
no existía el
no estaba, ya
militares.

• Testigos de un periodo • Patricia Torres 29


LA FECECh y la
democratización de los
˜ del despertar del movimiento
1978: ano Centros de Alumnos
estudiantil “Generó la discusión. Genero una discu-
sión bastante grande si participábamos o
“El año 78 se descubrieron los cuerpos en Lonquén (…) no participábamos en una instancia que
Y esto impactó bastante, porque creo que fueron los no nos representaba, que no era demo-
primeros detenidos desaparecidos que se encontraron crática, que era impuesta (…) Hubo una
en los hornos”. situación de momentos bastante tensos
entre aquellos que querían participar y
“Los rectores delegados empezaron a tomar algunas los que no querían participar”.
iniciativas para empezar a cobrar en las Universidades
(…) El cobro significó que varios tomáramos esa consi- “No teníamos ninguna otra posibilidad
gna de los problemas, porque había problemas reales y que ocupar los espacios que ellos mis-
que fue muy sentida por parte de los estudiantes”. mos daban”.

“El año 78 hubo una primera manifestación contra el


gobierno militar en el Pedagógico. Se hizo una marcha
al interior del Campus, donde marchamos detrás de
La Oficina de los “sapos”
“Clausuramos la oficina de los sapos, se
una bandera negra, chilena, a media asta por todos los
les tiró huevo podrido… Hicimos cosas
caídos del 73”.
que nos agradaron bastante. Sobre todo
desquitarse con este tipo de sujetos”.
“Fue como un destape, por todos estos problemas
económicos y junto con eso estaban apareciendo las
primeras instancias de la ACU”.
La represión
“Yo creo que para los que participamos nos quedó una “Muchos de nosotros encarcelados, tor-
muy buena experiencia de haber dado una pelea en turados, presos… qué sé yo, relegado.
condiciones bastante difíciles, difíciles tanto en términos Nos desarmaron. Nos desarmaron con
de organización, de cómo nos teníamos que comunicar, toda esta cuestión de la represión. (…)
porque las reivindicaciones estaban más o menos cla- Había una serie de arbitrariedades que
ras. El problema era cómo las expresábamos en un es- yo recuerdo del Pedagógico, pero tam-
pacio donde estaba la represión en forma muy abierta”. bién pasaba en otras Facultades. O sea
estamos hablando de Premios nacio-
nales que estaban echando”.

30
La ACU
“Uno ve los diarios de la época, este tal
Eduardo Silva, nos plantea que so-
mos todos, que estamos defendiendo,
porque habían tomado algunos di-
rigentes de la ACU detenidos, que eran
muy bien detenidos, porque eran una
Agrupación Comunista (…) de ese estilo
era el ambiente en que uno trabajaba”. Las continuidades
“La ACU, para la mayoría de los estu-
del movimiento estudiantil
diantes, fue un espacio de liberación,
“Una muestra de que ellos tenían el poder
de alegría, de volver a pensar en creer
(los estudiantes) y que podían terminar con
en algo, es pensar que es posible algo
toda las iniciativas. Y eso significó que los
después de tanta oscuridad y de tanta
estudiantes lo hicieran en las peores condi-
cosa terrible.
ciones (…) ACU, Centros de Alumnos, lo que
fuese, la expresión que fuese, para mi todo
eso es FECh”.
Su detención
“Estábamos haciendo una huelga de
hambre fundamentalmente en contra de
las expulsiones y pidiendo que nos rein-
corporaran a la Universidad (…) éramos
varios alumnos, éramos como 10 que es-
tábamos en eso, pero 4 fuimos acusados
de un decreto de Pinochet (…) donde
nos acusaban de ser peligrosos para la
sociedad y que, por lo tanto, nos iban a
encarcelar o nos iban a expulsar del país
(…) y eso significó estar un tiempo en la
cárcel y salir y después firmar en la Fis-
calía Militar (…) durante todos estos años
y me condenan recién el año 90 (…) a un
año y medio de firma remitida. Entonces,
yo estuve en plena democracia”.

• Testigos de un periodo • Patricia Torres 31


( _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ )
Agrupación cultural universitaria

Jorge Rozas, primer Presidente


Remis Ramos, fotógrafo
Juan Carlos Cárdenas, diseñador de
aFIches y colaborador en La Ciruela

32 Prologue •
{
La Universidad de Chile intervenida dos los que tenía. Tenía como cuarenta y se quedó uno
(…) En Física, se quedaron tres o cuatro académicos. Y
El golpe militar en Antumapu los que más quedaron fue en Biología. Pero la migración
Juan Carlos Cárdenas:
también fue muy grande”.
“Nosotros volvimos como 15 días des-
pués a la Facultad para ver qué había
pasado y de la entrada habían militares, La Facultad de Ingeniería
interventores… Había un teniente como Jorge Rozas:
decano. Hay una situación de represión “La Facultad de Ingeniería tenía fuerte presencia políti-
muy violenta y después se estabiliza ca, fuerte actividad política, de todos los sectores, tanto
el control y dicen: ‘Ahora la vida puede de la derecha como de la izquierda (…) Nunca tuvimos
volver’. Y nosotros, después, tuvimos que pedir autorización ni nunca vimos que alguien
que ser interrogados por un fiscal para pasara mirándonos feo y nos quedábamos hasta que
preguntarnos cuál era nuestro rol, oscureciera”.
militancia… Y después de un periodo
de casi un año empezó a haber una
recepción de los que habían sido, como
Orígenes y expansión de la ACU
Jorge Rozas
te diría, puestos fuera de la Universidad.
“Es una carta que está por ahí. Es una carta en que se
Y ahí nosotros volvimos. Bajo la amena-
invita a los grupos a participar y responden los que res-
za de a la primera pa’ fuera, a la primera
ponden (…) Y ahí nos pusimos a conversar y pá, pá, pá,
pa’ dentro o a la primera chao (…) Y
empezamos (…) La idea tampoco fue de armar una or-
también el militar que estaba ahí habló
ganización. Eso es algo que se fue dando en la práctica”.
sobre la patria, habló sobre la construc-
“La espontaneidad, pero que no es una espontaneidad
ción de un nuevo país que se nos invi-
inocente. En su origen es estrictamente político, pero el
taba a ser parte de ellos, una cuestión
desarrollo de este se va dando con los actores que van
muy así, muy… Facha. Y nosotros des-
llegando y sale lo que sale. Ya. No está dibujado este
de ese momento dijimos vamos a entrar
mono”.
a la pelea al tiro. Entonces, desde ese
“Fuimos un monstruo que creció mucho y, entonces, no
mismo momento, empezó el proceso de
se podía manejar”.
reorganización. Fue muy interesante,
porque no se dejó ni un día de pelear”.
Juan Carlos Cárdenas
“Entonces, la ACU lo que hizo fue articular estas iniciati-
La Facultad de Ciencias vas que estaban dispersas y a nivel muy local en las Fa-
Remis Ramos: cultades. Y eso le dio un poder enorme… de diversidad,
“La Facultad de Ciencias en particular de creatividad y, también, de que se compartían riesgos
fue una Facultad que, si bien fue muy (…) La base de todo este proceso fueron los talleres que
reprimida, en términos de resultados la adoptaban la forma más diversa posible y, sobre todo,
forma fue el exilio voluntario de la gran eran una expresión bastante democrática, la gente tenía
mayoría de los académicos (…) Matemá- plena libertad”.
ticas se quedó con un académico de to-

• Testigos de un periodo • Agrupación cultural universitaria 33


Jorge Rozas
Remis Ramos “Nosotros, particularmente, teníamos una relación con
“Funcionó también como cuando se el Decano muy estrecha (…) Incluso nos pasó plata
rompe un termómetro de mercurio y para comprar cosas, nos asignó un cuarto en el edificio
quedan los pedacitos dando vuelta. Em- central que era manejada por nosotros”
piezan algunas a empujar un poquito y
¡chum! Y se junta una barrita de mercu- Remis Ramos
rio con otra y forman una más grande. “Hablamos con el Decano de Ciencias Humanas, Mario
Yo creo que la ACU tuvo mucho de eso, Ciudad, y él nos recibió bien (…) Nos sentamos frente a él
porque, después del golpe, se genera- y le dijimos. Somos de la ACU. Y ahí el tipo se puso al tiro
ron muchas islas y pequeñas islas (…) en posición de guardia. Y después dijo: ‘Pero ustedes tie-
Yo era una de esas islas, donde miraba nen que reconocer que la ACU no existe’. Entonces, yo le
por todas partes donde insertarme (…) dije: “Claro. Pero usted tiene que reconocer que estamos
Y llego a Santiago sin conocer a na- aquí sentados frente a usted”. Bueno, dijo. En realidad,
die (…) Entonces, cualquier cosa de pueden hacer la actividad finalmente, pero sin nombrar a
estas (…) de una actividad, la paloma la ACU en ninguna parte. Y ahí se generó ¡pum! toda una
encarcelada, eran señales. Entonces, línea de acción (…) que fue muy potente. Por ahí hay una
uno decía. Aquí están (…) Entonces, Ciruela que aparece la palabra ACU borrada”.
uno tenía que ir a esa actividad, porque
sabía que ahí pasaba algo”.
Política y cultura
Jorge Rozas
Relación con las “No puede resultar extraño ni raro eso, porque la historia
de la izquierda ha estado siempre matizada y acom-
autoridades pañada por las expresiones artísticas. Por lo mismo los
Juan Carlos Cárdenas
mayores exponentes que tenemos, en cantidad y en
“En este proceso, también hubo apoyo
calidad, es gente que fue de izquierda”.
desde dentro del sistema (…) Hay
dos personas. Eduardo Anguita 9 , que
Juan Carlos Cárdenas
posibilitó que ustedes fueran el elemen-
“De repente se ve como la instrumentalización de la
to que recibiera y fuera la plataforma
actividad cultural para permitir la reorganización estu-
de este proceso. Y también Fernando
diantil y política, lo cual es, en cierta forma, verdad. Pero
Valenzuela. Él era demócrata cristiana
también había una percepción del rol potente que tenía
y jugó un papel muy importante, porque
9
En reali- la actividad cultural. También, como una contribución
estaba, curiosamente, a cargo de la
dad, se trata a una reflexión crítica a lo que estaba sucediendo ahí,
Vicerrectoría de Comunicaciones, que
de Claudio a recuperar espacios, a recuperar un mundo colectivo
Anguita, tenía que ver con las actividades que se
que había sido destruido o que se estaba destruyendo.
decano de estaban proponiendo.
la Facultad de Ciencias Físicas y Ma- También, la reacción de volver a generar vida cultural
temáticas de la Universidad de Chile en una situación de mucho oscurantismo. Siempre hubo
una visión de la cultura per sé, vinculada con una visión
democratizadora”.

34
“En lo cultural, era defender y, también, volver a recupe-
rar sentido de identidad que estaba siendo destruido en
ese momento por la dictadura (...) Entonces la cultura
per sé era confrontacional con el modelo de la dictadura, La ACU y el movimiento
pero eso era hecho de manera muy sutil, muy inte-
ligente, irónico, con humor (…) Entonces, generar las estudiantil
condiciones para que la gente compartiera, conversara, Jorge Rozas
era lo más político en ese momento”. “Nosotros no podemos dejar de recono-
cer-nos en eso como con un papel muy
importante en lo que fue el desarrollo de
La relación con la FECECh la actividad. Nos tocó ese minuto. Fui-
Juan Carlos Cárdenas mos exitosos en ese sentido. Y permitió
“Toda la parafernalia y el sistema que había armado la el desarrollo de lo que vino, de la FECh,
dictadura y que estaba la Federación de Centros de Es- propiamente”.
tudiantes de la Universidad de Chile, la FECECh, que la “Nosotros somos producto de lo que
dictadura intentaba que fuera el único espacio donde se se produjo el 12 de septiembre, el 13
canalizara todo eso, jamás pudo impedir ni neutralizar a de septiembre, porque el 12 estába-
la ACU (…) Estaba prohibido nombrar a la ACU, porque mos guardados (…) Yo y Juan Carlos
era una organización ilegal, de hecho. Y, de hecho, éra- estábamos previamente en la Univer-
mos de hecho”. sidad. Entonces, tenemos una natural
“Derrotamos, plenamente a la institucionalidad de la Uni- continuidad (…) Sin pretender arro-
versidad que había instalado la dictadura. Jamás pudo garse también papeles históricos, tam-
contenernos ni tampoco entendernos”. poco, podemos dejar de reconocer en lo
que nosotros hicimos, pero que somos
Significado histórico de la ACU el producto de otra gente que trabajó
Juan Carlos Cárdenas (...) Cada uno en su Facultad cree que
“Volar. Sobrevivir (…) Y dos, reforzar ciertas visiones fue el primero que hizo algo, porque
que uno tenía previo al golpe militar. La ACU fue una como estábamos tan desconectados no
experiencia única, irrepetible, de una calidad. Y también sabíamos lo que ocurría al lado”.
yo creo que la ACU contiene una cantidad de lecciones
y señales que nos son útiles hoy día. Cuando empeza- Remis Ramos:
mos a revisar, ponte, La Ciruela es sorprendente. Verlas “Yo veo una continuidad entre los cire-
con los ojos de hoy día es sorprendente naicos, los goliardos, los hippies y la
“Una revisión de la ACU, yo creo que va a permitir ACU”.
percibir que hay muchos elementos que siguen siendo
muy válidos hasta el día de hoy en una lucha por la
real democratización del país que es algo que no se ha
logrado”.

• Testigos de un periodo • Agrupación cultural universitaria 35


Año de ingreso: 1979
Carrera: Derecho
Militancia Política: Democracia Cristiana
Universitaria

(Yerko
_ _ Ljubetic
_ _ Godoy
_ _ )
La Universidad de Chile intervenida
“Lo que me tocó ver a mi, y probablemente a toda la gente de aquella generación
fue una Chile donde había un ambiente que reflejaba una época post-represión
más dura. Esto variaba de acuerdo a las Facultades (…) Pero, en general, yo diría
que el ambiente era un ambiente de bastante temor y aprehensión. Mucha des-
confianza. No se llegaba y hablaba con cualquiera (…) Había una cierta prudencia
en establecer lazos (…) Éramos todos jóvenes que nos había tocado vivir ya hace
pocos años atrás el tema del golpe militar (…) La Universidad, evidentemente,
no escapaba a eso. Era un lugar donde había un ambiente opresivo, de bastante
temor, de bastante desconfianza (…) Yo lo asocio siempre con una imagen gris y
oscura (…) Un cierto temor ambiental”.
Facultad de Derecho
“Las autoridades de la época en la Facultad eran autoridades con
mucho poder. A mí me tocó vivir la época de Hugo Rosende, que
luego fue ministro de Justicia de la dictadura (...) Esto era un feudo

{
que él quería manejar con la mayor tranquilidad posible (…) Debe
haber ocurrido muy rara vez que Carabineros ingresara a la Facultad.
Nos tapaban a bombas lacrimógenas desde fuera hacia dentro (…)
La presencia del propio Rosende impedía que ellos actuaran en la
Facultad de Derecho como actuaban impunemente en el Pedagógico
de Macul o en muchos otros lugares”.
Influencia de generaciones anteriores
“Creo que lo que hizo esa gente de la época, una época muy dura, los que pu-
dieron desplegar una actividad democrática y opositora en la Universidad, consti-
tuyeron elementos sobre los cuales nosotros íbamos a poder trabajar después con
mayor intensidad y con otros resultados”.
“Estoy pensando en la gente de la ACU, en los dirigentes de los primeros centros
de alumnos del Pedagógico, como Patty Torres y otra gente, que eran genera-
ciones anteriores a la nuestra, que les tocó vivir con mayor intensidad la represión,
por época y por lugares donde ellos se desenvolvían, pero que se constituyeron
en puntos de referencia para lo que iba a venir después, en todo sentido”
Rol de las publicaciones
“La tarea de generar un solo boletín de cualquier naturaleza, era una tarea épica
desde el punto de vista técnico y desde el punto de vista de la seguridad. Entonces,
cuando esto circulaba, cualquiera fuera, era un elemento que era bueno para el
ánimo, que era bueno para que circulara la información y que circularan las tesis
políticas”.

• Testigos de un periodo • Yerko Ljubetic 37


La FECECh
“A la FECECh nadie se la tomó muy en serio nunca. Era evidente que, como
decíamos nosotros en aquella época, era una Federación para representar al
régimen ante los estudiantes y no de los estudiantes ante el régimen (…) Es un
adelanto, un experimento del binominal. Yo siempre he sostenido la tesis de que
el gremialismo, que tenía muy poca presencia, siempre tuvo poca presencia en
la Chile, una de las cosas que hizo fue hacer un experimento de lo que después
iban a aplicar por el sistema político que era el binominal”.
Ley General de Universidades de 1981
“Fue un golpe durísimo. De esos que te dejan en el sue-
lo durante un buen rato”.
Reflujo y auge del movimiento estudiantil
“Yo creo que el 81 y el 82 fueron años duros en esa línea y hubo que
trabajar mucho para recomponer fuerzas y llegar y subirse al carro del 83
de las movilizaciones que después vinieron en el contexto de la crisis y las
protestas nacionales. Ahí había un movimiento estudiantil parado y a la
altura de los desafíos que teníamos como Universidad y como país”.
Democratización de los Centros de Alumnos
“Había que hacerle entender a la dictadura y a sus representantes
en la Universidad que este sistema, así como estaba, nosotros los
repudiábamos y lo íbamos a reventar y que esta situación la íbamos
a mantener mientras no se democratizara esto en términos reales”.
La muerte de la FECECh
“Por esa misma época se logra democratizar Ingeniería y Medici-
na y ya estábamos. Y marchamos a la FECECh para físicamente
terminar con ella. Me acuerdo que marchamos de la Escuela de
Derecho. Había un contingente que nos estaba esperando. Se
defendieron. Pudimos entrar. Tuvimos un diálogo activo. Combos
pa’ allá. Patás pa’ acá”.
“Tenían un local en Santa Lucía que les había pasado la Universi-
dad (…) Allí decretamos la muerte de la FECECh. Les dijimos: ‘la
FECECH se acabó. Lo que viene es que los estudiantes de la Uni-
versidad de Chile decidan qué organización los va a representar’”.
Partidos políticos y debates del movimiento estudiantil
“No es lo mismo hablar de los partidos en todos los casos, porque lo que era bien admirable en
el caso de la Democracia Cristiana Universitaria –y en el caso de parte importante de la Juventud
Socialista– era que desarrollaron un nivel de autonomía respecto de sus estructuras partidistas muy
destacable”.
“El clásico tema era si los demócratas cristianos podían ir con los comunistas o no o el tema de la
unidad y las formas de lucha. Esas son cuestiones que resolvimos bastante por fuera de las defini-
ciones formales de la DC en su época”.
38
Rol de la Fech en las jornadas de protestas nacionales de 1983
“La movilización tenía un esquema que era como bastante reiterativo. El día eran los
estudiantes (…) y en la noche era poblacional”.
Asamblea Constituyente
“Fue una experiencia increíble, porque fue extraordi-
nariamente participativa (…) Fue un gran número. No
recuerdo con precisión, pero fueron como 300 delega-
dos (…) De una heterogeneidad muy enriquecedora y
sorprendentemente, esa instancia tan heterogénea fue
capaz de llegar a acuerdos en casi la totalidad de los
que serían los estatutos de la Federación (…) una de
ellas era el nombre”.
La refundación de la FECh
“El proceso de refundación de la FECh fue un proce-
so marcadamente unitario. La Fech misma fue una
expresión unitaria de una generación que supo poner
por delante el imperativo de unirnos a los dramáticos
problemas que vivía la Universidad y que vivía el país
por sobre las diferencias que había entre nosotros”.
Elecciones de 1984
“A diferencia de la generalidad de las elecciones de centros de alum-
nos, ésta era absolutamente antisistémica. Esto era por fuera y al mar-
gen no sólo de la legalidad, sino que a contrapelo totalmente de lo que
era la dictadura tanto a nivel político país”.
El significado histórico de la FECh
“Que se llamara FECH tenía que ver con la recuperación de nuestra
historia, pero también con una visión crítica de la historia. Nosotros
éramos explícitos en nuestra idea de que la FECh que queríamos era
una FECh de estos tiempos, de los que estábamos viviendo. Estábamos
conscientes de que la FECh del 73 había incurrido en debilidades y en
las deficiencias que caracterizaron a las instituciones en aquellos años y
que generaron condiciones que facilitaron finalmente el golpe”.
“No queríamos aparecer como que simplemente lo que venía aquí era
simplemente que la misma FECh del 73 se recuperaba 10 u 11 años
después. Es la misma FECh, porque es la FECh de la historia de Chile,
pero no es la misma FECh, porque es la de los nuevos tiempos y que
tiene que responder a los desafíos de que en Chile hay una dictadura”.
“La FECH tenía un contenido simbólico súper relevante. Cuando no-
sotros nos presentábamos como dirigentes de la FECh. Incluso en otras
universidades nos miraban como parte de la historia”.
• Testigos de un periodo • Yerko Ljubetic 39
(Ricardo
_ _ Brodsky
_ _ Baudet
_ _ )

Año de Ingreso: 1976


Carrera: Licenciatura en Literatura
Militancia Política: MAPU / Convergencia
Socialista Universitaria
Rol de las publicaciones
“Juegan un rol muy importante. Nosotros en la Escuela de
Literatura sacamos una revista que se llamaba Letras, un
La Universidad de Chile in- nombre totalmente neutral y en esta revista básicamente
tervenida publicábamos poesía, reportajes, cuentos de los propios
“Ingresamos al Pedagógico que era alumnos del Pedagógico”.
un lugar sumamente intervenido por el “También fue muy importante dentro de las publicaciones,
sistema represivo (…) Todavía estaban las publicaciones que hacían memoria respecto a la organi-
muy presentes historias que habían zación estudiantil y lo que eran las luchas estudiantiles en
ocurrido dentro del Pedagógico: la el pasado. Nosotros mismos publicamos una historia de los
expulsión de muchos alumnos (…) El orígenes de la FECh en los años 20, donde reivindicába-
clima del Pedagógico era un clima de mos las figuras de la FECh como José Domingo Gómez
mucha represión. Había incluso una ofi- Rojas, pero sobre todo reivindicábamos que la organiza-
cina interna donde estaban los agentes ción estudiantil tenía una tradición de lucha libertaria y, por
de la Dina organizados como una red lo tanto, no era posible aceptar una organización como la
de soplonaje, pero funcionaban abierta- FECECh que era manipulada por la dictadura”.
mente en los patios y se paseaban con Valor y significado de la ACU
absoluta libertad”. “Fue muy importante. Yo diría que fue fundamental. Tiene
que ver con este que te decía de las memorias. O sea, de
La Oficina de la DINA alguna manera, en un país sometido a una dictadura tan
“Creo que se llamaba de coordinación brutal como fue la de Pinochet, por lo menos hasta el año
y habían siempre ahí unos personajes 78 u 80, yo te diría que reivindicar una cultura popular, una
extraños de gafas negras, un poco cultura vinculada a ciertos valores (…) era un gesto, por un
como las caricaturas de Rufino. O sea lado, de oposición a la cultura oficial y, por otro lado, de me-
personajes que no había manera de moria respecto a .lo que había sido el movimiento popular
equivocarse respecto de ellos y estaban en Chile que era algo negado por la dictadura”.
siempre dando vueltas, escuchando “Todo ese movimiento cultural que representó la ACU fue un
conversaciones, tomando fotografías de movimiento que permitió, yo diría, poner de pie al movi-
los estudiantes, cuando nos reuníamos miento estudiantil”.
en grupos de más de cuatro o cinco Democratización de los Centros de Alumnos
(…) En fin, había siempre una política “Nosotros logramos organizarnos en el Pedagógico para ele-
de amedrentamiento (…) Con el paso gir prácticamente el 100% de los representantes de cursos
del tiempo, los estudiantes le fuimos como estudiantes opositores, en base a eso después pudi-
perdiendo miedo a esta Oficina y al final mos elegir presidentes del centro de alumnos y ahí tuvimos
éramos nosotros los que les tomábamos el control de todos los centros de alumnos”.
fotografías a ellos para tener nuestros “Entonces esto es un movimiento continuo. O sea, de
propios registros de quiénes eran los alguna manera, lo que empieza como las primeras expre-
soplones dentro del Pedagógico”. siones –más ingenuas si se quiere– están a la base de un
proceso de recuperación de centros de alumnos que se
produce en los años 79, 80, por ahí”.

• Testigos de un periodo • Ricardo Brodsky 41


Rol de la FECh en las jorna-
La FECECh
“Un rechazo muy claro a esta idea de una Federación das nacionales de protesta
cooptada por una rectoría militar (…) Era como una “El año 83, cuando se produce un
extensión más de la dictadura (…) Nunca lo aceptamos, primer llamado a la protesta nacio-
por lo menos en el Pedagógico que era el lugar más nal que lo hace la Confederación de
de punta. Nunca se aceptó la idea de participar en la Trabajadores del Cobre con Rodolfo
FECECh, lo que se aceptó fueron los mínimos espacios Seguel a la cabeza, los estudiantes
que esta ofrecía para poder elegir y construir una orga- responden masivamente y se rearticulan
nización estudiantil y para lograr sacar algunas revistas” de una manera muy explosiva”

Ley General de Universidades de 1981 Rol de los partidos políticos


“La Ley General de Universidades y la división de la “Fue compleja. Siempre es compleja la
Universidad de Chile, la separación del propio Pedagó- relación (…) Yo te diría que había una
gico de la Universidad de Chile fue la respuesta de la premisa básica y es que los estudiantes
dictadura a un movimiento estudiantil que había adquiri- que estábamos en contra de la dictadu-
do una gran fuerza en el año 79. De hecho nosotros, el ra formábamos un bloque y sabíamos
Pedagógico, estuvimos en huelga, paralizado, durante que teníamos que estar unidos para
casi dos meses en esos años, protestando contra la enfrentar a los representantes de la
violación de los derechos humanos, contra el financia- dictadura (…) Esto fue claramente el
miento universitario, contra la oficina de la DINA dentro espíritu del año 83, 84 e, incluso, 85”.
del Pedagógico.
Debates internos del movi-
Auge y reflujo del movimiento estudiantil miento estudiantil
“En algún momento, creo que el año 79, este movimien- “Dentro de la izquierda había clara-
to se expandió bastante hacia otras sedes. De hecho, mente dos bloques. Un bloque era el
las características de este movimiento en otras sedes MDP (los comunistas, los socialistas
eran muy similares, en el sentido de que tenían revistas, de Almeyda , el MIR) y otro bloque, el
tenían organización estudiantil. De manera que se fue Bloque Socialista (socialistas que no
generando una cierta inspiración común, llamémoslo eran de Almeyda, los MAPU y la Izquier-
así, en todo el movimiento estudiantil de la Universidad da Cristiana y otros grupos). Estos dos
de Chile”. grupos se confrontaban (…) La posición
“Empieza un largo proceso, un cierto reflujo -digámoslo del MDP era siempre salir a la calle, en-
así- que dura, por lo menos, un par de año, 81 82 son frentarse con los Carabineros, buscar el
años donde hay pequeñas victorias en algunos lugares choque, la nuestra era generar procesos
en el sentido de que se logra ganar centros de alumnos, amplios y participativos donde la gente
pero es un movimiento que no tiene mayor impacto. se pudiera sumar, opinara, aunque fue-
ran mucho menos radicales”.

42
Asamblea Constituyente Derechos Humanos
“En la Asamblea Constituyente estaban “Había como una declaración de principios que reivindi-
todos. O sea, estaba desde Patria y Li- caba la plena vigencia de los derechos humanos, de la
bertad hasta el MIR y todos convergien- democracia. Pero era algo un poco abstracto. No era la
do en construir una nueva organización temática que movilizaba. Lo que movilizaba la reivindicación
estudiantil (…) Eso fue muy importante democrática, o sea contra la dictadura, y la reivindicación
para que después la FECh pudiera ele- por la autonomía universitaria. Esas eran las dos grandes
gir una directiva y esa directiva gozara banderas”.
de una amplísima legitimidad”
La Derecha Refundación de la FECh
“Se constituyó una comisión electoral y un TRICEL y se
“Dentro de la Universidad de Chile había convocó a elecciones. Se desató una campaña que fue bien
dos grupos importantes de la Derecha. curiosa, porque por primera vez quizá en Chile se hacía una
Un grupo era el que venía manejando la elección democrática (…) con asambleas, como debates,
FECECh, que era un grupo gremialista, con propaganda en afiches, en fin, como si estuviéramos
lo que hoy es la UDI, y otro grupo que en democracia. Fue muy raro, porque estábamos en plena
era de una derecha que se planteaba dictadura, pero de alguna manera la Universidad se convir-
más democrática, partidaria de crear tió en un espacio de libertad”.
una organización estudiantil y que se
planteaba partidaria de terminar con Celebración de las elecciones de 1984
la intervención militar de las Universi- “La lista nuestra que era la lista opositora a la dictadura
dades, que era la Juventud de lo que ganó, no me acuerdo por cuanto, pero por una amplísima
fue en esa época la Unión Nacional, mayoría y dentro de eso Yerko, Gonzalo y yo obtuvimos las
que después devino en la Renovación tres primera mayorías, en ese orden. Me acuerdo que cele-
Nacional”. bramos esto en un acto en la Escuela de Ingeniera, la que
llegó las Fuerzas Especiales de Carabineros. Y se instala-
ron fuera del Campus. Y nosotros nos manteníamos dentro
Patria y Libertad del Campus en una Asamblea animada por Sol y Lluvia. Y
“Nadie conversó con ellos antes. Ellos cantábamos: ‘Y va a caer y va a caer’, mientras los Carabi-
eligieron unos representantes. Unos neros nos disparaban gases hacia dentro”.
poquitos, que básicamente, si mal no Persecuciones
recuerdo, eran estudiantes de la Escue- “A mí me estuvieron buscando durante varios meses (…) La
la de Derecho y que era gente que se Corte acogió un recurso de ampara que pusieron a mi favor
planteaba, un poco, ideológicamente, y me dictaron protección policial. Entonces, yo tenía una
desde una perspectiva corporativista, situación muy particular. Y era que yo vivía en un departa-
fascista. Ellos levantaron sus ideas, mento, tenía un Carabinero resguardándome la puerta y
que eran muy minoritarias (…) Las tenía el departamento del frente que lo había arrendado la
posiciones de estos grupos de Patria y CNI para vigilarme. Entonces, era un carabinero vigilando
Libertad era yo te diría casi folclóricas. que la CNI no me tomara preso. Era una cuestión realmente
No eran representativas de un grupo muy curiosa”.
importante de estudiantes”.

• Testigos de un periodo • Ricardo Brodsky 43


Año de Ingreso: 1980
Carreras: Agronomía y Licenciatura en Literatura
Militancia: Juventudes Comunistas

( Gonzalo
_ _ _ Rovira
_ _ Soto_ )
La Universidad de Chile in-
tervenida Democratización de los Centros de Alumnos
“Era muy distinto la Escuela de Agro- “Cuando el año 83 nos dimos cuenta que estábamos en
nomía que la Escuela de Filosofía condiciones de democratizar la mayor parte de las facul-
(…) La Escuela de Agronomía era un tades, fue un proceso muy rápido, muy rápido, en que
centro de la CNI, centro de entrena- comprendimos que la democratización de Medicina y la de-
miento en que probaban cuadros de mocratización de Ingeniería eran las piezas claves, desde
ellos para infiltrar el movimiento estu- el punto de vista técnico y del poder”.
diantil (…) A mí me hizo clases uno de
los tipos que estuvo en el comando de
1
Se refiere a los asesinos del general Schneider 1 , El fin de la FECECh
René Schneider,
que había sido indultado”. “Fui con Yerko a la FECECh y él fue tremendamente digno.
comandante en Les dijo lo que nosotros pensábamos, que había que
Jefe del Ejército “El mundo de la Facultad de Filosofía
asesinado en 1970 era otra cosa. El mundo de la Facultad democratizar a todas las Facultades. Yo me acuerdo que el
por un grupo de de Filosofía era de mucha represión, presidente de la Facultad de Agronomía le metió un cigarril-
ultra derecha.
pero de una represión más sutil (…) lo a Yerko por la chaqueta, prendido. Yerko no me acuerdo
Pero uno no podía entrar ni a Historia si se quemó o se quemó su chaqueta. Me acuerdo de ese
ni a Filosofía, porque eran un antro pasaje. Fue un conjunto de provocaciones. Tenían todo
de la ultraderecha, en la cual (sic) era preparado para efectivamente, pa’ pegarnos, pa’ darnos
imposible algún pensamiento, alguna una lección Logramos salir con Yerko de ahí. Después de
reflexión”. eso no nos reunimos más con la FECECh”.

El lupus
“Yo me acuerdo que había un tipo que le Debates internos del movimiento estudiantil
decíamos lupus, que era estudiante allá “Cuando se produce esta fase de transición en que tenía-
y que se llamaba, se llamaba… Ya me mos que armar, teníamos diferentes posiciones (…) La
voy a acordar como se llamaba, porque Izquierda, francamente, a mi entender, quién tenía posición
ese no era el nombre. Este tipo era oficial éramos nosotros. Nosotros éramos de la opinión de que
de ejército y estaba infiltrado allá y era teníamos que arrasar y formar la FECh (…) Y nosotros
estudiante”. éramos los que pagábamos los costos. Los estudiantes
nuestros, los comunistas, eran los que caían, los que eran
La FECECh presos, los que mataban. Nosotros pagábamos los costos”.
“La FECECh era siniestra. La FECECh “La Democracia Cristiana no era de esa opinión. La DC
era el aparato formado por Longueira 2, consideraba que era clave que la FECh diera un ejemplo
¡por favor! Estamos hablando de gente de transición democrática en que todos participaran. Y ese
vinculada a la CNI. Estamos hablando era un debate duro (…) Ahí sí que había diferencias (…) En
de criminales. Si Longueira tiene las ese entonces, todavía estaba latente que la DC había sido
manos manchadas. Todos ellos fueron cómplice del golpe”.
cómplices, por acción o por omisión”.
2
Se refiere a
Pablo Longueira,
ex Presidente de
la FECECh
• Testigos de un periodo • Gonzalo Rovira 45
El retraso de la elección de la vía institucional
“Nosotros ya estábamos pensando en la vía insurreccional y estába-
mos pensando en el levantamiento armado. En eso estábamos. En-
tonces, para nosotros esto de la democracia republicana. Mmm. O
sea, no era nuestra preocupación (...) Les aseguro que nunca me
desperté en la mañana pensando en alguna elección”.
“Hay un principio en la política y es un principio de, en todas las formas de la
política, también en la militar, y es que cuando ustedes deciden un camino tienen
que hacer ese camino. Nosotros estábamos en un camino que no creíamos que
en ese momento hubiera otra alternativa para terminar con la dictadura que un
proceso en el cual finalmente iba a ver un levantamiento armado. Y eso requería
de un movimiento estudiantil a la altura de ese proceso”.
Rol de la FECh en las jornadas de
protestas nacionales
“A partir de eso, éramos invitados de todas partes.
La CUT llamaba a la protesta. ¿Con quién? Con
la FECh”.
La Asamblea Constituyente y la refundación de la FECh
3
Se refiere a “Armamos esa Asamblea Constituyente muy inspirado por Yerko y Mica 3 . Yo fran-
Ricardo Brodsky camente quería estar con ellos, pero la dirección decía otra cosa”.
“El Mica, fue el hombre que en un comienzo dijo que la FECh es la conciencia de la
sociedad chilena. Y nos convenció. Yerko se convenció mucho antes que mi (…) El
mundo universitario es la conciencia social de este país. Y la FECh es una herramienta
democrática que no existe en este momento. Y si la logramos reconstruir y logramos
que hasta la derecha la legitime. Esto es una cosa imparable”.
La FECH del 84
4
Se refiere a “Ese grupo de la FECh –con Yerko, con Jaime4,
Jaime Andrade. con Ricardo Brodsky– teníamos, también, la
virtud de que no éramos simples dirigentes estu-
diantiles. Los cuatro éramos dirigentes políticos”.
“Yerko más que el candidato demócrata cristiano era el hombre de
la moderación. Pero una moderación que no era una moderación
amarilla. Yerko nunca fue amarillo. Nunca. Yerko venía muy marca-
do de la Comisión Chilena de Derechos Humanos”.

46
Elecciones de 1984
“Pero si esto era una campaña nacional. Si esto tenía hasta propaganda
radial en la Cooperativa y la Chilena. Pero si esto era la elección de Chile.
Si salían unos reportajes hasta en El Mercurio. Pero evidente. Si no había
otra elección en Chile que esa”.
“A nosotros nos golpeó la campaña de Yerko (…) Una hoja en blanco. Ta-
maño Mercurio, blanca, y abajo, chiquitito, decía: ‘Más Yerko’. Chiquitito. O
sea, no hay nada, pero hay una esperanza con Yerko. Oye Nos mataron.
“Esto era pensado. Yo me acuerdo mi campaña radial la hizo Miguel Dava-
gnino. O sea, imagínense. Yo fui a un set de grabación, en los tiempos de
la dictadura, fui a un set de grabación. No si esto era de locos. O sea toda
la carne a la parrilla. O sea dándole, dándole”.

El significado histórico de la FECh


“La FECh… La FECh era la FECh. Y la FECh había recuperado eso que
tenía antes del golpe. ¿Cuándo triunfa Allende donde va Allende a dar su
discurso? Al edificio de la FECH”.

“Uno tenía rango como de parlamentario. Si esto era la FECh. Nosotros


durante esos años éramos como parlamentarios. Éramos las únicas auto-
ridades electas. Oye, no es chiste, teníamos más votos que varios de los
parlamentarios después”.

• Testigos de un periodo • Gonzalo Rovira 47

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