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LENGUAJE Y SOCIEDAD
HISTORIA DE LA LENGUA: PREHISTORIA.
Alumno(a):
Curso: 3ero Medio Fecha: 22 de Mayo 2018
Profesor(a): Oriela Tello Romero
OBJETIVO DE APRENDIZAJE:
Identificar algunos de los factores que ha incidido en la evolución de la lengua castellana: su origen en
la lengua latina, su constitución que da unidad a la diversidad lingüística que existía en España a fines
del siglo XV, su expansión a América como lengua de colonización.
EJE TEMÁTICO: Lectura
HABILIDADES POR MEDIR:
Profundizar en temas de interés
Sintetiza información
En los últimos años se ha hablado mucho de los "cartularios (o becerros) de Valpuesta" (Burgos).
Son hojas sueltas, copias de documentos (178) de los siglos IX, X, XI. Los cartularios son dos: Gótico y
Galicano. El primero utiliza grafía visigótica y el segundo, francesa o carolina. Están escritos en latín,
pero su redactor introduce sin querer palabras en romance pensando que son latinas. Los primeros (7)
son del siglo IX, y por lo tanto anteriores a las glosas, pero se diferencian de éstas en que las glosas tienen
frases enteras (no sólo palabras) en romance y su redactor era consciente de que estaba haciendo una
traducción de una lengua (latín) a otra (el romance castellano).
Entre las características que pueden apreciarse en estos cartularios mencionamos las más
diferenciadoras del castellano y las otras lenguas peninsulares de la época.
FONÉTICA
1. Diptongación de e breve tónica : Flumencielo, fornniello, Moliniela, Penniellam, pielle..., que a veces se
reduce ante palatal: Tovillas, novillo; también la diptongación de o breve tónica: Cueva, duen, duena,
Eruelas, fuentes, Fueracasas.
2. La confusión b/v en todas las posiciones (que ya se hacía en latín)
3. Pérdida de f inicial: Errando (Fernando)
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4. Sonorización de oclusivas sordas latinas intervocálicas: Cabezas, entrada, exida, heredad, Pedro,
Pinedo, semedero, Vida, Didago, Domingo...
5. Pérdida de sonoras: Faiolas, Flaino, Leone, maestro
6. Desarrollo de las palatales a partir de grupos con yod: calzata, azadon, palacio, poço, argenzos,
Sancio/Sangiz, conceio, culiares, filios, maguelo/maielo, Pobalias, Spelio/Spegio, vingal/vineis
MORFOLOGÍA:
1. Apócope de artículo y preposición: del, al, conna, enna.
Pero los primeros textos propiamente "castellanos" aparecen a mediados del siglo XII. R. Menéndez Pidal
sitúa hacia el 1140 la fecha de aparición del Cantar de Mio Cid, primer texto literario castellano.
Norte de la actual provincia de Burgos (Amaya, Villarcayo, Sedano, Villadiego, Briviesca y Miranda de
Ebro) y sus entornos en las provincias de Palencia, Cantabria, Álava y La Rioja. Un territorio limitado al norte
por el sistema montañoso Cantábrico y el País Vasco (vasc. amaya, "frontera").
Los minúsculos reinos cristianos del norte, permitidos por los conquistadores árabes terminada su
conquista de la Península en el 711, se convierten a su vez en conquistadores o "reconquistadores" de los
territorios árabes. Esta
Reconquista, sobre todo en sus
primeros 300 años, es un proceso
lento y multidireccional.
(Véase Mapa).
La conquista de un nuevo
territorio se iniciaba con el envío
de destacamentos cuasi militares
a las órdenes de un noble de la
confianza del rey. Los individuos
de estos destacamentos tenían la
multifunción de colonos,
soldados y, para nosotros
importante, forjadores de nuevas
lenguas. Estos aventureros
tienen diversos orígenes y
diversas lenguas, y conviven por
imposición o pacto con
individuos de otras culturas y
otras lenguas. Así, los territorios
conquistados se convierten en
crisol de culturas y lenguas que dan origen a otras nuevas. En este territorio de Amaya se funden variantes
leonesas, riojanas, navarras, mozárabes y, muy importante, vascas. El resultado será una lengua vehicular
que sin ser la de nadie, pueda ser usada por todos.
El rey concedía a los miembros de estas expediciones la propiedad de las tierras conquistadas y la
obligación de defenderlas. Esto explica que en Castilla no llegase a existir un verdadero sistema feudal.
Cuando surgen estas nuevas comunidades, uno de los elementos que garantizan la integración de
sus miembros y la coherencia social es la lengua. Todos estás dispuestos a dejar aparcados los rasgos
lingüísticos que les diferencian de los otros para así sentirse integrados. Algo similar ocurrirá cuando los
españoles de diversos orígenes vayan a América: se abandonan los rasgos diferenciadores y se adoptan los
compartidos.
Hacia el año 800 empieza a denominarse Castilla, «tierra de castillos», a este nuevo territorio
conquistado-poblado por el reino de León en su proceso de expansión y reconquista. Fernán González, a
mediados del s. X, recibe el título de conde de Castilla, y Fernando I, hijo de Sancho el Mayor, rey de Navarra,
será quien lo transforme en reino durante el siglo siguiente (1035).
Cuando se habla de "tierra de castillos" debemos olvidar aquí la imagen que tenemos de "castillo"
feudal y pensar en pequeños campamentos -Castella es el diminutivo de castrum,-tra, "campamento"-, torres
de vigilancia, más bien, desde las que se podía controlar la llegada del enemigo.
El territorio inicial era llamado Bardulia, tierra de los várdulos. A este territorio llevó Alfonso I de León
en el siglo VIII gentes de colonización procedentes de la meseta, es decir, romanizadas y por lo tanto
"latinoparlantes" que se mezclan con las tribus del norte poco romanizadas y poco conocedoras del latín (el
cristianismo no llegó a Bardulia hasta el siglo VII). De esta mezcla surge el rechazo de la organización política,
la justicia y le lengua de León. El feudalismo de León se sustituye con concejos de hombres libres; el Fuero
Juzgo utilizado por la justicia leonesa se abandona en favor de una justicia basada en el derecho
consuetudinario primitivo heredado de los antiguos pobladores; y éstos mismos -várdulos, cántabros,
autrigones y vascos- dejarán su impronta lingüística innovadora en la nueva lengua.
A la muerte de Fernán González (970) el condado de Castilla comprendía la totalidad de las provincias
de Burgos y Vizcaya, la mayor parte de Cantabria y Álava y pequeñas comarcas de las actuales provincias
de Guipúzcoa, La Rioja, Soria y Palencia.
A lo largo de los cuatro siglos siguientes este pequeño reino fronterizo expande sus fronteras primero
hasta Toledo (1085), luego a las regiones meridionales: Córdoba (1236), Jaén (1246), Sevilla (1248), Murcia
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(1244) y Cádiz (1250). A mediados del siglo XIII, el reino de Castilla se extendía desde el mar Cantábrico
hasta el Mediterráneo y el océano Atlántico.)
En este avance y expansión, Castilla no sólo lleva sus soldados y sus comerciantes que suplantan a
los de los territorios conquistados, lleva también su lengua, el castellano, que desplaza de manera definitiva
al mozárabe, en el sur, y de manera menos total al leonés y al aragonés, oeste y este, respectivamente. El
vasco, hablado al norte de Castilla, no fue asimilado por el castellano, pero sí vio cómo se reducía su territorio.
(Véase mapa).
La adopción del castellano por estos
territorios no se debe únicamente al
importante papel político militar que
adquiere Castilla durante la Reconquista,
sino también a que este "castellano drecho"
del que habla Alfonso X es una koiné que
ha asimilado elementos de las otras
lenguas (Drecho, "derecho, correcto", es un
aragonesismo, por ejemplo) y que además
posee una extensa producción literaria.
Estos textos -lengua de prestigio-
funcionaban como referentes normativos
que le daban a la lengua, y a sus hablantes,
una seguridad de uso correcto de la que no
disponían las otras lenguas aún vacilantes
en algunos aspectos, principalmente de
carácter fonético.
1. PREHISTORIA
1. La mayor o menor prontitud con que las distintas zonas se integran en el mundo romano: a mayor
prontitud de integración, menor influencia del sustrato;
2. El tipo de latín que se difunde debido al tipo de gentes romanas que se instalan en cada zona: un habla
más vulgarizante o coloquial estará más abierta a influencias de las lenguas indígenas (el sustrato) que
otra de carácter más culto; y
3. El nivel social y cultural de las poblaciones romanizadas: la latinización fue mucho más intensa en las
provincias que tenían un alto grado de desarrollo cultural, mientras que sería sólo superficial en las menos
desarrolladas (que coincidían, por cierto, con las más tarde conquistadas, es decir, con las que más
tardaron en integrarse a la cultura romana).
VOCABULARIO NO-INDOEUROPEO
Accidentes geográficos: barranco, alud, barro, arroyo, charco, balsa
Plantas: chaparro 'mata de encina o roble', mata 'conjunto de árboles o arbustos'
Animales: sapo, becerro
Otras: abarca, cama, legaña, sarna y, quizá, sobaco
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Se ha escrito también que algunas de las palabras del recuadro anterior proceden del vasco, al existir
también en el vasco actual. Pero ¿cómo diferenciar ahora los vasquismos primitivos, los que entraron en el
latín peninsular en la época romana, de aquéllos que entraron en el castellano durante los siglos de
bilingüismo vascorrománico (800-1200), al comienzo de la Reconquista y la formación de Castilla, cuando
aquella zona de Amaya se encontraba en parte en zona vascoparlante y en cuya construcción y expansión
participaron activamente soldados, agricultores y artesanos vascos? ¿Cómo diferenciar los vasquismos
primitivos de los vasquismos medievales?
En cambio, la toponimia peninsular explicable a través del vasco es abundantísima. Así no sólo hallamos
abundante toponimia de tipo vasco a lo largo de todo el Pirineo hasta el Mediterráneo y comarcas francesas
vecinas, sino también por todo el Centro y Sur de la Península. Naturalmente esto no indica que el vasco se
hablara en todos estos lugares, pero si nos dice que el vasco tenía elementos comunes con las demás lenguas
ibéricas, ya fuere por préstamos recíprocos o por haber tenido todos ellos sustratos previos comunes:
Noreste: Arán ('valle'), Esterri> ('lugar cercado') o Segarra (< sagar 'manzana')
Centro: Aranz ('espino'): Aranjuez, Aranzueque, etc.;
Oeste del actual País Vasco: Selaya, en Cantabria, Iria Flavia, en Galicia.
Un sufijo muy abundante en casi toda la toponimia peninsular, sobre todo en el Levante, Sur y
Portugal es -én, -ena, quizá ibérico y casi idéntico al actual derivativo vasco de posesión. Suele aparecer
unido a nombres latinos, indicando probablemente el primer poseedor del lugar: Leciñena (de
Licinius), Villena (de Bellius), Lucainena (de Lucanius), Mairenah> (de Marius), Galiena (de Gallius), etc.
Otro sufijo, éste ya más claramente vasco, también muy vivo en época latina, es -urri, -
uri ('ciudad'): Gracchurris (Rioja), Crescenturi (Cataluña), etc.
LENGUAS DE COLONIZACIÓN
Por último, no hay que olvidar las lenguas de las colonias orientales establecidas en las costas
mediterráneas de la Península. Las más antiguas son las fenicias, en general factorías comerciales; del mismo
tipo lingüístico, aunque ya de carácter militar, son los enclaves púnicos o cartagineses. A éstas se han de
añadir las colonias griegas, dedicadas principalmente al comercio con los indígenas
Las colonias fenicias y griegas dejaron sólo unos pocos topónimos.
De origen fenicio parece ser el primer nombre de la Península, el adoptado por los romanos (frente a
la Iberia de los griegos): Hispania procede de *isephan-im 'isla (costa) de conejos'; tienen la misma
procedencia fenicia: Cádiz (fuerte, recinto amurallado), Málaga (factoría), Medina Sidonia (como el Sidón
fenicio), etc.
La cultura fenicia deja su huella también a través de Cartago, territorio en el norte de África donde
se instalan los fenicios que han sido expulsados de Tiro por Nabuconodosor en el 587. De origen
cartaginés son Cartagena (con el ¿ibérico? ¿vasco? -ena añadido), Mahón e Ibiza (isla de los pinos).
De los nombres que los griegos dieron a sus enclaves costeros quedaron: Alicante, Ampurias, Rosas,
etc. Los helenismos del español actual no pertenecen a este primer contacto del mundo griego con la
Península.
Ciertamente, el vocabulario español de origen griego es mucho más amplio, pero nos ha llegado
principalmente a través del latín en épocas posteriores.
-A través del latín inicial: bodega, cesta, cuchara, lámpara, sábana, saco, etc.
-A través del latín eclesiástico: apóstol, bautismo, católico, cementerio, Biblia, etc.
-Antes del 1300: ballena, búfalo, cocodrilo, dragón, elefante, etc.
-Siglo XV: academia, alfabeto, biblioteca, diptongo, ortografía, sintaxis, etc.
-Siglos XVI-XVII: anarquía, aristocracia, democracia, déspota, monarca, etc.
-Siglo XVIII: autonomía, base, crisis, dinastía, etc.
-Siglos XIX-XX: anemia, anestesia, clínico, neumonía, psiquiatría, quirófano, etc.