Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
~ ~
~ ~
~
o~ ~
> U'l ~ ~
~·
~
~o t""''-
-41 ~
~ o
~
~
~
~-
~
t::J ~
n
~-
o
U'l
~
>
z
Capítulo 12
DESEMPLEO Y DETERlVIINACION
DEL SALARIO
')
:;;._ll
Desempleo y determinación del salario 253
intersección de las curvas de oferta (efectiva) y demanda. Pero es indu- «efectiva» W uBS y no SS, con lo que el salario corresponde al punto de
da~le ue esta respuesta no es general. in.tersección de las curvas de oferta (efectiva) y demanda.
Keyne . dio un~_ respues~a- más_ sof~_!:i~~5!_~~~~ _!_eoría General, afir- Pero también esta respuesta es insatisfactoria. En primer lugar, como
ma que la figura 12.1 es uri resumen incompleto de las fuerzas que veremos después con más detalle, se pasa una y otra vez de los salarios
defe~~}Pan _el salario real, ;:porque ·omi!e ·todo-un ·conjün_!_o de considera- «reales» a los «nominales» y de éstos a aquéllos sin ninguna precisión.
ciones, a saber, las que tienen que ver con la igualación de la cantiifaaque En segunda lugar, y es mucho más importante, mientras la economía está
unas personas quieren ahDrtl!r_ y:Ja cantidad que otras_pe_r~_IÍ!!~- g-;Jieren en el punto U, los propietarios de la cantidad UB de servicios de tra-
invertir, a un tipo de interés compatible con las condiciones monetarias. bajo tienen incentivo para ofrecer estos servicios a un salario real ligera-
No. es éste el lugar de examinar su argumentáción, qüe-perténeceala mente inferior a Wu. ¿Cómo se contiene este impulso? ¿Cómo se raciona
teoría monetaria y no a la de los precios. (Véase, sin embargo, el capí- la cantidad de empleo W vU entre los oferentes dispuestos a aportar W uB?
tulo 17, para un análisis de una fase de la misma.) Su significación, a El «hábito», o la rigidez de las organizaciones sindicales, y otras cosas por
el estilo pueden ser aceptados como factores que retrasan el ajuste, pero
tratarlos como factores capaces de forzar a una posición de equilibrio es-
table a largo plazo en un nivel inferior al «pleno)) empleo es, de nuevo,
Salario
real una manera de eludir la verdadera cuestión.
Dos líneas de pensamiento, relacionadas entre si, han surgido a lo
S largo de las ~timas décadas como resultado de la búsqueda de respuestas
D satisfactorias)l!Jna es la llamada curva de Phillips, que liga el desempleo
con la inflación; L a otra es el ana!ts1s Oelaínílüencia @e el ca pi tal hu-
e «averiguación» pueden ejercer sobre los
Wu ffi;lno es edfico QS costes
sa arios provocando su rigidez temperar---
Wo
La curva de Phillips •
•• 1 : ""foque de Fiiher tos (o por mayor rap1dez de aumento) de los precios. A la inversa, si, por
•
cualquier razón, la tasa del gasto decrece, o sube menos rápidamente de
U Hrtículo de fisher se ocupa precisamente del mismo fenómeno empí- lo previsto, cada productor individual interpretará al principio la des-
' it',, que el profesor A. W. Phillips analizó en su célebre artículo de aceleración como, al menos en parte, un reflejo de algo que le afecta a él
~
2
1 , I'IIOI!Irca treinta y dos años después. A ambos les impresionó la misma particularmente. El resultado será en parte un descenso de la producción
1 ~1 >·.nvación empírica: que la inflación tendía a aparecer asociada con y un aumento dc:l desempleo y en parte una baja de los precios.
• 1 '·' Í"'
•.. r
1 •
niv~les-C!e_de~emE.!eo, t la desinflación, con altos niveles. Una curio-
ant:cJota, desde ·o-tropunto-·ae--vísta,-e5-que elarrículo de Fisher
'";it·nza diciendo que se ha interesado tan profundamente en el tema que,
Fisher describía un proceso dinámico resultante de las fluctuaciones
de la tasa del gasto en torno a cierta tendencia media o normal. Hizo todo
lo que estaba en su mano para destacar la importancia de distinguir entre
'•• "1 •;!ll icularmente durante los últimos tres años, he tenido cuando menos
1111 1 omputador en mi oficina trabajando casi constantemente en esta inves-
1
r r¡:•" icím> . A lo que se refería, naturalmente, era a un ser humano 1 ope-
r.1111lo con una máquina de calcular .
«precios altos y bajos, por una parte, y subida y descenso de los precios,
por otra» 5 . Se manifestó así porque escribía en un tiempo en que lo normal
era un nivel de precios estable. De haber escrito hoy destacaría la distinción
entre tasa de inflación y variaciones de la tasa de inflación. ( ¡Y quizá algún
•• 1\
! !abía, sin embargo~na diferencia crucial ent~~~Gnálisis de Fisher
\' el de-Pl1iHips, en.tre-la verdad d~-f9:i6
'1" (' ve-r con
-.-
el __ SefltldQ
,Y el -e~ro~ de 1958, \que t:._n!a
- -.. ----- .. - ~- tomo la-------------
de la causahdl!,d.'-.FJsher tasa de v¡¡rracrqñ
,/,· l()s -pre_cios CQillQ .. v¡¡riablcind¡;pe.ndient¡;,)ql!e pone en marcha el pro-
futuro escritor tendrá que destacar la difere.r.cia entre la segunda derivada
y la tercera! ) La distinción importante - y está m~ro que eili..g)Je
Fisher tenía en su mente- es la que h~x_~.-~~I2}ec~~~f!l_bios pre-
vistor e itllfJ.llUbtos. ----- -·
·rA
x:
•a \ ' n". En sus palabras: ....
:V
.....
266 Teoría de los precios
1:: <1l
Inferior a la tasa •natural•,
decir, empleo •superpleno•
·o
·- e:
.~ 2
1 L.
Wol )'
~- . )f ~<ll~.g 01 ' ~-
~~ ""''"~
E ' ..
1 o ;,,.
-~WF
1
- - - _l_
1
J f- -o de desempleo
"'
-
UJ S' 1 D
1
1
1 Desempleo
•
FIGURA 12.3
.. .Eu Eo EF
---- Empleo _
:~··
••
••
'-
•
• .'tdl '''4'"" tfo/¡Js prttcios
Desempleo y determinación da/ salario 269
.rl •.1: ·• 111 H la haja sobre el salario real. Pero el salario real puede perma-
11r, r1 • omtante tanto si W y P se mantienen constantes por sepan.do nominales son iguales a los cambios previstos en los salarios reales. Dos
11111111 ~~ r;tda 11no se eleva a una tasa del 10 por 100 anual, o desciende componentes del sistema keynesiano ~ran esenciales para su construcción:
~ '"'" ta~u riel 10 por 100 anual, o hacen cualqyier otra cosa con tal que primeoo, la !dea de que los ~recio·s son rígidos, en el sentido de que las
"111l>n~ p1c:senten la misma tasa de variación. gentes, al planear su conpowimiento, no dan entrada a la posibilidad de
un cambio en el nivel de precios y, por consiguiente, consideran toda va-
f riación de los salarios nominales o de los precios nominales como una varia-
ción de los salarios o los precios reales; segundo, que los salarios reales
w
p D podrían ser alterados éx post por una inflación imprevista. Ciertamente,
S toda la argument~ción keynesíana afirmativa de la posibilidad de una polí-
tica de plc:no empleo partía de suponer que era posible conseguir que los
"'o"' ) trabajadores (al menos en los años 30, cuando Keynes escribió la General
cu-ü
-lll
<0 L
T heory) aceptasen una reducción de los salarios reales provocada por una
e~"' inflación, reducción que no habrían aceptado en la forma directa de una dis-
-~lll ~
~ g_~(lt)ol
&n VI 0 .
minución de los salarios nominales 7.
Estos dos componentes implican una clara distinción entre salarios
eL-oo e reales y nominales previstos y salarios reales y nominales efectivos. En el
-<O·-
-o
<0-- ~ keynesiano de aquel tiempo era natural que Phillips diese por su-
(./)_?:
-o puesta esta distinción y considerase que los salarios reales y nominales
previstos se moverían paralelamente.
S D
No critico a Phíllips por esto. La ciencia es posible sólo porque, en
cualquier época, existe un cuerpo de convenciones u opiniones o ideas que
se dan por supuestas y sobre el cual construyen los hombres de ciencia.
Si cada escritor tuviese que mirar hacía atr~s y hacerse cuestión de todas
Empleo las premisas sobre las que descansa su obra, nadie podría llegar jamás a
ninguna parte. Creo que algunos de los que han seguido sus pasos merecen
fiGURA 12.4 mucho más que él la crítica por no haber advertido la importancia de este
punto teórico una vez que les fue señalado.
En todo caso fue ~ste clima intelectual general lo que llevó a Phillips
l.u ronfu~ión keynesiana entre salarios reales y nominales a pensar en términos de salarios nominales y no de salarios reales. El
clima intelectual era también importante en otra dirección. El sistema
¿Cómo es posible que una mente tan fina como la de Phillips -pues keynesiano, como todo el mundo sabe, es incompleto. Le falta una ecua-
rr .t sin duda un economista sutil y de grandes recursos Íntelectuales-
ción. Uno de los mayores motivos de la rápida aceptación de la curva de
i'>rclic:ra confundir salarios reales y nominales? Se vio llevado a ello por el
Phillips fue la extendida creencia de que aportaba la ecuación perdida que
• 1 i m a intelectual dominante, engendrado por la revolución keynesíana. En
conectaba el sistema real con el sistema monet;rio. En mi opinión, esta - _,
r·ste aspecto, c:l demento esencial de la revolución keynesiana era el su-
creencia es un error. Lo que se necesita para completar el sistema keyne- i'
1•nntr que los precios son muy rígidos respecto al nivel de producción,
por Jo que un cambio en la demanda, del tipo considerado por Fisher, se 7
1c.-flc:jaría casi enteramente en la producción y muy poco en los precios. El T M. MYNES, The Gmeral Theory of Employment, IntereJt and Money (Mac-
millan, 1936 ): .Si bien los trabajadores se resistirán generalmente:: a una reducción
11ivel de precios se podía considerar como un dato institucional. La fQrma de los salarios monetarios, no es su costumbre abandonar d trabajo cuando se registra
lllás sencilla de interpretar a Phillips es admitir que daba por supuestD una subida de· precios de los bienes salariales» (pág. 9). « ... Los trabajadores, aunque
que el cambio en los. salarios nominales era igual al cambio en los salarios inconscientemente, son por instinto economistas más razonables que los de la escuela
reales. clásica ... Se resisten a las reducciones de los salarios monetarios: .. , pero no se:: re-
sisten a las reducciones de los salarios reales» (pág. 14). •<- .. Como no hay sindicato
Pero no es esto lo que en realidad decía. Lo que decía era algo ljge- obrero que se atreva a soñar en ir a la huelga cada vez que se registra un alza dd
ramente más sofisticado. Era que los cambios previstos en los salarios coste de vida, no oponen el ~lo que les atribuye la escuda clásica a cualquier
aumento del empleo global .. (pág. 15). _.
.~
::h
...
270 Teoría de los precios
Desempleo y determinación del salario 271 •
•
si ano es una ecuación que determine. el nivel de precios de equilibrio.
Pero la curva de Phíllips trata de la relación enti:e la tasa de variación de
los precios o los salarios y el nivel de desempleo. No determina un nivel
de precios de equilibrio. A pesar de todo, la curva de Phillips fue amplia-
mente aceptada y adoptada en seguida con fines de política económica 1.
·!'
.!
·'
~ 11
Curvas de Phillips a corto y largo plazo
••
i.;i.:
~:r ;
•
. .. '""11" rfe los precios
~-
"' <O
o~
·- 11) nivel de precios imaginado o previsto por los trabajadores. Para ellos será
~~en como ~i la demanda de trabajo se hubiese desplazado hacia la derecha,
~L. o
c..c:;
~~
U)
11) tll hasta ser la curva de demanda de trazos. Para cada sala río nominal (que
_.,c.
o"' ....
., es también el salario real, según ellos lo ven), los empresarios están tra-
tU~ ~1__.3 tando de contratar más trabajadores. El nuevo equilibrio estará en Aw, lo
---r-r
11)
"O o
.§ ¡g¡: que significa un salario nominal, e imaginado, más alto --o su equíva-
.ü ~-e
-~ E r: 1 '> \ lc:nre- con un nivel de empleo más alto 9 .
Desde el punto de vista del empresario, la situación es completamente
~~jol Eo~
\
"O~~
EF 1
.,,\ r
diferente. Lo que para él significa el salario real, no es su poder de com-
pra de bienes y servicios en general, sino la relación entre el salario no-
"'E minal y el precio del bien que está produciendo, esto es, el precio que
~Otll
f--C"O U
...... }
entra en la ecuación [ 5] del capítulo 9. Si expresamos su demanda de
trabajo en función del cociente de dividir el salario nominal por este precio,
• Desempleo
fiGURA 12.5
.. su demanda de trabajo no varía, como tampoco varía la curva de demanda
de trabajo agregada de la economía, sí se interpreta P* no como el imagi-
nado nivel de precios de la economía en su conjunto, sino como la media
de los precios imaginados por los productores individuales. La curva de de-
manda de trazo continuo de la figura 12.6 sigue siendo la curva de demanda.
1 Sin embargo, la curva de oferta correspondiente a este nivel de precios
1 ''"1,con el paso del tiempo, tanto empresarios como trabajadores aca-
imaginado es diferente. Los empresarios, al encontrarse con un aumento
1 •• 111 Jl<lr reconocer que están subiendo los precios en general. Como decía
:\1 "~alta m Lincoln, puede usted engañar a todo el mundo algún tiempo,
de la demanda nominal de sus productos, creerán posible obtener un
precio más alto o su equivalente 10 . Pagar el mismo salario nominal signi-
¡ •1~r·. le- ttstcd engañar a algunas personas toda la vida, pero lo que no puede
11',1 r·d e-~ engañar a todo el mundo toda la vida. Como resultado, elevan su
fica, frente a un precio más alto de su producto, un salario real más bajo.
1'' Para los empresarios en su conjunto es como sí la curva de oferta se hu-
r './llllJCiÓn OC: la. tasa de inflación prevista, lo que reduce la tasa de: eJe:-
biese desplazado hacia la derecha hasta la curva de oferta de trazos de la
'.' .ti 11.,/1 de los salarios reales previstos y lleva a cada uno a deslizarse por
·.11 1111 va, hasta descender finalmente al punto, E _ Existe, pues, una «dis-
0
El «equivalente~ puede ser un aumento de las horas extraordinarias, o más
9
._.,,lltiva>> a corto plaw entre inflación y desempleo, pero no una «disyun-
11 v .t » a largo plazo. . trabajo regular, o ventajas no monetarias, y no una variación de los salarios vigentes.
10
El «equivalente» puede ser la reducción de los costes de ventas, menos conce-
l.a figma 12.6 presenta este mismo análisis, pero en una forma que siones o descuentos especiales, etc. Por lo tanto, el precio de venta vigente, que es
lln 1olla más explícitamente la diferencia entre las consideraciones signifi- el que entra c:n los números índices publicados, puede no cambiar, aunque sí cambia
d precio significativo.
J-7
t
274 Teoría de los precios Desempleo y determinación del salario 275 e
t
figura 12.6. El nuevo punto de equilibrio será A., que significa un salario de los precios efectivos) 11 viene a ser el doble de la subida de los salarios
real imaginado más bajo, aunque. un salario nominal más alto, y un nivel
de empleo más elevado.
~,"' ~:
12
nominales • Pero este resultado es simplemente un accidente de nuestra
construcción gráfica, y refleja la semejanza en cuanto a elasticidad (en valor
•t
absoluto) de las curvas de oferta y demanda. El promedio de los precios
imaginados tiene que elevarse más que los salarios nominales, pues en
Demanda y oferta tal como caso contrario los salarios reales tal y como los imaginan los empresarios
w las perciben los trabajadores no bajarían, pero la cuantía del excedente depende de las elasticidades de
p•
~
las curvas de oferta y demanda. En un extremo, si la curva de oferta fuese
perfectamente elástica, los salarios nominales no se elevarían lo más mí-
nimo; en el otro, si la curva de demanda fuese perfectamente elástica, los
1 salarios nominales se elevarían exactamente igual que el promedio de
/
/ los precios imaginados. Entre estos extremos, cuanto más elástica sea
/
w / la curva de oferta y más inelástica la curva de demanda, menor será la
proporción del alza de los salarios nominales respecto al alza de los precios.
PJ .'Aw /
/
En cuanto al empleo, cuanto más elásticas las dos curvas, mayor será su
1' .....,X,
/ ,
(~lo 1 , ....
expansión.
La situación correspondiente a un empleo EF en la figura 12.6 es
w ""A ll ' .... temporal. Dos conjuntos de fuerzas tienden a alterarla. En primer lugar,
,-......:: ........
p~ y" 1 ""-.... ..........
los trabajadores acaban por reconocer que los precios en general han
~
subido, lo que les lleva, como si dijéramos, a deslizarse a lo largo de su
/l 1 curva de oferta .bajando de Aw a O. Los empresarios, que inicialmente ~
~
"11 habían contado con que los demás precios nominales (o curvas de oferta
de los factores a precios nominales) seguirían fijos, acaban por reconocer ~
y oferta
1 tal como las perciben que han subido, lo que les lleva a reducir su demanda de trabajo (como 4
_ 1 1 los empresarios. promedio) para ciertos valores de la relación salarios nominales a pre-
~
cio de su propio producto. Se sienten impulsados, como si dijéramos,
a desplazarse a lo largo de su curva de demanda subiendo de A. a O. Las
curvas de trazos, de demanda y oferta, se desplazan hacia la izquierda, y,
4
FIGURA 12.6 de nuevo, de una manera conjugada. El alza de los precios tal como la
imaginan los trabajadores viene al encuentro del alza de los precios tal •
~
como la imaginan los empresarios, y ambas marchan al encuentro de la
· No es casualidad que a A. y Aw corresponda el mismo nivel de empleo. subida de los salarios nominales.
El desplazamiento, desde el punto de vista de los empresarios, de la curva
de oferta hacia la derecha es, simplemente, otra manera de describir el
Al incorporar a la curva de Phillips las previsiones de los precios, como
acabo de hacer, he eludido implícitamente uno de los principales puntos de
•4
desplazamiento, desde el punto de vista de los trabajadores, d¿ ]á curva
de demanda hacia la derecha. Ambos tienen que dar la misma respuesta.
la reciente controversia sobre la curva de Phillips. Gracias a la reciente ex- ~
periencia de la inflación con estancamiento y al análisis teórico, hoy todo
Tal como se ha dibujado la figura 12.6 parece que --.-, el salario
w e
. . Pw 11
Aproximadament~. a causa de las circunstancias indicadas en la nota precedente. 4
real tal como lo imaginan los trabajadores, excede al salario 'real inicial,
11 · (w) w
= 1, que:---= 1,10 y que---=
Para ilustrarlo, supóngase que -- w e
(___!__) , exactamente. en la misma cantidad en que _!_, el salario real p P.*
o P••
p o p.• = 0,9. Como hemos supuesto que P.• =Po y W = 1,1 Po, resulta que P.' = t
tal como lo imaginan los empresarios, queda por debajo del saiario real
inicial, y, por consiguiente, en nuestro ejemplo, parece que la subida del
=~Po=
0,9
l,Ú Po. Es decir, el promedio de los precios imaginados ha subido t
promedio deJos precios imaginados (aproximadamente la subida del nivel aproximadamente el doble que el salario nominal medio pagado. e
e
.~~· e
(
(
'1
'f, ,f(l,l//,f ¡ft' /ji', !IJtl¡/¡)', fln•.trf1!f1/(lll) dtl{trrtrl/t),J¡ 11it1 !In/ ' .. JillfllJ :l.!!
• 'i ''""'1!" u.!nutr 'Jllr lu ~llflllt"Stu rurva de- Jlhi!lips a corto plazo C'S rngurw r' infr-rior a la tasa natural. A medida 4ue la gente ajusta sus expectativas
... , 1' rxu¡;rr u Kruvc-turnte la disyutlliva ¡¡ largo plazo, pero no son muchos de inflación, la curva de Phillips a corto plazo se desplazará hacia arriha
11''• dt\Jlllr\lll\ u ace-ptar que: 110 existe disyuntiva a largo plazo. y la posición final de reposo estará en la curva de Phillips a corto plazo
l'.,drtri!IS rxuminar esta cuestión utilizando un modo diferente: de: in- para la cual la tasa de inflación prevista iguala a la tasa corriente. La
u l,t curva ¡}e Phillips las previsiones de precios. La figura 12.7
••
1 111 i"'r at cuC'stión consiste ahora en saber si esta curva de Phillips será tal como
·o~¡:11r 1 rpr c-srntando sobre d eje vutical la tasa de variación de los sala- la A, y entonces la curva a largo plazo, LL, tendría pendiente negativa,
rlm tllllllinalrs, pero contiene una serie de curvas, una para cada tasa de en cuyo caso una tasa de inflación prevista del 2 por 100 reduciría toda-
' r rci mirnto de los salarios prevista. Dicho algebraicamente, en lugar de vía d nivel de desempleo, aunque sin llegar a reducirlo un 2 por 100,
n< 1 il>ir lu relución expresada en la curva de Phillips como o si será tal como la B, y entonces ]a curva a largo plazo sería vertical,
t es decir, d desempleo seria el mismo para una tasa prevista de inflación
~ del 2 por 100 que para una tasa prevista del cero por 100.
ll 1 - dW- ( -
1 -
w dt
dP ) * =/(U)
1 -
"',
• p dt
Sin ilusión monetaria a largo plazo
•
~
,¡,,ndr U representa el desempleo, podemos escribirla en la forma más
r.rnn u!
En mi discurso como presidente de la American Economic Association
en 1967 afirmé que la curva de Phillips a largo plazo es vertical, basándome
~ 1
1 :' 1 -
w
.!!!!!.._ = 1 [ u,
dt
(_¿___
p
_!!!_ ) * ]
dt
esencialmente en las razones que he bosquejado aquí: en sustancia, en la
inexistencia de cualquier ilusión monetaria a largo plazo lJ. Hacia la misma
• Supongamos ahora que acontece algo que lleva a la economÍa al punto F,
fecha, el profesor E. S. Phelps (actualmente en Columbia University)
ofreció la misma hipótesis, pero sobre argumentos distintos, aunque rela-
en el cual los salarios están subiendo un 2 por 100 anual y el desempleo cionados H. Esta hipótesis se sude denominar ahora hipótesis aceleracio-
!lista o hipótesis de la tasa natural. Se la llama aceleracionista porque una
1 dW política que trate de mantener el desempleo por debajo del valor de la
L L!
Wdt abscisa correspondiente al punto de intersección de la curva de Phillips
vertical a largo plazo con el eje horizontal tiene que conducir a una
inflación acelerada.
"' 1/l
Supóngase, comenzando en el punto Eo, en la figura 12.7, cuando nadie
"U~
<:: ro
prevé inflación alguna, que se pretende lograr un nivel de desempleo más
·o-~ bajo, digamos E,. Puede conseguirse inicialmente produciendo una infla-
~g
uE2' "• '4:: ".:. ción del 2 por 100, lo que se representarÍa moviéndose a lo largo de la
"'
> o"'
curva de Phillips correspondiente a una previsión de inflación nula. Pero,
.,-;: como hemos visto, la economÍa no permanecerá en F, porque las previ-
""D"'
ID~ o 1
::llll - _...... ..... > sionC's de la gente ~e m~dificarán, y si se mantuviese una tasa de infla-
~~
1
< ' ción del 2 por 100, la economía sería forzada a retroceder al nivel de
;1 desempleo del punto de partida. La única manera de mantener el desempleo
1 por debajo de la tasa natural consiste en sostener una inflación perma-
nmtemmte acelerada, para que la inflación ~orriente vaya siempr_e por
delante de la inflación prevista. Cualquier semejanza entre este análisis y
lo que viene sucediendo en Gran Bretaña no es accidental; lo que los
~ AfA ¡-¡¡} ?A
l!esempleo y determinación del salano :¿¡g
17
i Puedo señalar incidentalmente que un muy. difundido intento siguiendo esta
-1- =dPa + b ( - . dP- ) * +/(U)
1 -- orientación figura en las lecciones dadas en Gran Bretaña por RollERT Soww hace
·,.·.
p dt p dt pocos años (~rice. Expectations and the Behaviouf- of thl' Price Ll'vel, Manchester
·-·~
University Press, 1969). Por desgracia, su investigación tiene un defecto fatal que la
'• invalida a efectos de nuestro problema. Para tener en cuenta los costes y no sólo
donde el primer miembro es la tasa de variación de los salarios o la tasa lt
~~
la demanda, incluyó en el segundo miembro de una ecuación análoga a la [3) la tasa
de variación de los precios. La cuestión es determinar el valor de b 16 . :: ~~:· de variación de los salarios y en el primer miembro la tasa de variación de los pre-
.;~
La curva original de Phillips suponía, en esencia, que b = O; la hipó- \.f'j
,-lf
cios. No hay razón para esperar, en semejante ecuación, que b sea igual a la unidad
tesis de la aceleración hace b = l. Los autores de las diversas pruebas a ¡tE ni siquiera en el caso de una estricta hipótesis acekracíonista, porque la ecuación vale
entonces para determinar lo que sucede al margen entre precios y salarios. Supóngase
que me refiero utilizaron datos de observación, en su mayor parte datos de <~~ que la tasa de inflación prevista se eleva un 1 por 100, pero que la tasa de variación
de los salarios permanece constante; toda la subida de los precios resulunte irá a
15
~~:H aumentar el excedente de los precios sobre los costes y a estimular la producción.
Unitcd Kingdom General Index of Retail Prices, D~partm~nl of Emplaymenl :1·~ ~ Por consiguiente, en la ecuación de Soww, la hipótesis aceleracionista estricta impli-
Gazelle.
~~·
caría que b es menor que l.
16 Este ca<:ficiente representa la tasa de inflación prevista, es decir, el cambio por- 11
Un sumario sucinto de estos estudios puede verse en S. J. TURNoVSKY, «Ün
centual d¿ la ·rasa corriente de variación de los salarios o los precios que resultaría de the Role of Inflationary Expectations in a Short-Run Macro-Economíc Model», Eco-
un cambio del 1 por 100 en la tasa de inflación prevista. !:a:.l namic }ournal (junio 1974), págs. 317-37, especialmwte págs. 326-27.
... l~tjr, t,,. .·.•
.¡'f)
¡( ,., : ~ j