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Me obliga a quitarla, la disposición de guerra hecha por metatrón en esta hora final.
a quienes pertenecen a las tinieblas, los que algún día quizá tocaron la
Luz y hoy por abandono de Ella, la vomitan de sí y de sus bocas, para que en ellos se
posesione totalmente el espíritu de angustia que es MUERTE POR CRIMEN, SUICIDIO,
AHORCAMIENTO Y TRAGEDIA: pues todos los posesos, metatrón los utiliza para ahorcarlos
por angustia, porque ESE ES EL ESPÍRITU INFERNAL de tal demonio de la rebelión sobre la
Tierra.
porque el Conocimiento del Final de los días; esté donde esté, piénsese
donde se piense, antes de asentarse en el mundo,
y cualquier conocimiento de Luz en
cualquier mente de la Tierra, al pensarse en Él,
sto Hizo el Padre Eterno conmigo y lo entregó así en nosotros, para destruir en el Final de
estos Tiempos, a las estrellas de la rebelión transgresoras
, las encadenadas en este infierno hasta cumplidos los días o número de sus
pecados, que son hoy” ante por las cuales
entregué la Luz y
la quito y reservo a los pocos Justos del final.
Y la despojan, porque la Luz está en los hombres que la buscan, por lo tanto, los engañan y
se quedan con la luz que ellos necesitan para vivir un poco más cada día; y así viven sin vida,
porque son dependientes de los que poseen la Luz y al impedírsela a quienes de ellos la
poseen, entonces la desgracia de la muerte de ellos se plasma en el cuerpo de quienes se
robaron, fenecen ellos con sus demonios también.
Es por esa cualidad de nuestra Luz, que enfurece a los demonios cuando
encuentran a un hombre de Luz, como reclamaron ante Jesús, diciendo:
“¿Qué tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para
atormentarnos antes de tiempo?” Cuando lo encuentran, lo buscan para
ahorcarlo, porque es su enemigo y saben que, aun teniéndolo de su lado,
tarde o temprano vuelve a la Luz y por esto se posesionan de él, le llenan
de odio, le enfurecen hasta obnubilar su mente y así le roban su espíritu, eliminan su Ser y
borran su Alma de , pues la llenan de tinieblas.
Es un tormento para las tinieblas que los hombres posean , porque teniéndola,
éstos comprenden cuanto se les advierte hoy desde Solari Parravicini: “¡La plaga del
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pedrisco le cubrirá! ¡Ay de aquellos que confundirán sus ayes lamentosos, tratando de
engañar en ! ¡Ay de aquellos! Porque nubladas le
serán las mentes, paralizados los miembros y deambularán errantes tras
abrigos, tras sus metales adquiridos de mal uso y manera, corriendo la
seca vida de la desesperación. ¡Ay de aquellos! Porque el fuego les
consumirá, más no morirán, la agonía del ay los castigará.
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Cabeza de los Días, procedente del Primer Misterio, que da el Trono donde
en esta hora, Él está Sentado.
Donde todas las fuerzas del cielo se agitan con sus Ángeles y Arcángeles, y todas las
Potencias de las Regiones Superiores entonan himnos, para que sus
cánticos sean oídos por el Hombre Interior, el Cordero; desde el momento
que se toma el Libro del Apocalipsis 5:8-10: “
,
todos tenían arpas, y copas de oro llenas
de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo
cántico, diciendo:
porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios,
de todo linaje, lengua, pueblo y nación; y nos has hecho para Nuestro
Dios de Días Reyes y Sacerdotes, reinando en la Tierra”; hasta el
Cumplimiento cuando se redimen, pues rechazan de sí, las tinieblas: “
Nuestra Luz está entre los hombres, para con Ella, quitar la fuerza que forma la materia y
su mundo, para los que han de salvarse sean prontamente purificados y llevados a las
Regiones Superiores, y los que no, sean destruidos por ella y por esto, la despojo; para que
los perversos sean turbados sin ella, porque les quito la fuerza que hay en ellos, porque la
Luz pura alimenta la materia y de esta vive la rebelión de los eones, porque así hizo
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cuando bajó a la Tierra; la quitó y las tinieblas quedaron impotentes, su
pujanza concluyó, y quedaron debilitados en su vigor, pues la Luz que había en su región
cesó, su reino fue disuelto y los oprimió para arrancarles su fuerza, y el
aliento de su boca y el sudor de sus cuerpos, porque quitar la Luz,
las tinieblas, pues ellos son ignorantes de la
Luz y la necesitan para saber hasta cuándo pueden vivir en la Tierra de los
hombres. Y quitarla, es convertirla en de destrucción de sus
mentes y negros corazones, es demolerlos a todos, como se os dijo; “Así,
que en gran parte depende, que en la medida, en que se desarrolle la
comprensión de los que buscan la Verdad, ayuden con actitudes positivas
a la gestación de acontecimientos por venir, reforzando su efecto salvador,
o que la repriman con vuestros prejuicios, estrechez mental e ignorancia,
convirtiendo su efecto en lo contrario: veneno y destrucción”.
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