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El método de la ética

Para comprender el método de la ética distinguimos entre ética como saber teórico
y ética como saber práctico.

El método de la ética como saber teórico

En la mente humana se procede de dos maneras para la elaboración del saber.

Por inducción

Se pasa de la observación de los hechos particulares a la formación de


leyes o principios universales.

Veamos un ejemplo:

- Verónica es una mujer que miente cuando platica

- Lucrecia también es una mujer que platica

- Por tanto, todas las mujeres que platican mienten.

Por deducción

El proceso es el inverso al inductivo; aquí las leyes universales se aplican


a cosas particulares.

Veamos un ejemplo:

- Todas las mujeres mienten cuando platican

- Lucrecia es una mujer que platica

- Por tanto, cada una de las mujeres cuando platica miente

La ética como disciplina filosófica aplica ambos principios. Debe comenzar por el
método inductivo. En este caso se trata de observar escrupulosamente las
costumbres (ethos), conocer el fenómeno moral para interpretarlo y descubrir su
significado.

En relación a esa observación, se avanza en el saber con el método deductivo.

Ya que según Kant, la ética no versa sobre como son y actúan las personas, sino
sobre cómo deben ser y actuar. Entre el ser y el deber ser hay un salto, un hiatos,
algo así como una distancia infranqueable: la experiencia nos da hechos y no
palabras, no valores; el ser, no el deber ser.

Ejemplo:

Es natural vivir conforme a la naturaleza humana de la razón (lo propio del


ser), de ahí no se sigue (deduce) que su acción sea moralmente buena
(deber ser).

Para determinar éticamente como deben ser las acciones humanas (método
inductivo) se deba partir de algún postulado, imperativo categórico o principio teórico
práctico, aceptado universalmente por todos (culturas, pueblos, ethos) para
aplicarlos después (a partir del método deductivo) a las cosas y a situaciones
particulares.

Ejemplo:

Los Diez mandamientos: “no matar”, “no robar”… “hacer el bien y no el mal”,
“obra de tal manera que trates siempre a las personas como fines y no como
medios”, “trata a los demás como quieres que a ti te traten” (Confucio, Máxima
de la regla de oro del cristianismo).

El método de la ética como saber práctico

Los principios y normas éticas no sólo deben elaborarse teóricamente, sino que
deben aplicarse a la praxis, a la vida diaria. ¿Eso es posible?

De otra manera: ¿Cómo se pueden enseñar y transmitir los valores morales?


Sigamos el análisis de esta cuestión a partir de la ética socrática.

A. Según Sócrates la virtud es un saber, y como tal se puede enseñar. De


ese modo nadie obra el mal voluntariamente, sino que cuando la persona
actúa incorrectamente, lo hace por ignorancia.

Por tanto.

No hay que castigar a quien obra mal (pues no ha actuado voluntariamente),


sino que hay que enseñarle (la virtud) para que aprende a obrar conforme al
bien y pueda identificarlo. Puesto que a la persona humana se le puede
educar moralmente, a la persona se le puede mejorar (a esta postura desde
el análisis crítico se le denomina optimismo socrático).

Sin embargo.

Este principio es útil en las sociedades modernas, como las nuestras,


aún en aquellas que se caractericen por ser pre-modernas o agrarias,
propias del ethos tradicional; donde se parte del supuesto que la
principal manera de mejorar una sociedad es a través de la buena
educación.

B. Otra forma extrema de responder a esta interrogante, sobre cómo


enseñar los valores, sería admitir que las virtudes y los valores no se
pueden enseñar ni transmitir. Cada cual adquiriría de una manera propia,
personal, misteriosa e intransferible.

En este sentido al optimismo socrático se le puede aplicar la frase del poeta


latino Ovidio Nasón: “Veo el bien y lo apruebo, y sin embargo hago el mal” la
máxima paulina: “No hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero”.

Es decir,

La persona actúa mal con plena conciencia y, a veces, no puede


realizar el bien por mucho que se esfuerce. (Testimonio pesimista que
revela la realidad del comportamiento humano… la inclinación de
concupiscencia al mal en el misterio de la estupidez).

Finalmente digamos, respecto a la postura socrática, que debemos comprender el


pensamiento de Sócrates a partir del ethos griego.1

1) La enseñanza de la virtud, no era puramente teórica, sino práctica.

2) Para los griegos la virtud era inseparable de lo bello.

3) Según Aristóteles. Sócrates tenía razón al afirmar que nadie obra mal
voluntariamente, si la persona humana fuera sólo razón, pero la persona es
inseparablemente pathos2 (pasión, instinto, animalidad) que a veces se
opone al dictamen sereno de la razón. Y por eso hay problema moral… la
persona es un constructo complejo, compuesto por diversos estratos e
instancias que, a veces lucha entre sí. (Recordemos algunas máximas: “hay
razones del corazón que la razón no entiende” [Del filósofo Descartes,
cantada por Fey]; La persona es una realidad sentiente [Xavier Zubiri,
filósofo]).

4) La ética en cuanto saber teórico, sistemático, racional… se puede enseñar…


lo cual no significa que el maestro que la enseña la ponga en práctica.

5) Una recta conducta no se aprende sólo por la teoría, más bien es el resultado
de un adiestramiento, del ejercicio de la responsabilidad y de las experiencias

1
Ethos, tal como lo venimos entendiendo, es costumbre, modo de ser, comportamiento, carácter, hábito. La
segunda naturaleza moral. Se trata de una creación genuina y necesaria del hombre, pues éste desde el
momento en que se organiza en sociedad, siente la necesidad imperiosa de crear reglas para regular su
comportamiento y permitir modelar así su carácter.
2
Pathos es uno de los tres modos de persuasión en la retórica (junto con el ethos y el logos). En la retórica de
Aristóteles, el pathos es el uso de los sentimientos humanos para afectar el juicio de un jurado. En el sentido
etimológico de la palabra, crear un argumento patético. Se puede utilizar este término para referirnos al
sufrimiento humano normal de una persona; el sufrimiento existencial, propio del ser persona en el mundo y
contrario al sufrimiento patológico o mórbido. Significa también pasión, desenfreno pasional no patológico
pero inducido. Se puede definir como: «todo lo que se siente o experimenta: estado del alma, tristeza, pasión,
padecimiento, enfermedad».
humanas de la limitación en el fracaso o el sufrimiento, por ejemplo, no de
una reflexión teórica. Aristóteles decía que las virtudes (los valores morales)
son hábitos buenos, y como todo hábito, la única manera de adquirirlos es a
base de repetición de actos. Un hábito, una virtud, no se adquiere con una
sola acción. Queda mostrado en la disciplina de un atleta, en las dietas
alimenticias para equilibrar peso, en la organización del tiempo para quienes
trabajan y estudian, en quienes repiten actos de caridad… en fin… La virtud
(que muestra lo bueno del ser) embellece a la persona.

Método latinoamericano de la ética

Los momentos del método

Acto primero Acto segundo Acto tercero

VER JUZGAR ACTUAR

El ser de la realidad. El deber ser de la Es el qué hacer con la


realidad. realidad.
*
* *
Conocer la realidad tal
como es. Es hacer Iluminar la realidad: “No basta con conocer la
análisis de situación o un realidad, hay que
diagnóstico considerando a) Fundamentos transformarla” (Marx).
lo social, político, antropológicos. Ese
económico, cultural y deber ser expresa lo Es responder ¿Qué hacer
religioso. Yendo a las bueno y lo malo, lo para transformar la
causas de las conveniente, lo humano. realidad?
problemáticas. Es Ilumina la situación social
conocer siendo parte de a la luz de la ética y moral, Ese hacer ha de ser
la realidad, valores y principios factible a la luz del juzgar.
involucrándose en las sociales y religiosos,
Se trata de trazar líneas
de acción y
posibles soluciones (Acto válidamente admitidos orientaciones, de
tercero). por todos. operativizar los desafíos
planteados.
b) el diagnóstico,
formulado como
“Desafíos”, o sea, lo que
3

falta a la situación para


alcanzar el ideal descrito
en la iluminación.
*
* *
Es el momento del hacer.
Es un momento de Es el un momento de
constatación de la reflexión valorativa de la
realidad humana realidad.
histórica.

1. Ver

El ver es una metáfora. Indica el abrir los ojos y percibir los objetos que “están frente”
o “yacen delante” del sujeto perceptor.4 El conocer es ante todo un recibir desde
fuera. “No hay nada en el intelecto, que antes no estuviera en los
sentidos” (empirismo).

Cuando conozco necesariamente parto de un contexto previo que condiciona el


entendimiento. No es lo mismo conocer que es la guerra y la violación de los
derechos humanos estudiando en un libro, o viéndolos en un video, que siendo
víctima directa. Mi vida entra en el conocimiento y se funde en él.

Los intereses guían el conocimiento. Cuando tengo interés en algo aprendo más
rápido y mejor. No hay conocimiento ni visión neutral. Nos acercamos a la realidad,
para conocerla, juzgarla y transformarla.

3
Los Desafíos indican lo que hay que hacer para lograr que la situación descrita se acerque más al ideal
propuesto. Se comprenden como el diagnóstico que emerge de la comparación entre lo que somos y lo que
debemos y queremos ser. El desafío indica lo que hay que hacer para lograr que la situación descrita se
acerque más al ideal propuesto.
4
Cf. http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?TIPO_HTML=2&LEMA=ver
En este sentido el ver, supera la visión porque no sólo es un acercamiento a la
realidad, sino que ya incluye un análisis de la situación y de sus causas, y una
observación de tendencias:

- En varias ocasiones se utiliza para el ver el esquema las “luces y sombras”.


Otras veces se usa el esquema de “fortalezas y debilidades”, las primeras
indicarían los logros, y las segundas las fallas y debilidades.

- El separar luces de las sombras permite individuar las fortalezas y las


debilidades. Sin embargo, a veces se puede caer en un cierto maniqueísmo,
olvidando que las sombras sólo se perciben donde hay luces, y que las luces
generan sombras. Esto significa que la realidad muchas veces no es toda blanca
o toda negra, como nos lo recuerda la multitud de tonalidades grises. Igualmente
la separación de luces y sombras puede causar la impresión de una cierta
contradicción porque lo que se afirma como positivo en las luces, se pudiera
indicar también como negativo en las sombras.

- En otras ocasiones se recurre al método de indicar las luces junto con las
sombras, indicando mejor las matizaciones. Existe, sin embargo, la tendencia a
cargar las tintas sobre lo negativo.

- En el ver se indican también las causas y tendencias de las situaciones, porque,


más allá del dar respuesta a lo inmediato, se pretende lo que se quiere lograr en
los años venideros, superando la tentación de reducirse sólo visualizar y
proyectar a lo circunstancial o coyuntural.

En este sentido Casiano Floristán,5 habla de tres tipos de observaciones:


espontánea guiada y crítica.

1. Observación espontánea: los resultados son extraídos a partir de la experiencia


común, válida aunque a veces engañosa y un tanto subjetiva. No es fácil atisbar
las vivencias y experiencias personales y sociales, y distinguirlas de las matrices
de opinión generalizadas.

2. Observación guiada: utiliza técnicas e instrumentos de análisis apropiados,


como entrevistas, encuestas, estadísticas, recopilación documental.

5
FLORISTÁN Casiano, Teología práctica, 389-390. Cf. también su voz: “Ver-juzgar-actuar” en el Nuevo
Diccionario de Teología Pastoral, 1565.
3. Observación crítica: trata de conocer la realidad en profundidad. Se propone
estudiar el fondo ideológico de las personas (valores, normas y acciones), su
horizonte simbólico, y la filosofía imperante (conjunto de principios).

En síntesis

“Ver es el momento de toma de conciencia de la realidad. Es partir de los hechos


concretos de la vida cotidiana para no caer en suposiciones ni abstracciones y
buscar sus causas, los conflictos que generan y las consecuencias que pueden
prever para el futuro”. 6

Cuando más seriamente se realice el análisis en el ver y se identifiquen las causas


de las situaciones, más eficientemente se podrán proponer acciones
transformadoras orientadas a atacar las raíces de los problemas.

Sin pretender ser exhaustivos, ni realizar análisis totalmente científicos, es de gran


utilidad el recurrir a los instrumentos de las ciencias sociales. De la seriedad del ver,
del análisis de la realidad, dependerá el éxito del método.

2. Juzgar

2.1. El juicio y el juzgar

El juicio, que es el acto de juzgar, tiene una polivalencia semántica. José


Ferrater Mora recoge 10 significados filosóficos importantes, de los que reseñamos
los tres primeros:

1. Juicio es el acto mental por medio del cual nos formamos una opinión de algo.

2. Juicio es el proceso mental por medio del cual decimos conscientemente que
algo es de un modo o de otro.

3. Juicio es la afirmación o negación de algo (de un predicado) con respecto a algo


(un sujeto).7

6
CELAM, Civilización del amor, tarea y esperanza. Orientaciones para una pastoral juvenil latinoamericana,
Bogotá 2001, 297.
7
FERRATER MORA José, “Juicio” en Diccionario de Filosofía II, Alianza, Madrid 1982, 1970. Cf. el clásico
HOENEN Petrus, La théorie du jugement d'après St. Thomas d'Aquin, PUG, Roma 1953.
Es cierto que hay un juicio en el ver: cómo es la situación. En el juzgar nos
encontramos con una valoración: cómo debería ser.

El juicio indica especialmente la facultad de juzgar, típica del hombre, único


animal capaz de formular juicios en vez de limitarse a tener impresiones. El juicio
supera la intencionalidad pre-objetiva o subjetiva de las percepciones sensoriales,
y se eleva a la objetividad de la razón.

El juzgar implica una valoración de la realidad. Se trata del marco referencial.


Explicita ciertos criterios que sirven de medida para valorar la realidad y para
calificarla. Siendo valoración de la realidad, el juzgar es eminentemente moral.
Expresa el deber ser, lo bueno y lo malo, lo conveniente, lo humano.

2.2. Juzgar como segundo momento del método ético

«Juzgar» es el proceso de interpretar lo que hemos observado en la sección del


«ver» desde el punto de vista ético, ¿qué dice Dios, la ética, respecto a esa situación
o circunstancia? Desde el punto de vista moral ¿Cómo debe ser el comportamiento
humano?

El “Juzgar” incluye dos momentos: el de la iluminación antropológica constituida por


los fundamentos éticos que iluminan la situación, y el diagnóstico, formulado como
“Desafíos”, o sea, lo que falta a la situación para alcanzar el ideal descrito en la
iluminación.

Interpretación

El juzgar es una interpretación ética de la situación. Como tal está guiada por
la hermenéutica, el arte de comprender e interpretar. En la acción ética se pretende
verificar la calidad humana, la validez de las experiencias, la experiencia religiosa,
las relaciones comunitarias, las conductas éticas y los compromisos.

3. Actuar

«Actuar» aquí significa que el análisis de la realidad (VER: acto primero), el


discernimiento y la reflexión ético moral (JUZGAR: acto segundo) están orientados
a la acción que busca transformar la realidad.

El actuar tiende al cambio de la realidad de la que se ha partido. El “Actuar” expresa


lo que hay que hacer para dar respuesta a las situaciones analizadas y valoradas
en el juzgar. Se trata de trazar líneas de acción y orientaciones, de operativizar los
desafíos planteados. Se trata de dar respuestas concretas, de contribuir al ser
auténtico, de proponer sugerencias y experiencias, de ofrecer orientaciones.

La primacía de la práctica

El actuar nos recuerda la primacía de la práctica. Marx ha sido uno de los pioneros
en mostrar la relevancia filosófica de la praxis como alternativa al idealismo. La tesis
“hasta ahora los filósofos se han preocupado de comprender el mundo, ahora se
trata de transformarlo”, reivindicó un lugar privilegiado a la praxis como lugar
filosófico.

Sin embargo, ya san Basilio señalaba que la acción es el principio del conocimiento.
Mauricio Blondel hizo de la acción el punto de partida de todo su pensamiento.8 La
filosofía contemporánea, tanto en las corrientes analíticas como en las
fenomenológicas, ha prestado una creciente atención a la acción.

La primacía de la práctica ha sido una intuición fundamental del método ver-juzgar-


actuar y de la teología de la liberación latinoamericana. 9 No se trata ya de un
concepto abstracto de la praxis o como objeto ideal de estudio10 sino de una práctica
concreta.

En síntesis

La acción es el proyecto de transformación de la realidad. Equivale a trazar


tareas y quehaceres, de acuerdo al juicio de la situación según “lo humano”, “lo
divino”. La tercera fase del método corresponde a la pregunta ¿Qué debemos hacer
para cambiar la situación?

El actuar impide que la reflexión quede en lo abstracto. Se debe estar atentos


para que lo que se proponga realizar sea factible, y al mismo tiempo fruto maduro
de la reflexión realizada.

8
Cf. BLONDEL Maurice, La acción. Ensayo de una crítica de la vida y de una ciencia de la práctica
(1893), BAC, Madrid 1996.
9
Cf. GONZALEZ Antonio, “Vigencia del «método teológico» de la teología de la liberación”
en Revista Latinoamericana de Teología, http://www.sjsocial.org/relat/164.htm
10
Cf. METZ Johann Baptist, Teología del mundo, Sígueme, Salamanca 1970.
Actividad 2

El trabajo debe hacerse de acuerdo al esquema abajo indicado

Primera parte

Analiza una noticia de prensa. Considera los siguientes aspectos, para la lectura y
síntesis.

1. Ver (la realidad) Descripción científica del hecho

2. Juzgar (iluminar la realidad) Lectura con Criterios éticos

3. Actuar (Transformar la realidad) Toma de postura en Líneas de acción

Segunda parte

Considera las siguientes cuestiones de la noticia a partir de tu profesión o


estudio

1. ¿Cómo afecta esa situación a las personas de tu entorno? Pregunta a una o a


varias personas (formal o informalmente) qué piensan al respecto.

2. ¿Cuáles son tus propuestas concretas?

3. ¿Qué puedes hacer o estás haciendo?

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