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Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
http://ebookcentral.proquest.com
Created from utnortesp on 2018-05-23 17:12:08.
SABERES ANDINOS
Ciencia y tecnología en Bolivia, Ecuador y Perú

Marcos Cueto
Editor

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

IEP Instituto de Estudios Peruanos

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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Created from utnortesp on 2018-05-23 17:12:08.
Serie: Estudios Históricos 19

Contenido

© IEP ediciones
Horacio Urteaga 694, Lima 11 1. Introducción, Marcos Cueto 9
 432-3070 / 424-4856
2. Tradiciones médicas nativas y resistencia en el Ecuador
Fax [511] 432-4981
colonial, Suzanne Austin Alchon 15
Impreso en el Perú
3. Ciencia ilustrada y saber popular en el conocimiento
Primera edición, noviembre de 1995
de la quina en el siglo XVIII, Eduardo Estrella 37
1,000 ejemplares
4. La recepción de la tecnología minera española en las minas
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

ISBN 84-89303-51-7
de Huancavelica, siglo XVIII, Kendall W. Brown 59
ISSN 1019-4533
5. La Utopía de Hipólito Unanue: comercio, naturaleza,
y religión en el Perú, Jorge Cañizares 91
CUETO, Marcos, ed.
Saberes andinos: ciencia y tecnología en Bolivia, Ecuador y
Perú.-- Lima: IEP, 1995.-- (Estudios Históricos, 19) 6. El nacionalismo y los orígenes de la Sociedad Geográfica
de Lima, Leoncio López-Ocón Cabrera 109
CIENCIA/TECNOLOGÍA/MEDICINA TRADICIONAL/SIGLO XVIII/
7. Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad
UNANUE, HIPÓLITO/CULTURA ANDINA/COLONIA/ESTRATIFI-
CACIÓN SOCIAL/MEDICINA/HISTORIA/PERÚ/BOLIVIA/ECUA- del siglo xx, Manuel E. Contreras C. 127
DOR/ 8. Guía para la historia de la ciencia: archivos y bibliotecas
en Lima, Marcos Cueto 159
W/05.01.01/E/19

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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Serie: Estudios Históricos 19

Contenido

© IEP ediciones
Horacio Urteaga 694, Lima 11 1. Introducción, Marcos Cueto 9
 432-3070 / 424-4856
2. Tradiciones médicas nativas y resistencia en el Ecuador
Fax [511] 432-4981
colonial, Suzanne Austin Alchon 15
Impreso en el Perú
3. Ciencia ilustrada y saber popular en el conocimiento
Primera edición, noviembre de 1995
de la quina en el siglo XVIII, Eduardo Estrella 37
1,000 ejemplares
4. La recepción de la tecnología minera española en las minas

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


ISBN 84-89303-51-7
de Huancavelica, siglo XVIII, Kendall W. Brown 59
ISSN 1019-4533
5. La Utopía de Hipólito Unanue: comercio, naturaleza,
y religión en el Perú, Jorge Cañizares 91
CUETO, Marcos, ed.
Saberes andinos: ciencia y tecnología en Bolivia, Ecuador y
Perú.-- Lima: IEP, 1995.-- (Estudios Históricos, 19) 6. El nacionalismo y los orígenes de la Sociedad Geográfica
de Lima, Leoncio López-Ocón Cabrera 109
CIENCIA/TECNOLOGÍA/MEDICINA TRADICIONAL/SIGLO XVIII/
7. Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad
UNANUE, HIPÓLITO/CULTURA ANDINA/COLONIA/ESTRATIFI-
CACIÓN SOCIAL/MEDICINA/HISTORIA/PERÚ/BOLIVIA/ECUA- del siglo xx, Manuel E. Contreras C. 127
DOR/ 8. Guía para la historia de la ciencia: archivos y bibliotecas
en Lima, Marcos Cueto 159
W/05.01.01/E/19

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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ANEXO V
Bibliografias de revistas científicas peruanas

Calderón, Savia A. "Indice de la Revista de Medicina Experimental. 1942-


1960". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Campos, Lilia. Trabajos y Publicaciones del Instituto de Investigaciones de Altura


1961-1976. Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1976.

Clement, Jean Pierre. "Indices del Mercurio Peruano: 1790-1795". Fénix, Revista
de la Biblioteca Nacional. 26-27 (1976-77): 5-234.

Diaz Marín, Santos. Indice analítico del Boletín de la Sociedad Geográfica de


Lima, Tomo I al CIV, años 1891 a 1984. Ed. Santiago E. Antúnez de
Mayolo. Lima: Imp. Benito, 1988.

Duarte de Morales, Cristina y Raquel Zegarra Lanfranco. Indice de los Anales


de la Facultad de Medicina: 1919-1956. Lima: Univ. de San Marcos,
1956.

Espejo Nuñéz, Teófilo. "Indice de la Revista del Museo Nacional, 1932-1947".


Boletín Bibliográfico de San Marcos 22 (1949) 29-79.

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


Kamimoto, Margarita H. "Bibliografía de Matemáticas en el Perú durante los
siglos XVIII y XIX.". Boletín de la Biblioteca Nacional 63-64 (1972): 5-
46.

Laura Elescano, Luz Aida. "Indice de la Revista Peruana de Radiología". Tesis,


Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Mariátegui, Javier y Ramón León. La Revista de Psiquiatría y Disciplinas Cone-


xas) 1918-1924. Lima: Ed. Minerva, 1987.

Palomino Morales, Rosa M. "Fichado analítico de la Revista Peruana de Pato-


logía. 1956-1969". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.

Rivera, Rosalina. "Indice Clasificado de los Boletines de la Sociedad Geológi-


ca del Perú". Boletín de la Sociedad Geológica del Perú 45 (1975): 99-158.

Ruiz Guerrero, Lidia. "Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas del Perú, Fi-
chado Analítico, 1902-1948". Tesis, Escuela de Bibliotecarios, 1971.
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Bibliografias de revistas científicas peruanas

Calderón, Savia A. "Indice de la Revista de Medicina Experimental. 1942-


1960". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Campos, Lilia. Trabajos y Publicaciones del Instituto de Investigaciones de Altura


1961-1976. Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1976.

Clement, Jean Pierre. "Indices del Mercurio Peruano: 1790-1795". Fénix, Revista
de la Biblioteca Nacional. 26-27 (1976-77): 5-234.

Diaz Marín, Santos. Indice analítico del Boletín de la Sociedad Geográfica de


Lima, Tomo I al CIV, años 1891 a 1984. Ed. Santiago E. Antúnez de
Mayolo. Lima: Imp. Benito, 1988.

Duarte de Morales, Cristina y Raquel Zegarra Lanfranco. Indice de los Anales


de la Facultad de Medicina: 1919-1956. Lima: Univ. de San Marcos,
1956.

Espejo Nuñéz, Teófilo. "Indice de la Revista del Museo Nacional, 1932-1947".


Boletín Bibliográfico de San Marcos 22 (1949) 29-79.

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


Kamimoto, Margarita H. "Bibliografía de Matemáticas en el Perú durante los
siglos XVIII y XIX.". Boletín de la Biblioteca Nacional 63-64 (1972): 5-
46.

Laura Elescano, Luz Aida. "Indice de la Revista Peruana de Radiología". Tesis,


Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Mariátegui, Javier y Ramón León. La Revista de Psiquiatría y Disciplinas Cone-


xas) 1918-1924. Lima: Ed. Minerva, 1987.

Palomino Morales, Rosa M. "Fichado analítico de la Revista Peruana de Pato-


logía. 1956-1969". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.

Rivera, Rosalina. "Indice Clasificado de los Boletines de la Sociedad Geológi-


ca del Perú". Boletín de la Sociedad Geológica del Perú 45 (1975): 99-158.

Ruiz Guerrero, Lidia. "Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas del Perú, Fi-
chado Analítico, 1902-1948". Tesis, Escuela de Bibliotecarios, 1971.
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Bibliografias de revistas científicas peruanas

Calderón, Savia A. "Indice de la Revista de Medicina Experimental. 1942-


1960". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Campos, Lilia. Trabajos y Publicaciones del Instituto de Investigaciones de Altura


1961-1976. Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1976.

Clement, Jean Pierre. "Indices del Mercurio Peruano: 1790-1795". Fénix, Revista
de la Biblioteca Nacional. 26-27 (1976-77): 5-234.

Diaz Marín, Santos. Indice analítico del Boletín de la Sociedad Geográfica de


Lima, Tomo I al CIV, años 1891 a 1984. Ed. Santiago E. Antúnez de
Mayolo. Lima: Imp. Benito, 1988.

Duarte de Morales, Cristina y Raquel Zegarra Lanfranco. Indice de los Anales


de la Facultad de Medicina: 1919-1956. Lima: Univ. de San Marcos,
1956.

Espejo Nuñéz, Teófilo. "Indice de la Revista del Museo Nacional, 1932-1947".


Boletín Bibliográfico de San Marcos 22 (1949) 29-79.

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


Kamimoto, Margarita H. "Bibliografía de Matemáticas en el Perú durante los
siglos XVIII y XIX.". Boletín de la Biblioteca Nacional 63-64 (1972): 5-
46.

Laura Elescano, Luz Aida. "Indice de la Revista Peruana de Radiología". Tesis,


Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Mariátegui, Javier y Ramón León. La Revista de Psiquiatría y Disciplinas Cone-


xas) 1918-1924. Lima: Ed. Minerva, 1987.

Palomino Morales, Rosa M. "Fichado analítico de la Revista Peruana de Pato-


logía. 1956-1969". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.

Rivera, Rosalina. "Indice Clasificado de los Boletines de la Sociedad Geológi-


ca del Perú". Boletín de la Sociedad Geológica del Perú 45 (1975): 99-158.

Ruiz Guerrero, Lidia. "Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas del Perú, Fi-
chado Analítico, 1902-1948". Tesis, Escuela de Bibliotecarios, 1971.
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Bibliografias de revistas científicas peruanas

Calderón, Savia A. "Indice de la Revista de Medicina Experimental. 1942-


1960". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Campos, Lilia. Trabajos y Publicaciones del Instituto de Investigaciones de Altura


1961-1976. Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1976.

Clement, Jean Pierre. "Indices del Mercurio Peruano: 1790-1795". Fénix, Revista
de la Biblioteca Nacional. 26-27 (1976-77): 5-234.

Diaz Marín, Santos. Indice analítico del Boletín de la Sociedad Geográfica de


Lima, Tomo I al CIV, años 1891 a 1984. Ed. Santiago E. Antúnez de
Mayolo. Lima: Imp. Benito, 1988.

Duarte de Morales, Cristina y Raquel Zegarra Lanfranco. Indice de los Anales


de la Facultad de Medicina: 1919-1956. Lima: Univ. de San Marcos,
1956.

Espejo Nuñéz, Teófilo. "Indice de la Revista del Museo Nacional, 1932-1947".


Boletín Bibliográfico de San Marcos 22 (1949) 29-79.

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Kamimoto, Margarita H. "Bibliografía de Matemáticas en el Perú durante los
siglos XVIII y XIX.". Boletín de la Biblioteca Nacional 63-64 (1972): 5-
46.

Laura Elescano, Luz Aida. "Indice de la Revista Peruana de Radiología". Tesis,


Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Mariátegui, Javier y Ramón León. La Revista de Psiquiatría y Disciplinas Cone-


xas) 1918-1924. Lima: Ed. Minerva, 1987.

Palomino Morales, Rosa M. "Fichado analítico de la Revista Peruana de Pato-


logía. 1956-1969". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.

Rivera, Rosalina. "Indice Clasificado de los Boletines de la Sociedad Geológi-


ca del Perú". Boletín de la Sociedad Geológica del Perú 45 (1975): 99-158.

Ruiz Guerrero, Lidia. "Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas del Perú, Fi-
chado Analítico, 1902-1948". Tesis, Escuela de Bibliotecarios, 1971.
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Bibliografias de revistas científicas peruanas

Calderón, Savia A. "Indice de la Revista de Medicina Experimental. 1942-


1960". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Campos, Lilia. Trabajos y Publicaciones del Instituto de Investigaciones de Altura


1961-1976. Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1976.

Clement, Jean Pierre. "Indices del Mercurio Peruano: 1790-1795". Fénix, Revista
de la Biblioteca Nacional. 26-27 (1976-77): 5-234.

Diaz Marín, Santos. Indice analítico del Boletín de la Sociedad Geográfica de


Lima, Tomo I al CIV, años 1891 a 1984. Ed. Santiago E. Antúnez de
Mayolo. Lima: Imp. Benito, 1988.

Duarte de Morales, Cristina y Raquel Zegarra Lanfranco. Indice de los Anales


de la Facultad de Medicina: 1919-1956. Lima: Univ. de San Marcos,
1956.

Espejo Nuñéz, Teófilo. "Indice de la Revista del Museo Nacional, 1932-1947".


Boletín Bibliográfico de San Marcos 22 (1949) 29-79.

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Kamimoto, Margarita H. "Bibliografía de Matemáticas en el Perú durante los
siglos XVIII y XIX.". Boletín de la Biblioteca Nacional 63-64 (1972): 5-
46.

Laura Elescano, Luz Aida. "Indice de la Revista Peruana de Radiología". Tesis,


Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Mariátegui, Javier y Ramón León. La Revista de Psiquiatría y Disciplinas Cone-


xas) 1918-1924. Lima: Ed. Minerva, 1987.

Palomino Morales, Rosa M. "Fichado analítico de la Revista Peruana de Pato-


logía. 1956-1969". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.

Rivera, Rosalina. "Indice Clasificado de los Boletines de la Sociedad Geológi-


ca del Perú". Boletín de la Sociedad Geológica del Perú 45 (1975): 99-158.

Ruiz Guerrero, Lidia. "Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas del Perú, Fi-
chado Analítico, 1902-1948". Tesis, Escuela de Bibliotecarios, 1971.
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Introducción
Marcos Cueto

EL PROPÓSITO DE este volumen es contribuir al conocimiento de dos de


las actividades más importantes y menos estudiadas del pasado andino: la
ciencia y la tecnología. A pesar del notable desarrollo de la etnohistoria y la
historia social sobre el Ecuador, Bolivia y Perú, es poco lo que sabemos
del impacto de los descubrimientos tecnológicos y las prácticas científicas
en estas sociedades entre los siglos XVI y XX. Esta laguna en el conoci-
miento histórico ocurre a pesar que la tecnología precolombina ha ocupa-
do alguna atención entre especialistas que han mostrado las notables reali-

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zaciones indígenas en sistemas eficientes de numeración, almacenamiento,
y cirugía.1
Sin embargo, no es mucho lo que conocemos sobre cómo sobrevivie-
ron, resistieron o se relacionaron estos conocimientos indígenas con la
ciencia y la tecnología importada de Europa y en general con las nuevas
condiciones sociales y culturales creadas por la colonia y la república. Es
poco lo que sabemos sobre, por ejemplo, las tecnologías que aceleraron el
desarrollo de las economías de exportación, la relación entre la productivi-

1. Por ejemplo Rogger Ravines, comp., Tecnología Andina (Lima: IEP, 1978); Antho-
ny F. Avení y Gordon Brotherston, eds., Calendars in Mesoamerica and Perú: Native.Ameri-
can computations of time (Oxford: BAR, 1983); Heather Lechtman y Ana María Soldi, eds.,
La Tecnología en el Mundo Andino, Subsistencia y mensuración (México: Universidad Nacional
Autónoma de México, 1985); y Marcia Ascher, "The logical-numerical system of Inca quí-
pus", Annals of the History of Computing 5 (1983): 268-278.
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10 Marcos Cueto Introducción 11

dad agrícola y los cambios en los sistemas de cultivo, la utilización de imá- social y cultural, la capacidad creativa de los actores nativos y las dinámicas
genes del mundo natural para la creación de símbolos de cohesión inte- locales.5
rétnica, el impacto real de la medicina y la sanidad en la recuperación de- Estas perspectivas permitirían relanzar la historia de la ciencia y la tec-
mográfica, o el surgimiento de retóricas cientificistas en las ideologías na- nología en la región andina como parte de la reflexión general sobre el pa-
cionalistas de nuestros países.2 sado de nuestras sociedades y contribuirían a la resolución del debate pen-
La falta de atención a la dimensión científica y tecnológica del pasado diente acerca de si existe una dinámica propia que caracterice el desarrollo
andino más reciente se debió a varios factores, entre los que se encuen- científico y tecnológico de países del Ande, de América Latina o del tercer
tran: el agotamiento de la historia tradicional, ornamental y parroquial de mundo, o si este desarrollo es un reflejo de las etapas por las cuales inicial-
la ciencia y de la medicina, cultivada desde hace varios años por médicos e mente atravesaron los países industrializados.6 Este es un debate fascinan-
ingenieros; la consideración de la ciencia y la tecnología como productos te, que está relacionado con la discusión respecto a cómo y por qué coe-
difíciles, acabados, y extraños en nuestros países, que generalmente fueron xisten los conocimientos de las culturas nativas de países como los andinos
importados; la falta de conocimiento de los materiales documentales que con las tecnologías y prácticas científicas manejadas por las élites.
servirían para una historia de la ciencia y de la tecnología, y la progresiva La región andina, y en especial los países de los Andes centrales de los
pérdida de una visión global del pasado, de la que son parcialmente res- que se trata en este libro, ofrece extraordinarias posibilidades para estudiar
ponsables algunas de las historias sociales y económicas especializadas.3 la relación entre saberes oficiales y saberes nativos debido a varios factores.
Estos obstáculos pueden disiparse si se toma en cuenta que existen Entre ellos se encuentran, la importancia de los factores étnicos en la es-
preocupaciones intelectuales contemporáneas que favorecen el desarrollo tructura social, la experiencia y el conocimiento acumulados de los grupos
de una historia social de la ciencia y la tecnología. En los últimos años las indígenas, los esfuerzos por centralización estatal que se remontan al pe-
actividades científicas y tecnológicas han empezado a ser reconocidas ríodo precolombino, y por las discusiones, siempre pendientes, sobre la o
como procesos culturales y sociales cuya forma, dinámica, autoridad e in- las identidades que nos distinguen.
cluso contenido pueden ser afectados por factores "extracientíficos".4 Asi- Los trabajos aquí presentados analizan dos grandes temas. En primer
mismo, los valiosos y recientes estudios sobre el desarrollo de la ciencia en lugar la coexistencia, tensión, complementariedad, negociación, y acomo-
México, Brasil y otros países latinoamericanos han empezado a superar los dación entre conocimientos populares y los saberes oficiales. Este es un
modelos difusionistas que asignaban la iniciativa científica a factores exter- tema ligado a las preocupaciones sobre el peso de la cultura indígena y su
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nos, y suponían una respuesta pasiva de los receptores nativos, a la vez posible influencia en el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Segundo, la
que han abandonado la perspectiva estéril de tratar de explicar por qué contribución de la ciencia y la tecnología en la formación del Estado y el
algo como la revolución científica del siglo XVII nunca ocurrió en nuestra fortalecimiento de nuevos grupos profesionales como los ingenieros. La
región. Por último, tales trabajos han prestado mayor atención al contexto relación entre ciencia y gobernabilidad se estableció no sólo en plano ma-
terial sino también ideológico, ya que diversas opciones políticas utiliza-
ron imágenes de la ciencia con fines de legitimación.
Este volumen es una primera aproximación a estos temas que trata de
2. Una excepción son los valiosos trabajos comparativos de Eduardo Estrella como establecer las diversas formas de interacción entre ciencia y sociedad en los
"Expediciones botánicas", en Carlos III y la ciencia de la Ilustración, Manuel Sellés, José Luis países de los Andes centrales que tienen un pasado común. Asimismo, el
Peset y Antonio Lafuente, eds., (Madrid: Alianza Editorial, 1989), pp. 331-352; e "Intro-
ducción", en Hipólito Ruiz; Compendio Histórico-Médico Comercial de las Quinas (Burgos: Caja
de Ahorros Municipal de Burgos, 1992), pp. 15-54.
3. Con respecto a la historia tradicional de la medicina peruana, véase Marcos Cueto, 5. Gran parte de estos artículos han sido publicados en la revista Quipu, órgano de la
"La Historia de la Ciencia y la Tecnología en el Perú, una aproximación bibliográfica", Qui- Sociedad Latinoamericana de Historia de las Ciencias y de la Tecnología, editada en México
pu 1 (1987): 119-147. desde 1982.
4. Por ejemplo, Steven Shapin y Simon Schaffer, Leviathan and the Air Pump: Hobbes, 6. Sobre estos temas, véase Antonio Lafuente, Alberto Elena y María Luisa Ortega,
Boyle, and the Experimental Life (Princeton: Princeton Univ. Press, 1985). eds., Mundialización de la ciencia y cultura nacional (Madrid: Doce Calles, 1993).

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10 Marcos Cueto Introducción 11

dad agrícola y los cambios en los sistemas de cultivo, la utilización de imá- social y cultural, la capacidad creativa de los actores nativos y las dinámicas
genes del mundo natural para la creación de símbolos de cohesión inte- locales.5
rétnica, el impacto real de la medicina y la sanidad en la recuperación de- Estas perspectivas permitirían relanzar la historia de la ciencia y la tec-
mográfica, o el surgimiento de retóricas cientificistas en las ideologías na- nología en la región andina como parte de la reflexión general sobre el pa-
cionalistas de nuestros países.2 sado de nuestras sociedades y contribuirían a la resolución del debate pen-
La falta de atención a la dimensión científica y tecnológica del pasado diente acerca de si existe una dinámica propia que caracterice el desarrollo
andino más reciente se debió a varios factores, entre los que se encuen- científico y tecnológico de países del Ande, de América Latina o del tercer
tran: el agotamiento de la historia tradicional, ornamental y parroquial de mundo, o si este desarrollo es un reflejo de las etapas por las cuales inicial-
la ciencia y de la medicina, cultivada desde hace varios años por médicos e mente atravesaron los países industrializados.6 Este es un debate fascinan-
ingenieros; la consideración de la ciencia y la tecnología como productos te, que está relacionado con la discusión respecto a cómo y por qué coe-
difíciles, acabados, y extraños en nuestros países, que generalmente fueron xisten los conocimientos de las culturas nativas de países como los andinos
importados; la falta de conocimiento de los materiales documentales que con las tecnologías y prácticas científicas manejadas por las élites.
servirían para una historia de la ciencia y de la tecnología, y la progresiva La región andina, y en especial los países de los Andes centrales de los
pérdida de una visión global del pasado, de la que son parcialmente res- que se trata en este libro, ofrece extraordinarias posibilidades para estudiar
ponsables algunas de las historias sociales y económicas especializadas.3 la relación entre saberes oficiales y saberes nativos debido a varios factores.
Estos obstáculos pueden disiparse si se toma en cuenta que existen Entre ellos se encuentran, la importancia de los factores étnicos en la es-
preocupaciones intelectuales contemporáneas que favorecen el desarrollo tructura social, la experiencia y el conocimiento acumulados de los grupos
de una historia social de la ciencia y la tecnología. En los últimos años las indígenas, los esfuerzos por centralización estatal que se remontan al pe-
actividades científicas y tecnológicas han empezado a ser reconocidas ríodo precolombino, y por las discusiones, siempre pendientes, sobre la o
como procesos culturales y sociales cuya forma, dinámica, autoridad e in- las identidades que nos distinguen.
cluso contenido pueden ser afectados por factores "extracientíficos".4 Asi- Los trabajos aquí presentados analizan dos grandes temas. En primer
mismo, los valiosos y recientes estudios sobre el desarrollo de la ciencia en lugar la coexistencia, tensión, complementariedad, negociación, y acomo-
México, Brasil y otros países latinoamericanos han empezado a superar los dación entre conocimientos populares y los saberes oficiales. Este es un
modelos difusionistas que asignaban la iniciativa científica a factores exter- tema ligado a las preocupaciones sobre el peso de la cultura indígena y su

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nos, y suponían una respuesta pasiva de los receptores nativos, a la vez posible influencia en el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Segundo, la
que han abandonado la perspectiva estéril de tratar de explicar por qué contribución de la ciencia y la tecnología en la formación del Estado y el
algo como la revolución científica del siglo XVII nunca ocurrió en nuestra fortalecimiento de nuevos grupos profesionales como los ingenieros. La
región. Por último, tales trabajos han prestado mayor atención al contexto relación entre ciencia y gobernabilidad se estableció no sólo en plano ma-
terial sino también ideológico, ya que diversas opciones políticas utiliza-
ron imágenes de la ciencia con fines de legitimación.
Este volumen es una primera aproximación a estos temas que trata de
2. Una excepción son los valiosos trabajos comparativos de Eduardo Estrella como establecer las diversas formas de interacción entre ciencia y sociedad en los
"Expediciones botánicas", en Carlos III y la ciencia de la Ilustración, Manuel Sellés, José Luis países de los Andes centrales que tienen un pasado común. Asimismo, el
Peset y Antonio Lafuente, eds., (Madrid: Alianza Editorial, 1989), pp. 331-352; e "Intro-
ducción", en Hipólito Ruiz; Compendio Histórico-Médico Comercial de las Quinas (Burgos: Caja
de Ahorros Municipal de Burgos, 1992), pp. 15-54.
3. Con respecto a la historia tradicional de la medicina peruana, véase Marcos Cueto, 5. Gran parte de estos artículos han sido publicados en la revista Quipu, órgano de la
"La Historia de la Ciencia y la Tecnología en el Perú, una aproximación bibliográfica", Qui- Sociedad Latinoamericana de Historia de las Ciencias y de la Tecnología, editada en México
pu 1 (1987): 119-147. desde 1982.
4. Por ejemplo, Steven Shapin y Simon Schaffer, Leviathan and the Air Pump: Hobbes, 6. Sobre estos temas, véase Antonio Lafuente, Alberto Elena y María Luisa Ortega,
Boyle, and the Experimental Life (Princeton: Princeton Univ. Press, 1985). eds., Mundialización de la ciencia y cultura nacional (Madrid: Doce Calles, 1993).

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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12 Marcos Cueto Introducción 13

propósito del volumen es identificar fuentes accesibles y problemas histó- tigación y la innovación sean dimensiones cruciales, permanentes y reco-
ricos atractivos que sean significativos para los historiadores, los científi- nocidas en nuestros países.
cos y el público en general. Los autores de este volumen son investigado-
res de Ecuador, Bolivia, Perú, Estados Unidos y España, que han consul-
tado fuentes primarias y secundarias procedentes de archivos y bibliotecas, ***
y han revisado la literatura especializada, para ofrecernos sus resultados.
En el primer trabajo, Alchon realiza una revisión del debate sobre las
ideas hipocráticas en la medicina popular del Ecuador y de otras regiones Este libro no hubiera sido posible sin el compromiso, la puntualidad
de América Latina. Analiza el rol jugado por la medicina tradicional y los y el esfuerzo de los autores. Colegas y amigos como Rafael Varón y Yo-
curanderos en la resistencia cultural indígena. A continuación, Estrella, landa Biso ofrecieron sugerencias para algunos trabajos. Pedro Guibovich
contribuye con un estudio de dos documentos del período colonial que y César Salas corrigieron el estilo y las pruebas con el cuidado que los ca-
revelan cómo los conocimientos nativos sobre la función de la quina en la racteriza. Finalmente, Carlos Contreras y Aída Nagata de publicaciones
atenuación de las fiebres maláricas, fueron incorporados ―sufriendo cierta del IEP brindaron su valiosa y profesional colaboración en la edición e
descontextualización en el proceso― al saber médico europeo. impresión de este volumen. A todos ellos muchas gracias.
Un tercer trabajo escrito por Brown, ofrece un panorama ordenado
sobre las motivaciones, el contenido y los resultados de las reformas tec-
nológicas impulsadas por los españoles para mejorar la producción de
mercurio en la mina peruana de Huancavelica. Por su parte, Cañizares
realiza un análisis de la utilización por el médico Hipólito Unanue de
ideas ilustradas y conservadoras, y metáforas de la historia natural, el co-
mercio y la religión, para elaborar una visión utópica que tendría una
fuerte influencia en la élite limeña que sobrevivió a las guerras de la Inde-
pendencia.
Asimismo, López-Ocón examina los factores estatales, profesionales,
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

y económicos que explican el surgimiento de la Sociedad Geográfica de


Lima. A continuación, Contreras analiza la rica y tensa relación entre el
crecimiento de la ingeniería, el establecimiento de empresas mineras ex-
tranjeras y la consolidación del Estado en Bolivia. Por último, un apéndice
mío presenta documentos y publicaciones ubicables en archivos y bibliote-
cas de la ciudad de Lima que pueden ser útiles para futuros estudios sobre
la historia de la ciencia, de la medicina y de la tecnología en el Perú.
Finalmente, vale la pena hacer evidente un motivo político que alienta
este tipo de estudios y que los investigadores tendremos que aprovechar
responsablemente. El desarrollo de la ciencia y la tecnología es considerado
como un objetivo vital para lograr la plena integración y el desarrollo
material y cultural de los países del área andina. Para alcanzar estos fines es
necesario analizar y revalorar los contenidos y las formas en que la ciencia
se insertó en nuestras culturas y sociedades. En este sentido los historiado-
res de la ciencia y la tecnología pueden contribuir para hacer que la inves-

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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12 Marcos Cueto Introducción 13

propósito del volumen es identificar fuentes accesibles y problemas histó- tigación y la innovación sean dimensiones cruciales, permanentes y reco-
ricos atractivos que sean significativos para los historiadores, los científi- nocidas en nuestros países.
cos y el público en general. Los autores de este volumen son investigado-
res de Ecuador, Bolivia, Perú, Estados Unidos y España, que han consul-
tado fuentes primarias y secundarias procedentes de archivos y bibliotecas, ***
y han revisado la literatura especializada, para ofrecernos sus resultados.
En el primer trabajo, Alchon realiza una revisión del debate sobre las
ideas hipocráticas en la medicina popular del Ecuador y de otras regiones Este libro no hubiera sido posible sin el compromiso, la puntualidad
de América Latina. Analiza el rol jugado por la medicina tradicional y los y el esfuerzo de los autores. Colegas y amigos como Rafael Varón y Yo-
curanderos en la resistencia cultural indígena. A continuación, Estrella, landa Biso ofrecieron sugerencias para algunos trabajos. Pedro Guibovich
contribuye con un estudio de dos documentos del período colonial que y César Salas corrigieron el estilo y las pruebas con el cuidado que los ca-
revelan cómo los conocimientos nativos sobre la función de la quina en la racteriza. Finalmente, Carlos Contreras y Aída Nagata de publicaciones
atenuación de las fiebres maláricas, fueron incorporados ―sufriendo cierta del IEP brindaron su valiosa y profesional colaboración en la edición e
descontextualización en el proceso― al saber médico europeo. impresión de este volumen. A todos ellos muchas gracias.
Un tercer trabajo escrito por Brown, ofrece un panorama ordenado
sobre las motivaciones, el contenido y los resultados de las reformas tec-
nológicas impulsadas por los españoles para mejorar la producción de
mercurio en la mina peruana de Huancavelica. Por su parte, Cañizares
realiza un análisis de la utilización por el médico Hipólito Unanue de
ideas ilustradas y conservadoras, y metáforas de la historia natural, el co-
mercio y la religión, para elaborar una visión utópica que tendría una
fuerte influencia en la élite limeña que sobrevivió a las guerras de la Inde-
pendencia.
Asimismo, López-Ocón examina los factores estatales, profesionales,

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y económicos que explican el surgimiento de la Sociedad Geográfica de
Lima. A continuación, Contreras analiza la rica y tensa relación entre el
crecimiento de la ingeniería, el establecimiento de empresas mineras ex-
tranjeras y la consolidación del Estado en Bolivia. Por último, un apéndice
mío presenta documentos y publicaciones ubicables en archivos y bibliote-
cas de la ciudad de Lima que pueden ser útiles para futuros estudios sobre
la historia de la ciencia, de la medicina y de la tecnología en el Perú.
Finalmente, vale la pena hacer evidente un motivo político que alienta
este tipo de estudios y que los investigadores tendremos que aprovechar
responsablemente. El desarrollo de la ciencia y la tecnología es considerado
como un objetivo vital para lograr la plena integración y el desarrollo
material y cultural de los países del área andina. Para alcanzar estos fines es
necesario analizar y revalorar los contenidos y las formas en que la ciencia
se insertó en nuestras culturas y sociedades. En este sentido los historiado-
res de la ciencia y la tecnología pueden contribuir para hacer que la inves-

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ANEXO V
Bibliografias de revistas científicas peruanas

Calderón, Savia A. "Indice de la Revista de Medicina Experimental. 1942-


1960". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Campos, Lilia. Trabajos y Publicaciones del Instituto de Investigaciones de Altura


1961-1976. Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1976.

Clement, Jean Pierre. "Indices del Mercurio Peruano: 1790-1795". Fénix, Revista
de la Biblioteca Nacional. 26-27 (1976-77): 5-234.

Diaz Marín, Santos. Indice analítico del Boletín de la Sociedad Geográfica de


Lima, Tomo I al CIV, años 1891 a 1984. Ed. Santiago E. Antúnez de
Mayolo. Lima: Imp. Benito, 1988.

Duarte de Morales, Cristina y Raquel Zegarra Lanfranco. Indice de los Anales


de la Facultad de Medicina: 1919-1956. Lima: Univ. de San Marcos,
1956.

Espejo Nuñéz, Teófilo. "Indice de la Revista del Museo Nacional, 1932-1947".


Boletín Bibliográfico de San Marcos 22 (1949) 29-79.

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


Kamimoto, Margarita H. "Bibliografía de Matemáticas en el Perú durante los
siglos XVIII y XIX.". Boletín de la Biblioteca Nacional 63-64 (1972): 5-
46.

Laura Elescano, Luz Aida. "Indice de la Revista Peruana de Radiología". Tesis,


Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Mariátegui, Javier y Ramón León. La Revista de Psiquiatría y Disciplinas Cone-


xas) 1918-1924. Lima: Ed. Minerva, 1987.

Palomino Morales, Rosa M. "Fichado analítico de la Revista Peruana de Pato-


logía. 1956-1969". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.

Rivera, Rosalina. "Indice Clasificado de los Boletines de la Sociedad Geológi-


ca del Perú". Boletín de la Sociedad Geológica del Perú 45 (1975): 99-158.

Ruiz Guerrero, Lidia. "Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas del Perú, Fi-
chado Analítico, 1902-1948". Tesis, Escuela de Bibliotecarios, 1971.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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Tradiciones médicas nativas y
resistencia en el Ecuador colonial
Suzanne Austin Alchon

CADA SOCIEDAD DESARROLLA sus propios conceptos sobre la salud y la


enfermedad; los que le permiten definir una variedad de condiciones físi
cas y emocionales que afectan el bienestar de los individuos. Debido a que
estas creencias son derivadas de, y al mismo tiempo reforzadas por, las re-
laciones en la comunidad y la percepción del universo físico y cosmológi-
co, ellas revelan en última instancia no sólo la naturaleza y la estructura

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social, sino además las maneras específicas en que las enfermedades son
identificadas, diagnosticadas y tratadas. En ese sentido, las formas en que
las poblaciones nativas entienden qué es lo que significa el estar enfermo o
sano, no sólo demuestran su conocimiento de la fisiología y la patología
humanas, sino que también explican el significado que le atribuyen a su
propio mundo y a su historia.
En los últimos años se ha desarrollado un debate sobre los conceptos
de salud y enfermedad existentes en las sociedades indígenas de América.
Con este debate ocurre una cosa parecida a la controversia sobre las esti-
maciones numéricas de la población existente en la América precolombi-
na. Es decir, ambas discusiones contienen preguntas y respuestas sobre las
habilidades y los logros de los habitantes nativos del nuevo mundo. En el
caso del debate sobre los conceptos de salud y enfermedad, por un lado
están aquellos que argumentan que las prácticas médicas nativas no se sus-
tentaban en una estructura sistemática y elaborada de interpretación y cla-
sificación de las enfermedades, que los españoles introdujeron las teorías
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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16 Suzanne Austin Alchon Tradiciones médicas nativas y resistencia en el Ecuador colonial 17

humorales europeas, y que gracias a ello se produjo, y actualmente existe, Según George Foster, por ejemplo) sociedades nativas analfabetas no
una gran difusión de patología humoral en toda América Latina.1 pudieron manejar un conjunto de teorías tan complejo como las humora-
Por otro lado, están los estudiosos que presentan evidencias de un sis- les y ello parcialmente explica el hecho que sólo retuviesen las categorías
tema humoral originario de América, parecido y a la vez distinto del mo- básicas de caliente y frío.5 Aquellos que discrepan de Foster insisten que
delo humoral del viejo mundo. Por ejemplo, Joseph Bastien considera que otros conceptos de dualidad fueron centrales a las visiones del mundo de
el sistema andino estaba basado en una teoría cíclica) según la cual la salud muchas sociedades nativas americanas) incluyendo los Aztecas y los Incas.
resultaba del movimiento sin obstrucciones de fluidos por todo el cuerpo. Mas aún, los antropólogos han descubierto que las teorías de clasificación
La enfermedad se desarrollaba cuando el ciclo era interrumpido por un de enfermedades basadas en una distinción binaria existen aún en socieda-
bloqueo o por la pérdida de fluidos.2 De acuerdo a esta concepción, la sa- des aisladas que sólo recientemente han sido contactadas por extraños. 6
lud podía ser restaurada sólo por el restablecimiento del ciclo. Según Bas- Ellos también aseguran que la casi completa ausencia de las clasificaciones
tien, de un modo parecido al efecto acumulador producido por un alud, la de húmedo y seco no se debía a alguna deficiencia en los saberes de los
enfermedad significaba para las sociedades andinas, la desintegración del pobladores indígenas de América. Por el contrario, su ausencia apoya el
cuerpo causado por el des balance de la naturaleza, las rupturas en el linaje, argumento en favor de un desarrollo independiente en las Américas de las
o el castigo de los ancestros.3 De esta manera ―argumenta Bastien― a teorías humorales europeas.7
pesar de que los sistemas humorales de los indígenas americanos y de los La mayor parte de la evidencia citada en apoyo del argumento antes
europeos enfatizaban el balance, el sistema elaborado por los pobladores reseñado está basada en la observación directa de las prácticas y las creen-
indígenas andinos incluía un concepto cíclico basado en su propio conoci- cias de aquellos indígenas que hoy en día continúan confiando en los sis-
miento y experiencia de la provisión y el uso de agua para la agricultura en temas tradicionales de clasificación y curación. Los que defienden la exis-
los Andes.4 tencia de una teoría de los humores americana aseguran que hoy en día en
En otros aspectos, los conceptos andinos de fisiología y clasificación muchas areas de los Andes la explicación etiológica de la enfermedad, así
eran muy parecidos a los tradicionales sistemas europeos. Tanto en su for- como los procesos por los cuales es curada, mantienen una continuidad
ma como en su función, los tres fluidos de la vida característicos del mun- con las tradiciones precolombinas. Bastien argumenta que el sistema mé-
do andino (aire, sangre y grasa) corresponden a los cuatro humores (san- dico de los Qollahuaya, por mucho tiempo renombrados por sus capaci-
gre, flema, bilis amarilla y bilis negra) de Hipócrates y Galeno. Asimismo, dades curativas, es una continuación de un pensamiento antiguo. Por si-
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a pesar que el desarrollo de un sistema taxonómico propio por parte de glos estos residentes del altiplano boliviano, conocidos como los "señores
los nativos americanos sigue siendo materia de debate, la mayoría de estu- de la bolsa médica", han viajado por todos los Andes diagnosticando y cu-
diosos considera que ambos sistemas incluyeron las categorías de frío y ca- rando con hierbas y rituales especiales. Los gobernantes Incas considera-
liente. Otros consideran que los europeos trajeron estas categorías y la no- ban indispensables sus servicios médicos y para asegurarse que estuviesen
ción complementaria de grados de intensidad. siempre cerca, escogieron a los Qollahuaya para cargar la litera real. Hoy
en día sus descendientes continúan practicando sus artes curativas a pesar

1. Véase George Foster, "On the origin of humoral medicine in Latin America", Medi-
cal Anthropology Quarterly 1 (1987): 355-393; y Francisco Guerra, "Aztec medicine", Medi- 5. Foster, "On the origin of humoral medicine", p. 381.
cal History 10 (1966): 315-338. 6. Ellen Messer, "The hot and cold in Mesoamerican indigenous and hispanicized
2. Joseph Bastien, Healers of the Andes: Kallawaya Herbalists and their medicinal plants thought", Social Science and Medicine 25 (1987): 339-346; Alfredo López Austin, The Hu-
(Salt Lake City: Univ. of Utah Press, 1987), p. 46; e Idem, "Differences between Kallawaya- man body and ideology: concepts of the ancient Nahuas, (Salt Lake City: Univ. of Utah Press,
Andean and Greek-European humoral theory", Social Science and Medicine 28 (1989): 45- 1988), vol. 1. pp. 270-276; y Audrey Butt Colson y Cesáreo de Armellada, "An Amerindian
51. derivation for Latin American creole illnesses and their treatment", Social Science and Medici-
3. George L. Urioste, "Sickness and death in preconquest Andean cosmology: the ne 17 (1983): 1229-1248.
Huarochiri oral tradition", en John Bastien y John M. Donahue, eds., Health in the Andes 7. López Austin, The Human body, 1:270-276, y Colson y Armellada, "An Amerindian
(Washington, DC: American Anthropological Association, 1981), p. 9. derivation", p. 1242.
4. Bastien, "Differences", p. 48.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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16 Suzanne Austin Alchon Tradiciones médicas nativas y resistencia en el Ecuador colonial 17

humorales europeas, y que gracias a ello se produjo, y actualmente existe, Según George Foster, por ejemplo) sociedades nativas analfabetas no
una gran difusión de patología humoral en toda América Latina.1 pudieron manejar un conjunto de teorías tan complejo como las humora-
Por otro lado, están los estudiosos que presentan evidencias de un sis- les y ello parcialmente explica el hecho que sólo retuviesen las categorías
tema humoral originario de América, parecido y a la vez distinto del mo- básicas de caliente y frío.5 Aquellos que discrepan de Foster insisten que
delo humoral del viejo mundo. Por ejemplo, Joseph Bastien considera que otros conceptos de dualidad fueron centrales a las visiones del mundo de
el sistema andino estaba basado en una teoría cíclica) según la cual la salud muchas sociedades nativas americanas) incluyendo los Aztecas y los Incas.
resultaba del movimiento sin obstrucciones de fluidos por todo el cuerpo. Mas aún, los antropólogos han descubierto que las teorías de clasificación
La enfermedad se desarrollaba cuando el ciclo era interrumpido por un de enfermedades basadas en una distinción binaria existen aún en socieda-
bloqueo o por la pérdida de fluidos.2 De acuerdo a esta concepción, la sa- des aisladas que sólo recientemente han sido contactadas por extraños. 6
lud podía ser restaurada sólo por el restablecimiento del ciclo. Según Bas- Ellos también aseguran que la casi completa ausencia de las clasificaciones
tien, de un modo parecido al efecto acumulador producido por un alud, la de húmedo y seco no se debía a alguna deficiencia en los saberes de los
enfermedad significaba para las sociedades andinas, la desintegración del pobladores indígenas de América. Por el contrario, su ausencia apoya el
cuerpo causado por el des balance de la naturaleza, las rupturas en el linaje, argumento en favor de un desarrollo independiente en las Américas de las
o el castigo de los ancestros.3 De esta manera ―argumenta Bastien― a teorías humorales europeas.7
pesar de que los sistemas humorales de los indígenas americanos y de los La mayor parte de la evidencia citada en apoyo del argumento antes
europeos enfatizaban el balance, el sistema elaborado por los pobladores reseñado está basada en la observación directa de las prácticas y las creen-
indígenas andinos incluía un concepto cíclico basado en su propio conoci- cias de aquellos indígenas que hoy en día continúan confiando en los sis-
miento y experiencia de la provisión y el uso de agua para la agricultura en temas tradicionales de clasificación y curación. Los que defienden la exis-
los Andes.4 tencia de una teoría de los humores americana aseguran que hoy en día en
En otros aspectos, los conceptos andinos de fisiología y clasificación muchas areas de los Andes la explicación etiológica de la enfermedad, así
eran muy parecidos a los tradicionales sistemas europeos. Tanto en su for- como los procesos por los cuales es curada, mantienen una continuidad
ma como en su función, los tres fluidos de la vida característicos del mun- con las tradiciones precolombinas. Bastien argumenta que el sistema mé-
do andino (aire, sangre y grasa) corresponden a los cuatro humores (san- dico de los Qollahuaya, por mucho tiempo renombrados por sus capaci-
gre, flema, bilis amarilla y bilis negra) de Hipócrates y Galeno. Asimismo, dades curativas, es una continuación de un pensamiento antiguo. Por si-

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a pesar que el desarrollo de un sistema taxonómico propio por parte de glos estos residentes del altiplano boliviano, conocidos como los "señores
los nativos americanos sigue siendo materia de debate, la mayoría de estu- de la bolsa médica", han viajado por todos los Andes diagnosticando y cu-
diosos considera que ambos sistemas incluyeron las categorías de frío y ca- rando con hierbas y rituales especiales. Los gobernantes Incas considera-
liente. Otros consideran que los europeos trajeron estas categorías y la no- ban indispensables sus servicios médicos y para asegurarse que estuviesen
ción complementaria de grados de intensidad. siempre cerca, escogieron a los Qollahuaya para cargar la litera real. Hoy
en día sus descendientes continúan practicando sus artes curativas a pesar

1. Véase George Foster, "On the origin of humoral medicine in Latin America", Medi-
cal Anthropology Quarterly 1 (1987): 355-393; y Francisco Guerra, "Aztec medicine", Medi- 5. Foster, "On the origin of humoral medicine", p. 381.
cal History 10 (1966): 315-338. 6. Ellen Messer, "The hot and cold in Mesoamerican indigenous and hispanicized
2. Joseph Bastien, Healers of the Andes: Kallawaya Herbalists and their medicinal plants thought", Social Science and Medicine 25 (1987): 339-346; Alfredo López Austin, The Hu-
(Salt Lake City: Univ. of Utah Press, 1987), p. 46; e Idem, "Differences between Kallawaya- man body and ideology: concepts of the ancient Nahuas, (Salt Lake City: Univ. of Utah Press,
Andean and Greek-European humoral theory", Social Science and Medicine 28 (1989): 45- 1988), vol. 1. pp. 270-276; y Audrey Butt Colson y Cesáreo de Armellada, "An Amerindian
51. derivation for Latin American creole illnesses and their treatment", Social Science and Medici-
3. George L. Urioste, "Sickness and death in preconquest Andean cosmology: the ne 17 (1983): 1229-1248.
Huarochiri oral tradition", en John Bastien y John M. Donahue, eds., Health in the Andes 7. López Austin, The Human body, 1:270-276, y Colson y Armellada, "An Amerindian
(Washington, DC: American Anthropological Association, 1981), p. 9. derivation", p. 1242.
4. Bastien, "Differences", p. 48.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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18 Suzanne Austin Alchon Tradiciones médicas nativas y resistencia en el Ecuador colonial 19

que la mayoría de ellos se han establecido en areas urbanas donde operan Según Guamán Poma, los pobladores andinos reconocían la estacio-
clínicas herbolarias." nalidad de los patrones de enfermedad, anticipando el incremento de
Los Qollahuaya derivan sus conceptos de la fisiología humana de su aquellas enfermedades que eran típicas durante ciertos meses del año. Los
comprensión de la relación entre lo individual, el ayllu, y el medio am- aguaceros de Febrero traían escasez de alimentos, y muchos sobrevivían en
biente serrano en el que han vivido a lo largo de muchas generaciones. Así base de yuyos y frutas verdes:
como el ayllu controla la tierra a lo largo de un eje vertical envolviendo a
una variedad de zonas ecológicas y depende de la contribución de los pro- produciéndose diarreas y enfermedades graves del estómago que ocasionaban la
ductos de cada zona para la sobrevivencia de la comunidad, de la misma muerte, especialmente en los ancianos, ancianas y niños, no sólo por alimentarse con
manera el cuerpo es considerado como un eje vertical con tres niveles por esta comida y fruta verde sino también porque con el hambre todo el mal humor del
13
los cuales la sangre y la grasa fluyen del centro a la periferia. Bastien expli- cuerpo se juntaba con el vapor de la tierra abundante en este tiempo.
ca que según esta concepción el cuerpo es básicamente un sistema hidráu-
lico con procesos de destilación, circulación y eliminación de líquidos que Durante los meses secos de Junio y Julio, ciertas enfermedades se
operan por fuerzas centrípetas y centrífugas.9 Los ayllus, interdependien- acrecentaban. El mes de Julio era considerado especialmente insalubre
tes por los lazos de reciprocidad que mantienen entre ellos, actúan de una porque "durante este mes, el clima se va haciendo templado y suave, pero
manera parecida a las partes del cuerpo que están interrelacionadas y cuen- en cambio se desarrollan muchas enfermedades que atacan la salud de
tan con el sustento del sonco (corazón) que comprime y destila los tres grandes, ricos, mujeres y niños."14
fluidos de la vida; aire, sangre y grasa.10 Guamán Poma también enfatizaba la centralidad de la noción de ba-
Otras fuentes sobre este tema que muchos estudiosos han ignorado lance en el pensamiento médico Inca. Los Incas creyeron que el balance
son las crónicas del siglo XVI. A pesar que los conceptos de los Incas so- humoral con moderación en la dieta y en la conducta aseguraba una vida
bre la salud y la enfermedad no ocupan un lugar central en estos trabajos, larga y feliz. Debido a que ciertos alimentos y actividades perturbaban los
estos temas aparecen registrados ocasionalmente. Al discutir las prácticas sistemas biológicos y comunitarios, las estructuras sociales debían proscri-
curativas de los Incas, Garcilazo de la Vega incluyó los términos quechuas bir ciertas acciones en las dietas y en las conductas:
para fiebre (rupa) y escalofríos (chucchu). Según Garcilazo, la población
Los incas, señores principales, indios particulares y la gente antigua de estos reinos,
temía estas enfermedades, al menos en parte, por los efectos alternados de
pudieron vivir con salud muchos años, alcanzando muchos hasta la edad de 150 a
calor y frío.11 Referencias similares a clasificaciones de frío y calor también
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200 años, porque tuvieron una regla de vivir y criar muy ordenada y metódica. A
existen para México del siglo XVI, donde los españoles se percataron que sus hijos cuando estos eran muchachos no les dejaban comer cosas grasosas, dulces,
los nativos "no podían explicar las propiedades de las plantas medicinales sebo, miel, chicha, no se sangraban hasta tener 50 años; en cambio acostumbraban
de ninguna otra manera."12 Estas evidencias apoyan el punto de vista de tomar purgante Bilcaturi cada mes... De este modo, pudieron mantenerse con salud
que la población precolombina habría formulado sistemas efectivos de cla- y prolongar sus vida.
15

sificación basados en las propiedades de frío y caliente, y nos brindan más


indicios de que el sistema humoral se desarrolló independientemente en La administración regular de purgantes, considerados más como una
las Américas. medicina preventiva que como una cura, desbloqueaban el ciclo físiológi-

8. Bastien, "Qollahuaya-Andean body concepts: a topographical-hydraulic rnodel of 13. Felipe Guamán Poma de Ayala, La nueva crónica y buen gobierno, 3 vals. (Lima:
physiology", American Anthropologist 87 (1985): 595-611. Ed. Cultura, 1956), I: 168. La utilización de Guarnán Poma del término "humor" así como
9. Ibid., pp. 595-596. su referencia al "vapor de la tierra" sugiere que combinaba elementos humorales andinos y
10. Ibid., p. 598. europeos.
11. Garcilaso de la Vega, Royal commentaries of the Incas, 2 vols, (Austin: Univ. of Texas 14. Guamán Poma, La nueva crónica, 1: 175.
Press, 1966), I: 122. 15. Ibid, I: 89.
12. López Austin, The Human body, I: 274.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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18 Suzanne Austin Alchon Tradiciones médicas nativas y resistencia en el Ecuador colonial 19

que la mayoría de ellos se han establecido en areas urbanas donde operan Según Guamán Poma, los pobladores andinos reconocían la estacio-
clínicas herbolarias." nalidad de los patrones de enfermedad, anticipando el incremento de
Los Qollahuaya derivan sus conceptos de la fisiología humana de su aquellas enfermedades que eran típicas durante ciertos meses del año. Los
comprensión de la relación entre lo individual, el ayllu, y el medio am- aguaceros de Febrero traían escasez de alimentos, y muchos sobrevivían en
biente serrano en el que han vivido a lo largo de muchas generaciones. Así base de yuyos y frutas verdes:
como el ayllu controla la tierra a lo largo de un eje vertical envolviendo a
una variedad de zonas ecológicas y depende de la contribución de los pro- produciéndose diarreas y enfermedades graves del estómago que ocasionaban la
ductos de cada zona para la sobrevivencia de la comunidad, de la misma muerte, especialmente en los ancianos, ancianas y niños, no sólo por alimentarse con
manera el cuerpo es considerado como un eje vertical con tres niveles por esta comida y fruta verde sino también porque con el hambre todo el mal humor del
13
los cuales la sangre y la grasa fluyen del centro a la periferia. Bastien expli- cuerpo se juntaba con el vapor de la tierra abundante en este tiempo.
ca que según esta concepción el cuerpo es básicamente un sistema hidráu-
lico con procesos de destilación, circulación y eliminación de líquidos que Durante los meses secos de Junio y Julio, ciertas enfermedades se
operan por fuerzas centrípetas y centrífugas.9 Los ayllus, interdependien- acrecentaban. El mes de Julio era considerado especialmente insalubre
tes por los lazos de reciprocidad que mantienen entre ellos, actúan de una porque "durante este mes, el clima se va haciendo templado y suave, pero
manera parecida a las partes del cuerpo que están interrelacionadas y cuen- en cambio se desarrollan muchas enfermedades que atacan la salud de
tan con el sustento del sonco (corazón) que comprime y destila los tres grandes, ricos, mujeres y niños."14
fluidos de la vida; aire, sangre y grasa.10 Guamán Poma también enfatizaba la centralidad de la noción de ba-
Otras fuentes sobre este tema que muchos estudiosos han ignorado lance en el pensamiento médico Inca. Los Incas creyeron que el balance
son las crónicas del siglo XVI. A pesar que los conceptos de los Incas so- humoral con moderación en la dieta y en la conducta aseguraba una vida
bre la salud y la enfermedad no ocupan un lugar central en estos trabajos, larga y feliz. Debido a que ciertos alimentos y actividades perturbaban los
estos temas aparecen registrados ocasionalmente. Al discutir las prácticas sistemas biológicos y comunitarios, las estructuras sociales debían proscri-
curativas de los Incas, Garcilazo de la Vega incluyó los términos quechuas bir ciertas acciones en las dietas y en las conductas:
para fiebre (rupa) y escalofríos (chucchu). Según Garcilazo, la población
Los incas, señores principales, indios particulares y la gente antigua de estos reinos,
temía estas enfermedades, al menos en parte, por los efectos alternados de
pudieron vivir con salud muchos años, alcanzando muchos hasta la edad de 150 a
calor y frío.11 Referencias similares a clasificaciones de frío y calor también

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200 años, porque tuvieron una regla de vivir y criar muy ordenada y metódica. A
existen para México del siglo XVI, donde los españoles se percataron que sus hijos cuando estos eran muchachos no les dejaban comer cosas grasosas, dulces,
los nativos "no podían explicar las propiedades de las plantas medicinales sebo, miel, chicha, no se sangraban hasta tener 50 años; en cambio acostumbraban
de ninguna otra manera."12 Estas evidencias apoyan el punto de vista de tomar purgante Bilcaturi cada mes... De este modo, pudieron mantenerse con salud
que la población precolombina habría formulado sistemas efectivos de cla- y prolongar sus vida.
15

sificación basados en las propiedades de frío y caliente, y nos brindan más


indicios de que el sistema humoral se desarrolló independientemente en La administración regular de purgantes, considerados más como una
las Américas. medicina preventiva que como una cura, desbloqueaban el ciclo físiológi-

8. Bastien, "Qollahuaya-Andean body concepts: a topographical-hydraulic rnodel of 13. Felipe Guamán Poma de Ayala, La nueva crónica y buen gobierno, 3 vals. (Lima:
physiology", American Anthropologist 87 (1985): 595-611. Ed. Cultura, 1956), I: 168. La utilización de Guarnán Poma del término "humor" así como
9. Ibid., pp. 595-596. su referencia al "vapor de la tierra" sugiere que combinaba elementos humorales andinos y
10. Ibid., p. 598. europeos.
11. Garcilaso de la Vega, Royal commentaries of the Incas, 2 vols, (Austin: Univ. of Texas 14. Guamán Poma, La nueva crónica, 1: 175.
Press, 1966), I: 122. 15. Ibid, I: 89.
12. López Austin, The Human body, I: 274.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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20 Suzanne Austin Alchon Tradiciones médicas nativas y resistencia en el Ecuador colonial 21

ca para que los fluidos pudiesen recorrer sin obstáculos todo el cuerpo. Los había producido la enfermedad y a que la curación requería de un conoci-
Incas recurrían a un sangrado menos frecuente que el que practicaron los miento complementario de fisiología, botánica, y cosmología, aquellos
españoles, pero cuando era necesario abrían una vena cercana al lugar del que practicaban las artes curativas generalmente se especializaban en una
dolor.16 De esta manera, sangrar era también considerado como una manera técnica en particular.
de restaurar el balance del sistema biológico. Según el Padre Pablo Joseph de Arriaga, cuyo estudio de la idolatría
Los conceptos de balance y reciprocidad eran atributos deseables apli- indígena en el Perú fue publicado en 1621, los socayac usaban granos de
cados no sólo a la salud de los individuos sino también a las comunidades y maíz para adivinar las causas de la enfermedades.18 Arriaga también registró
al universo en general. Cualquier ruptura de las normas culturales que que muchos curanderos eran llamados ambicamayos, expertos en el uso de
alterasen las relaciones entre lo humano, lo natural y lo espiritual tenía se- remedios basados en hierbas.19 Algunos administraban alucinógenos a sí
rias implicaciones para la sociedad entera, y la enfermedad o desastres na- mismos y a sus pacientes para poder visualizar la causa de la dolencia,
turales eran comúnmente considerados como la consecuencia directa de mientras que otros hablaban con los espíritus que vivían en los sueños de
tales rupturas. Por lo tanto, los des balances en los mundos naturales y so- sus pacientes para poder determinar la causa. Todavía otros practicaban la
brenaturales llevaban a estallidos de enfermedad que se manifestaban como adivinación a través del uso de serpientes, mariposas, rocas, cuyes, y otros
des balances en el cuerpo humano. objetos.20 Según Guamán Poma, los circa (sangradores) y los quichicaun
Estas creencias fueron también funcionales para objetivos políticos, en (cirujanos) también realizaban importantes funciones en el cuidado de la
el sentido que enmarcaban la conducta y de esta manera ayudaban a salud entre las comunidades nativas de todos los Andes.21
perpetuar la estructura jerárquica de las sociedades campesinas. E. N. An- Sin embargo, no todos los practicantes utilizaban sus habilidades para
derson considera que la teoría médica humoral encaja muy bien con el or- curar. Arriaga denunció que algunos poseían conocimientos especiales so-
den social de civilizaciones campesinas antiguas (Mediterráneo, Aztecas, bre los venenos y que los que usaban para matar a sus enemigos.22 La po-
Chinas, Hindus, etc.) donde e! control del poder centralizado es legitimado blación temía tanto el poder de estos hampicoc que por muchos años
a través de frecuentes invocaciones a una ideología de armonía social,
balance, statu quo, y obediencia.17 Es evidente que la ideología del balance sólo el Inca tenía estos hechiceros y ninguno otro pudo tenerlos, porque todo indio que
y la reciprocidad sirvieron e! mismo propósito social y político en los An- usaba o tenía veneno o ponzoña cm muerto inmediatamente, siendo apedreado jun-
des, alcanzando su apogeo en la altamente centralizada estructura imperial tamente con todos los de su generación, no quedando ninguno de sus parientes, sino
23
los que fuesen niños de teta.
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del Estado incaico.

Otros mataban comiendo el alma de sus víctimas. Un hombre explicó


CURACIÓN, RITUAL Y SIGNIFICADO que, después de perder su granja se comió al hijo del hombre que tomó su
tierra. Según Arriaga "Y es cosa cierta que entendiendo cualquier enojo, le
Debido a que todas las enfermedades resultaban de des balances cós- vengan en comerse unos a otros los hijos, matándolos del modo sobredi-
micos y biológicos, las curaciones sólo podían ser efectuadas restaurando el
sistema a un estado de equilibrio a través de la intervención humana y del
uso de plantas medicinales, rituales y ofrendas a los dioses. Debido a la
18. Pablo Joseph de Amaga, La Extirpación de la idolatría en el Perú (Lima: Imp. San-
necesidad de conocer las particularidades del medio ambiente en que se rnarti y Cia., 1920), p. 34.
19. Ibid., p. 114.
20. Guamán Poma, La nueva crónica, I: 200-201, y Silvio Luis Haro Alvear, Shama-
mismo y farmacopea en el reino de Quito (Quito: Tall. Minera, 1971), pp. 6-8.
16. Garcilaso, Royal commentaries; I: 120-122. 21. Guamán Poma, La nueva coronica, I: 136.
17. E.N. Anderson, "Why is humoral medicine so popular?", Social Science and Medici- 22. Amaga, Extirpación, pp. 38-39.
ne 25 (1987): 331-337. 23. Guamán Poma, La nueva coronica, I: 196.

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ca para que los fluidos pudiesen recorrer sin obstáculos todo el cuerpo. Los había producido la enfermedad y a que la curación requería de un conoci-
Incas recurrían a un sangrado menos frecuente que el que practicaron los miento complementario de fisiología, botánica, y cosmología, aquellos
españoles, pero cuando era necesario abrían una vena cercana al lugar del que practicaban las artes curativas generalmente se especializaban en una
dolor.16 De esta manera, sangrar era también considerado como una manera técnica en particular.
de restaurar el balance del sistema biológico. Según el Padre Pablo Joseph de Arriaga, cuyo estudio de la idolatría
Los conceptos de balance y reciprocidad eran atributos deseables apli- indígena en el Perú fue publicado en 1621, los socayac usaban granos de
cados no sólo a la salud de los individuos sino también a las comunidades y maíz para adivinar las causas de la enfermedades.18 Arriaga también registró
al universo en general. Cualquier ruptura de las normas culturales que que muchos curanderos eran llamados ambicamayos, expertos en el uso de
alterasen las relaciones entre lo humano, lo natural y lo espiritual tenía se- remedios basados en hierbas.19 Algunos administraban alucinógenos a sí
rias implicaciones para la sociedad entera, y la enfermedad o desastres na- mismos y a sus pacientes para poder visualizar la causa de la dolencia,
turales eran comúnmente considerados como la consecuencia directa de mientras que otros hablaban con los espíritus que vivían en los sueños de
tales rupturas. Por lo tanto, los des balances en los mundos naturales y so- sus pacientes para poder determinar la causa. Todavía otros practicaban la
brenaturales llevaban a estallidos de enfermedad que se manifestaban como adivinación a través del uso de serpientes, mariposas, rocas, cuyes, y otros
des balances en el cuerpo humano. objetos.20 Según Guamán Poma, los circa (sangradores) y los quichicaun
Estas creencias fueron también funcionales para objetivos políticos, en (cirujanos) también realizaban importantes funciones en el cuidado de la
el sentido que enmarcaban la conducta y de esta manera ayudaban a salud entre las comunidades nativas de todos los Andes.21
perpetuar la estructura jerárquica de las sociedades campesinas. E. N. An- Sin embargo, no todos los practicantes utilizaban sus habilidades para
derson considera que la teoría médica humoral encaja muy bien con el or- curar. Arriaga denunció que algunos poseían conocimientos especiales so-
den social de civilizaciones campesinas antiguas (Mediterráneo, Aztecas, bre los venenos y que los que usaban para matar a sus enemigos.22 La po-
Chinas, Hindus, etc.) donde e! control del poder centralizado es legitimado blación temía tanto el poder de estos hampicoc que por muchos años
a través de frecuentes invocaciones a una ideología de armonía social,
balance, statu quo, y obediencia.17 Es evidente que la ideología del balance sólo el Inca tenía estos hechiceros y ninguno otro pudo tenerlos, porque todo indio que
y la reciprocidad sirvieron e! mismo propósito social y político en los An- usaba o tenía veneno o ponzoña cm muerto inmediatamente, siendo apedreado jun-
des, alcanzando su apogeo en la altamente centralizada estructura imperial tamente con todos los de su generación, no quedando ninguno de sus parientes, sino
23
los que fuesen niños de teta.

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del Estado incaico.

Otros mataban comiendo el alma de sus víctimas. Un hombre explicó


CURACIÓN, RITUAL Y SIGNIFICADO que, después de perder su granja se comió al hijo del hombre que tomó su
tierra. Según Arriaga "Y es cosa cierta que entendiendo cualquier enojo, le
Debido a que todas las enfermedades resultaban de des balances cós- vengan en comerse unos a otros los hijos, matándolos del modo sobredi-
micos y biológicos, las curaciones sólo podían ser efectuadas restaurando el
sistema a un estado de equilibrio a través de la intervención humana y del
uso de plantas medicinales, rituales y ofrendas a los dioses. Debido a la
18. Pablo Joseph de Amaga, La Extirpación de la idolatría en el Perú (Lima: Imp. San-
necesidad de conocer las particularidades del medio ambiente en que se rnarti y Cia., 1920), p. 34.
19. Ibid., p. 114.
20. Guamán Poma, La nueva crónica, I: 200-201, y Silvio Luis Haro Alvear, Shama-
mismo y farmacopea en el reino de Quito (Quito: Tall. Minera, 1971), pp. 6-8.
16. Garcilaso, Royal commentaries; I: 120-122. 21. Guamán Poma, La nueva coronica, I: 136.
17. E.N. Anderson, "Why is humoral medicine so popular?", Social Science and Medici- 22. Amaga, Extirpación, pp. 38-39.
ne 25 (1987): 331-337. 23. Guamán Poma, La nueva coronica, I: 196.

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22 Suzanne Austin Alchon Tradiciones médicas nativas y resistencia en el Ecuador colonial 23

cho, que ellos llaman comérselos."24 Otros practicaban rituales utilizando estas procesiones también podían servir para una función preventiva.
sapos y culebras o pedazos de "hilo torcido hasta el lado izquierdo" para Cada año durante el mes de setiembre, se celebraba la citua, una de las
inducir la enfermedad.25 cuatro fiestas más importantes del calendario Inca. Según Garcilazo de la
Frecuentemente, los procesos de curación incluían un acto de purifi- Vega, la citua fue una ocasión especial para la purificación que brindaba a
cación o limpieza, como el lavado, la succión o la frotación para expulsar la los pobladores la oportunidad de eliminar a sus comunidades de todas las
enfermedad del cuerpo. En otras instancias, la enfermedad era transferida a enfermedades.30 En preparación a esta fiesta, se lavaban y se limpiaban las
un objeto que luego era deshechado. calles.31 Luego de un período de ayuno y abstinencia sexual, las familias se
juntaban para bañarse y frotar sus cuerpos con pan, el cual se consideraba
Cuando están enfermos, los hechizeros les mandan hechar maíz blanco en el camino que absorbía la enfermedad y la removía del cuerpo. Al mismo tiempo en
real, para que los pasajeros se lleven la enfermedad. Otras vezes va el hechizero a la el Cusco, cuatro miembros de la familia real Inca corrían desde el centro
cumbre del cerro más cercano, y con una honda le apedrea muy de propósito, queján-
dose de que ella causa aquella enfermedad, y pidiéndole la quite. Usan el lavar el
de la ciudad, ahuyentando a las enfermedades que amenazaban a la pobla-
enfermo con chicha, y refreganle con maíz blanco, para el mismo eftcto.
26 ción. La ceremonia continuaba la noche siguiente cuando unas antorchas
eran llevadas a través de la ciudad con el mismo propósito. 32
Determinar la causa de la enfermedad o atribuir la culpa a alguna enti- Todas estas medidas ayudaron a los pobladores andinos a confrontar
dad externa fue un componente importante en el proceso de curación porque y manejar las diversas enfermedades que los atacaban. Pero la relación en-
permitió desahogar el enojo y frustración de la víctima y transferir la tre seres humanos y enfermedad estaba a punto de cambiar. Con la llegada
responsabilidad de un problema a otra persona, animal u objeto. Una vez de los españoles y de las infecciones del viejo mundo, una mayor y más
que la causa era identificada podían tomarse las acciones más apropiadas. devastadora variedad de enfermedades surgió. En la destrucción que
Frecuentemente, durante la ceremonia ritual participaba la comunidad en- acompañó y siguió a la conquista española las sociedades indígenas mos-
tera en una noche de ofrendas, bailes, cantos y bebidas, es decir lo que hoy traron la fragilidad de sus sistemas immunológicos.
en día podría considerarse como "una forma de terapia de apoyo."27 Muchas
veces estas demostraciones públicas de apoyo e interés animaban a la CONCEPTOS CAMBIANTES DE LA ENFERMEDAD EN LA
persona enferma y reforzaban sus lazos con la comunidad. La participación SOCIEDAD NATIVA
de los pacientes en su propio tratamiento fue otro aspecto importante del
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proceso de curación porque permitía al enfermo tener algún grado de En muchos aspectos, las creencias de los pobladores andinos con res-
control sobre su vida y su cuerpo.28 pecto a la salud y a la enfermedad, así como con respecto a sus prácticas
Durante las epidemias, eran frecuentes la organización de procesiones médicas concretas no se diferenciaron radicalmente de aquellas de los eu-
de hombres armados que marchaban a través de la comunidad en una de- ropeos. Ambos sistemas auspiciaban conceptos de balance y moderación
mostración de fuerza dirigida a ahuyentar a la enfermedad.29 Asimismo, como maneras de mantener la salud y en ambos se utilizaban sistemas de
clasificación que eran humorales en su naturaleza básica. Asimismo, ambos,
europeos e indígenas, se apoyaron en los servicios de individuos es-
pecialmente entrenados que eran expertos en el uso de plantas medicinales
24. Aniaga, Extirpación, p. 40.
25. Guarnán Poma, La nueva coronica, I: 196.
26. Aniaga, Extirpación, p. 85.
27. "Velan toda la noche, cantan y beben por la salud de los enfermos y lo mismo ha-
cen cuando hay peste." Guarnán Poma, La nueva coronica, I: 204, y Bastien, Healers, p. 38.
28. Un estudio sostiene que los curanderos logran reducir los factores sicológicos agra-
vantes. Donald Joralemon, "The role of hallucinogenic drugs and sensory stimuli in Peruvian 30. Garcilaso, Royal commentaries, I: 413.
ritual healing", Culture, Medicine, and Psychiatry 8 (1984): 400-430. 31. Guamán Poma, La nueva coronica, I: 177.
29. Guamán Poma, La nueva coronica, I: 205. 32. Garcilaso, Royal commentaries, I: 413417.

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cho, que ellos llaman comérselos."24 Otros practicaban rituales utilizando estas procesiones también podían servir para una función preventiva.
sapos y culebras o pedazos de "hilo torcido hasta el lado izquierdo" para Cada año durante el mes de setiembre, se celebraba la citua, una de las
inducir la enfermedad.25 cuatro fiestas más importantes del calendario Inca. Según Garcilazo de la
Frecuentemente, los procesos de curación incluían un acto de purifi- Vega, la citua fue una ocasión especial para la purificación que brindaba a
cación o limpieza, como el lavado, la succión o la frotación para expulsar la los pobladores la oportunidad de eliminar a sus comunidades de todas las
enfermedad del cuerpo. En otras instancias, la enfermedad era transferida a enfermedades.30 En preparación a esta fiesta, se lavaban y se limpiaban las
un objeto que luego era deshechado. calles.31 Luego de un período de ayuno y abstinencia sexual, las familias se
juntaban para bañarse y frotar sus cuerpos con pan, el cual se consideraba
Cuando están enfermos, los hechizeros les mandan hechar maíz blanco en el camino que absorbía la enfermedad y la removía del cuerpo. Al mismo tiempo en
real, para que los pasajeros se lleven la enfermedad. Otras vezes va el hechizero a la el Cusco, cuatro miembros de la familia real Inca corrían desde el centro
cumbre del cerro más cercano, y con una honda le apedrea muy de propósito, queján-
dose de que ella causa aquella enfermedad, y pidiéndole la quite. Usan el lavar el
de la ciudad, ahuyentando a las enfermedades que amenazaban a la pobla-
enfermo con chicha, y refreganle con maíz blanco, para el mismo eftcto.
26 ción. La ceremonia continuaba la noche siguiente cuando unas antorchas
eran llevadas a través de la ciudad con el mismo propósito. 32
Determinar la causa de la enfermedad o atribuir la culpa a alguna enti- Todas estas medidas ayudaron a los pobladores andinos a confrontar
dad externa fue un componente importante en el proceso de curación porque y manejar las diversas enfermedades que los atacaban. Pero la relación en-
permitió desahogar el enojo y frustración de la víctima y transferir la tre seres humanos y enfermedad estaba a punto de cambiar. Con la llegada
responsabilidad de un problema a otra persona, animal u objeto. Una vez de los españoles y de las infecciones del viejo mundo, una mayor y más
que la causa era identificada podían tomarse las acciones más apropiadas. devastadora variedad de enfermedades surgió. En la destrucción que
Frecuentemente, durante la ceremonia ritual participaba la comunidad en- acompañó y siguió a la conquista española las sociedades indígenas mos-
tera en una noche de ofrendas, bailes, cantos y bebidas, es decir lo que hoy traron la fragilidad de sus sistemas immunológicos.
en día podría considerarse como "una forma de terapia de apoyo."27 Muchas
veces estas demostraciones públicas de apoyo e interés animaban a la CONCEPTOS CAMBIANTES DE LA ENFERMEDAD EN LA
persona enferma y reforzaban sus lazos con la comunidad. La participación SOCIEDAD NATIVA
de los pacientes en su propio tratamiento fue otro aspecto importante del

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proceso de curación porque permitía al enfermo tener algún grado de En muchos aspectos, las creencias de los pobladores andinos con res-
control sobre su vida y su cuerpo.28 pecto a la salud y a la enfermedad, así como con respecto a sus prácticas
Durante las epidemias, eran frecuentes la organización de procesiones médicas concretas no se diferenciaron radicalmente de aquellas de los eu-
de hombres armados que marchaban a través de la comunidad en una de- ropeos. Ambos sistemas auspiciaban conceptos de balance y moderación
mostración de fuerza dirigida a ahuyentar a la enfermedad.29 Asimismo, como maneras de mantener la salud y en ambos se utilizaban sistemas de
clasificación que eran humorales en su naturaleza básica. Asimismo, ambos,
europeos e indígenas, se apoyaron en los servicios de individuos es-
pecialmente entrenados que eran expertos en el uso de plantas medicinales
24. Aniaga, Extirpación, p. 40.
25. Guarnán Poma, La nueva coronica, I: 196.
26. Aniaga, Extirpación, p. 85.
27. "Velan toda la noche, cantan y beben por la salud de los enfermos y lo mismo ha-
cen cuando hay peste." Guarnán Poma, La nueva coronica, I: 204, y Bastien, Healers, p. 38.
28. Un estudio sostiene que los curanderos logran reducir los factores sicológicos agra-
vantes. Donald Joralemon, "The role of hallucinogenic drugs and sensory stimuli in Peruvian 30. Garcilaso, Royal commentaries, I: 413.
ritual healing", Culture, Medicine, and Psychiatry 8 (1984): 400-430. 31. Guamán Poma, La nueva coronica, I: 177.
29. Guamán Poma, La nueva coronica, I: 205. 32. Garcilaso, Royal commentaries, I: 413417.

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y otras artes curativas. El contacto entre las dos culturas a partir de 1492 cas.33 Es muy probable que los nativos del Ecuador y de otras partes de los
conllevó algunas diferencias sustanciales en las concepciones españolas y Andes se comportaran de la misma manera con la esperanza de evitar
americanas sobre la salud y la enfermedad. futuros brotes de enfermedad.
Mientras que el efecto de más largo plazo del descubrimiento de las Pero el Dios de los cristianos también envió la enfermedad para casti-
Américas en la medicina europea fue la introducción de una serie de plantas gar a aquellos que rehusaban rendirle culto. Curas católicos, enviados por
medicinales (por ejemplo, con respecto a la quinina véase en este mismo todo el virreinato para congregar y convertir a la población nativa durante el
volumen el artículo de Eduardo Estrella) hasta entonces desconocidas en el siglo XVI, predicaban que su Dios era responsable por las epidemias de-
viejo mundo, el descubrimiento alteró los conceptos de los indígenas vastadoras. En ese sentido, los residentes nativos de los Andes se encon-
americanos de la enfermedad en formas mucho más significativas. Es evi- traron atrapados, por que si ignoraban a sus huacas y adoptaban el dios de
dente que hacia el siglo XVII, la forma en que las sociedades indígenas en- los europeos, podían sufrir las consecuencias. Por otro lado, si dejaban sus
tendían e interpretaban la etiología de la enfermedad había cambiado sig- costumbres tradicionales, los españoles y el "dios cristiano" iba a castigarlos
nificativamente en relación a la causalidad existente antes del contacto con con toda seguridad.
los europeos. Paradójicamente, la evidencia documental sugiere que las A pesar de todo, la evidencia reunida por los españoles a lo largo de los
prácticas curativas nativas habían cambiado muy poco. siglos XVI y XVII indica claramente que la mayoría de los indios no
La introducción de gérmenes pátogenos del viejo mundo y la subsi- abandonaron sus creencias religiosas tradicionales. En las áreas más remo-
guiente llegada del cristianismo forzaron a las sociedades nativas a reeva- tas donde los curas católicos rara vez se aventuraban, las comunidades na-
luar y reinterpretar su estructura cosmológica. Con la incorporación de las tivas fueron prácticamente dejadas a su suerte y siguieron practicando ri-
creencias cristianas en la visión del mundo andino, los conceptos nativos tuales antiguos. En las regiones más cercanas al área de influencia europea,
con respecto a la causa de la enfermedad cambiaron. Debido a que dos los oficiales y el clero exigieron la participación indígena en las actividades
grupos de divinidades poseían el efecto potencial de infligir la enfermedad, de la iglesia, especialmente en el pago del diezmo. Sin embargo, aún en
ambos tenían que ser consultados y dos tipos distintos de rituales religiosos estos casos ya pesar de las exhibiciones públicas de piedad cristiana, mu-
debían ser seguidos. Como resultado, fue cada vez más difícil para las chos indígenas continuaron adorando a sus huacas en secreto.
comunidades nativas y los individuos mantener el sentido del balance que Aun cuando la política colonial claramente prohibía la continuación de
había sido central hasta antes de la llegada de los europeos. la práctica de la religión nativa, ello no evitó que en muchas áreas, oficiales
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Según la percepción de los pobladores andinos, la devastación produ- locales permitieran a las comunidades indígenas llevar adelante sus ceremo-
cida por las epidemias de viruela, sarampión y de las otras enfermedades nias de una manera sigilosa. A pesar que tal tolerancia era limitada, este he-
que llegaron con los españoles eran directamente atribuibles a los desba- cho ayudó a legitimizar la autoridad española entre la población indígena. 34
lances resultantes del colonialismo europeo. Los pobladores andinos ha- La legislación con respecto a materias médicas permaneció ambivalente, al
bían reconocido por mucho tiempo a la cólera divina entre las varias cau- menos durante la primera mitad del siglo XVII. Los oficiales y médicos es-
sas posibles de enfermedad. Durante el período precolombino, se conside- pañoles reconocieron el valor de la farmacopea del nuevo mundo y se es-
raba que los conflictos entre individuos o el rompimiento de tabus podían forzaron en aprender las muchas propiedades de las plantas medicinales de
manifestarse como dolencias. Sin embargo, luego de la conquista la retri- los curanderos nativos. Aunque las autoridades coloniales decretaron ins-
bución divina se convirtió en la explicación primaria de la enfermedad. Se- trucciones específicas dirigidas a eliminar procedimientos que considera-
gún esta creencia, los antiguos dioses de los Andes enviaban la enferme-
dad y la muerte para castigar a aquellos que los habían abandonado por el
dios de los europeos. Karen Spalding y George Urioste han observado 33. Karen Spalding, Huarochiri, An Andean Society Under Inca and Spanish Rule (Stan-
que en la provincia de Huarochirí, ubicada en los Andes centrales, las epi- ford: Stanford Univ. Press, 1984), p. 247 y Urioste, "Sickness and death", pp. 13-14.
34. Steve J. Steen, Resistance, Rebellion, and Consciousness in the Andean Peasant World,
demias del siglo XVI provocaron la renovación de la adoración de las hua- 18th to 20th Centuries (Madison: Univ. of Wisconsin Press, 1987), p. 144.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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y otras artes curativas. El contacto entre las dos culturas a partir de 1492 cas.33 Es muy probable que los nativos del Ecuador y de otras partes de los
conllevó algunas diferencias sustanciales en las concepciones españolas y Andes se comportaran de la misma manera con la esperanza de evitar
americanas sobre la salud y la enfermedad. futuros brotes de enfermedad.
Mientras que el efecto de más largo plazo del descubrimiento de las Pero el Dios de los cristianos también envió la enfermedad para casti-
Américas en la medicina europea fue la introducción de una serie de plantas gar a aquellos que rehusaban rendirle culto. Curas católicos, enviados por
medicinales (por ejemplo, con respecto a la quinina véase en este mismo todo el virreinato para congregar y convertir a la población nativa durante el
volumen el artículo de Eduardo Estrella) hasta entonces desconocidas en el siglo XVI, predicaban que su Dios era responsable por las epidemias de-
viejo mundo, el descubrimiento alteró los conceptos de los indígenas vastadoras. En ese sentido, los residentes nativos de los Andes se encon-
americanos de la enfermedad en formas mucho más significativas. Es evi- traron atrapados, por que si ignoraban a sus huacas y adoptaban el dios de
dente que hacia el siglo XVII, la forma en que las sociedades indígenas en- los europeos, podían sufrir las consecuencias. Por otro lado, si dejaban sus
tendían e interpretaban la etiología de la enfermedad había cambiado sig- costumbres tradicionales, los españoles y el "dios cristiano" iba a castigarlos
nificativamente en relación a la causalidad existente antes del contacto con con toda seguridad.
los europeos. Paradójicamente, la evidencia documental sugiere que las A pesar de todo, la evidencia reunida por los españoles a lo largo de los
prácticas curativas nativas habían cambiado muy poco. siglos XVI y XVII indica claramente que la mayoría de los indios no
La introducción de gérmenes pátogenos del viejo mundo y la subsi- abandonaron sus creencias religiosas tradicionales. En las áreas más remo-
guiente llegada del cristianismo forzaron a las sociedades nativas a reeva- tas donde los curas católicos rara vez se aventuraban, las comunidades na-
luar y reinterpretar su estructura cosmológica. Con la incorporación de las tivas fueron prácticamente dejadas a su suerte y siguieron practicando ri-
creencias cristianas en la visión del mundo andino, los conceptos nativos tuales antiguos. En las regiones más cercanas al área de influencia europea,
con respecto a la causa de la enfermedad cambiaron. Debido a que dos los oficiales y el clero exigieron la participación indígena en las actividades
grupos de divinidades poseían el efecto potencial de infligir la enfermedad, de la iglesia, especialmente en el pago del diezmo. Sin embargo, aún en
ambos tenían que ser consultados y dos tipos distintos de rituales religiosos estos casos ya pesar de las exhibiciones públicas de piedad cristiana, mu-
debían ser seguidos. Como resultado, fue cada vez más difícil para las chos indígenas continuaron adorando a sus huacas en secreto.
comunidades nativas y los individuos mantener el sentido del balance que Aun cuando la política colonial claramente prohibía la continuación de
había sido central hasta antes de la llegada de los europeos. la práctica de la religión nativa, ello no evitó que en muchas áreas, oficiales

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Según la percepción de los pobladores andinos, la devastación produ- locales permitieran a las comunidades indígenas llevar adelante sus ceremo-
cida por las epidemias de viruela, sarampión y de las otras enfermedades nias de una manera sigilosa. A pesar que tal tolerancia era limitada, este he-
que llegaron con los españoles eran directamente atribuibles a los desba- cho ayudó a legitimizar la autoridad española entre la población indígena. 34
lances resultantes del colonialismo europeo. Los pobladores andinos ha- La legislación con respecto a materias médicas permaneció ambivalente, al
bían reconocido por mucho tiempo a la cólera divina entre las varias cau- menos durante la primera mitad del siglo XVII. Los oficiales y médicos es-
sas posibles de enfermedad. Durante el período precolombino, se conside- pañoles reconocieron el valor de la farmacopea del nuevo mundo y se es-
raba que los conflictos entre individuos o el rompimiento de tabus podían forzaron en aprender las muchas propiedades de las plantas medicinales de
manifestarse como dolencias. Sin embargo, luego de la conquista la retri- los curanderos nativos. Aunque las autoridades coloniales decretaron ins-
bución divina se convirtió en la explicación primaria de la enfermedad. Se- trucciones específicas dirigidas a eliminar procedimientos que considera-
gún esta creencia, los antiguos dioses de los Andes enviaban la enferme-
dad y la muerte para castigar a aquellos que los habían abandonado por el
dios de los europeos. Karen Spalding y George Urioste han observado 33. Karen Spalding, Huarochiri, An Andean Society Under Inca and Spanish Rule (Stan-
que en la provincia de Huarochirí, ubicada en los Andes centrales, las epi- ford: Stanford Univ. Press, 1984), p. 247 y Urioste, "Sickness and death", pp. 13-14.
34. Steve J. Steen, Resistance, Rebellion, and Consciousness in the Andean Peasant World,
demias del siglo XVI provocaron la renovación de la adoración de las hua- 18th to 20th Centuries (Madison: Univ. of Wisconsin Press, 1987), p. 144.

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ban inaceptables, la escasez de doctores entrenados en Europa los forzó a nará el Cura de este pueblo el modo con que curan que sean ageno de toda supersti-
38
tolerar la práctica de los curanderos indígenas. Según Arriaga: ción.

Muchos de los Hechizeros, son Ambicamayos, romo ellos llaman, o curanderos, pero Sin embargo, los esfuerzos de Arriaga y de otros que intentaron extir-
con muchas supersticiones, e idolatrías que preceden a los curas; y se procura que los par las prácticas de idolatría de entre los indígenas andinos fueron un fra-
curas, tengan examinados, y bien instruidos, los que han de curar para que quitado caso total. En un texto de 1668, el Obispo de Quito Peña Montenegro,
lo que es bueno; como es el conocimiento y uso de algunas yerbas, y tú otros simples, de escribió que: "…a pesar que ellos han tenido por 135 años predicadores,
35
que suelen usar en sus enfermedades. maestros y curas que han tratado de eliminar sus errores, ellos no han sido
capaces de eliminarlos de sus corazones."39 Este Obispo que creía que
Arriaga recopiló una lista detallada de los diferentes tipos de curande- "desde tiempo inmemorial [los Indios] han estado adorando al demonio",
ros y adivinadores, que llamó "Ministros de la idolatría", y de los métodos estaba especialmente preocupado con el papel que la "memoria" jugaba en
usados por cada uno. El mismo aseguró que los "macsa" o "viha" eran "los la manutención de la continuidad de las prácticas y los rituales sanitarios.
más perjudiciales, porque son consultados para todas las cosas, y para que Por ello, el ordenó a sus curas que prohibieran estas actividades y, más aún,
también hablen con las Huacas, aunque no sean los que las guardan." 36 que destruyan "sus tambores, cabezas de venado [máscaras], y plumas,
La iglesia estaba también interesada en la eliminación de ciertas prác- porque estos son los instrumentos del demonio y traen la memoria del
ticas médicas indígenas. Por ejemplo, el ayuno jugó un papel importante paganismo."40
tanto en la prevención como en el tratamiento de la enfermedad antes de la Un sacerdote y naturalista del siglo XVII, el padre Bernabé Cobo, en-
conquista. Arriaga consideró el ayuno como un regreso al paganismo y tendió el papel de la memoria en la persistencia de la forma de vida tradi-
declaró: "de aquí en adelante los indios de este pueblo no ayunaren el ayu- cional. Al describir a los curanderos llamados camasca o soncoyoc escribió:
no, que solían a su modo gentilicio, no comiendo sal, ni agí; y al que que- "los cuales preguntados quien les dio o enseñó el oficio que usaban, los
brantarse esta constitución se procederé contra él, como contra relapso en la más daban por principal causa o respuesta haberlo sofiado." 41 En este
idolatría."37 Asimismo, la iglesia urgía a las autoridades prohibir los sa- caso, la memoria y los sueños estaban claramente interrelacionados. En re-
crificios con maíz, chicha, y otros ítems "cuando estaban enfermos" y cas- lación a este tema, Michel Taussig ha subrayado la ironía de la lucha de la
tigar a aquellos que persistían en esta práctica. Iglesia Católica contra estas 'memorias', una lucha que en realidad creaba
Arriaga concluyó su informe con una serie de regulaciones "Constitu- y fortalecía el surgimiento de una nueva fuerza social y la perpetuación de
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ciones que deja el visitador en los pueblos para remedio de la extirpación de las creencias mitológicas.42
la idolatría." En estas regulaciones, además de las prohibiciones al alco- A pesar que los españoles nunca fueron capaces de eliminar las creen-
holismo, la danza, y a los sacrificios en ceremonias rituales, Arriaga impuso cias nativas y los rituales, y que sus persistentes esfuerzos sólo sirvieron
restricciones aún mayores a las existentes a la práctica de la medicina para incrementar la atracción y la fuerza de estos ritos, existieron severas
nativa: penas contra la práctica de ceremonias tradicionales que hicieron crecien-
temente peligroso la organización de estas. Para poder asegurar el secreto,
[De] aquí adelante los Indios Hechizeros ministros de Idolatría, por ningún modo muchas comunidades indígenas, especialmente aquellas cercanas a los cen-
curaran a los enfermos; por quanto la experiencia a ensenado, que quando curan
hazen idolatrar a los enfermos, y les confiesan sus pecados a su modo gentílico; y si
otros Indios uviere que sepan curar porque conocen las virtudes de las yerbas, exami-
38. Ibid. p. 204.
39. Peña Montenegro es citado en Michael Taussig, Shamanism, Colonialism, and the
Wild Man: A Study in Terror and Healing (Chicago: Univ. of Chicago Press, 1987), p. 376.
35. Arriaga, Extirpación, p. 114. 40. Taussig, Shamanism, pp. 376, 143.
36. Ibid., p. 33. 41. Cobo es citado en Arriaga, Extirpación, p. 34.
37. Ibid., p. 205. 42. Taussig, Shamanism, p. 143.

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ban inaceptables, la escasez de doctores entrenados en Europa los forzó a nará el Cura de este pueblo el modo con que curan que sean ageno de toda supersti-
38
tolerar la práctica de los curanderos indígenas. Según Arriaga: ción.

Muchos de los Hechizeros, son Ambicamayos, romo ellos llaman, o curanderos, pero Sin embargo, los esfuerzos de Arriaga y de otros que intentaron extir-
con muchas supersticiones, e idolatrías que preceden a los curas; y se procura que los par las prácticas de idolatría de entre los indígenas andinos fueron un fra-
curas, tengan examinados, y bien instruidos, los que han de curar para que quitado caso total. En un texto de 1668, el Obispo de Quito Peña Montenegro,
lo que es bueno; como es el conocimiento y uso de algunas yerbas, y tú otros simples, de escribió que: "…a pesar que ellos han tenido por 135 años predicadores,
35
que suelen usar en sus enfermedades. maestros y curas que han tratado de eliminar sus errores, ellos no han sido
capaces de eliminarlos de sus corazones."39 Este Obispo que creía que
Arriaga recopiló una lista detallada de los diferentes tipos de curande- "desde tiempo inmemorial [los Indios] han estado adorando al demonio",
ros y adivinadores, que llamó "Ministros de la idolatría", y de los métodos estaba especialmente preocupado con el papel que la "memoria" jugaba en
usados por cada uno. El mismo aseguró que los "macsa" o "viha" eran "los la manutención de la continuidad de las prácticas y los rituales sanitarios.
más perjudiciales, porque son consultados para todas las cosas, y para que Por ello, el ordenó a sus curas que prohibieran estas actividades y, más aún,
también hablen con las Huacas, aunque no sean los que las guardan." 36 que destruyan "sus tambores, cabezas de venado [máscaras], y plumas,
La iglesia estaba también interesada en la eliminación de ciertas prác- porque estos son los instrumentos del demonio y traen la memoria del
ticas médicas indígenas. Por ejemplo, el ayuno jugó un papel importante paganismo."40
tanto en la prevención como en el tratamiento de la enfermedad antes de la Un sacerdote y naturalista del siglo XVII, el padre Bernabé Cobo, en-
conquista. Arriaga consideró el ayuno como un regreso al paganismo y tendió el papel de la memoria en la persistencia de la forma de vida tradi-
declaró: "de aquí en adelante los indios de este pueblo no ayunaren el ayu- cional. Al describir a los curanderos llamados camasca o soncoyoc escribió:
no, que solían a su modo gentilicio, no comiendo sal, ni agí; y al que que- "los cuales preguntados quien les dio o enseñó el oficio que usaban, los
brantarse esta constitución se procederé contra él, como contra relapso en la más daban por principal causa o respuesta haberlo sofiado." 41 En este
idolatría."37 Asimismo, la iglesia urgía a las autoridades prohibir los sa- caso, la memoria y los sueños estaban claramente interrelacionados. En re-
crificios con maíz, chicha, y otros ítems "cuando estaban enfermos" y cas- lación a este tema, Michel Taussig ha subrayado la ironía de la lucha de la
tigar a aquellos que persistían en esta práctica. Iglesia Católica contra estas 'memorias', una lucha que en realidad creaba
Arriaga concluyó su informe con una serie de regulaciones "Constitu- y fortalecía el surgimiento de una nueva fuerza social y la perpetuación de

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ciones que deja el visitador en los pueblos para remedio de la extirpación de las creencias mitológicas.42
la idolatría." En estas regulaciones, además de las prohibiciones al alco- A pesar que los españoles nunca fueron capaces de eliminar las creen-
holismo, la danza, y a los sacrificios en ceremonias rituales, Arriaga impuso cias nativas y los rituales, y que sus persistentes esfuerzos sólo sirvieron
restricciones aún mayores a las existentes a la práctica de la medicina para incrementar la atracción y la fuerza de estos ritos, existieron severas
nativa: penas contra la práctica de ceremonias tradicionales que hicieron crecien-
temente peligroso la organización de estas. Para poder asegurar el secreto,
[De] aquí adelante los Indios Hechizeros ministros de Idolatría, por ningún modo muchas comunidades indígenas, especialmente aquellas cercanas a los cen-
curaran a los enfermos; por quanto la experiencia a ensenado, que quando curan
hazen idolatrar a los enfermos, y les confiesan sus pecados a su modo gentílico; y si
otros Indios uviere que sepan curar porque conocen las virtudes de las yerbas, exami-
38. Ibid. p. 204.
39. Peña Montenegro es citado en Michael Taussig, Shamanism, Colonialism, and the
Wild Man: A Study in Terror and Healing (Chicago: Univ. of Chicago Press, 1987), p. 376.
35. Arriaga, Extirpación, p. 114. 40. Taussig, Shamanism, pp. 376, 143.
36. Ibid., p. 33. 41. Cobo es citado en Arriaga, Extirpación, p. 34.
37. Ibid., p. 205. 42. Taussig, Shamanism, p. 143.

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tras españoles de poder, escondieron sus huacas en localidades remotas, Durante la primera mitad del siglo XVIII, varios factores se combina-
lejos de las poblaciones que estas huacas protegían; y los nativos eran obli- ran para hacer la existencia más difícil tanto para los indígenas como indi-
gados a realizar largos viajes de peregrinación a través de grandes distan- viduos como para sus propias comunidades. En las sierras del Ecuador, la
cias para poder realizar sus ceremonias rituales. De esta manera, la canti- escasez de mano de obra que se había desarrollado como resultado de las
dad de tiempo dedicado a estas actividades disminuyó notablemente. La epidemias masivas y los desastres naturales de la década de 1690, llevó a
conservación del secreto de curar tambien significó que las habilidades de los oficiales coloniales, obrajeros, y hacendados a adoptar tácticas de ex-
los curanderos se hicieron menos visibles a la comunidad lo que les otor- plotación indígena aún más duras en su búsqueda desesperada por conseguir
gaba una aura misteriosa y furtiva que no había existido en el período pre- trabajadores. La negativa a corregir las listas de tributarios luego de la
colombino. muerte de aproximadamente 40 a 50 por ciento de la población nativa
El manto de ocultamiento que tiñó a las prácticas médicas nativas ha exacerbó aún más la carga del tributo y las obligaciones de la mita para los
incrementado la dificultad para entender la importancia de estas creencias hombres adultos que habían sobrevivido a los desastres. Al mismo tiempo,
y acciones en la sociedad colonial. Sin embargo, el número de procedi- la transformación de estas obligaciones en responsabilidades ya no co-
mientos legales contra los individuas acusados de hechicería e idolatría de- munales sino personales, un proceso iniciado por las reformas del Virrey
muestra que las creencias tradicionales médicas y religiosas continuaron Duque de la Palata durante la década de 1680, fragmentó los intereses de
jugando un papel importante en la vida de la comunidad a lo largo de grupo y aisló a los individuos. 44
todo el período colonial.43 El número rápidamente creciente de los mestizos, muchos de los cua-
Un hecho definitivo es que la naturaleza comunal de la medicina nati- les vivían en o cerca de las comunidades indígenas, socavó la unidad de la
va contribuyó al fortalecimiento de la sociedad indígena ante la presión de sociedad nativa. Su presencia, junto a la de un significativo número de fo-
las demandas de los europeos. El énfasis en la participación grupal en las rasteros (la denominación que recibían aquellos que no residían en sus co-
ceremonias rituales religiosas sirvió para que la población indígena se munidades de origen), sólo sirvió para aumentar las tensiones y conflictos
mantuviese unida en la defensa de los intereses y el bien común, permitió intracomunales sobre la distribución de los escasos recursos económicos y
la reafirmación de creencias primitivas, y promovió un sentido de solidari- del poder político. De esta manera, mientras que la composición de las
dad dentro del ayllu o del pueblo. Conforme el período colonial avanzaba, comunidades se hizo creciente mente diversa, los residentes nativos lucha-
la sobrevivencia de las tradiciones nativas jugó un rol cada vez más impor- ron para mantener su identidad separada y distinta de otros sectores de la
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tante en la conservación de la misma sociedad indígena. sociedad colonial.


La represión política también se incrementó en un período marcado
por las reformas borbónicas de la corana española que intentaron asegurar
MEDICINA NATIVA Y RESISTENCIA POLÍTICA un mayor grado de control sobre todos los sectores de la sociedad, inclu-
yendo a la "república de los indios", que hasta entonces había disfrutado
Las implicaciones sociales y políticas de la enfermedad y de la cura- de una relativa autonomía. En respuesta, la oposición a la autoridad colo-
ción se hicieron claramente evidentes, especialmente durante el siglo nial se incrementó de una manera significativa en los Andes después de
XVIII cuando la recurrencia de las prácticas médicas y religiosas tradicio- 1700.45 En muchas áreas, la resistencia indígena asumió la forma de pro-
nales contribuyó a la lucha de la sociedad indígena por sobrevivir ante las
crecientes y severas imposiciones económicas y políticas de los españoles.

44. Con el fin de reactivar la minería el Virrey de la Palata exigió que los indígenas pa-
43. Véase Irene Silverblatt, Moon, Sun, and Witches: Gender Ideologies and Class in Inca gasen el tributo y la mita en su lugar de residencia y no en su lugar de origen. Jeffrey A.
and Colonial Perú (Princeton: Princeton Univ. Press, 1987), pp. 159-196; Spalding, Huaro- Cole, "Viceregal Persistence Versus Indian Mobility: The Impact of the Duque de la Palata's
chri pp. 252-268; y Frank Salornon, "Sharnanism and Polities in Late-Colonial Ecuador", Reform Program on Alto Peru, 1681-92", Latin American Research Review 10 (1984): 37-
American Ethnologist 10 (1983): 413-428. 56.
45. Stern, Resistance, p.34.
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tras españoles de poder, escondieron sus huacas en localidades remotas, Durante la primera mitad del siglo XVIII, varios factores se combina-
lejos de las poblaciones que estas huacas protegían; y los nativos eran obli- ran para hacer la existencia más difícil tanto para los indígenas como indi-
gados a realizar largos viajes de peregrinación a través de grandes distan- viduos como para sus propias comunidades. En las sierras del Ecuador, la
cias para poder realizar sus ceremonias rituales. De esta manera, la canti- escasez de mano de obra que se había desarrollado como resultado de las
dad de tiempo dedicado a estas actividades disminuyó notablemente. La epidemias masivas y los desastres naturales de la década de 1690, llevó a
conservación del secreto de curar tambien significó que las habilidades de los oficiales coloniales, obrajeros, y hacendados a adoptar tácticas de ex-
los curanderos se hicieron menos visibles a la comunidad lo que les otor- plotación indígena aún más duras en su búsqueda desesperada por conseguir
gaba una aura misteriosa y furtiva que no había existido en el período pre- trabajadores. La negativa a corregir las listas de tributarios luego de la
colombino. muerte de aproximadamente 40 a 50 por ciento de la población nativa
El manto de ocultamiento que tiñó a las prácticas médicas nativas ha exacerbó aún más la carga del tributo y las obligaciones de la mita para los
incrementado la dificultad para entender la importancia de estas creencias hombres adultos que habían sobrevivido a los desastres. Al mismo tiempo,
y acciones en la sociedad colonial. Sin embargo, el número de procedi- la transformación de estas obligaciones en responsabilidades ya no co-
mientos legales contra los individuas acusados de hechicería e idolatría de- munales sino personales, un proceso iniciado por las reformas del Virrey
muestra que las creencias tradicionales médicas y religiosas continuaron Duque de la Palata durante la década de 1680, fragmentó los intereses de
jugando un papel importante en la vida de la comunidad a lo largo de grupo y aisló a los individuos. 44
todo el período colonial.43 El número rápidamente creciente de los mestizos, muchos de los cua-
Un hecho definitivo es que la naturaleza comunal de la medicina nati- les vivían en o cerca de las comunidades indígenas, socavó la unidad de la
va contribuyó al fortalecimiento de la sociedad indígena ante la presión de sociedad nativa. Su presencia, junto a la de un significativo número de fo-
las demandas de los europeos. El énfasis en la participación grupal en las rasteros (la denominación que recibían aquellos que no residían en sus co-
ceremonias rituales religiosas sirvió para que la población indígena se munidades de origen), sólo sirvió para aumentar las tensiones y conflictos
mantuviese unida en la defensa de los intereses y el bien común, permitió intracomunales sobre la distribución de los escasos recursos económicos y
la reafirmación de creencias primitivas, y promovió un sentido de solidari- del poder político. De esta manera, mientras que la composición de las
dad dentro del ayllu o del pueblo. Conforme el período colonial avanzaba, comunidades se hizo creciente mente diversa, los residentes nativos lucha-
la sobrevivencia de las tradiciones nativas jugó un rol cada vez más impor- ron para mantener su identidad separada y distinta de otros sectores de la

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tante en la conservación de la misma sociedad indígena. sociedad colonial.
La represión política también se incrementó en un período marcado
por las reformas borbónicas de la corana española que intentaron asegurar
MEDICINA NATIVA Y RESISTENCIA POLÍTICA un mayor grado de control sobre todos los sectores de la sociedad, inclu-
yendo a la "república de los indios", que hasta entonces había disfrutado
Las implicaciones sociales y políticas de la enfermedad y de la cura- de una relativa autonomía. En respuesta, la oposición a la autoridad colo-
ción se hicieron claramente evidentes, especialmente durante el siglo nial se incrementó de una manera significativa en los Andes después de
XVIII cuando la recurrencia de las prácticas médicas y religiosas tradicio- 1700.45 En muchas áreas, la resistencia indígena asumió la forma de pro-
nales contribuyó a la lucha de la sociedad indígena por sobrevivir ante las
crecientes y severas imposiciones económicas y políticas de los españoles.

44. Con el fin de reactivar la minería el Virrey de la Palata exigió que los indígenas pa-
43. Véase Irene Silverblatt, Moon, Sun, and Witches: Gender Ideologies and Class in Inca gasen el tributo y la mita en su lugar de residencia y no en su lugar de origen. Jeffrey A.
and Colonial Perú (Princeton: Princeton Univ. Press, 1987), pp. 159-196; Spalding, Huaro- Cole, "Viceregal Persistence Versus Indian Mobility: The Impact of the Duque de la Palata's
chri pp. 252-268; y Frank Salornon, "Sharnanism and Polities in Late-Colonial Ecuador", Reform Program on Alto Peru, 1681-92", Latin American Research Review 10 (1984): 37-
American Ethnologist 10 (1983): 413-428. 56.
45. Stern, Resistance, p.34.
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30 Suzanne Austin Alchon Tradiciones médicas nativas y resistencia en el Ecuador colonial 31

testas violentas dirigidas contra políticas del gobierno y autoridades que creciente oposición a los esfuerzos del gobierno por controlar la produc-
eran rechazadas por la población. Aún en la sierra del Ecuador, donde la ción y la distribución de aguardiente llevó a la creación de una frágil coali-
resistencia violenta al dominio español había estado notablemente ausente ción entre la élite de Quito, la clase media y los sectores plebeyos de la
durante los siglos XVI y XVII, por lo menos diez revueltas ocurrieron en- ciudad. Sin embargo, la revuelta que empezó fuera de la ciudad el 22 de
tre 1730 y 1803.46 En cada instancia, la rebelión tuvo como causa la pre- Mayo de 1765, duró poco, en parte debido a que entre las clases alta y
sión económica sobre los residentes indígenas e incluyó otras demandas li- media de Quito era mayor el temor a una revuelta indígena de mayor en-
gadas a la tierra, el trabajo y el tributo. vergadura que el rechazo a las políticas de la corona. Como lo confirman
Según Segundo Moreno, los rituales y los bailes tradicionales fueron las diez rebeliones que ocurrieron durante el siglo XVIII, la élite urbana
una parte importante en varias de estas revueltas, y constituyeron la mane- de los Andes del norte tenía motivos fundados para temer a la violencia de
ra utilizada por los indígenas para negar la religión de sus conquistado- las masas nativas.
res.47 Por ejemplo, durante la violenta revuelta de 1768 en el obraje de Cuando el nivel de opresión se incrementó a lo largo de este siglo, la
San Ildefonso en Ambato, los trabajadores indígenas bailaron y cantaron sociedad indígena se apoyó tanto en las tradiciones precolombinas como
alrededor del cuerpo del administrador del obraje que habían matado.48 en las coloniales para poder mantenerse. Especialmente en las áreas aleja-
Varios años después, en respuesta a un decreto virreinal de 1776 que or- das de los centros europeos de desarrollo, muchos pueblos fueron capaces
denaba un censo, se produjo una gran rebelión en el corregimiento de de mantener control sobre tierras comunales, facilitando a los residentes la
Otávalo. Durante los juicios que siguieron, los testigos aseguraron que los manutención de por lo menos un nivel limitado de independencia econó-
líderes indígenas usaron caracoles y tambores, los mismos instrumentos mica. Asimismo, los individuos y las comunidades siguieron realizando
que la iglesia había intentado proscribir un siglo atrás, para llamar a la po- una práctica establecida por mucho tiempo de utilizar el sistema legal es-
blación a defender su causa. Bailes y cantos acompañaron la matanza de pañol como un medio para oponerse a las imposiciones políticas y econó-
europeos y mestizos, y al menos en este caso, varios nativos bebieron la micas. Uno de los medios más importantes por los cuales la sociedad nati-
sangre de un español muerto.49 Por ello, no es extraño que en la mayoría va preservó su unidad e identidad fue a través de la confianza reiterada en
de los documentos aparezcan los oficiales coloniales estar más interesados las creencias y ceremonias religiosas precolombinas, incluyendo los ritua-
en el registro de las atrocidades cometidas contra sus camaradas que en les curativos. Debido a la posición periférica de Quito dentro del virreina-
realizar descripciones de los bailes y las ceremonias nativas. Y mientras to peruano, esta ciudad se mantuvo fuera de la "principal ruta de la extir-
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que los asesinatos y el saqueo que ocurrieron en estas ocasiones fueron los pación de idolatrías", y por ello, las tradiciones nativas permanecieron más
actos más obvios de resistencia, fue en realidad la práctica de rituales tradi- marcadamente allí que en otras áreas del Perú y del Alto Perú que habían
cionales lo que congregó a las comunidades indígenas y lo que les dio el soportado el mayor peso del esfuerzo español por eliminar la religión in-
coraje para rebelarse. dígena.51 Por lo tanto, las "memorias" indígenas, a las cuales el Obispo de
En su estudio de la rebelión de Quito de 1765, Kenneth Andrien ha Quito del siglo XVII, Peña Montenegro estaba tan tenazmente opuesto,
demostrado cómo la depresión económica del siglo XVIII, exacerbada por permanecieron vivas en Quito y en muchas otras regiones y por ello juga-
los esfuerzos virreinales por incrementar la recolección del tributo, afectó ron un rol más central en la resistencia indígena.
negativamente a los miembros de todas la clases sociales.50 En este caso, la Debido en parte a que las políticas borbónicas diseñadas para exten-
der la influencia gubernamental se enfrentaron a una creciente oposición
violenta, las autoridades coloniales restringieron aún más la independencia
46. Segundo E. Moreno Yanez, Sublevaciones indígenas en la audiencia de Quito desde co-
mienzo: del siglo XVIII hasta finales de la colonia (Quito: Ed. Univ. Católica, 1978).
47. Ibid., p. 355.
48. Ibid., p. 118.
49. Ibid., p. 188. 51. Saloman utiliza esta frase al referirse a Arequipa pero es aplicable a Quito. Salo-
mon, "Ancestor Cults and Resistance to me State in Arequipa, ca. 1748-1754", en Stern,
50. Kenneth J. Andrien, "Economic Decline, Taxes, and the Quito Insurrection of
1765", Past and Present 129 (1990): 104-131. Resistance, p. 159.

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30 Suzanne Austin Alchon Tradiciones médicas nativas y resistencia en el Ecuador colonial 31

testas violentas dirigidas contra políticas del gobierno y autoridades que creciente oposición a los esfuerzos del gobierno por controlar la produc-
eran rechazadas por la población. Aún en la sierra del Ecuador, donde la ción y la distribución de aguardiente llevó a la creación de una frágil coali-
resistencia violenta al dominio español había estado notablemente ausente ción entre la élite de Quito, la clase media y los sectores plebeyos de la
durante los siglos XVI y XVII, por lo menos diez revueltas ocurrieron en- ciudad. Sin embargo, la revuelta que empezó fuera de la ciudad el 22 de
tre 1730 y 1803.46 En cada instancia, la rebelión tuvo como causa la pre- Mayo de 1765, duró poco, en parte debido a que entre las clases alta y
sión económica sobre los residentes indígenas e incluyó otras demandas li- media de Quito era mayor el temor a una revuelta indígena de mayor en-
gadas a la tierra, el trabajo y el tributo. vergadura que el rechazo a las políticas de la corona. Como lo confirman
Según Segundo Moreno, los rituales y los bailes tradicionales fueron las diez rebeliones que ocurrieron durante el siglo XVIII, la élite urbana
una parte importante en varias de estas revueltas, y constituyeron la mane- de los Andes del norte tenía motivos fundados para temer a la violencia de
ra utilizada por los indígenas para negar la religión de sus conquistado- las masas nativas.
res.47 Por ejemplo, durante la violenta revuelta de 1768 en el obraje de Cuando el nivel de opresión se incrementó a lo largo de este siglo, la
San Ildefonso en Ambato, los trabajadores indígenas bailaron y cantaron sociedad indígena se apoyó tanto en las tradiciones precolombinas como
alrededor del cuerpo del administrador del obraje que habían matado.48 en las coloniales para poder mantenerse. Especialmente en las áreas aleja-
Varios años después, en respuesta a un decreto virreinal de 1776 que or- das de los centros europeos de desarrollo, muchos pueblos fueron capaces
denaba un censo, se produjo una gran rebelión en el corregimiento de de mantener control sobre tierras comunales, facilitando a los residentes la
Otávalo. Durante los juicios que siguieron, los testigos aseguraron que los manutención de por lo menos un nivel limitado de independencia econó-
líderes indígenas usaron caracoles y tambores, los mismos instrumentos mica. Asimismo, los individuos y las comunidades siguieron realizando
que la iglesia había intentado proscribir un siglo atrás, para llamar a la po- una práctica establecida por mucho tiempo de utilizar el sistema legal es-
blación a defender su causa. Bailes y cantos acompañaron la matanza de pañol como un medio para oponerse a las imposiciones políticas y econó-
europeos y mestizos, y al menos en este caso, varios nativos bebieron la micas. Uno de los medios más importantes por los cuales la sociedad nati-
sangre de un español muerto.49 Por ello, no es extraño que en la mayoría va preservó su unidad e identidad fue a través de la confianza reiterada en
de los documentos aparezcan los oficiales coloniales estar más interesados las creencias y ceremonias religiosas precolombinas, incluyendo los ritua-
en el registro de las atrocidades cometidas contra sus camaradas que en les curativos. Debido a la posición periférica de Quito dentro del virreina-
realizar descripciones de los bailes y las ceremonias nativas. Y mientras to peruano, esta ciudad se mantuvo fuera de la "principal ruta de la extir-

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que los asesinatos y el saqueo que ocurrieron en estas ocasiones fueron los pación de idolatrías", y por ello, las tradiciones nativas permanecieron más
actos más obvios de resistencia, fue en realidad la práctica de rituales tradi- marcadamente allí que en otras áreas del Perú y del Alto Perú que habían
cionales lo que congregó a las comunidades indígenas y lo que les dio el soportado el mayor peso del esfuerzo español por eliminar la religión in-
coraje para rebelarse. dígena.51 Por lo tanto, las "memorias" indígenas, a las cuales el Obispo de
En su estudio de la rebelión de Quito de 1765, Kenneth Andrien ha Quito del siglo XVII, Peña Montenegro estaba tan tenazmente opuesto,
demostrado cómo la depresión económica del siglo XVIII, exacerbada por permanecieron vivas en Quito y en muchas otras regiones y por ello juga-
los esfuerzos virreinales por incrementar la recolección del tributo, afectó ron un rol más central en la resistencia indígena.
negativamente a los miembros de todas la clases sociales.50 En este caso, la Debido en parte a que las políticas borbónicas diseñadas para exten-
der la influencia gubernamental se enfrentaron a una creciente oposición
violenta, las autoridades coloniales restringieron aún más la independencia
46. Segundo E. Moreno Yanez, Sublevaciones indígenas en la audiencia de Quito desde co-
mienzo: del siglo XVIII hasta finales de la colonia (Quito: Ed. Univ. Católica, 1978).
47. Ibid., p. 355.
48. Ibid., p. 118.
49. Ibid., p. 188. 51. Saloman utiliza esta frase al referirse a Arequipa pero es aplicable a Quito. Salo-
mon, "Ancestor Cults and Resistance to me State in Arequipa, ca. 1748-1754", en Stern,
50. Kenneth J. Andrien, "Economic Decline, Taxes, and the Quito Insurrection of
1765", Past and Present 129 (1990): 104-131. Resistance, p. 159.

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de las comunidades indígenas. Una de las maneras más efectivas de hacer- residentes locales y que se había jactado de su responsabilidad en la muer-
lo era pasando por encima de las atribuciones judiciales de los líderes na- te de unas 18 personas y de mucho ganado. En un momento, un infor-
turales indígenas y por lo tanto minando su autoridad. Sin embargo, la mante acusó que su mujer y niños habían muerto desangrados como re-
medida de arrebatar a los caciques de sus funciones tradicionales no fue en sultado de la hechicería de Arévalo. Otros informaron incidentes donde
sí misma suficiente para asegurar el dominio de los españoles sobre la so- "después de una amenaza verbal a la víctima, esta experimentaba una sen-
ciedad indígena. Según Frank Salomón, el fracaso de estos esfuerzos por sación de resecamiento en las extremidades y el cuello y finalmente por
regir el destino de los pobladores andinos produjo el grado de aislamiento todo el cuerpo, hasta que quedaba totalmente debilitado y moría."53 Los
necesario para la continuación y resolución del proceso político dentro de medios según los cuales Arévalo producía estas enfermedades eran los "ha-
las propias comunidades.52 Esta situación explica por qué la crisis de auto- tos de enfermedades" que enterraba en o cerca de las casas de sus enemi-
ridad en el poder nativo, creada por las políticas borbónicas, fue cubierta gos. Varios de estos paquetes fueron descubiertos y presentados como
por el único otro grupo de individuos con una base pre-existente de movi- evidencia en su contra durante el juicio. Según Salomon, estos documen-
lización popular, es decir los curanderos y shamanes. Asimismo, contribu- tos revelaban una lucha en curso entre el área tradicional de la sociedad
yó a la formación de un nuevo liderazgo por estos individuos que ya po- agrícola, representada por Arévalo, y el nuevo orden basado en la ganade-
seían un nivel reconocido de legitimidad dentro de las comunidades nati- ría. Salomon se basa en esta conclusión por el hecho que muchas de las
vas. Contribuyó también a este liderazgo, el hecho que los curanderos y víctimas de Arévalo eran granjeros o residentes nativos que apoyaban a los
shamanes ejercieran poderes mágicos, considerados por ambas partes recién llegados. A pesar que la influencia de Arévalo estaba claramente dis-
como potentes armas en la lucha entre los indios y los españoles. minuyendo, su proceso judicial revela el creciente rol político que los cu-
Una vez más, el secreto que se mantuvo con tanto cuidado para pro- randeros nativos habían asumido en las comunidades rurales.
teger las tradiciones médicas nativas de los ojos inquisidores de los oficiales Una situación parecida se registró en 1727 en la sierra norte de Ecua-
coloniales hace difícil averiguar exactamente que es lo que estaba pasando dor, cerca de Pasto.54 Los testigos declararon que el shaman, Lorenzo
en la estructura política de las comunidades nativas durante el siglo XVIII. Buesaquillo, estaba envuelto en una serie de peleas con sus vecinos y sus
Sin embargo, la utilización de los registros judiciales contra cuatro indivi- parientes, y que él había intimidado a sus enemigos con amenazas de en-
duos acusados de prácticas de hechicería, ha permitido a Saloman revelar fermedad y de muerte. Durante su juicio, Buesaquillo fue acusado por la
el grado de politización del papel jugado por los curanderos durante este muerte de cuatro personas, incluyendo a un oficial español. Otra de las
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período. En cada instancia, el individuo acusado ha utilizado su conoci- víctimas de Buesaquillo era un vecino que había castigado a los hijos del
miento de lo sobrenatural para intimidar tanto a los indios como a los eu- shaman por robar su comida y otros dos eran antiguos amigos de fiestas.
ropeos, haciendo así posible adquirir mayor poder dentro de su comuni- En este caso, Salomon considera que la tensión subyacente entre Buesa-
dad. En última instancia, tales tácticas agresivas podían ser contraprodu- quillo y sus vecinos probablemente se derivaba de "insuficiencia agrícola"
centes, ya que ponían en contra del curandero a sus parientes y vecinos, que resultaba de la reducción de las tierras comunales. Aún antes que el
como fue el caso de uno de los cuatro juicios estudiados por Saloman. juicio empezara, el shaman y su familia habían sido obligados a mudarse a
Pero estos casos eran ciertamente la excepción y frecuentemente los espa- las afueras del pueblo. Por ello, según Salomon, el caso contra Buesaquillo
ñoles no prestaron mucha atención a la relación política entre los curande- demuestra la manera en que la hechicería pudo haber servido como un
ro o shamanes y su comunidad.
En 1705, testigos de una comunidad al sur de la sierra cerca de Zaru-
ma atestiguaron que su cacique y shaman, Juan Arévalo, había usado sus
poderes sobrenaturales para amenazar y aterrorizar por muchos años a los
53. Frank Saloman, "The Fury of Andrés Arevalo: Disease Bundles of a Colonial An-
dean Shaman", en Political Anthropology in Ecuador: Perspectives From Indigenous Cultures, Je-
52. Salomon, "Shamanismand Politics", p. 426. ffrey Ehrenreich, ed., (Albany: State Univ. of New York at Albany, 1984), p. 88.
54. Salomon, "Shamanisrn and Politics", pp. 415-417.

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de las comunidades indígenas. Una de las maneras más efectivas de hacer- residentes locales y que se había jactado de su responsabilidad en la muer-
lo era pasando por encima de las atribuciones judiciales de los líderes na- te de unas 18 personas y de mucho ganado. En un momento, un infor-
turales indígenas y por lo tanto minando su autoridad. Sin embargo, la mante acusó que su mujer y niños habían muerto desangrados como re-
medida de arrebatar a los caciques de sus funciones tradicionales no fue en sultado de la hechicería de Arévalo. Otros informaron incidentes donde
sí misma suficiente para asegurar el dominio de los españoles sobre la so- "después de una amenaza verbal a la víctima, esta experimentaba una sen-
ciedad indígena. Según Frank Salomón, el fracaso de estos esfuerzos por sación de resecamiento en las extremidades y el cuello y finalmente por
regir el destino de los pobladores andinos produjo el grado de aislamiento todo el cuerpo, hasta que quedaba totalmente debilitado y moría."53 Los
necesario para la continuación y resolución del proceso político dentro de medios según los cuales Arévalo producía estas enfermedades eran los "ha-
las propias comunidades.52 Esta situación explica por qué la crisis de auto- tos de enfermedades" que enterraba en o cerca de las casas de sus enemi-
ridad en el poder nativo, creada por las políticas borbónicas, fue cubierta gos. Varios de estos paquetes fueron descubiertos y presentados como
por el único otro grupo de individuos con una base pre-existente de movi- evidencia en su contra durante el juicio. Según Salomon, estos documen-
lización popular, es decir los curanderos y shamanes. Asimismo, contribu- tos revelaban una lucha en curso entre el área tradicional de la sociedad
yó a la formación de un nuevo liderazgo por estos individuos que ya po- agrícola, representada por Arévalo, y el nuevo orden basado en la ganade-
seían un nivel reconocido de legitimidad dentro de las comunidades nati- ría. Salomon se basa en esta conclusión por el hecho que muchas de las
vas. Contribuyó también a este liderazgo, el hecho que los curanderos y víctimas de Arévalo eran granjeros o residentes nativos que apoyaban a los
shamanes ejercieran poderes mágicos, considerados por ambas partes recién llegados. A pesar que la influencia de Arévalo estaba claramente dis-
como potentes armas en la lucha entre los indios y los españoles. minuyendo, su proceso judicial revela el creciente rol político que los cu-
Una vez más, el secreto que se mantuvo con tanto cuidado para pro- randeros nativos habían asumido en las comunidades rurales.
teger las tradiciones médicas nativas de los ojos inquisidores de los oficiales Una situación parecida se registró en 1727 en la sierra norte de Ecua-
coloniales hace difícil averiguar exactamente que es lo que estaba pasando dor, cerca de Pasto.54 Los testigos declararon que el shaman, Lorenzo
en la estructura política de las comunidades nativas durante el siglo XVIII. Buesaquillo, estaba envuelto en una serie de peleas con sus vecinos y sus
Sin embargo, la utilización de los registros judiciales contra cuatro indivi- parientes, y que él había intimidado a sus enemigos con amenazas de en-
duos acusados de prácticas de hechicería, ha permitido a Saloman revelar fermedad y de muerte. Durante su juicio, Buesaquillo fue acusado por la
el grado de politización del papel jugado por los curanderos durante este muerte de cuatro personas, incluyendo a un oficial español. Otra de las

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período. En cada instancia, el individuo acusado ha utilizado su conoci- víctimas de Buesaquillo era un vecino que había castigado a los hijos del
miento de lo sobrenatural para intimidar tanto a los indios como a los eu- shaman por robar su comida y otros dos eran antiguos amigos de fiestas.
ropeos, haciendo así posible adquirir mayor poder dentro de su comuni- En este caso, Salomon considera que la tensión subyacente entre Buesa-
dad. En última instancia, tales tácticas agresivas podían ser contraprodu- quillo y sus vecinos probablemente se derivaba de "insuficiencia agrícola"
centes, ya que ponían en contra del curandero a sus parientes y vecinos, que resultaba de la reducción de las tierras comunales. Aún antes que el
como fue el caso de uno de los cuatro juicios estudiados por Saloman. juicio empezara, el shaman y su familia habían sido obligados a mudarse a
Pero estos casos eran ciertamente la excepción y frecuentemente los espa- las afueras del pueblo. Por ello, según Salomon, el caso contra Buesaquillo
ñoles no prestaron mucha atención a la relación política entre los curande- demuestra la manera en que la hechicería pudo haber servido como un
ro o shamanes y su comunidad.
En 1705, testigos de una comunidad al sur de la sierra cerca de Zaru-
ma atestiguaron que su cacique y shaman, Juan Arévalo, había usado sus
poderes sobrenaturales para amenazar y aterrorizar por muchos años a los
53. Frank Saloman, "The Fury of Andrés Arevalo: Disease Bundles of a Colonial An-
dean Shaman", en Political Anthropology in Ecuador: Perspectives From Indigenous Cultures, Je-
52. Salomon, "Shamanismand Politics", p. 426. ffrey Ehrenreich, ed., (Albany: State Univ. of New York at Albany, 1984), p. 88.
54. Salomon, "Shamanisrn and Politics", pp. 415-417.

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mecanismo detonante para paliar la tensión económica y ecológica al arrojar para poder influenciar su testimonio. Pero luego de la muerte de uno de
fuera a los usuarios de la tierra en las áreas de mayor concentración.55 los principales acusadores de Carlos y la transferencia a otra prisión de
Otro ejemplo del rol creciente mente político de los curanderos indí- otro, el caso en su contra fue dejado de lado y presumiblemente Carlos
genas del siglo XVIII proviene de una investigación sobre Otávalo duran- fue liberado para consolidar su posición política.
te 1703.56 Don Salvador Ango, el cacique de Otávalo, había buscado los Los cuatro hombres descritos en estos documentos habían heredado
servicios de Juan Roza Pinto, un shaman que vivía al este de las quebradas el conocimiento, pasado a través de las memorias, de generaciones de cu-
al borde de los dominios de Ango. Ango solicitó que Roza utilize sus po- randeros-shamanes andinos. Por lo tanto, ellos representaban en parte el
deres mágicos para influenciar el resultado de un juicio que se estaba reali- fracaso de los esfuerzos españoles por extirpar las creencias y las prácticas
zando en la Audiencia. Cuando la víctima a la que estaba dirigido el he- tradicionales de los corazones y las mentes de los indios a lo largo de la
chizo, un español, enfermó pero no murió, Ango contrató a otros dos Audiencia de Quito. Es también muy cierto que por cada curandero que
shamanes cuyos esfuerzos para matarlo a través de poderes sobrenaturales era aprendido por las autoridades coloniales, muchos más siguieron libres.
también resultaron infructuosos. Enfurecido, Ango buscó venganza de- Asimismo, mientras que aquellos que sirvieron como repositorios de anti-
nunciando a Roza a las autoridades de Quito. Cuando el caso finalmente guos saberes ocasionalmente producían controversia y divisiones dentro
llegó a juicio, la esposa de la víctima atestiguó que para poder contrarres- de sus comunidades, como Arévalo, Buesaquillo, Roza y Carlos, era más
tar el hechizo de Roza, ella tuvo que contratar los servicios de un curande- frecuente que su presencia brindara un sentido de continuidad histórica y
ro indio. Más tarde, los documentos revelan que Roza era un mestizo y estabilidad que sirvieron como un punto de referencia del cual la comuni-
que por esta razón su caso fue derivado al Tribunal de la Inquisición. A dad podía tomar fuerzas.
pesar que los registros no indican que pasó con Roza después del cambio La sobrevivencia de las formas de vida tradicionales también dio a las
de jurisdicción, este caso demuestra que todos los sectores de la sociedad comunidades indígenas un grado de control e independencia de la tutela
colonial, indios, europeos y mestizos, atribuían grandes poderes a aquellos española sobre sus vidas y su medio ambiente. Asimismo, como es usual
versados en las artes mágicas y que todos los grupos trataron de asociarse en estos casos, el ocultamiento fortaleció los lazos comunitarios. Refirién-
a este poder que podía influenciar los sucesos políticos. dose a los Mayas durante el dominio colonial, Inga Clendinnen afirma
Mientras que estos tres casos se refieren a shamanes cuyo poder per- que en una sociedad donde el conocimiento era poder, el encubrimiento
sonal y político estaba disminuyendo, un caso producido en la costa a fi- de lo que era muy significativo por lo que era aparentemente mundano
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nales del siglo XVIII revela que algunos shamanes eran lo suficientemente debe haber sido muy gratificante para aquellos que mantenían la llave se-
poderosos como para manejar la autoridad política aún en caso de perse- creta del entendimiento.58 El hecho que ante los ojos de los oficiales colo-
cución política. Este fue el caso de Sebastián Carlos Gavino que en 1786 niales todos los que sabían del secreto eran culpables, independientemente
fue elegido alcalde de su comunidad en la parroquia de Punta Santa Ele- que hubiesen participado activamente en rituales o no, sólo podía servir
na.57 Habiendo servido como asesor legal de los indios envueltos en liti- para unificar aún más a la sociedad nativa.
gios en contra de la corona, Carlos fue considerado por los oficiales colo- El miedo es una arma poderosa y a lo largo de todo el período colo-
niales como un agitador. Por ello, después de la elección fue arrestado y nial, tanto los indios como los españoles se esforzaron en explotar los te-
acusado de hechicería criminal. Durante su juicio, informantes revelaron mores del otro para poder ganar alguna ventaja. Por varias décadas hemos
que el shaman continuaba ejerciendo poder desde su celda, convocando a sabido mucho más del uso europeo de esta arma porque era mucho más
los testigos a la prisión y amenazándolos con actos de agresión mágica obvia su utilización por parte del poder establecido. Está claro que los
conquistadores, colonos y oficiales españoles aterrorizaron a las poblacio-

55. Ibid., p. 417.


56. Ibid., pp. 422-424. 58. Inga Clendinnen, Ambivalent Conquests: Maya and Spaniard in Yucatan, 1517·1570
57. Ibid., pp. 420-422. (Cambridge: Cambridge Univ. Press, 1987), p. 159.
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mecanismo detonante para paliar la tensión económica y ecológica al arrojar para poder influenciar su testimonio. Pero luego de la muerte de uno de
fuera a los usuarios de la tierra en las áreas de mayor concentración.55 los principales acusadores de Carlos y la transferencia a otra prisión de
Otro ejemplo del rol creciente mente político de los curanderos indí- otro, el caso en su contra fue dejado de lado y presumiblemente Carlos
genas del siglo XVIII proviene de una investigación sobre Otávalo duran- fue liberado para consolidar su posición política.
te 1703.56 Don Salvador Ango, el cacique de Otávalo, había buscado los Los cuatro hombres descritos en estos documentos habían heredado
servicios de Juan Roza Pinto, un shaman que vivía al este de las quebradas el conocimiento, pasado a través de las memorias, de generaciones de cu-
al borde de los dominios de Ango. Ango solicitó que Roza utilize sus po- randeros-shamanes andinos. Por lo tanto, ellos representaban en parte el
deres mágicos para influenciar el resultado de un juicio que se estaba reali- fracaso de los esfuerzos españoles por extirpar las creencias y las prácticas
zando en la Audiencia. Cuando la víctima a la que estaba dirigido el he- tradicionales de los corazones y las mentes de los indios a lo largo de la
chizo, un español, enfermó pero no murió, Ango contrató a otros dos Audiencia de Quito. Es también muy cierto que por cada curandero que
shamanes cuyos esfuerzos para matarlo a través de poderes sobrenaturales era aprendido por las autoridades coloniales, muchos más siguieron libres.
también resultaron infructuosos. Enfurecido, Ango buscó venganza de- Asimismo, mientras que aquellos que sirvieron como repositorios de anti-
nunciando a Roza a las autoridades de Quito. Cuando el caso finalmente guos saberes ocasionalmente producían controversia y divisiones dentro
llegó a juicio, la esposa de la víctima atestiguó que para poder contrarres- de sus comunidades, como Arévalo, Buesaquillo, Roza y Carlos, era más
tar el hechizo de Roza, ella tuvo que contratar los servicios de un curande- frecuente que su presencia brindara un sentido de continuidad histórica y
ro indio. Más tarde, los documentos revelan que Roza era un mestizo y estabilidad que sirvieron como un punto de referencia del cual la comuni-
que por esta razón su caso fue derivado al Tribunal de la Inquisición. A dad podía tomar fuerzas.
pesar que los registros no indican que pasó con Roza después del cambio La sobrevivencia de las formas de vida tradicionales también dio a las
de jurisdicción, este caso demuestra que todos los sectores de la sociedad comunidades indígenas un grado de control e independencia de la tutela
colonial, indios, europeos y mestizos, atribuían grandes poderes a aquellos española sobre sus vidas y su medio ambiente. Asimismo, como es usual
versados en las artes mágicas y que todos los grupos trataron de asociarse en estos casos, el ocultamiento fortaleció los lazos comunitarios. Refirién-
a este poder que podía influenciar los sucesos políticos. dose a los Mayas durante el dominio colonial, Inga Clendinnen afirma
Mientras que estos tres casos se refieren a shamanes cuyo poder per- que en una sociedad donde el conocimiento era poder, el encubrimiento
sonal y político estaba disminuyendo, un caso producido en la costa a fi- de lo que era muy significativo por lo que era aparentemente mundano

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nales del siglo XVIII revela que algunos shamanes eran lo suficientemente debe haber sido muy gratificante para aquellos que mantenían la llave se-
poderosos como para manejar la autoridad política aún en caso de perse- creta del entendimiento.58 El hecho que ante los ojos de los oficiales colo-
cución política. Este fue el caso de Sebastián Carlos Gavino que en 1786 niales todos los que sabían del secreto eran culpables, independientemente
fue elegido alcalde de su comunidad en la parroquia de Punta Santa Ele- que hubiesen participado activamente en rituales o no, sólo podía servir
na.57 Habiendo servido como asesor legal de los indios envueltos en liti- para unificar aún más a la sociedad nativa.
gios en contra de la corona, Carlos fue considerado por los oficiales colo- El miedo es una arma poderosa y a lo largo de todo el período colo-
niales como un agitador. Por ello, después de la elección fue arrestado y nial, tanto los indios como los españoles se esforzaron en explotar los te-
acusado de hechicería criminal. Durante su juicio, informantes revelaron mores del otro para poder ganar alguna ventaja. Por varias décadas hemos
que el shaman continuaba ejerciendo poder desde su celda, convocando a sabido mucho más del uso europeo de esta arma porque era mucho más
los testigos a la prisión y amenazándolos con actos de agresión mágica obvia su utilización por parte del poder establecido. Está claro que los
conquistadores, colonos y oficiales españoles aterrorizaron a las poblacio-

55. Ibid., p. 417.


56. Ibid., pp. 422-424. 58. Inga Clendinnen, Ambivalent Conquests: Maya and Spaniard in Yucatan, 1517·1570
57. Ibid., pp. 420-422. (Cambridge: Cambridge Univ. Press, 1987), p. 159.
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36 Suzanne Austin Alchon

nes nativas tanto desde un punto de vista económico como político desde
1492 en adelante. Sin embargo, sólo recientemente ha empezado a cono-
cerse que los indios también recurrieron al mismo tipo de arsenal, a pesar
que su utilización era generalmente mucho más subrepticia. Especialmen-
te durante el siglo XVIII, los europeos temieron las revueltas nativas. Asi-
Ciencia ilustrada y saber popular en el
mismo) los españoles también temieron la habilidad de los indios de ma-
nipular lo que consideraban reales poderes sobrenaturales. Este temor a la conocimiento de la quina en el siglo XVIII
rebelión y a la "magia", permitió a la sociedad nativa manejar algún grado
de control de su relación con los colonizadores. Al explotar los temores
europeos, los indios fueron capaces de mantener cierto margen de separa- Eduardo Estrella
ción y distancia del resto de la sociedad a pesar de los numerosos esfuer-
zos de los gobiernos coloniales por absorberlos a ellos y a sus recursos.

A COMIENZOS DEL siglo XVII se dieron a conocer las virtudes medicina-


les del "palo de las calenturas", "cascarilla" o "quina", en el tratamiento de
las tercianas o paludismo. Este hecho es considerado como el aporte ame-
ricano más significativo a la farmacopea universal. Según la conocida his-
toria, los indígenas de la provincia de Loja en la Audiencia de Quito,
mantuvieron en secreto este conocimiento, revelándolo hacia 1630, cuan-
do el cacique Pedro de Leyva, de la comunidad de Malacatos, recomendó
su uso a un misionero jesuíta que padecía de tercianas, quien se curó in-
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mediatamente. Poco después, el Corregidor de Loja, Juan López Cañizá-


rez, fue atacado por la misma dolencia; un jesuíta le sugirió tomar el re-
medio indígena, que produjo iguales resultados. En estas circunstancias,
llegó a Loja la noticia de que la virreina del Perú, Condesa de Chinchón
padecía de tercianas, el Corregidor decidió enviarle a Lima los polvos de
la corteza de la quina, que rápidamente acabaron con la enfermedad. La
virreina, una vez recuperada, se convirtió en la mayor difusora de las cuali-
dades curativas de la quina, por lo que la medicina pasó a conocerse con el
nombre de "polvos de la condesa". Posteriormente, según algunos, la pro-
pia Condesa o el médico del virrey, habrían introducido el remedio en Es-
paña, y según otros, los jesuítas lo habrían llevado primero a Italia, ini-
ciándose de esta manera su difusión por Europa.
Esta bella leyenda ha sido cuestionada por varios autores, pero su
contenido ha quedado plenamente incorporado a la historia de la planta.
En efecto, para que perviva la memoria de la condesa, el distinguido botá-

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nes nativas tanto desde un punto de vista económico como político desde
1492 en adelante. Sin embargo, sólo recientemente ha empezado a cono-
cerse que los indios también recurrieron al mismo tipo de arsenal, a pesar
que su utilización era generalmente mucho más subrepticia. Especialmen-
te durante el siglo XVIII, los europeos temieron las revueltas nativas. Asi-
Ciencia ilustrada y saber popular en el
mismo) los españoles también temieron la habilidad de los indios de ma-
nipular lo que consideraban reales poderes sobrenaturales. Este temor a la conocimiento de la quina en el siglo XVIII
rebelión y a la "magia", permitió a la sociedad nativa manejar algún grado
de control de su relación con los colonizadores. Al explotar los temores
europeos, los indios fueron capaces de mantener cierto margen de separa- Eduardo Estrella
ción y distancia del resto de la sociedad a pesar de los numerosos esfuer-
zos de los gobiernos coloniales por absorberlos a ellos y a sus recursos.

A COMIENZOS DEL siglo XVII se dieron a conocer las virtudes medicina-


les del "palo de las calenturas", "cascarilla" o "quina", en el tratamiento de
las tercianas o paludismo. Este hecho es considerado como el aporte ame-
ricano más significativo a la farmacopea universal. Según la conocida his-
toria, los indígenas de la provincia de Loja en la Audiencia de Quito,
mantuvieron en secreto este conocimiento, revelándolo hacia 1630, cuan-
do el cacique Pedro de Leyva, de la comunidad de Malacatos, recomendó
su uso a un misionero jesuíta que padecía de tercianas, quien se curó in-

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mediatamente. Poco después, el Corregidor de Loja, Juan López Cañizá-
rez, fue atacado por la misma dolencia; un jesuíta le sugirió tomar el re-
medio indígena, que produjo iguales resultados. En estas circunstancias,
llegó a Loja la noticia de que la virreina del Perú, Condesa de Chinchón
padecía de tercianas, el Corregidor decidió enviarle a Lima los polvos de
la corteza de la quina, que rápidamente acabaron con la enfermedad. La
virreina, una vez recuperada, se convirtió en la mayor difusora de las cuali-
dades curativas de la quina, por lo que la medicina pasó a conocerse con el
nombre de "polvos de la condesa". Posteriormente, según algunos, la pro-
pia Condesa o el médico del virrey, habrían introducido el remedio en Es-
paña, y según otros, los jesuítas lo habrían llevado primero a Italia, ini-
ciándose de esta manera su difusión por Europa.
Esta bella leyenda ha sido cuestionada por varios autores, pero su
contenido ha quedado plenamente incorporado a la historia de la planta.
En efecto, para que perviva la memoria de la condesa, el distinguido botá-

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38 Eduardo Estrella Ciencia ilustrada y saber popular en el conocimiento de la quina 39

nico sueco Carl Linneo, en 1742, designó con el nombre de Cinchona al se generó una gran discusión sobre el contenido científico revolucionario
género botánico al que pertenece la quina. Lo que ha quedado claro de del vegetal americano. La quina llegó a Inglaterra en el año 1655 a través
toda la historia es que los indígenas de Laja conocieron las cualidades fe- de un comerciante de Amberes, que la vendió con la denominación de
brífugas del "árbol de las calenturas", saber que fue transmitido a los espa- "polvos de los jesuítas". En 1658 se recurrió a ella para aplacar una devas-
ñoles en el siglo XVII, y que en 1632 llegó la corteza a Roma por inter- tadora epidemia de "fiebre remitente", con tan buenos resultados que jus-
medio de los jesuitas, que fueron sus primeros difusores.1 tificaron la promoción de su empleo. Sin embargo, al igual que en otros
países europeos, pronto surgió la controversia entre defensores y oposito-
res de su valor terapéutico, siendo más duro el enfrentamiento en Inglate-
LA INTRODUCCIÓN DE LA QUINA EN EUROPA rra por el predominio de los protestantes que rechazaban el remedio que
llamaban "polvo del anticristo.''3
A pesar de sus bondades terapéuticas, la introducción y aceptación de La llegada de la quina a Inglaterra avivó la confrontación entre el ga-
la quina en la Europa del siglo XVII, fue difícil por la intercurrencia de lenismo tradicional y nuevas teorías médicas sobre la patología y la tera-
tres factores. En primer lugar, la legitimidad de la quina se vio interferida péutica. Para el galenismo, la enfermedad, tenía una concepción "sustan-
negativamente, por el envío de lotes de corteza adulterada. Estos envíos se cial", es decir era la expresión en el organismo de la alteración del equili-
originaron en los altos precios de la quina, que estimularon el lucro de al- brio entre los cuatro humores básicos que existían en el organismos
gunos comerciantes que mezclaron la corteza de la quina, con la de otras (sangre, flema, bilis negra y bilis amarilla). En la terapéutica galénica el
plantas que no eran efectivas ante la fiebre. En segundo lugar, el rol que médico era un observador obsecuente de la enfermedad, y su labor consis-
jugaron los jesuítas en la difusión de la planta, hizo que sus archirrivales, tía en favorecer, estimular o abstenerse en los procesos de la naturaleza. El
los protestantes, que en ese momento consolidaban su influencia en el tratamiento por los contrarios, el mandamiento de la prudencia y el prin-
norte de Europa, se opusieran tenazmente a la utilización de la quina. Fi- cipio del "bien hacer", conformaban las bases de la terapéutica galénica.
nalmente, la llegada de la quina a Europa produjo una verdadera conmo- Según los galenistas, la fiebre, típica de las tercianas o paludismo, era pro-
ción científica tanto en la patología como en la terapéutica médicas. La vocada por un des balance en el "calor" del cuerpo y sólo podía ser curada
quina intensificó el debate que enfrentaba a los galenistas tradicionales con por su contrario. El hecho de que la corteza de la quina fuese catalogada
los que mantenían las posiciones iatromecánicas y iatroquímicas moder- por los galenistas como "caliente y seca", hacía que según esta escuela fue-
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

nas, que encontraron en la efectividad de esta planta un gran motivo para se imposible utilizar la planta para curar una enfermedad "caliente y hú-
sustentar sus tesis renovadoras.2 Veamos algunos aspectos de este último meda."
punto en el que se involucraron importantes controversias científicas e Las opiniones de Thomas Sydenham (1624-1689), quien en princi-
ideológicas que se extendieron hasta las primeras décadas del siglo XVIII. pio rechazó la quina para después convertirse en uno de sus mayores de-
Aun cuando España, Italia y Bélgica se disputan la primacía en el em- fensores, cuestionaron los supuestos básicos de las concepciones galenis-
pleo de la quina en Europa, su llegada a Inglaterra fue decisiva ya que allí tas. En la célebre obra de Sydenham, las Observationes medicae, publicada
en 1676, la enfermedad es concebida como un esfuerzo de la naturaleza
1. La leyenda de la Condesa ha sido cuestionada por: Carlos E. Paz Soldán, Las Tercia- por exterminar la materia "morbífica". Según Sydenham, era necesario
nas del Conde Chinchón (Lima: La Reforma Médica, 1938); A. W. Haggis, "Fundamental describir la enfermedad, primero, ordenando los casos de la experiencia
errors in me early History of Cinchona", Bulletin of the History of the Medicine 10 (1941):
417-479; 568-592; y Jaime Jaramillo Arango, "Estudio crítico acerca de los hechos básicos
clínica en especies lo que permitiría reconocer las llamadas "especies mor-
en la historia de la quina", Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Físicas, Exactas y bosas" o modos típicos de enfermar. En segundo lugar, prescindiendo de
Naturales 8 (1951): 245-274. Sobre la quina en Europa, véase Teófilo Hernando, "La quina los prejuicios teóricos en la observación de los enfermos, ateniéndose tan
en el siglo XVII" en Idem, Dos estudios históricas, Vieja y nueva medicina (Madrid: Espasa-Cal-
pe, 1982), pp. 169-243.
2. Pedro Laín Entralgo, Historia de la Medicina (Barcelona: Salvar, 1979), pp. 366- 3. Hernando, "La quina".
367.

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nico sueco Carl Linneo, en 1742, designó con el nombre de Cinchona al se generó una gran discusión sobre el contenido científico revolucionario
género botánico al que pertenece la quina. Lo que ha quedado claro de del vegetal americano. La quina llegó a Inglaterra en el año 1655 a través
toda la historia es que los indígenas de Laja conocieron las cualidades fe- de un comerciante de Amberes, que la vendió con la denominación de
brífugas del "árbol de las calenturas", saber que fue transmitido a los espa- "polvos de los jesuítas". En 1658 se recurrió a ella para aplacar una devas-
ñoles en el siglo XVII, y que en 1632 llegó la corteza a Roma por inter- tadora epidemia de "fiebre remitente", con tan buenos resultados que jus-
medio de los jesuitas, que fueron sus primeros difusores.1 tificaron la promoción de su empleo. Sin embargo, al igual que en otros
países europeos, pronto surgió la controversia entre defensores y oposito-
res de su valor terapéutico, siendo más duro el enfrentamiento en Inglate-
LA INTRODUCCIÓN DE LA QUINA EN EUROPA rra por el predominio de los protestantes que rechazaban el remedio que
llamaban "polvo del anticristo.''3
A pesar de sus bondades terapéuticas, la introducción y aceptación de La llegada de la quina a Inglaterra avivó la confrontación entre el ga-
la quina en la Europa del siglo XVII, fue difícil por la intercurrencia de lenismo tradicional y nuevas teorías médicas sobre la patología y la tera-
tres factores. En primer lugar, la legitimidad de la quina se vio interferida péutica. Para el galenismo, la enfermedad, tenía una concepción "sustan-
negativamente, por el envío de lotes de corteza adulterada. Estos envíos se cial", es decir era la expresión en el organismo de la alteración del equili-
originaron en los altos precios de la quina, que estimularon el lucro de al- brio entre los cuatro humores básicos que existían en el organismos
gunos comerciantes que mezclaron la corteza de la quina, con la de otras (sangre, flema, bilis negra y bilis amarilla). En la terapéutica galénica el
plantas que no eran efectivas ante la fiebre. En segundo lugar, el rol que médico era un observador obsecuente de la enfermedad, y su labor consis-
jugaron los jesuítas en la difusión de la planta, hizo que sus archirrivales, tía en favorecer, estimular o abstenerse en los procesos de la naturaleza. El
los protestantes, que en ese momento consolidaban su influencia en el tratamiento por los contrarios, el mandamiento de la prudencia y el prin-
norte de Europa, se opusieran tenazmente a la utilización de la quina. Fi- cipio del "bien hacer", conformaban las bases de la terapéutica galénica.
nalmente, la llegada de la quina a Europa produjo una verdadera conmo- Según los galenistas, la fiebre, típica de las tercianas o paludismo, era pro-
ción científica tanto en la patología como en la terapéutica médicas. La vocada por un des balance en el "calor" del cuerpo y sólo podía ser curada
quina intensificó el debate que enfrentaba a los galenistas tradicionales con por su contrario. El hecho de que la corteza de la quina fuese catalogada
los que mantenían las posiciones iatromecánicas y iatroquímicas moder- por los galenistas como "caliente y seca", hacía que según esta escuela fue-

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nas, que encontraron en la efectividad de esta planta un gran motivo para se imposible utilizar la planta para curar una enfermedad "caliente y hú-
sustentar sus tesis renovadoras.2 Veamos algunos aspectos de este último meda."
punto en el que se involucraron importantes controversias científicas e Las opiniones de Thomas Sydenham (1624-1689), quien en princi-
ideológicas que se extendieron hasta las primeras décadas del siglo XVIII. pio rechazó la quina para después convertirse en uno de sus mayores de-
Aun cuando España, Italia y Bélgica se disputan la primacía en el em- fensores, cuestionaron los supuestos básicos de las concepciones galenis-
pleo de la quina en Europa, su llegada a Inglaterra fue decisiva ya que allí tas. En la célebre obra de Sydenham, las Observationes medicae, publicada
en 1676, la enfermedad es concebida como un esfuerzo de la naturaleza
1. La leyenda de la Condesa ha sido cuestionada por: Carlos E. Paz Soldán, Las Tercia- por exterminar la materia "morbífica". Según Sydenham, era necesario
nas del Conde Chinchón (Lima: La Reforma Médica, 1938); A. W. Haggis, "Fundamental describir la enfermedad, primero, ordenando los casos de la experiencia
errors in me early History of Cinchona", Bulletin of the History of the Medicine 10 (1941):
417-479; 568-592; y Jaime Jaramillo Arango, "Estudio crítico acerca de los hechos básicos
clínica en especies lo que permitiría reconocer las llamadas "especies mor-
en la historia de la quina", Revista de la Academia Colombiana de Ciencias Físicas, Exactas y bosas" o modos típicos de enfermar. En segundo lugar, prescindiendo de
Naturales 8 (1951): 245-274. Sobre la quina en Europa, véase Teófilo Hernando, "La quina los prejuicios teóricos en la observación de los enfermos, ateniéndose tan
en el siglo XVII" en Idem, Dos estudios históricas, Vieja y nueva medicina (Madrid: Espasa-Cal-
pe, 1982), pp. 169-243.
2. Pedro Laín Entralgo, Historia de la Medicina (Barcelona: Salvar, 1979), pp. 366- 3. Hernando, "La quina".
367.

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sólo a los fenómenos que pudiesen ser recogidos en la observación. Final- A pesar de estas evidencias, de la defensa de Sydenharn, que llamó a
mente, distinguir los síntomas principales característicos de cada especie quina "arbor vitae" y de su inclusión en 1677 en la London Farmacopeia
morbosa de los síntomas secundarios.4 De acuerdo con estos principios, con el nombre de Cortes peruannus, no fue inmediata la aceptación del
Sydenham ―según señala Laín Entralgo― logró distinguir las "enferme- nuevo remedio entre los médicos ingleses. Otro médico inglés que contri-
dades agudas", caracterizadas por: la índole de la materia morbígena (par- buyó a su aceptación fue Hans Sloan (1660-1753), un discípulo de
tículas miasmáticas del aire), la localización somática de esa materia en la Sydenham. Sloan tuvo su primer contacto con la quina en su viaje a Ja-
sangre, la mayor o menor vitalidad del paciente y la fatalidad en su apari- maica realizado en 1687, donde usó el "cortex Peruviano" con gran éxito
ción, es decir, la independencia de la enfermedad del arbitrio de la persona en las fiebres intermitentes, cotidianas, tercianas y cuartanas. Años des-
que la padece. El trastorno fundamental de las enfermedades agudas sería pués, de regreso a Londres y reconocido ya como uno de los científicos
una peculiar alteración de la sangre, a la que Sydenham dio varias denomi- más notables de la época, escribió el artículo "Matters of Fact, Experi-
naciones: inflamación, conmoción, ebullición y fermentación. De acuerdo ment, or Observation, and what is called Hypothesis" (1719). En este texto
con estos criterios, las tercianas o paludismo, en tanto "especie morbosa utilizó la comprobada eficacia de la quina en reducir la fiebre de las
característica", formaban parte del grupo de enfermedades agudas, en la tercianas para rebatir el método galénico que según el autor nunca explica-
que una "materia morbígena" proveniente del aire, atacaba la sangre y ba los hechos y se quedaba tan sólo en las hipótesis.7
producía una "fermentación" anómala. La fiebre era concebida como el La nueva aproximación científica defendida por Syndeham y Sloan,
esfuerzo del organismo por restablecer la salud exterminando la "materia fue incorporada y discutida en el ambiente médico ilustrado europeo de
morbífica."5 Según Sydenham, la quina intervenía en una entidad clínica las primeras décadas del siglo XVIII. Sin embargo, faltaba mucho para co-
específica, eliminando la fiebre y curando la enfermedad. La utilización de nocer en detalle el árbol de la quina en sus aspectos botánicos, clínicos y
la quina consolidó la perspectiva clínica experimental de Sydenham que técnicos. Por esta razón, se consideró la coyuntura de una expedición
proponía que el médico fuese no sólo un observador sino que interviniese científica europea dirigida a los Andes ―la así llamada Misión Geodésica a
en el proceso diagnóstico-curativo. Asimismo, la quina dio la razón a las la Audiencia de Quito― como la gran oportunidad para aplicar el espíritu
modernas concepciones iatromecánicas y iatroquímicas. Según señala Laín empírico-racionalizador del momento a los variados y desconocidos pro-
Entralgo: blemas de la quina.
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

Los iatroquímicos, que acogieron con especial alborozo la llegada del nuevo remedio,
le atribuyeron la propiedad de corregir la "fermentación" febril de la sangre y disolver LA MISIÓN GEODÉSICA Y SUS ESTUDIOS SOBRE LA QUINA
las mucosidades obstructoras ("opilaciones") de los pequeños vasos. Frente a ellos,
los iatromecánicos pensaron que la quina diluye el líquido hemático y disminuye así
la fuerza de su rozamiento en la pared vascular. Unos y otros coincidieron, sin em- El estudio científico del árbol de la quina estuvo ligado a la resolución
bargo, en estimar que el nuevo medicamento daba un golpe de muerte a la tradicio- de otras cuestiones científicas que agitaron a Europa durante las primeras
nal farmacodinamia galénica. Lo que la pólvora ha sido in re militari, eso ha sido la
6
décadas del siglo XVIII. Una de estas cuestiones fue el debate sobre la for-
quina in methodo curandi, escribirá Ramazzini. ma de la Tierra. La discusión enfrentó a newtonianos y cartesianos. Mien-
tras que Newton había probado en sus Principia Mathematica (1689) que
la tierra estaba achatada por los polos, el francés Cassini, después de trian-

7. Una biografía de Sloan aparea: en: Charles C. Gillispie, ed., Dictionary of Scientific
4. José María López Piñero, La Medicina en la Historia (Madrid: Salvat, 1981), pp. 40- Biographhy (Nueva York: Charles Srcibner's Son, 1975), vol XII, pp. 456-459. Al volver de
41. Jamaica Sloan escribió, A Voyage to the islands Madera, Barbados, Nieves, Saint Christophers
5. Ibid. and Jamaica, with natural history of the herbs (London: BM, 1707), 2 vols. La información so-
6. Laín Entralgo, Historia, p. 366. bre la quina en vol. I, pp. XCI, CXXXIV -CXXXV.

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sólo a los fenómenos que pudiesen ser recogidos en la observación. Final- A pesar de estas evidencias, de la defensa de Sydenharn, que llamó a
mente, distinguir los síntomas principales característicos de cada especie quina "arbor vitae" y de su inclusión en 1677 en la London Farmacopeia
morbosa de los síntomas secundarios.4 De acuerdo con estos principios, con el nombre de Cortes peruannus, no fue inmediata la aceptación del
Sydenham ―según señala Laín Entralgo― logró distinguir las "enferme- nuevo remedio entre los médicos ingleses. Otro médico inglés que contri-
dades agudas", caracterizadas por: la índole de la materia morbígena (par- buyó a su aceptación fue Hans Sloan (1660-1753), un discípulo de
tículas miasmáticas del aire), la localización somática de esa materia en la Sydenham. Sloan tuvo su primer contacto con la quina en su viaje a Ja-
sangre, la mayor o menor vitalidad del paciente y la fatalidad en su apari- maica realizado en 1687, donde usó el "cortex Peruviano" con gran éxito
ción, es decir, la independencia de la enfermedad del arbitrio de la persona en las fiebres intermitentes, cotidianas, tercianas y cuartanas. Años des-
que la padece. El trastorno fundamental de las enfermedades agudas sería pués, de regreso a Londres y reconocido ya como uno de los científicos
una peculiar alteración de la sangre, a la que Sydenham dio varias denomi- más notables de la época, escribió el artículo "Matters of Fact, Experi-
naciones: inflamación, conmoción, ebullición y fermentación. De acuerdo ment, or Observation, and what is called Hypothesis" (1719). En este texto
con estos criterios, las tercianas o paludismo, en tanto "especie morbosa utilizó la comprobada eficacia de la quina en reducir la fiebre de las
característica", formaban parte del grupo de enfermedades agudas, en la tercianas para rebatir el método galénico que según el autor nunca explica-
que una "materia morbígena" proveniente del aire, atacaba la sangre y ba los hechos y se quedaba tan sólo en las hipótesis.7
producía una "fermentación" anómala. La fiebre era concebida como el La nueva aproximación científica defendida por Syndeham y Sloan,
esfuerzo del organismo por restablecer la salud exterminando la "materia fue incorporada y discutida en el ambiente médico ilustrado europeo de
morbífica."5 Según Sydenham, la quina intervenía en una entidad clínica las primeras décadas del siglo XVIII. Sin embargo, faltaba mucho para co-
específica, eliminando la fiebre y curando la enfermedad. La utilización de nocer en detalle el árbol de la quina en sus aspectos botánicos, clínicos y
la quina consolidó la perspectiva clínica experimental de Sydenham que técnicos. Por esta razón, se consideró la coyuntura de una expedición
proponía que el médico fuese no sólo un observador sino que interviniese científica europea dirigida a los Andes ―la así llamada Misión Geodésica a
en el proceso diagnóstico-curativo. Asimismo, la quina dio la razón a las la Audiencia de Quito― como la gran oportunidad para aplicar el espíritu
modernas concepciones iatromecánicas y iatroquímicas. Según señala Laín empírico-racionalizador del momento a los variados y desconocidos pro-
Entralgo: blemas de la quina.

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Los iatroquímicos, que acogieron con especial alborozo la llegada del nuevo remedio,
le atribuyeron la propiedad de corregir la "fermentación" febril de la sangre y disolver LA MISIÓN GEODÉSICA Y SUS ESTUDIOS SOBRE LA QUINA
las mucosidades obstructoras ("opilaciones") de los pequeños vasos. Frente a ellos,
los iatromecánicos pensaron que la quina diluye el líquido hemático y disminuye así
la fuerza de su rozamiento en la pared vascular. Unos y otros coincidieron, sin em- El estudio científico del árbol de la quina estuvo ligado a la resolución
bargo, en estimar que el nuevo medicamento daba un golpe de muerte a la tradicio- de otras cuestiones científicas que agitaron a Europa durante las primeras
nal farmacodinamia galénica. Lo que la pólvora ha sido in re militari, eso ha sido la
6
décadas del siglo XVIII. Una de estas cuestiones fue el debate sobre la for-
quina in methodo curandi, escribirá Ramazzini. ma de la Tierra. La discusión enfrentó a newtonianos y cartesianos. Mien-
tras que Newton había probado en sus Principia Mathematica (1689) que
la tierra estaba achatada por los polos, el francés Cassini, después de trian-

7. Una biografía de Sloan aparea: en: Charles C. Gillispie, ed., Dictionary of Scientific
4. José María López Piñero, La Medicina en la Historia (Madrid: Salvat, 1981), pp. 40- Biographhy (Nueva York: Charles Srcibner's Son, 1975), vol XII, pp. 456-459. Al volver de
41. Jamaica Sloan escribió, A Voyage to the islands Madera, Barbados, Nieves, Saint Christophers
5. Ibid. and Jamaica, with natural history of the herbs (London: BM, 1707), 2 vols. La información so-
6. Laín Entralgo, Historia, p. 366. bre la quina en vol. I, pp. XCI, CXXXIV -CXXXV.

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gular el meridiano de París entre Colliore y Dunkerque, concluyó que el portancia los trabajos de La Condamine, Jussieu, Juan y Ulloa sobre el ár-
achatamiento era ecuatorial. bol de la cascarilla o quina, que se consideran fundamentales en la historia
A esta polémica se añadió la existente entre las cosmovisiones newto- de esta planta. Charles-Maríe de la Condamine (1701-1774), miembro de
niana y cartesiana sobre el universo. En 1722, el francés Mairan publicó la Academia de Ciencias de París, a la que ingresó en 1830 en calidad de
una memoria en la que desde la física neocartesiana proporcionó un so- adjunto químico, fue un científico ilustrado que se interesó por varios
porte teórico a las observaciones efectuadas por Cassini y los astrónomos campos del conocimiento. En América actuó como jefe del grupo expedi-
de la Academia de Ciencias de París. Durante la tercera década del siglo cionario y además de sus estudios geodésicos, realizó notables contribu-
XVIII, un paulatino replegamiento académico de los científicos franceses ciones al conocimiento de la quina, el caucho y el curare. Asimismo, du-
sobre la ortodoxia cartesiana terminó por añadir a la polémica fuertes con- rante su viaje de regreso a Europa, por la vía del Amazonas, elaboró un
notaciones nacionalistas. Todo el debate pareció ser una confrontación en- mapa del curso del río y escribió una valiosa memoria sobre el mismo.
tre la ciencia inglesa y la francesa. Los encendidos dilemas que emanaron Joseph Jussieu (1704-1779), médico, naturalista, y miembro de una
de esta discusión: teoría versus observación, newtonismo versus cartesia- distinguida familia de botánicos franceses, aprovechó su estancia en Amé-
nismo, e ilustración versus ciencia racional, estimularon el diseño de un rica para estudiar con detenimiento la quina y otras plantas útiles. Asimis-
ambicioso programa de investigación. mo, realizó observaciones sobre la patología local y fue profesor de la Cá-
En este contexto fue que la Academia de Ciencias de París decidió en- tedra de Medicina de la Universidad de Santo Tomás de Aquino de Qui-
tre 1733 y 1735 enviar dos expediciones científicas, una a Quito y otra a to. Al terminar su misión viajó a Lima para embarcarse a Europa, pero
Laponia, para determinar la longitud de un grado de meridiano en latitu- por una serie de vicisitudes su viaje se demoró mucho tiempo, y retornó a
des diferentes y poder, finalmente, resolver la polémica. Así pues, en 1735 Francia en 1771 cuando ya estaba viejo y enfermo. Jorge Juan (1713-
partió rumbo a América la Misión Geodésica, de la que formaron parte, 1773) y Antonio de Ulloa (1716-1795) fueron dos jóvenes españoles de
entre otros, los franceses Charles-Maríe de la Condamine, Louis Godín, la Academia de Guardia Marinas de Cádiz, que fueron incorporados a la
Pierre Bouger y Joseph Jussieu. Del lado español, el Consejo de Indias expedición. Sus notables observaciones sobre la realidad económica, social
nombró a los marinos Jorge Juan y Antonio de Ulloa, Llegados a Quito y política de los países que visitaron quedaron plasmadas en dos obras cla-
en 1736, el objetivo prioritario que les ocupó hasta 1743 fue la determi- ves sobre la América Meridional.9
nación del valor de un grado de meridiano terrestre en las proximidades Las contribuciones realizadas por estos expedicionarios al conoci-
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de la línea equinoccial, asunto que en términos generales fue resuelto con miento de la quina fueron significativas. En primer lugar, La Condamine
probada competencia y que dio la razón al punto de vista newtoniano so- llegó a Loja en 1737, donde recogió muestras, realizó dibujos y escribió el
bre la figura de la tierra.8 primer estudio científico sobre la planta. Su trabajo Sur L'Arbre du Quin-
Si bien la expedición tuvo un fin primordialmente geodésico, los tra- quina publicado en 1738, fue la base sobre la que Linneo estableció el gé-
bajos desarrollados por los expedicionarios abarcaron estudios geográfi- nero Cinchona en 1742, incorporando la quina a la ciencia botánica. Por
cos, antropológicos y botánicos. Entre estos últimos, fueron de gran im- su lado, Jussieu arribó a Loja en 1739 y escribió una Descriptión de l'arbre a
Quinquina (que sólo fue publicado en 1936), donde dio a conocer varios
aspectos históricos, botánicos y médicos de la planta. Jorge Juan y Antonio
de Ulloa, en Relación del Viaje a la América Meridional (1748), como
8. Sobre la Misión Geodésica, véase Antonio Lafuente, "La mecánica de los fluidos y la en Noticias Secretas (inédita hasta 1826), proporcionaron valiosas informa-
teoría de la figura de la Tierra entre Newton y Claraut (1687-1743)", Dynamis 3 (1983):
55-90; Antonio Lafuente y Antonio Mazuecos, Los Caballeros del Punto Fijo, Ciencia, política
y aventura en la expedición geodésica hispano-francesa al Virreinato del Perú en el siglo XVIII
(Barcelona: Ediciones Serbal-CSIC, 1987); y Antonio Lafuente y Eduardo Estrella, "Scienti-
fic Enterprise, Academic Adventure and Drawing-room Culture in me Geodesic Mission to 9. Jorge Juan y Antonio Ulloa, Relación Histórica del viaje a la América Meridional, 1748
Quito (1735-1755)" en Cross Cultural Diffusion of Science: Latin America (México: Sociedad (Madrid: Fundación Universitaria Española, 1978); e Idem, Noticias Secretas de América,
Latinoamericana de Historia de las Ciencias y la Tecnología, 1988), pp. 13-31. 1826 (Madrid: CSIC, 1985).

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gular el meridiano de París entre Colliore y Dunkerque, concluyó que el portancia los trabajos de La Condamine, Jussieu, Juan y Ulloa sobre el ár-
achatamiento era ecuatorial. bol de la cascarilla o quina, que se consideran fundamentales en la historia
A esta polémica se añadió la existente entre las cosmovisiones newto- de esta planta. Charles-Maríe de la Condamine (1701-1774), miembro de
niana y cartesiana sobre el universo. En 1722, el francés Mairan publicó la Academia de Ciencias de París, a la que ingresó en 1830 en calidad de
una memoria en la que desde la física neocartesiana proporcionó un so- adjunto químico, fue un científico ilustrado que se interesó por varios
porte teórico a las observaciones efectuadas por Cassini y los astrónomos campos del conocimiento. En América actuó como jefe del grupo expedi-
de la Academia de Ciencias de París. Durante la tercera década del siglo cionario y además de sus estudios geodésicos, realizó notables contribu-
XVIII, un paulatino replegamiento académico de los científicos franceses ciones al conocimiento de la quina, el caucho y el curare. Asimismo, du-
sobre la ortodoxia cartesiana terminó por añadir a la polémica fuertes con- rante su viaje de regreso a Europa, por la vía del Amazonas, elaboró un
notaciones nacionalistas. Todo el debate pareció ser una confrontación en- mapa del curso del río y escribió una valiosa memoria sobre el mismo.
tre la ciencia inglesa y la francesa. Los encendidos dilemas que emanaron Joseph Jussieu (1704-1779), médico, naturalista, y miembro de una
de esta discusión: teoría versus observación, newtonismo versus cartesia- distinguida familia de botánicos franceses, aprovechó su estancia en Amé-
nismo, e ilustración versus ciencia racional, estimularon el diseño de un rica para estudiar con detenimiento la quina y otras plantas útiles. Asimis-
ambicioso programa de investigación. mo, realizó observaciones sobre la patología local y fue profesor de la Cá-
En este contexto fue que la Academia de Ciencias de París decidió en- tedra de Medicina de la Universidad de Santo Tomás de Aquino de Qui-
tre 1733 y 1735 enviar dos expediciones científicas, una a Quito y otra a to. Al terminar su misión viajó a Lima para embarcarse a Europa, pero
Laponia, para determinar la longitud de un grado de meridiano en latitu- por una serie de vicisitudes su viaje se demoró mucho tiempo, y retornó a
des diferentes y poder, finalmente, resolver la polémica. Así pues, en 1735 Francia en 1771 cuando ya estaba viejo y enfermo. Jorge Juan (1713-
partió rumbo a América la Misión Geodésica, de la que formaron parte, 1773) y Antonio de Ulloa (1716-1795) fueron dos jóvenes españoles de
entre otros, los franceses Charles-Maríe de la Condamine, Louis Godín, la Academia de Guardia Marinas de Cádiz, que fueron incorporados a la
Pierre Bouger y Joseph Jussieu. Del lado español, el Consejo de Indias expedición. Sus notables observaciones sobre la realidad económica, social
nombró a los marinos Jorge Juan y Antonio de Ulloa, Llegados a Quito y política de los países que visitaron quedaron plasmadas en dos obras cla-
en 1736, el objetivo prioritario que les ocupó hasta 1743 fue la determi- ves sobre la América Meridional.9
nación del valor de un grado de meridiano terrestre en las proximidades Las contribuciones realizadas por estos expedicionarios al conoci-

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de la línea equinoccial, asunto que en términos generales fue resuelto con miento de la quina fueron significativas. En primer lugar, La Condamine
probada competencia y que dio la razón al punto de vista newtoniano so- llegó a Loja en 1737, donde recogió muestras, realizó dibujos y escribió el
bre la figura de la tierra.8 primer estudio científico sobre la planta. Su trabajo Sur L'Arbre du Quin-
Si bien la expedición tuvo un fin primordialmente geodésico, los tra- quina publicado en 1738, fue la base sobre la que Linneo estableció el gé-
bajos desarrollados por los expedicionarios abarcaron estudios geográfi- nero Cinchona en 1742, incorporando la quina a la ciencia botánica. Por
cos, antropológicos y botánicos. Entre estos últimos, fueron de gran im- su lado, Jussieu arribó a Loja en 1739 y escribió una Descriptión de l'arbre a
Quinquina (que sólo fue publicado en 1936), donde dio a conocer varios
aspectos históricos, botánicos y médicos de la planta. Jorge Juan y Antonio
de Ulloa, en Relación del Viaje a la América Meridional (1748), como
8. Sobre la Misión Geodésica, véase Antonio Lafuente, "La mecánica de los fluidos y la en Noticias Secretas (inédita hasta 1826), proporcionaron valiosas informa-
teoría de la figura de la Tierra entre Newton y Claraut (1687-1743)", Dynamis 3 (1983):
55-90; Antonio Lafuente y Antonio Mazuecos, Los Caballeros del Punto Fijo, Ciencia, política
y aventura en la expedición geodésica hispano-francesa al Virreinato del Perú en el siglo XVIII
(Barcelona: Ediciones Serbal-CSIC, 1987); y Antonio Lafuente y Eduardo Estrella, "Scienti-
fic Enterprise, Academic Adventure and Drawing-room Culture in me Geodesic Mission to 9. Jorge Juan y Antonio Ulloa, Relación Histórica del viaje a la América Meridional, 1748
Quito (1735-1755)" en Cross Cultural Diffusion of Science: Latin America (México: Sociedad (Madrid: Fundación Universitaria Española, 1978); e Idem, Noticias Secretas de América,
Latinoamericana de Historia de las Ciencias y la Tecnología, 1988), pp. 13-31. 1826 (Madrid: CSIC, 1985).

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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44 Eduardo Estrella Ciencia ilustrada y saber popular en el conocimiento de la quina 45

ciones sobre los usos de la quina, llamando la atención sobre las variables del Amazonas.12 En 1752, cuando de la Vega contaba ochenta años, a pe-
culturales de la terapéutica popular.10 dido de Miguel de Santisteban, redactó una pequeña memoria titulada
Contrastando los trabajos quinológicos de los miembros de la misión "Virtudes de la cascarilla de hojas, cogollos, cortezas, polvos y corteza de
geodésica con dos documentos del siglo XVIII del Archivo del Jardín Bo- la raíz". Este extraordinario documento constituye el primer aporte cono-
tánico de Madrid, me propongo reflexionar sobre algunos aspectos deriva- cido de un nativo que escribe sobre el tema.13
dos del contacto entre la cultura aborigen y la ciencia europea, Si bien, Miguel de Santisteban fue un militar y funcionario colonial cuzqueño
este contacto, permitió la construcción de una proposición científica cohe- con gran afición por las ciencias naturales. Estuvo en Loja en 1739, don-
rente acerca de la planta, oscureció los enunciados del saber popular cuya de conoció a de la Vega y observó sus ensayos con los extractos de quina.
contribución es necesario revalidar. Entre 1740 y 1741 hizo un viaje desde Lima hasta Caracas circunstancia
que, probablemente, le permitió conocer a los miembros de la misión
geodésica, y donde aplicó la quina a sus compañeros de viaje que enferma-
DOS PERSONAJES DESCONOCIDOS ron de tercianas.14
En 1752 siendo Superintendente de la Casa de la Moneda en Bogotá,
Los dos documentos que reflejan la sapiencia indígena con respecto al recibió una orden real para que hiciera un informe de la situación de las
uso del árbol de la quina fueron escritos por Fernando de la Vega y Mi- quinas y organizara el envío regular del específico a la Real Botica de Ma-
guel Santisteban.11 Estos personajes realizaron una valiosa labor en la in- drid. En esta condición, Santisteban viajó a Loja y a otras regiones del
troducción de la quina en la ciencia europea del siglo XVIII. El primero país, describió los árboles, recogió muestras de cortezas, hizo dibujos de
fue un comerciante y curandero natural de Loja, una ciudad situada al sur plantas frescas y escribió un "Informe" en el que propone el estableci-
de Quito, que tenía la edad de sesenta y cinco años cuando, en 1737, La miento del estanco de la quina para asegurar la calidad del específico y su
Condamine llegó a esta localidad para estudiar la quina. envío regular a España. 15
De la Vega sirvió como guía del expedicionario europeo para el reco- Durante su estancia en Loja, Santisteban además del mencionado In-
nocimiento y la recolección de la planta. Dos años después, de la Vega re- forme realizó varios apuntes, que con muestras de plantas y dibujos, en-
cibió la visita de Jussieu, con quien mantuvo una buena relación de traba- tregó en 1761, en Santa Fe de Bogotá, al naturalista andaluz José Celestino
jo ensayando la elaboración de extractos de la quina, y cuyas exitosas apli- Mutis. Este había llegado recientemente a esa ciudad como médico del
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caciones en las tercianas da cuenta La Condamine en su Diario escrito en


1751. Este último estuvo nuevamente en Loja en 1743, recibiendo de de 12. Charles La Condamine, Journal du voyage fait par ordre du Roi a l’Equateur (Paris
la Vega, muestras de plantas, semillas y una porción de extracto de quina L’imprimiere Royal, 1751), pp. 75,185. Las plantas se perdieron en el viaje y las semillas las
sembró en Cayena, pero no fructificaron. Véase: La Condamine, Extracto del Diario de Obser-
que el académico quiso llevar a Europa en su viaje de regreso por la vía vaciones hechas en el Viaje de la Provincia de Quito al Para, por el río Amazonas y del Para a Ca-
yena, Surinam y Amsterdan. Esa obra publicada en castellano en Amsterdan en 1745 ha sido
reeditada con otro título por Lafuente y Estrella, véase cita 10.
10. Obras de miembros de la Misión con referencias a la quina son: Charles La Conda- 13. Véase cita 11.
mine, "Sur l'arbre du Quinina", Histoire de l'Academie Royal des Sciences (Paris, 1738), pp. 14. "Viaje puntual y curioso que hace por tierra Don Miguel de Santisteban desde
226-243 [La primera traducción al castellano es de 1778. Aquí utilizarnos la versión de An- Lima hasta Caracas en 1740 y 1741" en Antonio Arellano Moreno, Documentos para la histo-
tonio Lafuente y Eduardo Estrella, La Condamine, Viaje por el Amazonas y Memoria sobre la ria económica de la época colonial, viajes e informes (Caracas: Academia Nacional de Historia,
Quina (Barcelona: Ed. Alta Fulla, 1986)]; Joseph Jussieu, Description de 1'arbre a quiquina 1970). Sobre las actividades de Santisteban como Superintendente de la Casa de la Moneda
(1737) (París: Societe du traitment des quinines, 1936); Jorge Juan y Antonio Ulloa, Rela- entre 1752 y 1775, Barriga Villalba, Historia de la Casa de la Moneda (Bogotá: Banco de la
ción Histórica, vol. I, pp. 233- 440: e Idem, Noticias Secretas, vol. II, pp. 471-472. República, 1969) vol. II., pp. 10,63-64.
11. Fernando de la Vega, "Virtudes de la cascarilla de hojas, cogollos, cortezas, polvos 15. Miguel de Santisteban, "Informe: de su comisión para el reconocimiento de la Qui-
y corteza de la raíz, 1752"; Miguel de Santisteban, "Noticias de la cascarilla de Loja". Ambos na en Loxa (Quito)", Santa Fe, Julio 4, 1753, Indiferente General, Legajo 1555, Archivo
documentos se encuentran en: Archivo Mutis, Paquete 22, Archivo del Real Jardín Botáni- General de Indias, Sevilla. Este informe está publicado parcialmente en Anales de la Real Aca-
co, Madrid. Por su importancia se transcribe en el apéndice el primer documento. demia de Farmacia (Madrid) 15 (1949): 655-672.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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ciones sobre los usos de la quina, llamando la atención sobre las variables del Amazonas.12 En 1752, cuando de la Vega contaba ochenta años, a pe-
culturales de la terapéutica popular.10 dido de Miguel de Santisteban, redactó una pequeña memoria titulada
Contrastando los trabajos quinológicos de los miembros de la misión "Virtudes de la cascarilla de hojas, cogollos, cortezas, polvos y corteza de
geodésica con dos documentos del siglo XVIII del Archivo del Jardín Bo- la raíz". Este extraordinario documento constituye el primer aporte cono-
tánico de Madrid, me propongo reflexionar sobre algunos aspectos deriva- cido de un nativo que escribe sobre el tema.13
dos del contacto entre la cultura aborigen y la ciencia europea, Si bien, Miguel de Santisteban fue un militar y funcionario colonial cuzqueño
este contacto, permitió la construcción de una proposición científica cohe- con gran afición por las ciencias naturales. Estuvo en Loja en 1739, don-
rente acerca de la planta, oscureció los enunciados del saber popular cuya de conoció a de la Vega y observó sus ensayos con los extractos de quina.
contribución es necesario revalidar. Entre 1740 y 1741 hizo un viaje desde Lima hasta Caracas circunstancia
que, probablemente, le permitió conocer a los miembros de la misión
geodésica, y donde aplicó la quina a sus compañeros de viaje que enferma-
DOS PERSONAJES DESCONOCIDOS ron de tercianas.14
En 1752 siendo Superintendente de la Casa de la Moneda en Bogotá,
Los dos documentos que reflejan la sapiencia indígena con respecto al recibió una orden real para que hiciera un informe de la situación de las
uso del árbol de la quina fueron escritos por Fernando de la Vega y Mi- quinas y organizara el envío regular del específico a la Real Botica de Ma-
guel Santisteban.11 Estos personajes realizaron una valiosa labor en la in- drid. En esta condición, Santisteban viajó a Loja y a otras regiones del
troducción de la quina en la ciencia europea del siglo XVIII. El primero país, describió los árboles, recogió muestras de cortezas, hizo dibujos de
fue un comerciante y curandero natural de Loja, una ciudad situada al sur plantas frescas y escribió un "Informe" en el que propone el estableci-
de Quito, que tenía la edad de sesenta y cinco años cuando, en 1737, La miento del estanco de la quina para asegurar la calidad del específico y su
Condamine llegó a esta localidad para estudiar la quina. envío regular a España. 15
De la Vega sirvió como guía del expedicionario europeo para el reco- Durante su estancia en Loja, Santisteban además del mencionado In-
nocimiento y la recolección de la planta. Dos años después, de la Vega re- forme realizó varios apuntes, que con muestras de plantas y dibujos, en-
cibió la visita de Jussieu, con quien mantuvo una buena relación de traba- tregó en 1761, en Santa Fe de Bogotá, al naturalista andaluz José Celestino
jo ensayando la elaboración de extractos de la quina, y cuyas exitosas apli- Mutis. Este había llegado recientemente a esa ciudad como médico del

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caciones en las tercianas da cuenta La Condamine en su Diario escrito en
1751. Este último estuvo nuevamente en Loja en 1743, recibiendo de de 12. Charles La Condamine, Journal du voyage fait par ordre du Roi a l’Equateur (Paris
la Vega, muestras de plantas, semillas y una porción de extracto de quina L’imprimiere Royal, 1751), pp. 75,185. Las plantas se perdieron en el viaje y las semillas las
sembró en Cayena, pero no fructificaron. Véase: La Condamine, Extracto del Diario de Obser-
que el académico quiso llevar a Europa en su viaje de regreso por la vía vaciones hechas en el Viaje de la Provincia de Quito al Para, por el río Amazonas y del Para a Ca-
yena, Surinam y Amsterdan. Esa obra publicada en castellano en Amsterdan en 1745 ha sido
reeditada con otro título por Lafuente y Estrella, véase cita 10.
10. Obras de miembros de la Misión con referencias a la quina son: Charles La Conda- 13. Véase cita 11.
mine, "Sur l'arbre du Quinina", Histoire de l'Academie Royal des Sciences (Paris, 1738), pp. 14. "Viaje puntual y curioso que hace por tierra Don Miguel de Santisteban desde
226-243 [La primera traducción al castellano es de 1778. Aquí utilizarnos la versión de An- Lima hasta Caracas en 1740 y 1741" en Antonio Arellano Moreno, Documentos para la histo-
tonio Lafuente y Eduardo Estrella, La Condamine, Viaje por el Amazonas y Memoria sobre la ria económica de la época colonial, viajes e informes (Caracas: Academia Nacional de Historia,
Quina (Barcelona: Ed. Alta Fulla, 1986)]; Joseph Jussieu, Description de 1'arbre a quiquina 1970). Sobre las actividades de Santisteban como Superintendente de la Casa de la Moneda
(1737) (París: Societe du traitment des quinines, 1936); Jorge Juan y Antonio Ulloa, Rela- entre 1752 y 1775, Barriga Villalba, Historia de la Casa de la Moneda (Bogotá: Banco de la
ción Histórica, vol. I, pp. 233- 440: e Idem, Noticias Secretas, vol. II, pp. 471-472. República, 1969) vol. II., pp. 10,63-64.
11. Fernando de la Vega, "Virtudes de la cascarilla de hojas, cogollos, cortezas, polvos 15. Miguel de Santisteban, "Informe: de su comisión para el reconocimiento de la Qui-
y corteza de la raíz, 1752"; Miguel de Santisteban, "Noticias de la cascarilla de Loja". Ambos na en Loxa (Quito)", Santa Fe, Julio 4, 1753, Indiferente General, Legajo 1555, Archivo
documentos se encuentran en: Archivo Mutis, Paquete 22, Archivo del Real Jardín Botáni- General de Indias, Sevilla. Este informe está publicado parcialmente en Anales de la Real Aca-
co, Madrid. Por su importancia se transcribe en el apéndice el primer documento. demia de Farmacia (Madrid) 15 (1949): 655-672.

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46 Eduardo Estrella Ciencia ilustrada y saber popular en el conocimiento de la quina 47

Virrey, estaba muy interesado en el conocimiento de la quina, y en los hacia 1630 el secreto de la quina fue entregado a las autoridades españo-
años posteriores se convirtió en un renombrado científico del continente las, y si bien desde la llegada de la Misión Geodésica en el siglo diecisiete,
americano. En 1764, Mutis envió estos materiales a Suecia para que los el uso del específico era restringido, no significa que estuviera olvidado.
examinara Linneo con quien mantenía correspondencia. Al observar las De hecho en Quito se expedía la corteza como lo indica un inventario de
nuevas evidencias sobre la planta americana, el botánico sueco reformuló los medicamentos de la botica del "Hospital de la Caridad" correspon-
la descripción del género Cinchona, que como anotamos, se incorporó a diente al año 1705.20
la nomenclatura botánica en 1742.16 Asimismo, en el siglo XVII ya existían referencias sobre el uso médico
Asimismo, Santisteban fue el primero en identificar la quinas de Santa del "árbol de las calenturas" de la provincia de Loja. Antonio de la Calan-
Fe de Bogotá, noticia que también comunicó a Mutis.17 Este apreció mu- cha, Bernabé Cobo y Sebastián Bado así lo consignaron y, según la infor-
cho su amistad y guardó los apuntes que le entregó entre los que destaca- mación recogida por este último, la quina era aplicada en la farmacopea in-
ba el manuscrito denominado "Noticias de la cascarilla de Loja comunica- dígena en las enfermedades que provocaban fiebre.21 Es posible que este sa-
das por Dn. Miguel de Santisteban". Este documento, totalmente desco- ber fuera guardado por las etnias locales y que no se conociera en otros
nocido, lo identifiqué en el Archivo Mutis que se custodia en el Archivo lugares. También se puede especular, señalando que la demora en su iden-
del Real Jardín Botánico de Madrid, y en él se hace un importante relato tificación, un siglo desde la conquista española, pudiera deberse al oculta-
sobre aspectos botánicos, médicos e históricos de la planta, que se revisa- miento, al cambio de valores o al desplazamiento de poblaciones indígenas.
rán en este capítulo.18 A pesar de estos indicios, en la cultura europea se vulgarizó la idea de
La labor de Santisteban y de la Vega y la misma experiencia indígena que fueron los miembros de la Misión Geodésica los que enseñaron la
con la quina no fueron muy reconocidas por los miembros de la expedí- aplicación de la quina. Esta situación se puede explicar en parte por la li-
ción Geodésica. Sólo en el trabajo de 1738 de La Condamine se señala mitada difusión que tuvo el trabajo de La Condamine, al menos en lo que
que la quina fue usada por los indígenas antes de la llegada de los españo- se refiere a la lengua castellana, recién fue traducido en 1778. Asimismo,
les. Asimismo, según La Condamine, este conocimiento lo mantuvieron los estudios de Jussieu, donde se reconocía parcialmente la contribución
en secreto los nativos "por la antipatía que tenían a sus conquistadores".19 indígena, permanecieron inéditos hasta 1936. Por muchos años las princi-
Como hemos anotado, según la historia contada al inicio de este trabajo, pales fuentes de información de la expedición fueron las obras de Juan y
Ulloa, y el Diccionario Geográfico de Antonio de Alcedo publicado entre
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16. Las opiniones de Mutis sobre Santisteban, las referencias a los envíos a Linneo y las 1786 y 1789, en las que se hacen afirmaciones, que sin una atenta lectura
noticias sobre las quinas de Bogotá, se encuentran en su Diario de Observaciones (Bogotá Ins- pueden dar lugar a confusiones. Revisemos estos textos.
tituto Colombiano de Cultura Hispánica, 1983) vol. I, pp. 91, 95, 114; vol. II, pp. 116,
121. Una carta de Mutis a Linneo de Septiembre 24, 1764, dice: "para que ésta carta no le
En la ampliamente difundida Relación Histórica del Viaje a la América
parezca completamente inútil, le envío una lámina con algunas flores de la corteza de quina Meridional Juan y Ulloa dicen:
peruvíana", Guillermo Hernández de Alba, ed., Archivo Epistolar del Sabio Naturalista Don
José Celestino Mutis (Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, 1983) vol. I, pp. Dispensó [Jussieu] al mismo tiempo el grande beneficio de darla a conocer, y distin-
44-46. Herbarios y dibujos de Santisteban se conservan en Londres. Véase: Savage Spenger, guir al Corregidor de allí [Loja] y a los Indios, que se emplean en cortarla, para que
comp., Catalogue of the Linnean Herbarium (London: Linnean Society of London, 1945),
pp. 35-36 y láminas.
17. Según Mutis, el primero en darle la idea de estudiar las quinas de Bogotá fue San-
tisteban. Mutis, Diario de Observaciones, vol. I, p. 114. 20. "Autos de la entrega que hizo del Hospital Real a la Religión Bethlemitica el Sr.
18. Véase la cita 11. Presidente Francisco López Dicastillo, Enero, 5, 1705", Sección Audiencia de Quito, Archi-
19. La Condamine, Estudio sobre la Quina, [cita 10]. La creencia que los indígenas es- vo Nacional de Historia, Quito.
condían conocimientos es antigua. Según un documento de 1605: "Dicen que hay otros mu- 21. Antonio de la Calancha, Coronica moralizadora de la Orden de San Agustín en el Perú
chos géneros de yerbas medicinales con que los indios curan, pero no son conocidas por los con sucesos egenplares vistos en esta Monarquía (Barcelona: Pedro Lacavallería, 1639-1653),
españoles ... porque ... no quieren dar noticias de ellas. Cierto es que los españoles no les han p.39; Bernabé Cabo, Historia del Nuevo Mundo, 1653 (Madrid: Ed. Atlas, 1964) vol. I, p.
apretado tanto para que las descubran como para el oro." La cita es de: "Descripción de la 274. Las referencias sobre Bado en Descripción del Arbol de la Quina de La Condamine y en
Gobernación de Guayaquil (1605)", Revista de Archivo Histórico del Guayas 4(1973): 61-93. Jararnillo Arango, "Estudio crítico".
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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Virrey, estaba muy interesado en el conocimiento de la quina, y en los hacia 1630 el secreto de la quina fue entregado a las autoridades españo-
años posteriores se convirtió en un renombrado científico del continente las, y si bien desde la llegada de la Misión Geodésica en el siglo diecisiete,
americano. En 1764, Mutis envió estos materiales a Suecia para que los el uso del específico era restringido, no significa que estuviera olvidado.
examinara Linneo con quien mantenía correspondencia. Al observar las De hecho en Quito se expedía la corteza como lo indica un inventario de
nuevas evidencias sobre la planta americana, el botánico sueco reformuló los medicamentos de la botica del "Hospital de la Caridad" correspon-
la descripción del género Cinchona, que como anotamos, se incorporó a diente al año 1705.20
la nomenclatura botánica en 1742.16 Asimismo, en el siglo XVII ya existían referencias sobre el uso médico
Asimismo, Santisteban fue el primero en identificar la quinas de Santa del "árbol de las calenturas" de la provincia de Loja. Antonio de la Calan-
Fe de Bogotá, noticia que también comunicó a Mutis.17 Este apreció mu- cha, Bernabé Cobo y Sebastián Bado así lo consignaron y, según la infor-
cho su amistad y guardó los apuntes que le entregó entre los que destaca- mación recogida por este último, la quina era aplicada en la farmacopea in-
ba el manuscrito denominado "Noticias de la cascarilla de Loja comunica- dígena en las enfermedades que provocaban fiebre.21 Es posible que este sa-
das por Dn. Miguel de Santisteban". Este documento, totalmente desco- ber fuera guardado por las etnias locales y que no se conociera en otros
nocido, lo identifiqué en el Archivo Mutis que se custodia en el Archivo lugares. También se puede especular, señalando que la demora en su iden-
del Real Jardín Botánico de Madrid, y en él se hace un importante relato tificación, un siglo desde la conquista española, pudiera deberse al oculta-
sobre aspectos botánicos, médicos e históricos de la planta, que se revisa- miento, al cambio de valores o al desplazamiento de poblaciones indígenas.
rán en este capítulo.18 A pesar de estos indicios, en la cultura europea se vulgarizó la idea de
La labor de Santisteban y de la Vega y la misma experiencia indígena que fueron los miembros de la Misión Geodésica los que enseñaron la
con la quina no fueron muy reconocidas por los miembros de la expedí- aplicación de la quina. Esta situación se puede explicar en parte por la li-
ción Geodésica. Sólo en el trabajo de 1738 de La Condamine se señala mitada difusión que tuvo el trabajo de La Condamine, al menos en lo que
que la quina fue usada por los indígenas antes de la llegada de los españo- se refiere a la lengua castellana, recién fue traducido en 1778. Asimismo,
les. Asimismo, según La Condamine, este conocimiento lo mantuvieron los estudios de Jussieu, donde se reconocía parcialmente la contribución
en secreto los nativos "por la antipatía que tenían a sus conquistadores".19 indígena, permanecieron inéditos hasta 1936. Por muchos años las princi-
Como hemos anotado, según la historia contada al inicio de este trabajo, pales fuentes de información de la expedición fueron las obras de Juan y
Ulloa, y el Diccionario Geográfico de Antonio de Alcedo publicado entre

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16. Las opiniones de Mutis sobre Santisteban, las referencias a los envíos a Linneo y las 1786 y 1789, en las que se hacen afirmaciones, que sin una atenta lectura
noticias sobre las quinas de Bogotá, se encuentran en su Diario de Observaciones (Bogotá Ins- pueden dar lugar a confusiones. Revisemos estos textos.
tituto Colombiano de Cultura Hispánica, 1983) vol. I, pp. 91, 95, 114; vol. II, pp. 116,
121. Una carta de Mutis a Linneo de Septiembre 24, 1764, dice: "para que ésta carta no le
En la ampliamente difundida Relación Histórica del Viaje a la América
parezca completamente inútil, le envío una lámina con algunas flores de la corteza de quina Meridional Juan y Ulloa dicen:
peruvíana", Guillermo Hernández de Alba, ed., Archivo Epistolar del Sabio Naturalista Don
José Celestino Mutis (Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, 1983) vol. I, pp. Dispensó [Jussieu] al mismo tiempo el grande beneficio de darla a conocer, y distin-
44-46. Herbarios y dibujos de Santisteban se conservan en Londres. Véase: Savage Spenger, guir al Corregidor de allí [Loja] y a los Indios, que se emplean en cortarla, para que
comp., Catalogue of the Linnean Herbarium (London: Linnean Society of London, 1945),
pp. 35-36 y láminas.
17. Según Mutis, el primero en darle la idea de estudiar las quinas de Bogotá fue San-
tisteban. Mutis, Diario de Observaciones, vol. I, p. 114. 20. "Autos de la entrega que hizo del Hospital Real a la Religión Bethlemitica el Sr.
18. Véase la cita 11. Presidente Francisco López Dicastillo, Enero, 5, 1705", Sección Audiencia de Quito, Archi-
19. La Condamine, Estudio sobre la Quina, [cita 10]. La creencia que los indígenas es- vo Nacional de Historia, Quito.
condían conocimientos es antigua. Según un documento de 1605: "Dicen que hay otros mu- 21. Antonio de la Calancha, Coronica moralizadora de la Orden de San Agustín en el Perú
chos géneros de yerbas medicinales con que los indios curan, pero no son conocidas por los con sucesos egenplares vistos en esta Monarquía (Barcelona: Pedro Lacavallería, 1639-1653),
españoles ... porque ... no quieren dar noticias de ellas. Cierto es que los españoles no les han p.39; Bernabé Cabo, Historia del Nuevo Mundo, 1653 (Madrid: Ed. Atlas, 1964) vol. I, p.
apretado tanto para que las descubran como para el oro." La cita es de: "Descripción de la 274. Las referencias sobre Bado en Descripción del Arbol de la Quina de La Condamine y en
Gobernación de Guayaquil (1605)", Revista de Archivo Histórico del Guayas 4(1973): 61-93. Jararnillo Arango, "Estudio crítico".
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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48 Eduardo Estrella Ciencia ilustrada y saber popular en el conocimiento de la quina 49

no la mezclasen, y se logre en Europa la más eficaz; enseñóles asimismo el método de Según estos escritos, el conocimiento sobre la función febrífuga de la
sacar el extracto, y últimamente la puso en uso en aquel territorio, donde no lo esta- quina fue identificada por miembros de la Misión Geodésica. Una indica-
ba… y aunque no ignoraban su virtud no se sujetaban a valerse de ella, poseídos de la
aprehensión de que siendo la naturaleza de este simple cálida en extremo, no podía
ción que esto no fue así es el manuscrito de Fernando de la Vega, quién
serles provechoso: pero disuadidos ya de esto… al presente sin atender a la especie de confirma el uso indígena no sólo de la corteza sino también de las hojas,
22
Fiebre la toman en todas. cogollos y raíces de la planta para varios trastornos. Estos usos sugieren el
conocimiento no sólo de las cualidades febrífugas de la quina, sino tam-
En la otra obra de estos autores, las Noticias Secretas, al referirse a las bién las antiinflamatorias, analgésicas y estimulantes. El documento repro-
cascarillas de esta misma provincia, reiteran estos conceptos señalando que ducido en el apéndice señala las diversas formas de aplicación.
las "cuatro o cinco" especies de la quina de Loja las dio a conocer Jussieu Estas formas incluían la vía local por medio de "cogollos y hojas fres-
entre las que estaba: cas en las zonas dolorosas provocadas por las neumonías". Asimismo, por
medio de "cogollos y hojas frescas en el flujo de sangre y corrupción de las
la superior de todas, que es el verdadero febrífugo y específico contra las calenturas, se encías" y de "hojas, cogollos y polvos en todas las llagas secas". El otro
distingue de las otras en que su cáscara es más delgada y fina, y su color un colorado medio de aplicación estaba relacionado directamente con el paludismo y
hermoso. Aunque las recomendaciones de esta especie de cascarilla son grandes, no se
trae de ella a España, porque los Indios… no tienen el cuidado que sería necesario
otras enfermedades infecciosas extendidas en los Andes como el tifus
para separarla de otras especies, ni acertaban ellos a distinguirla, hasta que [Jus- exantemético (tabardillo). En este caso el tratamiento se hacía por medio
sieu] le dio a conocer entre ellos, y recomendó que no la mezclasen; haciéndoles com- de la vía oral a través de "polvos en infusión en todas las calenturas coti-
prehender que de este poco cuidado procedía la decadencia que se experimentaba ya dianas y tercianas", "polvos en infusión en el 'tabardillo"', "polvos en be-
en su venta, porque con la mala echaban a perder la buena. También enseñó a sacar bida caliente" para el "dolor de costado", y "Extracto de cascarilla colora-
23
el extracto de ella… para evitar que con el tiempo pierda… su virtud.
da y especialmente de corteza de la raíz en las calenturas cotidianas y ter-
cianas". Finalmente, se utilizaba la "Sal de cascarilla en todas las
Por su parte, el gran divulgador de las noticias americanas Antonio de
calenturas."25
Alcedo en su conocido Diccionario Geográfico se basó en la Relación Histó-
Las opiniones de este curandero que desde fines del siglo XVII tenía
rica del Viaje a la América Meridional de Juan y Ulloa y probablemente en
experiencia con la cascarilla, tenían por objeto transmitir y recrear un sa-
los datos proporcionados por su padre Dionisio Alcedo, que fue Presiden-
ber tradicional. Sin embargo, el uso de la quina entre los indígenas requie-
te de la Audiencia de Quito entre 1728 y 1736, para afirmar:
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

re discutir el problema de la influencia de las posiciones galénicas y el de la


Aunque es opinión de algunos autores que los indios conocían su virtud febrífuga y la
dualidad frío-caliente que existía en la cultura colonial.
usaban, es cierto que hasta el año 1730 no tenía allí gran aceptación… pero luego
que supieron la estimación que tiene y su propiedad, empezaron a hacer lo mismo, y
más después [Jussieu]… les enseñó el modo de cogerla, usarla, sacar el extracto de ¿SE RESISTIERON LOS INDÍGENAS A USAR LA QUINA?
24
ella, distinguir sus calidades y otras operaciones tan curiosas como útiles.
Juan y Ulloa se sorprendieron que siendo endémicas las tercianas en
algunas zonas de las Real Audiencia de Quito y conociendo los nativos las
virtudes de la quina, no la usaran, "poseídos de la aprehensión de que
siendo la naturaleza de este simple, cálida en extremo, no podía serles pro-
vechosa."26 Esta frase da cuenta que los científicos españoles comprendie-
22. Juan y Ulloa, Relación Histórica, vol. I, p. 440.
23. Ibid. Idem, Noticias Secretas, vol. II, pp. 572-573.
24. Antonio Alcedo, Diccionario Geográfico e Histórico de las Indias Occidentales (Madrid: 25. Véase el apéndice.
Ed. Atlas, 1967) 3 vols. 26. Juan y Ulloa, Relación Histórica, vol. 1, pp. 233,440.

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no la mezclasen, y se logre en Europa la más eficaz; enseñóles asimismo el método de Según estos escritos, el conocimiento sobre la función febrífuga de la
sacar el extracto, y últimamente la puso en uso en aquel territorio, donde no lo esta- quina fue identificada por miembros de la Misión Geodésica. Una indica-
ba… y aunque no ignoraban su virtud no se sujetaban a valerse de ella, poseídos de la
aprehensión de que siendo la naturaleza de este simple cálida en extremo, no podía
ción que esto no fue así es el manuscrito de Fernando de la Vega, quién
serles provechoso: pero disuadidos ya de esto… al presente sin atender a la especie de confirma el uso indígena no sólo de la corteza sino también de las hojas,
22
Fiebre la toman en todas. cogollos y raíces de la planta para varios trastornos. Estos usos sugieren el
conocimiento no sólo de las cualidades febrífugas de la quina, sino tam-
En la otra obra de estos autores, las Noticias Secretas, al referirse a las bién las antiinflamatorias, analgésicas y estimulantes. El documento repro-
cascarillas de esta misma provincia, reiteran estos conceptos señalando que ducido en el apéndice señala las diversas formas de aplicación.
las "cuatro o cinco" especies de la quina de Loja las dio a conocer Jussieu Estas formas incluían la vía local por medio de "cogollos y hojas fres-
entre las que estaba: cas en las zonas dolorosas provocadas por las neumonías". Asimismo, por
medio de "cogollos y hojas frescas en el flujo de sangre y corrupción de las
la superior de todas, que es el verdadero febrífugo y específico contra las calenturas, se encías" y de "hojas, cogollos y polvos en todas las llagas secas". El otro
distingue de las otras en que su cáscara es más delgada y fina, y su color un colorado medio de aplicación estaba relacionado directamente con el paludismo y
hermoso. Aunque las recomendaciones de esta especie de cascarilla son grandes, no se
trae de ella a España, porque los Indios… no tienen el cuidado que sería necesario
otras enfermedades infecciosas extendidas en los Andes como el tifus
para separarla de otras especies, ni acertaban ellos a distinguirla, hasta que [Jus- exantemético (tabardillo). En este caso el tratamiento se hacía por medio
sieu] le dio a conocer entre ellos, y recomendó que no la mezclasen; haciéndoles com- de la vía oral a través de "polvos en infusión en todas las calenturas coti-
prehender que de este poco cuidado procedía la decadencia que se experimentaba ya dianas y tercianas", "polvos en infusión en el 'tabardillo"', "polvos en be-
en su venta, porque con la mala echaban a perder la buena. También enseñó a sacar bida caliente" para el "dolor de costado", y "Extracto de cascarilla colora-
23
el extracto de ella… para evitar que con el tiempo pierda… su virtud.
da y especialmente de corteza de la raíz en las calenturas cotidianas y ter-
cianas". Finalmente, se utilizaba la "Sal de cascarilla en todas las
Por su parte, el gran divulgador de las noticias americanas Antonio de
calenturas."25
Alcedo en su conocido Diccionario Geográfico se basó en la Relación Histó-
Las opiniones de este curandero que desde fines del siglo XVII tenía
rica del Viaje a la América Meridional de Juan y Ulloa y probablemente en
experiencia con la cascarilla, tenían por objeto transmitir y recrear un sa-
los datos proporcionados por su padre Dionisio Alcedo, que fue Presiden-
ber tradicional. Sin embargo, el uso de la quina entre los indígenas requie-
te de la Audiencia de Quito entre 1728 y 1736, para afirmar:

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re discutir el problema de la influencia de las posiciones galénicas y el de la
Aunque es opinión de algunos autores que los indios conocían su virtud febrífuga y la
dualidad frío-caliente que existía en la cultura colonial.
usaban, es cierto que hasta el año 1730 no tenía allí gran aceptación… pero luego
que supieron la estimación que tiene y su propiedad, empezaron a hacer lo mismo, y
más después [Jussieu]… les enseñó el modo de cogerla, usarla, sacar el extracto de ¿SE RESISTIERON LOS INDÍGENAS A USAR LA QUINA?
24
ella, distinguir sus calidades y otras operaciones tan curiosas como útiles.
Juan y Ulloa se sorprendieron que siendo endémicas las tercianas en
algunas zonas de las Real Audiencia de Quito y conociendo los nativos las
virtudes de la quina, no la usaran, "poseídos de la aprehensión de que
siendo la naturaleza de este simple, cálida en extremo, no podía serles pro-
vechosa."26 Esta frase da cuenta que los científicos españoles comprendie-
22. Juan y Ulloa, Relación Histórica, vol. I, p. 440.
23. Ibid. Idem, Noticias Secretas, vol. II, pp. 572-573.
24. Antonio Alcedo, Diccionario Geográfico e Histórico de las Indias Occidentales (Madrid: 25. Véase el apéndice.
Ed. Atlas, 1967) 3 vols. 26. Juan y Ulloa, Relación Histórica, vol. 1, pp. 233,440.

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50 Eduardo Estrella Ciencia ilustrada y saber popular en el conocimiento de la quina 51

ron algunos aspectos de la mentalidad aborigen. En efecto, lo que ocurrió na". Esta metamorfosis es más fácil de conseguir en las manos de los cu-
fue que los indígenas consideraban contraproducente usar un remedio randeros que transforman los objetos.28 En los estados de salud, junto a la
"cálido" (la quina o cascarilla) para una enfermedad también "cálida", (las dicotomía frío-calor, influyen también las nociones de pesado-liviano, hú-
tercianas o paludismo). medo-seco, dulce-amargo. El cuerpo es el escenario donde se encuentran
Los principios caliente-frío que se atribuían a distintos estados del los contrarios para equilibrarse; la prevalencia de uno solo de sus elemen-
cuerpo, a las enfermedades, las comidas, y los medicamentos no se refie- tos puede causar la enfermedad.
ren a la temperatura, sino a la presencia de una "cualidad" considerada Carecemos de evidencias documentales para distinguir si en las nocio-
sustancial. El origen de esta dualidad en la América Prehispánica ha sido nes caliente-frío que tenían los nativos de Laja a fines del siglo diecisiete y
objeto de un amplio debate (Al respecto, véase también el capítulo de Su- comienzos del dieciocho, pervivía un pensamiento prehispánico o eran
zanne Austin Alchon en este mismo volumen). Foster niega que existiera producto de la difusión de las ideas hipocrático-galénicas. De cualquier
antes del siglo dieciséis y atribuye su origen a las ideas hipocrático-galéni- manera, lo cierto es que estos principios estaban presentes en el período
cas que llegaron a partir de la conquista. Por su parte, López Austin con- colonial tardío y que eran manipulados por los curanderos. En los escritos
sidera que este pensamiento ya existía en el mundo precolombino.27 Para de de la Vega y Santisteban, se confirma la aplicación de la quina (reme-
apoyar su planteamiento, López Austin recurrió a fuentes etnohistóricas y dio caliente) en las tercianas (enfermedad caliente), recurriendo a un sub-
etnográficas mesoamericanas, deduciendo de las mismas que el antiguo terfugio para no infringir la ley de los contrarios. El recurso se basaba en
hombre náhuatl concedía a los seres humanos el máximo equilibrio. La la propia concepción popular tradicional que proporcionaba la posibilidad
polaridad frío-calor formaba parte de una cosmovisión dualista nativa que de transformar un remedio frío o caliente en su contrario.
afectaba distintos estados del cuerpo, de los alimentos, y de las plantas. El procedimiento que seguía Fernando de la Vega en la preparación
Según López Austin, la presencia española reforzó ideas ya existentes. de sus recetas de quina consistía en poner una libra de polvo en una bote-
Las fuentes etnohistóricas de la región andina dan poca información lla de agua y mantener "dicha infusión más de doce horas", posteriormen-
sobre la existencia de la dualidad frío-calor en el período precolombino, te "menear dos o tres veces para que expela las sustancia", y, finalmente,
pero en cambio abundan en la consideración dual del orden cósmico y so- dejar el preparado a la acción del "sereno" para que se "enfríe". 29 También
cial. La noción de equilibrio está ampliamente representada en estas fuen- se "enfriaba" la quina, infundiendo sus polvos en un frasco de "vino bue-
tes y las ideas dicotomía frío-calor se pueden incorporar sin obstáculo en no" y dejándolo en reposo durante 24 horas, al cabo de las cuales se debía
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este pensamiento. Asimismo, las informaciones etnográficas posteriores a colar el líquido y arrojar las heces. Este procedimiento se repetía dos veces
la conquista, en relación a la salud, la enfermedad, los alimentos y las plan- de tal manera que a las 52 horas estaba listo "este vino de 3 infusiones",
tas medicinales, abundan en referencias y clasificaciones de frío y caliente. que se debía dar al enfermo temprano por la mañana (El concepto de in-
Las enfermedades calientes, se curan con su contrario es decir, con los ali- fusión utilizado se refería a la acción de infundir, es decir de sumergir una
mentos o medicamentos frescos. sustancia en un líquido para disolverla).
Es importante señalar que no siempre la condición de frío o caliente El documento de de la Vega trae otro dato interesante: el enfermo
es universal o definitiva; un alimento o una planta medicinal que para un debía abstenerse durante el tratamiento de comer cosas "dulces". Esta
grupo es frío, para otro puede ser caliente. Por otro lado, mediante ciertas
acciones se puede cambiar la condición de los alimentos y medicamentos,
es decir lo caliente se puede volver fresco si se le "enfría" o se le "ensere- 28. Sobre este tema, véase de Eduardo Estrella, Medicina Aborigen (Quito: Ed. Epoca,
1977); Medicina y Estructura Socio-económica (Quito: Ed. Belén, 1982); "Los Sistemas Médi-
cos Precolombinos" en José María López Piñero, cord., Viejo y Nuevo Continente, La Medici-
na m el Encuentro de dos Mundos (Madrid: SANED, 1992), pp. 13-33.
29. Dionisio de Alsedo, Presidente de la Real Audiencia de Quito entre: 1728 y 1736,
27. George Foster, Cultura y conquista (s.l.: Talleres Gráficos de la Nación, 1962), p sabía de la necesidad de "enserenar" la quina gracias a una "indiana receta" de Loja. Véase:
41; Alfredo López Austin, Cuerpo humano e ideología, Las concepciones de los antiguos nahuas Descripción Geográfica de Real Audiencia de Quito (Madrid: Imprenta Fontaner, 1915), p.
(México: UNAM, 1984) vol. I, pp. 285-318. 45.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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ron algunos aspectos de la mentalidad aborigen. En efecto, lo que ocurrió na". Esta metamorfosis es más fácil de conseguir en las manos de los cu-
fue que los indígenas consideraban contraproducente usar un remedio randeros que transforman los objetos.28 En los estados de salud, junto a la
"cálido" (la quina o cascarilla) para una enfermedad también "cálida", (las dicotomía frío-calor, influyen también las nociones de pesado-liviano, hú-
tercianas o paludismo). medo-seco, dulce-amargo. El cuerpo es el escenario donde se encuentran
Los principios caliente-frío que se atribuían a distintos estados del los contrarios para equilibrarse; la prevalencia de uno solo de sus elemen-
cuerpo, a las enfermedades, las comidas, y los medicamentos no se refie- tos puede causar la enfermedad.
ren a la temperatura, sino a la presencia de una "cualidad" considerada Carecemos de evidencias documentales para distinguir si en las nocio-
sustancial. El origen de esta dualidad en la América Prehispánica ha sido nes caliente-frío que tenían los nativos de Laja a fines del siglo diecisiete y
objeto de un amplio debate (Al respecto, véase también el capítulo de Su- comienzos del dieciocho, pervivía un pensamiento prehispánico o eran
zanne Austin Alchon en este mismo volumen). Foster niega que existiera producto de la difusión de las ideas hipocrático-galénicas. De cualquier
antes del siglo dieciséis y atribuye su origen a las ideas hipocrático-galéni- manera, lo cierto es que estos principios estaban presentes en el período
cas que llegaron a partir de la conquista. Por su parte, López Austin con- colonial tardío y que eran manipulados por los curanderos. En los escritos
sidera que este pensamiento ya existía en el mundo precolombino.27 Para de de la Vega y Santisteban, se confirma la aplicación de la quina (reme-
apoyar su planteamiento, López Austin recurrió a fuentes etnohistóricas y dio caliente) en las tercianas (enfermedad caliente), recurriendo a un sub-
etnográficas mesoamericanas, deduciendo de las mismas que el antiguo terfugio para no infringir la ley de los contrarios. El recurso se basaba en
hombre náhuatl concedía a los seres humanos el máximo equilibrio. La la propia concepción popular tradicional que proporcionaba la posibilidad
polaridad frío-calor formaba parte de una cosmovisión dualista nativa que de transformar un remedio frío o caliente en su contrario.
afectaba distintos estados del cuerpo, de los alimentos, y de las plantas. El procedimiento que seguía Fernando de la Vega en la preparación
Según López Austin, la presencia española reforzó ideas ya existentes. de sus recetas de quina consistía en poner una libra de polvo en una bote-
Las fuentes etnohistóricas de la región andina dan poca información lla de agua y mantener "dicha infusión más de doce horas", posteriormen-
sobre la existencia de la dualidad frío-calor en el período precolombino, te "menear dos o tres veces para que expela las sustancia", y, finalmente,
pero en cambio abundan en la consideración dual del orden cósmico y so- dejar el preparado a la acción del "sereno" para que se "enfríe". 29 También
cial. La noción de equilibrio está ampliamente representada en estas fuen- se "enfriaba" la quina, infundiendo sus polvos en un frasco de "vino bue-
tes y las ideas dicotomía frío-calor se pueden incorporar sin obstáculo en no" y dejándolo en reposo durante 24 horas, al cabo de las cuales se debía

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este pensamiento. Asimismo, las informaciones etnográficas posteriores a colar el líquido y arrojar las heces. Este procedimiento se repetía dos veces
la conquista, en relación a la salud, la enfermedad, los alimentos y las plan- de tal manera que a las 52 horas estaba listo "este vino de 3 infusiones",
tas medicinales, abundan en referencias y clasificaciones de frío y caliente. que se debía dar al enfermo temprano por la mañana (El concepto de in-
Las enfermedades calientes, se curan con su contrario es decir, con los ali- fusión utilizado se refería a la acción de infundir, es decir de sumergir una
mentos o medicamentos frescos. sustancia en un líquido para disolverla).
Es importante señalar que no siempre la condición de frío o caliente El documento de de la Vega trae otro dato interesante: el enfermo
es universal o definitiva; un alimento o una planta medicinal que para un debía abstenerse durante el tratamiento de comer cosas "dulces". Esta
grupo es frío, para otro puede ser caliente. Por otro lado, mediante ciertas
acciones se puede cambiar la condición de los alimentos y medicamentos,
es decir lo caliente se puede volver fresco si se le "enfría" o se le "ensere- 28. Sobre este tema, véase de Eduardo Estrella, Medicina Aborigen (Quito: Ed. Epoca,
1977); Medicina y Estructura Socio-económica (Quito: Ed. Belén, 1982); "Los Sistemas Médi-
cos Precolombinos" en José María López Piñero, cord., Viejo y Nuevo Continente, La Medici-
na m el Encuentro de dos Mundos (Madrid: SANED, 1992), pp. 13-33.
29. Dionisio de Alsedo, Presidente de la Real Audiencia de Quito entre: 1728 y 1736,
27. George Foster, Cultura y conquista (s.l.: Talleres Gráficos de la Nación, 1962), p sabía de la necesidad de "enserenar" la quina gracias a una "indiana receta" de Loja. Véase:
41; Alfredo López Austin, Cuerpo humano e ideología, Las concepciones de los antiguos nahuas Descripción Geográfica de Real Audiencia de Quito (Madrid: Imprenta Fontaner, 1915), p.
(México: UNAM, 1984) vol. I, pp. 285-318. 45.
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52 Eduardo Estrella Ciencia ilustrada y saber popular en el conocimiento de la quina 53

prohibición se basaba en la creencia que la quina era un trago amargo y que que cuando la planta se dio a conocer hacia 1630 los nativos de Loja no la
por ello lo dulce se oponía "a toda la virtud de la cascarilla". denominaban quina. Este nombre probablemente fue asignado derivando-
Al parecer, todas estas prácticas que poseen un profundo contenido lo de la denominación de otros vegetales. Por ejemplo, ya en el año 1605
cultural, recibieron poca atención por parte de los europeos. La Condami- en la provincia de Guayaquil se usaba la planta llamada "quina-quina" cu-
ne interesado como estaba en aplicar a la realidad un pensamiento empíri- yas "pepitas" bebidas en vino o agua, eran útiles en las cámaras o diarreas.
co-racional, se propuso desmitificar los contenidos de la historia de la qui- Los indígenas americanos nominaban las cosas siguiendo un código
na. Su interés era conocer la planta, describirla, dibujarla, es decir hablar que permitiera su identificación y clasificación mediante características ta-
de su historia en base a textos escritos, antes que a confidencias persona- les como útil o inútil, peligroso o inofensivo, poder medicinal o nocivo
les. Por esto, comentó con ironía la leyenda que decía que los nativos para la salud." Así clasificaron la quina como "árbol de las calenturas",
aprendieron a usar la quina, viendo cómo los pumas que padecían "de fie- una denominación en la cual se hace referencia a su utilidad. Calancha y
bre intermitente" comían la corteza. En otra página de sus escritos afirma Cobo, a comienzos del siglo XVII, reconocieron a la planta con este nom-
que no podía aceptar la "preocupación vulgar" de cortar la corteza del ár- bre, y señalaron además como su lugar de origen a Loja. Sobre este tema,
bol, "en luna menguante y por la parte que mira al oriente", ya que esto era Miguel de Santisteban en su manuscrito afirma que el nombre de la quina
una superchería, que sólo servía para justificar el descuido al secar la ha sido variable, que originalmente en Loja fue denominada como e! "árbol
corteza, que se corrompía por esta causa "y achacándolo todo a la luna". de las calenturas", pero luego pasó a ser conocida como "cascarilla".
Años después, en 1743, al entrar en contacto con otras leyendas durante Esto concuerda con la información recogida por Jussieu en Loja en
su viaje por el Amazonas, dirá que los indígenas americanos son insensi- 1739, que señala que los indígenas lo llaman "yara-chucchu" o "cara-chuc-
bles, indiferentes, crédulos y "encaprichados" con lo maravilloso.30 chu". Yara significa árbol, "cara" la corteza, "chucchu" frío de la fiebre, es
decir, la traducción era "el árbol de la fiebre intermitente". Lamentable-
mente la obra "Description de l'Arbre a quinquina", de Jussieu permaneció
LA TAXONOMÍA ABORIGEN DE LA PLANTA inédita hasta 1936, pero de todas maneras confirma la denominación
indígena de la planta. En el quechua que actualmente se habla en el sur de
Con el objeto de profundizar su estudio de la planta, La Condamine Ecuador, donde se encuentra la provincia de Loja, "Yura" significa árbol y
analizó el origen de la palabra quina. Para ello consultó un antiguo diccio- "Chuggchuy" temblor, estremecimiento, escalofrío. Estas voces son com-
parables con las recogidas por Jussieu.33 De cualquier manera, creemos
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nario quechua de 1614, donde encontr6la voz Quina-ai, cuya traducción


era "mantelilla india", o especie de manta o capa con que se envolvían los que los tópicos filológicos de la historia de la quina, no están suficiente-
indios. El académico realizó la siguiente disquisición lingüística: mente aclarados, por lo que es necesario profundizar esta investigación.
Un asunto que también queda pendiente de ser dilucidado es si los in-
Como la lengua Quichoa abunda mui poco de términos… se puede presumir con bas- dígenas manejaron una clasificación propia del árbol de la cascarilla. Tanto
tante verosimilitud, que la voz, Quina-ai, que ordinariamente se entendía por capa, en la Relación Histórica del Viaje a la América Meridional, como en las No-
puede también significar corteza cuando se trata de árbol, o a lo menos pudo haber
tenido antiguamente esta significación.
31 ticias Secretas, Jorge Juan y Antonio de Ulloa dan a entender que Jussieu
enseñó a los indígenas de Loja a distinguir las diferentes especies botánicas
Este razonamiento es tan pintoresco como erróneo. Hay que recordar del árbol. En estos textos y en muchas publicaciones posteriores sobre
este asunto, se omite mencionar el aporte nativo en la identificación y cla-

30. La Condamine, Viaje a la América Meridional (Madrid: Espasa Calpe, 1962), p. 40. 32. Arturo Andrés Roig, Humanismo en la segunda mitad del siglo XVIII (Quito: Banco
Central-Corporación Editora Nacional, 1984), vol. I, p.1l7.
31. La Condamine, Estudio sobre la Quina [cita 10]. La Condamine: consultó la obra del
jesuíta Diego Gonzales Holguín, Vocabulario de la lengua general de todo el Perú, llamada len- 33. Luis Cordero, "Diccionario Quicha-Español. Español-Quichua", Anales de la Uni-
gua quechua o lengua del Inca (Lima: Francisco del Canto, 1608). versidad de Cuenca 23(1967): 1-257.

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prohibición se basaba en la creencia que la quina era un trago amargo y que que cuando la planta se dio a conocer hacia 1630 los nativos de Loja no la
por ello lo dulce se oponía "a toda la virtud de la cascarilla". denominaban quina. Este nombre probablemente fue asignado derivando-
Al parecer, todas estas prácticas que poseen un profundo contenido lo de la denominación de otros vegetales. Por ejemplo, ya en el año 1605
cultural, recibieron poca atención por parte de los europeos. La Condami- en la provincia de Guayaquil se usaba la planta llamada "quina-quina" cu-
ne interesado como estaba en aplicar a la realidad un pensamiento empíri- yas "pepitas" bebidas en vino o agua, eran útiles en las cámaras o diarreas.
co-racional, se propuso desmitificar los contenidos de la historia de la qui- Los indígenas americanos nominaban las cosas siguiendo un código
na. Su interés era conocer la planta, describirla, dibujarla, es decir hablar que permitiera su identificación y clasificación mediante características ta-
de su historia en base a textos escritos, antes que a confidencias persona- les como útil o inútil, peligroso o inofensivo, poder medicinal o nocivo
les. Por esto, comentó con ironía la leyenda que decía que los nativos para la salud." Así clasificaron la quina como "árbol de las calenturas",
aprendieron a usar la quina, viendo cómo los pumas que padecían "de fie- una denominación en la cual se hace referencia a su utilidad. Calancha y
bre intermitente" comían la corteza. En otra página de sus escritos afirma Cobo, a comienzos del siglo XVII, reconocieron a la planta con este nom-
que no podía aceptar la "preocupación vulgar" de cortar la corteza del ár- bre, y señalaron además como su lugar de origen a Loja. Sobre este tema,
bol, "en luna menguante y por la parte que mira al oriente", ya que esto era Miguel de Santisteban en su manuscrito afirma que el nombre de la quina
una superchería, que sólo servía para justificar el descuido al secar la ha sido variable, que originalmente en Loja fue denominada como e! "árbol
corteza, que se corrompía por esta causa "y achacándolo todo a la luna". de las calenturas", pero luego pasó a ser conocida como "cascarilla".
Años después, en 1743, al entrar en contacto con otras leyendas durante Esto concuerda con la información recogida por Jussieu en Loja en
su viaje por el Amazonas, dirá que los indígenas americanos son insensi- 1739, que señala que los indígenas lo llaman "yara-chucchu" o "cara-chuc-
bles, indiferentes, crédulos y "encaprichados" con lo maravilloso.30 chu". Yara significa árbol, "cara" la corteza, "chucchu" frío de la fiebre, es
decir, la traducción era "el árbol de la fiebre intermitente". Lamentable-
mente la obra "Description de l'Arbre a quinquina", de Jussieu permaneció
LA TAXONOMÍA ABORIGEN DE LA PLANTA inédita hasta 1936, pero de todas maneras confirma la denominación
indígena de la planta. En el quechua que actualmente se habla en el sur de
Con el objeto de profundizar su estudio de la planta, La Condamine Ecuador, donde se encuentra la provincia de Loja, "Yura" significa árbol y
analizó el origen de la palabra quina. Para ello consultó un antiguo diccio- "Chuggchuy" temblor, estremecimiento, escalofrío. Estas voces son com-
parables con las recogidas por Jussieu.33 De cualquier manera, creemos

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nario quechua de 1614, donde encontr6la voz Quina-ai, cuya traducción
era "mantelilla india", o especie de manta o capa con que se envolvían los que los tópicos filológicos de la historia de la quina, no están suficiente-
indios. El académico realizó la siguiente disquisición lingüística: mente aclarados, por lo que es necesario profundizar esta investigación.
Un asunto que también queda pendiente de ser dilucidado es si los in-
Como la lengua Quichoa abunda mui poco de términos… se puede presumir con bas- dígenas manejaron una clasificación propia del árbol de la cascarilla. Tanto
tante verosimilitud, que la voz, Quina-ai, que ordinariamente se entendía por capa, en la Relación Histórica del Viaje a la América Meridional, como en las No-
puede también significar corteza cuando se trata de árbol, o a lo menos pudo haber
tenido antiguamente esta significación.
31 ticias Secretas, Jorge Juan y Antonio de Ulloa dan a entender que Jussieu
enseñó a los indígenas de Loja a distinguir las diferentes especies botánicas
Este razonamiento es tan pintoresco como erróneo. Hay que recordar del árbol. En estos textos y en muchas publicaciones posteriores sobre
este asunto, se omite mencionar el aporte nativo en la identificación y cla-

30. La Condamine, Viaje a la América Meridional (Madrid: Espasa Calpe, 1962), p. 40. 32. Arturo Andrés Roig, Humanismo en la segunda mitad del siglo XVIII (Quito: Banco
Central-Corporación Editora Nacional, 1984), vol. I, p.1l7.
31. La Condamine, Estudio sobre la Quina [cita 10]. La Condamine: consultó la obra del
jesuíta Diego Gonzales Holguín, Vocabulario de la lengua general de todo el Perú, llamada len- 33. Luis Cordero, "Diccionario Quicha-Español. Español-Quichua", Anales de la Uni-
gua quechua o lengua del Inca (Lima: Francisco del Canto, 1608). versidad de Cuenca 23(1967): 1-257.

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54 Eduardo Estrella Ciencia ilustrada y saber popular en el conocimiento de la quina 55

sificación de la planta. Considero que mal pudo Jussieu llegar a ese cono- resultado de estos estudios, se conformó un auténtico cuerpo de doctrina
cimiento sin antes ponerse en contacto con los códigos aportados por el botánico sobre la quina, que permitió la identificación y descripción de
lenguaje indígena y popular. todas las especies, la realización de valiosos análisis fitogeográficos, y el es-
Las "Noticias" de Santisteban sugieren el contenido de estos códigos. tablecimiento de varios aspectos técnicos como los métodos de extracción,
Una vez identificada y denominada la planta de acuerdo a su utilidad, se secado, transporte, y embalaje. En la parte científica, además, se investigó
elaboró una tipología (especies) tomando como elementos clasificatorios la correlación de los datos botánicos con las aplicaciones clínicas y las for-
las características externas de árbol (color de la corteza o del envés), ciertas mas farmacéuticas. A estos estudios botánicos siguieron otros de carácter
cualidades organolépticas (mayor o menor sabor amargo), o los efectos bioquímico y farmacodinámico que permitieron la incorporación definiti-
sobre la enfermedad (mayor o menor poder febrífugo). Sobre estas bases, va de la quina a la medicina científica cuando los franceses Pelletier y Ca-
la tipología elaborada por Santisteban en base a la tradición comunitaria, ventou en 1820 aislaron los principios activos de la planta (quinina y cin-
establece la existencia de cuatro especies, cada una de las cuales tiene una conina).
propiedad febrífuga característica como se puede ver en la siguiente tabla:

Especies (por el color) Efecto febrífugo CONCLUSIONES

Colorada superior El análisis de dos documentos escritos por dos nativos americanos so-
Amarilla bueno bre las quinas y de los textos producidos por algunos miembros de la ex-
Crespilla regular
pedición Geodésica complementan nuestro conocimiento sobre el uso
Blanca regular
aborigen de la planta, así como su identificación, clasificación, y formas de
aplicación en diferentes enfermedades. El saber popular, si bien fue apro-
Santisteban, un práctico en el uso de la quina, también estableció una vechado por los científicos de la misión europea, en lo que consideraron
tipología organoléptica que permitió establecer la bondad de la corteza al útil para el logro de sus objetivos, no fue suficientemente valorado, provo-
simple examen de su sabor. Así las "cascarillas buenas" eran aquellas "que cando confusiones y oscureciendo la información sobre las aportaciones
soltaban al masticarlas un líquido lechoso, amargo, sin mal gusto; que se americanas al tema.
podía mantener varias horas en la boca"; y las "cascarillas malas" eran
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

Por otra parte, si bien, los académicos intentaron comprender de al-


aquellas "en las que el sabor amargo era desagradable, que no se podía guna manera la mentalidad de los nativos, otras prioridades y tareas ur-
mantener mucho tiempo en la boca, ya que provocaba nausea". gentes imposibilitaron esta labor. Una razón más de fondo que explica el
Creemos que la posterior clasificación científica de las especies se fun- desdén de los científicos con respecto a los saberes indígenas fue el prejui-
damentó en el saber de la población y las cascarillas citadas se incluyeron cio cultural europeo en contra de mitos, leyendas y conocimientos empíri-
en la taxonomía de las Cinchonas. El interés suscitado por la quina en Eu- cos no sistematizados. Este prejuicio impidió que el saber popular fuese
ropa hizo que, a fines del siglo XVIII y principios de XIX, se desarrollase reconocido como una fuente de información válida de una ciencia que
una gran tarea investigativa en la que participaron los botánicos Hipólito quería ser sustentada sólo en la observación y descripción de la realidad y
Ruíz, José Pavón, José Celestino Mutis, Alejandro de Humboldt, Aimee en el predominio de la razón. Sólo recientemente hemos empezado a en-
Bonpland, Francisco José de Caldas, y Juan Tafalla entre otros.34 Como tender que en la historia de la quina se produjo un hecho que no siempre
es fácil de identificar en la historia de la ciencia: un saber popular que par-
cialmente despojado de sus raíces es transportado a un lugar preferente del
34. Al respecto, véase Arthur R. Steele, Flores para el Rey, La expedición de Ruiz y Pavón
y la flora del Perú (1777-1788) (Madrid: Ediciones del Serbal, 1982); y Eduardo Estrella,
conocimiento científico oficial.
"Expediciones Botánicas", en Manuel Selles, José Luis Pezet, y Antonio Lafuente, Carlos III
y la Ciencia de la Ilustración (Madrid: Alianza Editorial, 1988), pp. 331-351.

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sificación de la planta. Considero que mal pudo Jussieu llegar a ese cono- resultado de estos estudios, se conformó un auténtico cuerpo de doctrina
cimiento sin antes ponerse en contacto con los códigos aportados por el botánico sobre la quina, que permitió la identificación y descripción de
lenguaje indígena y popular. todas las especies, la realización de valiosos análisis fitogeográficos, y el es-
Las "Noticias" de Santisteban sugieren el contenido de estos códigos. tablecimiento de varios aspectos técnicos como los métodos de extracción,
Una vez identificada y denominada la planta de acuerdo a su utilidad, se secado, transporte, y embalaje. En la parte científica, además, se investigó
elaboró una tipología (especies) tomando como elementos clasificatorios la correlación de los datos botánicos con las aplicaciones clínicas y las for-
las características externas de árbol (color de la corteza o del envés), ciertas mas farmacéuticas. A estos estudios botánicos siguieron otros de carácter
cualidades organolépticas (mayor o menor sabor amargo), o los efectos bioquímico y farmacodinámico que permitieron la incorporación definiti-
sobre la enfermedad (mayor o menor poder febrífugo). Sobre estas bases, va de la quina a la medicina científica cuando los franceses Pelletier y Ca-
la tipología elaborada por Santisteban en base a la tradición comunitaria, ventou en 1820 aislaron los principios activos de la planta (quinina y cin-
establece la existencia de cuatro especies, cada una de las cuales tiene una conina).
propiedad febrífuga característica como se puede ver en la siguiente tabla:

Especies (por el color) Efecto febrífugo CONCLUSIONES

Colorada superior El análisis de dos documentos escritos por dos nativos americanos so-
Amarilla bueno bre las quinas y de los textos producidos por algunos miembros de la ex-
Crespilla regular
pedición Geodésica complementan nuestro conocimiento sobre el uso
Blanca regular
aborigen de la planta, así como su identificación, clasificación, y formas de
aplicación en diferentes enfermedades. El saber popular, si bien fue apro-
Santisteban, un práctico en el uso de la quina, también estableció una vechado por los científicos de la misión europea, en lo que consideraron
tipología organoléptica que permitió establecer la bondad de la corteza al útil para el logro de sus objetivos, no fue suficientemente valorado, provo-
simple examen de su sabor. Así las "cascarillas buenas" eran aquellas "que cando confusiones y oscureciendo la información sobre las aportaciones
soltaban al masticarlas un líquido lechoso, amargo, sin mal gusto; que se americanas al tema.
podía mantener varias horas en la boca"; y las "cascarillas malas" eran

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Por otra parte, si bien, los académicos intentaron comprender de al-
aquellas "en las que el sabor amargo era desagradable, que no se podía guna manera la mentalidad de los nativos, otras prioridades y tareas ur-
mantener mucho tiempo en la boca, ya que provocaba nausea". gentes imposibilitaron esta labor. Una razón más de fondo que explica el
Creemos que la posterior clasificación científica de las especies se fun- desdén de los científicos con respecto a los saberes indígenas fue el prejui-
damentó en el saber de la población y las cascarillas citadas se incluyeron cio cultural europeo en contra de mitos, leyendas y conocimientos empíri-
en la taxonomía de las Cinchonas. El interés suscitado por la quina en Eu- cos no sistematizados. Este prejuicio impidió que el saber popular fuese
ropa hizo que, a fines del siglo XVIII y principios de XIX, se desarrollase reconocido como una fuente de información válida de una ciencia que
una gran tarea investigativa en la que participaron los botánicos Hipólito quería ser sustentada sólo en la observación y descripción de la realidad y
Ruíz, José Pavón, José Celestino Mutis, Alejandro de Humboldt, Aimee en el predominio de la razón. Sólo recientemente hemos empezado a en-
Bonpland, Francisco José de Caldas, y Juan Tafalla entre otros.34 Como tender que en la historia de la quina se produjo un hecho que no siempre
es fácil de identificar en la historia de la ciencia: un saber popular que par-
cialmente despojado de sus raíces es transportado a un lugar preferente del
34. Al respecto, véase Arthur R. Steele, Flores para el Rey, La expedición de Ruiz y Pavón
y la flora del Perú (1777-1788) (Madrid: Ediciones del Serbal, 1982); y Eduardo Estrella,
conocimiento científico oficial.
"Expediciones Botánicas", en Manuel Selles, José Luis Pezet, y Antonio Lafuente, Carlos III
y la Ciencia de la Ilustración (Madrid: Alianza Editorial, 1988), pp. 331-351.

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APÉNDICE El extracto de la cascarilla colorada se ha experimentado ser el más eficaz de


todas las otras cascarillas, y sirve para todos los achaques. Que las infusiones, con
la circunstancia de las evacuaciones dichas, que dicho extracto se hace de hojas y
Transcripcion del manuscrito de Fernando de la Vega, natural de la pro- cogollos, y no es tan eficaz, como el de la corteza del árbol, y más que aún este el
vincia de Loja, Audiencia de Quito, Año 1752. Archivo del Real Jardín de la corteza de la raíz, que es el mejor, y se ha experimentado que tiene eficaz vir-
Botánico de Madrid. Archivo Mutis. Paquete 22. tud contra la [ilegible] tomado en cantidad de veinte gramos, liquidado en aguar-
diente bueno o buen vino, y asimismo se aplica al dolor de las muelas, y los más
"Virtudes de la cascarilla, de hojas, cogollos, corteza, polvos, y corteza de la sana.
raíz" La sal de la cascarilla, aplicado un adarme de ella en zumo de naranja, y a falta
"Los cogollos y hojas se aplican a las personas que tienen dolores de espalda y de ella, en conocimiento de la hierba del perro, y tomada a tiempo del primer es-
pulmonía, en manojos de la fresca, puestos en la parte donde ocurre el dolor, y el calofrío, lo detiene y no entra la calentura, y para asegurarse después, se evacua el
mismo día le sana por mucho tiempo; la cascarilla colorada, es la más eficaz. Así- humor y aplicado en la forma dicha aprovecha a toda especie de calenturas.
mismo, es eficaz para estañar el flujo de sangre de las encías, reafirmar la dentadu- Cuando el achaque no da tiempo, de evacuaciones, se toma dicha infusión de
ra, además de limpiar la corrupción de las encías. Asimismo de dichas hojas y co- vino, posponiendo dichas evacuaciones, y suelen también tomar dichos polvos co-
gollos, los polvos secos aplicados a cualquier llaga, la seca y sana, y también matan cidos, y beber lo líquido en la porción dicha, y para el costado y ha de estar calien-
los gusanos que producen las moscas, y con más eficacia los polvos de la cascarilla. te.
Dichos polvos de cascarilla curan las calenturas cotidianas, intermitentes, y El extracto de dicha cascarilla, liquidado en vino tibio y bebido alivia y sana
tercianas aunque sean dobles, puestos en infusión, una libra de ellos en un frasco todas las ventosidades altas y corrompe en todos achaques, siendo esta, la señal
de agua, y que esté en dicha infusión más de doce horas, y se menée, dos o tres ve-
evidente de que aprovecha, y de todo esto hay experiencia.
ces, para que expela la substancia, y de esta infusión, líquida y clara, se le dará al
Esta receta me dió en Loja por Septiembre de 1752 Don Fernando de la
paciente, como la cantidad de una jícara de chocolate, de mañana, y si le retentase
Vega, hombre anciano y muy bien instruído y de gran juicio, es natural de allí y
(?) el frío, otro tanto, y al repuntar la calentura, otro tanto, procurando que ante-
de 80 años de edad". [La última oración corresponde a don Miguél de Santiste-
ceda a la evacuación y desahogo de venas, y no sólo sirve para dichas calenturas,
ban].
sino también para tobardillos, que es muy eficaz como se tiene de experiencia, y la
misma eficacia tiene para el dolor de costado para cuyo accidente se ha de dar di-
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

cha bebida caliente, y que la repitan dos, o tres veces, por lo que sudan con ellas; y
todas estas medicinas piden la dieta de sólo el dulce, porque se opone a toda la vir-
tud de la cascarilla; y los días que se toma la cascarilla, mitiga la sed, y continuada
desopila el bazo, no bebiendo más agua que la infusión; y también aprovecha a los
que tienen principios de hidropesía; y para dar más eficacia a la cascarilla se infun-
den seis onzas de sus polvos, en un frasco de vino bueno, y a las veinte y cuatro
horas se cuela y arrojando las heces, se ponen otras seis onzas y se ejecuta lo mis-
mo hasta tres veces, de forma que queda dicho vino de tres infusiones, y se han
gastado diez y ocho onzas muy de mañana, y acontece inmediatamente comenzar
el escalofrío con notable extremo, y duro poco, y al mismo tiempo, que comienza
dicho frío se le han de dar otras seis onzas, y otras tantas al comenzar la calentura,
que será violentísima, y después de una hora, o antes, empezará un sudor muy co-
pioso, y le tendrán prevenida al paciente alguna substancia que quedará libre de
cualquier calentura, y en corroborándose algunos días le jaropearán, purgarán, y
sangrarán de abajo, si lo hubiese menester.

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56 Eduardo Estrella Ciencia ilustrada y saber popular en el conocimiento de la quina 57

APÉNDICE El extracto de la cascarilla colorada se ha experimentado ser el más eficaz de


todas las otras cascarillas, y sirve para todos los achaques. Que las infusiones, con
la circunstancia de las evacuaciones dichas, que dicho extracto se hace de hojas y
Transcripcion del manuscrito de Fernando de la Vega, natural de la pro- cogollos, y no es tan eficaz, como el de la corteza del árbol, y más que aún este el
vincia de Loja, Audiencia de Quito, Año 1752. Archivo del Real Jardín de la corteza de la raíz, que es el mejor, y se ha experimentado que tiene eficaz vir-
Botánico de Madrid. Archivo Mutis. Paquete 22. tud contra la [ilegible] tomado en cantidad de veinte gramos, liquidado en aguar-
diente bueno o buen vino, y asimismo se aplica al dolor de las muelas, y los más
"Virtudes de la cascarilla, de hojas, cogollos, corteza, polvos, y corteza de la sana.
raíz" La sal de la cascarilla, aplicado un adarme de ella en zumo de naranja, y a falta
"Los cogollos y hojas se aplican a las personas que tienen dolores de espalda y de ella, en conocimiento de la hierba del perro, y tomada a tiempo del primer es-
pulmonía, en manojos de la fresca, puestos en la parte donde ocurre el dolor, y el calofrío, lo detiene y no entra la calentura, y para asegurarse después, se evacua el
mismo día le sana por mucho tiempo; la cascarilla colorada, es la más eficaz. Así- humor y aplicado en la forma dicha aprovecha a toda especie de calenturas.
mismo, es eficaz para estañar el flujo de sangre de las encías, reafirmar la dentadu- Cuando el achaque no da tiempo, de evacuaciones, se toma dicha infusión de
ra, además de limpiar la corrupción de las encías. Asimismo de dichas hojas y co- vino, posponiendo dichas evacuaciones, y suelen también tomar dichos polvos co-
gollos, los polvos secos aplicados a cualquier llaga, la seca y sana, y también matan cidos, y beber lo líquido en la porción dicha, y para el costado y ha de estar calien-
los gusanos que producen las moscas, y con más eficacia los polvos de la cascarilla. te.
Dichos polvos de cascarilla curan las calenturas cotidianas, intermitentes, y El extracto de dicha cascarilla, liquidado en vino tibio y bebido alivia y sana
tercianas aunque sean dobles, puestos en infusión, una libra de ellos en un frasco todas las ventosidades altas y corrompe en todos achaques, siendo esta, la señal
de agua, y que esté en dicha infusión más de doce horas, y se menée, dos o tres ve-
evidente de que aprovecha, y de todo esto hay experiencia.
ces, para que expela la substancia, y de esta infusión, líquida y clara, se le dará al
Esta receta me dió en Loja por Septiembre de 1752 Don Fernando de la
paciente, como la cantidad de una jícara de chocolate, de mañana, y si le retentase
Vega, hombre anciano y muy bien instruído y de gran juicio, es natural de allí y
(?) el frío, otro tanto, y al repuntar la calentura, otro tanto, procurando que ante-
de 80 años de edad". [La última oración corresponde a don Miguél de Santiste-
ceda a la evacuación y desahogo de venas, y no sólo sirve para dichas calenturas,
ban].
sino también para tobardillos, que es muy eficaz como se tiene de experiencia, y la
misma eficacia tiene para el dolor de costado para cuyo accidente se ha de dar di-

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cha bebida caliente, y que la repitan dos, o tres veces, por lo que sudan con ellas; y
todas estas medicinas piden la dieta de sólo el dulce, porque se opone a toda la vir-
tud de la cascarilla; y los días que se toma la cascarilla, mitiga la sed, y continuada
desopila el bazo, no bebiendo más agua que la infusión; y también aprovecha a los
que tienen principios de hidropesía; y para dar más eficacia a la cascarilla se infun-
den seis onzas de sus polvos, en un frasco de vino bueno, y a las veinte y cuatro
horas se cuela y arrojando las heces, se ponen otras seis onzas y se ejecuta lo mis-
mo hasta tres veces, de forma que queda dicho vino de tres infusiones, y se han
gastado diez y ocho onzas muy de mañana, y acontece inmediatamente comenzar
el escalofrío con notable extremo, y duro poco, y al mismo tiempo, que comienza
dicho frío se le han de dar otras seis onzas, y otras tantas al comenzar la calentura,
que será violentísima, y después de una hora, o antes, empezará un sudor muy co-
pioso, y le tendrán prevenida al paciente alguna substancia que quedará libre de
cualquier calentura, y en corroborándose algunos días le jaropearán, purgarán, y
sangrarán de abajo, si lo hubiese menester.

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ANEXO V
Bibliografias de revistas científicas peruanas

Calderón, Savia A. "Indice de la Revista de Medicina Experimental. 1942-


1960". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Campos, Lilia. Trabajos y Publicaciones del Instituto de Investigaciones de Altura


1961-1976. Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1976.

Clement, Jean Pierre. "Indices del Mercurio Peruano: 1790-1795". Fénix, Revista
de la Biblioteca Nacional. 26-27 (1976-77): 5-234.

Diaz Marín, Santos. Indice analítico del Boletín de la Sociedad Geográfica de


Lima, Tomo I al CIV, años 1891 a 1984. Ed. Santiago E. Antúnez de
Mayolo. Lima: Imp. Benito, 1988.

Duarte de Morales, Cristina y Raquel Zegarra Lanfranco. Indice de los Anales


de la Facultad de Medicina: 1919-1956. Lima: Univ. de San Marcos,
1956.

Espejo Nuñéz, Teófilo. "Indice de la Revista del Museo Nacional, 1932-1947".


Boletín Bibliográfico de San Marcos 22 (1949) 29-79.

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


Kamimoto, Margarita H. "Bibliografía de Matemáticas en el Perú durante los
siglos XVIII y XIX.". Boletín de la Biblioteca Nacional 63-64 (1972): 5-
46.

Laura Elescano, Luz Aida. "Indice de la Revista Peruana de Radiología". Tesis,


Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Mariátegui, Javier y Ramón León. La Revista de Psiquiatría y Disciplinas Cone-


xas) 1918-1924. Lima: Ed. Minerva, 1987.

Palomino Morales, Rosa M. "Fichado analítico de la Revista Peruana de Pato-


logía. 1956-1969". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.

Rivera, Rosalina. "Indice Clasificado de los Boletines de la Sociedad Geológi-


ca del Perú". Boletín de la Sociedad Geológica del Perú 45 (1975): 99-158.

Ruiz Guerrero, Lidia. "Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas del Perú, Fi-
chado Analítico, 1902-1948". Tesis, Escuela de Bibliotecarios, 1971.
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La recepción de la tecnología minera
española en las minas de Huancavelica,
siglo XVIII 1
Kendall W. Brown

EN LAS ALTURAS de los Andes y al sur de Lima, yacían las minas de mer-
curio de Huancavelica, Sus valiosas vetas fueron descubiertas por los espa-
ñoles en 1563, y poco después, un gremio especializado celebro un con-
trato con la corona para poder explotar Huancavelica. Junto con las minas
de Almadén en España, Huancavelica proveyó los azogues necesarios para
beneficiar los minerales de plata producidos en Hispanoamérica durante

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buena parte del período colonial. Con el método de la amalgamación se
podía refinar minerales de plata de ley más baja de lo que era posible con
la fundición, el otro método de beneficio conocido en ese entonces. Debi-
do a que Huancavelica era la única fuente colonial de mercurio en Améri-
ca, sus minas tuvieron gran importancia económica para la industria mi-
nera del Imperio Español. Para extraer los minerales y destilar los azogues,
el gremio aprovechó tanto de los métodos inventados en el Perú, como de
las tecnologías europeas importadas. El estudio de la introducción de in-
novaciones tecnológicas permite analizar no sólo los esfuerzos por incre-
mentar la producción minera, sino que además revela las necesidades polí-
ticas de la corona española, los intereses creados de los mineros locales y
los temores al nacionalismo peruano.

l. El autor agradece el apoyo de la National Endowment for the Humanities.


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60 Kendall W. Brown Recepción de la tecnología minera española 61

EL CONTEXTO DE LAS REFORMAS 1720 la producción peruana de plata empezó a aumentar lentamente, lle-
gando a un total de 86,8 millones de pesos entre 1791 y 1800, una canti-
A finales del siglo XVII Huancavelica enfrentó serios problemas de dad mucho mayor que la producida durante los años legendarios de Poto-
producción. El rendimiento de las minas disminuyó notablemente; en sí de comienzos del siglo XVII (véase la Figura 1). Durante la última dé-
parte porque los minerales más ricos se habían agotado. El gremio de mi- cada del siglo XVIII, los azogueros andinos usaron ocho a nueve mil
neros tenía que encontrar nuevas minas o inventar nuevas tecnologías quintales de mercurio al año.4
para facilitar la extracción y destilación de los minerales de baja ley. Esta La demanda por más mercurio creó grandes dificultades en Huanca-
crisis no creó dificultades inmediatas para el abastecimiento de mercurio velica que, según la corona, sufría de una mala administración, producía
en el Imperio Español, debido a la marcada disminución de la actividad en minerales de baja ley y utilizaba hornos ineficaces para destilar el azogue.
las minas de plata en general. Aunque Huancavelica producía solamente El gremio de mineros que trabajaba la famosa mina de Santa Bárbara
de tres a cuatro mil quintales anuales de mercurio, durante las dos decádas nunca la llegó a explotar sistemáticamente. Al contrario, cada minero tra-
iniciales del siglo XVII, esta cantidad satisfacía la demanda de los refina- bajaba independientemente, siguiendo su propio rumbo subterráneo, por
dores de plata. lo que la mina acabó pareciendo un hormiguero. Los miembros del gre-
La nueva dinastía borbónica, que heredó la corona española en 1700, mio compartían las entradas en la cumbre del cerro, conocido como el
le dió una gran importancia al desarrollo de la minería. Probablemente Brocal, por donde los obreros y materiales entraban y por donde se ex -
ningún sector de la economía colonial recibió tan prolongada atención de traían los metales de la parte superior de la mina. También usaban manco-
los ministros borbónicos y, especialmente después de 1776, un tratamien- munadamente el socavón de Nuestra Señora de Belén, excavado en la pri-
to tan favorable como la industria minera.2 Según John Lynch el Estado se mera mitad del siglo XVII para conectar con la mina a una profundidad
había esforzado en "reducir los costos de producción, disminuyendo a la de aproximadamente 350 rnetros.5 Dentro del cerro, la codicia y las vetas
mitad el precio del mercurio y la pólvora, eximiendo de alcabalas los de cinabrio guiaban a los mineros. Los veedores, representantes del go-
pertrechos mineros y las materias primas, ampliando las facilidades de cré- bernador dentro de la mina, estaban encargados de imponer orden al gre-
dito, y mejorando la infraestructura de la industria". 3 El incremento de la mio pero en realidad solían sucumbir a los sobornos y a otras urgencias,
intervención estatal contribuyó a una próspera "Edad de la Plata" que dejando que los mineros trabajaran por donde quisieran y como quisieran.
ocurrió durante el siglo XVIII. Por ejemplo, en lugar de penetrar horizontalmente, los mineros seguían el
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

Huancavelica recibió bastante atención de los ministros reformistas rumbo más fácil y productivo señalado por los declives de las vetas. Ello
borbónicos, que aspiraron a elevar el nivel tecnológico de las minas de producía que de vez en cuando los obreros de un minero tropezaban con
azogue y a satisfacer la creciente demanda por el mercurio. Después de la labor de otro. Por otro lado, los mineros que a escondidas trabajaban
las vetas pobres desobedecían a las leyes que trataban de evitar que estas
actividades debilitasen los estribos (pilares que impedían el derrumbe), ar-
2. No hay acuerdo sobre: las consecuencias económicas de esta política. En relación a
México, John Coatsworth afirma que la minería era "una industria enferma, sostenida por in-
centivos públicos torcidos", Coatsworth, "The Mexican Mining Indusrry in the Eighteenth 4. John TePaske, "Bullion Production in Mexico and Peru, 1581-1810" (trabajo inédi-
Century", en: Nils Jacobsen y Hans-Jürgen Puhle, eds., The Economies of Mexico and Peru to, 1987), p. 32; Marqués de Casa Concha, Relación del Estado que ha tenido, Y tiene la
During the Late Colonial Period, 1760-1810 (Berlin: 1986), p. 43. Richard Garner considera,
Real Mina de Guancavelica. Y los intereses de la Real Hacienda, en las dependencias del
sin embargo, que aún en México el capital "se formó originalmente en el sector minero" para Azogue, que haze el Margues de Casaconcha al Señor Doctor Don Alvaro Cabero su succe-
entrar más tarde en otros sectores económicos. Garner, "Long-Term Silver Trends in Spa- sor en los cargos de Governador de Guancavelica, y Superintendente de la Rl, Mina y Caja
nish America: A Comparative Analysis of Peru and Mexico", American Historical Review,
(Lima, 1726), capítulo 46, AGI, Lima 469; Croix a Valdés, 5 agosto 1788, AGI, Lima
93:4 (1988), 935. John Fisher, el estudioso de la minería peruana colonial, sostiene que la 1341; Aviles al Ministro de Hacienda, núm. 289,23 mayo 1804, AGI, Lima 1334.
producción minera era rentable porque fomentaba la economía en general. Fisher, "Mining 5. Véase Antonio de Ulloa, "Relación de gobierno del capitán de navío de la real Ar-
and the Peruvian Economy in the Late Colonial Period", en Jacobsen y Puhle, eds., Econo-
mada don Antonio de Ulloa, en la villa de Huancavelica, su real Mina", 1758-1763, sección
mies of Mexico and Peru; pp. 46-59. primera, capítulo 17, AGI, Libro Manuscrito MM-6.
3. John Lynch, Bourbon Spain, 1700-1808 (Oxford: Basil Blackwell, 1989), p. 345.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
http://ebookcentral.proquest.com
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60 Kendall W. Brown Recepción de la tecnología minera española 61

EL CONTEXTO DE LAS REFORMAS 1720 la producción peruana de plata empezó a aumentar lentamente, lle-
gando a un total de 86,8 millones de pesos entre 1791 y 1800, una canti-
A finales del siglo XVII Huancavelica enfrentó serios problemas de dad mucho mayor que la producida durante los años legendarios de Poto-
producción. El rendimiento de las minas disminuyó notablemente; en sí de comienzos del siglo XVII (véase la Figura 1). Durante la última dé-
parte porque los minerales más ricos se habían agotado. El gremio de mi- cada del siglo XVIII, los azogueros andinos usaron ocho a nueve mil
neros tenía que encontrar nuevas minas o inventar nuevas tecnologías quintales de mercurio al año.4
para facilitar la extracción y destilación de los minerales de baja ley. Esta La demanda por más mercurio creó grandes dificultades en Huanca-
crisis no creó dificultades inmediatas para el abastecimiento de mercurio velica que, según la corona, sufría de una mala administración, producía
en el Imperio Español, debido a la marcada disminución de la actividad en minerales de baja ley y utilizaba hornos ineficaces para destilar el azogue.
las minas de plata en general. Aunque Huancavelica producía solamente El gremio de mineros que trabajaba la famosa mina de Santa Bárbara
de tres a cuatro mil quintales anuales de mercurio, durante las dos decádas nunca la llegó a explotar sistemáticamente. Al contrario, cada minero tra-
iniciales del siglo XVII, esta cantidad satisfacía la demanda de los refina- bajaba independientemente, siguiendo su propio rumbo subterráneo, por
dores de plata. lo que la mina acabó pareciendo un hormiguero. Los miembros del gre-
La nueva dinastía borbónica, que heredó la corona española en 1700, mio compartían las entradas en la cumbre del cerro, conocido como el
le dió una gran importancia al desarrollo de la minería. Probablemente Brocal, por donde los obreros y materiales entraban y por donde se ex -
ningún sector de la economía colonial recibió tan prolongada atención de traían los metales de la parte superior de la mina. También usaban manco-
los ministros borbónicos y, especialmente después de 1776, un tratamien- munadamente el socavón de Nuestra Señora de Belén, excavado en la pri-
to tan favorable como la industria minera.2 Según John Lynch el Estado se mera mitad del siglo XVII para conectar con la mina a una profundidad
había esforzado en "reducir los costos de producción, disminuyendo a la de aproximadamente 350 rnetros.5 Dentro del cerro, la codicia y las vetas
mitad el precio del mercurio y la pólvora, eximiendo de alcabalas los de cinabrio guiaban a los mineros. Los veedores, representantes del go-
pertrechos mineros y las materias primas, ampliando las facilidades de cré- bernador dentro de la mina, estaban encargados de imponer orden al gre-
dito, y mejorando la infraestructura de la industria". 3 El incremento de la mio pero en realidad solían sucumbir a los sobornos y a otras urgencias,
intervención estatal contribuyó a una próspera "Edad de la Plata" que dejando que los mineros trabajaran por donde quisieran y como quisieran.
ocurrió durante el siglo XVIII. Por ejemplo, en lugar de penetrar horizontalmente, los mineros seguían el

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Huancavelica recibió bastante atención de los ministros reformistas rumbo más fácil y productivo señalado por los declives de las vetas. Ello
borbónicos, que aspiraron a elevar el nivel tecnológico de las minas de producía que de vez en cuando los obreros de un minero tropezaban con
azogue y a satisfacer la creciente demanda por el mercurio. Después de la labor de otro. Por otro lado, los mineros que a escondidas trabajaban
las vetas pobres desobedecían a las leyes que trataban de evitar que estas
actividades debilitasen los estribos (pilares que impedían el derrumbe), ar-
2. No hay acuerdo sobre: las consecuencias económicas de esta política. En relación a
México, John Coatsworth afirma que la minería era "una industria enferma, sostenida por in-
centivos públicos torcidos", Coatsworth, "The Mexican Mining Indusrry in the Eighteenth 4. John TePaske, "Bullion Production in Mexico and Peru, 1581-1810" (trabajo inédi-
Century", en: Nils Jacobsen y Hans-Jürgen Puhle, eds., The Economies of Mexico and Peru to, 1987), p. 32; Marqués de Casa Concha, Relación del Estado que ha tenido, Y tiene la
During the Late Colonial Period, 1760-1810 (Berlin: 1986), p. 43. Richard Garner considera,
Real Mina de Guancavelica. Y los intereses de la Real Hacienda, en las dependencias del
sin embargo, que aún en México el capital "se formó originalmente en el sector minero" para Azogue, que haze el Margues de Casaconcha al Señor Doctor Don Alvaro Cabero su succe-
entrar más tarde en otros sectores económicos. Garner, "Long-Term Silver Trends in Spa- sor en los cargos de Governador de Guancavelica, y Superintendente de la Rl, Mina y Caja
nish America: A Comparative Analysis of Peru and Mexico", American Historical Review,
(Lima, 1726), capítulo 46, AGI, Lima 469; Croix a Valdés, 5 agosto 1788, AGI, Lima
93:4 (1988), 935. John Fisher, el estudioso de la minería peruana colonial, sostiene que la 1341; Aviles al Ministro de Hacienda, núm. 289,23 mayo 1804, AGI, Lima 1334.
producción minera era rentable porque fomentaba la economía en general. Fisher, "Mining 5. Véase Antonio de Ulloa, "Relación de gobierno del capitán de navío de la real Ar-
and the Peruvian Economy in the Late Colonial Period", en Jacobsen y Puhle, eds., Econo-
mada don Antonio de Ulloa, en la villa de Huancavelica, su real Mina", 1758-1763, sección
mies of Mexico and Peru; pp. 46-59. primera, capítulo 17, AGI, Libro Manuscrito MM-6.
3. John Lynch, Bourbon Spain, 1700-1808 (Oxford: Basil Blackwell, 1989), p. 345.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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62 Kendall W. Brown Recepción de la tecnología minera española 63

cos y puentes naturales que sostenían a la mina. A esto se sumaba la inca-


pacidad de los mineros para establecer las medidas exactas para determinar
las ubicaciones de los estribos, vetas, galerías y socavones. En síntesis, a
comienzos del siglo XVIII reinaba el desorden en Huancavelica.
Los niveles superiores de Santa Bárbara, llegaban a los 4,400 metros
sobre el nivel del mar, una altura que significaba grandes dificultades para
los mineros y obreros indígenas.6 A comienzos del siglo XVIII los trabaja-
dores de Huancavelica aún extraían los minerales de cinabrio a mano, sin
utilizar la pólvora, que ya era conocida en muchas otras minas del mundo.
Algunos indios llamados "carguiches" los extraían de la mina en pesados
costales que llevaban sobre sus hombros. Estas circunstancias hicieron evi-
dente a las autoridades coloniales la necesidad de introducir en Huancave-
lica máquinas y tecnología nuevas para aliviar las faenas e incrementar la
producción.
La altura también influenció el proceso de destilación del mercurio.
Al nivel del mar el mercurio hervía a 630 °K (357 °C), pero en Huanca-
velica, la reducción en la presión atmosférica significaba que el mercurio
se volatilizaba a aproximadamente 604 °K (331 °C). 7 Por lo tanto, la des-
tilación requería de menos calor en Huancavelica, debido a su altura sobre
el nivel del mar. Sin embargo, no era muy grande la diferencia entre la
temperatura en la cual el mercurio se vaporizaba a 4,000 metros y la tem-
peratura necesaria para producir el mismo fenómeno al nivel del mar. Los
mineros peruanos aprovechaban la situación: sus hornos de destilación
necesitaban de solamente 95 por ciento del calor que habría sido necesario
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

en Almadén.
A la larga fue importante para el gremio de mineros de Huancavelica
el poder ahorrar energía calórica porque la altura y la acción humana limi-
taron la disponibilidad de vegetación en la región. Cuando los españoles
empezaron a explotar Huancavelica en 1564, había en las cercanías de la
mina árboles y maderas en relativa abundancia. La mina requería de ma-
dera para los hornos de destilación de mercurio y para el entibiado de los
socavones y galerías. En pocos años, sin embargo la explotación minera
acabó con las fuentes locales de madera que podían servir tanto para la

6. En cuanto al rendimiento físico en este medio, el obrero tuvo que comportarse


"como un atleta", "Avance de la medicina en altura en la investigación de la vejez", El Comer-
cio, núm. 79168 (24 de julio de 1988), E 4.
7. Entrevista ron el Profesor Noel L. Owen, del Departamento de Química de Bri-
gham Young University, Pravo, Utah, EE.UU., 3 agosto 1993.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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62 Kendall W. Brown Recepción de la tecnología minera española 63

cos y puentes naturales que sostenían a la mina. A esto se sumaba la inca-


pacidad de los mineros para establecer las medidas exactas para determinar
las ubicaciones de los estribos, vetas, galerías y socavones. En síntesis, a
comienzos del siglo XVIII reinaba el desorden en Huancavelica.
Los niveles superiores de Santa Bárbara, llegaban a los 4,400 metros
sobre el nivel del mar, una altura que significaba grandes dificultades para
los mineros y obreros indígenas.6 A comienzos del siglo XVIII los trabaja-
dores de Huancavelica aún extraían los minerales de cinabrio a mano, sin
utilizar la pólvora, que ya era conocida en muchas otras minas del mundo.
Algunos indios llamados "carguiches" los extraían de la mina en pesados
costales que llevaban sobre sus hombros. Estas circunstancias hicieron evi-
dente a las autoridades coloniales la necesidad de introducir en Huancave-
lica máquinas y tecnología nuevas para aliviar las faenas e incrementar la
producción.
La altura también influenció el proceso de destilación del mercurio.
Al nivel del mar el mercurio hervía a 630 °K (357 °C), pero en Huanca-
velica, la reducción en la presión atmosférica significaba que el mercurio
se volatilizaba a aproximadamente 604 °K (331 °C). 7 Por lo tanto, la des-
tilación requería de menos calor en Huancavelica, debido a su altura sobre
el nivel del mar. Sin embargo, no era muy grande la diferencia entre la
temperatura en la cual el mercurio se vaporizaba a 4,000 metros y la tem-
peratura necesaria para producir el mismo fenómeno al nivel del mar. Los
mineros peruanos aprovechaban la situación: sus hornos de destilación
necesitaban de solamente 95 por ciento del calor que habría sido necesario

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en Almadén.
A la larga fue importante para el gremio de mineros de Huancavelica
el poder ahorrar energía calórica porque la altura y la acción humana limi-
taron la disponibilidad de vegetación en la región. Cuando los españoles
empezaron a explotar Huancavelica en 1564, había en las cercanías de la
mina árboles y maderas en relativa abundancia. La mina requería de ma-
dera para los hornos de destilación de mercurio y para el entibiado de los
socavones y galerías. En pocos años, sin embargo la explotación minera
acabó con las fuentes locales de madera que podían servir tanto para la

6. En cuanto al rendimiento físico en este medio, el obrero tuvo que comportarse


"como un atleta", "Avance de la medicina en altura en la investigación de la vejez", El Comer-
cio, núm. 79168 (24 de julio de 1988), E 4.
7. Entrevista ron el Profesor Noel L. Owen, del Departamento de Química de Bri-
gham Young University, Pravo, Utah, EE.UU., 3 agosto 1993.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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construcción como para los combustibles. A fines del siglo XVII la leña peruanos y los expertos europeos enviados por la corona a reformar la tec-
más cercana de Huancavelica estaba ubicada a una distancia de tres o cua- nología de Huancavelica, Los criollos resintieron la arrogancia de los eu-
tro leguas. Esta madera, llamada chamiza, era además, demasiado cara ropeos a quienes consideraban "gamonales", mientras que los europeos
como para poder usarla en los hornos de azogue. En consecuencia se la frecuentemente condenaron como primitivos los métodos utilizados por
utilizó para hacer cal. Para destilar mercurio el combustible utilizado fue los mineros peruanos.
el pasto conocido como "icho".8 El icho necesario para una jornada era la Sin lugar a dudas existió un intercambio tecnológico entre Europa y
carga que podía ser transportada en 75 a 80 llamas.9 Para conservar los Huancavelica antes de 1700, aunque es importante destacar que durante
ichales, fue necesario cortarlos en vez de arrancarlos. Tampoco se pudo los siglos XVI y XVII la corriente tecnológica generalmente iba de Améri-
permitir que los dueños de llamas y mulas usaran los ichales como pasto ca hacia España. La más importante innovación tecnológica creada en los
para su animales.10 La utilización de maderas en la mina dependía de vigas Andes fue el invento del horno busconil, semejante a los hornos utilizados
de una madera llamada "cazi". Una dificultad fue el hecho que los cazis para cocer ladrillos, creado cerca de 1629 por Lope de Saavedra Barba, un
tuvieran que venir desde Huanta, ubicado a una distancia de 50 kms de médico residente en Huancavelica. Saavedra Barba ideó la manera de esta-
Huancavelica.11 Los cazis llegaban cargados por indios que recorrían una blecer cañones fuera del horno, dentro de los cuales se condensaban los
topografía montañosa, con pocos caminos apropiados para carretas. Todo vapores de mercurio, duplicando de esta manera la productividad del hor-
ello encareció el precio de las maderas en la mina. no. Pocos años después, en 1646, Juan Alonso Bustamante, que había vis-
Al intentar introducir nuevos métodos de explotación de la mina y to los hornos de Saavedra en Huancavelica, los introdujo en Almadén
mejorar el nivel tecnológico del trabajo, la corona trató de trasladar a como su propia invención. Ello le dio tanta fama que el rey lo hizo noble
Huancavelica los métodos que habían dado buen resultado en el refloreci- y lo nombró superintendente de Almadén.12 En cambio, los peruanos no
miento de Almadén. Sin embargo, las tecnologías españolas no fueron consiguieron ventilar la mina de Huancavelica, y en 1607 la corona envió
siempre las más apropiadas para las particulares condiciones andinas. Si a Juan de Buendía, un práctico de Almadén, a los Andes para que reintro-
bien es cierto que la geografía de Almadén no era muy diferente de la de dujera la innovación de Barba. El dirigió las obras de Santa Bárbara du-
Huancavelica, el gremio minero de Huancavelica no estaba dispuesto a rante dos décadas.13
cambiar su tecnología y su práctica simplemente para cumplir con las exi- Los Barbones se esforzaron por modernizar Huancavelica al estilo eu-
gencias de la corona. Los mineros de Huancavelica tenían sus propios in- ropeo. Sus reformas se dividen en tres fases distintas. La década de 1730
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tereses, que no siempre se podían acomodar a la política reformista de Es- marcó el inicio de la primera fase que se caracterizó por la decisión de la
paña. Asimismo se produjeron conflictos socioculturales entre los mineros corona de investigar la posibilidad de implantar en Huancavelica los mé-
todos utilizados en Almadén. Esto habría incluido la abolición del gremio
de Huancavelica y la operación de la mina de Santa Bárbara por el gobier-
8. Véase, por ejemplo, "Información sobre los méritos y servisios de Rodrigo de Torres no real. También habría significado imponer orden dentro de la mina, ex-
Navarra", que acompaña Audiencia de Lima al Rey, 29 abril 1585, AGI, IG 207 (fue To- cavando galerías horizontales sistemáticas en niveles diferentes para garan-
rres Navarra quien descubrió el uso del icho); y Leonor López M., Juvenal Luque L. y Raul
Alcala S., Arbitrios técnicos de la minería colonial (Perú: 1700-1820) (Lima: Centro de Investi-
tizar una explotación más segura y metódica de sus riquezas. La segunda
gaciones Históricas en Economía y Sociedad, 1986), pp. 66-70. El icho era un pajón o hie- fase coincidió con el nombramiento de Antonio de Ulloa (1758-1764)
ba semejante al esparto de España.
9. Mariano Eduardo de Rivero, Memoria sobre el rico mineral de azogue de Huancavelica
(Lima: Imp. de J. Masías, 1848), p. 26. 12. Guillermo Lohmann Villena, Las minas de Huancavelica en los siglos XVI y XVII (Se-
10. Asiento, que ha celebrado el Excmo. Señor Melchor de Navarra Rocafull, Duque de la villa: Escuela de Estudios Hispanoamericanos, 1949), pp. 295-301; Merwyn F. Lang, El mo-
Palata, con el Gremio de mineros administradores de la Real Mina de la Villa Rica de Oropesa de nopolio estatal del mercurio en el México colonial (1550-1710) (México: Fondo de Cultura Eco-
Guanacavelica en quinze de junio de 1683 (Lima, 1683), par. 42, AGI, Lima 469. nómica, 1977), pp. 93-94; Antonio Matilla Tucán, Historia de las minas de Almadén, vol. 2:
11. Juan Luis López, "Descripción de la provincia de Angaraes", BUS-R 330/135; y Desde 1646 a 1799 (Madrid: Consejo de Administración de las Minas de Almadén, 1987),
Sola y Fuente a la rnarquís de la Ensenada, 5 julio 1752, en Expediente sobre la mina de pp. 19-20.
Huancavelica, AGI, Lima 1326. 13. Lohmann Villena, Minas, pp. 194,231-232.
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construcción como para los combustibles. A fines del siglo XVII la leña peruanos y los expertos europeos enviados por la corona a reformar la tec-
más cercana de Huancavelica estaba ubicada a una distancia de tres o cua- nología de Huancavelica, Los criollos resintieron la arrogancia de los eu-
tro leguas. Esta madera, llamada chamiza, era además, demasiado cara ropeos a quienes consideraban "gamonales", mientras que los europeos
como para poder usarla en los hornos de azogue. En consecuencia se la frecuentemente condenaron como primitivos los métodos utilizados por
utilizó para hacer cal. Para destilar mercurio el combustible utilizado fue los mineros peruanos.
el pasto conocido como "icho".8 El icho necesario para una jornada era la Sin lugar a dudas existió un intercambio tecnológico entre Europa y
carga que podía ser transportada en 75 a 80 llamas.9 Para conservar los Huancavelica antes de 1700, aunque es importante destacar que durante
ichales, fue necesario cortarlos en vez de arrancarlos. Tampoco se pudo los siglos XVI y XVII la corriente tecnológica generalmente iba de Améri-
permitir que los dueños de llamas y mulas usaran los ichales como pasto ca hacia España. La más importante innovación tecnológica creada en los
para su animales.10 La utilización de maderas en la mina dependía de vigas Andes fue el invento del horno busconil, semejante a los hornos utilizados
de una madera llamada "cazi". Una dificultad fue el hecho que los cazis para cocer ladrillos, creado cerca de 1629 por Lope de Saavedra Barba, un
tuvieran que venir desde Huanta, ubicado a una distancia de 50 kms de médico residente en Huancavelica. Saavedra Barba ideó la manera de esta-
Huancavelica.11 Los cazis llegaban cargados por indios que recorrían una blecer cañones fuera del horno, dentro de los cuales se condensaban los
topografía montañosa, con pocos caminos apropiados para carretas. Todo vapores de mercurio, duplicando de esta manera la productividad del hor-
ello encareció el precio de las maderas en la mina. no. Pocos años después, en 1646, Juan Alonso Bustamante, que había vis-
Al intentar introducir nuevos métodos de explotación de la mina y to los hornos de Saavedra en Huancavelica, los introdujo en Almadén
mejorar el nivel tecnológico del trabajo, la corona trató de trasladar a como su propia invención. Ello le dio tanta fama que el rey lo hizo noble
Huancavelica los métodos que habían dado buen resultado en el refloreci- y lo nombró superintendente de Almadén.12 En cambio, los peruanos no
miento de Almadén. Sin embargo, las tecnologías españolas no fueron consiguieron ventilar la mina de Huancavelica, y en 1607 la corona envió
siempre las más apropiadas para las particulares condiciones andinas. Si a Juan de Buendía, un práctico de Almadén, a los Andes para que reintro-
bien es cierto que la geografía de Almadén no era muy diferente de la de dujera la innovación de Barba. El dirigió las obras de Santa Bárbara du-
Huancavelica, el gremio minero de Huancavelica no estaba dispuesto a rante dos décadas.13
cambiar su tecnología y su práctica simplemente para cumplir con las exi- Los Barbones se esforzaron por modernizar Huancavelica al estilo eu-
gencias de la corona. Los mineros de Huancavelica tenían sus propios in- ropeo. Sus reformas se dividen en tres fases distintas. La década de 1730

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


tereses, que no siempre se podían acomodar a la política reformista de Es- marcó el inicio de la primera fase que se caracterizó por la decisión de la
paña. Asimismo se produjeron conflictos socioculturales entre los mineros corona de investigar la posibilidad de implantar en Huancavelica los mé-
todos utilizados en Almadén. Esto habría incluido la abolición del gremio
de Huancavelica y la operación de la mina de Santa Bárbara por el gobier-
8. Véase, por ejemplo, "Información sobre los méritos y servisios de Rodrigo de Torres no real. También habría significado imponer orden dentro de la mina, ex-
Navarra", que acompaña Audiencia de Lima al Rey, 29 abril 1585, AGI, IG 207 (fue To- cavando galerías horizontales sistemáticas en niveles diferentes para garan-
rres Navarra quien descubrió el uso del icho); y Leonor López M., Juvenal Luque L. y Raul
Alcala S., Arbitrios técnicos de la minería colonial (Perú: 1700-1820) (Lima: Centro de Investi-
tizar una explotación más segura y metódica de sus riquezas. La segunda
gaciones Históricas en Economía y Sociedad, 1986), pp. 66-70. El icho era un pajón o hie- fase coincidió con el nombramiento de Antonio de Ulloa (1758-1764)
ba semejante al esparto de España.
9. Mariano Eduardo de Rivero, Memoria sobre el rico mineral de azogue de Huancavelica
(Lima: Imp. de J. Masías, 1848), p. 26. 12. Guillermo Lohmann Villena, Las minas de Huancavelica en los siglos XVI y XVII (Se-
10. Asiento, que ha celebrado el Excmo. Señor Melchor de Navarra Rocafull, Duque de la villa: Escuela de Estudios Hispanoamericanos, 1949), pp. 295-301; Merwyn F. Lang, El mo-
Palata, con el Gremio de mineros administradores de la Real Mina de la Villa Rica de Oropesa de nopolio estatal del mercurio en el México colonial (1550-1710) (México: Fondo de Cultura Eco-
Guanacavelica en quinze de junio de 1683 (Lima, 1683), par. 42, AGI, Lima 469. nómica, 1977), pp. 93-94; Antonio Matilla Tucán, Historia de las minas de Almadén, vol. 2:
11. Juan Luis López, "Descripción de la provincia de Angaraes", BUS-R 330/135; y Desde 1646 a 1799 (Madrid: Consejo de Administración de las Minas de Almadén, 1987),
Sola y Fuente a la rnarquís de la Ensenada, 5 julio 1752, en Expediente sobre la mina de pp. 19-20.
Huancavelica, AGI, Lima 1326. 13. Lohmann Villena, Minas, pp. 194,231-232.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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como gobernador de Huancavelica. Famoso por su inteligencia en mate- El rey aprobó el proyecto de Cornejo. Jerónimo de Sola y Fuente, un
rias de metalurgia y mineralogía, Ulloa parecía ser un oficial ideal para oidor de la Audiencia de Grados de Sevilla, fue nombrado como el nuevo
transformar Huancavelica y resolver sus problemas. La tercera fase empe- gobernador de Huancavelica.15 Antes de salir para el Perú, Sola fue a Al-
zó en 1781, cuando el gremio de mineros había sido abolido y el gobierno madén, donde Cornejo le instruyó brevemente en el arte de la minería de
empezó a administrar Huancavelica enviando a la mina ingenieros y azogue. Cornejo también seleccionó a cinco empleados de Almadén para
expertos europeos para introducir las tecnologías más recientes. acompañar a Sola al Perú: los capatazes Alfonso Arenas y Miguel de
Moya, el maestro de fundiciones Francisco Gutiérrez, y los ayudantes de
fábricas y minas Joseph López y Juan Mayoral.16 El equipo llegó a Huan-
LA MISIÓN DE JERÓNIMO DE SOLA cavelica el 6 de junio de 1737.17
Una vez en los Andes, Sola descubrió que era más fácil hablar de re-
La primera fase de la reforma tecnológica de Huancavelica recibió formas en España que implantarlas en el Perú. Sin embargo, Sola prosi-
gran parte de su impulso de Joseph Cornejo e Ibarra, a quien Felipe V ha- guió con su cometido con tacto y cautela, evitando conflictos con el gre-
bía nombrado superintendente de Almadén en 1729 y que pocos años mio y mostrándose dispuesto a aprender de los mineros. Empezó por de-
después fuera ascendido al cargo de Superintendente General de Azo- terminar el valor del proyecto de Barreneche, según el cual la corona
gues.14 Cornejo trazó las iniciativas dirigidas a reafirmar el control de la asumiría el manejo de la mina. Casi desde el comienzo de su actividad
corona sobre Huancavelica. En un oficio del 27 de agosto de 1734, Cor- Sola percibió dificultades. El gremio de los mineros se encargó de desacre-
nejo recomendó que la corona escogiera de gobernador de Huancavelica a ditar a los dos hombres que habían hecho la propuesta, Barreneche y el
un español conocido por su desinterés y versado en las operaciones de Al- ingeniero Alonso Gutiérrez. Por ejemplo, el gremio informó a Sola que el
madén. El hombre designado debería recibir un salario atractivo para evitar "ingeniero" había sido tan incompetente que el antiguo gobernador, el
la tentación del soborno. Asimismo, la corona debería prometerle que marqués de Casa Concha, lo había exilado de Huancavelica por desviar un
después de completar satisfactoriamente su trabajo como gobernador du- socavón. Cornejo nunca pudo conocer la versión de Gutiérrez porque éste
rante un plazo de cinco o seis años, volvería a España para servir en la había partido a Lima, donde había muerto. El gremio contó a Sola que
Cancillería o en el Consejo de Estado. Finalmente, Cornejo aconsejó que Barreneche, el otro autor del plan, nunca había visitado Huancavelica. 18
para ayudarlo en el mejoramiento tecnológico de Huancavelica, el gober- Las acusaciones contra la credibilidad de Barreneche y Gutiérrez sirvieron
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

nador debería llevar consigo al Perú tres o cuatro de los mejores oficiales a los intereses del gremio, que se oponía a que Huancavelica pase a ser ad-
de Almadén, que habrían de permanecer en Huancavelica hasta que vol- ministrada por la corona. A medida que Sola y su equipo conocieron la
viera el gobernador a España. mina, entendieron con mayor claridad los diversos obstáculos que se pre-
Cornejo estaba convencido que el trabajo conjunto de estos oficiales sentaban a la reforma tecnológica y al manejo de la mina por parte de la
podría realizar el progreso económico y tecnológico que se requería en
Huancavelica. Cornejo sugirió que estos oficiales empezaran por determi-
nar si era posible usar la pólvora en Santa Bárbara para la excavación y la 15. Los expedientes sobre el nombramiento de Sola se contienen en AGI, Lima 775.
extracción de los metales. Cornejo también les recomendó que estudiaran En particular, véase Comisión real a Dn Geronimo de Sola, 22 enero 1735; y Facultad a Dn
Geronimo de Sola, para que hallandolo por Combeniente, se administre la Mina de Guanca-
los méritos y aplicabilidad de una propuesta hecha en 1720 por Juan Bau- velica, por quenta de la Rl Hacienda, 22 enero 1735. Sobre trabajos anteriores de Sola, véase
tista Barreneche, que consistía en la disolución del gremio de mineros de Superintendencia General de Azogues a Patiño, 7 de febrero de 1736, AGI, IG 1787; y Pati-
Huancavelica y la asunción del mando de la mina por parte de la corona. ño a Sola y Fuente, 18 de setiembre de 1734, AGI, IG 1787.
16. Real cédula a Sola, 22 enero 1735, AGI, Lima 1324.
17. Sola a Cornejo, 14 junio 1737, AGI, IG 1776.
18. Comisión real a Dn Geronimo de Sola, 22 enero 1735, en Expediente sobre el
nombramiento de Jerónimo de Sola como gobernador y superintendente de Huancavelica y
14. Véase el sumario de los decretos reales del 28 de setiembre de 1729 y del 16 de se- de sus minas de azogue, 1734-1735, AGI, Lima 775; y Sola al rey, 27 octubre 1736, AGI,
tiembre de 1734, en AGI. IG 1779.
Lima 1326.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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66 Kendall W. Brown Recepción de la tecnología minera española 67

como gobernador de Huancavelica. Famoso por su inteligencia en mate- El rey aprobó el proyecto de Cornejo. Jerónimo de Sola y Fuente, un
rias de metalurgia y mineralogía, Ulloa parecía ser un oficial ideal para oidor de la Audiencia de Grados de Sevilla, fue nombrado como el nuevo
transformar Huancavelica y resolver sus problemas. La tercera fase empe- gobernador de Huancavelica.15 Antes de salir para el Perú, Sola fue a Al-
zó en 1781, cuando el gremio de mineros había sido abolido y el gobierno madén, donde Cornejo le instruyó brevemente en el arte de la minería de
empezó a administrar Huancavelica enviando a la mina ingenieros y azogue. Cornejo también seleccionó a cinco empleados de Almadén para
expertos europeos para introducir las tecnologías más recientes. acompañar a Sola al Perú: los capatazes Alfonso Arenas y Miguel de
Moya, el maestro de fundiciones Francisco Gutiérrez, y los ayudantes de
fábricas y minas Joseph López y Juan Mayoral.16 El equipo llegó a Huan-
LA MISIÓN DE JERÓNIMO DE SOLA cavelica el 6 de junio de 1737.17
Una vez en los Andes, Sola descubrió que era más fácil hablar de re-
La primera fase de la reforma tecnológica de Huancavelica recibió formas en España que implantarlas en el Perú. Sin embargo, Sola prosi-
gran parte de su impulso de Joseph Cornejo e Ibarra, a quien Felipe V ha- guió con su cometido con tacto y cautela, evitando conflictos con el gre-
bía nombrado superintendente de Almadén en 1729 y que pocos años mio y mostrándose dispuesto a aprender de los mineros. Empezó por de-
después fuera ascendido al cargo de Superintendente General de Azo- terminar el valor del proyecto de Barreneche, según el cual la corona
gues.14 Cornejo trazó las iniciativas dirigidas a reafirmar el control de la asumiría el manejo de la mina. Casi desde el comienzo de su actividad
corona sobre Huancavelica. En un oficio del 27 de agosto de 1734, Cor- Sola percibió dificultades. El gremio de los mineros se encargó de desacre-
nejo recomendó que la corona escogiera de gobernador de Huancavelica a ditar a los dos hombres que habían hecho la propuesta, Barreneche y el
un español conocido por su desinterés y versado en las operaciones de Al- ingeniero Alonso Gutiérrez. Por ejemplo, el gremio informó a Sola que el
madén. El hombre designado debería recibir un salario atractivo para evitar "ingeniero" había sido tan incompetente que el antiguo gobernador, el
la tentación del soborno. Asimismo, la corona debería prometerle que marqués de Casa Concha, lo había exilado de Huancavelica por desviar un
después de completar satisfactoriamente su trabajo como gobernador du- socavón. Cornejo nunca pudo conocer la versión de Gutiérrez porque éste
rante un plazo de cinco o seis años, volvería a España para servir en la había partido a Lima, donde había muerto. El gremio contó a Sola que
Cancillería o en el Consejo de Estado. Finalmente, Cornejo aconsejó que Barreneche, el otro autor del plan, nunca había visitado Huancavelica. 18
para ayudarlo en el mejoramiento tecnológico de Huancavelica, el gober- Las acusaciones contra la credibilidad de Barreneche y Gutiérrez sirvieron

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nador debería llevar consigo al Perú tres o cuatro de los mejores oficiales a los intereses del gremio, que se oponía a que Huancavelica pase a ser ad-
de Almadén, que habrían de permanecer en Huancavelica hasta que vol- ministrada por la corona. A medida que Sola y su equipo conocieron la
viera el gobernador a España. mina, entendieron con mayor claridad los diversos obstáculos que se pre-
Cornejo estaba convencido que el trabajo conjunto de estos oficiales sentaban a la reforma tecnológica y al manejo de la mina por parte de la
podría realizar el progreso económico y tecnológico que se requería en
Huancavelica. Cornejo sugirió que estos oficiales empezaran por determi-
nar si era posible usar la pólvora en Santa Bárbara para la excavación y la 15. Los expedientes sobre el nombramiento de Sola se contienen en AGI, Lima 775.
extracción de los metales. Cornejo también les recomendó que estudiaran En particular, véase Comisión real a Dn Geronimo de Sola, 22 enero 1735; y Facultad a Dn
Geronimo de Sola, para que hallandolo por Combeniente, se administre la Mina de Guanca-
los méritos y aplicabilidad de una propuesta hecha en 1720 por Juan Bau- velica, por quenta de la Rl Hacienda, 22 enero 1735. Sobre trabajos anteriores de Sola, véase
tista Barreneche, que consistía en la disolución del gremio de mineros de Superintendencia General de Azogues a Patiño, 7 de febrero de 1736, AGI, IG 1787; y Pati-
Huancavelica y la asunción del mando de la mina por parte de la corona. ño a Sola y Fuente, 18 de setiembre de 1734, AGI, IG 1787.
16. Real cédula a Sola, 22 enero 1735, AGI, Lima 1324.
17. Sola a Cornejo, 14 junio 1737, AGI, IG 1776.
18. Comisión real a Dn Geronimo de Sola, 22 enero 1735, en Expediente sobre el
nombramiento de Jerónimo de Sola como gobernador y superintendente de Huancavelica y
14. Véase el sumario de los decretos reales del 28 de setiembre de 1729 y del 16 de se- de sus minas de azogue, 1734-1735, AGI, Lima 775; y Sola al rey, 27 octubre 1736, AGI,
tiembre de 1734, en AGI. IG 1779.
Lima 1326.
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corona, muchos de los cuales eran creados o mantenidos por el gremio de vez en Santa Bárbara, pero hay algunas indicaciones que sugieren que el
mineros. Los ayudantes de Sola con vasta experiencia en Almadén le in- gremio la utilizó en 1635 para completar el socavón de Belén. 22 Si esto es
formaron que en la mina de Huancavelica era: cierto, la medida fue una acción desesperada. Comenzado en 1609, el so-
cavón todavía no se había conectado en la mina, que se tornaba cada vez
muy distinto el modo de lavorearla, que el que se practica en la del Alma- más peligrosa debido a la ventilación inadecuada. La falta de azogue pre-
dén, y dificultisimo, de grandes costos, e Ynconvenientes, hazer que los In- sentaba una amenaza a la economía peruana y ésto podía haber impulsado
dios se acomoden al modo de travajo de España, así por la poca perseverancia a los mineros a recurrir a la pólvora. En todo caso, ellos terminaron el so-
que en el tienen, huyendose al mejor tiempo y con lo que se les ha anticipado, cavón en el año de 1642,23 y después de ese año no la volvieron a utilizar.
como por la gran escasez que allí hay de materiales, siendo costosisimos los Desde entonces, hasta la llegada de Sola, se prohibieron los barrenos (los
pocos que se encuentran; por cuyas razones no consideran utilidad alguna agujeros donde se colocaba la pólvora) dentro de la mina por miedo a que
19
en que se administre de quenta de la Real Hacienda. pudieran causar un derrumbe. De vez en cuando los mineros y sus opera-
rios estallaron barrenos subrepticios, pero éstos fueron considerados ilega-
Los españoles especialmente se quejaron de la actitud de los trabaja- les.24 La falta de conocimiento sobre los barrenos no presentaba un pro-
dores de Huancavelica. Mientras que los trabajadores de Almadén venían blema en sí mismo, sino que provocaba que los mineros temiesen que
de la villa y los pueblos cercanos, en Huancavelica los indios iban y ve- cualquier sacudimiento o temblor pudiera causar daños serios dentro de la
nían, y pocos permanecían por largo tiempo. Los oficiales de Almadén re- mina. Con sus yacimientos y galerías irregulares, la estructura inestable y
lataron que habían empezado a excavar dos galerías nuevas para mejorar el precaria de Santa Bárbara constituía un peligro tan grande que el gremio
acceso a las vetas y al mismo tiempo para enseñar nuevas técnicas a los no permitía el estallido de grandes fuegos artificiales en las celebraciones
obreros. Sin embargo, apenas aprendieron estas técnicas los indios desapa- de la villa, a una distancia no menor de una legua.25
recieron, huyendo para evitar la mita o retirándose porque su mita había Los ayudantes de Sola inmediatamente reconocieron los peligros
terminado, o porque eran trabajadores libres sin obligación de quedarse inherentes en mejorar el trabajo de la mina y en realizar los objetivos de su
en la minar.20 Intentando retener a sus trabajadores, los oficiales les paga- misión. Empezaron por renovar las calles y labores para aumentar la venti-
ban con anticipación, lo que no evitaba que algunos huyeran de todas ma- lación utilizando todo el tiempo picos en lugar de barrenos. Después que
neras. En parte por estas razones el trabajo en Huancavelica se realizaba el trabajo continuara lentamente por algún tiempo, Sola informó:
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con mucha mayor lentitud que en Almadén, a pesar de que los operarios
recibían jornales más altos en el Perú. De hecho, los oficiales comentaron
que en general los indios parecían poco motivados por el dinero.21
El logro principal de Sola en Huancavelica y la innovación tecnológi- 22. Eugenio Maffei y Ramón Rua Figueroa, Apuntes para una biblioteca española de li-
ca importante y duradera que introdujo fue el uso de la pólvora. No está bros, folletos y artículos, impresos y manuscritos relativo: al conocimiento y explotación de las riquezas
minerales y d las ciencias auxiliares [1871], 2 vols., La minería hispana e iberoamericana; contri-
claramente establecida la fecha cuando se utilizó la pólvora por primera bución a su investigación histórica, 7 vols. (León: VI Congreso Internacional de Minería,
1970), vol. 2, p. 485. Lohmann Villena, Minas, no hace referencia al uso de pólvora. Según
Bakewell se usó la pólvora por primera vez en 1627 en la minería europea, y en 1674 en la
19. Sola al rey, 27 octubre: 1736, AGI, Lima 1326. minería americana. Peter Bakewell, Silver and Entrepreneurship in Seventeenth-Century Potosí:
20. Esto levanta dudas sobre: la reputación de Huancavelica romo un infierno para los The Life and Times of Antonio López de Quiroga (Albuquerque: Univ. of New Mexico Press,
trabajadores. Cornejo repitió la vieja historia que madres indígenas quebraban los brazos de 1988), pp. 75-76, 205.
sus hijos para incapacitarles para el trabajo en la mina. (Cornejo a Patiño, 27 agosto 1734, 23. Lohmann Villena, Minas, pp. 304-313.
en Expediente sobre: el nombramiento de Jerónimo de Sola como Gobernador de Huancave- 24. El gremio también acusó a los cateadores de poner la mina en peligro con sus deto-
lica y de los operarios que le van a acompañar, desde Almadén a Huancavelica, 1734-1735, naciones. Palata al rey, 20 setiembre 1683, AGI, Lima 83; y Relación de Juan Luis López,
AGI, Lima 1775.) Sin embargo durante el siglo dieciocho, los trabajadores de Huancavelica, gobernador de Huancavelica, en BNM, MS 2784, f. 362.
parecían gozar de una mayor libertad de movimiento que sus contrapartes en Almadén. 25. Instrucción de Escobedo al intendente de Huancavelica, cap. 9,4 octubre 1784,
21. Sola al rey, 30 diciembre: 1737, AGI, Lima 1326. con Márquez de la Plata a Gálvez, 20 abril 1785, AGI, Lima 1329.

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corona, muchos de los cuales eran creados o mantenidos por el gremio de vez en Santa Bárbara, pero hay algunas indicaciones que sugieren que el
mineros. Los ayudantes de Sola con vasta experiencia en Almadén le in- gremio la utilizó en 1635 para completar el socavón de Belén. 22 Si esto es
formaron que en la mina de Huancavelica era: cierto, la medida fue una acción desesperada. Comenzado en 1609, el so-
cavón todavía no se había conectado en la mina, que se tornaba cada vez
muy distinto el modo de lavorearla, que el que se practica en la del Alma- más peligrosa debido a la ventilación inadecuada. La falta de azogue pre-
dén, y dificultisimo, de grandes costos, e Ynconvenientes, hazer que los In- sentaba una amenaza a la economía peruana y ésto podía haber impulsado
dios se acomoden al modo de travajo de España, así por la poca perseverancia a los mineros a recurrir a la pólvora. En todo caso, ellos terminaron el so-
que en el tienen, huyendose al mejor tiempo y con lo que se les ha anticipado, cavón en el año de 1642,23 y después de ese año no la volvieron a utilizar.
como por la gran escasez que allí hay de materiales, siendo costosisimos los Desde entonces, hasta la llegada de Sola, se prohibieron los barrenos (los
pocos que se encuentran; por cuyas razones no consideran utilidad alguna agujeros donde se colocaba la pólvora) dentro de la mina por miedo a que
19
en que se administre de quenta de la Real Hacienda. pudieran causar un derrumbe. De vez en cuando los mineros y sus opera-
rios estallaron barrenos subrepticios, pero éstos fueron considerados ilega-
Los españoles especialmente se quejaron de la actitud de los trabaja- les.24 La falta de conocimiento sobre los barrenos no presentaba un pro-
dores de Huancavelica. Mientras que los trabajadores de Almadén venían blema en sí mismo, sino que provocaba que los mineros temiesen que
de la villa y los pueblos cercanos, en Huancavelica los indios iban y ve- cualquier sacudimiento o temblor pudiera causar daños serios dentro de la
nían, y pocos permanecían por largo tiempo. Los oficiales de Almadén re- mina. Con sus yacimientos y galerías irregulares, la estructura inestable y
lataron que habían empezado a excavar dos galerías nuevas para mejorar el precaria de Santa Bárbara constituía un peligro tan grande que el gremio
acceso a las vetas y al mismo tiempo para enseñar nuevas técnicas a los no permitía el estallido de grandes fuegos artificiales en las celebraciones
obreros. Sin embargo, apenas aprendieron estas técnicas los indios desapa- de la villa, a una distancia no menor de una legua.25
recieron, huyendo para evitar la mita o retirándose porque su mita había Los ayudantes de Sola inmediatamente reconocieron los peligros
terminado, o porque eran trabajadores libres sin obligación de quedarse inherentes en mejorar el trabajo de la mina y en realizar los objetivos de su
en la minar.20 Intentando retener a sus trabajadores, los oficiales les paga- misión. Empezaron por renovar las calles y labores para aumentar la venti-
ban con anticipación, lo que no evitaba que algunos huyeran de todas ma- lación utilizando todo el tiempo picos en lugar de barrenos. Después que
neras. En parte por estas razones el trabajo en Huancavelica se realizaba el trabajo continuara lentamente por algún tiempo, Sola informó:

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con mucha mayor lentitud que en Almadén, a pesar de que los operarios
recibían jornales más altos en el Perú. De hecho, los oficiales comentaron
que en general los indios parecían poco motivados por el dinero.21
El logro principal de Sola en Huancavelica y la innovación tecnológi- 22. Eugenio Maffei y Ramón Rua Figueroa, Apuntes para una biblioteca española de li-
ca importante y duradera que introdujo fue el uso de la pólvora. No está bros, folletos y artículos, impresos y manuscritos relativo: al conocimiento y explotación de las riquezas
minerales y d las ciencias auxiliares [1871], 2 vols., La minería hispana e iberoamericana; contri-
claramente establecida la fecha cuando se utilizó la pólvora por primera bución a su investigación histórica, 7 vols. (León: VI Congreso Internacional de Minería,
1970), vol. 2, p. 485. Lohmann Villena, Minas, no hace referencia al uso de pólvora. Según
Bakewell se usó la pólvora por primera vez en 1627 en la minería europea, y en 1674 en la
19. Sola al rey, 27 octubre: 1736, AGI, Lima 1326. minería americana. Peter Bakewell, Silver and Entrepreneurship in Seventeenth-Century Potosí:
20. Esto levanta dudas sobre: la reputación de Huancavelica romo un infierno para los The Life and Times of Antonio López de Quiroga (Albuquerque: Univ. of New Mexico Press,
trabajadores. Cornejo repitió la vieja historia que madres indígenas quebraban los brazos de 1988), pp. 75-76, 205.
sus hijos para incapacitarles para el trabajo en la mina. (Cornejo a Patiño, 27 agosto 1734, 23. Lohmann Villena, Minas, pp. 304-313.
en Expediente sobre: el nombramiento de Jerónimo de Sola como Gobernador de Huancave- 24. El gremio también acusó a los cateadores de poner la mina en peligro con sus deto-
lica y de los operarios que le van a acompañar, desde Almadén a Huancavelica, 1734-1735, naciones. Palata al rey, 20 setiembre 1683, AGI, Lima 83; y Relación de Juan Luis López,
AGI, Lima 1775.) Sin embargo durante el siglo dieciocho, los trabajadores de Huancavelica, gobernador de Huancavelica, en BNM, MS 2784, f. 362.
parecían gozar de una mayor libertad de movimiento que sus contrapartes en Almadén. 25. Instrucción de Escobedo al intendente de Huancavelica, cap. 9,4 octubre 1784,
21. Sola al rey, 30 diciembre: 1737, AGI, Lima 1326. con Márquez de la Plata a Gálvez, 20 abril 1785, AGI, Lima 1329.

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hasta que llegó a mi noticia, que ó bien incitado el deseo de adelantarse los cuenta la geología de la región.30 Los criaderos de cinabrio de Huancaveli-
Mineros con las conversaciones, que ordinariamente les oían, de trabajarse ca se presentaban en tres formaciones geológicas: entre los granos de are-
en su Tierra con Barrenos: y que assi era la saca mucho mas copiosa; ó bien na en arenisca; dentro de las fracturas en la piedra caliza; y dentro de las
por algun dissimulo, que en esto practicassen, los dichos Oficiales del Alma- fracturas en las piedras ígneas.31 Con sus cuadrillas de operarios indígenas,
26
den, empezaron á dispararse ocultamente los tiros.
las primeras generaciones de mineros consiguieron explotar los minerales
de arenisca con combas, picos y barretas pero gradualmente agotaron
Sola promulgó bandos inmediatamente tratando de prohibir tal for-
aquellos metales. Asimismo, según lo más profundo que se iba en la mina,
ma de trabajo;27 Sin embargo, los mineros creían firmemente en la utili-
lo más frecuente era encontrar las piedras calizas e ígneas, que eran dema-
dad de los barrenos y hasta entonces ningún desastre había ocurrido. Des-
siado duras para ser destruidas con los instrumentos disponibles. Las com-
de entonces, ningún castigo fue eficaz para disuadirlos de usar la pólvora y
plejas fallas naturales de la región aumentaron las dificultades. En 1645,
finalmente Sola se dejó convencer por sus propios ayudantes y por Do-
mientras trabajaban la arenisca en la hondura de la mina, el gremio perdió
mingo de León, un minero de gran experiencia, que el gremio podía em-
la veta principal, probablemente porque fue cortada por una falla de pie-
plear los barrenos sin destruir la mina. Tratando de reglamentar su uso,
dra de cal. Sin embargo, los mineros consiguieron vencer el padrasto (la
primero se restringieron el uso de barrenos en una labor muy segura, la
veta estéril que cruzaba a otra) en 1671 y explotaron brevemente la veta
Lámina, y cuando los barrenos no causaron daños allí, Sola los autorizó
otra vez en la labor de Hoyo Negro para después perderla nuevamente. 32
en otras partes.28 Mientras tanto, su equipo había construido estribos de
La utilización de barrenos durante el gobierno de Sola permitió que
mampostería para apuntalar las secciones más frágiles de la mina y asegu-
el gremio trabajara los minerales en piedra caliza e ígnea, ampliara los so-
rarlas contra los peligros que podían crear los barrenos. 29
cavones y lumbreras, y explotara la mina más sistemáticamente, aunque su
Debido a que Cornejo había ordenado a Sola y a los oficiales de Al-
estructura pre-existente fue siempre un impedimento para trabajar Huan-
madén que usaran los barrenos en Huancavelica en la medida de lo posi-
cavelica al estilo de Almadén. En las minas españolas los oficiales intenta-
ble, los informes de Sola son difíciles de interpretar. Quizás sus informes
ron excavar con un sistema regular de socavones horizontales y tiros per-
son cándidos. Pero también podía haber autorizado a sus ayudantes a que
pendiculares, sin hacer caso de la inclinación de las vetas.33 El descubri-
experimentaran extralegalmente con los barrenos para determinar su ver-
miento de nuevas minas en Almadén a finales del siglo XVII permitió que
dadero efecto en la mina. Si éste era el caso y algo desastroso hubiera
se aplicara este método en yacimientos minerales vírgenes. Los obreros no
acontecido, Sola podría haber culpado a los demás. Una vez que se con-
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tenían que preocuparse por galerías y vetas antiguas.


venció de que los barrenos constituían un peligro menor y que podían au-
Mientras tanto, en Huancavelica los socavones y calles solían seguir la
mentar significativamente la producción, Sola llegó a apoyar el cambio en
inclinación de las vetas, y tomando en cuenta que los mineros del gremio
tecnología.
tenían poca coordinación en sus trabajos y que se limitaban a dirigir a los
Los barrenos fueron "el alma de la Mina", especialmente tomando en

30. Manuel de Saldaña y Pineda, Puntual descripción, juycioso cálculo, y chronológica de-
marcación de la Real Mina de Huancavelica (lima, 1748), 17.
26. Gerónimo de Sola y Fuente, Relación e informe, que haze el Doc. D. Geronymo de Sola y 31. Roben G. Yates, Dean F. Kent y Jaime Fernandez Concha, Geology of the Huanca-
Fuente, del C. de S. M. en el Real, y Supremo de las Indias, Governador, que acabe de ser de la velica Quicksilver District Peru, Geological Survey Bulletin 975-A (Washington, 1951), p. l.
Villa, y Mina de Guancavelica (Lima, 1748), 14. 32. "Los autos seguidos sobre el nuebo prollecto que el Gl Dn Gaspar de la Serda y
27. Ibid.; y Bando expedido por el Gobernador de Huancavelica para que ningún mine- Leiba, Govr de Huancavelica ha formada para que arreglado a el se trabaje aquella mina en
ro dé barrenos en la boca de la mina para labor particular, so pena de confinamiento en Val- forma de Compañía por el Ultre Gremio", fol. 12, AGNP, Minería 35; Palata al rey, 20 se-
divia, 13 abril 1739, BNP, C116. tiembre 1683, AGI, Lima 83; y Instrucción de Escobedo al intendente de Huancavelica, cap.
28. Sola, Relación, 14-16. 12,4 octubre 1784, con Márquez de la Plata a Gálvez, 20 abril 1785, AGI, Lima 1329.
29. Sola a Ensenada, fol. 4, 5 julio 1752, en "Expediente relativo a la mina de Huanca- 33. Matilla Tascón, Historia, vol. 2, p. 213. Según Matilla, Guillermo Bowles y los mi-
velica", 1752, AGI, Lima 1326. neros alemanes que llegaron a Almadén en la década de 1750, criticaron el método utilizado.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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hasta que llegó a mi noticia, que ó bien incitado el deseo de adelantarse los cuenta la geología de la región.30 Los criaderos de cinabrio de Huancaveli-
Mineros con las conversaciones, que ordinariamente les oían, de trabajarse ca se presentaban en tres formaciones geológicas: entre los granos de are-
en su Tierra con Barrenos: y que assi era la saca mucho mas copiosa; ó bien na en arenisca; dentro de las fracturas en la piedra caliza; y dentro de las
por algun dissimulo, que en esto practicassen, los dichos Oficiales del Alma- fracturas en las piedras ígneas.31 Con sus cuadrillas de operarios indígenas,
26
den, empezaron á dispararse ocultamente los tiros.
las primeras generaciones de mineros consiguieron explotar los minerales
de arenisca con combas, picos y barretas pero gradualmente agotaron
Sola promulgó bandos inmediatamente tratando de prohibir tal for-
aquellos metales. Asimismo, según lo más profundo que se iba en la mina,
ma de trabajo;27 Sin embargo, los mineros creían firmemente en la utili-
lo más frecuente era encontrar las piedras calizas e ígneas, que eran dema-
dad de los barrenos y hasta entonces ningún desastre había ocurrido. Des-
siado duras para ser destruidas con los instrumentos disponibles. Las com-
de entonces, ningún castigo fue eficaz para disuadirlos de usar la pólvora y
plejas fallas naturales de la región aumentaron las dificultades. En 1645,
finalmente Sola se dejó convencer por sus propios ayudantes y por Do-
mientras trabajaban la arenisca en la hondura de la mina, el gremio perdió
mingo de León, un minero de gran experiencia, que el gremio podía em-
la veta principal, probablemente porque fue cortada por una falla de pie-
plear los barrenos sin destruir la mina. Tratando de reglamentar su uso,
dra de cal. Sin embargo, los mineros consiguieron vencer el padrasto (la
primero se restringieron el uso de barrenos en una labor muy segura, la
veta estéril que cruzaba a otra) en 1671 y explotaron brevemente la veta
Lámina, y cuando los barrenos no causaron daños allí, Sola los autorizó
otra vez en la labor de Hoyo Negro para después perderla nuevamente. 32
en otras partes.28 Mientras tanto, su equipo había construido estribos de
La utilización de barrenos durante el gobierno de Sola permitió que
mampostería para apuntalar las secciones más frágiles de la mina y asegu-
el gremio trabajara los minerales en piedra caliza e ígnea, ampliara los so-
rarlas contra los peligros que podían crear los barrenos. 29
cavones y lumbreras, y explotara la mina más sistemáticamente, aunque su
Debido a que Cornejo había ordenado a Sola y a los oficiales de Al-
estructura pre-existente fue siempre un impedimento para trabajar Huan-
madén que usaran los barrenos en Huancavelica en la medida de lo posi-
cavelica al estilo de Almadén. En las minas españolas los oficiales intenta-
ble, los informes de Sola son difíciles de interpretar. Quizás sus informes
ron excavar con un sistema regular de socavones horizontales y tiros per-
son cándidos. Pero también podía haber autorizado a sus ayudantes a que
pendiculares, sin hacer caso de la inclinación de las vetas.33 El descubri-
experimentaran extralegalmente con los barrenos para determinar su ver-
miento de nuevas minas en Almadén a finales del siglo XVII permitió que
dadero efecto en la mina. Si éste era el caso y algo desastroso hubiera
se aplicara este método en yacimientos minerales vírgenes. Los obreros no
acontecido, Sola podría haber culpado a los demás. Una vez que se con-

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tenían que preocuparse por galerías y vetas antiguas.
venció de que los barrenos constituían un peligro menor y que podían au-
Mientras tanto, en Huancavelica los socavones y calles solían seguir la
mentar significativamente la producción, Sola llegó a apoyar el cambio en
inclinación de las vetas, y tomando en cuenta que los mineros del gremio
tecnología.
tenían poca coordinación en sus trabajos y que se limitaban a dirigir a los
Los barrenos fueron "el alma de la Mina", especialmente tomando en

30. Manuel de Saldaña y Pineda, Puntual descripción, juycioso cálculo, y chronológica de-
marcación de la Real Mina de Huancavelica (lima, 1748), 17.
26. Gerónimo de Sola y Fuente, Relación e informe, que haze el Doc. D. Geronymo de Sola y 31. Roben G. Yates, Dean F. Kent y Jaime Fernandez Concha, Geology of the Huanca-
Fuente, del C. de S. M. en el Real, y Supremo de las Indias, Governador, que acabe de ser de la velica Quicksilver District Peru, Geological Survey Bulletin 975-A (Washington, 1951), p. l.
Villa, y Mina de Guancavelica (Lima, 1748), 14. 32. "Los autos seguidos sobre el nuebo prollecto que el Gl Dn Gaspar de la Serda y
27. Ibid.; y Bando expedido por el Gobernador de Huancavelica para que ningún mine- Leiba, Govr de Huancavelica ha formada para que arreglado a el se trabaje aquella mina en
ro dé barrenos en la boca de la mina para labor particular, so pena de confinamiento en Val- forma de Compañía por el Ultre Gremio", fol. 12, AGNP, Minería 35; Palata al rey, 20 se-
divia, 13 abril 1739, BNP, C116. tiembre 1683, AGI, Lima 83; y Instrucción de Escobedo al intendente de Huancavelica, cap.
28. Sola, Relación, 14-16. 12,4 octubre 1784, con Márquez de la Plata a Gálvez, 20 abril 1785, AGI, Lima 1329.
29. Sola a Ensenada, fol. 4, 5 julio 1752, en "Expediente relativo a la mina de Huanca- 33. Matilla Tascón, Historia, vol. 2, p. 213. Según Matilla, Guillermo Bowles y los mi-
velica", 1752, AGI, Lima 1326. neros alemanes que llegaron a Almadén en la década de 1750, criticaron el método utilizado.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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72 Kendall W. Brown Recepción de la tecnología minera española 73

indios en la dirección que les parecía la más rica, la mina era cada vez más taban los minerales para convertir e! azogue en vapor y después condensar
irregular. Para proveer más seguridad para la mina, Sola finalmente orde- este vapor en los aludeles o tubos de barro exteriores. Los hornos tenían
nó que al trabajar en frontones nuevos, los mineros tuviesen primero que una capacidad de aproximadamente 270 arrobas de mineral. Los hornos
marcar el sitio de los estribos y puentes, y sólo después procedieran a ex- de Almadén, por su parte, eran mucho más grandes, llegando a cargar de
traer los metales.34 Esto, creyó él, eliminaba la necesidad de construir los 900 a 1100 arrobas, y estaban congregados en un solo sitio, denominado
costosos estribos artificiales para sostener la mina y en consecuencia hacía el Cerco.41 Establecer en Huancavelica los hornos al estilo de Almadén te-
el trabajo del gremio más provechoso.35 nía obvios atractivos para el gobierno: los hornos mayores parecían ser
El equipo de Sola innovó también cuando entibó con madera la Calle más eficaces; y la centralización de los hornos permitiría que el goberna-
Real, la vía principal de conexión entre el socavón de Belén y la puerta dor vigilara más estrechamente las actividades de los mineros, evitando así
de San Pedro, ubicada en la parte superior del Brocal.36 Este no fue un las pérdidas de mercurio y los abusos de los operarios indígenas.
proyecto de pequeñas dimensiones, dada la gran escasez de madera alrede- Poco después que Sola llegara a Huancavelica, el maestro de la fundi-
dor de Huancavelica. Medidas parecidas habían sido tomadas frecuente- ción, Francisco Gutiérrez, construyó un gran horno para hacer pruebas en
mente en Almadén, lo cual explica porque los oficiales de Sola hicieron lo el riguroso medio ambiente en que se encontraba la mina. 42 Sus experi-
mismo en el Perú.37 mentos no fueron satisfactorios y el gobernador finalmente pidió permiso
Las reformas de Sola parecieron haber resucitado la mina. En 1743 para enviar a Gutiérrez de regreso a Almadén, donde podía ser de mayor
Sola anunció el redescubrimiento de la veta principal en la labor de la Lá- utilidad al rey.43 En cuanto a los hornos, Cornejo y los otros ministros
mina.38 Con la "modestia" que le era típica, el gobernador escribió: "An- nunca pudieron comprender las dificultades impuestas por la altitud y la
tes el metal sacado la hazía discurrir en el lastimoso systema de considerar- falta de madera en Huancavelica. Aunque el icho servía en los hornos chi-
la exausta; y ahora quanto más se le desfruta, más metal se le manifies- cos de Huancavelica, evidentemente no era un combustible adecuado para
ta".39 Por su parte, el subdelegado de la Superintendencia, Manuel de el modelo de hornos grandes de Almadén.
Saldaña y Pineda, registró que "á lo que hé podido comprehender, en lo Los relatos de Sola no mencionan el asunto, pero la crítica del gremio
natural, pareze, será esta Mina perpetua; pues solamente con los metales, al horno de Gutiérrez no era desinteresada. Sabiendo del encargo de Sola
que al presente están de manifiesto, se considera, hay para muchos de investigar la posibilidad de abolir el gremio, los mineros decidieron ha-
años".40 cer esfuerzos por convencer al gobernador que los hornos de Almadén no
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Menor éxito hallaron las tentativas de Sola dirigidas a mejorar la fun- eran los adecuados para Huancavelica. En cuanto a la destilación de azo-
dición de los minerales. Cada minero de Huancavelica tenía sus propias gue, el método de Almadén exigía el establecimiento de grandes hornos
facilidades, o asiento, para destilar el mercurio. Estas facilidades básica- ubicados dentro de un cerco donde pudiesen estar bajo una estrecha vigi-
mente consistían en algunos hornos pequeños dentro de los cuales calen- lancia. Si tales hornos no funcionaban en Huancavelica, la destilación ne-
cesariamente habría de continuar con los 90 hornos pequeños dispersos
por el distrito. Sin duda el gremio señaló este hecho a Sola, y el goberna-
34. Saldaña, Puntual descripción, 20-31, describe el método de excavar socavones y gale- dor concluyó que tal descentralización y falta de inspección hacían imposi-
rías dentro de la mina antigua. ble el cambio de administración, especialmente porque pondría en riesgo
35. Informe de Sola, fol. 2, 8 octubre 1761, en Informe del Consejo de Indias, 7 mayo
1763, AGI, Lima 597.
una cantidad importante de los caudales reales:
36. Certificación dada... de la obra realizada para enmaderar la calle real de la mina,
15 octubre 1743, AGI, Lima 442; y Sola, Relación, 18.
37. Saldaña, Puntual descripción, 8-9.
38. Auto formado... relativo al reconocimiento y visita general que hicieron ... con 41. "Relación, ó noticia de lo que se practica en la fundición de metales de Azogue en
motivo de haberse hallado la veta principal de la mina, perdida desde el año 1645,26 octu- las Rs fabricas, y Minas de Almadén", con Soler a Sonora, 18 julio 1786, AGI, Lima 1330.
bre 1743, AGI, Lima 442. 42. Sola al rey, 27 octubre 1736, AGI, Lima 1326.
39. Sola, Relación, 23. 43. Sola al rey, 30 diciembre 1737, fol. 2, AGI, Lima 1326; y Consulta de la Superin-
40. Saldaña, Puntual descripción, 86-87. tendencia General de Azogues, 20 mayo 1741, AGI, Lima 1326.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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indios en la dirección que les parecía la más rica, la mina era cada vez más taban los minerales para convertir e! azogue en vapor y después condensar
irregular. Para proveer más seguridad para la mina, Sola finalmente orde- este vapor en los aludeles o tubos de barro exteriores. Los hornos tenían
nó que al trabajar en frontones nuevos, los mineros tuviesen primero que una capacidad de aproximadamente 270 arrobas de mineral. Los hornos
marcar el sitio de los estribos y puentes, y sólo después procedieran a ex- de Almadén, por su parte, eran mucho más grandes, llegando a cargar de
traer los metales.34 Esto, creyó él, eliminaba la necesidad de construir los 900 a 1100 arrobas, y estaban congregados en un solo sitio, denominado
costosos estribos artificiales para sostener la mina y en consecuencia hacía el Cerco.41 Establecer en Huancavelica los hornos al estilo de Almadén te-
el trabajo del gremio más provechoso.35 nía obvios atractivos para el gobierno: los hornos mayores parecían ser
El equipo de Sola innovó también cuando entibó con madera la Calle más eficaces; y la centralización de los hornos permitiría que el goberna-
Real, la vía principal de conexión entre el socavón de Belén y la puerta dor vigilara más estrechamente las actividades de los mineros, evitando así
de San Pedro, ubicada en la parte superior del Brocal.36 Este no fue un las pérdidas de mercurio y los abusos de los operarios indígenas.
proyecto de pequeñas dimensiones, dada la gran escasez de madera alrede- Poco después que Sola llegara a Huancavelica, el maestro de la fundi-
dor de Huancavelica. Medidas parecidas habían sido tomadas frecuente- ción, Francisco Gutiérrez, construyó un gran horno para hacer pruebas en
mente en Almadén, lo cual explica porque los oficiales de Sola hicieron lo el riguroso medio ambiente en que se encontraba la mina. 42 Sus experi-
mismo en el Perú.37 mentos no fueron satisfactorios y el gobernador finalmente pidió permiso
Las reformas de Sola parecieron haber resucitado la mina. En 1743 para enviar a Gutiérrez de regreso a Almadén, donde podía ser de mayor
Sola anunció el redescubrimiento de la veta principal en la labor de la Lá- utilidad al rey.43 En cuanto a los hornos, Cornejo y los otros ministros
mina.38 Con la "modestia" que le era típica, el gobernador escribió: "An- nunca pudieron comprender las dificultades impuestas por la altitud y la
tes el metal sacado la hazía discurrir en el lastimoso systema de considerar- falta de madera en Huancavelica. Aunque el icho servía en los hornos chi-
la exausta; y ahora quanto más se le desfruta, más metal se le manifies- cos de Huancavelica, evidentemente no era un combustible adecuado para
ta".39 Por su parte, el subdelegado de la Superintendencia, Manuel de el modelo de hornos grandes de Almadén.
Saldaña y Pineda, registró que "á lo que hé podido comprehender, en lo Los relatos de Sola no mencionan el asunto, pero la crítica del gremio
natural, pareze, será esta Mina perpetua; pues solamente con los metales, al horno de Gutiérrez no era desinteresada. Sabiendo del encargo de Sola
que al presente están de manifiesto, se considera, hay para muchos de investigar la posibilidad de abolir el gremio, los mineros decidieron ha-
años".40 cer esfuerzos por convencer al gobernador que los hornos de Almadén no

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Menor éxito hallaron las tentativas de Sola dirigidas a mejorar la fun- eran los adecuados para Huancavelica. En cuanto a la destilación de azo-
dición de los minerales. Cada minero de Huancavelica tenía sus propias gue, el método de Almadén exigía el establecimiento de grandes hornos
facilidades, o asiento, para destilar el mercurio. Estas facilidades básica- ubicados dentro de un cerco donde pudiesen estar bajo una estrecha vigi-
mente consistían en algunos hornos pequeños dentro de los cuales calen- lancia. Si tales hornos no funcionaban en Huancavelica, la destilación ne-
cesariamente habría de continuar con los 90 hornos pequeños dispersos
por el distrito. Sin duda el gremio señaló este hecho a Sola, y el goberna-
34. Saldaña, Puntual descripción, 20-31, describe el método de excavar socavones y gale- dor concluyó que tal descentralización y falta de inspección hacían imposi-
rías dentro de la mina antigua. ble el cambio de administración, especialmente porque pondría en riesgo
35. Informe de Sola, fol. 2, 8 octubre 1761, en Informe del Consejo de Indias, 7 mayo
1763, AGI, Lima 597.
una cantidad importante de los caudales reales:
36. Certificación dada... de la obra realizada para enmaderar la calle real de la mina,
15 octubre 1743, AGI, Lima 442; y Sola, Relación, 18.
37. Saldaña, Puntual descripción, 8-9.
38. Auto formado... relativo al reconocimiento y visita general que hicieron ... con 41. "Relación, ó noticia de lo que se practica en la fundición de metales de Azogue en
motivo de haberse hallado la veta principal de la mina, perdida desde el año 1645,26 octu- las Rs fabricas, y Minas de Almadén", con Soler a Sonora, 18 julio 1786, AGI, Lima 1330.
bre 1743, AGI, Lima 442. 42. Sola al rey, 27 octubre 1736, AGI, Lima 1326.
39. Sola, Relación, 23. 43. Sola al rey, 30 diciembre 1737, fol. 2, AGI, Lima 1326; y Consulta de la Superin-
40. Saldaña, Puntual descripción, 86-87. tendencia General de Azogues, 20 mayo 1741, AGI, Lima 1326.
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Era preciso que estuviese este tan grueso ramo de Rl Haz[ienda]entregado a por completo los problemas de Huancavelica. Su intento de un cambio de
los Indios que lo havian de lavorear, y a los mestizos que lo havian de cui- administración en la mina fracasó en parte por la oposición del gremio de
dar, una y otra gente muy propia para no esperar de ella cosa buena. … Ha- mineros, quienes argumentaron la incompatibilidad de la tecnología euro-
viendose esto de lavorear por estos Indios tan naturalmente dejados que hoy pea con las condiciones locales.
son unos y mañana otros) y no haviendo para los otros empleos personas de la
confianza que es necesaria, y estando tan lejos el recurso para mudar la for-
ma que pareciere conveniente) me ha hecho persuadir enteramente a que no
Cuadro 1
ha de poder tener adelantamiento a VM el mudar de sistema en este Go-
44 Producción de Huancavelica, 1690-1813, en quintales
vierno.

Sola salió de Huancavelica en 1748, dejando al gremio en una condi- año azogue año azogue año azogue año azogue

ción de abundancia y prosperidad gracias al incremento de la producción 1690 7124 1721 3072 1752 4576 1783 2463
de mercurio. No obstante, sus sucesores tuvieron que ocuparse de una de- 1691 6536 1722 2860 1753 4940 1784 1613
1692 5512 1723 2860 1754 4940 1785 4493
cadencia significativa en la ley de los minerales. Tales noticias dejaron per- 1693 4592 1724 2786 1755 4940 1786 3649
plejo a Sola y le hicieron creer que los gobernadores habían abandonado 1694 2860 1725 2704 1756 4940 1787 2400
el método que él había indicado.45 La verdadera dificultad fue que el gre- 1695 2860 1726 3072 1757 4940 1788 3668
1696 3913 1727 3120 1758 4602 1789 1620
mio, bajo Sola, había prosperado debido a la extracción de los minerales 1697 4160 1728 3120 1759 6191 1790 2016
con barrenos de las formaciones calizas e ígneas que habían dejado de tra- 1698 4266 1729 3827 1760 6721 1791 1788
bajar los primeros mineros. Durante la gobernación de Sola fueron muy 1699 4676 1730 4004 1761 6147 1792 2054
1700 4676 1731 4004 1762 5322 1793 2033
raros los descubrimientos nuevos. 1701 4282 1732 4360 1763 5802 1794 4153
A pesar de todo, las reformas de Sola no fueron un éxito completo, 1702 3796 1733 4472 1764 5511 1795 5725
como lo demuestra la producción de la mina durante esos años (véase la 1703 3796 1734 4472 1765 6353 1796 4183
1704 3072 1735 4472 1766 6586 1797 3927
Figura 2). El gráfico demuestra que la recuperación de la mina empezó a 1705 1560 1736 4472 1767 5717 1798 3423
finales de la década de 1720, aproximadamente diez años antes de la llega- 1706 2133 1737 4472 1768 6847 1799 3571
da de Sola y su equipo. El rendimiento más alto durante el tiempo de Sola 1707 3328 1738 5126 1769 6464 1800 3233
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1708 3328 1739 5304 1770 4543 1801 2557


se produjo alrededor de 1743, pero posteriormente la producción dismi- 1709 2890 1740 5304 1771 5063 1802 2236
nuyó lentamente. Se podría atribuir este estancamiento a la falta de de- 1710 2080 1741 5332 1772 4719 1803 2622
manda por el mercurio. Evidentemente el Perú consumía 4,500 quintales 1711 2080 1742 5460 1773 4263 1804 3289
1712 2080 1743 5460 1774 4834 1805 3130
por año, y el gremio bajo Sola llegó a producir entre 5,300 y 5,460 quin- 1713 2881 1744 5160 1775 5014 1806 2672
tales anuales entre 1739 y 1743.46 Es probable que Sola limitó en algo la 1714 3068 1745 4680 1776 3742 1807 2438
destilación de azogues para no producir mucho más allá de lo que el vi- 1715 3068 1746 4680 1777 4264 1808 2453
rreinato pudiera consumir. Asimismo, el gremio no pudo mantener un ni- 1716 4463 1747 4680 1778 2848 1809 2281
1717 4784 1748 4334 1779 4476 1810 2548
vel adecuado, pues entre 1744 y 1751 la producción bajó hasta 4,200 1718 4489 1749 4212 1780 5804 1811 3263
quintales anuales. En síntesis, la tecnología que implantó Sola no resolvió 1719 4004 1750 4212 1781 3063 1812 2718
1720 4004 1751 4212 1782 1783 1813 188

Fuente: calculados de los datos en Kendall W. Brown, “The Spanish Imperial Mercury Trade
44. Sola al rey, 30 diciembre 1737, AGI, Lima 1326.
and the American Mining Expansion under the Bourbon Monarchy”, en Kenneth J. Andrien
45. Informe de Sola, fol. 1-2, 8 octubre 1761, en Informe del Consejo de Indias, 7
y Lyman L. Johnson, ed., The Political Economy of Spanish America in the Age of Revolution,
mayo 1763, AGI, Lima 597. 1750-1850 (Albuquerque; University of New Mexico Press, 1994), pp. 152-153.
46. Saldaña, Puntual descripción, 106.

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Era preciso que estuviese este tan grueso ramo de Rl Haz[ienda]entregado a por completo los problemas de Huancavelica. Su intento de un cambio de
los Indios que lo havian de lavorear, y a los mestizos que lo havian de cui- administración en la mina fracasó en parte por la oposición del gremio de
dar, una y otra gente muy propia para no esperar de ella cosa buena. … Ha- mineros, quienes argumentaron la incompatibilidad de la tecnología euro-
viendose esto de lavorear por estos Indios tan naturalmente dejados que hoy pea con las condiciones locales.
son unos y mañana otros) y no haviendo para los otros empleos personas de la
confianza que es necesaria, y estando tan lejos el recurso para mudar la for-
ma que pareciere conveniente) me ha hecho persuadir enteramente a que no
Cuadro 1
ha de poder tener adelantamiento a VM el mudar de sistema en este Go-
44 Producción de Huancavelica, 1690-1813, en quintales
vierno.

Sola salió de Huancavelica en 1748, dejando al gremio en una condi- año azogue año azogue año azogue año azogue

ción de abundancia y prosperidad gracias al incremento de la producción 1690 7124 1721 3072 1752 4576 1783 2463
de mercurio. No obstante, sus sucesores tuvieron que ocuparse de una de- 1691 6536 1722 2860 1753 4940 1784 1613
1692 5512 1723 2860 1754 4940 1785 4493
cadencia significativa en la ley de los minerales. Tales noticias dejaron per- 1693 4592 1724 2786 1755 4940 1786 3649
plejo a Sola y le hicieron creer que los gobernadores habían abandonado 1694 2860 1725 2704 1756 4940 1787 2400
el método que él había indicado.45 La verdadera dificultad fue que el gre- 1695 2860 1726 3072 1757 4940 1788 3668
1696 3913 1727 3120 1758 4602 1789 1620
mio, bajo Sola, había prosperado debido a la extracción de los minerales 1697 4160 1728 3120 1759 6191 1790 2016
con barrenos de las formaciones calizas e ígneas que habían dejado de tra- 1698 4266 1729 3827 1760 6721 1791 1788
bajar los primeros mineros. Durante la gobernación de Sola fueron muy 1699 4676 1730 4004 1761 6147 1792 2054
1700 4676 1731 4004 1762 5322 1793 2033
raros los descubrimientos nuevos. 1701 4282 1732 4360 1763 5802 1794 4153
A pesar de todo, las reformas de Sola no fueron un éxito completo, 1702 3796 1733 4472 1764 5511 1795 5725
como lo demuestra la producción de la mina durante esos años (véase la 1703 3796 1734 4472 1765 6353 1796 4183
1704 3072 1735 4472 1766 6586 1797 3927
Figura 2). El gráfico demuestra que la recuperación de la mina empezó a 1705 1560 1736 4472 1767 5717 1798 3423
finales de la década de 1720, aproximadamente diez años antes de la llega- 1706 2133 1737 4472 1768 6847 1799 3571
da de Sola y su equipo. El rendimiento más alto durante el tiempo de Sola 1707 3328 1738 5126 1769 6464 1800 3233

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1708 3328 1739 5304 1770 4543 1801 2557
se produjo alrededor de 1743, pero posteriormente la producción dismi- 1709 2890 1740 5304 1771 5063 1802 2236
nuyó lentamente. Se podría atribuir este estancamiento a la falta de de- 1710 2080 1741 5332 1772 4719 1803 2622
manda por el mercurio. Evidentemente el Perú consumía 4,500 quintales 1711 2080 1742 5460 1773 4263 1804 3289
1712 2080 1743 5460 1774 4834 1805 3130
por año, y el gremio bajo Sola llegó a producir entre 5,300 y 5,460 quin- 1713 2881 1744 5160 1775 5014 1806 2672
tales anuales entre 1739 y 1743.46 Es probable que Sola limitó en algo la 1714 3068 1745 4680 1776 3742 1807 2438
destilación de azogues para no producir mucho más allá de lo que el vi- 1715 3068 1746 4680 1777 4264 1808 2453
rreinato pudiera consumir. Asimismo, el gremio no pudo mantener un ni- 1716 4463 1747 4680 1778 2848 1809 2281
1717 4784 1748 4334 1779 4476 1810 2548
vel adecuado, pues entre 1744 y 1751 la producción bajó hasta 4,200 1718 4489 1749 4212 1780 5804 1811 3263
quintales anuales. En síntesis, la tecnología que implantó Sola no resolvió 1719 4004 1750 4212 1781 3063 1812 2718
1720 4004 1751 4212 1782 1783 1813 188

Fuente: calculados de los datos en Kendall W. Brown, “The Spanish Imperial Mercury Trade
44. Sola al rey, 30 diciembre 1737, AGI, Lima 1326.
and the American Mining Expansion under the Bourbon Monarchy”, en Kenneth J. Andrien
45. Informe de Sola, fol. 1-2, 8 octubre 1761, en Informe del Consejo de Indias, 7
y Lyman L. Johnson, ed., The Political Economy of Spanish America in the Age of Revolution,
mayo 1763, AGI, Lima 597. 1750-1850 (Albuquerque; University of New Mexico Press, 1994), pp. 152-153.
46. Saldaña, Puntual descripción, 106.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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76 Kendall W. Brown Recepción de la tecnología minera española 77

LA ÉPOCA DE ANTONIO DE ULLOA

Antonio de Ulloa llegó a Huancavelica en 1758 para empezar su de-


safortunado gobierno. Escogido en parte por su pericia minera y metalúr-
gica por el ministro de las Indias, Julián de Arriaga, el trabajo de Ulloa
sólo logró un reducido impacto tecnológico en Huancavelica. Basado en
sus propios experimentos, Ulloa concluyó que la ley de los minerales era
de poco provecho, aunque manifestó lo contrario al gremio para que los
mineros continuaran un trabajo que era considerado crítico para la pro-
ducción de plata peruana.
Según Ulloa, a los mineros en general les faltaba la habilidad de anali-
zar sus costos y por lo tanto de determinar las verdaderas ganancias de su
trabajo;" Nuevas técnicas de contabilidad así como innovaciones tecnoló-
gicas podrían haber auxiliado al gremio de mineros. Quizás la empresa más
prometedora de Ulloa fue un socavón exploratorio que trabajó detrás del
convento de San Agustín, al sur de la villa, con el objetivo de cortar la hon-
dura de la mina, a la distancia de unos 1,500 metros. Este socavón de San
Agustín ofrecía reales esperanzas de descubrir nuevas vetas importantes,
pero el trabajo se detuvo en parte por la falta de capital del gremio. 48 Du-
rante un año de trabajo, Ulloa y el gremio lograron excavar en San Agustín
hasta 73 varas de extensión, sin encontrar minerales de provecho. 49
Ulloa tomó también las medidas de Santa Bárbara, para conocer los
criaderos de minerales y la posibilidad de descubrir nuevos cuerpos de mi-
nerales con riqueza. Existió una gran confusión sobre la verdadera profun-
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

didad de la mina ya que en vez de bajar verticalmente, Santa Bárbara se


inclinaba al suroeste. La mayoría de las referencias eran engañosas en
cuanto a su profundidad porque se referían a la distancia de la inclinación

47. Informe de Ulloa, 18 enero 1760, AGI, Lima 1327; y Ulloa a Amaga, núm. 69, 20
agosto 1762, AGI, Lima 1327.
48. Expediente de la visita a la Real mina de azogue de Huancavelica hecha por Cristó-
bal Mesía y Munive, 1762-1763, AGI, Lima 846B; Tagle al virrey del Pero, núm. 192, febrero
1790, AGI, Lima l332; Subiela a Gardoqui, núm. 3,6 mayo 1794, AGI, Lima 1333. Sobre las
problemas de Ulloa, véase Arthur P. Whitaker, The HlUJnawe1icR; Mercury. Mine: A
Contribution to the History of the Bourbon Renaissance in me Spanish Empire (Westport, Conn.,
1971), capítulo 4; y Kendall W. Brown, "Enlightened Reform: Antonio de Ulloa's Belea-
guered Governorship of Huancavelica, 1758-1764" (trabajo inédito, 1990). Indudablemen-
te, el gremio inició el socavón antes que llegara Sola pero fue Ulloa quien se esforzó para
proseguir la obra. Saldaña, Puntual descripción, 85-86. .
49. "Expediente de la visita a la Real mina de azogue de Huancavelica hecha por Cris-
tóbal Mesía y Munive", 1762-1763, AGI, Lima 846B.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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LA ÉPOCA DE ANTONIO DE ULLOA

Antonio de Ulloa llegó a Huancavelica en 1758 para empezar su de-


safortunado gobierno. Escogido en parte por su pericia minera y metalúr-
gica por el ministro de las Indias, Julián de Arriaga, el trabajo de Ulloa
sólo logró un reducido impacto tecnológico en Huancavelica. Basado en
sus propios experimentos, Ulloa concluyó que la ley de los minerales era
de poco provecho, aunque manifestó lo contrario al gremio para que los
mineros continuaran un trabajo que era considerado crítico para la pro-
ducción de plata peruana.
Según Ulloa, a los mineros en general les faltaba la habilidad de anali-
zar sus costos y por lo tanto de determinar las verdaderas ganancias de su
trabajo;" Nuevas técnicas de contabilidad así como innovaciones tecnoló-
gicas podrían haber auxiliado al gremio de mineros. Quizás la empresa más
prometedora de Ulloa fue un socavón exploratorio que trabajó detrás del
convento de San Agustín, al sur de la villa, con el objetivo de cortar la hon-
dura de la mina, a la distancia de unos 1,500 metros. Este socavón de San
Agustín ofrecía reales esperanzas de descubrir nuevas vetas importantes,
pero el trabajo se detuvo en parte por la falta de capital del gremio. 48 Du-
rante un año de trabajo, Ulloa y el gremio lograron excavar en San Agustín
hasta 73 varas de extensión, sin encontrar minerales de provecho. 49
Ulloa tomó también las medidas de Santa Bárbara, para conocer los
criaderos de minerales y la posibilidad de descubrir nuevos cuerpos de mi-
nerales con riqueza. Existió una gran confusión sobre la verdadera profun-

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didad de la mina ya que en vez de bajar verticalmente, Santa Bárbara se
inclinaba al suroeste. La mayoría de las referencias eran engañosas en
cuanto a su profundidad porque se referían a la distancia de la inclinación

47. Informe de Ulloa, 18 enero 1760, AGI, Lima 1327; y Ulloa a Amaga, núm. 69, 20
agosto 1762, AGI, Lima 1327.
48. Expediente de la visita a la Real mina de azogue de Huancavelica hecha por Cristó-
bal Mesía y Munive, 1762-1763, AGI, Lima 846B; Tagle al virrey del Pero, núm. 192, febrero
1790, AGI, Lima l332; Subiela a Gardoqui, núm. 3,6 mayo 1794, AGI, Lima 1333. Sobre las
problemas de Ulloa, véase Arthur P. Whitaker, The HlUJnawe1icR; Mercury. Mine: A
Contribution to the History of the Bourbon Renaissance in me Spanish Empire (Westport, Conn.,
1971), capítulo 4; y Kendall W. Brown, "Enlightened Reform: Antonio de Ulloa's Belea-
guered Governorship of Huancavelica, 1758-1764" (trabajo inédito, 1990). Indudablemen-
te, el gremio inició el socavón antes que llegara Sola pero fue Ulloa quien se esforzó para
proseguir la obra. Saldaña, Puntual descripción, 85-86. .
49. "Expediente de la visita a la Real mina de azogue de Huancavelica hecha por Cris-
tóbal Mesía y Munive", 1762-1763, AGI, Lima 846B.
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78 Kendall W. Brown Recepción de la tecnología minera española 79

desde arriba del Brocal hacia el fondo de la mina. Por eso, la mina parecía
más profunda de lo que realmente era. Sin embargo, trabajando con una
brújula y un barómetro, Ulloa calculó que durante su gobierno, Santa
Bárbara (la montaña sobre la cual se encontraba la mina) tenía una hondura
de 513 varas: 414 encima del socavón de Belén y 99 abajo. Al parecer él
describió la profundidad vertical en lugar de la inclinación. 50
Es difícil evaluar la contribución tecnológica de Ulloa. Fue sin duda el
gobernador de la mina con mayor conocimiento de las ciencias y las tec-
nologías europeas adecuadas para el trabajo productivo en Huancavelica.
No era un minero de vocación, pero había estudiado la mineralogía y la
metalurgia y había visitado las minas de Europa central. Descubrió el pla-
tino y consultó con las autoridades españolas para resolver el incendio de
1755 dentro de las minas de Almadén. En Huancavelica buscó asiduamente
nuevas minas y exigió que el gremio trabajara las galerías más profundas de
Santa Bárbara, con la esperanza de descubrir minerales ricos. En
Huancavelica experimentó sin éxito con hornos del estilo de Almadén. 51
Ulloa logró aumentar la producción hasta 6,000 quintales anuales de 1759-
1763, un nivel que su sucesor consiguió mantener (véase la Figura 3). Pero
luego el rendimiento volvió a bajar porque no se habían resuelto los
problemas tecnológicos esenciales. Al final Ulloa gastó mucha energía en
controversias con el gremio, y casi tuvo que huir de Huancavelica cuando
terminó su gobierno. A Ulloa le faltó tacto y sensibilidad política para
gobernar, y ésto impidió la realización de su misión tecnológica.
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

AÑOS FINALES BAJO EL MANEJO DEL GOBIERNO

La siguiente real oportunidad de un mejoramiento tecnológico de


Huancavelica llegó en 1781, cuando el gobierno asumió la dirección de la
mina de Santa Bárbara y la responsabilidad de la producción de mercu-
rio.52 El visitador general José Antonio de Areche, enviado al Perú por el

50. Ulloa, "Relación", sección primera, capítulo 17, AGI, Libro Manuscrito MM-6.
51. "Expediente formado a representación del Barón de Nordenflicht sobre el estado
actual de la mina de Huancavelica y medios que considera precisos e indispensables para re-
establecerla", 1791, fol. 16r-16v, BNP, C1035.
52. Esto siguió a la visita hecha a Huancavelica por el visitador José Antonio Areche,
quien abolió el gremio de mineros y dió la mina al asentista Nicolás Saravia, que murió re-
pentinamente a fines de 1780. Cuando el heredero de Saravia no quiso asumir el contrato,
Areche no tuvo otra medida que trabajar Santa Bárbara por la cuenta de la hacienda real.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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78 Kendall W. Brown Recepción de la tecnología minera española 79

desde arriba del Brocal hacia el fondo de la mina. Por eso, la mina parecía
más profunda de lo que realmente era. Sin embargo, trabajando con una
brújula y un barómetro, Ulloa calculó que durante su gobierno, Santa
Bárbara (la montaña sobre la cual se encontraba la mina) tenía una hondura
de 513 varas: 414 encima del socavón de Belén y 99 abajo. Al parecer él
describió la profundidad vertical en lugar de la inclinación. 50
Es difícil evaluar la contribución tecnológica de Ulloa. Fue sin duda el
gobernador de la mina con mayor conocimiento de las ciencias y las tec-
nologías europeas adecuadas para el trabajo productivo en Huancavelica.
No era un minero de vocación, pero había estudiado la mineralogía y la
metalurgia y había visitado las minas de Europa central. Descubrió el pla-
tino y consultó con las autoridades españolas para resolver el incendio de
1755 dentro de las minas de Almadén. En Huancavelica buscó asiduamente
nuevas minas y exigió que el gremio trabajara las galerías más profundas de
Santa Bárbara, con la esperanza de descubrir minerales ricos. En
Huancavelica experimentó sin éxito con hornos del estilo de Almadén. 51
Ulloa logró aumentar la producción hasta 6,000 quintales anuales de 1759-
1763, un nivel que su sucesor consiguió mantener (véase la Figura 3). Pero
luego el rendimiento volvió a bajar porque no se habían resuelto los
problemas tecnológicos esenciales. Al final Ulloa gastó mucha energía en
controversias con el gremio, y casi tuvo que huir de Huancavelica cuando
terminó su gobierno. A Ulloa le faltó tacto y sensibilidad política para
gobernar, y ésto impidió la realización de su misión tecnológica.

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AÑOS FINALES BAJO EL MANEJO DEL GOBIERNO

La siguiente real oportunidad de un mejoramiento tecnológico de


Huancavelica llegó en 1781, cuando el gobierno asumió la dirección de la
mina de Santa Bárbara y la responsabilidad de la producción de mercu-
rio.52 El visitador general José Antonio de Areche, enviado al Perú por el

50. Ulloa, "Relación", sección primera, capítulo 17, AGI, Libro Manuscrito MM-6.
51. "Expediente formado a representación del Barón de Nordenflicht sobre el estado
actual de la mina de Huancavelica y medios que considera precisos e indispensables para re-
establecerla", 1791, fol. 16r-16v, BNP, C1035.
52. Esto siguió a la visita hecha a Huancavelica por el visitador José Antonio Areche,
quien abolió el gremio de mineros y dió la mina al asentista Nicolás Saravia, que murió re-
pentinamente a fines de 1780. Cuando el heredero de Saravia no quiso asumir el contrato,
Areche no tuvo otra medida que trabajar Santa Bárbara por la cuenta de la hacienda real.

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80 Kendall W. Brown Recepción de la tecnología minera española 81

ministro de Indias José de Gálvez, designó al ingeniero militar Mariano los problemas tecnológicos de la mina. Aún antes del derrumbe, Gálvez
Pusterla para hacer un plano preciso de Santa Bárbara y más tarde, para había escrito que a Marroquín le faltaba la capacidad técnica para dirigir la
dirigir el trabajo en la mina. Pusterla inspeccionó las labores y presentó un mina y había decidido substituirle con un perito español capaz de resolver
informe de carácter pesimista sobre la calidad de los minerales.53 A co- los problemas urgentes de fortificación y ventilación, y el establecimiento
mienzos de 1784, los costos de producción alcanzaron 166 pesos por de un método sistemático para explotar la mina.59 Después del desastre, la
quintal bajo su dirección, representando una pérdida para la Real Hacien- Escuela Real de Minas en Almadén recibió una orden de enviar un inge-
da de 93 pesos el quintal. Los metales eran pobres, pero Pusterla procedió niero a Huancavelica, para emprender la restauración de Santa Bárbara.
con mucha cautela por la seguridad de la mina, restringiendo el trabajo Originalmente se recomendó a Francisco Galarza, junto con otro estu-
sólo a los yacimientos más seguros. Sin embargo, dedicó un esfuerzo sig- diante, Pedro Subiela, para que lo acompañara en calidad de asistente. 60
nificativo al trabajo en la parte más profunda de la mina, esperando hacer Al final, sin embargo, Subiela fue solo, llevando consigo los equipos apro-
descubrimientos importantes.54 Mientras tanto, Jorge Escobedo, que sus- piados para realizar un trabajo eficiente como ingeniero de minas. Su
tituyó a Areche, mandó que Pusterla enviara a Lima los materiales para equipaje incluía modelos y planos de todas las máquinas y los hornos usa-
construir un horno experimental, que finalmente resultó un fracaso. 55 Es- dos en Almadén, el instrumental técnico utilizado en España, los planes y
cobedo también le pidió a José Coquet, un périto minero europeo que antes las instrucciones relativas al entibiado, y dos cajas pequeñas que contenían
había pasado por México, que fuera a Huancavelica e hiciera recomen- "piedras de mineral, solera y cabezas de filones". También llevó una piedra
daciones para su renovación. Coquet se negó, aduciendo que no sabía nada imán para preparar y renovar las brújulas mineras, tablas matemáticas y
de la metalurgia del mercurio.56 logarítmicas y una gran variedad de materiales para el diseño.61
Impaciente con el manejo de Huancavelica por Areche y Escobedo, el Nombrado en noviembre de 1788, Subiela no llegó a Huancavelica
ministro de las Indias José de Gálvez nombró como intendente de Huan- hasta setiembre de 1792, es decir casi cuatro años después. Como agente
cavelica a Fernando Márquez de la Plata, quien a pesar de que no tenía ex- del ministro Antonio Valdés, Subiela había invertido un tiempo de su via-
periencia minera, había llevado a cabo con éxito la residencia del virrey je al Perú investigando las noticias de una mina de cinabrio en Punitaqui,
Guirior.57 Márquez tomó el mando en diciembre de 1784 y gobernó du- ubicada en Coquimbo, Chile, y elaborando un informe para el Presidente
rante el período de derrumbe de la mina. Márquez contrató a Francisco O'Higgins de cómo se podía trabajarla.62 Pero tales actividades, por más
Marroquín de director de labores y fundición, quien "comió" los estribos, que fueran bien intencionadas, retrasaron la resolución de los problemas
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engañando al crédulo intendente con la historia que se habían descubierto que afligían Huancavelica, donde los oficiales aguardaban la llegada de Su-
ricas vetas. En setiembre de 1786 se hundió la parte superior de la mina.58 biela para tomar una decisión definitiva sobre la reforma de la mina.
Este hecho provocó la crisis más grande de Huancavelica. Los minis- De hecho, se suspendió el trabajo dentro de Santa Bárbara no sólo
tros borbónicos intentaron recuperar la iniciativa política para ocuparse de por la expectativa de la venida del ingeniero sino también en anticipación
de la llegada del barón de Nordenflicht.63 Carlos III había empleado a

53. Areche a Gálvez, núm. 452, 25 junio 1782, cuaderno 10, AGI, Lima 1088.
54. Véase, por ejemplo, Gálvez a Gardoqui, 28 julio 1797, AGI, Lima 778; y Informe 59. Véanse los extractos de los oficios de Márquez a Gálvez, 20 abril 1785, con los co-
del Real Tribunal de Minería sobre la Compañía de mineros proyectada para tornar en mentarios del ministro, 24 octubre 1785, en AGI, lima 1329.
arriendo la real mina de Huancavelica, 28 enero 1789, BNP, C2870. 60. Estachería a Valdés, 23 agosto 1787, AGI, Lima 1343. Una biografía de Subida es
55. Expediente sobre la remision de utencilios, hecha a la Ciudad de Lima para la cons- Octavio Puche Riart y Kendall W. Brown, "Pedro Subida: un alumno de Almadén en Amé-
truccion de unos hornos de fundicion de metales de Azogue, 1784, BNP, C3064. rica", Industria Minera 319 (1992), pp. 29-38.
56. Escobedo a Coquet, 12 noviembre 1784, AGI, Lima 1340. 61. Soler a Valdés, 17 febrero 1789, AGI, Lima 1331; y Gonzales Guiñol a Valdés,
57. Véase el borrador de Gálvez a Escobedo, 11 noviembre 1783, que acompaña un núm. 26,12 junio 1789, AGI, lima 1331.
extracto del asiento de Saravia, AGI, Lima 1329; y la respuesta del ministro al oficio de Es- 62. Valdés a Subida, 4 noviembre 1788, AGI, Lima 1331; y Subida a Gardoqui, núm.
cobedo a Gálvez, núm. 50, 16 marzo 1783, AGI, Lima 1329. 1,6 mayo 1794, AGI, lima 1333.
58. Véase, por ejemplo, "Relación sobre el origen y progreso de la Real Mina de Azo- 63. Tagle al virrey del Perú, núm. 193,27 febrero 1790, AGI, Lima 1332.
gue de S. M. y Villa de Guancavelica", BNP, C1984.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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80 Kendall W. Brown Recepción de la tecnología minera española 81

ministro de Indias José de Gálvez, designó al ingeniero militar Mariano los problemas tecnológicos de la mina. Aún antes del derrumbe, Gálvez
Pusterla para hacer un plano preciso de Santa Bárbara y más tarde, para había escrito que a Marroquín le faltaba la capacidad técnica para dirigir la
dirigir el trabajo en la mina. Pusterla inspeccionó las labores y presentó un mina y había decidido substituirle con un perito español capaz de resolver
informe de carácter pesimista sobre la calidad de los minerales.53 A co- los problemas urgentes de fortificación y ventilación, y el establecimiento
mienzos de 1784, los costos de producción alcanzaron 166 pesos por de un método sistemático para explotar la mina.59 Después del desastre, la
quintal bajo su dirección, representando una pérdida para la Real Hacien- Escuela Real de Minas en Almadén recibió una orden de enviar un inge-
da de 93 pesos el quintal. Los metales eran pobres, pero Pusterla procedió niero a Huancavelica, para emprender la restauración de Santa Bárbara.
con mucha cautela por la seguridad de la mina, restringiendo el trabajo Originalmente se recomendó a Francisco Galarza, junto con otro estu-
sólo a los yacimientos más seguros. Sin embargo, dedicó un esfuerzo sig- diante, Pedro Subiela, para que lo acompañara en calidad de asistente. 60
nificativo al trabajo en la parte más profunda de la mina, esperando hacer Al final, sin embargo, Subiela fue solo, llevando consigo los equipos apro-
descubrimientos importantes.54 Mientras tanto, Jorge Escobedo, que sus- piados para realizar un trabajo eficiente como ingeniero de minas. Su
tituyó a Areche, mandó que Pusterla enviara a Lima los materiales para equipaje incluía modelos y planos de todas las máquinas y los hornos usa-
construir un horno experimental, que finalmente resultó un fracaso. 55 Es- dos en Almadén, el instrumental técnico utilizado en España, los planes y
cobedo también le pidió a José Coquet, un périto minero europeo que antes las instrucciones relativas al entibiado, y dos cajas pequeñas que contenían
había pasado por México, que fuera a Huancavelica e hiciera recomen- "piedras de mineral, solera y cabezas de filones". También llevó una piedra
daciones para su renovación. Coquet se negó, aduciendo que no sabía nada imán para preparar y renovar las brújulas mineras, tablas matemáticas y
de la metalurgia del mercurio.56 logarítmicas y una gran variedad de materiales para el diseño.61
Impaciente con el manejo de Huancavelica por Areche y Escobedo, el Nombrado en noviembre de 1788, Subiela no llegó a Huancavelica
ministro de las Indias José de Gálvez nombró como intendente de Huan- hasta setiembre de 1792, es decir casi cuatro años después. Como agente
cavelica a Fernando Márquez de la Plata, quien a pesar de que no tenía ex- del ministro Antonio Valdés, Subiela había invertido un tiempo de su via-
periencia minera, había llevado a cabo con éxito la residencia del virrey je al Perú investigando las noticias de una mina de cinabrio en Punitaqui,
Guirior.57 Márquez tomó el mando en diciembre de 1784 y gobernó du- ubicada en Coquimbo, Chile, y elaborando un informe para el Presidente
rante el período de derrumbe de la mina. Márquez contrató a Francisco O'Higgins de cómo se podía trabajarla.62 Pero tales actividades, por más
Marroquín de director de labores y fundición, quien "comió" los estribos, que fueran bien intencionadas, retrasaron la resolución de los problemas

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engañando al crédulo intendente con la historia que se habían descubierto que afligían Huancavelica, donde los oficiales aguardaban la llegada de Su-
ricas vetas. En setiembre de 1786 se hundió la parte superior de la mina.58 biela para tomar una decisión definitiva sobre la reforma de la mina.
Este hecho provocó la crisis más grande de Huancavelica. Los minis- De hecho, se suspendió el trabajo dentro de Santa Bárbara no sólo
tros borbónicos intentaron recuperar la iniciativa política para ocuparse de por la expectativa de la venida del ingeniero sino también en anticipación
de la llegada del barón de Nordenflicht.63 Carlos III había empleado a

53. Areche a Gálvez, núm. 452, 25 junio 1782, cuaderno 10, AGI, Lima 1088.
54. Véase, por ejemplo, Gálvez a Gardoqui, 28 julio 1797, AGI, Lima 778; y Informe 59. Véanse los extractos de los oficios de Márquez a Gálvez, 20 abril 1785, con los co-
del Real Tribunal de Minería sobre la Compañía de mineros proyectada para tornar en mentarios del ministro, 24 octubre 1785, en AGI, lima 1329.
arriendo la real mina de Huancavelica, 28 enero 1789, BNP, C2870. 60. Estachería a Valdés, 23 agosto 1787, AGI, Lima 1343. Una biografía de Subida es
55. Expediente sobre la remision de utencilios, hecha a la Ciudad de Lima para la cons- Octavio Puche Riart y Kendall W. Brown, "Pedro Subida: un alumno de Almadén en Amé-
truccion de unos hornos de fundicion de metales de Azogue, 1784, BNP, C3064. rica", Industria Minera 319 (1992), pp. 29-38.
56. Escobedo a Coquet, 12 noviembre 1784, AGI, Lima 1340. 61. Soler a Valdés, 17 febrero 1789, AGI, Lima 1331; y Gonzales Guiñol a Valdés,
57. Véase el borrador de Gálvez a Escobedo, 11 noviembre 1783, que acompaña un núm. 26,12 junio 1789, AGI, lima 1331.
extracto del asiento de Saravia, AGI, Lima 1329; y la respuesta del ministro al oficio de Es- 62. Valdés a Subida, 4 noviembre 1788, AGI, Lima 1331; y Subida a Gardoqui, núm.
cobedo a Gálvez, núm. 50, 16 marzo 1783, AGI, Lima 1329. 1,6 mayo 1794, AGI, lima 1333.
58. Véase, por ejemplo, "Relación sobre el origen y progreso de la Real Mina de Azo- 63. Tagle al virrey del Perú, núm. 193,27 febrero 1790, AGI, Lima 1332.
gue de S. M. y Villa de Guancavelica", BNP, C1984.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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82 Kendall W. Brown Recepción de la tecnología minera española 83

Nordenflicht, un perito sueco en la mineralogía y la metalurgia, bajo un tio donde Ulloa había iniciado e! socavón de San Agustín, e! barón quiso
contrato de diez años. Nordenflicht debía encabezar un equipo de exper- situar el cerco de fundición. Este incluiría 10 ingenios para moler los meta-
tos mineros de Europa central que irían al Perú con el propósito de elevar les, cada uno con 15 a 20 almadenetas movidas por agua del río. Cada in-
el nivel tecnológico de la industria peruana.64 El barón llegó a Huancaveli- genio debería tener además una máquina de concentración, con dos mesas
ca el 29 de octubre de 1790 e inmediatamente se puso a investigar los sacudidas por levas ligadas a la rueda de agua. Nordenflicht estimó que
problemas que aquejaban a la mina.65 cada ingenio podría moler 1,500 quintales de mineral por semana, pero
Para enero de 1791, el proyecto del barón estaba listo.66 Este proyec- concentrados producirían tan sólo 300 quintales, es decir una reducción
to propuso la aplicación de métodos alemanes a Huancavelica, no sólo en del 80 por ciento. Esto disminuiría los costos de fundición. Asimismo,
la extracción de los metales sino también en su transporte y fundición. Su Nordenflicht quiso hacer más eficaz Huancavelica instalando nuevos hor-
propuesta tuvo dos objetivos: descubrir nuevos yacimientos ricos; y redu- nos como aquellos usados en las minas de Idria en Eslovenia.67 Norden-
cir los costos de la minería y la fundición de las labores existentes para que flicht era consciente que habían fracasado las pruebas de Sola con los hor-
los metales pobres pudiesen ser explotados con provecho aún si no se lo- nos de Almadén, pero prometió adaptar personalmente los de Idria a las
graban descubrir ricas vetas. En cuanto al trabajo dentro de Santa Bárba- condiciones de Huancavelica. Asimismo, argumentó para explicar este fra-
ra, Nordenflicht insistió en la necesidad de un pozo central que se prolon- caso, que los asistentes de Sola eran apenas operarios, y por eso no tenían
gara hacia la hondura de la mina. Tal pozo, situado cerca del Brocal, per- la teoría y la ciencia para hacer las modificaciones necesarias. Junto con los
mitiría el uso de un malacate (un aparato accionado por mulas) para izar nuevos hornos, Nordenflicht propuso establecer un laboratorio para el
los metales hacia la superficie, en lugar de depender del costoso y bárbaro análisis y el ensaye de los metales, así como para el estudio de la destilación.
método de los carguiches indígenas. Los operarios dentro de la mina se El barón recomendó que se cerrara la mina de Santa Bárbara y se in-
servirían de pequeñas carretas para transportar los metales hacia el torno. terrumpiera la producción por dos años, el tiempo que estimó necesario
Nordenflicht quiso también excavar galerías o calles en todas direcciones para montar su proyecto. Una existencia de 8,000 quintales de mercurio
para determinar la cantidad y la calidad de los metales. Las galerías que más algunas remesas adicionales de España serían suficientes para las mi-
descubrieran frontones de alta ley serían conectadas con el pozo central. nas de plata hasta que Huancavelica comenzara a producir otra vez. Nor-
Asimismo, Nordenflicht propuso un sistema mecánico para el trans- denflicht calculó que las reformas costarían 220,338 pesos por año,68 una
porte de los metales hacia los asientos de la fundición, y la concentración cantidad menor que los 500,000 pesos que Areche había estimado sería el
costo para habilitar la mina en 1779.69 El virrey Francisco Gil de Taboada
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de ésta al pie del cerro y cerca de la villa. Utilizando envases con forma de
embudo y ligados entre sí con cuerdas, los metales descenderían por su y la Audiencia de Lima aprobaron el proyecto, pensando que además de
propio peso de paradero en paradero, donde los trabajadores los transferi- ofrecer ventajas para Huancavelica podría ser un excelente ejemplo de la
rían hasta que llegaran a los asientos en la parte baja del valle. Cerca del si- implementación de nueva tecnología para el resto de la industria minera
peruana. Hacia el 5 de agosto de 1791, el rey Carlos IV dió su autoriza-
ción para que Nordenflicht continuara con su trabajo.70
64. Título de primer director de la expedición de minas del reino del Perú a favor del Sin embargo, durante el período de espera de la decisión del rey, el vi-
barón de Nordenflicht, 1 abril 1788, AGI, Lima 1351; Marie Helrner, "Mineurs Allemands rrey Gil empezó a cambiar de parecer en relación al proyecto de Norden-
á Potosí: L'Expedition Nordenflycht (1788-1798)", León, 1971, VI Congreso internacional
de Minería vol. 1, pp. 513-518.
65. Tagle a Gil, núm. 134,8 noviembre 1790, en Libro de correspondencia de oficio
con el Exmo Señor Virrey de estos Reynos por don Pedro de Tagle, 1789-1790, AGI, Lima
1352. 67. Los hornos de Idria no se introdujeron en Almadén hasta los primeros años del si-
66. Véase el Expediente formado a representación del Baron de Nordenflicht sobre el glo XIX. Soler al virrey del Perú, 18 octubre 1802, AGI, Lima 1357.
estado actual de la Mina de Guancavelica y medios que considera precisos e indispensables 68. Ibid., fol. 35.
para restablecerla, 1791, fol. 10-22, con Nordenflicht al virrey Gil, 9 enero 1791, AGI, Lima 69. Areche a Gálvez, 20 febrero 1779, AGI, Lima 1083.
1332; y BNP, C1035. 70. Gil a Lerena, núm. 57, 5 febrero 1791, AGI, Lima 1332.

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Nordenflicht, un perito sueco en la mineralogía y la metalurgia, bajo un tio donde Ulloa había iniciado e! socavón de San Agustín, e! barón quiso
contrato de diez años. Nordenflicht debía encabezar un equipo de exper- situar el cerco de fundición. Este incluiría 10 ingenios para moler los meta-
tos mineros de Europa central que irían al Perú con el propósito de elevar les, cada uno con 15 a 20 almadenetas movidas por agua del río. Cada in-
el nivel tecnológico de la industria peruana.64 El barón llegó a Huancaveli- genio debería tener además una máquina de concentración, con dos mesas
ca el 29 de octubre de 1790 e inmediatamente se puso a investigar los sacudidas por levas ligadas a la rueda de agua. Nordenflicht estimó que
problemas que aquejaban a la mina.65 cada ingenio podría moler 1,500 quintales de mineral por semana, pero
Para enero de 1791, el proyecto del barón estaba listo.66 Este proyec- concentrados producirían tan sólo 300 quintales, es decir una reducción
to propuso la aplicación de métodos alemanes a Huancavelica, no sólo en del 80 por ciento. Esto disminuiría los costos de fundición. Asimismo,
la extracción de los metales sino también en su transporte y fundición. Su Nordenflicht quiso hacer más eficaz Huancavelica instalando nuevos hor-
propuesta tuvo dos objetivos: descubrir nuevos yacimientos ricos; y redu- nos como aquellos usados en las minas de Idria en Eslovenia.67 Norden-
cir los costos de la minería y la fundición de las labores existentes para que flicht era consciente que habían fracasado las pruebas de Sola con los hor-
los metales pobres pudiesen ser explotados con provecho aún si no se lo- nos de Almadén, pero prometió adaptar personalmente los de Idria a las
graban descubrir ricas vetas. En cuanto al trabajo dentro de Santa Bárba- condiciones de Huancavelica. Asimismo, argumentó para explicar este fra-
ra, Nordenflicht insistió en la necesidad de un pozo central que se prolon- caso, que los asistentes de Sola eran apenas operarios, y por eso no tenían
gara hacia la hondura de la mina. Tal pozo, situado cerca del Brocal, per- la teoría y la ciencia para hacer las modificaciones necesarias. Junto con los
mitiría el uso de un malacate (un aparato accionado por mulas) para izar nuevos hornos, Nordenflicht propuso establecer un laboratorio para el
los metales hacia la superficie, en lugar de depender del costoso y bárbaro análisis y el ensaye de los metales, así como para el estudio de la destilación.
método de los carguiches indígenas. Los operarios dentro de la mina se El barón recomendó que se cerrara la mina de Santa Bárbara y se in-
servirían de pequeñas carretas para transportar los metales hacia el torno. terrumpiera la producción por dos años, el tiempo que estimó necesario
Nordenflicht quiso también excavar galerías o calles en todas direcciones para montar su proyecto. Una existencia de 8,000 quintales de mercurio
para determinar la cantidad y la calidad de los metales. Las galerías que más algunas remesas adicionales de España serían suficientes para las mi-
descubrieran frontones de alta ley serían conectadas con el pozo central. nas de plata hasta que Huancavelica comenzara a producir otra vez. Nor-
Asimismo, Nordenflicht propuso un sistema mecánico para el trans- denflicht calculó que las reformas costarían 220,338 pesos por año,68 una
porte de los metales hacia los asientos de la fundición, y la concentración cantidad menor que los 500,000 pesos que Areche había estimado sería el
costo para habilitar la mina en 1779.69 El virrey Francisco Gil de Taboada

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de ésta al pie del cerro y cerca de la villa. Utilizando envases con forma de
embudo y ligados entre sí con cuerdas, los metales descenderían por su y la Audiencia de Lima aprobaron el proyecto, pensando que además de
propio peso de paradero en paradero, donde los trabajadores los transferi- ofrecer ventajas para Huancavelica podría ser un excelente ejemplo de la
rían hasta que llegaran a los asientos en la parte baja del valle. Cerca del si- implementación de nueva tecnología para el resto de la industria minera
peruana. Hacia el 5 de agosto de 1791, el rey Carlos IV dió su autoriza-
ción para que Nordenflicht continuara con su trabajo.70
64. Título de primer director de la expedición de minas del reino del Perú a favor del Sin embargo, durante el período de espera de la decisión del rey, el vi-
barón de Nordenflicht, 1 abril 1788, AGI, Lima 1351; Marie Helrner, "Mineurs Allemands rrey Gil empezó a cambiar de parecer en relación al proyecto de Norden-
á Potosí: L'Expedition Nordenflycht (1788-1798)", León, 1971, VI Congreso internacional
de Minería vol. 1, pp. 513-518.
65. Tagle a Gil, núm. 134,8 noviembre 1790, en Libro de correspondencia de oficio
con el Exmo Señor Virrey de estos Reynos por don Pedro de Tagle, 1789-1790, AGI, Lima
1352. 67. Los hornos de Idria no se introdujeron en Almadén hasta los primeros años del si-
66. Véase el Expediente formado a representación del Baron de Nordenflicht sobre el glo XIX. Soler al virrey del Perú, 18 octubre 1802, AGI, Lima 1357.
estado actual de la Mina de Guancavelica y medios que considera precisos e indispensables 68. Ibid., fol. 35.
para restablecerla, 1791, fol. 10-22, con Nordenflicht al virrey Gil, 9 enero 1791, AGI, Lima 69. Areche a Gálvez, 20 febrero 1779, AGI, Lima 1083.
1332; y BNP, C1035. 70. Gil a Lerena, núm. 57, 5 febrero 1791, AGI, Lima 1332.

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flicht;71 El intendente interino de Huancavelica, Pedro de Tagle, había ela- montar un laboratorio metalúrgico. Aunque dejó algunos de sus asistentes
borado su propio plan para restaurar la mina, que requería de la construc- en Huancavelica, la ausencia de Nordenflicht eliminó al sujeto más capaci-
ción de más hornos y de un aumento en el precio cobrado a los mineros tado para hacer avanzar el proyecto de reformas.
de plata por el azogue.72 En vez de apoyar a Nordenflicht, Tagle continuó Por lo tanto, cuando Subiela llegó finalmente a Huancavelica en se-
desarrollando su propia propuesta mientras realizaba falsas acusaciones tiembre de 1792, este ingeniero había adquirido una importancia inespe-
contra el sueco y sus ayudantes. Este comportamiento era típico del carác- rada. Quizás porque el virrey Gil había perdido su entusiasmo inicial por
ter voluble, arrogante, y poco juicioso de Tagle, pero sus quejas fortale- el proyecto, Subiela fue forzado a retrasar la presentación de su informe
cían a los otros adversarios de Nordenflicht.73 oficial por algunos meses. Mientras tanto, Subiela conoció Huancavelica y
Otra persona que se oponía al proyecto del barón fue Manuel de Vi- Santa Bárbara y hostilizó a los mineros peruanos criticando sus métodos y
llalta, un miembro del Tribunal de Minería en Lima. De hecho, el barón su corrupción.75 Finalmente, el 28 de febrero y el 1 de marzo de 1793 en
lo culpó por toda la oposición que se levantó en contra de su plan. Como Lima, en dos juntas convocadas por el virrey, Subiela se reunió con Nor-
el único miembro del Tribunal con grán experiencia minera, Villalta con- denflicht, dos otros miembros de la misión y Antonio Villas pesa, el vee-
siguió primero persuadir al virrey que la reforma de Nordenflicht no po- dor de Santa Bárbara, Basados en un plan de la mina preparado por Fede-
día realizarse en la medida que el barón pretendía y luego logró convencer rico Mothes, un especialista en la geometría subterránea y miembro del
a Gil que el proyecto costaría probablemente mucho más de lo que indica- equipo de Nordenflicht, los presentes ratificaron la propuesta del barón
ba el sueco. Una parte de la oposición de Villalta surgió, sin duda, de los para restablecer la mina. La única 'excepción fue que se acordó cavar el
resultados mediocres que obtuvo Nordenflicht en Potosí, donde su mi- pozo central en el lugar donde el socavón de Belén cortaba la mina. De
sión no había logrado demostrar el proceso de Born para la amalgama, esta manera se excluiría la parte superior en dirección del Brocal bajo la
que debía economizar tanto tiempo como mercurio para los azogueros. creencia que se hallarían los metales nuevos en las vetas más profundas.
Cuando la misión no satisfizo las expectativas potosinas, los peruanos Poco más tarde ellos agregaron la recomendación del plan de Norden-
como Villalta pusieron en duda las otras pretensiones de Nordenflicht.74 flicht en relación a los ingenios, las máquinas de concentración y los nue-
La actitud de Nordenflicht tampoco lo ayudó. El barón veía a Huan- vos hornos. Se designó a Subiela para preparar un plan detallado de la mina,
cavelica sólo como una pequeña parte de su misión. Luego de su estadía tanto para la manutención como para el diseño del torno central, las
en Huancavelica partió para Lima donde mostró un interés especial en galerías y los socavones en caso de que el proyecto fuese adoptado por el
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virrey. El 14 de mayo Subiela, Nordenflicht y los otros asesores se reunie-


ron con el virrey, el fiscal y regente de la audiencia, y Pedro de Tagle. En
71. Castilla al virrey del Perú, 18 febrero 1792; y Gil a Lerena, 26 julio 1791, núm. aquella junta, Villaspesa y Tagle arguyeron con vehemencia contra todo el
161, AGI, Lima 696. proyecto de Nordenflicht.76 Al constatar la división tan grande que existía
72. Tagle al virrey Croix, núm. 193,27 febrero 1790, AGI, Lima 1352.
73. Ejemplos de las críticas de Tagle contra Nordenflicht son "Libro de corresponden-
entre los peritos, el virrey evitó tomar una decisión.
cia de oficio con el Exmo Señor Virrey de estos Reynos por don Pedro de Tagle", 1789- De hecho, el gobierno nunca utilizó el proyecto de Nordenflicht para
1790, núm. 96 y 134. Habla sobre la personalidad de Tagle la "Instrucción reservada para Huancavelica. Para satisfacer la demanda creciente de mercurio, en 1785
interior gobierno del Visitador General del Perú", 20 junio 1776, AGI, Lima 1082. José de Gálvez firmó un contrato con Austria para comprar alrededor de
74. Helmer, "Mineurs"; John Fisher, Minas y mineros en el Perú colonial, 1776-1824 12,000 quintales de azogue de Idria al año. El acuerdo era renovable hasta
(Lima: IEP, 1977), pp. 115-152; Rose Marie Buechler, "The Mining Society of Potosí,
1776-1810" (Tesis doctoral: University of Syracuse, Department of Geography, 1981), pp.
65-108; Informe de la diputación de mineros de Huantajaya, 24 diciembre 1791, en Expe-
diente sobre el laboratorio químico metalúrgico mandado hacer bajo de la dirección del ba-
rón de Nordenflicht, 1791-1792, AGI, Lima 703; extractos de las cartas del obispo de Hua- 75. Testimonio del expediente formado sobre la denuncia del Ingeniero Subterraneo,
manga, 11 febrero 1794, en Expediente sobre descubrimiento de un rico mineral de azogue, Dn Pedro Subiela, de la mala venación que notaba en los bajadores de polvillos y diligencias
1794, AGI, Lima 1333. Pedro de Tagle dijo haber elaborado un modelo mejor que el de practicadas en el particular, 1793, BNP, C3411.
Nordenflicht. Tagle al virrey, 29 abril 1790, AGNP, Minería 21. 76. Subiela a Gardoqui, núm. 1,6 mayo 1794, anexos 4 y 5, AGI, Lima 1333.

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flicht;71 El intendente interino de Huancavelica, Pedro de Tagle, había ela- montar un laboratorio metalúrgico. Aunque dejó algunos de sus asistentes
borado su propio plan para restaurar la mina, que requería de la construc- en Huancavelica, la ausencia de Nordenflicht eliminó al sujeto más capaci-
ción de más hornos y de un aumento en el precio cobrado a los mineros tado para hacer avanzar el proyecto de reformas.
de plata por el azogue.72 En vez de apoyar a Nordenflicht, Tagle continuó Por lo tanto, cuando Subiela llegó finalmente a Huancavelica en se-
desarrollando su propia propuesta mientras realizaba falsas acusaciones tiembre de 1792, este ingeniero había adquirido una importancia inespe-
contra el sueco y sus ayudantes. Este comportamiento era típico del carác- rada. Quizás porque el virrey Gil había perdido su entusiasmo inicial por
ter voluble, arrogante, y poco juicioso de Tagle, pero sus quejas fortale- el proyecto, Subiela fue forzado a retrasar la presentación de su informe
cían a los otros adversarios de Nordenflicht.73 oficial por algunos meses. Mientras tanto, Subiela conoció Huancavelica y
Otra persona que se oponía al proyecto del barón fue Manuel de Vi- Santa Bárbara y hostilizó a los mineros peruanos criticando sus métodos y
llalta, un miembro del Tribunal de Minería en Lima. De hecho, el barón su corrupción.75 Finalmente, el 28 de febrero y el 1 de marzo de 1793 en
lo culpó por toda la oposición que se levantó en contra de su plan. Como Lima, en dos juntas convocadas por el virrey, Subiela se reunió con Nor-
el único miembro del Tribunal con grán experiencia minera, Villalta con- denflicht, dos otros miembros de la misión y Antonio Villas pesa, el vee-
siguió primero persuadir al virrey que la reforma de Nordenflicht no po- dor de Santa Bárbara, Basados en un plan de la mina preparado por Fede-
día realizarse en la medida que el barón pretendía y luego logró convencer rico Mothes, un especialista en la geometría subterránea y miembro del
a Gil que el proyecto costaría probablemente mucho más de lo que indica- equipo de Nordenflicht, los presentes ratificaron la propuesta del barón
ba el sueco. Una parte de la oposición de Villalta surgió, sin duda, de los para restablecer la mina. La única 'excepción fue que se acordó cavar el
resultados mediocres que obtuvo Nordenflicht en Potosí, donde su mi- pozo central en el lugar donde el socavón de Belén cortaba la mina. De
sión no había logrado demostrar el proceso de Born para la amalgama, esta manera se excluiría la parte superior en dirección del Brocal bajo la
que debía economizar tanto tiempo como mercurio para los azogueros. creencia que se hallarían los metales nuevos en las vetas más profundas.
Cuando la misión no satisfizo las expectativas potosinas, los peruanos Poco más tarde ellos agregaron la recomendación del plan de Norden-
como Villalta pusieron en duda las otras pretensiones de Nordenflicht.74 flicht en relación a los ingenios, las máquinas de concentración y los nue-
La actitud de Nordenflicht tampoco lo ayudó. El barón veía a Huan- vos hornos. Se designó a Subiela para preparar un plan detallado de la mina,
cavelica sólo como una pequeña parte de su misión. Luego de su estadía tanto para la manutención como para el diseño del torno central, las
en Huancavelica partió para Lima donde mostró un interés especial en galerías y los socavones en caso de que el proyecto fuese adoptado por el

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virrey. El 14 de mayo Subiela, Nordenflicht y los otros asesores se reunie-
ron con el virrey, el fiscal y regente de la audiencia, y Pedro de Tagle. En
71. Castilla al virrey del Perú, 18 febrero 1792; y Gil a Lerena, 26 julio 1791, núm. aquella junta, Villaspesa y Tagle arguyeron con vehemencia contra todo el
161, AGI, Lima 696. proyecto de Nordenflicht.76 Al constatar la división tan grande que existía
72. Tagle al virrey Croix, núm. 193,27 febrero 1790, AGI, Lima 1352.
73. Ejemplos de las críticas de Tagle contra Nordenflicht son "Libro de corresponden-
entre los peritos, el virrey evitó tomar una decisión.
cia de oficio con el Exmo Señor Virrey de estos Reynos por don Pedro de Tagle", 1789- De hecho, el gobierno nunca utilizó el proyecto de Nordenflicht para
1790, núm. 96 y 134. Habla sobre la personalidad de Tagle la "Instrucción reservada para Huancavelica. Para satisfacer la demanda creciente de mercurio, en 1785
interior gobierno del Visitador General del Perú", 20 junio 1776, AGI, Lima 1082. José de Gálvez firmó un contrato con Austria para comprar alrededor de
74. Helmer, "Mineurs"; John Fisher, Minas y mineros en el Perú colonial, 1776-1824 12,000 quintales de azogue de Idria al año. El acuerdo era renovable hasta
(Lima: IEP, 1977), pp. 115-152; Rose Marie Buechler, "The Mining Society of Potosí,
1776-1810" (Tesis doctoral: University of Syracuse, Department of Geography, 1981), pp.
65-108; Informe de la diputación de mineros de Huantajaya, 24 diciembre 1791, en Expe-
diente sobre el laboratorio químico metalúrgico mandado hacer bajo de la dirección del ba-
rón de Nordenflicht, 1791-1792, AGI, Lima 703; extractos de las cartas del obispo de Hua- 75. Testimonio del expediente formado sobre la denuncia del Ingeniero Subterraneo,
manga, 11 febrero 1794, en Expediente sobre descubrimiento de un rico mineral de azogue, Dn Pedro Subiela, de la mala venación que notaba en los bajadores de polvillos y diligencias
1794, AGI, Lima 1333. Pedro de Tagle dijo haber elaborado un modelo mejor que el de practicadas en el particular, 1793, BNP, C3411.
Nordenflicht. Tagle al virrey, 29 abril 1790, AGNP, Minería 21. 76. Subiela a Gardoqui, núm. 1,6 mayo 1794, anexos 4 y 5, AGI, Lima 1333.

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1797.77 Complementado con la producción de Almadén, el surtimiento


de Idria volvió menos urgente la solución de la crisis de Huancavelica. Por
ello las autoridades de Madrid no presionaron a los oficiales peruanos para
resolver la disputa.
En 1793, el intendente de Huancavelica, el conde de Ruiz Castilla,
decidió que solamente sería posible que Huancavelica produjera cantida-
des significativas de mercurio si es que se permitía a los particulares traba-
jar los minerales fuera de la mina de Santa Bárbara. Ruiz Castilla llegó a
dar acceso a los hornos reales para destilar los metales, manteniendo como
única condición que todo el mercurio debía ser vendido a la real hacienda,
que seguiría dictando el precio. La región abundaba en cinabrio, aunque
la mayoría era de baja ley, y se hizo un descubrimiento rico en Sillacasa en
1793.78 Este sistema, llamado pallaqueo, resucitó Huancavelica hasta el
punto que producía por lo menos dos o tres mil quintales al año, alcan-
zando un máximo de 5,725 en 1795 (véase la Figura 4).
Sin embargo, el pallaqueo no fue una solución permanente. El proble-
ma principal fue la inexistencia de un método económico para transportar
y beneficiar los metales. Por esta razón, ofrecía tantas ventajas para el fu-
turo de Huancavelica la propuesta no realizada de Nordenflicht para la
construcción de máquinas para el transporte y para la instalación de un
proceso de concentración. A pesar de todo, tales cambios estaban fuera
del alcance de los pallaqueros indígenas que trabajaban la superficie. El go-
bierno fue incapaz de mostrar el camino de las reformas tecnológicas ne-
cesarias. Debido a que las reformas de Gálvez y Areche habían sido dirigi-
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das a destruir el gremio e indirectamente habían perjudicado la produc-


ción en Santa Bárbara, el real gobierno era el único partido con el capital
y la tecnología necesarias para un reflotamiento de Huancavelica.
Entretanto, la envidia y la rivalidad profesional habían hecho adversa-
rios a Nordenflicht y Subiela. El barón permaneció en Lima, y Subiela no
volvió a Huancavelica después de la junta de mayo de 1793, hasta que el
virrey lo mandó a fines de abril de 1794.79 Cualquier esperanza de utilizar

77. Extracto de las negociaciones de la contrata sobre la compra de azogue del Conde
de Greppi, 1784-1785, AGI, Indiferente General 1789; y Greppi a Valdés, 2 noviembre
1787, AGI, IG 1789. El contrato se encuentra dentro del mismo legajo.
78. Ruiz de Castilla a Gálvez, 16 junio 1794, AGI, Lima 1333; y Gálvez a Gardoqui,
18 mano 1795, AGI, Lima 1333.
79. Subiela a Gardoqui, 6 mayo 1794, núm. 1, AGI, Lima 1333; y Subiela a Gardoqui,
18 mayo 1795, núm. 3, AGI, Lima 1333.

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86 Kendall W. Brown Recepción de la tecnología minera española 87

1797.77 Complementado con la producción de Almadén, el surtimiento


de Idria volvió menos urgente la solución de la crisis de Huancavelica. Por
ello las autoridades de Madrid no presionaron a los oficiales peruanos para
resolver la disputa.
En 1793, el intendente de Huancavelica, el conde de Ruiz Castilla,
decidió que solamente sería posible que Huancavelica produjera cantida-
des significativas de mercurio si es que se permitía a los particulares traba-
jar los minerales fuera de la mina de Santa Bárbara. Ruiz Castilla llegó a
dar acceso a los hornos reales para destilar los metales, manteniendo como
única condición que todo el mercurio debía ser vendido a la real hacienda,
que seguiría dictando el precio. La región abundaba en cinabrio, aunque
la mayoría era de baja ley, y se hizo un descubrimiento rico en Sillacasa en
1793.78 Este sistema, llamado pallaqueo, resucitó Huancavelica hasta el
punto que producía por lo menos dos o tres mil quintales al año, alcan-
zando un máximo de 5,725 en 1795 (véase la Figura 4).
Sin embargo, el pallaqueo no fue una solución permanente. El proble-
ma principal fue la inexistencia de un método económico para transportar
y beneficiar los metales. Por esta razón, ofrecía tantas ventajas para el fu-
turo de Huancavelica la propuesta no realizada de Nordenflicht para la
construcción de máquinas para el transporte y para la instalación de un
proceso de concentración. A pesar de todo, tales cambios estaban fuera
del alcance de los pallaqueros indígenas que trabajaban la superficie. El go-
bierno fue incapaz de mostrar el camino de las reformas tecnológicas ne-
cesarias. Debido a que las reformas de Gálvez y Areche habían sido dirigi-

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


das a destruir el gremio e indirectamente habían perjudicado la produc-
ción en Santa Bárbara, el real gobierno era el único partido con el capital
y la tecnología necesarias para un reflotamiento de Huancavelica.
Entretanto, la envidia y la rivalidad profesional habían hecho adversa-
rios a Nordenflicht y Subiela. El barón permaneció en Lima, y Subiela no
volvió a Huancavelica después de la junta de mayo de 1793, hasta que el
virrey lo mandó a fines de abril de 1794.79 Cualquier esperanza de utilizar

77. Extracto de las negociaciones de la contrata sobre la compra de azogue del Conde
de Greppi, 1784-1785, AGI, Indiferente General 1789; y Greppi a Valdés, 2 noviembre
1787, AGI, IG 1789. El contrato se encuentra dentro del mismo legajo.
78. Ruiz de Castilla a Gálvez, 16 junio 1794, AGI, Lima 1333; y Gálvez a Gardoqui,
18 mano 1795, AGI, Lima 1333.
79. Subiela a Gardoqui, 6 mayo 1794, núm. 1, AGI, Lima 1333; y Subiela a Gardoqui,
18 mayo 1795, núm. 3, AGI, Lima 1333.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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88 Kendall W. Brown Recepción de la tecnología minera española 89

el proyecto de Nordenflicht ahora dependía del plan que Subiela debía di- fuese posible entre 1807 y 1809.84 Sin embargo, prevalecieron los intereses
señar. Tal tarea era difícil, dada la naturaleza caótica de la mina, y en parte locales, y el pallaqueo continuó, aunque la reforma tecnológica se detuvo.
por ello el ingeniero nunca la terminó. A medida que pasaba el tiempo Mientras tanto en 1808 Napoleón invadió España, los franceses ocu-
Subiela se fue volviendo malhumorado, menos cooperativo, y ciego, per- paron Almadén y los azogueros peruanos se hallaron desesperados. La
maneciendo casi inactivo en Huancavelica hasta su jubilación en 1821. 80 mina de Santa Bárbara permaneció cerrada, aguardando que ministros va-
Madrid no hizo nada con respecto a Huancavelica hasta 1802, cuan- cilantes tomaran una decisión sobre la propuesta de Nordenflicht. Si hu-
do el Ministro de Gracia y Justicia Miguel Cayetano Soler mandó que ce- biera sido efectuada, Huancavelica quizás podría haber proveído seis o sie-
sara toda la producción. El Ministro estaba ingenuamente confiado en te mil quintales por año para el Perú. El Consejo de Regencia en Cádiz
que Almadén podía destilar 30,000 quintales al año a 15 pesos el quintal tomó medidas desesperadas para proveer el mercurio para las colonias. Tan
y por ello no quiso mantener la mina de Santa Bárbara ni pagar a los pa- pesimistas fueron las perspectivas que los ministros mandaron que se abrie-
llaqueros 85 pesos por quintal.81 Por el contrario, Soler creía que desde Al- ra Santa Bárbara.85 El 26 de enero de 1811 las Cortes abolieron el mono-
madén podía almacenar en el Perú una provisión de mercurio por ocho o polio real de mercurio, removiendo al gobierno completamente del comer-
diez años para proteger a los azogueros contra cualquier trastomo.82 Soler cio del azogue.86 Hacia 1814 la producción de Huancavelica estaba parali-
nunca pareció preocupado con la cuestión de cómo podría realizar tal ha- zada. Sin la posibilidad de contribuir con fondos para combatir las
zaña cuando sólo México consumía casi toda la producción de Almadén. rebeliones que eventualmente culminarían en la independencia peruana, la
Sin embargo, Soler también tenía otro motivo más cínico: quería cer- real hacienda no tuvo recursos para comprar el mercurio de los pallaqueros.
cenar cualquier sentimiento nacionalista entre los peruanos al hacerlos De esta manera terminó la tentativa borbónica de transferir la tecno-
completamente dependientes de España en relación al mercurio. Según logía minera europea a Huancavelica. Nunca se sabrá si el proyecto de
Soler el rey había autorizado un decreto secreto para cerrar Huancavelica Nordenflicht habría tenido éxito. Pero al parecer fue él quien entendió
porque: con mayor claridad el desafío de Huancavelica de finales del siglo XVIII:
era necesario un método de reducción y concentración de los minerales
en todos sus Dominios Americanos se pudiesen extinguir hasta los humos del de mercurio para hacer bajar los costos de su beneficio. Su sistema de
Azogue por quanto a tener este Ingrediente, se atribuye a sus Moradores los transporte mecanizado y plantas de concentración ofrecía una posibilidad
pasados Intentos de Sublevación y que conservandolos, por la misma causa de vencer la pobreza de los minerales. No obstante, la innovación tecnoló-
83
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los repitiesen. gica tropezó con la falta de capital, las guerras europeas, la prosperidad de
Almadén y el miedo español al nacionalismo peruano.
Los intendentes de Huancavelica nunca cumplieron con la orden de
Soler, aunque el intendente Juan Vives impidió la producción tanto como

80. Corbalán a Fernando VII, 14 mano 1819, AGI, Lima 774; Y Expediente relativo a
la jubilación de Pedro Subiela, 1819-1821, AGI, Lima 1335.
81. Véase Soler al virrey del Perú, 18 octubre 1802, que acompaña marqués de Villalta
a Soler, 8 mayo 1807, AGI, Lima 1357; y el borrador de Soler a Gálvez, 28 noviembre
1800, AGI, Lima 1334, en el cual el ministro declaró al intendente de Huancavelica que una
vez que se declarase la paz y que las remesas de azogue empezaran a llegar de Almadén, él 84. Bernardo Fernández de Quevedo, Gregorio Delgado y Joseph de Pedregal y Molli-
debiera abandonar Santa Bárbara, destruir los hornos y ordenar a los operarios a irse de las nedo al rey, 30 mayo 1808, AGI, Lima 1349; y Fisher, Government and Society, pp. 144-
minas de oro y plata. Véase también, Fisher, Government and Society, pp. 144-145. 145.
82. Vives a Soler, 18 enero 1808, núm. 5, AGI, Lima 788. 85. Consejo de Regencia al virrey del Perú, 26 diciembre 1810, AGI, Lima 1335; y
83. El intendente de Huancavelica, Juan Vives y Echevarría, se refiere a una orden se- Ranz Romatrillos al gobernador de Huancavelica, 24 febrero 1812, LL, manuscritos perua-
creta del 28 de noviembre de 1800 que Soler le dió el 9 de enero de 1806, y que hizo explí- nos.
cito el motivo oculto de Madrid. Vives a Soler, 18 enero 1808, AGI, Lima 778. 86. Decreto de las Cortes, 26 enero 1811, AGI, Lima 1351.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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el proyecto de Nordenflicht ahora dependía del plan que Subiela debía di- fuese posible entre 1807 y 1809.84 Sin embargo, prevalecieron los intereses
señar. Tal tarea era difícil, dada la naturaleza caótica de la mina, y en parte locales, y el pallaqueo continuó, aunque la reforma tecnológica se detuvo.
por ello el ingeniero nunca la terminó. A medida que pasaba el tiempo Mientras tanto en 1808 Napoleón invadió España, los franceses ocu-
Subiela se fue volviendo malhumorado, menos cooperativo, y ciego, per- paron Almadén y los azogueros peruanos se hallaron desesperados. La
maneciendo casi inactivo en Huancavelica hasta su jubilación en 1821. 80 mina de Santa Bárbara permaneció cerrada, aguardando que ministros va-
Madrid no hizo nada con respecto a Huancavelica hasta 1802, cuan- cilantes tomaran una decisión sobre la propuesta de Nordenflicht. Si hu-
do el Ministro de Gracia y Justicia Miguel Cayetano Soler mandó que ce- biera sido efectuada, Huancavelica quizás podría haber proveído seis o sie-
sara toda la producción. El Ministro estaba ingenuamente confiado en te mil quintales por año para el Perú. El Consejo de Regencia en Cádiz
que Almadén podía destilar 30,000 quintales al año a 15 pesos el quintal tomó medidas desesperadas para proveer el mercurio para las colonias. Tan
y por ello no quiso mantener la mina de Santa Bárbara ni pagar a los pa- pesimistas fueron las perspectivas que los ministros mandaron que se abrie-
llaqueros 85 pesos por quintal.81 Por el contrario, Soler creía que desde Al- ra Santa Bárbara.85 El 26 de enero de 1811 las Cortes abolieron el mono-
madén podía almacenar en el Perú una provisión de mercurio por ocho o polio real de mercurio, removiendo al gobierno completamente del comer-
diez años para proteger a los azogueros contra cualquier trastomo.82 Soler cio del azogue.86 Hacia 1814 la producción de Huancavelica estaba parali-
nunca pareció preocupado con la cuestión de cómo podría realizar tal ha- zada. Sin la posibilidad de contribuir con fondos para combatir las
zaña cuando sólo México consumía casi toda la producción de Almadén. rebeliones que eventualmente culminarían en la independencia peruana, la
Sin embargo, Soler también tenía otro motivo más cínico: quería cer- real hacienda no tuvo recursos para comprar el mercurio de los pallaqueros.
cenar cualquier sentimiento nacionalista entre los peruanos al hacerlos De esta manera terminó la tentativa borbónica de transferir la tecno-
completamente dependientes de España en relación al mercurio. Según logía minera europea a Huancavelica. Nunca se sabrá si el proyecto de
Soler el rey había autorizado un decreto secreto para cerrar Huancavelica Nordenflicht habría tenido éxito. Pero al parecer fue él quien entendió
porque: con mayor claridad el desafío de Huancavelica de finales del siglo XVIII:
era necesario un método de reducción y concentración de los minerales
en todos sus Dominios Americanos se pudiesen extinguir hasta los humos del de mercurio para hacer bajar los costos de su beneficio. Su sistema de
Azogue por quanto a tener este Ingrediente, se atribuye a sus Moradores los transporte mecanizado y plantas de concentración ofrecía una posibilidad
pasados Intentos de Sublevación y que conservandolos, por la misma causa de vencer la pobreza de los minerales. No obstante, la innovación tecnoló-
83

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los repitiesen. gica tropezó con la falta de capital, las guerras europeas, la prosperidad de
Almadén y el miedo español al nacionalismo peruano.
Los intendentes de Huancavelica nunca cumplieron con la orden de
Soler, aunque el intendente Juan Vives impidió la producción tanto como

80. Corbalán a Fernando VII, 14 mano 1819, AGI, Lima 774; Y Expediente relativo a
la jubilación de Pedro Subiela, 1819-1821, AGI, Lima 1335.
81. Véase Soler al virrey del Perú, 18 octubre 1802, que acompaña marqués de Villalta
a Soler, 8 mayo 1807, AGI, Lima 1357; y el borrador de Soler a Gálvez, 28 noviembre
1800, AGI, Lima 1334, en el cual el ministro declaró al intendente de Huancavelica que una
vez que se declarase la paz y que las remesas de azogue empezaran a llegar de Almadén, él 84. Bernardo Fernández de Quevedo, Gregorio Delgado y Joseph de Pedregal y Molli-
debiera abandonar Santa Bárbara, destruir los hornos y ordenar a los operarios a irse de las nedo al rey, 30 mayo 1808, AGI, Lima 1349; y Fisher, Government and Society, pp. 144-
minas de oro y plata. Véase también, Fisher, Government and Society, pp. 144-145. 145.
82. Vives a Soler, 18 enero 1808, núm. 5, AGI, Lima 788. 85. Consejo de Regencia al virrey del Perú, 26 diciembre 1810, AGI, Lima 1335; y
83. El intendente de Huancavelica, Juan Vives y Echevarría, se refiere a una orden se- Ranz Romatrillos al gobernador de Huancavelica, 24 febrero 1812, LL, manuscritos perua-
creta del 28 de noviembre de 1800 que Soler le dió el 9 de enero de 1806, y que hizo explí- nos.
cito el motivo oculto de Madrid. Vives a Soler, 18 enero 1808, AGI, Lima 778. 86. Decreto de las Cortes, 26 enero 1811, AGI, Lima 1351.
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90 Kendall W. Brown

Siglas utilizadas:

AGI: Archivo General de Indias, Sevilla.


AGNP:
BNM:
Archivo General de la Nación del Perú, Lima.
Biblioteca Nacional, Madrid.
La Utopía de Hipólito Unanue: comercio,
BNP:
LL:
Biblioteca Nacional, Lima.
Lilly Library, Bloomington, Indiana, EE.UU.
naturaleza, y religión en el Perú1
Jorge Cañizares

La ilustración es un término que en nuestra imaginación evoca imáge-


nes de anticlericalismo y "modernidad". En el celebrado estudio de Peter
Gay, la ilustración aparece como un período crucial en la historia del
mundo occidental en el que la tolerancia asociada a viejas corrientes paga-
nas (como el escepticismo) y el empirismo (que surgió con la revolución
científica del siglo XVII) derrotan finalmente a los dogmatismos de la
Cristiandad.2 Este tipo de imagen es probablemente una buena descrip-
ción de la experiencia de Francia, pero cuando se la aplica a otros países,
inclusive europeos, se corre el riesgo de crear serias distorsiones. 3
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

Es precisamente la imagen de "modernidad" propuesta por Gay la


que utilizó hace un tiempo John Woodman para analizar la obra de Hipó-
lito Unanue (1755-1833), un médico, pensador, y político considerado

l. Parte de esta investigación se realizó con ayuda del Joint Committe on Latin Ameri-
can and Caribbean Studies del Social Science Research Council y la American Counci1 of
Learned Societies. Agradezco la colaboración de Armando Guevara y Marcos Cueto.
2. Peter Gay, The Enlightenment, 2 v. (Nueva York: Norton, 1966).
3. Para una visión crítica de Gay y de su impacto en la historiografía sobre la ilustración
en países europeos, véase Richard B. Sher, Church and University in the Scottish Enlighten-
ment. The Moderate Literati of Edinburgo (Princeton: Princeton Univ. Press, 1985).
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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Siglas utilizadas:

AGI: Archivo General de Indias, Sevilla.


AGNP:
BNM:
Archivo General de la Nación del Perú, Lima.
Biblioteca Nacional, Madrid.
La Utopía de Hipólito Unanue: comercio,
BNP:
LL:
Biblioteca Nacional, Lima.
Lilly Library, Bloomington, Indiana, EE.UU.
naturaleza, y religión en el Perú1
Jorge Cañizares

La ilustración es un término que en nuestra imaginación evoca imáge-


nes de anticlericalismo y "modernidad". En el celebrado estudio de Peter
Gay, la ilustración aparece como un período crucial en la historia del
mundo occidental en el que la tolerancia asociada a viejas corrientes paga-
nas (como el escepticismo) y el empirismo (que surgió con la revolución
científica del siglo XVII) derrotan finalmente a los dogmatismos de la
Cristiandad.2 Este tipo de imagen es probablemente una buena descrip-
ción de la experiencia de Francia, pero cuando se la aplica a otros países,
inclusive europeos, se corre el riesgo de crear serias distorsiones. 3

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Es precisamente la imagen de "modernidad" propuesta por Gay la
que utilizó hace un tiempo John Woodman para analizar la obra de Hipó-
lito Unanue (1755-1833), un médico, pensador, y político considerado

l. Parte de esta investigación se realizó con ayuda del Joint Committe on Latin Ameri-
can and Caribbean Studies del Social Science Research Council y la American Counci1 of
Learned Societies. Agradezco la colaboración de Armando Guevara y Marcos Cueto.
2. Peter Gay, The Enlightenment, 2 v. (Nueva York: Norton, 1966).
3. Para una visión crítica de Gay y de su impacto en la historiografía sobre la ilustración
en países europeos, véase Richard B. Sher, Church and University in the Scottish Enlighten-
ment. The Moderate Literati of Edinburgo (Princeton: Princeton Univ. Press, 1985).
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92 Jorge Cañizares La Utopía de Hipólito Unanue 93

como el paladín de la ilustración en el virreinato del Perú. 4 Para su propia europeas y la persistencia de valores frecuentemente conservadores y reac-
desilusión, Woodman halló que Unanue no fue el científico que el mode- cionarios que reflejaron el contexto colonial y social en el que la ilustra-
lo de modernidad sugería. Unanue, según Woodman, no observó el mun- ción peruana se desarrolló. Asimismo, intento desagregar los elementos
do con escepticismo a través de sus propios ojos, como lo hicieron otros esenciales de una visión utópica de la naturaleza y de la sociedad peruanas
ilustrados, sino a través de los libros de otros denotando con ello la per- que llegaron a tener una fuerte influencia en las élites locales que sobrevi-
sistencia en el Perú colonial de la influencia escolástica y humanista que vieron a las Guerras de Independencia.
otorgaba autoridad a los textos clásicos. Woodman reconoció que hacia el
final de su carrera Unanue se sobrepuso a los viejos modelos humanistas y
se aventuró a poner en tela de juicio la autoridad de la palabra escrita. De- II
safortunadamente, señala Woodman, la tardía heterodoxia de Unanue no
fue algo que otros intelectuales peruanos estuvieron dispuestos a seguir. Uno de los temas que con mayor claridad refleja la influencia europea
La comunidad de médicos que se formaron bajo su tutela en el Anfiteatro ilustrada en la obra de Unanue y en el pensamiento de otros intelectuales
Anatómico (creado en 1792) y, más tarde, en el Colegio de Medicina y peruanos de la época es el del comercio. Convencidos de que el Perú esta-
Cirugía de San Fernando (fundado en 1811), hicieron de la obra de Una- ba en "decadencia" desde mediados del siglo diecisiete, los ilustrados pe-
nue un nuevo canon libresco. Una de las principales virtudes de la obra de ruanos buscaron articular una visión utópica para orientar la solución de
Woodman es que, sin quererlo, señala las limitaciones del concepto de la crisis económica peruana. En el primer número del Mercurio Peruano, la
"modernidad" elaborado por Gay. publicación que congregara a los ilustrados peruanos reunidos en la Socie-
En un artículo reciente Thomas Glick retoma en cierta medida este dad Académica de Amantes del País entre 1791 y 1795, José Rossi y
concepto de modernidad al afirmar que los científicos criollos en Colom- Rubí publicó su célebre "Idea General del Perú." En este artículo revisaba
bia, Perú y México asumieron roles radicales en las guerras de emancipa- la situación económica del país y señalaba que la agricultura, la minería, la
ción.5 Según Glick, los ilustrados criollos crearon canales alternativos a las industria, la navegación y la pesca eran áreas con graves problemas y limi-
instituciones oficiales controladas por peninsulares. En sus prácticas y ter- taciones.6 Manteniendo una continuidad con esta línea de pensamiento,
tulias, estos ilustrados no solo generaron una "ciencia" patriótica sino que Unanue escribió treinta y cinco años mas tarde un informe al congreso
conspiraron activamente contra la corona, muriendo muchos en el proce- como ministro de gobierno del Perú donde evaluaba con idéntico realis-
mo el estado crítico de la economía peruana.7
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

so. Según Glick, alrededor de Unanue se formó un grupo de "newtonianos"


liberales que fueron sistemáticamente perseguidos por la inquisición. Según la "Idea General del Perú", el único camino para resolver esta
Interpretaciones como la de Glick tienen el problema de exagerar la radi- difícil situación era utilizar las potencialidades comerciales de un país cuya
calidad de los ilustrados de la región. naturaleza era "fecunda en prodigios".8 Unanue pensaba que el Perú era
En las páginas siguientes propongo una interpretación diferente de la una región privilegiada para el desarrollo del comercio internacional ya
obra de Unanue, y en consecuencia, sugiero una explicación alternativa de
la ilustración en territorios americanos. Al hacerlo intento analizar las apa-
rentes contradicciones entre la recepción favorable de las ideas ilustradas 6. José Rossi y Rubí, "Idea general del Pero", Mercurio Peruano 1 (2 de Enero de
1791): 1-7. El mejor estudio bibliográfico de esta revista es Jean Pierre Clement, "Indices
del Mercurio Peruano, 1790-1795", Fénix, Revista de la Biblioteca Nacional 26-27 (1979): 5-
234. Unanue fue secretario de la Sociedad Académica de Amantes del País.
7. Hipólito Unanue, "Memoria del Señor Ministro de Estado en el departamento de
4. John E. Woodman, "The Influence of Hipolito Unanue of peruvian medical scien- gobierno y relaciones exteriores al congreso nacional, 1826", Los Ideólogos, Hipólito Unanue,
ce, 1789-1820: A reappraisal", Hispanic American Historical Review 50 (1970): 693-714. 2 vols. (7 y 8), investigación, recopilación y prólogo de Jorge Arias-Schreiber Pezet, en Co-
Para una biografía de Unanue, véase Juan B. Lastres, Hipólito Unanue (Lima: Edit. PGACE, lección Documental de la Independencia del Perú (Lima: Comisión Nacional del Sesquicentena-
1955). rio de la Independencia, 1974) 8:874-887. [De ahora en adelante, Ideólogos-]
5. Thomas Glick "Science and independence in Latin America, with special reference to 8. Rossi y Rubí, "Idea general", p. 6.
New Granada", Hispanic American Historical Review 71 (1991): 307-334.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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92 Jorge Cañizares La Utopía de Hipólito Unanue 93

como el paladín de la ilustración en el virreinato del Perú. 4 Para su propia europeas y la persistencia de valores frecuentemente conservadores y reac-
desilusión, Woodman halló que Unanue no fue el científico que el mode- cionarios que reflejaron el contexto colonial y social en el que la ilustra-
lo de modernidad sugería. Unanue, según Woodman, no observó el mun- ción peruana se desarrolló. Asimismo, intento desagregar los elementos
do con escepticismo a través de sus propios ojos, como lo hicieron otros esenciales de una visión utópica de la naturaleza y de la sociedad peruanas
ilustrados, sino a través de los libros de otros denotando con ello la per- que llegaron a tener una fuerte influencia en las élites locales que sobrevi-
sistencia en el Perú colonial de la influencia escolástica y humanista que vieron a las Guerras de Independencia.
otorgaba autoridad a los textos clásicos. Woodman reconoció que hacia el
final de su carrera Unanue se sobrepuso a los viejos modelos humanistas y
se aventuró a poner en tela de juicio la autoridad de la palabra escrita. De- II
safortunadamente, señala Woodman, la tardía heterodoxia de Unanue no
fue algo que otros intelectuales peruanos estuvieron dispuestos a seguir. Uno de los temas que con mayor claridad refleja la influencia europea
La comunidad de médicos que se formaron bajo su tutela en el Anfiteatro ilustrada en la obra de Unanue y en el pensamiento de otros intelectuales
Anatómico (creado en 1792) y, más tarde, en el Colegio de Medicina y peruanos de la época es el del comercio. Convencidos de que el Perú esta-
Cirugía de San Fernando (fundado en 1811), hicieron de la obra de Una- ba en "decadencia" desde mediados del siglo diecisiete, los ilustrados pe-
nue un nuevo canon libresco. Una de las principales virtudes de la obra de ruanos buscaron articular una visión utópica para orientar la solución de
Woodman es que, sin quererlo, señala las limitaciones del concepto de la crisis económica peruana. En el primer número del Mercurio Peruano, la
"modernidad" elaborado por Gay. publicación que congregara a los ilustrados peruanos reunidos en la Socie-
En un artículo reciente Thomas Glick retoma en cierta medida este dad Académica de Amantes del País entre 1791 y 1795, José Rossi y
concepto de modernidad al afirmar que los científicos criollos en Colom- Rubí publicó su célebre "Idea General del Perú." En este artículo revisaba
bia, Perú y México asumieron roles radicales en las guerras de emancipa- la situación económica del país y señalaba que la agricultura, la minería, la
ción.5 Según Glick, los ilustrados criollos crearon canales alternativos a las industria, la navegación y la pesca eran áreas con graves problemas y limi-
instituciones oficiales controladas por peninsulares. En sus prácticas y ter- taciones.6 Manteniendo una continuidad con esta línea de pensamiento,
tulias, estos ilustrados no solo generaron una "ciencia" patriótica sino que Unanue escribió treinta y cinco años mas tarde un informe al congreso
conspiraron activamente contra la corona, muriendo muchos en el proce- como ministro de gobierno del Perú donde evaluaba con idéntico realis-
mo el estado crítico de la economía peruana.7

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so. Según Glick, alrededor de Unanue se formó un grupo de "newtonianos"
liberales que fueron sistemáticamente perseguidos por la inquisición. Según la "Idea General del Perú", el único camino para resolver esta
Interpretaciones como la de Glick tienen el problema de exagerar la radi- difícil situación era utilizar las potencialidades comerciales de un país cuya
calidad de los ilustrados de la región. naturaleza era "fecunda en prodigios".8 Unanue pensaba que el Perú era
En las páginas siguientes propongo una interpretación diferente de la una región privilegiada para el desarrollo del comercio internacional ya
obra de Unanue, y en consecuencia, sugiero una explicación alternativa de
la ilustración en territorios americanos. Al hacerlo intento analizar las apa-
rentes contradicciones entre la recepción favorable de las ideas ilustradas 6. José Rossi y Rubí, "Idea general del Pero", Mercurio Peruano 1 (2 de Enero de
1791): 1-7. El mejor estudio bibliográfico de esta revista es Jean Pierre Clement, "Indices
del Mercurio Peruano, 1790-1795", Fénix, Revista de la Biblioteca Nacional 26-27 (1979): 5-
234. Unanue fue secretario de la Sociedad Académica de Amantes del País.
7. Hipólito Unanue, "Memoria del Señor Ministro de Estado en el departamento de
4. John E. Woodman, "The Influence of Hipolito Unanue of peruvian medical scien- gobierno y relaciones exteriores al congreso nacional, 1826", Los Ideólogos, Hipólito Unanue,
ce, 1789-1820: A reappraisal", Hispanic American Historical Review 50 (1970): 693-714. 2 vols. (7 y 8), investigación, recopilación y prólogo de Jorge Arias-Schreiber Pezet, en Co-
Para una biografía de Unanue, véase Juan B. Lastres, Hipólito Unanue (Lima: Edit. PGACE, lección Documental de la Independencia del Perú (Lima: Comisión Nacional del Sesquicentena-
1955). rio de la Independencia, 1974) 8:874-887. [De ahora en adelante, Ideólogos-]
5. Thomas Glick "Science and independence in Latin America, with special reference to 8. Rossi y Rubí, "Idea general", p. 6.
New Granada", Hispanic American Historical Review 71 (1991): 307-334.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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que contaba con ríos que fluían hacia el Atlántico y hacia el Pacífico.9 vos de la costa, las pinturas y azúcares del Cuzco, el oro de Carabaya, y los
Otra ventaja importante que encontró Unanue en el comercio fue su rol lienzos de MOXO."13 Frente a la crisis económica de más de un siglo que
civilizador. Unanue consideró que el intercambio comercial había sido el afligía al Perú, Unanue ofreció como la panacea una utopía comercial.
agente principal de civilización y engrandecimiento de los pueblos. La his- Según Unanue, el Perú estaba privilegiadamente localizado para ma-
toria de la conversión religiosa en América la entendió como la incorpora- terializar dicha utopía. Su "ilustre capital", por ejemplo estaba, "majestuo-
ción de "los salvajes" al comercio el cual les hizo perder "la fiereza", y les samente situada, en medio de la costa que une el Ecuador al trópico de ca-
inculcó nuevas aspiraciones como el deseo de incorporarse "a la sociedad y pricornio, [lista] para gozar de todas las comodidades que hacen dulce y
a la religión".10 Según Unanue, la causa del "salvajismo" se encontraba en próspera la vida humana".14 Sin embargo, Unanue consideraba que era
el aislamiento pero esto podía cambiar con el comercio donde los pueblos necesario ayudar a la providencia a desatar las potencialidades comerciales
"se frotan y electrizan recíprocamente" y del choque eléctrico nacía "el de- del Perú. Una manera de hacerlo era acelerando la "circulación" de mer-
seo natural de aventajarse".11 Esta metáfora con las teorías físicas ilustra- cancías por medio del mejoramiento del transporte. Esta sugerencia tam-
das, que hacia fines del siglo dieciocho trataron de encontrar en la electri- bién indica la influencia que tuvo en Unanue la economía política europea
cidad el origen de la vida, refleja otra área de influencia de las ideas euro- de su época.
peas sobre Unanue. La importancia que asignaba Unanue al transporte en el desarrollo del
Gracias a la "poderosa influencia" eléctrica del comercio, Unanue es- comercio llevó al pensador peruano a celebrar efusivamente la finalización
tuvo convencido que "todo [iba] a tener vida".12 Unanue compartió con de la carretera entre Lima y Callao en 1801. Refiriéndose a esta construc-
el gran ideólogo del comercio francés, Abbé Raynal, una visión milenaris- ción Unanue señaló que los caminos "a manera de las arterias en el cuerpo
ta de los efectos del comercio. Según Raynal, el comercio había hecho flo- natural, forman en lo político los canales por donde giran los espíritus que
recer las ciencias y las artes, y desarrollado la civilización. Es en parte por lo animan y vivifican". La metáfora entre la circulación de la sangre y de
la influencia del pensador francés que Unanue ofreció como una alternati- las mercancías en el cuerpo y en la sociedad reflejaban también la acepta-
va a la crisis económica peruana la explotación comercial de las riquezas ción en Lima de las teorías de circulación de la sangre propuestas por
naturales del Amazonas. El comercio amazónico, pensó Unanue, traería Harvey en Inglaterra.15
utilidades incalculables. Así como "el descubrimiento de la América causó Existían dos elementos adicionales que, según Unanue, regulaban los
una evolución general en el sistema político, en las artes y hasta en las "flujos" comerciales: el número de habitantes de la nación y la oferta de
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ciencias", así también el "descubrimiento" comercial de los ríos Amazóni- mercancías. Unanue consideró que una de las causas más importantes para
cos revolucionaría toda la América meridional. Las ciudades del Amazo- explicar la decadencia peruana era la despoblación producida por enferme-
nas se convertirían en nuevos Tiros "a cuyos puertos llegaban las naves y dades y epidemias. Asimismo, como muchos pensadores ilustrados euro-
los frutos de todo el mundo", donde se intercambiarían los paños y esta- peos de la época, Unanue estaba convencido que la gran tasa de mortali-
tuas de Europa, el "óleo delicioso que destilan las frondosas parras y oli- dad se debía a la escasez de médicos entrenados en universidades y a la
existencia de curanderos y empíricos que actuaban libremente atentando
contra la salud de la población. Por ello el renacimiento de la riqueza y el
9. Hipólito Unanue, "Geografía física del Perú", Mercurio Peruano, 4 (8 de Enero de crecimiento de la población en el Perú requerían de la correcta formación
1792): 21.
10. Idem, "Historia de las misiones de Cajamarquilla", Ideólogos, 8:338-339 (Este artí-
culo apareció en el MercurioPeruano 2 (30 de Junio de 1791): 226-244); véase también "Pe-
regrinación por el río Huallaga", Ideólogos, 8:359. 13. Idem, "Peregrinación por los ríos Marañon y Ucayali", Ideólogos, 8:373 (Este artícu-
lo apareció en el Mercurio Peruano 3 (22 de Noviembre de 1791): 49-72).
11. Idem, "Discurso histórico sobre el nuevo camino del Callao, 1801", Ideólogos,
8:417. 14. Idem, "Observaciones sobre el clima de Lima y sus influencias en los seres organiza-
12. Ibid., ver también Hipólito Unanue, "Establecimiento de una academia de pilotaje, dos, en especial el hombre", Ideólogos, 8:175. Este es el libro clásico de Unanue, publicado
por primera vez en Lima en 1806.
1793", Ideólogos, 8:579 (Este artículo apareció en el Mercurio Peruano 9 (17 de Noviembre
de 1793): 103-105). 15. Idem, "Discurso histórico", p. 417.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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que contaba con ríos que fluían hacia el Atlántico y hacia el Pacífico.9 vos de la costa, las pinturas y azúcares del Cuzco, el oro de Carabaya, y los
Otra ventaja importante que encontró Unanue en el comercio fue su rol lienzos de MOXO."13 Frente a la crisis económica de más de un siglo que
civilizador. Unanue consideró que el intercambio comercial había sido el afligía al Perú, Unanue ofreció como la panacea una utopía comercial.
agente principal de civilización y engrandecimiento de los pueblos. La his- Según Unanue, el Perú estaba privilegiadamente localizado para ma-
toria de la conversión religiosa en América la entendió como la incorpora- terializar dicha utopía. Su "ilustre capital", por ejemplo estaba, "majestuo-
ción de "los salvajes" al comercio el cual les hizo perder "la fiereza", y les samente situada, en medio de la costa que une el Ecuador al trópico de ca-
inculcó nuevas aspiraciones como el deseo de incorporarse "a la sociedad y pricornio, [lista] para gozar de todas las comodidades que hacen dulce y
a la religión".10 Según Unanue, la causa del "salvajismo" se encontraba en próspera la vida humana".14 Sin embargo, Unanue consideraba que era
el aislamiento pero esto podía cambiar con el comercio donde los pueblos necesario ayudar a la providencia a desatar las potencialidades comerciales
"se frotan y electrizan recíprocamente" y del choque eléctrico nacía "el de- del Perú. Una manera de hacerlo era acelerando la "circulación" de mer-
seo natural de aventajarse".11 Esta metáfora con las teorías físicas ilustra- cancías por medio del mejoramiento del transporte. Esta sugerencia tam-
das, que hacia fines del siglo dieciocho trataron de encontrar en la electri- bién indica la influencia que tuvo en Unanue la economía política europea
cidad el origen de la vida, refleja otra área de influencia de las ideas euro- de su época.
peas sobre Unanue. La importancia que asignaba Unanue al transporte en el desarrollo del
Gracias a la "poderosa influencia" eléctrica del comercio, Unanue es- comercio llevó al pensador peruano a celebrar efusivamente la finalización
tuvo convencido que "todo [iba] a tener vida".12 Unanue compartió con de la carretera entre Lima y Callao en 1801. Refiriéndose a esta construc-
el gran ideólogo del comercio francés, Abbé Raynal, una visión milenaris- ción Unanue señaló que los caminos "a manera de las arterias en el cuerpo
ta de los efectos del comercio. Según Raynal, el comercio había hecho flo- natural, forman en lo político los canales por donde giran los espíritus que
recer las ciencias y las artes, y desarrollado la civilización. Es en parte por lo animan y vivifican". La metáfora entre la circulación de la sangre y de
la influencia del pensador francés que Unanue ofreció como una alternati- las mercancías en el cuerpo y en la sociedad reflejaban también la acepta-
va a la crisis económica peruana la explotación comercial de las riquezas ción en Lima de las teorías de circulación de la sangre propuestas por
naturales del Amazonas. El comercio amazónico, pensó Unanue, traería Harvey en Inglaterra.15
utilidades incalculables. Así como "el descubrimiento de la América causó Existían dos elementos adicionales que, según Unanue, regulaban los
una evolución general en el sistema político, en las artes y hasta en las "flujos" comerciales: el número de habitantes de la nación y la oferta de

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ciencias", así también el "descubrimiento" comercial de los ríos Amazóni- mercancías. Unanue consideró que una de las causas más importantes para
cos revolucionaría toda la América meridional. Las ciudades del Amazo- explicar la decadencia peruana era la despoblación producida por enferme-
nas se convertirían en nuevos Tiros "a cuyos puertos llegaban las naves y dades y epidemias. Asimismo, como muchos pensadores ilustrados euro-
los frutos de todo el mundo", donde se intercambiarían los paños y esta- peos de la época, Unanue estaba convencido que la gran tasa de mortali-
tuas de Europa, el "óleo delicioso que destilan las frondosas parras y oli- dad se debía a la escasez de médicos entrenados en universidades y a la
existencia de curanderos y empíricos que actuaban libremente atentando
contra la salud de la población. Por ello el renacimiento de la riqueza y el
9. Hipólito Unanue, "Geografía física del Perú", Mercurio Peruano, 4 (8 de Enero de crecimiento de la población en el Perú requerían de la correcta formación
1792): 21.
10. Idem, "Historia de las misiones de Cajamarquilla", Ideólogos, 8:338-339 (Este artí-
culo apareció en el MercurioPeruano 2 (30 de Junio de 1791): 226-244); véase también "Pe-
regrinación por el río Huallaga", Ideólogos, 8:359. 13. Idem, "Peregrinación por los ríos Marañon y Ucayali", Ideólogos, 8:373 (Este artícu-
lo apareció en el Mercurio Peruano 3 (22 de Noviembre de 1791): 49-72).
11. Idem, "Discurso histórico sobre el nuevo camino del Callao, 1801", Ideólogos,
8:417. 14. Idem, "Observaciones sobre el clima de Lima y sus influencias en los seres organiza-
12. Ibid., ver también Hipólito Unanue, "Establecimiento de una academia de pilotaje, dos, en especial el hombre", Ideólogos, 8:175. Este es el libro clásico de Unanue, publicado
por primera vez en Lima en 1806.
1793", Ideólogos, 8:579 (Este artículo apareció en el Mercurio Peruano 9 (17 de Noviembre
de 1793): 103-105). 15. Idem, "Discurso histórico", p. 417.

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de los médicos bajo el moderno método anatomoclínico. Este método ha- corpórea e inducían ilimitada resistencia fisica.20 Por estas características,
bía caracterizado la renovación de los estudios médicos en la Europa del Unanue creyó que la coca debía reemplazar al té y al café en el mercado
siglo dieciocho.16 La lucha de Unanue por renovar la medicina peruana mundial. El Perú era la única nación que la poseía porque "Dios [crió]
fue justificada como una lucha por aumentar su población saludable y tra- aquí tal vegetal para patrimonio del Perú; pues por su delicadez, nada re-
bajadora, y por acelerar de esta manera los "ritmos circulatorios" de la na- parable, es de verdad, intransmisible a regiones extrañas".21 Este tipo de
ción.17 argumento sobre el carácter único de la botánica peruana se repite a lo lar-
Unanue compartió con los mercantilistas europeos las tesis que con- go de los artículos del Mercurio Peruano, el principal portavoz de la utopía
sideraban que el aumento de los habitantes automáticamente aceleraba el Unaniana. Por ejemplo, un artículo de Nolasco Crespo, contador de las
movimiento comercial. Sin embargo, en el mismo momento en que Una- Cajas Reales en la Paz y gobernador interino de esta ciudad en 1793, afirmó
nue asignaba un lugar central en su utopía comercial a las políticas de au- que "la cascarilla (quinina) [era] un tesoro del Perú, más útil a la Hu-
mento demográfico la economía política europea cambiaba de énfasis. La manidad que el de sus Minas".22
riqueza de una nación, según los Fisiócratas y Adam Smith, no era el re- La visión de Unanue así como los planteamientos parecidos de sus
sultado del número de habitantes participando en la circulación mercantil contemporáneos estaban marcados por una visión fuertemente religiosa
sino del grado de mecanización y división del trabajo productivo.18 Es in- de la naturaleza. Según Francisco González Laguna, religioso de la orden
teresante observar que fue la tradicional perspectiva mercantilista que de- de los Agonizantes y un eminente naturalista de fines del siglo dieciocho
fendía Unanue la que lo llevó a poner más énfasis en las mercancías mis- en Lima, Dios usó dos lenguajes para comunicarse con los hombres, el de
mas que pasaban de mano en mano que en la mecanización y moderniza- la revelación y el de la naturaleza.23 El estudio de cada reino de la naturale-
ción tecnológica del Perú. za era considerada como una avenida para el entendimiento de las faculta-
La utopía comercial de Unanue se basaba en una confianza ilimitada des de Dios. De esta manera, el reino "lapidífero" (riqueza mineral) habla-
en la calidad y la cantidad de los productos naturales del Perú. Según esta ba sobre el "poder" de Dios, el vegetal sobre su "sabiduría", y el animal
visión bastaba que los peruanos tomasen conciencia de que poseían pro- sobre su "bondad y providencia". La contemplación de la plantas revelaba
ductos únicos que ofrecer al mundo y en hacer que el mundo los acepte. el orden del cosmos y movía a la humildad, porque "no puede un buen
Esta visión de una naturaleza inexplotada enfatizaba la riqueza potencial entendimiento entregarse a la indagación del origen, generación, nutri-
de la flora peruana. Unanue insistió que el Perú era "acaso el [país] más ción, fin y destino de las plantas, sin quedar extático de aquella sabia causa
pingüe en vegetales de toda la tierra".19 Como un ejemplo mencionó a la
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de las causas, y tributarle humilde sus respetos". De acuerdo con González


coca, "el architónico del reino vegetal", cuyas partículas "ácridas" estimu- Laguna, Dios distribuyó las plantas de acuerdo a las necesidades del hom-
laban conjuntamente la circulación y la digestión, alteraban la máquina bre en cada región. En los "Andes que abundan las ponzoñas vemos
abundar también las contrayerbas; en [las] faldas [de los Andes] donde
son las [fiebres] tercianas endémicas, [abundan] las [hierbas] febriguas

16. Varios estudios analizan la renovación de la medicina de fines del siglo XVIII en
base a la clínica, las disecciones anatómicas, y la anatomía comparada. Unanue parece que es-
tuvo más al tanto de la renovación de la medicina que: experimentó Francia que: la que ocu- 20. Idem, "Disertación sobre el aspecto, cultivo, comercio y virtudes de la famosa plan-
rrió en Alemania. Sobre las diferencias entre estos dos países, véase: Elvira Arquiola y Luis ta del Perú nombrada Coca", Mercurio Peruano 11 (10 de Agosto de 1794): 241-243.
Montiel, La corona de las ciencias naturales. La medicina en el tránsito del siglo xviii al xix (Ma- 21. Pedro Nolasco Crespo citado por Unanue en Ibid., p. 244.
drid: CSIC, 1992). 22. Pedro Nolasco Crespo, "Carta apologética de: la Quina o Cascarilla", Mercurio Pe-
17. Hipólito Unanue, "Decadencia y restauración del Perú, 1793", Ideólogos, 8:442-475 ruano, 8 (7 de: Julio de: 1793):162.
(Este trabajo apareció en el Mercurio Peruano 7 (3 de Febrero de 1793): 82-127). 23. Francisco González Laguna, "Necesidad de: la historia natural científica", Mercurio
18. Terence Hutchison, Before Adam Smith: The emergence of political economy, 1622- Peruano 10 (16 de: Enero de: 1794): 33. Sobre González Laguna, figura central en la expedi-
1776 (Oxford: Oxford Univ. Press, 1988). ción botánica de: Ruiz-Pavón, véase: Arthur Robert Steele, Flower's for the king, The expedition
19. Hipólito Unanue, "Conclusión de la descripción científica de las plantas del Perú" of Ruiz and Pavón of the Flora of Perú (Durham: Duke Univ. Press, 1964), pp. 66,139-
Mercurio Peruano, 2 (2 de Junio de 1791): 85-86. 142,267-284.
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de los médicos bajo el moderno método anatomoclínico. Este método ha- corpórea e inducían ilimitada resistencia fisica.20 Por estas características,
bía caracterizado la renovación de los estudios médicos en la Europa del Unanue creyó que la coca debía reemplazar al té y al café en el mercado
siglo dieciocho.16 La lucha de Unanue por renovar la medicina peruana mundial. El Perú era la única nación que la poseía porque "Dios [crió]
fue justificada como una lucha por aumentar su población saludable y tra- aquí tal vegetal para patrimonio del Perú; pues por su delicadez, nada re-
bajadora, y por acelerar de esta manera los "ritmos circulatorios" de la na- parable, es de verdad, intransmisible a regiones extrañas".21 Este tipo de
ción.17 argumento sobre el carácter único de la botánica peruana se repite a lo lar-
Unanue compartió con los mercantilistas europeos las tesis que con- go de los artículos del Mercurio Peruano, el principal portavoz de la utopía
sideraban que el aumento de los habitantes automáticamente aceleraba el Unaniana. Por ejemplo, un artículo de Nolasco Crespo, contador de las
movimiento comercial. Sin embargo, en el mismo momento en que Una- Cajas Reales en la Paz y gobernador interino de esta ciudad en 1793, afirmó
nue asignaba un lugar central en su utopía comercial a las políticas de au- que "la cascarilla (quinina) [era] un tesoro del Perú, más útil a la Hu-
mento demográfico la economía política europea cambiaba de énfasis. La manidad que el de sus Minas".22
riqueza de una nación, según los Fisiócratas y Adam Smith, no era el re- La visión de Unanue así como los planteamientos parecidos de sus
sultado del número de habitantes participando en la circulación mercantil contemporáneos estaban marcados por una visión fuertemente religiosa
sino del grado de mecanización y división del trabajo productivo.18 Es in- de la naturaleza. Según Francisco González Laguna, religioso de la orden
teresante observar que fue la tradicional perspectiva mercantilista que de- de los Agonizantes y un eminente naturalista de fines del siglo dieciocho
fendía Unanue la que lo llevó a poner más énfasis en las mercancías mis- en Lima, Dios usó dos lenguajes para comunicarse con los hombres, el de
mas que pasaban de mano en mano que en la mecanización y moderniza- la revelación y el de la naturaleza.23 El estudio de cada reino de la naturale-
ción tecnológica del Perú. za era considerada como una avenida para el entendimiento de las faculta-
La utopía comercial de Unanue se basaba en una confianza ilimitada des de Dios. De esta manera, el reino "lapidífero" (riqueza mineral) habla-
en la calidad y la cantidad de los productos naturales del Perú. Según esta ba sobre el "poder" de Dios, el vegetal sobre su "sabiduría", y el animal
visión bastaba que los peruanos tomasen conciencia de que poseían pro- sobre su "bondad y providencia". La contemplación de la plantas revelaba
ductos únicos que ofrecer al mundo y en hacer que el mundo los acepte. el orden del cosmos y movía a la humildad, porque "no puede un buen
Esta visión de una naturaleza inexplotada enfatizaba la riqueza potencial entendimiento entregarse a la indagación del origen, generación, nutri-
de la flora peruana. Unanue insistió que el Perú era "acaso el [país] más ción, fin y destino de las plantas, sin quedar extático de aquella sabia causa
pingüe en vegetales de toda la tierra".19 Como un ejemplo mencionó a la

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de las causas, y tributarle humilde sus respetos". De acuerdo con González
coca, "el architónico del reino vegetal", cuyas partículas "ácridas" estimu- Laguna, Dios distribuyó las plantas de acuerdo a las necesidades del hom-
laban conjuntamente la circulación y la digestión, alteraban la máquina bre en cada región. En los "Andes que abundan las ponzoñas vemos
abundar también las contrayerbas; en [las] faldas [de los Andes] donde
son las [fiebres] tercianas endémicas, [abundan] las [hierbas] febriguas

16. Varios estudios analizan la renovación de la medicina de fines del siglo XVIII en
base a la clínica, las disecciones anatómicas, y la anatomía comparada. Unanue parece que es-
tuvo más al tanto de la renovación de la medicina que: experimentó Francia que: la que ocu- 20. Idem, "Disertación sobre el aspecto, cultivo, comercio y virtudes de la famosa plan-
rrió en Alemania. Sobre las diferencias entre estos dos países, véase: Elvira Arquiola y Luis ta del Perú nombrada Coca", Mercurio Peruano 11 (10 de Agosto de 1794): 241-243.
Montiel, La corona de las ciencias naturales. La medicina en el tránsito del siglo xviii al xix (Ma- 21. Pedro Nolasco Crespo citado por Unanue en Ibid., p. 244.
drid: CSIC, 1992). 22. Pedro Nolasco Crespo, "Carta apologética de: la Quina o Cascarilla", Mercurio Pe-
17. Hipólito Unanue, "Decadencia y restauración del Perú, 1793", Ideólogos, 8:442-475 ruano, 8 (7 de: Julio de: 1793):162.
(Este trabajo apareció en el Mercurio Peruano 7 (3 de Febrero de 1793): 82-127). 23. Francisco González Laguna, "Necesidad de: la historia natural científica", Mercurio
18. Terence Hutchison, Before Adam Smith: The emergence of political economy, 1622- Peruano 10 (16 de: Enero de: 1794): 33. Sobre González Laguna, figura central en la expedi-
1776 (Oxford: Oxford Univ. Press, 1988). ción botánica de: Ruiz-Pavón, véase: Arthur Robert Steele, Flower's for the king, The expedition
19. Hipólito Unanue, "Conclusión de la descripción científica de las plantas del Perú" of Ruiz and Pavón of the Flora of Perú (Durham: Duke Univ. Press, 1964), pp. 66,139-
Mercurio Peruano, 2 (2 de Junio de 1791): 85-86. 142,267-284.
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cinchonas; en las costas del nuevo Reyno tan ocasionadas a [sufrir] disen- utopía unaniana y de muchos de los artículos del Mercurio Peruano.30 En el
téricas [fiebres], [abundan] las [hierbas] tónicas Epacacunas y Simarou- contexto del "debate sobre el nuevo mundo" en el que naturalistas y filóso-
bas," y en los desiertos de Guayaquil donde "falta el agua, se ven plantas fos europeos asociaron América con atraso y degeneración orgánica, esta
proporcionadas que abundantemente la suplen".24 batalla de los peruanos por una utopía que respondiese a las críticas hechas
La utopía comercial que Unanue compartió con González Laguna se desde el viejo mundo se hizo aún más apremiante.31
basó en una visión providencial sobre la naturaleza peruana. Según Unanue, La idea unaniana que realzaba la naturaleza peruana se reforzó a partir
los habitantes del Perú, los seres más susceptibles a las fiebres en toda de reflexiones religiosas sobre el mundo natural. Por ejemplo, según Una-
la tierra no podían "menos [que] agradecer a…la Providencia, que para nue, Dios demostró su predilección por el Perú "por el influxo que le ha
impedir la despoblación de estos países, coloca el remedio al frente del concedido en el equilibrio del Globo terráqueo."32 Unanue descartó teo-
mal, con tal exactitud, que en la misma línea que siguen las tercianas... ca- rías que explicaban la declinación del eje terrestre postulando un hipotéti-
mina otra paralela por los Andes, productiva de la cascarilla".25 co continente "austral". Según Unanue era el gran peso de los Andes lo
Uno de los problemas que tuvo que tomar en cuenta la utopía de que inclinaba el eje del planeta y lo que explicaba el mayor peso que recae
Unanue fue el esfuerzo de muchos europeos por marginalizar a los pro- sobre hemisferio sur. Las consecuencias de su planteamiento eran obvias.
ductos americanos, un esfuerzo que según los peruanos provenía de los Sin el Perú Europa estaría sepultada por las aguas.33 Pero el viejo mundo,
prejuicios e ignorancia del viejo mundo. Según Nolasco Crespo, el descre- según Unanue, no sólo le debía al Perú el "equilibrio" del globo, sino
dito y los obstáculos a la comercialización de la "cascarilla" eran el resulta- también la existencia misma del mar Atlántico. Eran los ríos que se forma-
do de la "envidia y corage que las naciones estrangeras tenían por [el] ban en los Andes los que "transvasaban" el agua del Pacífico al Atlántico
opulento logro" de España.26 Asimismo, reconocía que la quina, tenía por medio de condensación y lluvias.34
enemigos aún en el mercado español, porque sus médicos todavía pensa- Otra área de definición de la utopía unaniana fue la insistencia en la
ban "que los admirables efectos de la quina vienen del pacto que los In- coexistencia de diversos climas, razas y ecologías en el territorio del Perú.
dios del Perú tienen celebrado con el Diablo".27 Unanue pensó que el Perú era un microcosmos, donde todos los climas y
Según Unanue, los prejuicios europeos con respecto "a las ventajas y productos de la tierra se agrupaban. "Parece", exclamó Unanue, "que des-
producciones del nuevo mundo" se estaban deshaciendo con el tiempo, pués de haberse exercitado [Dios] en los abrasados arenales del África, en
porque se estaba demostrando que "el tabaco no [era] más funesto al género los frondosos y fragantes bosques del Asia, en los climas templados y fríos
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humano que la pólvora y las balas, que se [podía] ministrar la cascarilla de la Europa, se esfuerza a reunir en el Perú quantas producciones había
sin cometer pecado mortal, que las pepitas de Cacao no [eran] cagarruta de esparcido en aquellas tres partes".35 Según Unanue en los Andes se encon-
carnero, que los Indios no [eran] irracionales, ni se [degradaba] la parte del traban no sólo todas las variedades vegetales del planeta sino también to-
género humano transplantada de la Europa a la América". 28 Sin embargo, das las razas humanas. Por ejemplo, las gentes de los Andes eran similares
según Unanue el tiempo nada pudo hacer para disipar la idea que la coca
estimulaba la superstición y que sus virtudes eran una "ilusión del demo-
nio".29 Esta lucha de los naturalistas peruanos por hacer respetable a los
ojos de los europeos los productos del país fue un rasgo característico de la 30. Según un criollo limeño, el Mercurio se había "propuesto descubrir... a todo el mun-
do... las maravillas de esas tierras, y las imposturas, errores e ignorancias de sus amigos y ene-
migos". Joseph de Santiago Concha, "Carta escrita a la sociedad por un distinguido Ameri-
cano residente en la corre de Madrid", Mercurio Peruano, 5 (15 de Julio de 1792): 174.
31. Esta disputa ha sido estudiada por Antonello Gerbi en su clásica obra: La Disputa
24. Las citas de este párrafo son de Ibid., pp. 40,45-46. del Nuevo Mundo (México: Fondo de Cultura Económica, 1982).
25. Unanue, "Observaciones", p. 205. 32. Unanue, "Geografía Física", pp. 22-23.
26. Crespo, "Carta apologética", p. 151. 33. Ibid., pp. 23-26.
27. Ibid., p. 152. 34. Unanue, "Observaciones", p. 68, nota 30.
28. Unanue, "Disertación sobre... la coca", p. 232. [Cita n. 20]. 35. Idem, "Geografía Física", p.11.
29. Ibid., p. 231.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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98 Jorge Cañizares La Utopía de Hipólito Unanue 99

cinchonas; en las costas del nuevo Reyno tan ocasionadas a [sufrir] disen- utopía unaniana y de muchos de los artículos del Mercurio Peruano.30 En el
téricas [fiebres], [abundan] las [hierbas] tónicas Epacacunas y Simarou- contexto del "debate sobre el nuevo mundo" en el que naturalistas y filóso-
bas," y en los desiertos de Guayaquil donde "falta el agua, se ven plantas fos europeos asociaron América con atraso y degeneración orgánica, esta
proporcionadas que abundantemente la suplen".24 batalla de los peruanos por una utopía que respondiese a las críticas hechas
La utopía comercial que Unanue compartió con González Laguna se desde el viejo mundo se hizo aún más apremiante.31
basó en una visión providencial sobre la naturaleza peruana. Según Unanue, La idea unaniana que realzaba la naturaleza peruana se reforzó a partir
los habitantes del Perú, los seres más susceptibles a las fiebres en toda de reflexiones religiosas sobre el mundo natural. Por ejemplo, según Una-
la tierra no podían "menos [que] agradecer a…la Providencia, que para nue, Dios demostró su predilección por el Perú "por el influxo que le ha
impedir la despoblación de estos países, coloca el remedio al frente del concedido en el equilibrio del Globo terráqueo."32 Unanue descartó teo-
mal, con tal exactitud, que en la misma línea que siguen las tercianas... ca- rías que explicaban la declinación del eje terrestre postulando un hipotéti-
mina otra paralela por los Andes, productiva de la cascarilla".25 co continente "austral". Según Unanue era el gran peso de los Andes lo
Uno de los problemas que tuvo que tomar en cuenta la utopía de que inclinaba el eje del planeta y lo que explicaba el mayor peso que recae
Unanue fue el esfuerzo de muchos europeos por marginalizar a los pro- sobre hemisferio sur. Las consecuencias de su planteamiento eran obvias.
ductos americanos, un esfuerzo que según los peruanos provenía de los Sin el Perú Europa estaría sepultada por las aguas.33 Pero el viejo mundo,
prejuicios e ignorancia del viejo mundo. Según Nolasco Crespo, el descre- según Unanue, no sólo le debía al Perú el "equilibrio" del globo, sino
dito y los obstáculos a la comercialización de la "cascarilla" eran el resulta- también la existencia misma del mar Atlántico. Eran los ríos que se forma-
do de la "envidia y corage que las naciones estrangeras tenían por [el] ban en los Andes los que "transvasaban" el agua del Pacífico al Atlántico
opulento logro" de España.26 Asimismo, reconocía que la quina, tenía por medio de condensación y lluvias.34
enemigos aún en el mercado español, porque sus médicos todavía pensa- Otra área de definición de la utopía unaniana fue la insistencia en la
ban "que los admirables efectos de la quina vienen del pacto que los In- coexistencia de diversos climas, razas y ecologías en el territorio del Perú.
dios del Perú tienen celebrado con el Diablo".27 Unanue pensó que el Perú era un microcosmos, donde todos los climas y
Según Unanue, los prejuicios europeos con respecto "a las ventajas y productos de la tierra se agrupaban. "Parece", exclamó Unanue, "que des-
producciones del nuevo mundo" se estaban deshaciendo con el tiempo, pués de haberse exercitado [Dios] en los abrasados arenales del África, en
porque se estaba demostrando que "el tabaco no [era] más funesto al género los frondosos y fragantes bosques del Asia, en los climas templados y fríos

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humano que la pólvora y las balas, que se [podía] ministrar la cascarilla de la Europa, se esfuerza a reunir en el Perú quantas producciones había
sin cometer pecado mortal, que las pepitas de Cacao no [eran] cagarruta de esparcido en aquellas tres partes".35 Según Unanue en los Andes se encon-
carnero, que los Indios no [eran] irracionales, ni se [degradaba] la parte del traban no sólo todas las variedades vegetales del planeta sino también to-
género humano transplantada de la Europa a la América". 28 Sin embargo, das las razas humanas. Por ejemplo, las gentes de los Andes eran similares
según Unanue el tiempo nada pudo hacer para disipar la idea que la coca
estimulaba la superstición y que sus virtudes eran una "ilusión del demo-
nio".29 Esta lucha de los naturalistas peruanos por hacer respetable a los
ojos de los europeos los productos del país fue un rasgo característico de la 30. Según un criollo limeño, el Mercurio se había "propuesto descubrir... a todo el mun-
do... las maravillas de esas tierras, y las imposturas, errores e ignorancias de sus amigos y ene-
migos". Joseph de Santiago Concha, "Carta escrita a la sociedad por un distinguido Ameri-
cano residente en la corre de Madrid", Mercurio Peruano, 5 (15 de Julio de 1792): 174.
31. Esta disputa ha sido estudiada por Antonello Gerbi en su clásica obra: La Disputa
24. Las citas de este párrafo son de Ibid., pp. 40,45-46. del Nuevo Mundo (México: Fondo de Cultura Económica, 1982).
25. Unanue, "Observaciones", p. 205. 32. Unanue, "Geografía Física", pp. 22-23.
26. Crespo, "Carta apologética", p. 151. 33. Ibid., pp. 23-26.
27. Ibid., p. 152. 34. Unanue, "Observaciones", p. 68, nota 30.
28. Unanue, "Disertación sobre... la coca", p. 232. [Cita n. 20]. 35. Idem, "Geografía Física", p.11.
29. Ibid., p. 231.
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100 Jorge Cañizares La Utopía de Hipólito Unanue 101

a aquellos seres de las zonas polares, de cuerpo pequeño y ojos rasgados, rácter de sus moradores."40 Haciendo una metáfora con una profesión que
que les servían para defenderlos del reflejo de la nieve.36 se había desarrollado en el Perú gracias a Unanue, el mismo articulista in-
Es interesante observar que la idea de los Andes como "diseño y com- sistía que toda reforma política necesitaba de "un médico diestro que no
plemento" del resto del globo ejerció una gran atracción a todo lo largo solo aplique el antídoto, sino que sepa aplicarlo lentamente y con cordu-
de la cordillera. Para Francisco José de Caldas, destacado naturalista de ra".41
Popayán, Colombia, los Andes eran el lugar privilegiado para el estudio Unanue empezó a incluir los asuntos públicos en su visión utópica a
de las razas del mundo. Los Andes contenían las tres zonas del globo; partir de sus preocupaciones sobre la higiene. Desde 1793, bajo el gobier-
temperada, polar, y tropical, y en ellos se encontraban todos los "tempera- no del virrey Gil Lemos y Taboada, hasta 1808 bajo el régimen de Abas-
mentos" humanos. Según Caldas en los Andes se podía estudiar a seres cal, Unanue propuso insistentemente la aprobación de leyes que moderni-
humanos parecidos a los pequeños degenerados e insensibles Lapones sin zasen la precaria salud pública y promovió una política "ventilatoria" que
necesidad de ir a Groenlandia; las mujeres "asexuadas" y hombres pusilá- limpiase Lima de los basurales, pantanos y desperdicios cuyan emanacio-
nimes de los trópicos sin necesidad de ir a los inclementes calores del Afri- nes eran consideradas entonces como el origen de las enfermedades. Sus
ca; y las bellas y delicadas razas de las zonas templadas sin necesidad de ir escritos y su actuación pública, entre otras cosas, contribuyeron al aban-
a Europa.37 dono de la costumbre de enterrar a los muertos en las iglesias, a la cons-
La utopía de Unanue insistió en el carácter único de la naturaleza pe- trucción de cementerios extramuros, a la organización de la baja policía
ruana. Según Unanue, el país tenía una "arquitectura enteramente distinta encargada de la limpieza de las calles, a la difusión de la vacuna contra la
de la que siguió la Naturaleza en la organización del resto del Globo".38 El viruela y al mejoramiento de los hospitales.42 Bajo el gobierno de San
Perú era el ''Templo de la Naturaleza" cuya fachada miraba al septentrión Martín y Bolívar, Unanue también elaboró una multitud de leyes, tales
coronada "del Ecuador celeste", con grandes montañas como columnas, y como el Reglamento General de Sanidad de 1826. Por su labor en la hi-
los volcanes como sus "lámparas inextinguibles que cubiertas de humo giene pública, el gremio de abogados de Lima le otorgó el título de doc-
misterioso no cesan de perpetuar el culto del numen".39 La realización ple- tor en leyes.43 En reconocimiento a su labor, el primer congreso del Perú
na de esta utopía requería no solo de la comercialización de las riquezas eligió a Unanue como su primer presidente porque era "demasiado útil
peruanas; incluía también el manejo "científico" de la población, es decir, [y]... porque sus conocimientos científicos [eran] poco comunes".44 Bajo
que el Estado interviniese en el cuidado de la salud de los peruanos. Esta la presidencia de Unanue, el congreso diseñó en 1822 un escudo nacional,
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intervención en la política era más necesaria para los intelectuales perua- que además de una cornucopia de monedas de plata que simbolizaba la ri-
nos porque como un articulista del Mercurio lo señaló, toda reforma polí- queza minera del país, incluyó un árbol de quina, y de otras plantas como
tica debía basarse en "las circunstancias locales de los Pueblos, y [en el] ca- la coca que constituían algunos de los símbolos más preciados de la utopía
comercial de Unanue.45
La interacción entre el pensamiento de Unanue con su participación

36. Ibid., 8:47.


37. Francisco José de Caldas, "Influjo del clima sobre los seres organizados", Obras 40. Joseph Ignacio de Lequanda, "Discurso sobre el destino que debe darse a la gente
completas (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 1966), p. 112. Humboldt es consi- vaga que tiene Lima", Mercurio Peruano, 10 (13 de Febrero de 1794): 105.
derado el "padre" de la biogeografía, particularmente por su análisis de la vegetación a dife- 41. Ibid., p. 122.
rentes alturas de los Andes. Es importante resaltar que Humboldt aprendió a "ver" los Andes 42. Véase, Unanue, "Decadencia y restauración", pp. 441-443; y Juan B. Lastra, La
luego de visitar América del Sur donde tuvo contacto con naturalistas criollos como Caldas. Cultura Peruana y la Obra de los Médicos de la Emancipación (Lima: Ed. San Marcos, 1954),
Véase Malcolm Nicolson, "Alexander von Humboldt and the geography of vegetation", en pp. 60-68.
Romanticism and the sciences, Andrew Cunningham y Nicholas Jardine, eds., (Cambridge: 43. "Certificado de matrícula en el Ilustre Colegio de Abogados de Lima, 1818", Ideó-
Cambridge Univ. Press, 1990), pp. 169-185. logos, 7:201.
38. Unanue, "Geografía física", pp. 13-14. 44. Citado por Lastres, Cultura Peruana, p. 315.
39. Ibid., p. 16. 45. Ibid., p. 316. Este escudo no corresponde al escudo actual del Perú.

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a aquellos seres de las zonas polares, de cuerpo pequeño y ojos rasgados, rácter de sus moradores."40 Haciendo una metáfora con una profesión que
que les servían para defenderlos del reflejo de la nieve.36 se había desarrollado en el Perú gracias a Unanue, el mismo articulista in-
Es interesante observar que la idea de los Andes como "diseño y com- sistía que toda reforma política necesitaba de "un médico diestro que no
plemento" del resto del globo ejerció una gran atracción a todo lo largo solo aplique el antídoto, sino que sepa aplicarlo lentamente y con cordu-
de la cordillera. Para Francisco José de Caldas, destacado naturalista de ra".41
Popayán, Colombia, los Andes eran el lugar privilegiado para el estudio Unanue empezó a incluir los asuntos públicos en su visión utópica a
de las razas del mundo. Los Andes contenían las tres zonas del globo; partir de sus preocupaciones sobre la higiene. Desde 1793, bajo el gobier-
temperada, polar, y tropical, y en ellos se encontraban todos los "tempera- no del virrey Gil Lemos y Taboada, hasta 1808 bajo el régimen de Abas-
mentos" humanos. Según Caldas en los Andes se podía estudiar a seres cal, Unanue propuso insistentemente la aprobación de leyes que moderni-
humanos parecidos a los pequeños degenerados e insensibles Lapones sin zasen la precaria salud pública y promovió una política "ventilatoria" que
necesidad de ir a Groenlandia; las mujeres "asexuadas" y hombres pusilá- limpiase Lima de los basurales, pantanos y desperdicios cuyan emanacio-
nimes de los trópicos sin necesidad de ir a los inclementes calores del Afri- nes eran consideradas entonces como el origen de las enfermedades. Sus
ca; y las bellas y delicadas razas de las zonas templadas sin necesidad de ir escritos y su actuación pública, entre otras cosas, contribuyeron al aban-
a Europa.37 dono de la costumbre de enterrar a los muertos en las iglesias, a la cons-
La utopía de Unanue insistió en el carácter único de la naturaleza pe- trucción de cementerios extramuros, a la organización de la baja policía
ruana. Según Unanue, el país tenía una "arquitectura enteramente distinta encargada de la limpieza de las calles, a la difusión de la vacuna contra la
de la que siguió la Naturaleza en la organización del resto del Globo".38 El viruela y al mejoramiento de los hospitales.42 Bajo el gobierno de San
Perú era el ''Templo de la Naturaleza" cuya fachada miraba al septentrión Martín y Bolívar, Unanue también elaboró una multitud de leyes, tales
coronada "del Ecuador celeste", con grandes montañas como columnas, y como el Reglamento General de Sanidad de 1826. Por su labor en la hi-
los volcanes como sus "lámparas inextinguibles que cubiertas de humo giene pública, el gremio de abogados de Lima le otorgó el título de doc-
misterioso no cesan de perpetuar el culto del numen".39 La realización ple- tor en leyes.43 En reconocimiento a su labor, el primer congreso del Perú
na de esta utopía requería no solo de la comercialización de las riquezas eligió a Unanue como su primer presidente porque era "demasiado útil
peruanas; incluía también el manejo "científico" de la población, es decir, [y]... porque sus conocimientos científicos [eran] poco comunes".44 Bajo
que el Estado interviniese en el cuidado de la salud de los peruanos. Esta la presidencia de Unanue, el congreso diseñó en 1822 un escudo nacional,

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intervención en la política era más necesaria para los intelectuales perua- que además de una cornucopia de monedas de plata que simbolizaba la ri-
nos porque como un articulista del Mercurio lo señaló, toda reforma polí- queza minera del país, incluyó un árbol de quina, y de otras plantas como
tica debía basarse en "las circunstancias locales de los Pueblos, y [en el] ca- la coca que constituían algunos de los símbolos más preciados de la utopía
comercial de Unanue.45
La interacción entre el pensamiento de Unanue con su participación

36. Ibid., 8:47.


37. Francisco José de Caldas, "Influjo del clima sobre los seres organizados", Obras 40. Joseph Ignacio de Lequanda, "Discurso sobre el destino que debe darse a la gente
completas (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 1966), p. 112. Humboldt es consi- vaga que tiene Lima", Mercurio Peruano, 10 (13 de Febrero de 1794): 105.
derado el "padre" de la biogeografía, particularmente por su análisis de la vegetación a dife- 41. Ibid., p. 122.
rentes alturas de los Andes. Es importante resaltar que Humboldt aprendió a "ver" los Andes 42. Véase, Unanue, "Decadencia y restauración", pp. 441-443; y Juan B. Lastra, La
luego de visitar América del Sur donde tuvo contacto con naturalistas criollos como Caldas. Cultura Peruana y la Obra de los Médicos de la Emancipación (Lima: Ed. San Marcos, 1954),
Véase Malcolm Nicolson, "Alexander von Humboldt and the geography of vegetation", en pp. 60-68.
Romanticism and the sciences, Andrew Cunningham y Nicholas Jardine, eds., (Cambridge: 43. "Certificado de matrícula en el Ilustre Colegio de Abogados de Lima, 1818", Ideó-
Cambridge Univ. Press, 1990), pp. 169-185. logos, 7:201.
38. Unanue, "Geografía física", pp. 13-14. 44. Citado por Lastres, Cultura Peruana, p. 315.
39. Ibid., p. 16. 45. Ibid., p. 316. Este escudo no corresponde al escudo actual del Perú.

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102 Jorge Cañizares La Utopía de Hipólito Unanue 103

en los asuntos públicos reveló con mayor claridad las medidas que propo- puede ocasionar desastres en la vida civil".50 Esta afirmación tiene algo de
nía con respecto a otros asuntos sociales vitales como la religión y los in- paradójico porque según el estudio de Guibovich, Unanue tramitó ante la
dios. Otros escritores del Mercurio Peruano, como José Manuel Bermú- Inquisición un permiso para poder leer libros prohibidos y de esa manera
dez, sacerdote de Huánuco, consideraban "que la Religión y la Política" acceder a textos que el mismo consideraba nocivos para otros.51
eran los "principales exes en que estriba la máquina de un Estado". Ber- La manipulación de la religión por parte del Estado para controlar a
múdez pensaba que la religión era una forma de control del "hombre inte- la población es algo que Unanue aprendió de la propia corona española y
rior, inspirándole sentimientos de piedad, sumisión y humanidad", mien- de la versión tradicional acerca de los Incas. El uso de la religión con el
tras que la política controlaba el "orden exterior, promoviendo la indus- propósito de estimular el "progreso" formó parte de los proyectos de re-
tria, sujetando las violencias, y procurando en todo el bien de la forma colonial dirigidos por la corona Borbónica y otros ilustrados espa-
sociedad".46 ñoles. Sin duda fue este el elemento central de las políticas reformadoras
Según Unanue, una de los principales medios de control social en el propuestas por Alejandro Malaspina, enviado por Carlos IV para recolec-
Perú precolombino habían sido los mitos que para él no eran más que ale- tar información en los territorios americanos. Para Malaspina, tanto como
gorías de procesos físicos o enfermedades.47 Igualmente todos los ritos y para Unanue, el problema fundamental de América y España era el co-
creencias de los indígenas asociados a la coca era considerados como prefi- mercio.
guraciones de verdades médicas. Las historias de las "Coyas" y las "Ma- Según Malaspina, los indios dejados a sus propias naturaleza preferían
mas", diosas andinas que endurecían los metales y castigaban a los mine- "la vida ociosa a la vida laboriosa de una sociedad bien ordenada" y lo
ros que no les rendían culto a la coca, no eran más que metáforas de las único que los hacía participar en el mercado, vendiendo y comprando
funciones de esta hoja. Según Unanue, la coca defendía al minero de la productos y servicios, era su inclinación religiosa. Malaspina concluyó que
"atmósfera venenosa" de las minas y le daba resistencia; aquel que dejaba el modelo político que el imperio español requería para sus colonias no
de tomarla era "castigado" con la enfermedad o muerte por asfixia. 48 Es debía derivarse de modelos seculares de otros países europeos. Las parti-
interesante observar que en una actitud que parcialmente reflejaba la in- cularidades del indio obligaban a que la "autoridad de nuestros dominios
fluencia ilustrada europea, Unanue asumió una posición algo distante penda más bien que de otra causa del influjo de la religión". 52
frente a las creencias religiosas y se limitó a explorar su función social. En Por otro lado, la idea de la religión como una forma de control efi-
su mensaje al congreso de 1826, como jefe de gobierno del Perú, Unanue ciente del indígena se inspiraba en la versión favorable que sobre el Perú
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insistió en el valor utilitario de la religión, porque "sin religión no hay so- precolombino habían presentado algunos cronistas. Desde Garcilaso de la
ciedad [ya que] la interior responsabilidad del hombre es el contrapeso Vega, varios cronistas presentaron a Manco Capac como el epítome del
más fuerte contra la influencia de sus pasiones".49 buen legislador quien deliberadamente "mintió" a los salvajes del Perú al
Según Unanue, la Religión Católica era la más adecuada para el Perú. decir que era hijo del dios Sol para poder civilizarlos más fácilmente. Se-
En una afirmación que le hubiera parecido extraña a otros ilustrados euro- gún estos cronistas, la "mentira" de Manco Capac había dado lugar a unos
peos, Unanue solicitó al Consejo Superior de Gobierno prohibir la circu- de los sistemas políticos más estables y prósperos que el mundo ha cono-
lación de libros que atacaban sus dogmas, porque la "corrupción del cora- cido. Los nativos aceptaron todas las leyes de los Incas por ser órdenes di-
zón de los jóvenes, que trae consigo la lectura de libros licenciosos, sólo vinas, y Manco Capac y el resto de sus herederos evitaron que los nativos

50. Ibid.
46. Joseph Manuel Bermúdez, "Discurso sobre la utilidad e importancia de la lengua 51. Pedro Guibovich, "Unanue y la Inquisición de Lima," Histórica 12(1988): 49-59.
general del Perú", Mercurio Peruano, 9 (21 de Noviembre de 1793): 189. 52. Al parecer Malaspina y otros miembros de su expedición como Tadeo Haenke
47. Unanue, "Observaciones", p. 194. mantuvieron contacto con ilustrados peruanos a su paso por Lima. Las citas corresponden a
48. Idem, "Disertación sobre...la coca", pp. 247-250 [cita n. 20]. Alejandro Malaspina, Los axiomas políticos sobre América, ed. Manuel Lucena Giraldo y Juan
49. Unanue, "Memoria del señor ministro", p. 878. Pimentel Igea (Aranjuez: Ed. Doce Calles, 1991), pp. 157, 159, 155.
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en los asuntos públicos reveló con mayor claridad las medidas que propo- puede ocasionar desastres en la vida civil".50 Esta afirmación tiene algo de
nía con respecto a otros asuntos sociales vitales como la religión y los in- paradójico porque según el estudio de Guibovich, Unanue tramitó ante la
dios. Otros escritores del Mercurio Peruano, como José Manuel Bermú- Inquisición un permiso para poder leer libros prohibidos y de esa manera
dez, sacerdote de Huánuco, consideraban "que la Religión y la Política" acceder a textos que el mismo consideraba nocivos para otros.51
eran los "principales exes en que estriba la máquina de un Estado". Ber- La manipulación de la religión por parte del Estado para controlar a
múdez pensaba que la religión era una forma de control del "hombre inte- la población es algo que Unanue aprendió de la propia corona española y
rior, inspirándole sentimientos de piedad, sumisión y humanidad", mien- de la versión tradicional acerca de los Incas. El uso de la religión con el
tras que la política controlaba el "orden exterior, promoviendo la indus- propósito de estimular el "progreso" formó parte de los proyectos de re-
tria, sujetando las violencias, y procurando en todo el bien de la forma colonial dirigidos por la corona Borbónica y otros ilustrados espa-
sociedad".46 ñoles. Sin duda fue este el elemento central de las políticas reformadoras
Según Unanue, una de los principales medios de control social en el propuestas por Alejandro Malaspina, enviado por Carlos IV para recolec-
Perú precolombino habían sido los mitos que para él no eran más que ale- tar información en los territorios americanos. Para Malaspina, tanto como
gorías de procesos físicos o enfermedades.47 Igualmente todos los ritos y para Unanue, el problema fundamental de América y España era el co-
creencias de los indígenas asociados a la coca era considerados como prefi- mercio.
guraciones de verdades médicas. Las historias de las "Coyas" y las "Ma- Según Malaspina, los indios dejados a sus propias naturaleza preferían
mas", diosas andinas que endurecían los metales y castigaban a los mine- "la vida ociosa a la vida laboriosa de una sociedad bien ordenada" y lo
ros que no les rendían culto a la coca, no eran más que metáforas de las único que los hacía participar en el mercado, vendiendo y comprando
funciones de esta hoja. Según Unanue, la coca defendía al minero de la productos y servicios, era su inclinación religiosa. Malaspina concluyó que
"atmósfera venenosa" de las minas y le daba resistencia; aquel que dejaba el modelo político que el imperio español requería para sus colonias no
de tomarla era "castigado" con la enfermedad o muerte por asfixia. 48 Es debía derivarse de modelos seculares de otros países europeos. Las parti-
interesante observar que en una actitud que parcialmente reflejaba la in- cularidades del indio obligaban a que la "autoridad de nuestros dominios
fluencia ilustrada europea, Unanue asumió una posición algo distante penda más bien que de otra causa del influjo de la religión". 52
frente a las creencias religiosas y se limitó a explorar su función social. En Por otro lado, la idea de la religión como una forma de control efi-
su mensaje al congreso de 1826, como jefe de gobierno del Perú, Unanue ciente del indígena se inspiraba en la versión favorable que sobre el Perú

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insistió en el valor utilitario de la religión, porque "sin religión no hay so- precolombino habían presentado algunos cronistas. Desde Garcilaso de la
ciedad [ya que] la interior responsabilidad del hombre es el contrapeso Vega, varios cronistas presentaron a Manco Capac como el epítome del
más fuerte contra la influencia de sus pasiones".49 buen legislador quien deliberadamente "mintió" a los salvajes del Perú al
Según Unanue, la Religión Católica era la más adecuada para el Perú. decir que era hijo del dios Sol para poder civilizarlos más fácilmente. Se-
En una afirmación que le hubiera parecido extraña a otros ilustrados euro- gún estos cronistas, la "mentira" de Manco Capac había dado lugar a unos
peos, Unanue solicitó al Consejo Superior de Gobierno prohibir la circu- de los sistemas políticos más estables y prósperos que el mundo ha cono-
lación de libros que atacaban sus dogmas, porque la "corrupción del cora- cido. Los nativos aceptaron todas las leyes de los Incas por ser órdenes di-
zón de los jóvenes, que trae consigo la lectura de libros licenciosos, sólo vinas, y Manco Capac y el resto de sus herederos evitaron que los nativos

50. Ibid.
46. Joseph Manuel Bermúdez, "Discurso sobre la utilidad e importancia de la lengua 51. Pedro Guibovich, "Unanue y la Inquisición de Lima," Histórica 12(1988): 49-59.
general del Perú", Mercurio Peruano, 9 (21 de Noviembre de 1793): 189. 52. Al parecer Malaspina y otros miembros de su expedición como Tadeo Haenke
47. Unanue, "Observaciones", p. 194. mantuvieron contacto con ilustrados peruanos a su paso por Lima. Las citas corresponden a
48. Idem, "Disertación sobre...la coca", pp. 247-250 [cita n. 20]. Alejandro Malaspina, Los axiomas políticos sobre América, ed. Manuel Lucena Giraldo y Juan
49. Unanue, "Memoria del señor ministro", p. 878. Pimentel Igea (Aranjuez: Ed. Doce Calles, 1991), pp. 157, 159, 155.
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se diesen cuenta de su verdadera naturaleza humana. Otro pensador pe- lidad de compararlos y expresarlos con energía". Semejante facultad hizo a
ruano del siglo dieciocho que compartió esta idea fue el naturalista José los indígenas grandes oradores y buenos artistas, "capaces de competir
Eusebio de Llano y Zapata, quien afirmó que el uso de símbolos religió- con los más provectos de Europa". Pero la misma facultad los hizo pere-
sos por los reyes Incas fue un acto deliberado por el que "Mama-Huaco, zosos, sin energía para "los esfuerzos y ejercicios de la voluntad". De
pensó civilizar a estos feroces ... haciéndoles de brutos, racionales, y de sal- acuerdo a Unanue, si el clima húmedo afectó el cuerpo del indígena, el
vajes políticos".53 Unanue compartió la creencia en la funcionalidad de la medio ambiente modificó sus características espirituales. Los "débiles" ra-
religión del Estado Inca y consideraba que por ello "esta parte del Nuevo yos del sol en los Andes le daban al alma de los indígenas "un aire triste,
Mundo, [fue la] cuna de los legisladores de más nombradía que nos ha modales tímidos, pasos lentos", y apego a la soledad y la nostalgia. 58 La
transmitido la historia antigua".54 vista de los "túmulos" donde entierran sus antepasados y las "ruinas" de
De acuerdo a Unanue, los Incas hicieron algo más que idear un siste- sus antiguos monumentos hace que su alma recuerde constantemente "lo
ma teocrático para estimular la virtud cívica de los gobernados. Los rápi- efímero de la vida". Segun Unanue, los grandes lagos y precipicios au-
dos y asombrosos logros militares, agrícolas, y arquitectónicos de los In- mentaban la sensación de impotencia de los indios que se sentían "sin
cas se explican por su profundo conocimiento de la constitución física y fuerza para salvar [aquellos 1 peligros" y cometían por ello suicidios.59
moral de los indios.55 Según Unanue, esta constitución requería para su Frente a algunas de estas características que estaban escritas desde la
buen funcionamiento de un régimen autoritario. La clave del gobierno perspectiva que había justificado la dominación y la sobrexplotación del
Inca fue su firmeza, algo que de acuerdo a Unanue todavía podía ser apre- indígena, Unanue defendió un medio de control social que seguramente
ciado entre los caciques, cuyo gobierno despótico observaba "inflexible fue muy utilizado durante y después del período colonial: la periódica fla-
justicia... orden y economía exemplares" similares a las que regían en "todo gelación. Según Unanue, este era el recurso "para aliviar la melancolía"
el Perú en los siglos de sus Monarcas".56 porque "la irritación que los latigazos causan sobre el cutis, renueva la ac-
Unanue basaba su convicción de la empatía entre gobernantes y go- ción de la vida... cesa la debilidad y sus efectos perniciosos" y por supuesto
bernados en el Perú precolombino en el análisis de la influencia del clima salva la vida de los indios. Es interesante anotar que según Unanue los in-
en la constitución física de la población peruana. De acuerdo con Unanue, dios, a diferencia de los negros, no requerían de abundantes latigazos para
los cambios constantes de temperatura en el Perú, como la humedad y ca- "desanimarlos del suicidio" y que para conseguir este objetivo bastaban
lor de la costa, habían hecho a los indígenas de "huesos duros y carnes unos pocos golpes ya que los indígenas eran "de fibra delicada e irrita-
ble".60
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

blandas". El exceso de humedad había producido que "sea mayor la debi-


lidad de sus fibras" y nervios, y que por lo tanto sean particularmente sus- La visión del indígena andino como un ser perezoso que requería ser
ceptibles a las epidemias.57 Su "sensibilidad" los hizo tímidos y miedosos, azotado para "salvarlo" no fue un invento de Unanue y puede remontarse
pero también los proveyó con gran "imaginación"; no aquella facultad de- a las necesidades ideológicas de los conquistadores y colonizadores espa-
dicada a crear fábulas pero una con el "poder de percibir con rapidez las ñoles del siglo XVI que sostuvieron la inferioridad de los indígenas como
imágenes de los objetos, sus relaciones y cualidades, de donde nace la faci- una manera de hacer más fácil su dominación. Lo interesante es observar
que la utopía de Unanue, estando fuertemente influenciada por las ideas
ilustradas de Europa del XVIII, integró viejos prejuicios racistas coloniales
53. José Eusebio de Llano Zapata, Memorias Histórico-Físicas-Apologéticas de la América con una visión de un país rico, único, inexplotado y viable. Una manera
Meridional [1761] (Lima: Imprenta y Librería de San Pedro, 19(4), 87. de darle una continuidad ordenada a la modernización del país y de esta-
54. Hipólito Unanue, "Prelusión a un examen de geografía, 1791", Ideólogos 8:416.
55. Idem, "Apuntes sobre las ruinas del valle de Santa", Ideólogos, 8:431-436 (Este artí-
culo apareció en Nuevo Día del Perú 1, 2, 5 (1824)).
56. Idem, "Idea general de los monumentos del antiguo Perú", Mercurio Peruano, 1 (17 58. Ibid, p. 133.
de Marzo de 1791):207. 59. Las citas de este párrafo corresponden a Ibid., 8:111, 111, 133,134.
57. Idem, "Observaciones", pp. 127-128. 60. Ibid., p. 136.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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104 Jorge Cañizares La Utopía de Hipólito Unanue 105

se diesen cuenta de su verdadera naturaleza humana. Otro pensador pe- lidad de compararlos y expresarlos con energía". Semejante facultad hizo a
ruano del siglo dieciocho que compartió esta idea fue el naturalista José los indígenas grandes oradores y buenos artistas, "capaces de competir
Eusebio de Llano y Zapata, quien afirmó que el uso de símbolos religió- con los más provectos de Europa". Pero la misma facultad los hizo pere-
sos por los reyes Incas fue un acto deliberado por el que "Mama-Huaco, zosos, sin energía para "los esfuerzos y ejercicios de la voluntad". De
pensó civilizar a estos feroces ... haciéndoles de brutos, racionales, y de sal- acuerdo a Unanue, si el clima húmedo afectó el cuerpo del indígena, el
vajes políticos".53 Unanue compartió la creencia en la funcionalidad de la medio ambiente modificó sus características espirituales. Los "débiles" ra-
religión del Estado Inca y consideraba que por ello "esta parte del Nuevo yos del sol en los Andes le daban al alma de los indígenas "un aire triste,
Mundo, [fue la] cuna de los legisladores de más nombradía que nos ha modales tímidos, pasos lentos", y apego a la soledad y la nostalgia. 58 La
transmitido la historia antigua".54 vista de los "túmulos" donde entierran sus antepasados y las "ruinas" de
De acuerdo a Unanue, los Incas hicieron algo más que idear un siste- sus antiguos monumentos hace que su alma recuerde constantemente "lo
ma teocrático para estimular la virtud cívica de los gobernados. Los rápi- efímero de la vida". Segun Unanue, los grandes lagos y precipicios au-
dos y asombrosos logros militares, agrícolas, y arquitectónicos de los In- mentaban la sensación de impotencia de los indios que se sentían "sin
cas se explican por su profundo conocimiento de la constitución física y fuerza para salvar [aquellos 1 peligros" y cometían por ello suicidios.59
moral de los indios.55 Según Unanue, esta constitución requería para su Frente a algunas de estas características que estaban escritas desde la
buen funcionamiento de un régimen autoritario. La clave del gobierno perspectiva que había justificado la dominación y la sobrexplotación del
Inca fue su firmeza, algo que de acuerdo a Unanue todavía podía ser apre- indígena, Unanue defendió un medio de control social que seguramente
ciado entre los caciques, cuyo gobierno despótico observaba "inflexible fue muy utilizado durante y después del período colonial: la periódica fla-
justicia... orden y economía exemplares" similares a las que regían en "todo gelación. Según Unanue, este era el recurso "para aliviar la melancolía"
el Perú en los siglos de sus Monarcas".56 porque "la irritación que los latigazos causan sobre el cutis, renueva la ac-
Unanue basaba su convicción de la empatía entre gobernantes y go- ción de la vida... cesa la debilidad y sus efectos perniciosos" y por supuesto
bernados en el Perú precolombino en el análisis de la influencia del clima salva la vida de los indios. Es interesante anotar que según Unanue los in-
en la constitución física de la población peruana. De acuerdo con Unanue, dios, a diferencia de los negros, no requerían de abundantes latigazos para
los cambios constantes de temperatura en el Perú, como la humedad y ca- "desanimarlos del suicidio" y que para conseguir este objetivo bastaban
lor de la costa, habían hecho a los indígenas de "huesos duros y carnes unos pocos golpes ya que los indígenas eran "de fibra delicada e irrita-
ble".60

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blandas". El exceso de humedad había producido que "sea mayor la debi-
lidad de sus fibras" y nervios, y que por lo tanto sean particularmente sus- La visión del indígena andino como un ser perezoso que requería ser
ceptibles a las epidemias.57 Su "sensibilidad" los hizo tímidos y miedosos, azotado para "salvarlo" no fue un invento de Unanue y puede remontarse
pero también los proveyó con gran "imaginación"; no aquella facultad de- a las necesidades ideológicas de los conquistadores y colonizadores espa-
dicada a crear fábulas pero una con el "poder de percibir con rapidez las ñoles del siglo XVI que sostuvieron la inferioridad de los indígenas como
imágenes de los objetos, sus relaciones y cualidades, de donde nace la faci- una manera de hacer más fácil su dominación. Lo interesante es observar
que la utopía de Unanue, estando fuertemente influenciada por las ideas
ilustradas de Europa del XVIII, integró viejos prejuicios racistas coloniales
53. José Eusebio de Llano Zapata, Memorias Histórico-Físicas-Apologéticas de la América con una visión de un país rico, único, inexplotado y viable. Una manera
Meridional [1761] (Lima: Imprenta y Librería de San Pedro, 19(4), 87. de darle una continuidad ordenada a la modernización del país y de esta-
54. Hipólito Unanue, "Prelusión a un examen de geografía, 1791", Ideólogos 8:416.
55. Idem, "Apuntes sobre las ruinas del valle de Santa", Ideólogos, 8:431-436 (Este artí-
culo apareció en Nuevo Día del Perú 1, 2, 5 (1824)).
56. Idem, "Idea general de los monumentos del antiguo Perú", Mercurio Peruano, 1 (17 58. Ibid, p. 133.
de Marzo de 1791):207. 59. Las citas de este párrafo corresponden a Ibid., 8:111, 111, 133,134.
57. Idem, "Observaciones", pp. 127-128. 60. Ibid., p. 136.

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106 Jorge Cañizares La Utopía de Hipólito Unanue 107

blecer una ligaron política entre los diversos elementos de su utopía fue la República y a sí mismos".66 Los criollos requerían también un gobierno
proponer un gobierno monárquico para el Perú. Según Unanue, sólo este firme porque sufrían "de temor y tristeza" (de donde nacen "la supersti-
tipo de gobierno podría mantener la disciplina y el control social necesa- ción, [y] el aguero"), y de egoísmo "que acompañado de la indolencia" los
rios en una población como la peruana. hacía concentrarse en su propio interés.67
Este tipo de gobierno era aún más necesario si de acuerdo a Unanue, La solución al dilema de una sociedad que en su conjunto era dada a
el clima cambiaba a todos los pobladores del Perú, no sólo a los indios. la ociosidad, estaba según Unanue, en los antiguos gobiernos andinos. Lo
Castas, negros y criollos eran afectados por las oscilaciones de temperatu- que el Perú requería era una monarquía del estilo Inca. Unanue le sugirió
ra, por la humedad y el calor que reinaban en el Perú y particularmente en en 1824 al autor de la obra "Ruinas de Pachacamac", que debía enseñarle
Lima. Los criollos, tanto como los indios, tenían "carnes blandas" y gran al público que "nuestro gobierno debe ser monárquico", así como tam-
"imaginación". "Las varias naciones que han venido a poblar Lima y [el] bién debía darle esperanza al pueblo "de que [pronto] han de ver reesta-
resto del Perú, después de su conquista," concluyó Unanue, "se han afec- blecido el antiguo Imperio de los Incas, diciéndoles que este va a renacer
tado más o menos del carácter melancólico de sus narurales".61 Unanue sa- de nuevo glorioso y brillante".68
bía que este tipo de argumento no contaba con la simpatía de los criollos,
quienes, como uno de sus portavoces lo expresó en el Mercurio, luchaban
contra aquellos escritores extranjeros que insistían en que el clima ameri- III
cano convertía a todos en la misma "raza embrutecida, sin distinguir el
originario del forastero, ni sus clases o gerarquías, que tienen inexplicable Los recientes trabajos de Burga y de Flores Galindo han contribuido
variedad en su cultura, usos y costumbres; poniendo en un mismo parale- a hacer evidente como representaciones del pasado Inca se han apoderado
lo al Español Americano, con el Indio más inculto de la Sierra". 62 Unanue de la imaginación popular andina a través de los siglos, ofreciendo visio-
quiso diferenciarse de los escritores europeos insistiendo que "estas ...pre- nes utópicas o milenarias que alimentaban ideologías de resistencia.69 Es
rrogativas del clima no se distribuyen con igualdad en todos" y que los menos conocido, sin embargo, la forma en que las élites de los países an-
efectos del clima variaban "según la proporción en que se mezclan las tres dinos han recreado el pasado para sus propios fines. La utopía que propu-
diferentes razas".63 Pero a pesar de estos esfuerzos, Unanue pensó que el so Unanue estuvo basaba en la creencia sobre el carácter único del país, en
poder de la naturaleza era inevitable: indios, criollos y negros sufrirían de la exuberante, inexplorada e inexplotada riqueza natural peruana, en la im-
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igual manera. portancia del comercio y del transporte en la modernización del país, y en
Por ello, de acuerdo a Unanue, "el gobierno de los pueblos [debía] la necesidad de medios severos y rígidos de control social de una pobla-
ser uno" y en el caso del Perú uno que haga trabajar a todos, particular- ción a la que se consideraba en general inferior.
mente a los esclavos que consideraba que habían adquirido su libertad con Esta visión utópica se revistió de autoridad relacionando influencias
"ambición precipitada" gracias a la Independencia de 1821. 64 Según Una- ideológicas europeas modernas con conceptos y elementos del mundo na-
nue, a los negros, de los que él "poseía" quinientos en su ingenio azucare- tural y social que rodeaban a los peruanos. Lejos de convertirse en una
ro de Cañete,65 aunque fuesen "libres", se los debía obligar al trabajo "por
un estipendio moderado con que puedan subsistir...porque si se les dejara
en libertad amplia, su tendencia general al ocio originaría muchos males a
66. Idem, "Memoria del Señor Ministro", p. 881.
67. Idem, "Observaciones", p. 135.
61. Ibid., p. 135. 68. Idem, "Carta escrita al editor, la ilustración no progresa donde no tiene lugar la crí-
61. Lequanda, "Discurso", p. 105. tica, 1822", Ideólogos, 8:567 (Esta carta apareció en Correo Mercantil, Político y Literario 2, 6
de Abril de 1822).
62. Unanue, "Observaciones", p. 114.
63. Idem, "Memoria del Señor Ministro", Ideólogos, 8:878, 88l. 69. Alberto Flores Galindo, Buscando un Inca: Identidad y utopía en los Andes (Lima:
64. Idem; "Observaciones", p. 139, nota 8. Editorial Horizonte, 1987); y Manuel Burga, Nacimiento de una Utopía, Muerte y resurrección
de los Incas (Lima: Instituto de Apoyo Agrario, 1988).
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blecer una ligaron política entre los diversos elementos de su utopía fue la República y a sí mismos".66 Los criollos requerían también un gobierno
proponer un gobierno monárquico para el Perú. Según Unanue, sólo este firme porque sufrían "de temor y tristeza" (de donde nacen "la supersti-
tipo de gobierno podría mantener la disciplina y el control social necesa- ción, [y] el aguero"), y de egoísmo "que acompañado de la indolencia" los
rios en una población como la peruana. hacía concentrarse en su propio interés.67
Este tipo de gobierno era aún más necesario si de acuerdo a Unanue, La solución al dilema de una sociedad que en su conjunto era dada a
el clima cambiaba a todos los pobladores del Perú, no sólo a los indios. la ociosidad, estaba según Unanue, en los antiguos gobiernos andinos. Lo
Castas, negros y criollos eran afectados por las oscilaciones de temperatu- que el Perú requería era una monarquía del estilo Inca. Unanue le sugirió
ra, por la humedad y el calor que reinaban en el Perú y particularmente en en 1824 al autor de la obra "Ruinas de Pachacamac", que debía enseñarle
Lima. Los criollos, tanto como los indios, tenían "carnes blandas" y gran al público que "nuestro gobierno debe ser monárquico", así como tam-
"imaginación". "Las varias naciones que han venido a poblar Lima y [el] bién debía darle esperanza al pueblo "de que [pronto] han de ver reesta-
resto del Perú, después de su conquista," concluyó Unanue, "se han afec- blecido el antiguo Imperio de los Incas, diciéndoles que este va a renacer
tado más o menos del carácter melancólico de sus narurales".61 Unanue sa- de nuevo glorioso y brillante".68
bía que este tipo de argumento no contaba con la simpatía de los criollos,
quienes, como uno de sus portavoces lo expresó en el Mercurio, luchaban
contra aquellos escritores extranjeros que insistían en que el clima ameri- III
cano convertía a todos en la misma "raza embrutecida, sin distinguir el
originario del forastero, ni sus clases o gerarquías, que tienen inexplicable Los recientes trabajos de Burga y de Flores Galindo han contribuido
variedad en su cultura, usos y costumbres; poniendo en un mismo parale- a hacer evidente como representaciones del pasado Inca se han apoderado
lo al Español Americano, con el Indio más inculto de la Sierra". 62 Unanue de la imaginación popular andina a través de los siglos, ofreciendo visio-
quiso diferenciarse de los escritores europeos insistiendo que "estas ...pre- nes utópicas o milenarias que alimentaban ideologías de resistencia.69 Es
rrogativas del clima no se distribuyen con igualdad en todos" y que los menos conocido, sin embargo, la forma en que las élites de los países an-
efectos del clima variaban "según la proporción en que se mezclan las tres dinos han recreado el pasado para sus propios fines. La utopía que propu-
diferentes razas".63 Pero a pesar de estos esfuerzos, Unanue pensó que el so Unanue estuvo basaba en la creencia sobre el carácter único del país, en
poder de la naturaleza era inevitable: indios, criollos y negros sufrirían de la exuberante, inexplorada e inexplotada riqueza natural peruana, en la im-

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igual manera. portancia del comercio y del transporte en la modernización del país, y en
Por ello, de acuerdo a Unanue, "el gobierno de los pueblos [debía] la necesidad de medios severos y rígidos de control social de una pobla-
ser uno" y en el caso del Perú uno que haga trabajar a todos, particular- ción a la que se consideraba en general inferior.
mente a los esclavos que consideraba que habían adquirido su libertad con Esta visión utópica se revistió de autoridad relacionando influencias
"ambición precipitada" gracias a la Independencia de 1821. 64 Según Una- ideológicas europeas modernas con conceptos y elementos del mundo na-
nue, a los negros, de los que él "poseía" quinientos en su ingenio azucare- tural y social que rodeaban a los peruanos. Lejos de convertirse en una
ro de Cañete,65 aunque fuesen "libres", se los debía obligar al trabajo "por
un estipendio moderado con que puedan subsistir...porque si se les dejara
en libertad amplia, su tendencia general al ocio originaría muchos males a
66. Idem, "Memoria del Señor Ministro", p. 881.
67. Idem, "Observaciones", p. 135.
61. Ibid., p. 135. 68. Idem, "Carta escrita al editor, la ilustración no progresa donde no tiene lugar la crí-
61. Lequanda, "Discurso", p. 105. tica, 1822", Ideólogos, 8:567 (Esta carta apareció en Correo Mercantil, Político y Literario 2, 6
de Abril de 1822).
62. Unanue, "Observaciones", p. 114.
63. Idem, "Memoria del Señor Ministro", Ideólogos, 8:878, 88l. 69. Alberto Flores Galindo, Buscando un Inca: Identidad y utopía en los Andes (Lima:
64. Idem; "Observaciones", p. 139, nota 8. Editorial Horizonte, 1987); y Manuel Burga, Nacimiento de una Utopía, Muerte y resurrección
de los Incas (Lima: Instituto de Apoyo Agrario, 1988).
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108 Jorge Cañizares

inspiración popular, esta utopía, tomada en su conjunto o disgregada en


sus elementos, contribuyó a dar consistencia ideológica a las aspiraciones
por una nación aristocrática y racialmente segregada de la élites blancas de
Lima durante un período de incertidumbre política y cambios sociales
como el ocurrido en los primeros años de la república peruana. Más aún,
El nacionalismo y los orígenes de la
el éxito de esta utopía consistió no sólo en haber enlazado de una manera
creativa las influencias ilustradas europeas modernas con los prejuicios
Sociedad Geográfica de Lima 1
ideológicos y sociales del país, sino en lograr articular una visión del futu-
ro que perduró bajo diferentes máscaras en el desarrollo posterior de la sa-
ciedad peruana. Leoncio López-Ocón Cabrera

LA GEOGRAFÍA ES una de las ciencias que se encuentra más influenciada


por circunstancias exteriores al conocimiento mismo. Está, en efecto, es-
trechamente vinculada a un complejo haz de condicionantes políticos,
económicos y técnicos.2 Este hecho en parte explica porque los saberes
geográficos han desempeñado a lo largo del devenir histórico una función
cultural plural. Si a lo largo del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX
se constituyó una geografía colonialista que se puso al servicio de la ex-
pansión imperial de los países europeos, no es menos cierto, que paralela-
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

mente tanto en las sociedades centrales como en las semiperiféricas y peri-


féricas de la ciencia-mundo se desarrolló una geografía crítica de los efec-
tos perversos del colonialismo.3

1. Este trabajo se ha efectuado en el marco del proyecto de investigación PB 91-0071


de la DGYCIT "Ciencia y comunicación", dirigido por Antonio Lafuenre, y contó con ayuda
del Centre de recherche en histoire des sciences et des techniques de La Villette, París. El au-
tor desea agradecer a Santiago E. Antunez de Mayolo, Ricardo LaTorre, Pedro Guibovich,
Luis Miguel Glave, Franklin Pease, y Marcos Cueto.
2. Véase Numa Broc, La géographie des philosophes, Géographes et voyageurs franccais au
XVIII e siècle (Paris: Editions Ophrys, 1975).
3. Horacio Capel, Filosofía y ciencia en la Geografía contemporánea (Barcelona: Editorial
Barcanova, 1981), pp. 173-174. Acerca del concepto ciencia-mundo, véase Xavier Polanco,
Naissance es développement de la science-monde, Production et reproduction des communautés scien-
tifiques en Europe et en Amérique latine (Paris: Editions La Découverte, 1990).

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108 Jorge Cañizares

inspiración popular, esta utopía, tomada en su conjunto o disgregada en


sus elementos, contribuyó a dar consistencia ideológica a las aspiraciones
por una nación aristocrática y racialmente segregada de la élites blancas de
Lima durante un período de incertidumbre política y cambios sociales
como el ocurrido en los primeros años de la república peruana. Más aún,
El nacionalismo y los orígenes de la
el éxito de esta utopía consistió no sólo en haber enlazado de una manera
creativa las influencias ilustradas europeas modernas con los prejuicios
Sociedad Geográfica de Lima 1
ideológicos y sociales del país, sino en lograr articular una visión del futu-
ro que perduró bajo diferentes máscaras en el desarrollo posterior de la sa-
ciedad peruana. Leoncio López-Ocón Cabrera

LA GEOGRAFÍA ES una de las ciencias que se encuentra más influenciada


por circunstancias exteriores al conocimiento mismo. Está, en efecto, es-
trechamente vinculada a un complejo haz de condicionantes políticos,
económicos y técnicos.2 Este hecho en parte explica porque los saberes
geográficos han desempeñado a lo largo del devenir histórico una función
cultural plural. Si a lo largo del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX
se constituyó una geografía colonialista que se puso al servicio de la ex-
pansión imperial de los países europeos, no es menos cierto, que paralela-

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mente tanto en las sociedades centrales como en las semiperiféricas y peri-
féricas de la ciencia-mundo se desarrolló una geografía crítica de los efec-
tos perversos del colonialismo.3

1. Este trabajo se ha efectuado en el marco del proyecto de investigación PB 91-0071


de la DGYCIT "Ciencia y comunicación", dirigido por Antonio Lafuenre, y contó con ayuda
del Centre de recherche en histoire des sciences et des techniques de La Villette, París. El au-
tor desea agradecer a Santiago E. Antunez de Mayolo, Ricardo LaTorre, Pedro Guibovich,
Luis Miguel Glave, Franklin Pease, y Marcos Cueto.
2. Véase Numa Broc, La géographie des philosophes, Géographes et voyageurs franccais au
XVIII e siècle (Paris: Editions Ophrys, 1975).
3. Horacio Capel, Filosofía y ciencia en la Geografía contemporánea (Barcelona: Editorial
Barcanova, 1981), pp. 173-174. Acerca del concepto ciencia-mundo, véase Xavier Polanco,
Naissance es développement de la science-monde, Production et reproduction des communautés scien-
tifiques en Europe et en Amérique latine (Paris: Editions La Découverte, 1990).

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110 Leoncio López-Ocón Cabrera El nacionalismo y los orígenes de la Sociedad Geográfica de Lima 111

Así, por ejemplo, en la América Latina de las primeras décadas del si- estrecha con el Estado, y la difusión de sus resultados en función de obje-
glo XIX, los criollos se apoyaron en los conocimientos geográficos para tivos utilitarios y educativos. Asimismo, la fundación de la Sociedad ha de
reivindicar la independencia de sus territorios frente al dominio español, y ser vista como el resultado de la decisión tomada por las élites científica y
en las últimas décadas de ese siglo dieron gran acogida, gracias a la labor política peruanas para dar respuesta a los retos de carácter político, econó-
de traducción de las editoriales anarquistas españolas, a los grandes traba- mico y cultural. Estos retos estaban ligados a la necesidad de desarrollar
jos de síntesis del geógrafo francés Eliseo Reclus.4 Reclus concibió su vo- una economía abierta basada en la exportación de materias primas, atraer
luminosa obra ―de la que destacan los 19 volúmenes de la Nouvelle Géo- la ansiada inmigración europea, y delimitar la identidad limítrofe del Perú
graphie Universelle― como un instrumento de propaganda de conviccio- en relación con sus vecinos. Varias de estas necesidades surgieron o se
nes libertarias y de crítica de las desigualdades sociales y económicas entre acentuaron a fines del siglo pasado. Tras la derrota con Chile en la guerra
las diversas partes del mundo. de 1879-1883, algunos intelectuales y grupos dirigentes peruanos em-
El eje sobre el cual se vertebra este trabajo es la convicción de que el prendieron un proceso de reflexión colectiva y de reconstrucción del Esta-
desarrollo y la institucionalización de saberes geográficos en los países La- do peruano. Representantes de las élites peruanas llegaron entonces a la
tinoamericanos estuvieron influenciados no sólo por la imitación del mo- convicción de que estaban obligados a examinar y resolver los diversos
delo de geografía elaborado en las metrópolis europeas, sino por las moti- problemas del Perú.5
vaciones, necesidades y objetivos locales. Esta combinación de factores so- Como en otros países latinoamericanos, en esa élite dirigente caló el
ciales y técnicos nacionales y extranjeros fue una relación tensa y positivismo. Aunque este movimiento fue complejo y heterogéneo, la ma-
complementaria que es especialmente evidente en los orígenes de la Socie- yoría de los positivistas promovieron una reflexión crítica sobre "los males
dad Geográfica de Lima. El objetivo de este texto es precisamente intentar latinoamericanos", poniendo especial énfasis en la ausencia de orden y es-
delimitar y explicar las claves de la dinámica política y cultural local ―en tabilidad políticas, la interrupción del progreso económico y la ausencia
las que no dejaron de intervenir científicos e instituciones extranjeras― de una cultura científica.6
que operaron en la fundación y primeros años de funcionamiento de esta En el caso peruano, la mentalidad positivista fue un medio para esta-
institución científica, que fue la tercera de su género tras la constitución blecer una estrecha relación entre el nacionalismo y la ciencia. De esta ma-
en 1833 de la Sociedad Mexicana de Geografía e Historia y del Instituto nera mostrar la realidad del país, enfrentar y resolver científicamente los
Hist6rico e Geográphico do Brazil en Río de Janeiro en 1838. problemas pendientes, dominarla como se domina a la misma naturaleza,
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se convirtió en la motivación de muchos intelectuales y profesionales pe-


ruanos influenciados por el positivismo, incluyendo a los fundadores de la
I Sociedad Geográfica de Lima. Para ellos, la regeneración de la nación pe-
ruana sería posible a partir del abandono de las visiones románticas que
El nacimiento y desarrollo de la Sociedad Geográfica de Lima puede habían predominado en la vida intelectual peruana del siglo XIX y del co-
ser contemplado como el trasplante a territorio peruano de los roles y las nocimiento científico de la propia realidad.
normas sociales de comportamiento científico existentes en las sociedades En este ambiente de reconstrucción y confianza en las posibilidades
geográficas que ya funcionaban desde hacía un tiempo en Europa. Estas futuras del Perú, un decreto del Presidente de la República, el general An-
normas, que se fueron consolidando en la Europa del siglo XIX, promo- drés A. Cáceres, de 22 de febrero de 1888 determinó crear la Sociedad
vían la asociación de los estudiosos del mundo natural, una relación más

5. Véase Efrain Kristal, Una visión urbana de los Andes. Génesis y desarrollo en el indigenismo
4. Ascensión Martina Riaza, La Prensa doctrinal en la Independencia del Perú, 1811- en el Perú 1848-1930 (Lima: Instituto de Apoyo Agrario, 1991), p. 106.
1824 (Madrid: Ediciones Cultura Hispánica, ICI, 1985). Sobre Reclus, Gary S. Dunbar, Eli- 6. Oscar Terán, América Latina: Positivismo y Nación (México: Editorial Katún, 1983),
sée Reclus, Historian of Nature (Hamden: Archon Book, 1978). p. 12-13.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
http://ebookcentral.proquest.com
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110 Leoncio López-Ocón Cabrera El nacionalismo y los orígenes de la Sociedad Geográfica de Lima 111

Así, por ejemplo, en la América Latina de las primeras décadas del si- estrecha con el Estado, y la difusión de sus resultados en función de obje-
glo XIX, los criollos se apoyaron en los conocimientos geográficos para tivos utilitarios y educativos. Asimismo, la fundación de la Sociedad ha de
reivindicar la independencia de sus territorios frente al dominio español, y ser vista como el resultado de la decisión tomada por las élites científica y
en las últimas décadas de ese siglo dieron gran acogida, gracias a la labor política peruanas para dar respuesta a los retos de carácter político, econó-
de traducción de las editoriales anarquistas españolas, a los grandes traba- mico y cultural. Estos retos estaban ligados a la necesidad de desarrollar
jos de síntesis del geógrafo francés Eliseo Reclus.4 Reclus concibió su vo- una economía abierta basada en la exportación de materias primas, atraer
luminosa obra ―de la que destacan los 19 volúmenes de la Nouvelle Géo- la ansiada inmigración europea, y delimitar la identidad limítrofe del Perú
graphie Universelle― como un instrumento de propaganda de conviccio- en relación con sus vecinos. Varias de estas necesidades surgieron o se
nes libertarias y de crítica de las desigualdades sociales y económicas entre acentuaron a fines del siglo pasado. Tras la derrota con Chile en la guerra
las diversas partes del mundo. de 1879-1883, algunos intelectuales y grupos dirigentes peruanos em-
El eje sobre el cual se vertebra este trabajo es la convicción de que el prendieron un proceso de reflexión colectiva y de reconstrucción del Esta-
desarrollo y la institucionalización de saberes geográficos en los países La- do peruano. Representantes de las élites peruanas llegaron entonces a la
tinoamericanos estuvieron influenciados no sólo por la imitación del mo- convicción de que estaban obligados a examinar y resolver los diversos
delo de geografía elaborado en las metrópolis europeas, sino por las moti- problemas del Perú.5
vaciones, necesidades y objetivos locales. Esta combinación de factores so- Como en otros países latinoamericanos, en esa élite dirigente caló el
ciales y técnicos nacionales y extranjeros fue una relación tensa y positivismo. Aunque este movimiento fue complejo y heterogéneo, la ma-
complementaria que es especialmente evidente en los orígenes de la Socie- yoría de los positivistas promovieron una reflexión crítica sobre "los males
dad Geográfica de Lima. El objetivo de este texto es precisamente intentar latinoamericanos", poniendo especial énfasis en la ausencia de orden y es-
delimitar y explicar las claves de la dinámica política y cultural local ―en tabilidad políticas, la interrupción del progreso económico y la ausencia
las que no dejaron de intervenir científicos e instituciones extranjeras― de una cultura científica.6
que operaron en la fundación y primeros años de funcionamiento de esta En el caso peruano, la mentalidad positivista fue un medio para esta-
institución científica, que fue la tercera de su género tras la constitución blecer una estrecha relación entre el nacionalismo y la ciencia. De esta ma-
en 1833 de la Sociedad Mexicana de Geografía e Historia y del Instituto nera mostrar la realidad del país, enfrentar y resolver científicamente los
Hist6rico e Geográphico do Brazil en Río de Janeiro en 1838. problemas pendientes, dominarla como se domina a la misma naturaleza,

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se convirtió en la motivación de muchos intelectuales y profesionales pe-
ruanos influenciados por el positivismo, incluyendo a los fundadores de la
I Sociedad Geográfica de Lima. Para ellos, la regeneración de la nación pe-
ruana sería posible a partir del abandono de las visiones románticas que
El nacimiento y desarrollo de la Sociedad Geográfica de Lima puede habían predominado en la vida intelectual peruana del siglo XIX y del co-
ser contemplado como el trasplante a territorio peruano de los roles y las nocimiento científico de la propia realidad.
normas sociales de comportamiento científico existentes en las sociedades En este ambiente de reconstrucción y confianza en las posibilidades
geográficas que ya funcionaban desde hacía un tiempo en Europa. Estas futuras del Perú, un decreto del Presidente de la República, el general An-
normas, que se fueron consolidando en la Europa del siglo XIX, promo- drés A. Cáceres, de 22 de febrero de 1888 determinó crear la Sociedad
vían la asociación de los estudiosos del mundo natural, una relación más

5. Véase Efrain Kristal, Una visión urbana de los Andes. Génesis y desarrollo en el indigenismo
4. Ascensión Martina Riaza, La Prensa doctrinal en la Independencia del Perú, 1811- en el Perú 1848-1930 (Lima: Instituto de Apoyo Agrario, 1991), p. 106.
1824 (Madrid: Ediciones Cultura Hispánica, ICI, 1985). Sobre Reclus, Gary S. Dunbar, Eli- 6. Oscar Terán, América Latina: Positivismo y Nación (México: Editorial Katún, 1983),
sée Reclus, Historian of Nature (Hamden: Archon Book, 1978). p. 12-13.

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112 Leoncio López-Ocón Cabrera El nacionalismo y los orígenes de la Sociedad Geográfica de Lima 113

Geográfica de Lima. Sin embargo, es importante señalar que la asignación cias a una serie de actividades que desarrolló o estimuló la Sociedad Geo-
de recursos y la creación real de la Sociedad sólo fue efectiva en 1891.7 La gráfica de Lima tales como exploraciones geográficas dirigidas a favorecer
Sociedad inauguró entonces sus sesiones, organizó sus tareas e inició la la explotación de recursos naturales, la demarcación política del interior
edición trimestral de un Boletín, que se convirtió en su órgano oficial. Se- del territorio peruano, la reseña de provincias, el reconocimiento de rutas
gún expusiera en un editorial el organizador y primer presidente de la so- de transporte y comercio, la difusión del conocimiento geográfico, y el es-
ciedad, el médico, político liberal y codirector del prestigioso diario de tablecimiento de fronteras precisas con los países vecinos.
Lima El Comercio, Luis Carranza, los objetivos de la Sociedad eran funda- Este último objetivo era de especial interés político ya que se conside-
mentalmente tres.8 raba que para las negociaciones diplomáticas pendientes era imprescindi-
El primer objetivo era aumentar los conocimientos que se tenían de los ble acopiar materiales para la defensa de los derechos territoriales contro-
recursos naturales del país, principalmente de los mineralógicos, para vertidos por los países vecinos del Perú. A fines del siglo pasado, el Perú
vincular más estrechamente el Perú al mercado mundial. Este objetivo es- tenía problemas limítrofes pendientes con todos sus países vecinos y no
taba estrechamente vinculado con las perspectivas de explotación minera existía una imagen definida y difundida del territorio del país. Este proble-
que primero empresarios nacionales y posteriormente extranjeros realiza- ma fue parcialmente solucionado a partir de 1898 cuando la Sociedad pu-
rían sobretodo en la sierra central del país.9 El segundo objetivo era defen- blicó 32 hojas seccionales que correspondían a un mapa del Perú, y poste-
der las condiciones de habitabilidad del espacio peruano para captar inmi- riormente en 1912 cuando la misma confeccionó un Mapa Mural del Perú
grantes europeos, frente a quienes sostenían que el clima del Perú y el ca- que fue distribuido y exhibido en numerosas oficinas públicas, centros
rácter de sus habitantes no eran favorables para el arraigo de población de educativos y publicaciones.12
origen europeo.10 Este objetivo reflejaba la visión racista de las élites pe- Con respecto a la demarcación interior, es importante señalar la fre-
ruanas que consideraban a la población indígena como una raza inferior cuente asesoría que la Sociedad Geográfica de Lima brindó al Congreso y,
incapaz de acometer por si sola el desarrollo económico que el país necesi- en especial, el valioso Informe que presentó en 1897 al Gobierno. En este
taba. El tercer objetivo, según Carranza, era mejorar el nivel de informa- Informe sobre la demarcación departamental del territorio de la Repúbli-
ción de los peruanos acerca del estado de desarrollo de los países vecinos ca, elaborado por una comisión integrada por el marino Melitón Carvajal,
del Perú para evitar conflictos o sorpresas como la que ocurrió en la Gue- Eulogio Delgado y el médico Pablo Patrón, se defendía, entre otras cues-
rra con Chile. tiones, la necesidad de trasladar la capital de la República al centro del te-
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Estos objetivos estaban ligados a lo que ha sugerido Cueto, es decir, rritorio, a las regiones andinas, medida que alentaría "vigorosamente la
un nacionalismo geográfico que trataba de generar una ideología territo- vida de la Nación" y cooperaría "activamente a la integración de las razas"
rial.11 Esta suerte de ideología territorial, pudo a su vez desarrollarse gra- del Perú.13
En relación con la búsqueda de nuevas rutas de transporte y comuni-
cación, es importante anotar que no sólo existieron motivaciones econó-
micas. Por ejemplo, el ingeniero pro-indigenista y catedrático de la Facul-
7. Véase "Decretos de creación y organización de la Sociedad Geográfica de Lima" en tad de Ciencias de San Marcos Joaquín Capelo (1852-1925) consideraba
Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima [en adelante BSGL] 1 (1891): 3. Raúl Palacios Ro- que este era uno de los medios más importantes para lograr una cohesión
dríguez, La Sociedad Geográfica de Lima: fundación y años iniciales (Lima: Universidad de
Lima, 1988), p. 56.
nacional y de integrar a la población indígena. Capelo trazó personalmen-
8. "Editorial", BSGL, 1 (1891): 1-2. te el primer camino de penetración a la montaña por Tarma y Chancha-
9. Rosemary Thorp y Geoffrey Bertram, Peru: growth and policy in an open economy
1890-1977 (New York: Columbia Univ. Press, 1978), pp. 72-94.
10. Esta discusión continuaba la disputa sobre la habitabilidad del Nuevo Mundo que
se remontaba a la época colonial, véase, Antonello Gerbi, La disputa del Nuevo Mundo (Méxi- 12. Ibid., p. 78.
co: FCE, 1960). 13. Melitón Carvajal, Eulogio Delgado y Pablo Patrón, "Informe sobre nueva demarca-
11. Marcos Cueto, Excelencia Científica en la Periferia: Actividades Científicas e Investiga-
ción departamental de la República", BSGL, vol. VIII, pp. 193 ss. p. 202
ción Biomédica en el Perú (Lima: Grade/CONCYTEC, 1989), p. 76.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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Geográfica de Lima. Sin embargo, es importante señalar que la asignación cias a una serie de actividades que desarrolló o estimuló la Sociedad Geo-
de recursos y la creación real de la Sociedad sólo fue efectiva en 1891.7 La gráfica de Lima tales como exploraciones geográficas dirigidas a favorecer
Sociedad inauguró entonces sus sesiones, organizó sus tareas e inició la la explotación de recursos naturales, la demarcación política del interior
edición trimestral de un Boletín, que se convirtió en su órgano oficial. Se- del territorio peruano, la reseña de provincias, el reconocimiento de rutas
gún expusiera en un editorial el organizador y primer presidente de la so- de transporte y comercio, la difusión del conocimiento geográfico, y el es-
ciedad, el médico, político liberal y codirector del prestigioso diario de tablecimiento de fronteras precisas con los países vecinos.
Lima El Comercio, Luis Carranza, los objetivos de la Sociedad eran funda- Este último objetivo era de especial interés político ya que se conside-
mentalmente tres.8 raba que para las negociaciones diplomáticas pendientes era imprescindi-
El primer objetivo era aumentar los conocimientos que se tenían de los ble acopiar materiales para la defensa de los derechos territoriales contro-
recursos naturales del país, principalmente de los mineralógicos, para vertidos por los países vecinos del Perú. A fines del siglo pasado, el Perú
vincular más estrechamente el Perú al mercado mundial. Este objetivo es- tenía problemas limítrofes pendientes con todos sus países vecinos y no
taba estrechamente vinculado con las perspectivas de explotación minera existía una imagen definida y difundida del territorio del país. Este proble-
que primero empresarios nacionales y posteriormente extranjeros realiza- ma fue parcialmente solucionado a partir de 1898 cuando la Sociedad pu-
rían sobretodo en la sierra central del país.9 El segundo objetivo era defen- blicó 32 hojas seccionales que correspondían a un mapa del Perú, y poste-
der las condiciones de habitabilidad del espacio peruano para captar inmi- riormente en 1912 cuando la misma confeccionó un Mapa Mural del Perú
grantes europeos, frente a quienes sostenían que el clima del Perú y el ca- que fue distribuido y exhibido en numerosas oficinas públicas, centros
rácter de sus habitantes no eran favorables para el arraigo de población de educativos y publicaciones.12
origen europeo.10 Este objetivo reflejaba la visión racista de las élites pe- Con respecto a la demarcación interior, es importante señalar la fre-
ruanas que consideraban a la población indígena como una raza inferior cuente asesoría que la Sociedad Geográfica de Lima brindó al Congreso y,
incapaz de acometer por si sola el desarrollo económico que el país necesi- en especial, el valioso Informe que presentó en 1897 al Gobierno. En este
taba. El tercer objetivo, según Carranza, era mejorar el nivel de informa- Informe sobre la demarcación departamental del territorio de la Repúbli-
ción de los peruanos acerca del estado de desarrollo de los países vecinos ca, elaborado por una comisión integrada por el marino Melitón Carvajal,
del Perú para evitar conflictos o sorpresas como la que ocurrió en la Gue- Eulogio Delgado y el médico Pablo Patrón, se defendía, entre otras cues-
rra con Chile. tiones, la necesidad de trasladar la capital de la República al centro del te-

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Estos objetivos estaban ligados a lo que ha sugerido Cueto, es decir, rritorio, a las regiones andinas, medida que alentaría "vigorosamente la
un nacionalismo geográfico que trataba de generar una ideología territo- vida de la Nación" y cooperaría "activamente a la integración de las razas"
rial.11 Esta suerte de ideología territorial, pudo a su vez desarrollarse gra- del Perú.13
En relación con la búsqueda de nuevas rutas de transporte y comuni-
cación, es importante anotar que no sólo existieron motivaciones econó-
micas. Por ejemplo, el ingeniero pro-indigenista y catedrático de la Facul-
7. Véase "Decretos de creación y organización de la Sociedad Geográfica de Lima" en tad de Ciencias de San Marcos Joaquín Capelo (1852-1925) consideraba
Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima [en adelante BSGL] 1 (1891): 3. Raúl Palacios Ro- que este era uno de los medios más importantes para lograr una cohesión
dríguez, La Sociedad Geográfica de Lima: fundación y años iniciales (Lima: Universidad de
Lima, 1988), p. 56.
nacional y de integrar a la población indígena. Capelo trazó personalmen-
8. "Editorial", BSGL, 1 (1891): 1-2. te el primer camino de penetración a la montaña por Tarma y Chancha-
9. Rosemary Thorp y Geoffrey Bertram, Peru: growth and policy in an open economy
1890-1977 (New York: Columbia Univ. Press, 1978), pp. 72-94.
10. Esta discusión continuaba la disputa sobre la habitabilidad del Nuevo Mundo que
se remontaba a la época colonial, véase, Antonello Gerbi, La disputa del Nuevo Mundo (Méxi- 12. Ibid., p. 78.
co: FCE, 1960). 13. Melitón Carvajal, Eulogio Delgado y Pablo Patrón, "Informe sobre nueva demarca-
11. Marcos Cueto, Excelencia Científica en la Periferia: Actividades Científicas e Investiga-
ción departamental de la República", BSGL, vol. VIII, pp. 193 ss. p. 202
ción Biomédica en el Perú (Lima: Grade/CONCYTEC, 1989), p. 76.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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mayo, tarea de la que dio puntual cuenta en las páginas del Boletín y en su La importancia asignada a la obra inconclusa de Raimondi el natura-
trabajo sobre La vía central del Perú; donde expuso con rigor todas las co- lista italiano que realizó extensos viajes de exploración durante el siglo die-
ordenadas geográficas entre el Callao y el río Pichis, que llegó a determi- cinueve, revela cuanto valoraron los miembros de la Sociedad Geográfica
nar en sus exploraciones.14 considerarse como parte de la tradición cultural del país.17 Esta comisión,
De esta manera, el reconocimiento del espacio geográfico peruano fue logró en pocos años organizar y editar parte de los materiales recopilados
concebido y utilizado por los integrantes de la Sociedad Geográfica de por Raimondi (Al respecto véase el capítulo de Cueto en este mismo vo-
Lima como un soporte de las relaciones socioeconómicas, como un refe- lúmen). Estos materiales, se convirtieron en el fundamento de la labor
rente político sobre el que había que desplegar estrategias geopolíticas, cartográfica que llevó a cabo la Sociedad Geográfica de Lima, y que estu-
como un medio de construcción de una estructura estatal, y como un ele- vo sobretodo en las hojas seccionales de fines del siglo pasado antes men-
mento ideológico y cultural compuesto por un conjunto de símbolos y va- cionadas.
lores que favoreciesen la cohesión de una sociedad pluricultural habitada Entre 1891 y 1901, la Comisión encargada del estudio de la Geogra-
por diversos elementos étnicos. fía General Descriptiva del Perú fue, en parte debido a su carácter general,
la que suscitó mayor número de colaboraciones por parte de los miem-
bros de la Sociedad. Otra razón que explica la actividad de esta comisión
II fue el interés que existió en la época por el conocimiento de la región
Amazónica peruana. Esta área geográfica abarcaba más de dos terceras
Al ponerse en marcha la Sociedad Geográfica de Lima, se diseñó un partes de la extensión de la República, y sus inmensos territorios perma-
amplio programa de investigaciones que estaba organizado en torno a sie- necían en su mayor parte inexplorados y desconocidos para la población
te líneas de trabajo, que desarrollaron otras tantas comisiones técnicas. 15 peruana no originaria de esas regiones. Este interés se fortaleció al estable-
Sin embargo, a lo largo de la primera década de funcionamiento de la Sa- cerse en el mercado mundial el valor del árbol del caucho procedente del
ciedad estas comisiones funcionaron con desiguales resultados16. Las más Amazonas y al crecer el puerto fluvial de Iquitos, gracias al boom de este
activas fueron las comisiones encargadas del estudio: de la Geografía Ge- producto experimentado entre fines del siglo pasado y las dos primeras
neral Descriptiva del Perú; de la Historia Natural del Perú; de las Razas, décadas del siglo XX.18
Etnografía, Arqueología y Geografía Histórica del Perú; y del Archivo de Así, a lo largo de la última década del siglo XIX se presentaron en las
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Antonio Raimondi. páginas del Boletín más de una docena de trabajos dedicados al estudio de
los recursos naturales de la región amazónica así como al análisis de su
14. Joaquín Capelo, La Vía Central del Perú (Lima: Imp. Masías, 1895). orografía, topografía e hidrografía." Entre estos estudios destacan el in-
15. Las siete comisiones fueron: I. Historia natural (que incluía zoología, botánica, y
mineralogía, geología y paleontología); II. Geografía general descriptiva (que incluía orogra- - 25 artículos de Geología, Mineralogía y Paleontología
fía, topografía e hidrografía fluvial del litoral; de los Andes y de la región amazónica); III. - 18 artículos de Hidrografía
Meteorología y climatología; IV. Razas, etnografía, arqueología y geografía histórica; V. Es-
- 114 artículos de Meteorología y Climatología
tadística y demografía nacional y estadísticas civil y militar de las naciones vecinas; VI. Co- - 10 artículos de Oceanografía
misión de límites; y VII. Comisión del archivo Raimondi. BSGL, 1 (1891): 41-43. - 22 artículos de Orografía, Topografía y Geodesia
16. En los once primeros tomos del Boletín se publicaron:
- 3 artículos de Zoología
- 35 artículos de Antropología, Etnografía y Lingüística "Indice por Materias de los artículos publicados en los once tomos del Boletín de la So-
- 14 artículos de Arqueología ciedad Geográfica de Lima", BSGL 11 (1901): 423-449.
- 6 artículos de Astronomía
17. Ettore Janni, Vida de Antonio Raimondi (Lima: T. Scheuch S.A., 1942).
- 10 artículos de Bibliografía 18. Véase Heraclio Bonilla, Gran Bretaña y el Perú. Los mecanismos de un control económi-
- 16 artículos de Botánica co, vol. V (Lima: IEP, 1977), pp. 123-133.
- 12 artículos de Colonización, Inmigración e Irrigación
19. Para una referencia precisa, véase Santos Díaz María, Indice analítico del Boletín de
- 8 artículos de Estadística la Sociedad Geográfica de Lima, Tomo I al CIV. Años 1891 a 1984 (Lima: Santiago E. Antúnez
- 102 artículos de Geografía de Mayolo ed., 1988).
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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mayo, tarea de la que dio puntual cuenta en las páginas del Boletín y en su La importancia asignada a la obra inconclusa de Raimondi el natura-
trabajo sobre La vía central del Perú; donde expuso con rigor todas las co- lista italiano que realizó extensos viajes de exploración durante el siglo die-
ordenadas geográficas entre el Callao y el río Pichis, que llegó a determi- cinueve, revela cuanto valoraron los miembros de la Sociedad Geográfica
nar en sus exploraciones.14 considerarse como parte de la tradición cultural del país.17 Esta comisión,
De esta manera, el reconocimiento del espacio geográfico peruano fue logró en pocos años organizar y editar parte de los materiales recopilados
concebido y utilizado por los integrantes de la Sociedad Geográfica de por Raimondi (Al respecto véase el capítulo de Cueto en este mismo vo-
Lima como un soporte de las relaciones socioeconómicas, como un refe- lúmen). Estos materiales, se convirtieron en el fundamento de la labor
rente político sobre el que había que desplegar estrategias geopolíticas, cartográfica que llevó a cabo la Sociedad Geográfica de Lima, y que estu-
como un medio de construcción de una estructura estatal, y como un ele- vo sobretodo en las hojas seccionales de fines del siglo pasado antes men-
mento ideológico y cultural compuesto por un conjunto de símbolos y va- cionadas.
lores que favoreciesen la cohesión de una sociedad pluricultural habitada Entre 1891 y 1901, la Comisión encargada del estudio de la Geogra-
por diversos elementos étnicos. fía General Descriptiva del Perú fue, en parte debido a su carácter general,
la que suscitó mayor número de colaboraciones por parte de los miem-
bros de la Sociedad. Otra razón que explica la actividad de esta comisión
II fue el interés que existió en la época por el conocimiento de la región
Amazónica peruana. Esta área geográfica abarcaba más de dos terceras
Al ponerse en marcha la Sociedad Geográfica de Lima, se diseñó un partes de la extensión de la República, y sus inmensos territorios perma-
amplio programa de investigaciones que estaba organizado en torno a sie- necían en su mayor parte inexplorados y desconocidos para la población
te líneas de trabajo, que desarrollaron otras tantas comisiones técnicas. 15 peruana no originaria de esas regiones. Este interés se fortaleció al estable-
Sin embargo, a lo largo de la primera década de funcionamiento de la Sa- cerse en el mercado mundial el valor del árbol del caucho procedente del
ciedad estas comisiones funcionaron con desiguales resultados16. Las más Amazonas y al crecer el puerto fluvial de Iquitos, gracias al boom de este
activas fueron las comisiones encargadas del estudio: de la Geografía Ge- producto experimentado entre fines del siglo pasado y las dos primeras
neral Descriptiva del Perú; de la Historia Natural del Perú; de las Razas, décadas del siglo XX.18
Etnografía, Arqueología y Geografía Histórica del Perú; y del Archivo de Así, a lo largo de la última década del siglo XIX se presentaron en las

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Antonio Raimondi. páginas del Boletín más de una docena de trabajos dedicados al estudio de
los recursos naturales de la región amazónica así como al análisis de su
14. Joaquín Capelo, La Vía Central del Perú (Lima: Imp. Masías, 1895). orografía, topografía e hidrografía." Entre estos estudios destacan el in-
15. Las siete comisiones fueron: I. Historia natural (que incluía zoología, botánica, y
mineralogía, geología y paleontología); II. Geografía general descriptiva (que incluía orogra- - 25 artículos de Geología, Mineralogía y Paleontología
fía, topografía e hidrografía fluvial del litoral; de los Andes y de la región amazónica); III. - 18 artículos de Hidrografía
Meteorología y climatología; IV. Razas, etnografía, arqueología y geografía histórica; V. Es-
- 114 artículos de Meteorología y Climatología
tadística y demografía nacional y estadísticas civil y militar de las naciones vecinas; VI. Co- - 10 artículos de Oceanografía
misión de límites; y VII. Comisión del archivo Raimondi. BSGL, 1 (1891): 41-43. - 22 artículos de Orografía, Topografía y Geodesia
16. En los once primeros tomos del Boletín se publicaron:
- 3 artículos de Zoología
- 35 artículos de Antropología, Etnografía y Lingüística "Indice por Materias de los artículos publicados en los once tomos del Boletín de la So-
- 14 artículos de Arqueología ciedad Geográfica de Lima", BSGL 11 (1901): 423-449.
- 6 artículos de Astronomía
17. Ettore Janni, Vida de Antonio Raimondi (Lima: T. Scheuch S.A., 1942).
- 10 artículos de Bibliografía 18. Véase Heraclio Bonilla, Gran Bretaña y el Perú. Los mecanismos de un control económi-
- 16 artículos de Botánica co, vol. V (Lima: IEP, 1977), pp. 123-133.
- 12 artículos de Colonización, Inmigración e Irrigación
19. Para una referencia precisa, véase Santos Díaz María, Indice analítico del Boletín de
- 8 artículos de Estadística la Sociedad Geográfica de Lima, Tomo I al CIV. Años 1891 a 1984 (Lima: Santiago E. Antúnez
- 102 artículos de Geografía de Mayolo ed., 1988).
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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forme que elaboraron los ingenieros José E. Castañón y Teobaldo Eléspu- los Andes peruanos, bien desde Lima o desde los importantes núcleos ur-
ru, y la conferencia dada por el coronel Manuel Patiño sobre el departa- banos existentes en la sierra central peruana, como Huancayo, y Ayacu-
mento de Loreto, donde propuso un plan detallado de estructura admi- cho.23 Los principales centros de atención de esos viajes fueron los centros
nistrativa y comunicaciones con la Amazonía, que incluía la construcción mineros de Cerro de Pasco y de la provincia aurífera de Carabaya, y la re-
de un ferrocarril oriental y el establecimiento de colonias militares y adua- gión de Apurímac, visitada varias veces por el coronel Pedro Portillo.
nas fluviales.20 Este militar también destacó porque como prefecto de Ayacucho en-
El interés por conocer la región amazónica peruana, puesto en mar- tre 1896 y 1900 y prefecto de Loreto entre 1902 y 1904, realizó diversas
cha en la década 1890-1900, continuó en los primeros años de este siglo actividades entre las que destacan la comprobación de la navegabilidad del
gracias a las actividades llevadas a cabo por la Junta de Vías Fluviales. Este río Apurímac, la construcción de puentes y fundación de puertos fluviales,
organismo fue creado en 1901 como una dependencia del Ministerio de el estudio de las tensiones con los países vecinos, y la elaboración de cui-
Relaciones Exteriores con un doble objetivo: organizar el envío de expedi- dadosos mapas de los ríos de la hoya amazónica. Entre sus obras destaca-
ciones al oriente amazónico peruano y asesorar sobre los medios que ha- ron detallados estudios de la geografía de Loreto y del Departamento de
bía que usar para proteger a las empresas industriales que allí estaban ubi- Madre de Dios que fueron publicados en el Boletín de la Sociedad Geográ-
cadas.21 Sus importantes trabajos científicos, ―observaciones astronómi- fica en 1909 y 1914, respectivamente.24
cas y trazado de cartas hidrográficas― pueden seguirse puntualmente a Por su parte, la comisión técnica que se formó en el seno de la Socie-
través de las páginas del Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima. Todo dad Geográfica de Lima para estudiar la historia natural dedicó funda-
ese esfuerzo de conocimiento estuvo encaminado fundamentalmente a mental atención a los trabajos geológicos. Así, de 43 trabajos relacionados
orientar los trabajos que asegurasen el más rápido contacto de la región con esa comisión técnica publicados en las páginas del Boletín a lo largo de
cauchera recorrida por el río Madre de Dios con el litoral del Pacífico, su primera década de existencia, 20 de ellos ―es decir casi un 50 por cien-
para lo cual, por ejemplo, se fundó Puerto Maldonado. Es importante to― fueron dedicados a temas de mineralogía, geología y paleontología.
destacar que el renovado interés peruano por esa área amazónica origina- Más concretamente estos trabajos se centraron en torno a tres líneas de in-
ría conflictos limítrofes con Brasil y Bolivia. vestigación: el análisis de la distribución de las diversas capas geológicas
A su vez los territorios de la costa del Pacífico y de la sierra andina del territorio peruano, y el estudio de las áreas mineralógicas y de sus res-
suscitaron un desigual interés entre los miembros de la Sociedad en los pectivos recursos carboníferos, petrolíferos, argentíferos, auríferos y cuprí-
feros de regiones de Piura, Cailloma, y Carabaya, y el estudio de fósiles. 25
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años iniciales de su funcionamiento. Así respecto a la geografía descriptiva


del litoral, los once primeros volúmenes del Boletín publicaron pocos tra-
bajos sobre la costa entre los que destacan los estudios sobre población,
caminos y haciendas en Tumbes y Chiclayo22. Sin embargo, la región se- 23. Algunos de los mas importantes fueron: Manuel César Vidal, "Viaje de exploración
rrana sí tuvo una atención preferente de los integrantes de la Sociedad. Se a las montañas y regiones auríferas del río de San Gabán, provincia de Carabaya", BSGL 6
(1896): 164-192; José Balta, "Observaciones hechas en un viaje a Carabaya", BSGL 7
editaron varios relatos de viajeros que se internaron por diversas áreas de (1897): 105-119; y Pedro Portillo, "Exploración de la región del Apurímac por las monta-
ñas de Huanta y La Mar", BSGL 6 (1896): 271-281.
24. Aquí citamos sus obras más importantes, Pedro Portillo, Las Montañas de Ayacucho
20. "Informe sobre territorios del río Marañón, por los ingenieros José E. Castañón y y los ríos Apurímac, Mantaro, Ene, Perené, Tambo, y Alto Ucayali (Urna: Imp. del Estado,
Teobaldo Eléspuru y coronel Samuel Palacios Mendiburu", BSGL 1 (1891): 11-18; y Ma- 1901); Idem, Acontecimientos realizados con los ecuatorianos, colombianos, y brasileños en los ríos
nuel Patiño, Conferencia dada en la Sociedad Geográfica de Lima el 28 de Diciembre de 1900 Napo, Putumayo, Yurua y Purus durante los años de 1901 a 1904 (Lima: Tip. del Panóptico,
(Lima: Imp. del Estado, 1901). 1909); e Idem, Memoria que presenta al Supremo Gobierno el coronel Pedro Portillo, Ministro de
21. Jorge Basadre, Historia de la República del Perú, vol. VII (Lima: Ediciones "Histo- Fomento en comisión especial al Departamento de Madre de Dios (Lima: Imp. Chávez, 1914).
ria", 1963), pp. 3319-3320. 25. Véase por ejemplo, Federico Moreno, "Yacimientos de petróleo, en el departamen-
22. Froilán P. Morales, "Datos generales sobre la provincia de Tumbes", BSGL 4 to de Piura", BSGL 3 (1893): 283; Bernard Hunt, "Informe sobre el distrito mineral de Cai-
(1894): 442450; y José Clodomiro Soto, "Provincia de Chiclayo", BSGL 4 (1894): 220- lloma", BSGL 6 (1896): 414; José Balta, "Nota preliminar sobre los filones de oro de Cara-
226. baya (con un mapa)", BSGL 8 (1898): 111.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
http://ebookcentral.proquest.com
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forme que elaboraron los ingenieros José E. Castañón y Teobaldo Eléspu- los Andes peruanos, bien desde Lima o desde los importantes núcleos ur-
ru, y la conferencia dada por el coronel Manuel Patiño sobre el departa- banos existentes en la sierra central peruana, como Huancayo, y Ayacu-
mento de Loreto, donde propuso un plan detallado de estructura admi- cho.23 Los principales centros de atención de esos viajes fueron los centros
nistrativa y comunicaciones con la Amazonía, que incluía la construcción mineros de Cerro de Pasco y de la provincia aurífera de Carabaya, y la re-
de un ferrocarril oriental y el establecimiento de colonias militares y adua- gión de Apurímac, visitada varias veces por el coronel Pedro Portillo.
nas fluviales.20 Este militar también destacó porque como prefecto de Ayacucho en-
El interés por conocer la región amazónica peruana, puesto en mar- tre 1896 y 1900 y prefecto de Loreto entre 1902 y 1904, realizó diversas
cha en la década 1890-1900, continuó en los primeros años de este siglo actividades entre las que destacan la comprobación de la navegabilidad del
gracias a las actividades llevadas a cabo por la Junta de Vías Fluviales. Este río Apurímac, la construcción de puentes y fundación de puertos fluviales,
organismo fue creado en 1901 como una dependencia del Ministerio de el estudio de las tensiones con los países vecinos, y la elaboración de cui-
Relaciones Exteriores con un doble objetivo: organizar el envío de expedi- dadosos mapas de los ríos de la hoya amazónica. Entre sus obras destaca-
ciones al oriente amazónico peruano y asesorar sobre los medios que ha- ron detallados estudios de la geografía de Loreto y del Departamento de
bía que usar para proteger a las empresas industriales que allí estaban ubi- Madre de Dios que fueron publicados en el Boletín de la Sociedad Geográ-
cadas.21 Sus importantes trabajos científicos, ―observaciones astronómi- fica en 1909 y 1914, respectivamente.24
cas y trazado de cartas hidrográficas― pueden seguirse puntualmente a Por su parte, la comisión técnica que se formó en el seno de la Socie-
través de las páginas del Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima. Todo dad Geográfica de Lima para estudiar la historia natural dedicó funda-
ese esfuerzo de conocimiento estuvo encaminado fundamentalmente a mental atención a los trabajos geológicos. Así, de 43 trabajos relacionados
orientar los trabajos que asegurasen el más rápido contacto de la región con esa comisión técnica publicados en las páginas del Boletín a lo largo de
cauchera recorrida por el río Madre de Dios con el litoral del Pacífico, su primera década de existencia, 20 de ellos ―es decir casi un 50 por cien-
para lo cual, por ejemplo, se fundó Puerto Maldonado. Es importante to― fueron dedicados a temas de mineralogía, geología y paleontología.
destacar que el renovado interés peruano por esa área amazónica origina- Más concretamente estos trabajos se centraron en torno a tres líneas de in-
ría conflictos limítrofes con Brasil y Bolivia. vestigación: el análisis de la distribución de las diversas capas geológicas
A su vez los territorios de la costa del Pacífico y de la sierra andina del territorio peruano, y el estudio de las áreas mineralógicas y de sus res-
suscitaron un desigual interés entre los miembros de la Sociedad en los pectivos recursos carboníferos, petrolíferos, argentíferos, auríferos y cuprí-
feros de regiones de Piura, Cailloma, y Carabaya, y el estudio de fósiles. 25

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años iniciales de su funcionamiento. Así respecto a la geografía descriptiva
del litoral, los once primeros volúmenes del Boletín publicaron pocos tra-
bajos sobre la costa entre los que destacan los estudios sobre población,
caminos y haciendas en Tumbes y Chiclayo22. Sin embargo, la región se- 23. Algunos de los mas importantes fueron: Manuel César Vidal, "Viaje de exploración
rrana sí tuvo una atención preferente de los integrantes de la Sociedad. Se a las montañas y regiones auríferas del río de San Gabán, provincia de Carabaya", BSGL 6
(1896): 164-192; José Balta, "Observaciones hechas en un viaje a Carabaya", BSGL 7
editaron varios relatos de viajeros que se internaron por diversas áreas de (1897): 105-119; y Pedro Portillo, "Exploración de la región del Apurímac por las monta-
ñas de Huanta y La Mar", BSGL 6 (1896): 271-281.
24. Aquí citamos sus obras más importantes, Pedro Portillo, Las Montañas de Ayacucho
20. "Informe sobre territorios del río Marañón, por los ingenieros José E. Castañón y y los ríos Apurímac, Mantaro, Ene, Perené, Tambo, y Alto Ucayali (Urna: Imp. del Estado,
Teobaldo Eléspuru y coronel Samuel Palacios Mendiburu", BSGL 1 (1891): 11-18; y Ma- 1901); Idem, Acontecimientos realizados con los ecuatorianos, colombianos, y brasileños en los ríos
nuel Patiño, Conferencia dada en la Sociedad Geográfica de Lima el 28 de Diciembre de 1900 Napo, Putumayo, Yurua y Purus durante los años de 1901 a 1904 (Lima: Tip. del Panóptico,
(Lima: Imp. del Estado, 1901). 1909); e Idem, Memoria que presenta al Supremo Gobierno el coronel Pedro Portillo, Ministro de
21. Jorge Basadre, Historia de la República del Perú, vol. VII (Lima: Ediciones "Histo- Fomento en comisión especial al Departamento de Madre de Dios (Lima: Imp. Chávez, 1914).
ria", 1963), pp. 3319-3320. 25. Véase por ejemplo, Federico Moreno, "Yacimientos de petróleo, en el departamen-
22. Froilán P. Morales, "Datos generales sobre la provincia de Tumbes", BSGL 4 to de Piura", BSGL 3 (1893): 283; Bernard Hunt, "Informe sobre el distrito mineral de Cai-
(1894): 442450; y José Clodomiro Soto, "Provincia de Chiclayo", BSGL 4 (1894): 220- lloma", BSGL 6 (1896): 414; José Balta, "Nota preliminar sobre los filones de oro de Cara-
226. baya (con un mapa)", BSGL 8 (1898): 111.

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118 Leoncio López-Ocón Cabrera El nacionalismo y los orígenes de la Sociedad Geográfica de Lima 119

El desarrollo de la paleontología fue también posible gracias al impul- Por otro lado, es interesante destacar que los trabajos de botánica,
so del ingeniero de minas Carlos I. Lissón (1868-1947). Lissón fue un abarcaron casi el 40 por ciento del total de artículos dedicados a la Histo-
gran propagandista de las actividades científicas en el Perú de comienzos ria Natural en las páginas del Boletín de la Sociedad a lo largo de su prime-
de siglo, y en diferentes años fue catedrático de los cursos de cálculo, y ra década de existencia (16 de un total de 43 artículos). Estos trabajos die-
geología y petrografía de la Facultad de Ciencias de la Universidad de San ron a conocer, por ejemplo, aspectos poco conocidos de la flora de la cor-
Marcos, llegó a ser jefe del Laboratorio de Micropetrología y del Museo dillera peruana, diversas plantas y árboles útiles para la industria textil y las
Geológico de la Escuela de Ingenieros de Lima y rector de la Universidad. posibilidades económicas de explotación del café.28 Quizás por sus meno-
Lissón fue autor de una fecunda obra en la que efectuó contribuciones res posibilidades para sugerir empresas de rápida formación y alta rentabi-
importantes al conocimiento de la paleontología peruana entre los que lidad, la sección de zoología fue la menos activa de las secciones de la co-
destacan su Contribución a la geología de Lima y sus alrededores (1907). misión técnica de la historia natural. Entre 1891 y 1901 sólo aparecieron
Desde 1911 registró sistemáticamente la ubicación de afloramientos fosilí- en las páginas del Boletín tres trabajos dedicados a la fauna peruana en los
feros y catalogó su fauna y flora, tareas que le permitieron hacer el primer que se presentaron otros tantos estudios sobre la vizcacha, las podicipideas
mapa paleontológico del Perú.26 de los lagos más elevados de los Andes y la vicuña.29
El interés por los estudios geológicos, estaba íntimamente relacionado
con el renacimiento de la industria minera que experimentó el país duran-
te esos años al descubrirse en 1897 los riquísimos yacimientos de cobre en III
la zona de Cerro de Pasco y al establecerse en esta zona en 1901 la empresa
norteamericana Cerro de Pasco Mining Company. En 1901 un nuevo El grueso de este ambicioso programa de trabajo fue desarrollado por
Código de Minería (que perduró hasta 1950) unificó y ordenó la legisla- unas decenas de activos socios pertenecientes fundamentalmente a cuatro
ción sobre esta actividad, declaró que la propiedad minera legalmente ad- profesiones: abogados, médicos, ingenieros y militares.30 Es interesante
quirida era irrevocable y alentó la inversión extranjera. Este contexto, destacar que los primeros presidentes del Consejo Directivo de la Socie-
donde no dejaron de participar empresarios nacionales, favoreció la elabo- dad Geográfica de Lima fueron destacados representantes de alguno de
ración del primer Mapa Geológico del Perú, tarea que se encomendó a un esos grupos profesionales. Asimismo, es posible considerar, que en el im-
miembro de la Sociedad Geográfica, el ingeniero minero José J. Bravo.27 pulso inicial que caracterizó el surgimiento de la Sociedad, existieron inte-
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Bravo fue un investigador con descubrimientos originales sobre el mi- reses de avance profesional de ocupaciones relativamente nuevas para el
neral del tungsteno y el vanadio publicados en el país y el extranjero y fue país. Estos grupos se apoyaron hábilmente en el prestigio, la autoridad, y
de los principales promotores en reorientar las actividades científicas hacia la utilidad de los trabajos científicos y en las relaciones con el Estado y la
objetivos nacionales e industriales. Por ejemplo, cuando asumió el cargo élite política para mejorar su posición en la sociedad peruana.
de director del prestigioso Cuerpo de Ingenieros de Lima en 1909 (cargo El primer presidente, fue el médico cirujano ayacuchano Luis Carran-
que conservó hasta 1927) empezó a promover el desarrollo de una indus- za (1843-1898) que dirigió los destinos de la Sociedad por una década
tria siderúrgica nacional en el yacimiento de Marcona, y de una industria
petrolera a cargo del Estado.
28. Por ejemplo, Juan Ball, "Contribución al estudio de la flora de la cordillera perua-
na", BSGL 4 (1894): 430-452; Augusto Dorca, "Una planta textil: La Sanseviera", BSGL 5
(1895): 458-468.
29. Alberto L. Gadea, "La Vizcacha (Lagidium peruvianum)", BSGL 4 (1894): 281-
26. De la vasta obra de Carlos I. Lissón cabe destacar: Contribución a la geología de 319; William Nation, "Las podicipideas en los lagos más elevados de los Andes", BSGL 5
Lima y sus alrededores (Lima: Imp. Gil, 1907) y Edad de los fósiles peruanos y distribución de sus
(1895): 476-478; y B. Pacheco Vargas, "Auchenia Huicuña", BSGL 2 (1892): 172-189.
depósitos en toda la República acompañado por un mapa paleontológico del Perú (Lima: La Opi-
30. Marcos Cueto, "Apogeo y crisis de la Sociedad Geográfica de Lima: 1888-1940",
nión Nacional, 1913). El segundo libro fue reeditado en 1917, 1924 y 1942. Dynamis, Acta Hispánica ad Medicinae Scientiarumque Historiam Illustrandam 12 (1992): 35-
27. Basadre, Historia, pp. 3197, 3203-3204.
46.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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El desarrollo de la paleontología fue también posible gracias al impul- Por otro lado, es interesante destacar que los trabajos de botánica,
so del ingeniero de minas Carlos I. Lissón (1868-1947). Lissón fue un abarcaron casi el 40 por ciento del total de artículos dedicados a la Histo-
gran propagandista de las actividades científicas en el Perú de comienzos ria Natural en las páginas del Boletín de la Sociedad a lo largo de su prime-
de siglo, y en diferentes años fue catedrático de los cursos de cálculo, y ra década de existencia (16 de un total de 43 artículos). Estos trabajos die-
geología y petrografía de la Facultad de Ciencias de la Universidad de San ron a conocer, por ejemplo, aspectos poco conocidos de la flora de la cor-
Marcos, llegó a ser jefe del Laboratorio de Micropetrología y del Museo dillera peruana, diversas plantas y árboles útiles para la industria textil y las
Geológico de la Escuela de Ingenieros de Lima y rector de la Universidad. posibilidades económicas de explotación del café.28 Quizás por sus meno-
Lissón fue autor de una fecunda obra en la que efectuó contribuciones res posibilidades para sugerir empresas de rápida formación y alta rentabi-
importantes al conocimiento de la paleontología peruana entre los que lidad, la sección de zoología fue la menos activa de las secciones de la co-
destacan su Contribución a la geología de Lima y sus alrededores (1907). misión técnica de la historia natural. Entre 1891 y 1901 sólo aparecieron
Desde 1911 registró sistemáticamente la ubicación de afloramientos fosilí- en las páginas del Boletín tres trabajos dedicados a la fauna peruana en los
feros y catalogó su fauna y flora, tareas que le permitieron hacer el primer que se presentaron otros tantos estudios sobre la vizcacha, las podicipideas
mapa paleontológico del Perú.26 de los lagos más elevados de los Andes y la vicuña.29
El interés por los estudios geológicos, estaba íntimamente relacionado
con el renacimiento de la industria minera que experimentó el país duran-
te esos años al descubrirse en 1897 los riquísimos yacimientos de cobre en III
la zona de Cerro de Pasco y al establecerse en esta zona en 1901 la empresa
norteamericana Cerro de Pasco Mining Company. En 1901 un nuevo El grueso de este ambicioso programa de trabajo fue desarrollado por
Código de Minería (que perduró hasta 1950) unificó y ordenó la legisla- unas decenas de activos socios pertenecientes fundamentalmente a cuatro
ción sobre esta actividad, declaró que la propiedad minera legalmente ad- profesiones: abogados, médicos, ingenieros y militares.30 Es interesante
quirida era irrevocable y alentó la inversión extranjera. Este contexto, destacar que los primeros presidentes del Consejo Directivo de la Socie-
donde no dejaron de participar empresarios nacionales, favoreció la elabo- dad Geográfica de Lima fueron destacados representantes de alguno de
ración del primer Mapa Geológico del Perú, tarea que se encomendó a un esos grupos profesionales. Asimismo, es posible considerar, que en el im-
miembro de la Sociedad Geográfica, el ingeniero minero José J. Bravo.27 pulso inicial que caracterizó el surgimiento de la Sociedad, existieron inte-

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Bravo fue un investigador con descubrimientos originales sobre el mi- reses de avance profesional de ocupaciones relativamente nuevas para el
neral del tungsteno y el vanadio publicados en el país y el extranjero y fue país. Estos grupos se apoyaron hábilmente en el prestigio, la autoridad, y
de los principales promotores en reorientar las actividades científicas hacia la utilidad de los trabajos científicos y en las relaciones con el Estado y la
objetivos nacionales e industriales. Por ejemplo, cuando asumió el cargo élite política para mejorar su posición en la sociedad peruana.
de director del prestigioso Cuerpo de Ingenieros de Lima en 1909 (cargo El primer presidente, fue el médico cirujano ayacuchano Luis Carran-
que conservó hasta 1927) empezó a promover el desarrollo de una indus- za (1843-1898) que dirigió los destinos de la Sociedad por una década
tria siderúrgica nacional en el yacimiento de Marcona, y de una industria
petrolera a cargo del Estado.
28. Por ejemplo, Juan Ball, "Contribución al estudio de la flora de la cordillera perua-
na", BSGL 4 (1894): 430-452; Augusto Dorca, "Una planta textil: La Sanseviera", BSGL 5
(1895): 458-468.
29. Alberto L. Gadea, "La Vizcacha (Lagidium peruvianum)", BSGL 4 (1894): 281-
26. De la vasta obra de Carlos I. Lissón cabe destacar: Contribución a la geología de 319; William Nation, "Las podicipideas en los lagos más elevados de los Andes", BSGL 5
Lima y sus alrededores (Lima: Imp. Gil, 1907) y Edad de los fósiles peruanos y distribución de sus
(1895): 476-478; y B. Pacheco Vargas, "Auchenia Huicuña", BSGL 2 (1892): 172-189.
depósitos en toda la República acompañado por un mapa paleontológico del Perú (Lima: La Opi-
30. Marcos Cueto, "Apogeo y crisis de la Sociedad Geográfica de Lima: 1888-1940",
nión Nacional, 1913). El segundo libro fue reeditado en 1917, 1924 y 1942. Dynamis, Acta Hispánica ad Medicinae Scientiarumque Historiam Illustrandam 12 (1992): 35-
27. Basadre, Historia, pp. 3197, 3203-3204.
46.

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1888-1898) dándole continuidad institucional a una organización emer- bajos destinados a crear una tradición científica nacional, formada por los
gente. Carranza fue un miembro prominente de una profesión que a fines aportes de las diversas culturas que confluyeron en el Perú. De esta mane-
del siglo pasado dio inusitadas muestras de actividad y autonomía como ra reconstruyeron aspectos del proceso de conocimiento del Perú efectua-
lo sugiere la fundación de la Academia Libre de Medicina en 1884 o la or- dos tanto en la época precolombina como a lo largo de la época colonial.
ganización del Congreso Sanitario de Lima en 1888. La labor pionera de Así, el matemático y astrónomo Federico Villarreal, quien fuera decano de
Carranza, incluyó pagar con sus propios fondos parte de las actividades y la Facultad de Ciencias de la Universidad de San Marcos entre 1903 y
publicaciones de la Sociedad debido a los irregulares o pequeños montos 1923, publicó un texto sobre "Los cometas en tiempo de Huayna Ca-
que destinó inicialmente el Estado.31 pac".32 Asimismo, el médico Pablo Patrón escribió unos apuntes históri-
Eulogio Delgado y José Balta, presidentes de la Sociedad en los perío- cos sobre la verruga americana y un trabajo sobre la expedición botánica
dos 1900-1913 y 1913-1918, respectivamente, fueron destacados inge- del siglo XVIII de Ruiz y Pavón.33 El objetivo de estos trabajos era mos-
nieros, uno de los grupos de profesionales más activos, especialmente en trar que la ciencia y la tecnología no habían sido actividades extrañas a los
los estudios geológicos de la Sociedad. Manuel Melitón Carvajal (1847- pobladores del país y que de alguna manera los miembros de la Sociedad
1935), presidente del Consejo Directivo de la Sociedad durante dos perío- encarnaban la continuidad de estas actividades.
dos de tiempo (1899-1901; 1919-1924), fue una de las figuras más desta- Por otro lado la Sociedad Geográfica de Lima, se mostró interesada
cadas de la marina peruana. De joven exploró los ríos Marañón, Huallaga en mantener contacto con científicos extranjeros como lo sugieren las 57
y Paranapura para establecer su navegabilidad y preparar el desarrollo del instituciones científicas de diferentes partes del mundo con que la Socie-
comercio en esa región fluvial y en 1904 fue presidente de la Comisión hi- dad estableció contactos en su primer año de vida. 34 Al parecer estos con-
drográfica creada para estudiar las comunicaciones fluviales. tactos fueron considerados importantes por los investigadores extranjeros
Todos ellos promovieron una relación estrecha entre el Estado, la So- que exploraban o escribían sobre el Perú y los Andes. Esto también lo su-
ciedad y posteriormente con el Partido Civil. Este Partido sería la base po- giere el hecho que en 1895 Luis Carranza fuese nombrado por la Reina
lítica sobre la cual en 1895 se daría fin a diez años de militarismo y se ini- Victoria para integrar el cuerpo de los 50 miembros de honor de la Real
ciaría un régimen de democracia formal conocido como la República Sociedad Geográfica de Londres.35
Aristocrática, que duró hasta 1919. Carranza, por ejemplo, no sólo con- Asimismo, la Sociedad fue receptiva de la obra de los científicos ex-
currió a la formación del Partido Civil en la década de 1870, sino que en tranjeros que desarrollaron su obra en el Perú como investigadores o fun-
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1895 fue miembro de su junta directiva. Balta por su parte, fue nombrado cionarios, bien de sus Estados de origen o del Estado peruano que los
director de Fomento en 1900 y formó el Cuerpo de Ingenieros de Minas contrató. Diversos ejemplos cabe mencionar sobre la colaboración que se
en 1902. Eulogio Delgado fue Ministro de Hacienda y Comercio entre produjo entre científicos locales y foráneos, que aportan nuevos datos so-
1889 y 1890. Carvajal llegó a ser sucesivamente, mediante una impresio- bre cómo se produjo la incorporación de las ciencias físicas y naturales en
nante hoja de servicios al Estado peruano, profesor y subdirector de la Es- la América Latina durante el siglo XIX.
cuela Naval (1872-1875), Director General de Correos y Telégrafos Acerca de esta cuestión ha habido un debate entre diversos historia-
(1898), Prefecto de Junín (1899), Ministro de Hacienda (1894), Minis- dores en el que se han discutido las características de cómo arraigaron ta-
tro de Guerra y Marina (1914) y segundo vicepresidente de la República
(1915-1919).
Una tarea complementaria realizada por varios miembros de la Socie- 32. Federico Villarreal, "Los cometas en tiempo de Huayna-Capac", BSGL 4 (1895):
dad Geográfica en sus años iniciales fue la realización de una serie de tra- 268-28l.
33. Pablo Patrón, "Apuntes históricos sobre la verruga americana", BSGL 5 (1895):
435-445; e Idem, "La flora peruana y chilena de Ruiz y Pavón", BSGL 10 (1891): 441-444.
34. Entre ellas estaban el Smithsonian de Washington DC, y las sociedades geográficas
de México, Hamburgo y Tokio. "Sociedades e Instituciones que están en relación con la
31. Véase Baltazar Caravedo, Luis Carranza (Ensayo biográfico) (Lima: Imp. del Hospi- Geográfica de Lima", BSGL 1 (1891): 475-476.
tal Victor Larco Herrera, 1941). 35. Caravedo, Carranza, p. 17.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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1888-1898) dándole continuidad institucional a una organización emer- bajos destinados a crear una tradición científica nacional, formada por los
gente. Carranza fue un miembro prominente de una profesión que a fines aportes de las diversas culturas que confluyeron en el Perú. De esta mane-
del siglo pasado dio inusitadas muestras de actividad y autonomía como ra reconstruyeron aspectos del proceso de conocimiento del Perú efectua-
lo sugiere la fundación de la Academia Libre de Medicina en 1884 o la or- dos tanto en la época precolombina como a lo largo de la época colonial.
ganización del Congreso Sanitario de Lima en 1888. La labor pionera de Así, el matemático y astrónomo Federico Villarreal, quien fuera decano de
Carranza, incluyó pagar con sus propios fondos parte de las actividades y la Facultad de Ciencias de la Universidad de San Marcos entre 1903 y
publicaciones de la Sociedad debido a los irregulares o pequeños montos 1923, publicó un texto sobre "Los cometas en tiempo de Huayna Ca-
que destinó inicialmente el Estado.31 pac".32 Asimismo, el médico Pablo Patrón escribió unos apuntes históri-
Eulogio Delgado y José Balta, presidentes de la Sociedad en los perío- cos sobre la verruga americana y un trabajo sobre la expedición botánica
dos 1900-1913 y 1913-1918, respectivamente, fueron destacados inge- del siglo XVIII de Ruiz y Pavón.33 El objetivo de estos trabajos era mos-
nieros, uno de los grupos de profesionales más activos, especialmente en trar que la ciencia y la tecnología no habían sido actividades extrañas a los
los estudios geológicos de la Sociedad. Manuel Melitón Carvajal (1847- pobladores del país y que de alguna manera los miembros de la Sociedad
1935), presidente del Consejo Directivo de la Sociedad durante dos perío- encarnaban la continuidad de estas actividades.
dos de tiempo (1899-1901; 1919-1924), fue una de las figuras más desta- Por otro lado la Sociedad Geográfica de Lima, se mostró interesada
cadas de la marina peruana. De joven exploró los ríos Marañón, Huallaga en mantener contacto con científicos extranjeros como lo sugieren las 57
y Paranapura para establecer su navegabilidad y preparar el desarrollo del instituciones científicas de diferentes partes del mundo con que la Socie-
comercio en esa región fluvial y en 1904 fue presidente de la Comisión hi- dad estableció contactos en su primer año de vida. 34 Al parecer estos con-
drográfica creada para estudiar las comunicaciones fluviales. tactos fueron considerados importantes por los investigadores extranjeros
Todos ellos promovieron una relación estrecha entre el Estado, la So- que exploraban o escribían sobre el Perú y los Andes. Esto también lo su-
ciedad y posteriormente con el Partido Civil. Este Partido sería la base po- giere el hecho que en 1895 Luis Carranza fuese nombrado por la Reina
lítica sobre la cual en 1895 se daría fin a diez años de militarismo y se ini- Victoria para integrar el cuerpo de los 50 miembros de honor de la Real
ciaría un régimen de democracia formal conocido como la República Sociedad Geográfica de Londres.35
Aristocrática, que duró hasta 1919. Carranza, por ejemplo, no sólo con- Asimismo, la Sociedad fue receptiva de la obra de los científicos ex-
currió a la formación del Partido Civil en la década de 1870, sino que en tranjeros que desarrollaron su obra en el Perú como investigadores o fun-

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1895 fue miembro de su junta directiva. Balta por su parte, fue nombrado cionarios, bien de sus Estados de origen o del Estado peruano que los
director de Fomento en 1900 y formó el Cuerpo de Ingenieros de Minas contrató. Diversos ejemplos cabe mencionar sobre la colaboración que se
en 1902. Eulogio Delgado fue Ministro de Hacienda y Comercio entre produjo entre científicos locales y foráneos, que aportan nuevos datos so-
1889 y 1890. Carvajal llegó a ser sucesivamente, mediante una impresio- bre cómo se produjo la incorporación de las ciencias físicas y naturales en
nante hoja de servicios al Estado peruano, profesor y subdirector de la Es- la América Latina durante el siglo XIX.
cuela Naval (1872-1875), Director General de Correos y Telégrafos Acerca de esta cuestión ha habido un debate entre diversos historia-
(1898), Prefecto de Junín (1899), Ministro de Hacienda (1894), Minis- dores en el que se han discutido las características de cómo arraigaron ta-
tro de Guerra y Marina (1914) y segundo vicepresidente de la República
(1915-1919).
Una tarea complementaria realizada por varios miembros de la Socie- 32. Federico Villarreal, "Los cometas en tiempo de Huayna-Capac", BSGL 4 (1895):
dad Geográfica en sus años iniciales fue la realización de una serie de tra- 268-28l.
33. Pablo Patrón, "Apuntes históricos sobre la verruga americana", BSGL 5 (1895):
435-445; e Idem, "La flora peruana y chilena de Ruiz y Pavón", BSGL 10 (1891): 441-444.
34. Entre ellas estaban el Smithsonian de Washington DC, y las sociedades geográficas
de México, Hamburgo y Tokio. "Sociedades e Instituciones que están en relación con la
31. Véase Baltazar Caravedo, Luis Carranza (Ensayo biográfico) (Lima: Imp. del Hospi- Geográfica de Lima", BSGL 1 (1891): 475-476.
tal Victor Larco Herrera, 1941). 35. Caravedo, Carranza, p. 17.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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122 Leoncio López-Ocón Cabrera El nacionalismo y los orígenes de la Sociedad Geográfica de Lima 123

les disciplinas científicas en el escenario latinoamericano. Para algunos au- También el Boletín de la Sociedad ofreció sus páginas al coronel Paul
tores como Pyenson la consolidación de esas ciencias en las sociedades la- Clément, miembro de la misión militar francesa que el gobierno presidido
tinoamericanas se debió a un empuje imperial (o misionero) de los euro- por Nicolás de Piérola contrató hacia 1896 para reorganizar el ejército pe-
peos hacia afuera en el que los latinoamericanos fueron participantes rela- ruano, orientar la formación de oficiales y asumir la dirección de la Escue-
tivamente pasivos.36 Otros historiadores, como Safford, sostienen al la Militar. En poco tiempo Clément se hizo propagandista local de los tra-
contrario que los latinoamericanos asumieron la iniciativa para consolidar bajos de revisión del arco del meridiano de Quito que iba a emprender en
esas disciplinas científicas e interactuaron con los científicos europeos para la República del Ecuador una comisión de científicos franceses, con los
promover la empresas científicas nacionales.37 que Clément había colaborado en diversos trabajos geodésicos realizados
Los ejemplos siguientes sugieren que en la conformación de diversas en Argelia y Francia.40 Asimismo, este militar francés se fue comprome-
disciplinas científicas en el Perú de fines del siglo XIX y principios de este tiendo cada vez más con las necesidades de la sociedad peruana, realizando
siglo hubo una notable interacción entre científicos nativos y foráneos, y sustanciales aportaciones a la geodesia del Perú, con lo que hizo posible
que los grupos locales implicados en ese juego de interinfluencias fueron un trazado más preciso de su cartografía, y llegó a convertirse en un
capaces de jugar un papel activo en el proceso de producción de conoci- miembro activo de la Sociedad Geográfica de Lima, a la que representó en
mientos. Así los peruanos, como lo sugiere Safford, no solo incorporaron el Congreso Geográfico Internacional celebrado en 1925 en El Cairo. 41
nuevos valores y prácticas científicas gracias a su libertad de iniciativa, sino Otro caso en el que los integrantes de la Sociedad Geográfica de Lima
que lograron captar la colaboración de colegas extranjeros en la puesta en no se comportaron como elementos pasivos en sus relaciones internacio-
marcha de dinámicas científicas locales. nales fue a propósito de los contactos que entablaron con sus homólogos
El Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima publicó, en efecto, diver- españoles de la Sociedad Geográfica de Madrid. Así una delegación repre-
sos trabajos de los científicos norteamericanos del Observatorio Astronó- sentativa de la Sociedad Geográfica de Lima compuesta por Luis Carran-
mico que la Universidad de Harvard instaló en Arequipa hacia 1890 y que za, el capitán de navío y ex-Ministro de Estado Camilo Carrillo, el escritor
funcionó hasta 1927.38 Si bien en una primera fase esta institución fue el Ricardo Palma y el ministro plenipotenciario del Perú en Madrid Alejan-
resultado de una iniciativa de un grupo de "misioneros" procedentes de drino de! Solar, participó en 1892 en las sesiones del Congreso Geográfi-
una "metrópoli" científica, con el transcurrir de los años se implicó en la co hispano-portugués-americano que organizara la Sociedad Geográfica
vida local. Así, el director de ese Observartorio a principios de este siglo, de Madrid, y que dio lugar a la constitución de una Unión Geográfica
Iberoamericana, presidida por el colombiano Julio Betancourt. 42
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Solon Bailey, llegó a ser vicepresidente del Centro Geográfico de Arequi-


pa, creado a iniciativa de la Sociedad Geográfica de Lima, como otros Se inició entonces una cooperación entre ambas instituciones científi-
centros que surgieron en diversas ciudades de la República y que para cas que se expresó en dos hechos. La Sociedad Geográfica de Lima publi-
1913 sumaban once.39 có en su Boletín textos de sus colegas madrileños, y varios científicos lime-
ños manifestaron su solidaridad económica con la familia de Marcos Jimé-
nez de la Espada, cuando falleciera este corresponsal de la Sociedad y uno
36. Lewis Pyenson, "Functionaries and Seekers in Latin America: Missionary Diffusion
of the Exact Sciences, 1850-1930", Quipu 2 (1985): 387-423.
37. Frank Safford, "Acerca de la incorporación de las ciencias naturales en la periferia: gráfico de Arequipa correspondiente al año 1904", BSGL 14 (1804): 43-56. Cueto, Excelen-
El caso de Colombia en el siglo XIX", Quipu 2 (1985): 423-435. cia, p.76.
38. William H. Pickering, "Resumen de los trabajos del observatorio Harvard en Are-
40. Basadre, Historia, p. 3152. Paul Clément, "Revisión del arco meridiano del Peru",
quipa", BSGL 4 (1894): 202-207. Sobre el observatorio, Howard Plotkin, "Harvard College BSGL 10 (1901): 423-440.
Observatory's Boyden Station in Peru: origin and formative years, 1879-1898"; y Owen 41. Paul Clément, Informe del delegado de la Sociedad Geográfica de Lima al Congreso In-
Gingerich, "Two astronomical jewels from Peru, 1889-1927", en A. Lafuente, A. Elena y
ternacional de Geografía de El Cairo (Lima: Gil, 1925).
M.L. Ortega, eds., Mundialización de la ciencia y cultura nacional (Madrid: Doce Calles, 42. Leoncio López-Ocón, De Viajero naturalista a historiador. Las actividades americanis-
1993), pp. 689-705 y 707-713. tas del científico español Marcos Jiménez de la Espada (1831-1898) (Tesis de doctorado: Univer-
39. Véase Eulogio Delgado, "Memoria correspondiente al año 1904", BSGL 14
sidad Complutense de Madrid, 1991), pp. 927-935.
(1904): 5-6; Solon I. Bailey, "Memoria presentida por el vice-presidente del Centro Geo-
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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122 Leoncio López-Ocón Cabrera El nacionalismo y los orígenes de la Sociedad Geográfica de Lima 123

les disciplinas científicas en el escenario latinoamericano. Para algunos au- También el Boletín de la Sociedad ofreció sus páginas al coronel Paul
tores como Pyenson la consolidación de esas ciencias en las sociedades la- Clément, miembro de la misión militar francesa que el gobierno presidido
tinoamericanas se debió a un empuje imperial (o misionero) de los euro- por Nicolás de Piérola contrató hacia 1896 para reorganizar el ejército pe-
peos hacia afuera en el que los latinoamericanos fueron participantes rela- ruano, orientar la formación de oficiales y asumir la dirección de la Escue-
tivamente pasivos.36 Otros historiadores, como Safford, sostienen al la Militar. En poco tiempo Clément se hizo propagandista local de los tra-
contrario que los latinoamericanos asumieron la iniciativa para consolidar bajos de revisión del arco del meridiano de Quito que iba a emprender en
esas disciplinas científicas e interactuaron con los científicos europeos para la República del Ecuador una comisión de científicos franceses, con los
promover la empresas científicas nacionales.37 que Clément había colaborado en diversos trabajos geodésicos realizados
Los ejemplos siguientes sugieren que en la conformación de diversas en Argelia y Francia.40 Asimismo, este militar francés se fue comprome-
disciplinas científicas en el Perú de fines del siglo XIX y principios de este tiendo cada vez más con las necesidades de la sociedad peruana, realizando
siglo hubo una notable interacción entre científicos nativos y foráneos, y sustanciales aportaciones a la geodesia del Perú, con lo que hizo posible
que los grupos locales implicados en ese juego de interinfluencias fueron un trazado más preciso de su cartografía, y llegó a convertirse en un
capaces de jugar un papel activo en el proceso de producción de conoci- miembro activo de la Sociedad Geográfica de Lima, a la que representó en
mientos. Así los peruanos, como lo sugiere Safford, no solo incorporaron el Congreso Geográfico Internacional celebrado en 1925 en El Cairo. 41
nuevos valores y prácticas científicas gracias a su libertad de iniciativa, sino Otro caso en el que los integrantes de la Sociedad Geográfica de Lima
que lograron captar la colaboración de colegas extranjeros en la puesta en no se comportaron como elementos pasivos en sus relaciones internacio-
marcha de dinámicas científicas locales. nales fue a propósito de los contactos que entablaron con sus homólogos
El Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima publicó, en efecto, diver- españoles de la Sociedad Geográfica de Madrid. Así una delegación repre-
sos trabajos de los científicos norteamericanos del Observatorio Astronó- sentativa de la Sociedad Geográfica de Lima compuesta por Luis Carran-
mico que la Universidad de Harvard instaló en Arequipa hacia 1890 y que za, el capitán de navío y ex-Ministro de Estado Camilo Carrillo, el escritor
funcionó hasta 1927.38 Si bien en una primera fase esta institución fue el Ricardo Palma y el ministro plenipotenciario del Perú en Madrid Alejan-
resultado de una iniciativa de un grupo de "misioneros" procedentes de drino de! Solar, participó en 1892 en las sesiones del Congreso Geográfi-
una "metrópoli" científica, con el transcurrir de los años se implicó en la co hispano-portugués-americano que organizara la Sociedad Geográfica
vida local. Así, el director de ese Observartorio a principios de este siglo, de Madrid, y que dio lugar a la constitución de una Unión Geográfica
Iberoamericana, presidida por el colombiano Julio Betancourt. 42

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Solon Bailey, llegó a ser vicepresidente del Centro Geográfico de Arequi-
pa, creado a iniciativa de la Sociedad Geográfica de Lima, como otros Se inició entonces una cooperación entre ambas instituciones científi-
centros que surgieron en diversas ciudades de la República y que para cas que se expresó en dos hechos. La Sociedad Geográfica de Lima publi-
1913 sumaban once.39 có en su Boletín textos de sus colegas madrileños, y varios científicos lime-
ños manifestaron su solidaridad económica con la familia de Marcos Jimé-
nez de la Espada, cuando falleciera este corresponsal de la Sociedad y uno
36. Lewis Pyenson, "Functionaries and Seekers in Latin America: Missionary Diffusion
of the Exact Sciences, 1850-1930", Quipu 2 (1985): 387-423.
37. Frank Safford, "Acerca de la incorporación de las ciencias naturales en la periferia: gráfico de Arequipa correspondiente al año 1904", BSGL 14 (1804): 43-56. Cueto, Excelen-
El caso de Colombia en el siglo XIX", Quipu 2 (1985): 423-435. cia, p.76.
38. William H. Pickering, "Resumen de los trabajos del observatorio Harvard en Are-
40. Basadre, Historia, p. 3152. Paul Clément, "Revisión del arco meridiano del Peru",
quipa", BSGL 4 (1894): 202-207. Sobre el observatorio, Howard Plotkin, "Harvard College BSGL 10 (1901): 423-440.
Observatory's Boyden Station in Peru: origin and formative years, 1879-1898"; y Owen 41. Paul Clément, Informe del delegado de la Sociedad Geográfica de Lima al Congreso In-
Gingerich, "Two astronomical jewels from Peru, 1889-1927", en A. Lafuente, A. Elena y
ternacional de Geografía de El Cairo (Lima: Gil, 1925).
M.L. Ortega, eds., Mundialización de la ciencia y cultura nacional (Madrid: Doce Calles, 42. Leoncio López-Ocón, De Viajero naturalista a historiador. Las actividades americanis-
1993), pp. 689-705 y 707-713. tas del científico español Marcos Jiménez de la Espada (1831-1898) (Tesis de doctorado: Univer-
39. Véase Eulogio Delgado, "Memoria correspondiente al año 1904", BSGL 14
sidad Complutense de Madrid, 1991), pp. 927-935.
(1904): 5-6; Solon I. Bailey, "Memoria presentida por el vice-presidente del Centro Geo-
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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124 Leoncio López-Ocón Cabrera El nacionalismo y los orígenes de la Sociedad Geográfica de Lima 125

de los intelectuales españoles que más hizo por el conocimiento del Perú Esta conclusión puede asimismo ser extrapolable a otras sociedades
antiguo.43 geográficas y científicas que proliferaron por la América Latina durante el
Es importante destacar que esa cooperación trasatlántica entre dos siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. En todas ellas, ―por ejemplo en
núcleos de científicos se inscribió en el marco de unas relaciones bilatera- la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, el Instituto Geográfico
les entre el Perú y España, que experimentaron una intensificación a fines Argentino, la Sociedad Geográfica de La paz o el Instituto Físico-Geográ-
del siglo XIX y principios del siglo XX. En esos años las fuerzas liberales fico de Costa Rica―, se percibe la creación de una común política de co-
que gobernaron ambos países se miraron entre sí con simpatía recíproca y municación que se desplegó en una doble dirección, es decir hacia el inte-
tejieron alianzas culturales como quedó demostrado en el recibimiento rior y el exterior de los Estados nacionales en los que intervinieron. Todas
que tuvieron en Lima el filólogo Menéndez Pidal y el historiador Rafael esas instituciones mostraron ciertamente un considerable interés por ver-
Altamira cuando la visitaron en 1905 y 1909 respectivamente. 44 tebrar los espacios nacionales en los que actuaron, pero asimismo se esfor-
zaron en crear redes de comunicación de carácter internacional con un do-
ble objetivo: aprovechar los conocimientos que procedían del exterior, y
IV también revelar a los otros la capacidad que se tenía en las sociedades lati-
noamericanas para generar conocimientos propios.
El surgimiento y la dinámica de los primeros años de la Sociedad
Geográfica de Lima revelan el peso de los factores locales para entender el
desarrollo de las instituciones científicas en los países Latinoamericanos.
Entre estos factores destacaron en el Perú, la motivación nacionalista, los
intereses de desarrollo económico y la necesidad del reconocimiento del
territorio y de la demarcación limítrofe con los países vecinos. Asimismo,
el impulso dado a la Sociedad se explica por la acción de audaces lideres
profesionales ligados a la ingeniería minera, la medicina y el ejército en un
contexto de estabilidad política, recuperación de la economía de exporta-
ción y consolidación de una élite civil en el Perú de finales del siglo XIX.
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

Los actores y los factores locales interactuaron creativamente con institu-


ciones y científicos extranjeros. Esta particular confluencia entre una diná-
mica local con contactos internacionales específicos permitió hacer surgir
y sobrevivir una entidad científica que auspiciase a varias disciplinas inte-
lectuales.

43. Por ejemplo José Gutiérrez Sobral, "Importancia de la ciencia geográfica", BSGL 4
(1894): 327-343. Al fallecer Jiménez de la Espada, diversas sociedades científicas madrileñas
promovieron una campaña de solidaridad económica con su familia en Europa y América
que logró reunir 11,862 pesetas. Las 662 pesetas recaudadas en países europeos contrastan
con las 2,763 pesetas aportadas desde Lima. López-Ocón, De Viajero, vol. II, pp. 1258-
1260.
44. Véase Antonio Lago Carballo, "Menéndez Pidal, viajero por América (1905)",
Cuadernos Hispanoamericanos 464 (1989): 7-22; y Rafael Altamira, Resumen de su viaje a
América (Madrid: Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, 1914).

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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124 Leoncio López-Ocón Cabrera El nacionalismo y los orígenes de la Sociedad Geográfica de Lima 125

de los intelectuales españoles que más hizo por el conocimiento del Perú Esta conclusión puede asimismo ser extrapolable a otras sociedades
antiguo.43 geográficas y científicas que proliferaron por la América Latina durante el
Es importante destacar que esa cooperación trasatlántica entre dos siglo XIX y primeras décadas del siglo XX. En todas ellas, ―por ejemplo en
núcleos de científicos se inscribió en el marco de unas relaciones bilatera- la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, el Instituto Geográfico
les entre el Perú y España, que experimentaron una intensificación a fines Argentino, la Sociedad Geográfica de La paz o el Instituto Físico-Geográ-
del siglo XIX y principios del siglo XX. En esos años las fuerzas liberales fico de Costa Rica―, se percibe la creación de una común política de co-
que gobernaron ambos países se miraron entre sí con simpatía recíproca y municación que se desplegó en una doble dirección, es decir hacia el inte-
tejieron alianzas culturales como quedó demostrado en el recibimiento rior y el exterior de los Estados nacionales en los que intervinieron. Todas
que tuvieron en Lima el filólogo Menéndez Pidal y el historiador Rafael esas instituciones mostraron ciertamente un considerable interés por ver-
Altamira cuando la visitaron en 1905 y 1909 respectivamente. 44 tebrar los espacios nacionales en los que actuaron, pero asimismo se esfor-
zaron en crear redes de comunicación de carácter internacional con un do-
ble objetivo: aprovechar los conocimientos que procedían del exterior, y
IV también revelar a los otros la capacidad que se tenía en las sociedades lati-
noamericanas para generar conocimientos propios.
El surgimiento y la dinámica de los primeros años de la Sociedad
Geográfica de Lima revelan el peso de los factores locales para entender el
desarrollo de las instituciones científicas en los países Latinoamericanos.
Entre estos factores destacaron en el Perú, la motivación nacionalista, los
intereses de desarrollo económico y la necesidad del reconocimiento del
territorio y de la demarcación limítrofe con los países vecinos. Asimismo,
el impulso dado a la Sociedad se explica por la acción de audaces lideres
profesionales ligados a la ingeniería minera, la medicina y el ejército en un
contexto de estabilidad política, recuperación de la economía de exporta-
ción y consolidación de una élite civil en el Perú de finales del siglo XIX.

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Los actores y los factores locales interactuaron creativamente con institu-
ciones y científicos extranjeros. Esta particular confluencia entre una diná-
mica local con contactos internacionales específicos permitió hacer surgir
y sobrevivir una entidad científica que auspiciase a varias disciplinas inte-
lectuales.

43. Por ejemplo José Gutiérrez Sobral, "Importancia de la ciencia geográfica", BSGL 4
(1894): 327-343. Al fallecer Jiménez de la Espada, diversas sociedades científicas madrileñas
promovieron una campaña de solidaridad económica con su familia en Europa y América
que logró reunir 11,862 pesetas. Las 662 pesetas recaudadas en países europeos contrastan
con las 2,763 pesetas aportadas desde Lima. López-Ocón, De Viajero, vol. II, pp. 1258-
1260.
44. Véase Antonio Lago Carballo, "Menéndez Pidal, viajero por América (1905)",
Cuadernos Hispanoamericanos 464 (1989): 7-22; y Rafael Altamira, Resumen de su viaje a
América (Madrid: Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, 1914).

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ANEXO V
Bibliografias de revistas científicas peruanas

Calderón, Savia A. "Indice de la Revista de Medicina Experimental. 1942-


1960". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Campos, Lilia. Trabajos y Publicaciones del Instituto de Investigaciones de Altura


1961-1976. Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1976.

Clement, Jean Pierre. "Indices del Mercurio Peruano: 1790-1795". Fénix, Revista
de la Biblioteca Nacional. 26-27 (1976-77): 5-234.

Diaz Marín, Santos. Indice analítico del Boletín de la Sociedad Geográfica de


Lima, Tomo I al CIV, años 1891 a 1984. Ed. Santiago E. Antúnez de
Mayolo. Lima: Imp. Benito, 1988.

Duarte de Morales, Cristina y Raquel Zegarra Lanfranco. Indice de los Anales


de la Facultad de Medicina: 1919-1956. Lima: Univ. de San Marcos,
1956.

Espejo Nuñéz, Teófilo. "Indice de la Revista del Museo Nacional, 1932-1947".


Boletín Bibliográfico de San Marcos 22 (1949) 29-79.

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


Kamimoto, Margarita H. "Bibliografía de Matemáticas en el Perú durante los
siglos XVIII y XIX.". Boletín de la Biblioteca Nacional 63-64 (1972): 5-
46.

Laura Elescano, Luz Aida. "Indice de la Revista Peruana de Radiología". Tesis,


Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Mariátegui, Javier y Ramón León. La Revista de Psiquiatría y Disciplinas Cone-


xas) 1918-1924. Lima: Ed. Minerva, 1987.

Palomino Morales, Rosa M. "Fichado analítico de la Revista Peruana de Pato-


logía. 1956-1969". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.

Rivera, Rosalina. "Indice Clasificado de los Boletines de la Sociedad Geológi-


ca del Perú". Boletín de la Sociedad Geológica del Perú 45 (1975): 99-158.

Ruiz Guerrero, Lidia. "Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas del Perú, Fi-
chado Analítico, 1902-1948". Tesis, Escuela de Bibliotecarios, 1971.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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Ingeniería y Estado en Bolivia durante la
primera mitad del siglo XX1
Manuel E. Contreras C.

EL ESTABLECIMIENTO y la evolución de las profesiones ha recibido muy


poca atención en la historiografía boliviana. Sólo contamos con algunos
estudios, más bien generales, sobre la historia de la medicina. A pesar de
la importancia de la minería del estaño en la economía y sociedad Bolivia-
na en la primera mitad del siglo XX, y de todo lo escrito sobre esta mate-
ria, el rol de los ingenieros dentro de la industria ha sido estudiado sólo
recientemente.2 Sin embargo, el papel de la ingeniería en el desarrollo eco-
nómico y modernización del país, y el avance de la profesión aún no han

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despertado el interés de los científicos sociales.
En este trabajo se abordan justamente estos temas. Se pretende con-
testar las siguientes preguntas: ¿cómo evolucionó la profesión de la inge-
niería en Bolivia? ¿qué rol jugó el Estado, como empleador y en la defensa
de la profesión? ¿cuáles son y cómo se comportaron las asociaciones pro-
fesionales? ¿qué grado de nacionalismo se desarrolló en ellas a la luz de
eventos tan importantes como la nacionalización de las minas de 1952? Se

1. El autor agradece a Fernando Calderón, Waldo Jauregui, Hugo Mansilla Romero y


Marcos Cueto. Este trabajo es una versión abreviada de un capítulo de mi tesis de Doctorado
[Cita 6].
2. Sobre la historia de la medicina y la ingeniería en Bolivia, Julio Rodríguez Rivas,
Médicos y brujos en el Alto Perú (La Paz: Los Amigos del Libro, 1989), y Manuel E. Contre-
ras, Tecnología moderna en los Andes, ingeniería y minería en Bolivia en el siglo XX (La Paz: IL-
DIS y Biblioteca Minera Boliviana, 1994).

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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128 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 129

quiere bosquejar una respuesta a estas interrogantes en un primer aborda- Segundo, la ingeniería en Bolivia-como en otros países y también a
je al estudio de la profesionalización de la ingeniería en Bolivia en la pri- diferencia de la medicina y el derecho-estuvo sujeta a la competencia de
mera mitad del siglo XX. profesionales extranjeros. Este fue el caso de los ingenieros de minas pero
Algunos estudios sobre el crecimiento de las profesiones en América también de las demás especialidades, en la medida que ingresaban los capi-
Latina han cuestionado la pertinencia de los trabajos acerca de la profesio- tales extranjeros que normalmente preferían a sus compatriotas para cons-
nalización en los países desarrollados debido a las distintas características truir y operar sus ferrocarriles o minas. Más aún, durante gran parte de la
de la evolución y consolidación del Estado, y al carácter dependiente de primera mitad del siglo XX, hubo sobreoferta de ingenieros de minas en
las profesiones en la región.3 A pesar de ello, creemos que son válidos los algunos países industrializados (como Alemania y Gran Bretaña) y como
aportes de esta literatura internacional para definir las características bási- existía una tendencia a trabajar en el extranjero entre los ingenieros de mi-
cas de las profesiones. Por lo tanto, siguiendo algunas contribuciones de nas por los importantes beneficios que reportaba (desde mejores salarios
esta literatura, consideramos que el proceso de profesionalización requiere hasta mayores posibilidades de avance profesional), hubo una constante
de algunas características visibles, como poseer un cuerpo cognoscitivo oferta de ingenieros extranjeros.5
común, entrenamiento o formación institucionalizada y de alto nivel, una Tercero, la enseñanza de la ingeniería recién se inició en Bolivia en el
asociación profesional, autonomía en su trabajo, un sistema de licencia- siglo XX. A diferencia de otros países, se estableció en forma inde-
miento, auto control grupal y un código de ética. Además, consideramos pendiente de la ingeniería militar, una especialidad que no llegó a consoli-
que la profesionalización representa una forma de ascenso en la estratifica- darse sino hasta los años cincuenta. La formación profesional de técnicos
ción social, por la cual los miembros de una profesión adquieran mayor en minería comenzó en la Escuela de Minas en Oruro en 1906, que fue el
status en la sociedad en la medida que logran mayor prestigio y poder po- germen de la educación en ingeniería, y que respondió al ímpetu moder-
lítico. Analizaremos la profesionalización de la ingeniería bajo estos su- nizador de los liberales en Bolivia. En 1917 se convirtió en Escuela de In-
puestos. geniería y en 1938 fue incorporada a la Universidad Técnica de Oruro
En el caso del desarrollo de la ingeniería en Bolivia, es necesario con- como Facultad Nacional de Ingeniería (FNI). La educación en ingeniería
siderar algunos aspectos adicionales. Primero, que a diferencia de las pro- civil, por otra parte, se inició en la Universidad Mayor de San Andrés de
fesiones tradicionales de derecho y medicina, los ingenieros por lo general La Paz en 1930. Por último, Potosí comenzó su Escuela Superior Técnica
son trabajadores dependientes empleados por el sector público o privado. en 1939, y a partir de 1942 inició el entrenamiento de ingenieros de mi-
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Su desarrollo, por ende, está asociado a la evolución de la base productiva nas y civiles. La FNI, a su vez, recién inició la formación de ingenieros ci-
del país, al crecimiento económico y a la estabilidad política. 4 En Bolivia, viles en 1941. Por lo tanto, hasta los años treinta las universidades extran-
la evolución de la ingeniería estuvo íntimamente vinculada al crecimiento jeras eran la principal fuente de formación de ingenieros bolivianos.6
del sector exportador y de la minería en particular. La ingeniería de minas, El crecimiento de la ingeniería fue parte del proceso de moderniza-
a su vez, creció alrededor del complejo empresarial de los tres grandes ción que experimentó Bolivia en el primer cuarto del siglo XX, cuando el
grupos mineros de Patiño, Hochschild y Aramayo que, al emplear al ma- positivismo era la ideología dominante. Durante este período se comenzó
yor número de ingenieros bolivianos y extranjeros, fueron los que forma-
ron el carácter empresarial de la profesión en Bolivia y forjaron el "modo
de ser" del ingeniero de minas boliviano.
5. Véase, Charles Harvey y Jon Press, "Overseas Investment and the Professional Ad-
vance of British Metal Mining Engineers, 1851-1914", Economic History Review 42 (1989):
3. Para una discusión sobre el terna véase, Pe ter Cleaves, Las profesiones y el estado: El 64-86.
caso de México (México: El Colegio de México, 1985). 6. Sobre la enseñanza de la ingeniería, véase Manuel E. Contreras, "The Formation of a
Technical Elite in Latin America: Mining Engineering and the Engineering Profession in
4. Véase Magali Sarfatti Larson, The Rise of Professionalism. A Sociological Analysis (Ber-
keley: Univ. of California Press, 1977) y Frank Safford El Ideal de lo práctico, El desafío de for- Bolivia, 1900-1954", (Tesis doctoral, Columbia University, 1990). En este estudio se estima
mar una élite técnica y empresarial en Colombia (Bogotá: Univ. Nacional de Colombia, 1988). que entre 1900 y 1950 se formaron 470 ingenieros de minas y civiles, de los cuales un 25%
fueron entrenados en el exterior, p. 164.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
http://ebookcentral.proquest.com
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128 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 129

quiere bosquejar una respuesta a estas interrogantes en un primer aborda- Segundo, la ingeniería en Bolivia-como en otros países y también a
je al estudio de la profesionalización de la ingeniería en Bolivia en la pri- diferencia de la medicina y el derecho-estuvo sujeta a la competencia de
mera mitad del siglo XX. profesionales extranjeros. Este fue el caso de los ingenieros de minas pero
Algunos estudios sobre el crecimiento de las profesiones en América también de las demás especialidades, en la medida que ingresaban los capi-
Latina han cuestionado la pertinencia de los trabajos acerca de la profesio- tales extranjeros que normalmente preferían a sus compatriotas para cons-
nalización en los países desarrollados debido a las distintas características truir y operar sus ferrocarriles o minas. Más aún, durante gran parte de la
de la evolución y consolidación del Estado, y al carácter dependiente de primera mitad del siglo XX, hubo sobreoferta de ingenieros de minas en
las profesiones en la región.3 A pesar de ello, creemos que son válidos los algunos países industrializados (como Alemania y Gran Bretaña) y como
aportes de esta literatura internacional para definir las características bási- existía una tendencia a trabajar en el extranjero entre los ingenieros de mi-
cas de las profesiones. Por lo tanto, siguiendo algunas contribuciones de nas por los importantes beneficios que reportaba (desde mejores salarios
esta literatura, consideramos que el proceso de profesionalización requiere hasta mayores posibilidades de avance profesional), hubo una constante
de algunas características visibles, como poseer un cuerpo cognoscitivo oferta de ingenieros extranjeros.5
común, entrenamiento o formación institucionalizada y de alto nivel, una Tercero, la enseñanza de la ingeniería recién se inició en Bolivia en el
asociación profesional, autonomía en su trabajo, un sistema de licencia- siglo XX. A diferencia de otros países, se estableció en forma inde-
miento, auto control grupal y un código de ética. Además, consideramos pendiente de la ingeniería militar, una especialidad que no llegó a consoli-
que la profesionalización representa una forma de ascenso en la estratifica- darse sino hasta los años cincuenta. La formación profesional de técnicos
ción social, por la cual los miembros de una profesión adquieran mayor en minería comenzó en la Escuela de Minas en Oruro en 1906, que fue el
status en la sociedad en la medida que logran mayor prestigio y poder po- germen de la educación en ingeniería, y que respondió al ímpetu moder-
lítico. Analizaremos la profesionalización de la ingeniería bajo estos su- nizador de los liberales en Bolivia. En 1917 se convirtió en Escuela de In-
puestos. geniería y en 1938 fue incorporada a la Universidad Técnica de Oruro
En el caso del desarrollo de la ingeniería en Bolivia, es necesario con- como Facultad Nacional de Ingeniería (FNI). La educación en ingeniería
siderar algunos aspectos adicionales. Primero, que a diferencia de las pro- civil, por otra parte, se inició en la Universidad Mayor de San Andrés de
fesiones tradicionales de derecho y medicina, los ingenieros por lo general La Paz en 1930. Por último, Potosí comenzó su Escuela Superior Técnica
son trabajadores dependientes empleados por el sector público o privado. en 1939, y a partir de 1942 inició el entrenamiento de ingenieros de mi-

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Su desarrollo, por ende, está asociado a la evolución de la base productiva nas y civiles. La FNI, a su vez, recién inició la formación de ingenieros ci-
del país, al crecimiento económico y a la estabilidad política. 4 En Bolivia, viles en 1941. Por lo tanto, hasta los años treinta las universidades extran-
la evolución de la ingeniería estuvo íntimamente vinculada al crecimiento jeras eran la principal fuente de formación de ingenieros bolivianos.6
del sector exportador y de la minería en particular. La ingeniería de minas, El crecimiento de la ingeniería fue parte del proceso de moderniza-
a su vez, creció alrededor del complejo empresarial de los tres grandes ción que experimentó Bolivia en el primer cuarto del siglo XX, cuando el
grupos mineros de Patiño, Hochschild y Aramayo que, al emplear al ma- positivismo era la ideología dominante. Durante este período se comenzó
yor número de ingenieros bolivianos y extranjeros, fueron los que forma-
ron el carácter empresarial de la profesión en Bolivia y forjaron el "modo
de ser" del ingeniero de minas boliviano.
5. Véase, Charles Harvey y Jon Press, "Overseas Investment and the Professional Ad-
vance of British Metal Mining Engineers, 1851-1914", Economic History Review 42 (1989):
3. Para una discusión sobre el terna véase, Pe ter Cleaves, Las profesiones y el estado: El 64-86.
caso de México (México: El Colegio de México, 1985). 6. Sobre la enseñanza de la ingeniería, véase Manuel E. Contreras, "The Formation of a
Technical Elite in Latin America: Mining Engineering and the Engineering Profession in
4. Véase Magali Sarfatti Larson, The Rise of Professionalism. A Sociological Analysis (Ber-
keley: Univ. of California Press, 1977) y Frank Safford El Ideal de lo práctico, El desafío de for- Bolivia, 1900-1954", (Tesis doctoral, Columbia University, 1990). En este estudio se estima
mar una élite técnica y empresarial en Colombia (Bogotá: Univ. Nacional de Colombia, 1988). que entre 1900 y 1950 se formaron 470 ingenieros de minas y civiles, de los cuales un 25%
fueron entrenados en el exterior, p. 164.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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130 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 131

a cuestionar a las profesiones tradicionales, como el derecho, y a deman- brasilero de origen yugoeslavo que llegó a Bolivia en 1887, y lo confor-
dar el concurso de la ciencia y la tecnología, símbolos del progreso, en el maban dos ingenieros franceses, dos agregados militares en función de to-
quehacer político y económico del país. La ingeniería, síntesis de lo técni- pógrafos, y un dibujante. Empleó a un ingeniero boliviano formado en
co y pragmático, fue considerada el Prometeo de esta nueva era.7 Por lo Chile, Juan Muñoz Reyes, recién en 1896. Entre los primeros trabajos del
tanto, si bien el desarrollo de la profesión en Bolivia estuvo ligada al creci- CNI estuvieron la remodelación de la casa de gobierno en Sucre, la cons-
miento del sector exportador, el contexto social y político fue favorable trucción de un puente colgante sobre el Río Grande, la construcción del
para su desenvolvimiento local y, como veremos, el Estado también jugó camino Sucre-Challapata, y estudios para la provisión de agua potable
un papel importante como empleador y promotor de la profesión de inge- para varias ciudades.9 Sus servicios también fueron utilizados en la super-
niería. visión de obras públicas en áreas urbanas ―como la construcción de la ca-
En lo que sigue, se evalúa la relación entre el Estado y la profesión, se tedral y la cárcel de La Paz― y en la inspección de la construcción del fe-
analizan las organizaciones profesionales de ingenieros, y se examina la rrocarril Uyuni-Oruro. Otras actividades del CNI incluían la construcción
participación de los ingenieros en la vida social y política del país. de los caminos de Sucre a Potosí y de Sucre a Cochabamba y la adminis-
tración del sistema telegráfico.10
El gobierno fue un importante empleador de ingenieros nacionales
INGENIERÍA Y ESTADO durante todo el siglo XX. Durante las primeras décadas empleó los servi-
cios de ingenieros bolivianos, especialmente en la construcción de ferroca-
La práctica de la ingeniería en el siglo XIX estuvo dominada por inge- rriles. Durante el primer cuarto de siglo ocurrió un boom en la construc-
nieros extranjeros contratados por empresas privadas ―mayormente en la ción de ferrocarriles en Bolivia debido a la creencia que eran fundamenta-
minería― o por el Estado para llevar a cabo trabajos de demarcación de les para el comercio, la disponibilidad de recursos externos para el
fronteras o proyectos de líneas férreas. Recién con la creación del Cuerpo desarrollo, y por la aureola de modernidad que imprimían a los gobiernos
Nacional de Ingenieros (CNI) en 1889, el Estado tomó una parte activa que los impulsaban. Entre 1900 y 1925 se construyeron más de 1.400
en el ejercicio de la profesión. Como muchos de los cuerpos de ingenieros kms (equivalente a 58% del total de kilometraje en 1950). 11
en América Latina, el CNI fue dependiente de la Dirección General de A pesar que el kilometraje tendido es poco significativo en el contexto
Obras Públicas (DGOP). El CNI fue una instancia consultiva del gobier- de América Latina, tuvo un gran impacto sobre la demanda por los servi-
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

no a cargo, principalmente, de supervisar las obras públicas. Su creación cios de ingenieros en Bolivia y brindaron un valioso entrenamiento a los
fue una indicación de la convicción del gobierno liberal de José Manuel nuevos profesionales. Los ingenieros bolivianos eran requeridos para lle-
Panda (1889-1904) sobre la necesidad de desarrollar la ingeniería en el var a cabo estudios sobre proyectos de construcción de ferrocarriles; su-
país. Por lo tanto, no debe sorprender que los primeros esfuerzos guber- pervisar la construcción (si eran construidas por extranjeros) o construir-
namentales de formar ingenieros estuvieran asociados al CNI. 8 los directamente si las obras habían sido asumidas por el Estado; y final-
Originalmente, el CNI estuvo dirigido por Julio Pinkas, un ingeniero

9. Pinkas publicó sus memorias en El Diario, "Diez años en Bolivia, memorias del inge-
niero Julio Pinkas" Mayo 6, 8, 1923. Formerio González, "Los puentes colgantes en Boli-
7. La modernización de este período esta sintetizada en Manuel E. Contreras, "Estaño, via", Boletín de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia 17 (1939): ix [de ahora en adelante BSIB].
ferrocarriles y modernización, 1900-1930", en Los Bolivianos en el tiempo, Cuadernos de Histo- Juan Muñoz Reyes, "La ingeniería en Bolivia. Dirección General de Obras Públicas", BSIB
1 (1925): 6-7. Sobre el CNI: Memoria que presenta al señor Ministro de Gobierno, Colonización
ria (La Paz: La Razón, 1993), pp. 275-286. Sobre el positivismo, Guillermo Francovich, El
pensamiento boliviano en el siglo XX (México: FCE, 1956). La posición gubernamental sobre y Obras Públicas, Telmo Ichazo, Jefe del Cuerpo de Nacional de Ingenieros (Sucre: La Industria,
el efecto pernicioso del exceso de abogados aparece en, Memoria de Justicia e Instrucción Pú- 1890) [en adelante Memoria... Cuerpo Nacional de Ingenieros].
10. Pinkas, "Diez años en Bolivia", El Diario, Mayo 4, 6, 8, y 16, 1923.
blica … por el ministro Bautista. Saavedra. (La Paz: Imp. Artística, 1910), p. CLVIII.
8. El CNI intentó entrenar ingenieros en Sucre en 1898, pero este esfuerzo se frustró. 11.Véase, Manuel E. Contreras, "Causas y consecuencias del desarrollo de los ferroca-
Contreras, "The Formation", pp. 36-38. rriles en Bolivia: 1900-1930" (Manuscrito inédito).

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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130 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 131

a cuestionar a las profesiones tradicionales, como el derecho, y a deman- brasilero de origen yugoeslavo que llegó a Bolivia en 1887, y lo confor-
dar el concurso de la ciencia y la tecnología, símbolos del progreso, en el maban dos ingenieros franceses, dos agregados militares en función de to-
quehacer político y económico del país. La ingeniería, síntesis de lo técni- pógrafos, y un dibujante. Empleó a un ingeniero boliviano formado en
co y pragmático, fue considerada el Prometeo de esta nueva era.7 Por lo Chile, Juan Muñoz Reyes, recién en 1896. Entre los primeros trabajos del
tanto, si bien el desarrollo de la profesión en Bolivia estuvo ligada al creci- CNI estuvieron la remodelación de la casa de gobierno en Sucre, la cons-
miento del sector exportador, el contexto social y político fue favorable trucción de un puente colgante sobre el Río Grande, la construcción del
para su desenvolvimiento local y, como veremos, el Estado también jugó camino Sucre-Challapata, y estudios para la provisión de agua potable
un papel importante como empleador y promotor de la profesión de inge- para varias ciudades.9 Sus servicios también fueron utilizados en la super-
niería. visión de obras públicas en áreas urbanas ―como la construcción de la ca-
En lo que sigue, se evalúa la relación entre el Estado y la profesión, se tedral y la cárcel de La Paz― y en la inspección de la construcción del fe-
analizan las organizaciones profesionales de ingenieros, y se examina la rrocarril Uyuni-Oruro. Otras actividades del CNI incluían la construcción
participación de los ingenieros en la vida social y política del país. de los caminos de Sucre a Potosí y de Sucre a Cochabamba y la adminis-
tración del sistema telegráfico.10
El gobierno fue un importante empleador de ingenieros nacionales
INGENIERÍA Y ESTADO durante todo el siglo XX. Durante las primeras décadas empleó los servi-
cios de ingenieros bolivianos, especialmente en la construcción de ferroca-
La práctica de la ingeniería en el siglo XIX estuvo dominada por inge- rriles. Durante el primer cuarto de siglo ocurrió un boom en la construc-
nieros extranjeros contratados por empresas privadas ―mayormente en la ción de ferrocarriles en Bolivia debido a la creencia que eran fundamenta-
minería― o por el Estado para llevar a cabo trabajos de demarcación de les para el comercio, la disponibilidad de recursos externos para el
fronteras o proyectos de líneas férreas. Recién con la creación del Cuerpo desarrollo, y por la aureola de modernidad que imprimían a los gobiernos
Nacional de Ingenieros (CNI) en 1889, el Estado tomó una parte activa que los impulsaban. Entre 1900 y 1925 se construyeron más de 1.400
en el ejercicio de la profesión. Como muchos de los cuerpos de ingenieros kms (equivalente a 58% del total de kilometraje en 1950). 11
en América Latina, el CNI fue dependiente de la Dirección General de A pesar que el kilometraje tendido es poco significativo en el contexto
Obras Públicas (DGOP). El CNI fue una instancia consultiva del gobier- de América Latina, tuvo un gran impacto sobre la demanda por los servi-

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no a cargo, principalmente, de supervisar las obras públicas. Su creación cios de ingenieros en Bolivia y brindaron un valioso entrenamiento a los
fue una indicación de la convicción del gobierno liberal de José Manuel nuevos profesionales. Los ingenieros bolivianos eran requeridos para lle-
Panda (1889-1904) sobre la necesidad de desarrollar la ingeniería en el var a cabo estudios sobre proyectos de construcción de ferrocarriles; su-
país. Por lo tanto, no debe sorprender que los primeros esfuerzos guber- pervisar la construcción (si eran construidas por extranjeros) o construir-
namentales de formar ingenieros estuvieran asociados al CNI. 8 los directamente si las obras habían sido asumidas por el Estado; y final-
Originalmente, el CNI estuvo dirigido por Julio Pinkas, un ingeniero

9. Pinkas publicó sus memorias en El Diario, "Diez años en Bolivia, memorias del inge-
niero Julio Pinkas" Mayo 6, 8, 1923. Formerio González, "Los puentes colgantes en Boli-
7. La modernización de este período esta sintetizada en Manuel E. Contreras, "Estaño, via", Boletín de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia 17 (1939): ix [de ahora en adelante BSIB].
ferrocarriles y modernización, 1900-1930", en Los Bolivianos en el tiempo, Cuadernos de Histo- Juan Muñoz Reyes, "La ingeniería en Bolivia. Dirección General de Obras Públicas", BSIB
1 (1925): 6-7. Sobre el CNI: Memoria que presenta al señor Ministro de Gobierno, Colonización
ria (La Paz: La Razón, 1993), pp. 275-286. Sobre el positivismo, Guillermo Francovich, El
pensamiento boliviano en el siglo XX (México: FCE, 1956). La posición gubernamental sobre y Obras Públicas, Telmo Ichazo, Jefe del Cuerpo de Nacional de Ingenieros (Sucre: La Industria,
el efecto pernicioso del exceso de abogados aparece en, Memoria de Justicia e Instrucción Pú- 1890) [en adelante Memoria... Cuerpo Nacional de Ingenieros].
10. Pinkas, "Diez años en Bolivia", El Diario, Mayo 4, 6, 8, y 16, 1923.
blica … por el ministro Bautista. Saavedra. (La Paz: Imp. Artística, 1910), p. CLVIII.
8. El CNI intentó entrenar ingenieros en Sucre en 1898, pero este esfuerzo se frustró. 11.Véase, Manuel E. Contreras, "Causas y consecuencias del desarrollo de los ferroca-
Contreras, "The Formation", pp. 36-38. rriles en Bolivia: 1900-1930" (Manuscrito inédito).

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mente, también eran requeridos para administrar los ferrocarriles. Por lo gado de la sección ferrocarriles de la DGOP, y había supervisado la cons-
tanto, una de las primeras tareas de Pinkas fue examinar diversas propues- trucción del ferrocarril Sucre-Potosí. De igual manera, Alfredo Boeger,
tas de construcción presentadas al gobierno, evaluar la construcción de uno de los ingenieros contratados en Buenos Aires, permaneció en Bolivia
obras, y recibir el ferrocarril de Uyuni a Oruro de la Compañía Minera y se nacionalizó en 1925.15 Finalmente, el Estado, al igual que la industria
Huanchaca en 1892.12 minera y las escuelas de ingeniería, se benefició de los ingenieros alemanes
La mayor parte de los ferrocarriles fueron construidos por contratistas y judíos que llegaron a Bolivia durante la segunda guerra mundial, mu-
extranjeros, algunas de los cuales contrataban a ingenieros bolivianos, chos de los cuales fueron empleados en los ferrocarriles y en otros esta-
como empleados así como sub contratistas. A pesar de ello, la mayoría de mentos estatales.16
los ingenieros que participaron de este boom lo hicieron sin perder la vin- En todo caso, no hubo ingeniero civil boliviano de comienzos del si-
culación con la DGOP, supervisando y recibiendo las diferentes líneas de glo XX que no estuviera asociado a los ferrocarriles de una u otra manera.
los constructores extranjeros. El rol del Estado como empleador y promo- Los ingenieros de minas también estuvieron vinculados a los ferrocarriles.
tor de los ingenieros bolivianos fue mayor en aquellas líneas construidas En un principio, porque habían pocos ingenieros civiles disponibles hasta
por el Estado en las cuales los ingenieros bolivianos formados en el exte- la década del cuarenta y también debido a que los ferrocarriles eran una
rior jugaron un rol preponderante. Así, en la construcción del ferrocarril buena alternativa de trabajo para aquellos ingenieros de minas que no
Guaqui-La Paz en 1905, Julio Knaudt, un ingeniero boliviano entrenado querían o no podían trabajar en las minas. Una vez que culminó el boom
en el Zurich Polytechnique, diseñó el descenso a La Paz. De igual manera, de los ferrocarriles en los años treinta, hubo un incremento en la construc-
en 1915 ingenieros bolivianos empleados en la DGOP fueron responsa- ción de carreteras y tanto ingenieros civiles como mineros estuvieron in-
bles de dirigir la construcción del ferrocarril de La Paz a la región de Yun- volucrados en esta nueva actividad. El trabajo en ingeniería civil resultó
gas; hecho que dio lugar a que un comentarista de la época señalase que ser una buena alternativa durante períodos de depresión en la minería o
Bolivia tenía el personal entrenado para llevar a cabo trabajos de gran cuando los ingenieros de minas se hallaban temporalmente desempleados.
magnitud.13 Aunque esta opinión puede haber sido cierta, la inexistencia Asimismo fue frecuente que los ingenieros de minas abandonasen la mine-
de facultades de ingeniería en Bolivia a principios de siglo significó que el ría para trabajar en el Estado como ingenieros civiles.17
número de ingenieros nacionales sea bajo. Tan pequeño que, por ejemplo, La construcción de caminos fue una de las preocupaciones del CNI
el gobierno no podía exigir que las compañías extranjeras que construían ―y de la élite gobernante― desde fines del siglo XIX y el CNI fue res-
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ferrocarriles emplearan un mínimo número de ingenieros bolivianos. ponsable de la construcción de importantes rutas entre las ciudades de Su-
La misma escasez de ingenieros nacionales en Bolivia hizo que el go- cre-Potosí y Cochabamba-Oruro. A diferencia de los ferrocarriles, la ma-
bierno recurriese a los extranjeros. Por ejemplo, los ingenieros de la Co-
misión para el estudio del ferrocarril Cochabamba-Santa Cruz, fueron re-
clutados en Argentina, porque el ingeniero boliviano que estuvo a cargo 15. Sobre Shepard y Boeger véase, Anexos a la memoria que presenta el Ministro de Ins-
había estudiado allí.14 Una vez en Bolivia, muchos ingenieros extranjeros trucción Pública y Agricultura al Congreso Nacional de 1927 (La Paz; Imp. Renacimiento,
1928), pp. 512,504.
permanecían por mucho tiempo, y algunos inclusive se nacionalizaron. 16. Por ejemplo Fritz Blumenreich era Ingeniero Jefe del Proyecto "Río Desaguadero".
Así, Clive Sheppard, ingeniero británico contratado por e! gobierno boli- Blumenreich al Director de la FNI, Abril 21, 1943, Archivo de la Facultad Nacional de In-
viano en 1902 para trabajar en la DGOP, trabajaba en Bolivia en 1926. geniería [en adelante AFNI] Correspondencia Recibida, 1943. Algunos ingenieros extranje-
Sheppard, había trabajado en el ferrocarril Guaqui-La Paz, se había encar- ros estaban sobrecalificados, por ejemplo Max Schreirer, Ph.D. en Física y Matemáticas, era
asistente en la construcción de un ferrocarril. Antonio riendo al Director de la FNI, Enero
10, 1949, AFNI Correspondencia varios, 1949-53.
17. Por ejemplo, en los años treinta, Hans Block, ingeniero alemán traído por Patiño a
12. Pinkas, "Diez años en Bolivia", El Diario, Mayo 6 y 8,1923. principios de siglo, estaba trabajando para el Estado. "Planilla de sueldos", Papeles Ministe-
13. Muñoz Reyes, "La ingeniería en Bolivia", p. 7
rio de Fomento, Archivo de La Paz, Universidad Mayor de San Andrés. Asimismo, fue co-
14. Sobre esta Comisión véase: Ferrocarril Cochabamba Santa Cruz. Informe que presen- mún que ingenieros de minas estableciesen empresas de construcción en los cuarenta. Entre
ta al Ministro de Fomento Miguel Rodríguez (La Paz: Tip, Salesiana, 1934). vista con Augusto Saravia Michel, La Paz, Diciembre 12, 1988.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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132 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 133

mente, también eran requeridos para administrar los ferrocarriles. Por lo gado de la sección ferrocarriles de la DGOP, y había supervisado la cons-
tanto, una de las primeras tareas de Pinkas fue examinar diversas propues- trucción del ferrocarril Sucre-Potosí. De igual manera, Alfredo Boeger,
tas de construcción presentadas al gobierno, evaluar la construcción de uno de los ingenieros contratados en Buenos Aires, permaneció en Bolivia
obras, y recibir el ferrocarril de Uyuni a Oruro de la Compañía Minera y se nacionalizó en 1925.15 Finalmente, el Estado, al igual que la industria
Huanchaca en 1892.12 minera y las escuelas de ingeniería, se benefició de los ingenieros alemanes
La mayor parte de los ferrocarriles fueron construidos por contratistas y judíos que llegaron a Bolivia durante la segunda guerra mundial, mu-
extranjeros, algunas de los cuales contrataban a ingenieros bolivianos, chos de los cuales fueron empleados en los ferrocarriles y en otros esta-
como empleados así como sub contratistas. A pesar de ello, la mayoría de mentos estatales.16
los ingenieros que participaron de este boom lo hicieron sin perder la vin- En todo caso, no hubo ingeniero civil boliviano de comienzos del si-
culación con la DGOP, supervisando y recibiendo las diferentes líneas de glo XX que no estuviera asociado a los ferrocarriles de una u otra manera.
los constructores extranjeros. El rol del Estado como empleador y promo- Los ingenieros de minas también estuvieron vinculados a los ferrocarriles.
tor de los ingenieros bolivianos fue mayor en aquellas líneas construidas En un principio, porque habían pocos ingenieros civiles disponibles hasta
por el Estado en las cuales los ingenieros bolivianos formados en el exte- la década del cuarenta y también debido a que los ferrocarriles eran una
rior jugaron un rol preponderante. Así, en la construcción del ferrocarril buena alternativa de trabajo para aquellos ingenieros de minas que no
Guaqui-La Paz en 1905, Julio Knaudt, un ingeniero boliviano entrenado querían o no podían trabajar en las minas. Una vez que culminó el boom
en el Zurich Polytechnique, diseñó el descenso a La Paz. De igual manera, de los ferrocarriles en los años treinta, hubo un incremento en la construc-
en 1915 ingenieros bolivianos empleados en la DGOP fueron responsa- ción de carreteras y tanto ingenieros civiles como mineros estuvieron in-
bles de dirigir la construcción del ferrocarril de La Paz a la región de Yun- volucrados en esta nueva actividad. El trabajo en ingeniería civil resultó
gas; hecho que dio lugar a que un comentarista de la época señalase que ser una buena alternativa durante períodos de depresión en la minería o
Bolivia tenía el personal entrenado para llevar a cabo trabajos de gran cuando los ingenieros de minas se hallaban temporalmente desempleados.
magnitud.13 Aunque esta opinión puede haber sido cierta, la inexistencia Asimismo fue frecuente que los ingenieros de minas abandonasen la mine-
de facultades de ingeniería en Bolivia a principios de siglo significó que el ría para trabajar en el Estado como ingenieros civiles.17
número de ingenieros nacionales sea bajo. Tan pequeño que, por ejemplo, La construcción de caminos fue una de las preocupaciones del CNI
el gobierno no podía exigir que las compañías extranjeras que construían ―y de la élite gobernante― desde fines del siglo XIX y el CNI fue res-

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ferrocarriles emplearan un mínimo número de ingenieros bolivianos. ponsable de la construcción de importantes rutas entre las ciudades de Su-
La misma escasez de ingenieros nacionales en Bolivia hizo que el go- cre-Potosí y Cochabamba-Oruro. A diferencia de los ferrocarriles, la ma-
bierno recurriese a los extranjeros. Por ejemplo, los ingenieros de la Co-
misión para el estudio del ferrocarril Cochabamba-Santa Cruz, fueron re-
clutados en Argentina, porque el ingeniero boliviano que estuvo a cargo 15. Sobre Shepard y Boeger véase, Anexos a la memoria que presenta el Ministro de Ins-
había estudiado allí.14 Una vez en Bolivia, muchos ingenieros extranjeros trucción Pública y Agricultura al Congreso Nacional de 1927 (La Paz; Imp. Renacimiento,
1928), pp. 512,504.
permanecían por mucho tiempo, y algunos inclusive se nacionalizaron. 16. Por ejemplo Fritz Blumenreich era Ingeniero Jefe del Proyecto "Río Desaguadero".
Así, Clive Sheppard, ingeniero británico contratado por e! gobierno boli- Blumenreich al Director de la FNI, Abril 21, 1943, Archivo de la Facultad Nacional de In-
viano en 1902 para trabajar en la DGOP, trabajaba en Bolivia en 1926. geniería [en adelante AFNI] Correspondencia Recibida, 1943. Algunos ingenieros extranje-
Sheppard, había trabajado en el ferrocarril Guaqui-La Paz, se había encar- ros estaban sobrecalificados, por ejemplo Max Schreirer, Ph.D. en Física y Matemáticas, era
asistente en la construcción de un ferrocarril. Antonio riendo al Director de la FNI, Enero
10, 1949, AFNI Correspondencia varios, 1949-53.
17. Por ejemplo, en los años treinta, Hans Block, ingeniero alemán traído por Patiño a
12. Pinkas, "Diez años en Bolivia", El Diario, Mayo 6 y 8,1923. principios de siglo, estaba trabajando para el Estado. "Planilla de sueldos", Papeles Ministe-
13. Muñoz Reyes, "La ingeniería en Bolivia", p. 7
rio de Fomento, Archivo de La Paz, Universidad Mayor de San Andrés. Asimismo, fue co-
14. Sobre esta Comisión véase: Ferrocarril Cochabamba Santa Cruz. Informe que presen- mún que ingenieros de minas estableciesen empresas de construcción en los cuarenta. Entre
ta al Ministro de Fomento Miguel Rodríguez (La Paz: Tip, Salesiana, 1934). vista con Augusto Saravia Michel, La Paz, Diciembre 12, 1988.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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134 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 135

yor parte de la construcción de caminos se llevó a cabo por las autoridades cantarillado, agua potable y pavimentación en estas ciudades. Aunque las
locales y la DGOP. Este hecho probó ser inadecuado debido a la falta de principales obras eran contratadas a empresas extranjeras, éstas empleaban
un ente coordinador y porque los ingenieros de la DGOP sólo ocupaban a ingenieros bolivianos que muchas veces eran ingenieros de minas, para
parte de su tiempo en la construcción de caminos. Por lo tanto, en 1941 supervisar, mantener y a veces llevar a cabo estos trabajos.21 Asimismo, las
se creó la Dirección General de Vialidad (DGV) para coordinar y centrali- municipalidades desarrollaron departamentos técnicos que requirieron de
zar la construcción y el mantenimiento de caminos en Bolivia. A pesar del los servicios de ingenieros. Sin embargo, a pesar del desarrollo de estas ac-
bajo presupuesto de la DGV, la red caminera se expandió consider- tividades, la DGOP fue siendo una importante fuente de empleo, llegando
ablemente en la década del cuarenta. El número de kilómetros construidos a emplear 12 ingenieros en 1932.22
creció de aproximadamente 11,000 kms en 1941 a 25,000 kms en 1950. Debido a que el Estado no estuvo involucrado directamente en la mi-
Sin embargo, la mayor parte de estos caminos no eran permanentes (sólo nería antes de la nacionalización de 1952, los ingenieros de minas tenían
1,940 kms eran transitables todo el año).18 La DGV empleó a 26 ingenie- menores oportunidades de trabajo en el gobierno. Sin embargo, como se
ros en 1942, una cifra significativa en vista que en ese momento la princi- señaló, los ingenieros de minas se desempeñaban como civiles en la cons-
pal empresa minera (Patiño Mines) contaba con 23, de los cuales sólo 11 trucción de ferrocarriles y carreteras, proyectos de irrigación e inclusive en
eran bolivianos. Es interesante mencionar que por lo menos la mitad de construcciones urbanas. A pesar de ello, en 1911 el gobierno creó el
los 26 ingenieros de la DGV eran ingenieros de minas graduados de la Cuerpo Nacional de Ingenieros de Minas (CNIM). Los objetivos de este
Facultad Nacional de Ingeniería de Oruro.19 cuerpo incluían el mejoramiento de los estudios geológicos y la realización
Otras fuentes de empleo para los ingenieros bolivianos en el Estado de trabajos de mensura en las propiedades mineras para la asignación de
existieron en otras dependencias públicas como la Dirección General de impuestos y los efectos legales de explotación. El CNIM fue dirigido por
Riegos, establecida para promover proyectos de irrigación en los cuarenta. un ingeniero francés, Maurice Mollard, hasta 1914 y diez años más tarde
Esta oficina fue creada luego que una misión mexicana llevara a cabo un se transformó en la Dirección General de Minas y Petróleo.23 Original-
estudio de la agricultura boliviana y propusiera varios proyectos de riego, mente, esta Dirección General, estuvo también encabezada por un extran-
entre los cuales el más importante fue el de la represa de la Angostura en jero, el ingeniero norteamericano Charles Ball, que había sido gerente de
Cochabamba. Como no podía ser de otra manera, también habían inge- la Compañía Minera Huanchaca desde 1920. Sólo a fines de la década del
nieros de minas bolivianos empleados en esta institución.20 veinte fué dirigida por un boliviano, Jorge Muñoz Reyes. En 1929, a pe-
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

Finalmente, el desarrollo de la infraestructura y la construcción urba- sar de ser una pequeña oficina que empleaba a sólo 5 ingenieros a tiempo
nas fueron importantes fuentes de empleo para los ingenieros civiles y de completo, contaba con más de 15 ingenieros adscritos, que realizaban los
minas. La población de las principales ciudades (La Paz, Cochabamba y trabajos de mensura.24
Oruro) se triplicó entre 1900 y 1950. Con ello crecieron las obras de al-

18. Véase Boletín de la Dirección General de Vialidad 2 (1942): 3-9 y Ricardo Urquidi, 21. Este fue el caso del estudiante del FIN Pedro España, empleado por la Foundation
"Los caminos en Bolivia y la creación de la Dirección General de Vialidad", pp. 15-17 en el Company, encargada de pavimentar Oruro, Páginas para la historia de la minería boliviana
mismo Boletín. Cifras totales de caminos tomadas de Memoria presentada Congreso Nacio- (La Paz: Papiro, 1987), p. 22.
nal por el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones Julio Sanjines (La Paz: Edit. Universo, 22. La Paz fue una de las primeras ciudades en contar con un ingeniero departamental.
1942), p. 82 e Informe de la Misión de Asistencia, pp. 321-322. Véase: Pinkas, "Diez años en Bolivia", El Diario, Mayo 8, 1923. También habían departa-
19. "Personal Superior de la Dirección General de Vialidad", Boletín 2 (1942): 1. Para mentos técnicos municipales en Oruro y en Sucre. Entrevista con Raúl Salazar, Potosí, Junio
el número de ingenieros empleados en Patiño Mines, véase Contreras, Tecnología moderna, 30, 1988. Entrevista con Mansilla.
pp. 86-89. 23. La ley que creó el CNIM aparece en Vicente Fernández, ed., Legislación minera, pe-
20. Los ingenieros mexicanos introdujeron nuevas técnicas y entrenaron a ingenieros trolera y social (La Paz: Ed. Renacimiento, 1928), pp. 120-145. Sobre Mollard, véase "Ne-
civiles bolivianos. Entrevista del autor con Hugo Mansilla, Febrero 10, 1988, y "Datos per- crología", en BSIB 4 (1928): 130-132
sonales de Waldo Reyes Dorado", Noviembre 17, 1944, AFNI Correspondencia con alum- 24. Véase "Mr. C. Leonard Ball", Minería Boliviana 1 (1944): 3 e Informe de la Direc-
nos, familiares, varios, 1948-1953. ción General de Minas y Petróleo, 1929 (La Paz, 1930), pp. 38, 70-71, 80.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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yor parte de la construcción de caminos se llevó a cabo por las autoridades cantarillado, agua potable y pavimentación en estas ciudades. Aunque las
locales y la DGOP. Este hecho probó ser inadecuado debido a la falta de principales obras eran contratadas a empresas extranjeras, éstas empleaban
un ente coordinador y porque los ingenieros de la DGOP sólo ocupaban a ingenieros bolivianos que muchas veces eran ingenieros de minas, para
parte de su tiempo en la construcción de caminos. Por lo tanto, en 1941 supervisar, mantener y a veces llevar a cabo estos trabajos.21 Asimismo, las
se creó la Dirección General de Vialidad (DGV) para coordinar y centrali- municipalidades desarrollaron departamentos técnicos que requirieron de
zar la construcción y el mantenimiento de caminos en Bolivia. A pesar del los servicios de ingenieros. Sin embargo, a pesar del desarrollo de estas ac-
bajo presupuesto de la DGV, la red caminera se expandió consider- tividades, la DGOP fue siendo una importante fuente de empleo, llegando
ablemente en la década del cuarenta. El número de kilómetros construidos a emplear 12 ingenieros en 1932.22
creció de aproximadamente 11,000 kms en 1941 a 25,000 kms en 1950. Debido a que el Estado no estuvo involucrado directamente en la mi-
Sin embargo, la mayor parte de estos caminos no eran permanentes (sólo nería antes de la nacionalización de 1952, los ingenieros de minas tenían
1,940 kms eran transitables todo el año).18 La DGV empleó a 26 ingenie- menores oportunidades de trabajo en el gobierno. Sin embargo, como se
ros en 1942, una cifra significativa en vista que en ese momento la princi- señaló, los ingenieros de minas se desempeñaban como civiles en la cons-
pal empresa minera (Patiño Mines) contaba con 23, de los cuales sólo 11 trucción de ferrocarriles y carreteras, proyectos de irrigación e inclusive en
eran bolivianos. Es interesante mencionar que por lo menos la mitad de construcciones urbanas. A pesar de ello, en 1911 el gobierno creó el
los 26 ingenieros de la DGV eran ingenieros de minas graduados de la Cuerpo Nacional de Ingenieros de Minas (CNIM). Los objetivos de este
Facultad Nacional de Ingeniería de Oruro.19 cuerpo incluían el mejoramiento de los estudios geológicos y la realización
Otras fuentes de empleo para los ingenieros bolivianos en el Estado de trabajos de mensura en las propiedades mineras para la asignación de
existieron en otras dependencias públicas como la Dirección General de impuestos y los efectos legales de explotación. El CNIM fue dirigido por
Riegos, establecida para promover proyectos de irrigación en los cuarenta. un ingeniero francés, Maurice Mollard, hasta 1914 y diez años más tarde
Esta oficina fue creada luego que una misión mexicana llevara a cabo un se transformó en la Dirección General de Minas y Petróleo.23 Original-
estudio de la agricultura boliviana y propusiera varios proyectos de riego, mente, esta Dirección General, estuvo también encabezada por un extran-
entre los cuales el más importante fue el de la represa de la Angostura en jero, el ingeniero norteamericano Charles Ball, que había sido gerente de
Cochabamba. Como no podía ser de otra manera, también habían inge- la Compañía Minera Huanchaca desde 1920. Sólo a fines de la década del
nieros de minas bolivianos empleados en esta institución.20 veinte fué dirigida por un boliviano, Jorge Muñoz Reyes. En 1929, a pe-

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Finalmente, el desarrollo de la infraestructura y la construcción urba- sar de ser una pequeña oficina que empleaba a sólo 5 ingenieros a tiempo
nas fueron importantes fuentes de empleo para los ingenieros civiles y de completo, contaba con más de 15 ingenieros adscritos, que realizaban los
minas. La población de las principales ciudades (La Paz, Cochabamba y trabajos de mensura.24
Oruro) se triplicó entre 1900 y 1950. Con ello crecieron las obras de al-

18. Véase Boletín de la Dirección General de Vialidad 2 (1942): 3-9 y Ricardo Urquidi, 21. Este fue el caso del estudiante del FIN Pedro España, empleado por la Foundation
"Los caminos en Bolivia y la creación de la Dirección General de Vialidad", pp. 15-17 en el Company, encargada de pavimentar Oruro, Páginas para la historia de la minería boliviana
mismo Boletín. Cifras totales de caminos tomadas de Memoria presentada Congreso Nacio- (La Paz: Papiro, 1987), p. 22.
nal por el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones Julio Sanjines (La Paz: Edit. Universo, 22. La Paz fue una de las primeras ciudades en contar con un ingeniero departamental.
1942), p. 82 e Informe de la Misión de Asistencia, pp. 321-322. Véase: Pinkas, "Diez años en Bolivia", El Diario, Mayo 8, 1923. También habían departa-
19. "Personal Superior de la Dirección General de Vialidad", Boletín 2 (1942): 1. Para mentos técnicos municipales en Oruro y en Sucre. Entrevista con Raúl Salazar, Potosí, Junio
el número de ingenieros empleados en Patiño Mines, véase Contreras, Tecnología moderna, 30, 1988. Entrevista con Mansilla.
pp. 86-89. 23. La ley que creó el CNIM aparece en Vicente Fernández, ed., Legislación minera, pe-
20. Los ingenieros mexicanos introdujeron nuevas técnicas y entrenaron a ingenieros trolera y social (La Paz: Ed. Renacimiento, 1928), pp. 120-145. Sobre Mollard, véase "Ne-
civiles bolivianos. Entrevista del autor con Hugo Mansilla, Febrero 10, 1988, y "Datos per- crología", en BSIB 4 (1928): 130-132
sonales de Waldo Reyes Dorado", Noviembre 17, 1944, AFNI Correspondencia con alum- 24. Véase "Mr. C. Leonard Ball", Minería Boliviana 1 (1944): 3 e Informe de la Direc-
nos, familiares, varios, 1948-1953. ción General de Minas y Petróleo, 1929 (La Paz, 1930), pp. 38, 70-71, 80.
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Fue común que los ingenieros de minas regresasen al empleo en el talúrgicas piloto.27 Por lo tanto, se abrió una nueva fuente de empleo para
gobierno en carreteras y en ferrocarriles una vez que se retiraban de la mi- los ingenieros de minas bolivianos que se incrementó una vez que el BA-
nería por edad o por motivos personales. Este fue el caso de Julio Gumu- MIN se hizo cargo de la mina San José en 1947.28
cio, un graduado de la FNI, que luego de 13 años en Patiño Mines, conti- La administración de esta mina, con la colaboración de algunos inge-
nuó en 1945 su carrera como representante del gobierno en la Comisión nieros holandeses que habían sido traídos por los intereses de Hochschild,
Mixta del Ferrocarril Santa Cruz-Corumbá, En otros casos, no fue raro fue la primera experiencia del gobierno en el control de una empresa pro-
que los ingenieros de minas trabajasen unos años en las minas y luego se ductiva en el sector minero (desde 1937 tenía experiencia en la adminis-
asociasen por el resto de sus carreras con instancias gubernamentales, lle- tración de la empresa nacional de petróleos, Yacimientos Petrolíferos Fis-
gando inclusive a ser un patrón del perfil profesional de algunos ingenie- cales Bolivianos, YPFB) que debería haber sido aprovechada luego de la
ros de minas.25 nacionalización en 1952. El BAMIN logró obtener ganancias de la mina
El que el Estado no participara de la minería no significó que algunos San José entre 1947 y 1949 Y tuvo significativas pérdidas entre 1950 y
funcionarios no fueran conscientes de la necesidad de contar con ingenie- 1952. Este hecho llevó a la comisión a cargo de evaluar la nacionalización
ros de minas nacionales, especialmente para mejorar tecnológicamente la de las minas a concluir que además de una adecuada organización técnica,
pequeña minería. Cuando la Asociación Nacional de Mineros Medianos se también se requería de una administración eficiente para el éxito de una
formó en 1939, el Estado intentó exigir a estas compañías ―la mayor operación minera.29 Sin embargo, la nueva empresa estatal creada para ha-
parte de las cuales no contaban con dirección técnica alguna― que utiliza- cerse cargo de las minas nacionalizadas careció de ambas características.
ran los servicios de los ingenieros registrados en la Dirección General de A pesar del discurso desarrollista en pro de la tecnificación del país,
Minas y que dependieran de los servicios técnicos de la DGM. Como era sólo hubieron mayores oportunidades para los ingenieros nacionales cuan-
de esperarse, los dueños de las empresas se opusieron a estas iniciativas y do el Estado tuvo una mayor participación en la economía. Este fue el
las intenciones del gobierno no llegaron a plasmarse en una legislación.26 caso de la industria petrolera. Antes de la nacionalización en 1938, todo el
Ello ocurrió a pesar que las minas medianas fueron importantes emplea- personal técnico era extranjero. Una vez nacionalizada la Standard Oil, el
dores de ingenieros de minas bolivianos. En realidad el Estado no tuvo gobierno inició un intenso esfuerzo por entrenar personal para remplazar
una participación significativa en la industria minera hasta que las princi- al extranjero. La empresa estatal de petróleos de reciente creación, YPFB,
pales empresas fueron nacionalizadas en 1952. Antes de esa fecha, el Esta- inició cursos cortos de capacitación técnica en la Universidad Mayor de
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

do boliviano logró ingresar a la actividad minera a través de la creación San Andrés en La Paz, y los mejores alumnos fueron enviados a estudiar a
del Banco Minero (BAMIN) en 1936. Aunque éste se dedicó principal- la Argentina, México y los Estados Unidos. Una vez establecida, YPFB
mente a la compra de minerales de la pequeña minería, en 1941 logró de- comenzó a proveer entrenamiento práctico a los estudiantes de ingeniería
sarrollar una sección técnica encargada de estudiar y evaluar las propieda- de minas de la FNI y, en menor grado, a los de la facultad de ingeniería
des mineras ofrecidas al Banco como garantía, proveer asistencia técnica a de Potosí. Sin embargo, ambas facultades de ingeniería intentaron estable-
los pequeños mineros, y desarrollar laboratorios de ensayes y plantas me- cer la enseñanza de la ingeniería de petróleos sin éxito, debido fundamen-
talmente a la falta de recursos económicos.30 Lo que es importante, sin

25. Julio Gumucio, "Documento de indemnización por enfermedad profesional", Ar- 27. Santiago Schulze, "La cooperación del Banco Minero de Bolivia a la economía del
chivo Patino Mines, COMIBOL, El Alto [en adelante APM-CMB] FILE 1489 y La Razón, país y al desarrollo de la minería" (La Paz: Mimeo., 1942), p. 21.
Noviembre 26, 1946. Jorge Sánchez Peña y Guillermo Bilbao La Vieja se formaron en Esta- 28. El BAMIN se hizo cargo de la administración de esta mina porque Hochschild in-
dos Unidos y luego de trabajar en provincias se emplearon en el sector público. Véase sus tentó cerrarla.
entradas en ¿Quién es quién en Bolivia? (Buenos Aires: Imp. Lopez, 1942). 29. "Informe de la Comisión de Nacionalización de las Minas", (La Paz: Mimeo.,
26. Asociación Nacional de Mineros Medianos, "Informe presentado por el Directorio 1952) vol. 1, p. 961.
a la Junta General de Asociados, correspondiente a 1941-1942" (La Paz: Mimeo., 1942), p. 30. Sobre el entrenamiento en el extranjero, Entrevista del Autor con Alberto Vázquez,
14. La Paz, Septiembre 8, 1987. Sobre el entrenamiento práctico de YPFB, Gerente general de
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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Fue común que los ingenieros de minas regresasen al empleo en el talúrgicas piloto.27 Por lo tanto, se abrió una nueva fuente de empleo para
gobierno en carreteras y en ferrocarriles una vez que se retiraban de la mi- los ingenieros de minas bolivianos que se incrementó una vez que el BA-
nería por edad o por motivos personales. Este fue el caso de Julio Gumu- MIN se hizo cargo de la mina San José en 1947.28
cio, un graduado de la FNI, que luego de 13 años en Patiño Mines, conti- La administración de esta mina, con la colaboración de algunos inge-
nuó en 1945 su carrera como representante del gobierno en la Comisión nieros holandeses que habían sido traídos por los intereses de Hochschild,
Mixta del Ferrocarril Santa Cruz-Corumbá, En otros casos, no fue raro fue la primera experiencia del gobierno en el control de una empresa pro-
que los ingenieros de minas trabajasen unos años en las minas y luego se ductiva en el sector minero (desde 1937 tenía experiencia en la adminis-
asociasen por el resto de sus carreras con instancias gubernamentales, lle- tración de la empresa nacional de petróleos, Yacimientos Petrolíferos Fis-
gando inclusive a ser un patrón del perfil profesional de algunos ingenie- cales Bolivianos, YPFB) que debería haber sido aprovechada luego de la
ros de minas.25 nacionalización en 1952. El BAMIN logró obtener ganancias de la mina
El que el Estado no participara de la minería no significó que algunos San José entre 1947 y 1949 Y tuvo significativas pérdidas entre 1950 y
funcionarios no fueran conscientes de la necesidad de contar con ingenie- 1952. Este hecho llevó a la comisión a cargo de evaluar la nacionalización
ros de minas nacionales, especialmente para mejorar tecnológicamente la de las minas a concluir que además de una adecuada organización técnica,
pequeña minería. Cuando la Asociación Nacional de Mineros Medianos se también se requería de una administración eficiente para el éxito de una
formó en 1939, el Estado intentó exigir a estas compañías ―la mayor operación minera.29 Sin embargo, la nueva empresa estatal creada para ha-
parte de las cuales no contaban con dirección técnica alguna― que utiliza- cerse cargo de las minas nacionalizadas careció de ambas características.
ran los servicios de los ingenieros registrados en la Dirección General de A pesar del discurso desarrollista en pro de la tecnificación del país,
Minas y que dependieran de los servicios técnicos de la DGM. Como era sólo hubieron mayores oportunidades para los ingenieros nacionales cuan-
de esperarse, los dueños de las empresas se opusieron a estas iniciativas y do el Estado tuvo una mayor participación en la economía. Este fue el
las intenciones del gobierno no llegaron a plasmarse en una legislación.26 caso de la industria petrolera. Antes de la nacionalización en 1938, todo el
Ello ocurrió a pesar que las minas medianas fueron importantes emplea- personal técnico era extranjero. Una vez nacionalizada la Standard Oil, el
dores de ingenieros de minas bolivianos. En realidad el Estado no tuvo gobierno inició un intenso esfuerzo por entrenar personal para remplazar
una participación significativa en la industria minera hasta que las princi- al extranjero. La empresa estatal de petróleos de reciente creación, YPFB,
pales empresas fueron nacionalizadas en 1952. Antes de esa fecha, el Esta- inició cursos cortos de capacitación técnica en la Universidad Mayor de

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do boliviano logró ingresar a la actividad minera a través de la creación San Andrés en La Paz, y los mejores alumnos fueron enviados a estudiar a
del Banco Minero (BAMIN) en 1936. Aunque éste se dedicó principal- la Argentina, México y los Estados Unidos. Una vez establecida, YPFB
mente a la compra de minerales de la pequeña minería, en 1941 logró de- comenzó a proveer entrenamiento práctico a los estudiantes de ingeniería
sarrollar una sección técnica encargada de estudiar y evaluar las propieda- de minas de la FNI y, en menor grado, a los de la facultad de ingeniería
des mineras ofrecidas al Banco como garantía, proveer asistencia técnica a de Potosí. Sin embargo, ambas facultades de ingeniería intentaron estable-
los pequeños mineros, y desarrollar laboratorios de ensayes y plantas me- cer la enseñanza de la ingeniería de petróleos sin éxito, debido fundamen-
talmente a la falta de recursos económicos.30 Lo que es importante, sin

25. Julio Gumucio, "Documento de indemnización por enfermedad profesional", Ar- 27. Santiago Schulze, "La cooperación del Banco Minero de Bolivia a la economía del
chivo Patino Mines, COMIBOL, El Alto [en adelante APM-CMB] FILE 1489 y La Razón, país y al desarrollo de la minería" (La Paz: Mimeo., 1942), p. 21.
Noviembre 26, 1946. Jorge Sánchez Peña y Guillermo Bilbao La Vieja se formaron en Esta- 28. El BAMIN se hizo cargo de la administración de esta mina porque Hochschild in-
dos Unidos y luego de trabajar en provincias se emplearon en el sector público. Véase sus tentó cerrarla.
entradas en ¿Quién es quién en Bolivia? (Buenos Aires: Imp. Lopez, 1942). 29. "Informe de la Comisión de Nacionalización de las Minas", (La Paz: Mimeo.,
26. Asociación Nacional de Mineros Medianos, "Informe presentado por el Directorio 1952) vol. 1, p. 961.
a la Junta General de Asociados, correspondiente a 1941-1942" (La Paz: Mimeo., 1942), p. 30. Sobre el entrenamiento en el extranjero, Entrevista del Autor con Alberto Vázquez,
14. La Paz, Septiembre 8, 1987. Sobre el entrenamiento práctico de YPFB, Gerente general de
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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embargo, es que la participación estatal en el petróleo promovió el entre- como topógrafos en el ejército. Por ejemplo, los pocos ingenieros eléctri-
namiento en este campo. Y, aunque la formación académica se llevó a cos y de petróleos fueron cruciales en montar y mantener la red de comu-
cabo fundamentalmente en el extranjero, los estudiantes de la FNI y de nicaciones, y en la refinería en Camiri que proveía de gasolina a los camio-
Potosí se beneficiaron del entrenamiento práctico que les ofreció YPFB. nes y aviones. Pero si la guerra había alertado a los militares y al Estado
A pesar de la mayor importancia que adquirían los ingenieros en Boli- sobre la necesidad de los ingenieros, su irrupción afectó severamente las
via en diversas áreas que requerían de sus servicios, una de las últimas ins- cIases en la FNI que llegó a cerrar sus puertas para servir como hospital
tituciones en reconocer su importancia fue el ejército. Este recién tomó militar. La guerra también llegó a enfriar el entusiasmo que empezó a co-
conciencia de la necesidad de un cuerpo de ingenieros en la Guerra del brar tanto la educación como la profesión de la ingeniería. Más aún, en
Chaco ocurrida entre Bolivia y el Paraguay entre 1932 y 1935. Este con- términos cuantitativos, se perdieron cuatro años de egresados en Oruro y
flicto puso a prueba la capacidad de los pocos ingenieros bolivianos dispo- en La Paz. Y además, el interés del ejército por la ingeniería declinó al
nibles y demostró la necesidad de sus servicios en el ejército boliviano. concluir el conflicto y no fue sino hasta la década de 1950 que se logró es-
A diferencia de otros ejércitos en América Latina, el boliviano no te- tablecer la Escuela Militar de Ingeniería.
nía un cuerpo de ingenieros antes de los años treinta. A pesar de esfuerzos Sea por cambios en la economía, el crecimiento en las ciudades, el
por establecer una escuela militar de ingeniería en 1843 y luego en 1897, mayor rol del Estado en la economía, o la guerra, el rol del ingeniero en la
sólo habían unos cuantos ingenieros militares entrenados en el extranje- sociedad boliviana se consolidó y fortaleció hacia mediados del siglo XX.
ro.31 Por lo tanto, las principales tareas de ingeniería requeridas durante la A medida que esto ocurrió, el Estado también jugó un importante papel
guerra fueron llevadas a cabo por civiles. Los ingenieros bolivianos entre- en la legislación de la práctica de la profesión.
nados en el exterior y los formados en la FNI jugaron un importante papel
en sobrellevar las graves deficiencias de infraestructura para movilizar a
las tropas y para proveerlas de provisiones en el frente. Tan pronto como INGENIERÍA Y LEGISLACIÓN
se inició el conflicto tanto los profesores de la FNI ―algunos de los cuales
habían estado en la Primera Guerra Mundial― como los alumnos ofrecie- Una de las primeras solicitudes para regular la práctica de la ingeniería
ron sus servicios al ejército.32 vino del director del CNI en 1889.34 Esta solicitud no se materializó en
Sin embargo, el ejército no consideró una necesidad el contar con in- legislación hasta 1905, cuando el Congreso promulgó una ley exigiendo
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genieros y desestimó la oferta de la FNI. Una vez en el campo de batalla, que todos los ingenieros requerían permiso para ejercer como tales. Para
sin embargo, el ejército reclutó a ingenieros para la construcción de cami- este efecto, se requería haber estudiado ingeniería. La Ley fue reglamenta-
nos y puentes.33 Los estudiantes de ingeniería también fueron empleados da en detalle en 1906 y se incluyó una cláusula que normó la revalidación
de los títulos extranjeros.35 Estas leyes no fueron implementadas en un
principio. Sólo algunos ingenieros bolivianos se registraron, especialmen-
te aquellos ingenieros civiles que querían trabajar para el Estado. Los in-
YPFB al Director de la FNI, Diciembre 1, 1939, AFNI, correspondencia expedida y recibi- genieros de minas, en su mayor parte empleados por la industria minera
da, 1939. Para Oruro, Director de FNI al Rector de la Universidad, Agosto 31, y Septiem- privada, eran menos inclinados a revalidar sus títulos. Así, hacia 1913,
bre 4, 1943, AFNI Correspondencia expedida 1943; Rector al Director, Septiembre 29,
1943, Correspondencia recibida 1943; y Rector al Director, Septiembre 23, 1953, AFNI
sólo cuatro ingenieros bolivianos que habían estudiado en el exterior se
Correspondencia recibida del rectorado, 1953.
31. Por ejemplo, Luis Campero, entrenado en Alemania, jefe de comunicaciones del
ejército durante la Guerra y Felipe Rivera, entrenado en Estados Unidos. Entradas en ¿Quien
es quien? Sobre la ingeniería militar, véase Julio Sanjinés Goytia, El militar ingeniero (La Paz; 34. Memoria ...Cuerpo Nacional de Ingenieros, pp. 23-24.
Amigos del Libro, 1975), pp. 271, 280, 286-301. 35. Ley de 9 de diciembre, Anuario de leyes, decretos y resoluciones supremas de 1905 (La
32. Director al Rector, Julio 27,1932, AFNI Correspondencia Expedida, 1931-1932. Paz: de Castillo, 1905), pp. 542-543 y Decreto Supremo de Mayo 6, Anuario de leyes, decre-
33. Entrevistas del autor con Roberto Arce, La Paz, Octubre 19, 1987 y Abril 27, tos y resoluciones supremas de 1906 (La Paz: La Prensa, 1906), pp. 152-159.
1988, España y David Monje Roca, Cochabamba, Enero 18, 1989.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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138 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 139

embargo, es que la participación estatal en el petróleo promovió el entre- como topógrafos en el ejército. Por ejemplo, los pocos ingenieros eléctri-
namiento en este campo. Y, aunque la formación académica se llevó a cos y de petróleos fueron cruciales en montar y mantener la red de comu-
cabo fundamentalmente en el extranjero, los estudiantes de la FNI y de nicaciones, y en la refinería en Camiri que proveía de gasolina a los camio-
Potosí se beneficiaron del entrenamiento práctico que les ofreció YPFB. nes y aviones. Pero si la guerra había alertado a los militares y al Estado
A pesar de la mayor importancia que adquirían los ingenieros en Boli- sobre la necesidad de los ingenieros, su irrupción afectó severamente las
via en diversas áreas que requerían de sus servicios, una de las últimas ins- cIases en la FNI que llegó a cerrar sus puertas para servir como hospital
tituciones en reconocer su importancia fue el ejército. Este recién tomó militar. La guerra también llegó a enfriar el entusiasmo que empezó a co-
conciencia de la necesidad de un cuerpo de ingenieros en la Guerra del brar tanto la educación como la profesión de la ingeniería. Más aún, en
Chaco ocurrida entre Bolivia y el Paraguay entre 1932 y 1935. Este con- términos cuantitativos, se perdieron cuatro años de egresados en Oruro y
flicto puso a prueba la capacidad de los pocos ingenieros bolivianos dispo- en La Paz. Y además, el interés del ejército por la ingeniería declinó al
nibles y demostró la necesidad de sus servicios en el ejército boliviano. concluir el conflicto y no fue sino hasta la década de 1950 que se logró es-
A diferencia de otros ejércitos en América Latina, el boliviano no te- tablecer la Escuela Militar de Ingeniería.
nía un cuerpo de ingenieros antes de los años treinta. A pesar de esfuerzos Sea por cambios en la economía, el crecimiento en las ciudades, el
por establecer una escuela militar de ingeniería en 1843 y luego en 1897, mayor rol del Estado en la economía, o la guerra, el rol del ingeniero en la
sólo habían unos cuantos ingenieros militares entrenados en el extranje- sociedad boliviana se consolidó y fortaleció hacia mediados del siglo XX.
ro.31 Por lo tanto, las principales tareas de ingeniería requeridas durante la A medida que esto ocurrió, el Estado también jugó un importante papel
guerra fueron llevadas a cabo por civiles. Los ingenieros bolivianos entre- en la legislación de la práctica de la profesión.
nados en el exterior y los formados en la FNI jugaron un importante papel
en sobrellevar las graves deficiencias de infraestructura para movilizar a
las tropas y para proveerlas de provisiones en el frente. Tan pronto como INGENIERÍA Y LEGISLACIÓN
se inició el conflicto tanto los profesores de la FNI ―algunos de los cuales
habían estado en la Primera Guerra Mundial― como los alumnos ofrecie- Una de las primeras solicitudes para regular la práctica de la ingeniería
ron sus servicios al ejército.32 vino del director del CNI en 1889.34 Esta solicitud no se materializó en
Sin embargo, el ejército no consideró una necesidad el contar con in- legislación hasta 1905, cuando el Congreso promulgó una ley exigiendo

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genieros y desestimó la oferta de la FNI. Una vez en el campo de batalla, que todos los ingenieros requerían permiso para ejercer como tales. Para
sin embargo, el ejército reclutó a ingenieros para la construcción de cami- este efecto, se requería haber estudiado ingeniería. La Ley fue reglamenta-
nos y puentes.33 Los estudiantes de ingeniería también fueron empleados da en detalle en 1906 y se incluyó una cláusula que normó la revalidación
de los títulos extranjeros.35 Estas leyes no fueron implementadas en un
principio. Sólo algunos ingenieros bolivianos se registraron, especialmen-
te aquellos ingenieros civiles que querían trabajar para el Estado. Los in-
YPFB al Director de la FNI, Diciembre 1, 1939, AFNI, correspondencia expedida y recibi- genieros de minas, en su mayor parte empleados por la industria minera
da, 1939. Para Oruro, Director de FNI al Rector de la Universidad, Agosto 31, y Septiem- privada, eran menos inclinados a revalidar sus títulos. Así, hacia 1913,
bre 4, 1943, AFNI Correspondencia expedida 1943; Rector al Director, Septiembre 29,
1943, Correspondencia recibida 1943; y Rector al Director, Septiembre 23, 1953, AFNI
sólo cuatro ingenieros bolivianos que habían estudiado en el exterior se
Correspondencia recibida del rectorado, 1953.
31. Por ejemplo, Luis Campero, entrenado en Alemania, jefe de comunicaciones del
ejército durante la Guerra y Felipe Rivera, entrenado en Estados Unidos. Entradas en ¿Quien
es quien? Sobre la ingeniería militar, véase Julio Sanjinés Goytia, El militar ingeniero (La Paz; 34. Memoria ...Cuerpo Nacional de Ingenieros, pp. 23-24.
Amigos del Libro, 1975), pp. 271, 280, 286-301. 35. Ley de 9 de diciembre, Anuario de leyes, decretos y resoluciones supremas de 1905 (La
32. Director al Rector, Julio 27,1932, AFNI Correspondencia Expedida, 1931-1932. Paz: de Castillo, 1905), pp. 542-543 y Decreto Supremo de Mayo 6, Anuario de leyes, decre-
33. Entrevistas del autor con Roberto Arce, La Paz, Octubre 19, 1987 y Abril 27, tos y resoluciones supremas de 1906 (La Paz: La Prensa, 1906), pp. 152-159.
1988, España y David Monje Roca, Cochabamba, Enero 18, 1989.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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habían registrado en la DGOP.36 Los ingenieros extranjeros eran todavía 12 (16 por ciento) eran extranjeros. Este número, relativamente bajo, re-
menos propensos al registro. Por ello habían constantes llamados de algu- fleja la menor necesidad de registro que tenían los ingenieros extranjeros.
nos ingenieros para que se implementasen las leyes, especialmente para La matrícula en la DGOP no fue la única medida dirigida a controlar la
que los ingenieros así llamados "empíricos" (sin estudios universitarios) práctica de la profesión. En diciembre de 1928, el gobierno decretó la
no usurpen el título de ingeniero y también para proteger a los ingenieros matrícula de los profesionales en el Ministerio de Educación. En 1929 se
nacionales de los extranjeros) por lo menos en la administración pública. incluyó en la medida a los ingenieros. La ley estipuló que los empleadores
Como resultado de estas presiones, los registros se incrementaron signifi- serían multados si empleaban a profesionales no matriculados. Las compa-
cativamente luego de 1913 y especialmente en los años veinte. En esa dé- ñías mineras se opusieron a esta medida argumentando que la mayor parte
cada, se registraron 36 ingenieros, más del 50 por ciento que la cifra regis- de los profesionales empleados eran ingenieros extranjeros y por lo tanto les
trada entre 1906 y 1920 (véase Cuadro 1). sería imposible presentar toda la documentación en el plazo señalado.37
Finalmente, la Asociación de Industriales Mineros de Bolivia, que reunió
Cuadro 1
a las principales empresas mineras, logró obtener una concesión para las
Ingenieros registrados en el Ministerio de Obras Públicas, 1906-1937
empresas mineras al liberarlas de la obligación de registrar a los profesio-
nales que trabajaban en sus minas, sean éstos ingenieros, arquitectos o
Especialidad doctores. Poco después, se emitió un nuevo decreto que hizo aplicable el
Años Civil Minas Eléctrico Otros Total decreto de 1928 sólo a los profesionales empleados por el gobierno y a
aquellos que trabajasen por cuenta propia.38
1906-0 1 1 - 2 4 Con esta medida, una oportunidad para controlar la profesión fue
1911-15 - - 1 3 4
1916-20 10 5 - 1 16
"saboteada" por las empresas mineras. Desafortunadamente, no es posible
1921-25 4 5 - - 9 saber con más detalle el porqué de la oposición de las empresas mineras al
1926-30 13 6 2 6 27 decreto de matrícula. Una posible explicación es que se oponían a cual-
1931-37 6 5 1 1 13 quier tipo de intervención estatal en sus prácticas de contratación por
Total 34 22 4 13 73 principio ya que temían que esta interferencia limite y eventualmente per-
% 47 20 5 18 100 judique sus prácticas de contratación de personal técnico. Si estos eran sus
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

temores, en parte tenían razón ya que el próximo tema a ser tratado por el
Fuente: Memoria, presentada al H. Congreso Nacional por el Ministro de Obras Públicas y Comu-
gobierno fue el del empleo de profesionales extranjeros.
nicaciones, Gral. Julio Sanjinés (La Paz: Ed. Universo, 1942), pp. 133-137.
En 1931 el Congreso intentó limitar el número de extranjeros que
podían emplearse en empresas industriales y comerciales. La Cámara de
El incremento en el número de registros en la segunda mitad de los
Diputados pasó un proyecto de ley al Senado en la que proponía normar el
veinte se debe a la matrícula de los primeros graduados de la FNI, al in-
porcentaje de empleados extranjeros a un 25 por ciento del total del
cremento del número de graduados en ingeniería civil provenientes del ex-
personal administrativo, con un porcentaje similar en su participación en
terior, y a la presión de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (una organi-
la planilla total de sueldos. El proyecto nunca fue aprobado por el Sena-
zación creada en 1922). El detalle de los ingenieros registrados por área
do.39 La Asociación de Industriales Mineros señaló las dificultades que el
de especialización en el Cuadro 1, confirma la mayor importancia de los
ingenieros civiles sobre los ingenieros de minas. Finalmente, es destacable
que de los 73 ingenieros registrados en el Ministerio de Obras Públicas, 37. Asociación de Industriales Mineros de Bolivia, V Informe Anual (La Paz: s.e.,
1929), p. 22.
38. Ibid., p. 23.
39. Asociación de Industriales Mineros de Bolivia al Ministro de Trabajo, Febrero 3,
36. Informe del Director General de Obras Públicas, Aníbal Capriles, 1912-1913 (La Paz:
1937, APM-CMB, File 895.
La Prensa, 1913), p. 25.
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habían registrado en la DGOP.36 Los ingenieros extranjeros eran todavía 12 (16 por ciento) eran extranjeros. Este número, relativamente bajo, re-
menos propensos al registro. Por ello habían constantes llamados de algu- fleja la menor necesidad de registro que tenían los ingenieros extranjeros.
nos ingenieros para que se implementasen las leyes, especialmente para La matrícula en la DGOP no fue la única medida dirigida a controlar la
que los ingenieros así llamados "empíricos" (sin estudios universitarios) práctica de la profesión. En diciembre de 1928, el gobierno decretó la
no usurpen el título de ingeniero y también para proteger a los ingenieros matrícula de los profesionales en el Ministerio de Educación. En 1929 se
nacionales de los extranjeros) por lo menos en la administración pública. incluyó en la medida a los ingenieros. La ley estipuló que los empleadores
Como resultado de estas presiones, los registros se incrementaron signifi- serían multados si empleaban a profesionales no matriculados. Las compa-
cativamente luego de 1913 y especialmente en los años veinte. En esa dé- ñías mineras se opusieron a esta medida argumentando que la mayor parte
cada, se registraron 36 ingenieros, más del 50 por ciento que la cifra regis- de los profesionales empleados eran ingenieros extranjeros y por lo tanto les
trada entre 1906 y 1920 (véase Cuadro 1). sería imposible presentar toda la documentación en el plazo señalado.37
Finalmente, la Asociación de Industriales Mineros de Bolivia, que reunió
Cuadro 1
a las principales empresas mineras, logró obtener una concesión para las
Ingenieros registrados en el Ministerio de Obras Públicas, 1906-1937
empresas mineras al liberarlas de la obligación de registrar a los profesio-
nales que trabajaban en sus minas, sean éstos ingenieros, arquitectos o
Especialidad doctores. Poco después, se emitió un nuevo decreto que hizo aplicable el
Años Civil Minas Eléctrico Otros Total decreto de 1928 sólo a los profesionales empleados por el gobierno y a
aquellos que trabajasen por cuenta propia.38
1906-0 1 1 - 2 4 Con esta medida, una oportunidad para controlar la profesión fue
1911-15 - - 1 3 4
1916-20 10 5 - 1 16
"saboteada" por las empresas mineras. Desafortunadamente, no es posible
1921-25 4 5 - - 9 saber con más detalle el porqué de la oposición de las empresas mineras al
1926-30 13 6 2 6 27 decreto de matrícula. Una posible explicación es que se oponían a cual-
1931-37 6 5 1 1 13 quier tipo de intervención estatal en sus prácticas de contratación por
Total 34 22 4 13 73 principio ya que temían que esta interferencia limite y eventualmente per-
% 47 20 5 18 100 judique sus prácticas de contratación de personal técnico. Si estos eran sus

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temores, en parte tenían razón ya que el próximo tema a ser tratado por el
Fuente: Memoria, presentada al H. Congreso Nacional por el Ministro de Obras Públicas y Comu-
gobierno fue el del empleo de profesionales extranjeros.
nicaciones, Gral. Julio Sanjinés (La Paz: Ed. Universo, 1942), pp. 133-137.
En 1931 el Congreso intentó limitar el número de extranjeros que
podían emplearse en empresas industriales y comerciales. La Cámara de
El incremento en el número de registros en la segunda mitad de los
Diputados pasó un proyecto de ley al Senado en la que proponía normar el
veinte se debe a la matrícula de los primeros graduados de la FNI, al in-
porcentaje de empleados extranjeros a un 25 por ciento del total del
cremento del número de graduados en ingeniería civil provenientes del ex-
personal administrativo, con un porcentaje similar en su participación en
terior, y a la presión de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (una organi-
la planilla total de sueldos. El proyecto nunca fue aprobado por el Sena-
zación creada en 1922). El detalle de los ingenieros registrados por área
do.39 La Asociación de Industriales Mineros señaló las dificultades que el
de especialización en el Cuadro 1, confirma la mayor importancia de los
ingenieros civiles sobre los ingenieros de minas. Finalmente, es destacable
que de los 73 ingenieros registrados en el Ministerio de Obras Públicas, 37. Asociación de Industriales Mineros de Bolivia, V Informe Anual (La Paz: s.e.,
1929), p. 22.
38. Ibid., p. 23.
39. Asociación de Industriales Mineros de Bolivia al Ministro de Trabajo, Febrero 3,
36. Informe del Director General de Obras Públicas, Aníbal Capriles, 1912-1913 (La Paz:
1937, APM-CMB, File 895.
La Prensa, 1913), p. 25.
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142 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 143

proyecto causaría a las empresas mineras." El tema volvió a surgir en hecho de que se legislase al respecto demuestra la preocupación reinante
1937, pero una vez más, las empresas argumentaron que la legislación en la FNI, en la Sociedad de Ingenieros de Bolivia y en muchos de los in-
propuesta limitaría su capacidad de contratar personal necesario. La Aso- genieros graduados que ejercían la profesión. Pero tener interés sobre el
ciación adujo que las empresas mineras "sólo empleaban extranjeros cuan- particular no fue suficiente y la legislación no se cumplió. En 1953, el
do no encontraban personal igualmente calificado en el país." Destacaban Rector de la Universidad de Oruro escribió al Ministro del Interior y Jus-
las complejidades de la minería y la necesidad de personal altamente califi- ticia, quejándose sobre la pasividad del gobierno en el uso inapropiado del
cado que por lo general no existía en Bolivia. Más aún, la Asociación indi- título de ingeniero.44
có que como era más barato emplear a personal nacional las empresas En suma, el Estado fue un importante estímulo para el desarrollo de
contrataban a ingenieros bolivianos.41 A pesar de los reclamos de las em- la profesión de ingeniería al generar una demanda por sus servicios. El
presas mineras, se legisló el requerimiento que se emplease a un máximo crecimiento de la minería, la necesidad de mayor infraestructura vial y la
del 25 por ciento de extranjeros en el personal administrativo, aspecto que creciente urbanización fueron las otras fuentes de demanda que incremen-
fue incorporado en el Código del Trabajo de 1939. El cumplimiento de taron el número de ingenieros extranjeros y nacionales en Bolivia. La ma-
esta legislación fue mínimo. No eran sólo las empresas privadas las que no yor importancia que fueron adquiriendo los ingenieros y las necesidades
daban cumplimiento a la legislación. Las empresas bolivianas estatales, de crear un marco legal para el ejercicio de la profesión fueron un área de
por prestigio y convicción en una mayor eficiencia, contaban con ingenie- interacción importante entre la ingeniería y el Estado. Sin embargo, la le-
ros extranjeros. En octubre de 1946, finalmente se promulgó una ley gislación no proveía un marco de protección adecuado a la profesión. Las
―que fue difícil de aplicar― que estipulaba que los cargos técnicos del razones de este hecho se encuentran en la relación entre la ingeniería y la
sector público serían ocupados por ingenieros o arquitectos de nacionali- sociedad.
dad boliviana.42
Otro problema que afectó a la profesión de la ingeniería fue el uso
"arbitrario" o "ilegítimo" del título de ingeniero. La ingeniería volvía a di- INGENIERÍA Y SOCIEDAD: ORGANIZACIÓN Y PARTICIPACIÓN
ferenciarse del derecho y de la medicina por que tanto los abogados como
los médicos tenían que obtener una licencia para ejercer. Como no había La falta de cumplimiento de la legislación promulgada con el propósi-
un requerimiento similar en la ingeniería, el uso indebido del título era to de favorecer a la profesionalización de los ingenieros fue el reflejo del
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más común. La Ley de 1906 que originalmente pretendía legislar sobre la poco peso político que tenían los ingenieros y, parcialmente, de su incapa-
práctica de la profesión, había sido ampliamente superada en la década de cidad de crear una fuerte organización profesional. La primera y más im-
los cuarenta y, por lo tanto, los ingenieros, las facultades de ingeniería y portante organización de ingenieros durante este período fue la Sociedad
las organizaciones profesionales demandaban una nueva legislación. La ley de Ingenieros de Bolivia (SIB), fundada en 1922 con 36 miembros, de los
de 1946 quiso satisfacer estos requerimientos y exigió que el título de "in- cuales por lo menos ocho eran extranjeros. Los ingenieros de minas esta-
geniero" sea utilizado sólo por aquellos graduados en Bolivia o por los ban bien representados entre los miembros fundadores, componiendo
que ostentasen títulos extranjeros debidamente revalidados en el país.43 El poco menos de un tercio del total y con más miembros que los ingenieros
civiles (aunque esto pueda deberse al gran número de ingenieros cuyas es-
pecializaciones no se ha podido confirmar). El lugar de estudio de los
40. Asociación de Industriales Mineros de Bolivia, VII Informe Anual (La Paz: s.e., miembros fundadores es también indicativo del estado de la profesión a
1931), pp. 27-28. principios de los veinte. El mayor número de miembros había estudiado
41. Ibid.
42. Prefecto del Departamento de Oruro al Rector y al Director de FNI, Noviembre
en Chile y Francia. Es interesante anotar que la SIB fue establecida mucho
25, .1949, AFNI Correspondencia varios 1947-53 y AFNI Correspondencia expedida y ex-
pedida rectorado 1947-48; Presidente de la SIB al Director de FNI Febrero 10 1947,
AFNI Correspondencia varios 1947-53.
43. Artículo 7, el Decreto Supremo aparece en el Anuario. 44. Junio 19, 1953, AFNI Correspondencia recibida del rectorado 1953 .
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142 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 143

proyecto causaría a las empresas mineras." El tema volvió a surgir en hecho de que se legislase al respecto demuestra la preocupación reinante
1937, pero una vez más, las empresas argumentaron que la legislación en la FNI, en la Sociedad de Ingenieros de Bolivia y en muchos de los in-
propuesta limitaría su capacidad de contratar personal necesario. La Aso- genieros graduados que ejercían la profesión. Pero tener interés sobre el
ciación adujo que las empresas mineras "sólo empleaban extranjeros cuan- particular no fue suficiente y la legislación no se cumplió. En 1953, el
do no encontraban personal igualmente calificado en el país." Destacaban Rector de la Universidad de Oruro escribió al Ministro del Interior y Jus-
las complejidades de la minería y la necesidad de personal altamente califi- ticia, quejándose sobre la pasividad del gobierno en el uso inapropiado del
cado que por lo general no existía en Bolivia. Más aún, la Asociación indi- título de ingeniero.44
có que como era más barato emplear a personal nacional las empresas En suma, el Estado fue un importante estímulo para el desarrollo de
contrataban a ingenieros bolivianos.41 A pesar de los reclamos de las em- la profesión de ingeniería al generar una demanda por sus servicios. El
presas mineras, se legisló el requerimiento que se emplease a un máximo crecimiento de la minería, la necesidad de mayor infraestructura vial y la
del 25 por ciento de extranjeros en el personal administrativo, aspecto que creciente urbanización fueron las otras fuentes de demanda que incremen-
fue incorporado en el Código del Trabajo de 1939. El cumplimiento de taron el número de ingenieros extranjeros y nacionales en Bolivia. La ma-
esta legislación fue mínimo. No eran sólo las empresas privadas las que no yor importancia que fueron adquiriendo los ingenieros y las necesidades
daban cumplimiento a la legislación. Las empresas bolivianas estatales, de crear un marco legal para el ejercicio de la profesión fueron un área de
por prestigio y convicción en una mayor eficiencia, contaban con ingenie- interacción importante entre la ingeniería y el Estado. Sin embargo, la le-
ros extranjeros. En octubre de 1946, finalmente se promulgó una ley gislación no proveía un marco de protección adecuado a la profesión. Las
―que fue difícil de aplicar― que estipulaba que los cargos técnicos del razones de este hecho se encuentran en la relación entre la ingeniería y la
sector público serían ocupados por ingenieros o arquitectos de nacionali- sociedad.
dad boliviana.42
Otro problema que afectó a la profesión de la ingeniería fue el uso
"arbitrario" o "ilegítimo" del título de ingeniero. La ingeniería volvía a di- INGENIERÍA Y SOCIEDAD: ORGANIZACIÓN Y PARTICIPACIÓN
ferenciarse del derecho y de la medicina por que tanto los abogados como
los médicos tenían que obtener una licencia para ejercer. Como no había La falta de cumplimiento de la legislación promulgada con el propósi-
un requerimiento similar en la ingeniería, el uso indebido del título era to de favorecer a la profesionalización de los ingenieros fue el reflejo del

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más común. La Ley de 1906 que originalmente pretendía legislar sobre la poco peso político que tenían los ingenieros y, parcialmente, de su incapa-
práctica de la profesión, había sido ampliamente superada en la década de cidad de crear una fuerte organización profesional. La primera y más im-
los cuarenta y, por lo tanto, los ingenieros, las facultades de ingeniería y portante organización de ingenieros durante este período fue la Sociedad
las organizaciones profesionales demandaban una nueva legislación. La ley de Ingenieros de Bolivia (SIB), fundada en 1922 con 36 miembros, de los
de 1946 quiso satisfacer estos requerimientos y exigió que el título de "in- cuales por lo menos ocho eran extranjeros. Los ingenieros de minas esta-
geniero" sea utilizado sólo por aquellos graduados en Bolivia o por los ban bien representados entre los miembros fundadores, componiendo
que ostentasen títulos extranjeros debidamente revalidados en el país.43 El poco menos de un tercio del total y con más miembros que los ingenieros
civiles (aunque esto pueda deberse al gran número de ingenieros cuyas es-
pecializaciones no se ha podido confirmar). El lugar de estudio de los
40. Asociación de Industriales Mineros de Bolivia, VII Informe Anual (La Paz: s.e., miembros fundadores es también indicativo del estado de la profesión a
1931), pp. 27-28. principios de los veinte. El mayor número de miembros había estudiado
41. Ibid.
42. Prefecto del Departamento de Oruro al Rector y al Director de FNI, Noviembre
en Chile y Francia. Es interesante anotar que la SIB fue establecida mucho
25, .1949, AFNI Correspondencia varios 1947-53 y AFNI Correspondencia expedida y ex-
pedida rectorado 1947-48; Presidente de la SIB al Director de FNI Febrero 10 1947,
AFNI Correspondencia varios 1947-53.
43. Artículo 7, el Decreto Supremo aparece en el Anuario. 44. Junio 19, 1953, AFNI Correspondencia recibida del rectorado 1953 .
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144 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 145

más tarde que las sociedades de ingenieros en los otros países latinoameri-
canos. Por ejemplo, el Instituto de Ingenieros de Chile fue fundado en
1888, y la Sociedad de Ingenieros del Perú fue creada en 1898.45 (Cuadro Cuadro 2
2, sobre el desarrollo posterior de la sociedad véase el Cuadro 3). Miembros fundadores de la SIB por área de especialización
Los principales objetivos de la SIB fueron estudiar la explotación de y lugar de estudio, 1922
los recursos naturales (hidrocarburos y minería), la aprobación de una ley (N=36)
de seguridad para el sector minero, el desarrollo ferroviario, y la recopila-
ción de información cartográfica para la elaboración de un mapa de la re- Especialidad Lugar de estudio
pública.46 No hay duda que la SIB fue un centro de reunión de los inge-
nieros y su Boletín, un medio a través del cual se difundieron las ideas so- Minas 10 Chile 7
bre la ingeniería en Bolivia. Civil 8 Francia 5
Arquitectura 6 Bolivia 4
En uno de los primeros artículos sobre este tema en el Boletín, el Presi- Eléctrico 2 Alemania 4
dente de la SIB, Carlos Tejada Sorzano, sostuvo que los ingenieros en Bo- Metalurgia 1 Perú 4
livia no ocupaban el lugar que les correspondía en la sociedad. Reclamó al No especif. 9 EE.UU. 4
Suiza 3
gobierno que la opinión de los ingenieros no era tomada en cuenta en los Austria 1
proyectos del gobierno. Argumentó que los ingenieros no sólo debían ser Inglaterra 1
llamados para ejecutar "los planes y proyectos pensados por los abogados,l España 1
No especif. 2
a quienes les falta estudio y preparación". Más aún, hizo un llamado a los
ingenieros, en especial a aquellos que eran miembros de la SIB, a tomar Fuente: Boletín de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia 1 (1922).
mayor interés en los asuntos públicos y crear un ambiente en el cual los in-
genieros sean llamados en todos los asuntos importantes. Este fue un tema
recurrente en los Boletines de la SIB que tomó mayor importancia a co-
mienzos de la década del cuarenta cuando los ingenieros comenzaron a Cuadro 3
proponer medidas concretas sobre su relación con el Estado y su labor en Evolución de la membresía de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia,
1922-1948
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las obras públicas. En esa década comenzaron a perfilarse discursos más


tecnocráticos que agitaron un ambiente en el cual los ingenieros bolivianos
se sentían aún discriminados frente a los ingenieros extranjeros. 47 Tasa de
A pesar de las mayores oportunidades para los ingenieros y del mayor Activo Adherente Honorario Total crecimiento
número de ellos empleados tanto en el sector privado como en el público, (%)
los ingenieros seguían sintiéndose ausentes de los grandes debates públi-
cos. En 1943, el Instituto de Ingenieros de la Universidad de La Paz, de- 1922 36 - - 36 -
1927 40 3 - 43 3.6
claró que su principal propósito era "fortalecer y elevar el nivel de la inge-
1934 67 2 - 69 7.0
1938 - 71 0.7
1941 - 72 0.5
45. "Discurso pronunciado por Juan Muñoz Reyes, en la inauguración de la Sociedad 1948 112 15 1 128 8.6
de Ingenieros de Bolivia", BSIB 1 (1922): 3.
46. Ibid, p. 5.
47. Algunos artículos en esta línea son, Carlos Tejada Sorzano, "Los ingenieros en Bo- Fuentes: Boletín de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia 1 (1922); 3 (1927); 17; 15 (1938); 26
livia no tienen la posición que debiera corresponderles", BSIB 7 (1929): 5-10; y "Defensa de (1941).
la profesión" (Editorial), BSIB 25 (1946): 1-2.

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144 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 145

más tarde que las sociedades de ingenieros en los otros países latinoameri-
canos. Por ejemplo, el Instituto de Ingenieros de Chile fue fundado en
1888, y la Sociedad de Ingenieros del Perú fue creada en 1898.45 (Cuadro Cuadro 2
2, sobre el desarrollo posterior de la sociedad véase el Cuadro 3). Miembros fundadores de la SIB por área de especialización
Los principales objetivos de la SIB fueron estudiar la explotación de y lugar de estudio, 1922
los recursos naturales (hidrocarburos y minería), la aprobación de una ley (N=36)
de seguridad para el sector minero, el desarrollo ferroviario, y la recopila-
ción de información cartográfica para la elaboración de un mapa de la re- Especialidad Lugar de estudio
pública.46 No hay duda que la SIB fue un centro de reunión de los inge-
nieros y su Boletín, un medio a través del cual se difundieron las ideas so- Minas 10 Chile 7
bre la ingeniería en Bolivia. Civil 8 Francia 5
Arquitectura 6 Bolivia 4
En uno de los primeros artículos sobre este tema en el Boletín, el Presi- Eléctrico 2 Alemania 4
dente de la SIB, Carlos Tejada Sorzano, sostuvo que los ingenieros en Bo- Metalurgia 1 Perú 4
livia no ocupaban el lugar que les correspondía en la sociedad. Reclamó al No especif. 9 EE.UU. 4
Suiza 3
gobierno que la opinión de los ingenieros no era tomada en cuenta en los Austria 1
proyectos del gobierno. Argumentó que los ingenieros no sólo debían ser Inglaterra 1
llamados para ejecutar "los planes y proyectos pensados por los abogados,l España 1
No especif. 2
a quienes les falta estudio y preparación". Más aún, hizo un llamado a los
ingenieros, en especial a aquellos que eran miembros de la SIB, a tomar Fuente: Boletín de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia 1 (1922).
mayor interés en los asuntos públicos y crear un ambiente en el cual los in-
genieros sean llamados en todos los asuntos importantes. Este fue un tema
recurrente en los Boletines de la SIB que tomó mayor importancia a co-
mienzos de la década del cuarenta cuando los ingenieros comenzaron a Cuadro 3
proponer medidas concretas sobre su relación con el Estado y su labor en Evolución de la membresía de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia,
1922-1948

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las obras públicas. En esa década comenzaron a perfilarse discursos más
tecnocráticos que agitaron un ambiente en el cual los ingenieros bolivianos
se sentían aún discriminados frente a los ingenieros extranjeros. 47 Tasa de
A pesar de las mayores oportunidades para los ingenieros y del mayor Activo Adherente Honorario Total crecimiento
número de ellos empleados tanto en el sector privado como en el público, (%)
los ingenieros seguían sintiéndose ausentes de los grandes debates públi-
cos. En 1943, el Instituto de Ingenieros de la Universidad de La Paz, de- 1922 36 - - 36 -
1927 40 3 - 43 3.6
claró que su principal propósito era "fortalecer y elevar el nivel de la inge-
1934 67 2 - 69 7.0
1938 - 71 0.7
1941 - 72 0.5
45. "Discurso pronunciado por Juan Muñoz Reyes, en la inauguración de la Sociedad 1948 112 15 1 128 8.6
de Ingenieros de Bolivia", BSIB 1 (1922): 3.
46. Ibid, p. 5.
47. Algunos artículos en esta línea son, Carlos Tejada Sorzano, "Los ingenieros en Bo- Fuentes: Boletín de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia 1 (1922); 3 (1927); 17; 15 (1938); 26
livia no tienen la posición que debiera corresponderles", BSIB 7 (1929): 5-10; y "Defensa de (1941).
la profesión" (Editorial), BSIB 25 (1946): 1-2.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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146 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 147

niería nacional" y "defender la dignificación ... del ingeniero boliviano". En Sin embargo, el status de los ingenieros permaneció por debajo de los
el editorial del primer número de su revista señaló que "el personal técnico abogados.
nacional no había participado en la vida económica y social del país con el El relativo bajo peso específico de los ingenieros en la sociedad tam-
peso que les correspondía".48 bién puede apreciarse en su poca participación política. En la primera mi-
Sin embargo, como se ha visto, el número de ingenieros se incremen- tad de siglo hubo sólo dos Ministros que fueron ingenieros, un número
tó gradualmente y el lugar de los ingenieros en la sociedad había mejora- bajísimo si se considera que entre 1900 y 1950, existieron 500 distintos
do. El número de ingenieros en ¿Quién es quién? ―que tomamos como Ministros.50 Otra diferencia fundamental entre los ingenieros y los aboga-
indicador indirecto de los miembros de la elite de la profesión― incre- dos y ―hasta cierto punto― los médicos, fue la susceptibilidad a la com-
mentó más de sesenta veces entre 1920 y 1942, y su porcentaje de partici- petencia extranjera. Además de los valores sociales adversos a una carrera
pación sobre el número total de entradas aumentó de uno a siete por cien- técnica, los ingenieros bolivianos también tenían que sobrellevar la com-
to (Cuadro 4). petencia de ingenieros extranjeros quienes por mucho tiempo dominaron
la práctica de la ingeniería en el país. Este fue el caso de los ingenieros de
Cuadro 4 minas, ya que los ingenieros civiles habían menos competidores extranje-
Descomposición de las entradas en "Quién es quién" por profesión, 1920-1942 ros y mayor empleo por el Estado por lo que la situación era menos desfa-
vorable.
Profesión 1920 % 1942 % En la segunda mitad de los años veinte, un grupo de ingenieros en
Cochabamba, intentaron crear una Asociación Nacional de Ingenieros,
Abogados 69 57 337 35 cuyo principal objetivo era estimular "el desarrollo de la ingeniería como
Médicos 11 9 115 12
Ingenieros 1 1 66 7
una profesión nacional, en especial en obras de importancia nacional ... fe-
Otros 40 33 447 46 rrocarriles, caminos, obras de irrigación, etc.". La Asociación solicitó que
el empleo de ingenieros sea regulado por leyes de registro y matriculación
Total 121 100 965 100
que provean ciertos derechos preferenciales a los ingenieros. 51 En mayo de
Fuentes: William B. Parker, Bolivians of Today (Santiago de Chile: Imp. Universitaria, 1920) 1927 los estatutos de la Asociación fueron enviados al Ministerio de Fo-
y Quién es quién en Bolivia (Buenos Aires: Imp. López, 1942). mento para su aprobación. El Ministerio los envió a la DGOP quien, a su
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vez, requirió la opinión de la SIB. Las principales objeciones de la SIB


eran las cláusulas estatutarias que eran considerados perjudiciales a los in-
Pero lo que los ingenieros todavía no lograron en la primera mitad de genieros extranjeros.52 El informe desfavorable de la SIB, respaldado por
siglo fue disfrutar del mismo status en la sociedad que las profesiones tra- la DGOP, puso fin a la creación de la Asociación Nacional de Ingenieros.
dicionales, como la abogacía y la medicina. Esto se debía a los valores pre- La idea de "nacionalizar" la profesión de ingenieros fue ampliamente
dominantes en la sociedad boliviana que estaban más orientados hacia las compartida por los ingenieros bolivianos. Este había sido uno de los obje-
humanidades, que hacia aquellas profesiones nuevas y asociadas con la tec- tivos del gobierno cuando transformó la Escuela de Minería en Oruro en
nología. Esto es evidente por la mayor preferencia que gozaban las carre-
ras de derecho y medicina, y fue una de las dificultades encontradas en la
creación de las primeras facultades de ingeniería al principio de siglo. 49 A 50. Ministros fueron Juan Muñoz Reyes, de Fomento en 1919 y Carlos Muñoz Rol-
pesar de ello, hacia la década del cuarenta el número de matriculados en dán, de Obras Públicas en 1946. Sobre Muñoz, véase "La cartera de Obras Públicas enco-
ingeniería creció y las facultades de ingeniería estaban bien establecidas. mendada a un ingeniero", BSIB 25(1946): 1-2. La cifra de ministros es de Carlos D. Mesa,
Presidentes de Bolivia: Entre urnas y fusiles (La Paz: Ed. Gisbert, 1990), pp. 272-288.
51. "Estatutos de la ‘Asociación de Ingenieros Nacionales. Cochabamba’", Marzo 23,
1927, Archivo de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia [en adelante ASIB].
48. Boletín del Instituto de Ingenieros de la Universidad de la Paz, 1 (1943). 52. Carta del Director de la DGOP al Ministerio de Fomento, La Paz, Agosto 10,
49. Véase Contreras, "The Formation", capítulos 2 y 3. 1927, ASIB.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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niería nacional" y "defender la dignificación ... del ingeniero boliviano". En Sin embargo, el status de los ingenieros permaneció por debajo de los
el editorial del primer número de su revista señaló que "el personal técnico abogados.
nacional no había participado en la vida económica y social del país con el El relativo bajo peso específico de los ingenieros en la sociedad tam-
peso que les correspondía".48 bién puede apreciarse en su poca participación política. En la primera mi-
Sin embargo, como se ha visto, el número de ingenieros se incremen- tad de siglo hubo sólo dos Ministros que fueron ingenieros, un número
tó gradualmente y el lugar de los ingenieros en la sociedad había mejora- bajísimo si se considera que entre 1900 y 1950, existieron 500 distintos
do. El número de ingenieros en ¿Quién es quién? ―que tomamos como Ministros.50 Otra diferencia fundamental entre los ingenieros y los aboga-
indicador indirecto de los miembros de la elite de la profesión― incre- dos y ―hasta cierto punto― los médicos, fue la susceptibilidad a la com-
mentó más de sesenta veces entre 1920 y 1942, y su porcentaje de partici- petencia extranjera. Además de los valores sociales adversos a una carrera
pación sobre el número total de entradas aumentó de uno a siete por cien- técnica, los ingenieros bolivianos también tenían que sobrellevar la com-
to (Cuadro 4). petencia de ingenieros extranjeros quienes por mucho tiempo dominaron
la práctica de la ingeniería en el país. Este fue el caso de los ingenieros de
Cuadro 4 minas, ya que los ingenieros civiles habían menos competidores extranje-
Descomposición de las entradas en "Quién es quién" por profesión, 1920-1942 ros y mayor empleo por el Estado por lo que la situación era menos desfa-
vorable.
Profesión 1920 % 1942 % En la segunda mitad de los años veinte, un grupo de ingenieros en
Cochabamba, intentaron crear una Asociación Nacional de Ingenieros,
Abogados 69 57 337 35 cuyo principal objetivo era estimular "el desarrollo de la ingeniería como
Médicos 11 9 115 12
Ingenieros 1 1 66 7
una profesión nacional, en especial en obras de importancia nacional ... fe-
Otros 40 33 447 46 rrocarriles, caminos, obras de irrigación, etc.". La Asociación solicitó que
el empleo de ingenieros sea regulado por leyes de registro y matriculación
Total 121 100 965 100
que provean ciertos derechos preferenciales a los ingenieros. 51 En mayo de
Fuentes: William B. Parker, Bolivians of Today (Santiago de Chile: Imp. Universitaria, 1920) 1927 los estatutos de la Asociación fueron enviados al Ministerio de Fo-
y Quién es quién en Bolivia (Buenos Aires: Imp. López, 1942). mento para su aprobación. El Ministerio los envió a la DGOP quien, a su

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vez, requirió la opinión de la SIB. Las principales objeciones de la SIB
eran las cláusulas estatutarias que eran considerados perjudiciales a los in-
Pero lo que los ingenieros todavía no lograron en la primera mitad de genieros extranjeros.52 El informe desfavorable de la SIB, respaldado por
siglo fue disfrutar del mismo status en la sociedad que las profesiones tra- la DGOP, puso fin a la creación de la Asociación Nacional de Ingenieros.
dicionales, como la abogacía y la medicina. Esto se debía a los valores pre- La idea de "nacionalizar" la profesión de ingenieros fue ampliamente
dominantes en la sociedad boliviana que estaban más orientados hacia las compartida por los ingenieros bolivianos. Este había sido uno de los obje-
humanidades, que hacia aquellas profesiones nuevas y asociadas con la tec- tivos del gobierno cuando transformó la Escuela de Minería en Oruro en
nología. Esto es evidente por la mayor preferencia que gozaban las carre-
ras de derecho y medicina, y fue una de las dificultades encontradas en la
creación de las primeras facultades de ingeniería al principio de siglo. 49 A 50. Ministros fueron Juan Muñoz Reyes, de Fomento en 1919 y Carlos Muñoz Rol-
pesar de ello, hacia la década del cuarenta el número de matriculados en dán, de Obras Públicas en 1946. Sobre Muñoz, véase "La cartera de Obras Públicas enco-
ingeniería creció y las facultades de ingeniería estaban bien establecidas. mendada a un ingeniero", BSIB 25(1946): 1-2. La cifra de ministros es de Carlos D. Mesa,
Presidentes de Bolivia: Entre urnas y fusiles (La Paz: Ed. Gisbert, 1990), pp. 272-288.
51. "Estatutos de la ‘Asociación de Ingenieros Nacionales. Cochabamba’", Marzo 23,
1927, Archivo de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia [en adelante ASIB].
48. Boletín del Instituto de Ingenieros de la Universidad de la Paz, 1 (1943). 52. Carta del Director de la DGOP al Ministerio de Fomento, La Paz, Agosto 10,
49. Véase Contreras, "The Formation", capítulos 2 y 3. 1927, ASIB.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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una escuela de ingeniería en 1917. Asimismo, el decano de la Facultad de da Revolucionario en 1949 preguntaba: "¿Son necesarios los técnicos ex-
Ingeniería de La Paz, compartió esta opinión y la "nacionalización" de la tranjeros?" y contaba cómo las minas de estaño de Colquiri fueron exito-
profesión fue uno de los motivos para el establecimiento del Instituto Téc- samente administradas por ingenieros nacionales y líderes laborales, cuan-
nico de Potosí en 1939. Todo esto indica que el entrenamiento de ingenie- do el personal extranjero abandonó las minas debido a la falta de garan-
ros en Bolivia fue considerado un paso importante para lograr los objetivos tías. Asimismo, el panfleto consideró perjudiciales los altos salarios en
de nacionalizar la ingeniería y de la promoción de la profesión. Por ende, el dólares que percibían los ingenieros extranjeros por que elevaban los cos-
esfuerzo por conformar una Asociación Nacional de Ingenieros no debe tos de producción e iban en detrimento de los salarios del personal nacio-
ser considerado un esfuerzo aislado. Más aún si consideramos que poco nal.57
después del primer esfuerzo por conformar una asociación profesional para Es bajo estas circunstancias que se llevó a cabo el Primer Congreso
promover la ingeniería nacional, hubo importantes iniciativas legislativas Nacional de Ingenieros y Arquitectos en La Paz del 25 de noviembre al 4
ocurridas a fines de los años veinte y en los años treinta. Desafortunada- de diciembre de 1949, que contó con una asistencia de alrededor de 120
mente, la ausencia de documentos en la SIB para este período no permite personas. Una de sus principales recomendaciones al Congreso Nacional
dilucidar qué sectores de ingenieros promovieron esta medidas. Aún, en fue la elaboración de una ley que estimulase el estudio y el ejercicio de la
los años cuarenta la SIB manifestó que "aún existe desconfianza en el pro- profesión, en especial la de ingeniería de minas. La propuesta de ley suge-
fesional nacional o en el extranjero residente" y reclamó un mayor rol para ría que en la administración pública los ingenieros ocupen por lo menos el
los ingenieros nacionales a quienes se debería dar "preferencia". 53 En todo 70 por ciento de los diez puestos superiores, y que en las empresas priva-
caso, la SIB, por ejemplo, participó en la reglamentación de la importante das no menos del 40 por ciento. En cuanto a salarios, propuso que los sa-
ley de 1946 sobre el ejercicio de la profesión. 54 larios de los ingenieros nacionales sean iguales al de los extranjeros que
La situación de los ingenieros de minas bolivianos en las principales ocupen la misma posición.t" Es importante anotar que esta propuesta de
empresas mineras no pasó desapercibida. En 1948, el periódico conserva- ley nunca se aprobó.
dor El Diario, hizo un llamado para nacionalizar la industria minera orde- La fuerte competencia a la que los ingenieros extranjeros sometían a
nadamente y por etapas. Una de esas etapas, en una propuesta de tres fa- los bolivianos no impidió que ambos se juntaran en 1943 para formar la
ses, consistía en incrementar el número de gerentes bolivianos en las em- única organización que agrupó a los ingenieros de minas, el Instituto Bo-
presas mineras. El Diario reconoció la necesidad de expertos extranjeros, liviano de Ingenieros de Minas y Geología (IBIMG). La creación del
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pero reclamó gerentes bolivianos. Para probar que era posible, citó el caso IBIMG fue en parte resultado de una recomendación del Primer Congre-
de Roberto Arce, un exitoso subgerente de la Patiño Mines en Catavi, y la so Panamericano de Ingeniería de Minas y Geología, una reunión que se
empresa nacional de petroleros. Asimismo, proveyó una lista de candida- llevó a cabo en Santiago de Chile en 1942. Su creación también reflejó las
tos, para concluir diciendo que era necesario superar el sentido de inferio- aspiraciones de los ingenieros de minas de tener su propia asociación, ya
ridad respecto a lo extranjero.55 que consideraban que la SIB estaba dominada por los ingenieros civiles.
El movimiento laboral en la década del cuarenta le dio mucha impor- El IBIMG planteó promover la minería con una orientación científica, y
tancia al tema de la nacionalización y realizó un llamado para retirar a los por lo tanto no puede ser considerada simplemente como una organiza-
ingenieros extranjeros de las minas.56 Un panfleto del Partido de Izquier- ción de carácter gremial. Sin embargo, su fundación y su revista (Minería
Boliviana) proveyeron un vehículo a través del cual se debatieron los pro-
blemas que enfrentaban los ingenieros de minas.
53. Véase, el editorial del BSIB, "Defensa de la profesión" [cita 49].
54. Presidente de la SIB al Director de FNI, Febrero 10, 1947, AFNI Correspondencia
varios, 1947-53.
55. "Nacionalizar las minas", El Diario, Junio 13, 1948.
56. La Embajada de Estados Unidos informaba al Departamento de Estado sobre los 57. "Boletín informativo del PIR~ (1949?), encontrado en el APM-CMB.
58. "El Primer Congreso Nacional de Ingeniería y Arquitectura", Minería Boliviana,
discursos "xenofóbicos" de los sindicatos mineros. Véase: Archivo del Departamento de Es-
tado, Washington, D.C., 824.504/3-845. Diciembre 1949, pp. 15-17.

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una escuela de ingeniería en 1917. Asimismo, el decano de la Facultad de da Revolucionario en 1949 preguntaba: "¿Son necesarios los técnicos ex-
Ingeniería de La Paz, compartió esta opinión y la "nacionalización" de la tranjeros?" y contaba cómo las minas de estaño de Colquiri fueron exito-
profesión fue uno de los motivos para el establecimiento del Instituto Téc- samente administradas por ingenieros nacionales y líderes laborales, cuan-
nico de Potosí en 1939. Todo esto indica que el entrenamiento de ingenie- do el personal extranjero abandonó las minas debido a la falta de garan-
ros en Bolivia fue considerado un paso importante para lograr los objetivos tías. Asimismo, el panfleto consideró perjudiciales los altos salarios en
de nacionalizar la ingeniería y de la promoción de la profesión. Por ende, el dólares que percibían los ingenieros extranjeros por que elevaban los cos-
esfuerzo por conformar una Asociación Nacional de Ingenieros no debe tos de producción e iban en detrimento de los salarios del personal nacio-
ser considerado un esfuerzo aislado. Más aún si consideramos que poco nal.57
después del primer esfuerzo por conformar una asociación profesional para Es bajo estas circunstancias que se llevó a cabo el Primer Congreso
promover la ingeniería nacional, hubo importantes iniciativas legislativas Nacional de Ingenieros y Arquitectos en La Paz del 25 de noviembre al 4
ocurridas a fines de los años veinte y en los años treinta. Desafortunada- de diciembre de 1949, que contó con una asistencia de alrededor de 120
mente, la ausencia de documentos en la SIB para este período no permite personas. Una de sus principales recomendaciones al Congreso Nacional
dilucidar qué sectores de ingenieros promovieron esta medidas. Aún, en fue la elaboración de una ley que estimulase el estudio y el ejercicio de la
los años cuarenta la SIB manifestó que "aún existe desconfianza en el pro- profesión, en especial la de ingeniería de minas. La propuesta de ley suge-
fesional nacional o en el extranjero residente" y reclamó un mayor rol para ría que en la administración pública los ingenieros ocupen por lo menos el
los ingenieros nacionales a quienes se debería dar "preferencia". 53 En todo 70 por ciento de los diez puestos superiores, y que en las empresas priva-
caso, la SIB, por ejemplo, participó en la reglamentación de la importante das no menos del 40 por ciento. En cuanto a salarios, propuso que los sa-
ley de 1946 sobre el ejercicio de la profesión. 54 larios de los ingenieros nacionales sean iguales al de los extranjeros que
La situación de los ingenieros de minas bolivianos en las principales ocupen la misma posición.t" Es importante anotar que esta propuesta de
empresas mineras no pasó desapercibida. En 1948, el periódico conserva- ley nunca se aprobó.
dor El Diario, hizo un llamado para nacionalizar la industria minera orde- La fuerte competencia a la que los ingenieros extranjeros sometían a
nadamente y por etapas. Una de esas etapas, en una propuesta de tres fa- los bolivianos no impidió que ambos se juntaran en 1943 para formar la
ses, consistía en incrementar el número de gerentes bolivianos en las em- única organización que agrupó a los ingenieros de minas, el Instituto Bo-
presas mineras. El Diario reconoció la necesidad de expertos extranjeros, liviano de Ingenieros de Minas y Geología (IBIMG). La creación del

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pero reclamó gerentes bolivianos. Para probar que era posible, citó el caso IBIMG fue en parte resultado de una recomendación del Primer Congre-
de Roberto Arce, un exitoso subgerente de la Patiño Mines en Catavi, y la so Panamericano de Ingeniería de Minas y Geología, una reunión que se
empresa nacional de petroleros. Asimismo, proveyó una lista de candida- llevó a cabo en Santiago de Chile en 1942. Su creación también reflejó las
tos, para concluir diciendo que era necesario superar el sentido de inferio- aspiraciones de los ingenieros de minas de tener su propia asociación, ya
ridad respecto a lo extranjero.55 que consideraban que la SIB estaba dominada por los ingenieros civiles.
El movimiento laboral en la década del cuarenta le dio mucha impor- El IBIMG planteó promover la minería con una orientación científica, y
tancia al tema de la nacionalización y realizó un llamado para retirar a los por lo tanto no puede ser considerada simplemente como una organiza-
ingenieros extranjeros de las minas.56 Un panfleto del Partido de Izquier- ción de carácter gremial. Sin embargo, su fundación y su revista (Minería
Boliviana) proveyeron un vehículo a través del cual se debatieron los pro-
blemas que enfrentaban los ingenieros de minas.
53. Véase, el editorial del BSIB, "Defensa de la profesión" [cita 49].
54. Presidente de la SIB al Director de FNI, Febrero 10, 1947, AFNI Correspondencia
varios, 1947-53.
55. "Nacionalizar las minas", El Diario, Junio 13, 1948.
56. La Embajada de Estados Unidos informaba al Departamento de Estado sobre los 57. "Boletín informativo del PIR~ (1949?), encontrado en el APM-CMB.
58. "El Primer Congreso Nacional de Ingeniería y Arquitectura", Minería Boliviana,
discursos "xenofóbicos" de los sindicatos mineros. Véase: Archivo del Departamento de Es-
tado, Washington, D.C., 824.504/3-845. Diciembre 1949, pp. 15-17.

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150 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 151

En el momento de su fundación en 1943, el IBIMG contó con 20 nuevo Directorio del BAMIN no se incluyó a un ingeniero de minas (sólo
miembros, 9 de los cuales eran extranjeros. Unos años después llegó a 69, incluyó a un ingeniero civil). En una carta del Presidente del IBIMG diri-
de los cuales 38 eran extranjeros.59 El rápido incremento en la membresía gida al Ministro ―publicada en Minería Boliviana― éste señaló que una
―que se triplicó en los primeros años― demuestra el grado de aceptación de las razones del mal desempeño del Banco era la ausencia de personal
de IBIMG en círculos mineros. Otra indicación de su aceptación es que calificado en minería. El Presidente expresó su "disgusto y justificada pro-
entre sus miembros estaban los principales ejecutivos y gerentes de las testa" por la elección de directores que incluían a todo tipo de profesiona-
compañías más grandes, incluyendo a Mauricio Hochschild, propietario les excepto a los ingenieros de minas, para un trabajo que les correspon-
ndel segundo grupo minero más importante de Bolivia. Más aún, sus so- día.61 El incidente merece destacarse porque, fue la única declaración por
cios institucionales incluían a las principales empresas y a otras institucio- parte de un prominente ingeniero de minas sobre el status profesional de
nes mineras como el BAMIN y la DGM, y no mineras como la Universi- los ingenieros de minas bolivianos ocurrida poco antes de la nacionaliza-
dad Mayor de San Andrés.60 Pero el éxito del IBIMG fue en gran parte ción de las mina. El Presidente adujo que los ingenieros de minas, a dife-
debido a su carácter no controversial, por lo menos en lo que se refiere a rencia de otras profesiones "agrupad [as ] en sociedades que tomaron bien
las aspiraciones profesionales de los ingenieros bolivianos. El IBIMG estu- en serio la defensa de sus derechos", se habían mostrado:
vo más interesado en promover el desarrollo de la industria minera que en
mejorar el desarrollo de la profesión de ingeniería. En su primera reunión más discretos o modestos para salvaguardar su legítima intervención en actividades
anual hizo varias recomendaciones al gobierno entre las cuales se encon- de su competencia ... [y que] ... es el ingeniero de minas nacional, entre todos los pro-
traban la disminución y racionalización de los impuestos mineros, la nece- fesionales quien está en las peores condiciones, por el sacrificio que importa la práctica
sidad de una mayor inversión en el sector, y la atención preferente del Es- de su profesión y la baja remuneración de sus servicios, siendo, por otra parte, entre
tado al desarrollo de la agricultura, el petróleo y la minería no-metálica. todos, quién más contribuye a sostener la economía nacional, por que está empeñado
62
Otras recomendaciones fueron el desarrollo de la educación de la ingenie- en el manejo y fomento de la industria básica del país .
ría de minas y el establecimiento de escuelas técnicas para mejorar la capa-
citación laboral. A pesar que tenía motivos para quejarse y que el IBIMG podía hacer-
Al recibir apoyo corporativo, el IBIMG fue capaz de mantener una se escuchar en el caso de empresas que no contratasen a ingenieros boli-
publicación periódica con gran regularidad entre 1942 y 1954, una conti- vianos, esta institución no se pronunció públicamente sobre este tema.
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nuidad destacable bajo parámetros bolivianos. Esto es aún más sorpren- Este fue considerado un asunto central ya que tenía que ver con las posibi-
dente en vista del carácter técnico de la revista y alto nivel de sus artículos. lidades de los ingenieros bolivianos en las grandes empresas extranjeras.
A pesar del mayor interés en el desarrollo de la industria minera, el La IBIMG no pudo tocar este tema por que incluía entre sus miembros a
IBIMG mostró algún interés en mejorar la educación en ingeniería de mi- ingenieros extranjeros. Asimismo la principal fuente de financiamiento de
nas en tres editoriales sobre este tema. En el primero destacó la necesidad la revista eran las contribuciones de las grandes empresas. En ese sentido,
de incrementar el número de ingenieros de minas y en los otros dos criti- la IBIMG es un claro ejemplo de la tensión en la ingeniería entre las fun-
có severamente la situación de la educación en ingeniería. ciones técnicas y las gerenciales. La dirección del IBIMG fue renuente a
Una importante excepción a la actitud generalmente pasiva del cuestionar las prerrogativas de propiedad privada de los empleadores. De
IBIMG hacia un mayor reconocimiento del ingeniero de minas, fue la esta manera, el IBIMG denota similitudes con organizaciones profesionales
protesta que realizó ante el Ministerio de Hacienda cuando en 1950 en el de ingenieros canadienses que reclamaron oportunidades de empleo al
Estado pero no al sector privado, y el American Institute of Mining Engi-

59. Calculado de la lista de miembros en Minería Boliviana 1 (1943): 36, y 11 (1944): 61. "Los ingenieros de minas y el Banco Minero de Bolivia", Minería Boliviana 56
35. Para 1944 también se han considerado a los miembros activos. (1950): 15.
60. Minería Boliviana 11 (1944): 35. 62. Ibid.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
http://ebookcentral.proquest.com
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150 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 151

En el momento de su fundación en 1943, el IBIMG contó con 20 nuevo Directorio del BAMIN no se incluyó a un ingeniero de minas (sólo
miembros, 9 de los cuales eran extranjeros. Unos años después llegó a 69, incluyó a un ingeniero civil). En una carta del Presidente del IBIMG diri-
de los cuales 38 eran extranjeros.59 El rápido incremento en la membresía gida al Ministro ―publicada en Minería Boliviana― éste señaló que una
―que se triplicó en los primeros años― demuestra el grado de aceptación de las razones del mal desempeño del Banco era la ausencia de personal
de IBIMG en círculos mineros. Otra indicación de su aceptación es que calificado en minería. El Presidente expresó su "disgusto y justificada pro-
entre sus miembros estaban los principales ejecutivos y gerentes de las testa" por la elección de directores que incluían a todo tipo de profesiona-
compañías más grandes, incluyendo a Mauricio Hochschild, propietario les excepto a los ingenieros de minas, para un trabajo que les correspon-
ndel segundo grupo minero más importante de Bolivia. Más aún, sus so- día.61 El incidente merece destacarse porque, fue la única declaración por
cios institucionales incluían a las principales empresas y a otras institucio- parte de un prominente ingeniero de minas sobre el status profesional de
nes mineras como el BAMIN y la DGM, y no mineras como la Universi- los ingenieros de minas bolivianos ocurrida poco antes de la nacionaliza-
dad Mayor de San Andrés.60 Pero el éxito del IBIMG fue en gran parte ción de las mina. El Presidente adujo que los ingenieros de minas, a dife-
debido a su carácter no controversial, por lo menos en lo que se refiere a rencia de otras profesiones "agrupad [as ] en sociedades que tomaron bien
las aspiraciones profesionales de los ingenieros bolivianos. El IBIMG estu- en serio la defensa de sus derechos", se habían mostrado:
vo más interesado en promover el desarrollo de la industria minera que en
mejorar el desarrollo de la profesión de ingeniería. En su primera reunión más discretos o modestos para salvaguardar su legítima intervención en actividades
anual hizo varias recomendaciones al gobierno entre las cuales se encon- de su competencia ... [y que] ... es el ingeniero de minas nacional, entre todos los pro-
traban la disminución y racionalización de los impuestos mineros, la nece- fesionales quien está en las peores condiciones, por el sacrificio que importa la práctica
sidad de una mayor inversión en el sector, y la atención preferente del Es- de su profesión y la baja remuneración de sus servicios, siendo, por otra parte, entre
tado al desarrollo de la agricultura, el petróleo y la minería no-metálica. todos, quién más contribuye a sostener la economía nacional, por que está empeñado
62
Otras recomendaciones fueron el desarrollo de la educación de la ingenie- en el manejo y fomento de la industria básica del país .
ría de minas y el establecimiento de escuelas técnicas para mejorar la capa-
citación laboral. A pesar que tenía motivos para quejarse y que el IBIMG podía hacer-
Al recibir apoyo corporativo, el IBIMG fue capaz de mantener una se escuchar en el caso de empresas que no contratasen a ingenieros boli-
publicación periódica con gran regularidad entre 1942 y 1954, una conti- vianos, esta institución no se pronunció públicamente sobre este tema.

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nuidad destacable bajo parámetros bolivianos. Esto es aún más sorpren- Este fue considerado un asunto central ya que tenía que ver con las posibi-
dente en vista del carácter técnico de la revista y alto nivel de sus artículos. lidades de los ingenieros bolivianos en las grandes empresas extranjeras.
A pesar del mayor interés en el desarrollo de la industria minera, el La IBIMG no pudo tocar este tema por que incluía entre sus miembros a
IBIMG mostró algún interés en mejorar la educación en ingeniería de mi- ingenieros extranjeros. Asimismo la principal fuente de financiamiento de
nas en tres editoriales sobre este tema. En el primero destacó la necesidad la revista eran las contribuciones de las grandes empresas. En ese sentido,
de incrementar el número de ingenieros de minas y en los otros dos criti- la IBIMG es un claro ejemplo de la tensión en la ingeniería entre las fun-
có severamente la situación de la educación en ingeniería. ciones técnicas y las gerenciales. La dirección del IBIMG fue renuente a
Una importante excepción a la actitud generalmente pasiva del cuestionar las prerrogativas de propiedad privada de los empleadores. De
IBIMG hacia un mayor reconocimiento del ingeniero de minas, fue la esta manera, el IBIMG denota similitudes con organizaciones profesionales
protesta que realizó ante el Ministerio de Hacienda cuando en 1950 en el de ingenieros canadienses que reclamaron oportunidades de empleo al
Estado pero no al sector privado, y el American Institute of Mining Engi-

59. Calculado de la lista de miembros en Minería Boliviana 1 (1943): 36, y 11 (1944): 61. "Los ingenieros de minas y el Banco Minero de Bolivia", Minería Boliviana 56
35. Para 1944 también se han considerado a los miembros activos. (1950): 15.
60. Minería Boliviana 11 (1944): 35. 62. Ibid.

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neers de Estados Unidos que estuvo marcado por intereses empresariales remplazando a los extranjeros en muchos cargos de mediana y pequeña
que impidieron que pudiese actuar en forma independiente.63 responsabilidad.
Es por estas razones que la IBIMG dio una recepción tan indiferente Aparentemente, tampoco hubo un pronunciamiento de la SIB con
a la nacionalización de las minas de 1952. En su primer editorial sobre el respecto a la nacionalización. En marcado contraste, Safford encuentra
tema apenas puntualizó la importancia de la decisión y destacó los aspec- que la Sociedad Colombiana de Ingenieros fue la principal promotora de
tos críticos a los cuales debía prestar atención la Comisión encargada de la nacionalización de los ferrocarriles realizada a comienzos del siglo vein-
estudiar la nacionalización. El mismo artículo, informó que se había lla- te, en parte, porque consideró que al pasar estos a manos del Estado, habrían
mado a aquellos miembros de la Comisión que eran miembros del mayores posibilidades de empleo para sus afiliados.66
IBIMG para intercambiar ideas y recomendaciones.64 Cuatro meses des- A diferencia de Colombia, en Bolivia ni siquiera en las facultades de
pués y cuando la nacionalización era inminente, un segundo editorial ingeniería había mucho entusiasmo por la nacionalización. Aparentemen-
―más corto que el primero― resumía los ideales que sustentó la naciona- te, el nacionalismo no estuvo tan arraigado entre los estudiantes de inge-
lización, sin expresar opinión alguna, enfatizó el mayor rol que el Estado niería como en los de otras facultades. Sólo encontré dos instancias en las
jugaría en la economía y concluyó: "Esperemos que sus consecuencias cuales la FNI estuvo envuelta en aspectos de nacionalismo económico.
traigan beneficios, paz y progreso para la familia boliviana".65 Primero, cuando las autoridades facultativas y estudiantiles enviaron un
Una vez que las principales empresas fueron nacionalizadas, el IBIMG telegrama al Presidente Germán Busch felicitándolo por el decreto de julio
vio cercano su fin y perdió gran parte de su membresía y, todavía más im- de 1939 que obligaba a las empresas mineras a entregar la totalidad de sus
portante, su principal fuente de financiamiento. La tibia actitud del divisas al Banco Central. Segundo, cuando el director del FNI escribió al
IBIMG hacia la nacionalización refleja el estado de la profesión. Ni la SIB Prefecto de Oruro reclamando al gobierno que nacionalizara las minas, los
ni ningún otro grupo de ingenieros tomó partido en relación a esta tras- ferrocarriles y que realizara la reforma agraria.67
cendental medida que además de cambiar el curso de la historia de Boli- El falta de un pronunciamiento del FNI sobre la nacionalización de
via, modificaría drásticamente la naturaleza de la práctica de la ingeniería las minas es aún más sorprendente por que tanto los catedráticos como
de minas en el país. Sin duda, era arriesgado oponerse abiertamente a la egresados de la FNI jugaron un papel importante tanto en la Comisión de
nacionalización, pero hubiese sido plausible esperar un pronunciamiento Nacionalización, creada en 1952 para evaluar la posible nacionalización,
de los ingenieros, y de los ingenieros de minas en particular. como posteriormente en el manejo de la empresa minera estatal, COMI-
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Otra probable razón que explica la falta de un pronunciamiento, pue- BOL. Es significativo que la FNI no fue llamada a conformar la Comisión
de haber sido que la generalidad de los ingenieros de minas en Bolivia es- de Nacionalización por el gobierno, pero que sí fue llamada por la pode-
taban en contra de la nacionalización de las minas o la temían. Esto puede rosa Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia. La Federación eligió
ser explicado por el hecho que ellos mismos creían en la necesidad de con- un ingeniero extranjero del plantel de docentes de la FNI para que los
tar con ingenieros extranjeros en las empresas mineras. El mercado de in- representara en la Comisión. El ingeniero seleccionado fue Hans Block,
genieros era internacional y el rol, por así decirlo, de los ingenieros boli- un ingeniero alemán que llegó a Bolivia contratado por la Patiño Mines y
vianos en este mercado estaba predefinido, como un rol subordinado. Los que enseñó en la FNI por varios años. Una vez en la Comisión, Block so-
ingenieros extranjeros no eran percibidos como antagonistas, sino com- licitó el servicio de muchos graduados de la FNI para llevar a cabo la eva-
plementarios. Además, poco a poco, los ingenieros bolivianos estaban luación técnica de la industria minera. Esta temprana participación de los

63. Véase Edwin T. Layton, Jr., The Revolt of the Engineers. Social Responsability and the
American Engineering Profession (Baltimore: The John Hopkins Univ. Press 1988) pp. 29- 66. Safford, El ideal de lo práctico, pp. 354-345.
35. 67. Telegrama 111/39, Junio 15, 1939, AFNI Correspondencia expedida y recibida
64. "La nacionalización de las minas", Minería Boliviana 69 (1952): 3. 1939. Director a Luis Peláez Rioja, Setiembre 12, 1952, AFNI Correspondencia varios,
65. "Nuevos rumbos para la minería nacional", Minería Boliviana 70 (1952): 3. 1947-53.

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neers de Estados Unidos que estuvo marcado por intereses empresariales remplazando a los extranjeros en muchos cargos de mediana y pequeña
que impidieron que pudiese actuar en forma independiente.63 responsabilidad.
Es por estas razones que la IBIMG dio una recepción tan indiferente Aparentemente, tampoco hubo un pronunciamiento de la SIB con
a la nacionalización de las minas de 1952. En su primer editorial sobre el respecto a la nacionalización. En marcado contraste, Safford encuentra
tema apenas puntualizó la importancia de la decisión y destacó los aspec- que la Sociedad Colombiana de Ingenieros fue la principal promotora de
tos críticos a los cuales debía prestar atención la Comisión encargada de la nacionalización de los ferrocarriles realizada a comienzos del siglo vein-
estudiar la nacionalización. El mismo artículo, informó que se había lla- te, en parte, porque consideró que al pasar estos a manos del Estado, habrían
mado a aquellos miembros de la Comisión que eran miembros del mayores posibilidades de empleo para sus afiliados.66
IBIMG para intercambiar ideas y recomendaciones.64 Cuatro meses des- A diferencia de Colombia, en Bolivia ni siquiera en las facultades de
pués y cuando la nacionalización era inminente, un segundo editorial ingeniería había mucho entusiasmo por la nacionalización. Aparentemen-
―más corto que el primero― resumía los ideales que sustentó la naciona- te, el nacionalismo no estuvo tan arraigado entre los estudiantes de inge-
lización, sin expresar opinión alguna, enfatizó el mayor rol que el Estado niería como en los de otras facultades. Sólo encontré dos instancias en las
jugaría en la economía y concluyó: "Esperemos que sus consecuencias cuales la FNI estuvo envuelta en aspectos de nacionalismo económico.
traigan beneficios, paz y progreso para la familia boliviana".65 Primero, cuando las autoridades facultativas y estudiantiles enviaron un
Una vez que las principales empresas fueron nacionalizadas, el IBIMG telegrama al Presidente Germán Busch felicitándolo por el decreto de julio
vio cercano su fin y perdió gran parte de su membresía y, todavía más im- de 1939 que obligaba a las empresas mineras a entregar la totalidad de sus
portante, su principal fuente de financiamiento. La tibia actitud del divisas al Banco Central. Segundo, cuando el director del FNI escribió al
IBIMG hacia la nacionalización refleja el estado de la profesión. Ni la SIB Prefecto de Oruro reclamando al gobierno que nacionalizara las minas, los
ni ningún otro grupo de ingenieros tomó partido en relación a esta tras- ferrocarriles y que realizara la reforma agraria.67
cendental medida que además de cambiar el curso de la historia de Boli- El falta de un pronunciamiento del FNI sobre la nacionalización de
via, modificaría drásticamente la naturaleza de la práctica de la ingeniería las minas es aún más sorprendente por que tanto los catedráticos como
de minas en el país. Sin duda, era arriesgado oponerse abiertamente a la egresados de la FNI jugaron un papel importante tanto en la Comisión de
nacionalización, pero hubiese sido plausible esperar un pronunciamiento Nacionalización, creada en 1952 para evaluar la posible nacionalización,
de los ingenieros, y de los ingenieros de minas en particular. como posteriormente en el manejo de la empresa minera estatal, COMI-

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Otra probable razón que explica la falta de un pronunciamiento, pue- BOL. Es significativo que la FNI no fue llamada a conformar la Comisión
de haber sido que la generalidad de los ingenieros de minas en Bolivia es- de Nacionalización por el gobierno, pero que sí fue llamada por la pode-
taban en contra de la nacionalización de las minas o la temían. Esto puede rosa Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia. La Federación eligió
ser explicado por el hecho que ellos mismos creían en la necesidad de con- un ingeniero extranjero del plantel de docentes de la FNI para que los
tar con ingenieros extranjeros en las empresas mineras. El mercado de in- representara en la Comisión. El ingeniero seleccionado fue Hans Block,
genieros era internacional y el rol, por así decirlo, de los ingenieros boli- un ingeniero alemán que llegó a Bolivia contratado por la Patiño Mines y
vianos en este mercado estaba predefinido, como un rol subordinado. Los que enseñó en la FNI por varios años. Una vez en la Comisión, Block so-
ingenieros extranjeros no eran percibidos como antagonistas, sino com- licitó el servicio de muchos graduados de la FNI para llevar a cabo la eva-
plementarios. Además, poco a poco, los ingenieros bolivianos estaban luación técnica de la industria minera. Esta temprana participación de los

63. Véase Edwin T. Layton, Jr., The Revolt of the Engineers. Social Responsability and the
American Engineering Profession (Baltimore: The John Hopkins Univ. Press 1988) pp. 29- 66. Safford, El ideal de lo práctico, pp. 354-345.
35. 67. Telegrama 111/39, Junio 15, 1939, AFNI Correspondencia expedida y recibida
64. "La nacionalización de las minas", Minería Boliviana 69 (1952): 3. 1939. Director a Luis Peláez Rioja, Setiembre 12, 1952, AFNI Correspondencia varios,
65. "Nuevos rumbos para la minería nacional", Minería Boliviana 70 (1952): 3. 1947-53.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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154 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 155

graduados de la FNI implicó que más tarde estos jugarían un papel im- y revela rasgos de consolidación institucional, con algunos bemoles que
portante en el manejo de COMIBOL. pasamos a considerar a continuación.
Al estudiar la nacionalización del petróleo realizada en México en El crecimiento de la membresía de la SIB fue lento en los años cua-
1938, Cleaves argumenta que la mística de tal medida estimuló el nacio- renta. Demoró casi veinte años para que doblase el número de socios ini-
nalismo de los ingenieros de petróleos mexicanos. En Bolivia, los ingenie- cial antes que pudiera volver a duplicarla entre 1941 y 1948 (Cuadro 3).
ros nacionales también jugaron un rol determinante en la nacionalización Pero aún entonces, la SIB no llegó a atraer a más de un tercio de todos los
de la empresa petrolera Standard Oil. Pero esto no parece haberlos moti- ingenieros graduados de Bolivia. Hay por lo menos tres razones para ex-
vado suficientemente a favor o en contra de la nacionalización de las mi- plicar este hecho. Primero, la SIB requería que sus miembros tuvieran tí-
nas. Tal vez esto pueda explicarse por la distinta naturaleza de las industria tulo, por lo tanto los egresados ―que componían la mayor parte de los
petrolera y minera. El petróleo había estado asociado al nacionalismo des- ingenieros que ejercían la profesión en Bolivia― estaban automáticamente
de un comienzo en la historia de América Latina, y es significativo que excluidos. Esto, a su vez, convertía a la SIB en una institución elitista den-
fueran los ingenieros de petróleos antes que cualquier otra especialidad, tro de la profesión.
los que hicieran un llamado por una organización Pan Americana de inge- Segundo, en los años veinte y treinta fue muy difícil atraer a los pocos
nieros que tuviera una posición radical hacia el capital extranjero. 68 Este es miembros del interior del país. Las comunicaciones eran difíciles y los in-
un tema complejo que requiere de mayor investigación, pero puede ser tereses regionales comenzaban a diferenciarse. La SIB se convirtió en una
que el mismo carácter internacional de la profesión de ingeniería de minas organización eminentemente paceña y perdió algo de su atractivo para los
explique esta carencia de nacionalismo. Por otra parte, la fuerte asociación ingenieros de las ciudades del interior. Estos comenzaron a organizar aso-
entre el avance de la profesión y el desarrollo de las tres grandes empresas ciaciones de ingenieros regionales. Más aún, la SIB comenzó a ser domi-
mineras en Bolivia también debe tenerse en cuenta. nada por ingenieros civiles, y los ingenieros de minas en particular sentían
La SIB, más que el IBIMG, tuvo una activa participación en la pro- que sus intereses podían ser mejor atendidos en otras organizaciones,
moción del ingeniero en la sociedad y en la administración pública y cum- como el IBIMG.
plió el papel típico de las asociaciones profesionales de "proveer el marco Tercero, la SIB tenía poco que ofrecer. Además de un sentido de ca-
organizacional a través del cual los ingenieros esperan lograr sus aspiracio- maradería, la SIB no tenía facultades para otorgar licencias de ejercicio
nes profesionales".69 profesional. Si bien defendió los intereses de sus miembros y disfrutó de
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cierto prestigio en los años veinte y treinta, esto fue insuficiente y poco
atractivo para la mayor parte de los ingenieros. Estas limitaciones confir-
CONCLUSIONES man las dificultades de la profesionalización de la ingeniería y son simila-
res a las encontradas por ingenieros en otros países de América Latina. 70
La ingeniería se profesionalizó en Bolivia durante la primera mitad La principal restricción, particularmente en el caso del IBIMG, fue el ca-
del siglo XX. En este período se consolidaron las facultades de ingeniería y rácter internacional del mercado laboral para los ingenieros de minas.
los ingenieros bolivianos lograron un espacio tanto en el sector público Para finalizar, cabe comentar la autoevaluación de la propia SIB, reali-
como en el privado. A pesar de su bajo perfil político, lograron incrementar zada en 1947, con motivo del vigésimo quinto aniversario de su creación.
su presencia en la sociedad civil y desarrollar medidas legislativas que, La Sociedad encontró que su labor había sido "amplia y fecunda" y sinte-
por lo menos en teoría, los favorecían. Su profesionalización ―analizada a tizó el estado de la profesión en Bolivia en tres aspectos principales: (1)
través del surgimiento de sus organizaciones profesionales― fue pausada "En Bolivia se desconoce la importancia del Ingeniero en la vida social

68. John D. Wirth, ed., Latin American 0il Companies and the Politics of 0il (Lincoln: 70. Véase Adolfo Ibáñez Santa María, Los ingenieros, el Estado y la política en Chile (San-
Univ. of Nebraska Press, 1985), pp. xxiv-xxvii. tiago: Instituto de Historia, 1983) y Yajaira Freites, "De ilustrados a profesionales: Los in-
69. Layton, The Revolt, p. 57. genieros venezolanos entre 1899 y 1935", Quipu 9 (1992): 47-67.

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154 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 155

graduados de la FNI implicó que más tarde estos jugarían un papel im- y revela rasgos de consolidación institucional, con algunos bemoles que
portante en el manejo de COMIBOL. pasamos a considerar a continuación.
Al estudiar la nacionalización del petróleo realizada en México en El crecimiento de la membresía de la SIB fue lento en los años cua-
1938, Cleaves argumenta que la mística de tal medida estimuló el nacio- renta. Demoró casi veinte años para que doblase el número de socios ini-
nalismo de los ingenieros de petróleos mexicanos. En Bolivia, los ingenie- cial antes que pudiera volver a duplicarla entre 1941 y 1948 (Cuadro 3).
ros nacionales también jugaron un rol determinante en la nacionalización Pero aún entonces, la SIB no llegó a atraer a más de un tercio de todos los
de la empresa petrolera Standard Oil. Pero esto no parece haberlos moti- ingenieros graduados de Bolivia. Hay por lo menos tres razones para ex-
vado suficientemente a favor o en contra de la nacionalización de las mi- plicar este hecho. Primero, la SIB requería que sus miembros tuvieran tí-
nas. Tal vez esto pueda explicarse por la distinta naturaleza de las industria tulo, por lo tanto los egresados ―que componían la mayor parte de los
petrolera y minera. El petróleo había estado asociado al nacionalismo des- ingenieros que ejercían la profesión en Bolivia― estaban automáticamente
de un comienzo en la historia de América Latina, y es significativo que excluidos. Esto, a su vez, convertía a la SIB en una institución elitista den-
fueran los ingenieros de petróleos antes que cualquier otra especialidad, tro de la profesión.
los que hicieran un llamado por una organización Pan Americana de inge- Segundo, en los años veinte y treinta fue muy difícil atraer a los pocos
nieros que tuviera una posición radical hacia el capital extranjero. 68 Este es miembros del interior del país. Las comunicaciones eran difíciles y los in-
un tema complejo que requiere de mayor investigación, pero puede ser tereses regionales comenzaban a diferenciarse. La SIB se convirtió en una
que el mismo carácter internacional de la profesión de ingeniería de minas organización eminentemente paceña y perdió algo de su atractivo para los
explique esta carencia de nacionalismo. Por otra parte, la fuerte asociación ingenieros de las ciudades del interior. Estos comenzaron a organizar aso-
entre el avance de la profesión y el desarrollo de las tres grandes empresas ciaciones de ingenieros regionales. Más aún, la SIB comenzó a ser domi-
mineras en Bolivia también debe tenerse en cuenta. nada por ingenieros civiles, y los ingenieros de minas en particular sentían
La SIB, más que el IBIMG, tuvo una activa participación en la pro- que sus intereses podían ser mejor atendidos en otras organizaciones,
moción del ingeniero en la sociedad y en la administración pública y cum- como el IBIMG.
plió el papel típico de las asociaciones profesionales de "proveer el marco Tercero, la SIB tenía poco que ofrecer. Además de un sentido de ca-
organizacional a través del cual los ingenieros esperan lograr sus aspiracio- maradería, la SIB no tenía facultades para otorgar licencias de ejercicio
nes profesionales".69 profesional. Si bien defendió los intereses de sus miembros y disfrutó de

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cierto prestigio en los años veinte y treinta, esto fue insuficiente y poco
atractivo para la mayor parte de los ingenieros. Estas limitaciones confir-
CONCLUSIONES man las dificultades de la profesionalización de la ingeniería y son simila-
res a las encontradas por ingenieros en otros países de América Latina. 70
La ingeniería se profesionalizó en Bolivia durante la primera mitad La principal restricción, particularmente en el caso del IBIMG, fue el ca-
del siglo XX. En este período se consolidaron las facultades de ingeniería y rácter internacional del mercado laboral para los ingenieros de minas.
los ingenieros bolivianos lograron un espacio tanto en el sector público Para finalizar, cabe comentar la autoevaluación de la propia SIB, reali-
como en el privado. A pesar de su bajo perfil político, lograron incrementar zada en 1947, con motivo del vigésimo quinto aniversario de su creación.
su presencia en la sociedad civil y desarrollar medidas legislativas que, La Sociedad encontró que su labor había sido "amplia y fecunda" y sinte-
por lo menos en teoría, los favorecían. Su profesionalización ―analizada a tizó el estado de la profesión en Bolivia en tres aspectos principales: (1)
través del surgimiento de sus organizaciones profesionales― fue pausada "En Bolivia se desconoce la importancia del Ingeniero en la vida social

68. John D. Wirth, ed., Latin American 0il Companies and the Politics of 0il (Lincoln: 70. Véase Adolfo Ibáñez Santa María, Los ingenieros, el Estado y la política en Chile (San-
Univ. of Nebraska Press, 1985), pp. xxiv-xxvii. tiago: Instituto de Historia, 1983) y Yajaira Freites, "De ilustrados a profesionales: Los in-
69. Layton, The Revolt, p. 57. genieros venezolanos entre 1899 y 1935", Quipu 9 (1992): 47-67.

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156 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 157

Moderna", (2) "En Bolivia el Ingeniero Nacional está supeditado al Técnico Este trabajo sugiere que el desarrollo de la ingeniería boliviana duran-
Extranjero", y (3) "La Ingeniería Nacional es Empírica", es decir que te la segunda mitad del siglo XX se basó en los avances logrados durante
muchas personas trabajaban como ingenieros, sin tener el diploma, y los las primeras décadas. Ello permitió que se desarrollasen características
diplomados debían trabajar sin el apoyo de laboratorios y centros de in- profesionales claves para la ingeniería como status y cierto prestigio social,
vestigación.71 reproducción de sus cuadros, cuasi-monopolización de un sector del mer-
Si bien la síntesis puede haber sido correcta, se había avanzado signifi- cado laboral y discursos tecnocráticos que consolidaron e incrementaron
cativamente en la relación a la situación de principios del siglo XX. La pre- su autoridad en la sociedad. La profesionalización de la ingeniería fue par-
sencia del ingeniero en la sociedad había aumentado en forma cuantitativa te de una modernización social donde el desarrollo económico se constitu-
y cualitativa y, si todavía había mucho camino por recorrer, se debía a ra- yó en el factor decisivo. Esto fue evidente con la nacionalización de 1952
zones estructurales. Bolivia era un país poco desarrollado, con una econo- cuando el Estado aumentó su intervención en la economía y abrió mayo-
mía monoproductora dominada por la minería. Los avances y limitacio- res oportunidades para los ingenieros nacionales.
nes profesionales de la ingeniería reflejaron esta situación económica y so-
cial. Sin duda Bolivia se encontró mejor preparada para afrontar los
desafíos que le plantearía la Revolución Nacional de 1952 con el desarrollo
de la ingeniería ocurrido en la primera mitad del siglo. Hacia 1950, la
estructura profesional del país cambi6 (como lo demuestran las cifras cen-
sales, véase Cuadro 5). En este proceso de modernización, en el cual dis-
minuyó el peso relativo de las profesiones tradicionales como el derecho,
la ingeniería desempeño un rol central al crecer a una tasa del 3.8% anual.

Cuadro 5
Abogados, médicos, ingenieros y población total en 1900 y 1950
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1900 1950 Tasa anual de


crecimiento (%)
Total % Total %
Abogados 1,546 68.3 1,558 31.7 0.02
Médicos 476 21.0 1,800 36.6 2.70
Ingenieros 243 10.7 1,564 31.8 3.80
Total 2)64 100.0 4,922 100.0
Población total 1,696.4 3,019.0 1.16
(en miles)
Fuente: Manuel E. Contreras, "The Formation of a Technical Elite in Latin America: Mi-
ning Engineering and the Engineering Profession in Bolivia, 1900-1954", tesis doctoral iné-
dita (Columbia University, 1990), Apéndice 5.

71. "Editorial", BSIB 26 (1947): 1-4.

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156 Manuel E. Contreras Ingeniería y Estado en Bolivia durante la primera mitad del siglo XX 157

Moderna", (2) "En Bolivia el Ingeniero Nacional está supeditado al Técnico Este trabajo sugiere que el desarrollo de la ingeniería boliviana duran-
Extranjero", y (3) "La Ingeniería Nacional es Empírica", es decir que te la segunda mitad del siglo XX se basó en los avances logrados durante
muchas personas trabajaban como ingenieros, sin tener el diploma, y los las primeras décadas. Ello permitió que se desarrollasen características
diplomados debían trabajar sin el apoyo de laboratorios y centros de in- profesionales claves para la ingeniería como status y cierto prestigio social,
vestigación.71 reproducción de sus cuadros, cuasi-monopolización de un sector del mer-
Si bien la síntesis puede haber sido correcta, se había avanzado signifi- cado laboral y discursos tecnocráticos que consolidaron e incrementaron
cativamente en la relación a la situación de principios del siglo XX. La pre- su autoridad en la sociedad. La profesionalización de la ingeniería fue par-
sencia del ingeniero en la sociedad había aumentado en forma cuantitativa te de una modernización social donde el desarrollo económico se constitu-
y cualitativa y, si todavía había mucho camino por recorrer, se debía a ra- yó en el factor decisivo. Esto fue evidente con la nacionalización de 1952
zones estructurales. Bolivia era un país poco desarrollado, con una econo- cuando el Estado aumentó su intervención en la economía y abrió mayo-
mía monoproductora dominada por la minería. Los avances y limitacio- res oportunidades para los ingenieros nacionales.
nes profesionales de la ingeniería reflejaron esta situación económica y so-
cial. Sin duda Bolivia se encontró mejor preparada para afrontar los
desafíos que le plantearía la Revolución Nacional de 1952 con el desarrollo
de la ingeniería ocurrido en la primera mitad del siglo. Hacia 1950, la
estructura profesional del país cambi6 (como lo demuestran las cifras cen-
sales, véase Cuadro 5). En este proceso de modernización, en el cual dis-
minuyó el peso relativo de las profesiones tradicionales como el derecho,
la ingeniería desempeño un rol central al crecer a una tasa del 3.8% anual.

Cuadro 5
Abogados, médicos, ingenieros y población total en 1900 y 1950

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1900 1950 Tasa anual de
crecimiento (%)
Total % Total %
Abogados 1,546 68.3 1,558 31.7 0.02
Médicos 476 21.0 1,800 36.6 2.70
Ingenieros 243 10.7 1,564 31.8 3.80
Total 2)64 100.0 4,922 100.0
Población total 1,696.4 3,019.0 1.16
(en miles)
Fuente: Manuel E. Contreras, "The Formation of a Technical Elite in Latin America: Mi-
ning Engineering and the Engineering Profession in Bolivia, 1900-1954", tesis doctoral iné-
dita (Columbia University, 1990), Apéndice 5.

71. "Editorial", BSIB 26 (1947): 1-4.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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ANEXO V
Bibliografias de revistas científicas peruanas

Calderón, Savia A. "Indice de la Revista de Medicina Experimental. 1942-


1960". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Campos, Lilia. Trabajos y Publicaciones del Instituto de Investigaciones de Altura


1961-1976. Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1976.

Clement, Jean Pierre. "Indices del Mercurio Peruano: 1790-1795". Fénix, Revista
de la Biblioteca Nacional. 26-27 (1976-77): 5-234.

Diaz Marín, Santos. Indice analítico del Boletín de la Sociedad Geográfica de


Lima, Tomo I al CIV, años 1891 a 1984. Ed. Santiago E. Antúnez de
Mayolo. Lima: Imp. Benito, 1988.

Duarte de Morales, Cristina y Raquel Zegarra Lanfranco. Indice de los Anales


de la Facultad de Medicina: 1919-1956. Lima: Univ. de San Marcos,
1956.

Espejo Nuñéz, Teófilo. "Indice de la Revista del Museo Nacional, 1932-1947".


Boletín Bibliográfico de San Marcos 22 (1949) 29-79.

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Kamimoto, Margarita H. "Bibliografía de Matemáticas en el Perú durante los
siglos XVIII y XIX.". Boletín de la Biblioteca Nacional 63-64 (1972): 5-
46.

Laura Elescano, Luz Aida. "Indice de la Revista Peruana de Radiología". Tesis,


Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Mariátegui, Javier y Ramón León. La Revista de Psiquiatría y Disciplinas Cone-


xas) 1918-1924. Lima: Ed. Minerva, 1987.

Palomino Morales, Rosa M. "Fichado analítico de la Revista Peruana de Pato-


logía. 1956-1969". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.

Rivera, Rosalina. "Indice Clasificado de los Boletines de la Sociedad Geológi-


ca del Perú". Boletín de la Sociedad Geológica del Perú 45 (1975): 99-158.

Ruiz Guerrero, Lidia. "Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas del Perú, Fi-
chado Analítico, 1902-1948". Tesis, Escuela de Bibliotecarios, 1971.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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Guía para la historia de la ciencia:
Archivos y bibliotecas en Lima1
Marcos Cueto

LAS GUÍAS, LOS inventarios y los catálogos de archivos y bibliotecas son


herramientas indispensables para la investigación histórica porque permiten
conocer los documentos, planificar el trabajo y ahorrar esfuerzos. 2 Un
conocimiento más detallado del contenido de los repositorios promueve el
desarrollo de áreas especializadas de la historia social como es, el caso de la
historia de la ciencia. En los últimos años esta área ha recibido cierta aten-
ción por parte de historiadores, médicos y científicos peruanos que han
escrito libros y artículos generalmente basados en fuentes secundarias o en

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manuscritos publicados. Por otro lado, algunos investigadores extranjeros
han publicado trabajos sobre la historia de la ciencia peruana basándose
principalmente en las fuentes que han podido encontrar fuera del Perú.

1. La investigación de este trabajo se realizó gracias a una beca del National En-
dowment for the Humanities RH-21120-93 que tuvo como investigador principal a Tho-
mas F. Glick.
2. Para una visión general de los archivos en el Perú, véase Raul Porras Barrenechea,
Fuentes Históricas Peruanas (Lima: Juan Mejía Baca & P.L. Villanueva Editores, 1954); Ru-
bén Vargas Ugarte, Manual de Estudios Peruanistas (Lima: Lib. e Imp. Gil, 1959); Jorge Ba-
sadre, Introducción a las bases documentales para la Historia de la República del Perú, con algunas
reflexiones,2 vols., (Lima: P.L. Villanueva, 1971); Fernando Silva Santisteban, "Algunos Ar-
chivos Históricos y Repositorios de Lima", Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional 12 (1956-
1957): 145-181; y Lewis Hanke, Guía de las fuentes en Hispanoamérica para el estudio de la
administración virreinal española en México y en el Perú, 1535-1700 (Washington D.C.:
Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos, 1980).

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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160 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 161

El propósito de este trabajo es ofrecer una guía de las fuentes existen- corte netamente tecnológico, que servirían a los historiadores de la tecno-
tes en los archivos de la ciudad de Lima para el estudio de la historia de la logía, como, por ejemplo, los registros de patentes de invención que exis-
ciencia en el Perú con la esperanza que estos documentos sean utilizados en ten en el Archivo General de la Nación. Tampoco he incluido los diversos
análisis históricos con una mayor base documental. Asimismo, hemos manuscritos sobre asuntos de farmacopea y hospitales coloniales y repu-
incluido cinco anexos que serán útiles como catálogos de documentos y blicanos existentes en la Biblioteca Nacional y en otros repositorios.5
publicaciones de algunos de los fondos de la Biblioteca Nacional, y como Finalmente, me he concentrado en los archivos y en los fondos accesi-
orientación sobre la organización y contenido de los fondos relacionados bles a los investigadores. Por ello no he prestado mucha atención a los va-
con la historia de la ciencia en los archivos de San Marcos y de la Marina. liosos materiales que pueden existir en ministerios, universidades, museos
Por último se ha incluido un anexo sobre las bibliografías de revistas cien- y colecciones públicas y privadas, pero cuyos fondos de materiales científi-
tíficas peruanas. cos son limitados o cuyo acceso es difícil para el investigador. Siguiendo
Debido a que esta guía no pretende abarcar todos los documentos un método aceptado he ordenado la presentación de materiales por los
existentes en Lima y posibles de ser utilizados en la historia de la ciencia, principales repositorios de Lima.6
vale la pena empezar por señalar sus alcances y sus limitaciones. En esta
guía he concentrado mis esfuerzos en tratar de cubrir las fuentes no publi-
cadas producidas durante los siglos XVIII, XIX y XX que ilustran el desa- 1. BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ 7
rrollo de las matemáticas, las ciencias físicas, las ciencias de la tierra, las
ciencias biológicas y las ciencias médicas.3 Sin embargo, he mantenido un De todos los fondos de fuentes primarias y secundarias existentes en
criterio relativamente amplio de lo que puede considerarse como activida- Lima, uno de las más importante por su variedad, extensión en el tiempo
des científicas y he incluido algunos materiales que podrían ser considera- y facilidad de consulta, es la Oficina de Investigaciones y Fondos Biblio-
dos como propios de la historia de la medicina, de la educación superior o gráficos, antiguamente llamada y aún popularmente conocida como "Sala
de la tecnología. de Investigaciones" de la Biblioteca Nacional. Otro de los atractivos de
Esta guía reseña algunos de los acontecimientos científicos más im- esta Sala es que cuenta con una variedad de libros, folletos y mapas publi-
portantes del país pero no es una historia abreviada de la historia de la cados en el Perú que complementan la labor del historiador.8 Para nuestro
ciencia peruana, ya que por ejemplo sobre muchos personajes y hechos propósito podemos considerar a la sala como dividida en dos grandes sec-
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

importantes no hemos encontrado documentación en los archivos aquí ciones: manuscritos e impresos.
mencionados. Por ejemplo, acerca de Pedro de Peralta, el astrónomo, es-
critor y catedrático de matemáticas en San Marcos, no hemos encontrado
manuscritos en los archivos aquí reseñados.4 La guía no incluye fondos de Astrónomo", Revista Histórica 29 (1936): 105-123. Para una visión general de la historia de la
ciencia en el Perú, véase el capítulo I de Marcos Cueto, Excelencia cientiftca en la periferia,
actividades científtcas e investigación biomédica en el Perú, 1890-1950 (lima: Grade/CON-
CYTEC, 1989).
5. Existen valiosos documentos sobre hospitales y boticas en el Archivo Arsobispal de
3. Hipólito Unanue es uno de los pocos científicos peruanos cuyas obras han sido pu- Lima. Véase Rafael Varón Gabai, "El Archivo Arzobispal de Lima, Apuntes históricos y ar-
blicadas, véase Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú, Colec- chivísticos", Historia y Cultura 20 (1990): 351-360.
ción Documental de la Independencia del Perú, Tomo I, Los Ideólogos, Volumen 8, Hipólito Una- 6. Un antecedente de esta guía es, Ana María Ribeiro de Andrade, Adriana Xavier
nue (Lima: Ed. Jurídica, 1974). Asimismo en Manuel de Odriozola, Colección de Documentos Gouveia de Oliveira, y Marco Andre Ballousier Ancora da Luz, Guía de Instituçóes e Archivos
Literarios del Perú (Lima: A. Alfare, 1863·1877) aparecen trabajos de Cosme Bueno (vol. Privados para a História da Ciéncia e da Técnica no Río de Janeiro (Rio de Janeiro: Museu de
IV), Tadeo Haenke (vol. II) e Hipolito Unanue (vol. VI). Para la ubicación original de los Astronomía e Ciencias Afins, 1991).
"documentos" de Odriozola debe revisarse Emilia Romero, Indice de los Documentos de Odrio- 7. La Biblioteca Nacional está ubicada en el centro de Lima en la Av. Abancay, cuadra 4.
zola (Lima: Comp. Azángaro, 1946). 8. Es posible solicitar desde la Sala de Investigaciones las publicaciones de otras salas de
4. Sobre Peralta, Irving Leonard, "Don Pedro de Peralta y Barnuevo", Revista Histórica la Biblioteca. Los fondos de la Biblioteca están descritos en los seis volúmenes de: Biblioteca
10 (1936): 45·75, Idem, "Los Libros en el inventario de bienes de Don Pedro de Peralta" Nacional del Perú, Catálogo de Autortres de la Colección Peruana (Boston: G.K. Hall & Co.,
Boletín Bibliogrriftco de San Marcos 11 (1941): 1-7; y Manuel Moreyra y Paz Soldán, "Peralta 1979).
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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160 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 161

El propósito de este trabajo es ofrecer una guía de las fuentes existen- corte netamente tecnológico, que servirían a los historiadores de la tecno-
tes en los archivos de la ciudad de Lima para el estudio de la historia de la logía, como, por ejemplo, los registros de patentes de invención que exis-
ciencia en el Perú con la esperanza que estos documentos sean utilizados en ten en el Archivo General de la Nación. Tampoco he incluido los diversos
análisis históricos con una mayor base documental. Asimismo, hemos manuscritos sobre asuntos de farmacopea y hospitales coloniales y repu-
incluido cinco anexos que serán útiles como catálogos de documentos y blicanos existentes en la Biblioteca Nacional y en otros repositorios.5
publicaciones de algunos de los fondos de la Biblioteca Nacional, y como Finalmente, me he concentrado en los archivos y en los fondos accesi-
orientación sobre la organización y contenido de los fondos relacionados bles a los investigadores. Por ello no he prestado mucha atención a los va-
con la historia de la ciencia en los archivos de San Marcos y de la Marina. liosos materiales que pueden existir en ministerios, universidades, museos
Por último se ha incluido un anexo sobre las bibliografías de revistas cien- y colecciones públicas y privadas, pero cuyos fondos de materiales científi-
tíficas peruanas. cos son limitados o cuyo acceso es difícil para el investigador. Siguiendo
Debido a que esta guía no pretende abarcar todos los documentos un método aceptado he ordenado la presentación de materiales por los
existentes en Lima y posibles de ser utilizados en la historia de la ciencia, principales repositorios de Lima.6
vale la pena empezar por señalar sus alcances y sus limitaciones. En esta
guía he concentrado mis esfuerzos en tratar de cubrir las fuentes no publi-
cadas producidas durante los siglos XVIII, XIX y XX que ilustran el desa- 1. BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ 7
rrollo de las matemáticas, las ciencias físicas, las ciencias de la tierra, las
ciencias biológicas y las ciencias médicas.3 Sin embargo, he mantenido un De todos los fondos de fuentes primarias y secundarias existentes en
criterio relativamente amplio de lo que puede considerarse como activida- Lima, uno de las más importante por su variedad, extensión en el tiempo
des científicas y he incluido algunos materiales que podrían ser considera- y facilidad de consulta, es la Oficina de Investigaciones y Fondos Biblio-
dos como propios de la historia de la medicina, de la educación superior o gráficos, antiguamente llamada y aún popularmente conocida como "Sala
de la tecnología. de Investigaciones" de la Biblioteca Nacional. Otro de los atractivos de
Esta guía reseña algunos de los acontecimientos científicos más im- esta Sala es que cuenta con una variedad de libros, folletos y mapas publi-
portantes del país pero no es una historia abreviada de la historia de la cados en el Perú que complementan la labor del historiador.8 Para nuestro
ciencia peruana, ya que por ejemplo sobre muchos personajes y hechos propósito podemos considerar a la sala como dividida en dos grandes sec-

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importantes no hemos encontrado documentación en los archivos aquí ciones: manuscritos e impresos.
mencionados. Por ejemplo, acerca de Pedro de Peralta, el astrónomo, es-
critor y catedrático de matemáticas en San Marcos, no hemos encontrado
manuscritos en los archivos aquí reseñados.4 La guía no incluye fondos de Astrónomo", Revista Histórica 29 (1936): 105-123. Para una visión general de la historia de la
ciencia en el Perú, véase el capítulo I de Marcos Cueto, Excelencia cientiftca en la periferia,
actividades científtcas e investigación biomédica en el Perú, 1890-1950 (lima: Grade/CON-
CYTEC, 1989).
5. Existen valiosos documentos sobre hospitales y boticas en el Archivo Arsobispal de
3. Hipólito Unanue es uno de los pocos científicos peruanos cuyas obras han sido pu- Lima. Véase Rafael Varón Gabai, "El Archivo Arzobispal de Lima, Apuntes históricos y ar-
blicadas, véase Comisión Nacional del Sesquicentenario de la Independencia del Perú, Colec- chivísticos", Historia y Cultura 20 (1990): 351-360.
ción Documental de la Independencia del Perú, Tomo I, Los Ideólogos, Volumen 8, Hipólito Una- 6. Un antecedente de esta guía es, Ana María Ribeiro de Andrade, Adriana Xavier
nue (Lima: Ed. Jurídica, 1974). Asimismo en Manuel de Odriozola, Colección de Documentos Gouveia de Oliveira, y Marco Andre Ballousier Ancora da Luz, Guía de Instituçóes e Archivos
Literarios del Perú (Lima: A. Alfare, 1863·1877) aparecen trabajos de Cosme Bueno (vol. Privados para a História da Ciéncia e da Técnica no Río de Janeiro (Rio de Janeiro: Museu de
IV), Tadeo Haenke (vol. II) e Hipolito Unanue (vol. VI). Para la ubicación original de los Astronomía e Ciencias Afins, 1991).
"documentos" de Odriozola debe revisarse Emilia Romero, Indice de los Documentos de Odrio- 7. La Biblioteca Nacional está ubicada en el centro de Lima en la Av. Abancay, cuadra 4.
zola (Lima: Comp. Azángaro, 1946). 8. Es posible solicitar desde la Sala de Investigaciones las publicaciones de otras salas de
4. Sobre Peralta, Irving Leonard, "Don Pedro de Peralta y Barnuevo", Revista Histórica la Biblioteca. Los fondos de la Biblioteca están descritos en los seis volúmenes de: Biblioteca
10 (1936): 45·75, Idem, "Los Libros en el inventario de bienes de Don Pedro de Peralta" Nacional del Perú, Catálogo de Autortres de la Colección Peruana (Boston: G.K. Hall & Co.,
Boletín Bibliogrriftco de San Marcos 11 (1941): 1-7; y Manuel Moreyra y Paz Soldán, "Peralta 1979).
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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162 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 163

Los dos primeros anexos ―que son catálogos de documentos y publi- Otros manuscritos están relacionados con el médico Cosme Bueno
caciones― reseñan algunos de los valiosos materiales que pueden encon- quien fue uno de los primeros partidarios de las ideas de Boerhaave y de
trarse en la Biblioteca Nacional. El primer anexo describe algunos de los Newton en el Perú e introdujo en el país una serie de remedios novedosos
documentos existentes en la sección Manuscritos para los siglos XVIII, para la época como el opio, el antimonio, la cicuta y el mercurio. En las
XIX y comienzos del siglo XX. El Anexo II consigna los folletos ―muchos colecciones X y Zegarra de la "Sala de Investigaciones" se encuentran al-
de los cuales pueden ser considerados difíciles de ubicar en otra bi- gunas publicaciones de Bueno, generalmente extraídas del Conocimiento de
blioteca― y algunos libros existentes en las colecciones "X," Zegarra y Po- los Tiempos, una publicación de la que fue editor como cosmógrafo mayor
rras de la "Sala de Investigaciones" que ilustran el desarrollo de la ciencia del reino entre 1757 y 1798 (El cargo fue creado a comienzos del siglo
peruana durante el siglo XIX. XVII). 11
Entre los manuscritos de comienzos del siglo XVIII se encuentran Con respecto al siglo XVIII, en la sección manuscritos se conservan
dos fechados en 1730 y 1736 relacionados con Jorge Juan y Antonio de los inventarios de las bibliotecas de algunos conventos y colegios colonia-
Ulloa y con la expedición científica que debía medir un arco del meridia- les, como por ejemplo, el del colegio de San Pablo, el más notable de los
no terrestre en el Ecuador. Esta fue una de las primeras de una serie de ex- colegios que los jesuítas crearon en el Perú.12 Este inventario fechado en
pediciones europeas que durante el siglo XVIII recorrieron el territorio 1767, incluye publicaciones científicas como las Memorias de la Academia
peruano generalmente como parte de un proyecto de la monarquía bor- Francesa de Ciencias, y obras de Newton, Descartes, Leibniz, Bacon y
bónica de enriquecer sus conocimientos sobre el mundo natural e incre- Galileo. Asimismo, en la sección Manuscritos existen algunos documentos
mentar el control real sobre los territorios coloniales.9 sobre el paso por Lima y por otras regiones del país de Hipólito Ruiz,
Otro de los primeros manuscritos del Anexo I está relacionado con José Pavón, Juan Tafalla y otros miembros de la expedición botánica, que
uno de los primeros naturalistas nacidos en el Perú: Eusebio Llano de Za- se inició en 1777 en España y se extendió en el Perú hasta 1815. 13
pata. Llano de Zapata se estableció en Cádiz, España, en 1756 (ciudad en Asimismo, en la sección Manuscritos se encuentran dos obras impor-
la que murió en 1780), y fue autor de informes sobre terremotos en Lima tantes de divulgación popular de remedios y tratamientos de Martín Del-
(incluyendo uno en que indicaba que tipo de construcciones eran las más gar fechadas en 1800 y 1836. Delgar fue un cirujano que llegó al Perú de
resistentes a los sismos y sugería que el origen de estos se encontraba en el Europa a mediados del siglo XVIII y se distinguió por sus curaciones "mi-
mar), y de la enciclopédica Memorias Histórico Físico Apológeticas de la Amé- lagrosas", especialmente en provincias.
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rica Meridional. Asimismo, la "Sala de Investigaciones" de la Biblioteca Algunos de los más valiosos materiales existentes en la sección Ma-
Nacional cuenta con publicaciones de Llano de Zapata.10 nuscritos de la "Sala de Investigaciones" son los más de 36 documentos

9. De esta expedición se publicaron materiales de la Biblioteca Nacional en Carlos A. Torre Revello, "Noticia sobre José Eusebio de Llano Zapata, historiador peruano del siglo
Romero, "Algunos documentos sobre la Misión Geodésica Francesa de 1736", Revista Histó- XVIII", Revista de Historia de América 13 (1941): 5-39.
rica 10 (1936): 107-117. Con respecto a las expediciones científicas españolas, véase el nú- 11. Entre ellas se encuentran: Inoculación de las viruelas (Lima: Imp. de los niños huér-
mero monografico titulado "Ciencia y contexto histórico nacional en las expediciones ilustra- fanos, 1778); y Tablas de las declinaciones del sol calculadas al meridiano de Lima que pueden ser-
das a América", de Revista de Indias 47,180 (1987): 357-700. vir sin error sensible desde el año de 1764 hasta el de 1775 inclusive (Lima: Calle de la Encuna-
10. Sobre este naturalista existen, por lo menos 8 publicaciones en la Sala de Investiga- ción, 1763). Algunos trabajos de Bueno han sido publicados por Carlos Daniel Valcárcel en:
ciones entre las que se encuentran Eusebio Llano de Zapata, Resolución physico-matemática so- Cosme Bueno, Geografía del Perú Virreynal (Siglo XVIII) (Lima: D. Miranda, 1951).
bre la formación de los cometas y efecto: que causan sus impresiones (Lima: Imp. de Lima, 1743): 12. Sobre San Pablo, véase Luis Martín, "La Biblioteca del Colegio de San Pablo
Idem, Narración circunstanciada de la deplorable catástrofe sufrida en la ciudad de Lima (Lima: (1568-1767), Antecedente de la Biblioteca Nacional", Fénix 21 (1971): 25-37, e Idem, The
Imp. de la libertad, 1747). Existen también de este autor una Respuesta dada al Rey Don Fer- Intellectual Conquest of Peru: The Jesuit College of San Pablo: 1568-1767 (New York: Fordham
nando VII sobre una pregunta que hizo a un matemático de Lima sobre el terremoto acaecido en el Univ. Press, 1968).
dia primero de Noviembre de 1755. (Sevilla: Imp. Real de la Viuda de Diego Lopez de Haro, 13. Eduardo Estrella, "Contribución al Estudio de la Obra Quinológica de José Pa-
1756) que se conserva en la Lilly Library, Bloomington, Indiana, USA. Véase también Félix vón", Asclepio 39 (1987): 27-52, y Arthur R. Steele, Flowers for the King: The Expedition of
Alvarez Brum, "José Eusebio Llano de Zapata", Nueva Coronica 1 (1963): 33-103; y José Ruiz y Papón and the Flora of Peru. (Durham: Duke Univ. Press, 1964).

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162 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 163

Los dos primeros anexos ―que son catálogos de documentos y publi- Otros manuscritos están relacionados con el médico Cosme Bueno
caciones― reseñan algunos de los valiosos materiales que pueden encon- quien fue uno de los primeros partidarios de las ideas de Boerhaave y de
trarse en la Biblioteca Nacional. El primer anexo describe algunos de los Newton en el Perú e introdujo en el país una serie de remedios novedosos
documentos existentes en la sección Manuscritos para los siglos XVIII, para la época como el opio, el antimonio, la cicuta y el mercurio. En las
XIX y comienzos del siglo XX. El Anexo II consigna los folletos ―muchos colecciones X y Zegarra de la "Sala de Investigaciones" se encuentran al-
de los cuales pueden ser considerados difíciles de ubicar en otra bi- gunas publicaciones de Bueno, generalmente extraídas del Conocimiento de
blioteca― y algunos libros existentes en las colecciones "X," Zegarra y Po- los Tiempos, una publicación de la que fue editor como cosmógrafo mayor
rras de la "Sala de Investigaciones" que ilustran el desarrollo de la ciencia del reino entre 1757 y 1798 (El cargo fue creado a comienzos del siglo
peruana durante el siglo XIX. XVII). 11
Entre los manuscritos de comienzos del siglo XVIII se encuentran Con respecto al siglo XVIII, en la sección manuscritos se conservan
dos fechados en 1730 y 1736 relacionados con Jorge Juan y Antonio de los inventarios de las bibliotecas de algunos conventos y colegios colonia-
Ulloa y con la expedición científica que debía medir un arco del meridia- les, como por ejemplo, el del colegio de San Pablo, el más notable de los
no terrestre en el Ecuador. Esta fue una de las primeras de una serie de ex- colegios que los jesuítas crearon en el Perú.12 Este inventario fechado en
pediciones europeas que durante el siglo XVIII recorrieron el territorio 1767, incluye publicaciones científicas como las Memorias de la Academia
peruano generalmente como parte de un proyecto de la monarquía bor- Francesa de Ciencias, y obras de Newton, Descartes, Leibniz, Bacon y
bónica de enriquecer sus conocimientos sobre el mundo natural e incre- Galileo. Asimismo, en la sección Manuscritos existen algunos documentos
mentar el control real sobre los territorios coloniales.9 sobre el paso por Lima y por otras regiones del país de Hipólito Ruiz,
Otro de los primeros manuscritos del Anexo I está relacionado con José Pavón, Juan Tafalla y otros miembros de la expedición botánica, que
uno de los primeros naturalistas nacidos en el Perú: Eusebio Llano de Za- se inició en 1777 en España y se extendió en el Perú hasta 1815. 13
pata. Llano de Zapata se estableció en Cádiz, España, en 1756 (ciudad en Asimismo, en la sección Manuscritos se encuentran dos obras impor-
la que murió en 1780), y fue autor de informes sobre terremotos en Lima tantes de divulgación popular de remedios y tratamientos de Martín Del-
(incluyendo uno en que indicaba que tipo de construcciones eran las más gar fechadas en 1800 y 1836. Delgar fue un cirujano que llegó al Perú de
resistentes a los sismos y sugería que el origen de estos se encontraba en el Europa a mediados del siglo XVIII y se distinguió por sus curaciones "mi-
mar), y de la enciclopédica Memorias Histórico Físico Apológeticas de la Amé- lagrosas", especialmente en provincias.

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rica Meridional. Asimismo, la "Sala de Investigaciones" de la Biblioteca Algunos de los más valiosos materiales existentes en la sección Ma-
Nacional cuenta con publicaciones de Llano de Zapata.10 nuscritos de la "Sala de Investigaciones" son los más de 36 documentos

9. De esta expedición se publicaron materiales de la Biblioteca Nacional en Carlos A. Torre Revello, "Noticia sobre José Eusebio de Llano Zapata, historiador peruano del siglo
Romero, "Algunos documentos sobre la Misión Geodésica Francesa de 1736", Revista Histó- XVIII", Revista de Historia de América 13 (1941): 5-39.
rica 10 (1936): 107-117. Con respecto a las expediciones científicas españolas, véase el nú- 11. Entre ellas se encuentran: Inoculación de las viruelas (Lima: Imp. de los niños huér-
mero monografico titulado "Ciencia y contexto histórico nacional en las expediciones ilustra- fanos, 1778); y Tablas de las declinaciones del sol calculadas al meridiano de Lima que pueden ser-
das a América", de Revista de Indias 47,180 (1987): 357-700. vir sin error sensible desde el año de 1764 hasta el de 1775 inclusive (Lima: Calle de la Encuna-
10. Sobre este naturalista existen, por lo menos 8 publicaciones en la Sala de Investiga- ción, 1763). Algunos trabajos de Bueno han sido publicados por Carlos Daniel Valcárcel en:
ciones entre las que se encuentran Eusebio Llano de Zapata, Resolución physico-matemática so- Cosme Bueno, Geografía del Perú Virreynal (Siglo XVIII) (Lima: D. Miranda, 1951).
bre la formación de los cometas y efecto: que causan sus impresiones (Lima: Imp. de Lima, 1743): 12. Sobre San Pablo, véase Luis Martín, "La Biblioteca del Colegio de San Pablo
Idem, Narración circunstanciada de la deplorable catástrofe sufrida en la ciudad de Lima (Lima: (1568-1767), Antecedente de la Biblioteca Nacional", Fénix 21 (1971): 25-37, e Idem, The
Imp. de la libertad, 1747). Existen también de este autor una Respuesta dada al Rey Don Fer- Intellectual Conquest of Peru: The Jesuit College of San Pablo: 1568-1767 (New York: Fordham
nando VII sobre una pregunta que hizo a un matemático de Lima sobre el terremoto acaecido en el Univ. Press, 1968).
dia primero de Noviembre de 1755. (Sevilla: Imp. Real de la Viuda de Diego Lopez de Haro, 13. Eduardo Estrella, "Contribución al Estudio de la Obra Quinológica de José Pa-
1756) que se conserva en la Lilly Library, Bloomington, Indiana, USA. Véase también Félix vón", Asclepio 39 (1987): 27-52, y Arthur R. Steele, Flowers for the King: The Expedition of
Alvarez Brum, "José Eusebio Llano de Zapata", Nueva Coronica 1 (1963): 33-103; y José Ruiz y Papón and the Flora of Peru. (Durham: Duke Univ. Press, 1964).

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
http://ebookcentral.proquest.com
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164 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 165

sobre el Barón de Nordenflicht (sólo algunos de los cuales aparecen en el En la sección Correspondencia Particular-Onomástico de la sección
Anexo I).14 Este ingeniero y metalurgista sueco llegó al Virreinato del Manuscritos de la "Sala de Investigaciones" existen 41 cartas del notable
Perú a fines del siglo XVIII como jefe de una expedición enviada por la médico ilustrado Hipólito Unanue. Entre las diversas actividades de Una-
corona española cuyo objetivo era elevar la producción de sus minas e in- nue estuvieron la de ser escritor en el Mercurio Peruano, Protomédico y
troducir el sistema de amalgamación de plata usado en Sajonia. Asimismo, Cosmógrafo del Virreynato, fundador del Anfiteatro Anatómico en 1792
existen unos diez documentos (que sí aparecen en el Anexo I) relacionados y de la primera escuela de medicina del Perú llamada Real Colegio de Me-
a Federico Mothes, uno de los mineralogistas más destacados de esta dicina de San Fernando en 1808, y autor de la celebrada Observaciones so-
expedición.15 La mayoría de los documentos tienen que ver con los expe- bre el Clima de Lima y su influencia en los seres organizados, en especial el
rimentos del laboratorio químico metalúrgico que se instaló en Lima y hombre (1806).18 Las cartas de Unanue están fechadas entre 1807 y 1826,
con las actividades realizadas en el importante centro minero de Huanca- y la mayoría corresponden a sus años de actividad política.
velica que proveía el mercurio indispensable para la explotación de la plata Asimismo, el Anexo I consigna un grupo de documentos del médico
(Sobre el trabajo de Nordenflicht y de otros expertos mineros en Huanca- José Casimiro Ulloa, quien fue uno de los primeros peruanos que estudió
velica, cuyos documentos aparecen mencionados en el Anexo I, véase el en París a mediados del siglo pasado y que contribuyó a consolidar la in-
artículo de Kendall Brown en este mismo volumen). fluencia de la medicina francesa en el Perú. Ulloa fue, además, secretario
Otra documentación importante que existe en la "Sala de Investiga- de la Facultad de Medicina, encargado de los primeros hospitales de enfer-
ciones" es la relacionada con el naturalista del siglo XIX, Antonio Rai- mos mentales y fundador de la Sociedad Médica de Lima que publicó el
mondi (al respecto véase la sección dedicada al Museo Raimondi). Dentro más importante periódico médico del siglo pasado: La Gaceta Médica
del fichero denominado Correspondencia Particular-Onomástico de la (1856-1869, y 1875-1880).
misma sección de Manuscritos se encuentran las referencias a 102 cartas Los documentos denominados "Copias" son transcripciones de apun-
de Antonio Raimondi. La mayoría de ellas (100) están dirigidas a Miguel tes de clase de los alumnos que llevaban cursos en la Universidad de San
Colunga, quien fuera su discípulo y amigo (Estas cartas no se consignan Marcos. Estos materiales, que generalmente fueron producidos en los ini-
en el Anexo 1).16 Esta correspondencia cubre cerca de una década de viajes cios del siglo XX, son útiles para registrar autores, temas y métodos de en-
de Raimondi (de 1859 a 1868) y fue escrita desde las diversas localidades señanza científica.
del país en las que Raimondi se encontraba realizando su trabajo de natu- Entre los documentos sin fecha se encuentra un "Tratado de Medici-
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

ralista. Asimismo, en otra sección del mismo fondo puede encontrarse in- na" de Miguel Tafur que muy probablemente se trate del contemporáneo
teresantes documentos relacionados con Raimondi y que sí aparecen en el de Unanue. Tafur fue un médico limeño que regentó la cátedra de méto-
Anexo I.17 do y vísperas de medicina en la Universidad de San Marcos, fue vocal de
la Junta Conservadora del Fluido Vacuno, y Protomédico General desde
1821.19 Algunos valiosos manuscritos para la historia de la geografía de la
14. Algunos estudios sobre esta expedición son: Rose Marie Buechler, "Technical Aid" "Sala de Investigaciones" de la Biblioteca Nacional han sido publicados,
to Uppcr Peru: The Norderflicht Expedition", Journal of Latin American Studies 5 (1973): como el Derrotero General del Mar del Sur, que representa con dibujos la
37-77; Marie Helmer, "La Mission Nordenflicht and Amerique espagnole (1788), Echhec
d'une rcchnique nouvclle", Asclepio 2 (1987): 123-144.
costa occidental de la América del Sur desde Panamá a Magallanes ofre-
15. Un valioso estudio sobre uno de los miembros de la expedición es el de Carlos
Contreras, "Federico Mothes en Hualgayoc 1794-1798", Historias 28 (1992): 127-148.
16. Con respecto a Colunga, véase Oscar G. Pamo Reyna, "El Doctor Miguel de Fer-
nandez de Colunga (1836-1914), el Médico del Jardín Botánico", Boletín de la Sociedad Pe-
ruana de Medicina Interna 5 (1992): 92-96.
17. Diez cartas de Rairnondi dirigidas al historiador y geógrafo Mariano Felipe Paz
Soldán fueron publicadas en: Carlos Enrique Paz Soldán, "Algunas cartas inéditas del episto- 18. Sobre el Mercurio, véase Jean Pierre Clement, "Indices del Mercurio Peruano: 1790-
1795", Fénix, Revista de la Biblioteca Nacional 26-27 (1976-77): 5-234.
lario de Antonio Rairnondi", Anales de la Sociedad Peruana de Historia de la Medicina 2
(1949): 159-174. 19. Véase Juan B. Lastres, El Protomédico Miguel Tafur (Lima: s.i., 1954).

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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sobre el Barón de Nordenflicht (sólo algunos de los cuales aparecen en el En la sección Correspondencia Particular-Onomástico de la sección
Anexo I).14 Este ingeniero y metalurgista sueco llegó al Virreinato del Manuscritos de la "Sala de Investigaciones" existen 41 cartas del notable
Perú a fines del siglo XVIII como jefe de una expedición enviada por la médico ilustrado Hipólito Unanue. Entre las diversas actividades de Una-
corona española cuyo objetivo era elevar la producción de sus minas e in- nue estuvieron la de ser escritor en el Mercurio Peruano, Protomédico y
troducir el sistema de amalgamación de plata usado en Sajonia. Asimismo, Cosmógrafo del Virreynato, fundador del Anfiteatro Anatómico en 1792
existen unos diez documentos (que sí aparecen en el Anexo I) relacionados y de la primera escuela de medicina del Perú llamada Real Colegio de Me-
a Federico Mothes, uno de los mineralogistas más destacados de esta dicina de San Fernando en 1808, y autor de la celebrada Observaciones so-
expedición.15 La mayoría de los documentos tienen que ver con los expe- bre el Clima de Lima y su influencia en los seres organizados, en especial el
rimentos del laboratorio químico metalúrgico que se instaló en Lima y hombre (1806).18 Las cartas de Unanue están fechadas entre 1807 y 1826,
con las actividades realizadas en el importante centro minero de Huanca- y la mayoría corresponden a sus años de actividad política.
velica que proveía el mercurio indispensable para la explotación de la plata Asimismo, el Anexo I consigna un grupo de documentos del médico
(Sobre el trabajo de Nordenflicht y de otros expertos mineros en Huanca- José Casimiro Ulloa, quien fue uno de los primeros peruanos que estudió
velica, cuyos documentos aparecen mencionados en el Anexo I, véase el en París a mediados del siglo pasado y que contribuyó a consolidar la in-
artículo de Kendall Brown en este mismo volumen). fluencia de la medicina francesa en el Perú. Ulloa fue, además, secretario
Otra documentación importante que existe en la "Sala de Investiga- de la Facultad de Medicina, encargado de los primeros hospitales de enfer-
ciones" es la relacionada con el naturalista del siglo XIX, Antonio Rai- mos mentales y fundador de la Sociedad Médica de Lima que publicó el
mondi (al respecto véase la sección dedicada al Museo Raimondi). Dentro más importante periódico médico del siglo pasado: La Gaceta Médica
del fichero denominado Correspondencia Particular-Onomástico de la (1856-1869, y 1875-1880).
misma sección de Manuscritos se encuentran las referencias a 102 cartas Los documentos denominados "Copias" son transcripciones de apun-
de Antonio Raimondi. La mayoría de ellas (100) están dirigidas a Miguel tes de clase de los alumnos que llevaban cursos en la Universidad de San
Colunga, quien fuera su discípulo y amigo (Estas cartas no se consignan Marcos. Estos materiales, que generalmente fueron producidos en los ini-
en el Anexo 1).16 Esta correspondencia cubre cerca de una década de viajes cios del siglo XX, son útiles para registrar autores, temas y métodos de en-
de Raimondi (de 1859 a 1868) y fue escrita desde las diversas localidades señanza científica.
del país en las que Raimondi se encontraba realizando su trabajo de natu- Entre los documentos sin fecha se encuentra un "Tratado de Medici-

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ralista. Asimismo, en otra sección del mismo fondo puede encontrarse in- na" de Miguel Tafur que muy probablemente se trate del contemporáneo
teresantes documentos relacionados con Raimondi y que sí aparecen en el de Unanue. Tafur fue un médico limeño que regentó la cátedra de méto-
Anexo I.17 do y vísperas de medicina en la Universidad de San Marcos, fue vocal de
la Junta Conservadora del Fluido Vacuno, y Protomédico General desde
1821.19 Algunos valiosos manuscritos para la historia de la geografía de la
14. Algunos estudios sobre esta expedición son: Rose Marie Buechler, "Technical Aid" "Sala de Investigaciones" de la Biblioteca Nacional han sido publicados,
to Uppcr Peru: The Norderflicht Expedition", Journal of Latin American Studies 5 (1973): como el Derrotero General del Mar del Sur, que representa con dibujos la
37-77; Marie Helmer, "La Mission Nordenflicht and Amerique espagnole (1788), Echhec
d'une rcchnique nouvclle", Asclepio 2 (1987): 123-144.
costa occidental de la América del Sur desde Panamá a Magallanes ofre-
15. Un valioso estudio sobre uno de los miembros de la expedición es el de Carlos
Contreras, "Federico Mothes en Hualgayoc 1794-1798", Historias 28 (1992): 127-148.
16. Con respecto a Colunga, véase Oscar G. Pamo Reyna, "El Doctor Miguel de Fer-
nandez de Colunga (1836-1914), el Médico del Jardín Botánico", Boletín de la Sociedad Pe-
ruana de Medicina Interna 5 (1992): 92-96.
17. Diez cartas de Rairnondi dirigidas al historiador y geógrafo Mariano Felipe Paz
Soldán fueron publicadas en: Carlos Enrique Paz Soldán, "Algunas cartas inéditas del episto- 18. Sobre el Mercurio, véase Jean Pierre Clement, "Indices del Mercurio Peruano: 1790-
1795", Fénix, Revista de la Biblioteca Nacional 26-27 (1976-77): 5-234.
lario de Antonio Rairnondi", Anales de la Sociedad Peruana de Historia de la Medicina 2
(1949): 159-174. 19. Véase Juan B. Lastres, El Protomédico Miguel Tafur (Lima: s.i., 1954).

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ciendo detalles de los puertos, cerros, ríos, y otras características geográfi- También entre los folletos de la "Sala de Investigaciones" se conser-
cas.20 van varias obras del prolífico protomédico y escritor mulato José Manuel
Entre los folletos y publicaciones del siglo diecinueve que aparecen en Valdés (1767-1843), cuya carrera y obra representan el tránsito de la me-
el Anexo II se encuentra una obra del destacado naturalista de Bohemia dicina peruana entre la colonia y la república.21 El marino, matemático y
Tadeo Haenke, que realizó exploración botánica en Huánuco y en el Alto cosmógrafo Eduardo Carrasco (1779-1865), es otro científico peruano
Huallaga, como parte de la expedición Malaspina de fines del siglo XVIII importante de comienzos del siglo diecinueve, que aparece en los Anexos I
y posteriormente se estableció en Cochabamba, Bolivia. Asimismo, se en- y II con documentos valiosos. Carrasco realizó importantes mediciones
cuentran varias publicaciones producidas por exploradores del siglo pasa- y mapas en el litoral peruano en favor de la causa de la Independencia, es-
do como la del sargento mayor Pedro Beltrán que junto con los tenientes tableció en el Callao la primera escuela de la marina del período republica-
británicos Frederick Lowe y William Smith realizaron un viaje por los ríos no y poseyó una extensa biblioteca científica y un museo de historia natu-
Pachitea y Ucayali, y la del ingeniero Joaquín Capelo que como jefe de la ral.22 Asimismo, el Anexo II consigna una obra de astrónomo y magistra-
sección de Obras públicas del Ministerio de Gobierno inició la construc- do arequipeño Hipólito Sánchez y varias publicaciones del matemático y
ción del camino al valle de Chanchamayo y el Pichis a fines del siglo XIX. teniente del cosmografiato en Arequipa Juan de Dios Salazar.
Asimismo, el Anexo II consigna algunas de las obras del notable ex- Finalmente, entre las publicaciones del siglo pasado que se conservan
plorador del siglo pasado, Raimondi, incluyendo su detallado estudio so- en la "Sala de Investigaciones," se encuentran las de profesores europeos
bre los ríos, los caminos, la naturaleza y otras características de la entonces contratados por la Facultad de Medicina de la Universidad de San Marcos
provincia amazónica de Loreto. Estas obras sugieren la clara vinculación que intervinieron en asuntos científicos de interés nacional. Entre ellos
entre la exploración geográfica, los intereses comerciales y la expansión de destacaron el italiano Juan B. Copello, que dictó el primer curso de histo-
la presencia del Estado en el territorio peruano. Otro explorador extranje- ria de la medicina y el francés Jean B. Martinet que dictó un curso de Bo-
ro muy activo pero poco conocido fue el ingeniero sueco John W. tánica.
Nystrom, quien llegó al Perú en 1866 contratado por el gobierno y en sus
viajes descubrió depósitos minerales en el Cusco y exploró los ríos y cami-
nos de Chanchamayo. 2. ARCHIVO HISTÓRICO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL
De especial interés son las publicaciones del sabio huanuqueño Maria- MAYOR DE SAN MARCOS23
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

no D. Beraun Fuentes, quien fuera en distintos momentos de su vida,


profesor de física y matemáticas del Convictorio de San Carlos en Lima, Uno de los archivos más valiosos existentes en Lima pero menos utili-
rector del Colegio de Minería de Huánuco, y catedrático de matemáticas zados por los historiadores ha sido el de la Universidad de San Marcos. La
y astronomía de la Universidad de San Marcos. Asimismo, se encuentran mayoría de documentos relacionados con el quehacer científico en el Ar-
dos obras del último médico en ejercer la cátedra de matemáticas y el car- chivo Histórico de la Universidad de San Marcos, cubren el período de
go de cosmógrafo mayor Jase Gregario Paredes. (En el Anexo I aparece mediados del siglo XIX a mediados del siglo XX. La documentación colo-
un documento de Paredes fechado en 1816). Paredes fue oficial del Tri- nial y de la primera mitad del siglo XIX se perdió en gran parte al ser sa-
bunal del Protomedicato, catedrático de geometría en el colegio de medi- queada la Universidad por la tropa chilena de ocupación en 1881. Este
cina creado por Unanue, catedrático de prima de matemáticas en San
Marcos entre 1809 y 1839 y autor de las Guías de Forasteros de comienzos
del siglo XIX.
21. Véase Héctor López Martínez, El Protomédico Limeño José Manuel Valdés. (Lima:
Minerva, 1993).
20. Derrotero General del Mar del Sur del Capitán Pedro Hurtado de Mendoza, hecho por el 22. Véase Jorge Ortiz Sotelo, El contralmirante Eduardo Carresco (1779·1865) (Lima:
Capitán Manuel Joseph Hurtado en el Puerto del Callao, 1730, Edición Jorge Ortiz Sotelo,
Dirección de Intereses Marítimos, 1993).
23. Ubicado en el centro de Lima en el Parque Universitario, Avenida Nicolás de Pié-
(Lima: Dirección de Intereses Marítimos, 1993).
rola 1222.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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166 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 167

ciendo detalles de los puertos, cerros, ríos, y otras características geográfi- También entre los folletos de la "Sala de Investigaciones" se conser-
cas.20 van varias obras del prolífico protomédico y escritor mulato José Manuel
Entre los folletos y publicaciones del siglo diecinueve que aparecen en Valdés (1767-1843), cuya carrera y obra representan el tránsito de la me-
el Anexo II se encuentra una obra del destacado naturalista de Bohemia dicina peruana entre la colonia y la república.21 El marino, matemático y
Tadeo Haenke, que realizó exploración botánica en Huánuco y en el Alto cosmógrafo Eduardo Carrasco (1779-1865), es otro científico peruano
Huallaga, como parte de la expedición Malaspina de fines del siglo XVIII importante de comienzos del siglo diecinueve, que aparece en los Anexos I
y posteriormente se estableció en Cochabamba, Bolivia. Asimismo, se en- y II con documentos valiosos. Carrasco realizó importantes mediciones
cuentran varias publicaciones producidas por exploradores del siglo pasa- y mapas en el litoral peruano en favor de la causa de la Independencia, es-
do como la del sargento mayor Pedro Beltrán que junto con los tenientes tableció en el Callao la primera escuela de la marina del período republica-
británicos Frederick Lowe y William Smith realizaron un viaje por los ríos no y poseyó una extensa biblioteca científica y un museo de historia natu-
Pachitea y Ucayali, y la del ingeniero Joaquín Capelo que como jefe de la ral.22 Asimismo, el Anexo II consigna una obra de astrónomo y magistra-
sección de Obras públicas del Ministerio de Gobierno inició la construc- do arequipeño Hipólito Sánchez y varias publicaciones del matemático y
ción del camino al valle de Chanchamayo y el Pichis a fines del siglo XIX. teniente del cosmografiato en Arequipa Juan de Dios Salazar.
Asimismo, el Anexo II consigna algunas de las obras del notable ex- Finalmente, entre las publicaciones del siglo pasado que se conservan
plorador del siglo pasado, Raimondi, incluyendo su detallado estudio so- en la "Sala de Investigaciones," se encuentran las de profesores europeos
bre los ríos, los caminos, la naturaleza y otras características de la entonces contratados por la Facultad de Medicina de la Universidad de San Marcos
provincia amazónica de Loreto. Estas obras sugieren la clara vinculación que intervinieron en asuntos científicos de interés nacional. Entre ellos
entre la exploración geográfica, los intereses comerciales y la expansión de destacaron el italiano Juan B. Copello, que dictó el primer curso de histo-
la presencia del Estado en el territorio peruano. Otro explorador extranje- ria de la medicina y el francés Jean B. Martinet que dictó un curso de Bo-
ro muy activo pero poco conocido fue el ingeniero sueco John W. tánica.
Nystrom, quien llegó al Perú en 1866 contratado por el gobierno y en sus
viajes descubrió depósitos minerales en el Cusco y exploró los ríos y cami-
nos de Chanchamayo. 2. ARCHIVO HISTÓRICO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL
De especial interés son las publicaciones del sabio huanuqueño Maria- MAYOR DE SAN MARCOS23

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no D. Beraun Fuentes, quien fuera en distintos momentos de su vida,
profesor de física y matemáticas del Convictorio de San Carlos en Lima, Uno de los archivos más valiosos existentes en Lima pero menos utili-
rector del Colegio de Minería de Huánuco, y catedrático de matemáticas zados por los historiadores ha sido el de la Universidad de San Marcos. La
y astronomía de la Universidad de San Marcos. Asimismo, se encuentran mayoría de documentos relacionados con el quehacer científico en el Ar-
dos obras del último médico en ejercer la cátedra de matemáticas y el car- chivo Histórico de la Universidad de San Marcos, cubren el período de
go de cosmógrafo mayor Jase Gregario Paredes. (En el Anexo I aparece mediados del siglo XIX a mediados del siglo XX. La documentación colo-
un documento de Paredes fechado en 1816). Paredes fue oficial del Tri- nial y de la primera mitad del siglo XIX se perdió en gran parte al ser sa-
bunal del Protomedicato, catedrático de geometría en el colegio de medi- queada la Universidad por la tropa chilena de ocupación en 1881. Este
cina creado por Unanue, catedrático de prima de matemáticas en San
Marcos entre 1809 y 1839 y autor de las Guías de Forasteros de comienzos
del siglo XIX.
21. Véase Héctor López Martínez, El Protomédico Limeño José Manuel Valdés. (Lima:
Minerva, 1993).
20. Derrotero General del Mar del Sur del Capitán Pedro Hurtado de Mendoza, hecho por el 22. Véase Jorge Ortiz Sotelo, El contralmirante Eduardo Carresco (1779·1865) (Lima:
Capitán Manuel Joseph Hurtado en el Puerto del Callao, 1730, Edición Jorge Ortiz Sotelo,
Dirección de Intereses Marítimos, 1993).
23. Ubicado en el centro de Lima en el Parque Universitario, Avenida Nicolás de Pié-
(Lima: Dirección de Intereses Marítimos, 1993).
rola 1222.
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168 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 169

Archivo fue organizado originalmente en dos salas, de las cuales sólo una tuaciones literarias (ubicado en el Asiento 57 y con las fechas extremas de
llegó a funcionar, y cuenta con un viejo catálogo publicado que es de al- 1830 y 1861), y cuatro libros de actuaciones privadas y públicas (asiento
guna utilidad pero no totalmente confiable.24 U na reorganización reciente 58 con las fechas extremas de 1862 y 1867). Asimismo, el Anexo III es-
ha desechado la vieja división en Estantes y lo ha ordenado por Rubros pecifica algunos de los documentos del Rubro "Facultad de Ciencias" que
que a su vez contienen Asientos (existe una guía no impresa en el mismo está en proceso de clasificación y por lo tanto no tienen un número de
Archivo). asiento definitivo. Los documentos titulados Archivo contienen general-
El Anexo III indica los rubros que contienen información para la his- mente solicitudes, tesis, inventarios, presupuestos, cuentas, y correspon-
toria de la ciencia y de la medicina. Este Anexo especifica el asiento donde dencia.
pueden ser localizados, las fechas extremas que comprenden los documen- Existe una guía ―no publicada― en este Archivo de San Marcos que
tos y un estimado de la cantidad de material que puede encontrarse. Estos enumera el autor, el título y la ubicación de las tesis de Bachiller y de Doc-
documentos son generalmente tomos empastados de hojas sueltas, infor- tor presentadas a la Facultad de Ciencias. Actualmente esta guía o listado
mes, solicitudes, tesis, correspondencia, etc. No se incluye en esta infor- de tesis sólo comprende las tesis presentadas entre fines del siglo pasado y
mación la correspondencia de la Facultad de Medicina y de Ciencias que comienzos de éste, aunque se está avanzando para llegar hasta las que fue-
eventualmente aparece en el Rubro "Rectorado." ron defendidas en 1950. El valor de estas tesis radica en que su estudio
En el Rubro de la Facultad de Medicina se pueden hallar los libros de nos permitiría comprender cuáles fueron los temas, las corrientes y los
actas, informes, oficios y las tomas de razón, del Protomedicato desde métodos de estudio en la Facultad de Ciencias. Los títulos de estas tesis
1808 hasta 1834. Asimismo, existen, el Libro de Matrículas del Real Co- sugieren que en esta Facultad existió una profunda preocupación por las
legio de Medicina de San Fernando de Lima para los años entre 1808 y aplicaciones prácticas de las ciencias y las técnicas a la industria. Entre es-
1817, los Libros de Matrícula de los alumnos externos e internos del Real tas tesis se encuentran las que presentara a comienzos del siglo XX Laura
Colegio de Medicina y Cirujía de San Fernando de Lima entre 1819 y Esther Rodríguez, la primera mujer egresada en ciencias de San Marcos.
1845, el Libro de Actas de la Junta General y de la Junta Gubernativa del Un ejemplo de los materiales que pueden encontrarse en el Rubro
Real Colegio de Medicina y Cirujía de San Fernando entre 1812 y 1826, "Facultad de Ciencias" son los inventarios de los laboratorios de química,
las Actas de exámenes entre 1815 y 1817, el Libro de Actas de la Junta mineralogía, y de historia natural.25 Estos inventarios además de los apara-
Directiva de la Facultad de Medicina y de Razón de títulos expedidos en- tos, instrumentos, muestras de minerales, fósiles, momias, y plantas, con-
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tre 1849 y 1853, las Actas del Protofarmaceuticato, de 1832 a 1856, así tienen una relación de los libros de la biblioteca de los laboratorios. Esta
como información de carácter económico y administrativo de la Facultad información sugiere que los laboratorios de comienzos del siglo XX esta-
de Medicina. Toda esta valiosa información sería de gran utilidad para es- ban relativamente bien surtidos y que en sus bibliotecas predominaban los
tudiar en detalle la educación y la práctica médica en la transición de la co- textos de autores franceses. El laboratorio de Química de la Facultad de
lonia a la república. Ciencias, por ejemplo, tenía 69 tomos del Bulletin de la Societe Chimique
Otro Rubro de interés, no consignado en el Anexo, es el del Real de París.
Convictorio de San Carlos. Este colegio fue creado en 1777 en base de la
fusión del Colegio Universitario de San Felipe y San Marcos con el Cole-
gio Jesuíta de San Martín. El Convictorio fue establecido luego de la expul-
sión de los Jesuítas y en su plan de estudios se consideró la enseñanza de
la ciencia en un lugar importante. Este Rubro conserva recepciones y ac- 25. "Inventario detallado de sustancias, aparatos y demás existencias del Laboratorio de
Química de la Facultad de Ciencias de la Universidad de San Marcos, 1910"; "Inventario del
gabinete de mineralogía, geología y paleontología, 1910"; "Inventario del gabinete de his-
toria natural de la Facultad de Ciencias de la Universidad de San Marcos, 15 de Enero de
1910", folios:103-145; 146-151; 152-159, respectivamente, en Rubro: Facultad de Cien-
24. Daniel Valcárcel, Catálogo del Archivo Central Domingo Angulo, (Lima: Univ. de cias, Colección .Archivo, Libro I, Año 1910, Archivo Histórico de la Universidad de San
San Marcos,1949). Marcos.
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Archivo fue organizado originalmente en dos salas, de las cuales sólo una tuaciones literarias (ubicado en el Asiento 57 y con las fechas extremas de
llegó a funcionar, y cuenta con un viejo catálogo publicado que es de al- 1830 y 1861), y cuatro libros de actuaciones privadas y públicas (asiento
guna utilidad pero no totalmente confiable.24 U na reorganización reciente 58 con las fechas extremas de 1862 y 1867). Asimismo, el Anexo III es-
ha desechado la vieja división en Estantes y lo ha ordenado por Rubros pecifica algunos de los documentos del Rubro "Facultad de Ciencias" que
que a su vez contienen Asientos (existe una guía no impresa en el mismo está en proceso de clasificación y por lo tanto no tienen un número de
Archivo). asiento definitivo. Los documentos titulados Archivo contienen general-
El Anexo III indica los rubros que contienen información para la his- mente solicitudes, tesis, inventarios, presupuestos, cuentas, y correspon-
toria de la ciencia y de la medicina. Este Anexo especifica el asiento donde dencia.
pueden ser localizados, las fechas extremas que comprenden los documen- Existe una guía ―no publicada― en este Archivo de San Marcos que
tos y un estimado de la cantidad de material que puede encontrarse. Estos enumera el autor, el título y la ubicación de las tesis de Bachiller y de Doc-
documentos son generalmente tomos empastados de hojas sueltas, infor- tor presentadas a la Facultad de Ciencias. Actualmente esta guía o listado
mes, solicitudes, tesis, correspondencia, etc. No se incluye en esta infor- de tesis sólo comprende las tesis presentadas entre fines del siglo pasado y
mación la correspondencia de la Facultad de Medicina y de Ciencias que comienzos de éste, aunque se está avanzando para llegar hasta las que fue-
eventualmente aparece en el Rubro "Rectorado." ron defendidas en 1950. El valor de estas tesis radica en que su estudio
En el Rubro de la Facultad de Medicina se pueden hallar los libros de nos permitiría comprender cuáles fueron los temas, las corrientes y los
actas, informes, oficios y las tomas de razón, del Protomedicato desde métodos de estudio en la Facultad de Ciencias. Los títulos de estas tesis
1808 hasta 1834. Asimismo, existen, el Libro de Matrículas del Real Co- sugieren que en esta Facultad existió una profunda preocupación por las
legio de Medicina de San Fernando de Lima para los años entre 1808 y aplicaciones prácticas de las ciencias y las técnicas a la industria. Entre es-
1817, los Libros de Matrícula de los alumnos externos e internos del Real tas tesis se encuentran las que presentara a comienzos del siglo XX Laura
Colegio de Medicina y Cirujía de San Fernando de Lima entre 1819 y Esther Rodríguez, la primera mujer egresada en ciencias de San Marcos.
1845, el Libro de Actas de la Junta General y de la Junta Gubernativa del Un ejemplo de los materiales que pueden encontrarse en el Rubro
Real Colegio de Medicina y Cirujía de San Fernando entre 1812 y 1826, "Facultad de Ciencias" son los inventarios de los laboratorios de química,
las Actas de exámenes entre 1815 y 1817, el Libro de Actas de la Junta mineralogía, y de historia natural.25 Estos inventarios además de los apara-
Directiva de la Facultad de Medicina y de Razón de títulos expedidos en- tos, instrumentos, muestras de minerales, fósiles, momias, y plantas, con-

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tre 1849 y 1853, las Actas del Protofarmaceuticato, de 1832 a 1856, así tienen una relación de los libros de la biblioteca de los laboratorios. Esta
como información de carácter económico y administrativo de la Facultad información sugiere que los laboratorios de comienzos del siglo XX esta-
de Medicina. Toda esta valiosa información sería de gran utilidad para es- ban relativamente bien surtidos y que en sus bibliotecas predominaban los
tudiar en detalle la educación y la práctica médica en la transición de la co- textos de autores franceses. El laboratorio de Química de la Facultad de
lonia a la república. Ciencias, por ejemplo, tenía 69 tomos del Bulletin de la Societe Chimique
Otro Rubro de interés, no consignado en el Anexo, es el del Real de París.
Convictorio de San Carlos. Este colegio fue creado en 1777 en base de la
fusión del Colegio Universitario de San Felipe y San Marcos con el Cole-
gio Jesuíta de San Martín. El Convictorio fue establecido luego de la expul-
sión de los Jesuítas y en su plan de estudios se consideró la enseñanza de
la ciencia en un lugar importante. Este Rubro conserva recepciones y ac- 25. "Inventario detallado de sustancias, aparatos y demás existencias del Laboratorio de
Química de la Facultad de Ciencias de la Universidad de San Marcos, 1910"; "Inventario del
gabinete de mineralogía, geología y paleontología, 1910"; "Inventario del gabinete de his-
toria natural de la Facultad de Ciencias de la Universidad de San Marcos, 15 de Enero de
1910", folios:103-145; 146-151; 152-159, respectivamente, en Rubro: Facultad de Cien-
24. Daniel Valcárcel, Catálogo del Archivo Central Domingo Angulo, (Lima: Univ. de cias, Colección .Archivo, Libro I, Año 1910, Archivo Histórico de la Universidad de San
San Marcos,1949). Marcos.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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170 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 171

3. ARCHIVO GENERAL DE LA NACION 26 del Presidente Manuel Pardo. Esta colección contiene 20 cartas de Rai-
mondi fechadas entre 1873 y 1876.28
El Archivo General de la Nación es el más importante y antiguo de Existen otros documentos dispersos en diversos fondos del Archivo
los repositorios existentes en el Perú. Juega un papel central en la recopila- General de la Nación que son de interés para la historia de la ciencia. Uno
ción y conservación de la documentación oficial del Estado Peruano por de los más valiosos es un documento de apenas dos folios llamado "Des-
lo que ningún historiador de cualquier especialidad puede dejar de con- cubrimiento de la quina en el Perú," que se conserva actualmente en el ar-
sultarlo. Sin embargo, su utilidad para la historia de la ciencia es relativa, chivador metálico de la dirección del Archivo Colonial. La corteza del ár-
no así para la de la tecnología. Ello se debe a que la gran mayoría de sus bol de la quina fue desde el siglo XVII el principal remedio contra la ma-
fondos y sus bien realizados catálogos se relacionan a temas económicos, laria, aunque por mucho tiempo fue aplicado a las fiebres en general, y
políticos y judiciales. Ello exige al historiador interesado en temas como la provenía principalmente de Loja, Ecuador. El manuscrito, fechado en
ciencia y la medicina a buscar entre los resquicios de estos fondos los ma- 1807, se refiere al descubrimiento del árbol de la quina en Huánuco en
teriales que puedan serie útiles. 1779 y critica la manera irracional de explotar el árbol cortando todo el
Uno de los pocos conjuntos documentales que conserva este Archivo tronco en lugar de cortar sólo las ramas.
que puede ser atractivo al historiador de la ciencia es el relacionado con También relacionados con la quina, la labor botánica y otras activida-
Antonio Raimondi. Esta colección se titula: "Inventario del Patrimonio des científicas de fines del período colonial son algunos de los documentos
Documental de Antonio Raimondi", tiene un catálogo no publicado y fue que existen en la Serie Hacienda H-3. Entre ellos se encuentran los Legajos
otorgada al Archivo de la Nación por el Ministerio de Energía y Minas. 290, libro 1060 ―que es un índice de las ordenes y cédulas dadas por el
Este fondo contiene 6 tipos de documentos (libretas, hojas sueltas, libros, Virrey Francisco Gil de Lemas a partir de 1790―, y el libro 1164 ―que
acuarelas, dibujos, y planos). Aunque la documentación esta algo deterio- reproduce los informes que se expiden desde la Caja Real de Lima a partir
rada la mayor parte puede leerse. Las libretas se refieren a las famosas li- de 1807. Ambos documentos contienen información administrativa y eco-
bretas de viaje donde Raimondi realizaba sus apuntes, mapas y dibujos, nómica, generalmente muy breve, pero que permite precisar fechas, luga-
cuando se encontraba en uno de sus trabajos de campo.27 res, procedimientos, sueldos, formas de trabajo y relación con el Estado de
Las libretas, que se inician en 1852 y terminan en 1869, están conser- varios naturalistas e ingenieros de fines del siglo XVIII y comienzos del
vadas en un total de siete paquetes. Al parecer, éstas fueron numeradas XIX como Juan Tafalla, Juan Agustín Manzanilla, y el Barón de Norden-
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

originalmente por Raimondi, siendo la numeración del Inventario la que flicht. La existencia de estos documentos sugiere que indagaciones cuida-
corresponde al Ministerio de Energía. Estos materiales son especialmente dosas en las series dedicadas a asuntos económicos y políticos pueden ser
útiles para la historia de la exploración geográfica, la labor botánica y los fructíferas para el investigador interesado en la historia de la ciencia.
estudios mineralógicos de Raimondi y son la base sobre la cual escribió Otro documento valioso del Archivo General de la Nación se conser-
sus obras el connotado naturalista. Un pequeño pero importante grupo de va en los registros del notario Mariano Calero del siglo XVIII. Se trata del
materiales que viene a complementar la documentación sobre Raimondi inventario de los 2,000 libros de la biblioteca y los aparatos del médico
en el Archivo General de la Nación se conserva en la colección de cartas Cosme Bueno.29 La existencia del inventario de Bueno sugiere que una
búsqueda más minuciosa en los registros notariales del Archivo General

28. Catálogo del Archivo General de la Nación de la Colección Manuel J. Bustamante de la


26. Este archivo está ubicado en el Palacio de Justicia, Jr. Manuel Cuadros, sin número. Fuente e índice de la Colección Cartas de Manuel Pardo, No. 5 (Lima: Archivo General de la
Lima. Nación, 1987).
27. Algunas de estas libretas han sido publicadas en Antonio Raimondi, Notas de Viajes 29. "Inventario y tasación de bienes de Cosme Bueno", Notario: Mariano Calero 1795-
para su Obra El Perú 4 vols., (Lima: Imp. Torres Aguirre, 1942). 1805, fol. 420-474, PN-168, Archivo General de la Nación. La ubicación de este documento
se debe a Pablo Macera.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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170 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 171

3. ARCHIVO GENERAL DE LA NACION 26 del Presidente Manuel Pardo. Esta colección contiene 20 cartas de Rai-
mondi fechadas entre 1873 y 1876.28
El Archivo General de la Nación es el más importante y antiguo de Existen otros documentos dispersos en diversos fondos del Archivo
los repositorios existentes en el Perú. Juega un papel central en la recopila- General de la Nación que son de interés para la historia de la ciencia. Uno
ción y conservación de la documentación oficial del Estado Peruano por de los más valiosos es un documento de apenas dos folios llamado "Des-
lo que ningún historiador de cualquier especialidad puede dejar de con- cubrimiento de la quina en el Perú," que se conserva actualmente en el ar-
sultarlo. Sin embargo, su utilidad para la historia de la ciencia es relativa, chivador metálico de la dirección del Archivo Colonial. La corteza del ár-
no así para la de la tecnología. Ello se debe a que la gran mayoría de sus bol de la quina fue desde el siglo XVII el principal remedio contra la ma-
fondos y sus bien realizados catálogos se relacionan a temas económicos, laria, aunque por mucho tiempo fue aplicado a las fiebres en general, y
políticos y judiciales. Ello exige al historiador interesado en temas como la provenía principalmente de Loja, Ecuador. El manuscrito, fechado en
ciencia y la medicina a buscar entre los resquicios de estos fondos los ma- 1807, se refiere al descubrimiento del árbol de la quina en Huánuco en
teriales que puedan serie útiles. 1779 y critica la manera irracional de explotar el árbol cortando todo el
Uno de los pocos conjuntos documentales que conserva este Archivo tronco en lugar de cortar sólo las ramas.
que puede ser atractivo al historiador de la ciencia es el relacionado con También relacionados con la quina, la labor botánica y otras activida-
Antonio Raimondi. Esta colección se titula: "Inventario del Patrimonio des científicas de fines del período colonial son algunos de los documentos
Documental de Antonio Raimondi", tiene un catálogo no publicado y fue que existen en la Serie Hacienda H-3. Entre ellos se encuentran los Legajos
otorgada al Archivo de la Nación por el Ministerio de Energía y Minas. 290, libro 1060 ―que es un índice de las ordenes y cédulas dadas por el
Este fondo contiene 6 tipos de documentos (libretas, hojas sueltas, libros, Virrey Francisco Gil de Lemas a partir de 1790―, y el libro 1164 ―que
acuarelas, dibujos, y planos). Aunque la documentación esta algo deterio- reproduce los informes que se expiden desde la Caja Real de Lima a partir
rada la mayor parte puede leerse. Las libretas se refieren a las famosas li- de 1807. Ambos documentos contienen información administrativa y eco-
bretas de viaje donde Raimondi realizaba sus apuntes, mapas y dibujos, nómica, generalmente muy breve, pero que permite precisar fechas, luga-
cuando se encontraba en uno de sus trabajos de campo.27 res, procedimientos, sueldos, formas de trabajo y relación con el Estado de
Las libretas, que se inician en 1852 y terminan en 1869, están conser- varios naturalistas e ingenieros de fines del siglo XVIII y comienzos del
vadas en un total de siete paquetes. Al parecer, éstas fueron numeradas XIX como Juan Tafalla, Juan Agustín Manzanilla, y el Barón de Norden-

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originalmente por Raimondi, siendo la numeración del Inventario la que flicht. La existencia de estos documentos sugiere que indagaciones cuida-
corresponde al Ministerio de Energía. Estos materiales son especialmente dosas en las series dedicadas a asuntos económicos y políticos pueden ser
útiles para la historia de la exploración geográfica, la labor botánica y los fructíferas para el investigador interesado en la historia de la ciencia.
estudios mineralógicos de Raimondi y son la base sobre la cual escribió Otro documento valioso del Archivo General de la Nación se conser-
sus obras el connotado naturalista. Un pequeño pero importante grupo de va en los registros del notario Mariano Calero del siglo XVIII. Se trata del
materiales que viene a complementar la documentación sobre Raimondi inventario de los 2,000 libros de la biblioteca y los aparatos del médico
en el Archivo General de la Nación se conserva en la colección de cartas Cosme Bueno.29 La existencia del inventario de Bueno sugiere que una
búsqueda más minuciosa en los registros notariales del Archivo General

28. Catálogo del Archivo General de la Nación de la Colección Manuel J. Bustamante de la


26. Este archivo está ubicado en el Palacio de Justicia, Jr. Manuel Cuadros, sin número. Fuente e índice de la Colección Cartas de Manuel Pardo, No. 5 (Lima: Archivo General de la
Lima. Nación, 1987).
27. Algunas de estas libretas han sido publicadas en Antonio Raimondi, Notas de Viajes 29. "Inventario y tasación de bienes de Cosme Bueno", Notario: Mariano Calero 1795-
para su Obra El Perú 4 vols., (Lima: Imp. Torres Aguirre, 1942). 1805, fol. 420-474, PN-168, Archivo General de la Nación. La ubicación de este documento
se debe a Pablo Macera.
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172 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 173

de la Nación permitiría hallar los inventarios de las bibliotecas de otros existe por lo menos un documento relacionado a los pagos de dos extran-
médicos y científicos coloniales. En ese sentido, un reciente artículo del jeros que trabajaron con Nordenflicht.33
historiador Pedro Guibovich ofrece una valiosa relación de inventarios de Por otro lado, en este mismo Fondo existen unos cuantos documen-
bibliotecas médicas coloniales peruanas, parte de las cuales se encuentran tos relacionados con hospitales y pagos a médicos (existe un fichero en
en el Archivo General de la Nación.30 sala ordenado cronológicamente) entre los que se incluyen uno fechado
En la sección Archivo Colonial, la serie denominada Real Audiencia en 1809 y titulado: "Carta escrita por Miguel Venegas, Intendente de
incluye una subserie sobre el Protomedicato para los años 1789-1847 que Trujillo a Hipólito Unanue, comunicándole sus cuidados y gestiones para
consta de un sólo legajo. Asimismo, en la sección de Expedientes Particu- controlar a los curanderos de esa jurisdicción y las medidas que debían to-
lares del Archivo Histórico de Hacienda existen documentos aislados y de marse para el éxito de este control".34 Venegas era médico en Trujillo y en
poca extensión sobre la función pública de Hipólito Unanue, y sobre la la- su carta ofrece valiosa información sobre los médicos y las boticas en
bor del médico Cayetano Heredia en relación a la modernización de los Lambayeque y Cajamarca.
estudios médicos a comienzos del siglo XX.31 Otro ejemplo de documentos dispersos pero útiles en el Archivo Ge-
Un grupo interesante de 26 cartas remitidas por Unanue desde Espa- neral de la Nación es el de expedientes particulares del Archivo Histórico
ña y su hacienda en Cañete se encuentran en la Colección Moreyra del Ar- de Hacienda. En esta sección existen por lo menos 18 documentos de
chivo General. Esta correspondencia forma parte de la sección de Francis- Mariano de Rivero y Ustariz, quien fue un destacado mineralogista y na-
co Moreyra y Matute (quien fuera funcionario de la Casa de la Moneda y turalista de comienzos del siglo XIX formado en Europa, editor junto con
vocal de la Junta Conservadora del Fluido Vacuno) de dicha Colección Nicolás de Piérola de El Memorial de Ciencias Naturales y de Industria Na-
(Existe un índice de la Colección en la sala del Archivo). Asimismo, la cional y Extranjera, y Director del primer museo de historia natural repu-
Colección Moreyra cuenta con alrededor de 20 documentos sobre el Hos- blicano.35 La mayoría de ellos corresponden al ejercicio de Rivera y Usta-
pital de San Bartolomé que datan de entre 1758 y 1784. riz de la función de Prefecto de Junín, donde llegó a organizar una escuela
De grán interés para el historiador de la química y de la tecnología de minería, y son útiles para reconstruir su biografía y el nivel técnico de la
puede ser en la misma sección el Fondo Tribunal de Minería que com- explotación minera en los inicios del Perú republicano.36
prende un total de setenta legajos organizados provisionalmente por loca- La serie OL del Archivo de Hacienda del Archivo General de la Na-
lidades y fechas extremas. Algunos documentos sobre el Barón de Nor- ción conserva los documentos, generalmente administrativos, de institu-
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denflicht y de su laboratorio pueden encontrarse en la subserie denomina-


da Lima de este Fondo.32 Asimismo, en el Fondo Superior Gobierno
to práctico y beneficiador de minerales. Se someti6 a examen que ordenó el tribunal del Ba-
rón de Nordenflicht comisionado por el Rey de España para reformar científicamente los
procedimientos mineralógicos en el Perú". Los legajos 26, 33, 92, y 93 de la misma Caja co-
30. Pedro Guibovich, "Libros y médicos en Lima colonial" Acta Herediana 15 (1993- rresponden al año de 1793 y se refieren a diversas actividades del laboratorio químico de
1994): 26-33. Otro inventario aparece en Rubén Vargas Ugarte, "La Biblioteca médica de Nordenflicht. Sin embargo, este fondo se encuentra en proceso de reorganización por lo que
José Manuel Dávalos", Cuadernos de Estudios del Instituto de Investigaciones Históricas de la las referencias que ofrecernos pueden cambiar.
Universidad Católica del Perú 5 (1943): 325-342. 33. La referencia de este documento es Superior Gobierno, Legajo 22, Año 1791, c.
31. Por ejemplo, "El Ministro de Gobierno [Hipólito Unanue] adjunta el expediente 621, Fs. 6.
promovido por el Rector del Colegio de San Fernando Cayetano Heredia relativo al ajuste y 34. La referencia de este documento es Superior Gobierno, Legajo 33, Año 1809, c.
liquidación de lo que se debe a dicho Colegio por la asignación que tiene en el Ramo de 1066. Fs. 3.
Censos por pago de becas", 14 ffs, Para la ubicación exacta del documento véase Catálogo Del 35. El Museo de Historia Natural y Antigüedades fue creado en 1831. Véase Arturo
Archivo General de la Nación Ministerio de Justicia, 4 (Lima: Archivo General de la Nación, Alcalde y Mongrut, "La Obra Científica de Mariano de Rivero y Ustariz", Boletín de la Socie-
1986), p. 103. Asimismo, existe un interesante documento de Heredia para comprar instru- dad Química del Perú 23 (1957): 210-220; e Idem, "El Memorial de Ciencias Naturales de
mental científico en Europa. Véase Catálogo del Archivo General de la Nación No. 6 (Lima: Lima 1827-1828, Contribución a la bibliografía de Mariano E. de Rivera y Ustariz", Boletín
Ministerio de Justicia, 1993), p. 168. Bibliográfico de San Marcos 24 (1954): 82-150.
32. Por ejemplo la Caja No 3 contiene un legajo No. 2 que corresponde al año 1792 ti- 36. Para una ubicación exacta de estos documentos véase Catálogo del Archivo General
tulado "Testimonio de Don Jose Baltazar Velez Ramirez para que se le expida título de peri- de la Nación No. 6 (Lima: Ministerio de Justicia, 1993), pp. 107-110, 149.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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de la Nación permitiría hallar los inventarios de las bibliotecas de otros existe por lo menos un documento relacionado a los pagos de dos extran-
médicos y científicos coloniales. En ese sentido, un reciente artículo del jeros que trabajaron con Nordenflicht.33
historiador Pedro Guibovich ofrece una valiosa relación de inventarios de Por otro lado, en este mismo Fondo existen unos cuantos documen-
bibliotecas médicas coloniales peruanas, parte de las cuales se encuentran tos relacionados con hospitales y pagos a médicos (existe un fichero en
en el Archivo General de la Nación.30 sala ordenado cronológicamente) entre los que se incluyen uno fechado
En la sección Archivo Colonial, la serie denominada Real Audiencia en 1809 y titulado: "Carta escrita por Miguel Venegas, Intendente de
incluye una subserie sobre el Protomedicato para los años 1789-1847 que Trujillo a Hipólito Unanue, comunicándole sus cuidados y gestiones para
consta de un sólo legajo. Asimismo, en la sección de Expedientes Particu- controlar a los curanderos de esa jurisdicción y las medidas que debían to-
lares del Archivo Histórico de Hacienda existen documentos aislados y de marse para el éxito de este control".34 Venegas era médico en Trujillo y en
poca extensión sobre la función pública de Hipólito Unanue, y sobre la la- su carta ofrece valiosa información sobre los médicos y las boticas en
bor del médico Cayetano Heredia en relación a la modernización de los Lambayeque y Cajamarca.
estudios médicos a comienzos del siglo XX.31 Otro ejemplo de documentos dispersos pero útiles en el Archivo Ge-
Un grupo interesante de 26 cartas remitidas por Unanue desde Espa- neral de la Nación es el de expedientes particulares del Archivo Histórico
ña y su hacienda en Cañete se encuentran en la Colección Moreyra del Ar- de Hacienda. En esta sección existen por lo menos 18 documentos de
chivo General. Esta correspondencia forma parte de la sección de Francis- Mariano de Rivero y Ustariz, quien fue un destacado mineralogista y na-
co Moreyra y Matute (quien fuera funcionario de la Casa de la Moneda y turalista de comienzos del siglo XIX formado en Europa, editor junto con
vocal de la Junta Conservadora del Fluido Vacuno) de dicha Colección Nicolás de Piérola de El Memorial de Ciencias Naturales y de Industria Na-
(Existe un índice de la Colección en la sala del Archivo). Asimismo, la cional y Extranjera, y Director del primer museo de historia natural repu-
Colección Moreyra cuenta con alrededor de 20 documentos sobre el Hos- blicano.35 La mayoría de ellos corresponden al ejercicio de Rivera y Usta-
pital de San Bartolomé que datan de entre 1758 y 1784. riz de la función de Prefecto de Junín, donde llegó a organizar una escuela
De grán interés para el historiador de la química y de la tecnología de minería, y son útiles para reconstruir su biografía y el nivel técnico de la
puede ser en la misma sección el Fondo Tribunal de Minería que com- explotación minera en los inicios del Perú republicano.36
prende un total de setenta legajos organizados provisionalmente por loca- La serie OL del Archivo de Hacienda del Archivo General de la Na-
lidades y fechas extremas. Algunos documentos sobre el Barón de Nor- ción conserva los documentos, generalmente administrativos, de institu-

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denflicht y de su laboratorio pueden encontrarse en la subserie denomina-
da Lima de este Fondo.32 Asimismo, en el Fondo Superior Gobierno
to práctico y beneficiador de minerales. Se someti6 a examen que ordenó el tribunal del Ba-
rón de Nordenflicht comisionado por el Rey de España para reformar científicamente los
procedimientos mineralógicos en el Perú". Los legajos 26, 33, 92, y 93 de la misma Caja co-
30. Pedro Guibovich, "Libros y médicos en Lima colonial" Acta Herediana 15 (1993- rresponden al año de 1793 y se refieren a diversas actividades del laboratorio químico de
1994): 26-33. Otro inventario aparece en Rubén Vargas Ugarte, "La Biblioteca médica de Nordenflicht. Sin embargo, este fondo se encuentra en proceso de reorganización por lo que
José Manuel Dávalos", Cuadernos de Estudios del Instituto de Investigaciones Históricas de la las referencias que ofrecernos pueden cambiar.
Universidad Católica del Perú 5 (1943): 325-342. 33. La referencia de este documento es Superior Gobierno, Legajo 22, Año 1791, c.
31. Por ejemplo, "El Ministro de Gobierno [Hipólito Unanue] adjunta el expediente 621, Fs. 6.
promovido por el Rector del Colegio de San Fernando Cayetano Heredia relativo al ajuste y 34. La referencia de este documento es Superior Gobierno, Legajo 33, Año 1809, c.
liquidación de lo que se debe a dicho Colegio por la asignación que tiene en el Ramo de 1066. Fs. 3.
Censos por pago de becas", 14 ffs, Para la ubicación exacta del documento véase Catálogo Del 35. El Museo de Historia Natural y Antigüedades fue creado en 1831. Véase Arturo
Archivo General de la Nación Ministerio de Justicia, 4 (Lima: Archivo General de la Nación, Alcalde y Mongrut, "La Obra Científica de Mariano de Rivero y Ustariz", Boletín de la Socie-
1986), p. 103. Asimismo, existe un interesante documento de Heredia para comprar instru- dad Química del Perú 23 (1957): 210-220; e Idem, "El Memorial de Ciencias Naturales de
mental científico en Europa. Véase Catálogo del Archivo General de la Nación No. 6 (Lima: Lima 1827-1828, Contribución a la bibliografía de Mariano E. de Rivera y Ustariz", Boletín
Ministerio de Justicia, 1993), p. 168. Bibliográfico de San Marcos 24 (1954): 82-150.
32. Por ejemplo la Caja No 3 contiene un legajo No. 2 que corresponde al año 1792 ti- 36. Para una ubicación exacta de estos documentos véase Catálogo del Archivo General
tulado "Testimonio de Don Jose Baltazar Velez Ramirez para que se le expida título de peri- de la Nación No. 6 (Lima: Ministerio de Justicia, 1993), pp. 107-110, 149.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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174 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 175

ciones que tuvieron que ver con el quehacer y la educación científicas en la misma Facultad.39 Coincidentemente empezó a recorrer diversos lu-
(Existe un detallado catálogo de la serie OL). Este Fondo cubre el perío- gares del país para herborizar; recopilar material y especímenes de minera-
do republicano hasta 1929 y está ordenado por la entidad generadora del les, animales y objetos arqueológicos; medir la longitud, la latitud, las va-
documento que para las actividades científicas y educativas fueron general- riaciones climáticas y la elevación de lugares; y realizar observaciones et-
mente: el Ministerio de Justicia, Culto, Instrucción y Beneficencia, poste- nológicas.
riormente el Ministerio de Fomento y eventualmente la Tesorería Gene- Estos viajes ―que cubrieron 19 años y aproximadamente 45,000 ki-
ral. En este fondo existen varios documentos sobre San Carlos, la Univer- lómetros― fueron apoyados parcialmente por el Estado peruano que
sidad de San Marcos, el Protomedicato, los museos, la Sociedad nombró a Raimondi asesor oficial para calcular las reservas del guano y
Geográfica de Lima, la Facultad de Medicina, y la Escuela de Ingenieros; 37 del salitre e identificar las reservas minerales de interés comercial. Es im-
Los documentos de la serie OL son generalmente correspondencia lacóni- portante resaltar que los algo dispersos intereses de Raimondi (en botáni-
ca y breve, por lo que no son el lugar ideal por donde empezar una inves- ca, geografía, y mineralogía) coincidieron con la escasez de talento cien-
tigación histórica. tífico en el Perú del siglo pasado, con el estilo enciclopédico de hacer estu-
Finalmente, existe en el Archivo General de la Nación el fondo titula- dios naturalistas de ese entonces, y con los proyectos modernizadores de
do Real Junta de Temporalidades que conserva los materiales, general- una élite civil que vio en la exportación de materias primas y en la cons-
mente administrativos, de los colegios Jesuítas que existieron durante el trucción de caminos, dos de las principales avenidas para el progreso eco-
período colonial. De ellos son de relevancia los cinco legajos del Colegio nómico y social.
de San Pablo. A partir de 1869, Raimondi dejó de viajar y se dedicó a organizar y
publicar los resultados de sus observaciones. Procesar tan abundante in-
formación se convirtió en una carga pesada. Lamentablemente mucho de
4. MUSEO ANTONIO RAIMONDI su trabajo no estuvo publicado cuando Raimondi murió. Su libro más im-
portante El Perú, se empezó a publicar en 1874 pero sus seis volúmenes
Uno de los conjuntos documentales más notables para historiar la no se completaron hasta 1913.40 El impacto de su obra impresa puede
ciencia peruana del siglo XIX es el del naturalista Antonio Raimondi. Rai- medirse en tres aspectos: la identificación de nuevos lugares de interés
mondi nació en Milán en 1824, llegó al Perú procedente de Italia en para la explotación minera, la adición de varias especies nuevas a la flora y
1850, y murió en San Pedro de Lloc en 1890. 38 Poco tiempo después de
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fauna del país, y la elaboración de mapas sobre el Perú que tuvieron una
su arribo, Cayetano Heredia, un médico progresista dedicado a la reorga- amplia difusión a comienzos del siglo XX.
nización de la enseñanza de la medicina, le encargó la clasificación de las Los materiales que ilustran la labor de Raimondi en el Perú y sugie-
colecciones de geología y mineralogía del laboratorio de física y ciencias ren el impacto de su obra están conservados principalmente en el Museo
naturales de la Facultad de Medicina. Poco después el joven Raimondi, Antonio Raimondi.41 Los fondos del Museo se dividen en cuatro grandes
empezó a dictar las cátedras de Historia Natural y de Química Analítica grupos. El primer grupo es denominado Obras de Raimondi y está dividi-

37. Con respecto a los museos peruanos véase los 192 documentos publicados en Julio 39. Durante sus años por la Facultad de Medicina publicó Elementos de Botánica aplica-
C. Tello y Toribio Mejía Xesspe, "Historia de los Museos Nacionales del Perú 1822-1946", da a la Medicina y a la Industria en las cuales se trata especialmente de las Plantas del Perú, 2 to-
Arqueológicas, Publicaciones del Instituto de Investigaciones Antropológicas 10 (1967): 1-268. mos (Lima: Mariano Burga, 1857).
38. Los datos biográficos son tomados de Ettore Janni, Vida de Antonio Raimondi 40. Antonio Raimondi, El Perú (Lima: Imp. del Estado, 1874-1913) 6 vols. Los volú-
(Lima: T. Scheuch, 1941); Fortunato Herrera, Antonio Raimondi, su Labor Botánica (Lima: menes del 4 al 6 fueron publicados póstumamente por Carlos I. Lisson y la Sociedad Geo-
Imp. del Museo Nacional, 1935); José Balta, La Labor de Raimondi (Lima: Imp. Torres gráfica de Lima.
Aguirre, 1926); y Vittorio Azzariti, "Vida y Obra de Antonio Raimondi en el Perú", en 41. El Museo está ubicado en Av. Arequipa 1055, Lima 1. Sus fondos están descritos
Epistolario de Antonio Raimondi (Lima: Asociación Educacional Antonio Raimondi, 1990), en: Inventario del Museo Antonio Raimondi (Lima: Asociación Educacional Antonio Raimon-
pp. 3-12. di, 1990).

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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174 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 175

ciones que tuvieron que ver con el quehacer y la educación científicas en la misma Facultad.39 Coincidentemente empezó a recorrer diversos lu-
(Existe un detallado catálogo de la serie OL). Este Fondo cubre el perío- gares del país para herborizar; recopilar material y especímenes de minera-
do republicano hasta 1929 y está ordenado por la entidad generadora del les, animales y objetos arqueológicos; medir la longitud, la latitud, las va-
documento que para las actividades científicas y educativas fueron general- riaciones climáticas y la elevación de lugares; y realizar observaciones et-
mente: el Ministerio de Justicia, Culto, Instrucción y Beneficencia, poste- nológicas.
riormente el Ministerio de Fomento y eventualmente la Tesorería Gene- Estos viajes ―que cubrieron 19 años y aproximadamente 45,000 ki-
ral. En este fondo existen varios documentos sobre San Carlos, la Univer- lómetros― fueron apoyados parcialmente por el Estado peruano que
sidad de San Marcos, el Protomedicato, los museos, la Sociedad nombró a Raimondi asesor oficial para calcular las reservas del guano y
Geográfica de Lima, la Facultad de Medicina, y la Escuela de Ingenieros; 37 del salitre e identificar las reservas minerales de interés comercial. Es im-
Los documentos de la serie OL son generalmente correspondencia lacóni- portante resaltar que los algo dispersos intereses de Raimondi (en botáni-
ca y breve, por lo que no son el lugar ideal por donde empezar una inves- ca, geografía, y mineralogía) coincidieron con la escasez de talento cien-
tigación histórica. tífico en el Perú del siglo pasado, con el estilo enciclopédico de hacer estu-
Finalmente, existe en el Archivo General de la Nación el fondo titula- dios naturalistas de ese entonces, y con los proyectos modernizadores de
do Real Junta de Temporalidades que conserva los materiales, general- una élite civil que vio en la exportación de materias primas y en la cons-
mente administrativos, de los colegios Jesuítas que existieron durante el trucción de caminos, dos de las principales avenidas para el progreso eco-
período colonial. De ellos son de relevancia los cinco legajos del Colegio nómico y social.
de San Pablo. A partir de 1869, Raimondi dejó de viajar y se dedicó a organizar y
publicar los resultados de sus observaciones. Procesar tan abundante in-
formación se convirtió en una carga pesada. Lamentablemente mucho de
4. MUSEO ANTONIO RAIMONDI su trabajo no estuvo publicado cuando Raimondi murió. Su libro más im-
portante El Perú, se empezó a publicar en 1874 pero sus seis volúmenes
Uno de los conjuntos documentales más notables para historiar la no se completaron hasta 1913.40 El impacto de su obra impresa puede
ciencia peruana del siglo XIX es el del naturalista Antonio Raimondi. Rai- medirse en tres aspectos: la identificación de nuevos lugares de interés
mondi nació en Milán en 1824, llegó al Perú procedente de Italia en para la explotación minera, la adición de varias especies nuevas a la flora y
1850, y murió en San Pedro de Lloc en 1890. 38 Poco tiempo después de

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fauna del país, y la elaboración de mapas sobre el Perú que tuvieron una
su arribo, Cayetano Heredia, un médico progresista dedicado a la reorga- amplia difusión a comienzos del siglo XX.
nización de la enseñanza de la medicina, le encargó la clasificación de las Los materiales que ilustran la labor de Raimondi en el Perú y sugie-
colecciones de geología y mineralogía del laboratorio de física y ciencias ren el impacto de su obra están conservados principalmente en el Museo
naturales de la Facultad de Medicina. Poco después el joven Raimondi, Antonio Raimondi.41 Los fondos del Museo se dividen en cuatro grandes
empezó a dictar las cátedras de Historia Natural y de Química Analítica grupos. El primer grupo es denominado Obras de Raimondi y está dividi-

37. Con respecto a los museos peruanos véase los 192 documentos publicados en Julio 39. Durante sus años por la Facultad de Medicina publicó Elementos de Botánica aplica-
C. Tello y Toribio Mejía Xesspe, "Historia de los Museos Nacionales del Perú 1822-1946", da a la Medicina y a la Industria en las cuales se trata especialmente de las Plantas del Perú, 2 to-
Arqueológicas, Publicaciones del Instituto de Investigaciones Antropológicas 10 (1967): 1-268. mos (Lima: Mariano Burga, 1857).
38. Los datos biográficos son tomados de Ettore Janni, Vida de Antonio Raimondi 40. Antonio Raimondi, El Perú (Lima: Imp. del Estado, 1874-1913) 6 vols. Los volú-
(Lima: T. Scheuch, 1941); Fortunato Herrera, Antonio Raimondi, su Labor Botánica (Lima: menes del 4 al 6 fueron publicados póstumamente por Carlos I. Lisson y la Sociedad Geo-
Imp. del Museo Nacional, 1935); José Balta, La Labor de Raimondi (Lima: Imp. Torres gráfica de Lima.
Aguirre, 1926); y Vittorio Azzariti, "Vida y Obra de Antonio Raimondi en el Perú", en 41. El Museo está ubicado en Av. Arequipa 1055, Lima 1. Sus fondos están descritos
Epistolario de Antonio Raimondi (Lima: Asociación Educacional Antonio Raimondi, 1990), en: Inventario del Museo Antonio Raimondi (Lima: Asociación Educacional Antonio Raimon-
pp. 3-12. di, 1990).

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do en 15 Códigos que van desde la letra "A" hasta la "O." Este grupo es y otras técnicas de la medicina tradicional se crearon un prestigio en todos
el que contiene el mayor número de documentos y por lo tanto es el de los Andes del sur.
mayor importancia. En este grupo destacan 65 bellas acuarelas de plantas Los valiosos mapas del Grupo "Obras de Raimondi", incluyen varios
(Código 1-A); 12 cuadernos manuscritos (Código B); 119 dibujos gene- Juegos del Mapa del Perú impresos en París en la escala 1:500,000. 42 Este
ralmente de botánica (Código C); 8 Diplomas (Código D); cartas remiti- Mapa consta de 37 pliegos divididos en 32 fojas. En ellos aparecen ilustra-
das por Raimondi (Código E); 15 fotografías de Raimondi y su familia dos detalles de los Departamentos de Piura, Loreto, Libertad, Cajamarca,
(Códigos F y G); 23 fotostáticas (Código H); libros y publicaciones escri- Ancash, Junín, Amazonas, Lima, Ayacucho, Huancavelica, Cuzco, Are-
tos por Raimondi (Código J); mapas elaborados por Raimondi (Código quipa, Moquegua, Tacna, Puno y la entonces provincia peruana de Arica.
L); obras manuscritas de Raimondi (M); y 5 planos (Código N). Asimismo, fuera de este conjunto existen 5 mapas denominados varios
Los cuadernos manuscritos del grupo anteriormente descrito incluyen que incluyen los de las provincias de Carabaya y Sandia, un mapa manus-
relaciones de cuentas y gastos, borradores de cartas, apuntes aparentemen- crito que indica los antiguos caminos recorridos y lugares descubiertos
te utilizados para la enseñanza de química y apuntes de viajes cuyas fechas por los españoles hasta el año de 1553 ―aparentemente inspirado de la
extremas son 1843 y 1890. Entre ellos se encuentra el cuaderno número Crónica del Perú de Pedro Cieza de León―, y un mapa indicando la geo-
12 titulado "Informe de análisis de guano de la Provincia de Tarapacá di- logía del importante asiento minero de Morococha. Otra sección intere-
rigido al vicepresidente de la Junta Central de Ingenieros, 23 de marzo de sante es la de Planos que incluye dos planos topográficos de las ciudades
1874" que contiene cuadros de composición de valor del guano. La sec- de Huancavelica y Tarapoto, ambos fechados en 1882.
ción de Diplomas sugiere el contacto de Raimondi con autoridades políti- El segundo grupo de los fondos del Museo se titula "Bienes" y puede
cas y científicas extranjeras ya que incluyen distinciones del Rey Víctor ser de interés para el biógrafo interesado en los objetos personales del Rai-
Manuel II de Italia, y de las sociedades geográficas de Londres y de París. mondi. La tercera sección, titulada "Objetos que Antonio Raimondi co-
La correspondencia remitida por Raimondi conserva 42 cartas fecha- leccionó en su recorrido por el Perú," contiene muestras de minerales, fó-
das entre 1864 y 1890 (gran parte de ellas han sido publicadas en su Epis- siles, y 10 piezas clasificadas del herbario. Finalmente, el cuarto grupo de
tolario, véase cita 38.) En las cartas publicadas aparecen datos valiosos so- los fondos del Museo se titula "Obras de autores relacionadas con Anto-
bre sus actividades como naturalista que incluyen la programación de sus nio Raimondi." De este grupo la sección de mayor interés son las 469
viajes, métodos para diseccionar animales, peritajes en solicitudes de pa- cartas dirigidas a Raimondi (el inventario está ordenado según remitente
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

tentes, opiniones en problemas limítrofes con países vecinos, y las nego- y se denomina "Epistolario" y su referencia es el Código G).
ciaciones con el Estado para asegurar la continuidad de su labor. Asimis- Parte de esta correspondencia está escrita en italiano y en francés. Al-
mo, y en menor medida, pueden hallarse comentarios sobre hechos socia- gunos de los corresponsales más frecuentes fueron: Miguel Colunga (10
les importantes como la epidemia de fiebre amarilla que atacó Lima y la cartas); Adela Loli, su esposa (37); Florencia Loli viuda de Arnao (54); el
costa peruana en 1868. ingeniero Ernesto Malinowski (14); el historiador británico Clements R.
Los destinatarios de estas cartas incluyen a Miguel F. Colunga, al pre- Markham (3); Manuel Pardo (12); el geógrafo Mariano Felipe Paz Sol-
sidente Manuel Pardo, que dispuso la publicación de parte de la obra de dán (5); Luigi Pigorini, (94); el viajero francés Charles Wiener (5); y el
Raimondi, y al literato y director de la Biblioteca Nacional Ricardo Pal- naturalista chileno Rudolf A Philippi (3).
ma. Asimismo, se conservan cartas dirigidas a la Sociedad Geográfica de Otra sección del Grupo "Obras de autores relacionados con Raimondi",
Lima, la Sociedad de Agricultura y Minería, y a diversos prefectos. Una es la de documentos ''varios'' que ilustran los problemas de Raimondi
de las fotostáticas de mayor interés es la titulada "Dos juegos de una lista y su familia por asegurarse el apoyo del Estado Peruano. Estos documen-
de farmacopea Callaguaya, Clasificación de las Plantas Medicinales usadas tos incluyen: los trámites seguidos por la viuda de Raimondi con la finali-
por los indios curanderos Aymaras". Los Callaguayas fueron ―y aún
son― connotados curanderos itinerantes bolivianos que en base a hierbas
42. Antonio Raimondi, Mapa del Perú (Paris: Erhard Fres, 1883- 1900).

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do en 15 Códigos que van desde la letra "A" hasta la "O." Este grupo es y otras técnicas de la medicina tradicional se crearon un prestigio en todos
el que contiene el mayor número de documentos y por lo tanto es el de los Andes del sur.
mayor importancia. En este grupo destacan 65 bellas acuarelas de plantas Los valiosos mapas del Grupo "Obras de Raimondi", incluyen varios
(Código 1-A); 12 cuadernos manuscritos (Código B); 119 dibujos gene- Juegos del Mapa del Perú impresos en París en la escala 1:500,000. 42 Este
ralmente de botánica (Código C); 8 Diplomas (Código D); cartas remiti- Mapa consta de 37 pliegos divididos en 32 fojas. En ellos aparecen ilustra-
das por Raimondi (Código E); 15 fotografías de Raimondi y su familia dos detalles de los Departamentos de Piura, Loreto, Libertad, Cajamarca,
(Códigos F y G); 23 fotostáticas (Código H); libros y publicaciones escri- Ancash, Junín, Amazonas, Lima, Ayacucho, Huancavelica, Cuzco, Are-
tos por Raimondi (Código J); mapas elaborados por Raimondi (Código quipa, Moquegua, Tacna, Puno y la entonces provincia peruana de Arica.
L); obras manuscritas de Raimondi (M); y 5 planos (Código N). Asimismo, fuera de este conjunto existen 5 mapas denominados varios
Los cuadernos manuscritos del grupo anteriormente descrito incluyen que incluyen los de las provincias de Carabaya y Sandia, un mapa manus-
relaciones de cuentas y gastos, borradores de cartas, apuntes aparentemen- crito que indica los antiguos caminos recorridos y lugares descubiertos
te utilizados para la enseñanza de química y apuntes de viajes cuyas fechas por los españoles hasta el año de 1553 ―aparentemente inspirado de la
extremas son 1843 y 1890. Entre ellos se encuentra el cuaderno número Crónica del Perú de Pedro Cieza de León―, y un mapa indicando la geo-
12 titulado "Informe de análisis de guano de la Provincia de Tarapacá di- logía del importante asiento minero de Morococha. Otra sección intere-
rigido al vicepresidente de la Junta Central de Ingenieros, 23 de marzo de sante es la de Planos que incluye dos planos topográficos de las ciudades
1874" que contiene cuadros de composición de valor del guano. La sec- de Huancavelica y Tarapoto, ambos fechados en 1882.
ción de Diplomas sugiere el contacto de Raimondi con autoridades políti- El segundo grupo de los fondos del Museo se titula "Bienes" y puede
cas y científicas extranjeras ya que incluyen distinciones del Rey Víctor ser de interés para el biógrafo interesado en los objetos personales del Rai-
Manuel II de Italia, y de las sociedades geográficas de Londres y de París. mondi. La tercera sección, titulada "Objetos que Antonio Raimondi co-
La correspondencia remitida por Raimondi conserva 42 cartas fecha- leccionó en su recorrido por el Perú," contiene muestras de minerales, fó-
das entre 1864 y 1890 (gran parte de ellas han sido publicadas en su Epis- siles, y 10 piezas clasificadas del herbario. Finalmente, el cuarto grupo de
tolario, véase cita 38.) En las cartas publicadas aparecen datos valiosos so- los fondos del Museo se titula "Obras de autores relacionadas con Anto-
bre sus actividades como naturalista que incluyen la programación de sus nio Raimondi." De este grupo la sección de mayor interés son las 469
viajes, métodos para diseccionar animales, peritajes en solicitudes de pa- cartas dirigidas a Raimondi (el inventario está ordenado según remitente

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tentes, opiniones en problemas limítrofes con países vecinos, y las nego- y se denomina "Epistolario" y su referencia es el Código G).
ciaciones con el Estado para asegurar la continuidad de su labor. Asimis- Parte de esta correspondencia está escrita en italiano y en francés. Al-
mo, y en menor medida, pueden hallarse comentarios sobre hechos socia- gunos de los corresponsales más frecuentes fueron: Miguel Colunga (10
les importantes como la epidemia de fiebre amarilla que atacó Lima y la cartas); Adela Loli, su esposa (37); Florencia Loli viuda de Arnao (54); el
costa peruana en 1868. ingeniero Ernesto Malinowski (14); el historiador británico Clements R.
Los destinatarios de estas cartas incluyen a Miguel F. Colunga, al pre- Markham (3); Manuel Pardo (12); el geógrafo Mariano Felipe Paz Sol-
sidente Manuel Pardo, que dispuso la publicación de parte de la obra de dán (5); Luigi Pigorini, (94); el viajero francés Charles Wiener (5); y el
Raimondi, y al literato y director de la Biblioteca Nacional Ricardo Pal- naturalista chileno Rudolf A Philippi (3).
ma. Asimismo, se conservan cartas dirigidas a la Sociedad Geográfica de Otra sección del Grupo "Obras de autores relacionados con Raimondi",
Lima, la Sociedad de Agricultura y Minería, y a diversos prefectos. Una es la de documentos ''varios'' que ilustran los problemas de Raimondi
de las fotostáticas de mayor interés es la titulada "Dos juegos de una lista y su familia por asegurarse el apoyo del Estado Peruano. Estos documen-
de farmacopea Callaguaya, Clasificación de las Plantas Medicinales usadas tos incluyen: los trámites seguidos por la viuda de Raimondi con la finali-
por los indios curanderos Aymaras". Los Callaguayas fueron ―y aún
son― connotados curanderos itinerantes bolivianos que en base a hierbas
42. Antonio Raimondi, Mapa del Perú (Paris: Erhard Fres, 1883- 1900).

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dad que el Estado peruano honrase la deuda por la compra de la bibliote- Dentro de la misma serie existe la subserie "Escuela Náutica de Paita".
ca de su marido; los reclamos de pagos prometidos por la Sociedad Geo- Esta institución fue creada en 1840 para la formación de pilotos y tuvo
gráfica de Lima; un catálogo de la biblioteca de Raimondi; un inventario una existencia irregular. Asimismo en este Archivo existe una serie inde-
de objetos etnológicos y arqueológicos de Raimondi; y el contrato entre pendiente llamada "Escuadra Española" que conserva varios documentos
Raimondi y un jornalero chino para que este último trabajase como su sir- de la pequeña escuadra que partió de España con los miembros de la Co-
viente en el Perú. misión Científica del Pacífico y que en 1863 llegaron al Perú realizando
algunos estudios naturalistas y antropológicos al interior del país.44
La Serie "Hidrográfica" contiene la subserie "Comisión Hidrográfi-
5. ARCHIVO HISTÓRICO DE LA MARINA ca". Algunos documentos de esta interesante subserie se denominan "Co-
misión Hidrográfica del Amazonas" y están fechados entre 1867 y 1913.
Un archivo muy importante y poco utilizado por los historiadores en Estos materiales tienen relación con: la exploración en la región Amazóni-
general es el Archivo Histórico de la Marina." Para el caso de la historia ca; el inventario de sus libros e instrumentos científicos; distancias, varia-
de la ciencia los materiales de este archivo documentan la intervención na- ciones o posiciones de los ríos y los puertos de la selva peruana; informes
val durante el período republicano en las exploraciones y estudios realiza- de las enfermedades de la región; los problemas económicos que enfrentó
dos en el litoral Pacífico, el Lago Titicaca y el Amazonas; y en la educa- la Comisión; la inspección de construcción de fortalezas en la selva; y las
ción científica. Este repositorio está organizado por series y la mayoría de observaciones meteorológicas. Entre estos documentos destacan algunos
los documentos aparecen en una guía impresa que consigna las dependen- del almirante norteamericano John R. Tucker quien a mediados de la dé-
cias o localidades donde se originó el documento, la fecha en que se pro- cada de 1860 presidió la Comisión Hidrográfica y realizó varios estudios
dujo, y la referencia que permitirá ubicarlo (Esta guía está disponible en la hidrográficos en el Amazonas.45
sala de consulta). Para un cuadro general de los fondos en que estos docu- La serie "Comisiones" incluye la subserie "Comisión Exploradora del
mentos se insertan, véase el Anexo IV. Guano" que contiene algunos documentos fechados entre 1864 y 1876.
Dentro de la Serie "Centros de Instrucción y Perfeccionamiento" del Estos documentos contienen datos sobre los instrumentos y equipos utili-
Archivo de la Marina existe una subserie llamada "Escuela Naval" que po- zados y sobre los trabajos de la comisión científica creada para efectuar la
see información sobre la educación naval que se impartió en las diversas medición de las reservas del fertilizante que fue tan importante en la vida
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instituciones dedicadas a formar marinos desde los inicios de la República económica del Perú del siglo pasado. La serie "Marina en la Amazonía"
como: la Escuela Central de Marina (1826-1829); Colegio Militar (1830 conserva una frondosa documentación sobre las exploraciones llevadas a
a 1876); Colegio Naval Militar (1858-1864); Instituto Militar (1851- cabo en los ríos tributarios del Amazonas por el personal de la Marina
1855); y la Escuela Naval Preparatoria (1870 a 1960). Esta documenta- desde mediados del siglo pasado. Esta serie contiene una subserie denomi-
ción es particularmente útil para conocer el funcionamiento de las institu- nada "Exploraciones y Expediciones" que conserva varios documentos cu-
ciones, los profesores (que muchas veces eran destacados geógrafos o yas fechas extremas son 1825 y 1876. Entre ellos destacan dos interesan-
científicos), la relación de libros y aparatos que se utilizaban en la ense-
ñanza, y los cursos que se dictaban (en 1870, por ejemplo, incluían mate-
máticas, mecánica, física, química y dibujo natural y lineal). 44. Véase Robert Ryal Miller, Por la Ciencia y la Gloria Nacional. La Expedición Científi-
ca Española a América (1862-1866) (Barcelona: Ed. Serbal, 1983), y Miguel Angel Puig
Samper, Crónica de una Expedición Romántica al Nuevo Mundo: la Comisión Científica del Pa-
cifico (1862-1866) (Madrid: CSIC, 1988).
45. Algunos documentos relacionados con Tucker son reproducidos en Carlos Larrabu-
43. El archivo se encuentra ubicado en Av. San Felipe, cuadra 24, en el Cuartel General re y Correa, Colección de leyes, decretos y resoluciones y otros documentos oficiales referentes al De-
de la Comandancia General de la Marina. Véase Jorge Ortiz Sotelo, Alicia Castañeda Mar- partamento de Loreto, vol. II, (Lima: Imp. la Opinión Nacional, 1905). Sobre Tucker, David
tos, y Elea Chavez Mejía, Guía del Archivo Histórico de Marina (Lima: Dirección de Intereses P. Werlich, Admiral of the Amazon: John Randolph Tucker, his confederate colleagues and Peru
Marítimos, Fondo de Publicaciones, 1993). (Charlottesville: Univ. Press of Virginia, 1990).

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dad que el Estado peruano honrase la deuda por la compra de la bibliote- Dentro de la misma serie existe la subserie "Escuela Náutica de Paita".
ca de su marido; los reclamos de pagos prometidos por la Sociedad Geo- Esta institución fue creada en 1840 para la formación de pilotos y tuvo
gráfica de Lima; un catálogo de la biblioteca de Raimondi; un inventario una existencia irregular. Asimismo en este Archivo existe una serie inde-
de objetos etnológicos y arqueológicos de Raimondi; y el contrato entre pendiente llamada "Escuadra Española" que conserva varios documentos
Raimondi y un jornalero chino para que este último trabajase como su sir- de la pequeña escuadra que partió de España con los miembros de la Co-
viente en el Perú. misión Científica del Pacífico y que en 1863 llegaron al Perú realizando
algunos estudios naturalistas y antropológicos al interior del país.44
La Serie "Hidrográfica" contiene la subserie "Comisión Hidrográfi-
5. ARCHIVO HISTÓRICO DE LA MARINA ca". Algunos documentos de esta interesante subserie se denominan "Co-
misión Hidrográfica del Amazonas" y están fechados entre 1867 y 1913.
Un archivo muy importante y poco utilizado por los historiadores en Estos materiales tienen relación con: la exploración en la región Amazóni-
general es el Archivo Histórico de la Marina." Para el caso de la historia ca; el inventario de sus libros e instrumentos científicos; distancias, varia-
de la ciencia los materiales de este archivo documentan la intervención na- ciones o posiciones de los ríos y los puertos de la selva peruana; informes
val durante el período republicano en las exploraciones y estudios realiza- de las enfermedades de la región; los problemas económicos que enfrentó
dos en el litoral Pacífico, el Lago Titicaca y el Amazonas; y en la educa- la Comisión; la inspección de construcción de fortalezas en la selva; y las
ción científica. Este repositorio está organizado por series y la mayoría de observaciones meteorológicas. Entre estos documentos destacan algunos
los documentos aparecen en una guía impresa que consigna las dependen- del almirante norteamericano John R. Tucker quien a mediados de la dé-
cias o localidades donde se originó el documento, la fecha en que se pro- cada de 1860 presidió la Comisión Hidrográfica y realizó varios estudios
dujo, y la referencia que permitirá ubicarlo (Esta guía está disponible en la hidrográficos en el Amazonas.45
sala de consulta). Para un cuadro general de los fondos en que estos docu- La serie "Comisiones" incluye la subserie "Comisión Exploradora del
mentos se insertan, véase el Anexo IV. Guano" que contiene algunos documentos fechados entre 1864 y 1876.
Dentro de la Serie "Centros de Instrucción y Perfeccionamiento" del Estos documentos contienen datos sobre los instrumentos y equipos utili-
Archivo de la Marina existe una subserie llamada "Escuela Naval" que po- zados y sobre los trabajos de la comisión científica creada para efectuar la
see información sobre la educación naval que se impartió en las diversas medición de las reservas del fertilizante que fue tan importante en la vida

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instituciones dedicadas a formar marinos desde los inicios de la República económica del Perú del siglo pasado. La serie "Marina en la Amazonía"
como: la Escuela Central de Marina (1826-1829); Colegio Militar (1830 conserva una frondosa documentación sobre las exploraciones llevadas a
a 1876); Colegio Naval Militar (1858-1864); Instituto Militar (1851- cabo en los ríos tributarios del Amazonas por el personal de la Marina
1855); y la Escuela Naval Preparatoria (1870 a 1960). Esta documenta- desde mediados del siglo pasado. Esta serie contiene una subserie denomi-
ción es particularmente útil para conocer el funcionamiento de las institu- nada "Exploraciones y Expediciones" que conserva varios documentos cu-
ciones, los profesores (que muchas veces eran destacados geógrafos o yas fechas extremas son 1825 y 1876. Entre ellos destacan dos interesan-
científicos), la relación de libros y aparatos que se utilizaban en la ense-
ñanza, y los cursos que se dictaban (en 1870, por ejemplo, incluían mate-
máticas, mecánica, física, química y dibujo natural y lineal). 44. Véase Robert Ryal Miller, Por la Ciencia y la Gloria Nacional. La Expedición Científi-
ca Española a América (1862-1866) (Barcelona: Ed. Serbal, 1983), y Miguel Angel Puig
Samper, Crónica de una Expedición Romántica al Nuevo Mundo: la Comisión Científica del Pa-
cifico (1862-1866) (Madrid: CSIC, 1988).
45. Algunos documentos relacionados con Tucker son reproducidos en Carlos Larrabu-
43. El archivo se encuentra ubicado en Av. San Felipe, cuadra 24, en el Cuartel General re y Correa, Colección de leyes, decretos y resoluciones y otros documentos oficiales referentes al De-
de la Comandancia General de la Marina. Véase Jorge Ortiz Sotelo, Alicia Castañeda Mar- partamento de Loreto, vol. II, (Lima: Imp. la Opinión Nacional, 1905). Sobre Tucker, David
tos, y Elea Chavez Mejía, Guía del Archivo Histórico de Marina (Lima: Dirección de Intereses P. Werlich, Admiral of the Amazon: John Randolph Tucker, his confederate colleagues and Peru
Marítimos, Fondo de Publicaciones, 1993). (Charlottesville: Univ. Press of Virginia, 1990).

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tes documentos fechados en 1846 relacionados con la expedición dirigida El Archivo Histórico de la Marina ofrece la posibilidad de estudiar la
por el naturalista de origen francés Francisco de Castelnau. Esta expedí- carrera y otros datos biográficos de médicos, científicos y farmacéuticos li-
ción que viajó desde los Andes hasta el Amazonas, fue asistida en el Perú gados a la vida castrense republicana. En la sala de consulta existen dos ca-
por el régimen de Ramón Castilla y acompañada por un peruano, el capi- tálogos titulados "Listados de expedientes personales", y "Fojas de servi-
tán de fragata Francisco Carrasco.46 cio de oficiales de Marina", que incluyen nombres como los del ingeniero
Asimismo, en la misma subserie de "Exploraciones y Expediciones" se y explorador John Nystrom, del matemático Eduardo Carrasco, del presi-
encuentran algunos materiales relacionados con las exploraciones de cau- dente de la Sociedad Geográfica de Lima Melitón Carvajal, y del geógrafo
chero Benito Arana. También en la serie de "Marina en la Amazonia" otras Germán Stiglich. Asimismo, en esta sección se conservan las libretas de
subseries incluyen documentación sobre exploraciones en la cuenca notas del alférez de fragata Oscar Mavila durante sus exploraciones ama-
Amazónica. En la serie "Marina en el Titicaca" existe interesante informa- zónicas a principios del presente siglo. Finalmente, una serie del Archivo de
ción sobre las exploraciones realizadas en este lago del Altiplano peruano- la Marina no reseñada en este trabajo pero de interés para la historia de
boliviano. la medicina es la de Sanidad Naval que contiene informes sobre epide-
Otro valioso conjunto documental del Archivo de la Marina son los mias, medicina y farmacia en los puertos y a bordo de los barcos desde
fondos cartográficos. Ellos incluyen un número importante de mapas, pla- inicios de la república.
nos y cartas náuticas de las costas del Perú, Ecuador, Chile, y Argentina y
de los ríos de la Amazonía. Algunos de estos materiales se remontan a la
época colonial como el original de un derrotero de América atribuido a 6. OTROS ARCHIVOS
un marino británico, fechado hacia 1703, y que abarca las costas entre Ca-
lifornia y el Río de la Plata.47 Una sección final denominada "Material en Además de los archivos mencionados existen otros repositorios im-
copia" consiste en los documentos obtenidos en el Archivo del Museo portantes en Lima pero que son de menor interés en general para la histo-
Naval de Madrid, el Archivo de Indias de Sevilla y otros repositorios de ria de la ciencia en parte por la menor densidad de documentos, por el
España y del mundo. Entre ellos se encuentran 33 documentos fotocopia- precario estado en que se encuentran o porque actualmente no existen las
dos de la Expedición Malaspina fechados entre 1768 y 1807. Esta expedi- condiciones que faciliten el trabajo del investigador.
ción, dirigida por el navegante italiano Alejandro Malaspina, recorrió el Un caso lamentable es el del Archivo de Límites del Ministerio de Re-
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

Perú y otras posesiones españolas con varios objetivos entre los que se en- laciones Exteriores que tiene un pequeño pero valioso conjunto documen-
contraba el de trazar la carta hidrográfica del Pacífico, señalando las rutas tal sobre exploraciones geográficas y mapas para el período colonial y re-
más fáciles para la navegación. publicano. Entre algunos de los materiales de este Archivo están los rela-
cionados a las actividades de la Junta de Vías Fluviales que fue muy activa
en la exploración de la selva peruana a comienzos del siglo XX. Desafortu-
nadamente, los actuales encargados del Archivo de Límites hacen muy di-
46. Estos documentos se titulan: "Relación y presupuesto de instrumentos científicos fícil el trabajo de los historiadores y el acceso a los documentos.
que Francisco Carrasco necesitará en su expedición al Ucayali, con el Conde Castelnau", y Un caso de un repositorio valiosísimo pero en estado de relativo aban-
"Gestiones para contratar marineros para incorporarlos a la fuerza que debe escoltar al Con-
de Castelnau, en la expedición a los desiertos y riberas del Ucayali" y se encuentran en: Ar-
dono es el Archivo Tello que se encuentra ubicado en el mismo local del
chivo Histórico de la Marina, Serie Marina en la Amazonia, Subserie: Exploraciones y Expe- Archivo Histórico de la Universidad de San Marcos. Este repositorio con-
diciones, fecha 1846. Referencia: Comandancia General del Mar y Caja respectivamente. El tiene los documentos del notable arqueólogo peruano Julio C. Tello
documento titulado "Viaje por los ríos Urubamba y Ucayali ejecutado y de orden del gobier- (1880-1947), quien efectuó importantes investigaciones en diversas regio-
no del Perú por el capitán de fragata Francisco Carrasco, 1846" está publicado en Larrabure, nes del país extendiendo en el tiempo la antigüedad y difusión de la cultura
Colección de Leyes, pp. 149-176.
47. Este material ha sido publicado Un Derrotero Inglés de las Costas de América (1703-
Chavin. Al morir, Tello donó sus libros y documentos a la Universidad de
1704), Edición Jorge Ortiz Sotelo, (Lima: Dirección General de Intereses Marítimos, 1988). San Marcos. Una antigua organización clasificó los documentos en 315

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
http://ebookcentral.proquest.com
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180 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 181

tes documentos fechados en 1846 relacionados con la expedición dirigida El Archivo Histórico de la Marina ofrece la posibilidad de estudiar la
por el naturalista de origen francés Francisco de Castelnau. Esta expedí- carrera y otros datos biográficos de médicos, científicos y farmacéuticos li-
ción que viajó desde los Andes hasta el Amazonas, fue asistida en el Perú gados a la vida castrense republicana. En la sala de consulta existen dos ca-
por el régimen de Ramón Castilla y acompañada por un peruano, el capi- tálogos titulados "Listados de expedientes personales", y "Fojas de servi-
tán de fragata Francisco Carrasco.46 cio de oficiales de Marina", que incluyen nombres como los del ingeniero
Asimismo, en la misma subserie de "Exploraciones y Expediciones" se y explorador John Nystrom, del matemático Eduardo Carrasco, del presi-
encuentran algunos materiales relacionados con las exploraciones de cau- dente de la Sociedad Geográfica de Lima Melitón Carvajal, y del geógrafo
chero Benito Arana. También en la serie de "Marina en la Amazonia" otras Germán Stiglich. Asimismo, en esta sección se conservan las libretas de
subseries incluyen documentación sobre exploraciones en la cuenca notas del alférez de fragata Oscar Mavila durante sus exploraciones ama-
Amazónica. En la serie "Marina en el Titicaca" existe interesante informa- zónicas a principios del presente siglo. Finalmente, una serie del Archivo de
ción sobre las exploraciones realizadas en este lago del Altiplano peruano- la Marina no reseñada en este trabajo pero de interés para la historia de
boliviano. la medicina es la de Sanidad Naval que contiene informes sobre epide-
Otro valioso conjunto documental del Archivo de la Marina son los mias, medicina y farmacia en los puertos y a bordo de los barcos desde
fondos cartográficos. Ellos incluyen un número importante de mapas, pla- inicios de la república.
nos y cartas náuticas de las costas del Perú, Ecuador, Chile, y Argentina y
de los ríos de la Amazonía. Algunos de estos materiales se remontan a la
época colonial como el original de un derrotero de América atribuido a 6. OTROS ARCHIVOS
un marino británico, fechado hacia 1703, y que abarca las costas entre Ca-
lifornia y el Río de la Plata.47 Una sección final denominada "Material en Además de los archivos mencionados existen otros repositorios im-
copia" consiste en los documentos obtenidos en el Archivo del Museo portantes en Lima pero que son de menor interés en general para la histo-
Naval de Madrid, el Archivo de Indias de Sevilla y otros repositorios de ria de la ciencia en parte por la menor densidad de documentos, por el
España y del mundo. Entre ellos se encuentran 33 documentos fotocopia- precario estado en que se encuentran o porque actualmente no existen las
dos de la Expedición Malaspina fechados entre 1768 y 1807. Esta expedi- condiciones que faciliten el trabajo del investigador.
ción, dirigida por el navegante italiano Alejandro Malaspina, recorrió el Un caso lamentable es el del Archivo de Límites del Ministerio de Re-

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


Perú y otras posesiones españolas con varios objetivos entre los que se en- laciones Exteriores que tiene un pequeño pero valioso conjunto documen-
contraba el de trazar la carta hidrográfica del Pacífico, señalando las rutas tal sobre exploraciones geográficas y mapas para el período colonial y re-
más fáciles para la navegación. publicano. Entre algunos de los materiales de este Archivo están los rela-
cionados a las actividades de la Junta de Vías Fluviales que fue muy activa
en la exploración de la selva peruana a comienzos del siglo XX. Desafortu-
nadamente, los actuales encargados del Archivo de Límites hacen muy di-
46. Estos documentos se titulan: "Relación y presupuesto de instrumentos científicos fícil el trabajo de los historiadores y el acceso a los documentos.
que Francisco Carrasco necesitará en su expedición al Ucayali, con el Conde Castelnau", y Un caso de un repositorio valiosísimo pero en estado de relativo aban-
"Gestiones para contratar marineros para incorporarlos a la fuerza que debe escoltar al Con-
de Castelnau, en la expedición a los desiertos y riberas del Ucayali" y se encuentran en: Ar-
dono es el Archivo Tello que se encuentra ubicado en el mismo local del
chivo Histórico de la Marina, Serie Marina en la Amazonia, Subserie: Exploraciones y Expe- Archivo Histórico de la Universidad de San Marcos. Este repositorio con-
diciones, fecha 1846. Referencia: Comandancia General del Mar y Caja respectivamente. El tiene los documentos del notable arqueólogo peruano Julio C. Tello
documento titulado "Viaje por los ríos Urubamba y Ucayali ejecutado y de orden del gobier- (1880-1947), quien efectuó importantes investigaciones en diversas regio-
no del Perú por el capitán de fragata Francisco Carrasco, 1846" está publicado en Larrabure, nes del país extendiendo en el tiempo la antigüedad y difusión de la cultura
Colección de Leyes, pp. 149-176.
47. Este material ha sido publicado Un Derrotero Inglés de las Costas de América (1703-
Chavin. Al morir, Tello donó sus libros y documentos a la Universidad de
1704), Edición Jorge Ortiz Sotelo, (Lima: Dirección General de Intereses Marítimos, 1988). San Marcos. Una antigua organización clasificó los documentos en 315

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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182 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 183

paquetes divididos en 35 rubros.48 El contenido de los paquetes varía y Un repositorio importante para comienzos del siglo XIX, aunque de
consiste generalmente en libretas de campo, borradores y manuscritos de importancia secundaria para la historia de la ciencia, es el Archivo Históri-
publicaciones, fotografías, ilustraciones, planos y mapas. Estos rubros ge- co-Militar del Perú. Entre sus fondos se cuentan la correspondencia bási-
neralmente representan las diferentes expediciones arqueológicas que reali- camente administrativa y económica enviada por, y, a Hipólito Unanue,
zara Tello desde 1919 hasta comienzos de la década del cuarenta. De espe- cuando este fue Ministro de Hacienda de la naciente Republica peruana.54
cial interés es el rubro que contiene 4 paquetes de correspondencia. Juan B. Lastres incluyó como "Apéndices" en su obra La Cultura perua-
En contraste, un archivo organizado, en buen estado y amigable para na, 123 documentos, generalmente referentes a medicinas utilizadas por
el historiador es el Archivo de Documentos Históricos del Museo Nacional los cirujanos y los hospitales militares, que fueron ―en su mayor parte― co-
de Arqueología, Antropología e Historia del Perú.49 Aunque la documen- piados del Archivo Histórico Militar.55
tación relacionada con la historia de la ciencia de este repositorio no es El Archivo Histórico del Instituto Riva Agüero de la Universidad Ca-
abundante, es de valor para aquellos interesados en el período colonial tar- tólica tiene una valiosa biblioteca abierta al público y conserva tres fondos
dío y los inicios de la república. Una revisión de los fondos documentales que son de interés para el historiador de la ciencia. El primero es la Colec-
permitió localizar 17 manuscritos relacionados con miembros de la expedi- ción Maldonado que consta de 388 valiosos documentos que versan prin-
ción botánica de Ruiz y Pavón (José Tafalla, Juan Agustín Manzanilla y cipalmente sobre boticas y hospitales de los períodos colonial y republica-
Xavier Cortes),50 deudas del erario virreinal con Hipólito Unanue y corres- no temprano.56 Entre estos documentos se encuentra un inventario de la
pondencia oficial de éste con los agentes del Perú en Europa, 51 actividades botica del Colegio de San Pablo de Lima a su entrega a la Real Congrega-
de Mariano Rivero de Ustariz, y el interés por la quina de las autoridades ción del Oratorio de San Felipe Neri en 1770. Este documento por los
republicanas.52 Asimismo, en este archivo existen unas cuantas tesis y exá- aparatos que menciona y la naturaleza de algunas drogas sugiere que quie-
menes de medicina y matemáticas ―algunas escritas en latín― presentados nes manejaban esta botica tenían conocimientos de la química de la época
a la Universidad de San Marcos y al Colegio de San Fernando. 53 y que los españoles incorporaron a su terapéutica muchas de las hierbas
medicinales indígenas.57
En segundo lugar, el Archivo del Instituto Riva Agüero conserva la
48. Para una descripción de los fondos, véase Carlos Daniel Valcárcel, El Archivo Tello colección de manuscritos, inéditos, correspondencia y otros papeles del ar-
(Lima: Tip, Peruana, 1966).
49. Está ubicado en la Plaza Bolívar, en Pueblo libre. Hasta hace poco el Museo era
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

conocido como Nacional de Historia.


Universidad de San Marcos de Lima D. José Francisco Alvarado alumno del Colegio de la Inde-
50. Estos documentos son: C6digo 002084, "Pago hecho a Juan José Tafalla de 1513
pendencia (Lima: Imp. de Rio, 1823).
pesos 7 reales de su sueldo y de la expedición botánica hasta fines de Octubre con motivo de
marchar para lima a continuar sus funciones. Guayaquil, 1816", 1 f; Código 001876, "Cer- 54. Se encuentran en los legajos número 10 al 13 que corresponden al año de 1821; en
tificado de trabajo del botánico Juan Agustín Manzanilla de la Real Expcdici6n Botánica. el legajo número 36 que corresponde al año de 1822, y en el legajo número 19 que corres-
ponde al año 1823. Véase, Centro de Estudios Histórico-Militares del Perú, Catálogo del Ar-
Lima, 1816", 1 f.; Código 001860 "Certificado de cumplimiento de trabajo expedido al di-
chivo Histórico-Militar del Perú: Documentos originales procedentes del Archivo General del Minis-
bujante de la Real Expedición Botánica Xavier Cortes. Lima, 1816", 1 f.
terio de Guerra y otras dependencias correspondientes a los años 1821, 1822, 1823 (Lima: Imp. del
51. Los documentos de Unanue están numerados con los c6digos 002320, 002324,
Ministerio de Guerra, 1962), pp. 111, 259 y 349.
002323, 002322, 002321, 002415, 001971, 000390, 002138 y comprenden los años entre
1819 y 1826. 55. Juan B. Lastres, La cultura peruana y la obra de los médicos en la emancipación (Lima:
52. C6digo 001261, "Circular impresa de José Serna dando indicaciones sobre la ma- Ed. San Marcos, 1954), pp. 424-478.
56. Véase Ada E. Arrieta y Cesar Gutiérrez Muñoz, "Indice Analítico de la Colección
nera de recolectar muestras de plantas animales y minerales para el Museo Nacional dirigido
por el Señor Mariano Rivero, Lima, 1826", 1 f; Código 001969 "El Prefecto del Departa- Maldonado", en Cuadernos del Seminario de Historia, Instituto Riva Agüero 11 (1973-1975):
mento de Puno pidiendo que por orden del libertador le provea de armas de fuego y otras 22-90.
57. El documento fue reproducido en Hermilio Valdizán y Angel Maldonado, La Me-
facilidades al médico señor Guillermo Bennett quien se dirige a las montañas a conseguir cas-
carilla, Lima, 1826", 2 ff. dicina Popular Peruana (Documentos ilustrativos) (Lima: Imp. Torres Aguirre, 1922), pp. 5-
53. Algunos ejemplos son Examen de Anatomía fisiológica e historia natural que presentan 105. En la misma obra se reproducen recetarios médicos del siglo XVIII y "Viaje al partido
de Larecaja por el doctor don José María Boso el 2 de setiembre de 1821, en que se han des-
en la Universidad de San Marcos los alumnos del Colegio de San Fernando (Lima: Imp. de los
Huérfanos, 1814); y Examen de anatomía, fisiología e historia de los animales que presentan en la cripto varias plantas particulares botánicamente", Ibid., 321-388.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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182 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 183

paquetes divididos en 35 rubros.48 El contenido de los paquetes varía y Un repositorio importante para comienzos del siglo XIX, aunque de
consiste generalmente en libretas de campo, borradores y manuscritos de importancia secundaria para la historia de la ciencia, es el Archivo Históri-
publicaciones, fotografías, ilustraciones, planos y mapas. Estos rubros ge- co-Militar del Perú. Entre sus fondos se cuentan la correspondencia bási-
neralmente representan las diferentes expediciones arqueológicas que reali- camente administrativa y económica enviada por, y, a Hipólito Unanue,
zara Tello desde 1919 hasta comienzos de la década del cuarenta. De espe- cuando este fue Ministro de Hacienda de la naciente Republica peruana.54
cial interés es el rubro que contiene 4 paquetes de correspondencia. Juan B. Lastres incluyó como "Apéndices" en su obra La Cultura perua-
En contraste, un archivo organizado, en buen estado y amigable para na, 123 documentos, generalmente referentes a medicinas utilizadas por
el historiador es el Archivo de Documentos Históricos del Museo Nacional los cirujanos y los hospitales militares, que fueron ―en su mayor parte― co-
de Arqueología, Antropología e Historia del Perú.49 Aunque la documen- piados del Archivo Histórico Militar.55
tación relacionada con la historia de la ciencia de este repositorio no es El Archivo Histórico del Instituto Riva Agüero de la Universidad Ca-
abundante, es de valor para aquellos interesados en el período colonial tar- tólica tiene una valiosa biblioteca abierta al público y conserva tres fondos
dío y los inicios de la república. Una revisión de los fondos documentales que son de interés para el historiador de la ciencia. El primero es la Colec-
permitió localizar 17 manuscritos relacionados con miembros de la expedi- ción Maldonado que consta de 388 valiosos documentos que versan prin-
ción botánica de Ruiz y Pavón (José Tafalla, Juan Agustín Manzanilla y cipalmente sobre boticas y hospitales de los períodos colonial y republica-
Xavier Cortes),50 deudas del erario virreinal con Hipólito Unanue y corres- no temprano.56 Entre estos documentos se encuentra un inventario de la
pondencia oficial de éste con los agentes del Perú en Europa, 51 actividades botica del Colegio de San Pablo de Lima a su entrega a la Real Congrega-
de Mariano Rivero de Ustariz, y el interés por la quina de las autoridades ción del Oratorio de San Felipe Neri en 1770. Este documento por los
republicanas.52 Asimismo, en este archivo existen unas cuantas tesis y exá- aparatos que menciona y la naturaleza de algunas drogas sugiere que quie-
menes de medicina y matemáticas ―algunas escritas en latín― presentados nes manejaban esta botica tenían conocimientos de la química de la época
a la Universidad de San Marcos y al Colegio de San Fernando. 53 y que los españoles incorporaron a su terapéutica muchas de las hierbas
medicinales indígenas.57
En segundo lugar, el Archivo del Instituto Riva Agüero conserva la
48. Para una descripción de los fondos, véase Carlos Daniel Valcárcel, El Archivo Tello colección de manuscritos, inéditos, correspondencia y otros papeles del ar-
(Lima: Tip, Peruana, 1966).
49. Está ubicado en la Plaza Bolívar, en Pueblo libre. Hasta hace poco el Museo era

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


conocido como Nacional de Historia.
Universidad de San Marcos de Lima D. José Francisco Alvarado alumno del Colegio de la Inde-
50. Estos documentos son: C6digo 002084, "Pago hecho a Juan José Tafalla de 1513
pendencia (Lima: Imp. de Rio, 1823).
pesos 7 reales de su sueldo y de la expedición botánica hasta fines de Octubre con motivo de
marchar para lima a continuar sus funciones. Guayaquil, 1816", 1 f; Código 001876, "Cer- 54. Se encuentran en los legajos número 10 al 13 que corresponden al año de 1821; en
tificado de trabajo del botánico Juan Agustín Manzanilla de la Real Expcdici6n Botánica. el legajo número 36 que corresponde al año de 1822, y en el legajo número 19 que corres-
ponde al año 1823. Véase, Centro de Estudios Histórico-Militares del Perú, Catálogo del Ar-
Lima, 1816", 1 f.; Código 001860 "Certificado de cumplimiento de trabajo expedido al di-
chivo Histórico-Militar del Perú: Documentos originales procedentes del Archivo General del Minis-
bujante de la Real Expedición Botánica Xavier Cortes. Lima, 1816", 1 f.
terio de Guerra y otras dependencias correspondientes a los años 1821, 1822, 1823 (Lima: Imp. del
51. Los documentos de Unanue están numerados con los c6digos 002320, 002324,
Ministerio de Guerra, 1962), pp. 111, 259 y 349.
002323, 002322, 002321, 002415, 001971, 000390, 002138 y comprenden los años entre
1819 y 1826. 55. Juan B. Lastres, La cultura peruana y la obra de los médicos en la emancipación (Lima:
52. C6digo 001261, "Circular impresa de José Serna dando indicaciones sobre la ma- Ed. San Marcos, 1954), pp. 424-478.
56. Véase Ada E. Arrieta y Cesar Gutiérrez Muñoz, "Indice Analítico de la Colección
nera de recolectar muestras de plantas animales y minerales para el Museo Nacional dirigido
por el Señor Mariano Rivero, Lima, 1826", 1 f; Código 001969 "El Prefecto del Departa- Maldonado", en Cuadernos del Seminario de Historia, Instituto Riva Agüero 11 (1973-1975):
mento de Puno pidiendo que por orden del libertador le provea de armas de fuego y otras 22-90.
57. El documento fue reproducido en Hermilio Valdizán y Angel Maldonado, La Me-
facilidades al médico señor Guillermo Bennett quien se dirige a las montañas a conseguir cas-
carilla, Lima, 1826", 2 ff. dicina Popular Peruana (Documentos ilustrativos) (Lima: Imp. Torres Aguirre, 1922), pp. 5-
53. Algunos ejemplos son Examen de Anatomía fisiológica e historia natural que presentan 105. En la misma obra se reproducen recetarios médicos del siglo XVIII y "Viaje al partido
de Larecaja por el doctor don José María Boso el 2 de setiembre de 1821, en que se han des-
en la Universidad de San Marcos los alumnos del Colegio de San Fernando (Lima: Imp. de los
Huérfanos, 1814); y Examen de anatomía, fisiología e historia de los animales que presentan en la cripto varias plantas particulares botánicamente", Ibid., 321-388.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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184 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 185

queólogo Jorge C. Muelle (1903-1974), quien fuera director del Museo destacados que realizó durante la década de 1980, la Fundación del Banco
Nacional de Antropología y Arqueología entre 1956 y 1973. 58 Finalmente, Continental para el Fomento de la Educación y la Cultura más conocida
este archivo cuenta con los papeles del escritor José Toribio Polo como Edubanco.59 Estas entrevistas, grabadas en video, rastrearon las ca-
(1841-1914), autor de una historia de las epidemias en el Perú. En esta rreras y la obra de científicos consagrados como el patólogo Pedro Weiss,
última se conserva manuscrita en diversas carpetas interesante información el matemático José Tola Pasquel, el botánico Ramón Ferreira, los micro-
de varios médicos peruanos de la época colonial y republicana que fue re- biólogos Arístides Herrer y Hugo Lumbreras, el filósofo Francisco Miro
copilada para un diccionario biográfico que nunca se publicó. Los textos Quesada, el geólogo George Petersen, el antropólogo Luis E. Valcárcel, y el
manuscritos contienen notas de Polo sobre la biografía del médico, una geógrafo Javier Pulgar Vidal.
lista de sus publicaciones, y eventualmente, documentos originales (Existe Asimismo, las bibliotecas de las universidades poseen valiosas publica-
un fichero organizado según el nombre del médico). ciones y archivos no organizados, pero que han servido para que algunos
La biblioteca de la Facultad de Medicina de San Marcos preserva docu- de sus profesores elaboren la historia de sus instituciones.60 Dos herra-
mentos de extraordinario interés para la historia de la ciencia y de la medi- mientas muy importantes son las biobibliográfías de varios científicos pe-
cina. En ella pueden consultarse las tesis presentadas a la Facultad desde ruanos que han sido publicadas en diversos números del Anuario Biblio-
mediados de la década de 1850. Actualmente se está preparando un índice gráfico de la Biblioteca Nacional y los Índices de las revistas científicas
computarizado que complementará la información del fichero que está or- (Los Índices aparecen en el Anexo V).61 Estas dos herramientas son de
denado cronológicamente y por temas. Asimismo, esta biblioteca conserva gran utilidad para conocer el desarrollo de la ciencia peruana durante el si-
documentos sobre Unanue, Raimondi, y sobre el estudiante de medicina glo XX.
de fines del siglo pasado que murió estudiando la verruga peruana: Daniel La Universidad Peruana Cayetano Heredia conserva los libros, corres-
A. Carrión. Estos documentos se encuentran en proceso de catalogación y pondencia, separatas, manuscritos, diplomas y otros documentos de Al-
no tenemos una idea clara sobre su dimensión ni sobre su contenido. En el berto Hurtado. Hurtado fue por muchos años profesor de fisiopatología
mismo lugar se encuentran los Libros de Actas del Consejo de Facultad y en San Marcos, mantuvo un contacto importante con las donaciones y be-
otros valiosos documentos de la Facultad de Medicina. Estos materiales se cas científicas que otorgaba la Fundación Rockefeller en el Perú, llegó a
remontan a mediados del siglo XIX y llegan hasta nuestros días. ser Ministro de Salud y Decano de la Facultad de Medicina en los años
Otros lugares importantes de consultar para aquellos interesados en la cuarenta, y, fue, junto con Carlos Monge Medrano, uno de los líderes en
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historia de la ciencia peruana son las bibliotecas de las sociedades y acade- los estudios de fisiología de altura en el Perú. Los documentos de Hurta-
mias científicas y profesionales que han tenido que ver con la investigación do se encuentran en el Memorial Hurtado del Instituto de Investigaciones
como por ejemplo: la Sociedad Química del Perú, la Sociedad Geográfica de Altura de la Universidad y en la Oficina del Rectorado.62 En este caso
de Lima, la Sociedad Geológica, la Academia Nacional de Medicina, y la
Sociedad de Ingenieros, que conservan por lo menos un buen número de las 59. Edubanco se encuentra en el local central del Banco Continental, Av. República de
publicaciones editadas por sus instituciones. Por otra parte, el Museo de Panamá 3055, 2° piso, San Isidro.
60. Este el caso de las universidades de Ingeniería y de Agricultura. José Ignacio Ló-
Historia Natural Javier Prado, creado en 1918 y que actualmente funciona pez Soria, Historia de la Universidad Nacional de Ingeniería: Los años Fundacionales (Lima:
como una dependencia de la Universidad de San Marcos, contiene parte Centro de Investigaciones Histórico Tecnológicas, 1981); y Ernesto Yepez, "La Escuela Na-
del herbario de Antonio Raimondi y documentos que ilustran la historia cional de Agricultura", en Sociedad Peruana de Historia de la Ciencia y de la Tecnología, Es-
del Museo pero que desafortunadamente esperan su clasificación. tudios de Historia de la Ciencia en el Perú, vol. 1 (Lima: CONCYTEC, 1986), pp. 193-214.
Un valioso fondo de historia oral es la serie de entrevistas a peruanos 61. Para una relación de los científicos que aparecen en estas biobibliografías, véase
Marcos Cueto, "Bibliografía de la ciencia y la tecnología en el Perú", Apuntes 19 (1986):
147-162.
62. Una primera entrega de las obras de Hurtado es Alberto Hurtado, Medicina e Inves-
58. Esta colección cuenta con un fichero. El Instituto conserva sin clasificar los papeles tigación, 1er vol. (Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1993). Sobre Monge y Hurtado,
del arqueólogo Toribio Mejía Xesspe quien fuera uno de los principales discípulos de Julio véase Marcos Cueto, "Andean Biology in Peru: Scientific Styles in the Periphery", Isis 80
C. Tello. (1989): 640-658.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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184 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 185

queólogo Jorge C. Muelle (1903-1974), quien fuera director del Museo destacados que realizó durante la década de 1980, la Fundación del Banco
Nacional de Antropología y Arqueología entre 1956 y 1973. 58 Finalmente, Continental para el Fomento de la Educación y la Cultura más conocida
este archivo cuenta con los papeles del escritor José Toribio Polo como Edubanco.59 Estas entrevistas, grabadas en video, rastrearon las ca-
(1841-1914), autor de una historia de las epidemias en el Perú. En esta rreras y la obra de científicos consagrados como el patólogo Pedro Weiss,
última se conserva manuscrita en diversas carpetas interesante información el matemático José Tola Pasquel, el botánico Ramón Ferreira, los micro-
de varios médicos peruanos de la época colonial y republicana que fue re- biólogos Arístides Herrer y Hugo Lumbreras, el filósofo Francisco Miro
copilada para un diccionario biográfico que nunca se publicó. Los textos Quesada, el geólogo George Petersen, el antropólogo Luis E. Valcárcel, y el
manuscritos contienen notas de Polo sobre la biografía del médico, una geógrafo Javier Pulgar Vidal.
lista de sus publicaciones, y eventualmente, documentos originales (Existe Asimismo, las bibliotecas de las universidades poseen valiosas publica-
un fichero organizado según el nombre del médico). ciones y archivos no organizados, pero que han servido para que algunos
La biblioteca de la Facultad de Medicina de San Marcos preserva docu- de sus profesores elaboren la historia de sus instituciones.60 Dos herra-
mentos de extraordinario interés para la historia de la ciencia y de la medi- mientas muy importantes son las biobibliográfías de varios científicos pe-
cina. En ella pueden consultarse las tesis presentadas a la Facultad desde ruanos que han sido publicadas en diversos números del Anuario Biblio-
mediados de la década de 1850. Actualmente se está preparando un índice gráfico de la Biblioteca Nacional y los Índices de las revistas científicas
computarizado que complementará la información del fichero que está or- (Los Índices aparecen en el Anexo V).61 Estas dos herramientas son de
denado cronológicamente y por temas. Asimismo, esta biblioteca conserva gran utilidad para conocer el desarrollo de la ciencia peruana durante el si-
documentos sobre Unanue, Raimondi, y sobre el estudiante de medicina glo XX.
de fines del siglo pasado que murió estudiando la verruga peruana: Daniel La Universidad Peruana Cayetano Heredia conserva los libros, corres-
A. Carrión. Estos documentos se encuentran en proceso de catalogación y pondencia, separatas, manuscritos, diplomas y otros documentos de Al-
no tenemos una idea clara sobre su dimensión ni sobre su contenido. En el berto Hurtado. Hurtado fue por muchos años profesor de fisiopatología
mismo lugar se encuentran los Libros de Actas del Consejo de Facultad y en San Marcos, mantuvo un contacto importante con las donaciones y be-
otros valiosos documentos de la Facultad de Medicina. Estos materiales se cas científicas que otorgaba la Fundación Rockefeller en el Perú, llegó a
remontan a mediados del siglo XIX y llegan hasta nuestros días. ser Ministro de Salud y Decano de la Facultad de Medicina en los años
Otros lugares importantes de consultar para aquellos interesados en la cuarenta, y, fue, junto con Carlos Monge Medrano, uno de los líderes en

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historia de la ciencia peruana son las bibliotecas de las sociedades y acade- los estudios de fisiología de altura en el Perú. Los documentos de Hurta-
mias científicas y profesionales que han tenido que ver con la investigación do se encuentran en el Memorial Hurtado del Instituto de Investigaciones
como por ejemplo: la Sociedad Química del Perú, la Sociedad Geográfica de Altura de la Universidad y en la Oficina del Rectorado.62 En este caso
de Lima, la Sociedad Geológica, la Academia Nacional de Medicina, y la
Sociedad de Ingenieros, que conservan por lo menos un buen número de las 59. Edubanco se encuentra en el local central del Banco Continental, Av. República de
publicaciones editadas por sus instituciones. Por otra parte, el Museo de Panamá 3055, 2° piso, San Isidro.
60. Este el caso de las universidades de Ingeniería y de Agricultura. José Ignacio Ló-
Historia Natural Javier Prado, creado en 1918 y que actualmente funciona pez Soria, Historia de la Universidad Nacional de Ingeniería: Los años Fundacionales (Lima:
como una dependencia de la Universidad de San Marcos, contiene parte Centro de Investigaciones Histórico Tecnológicas, 1981); y Ernesto Yepez, "La Escuela Na-
del herbario de Antonio Raimondi y documentos que ilustran la historia cional de Agricultura", en Sociedad Peruana de Historia de la Ciencia y de la Tecnología, Es-
del Museo pero que desafortunadamente esperan su clasificación. tudios de Historia de la Ciencia en el Perú, vol. 1 (Lima: CONCYTEC, 1986), pp. 193-214.
Un valioso fondo de historia oral es la serie de entrevistas a peruanos 61. Para una relación de los científicos que aparecen en estas biobibliografías, véase
Marcos Cueto, "Bibliografía de la ciencia y la tecnología en el Perú", Apuntes 19 (1986):
147-162.
62. Una primera entrega de las obras de Hurtado es Alberto Hurtado, Medicina e Inves-
58. Esta colección cuenta con un fichero. El Instituto conserva sin clasificar los papeles tigación, 1er vol. (Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1993). Sobre Monge y Hurtado,
del arqueólogo Toribio Mejía Xesspe quien fuera uno de los principales discípulos de Julio véase Marcos Cueto, "Andean Biology in Peru: Scientific Styles in the Periphery", Isis 80
C. Tello. (1989): 640-658.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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186 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 187

es posible acceder a los documentos gracias a la comprensión y simpatía Perú durante los siglos XVIII, XIX y comienzos del XX. Estas investiga-
hacia la historia de la ciencia de las autoridades de la Universidad. ciones deberían mejorar nuestra comprensión del proceso de recepción y
Una labor importante que ha realizado esta Universidad en favor de la transformación de la ciencia que se desarrolló en el país.
historia de la ciencia es la edición de los trabajos del médico Honorio Asimismo, espero que esta guía contribuya para que historia de la
Delgado.63 De especial interés es el libro Freud y el psicoanálisis, escritos y ciencia en el Perú no sea una actividad cultivada sólo esporádicamente y
testimonios que reúne 25 publicaciones de Delgado, fechadas entre 1915 y que convoque a los historiadores e investigadores profesionales. Final-
1959, así como su correspondencia con Sigmund Freud. mente, esta guía quiere insistir en la importancia de preservar, clasificar y
Los papeles de Carlos Monge Medrano son otro conjunto documental organizar los manuscritos de carácter histórico en general y los documentos
que ha sido utilizado por el autor de este artículo.64 Inicialmente, se en- científicos peruanos en particular.
contraban en poder de la familia Monge. Tanto los materiales de Hurtado
como los de Monge demuestran la importante influencia que ha tenido en
las universidades y los científicos peruanos del siglo XX las Fundaciones
de los Estados Unidos. Entre estas se destacó la Fundación Rockefeller
que desde 1920 desarrolló importantes programas de sanidad, de investi-
gación y de tecnificación agrícola en el Perú.65 Actualmente los papeles de
Monge se encuentran en proceso de ordenación con el objetivo de ceder-
los, de común acuerdo con la familia Monge, a una biblioteca donde pue-
dan ser consultados por los investigadores. Los cinco volúmenes que
componen la obra de Monge pueden consultarse gracias a la edición que
realizó la Universidad Cayetano Heredia y el Concytec.66
Aunque la mayoría de los documentos que se reseñan en esta guía es-
tán conservados en repositorios de Lima, reflejan gran parte de los estu- -
dios que sobre el mundo natural y físico se han realizado en todo el país y
por ello ofrecen las bases para elaborar una historia documentada de la
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ciencia en el Perú. Espero que la información que provee esta guía de do-
cumentos relacionados al quehacer científico del Perú en los archivos y bi-
bliotecas de Lima sirva a los investigadores para identificar temas y perso-
najes susceptibles de ser analizados, para localizar con mayor facilidad los
documentos, y para sugerir trabajos de investigación sobre la ciencia en el

63. Honorio Delgado, Freud y el psicoanálisis, escritos y testimonios (Lima: Univ. Peruana
Cayetano Heredia, 1989) e Idem, El médico, la medicina y el alma (Lima: Univ. Peruana Ca-
yetano Heredia, 1992). Éste último libro fue editado por primera vez en Madrid en 1952.
Sobre Delgado, véase también sus artículos periodísticos recopilados en Honorio Delgado en
"El Comercio" (Lima: Ed. de El Comercio, 1992).
64. En Cuero, Excelencia Científica.
65. Sobre los materiales peruanos en el archivo de esa Fundación, véase Marcos Cueto
"El Rockefeller Archive Center y la medicina, la ciencia y la agricultura latinoamericanas del
siglo veinte: una revisión de fondos documentales", Quipu. 8 (1991): 35-50.
66. Carlos Monge, Obras, 5 vols., (Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1989).

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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186 Marcos Cueto Guía para la historia de la ciencia 187

es posible acceder a los documentos gracias a la comprensión y simpatía Perú durante los siglos XVIII, XIX y comienzos del XX. Estas investiga-
hacia la historia de la ciencia de las autoridades de la Universidad. ciones deberían mejorar nuestra comprensión del proceso de recepción y
Una labor importante que ha realizado esta Universidad en favor de la transformación de la ciencia que se desarrolló en el país.
historia de la ciencia es la edición de los trabajos del médico Honorio Asimismo, espero que esta guía contribuya para que historia de la
Delgado.63 De especial interés es el libro Freud y el psicoanálisis, escritos y ciencia en el Perú no sea una actividad cultivada sólo esporádicamente y
testimonios que reúne 25 publicaciones de Delgado, fechadas entre 1915 y que convoque a los historiadores e investigadores profesionales. Final-
1959, así como su correspondencia con Sigmund Freud. mente, esta guía quiere insistir en la importancia de preservar, clasificar y
Los papeles de Carlos Monge Medrano son otro conjunto documental organizar los manuscritos de carácter histórico en general y los documentos
que ha sido utilizado por el autor de este artículo.64 Inicialmente, se en- científicos peruanos en particular.
contraban en poder de la familia Monge. Tanto los materiales de Hurtado
como los de Monge demuestran la importante influencia que ha tenido en
las universidades y los científicos peruanos del siglo XX las Fundaciones
de los Estados Unidos. Entre estas se destacó la Fundación Rockefeller
que desde 1920 desarrolló importantes programas de sanidad, de investi-
gación y de tecnificación agrícola en el Perú.65 Actualmente los papeles de
Monge se encuentran en proceso de ordenación con el objetivo de ceder-
los, de común acuerdo con la familia Monge, a una biblioteca donde pue-
dan ser consultados por los investigadores. Los cinco volúmenes que
componen la obra de Monge pueden consultarse gracias a la edición que
realizó la Universidad Cayetano Heredia y el Concytec.66
Aunque la mayoría de los documentos que se reseñan en esta guía es-
tán conservados en repositorios de Lima, reflejan gran parte de los estu- -
dios que sobre el mundo natural y físico se han realizado en todo el país y
por ello ofrecen las bases para elaborar una historia documentada de la

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ciencia en el Perú. Espero que la información que provee esta guía de do-
cumentos relacionados al quehacer científico del Perú en los archivos y bi-
bliotecas de Lima sirva a los investigadores para identificar temas y perso-
najes susceptibles de ser analizados, para localizar con mayor facilidad los
documentos, y para sugerir trabajos de investigación sobre la ciencia en el

63. Honorio Delgado, Freud y el psicoanálisis, escritos y testimonios (Lima: Univ. Peruana
Cayetano Heredia, 1989) e Idem, El médico, la medicina y el alma (Lima: Univ. Peruana Ca-
yetano Heredia, 1992). Éste último libro fue editado por primera vez en Madrid en 1952.
Sobre Delgado, véase también sus artículos periodísticos recopilados en Honorio Delgado en
"El Comercio" (Lima: Ed. de El Comercio, 1992).
64. En Cuero, Excelencia Científica.
65. Sobre los materiales peruanos en el archivo de esa Fundación, véase Marcos Cueto
"El Rockefeller Archive Center y la medicina, la ciencia y la agricultura latinoamericanas del
siglo veinte: una revisión de fondos documentales", Quipu. 8 (1991): 35-50.
66. Carlos Monge, Obras, 5 vols., (Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1989).

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ANEXO V
Bibliografias de revistas científicas peruanas

Calderón, Savia A. "Indice de la Revista de Medicina Experimental. 1942-


1960". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Campos, Lilia. Trabajos y Publicaciones del Instituto de Investigaciones de Altura


1961-1976. Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1976.

Clement, Jean Pierre. "Indices del Mercurio Peruano: 1790-1795". Fénix, Revista
de la Biblioteca Nacional. 26-27 (1976-77): 5-234.

Diaz Marín, Santos. Indice analítico del Boletín de la Sociedad Geográfica de


Lima, Tomo I al CIV, años 1891 a 1984. Ed. Santiago E. Antúnez de
Mayolo. Lima: Imp. Benito, 1988.

Duarte de Morales, Cristina y Raquel Zegarra Lanfranco. Indice de los Anales


de la Facultad de Medicina: 1919-1956. Lima: Univ. de San Marcos,
1956.

Espejo Nuñéz, Teófilo. "Indice de la Revista del Museo Nacional, 1932-1947".


Boletín Bibliográfico de San Marcos 22 (1949) 29-79.

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Kamimoto, Margarita H. "Bibliografía de Matemáticas en el Perú durante los
siglos XVIII y XIX.". Boletín de la Biblioteca Nacional 63-64 (1972): 5-
46.

Laura Elescano, Luz Aida. "Indice de la Revista Peruana de Radiología". Tesis,


Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Mariátegui, Javier y Ramón León. La Revista de Psiquiatría y Disciplinas Cone-


xas) 1918-1924. Lima: Ed. Minerva, 1987.

Palomino Morales, Rosa M. "Fichado analítico de la Revista Peruana de Pato-


logía. 1956-1969". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.

Rivera, Rosalina. "Indice Clasificado de los Boletines de la Sociedad Geológi-


ca del Perú". Boletín de la Sociedad Geológica del Perú 45 (1975): 99-158.

Ruiz Guerrero, Lidia. "Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas del Perú, Fi-
chado Analítico, 1902-1948". Tesis, Escuela de Bibliotecarios, 1971.
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ANEXO I

Catálogo de documentos para la Historia de la Ciencia en la colección


Manuscritos de la "Sala de Investigaciones" de la Biblioteca Nacional para
los siglos XVIII, XIX y comienzos del siglo XX.

Año Código Descripción y Extensión

1715 C57 Relación de la exploración practicada por Cristóbal de Quedo


en la región de los Antis, Cuzco. 13 ff.

1730 C77 Razón de los pagos hechos a Jorge Juan y Antonio de Ulloa
por los gastos ocasionados en el traslado de sus tiendas al Vi-
rreynato en cumplimiento de su cometido científico. 7. ff.
1734 C3729 Libro de asiento de las curaciones de los esclavos que se curan
en el Hospital de San Bartolomé. 46 ff
1736 C100 Comunicación que ordena a la Real Tesorería de Guayaquil
prestar la ayuda necesaria a los académicos Franceses que vie-
nen a hacer estudios astronómicos en Indias. 3 ff.
1746 C888 Carta diario que escribe Eusebio Llano Zapata a Ignacio Chi-
riboga y Daza, canónigo de Quito, Lima. 31 ff.

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1753 C2754 Probanza presentada por Francisco Domingo de las Infantas
y Córdova, médico residente en Moquegua, para que se le re-
ciba información a José Vargas acerca de las curaciones que
realizó el año anterior, Moquegua. 2 ff.
1753 C4115 Oración de Physica en la Universidad de San Ignacio del
Cuzco.7ff.
1760 C1165 Informes sobre el descubrimiento de Manoa, sus indios y
otros puntos de conversión de infieles de la Seráfica orden de
San Francisco. 93 ff.
1763 C147 Cartilla aritmética. Manual de mercaderes e enchiridión ecle-
ciástica. Obra utilísima y muy provechosa para todos los que
compran y venden géneros de Castilla. 307 ff.
1766 C956 Inventario de la biblioteca y aposentos del Colegio de la ciu-
dad de Arequipa [Jesuíta]. 64 ff.

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190 Marcos Cueto Anexos 191

Año Código Descripción y Extensión Año Código Descripción y Extensión

1767 B1943 Inventario de la Biblioteca del Colegio de San Pablo [Jesuí- 1787 C3121 Expediente sobre la demostración de una máquina de moler
ta]. 241 ff. metales inventada por José Onofre de la Cadena, Trujillo. 4
ff.
1768 C198 Ordenanzas del Real Hospital de San Bartolomé. 25 ff.
1771 C2541 1789 C1388 Copia de un decreto relativo a la Real Cédula por la que se
Aplicación de los modelos de máquinas e instrumentos que
manda a las autoridades a enviar datos de índole política, geo-
remite Pedro de Tagle Superintendente interino de las Reales
gráfica y social a la capital para la obra que tiene en prepara-
Cajas de Potosí. 26 ff.
ción el Cosmógrafo del Virreynato Cosme Bueno. 3 ff.
1771 C2525 Explicación de los modelos de máquinas e instrumentos que 1790 C2893 Descripción manual para más facil y pronta inteligencia de las
remite por el correo Pedro de Tagle. 25 ff. letras y numeraciones que contienen los tres planos geométri-
1783 C414 Diario de la segunda partida de la demarcación de límites en- cos de la villa, minas y asientos de fundiciones de azogues de
tre los dominios de España y Portugal en la América Meri- Huancavelica dedicados en ella por el Ministro Togado Pedro
dional por Diego de Alvear y Ponce. 388 ff. de Tagle. 9 ff.
1784 C1316 Cosme Bueno. Descripción Geográfica del Perú por Obispa- 1790 C3531 Diligencias actuadas para proceder a los experimentos y com-
dos, sus producciones en frutos, minas, comercio y pobla- paración del nuevo horno mandado a construir por Pedro de
ción. 324 ff. Tagle. 17 ff.
1784 C3081 Expediente formado en virtud de una Real Orden sobre el 1790 C3588 Diligencias efectuadas para proceder a los experimentos y
envío semestre de una razón puntual del tiempo que se expe- comparación del nuevo horno mandado construir por Pedro
rimentó en el distrito de esta Intendencia, si las aguas han de Tagle. Huancavelica, 18 ff.
sido escasas o abundantes y lo mismo en orden de las cose- 1791 C1035 Copia del expediente formado a representación del Barón de
chas de frutos, Huancavelica. 41 ff. Nordenflicht sobre el estado actual de la mina de Huancaveli-
1784 C2669 Expediente No 49 sobre el nuevo proyecto y método de tra- ca y medios que considera indispensables para restablecerla,
bajo en el último plan de la Real Mina de Azogue, Huancave- Lima. 41 ff.
lica. 15 ff. 1791 C3500 Expediente sobre el recibo del ejemplar de la obra de Minera-
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1784 C580 Libranza de pago de 2,000 pesos a los botánicos Hipólito logía escrita por Mr. Kierwan, Huancavelica. 2 ff.
Ruiz y José Pavón para que continúen en el desempeño de 1791 C3511 Expediente formado sobre la asignación de sueldos a Federi-
sus labores científicas. 2 ff.
co Mothes y cuatro dependientes destinados por el Virrey a la
1785 C1401 Sueldo Del Dr. Isidro Galvez, botánico de la ciudad de Huá- mensura de estas reales minas, Huancavelica. 10 ff.
nuco. 2 ff. 1792 C3546 Expediente sobre solicitud del maestro de minas, Federico
1785 C472 Discurso sobre los estudios del Real Colegio Seminario de Mothes para que se le conceda permiso de hacer experimen-
Minas de la Ciudad de Lima presentado al Visitador General tos de barrenos en la real mina conforme se practican en las de
Jorge Escobedo, Lima 85 ff. Alemania, Huancavelica. 10 ff.
1785 C523 Actuados para la satisfacción de haberes al boticario Juan Ta- 1792 C3458 Mothes, Federico. Expediente sobre que el ingeniero Pedro
falla y al pintor Francisco Pulgar incorporados al cuerpo de Subiela proceda a dirigir las labores de esta real mina. Huan-
naturalistas que están efectuando estudios en Huánuco. 5 ff. cavelica. 9 ff.
1787 C3110 Expediente No 5 relativo a los experimentos metalúrgicos 1792 C3280 Razón del costo que han tenido los barrenos disparados en la
por Mariano Solar, Lima 5 ff real mina por dirección de Federico Mothes y de Antonio de
Villaespesa, 1 f.

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190 Marcos Cueto Anexos 191

Año Código Descripción y Extensión Año Código Descripción y Extensión

1767 B1943 Inventario de la Biblioteca del Colegio de San Pablo [Jesuí- 1787 C3121 Expediente sobre la demostración de una máquina de moler
ta]. 241 ff. metales inventada por José Onofre de la Cadena, Trujillo. 4
ff.
1768 C198 Ordenanzas del Real Hospital de San Bartolomé. 25 ff.
1771 C2541 1789 C1388 Copia de un decreto relativo a la Real Cédula por la que se
Aplicación de los modelos de máquinas e instrumentos que
manda a las autoridades a enviar datos de índole política, geo-
remite Pedro de Tagle Superintendente interino de las Reales
gráfica y social a la capital para la obra que tiene en prepara-
Cajas de Potosí. 26 ff.
ción el Cosmógrafo del Virreynato Cosme Bueno. 3 ff.
1771 C2525 Explicación de los modelos de máquinas e instrumentos que 1790 C2893 Descripción manual para más facil y pronta inteligencia de las
remite por el correo Pedro de Tagle. 25 ff. letras y numeraciones que contienen los tres planos geométri-
1783 C414 Diario de la segunda partida de la demarcación de límites en- cos de la villa, minas y asientos de fundiciones de azogues de
tre los dominios de España y Portugal en la América Meri- Huancavelica dedicados en ella por el Ministro Togado Pedro
dional por Diego de Alvear y Ponce. 388 ff. de Tagle. 9 ff.
1784 C1316 Cosme Bueno. Descripción Geográfica del Perú por Obispa- 1790 C3531 Diligencias actuadas para proceder a los experimentos y com-
dos, sus producciones en frutos, minas, comercio y pobla- paración del nuevo horno mandado a construir por Pedro de
ción. 324 ff. Tagle. 17 ff.
1784 C3081 Expediente formado en virtud de una Real Orden sobre el 1790 C3588 Diligencias efectuadas para proceder a los experimentos y
envío semestre de una razón puntual del tiempo que se expe- comparación del nuevo horno mandado construir por Pedro
rimentó en el distrito de esta Intendencia, si las aguas han de Tagle. Huancavelica, 18 ff.
sido escasas o abundantes y lo mismo en orden de las cose- 1791 C1035 Copia del expediente formado a representación del Barón de
chas de frutos, Huancavelica. 41 ff. Nordenflicht sobre el estado actual de la mina de Huancaveli-
1784 C2669 Expediente No 49 sobre el nuevo proyecto y método de tra- ca y medios que considera indispensables para restablecerla,
bajo en el último plan de la Real Mina de Azogue, Huancave- Lima. 41 ff.
lica. 15 ff. 1791 C3500 Expediente sobre el recibo del ejemplar de la obra de Minera-

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1784 C580 Libranza de pago de 2,000 pesos a los botánicos Hipólito logía escrita por Mr. Kierwan, Huancavelica. 2 ff.
Ruiz y José Pavón para que continúen en el desempeño de 1791 C3511 Expediente formado sobre la asignación de sueldos a Federi-
sus labores científicas. 2 ff.
co Mothes y cuatro dependientes destinados por el Virrey a la
1785 C1401 Sueldo Del Dr. Isidro Galvez, botánico de la ciudad de Huá- mensura de estas reales minas, Huancavelica. 10 ff.
nuco. 2 ff. 1792 C3546 Expediente sobre solicitud del maestro de minas, Federico
1785 C472 Discurso sobre los estudios del Real Colegio Seminario de Mothes para que se le conceda permiso de hacer experimen-
Minas de la Ciudad de Lima presentado al Visitador General tos de barrenos en la real mina conforme se practican en las de
Jorge Escobedo, Lima 85 ff. Alemania, Huancavelica. 10 ff.
1785 C523 Actuados para la satisfacción de haberes al boticario Juan Ta- 1792 C3458 Mothes, Federico. Expediente sobre que el ingeniero Pedro
falla y al pintor Francisco Pulgar incorporados al cuerpo de Subiela proceda a dirigir las labores de esta real mina. Huan-
naturalistas que están efectuando estudios en Huánuco. 5 ff. cavelica. 9 ff.
1787 C3110 Expediente No 5 relativo a los experimentos metalúrgicos 1792 C3280 Razón del costo que han tenido los barrenos disparados en la
por Mariano Solar, Lima 5 ff real mina por dirección de Federico Mothes y de Antonio de
Villaespesa, 1 f.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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192 Marcos Cueto Anexos 193

Año Código Descripción y Extensión Año Código Descripción y Extensión


1793 C1047 Expediente relativo a que se destinen cierto número de jóve-
1792 C1679 Mothes, Federico. Expediente formado sobre haberle dirigi- nes con el título de alumnos para que sirvan de auxilio al Ba-
do al ingeniero subterráneo Pedro Subiela los planos y demas rón de Nordenflicht en los experimento metalúrgicos que
documentos concernientes a esta real mina. 8 ff. debe hacer en el laboratorio químico de esta capital y haber-
sele concedido en lugar de ellos manos auxiliares para dicho
1792 C774 Cuentas presentadas por el Barón de Nordenflicht de los gas-
fin, Lima. 33 ff.
tos hechos en el laboratorio químico metalúrgico de esta ca-
pital y construcción de sus máquinas, Lima. 145 ff. 1793 C3508 Expediente relativo a las muestra de metales en traros y hari-
nas que se deben a España, al laboratorio de Segovia y el
1792 C3274 Subiela, Pedro. Expediente sobre la petición presentada por el
modo de llevarse el diario de los experimentos metalúrgicos
ingeniero Pedro Subiela para que se tomen los acuerdos nece-
que por comparación se deben practicar en el laboratorio de
sarios entre los técnicos, Huancavelica. 41 ff
esta capital, Lima. 70 ff.
1792 C3232 Oficio relativo a las contestaciones que hacen las diputaciones 1793 C3889 Expediente No 7 relativo a las cuentas presentadas de los gas-
territoriales del haber recibido los veinte ejemplares que se le tos hechos en el Real Laboratorio Químico Metalúrgico de esta
remiten a saber la obrita intitulada Breves y Comprendiosos capital, Lima. 142 ff.
Lecciones de Minería. 4 ff.
1793 C3198 Expediente No 10 relativo al reconocimiento de las oficinas y
1792 C1183 Método de fundición de metales de azogue en Huancavelica. máquinas del laboratorio químico metalúrgico de esta capital
44 ff. y precauciones que se deben observar y ponerse al tiempo de los
1792 C3621 Documentos que comprueban las cuentas del Barón de Nor- experimentos generales que han de practicarse en dicho la-
denflicht de los gastos hechos en el Laboratorio Químico boratorio, Lima. 40 ff.
Metalúrgico de esta capital, Lima. 57 ff. 1798 C801 Inventario de la Biblioteca Grande de San Francisco de Jesus
1792 C3247 Expediente sobre la asignación de pesos provenientes del de Lima. 209 ff.
ramo de bobedaje al catedrático de anatomía, Lima. 4 ff. 1796 C3205 Lopez, Atanacio. Expediente formado sobre el inventario y
1792 C719 Nota dirigida a los boticarios Juan Tafalla y Francisco Pulgar entrega de la botica del Hospital Real, Huancavelica. 13 ff.
para que envíen un dibujo circunstanciado de la coca el mis- 1796 C3592 Expediente promovido por Tomas Canales, cirujano del Hos-
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mo que deberá ser remitido a Madrid. 1 f. pital de esta villa sobre atribuirsele la muerte de una criatura a
1793 C1050 Testimonio del Espediente relativo a los experimentos y ope- la mala curación de la herida que tuvo y se infringió en ella
raciones del laboratorio químico metalúrgico construido por Mariano Palomino, maestro flebotomista. 2 ff.
el Barón de Nordenflicht en esta capital, Lima. 90 ff. 1798 C1106 Mothes, Federico. Expediente sobre la solicitud del Sr. Barón
1793 C3325 Diario de las operaciones que se van practicando en el labora- de Nordenflicht para que el maestro de minas Federico Mo- thes
torio químico metalúrgico de Lima. 35. ff. y otros de su expedición pasen a Cita villa, Huancavelica.
4 ff.
1793 C1048 Expediente relativo a todo lo ocurrido entre el Diputado Ge-
neral comisionado y peritos facultativos con el Barón de Nor- 1799 C1109 Expediente sobre que el maestro de minas Federico Mothes le
denflicht en el laboratorio químico metalúrgico de esta capi- franquee al ingeniero substituto Pedro Subiela uno de los ins-
tal, Lima. 17 ff. trumentos necesarios que tiene para las medidas exteriores de
la real mina. 4 ff
1793 C1049 Nuevo Expediente que comprende varias providencias libra-
das por la superioridad tanto a las consultas del Barón de Expediente formado sobre nombramiento de ayudantes de
Nordenflicht como a las de este Real Tribunal, correspon- 1799 C1114 Pedro Subiela y Federico Mothes para levantar los planos de
dientes a las operaciones de laboratorio químico de esta capi- la real mina. Huancavelica. 47 ff.
tal, Lima. 14 ff.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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192 Marcos Cueto Anexos 193

Año Código Descripción y Extensión Año Código Descripción y Extensión


1793 C1047 Expediente relativo a que se destinen cierto número de jóve-
1792 C1679 Mothes, Federico. Expediente formado sobre haberle dirigi- nes con el título de alumnos para que sirvan de auxilio al Ba-
do al ingeniero subterráneo Pedro Subiela los planos y demas rón de Nordenflicht en los experimento metalúrgicos que
documentos concernientes a esta real mina. 8 ff. debe hacer en el laboratorio químico de esta capital y haber-
sele concedido en lugar de ellos manos auxiliares para dicho
1792 C774 Cuentas presentadas por el Barón de Nordenflicht de los gas-
fin, Lima. 33 ff.
tos hechos en el laboratorio químico metalúrgico de esta ca-
pital y construcción de sus máquinas, Lima. 145 ff. 1793 C3508 Expediente relativo a las muestra de metales en traros y hari-
nas que se deben a España, al laboratorio de Segovia y el
1792 C3274 Subiela, Pedro. Expediente sobre la petición presentada por el
modo de llevarse el diario de los experimentos metalúrgicos
ingeniero Pedro Subiela para que se tomen los acuerdos nece-
que por comparación se deben practicar en el laboratorio de
sarios entre los técnicos, Huancavelica. 41 ff
esta capital, Lima. 70 ff.
1792 C3232 Oficio relativo a las contestaciones que hacen las diputaciones 1793 C3889 Expediente No 7 relativo a las cuentas presentadas de los gas-
territoriales del haber recibido los veinte ejemplares que se le tos hechos en el Real Laboratorio Químico Metalúrgico de esta
remiten a saber la obrita intitulada Breves y Comprendiosos capital, Lima. 142 ff.
Lecciones de Minería. 4 ff.
1793 C3198 Expediente No 10 relativo al reconocimiento de las oficinas y
1792 C1183 Método de fundición de metales de azogue en Huancavelica. máquinas del laboratorio químico metalúrgico de esta capital
44 ff. y precauciones que se deben observar y ponerse al tiempo de los
1792 C3621 Documentos que comprueban las cuentas del Barón de Nor- experimentos generales que han de practicarse en dicho la-
denflicht de los gastos hechos en el Laboratorio Químico boratorio, Lima. 40 ff.
Metalúrgico de esta capital, Lima. 57 ff. 1798 C801 Inventario de la Biblioteca Grande de San Francisco de Jesus
1792 C3247 Expediente sobre la asignación de pesos provenientes del de Lima. 209 ff.
ramo de bobedaje al catedrático de anatomía, Lima. 4 ff. 1796 C3205 Lopez, Atanacio. Expediente formado sobre el inventario y
1792 C719 Nota dirigida a los boticarios Juan Tafalla y Francisco Pulgar entrega de la botica del Hospital Real, Huancavelica. 13 ff.
para que envíen un dibujo circunstanciado de la coca el mis- 1796 C3592 Expediente promovido por Tomas Canales, cirujano del Hos-

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mo que deberá ser remitido a Madrid. 1 f. pital de esta villa sobre atribuirsele la muerte de una criatura a
1793 C1050 Testimonio del Espediente relativo a los experimentos y ope- la mala curación de la herida que tuvo y se infringió en ella
raciones del laboratorio químico metalúrgico construido por Mariano Palomino, maestro flebotomista. 2 ff.
el Barón de Nordenflicht en esta capital, Lima. 90 ff. 1798 C1106 Mothes, Federico. Expediente sobre la solicitud del Sr. Barón
1793 C3325 Diario de las operaciones que se van practicando en el labora- de Nordenflicht para que el maestro de minas Federico Mo- thes
torio químico metalúrgico de Lima. 35. ff. y otros de su expedición pasen a Cita villa, Huancavelica.
4 ff.
1793 C1048 Expediente relativo a todo lo ocurrido entre el Diputado Ge-
neral comisionado y peritos facultativos con el Barón de Nor- 1799 C1109 Expediente sobre que el maestro de minas Federico Mothes le
denflicht en el laboratorio químico metalúrgico de esta capi- franquee al ingeniero substituto Pedro Subiela uno de los ins-
tal, Lima. 17 ff. trumentos necesarios que tiene para las medidas exteriores de
la real mina. 4 ff
1793 C1049 Nuevo Expediente que comprende varias providencias libra-
das por la superioridad tanto a las consultas del Barón de Expediente formado sobre nombramiento de ayudantes de
Nordenflicht como a las de este Real Tribunal, correspon- 1799 C1114 Pedro Subiela y Federico Mothes para levantar los planos de
dientes a las operaciones de laboratorio químico de esta capi- la real mina. Huancavelica. 47 ff.
tal, Lima. 14 ff.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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194 Marcos Cueto Anexos 195

Año Código Descripción y Extensión Año Código Descripción y Extensión

1799 C1201 Expediente formado sobre la solicitud del Barón de Norden- 1806 D11687 Sobre la publicación de un bando que destaca la importancia
flich de la mesa de dibujo que sirve al ingeniero subterraneo. y beneficios de aplicación de la vacuna. Arequipa. 3 ff.
Huancavelica. 5 ff.
1807 D11589 Paga hecha a Juan Tafalla Jefe de la Expedición Botánica de
1799 C776 Expediente promovido por el Barón de Nordeoflicht solici- este reino por cuenta de sus sueldos y de los demás emplea-
tando se le dé unos resúmenes de quintales de azogues. 6 ff. dos de ella. Guayaquil. 1 f.

1800 D9630 Expediente sobre la petición presentada por el maestro de mi- 1807 D6000 Descripción militar del terreno que comprende el plano topo-
nas Federico Mothes para que se continue abonandole sus ha- gráfico que se ha levantado de las inmediaciones de la ciudad
beres, Lima 8 ff. de Lima. 15 ff

1800 D236 Tratado de Matemáticas. 435 ff. 1808 D102 Documentos pertenecientes al Real Tribunal de Minería pro-
piciador de la creación de una Escuela de Minería, Lima. 178
1800 D59 Libro de Medicina y Cirugía para el uso de los pobres por ff.
Martín Delgar. 68 ff.
1808 D9708 Expediente sobre la erección y establecimiento de un Colegio
1800 D6104 El Rector de la Real Universidad de San Marcos sobre el im- de Medicina en la Ciudad y Real Escuela de Lima. 10 ff.
porte de la vacante de la cátedra de Prima de Matemáticas por
fallecimiento de su último poseedor Dr. Cosme Bueno. 9 ff. 1812 D6631 Expediente formado a raíz de la expedición de una real orden
para el levantamiento de un mapa de la Intendencia de Huan-
1801 D10131 Expediente sobre la Real Orden de 20 de Julio de 1800 para cavelica. 5 ff.
que se recojan los diversos productos de Historia Natural que
abundan en esos dominios. Huancavelica. 3 ff. 1812 D12321 Carta informe sobre la necesidad de la aplicación del fuido va-
cuno en la zona de Tarma. 2 ff
1803 D5107 Discurso pronunciado por José Manuel Salas en el examen de
geometría elemental y trigonometría rectilinea que presenta- 1813 D5974 Expediente promovido por Manuel de Salazar y Vicuña sobre
ron los alumnos del Seminario Conciliar de San Gerónimo de un nuevo método de Beneficio de metales por medio de una
Arequipa. 14 ff. maquina inventada. Lima. 89 ff.
1803 D593 Expediente sobre la entrega de la llave de la casa del Barón de 1814 D11626 Expediente sobre las expediciones de 1814 y 1815 por Anda-
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Nordenflicht al comisario del Santo Tribunal de esta villa marca al reconocimiento de las montañas Peruanas. 28 ff.
para practicar ciertas diligencias tocantes al servicio de Dios.
1815 D12930 Expediente con el dictamen de la Junta Superior de Medicina
3 ff.
y Cirujía de España y Real Cédula para que se rectifiquen las
1803 D13105 Libro de Reales Ordenes y Actas concernientes a la Expedí- instituciones y plan de estudios de la Escuela de Medicina de
ción Filantrópica de la Vacuna. 68 ff. San Fernando de Lima. 11 ff.
1804 D5906 Expediente formado sobre nombramiento de un profesor 1816 D521 Plan de Reforma de la Real Universidad de San Marcos en-
médico en José Pezet para la asistencia de los pobres enfer- viado por el Virrey de la Pezuela, Lima. 5 ff.
mos de este real hospital, Huancavelica. 4 ff.
1816 D6630 Expediente sobre la petición presentada por José Gregario
1804 D10406 Mothes, Federico. Corre con los autos de la visita general de Paredes catedrático de La Universidad de San Marcos para
la real mina de azogues de Huancavelica. 45 ff. que se le abone cantidad de pesos por concepto de sueldos. 5
1806 D11688 Razón de los gastos extraordinarios ocasionados por la Real ff.
Expedición Filantrópica [de la vacuna]. Lima. 17 ff. 1818 D11091 Ordenes. El Dr. Francisco de Paula Gonzalez Vigil natural de
1806 D11684 Sobre propagación del beneficio de la vacuna. Arequipa 8 ff. Tacna catedrático de Filosofía y Matemáticas del Seminario
Conciliar de San Gerónimo de esta ciudad, Arequipa. 12 ff.

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Año Código Descripción y Extensión Año Código Descripción y Extensión

1799 C1201 Expediente formado sobre la solicitud del Barón de Norden- 1806 D11687 Sobre la publicación de un bando que destaca la importancia
flich de la mesa de dibujo que sirve al ingeniero subterraneo. y beneficios de aplicación de la vacuna. Arequipa. 3 ff.
Huancavelica. 5 ff.
1807 D11589 Paga hecha a Juan Tafalla Jefe de la Expedición Botánica de
1799 C776 Expediente promovido por el Barón de Nordeoflicht solici- este reino por cuenta de sus sueldos y de los demás emplea-
tando se le dé unos resúmenes de quintales de azogues. 6 ff. dos de ella. Guayaquil. 1 f.

1800 D9630 Expediente sobre la petición presentada por el maestro de mi- 1807 D6000 Descripción militar del terreno que comprende el plano topo-
nas Federico Mothes para que se continue abonandole sus ha- gráfico que se ha levantado de las inmediaciones de la ciudad
beres, Lima 8 ff. de Lima. 15 ff

1800 D236 Tratado de Matemáticas. 435 ff. 1808 D102 Documentos pertenecientes al Real Tribunal de Minería pro-
piciador de la creación de una Escuela de Minería, Lima. 178
1800 D59 Libro de Medicina y Cirugía para el uso de los pobres por ff.
Martín Delgar. 68 ff.
1808 D9708 Expediente sobre la erección y establecimiento de un Colegio
1800 D6104 El Rector de la Real Universidad de San Marcos sobre el im- de Medicina en la Ciudad y Real Escuela de Lima. 10 ff.
porte de la vacante de la cátedra de Prima de Matemáticas por
fallecimiento de su último poseedor Dr. Cosme Bueno. 9 ff. 1812 D6631 Expediente formado a raíz de la expedición de una real orden
para el levantamiento de un mapa de la Intendencia de Huan-
1801 D10131 Expediente sobre la Real Orden de 20 de Julio de 1800 para cavelica. 5 ff.
que se recojan los diversos productos de Historia Natural que
abundan en esos dominios. Huancavelica. 3 ff. 1812 D12321 Carta informe sobre la necesidad de la aplicación del fuido va-
cuno en la zona de Tarma. 2 ff
1803 D5107 Discurso pronunciado por José Manuel Salas en el examen de
geometría elemental y trigonometría rectilinea que presenta- 1813 D5974 Expediente promovido por Manuel de Salazar y Vicuña sobre
ron los alumnos del Seminario Conciliar de San Gerónimo de un nuevo método de Beneficio de metales por medio de una
Arequipa. 14 ff. maquina inventada. Lima. 89 ff.
1803 D593 Expediente sobre la entrega de la llave de la casa del Barón de 1814 D11626 Expediente sobre las expediciones de 1814 y 1815 por Anda-

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Nordenflicht al comisario del Santo Tribunal de esta villa marca al reconocimiento de las montañas Peruanas. 28 ff.
para practicar ciertas diligencias tocantes al servicio de Dios.
1815 D12930 Expediente con el dictamen de la Junta Superior de Medicina
3 ff.
y Cirujía de España y Real Cédula para que se rectifiquen las
1803 D13105 Libro de Reales Ordenes y Actas concernientes a la Expedí- instituciones y plan de estudios de la Escuela de Medicina de
ción Filantrópica de la Vacuna. 68 ff. San Fernando de Lima. 11 ff.
1804 D5906 Expediente formado sobre nombramiento de un profesor 1816 D521 Plan de Reforma de la Real Universidad de San Marcos en-
médico en José Pezet para la asistencia de los pobres enfer- viado por el Virrey de la Pezuela, Lima. 5 ff.
mos de este real hospital, Huancavelica. 4 ff.
1816 D6630 Expediente sobre la petición presentada por José Gregario
1804 D10406 Mothes, Federico. Corre con los autos de la visita general de Paredes catedrático de La Universidad de San Marcos para
la real mina de azogues de Huancavelica. 45 ff. que se le abone cantidad de pesos por concepto de sueldos. 5
1806 D11688 Razón de los gastos extraordinarios ocasionados por la Real ff.
Expedición Filantrópica [de la vacuna]. Lima. 17 ff. 1818 D11091 Ordenes. El Dr. Francisco de Paula Gonzalez Vigil natural de
1806 D11684 Sobre propagación del beneficio de la vacuna. Arequipa 8 ff. Tacna catedrático de Filosofía y Matemáticas del Seminario
Conciliar de San Gerónimo de esta ciudad, Arequipa. 12 ff.

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196 Marcos Cueto Anexos 197

Año Código Descripción y Extensión Año Código Descripción y Extensión

1818 D6658 Relación de las medicinas y utensilios despachados para May- 1850 D12928 Informes enviados por los gobernadores de los distritos de
nas. 4 ff Cajamarca a solicitud del supremo gobierno con la razón de las
plantas medicinales existentes. 17 ff.
1821 D765 Indice General del Diccionario Botánico escrito por José Ma-
ría Bozo. 55 ff. 1853 D6201 Petición presentada por Benito Guzman para que la Cámara
nombré una comisión que examine la naturaleza de los inven-
1828 D11832 Sobre las vicuñas, llamas y alpacas del Perú por Mariano tos que menciona. 12 ff.
Eduardo de Rivera. 6 ff.
1854 D2380 Cartas dirigidas a Antonio Raimondi por el Director de la
1831 D10807 Sobre dar impulso a la vacuna en todo el Departamento. Cus- Sociedad de Historia Natural de Gaud y por otros. 27 ff.
co. 5 ff
1857 D12925 25 cartas de y dirigidas a Aime Bonpland.
1831 D12923 Bonpland, Aime. 1er voyage dans les Missions Portugues.
212 ff. 1857 D2356 Benemérito Contralmirante Eduardo Carrasco. 2 ff
1835 D1579 Borradores de notas referentes a una expedición al Pachitea, 1859 D2328 Ejercito Nacional. Batallan C de Puno. Relación de los enfer-
66 ff. mos que existen en el hospital. 2 ff.
1836 D12936 Nuevo Thesoro de Pobres. Economía de Salud del Cuerpo 1860 D9098 Hospital Militar. Planilla de hospitalidades, Lima. 39 ff.
Humano por Martín Delgar. 59 ff.
1860 D9188 Hospital Militar. Planilla de hospitalidades. 3 ff.
1837 D4705 Apuntes de itinerarios por caminos de herradura entre la ciu-
dad de Piura y sus anexos con otros pueblos del mismo De- 1860 D9131 Enfermos del Batallan Ayacucho 24 ff.
partamento. 64 ff. 1860 D9091 Hospital Militar, Lima 6 ff.
1838 D1460 Certificado expedido por el maestro de dibujo Javier Cortes
1861 D8177 Tabla de exámenes públicos que presentaron los alumnos del
sobre el reconocimiento que ha practicado acerca del tipo y
Instituto Naval Militar. 43 ff.
burilado de las monedas fabricadas en la Casa de la Moneda.
Lima 10 ff. 1861 D2577 Castilla, Ramón. Reglamento de la Universidad de San Mar-
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

1840 D12927 Cayetano Heredia. Oficio que dirige al Ministro de Estado cos. 22 ff.
solicitando se tomen las medidas para superar los obstaculos 1861 D2380 Cayetano Heredia. Carta a Antonio Raimondi. 1 f.
que se oponen a la próxima apertura del Colegio de la Inde- 1866 D8674 Informe sobre el purpurato de amoníaco. 4 ff.
pendencia. 2 ff.
1840 D1904 1869 D2380 Ulloa, José Casimiro. Carta a Antonio Raimondi. 2 ff.
Curso Completo. Mineralogía ó varios modos de extraer la
plata de los metales escrito por Joaquín Villegas. 118 ff. 1870 D3620 Cartas y otros documentos con anotaciones de Mariano Felipe
1843 D4698 Reglamento del Colegio de San Carlos. 9 ff. Paz Soldán. 14 ff.

1846 D1903 Calculo Diferencial ó integral explicado por la primera vez 1873 D3091 Expediente sobre la petición presentada por Gualterio R.
con toda claridad y sin omitir ecuación ni diferencia como lo Butt Ayudante de la Comisión Hidrográfica del Amazonas,
hacen todos los autores matemáticos sin excepciones. Arequi- Iquitos. 8 ff.
pa. 208 ff. 1876 D3201 Expediente de monedas de Cobre relativo al examen y análisis
1846 D1957 Documentos pertenecientes al Museo Nacional. 198 ff. de monedas de cobre de la Casa de la Moneda por los Srs. A.
Raimondi y Pedro Blanc. 15 ff
1847 D9656 Documentos evacuados por la Prefectura del Departamento
de Junín que ejerce Mariano de Rivera y Ustariz. 11 ff

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Año Código Descripción y Extensión Año Código Descripción y Extensión

1818 D6658 Relación de las medicinas y utensilios despachados para May- 1850 D12928 Informes enviados por los gobernadores de los distritos de
nas. 4 ff Cajamarca a solicitud del supremo gobierno con la razón de las
plantas medicinales existentes. 17 ff.
1821 D765 Indice General del Diccionario Botánico escrito por José Ma-
ría Bozo. 55 ff. 1853 D6201 Petición presentada por Benito Guzman para que la Cámara
nombré una comisión que examine la naturaleza de los inven-
1828 D11832 Sobre las vicuñas, llamas y alpacas del Perú por Mariano tos que menciona. 12 ff.
Eduardo de Rivera. 6 ff.
1854 D2380 Cartas dirigidas a Antonio Raimondi por el Director de la
1831 D10807 Sobre dar impulso a la vacuna en todo el Departamento. Cus- Sociedad de Historia Natural de Gaud y por otros. 27 ff.
co. 5 ff
1857 D12925 25 cartas de y dirigidas a Aime Bonpland.
1831 D12923 Bonpland, Aime. 1er voyage dans les Missions Portugues.
212 ff. 1857 D2356 Benemérito Contralmirante Eduardo Carrasco. 2 ff
1835 D1579 Borradores de notas referentes a una expedición al Pachitea, 1859 D2328 Ejercito Nacional. Batallan C de Puno. Relación de los enfer-
66 ff. mos que existen en el hospital. 2 ff.
1836 D12936 Nuevo Thesoro de Pobres. Economía de Salud del Cuerpo 1860 D9098 Hospital Militar. Planilla de hospitalidades, Lima. 39 ff.
Humano por Martín Delgar. 59 ff.
1860 D9188 Hospital Militar. Planilla de hospitalidades. 3 ff.
1837 D4705 Apuntes de itinerarios por caminos de herradura entre la ciu-
dad de Piura y sus anexos con otros pueblos del mismo De- 1860 D9131 Enfermos del Batallan Ayacucho 24 ff.
partamento. 64 ff. 1860 D9091 Hospital Militar, Lima 6 ff.
1838 D1460 Certificado expedido por el maestro de dibujo Javier Cortes
1861 D8177 Tabla de exámenes públicos que presentaron los alumnos del
sobre el reconocimiento que ha practicado acerca del tipo y
Instituto Naval Militar. 43 ff.
burilado de las monedas fabricadas en la Casa de la Moneda.
Lima 10 ff. 1861 D2577 Castilla, Ramón. Reglamento de la Universidad de San Mar-

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1840 D12927 Cayetano Heredia. Oficio que dirige al Ministro de Estado cos. 22 ff.
solicitando se tomen las medidas para superar los obstaculos 1861 D2380 Cayetano Heredia. Carta a Antonio Raimondi. 1 f.
que se oponen a la próxima apertura del Colegio de la Inde- 1866 D8674 Informe sobre el purpurato de amoníaco. 4 ff.
pendencia. 2 ff.
1840 D1904 1869 D2380 Ulloa, José Casimiro. Carta a Antonio Raimondi. 2 ff.
Curso Completo. Mineralogía ó varios modos de extraer la
plata de los metales escrito por Joaquín Villegas. 118 ff. 1870 D3620 Cartas y otros documentos con anotaciones de Mariano Felipe
1843 D4698 Reglamento del Colegio de San Carlos. 9 ff. Paz Soldán. 14 ff.

1846 D1903 Calculo Diferencial ó integral explicado por la primera vez 1873 D3091 Expediente sobre la petición presentada por Gualterio R.
con toda claridad y sin omitir ecuación ni diferencia como lo Butt Ayudante de la Comisión Hidrográfica del Amazonas,
hacen todos los autores matemáticos sin excepciones. Arequi- Iquitos. 8 ff.
pa. 208 ff. 1876 D3201 Expediente de monedas de Cobre relativo al examen y análisis
1846 D1957 Documentos pertenecientes al Museo Nacional. 198 ff. de monedas de cobre de la Casa de la Moneda por los Srs. A.
Raimondi y Pedro Blanc. 15 ff
1847 D9656 Documentos evacuados por la Prefectura del Departamento
de Junín que ejerce Mariano de Rivera y Ustariz. 11 ff

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198 Marcos Cueto Anexos 199

Año Código Descripción y Extensión Año Código Descripción y Extensión

1878 D8360 Foja de Servicios, memorias y otros documentos relativos a 1935 E1450 Programa Razonado de Geografía Física y Biológica del
los empleos que ha servido Mariano Felipe paz Soldán, Lima. Perú. 46 ff.
33 ff.
1878 D6778 Petición presentada por Sargento Mayor Pedro Ruiz para
que se le reconozca la propiedad de la invención de un nuevo
sistema de maquinas para relojes. 1 f. Manuscritos sin fecha
1883- D8223 Originales y borradores de los escritos de José Casimiro 179?? C793 Expediente No. 1 relativo a varias quejas introducidas por
1887 Ulloa. distintos interesados sobre los prejuicios que reclaman, con
D8224 motivo de la fabrica de máquinas de mineria que ha iniciado el
D8225 Barón de Nordenflicht en un sitio inmediato al Paseo de
D12305 Aguas. 33 ff.
D12329 179?? C1100 Expediente No. 4 relativo a una consulta por Manuel de Vi-
D12328 llalta, Diputado General de Minería, comisionado para los ex-
D12330 perimentos del laboratorio químico, acompañando otra del
1886 D7977 Petición presentada por Casimiro Medina y los compañeros de minero Luis Fernandez Casa de Oro sobre lo acaecido en dicho
estudios de Daniel A. Carrión para que el Gobierno sufra- laboratorio con el Barón de Nordenflicht. 5 ff.
gue los gastos de publicación de los escritos dejados por 179?? C1097 Cuaderno último corriente de los autos sobre las operaciones
aquel. 1 f. químico metalúrgicas y beneficios del Barón de Nordenflicht y
1893 D5484 E:Gediente relativo a los trámites seguidos para la adquisición Tribunal de Minería. 108 ff.
de Museo Raimondi. 17 ff. 179?? C1101 Expediente No. 5 relativo a la asignación de sueldos que gozan
1899 D8906 Catálogo de la Sección Medicina del salón Europa. 155 ff. el herrero y carpintero destinados a la conservación de las
máquinas construidas por el Barón de Nordenflicht en el
1900 E1973 Programa para el concurso de la cátedra de Anatomía Topo- Real Laboratorio Químico Metalúrgico de esta capital, Lima.
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gráfica y Medicina Operatoria. 217 ff. 7 ff.


1906 E1455 Escuela Militar de Chorrillos. Curso de Electricidad. 98 ff. 179?? C1182 Mothes, Federico. Expediente formado sobre reconocimiento
de los minerales por el maestro de minas.
1907 E1456 Escuela Naval. Calculos Náuticos por Paul de Marguerye. Ca-
pitán de Fragata, Callao. 49 ff. 18?? F165 Tratado de Medicina por el Doctor Miguel Tafur. 102 ff
1909 E1520 Regiones Faunística de la Tierra, Primera parte. 18?? F746 Alturas barométricas de varios puntos de la cordillera de los
Andes por Mariano Eduardo de Rivera. 2 ff
1919 E1082 Aritmética para las secciones primaria y media y para la pre-
paración del examen de ingreso a los establecimientos de ins- 18?? F806 Paz Soldán, Mariano. Cartología Peruana. 42 ff.
trucción superior en el Perú. 39 ff.
???? F215 Tratado de algunas enfermedades que atacan a las aves y reglas
1923 E1070 Programa y copias del curso de Biología General. 183 ff. para su tratamiento. 15 ff.
1923 E1049 Copias de Geografía Física. 88f. F97 Tratado Geométrico visto en diferentes autor.es puesto por
Luis Carduchi. 43 ff
1923 E1043 Copias de Biología General. 164 ff.
F92 Mamotretos del Sr. de la Garena. Astronomía y Geometría
1935 E1453 Curso Elemental de Climatología del Perú. 83 ff. coleccionados por Andrés Dávila y Heredia. 280 ff.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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198 Marcos Cueto Anexos 199

Año Código Descripción y Extensión Año Código Descripción y Extensión

1878 D8360 Foja de Servicios, memorias y otros documentos relativos a 1935 E1450 Programa Razonado de Geografía Física y Biológica del
los empleos que ha servido Mariano Felipe paz Soldán, Lima. Perú. 46 ff.
33 ff.
1878 D6778 Petición presentada por Sargento Mayor Pedro Ruiz para
que se le reconozca la propiedad de la invención de un nuevo
sistema de maquinas para relojes. 1 f. Manuscritos sin fecha
1883- D8223 Originales y borradores de los escritos de José Casimiro 179?? C793 Expediente No. 1 relativo a varias quejas introducidas por
1887 Ulloa. distintos interesados sobre los prejuicios que reclaman, con
D8224 motivo de la fabrica de máquinas de mineria que ha iniciado el
D8225 Barón de Nordenflicht en un sitio inmediato al Paseo de
D12305 Aguas. 33 ff.
D12329 179?? C1100 Expediente No. 4 relativo a una consulta por Manuel de Vi-
D12328 llalta, Diputado General de Minería, comisionado para los ex-
D12330 perimentos del laboratorio químico, acompañando otra del
1886 D7977 Petición presentada por Casimiro Medina y los compañeros de minero Luis Fernandez Casa de Oro sobre lo acaecido en dicho
estudios de Daniel A. Carrión para que el Gobierno sufra- laboratorio con el Barón de Nordenflicht. 5 ff.
gue los gastos de publicación de los escritos dejados por 179?? C1097 Cuaderno último corriente de los autos sobre las operaciones
aquel. 1 f. químico metalúrgicas y beneficios del Barón de Nordenflicht y
1893 D5484 E:Gediente relativo a los trámites seguidos para la adquisición Tribunal de Minería. 108 ff.
de Museo Raimondi. 17 ff. 179?? C1101 Expediente No. 5 relativo a la asignación de sueldos que gozan
1899 D8906 Catálogo de la Sección Medicina del salón Europa. 155 ff. el herrero y carpintero destinados a la conservación de las
máquinas construidas por el Barón de Nordenflicht en el
1900 E1973 Programa para el concurso de la cátedra de Anatomía Topo- Real Laboratorio Químico Metalúrgico de esta capital, Lima.

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gráfica y Medicina Operatoria. 217 ff. 7 ff.
1906 E1455 Escuela Militar de Chorrillos. Curso de Electricidad. 98 ff. 179?? C1182 Mothes, Federico. Expediente formado sobre reconocimiento
de los minerales por el maestro de minas.
1907 E1456 Escuela Naval. Calculos Náuticos por Paul de Marguerye. Ca-
pitán de Fragata, Callao. 49 ff. 18?? F165 Tratado de Medicina por el Doctor Miguel Tafur. 102 ff
1909 E1520 Regiones Faunística de la Tierra, Primera parte. 18?? F746 Alturas barométricas de varios puntos de la cordillera de los
Andes por Mariano Eduardo de Rivera. 2 ff
1919 E1082 Aritmética para las secciones primaria y media y para la pre-
paración del examen de ingreso a los establecimientos de ins- 18?? F806 Paz Soldán, Mariano. Cartología Peruana. 42 ff.
trucción superior en el Perú. 39 ff.
???? F215 Tratado de algunas enfermedades que atacan a las aves y reglas
1923 E1070 Programa y copias del curso de Biología General. 183 ff. para su tratamiento. 15 ff.
1923 E1049 Copias de Geografía Física. 88f. F97 Tratado Geométrico visto en diferentes autor.es puesto por
Luis Carduchi. 43 ff
1923 E1043 Copias de Biología General. 164 ff.
F92 Mamotretos del Sr. de la Garena. Astronomía y Geometría
1935 E1453 Curso Elemental de Climatología del Perú. 83 ff. coleccionados por Andrés Dávila y Heredia. 280 ff.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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200 Marcos Cueto

Año Código Descripción y Extensión

F757 Apuntes atribuidos a Juan Jacobo Tschudi. 13 ff.

F830 Relación de un paciente sobre la enfermedad que lo aqueja y


ANEXO II
con alusiones a Cosme Bueno. 2 ff.
F648 Geomorfología, 27 ff. Catálogo de algunas publicaciones del siglo XIX para la Historia de la
F203 Tratado de Patología. 70 ff. Ciencia en las colecciones X, Porras, y Zegarra de la "Sala de Investigacio-
nes" de la Biblioteca Nacional.
F41 Lecciones de Medicina. 142 ff.
F364 Noticiario de Astronomía. 4 ff.
Almagro, Francisco. Examen de Anatomía y Fisiología que presentan en la Real
F22 Manual de Medicina Casera. 90 ff
Universidad de San Marcos de Lima los alumnos del Real Anfiteatro. Lima:
F444 Curso al parecer de Física. 102 ff. Imp. Real de los Huérfanos, 1807.
F517 El átomo y la energía nuclear por Moises Oviedo. 42 ff.
Basadre, Modesto. Riquezas Peruanas, colección de artículos descriptivos escritos
F576 Estudios bioantropométricos en los escolares de Arequipa, para la Tribuna. Lima: Imp. de la Tribuna, 1884.
Julio C. Prieto, 11 ff
F636 Medicina Doméstica. 3 ff. Beraun, Mariano D. Ensayo sobre la trisección del ángulo dedicado a Francia, In-
glaterra y Alemania en prueba de veneración religiosa a la memoria de Des-
cartes, Newton y Leibnitz. Lima: Tip. del Comercio, 1861.
―. Descripción de la Trisectriz Circunscrita. Lima: Imp. de Carlos Prince,
1886.
―. Suplemento de la descripción de la trisectriz. Lima: Imp. de J.F. Solis, 1886
―. El universo y el ateo. Lima: s.i. 1864.
―. Teoría de las Mareas. Lima: Imp. del Estado, 1871.
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

Cadeau Fessel, Benita Paulina. Relación del estado actual del arte obstetriz en esta
capital. Lima: Imp. de José Masías, 1836.

Canals, Tomas. Tratado doméstico de algunas enfermedades bastante comunes en


esta capital. Lima: Imp. Real del Telégrafo Peruano, 1800.

Cano, José Santos. Discurso sobre las Causas Esenciales de la Epidemia en los De-
partamentos del Sur, su método Curativo y Precaucional, dedicado al bien
general. Arequipa: Imp. de M.N. Madueño, 1856.

Capelo, Joaquín. Memoria sobre los Estudios definitivos del camino del Pichis.
Lima: Imp. del Estado, 1893.

Carrasco, Eduardo. Informe Presentado a la Universidad de San Marcos por el


Cosmógrafo Mayor del Perú sobre el problema de la Trisección del Triángulo

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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200 Marcos Cueto

Año Código Descripción y Extensión

F757 Apuntes atribuidos a Juan Jacobo Tschudi. 13 ff.

F830 Relación de un paciente sobre la enfermedad que lo aqueja y


ANEXO II
con alusiones a Cosme Bueno. 2 ff.
F648 Geomorfología, 27 ff. Catálogo de algunas publicaciones del siglo XIX para la Historia de la
F203 Tratado de Patología. 70 ff. Ciencia en las colecciones X, Porras, y Zegarra de la "Sala de Investigacio-
nes" de la Biblioteca Nacional.
F41 Lecciones de Medicina. 142 ff.
F364 Noticiario de Astronomía. 4 ff.
Almagro, Francisco. Examen de Anatomía y Fisiología que presentan en la Real
F22 Manual de Medicina Casera. 90 ff
Universidad de San Marcos de Lima los alumnos del Real Anfiteatro. Lima:
F444 Curso al parecer de Física. 102 ff. Imp. Real de los Huérfanos, 1807.
F517 El átomo y la energía nuclear por Moises Oviedo. 42 ff.
Basadre, Modesto. Riquezas Peruanas, colección de artículos descriptivos escritos
F576 Estudios bioantropométricos en los escolares de Arequipa, para la Tribuna. Lima: Imp. de la Tribuna, 1884.
Julio C. Prieto, 11 ff
F636 Medicina Doméstica. 3 ff. Beraun, Mariano D. Ensayo sobre la trisección del ángulo dedicado a Francia, In-
glaterra y Alemania en prueba de veneración religiosa a la memoria de Des-
cartes, Newton y Leibnitz. Lima: Tip. del Comercio, 1861.
―. Descripción de la Trisectriz Circunscrita. Lima: Imp. de Carlos Prince,
1886.
―. Suplemento de la descripción de la trisectriz. Lima: Imp. de J.F. Solis, 1886
―. El universo y el ateo. Lima: s.i. 1864.
―. Teoría de las Mareas. Lima: Imp. del Estado, 1871.

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Cadeau Fessel, Benita Paulina. Relación del estado actual del arte obstetriz en esta
capital. Lima: Imp. de José Masías, 1836.

Canals, Tomas. Tratado doméstico de algunas enfermedades bastante comunes en


esta capital. Lima: Imp. Real del Telégrafo Peruano, 1800.

Cano, José Santos. Discurso sobre las Causas Esenciales de la Epidemia en los De-
partamentos del Sur, su método Curativo y Precaucional, dedicado al bien
general. Arequipa: Imp. de M.N. Madueño, 1856.

Capelo, Joaquín. Memoria sobre los Estudios definitivos del camino del Pichis.
Lima: Imp. del Estado, 1893.

Carrasco, Eduardo. Informe Presentado a la Universidad de San Marcos por el


Cosmógrafo Mayor del Perú sobre el problema de la Trisección del Triángulo

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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202 Marcos Cueto Anexos 203

en el Expediente Promovido por el Sr. Prefecto de Arequipa. Callao: Cosmo- Figueroa, Juan de. Opúsculo de Astrología en Medicina y de los términos y partes
grafiato del Perú, 1845. de la Astronomía para el uso de ella. Lima: s.i., 1860.

Cochet, Alejandro. Memorial. Presentado al Consejo de Estado con el Objeto de Fry, Carlos. La gran región de los bosques o rios Peruanos navegables: Urubamba,
que los artículos 169 y 170 de la carta se cumplan en favor de los extranjeros. Ucayali, Amazonas, Pachitea y Palcazu. Lima: Imp. de Benito Gil, 1888.
El representante agrega descripción de sus trabajos Químicos, Experimentos, y
Observaciones Físicas. Lima: Imp. del Comercio, 1840. Fuente y Mesia, José María de la. Prelusión que al Examen de Matemáticas dedi-
cado a los señores Diputados de ambas Américas en las Cortes Generales pro-
Copello, Giovanni. Nueva Cátedra de Filosofía Médica y de Historia Crítica de la nunció en la Real Universidad de San Marcos Felix Devoti. Lima: Imp. de
Medicina. Lima: Imp. del Estado, 1877. los Huerfanos, 1812.
―. Discurso con que inauguró los estudios de la Universidad Mayor de San Marcos
de Lima en el año de 1880. Lima: Imp. del Estado, 1880. Gala, Juan Manuel. Indice de las Materias que han cursado y presentan a Examen
en la Real Universidad de San Marcos los alumnos de San Fernando a cargo
Dávila Condemarín, José. Bosquejo Histórico de la Fundación de la Insigne Uni- del pasante de Matemáticas. Lima: Imp. de los Huerfanos, 1854.
versidad Mayor de San Marcos de Lima, de sus Progresos y Actual Estado, y
Matrícula de los S.S. que componen su muy Ilustre Claustro. Lima: Imp. de Gobin, Juan. Aritmética práctica razonada y Manual para el Comercio al alcance
E. Aranda, 1854. de todas las inteligencias. Lima: Imp. la Patria, 1874.

Desmaison, Daniel. Estudios sobre el Huano Lima: Imp. de la Opinión Nacio- Gordillo, Josephus. Chemiae Vegetabilium Synopsis Quam Progrado Baccalau-
nal, 1875. reatus. Lima: Typis Orphanorum, 1811.

Devoti, Felix. Tiheses medicae de variolis: Pro gradu Bacchalaureatus defendendae, Haenke, Tadeo. Descripción y análisis de las aguas minerales de Yura por el físico
auspice deu preaeside Josepho Hippolyto Unanue . Lima: Typis Domus Or- y botánico Tadeo Haenke. Arequipa: Imp. del Gobierno, 1827.
phanorum, 1803.
―. Discurso sobre el cementerio general erigido extramuros de la ciudad de Lima. J . B. G. Primeras Lecciones de zoología para los alumnos de la Escuela Práctica de la
Lima: s.i., 1808. Normal Central. Lima: Imp. de A. Alfaro, 1864.
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

Dulanto, Martín. Informe sobre la Teoría del Astrónomo Alemán Rodolfo Fealb Lima. Colegio Naval Militar. Programa de las materias cursadas el presente año
acerca de los temblores y erupciones volcánicas presentado por la Facultad de en el Colegio Naval Militar. Lima: Tip. de A. Alfaro, 1862.
Ciencias de San Marcos. Lima: Imp. Nacional, 1869.
Lima. Convictorio de San Carlos. Estatutos del Colegio de San Carlos. Lima:
Elmore, Enrique. Disertación sobre la Vacuna en sus relaciones con la viruela. Imp. del Colegio, 1857.
Lima: Guzman y Cia. Imp., 1873.
―. Estatutos del Convictorio de San Carlos. Lima: Imp. del Estado, 1865.
Escolano Concha, Manuel. Theses Philosophiam et Mathesim Spectantes Quas
―. Examen escrito y oral de las materias cursadas en las diversas asignaturas en las
Extemporali Examine Caroli Convictores. Lima: Typis Domos Orphano-
facultades de derecho, ciencias y letras. Lima: Imp. del Colegio, 1867.
rum,1806.
Lima. Universidad de San Marcos. Matrícula de los señores doctores que compo-
F.M.D. Memoria del Colera Morbus epidémica, cholera orientalis. Tacna: Imp.
nen el ilustre Claustro de la insigne Universidad Mayor de San Marcos.
Libre de Andrés Freyre, 1849.
Lima: Imp. de Eusebio Miranda, 1863.
Feliú, Ramón O. El uso de la lengua vulgar en el Estudio de las Ciencias. Lima: Lima. Universidad de San Marcos. Facultad de Ciencias. Reglamento Orgánico
s.i., 1806. de la Facultad de Ciencias. Lima: Imp. del Estado 1868.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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202 Marcos Cueto Anexos 203

en el Expediente Promovido por el Sr. Prefecto de Arequipa. Callao: Cosmo- Figueroa, Juan de. Opúsculo de Astrología en Medicina y de los términos y partes
grafiato del Perú, 1845. de la Astronomía para el uso de ella. Lima: s.i., 1860.

Cochet, Alejandro. Memorial. Presentado al Consejo de Estado con el Objeto de Fry, Carlos. La gran región de los bosques o rios Peruanos navegables: Urubamba,
que los artículos 169 y 170 de la carta se cumplan en favor de los extranjeros. Ucayali, Amazonas, Pachitea y Palcazu. Lima: Imp. de Benito Gil, 1888.
El representante agrega descripción de sus trabajos Químicos, Experimentos, y
Observaciones Físicas. Lima: Imp. del Comercio, 1840. Fuente y Mesia, José María de la. Prelusión que al Examen de Matemáticas dedi-
cado a los señores Diputados de ambas Américas en las Cortes Generales pro-
Copello, Giovanni. Nueva Cátedra de Filosofía Médica y de Historia Crítica de la nunció en la Real Universidad de San Marcos Felix Devoti. Lima: Imp. de
Medicina. Lima: Imp. del Estado, 1877. los Huerfanos, 1812.
―. Discurso con que inauguró los estudios de la Universidad Mayor de San Marcos
de Lima en el año de 1880. Lima: Imp. del Estado, 1880. Gala, Juan Manuel. Indice de las Materias que han cursado y presentan a Examen
en la Real Universidad de San Marcos los alumnos de San Fernando a cargo
Dávila Condemarín, José. Bosquejo Histórico de la Fundación de la Insigne Uni- del pasante de Matemáticas. Lima: Imp. de los Huerfanos, 1854.
versidad Mayor de San Marcos de Lima, de sus Progresos y Actual Estado, y
Matrícula de los S.S. que componen su muy Ilustre Claustro. Lima: Imp. de Gobin, Juan. Aritmética práctica razonada y Manual para el Comercio al alcance
E. Aranda, 1854. de todas las inteligencias. Lima: Imp. la Patria, 1874.

Desmaison, Daniel. Estudios sobre el Huano Lima: Imp. de la Opinión Nacio- Gordillo, Josephus. Chemiae Vegetabilium Synopsis Quam Progrado Baccalau-
nal, 1875. reatus. Lima: Typis Orphanorum, 1811.

Devoti, Felix. Tiheses medicae de variolis: Pro gradu Bacchalaureatus defendendae, Haenke, Tadeo. Descripción y análisis de las aguas minerales de Yura por el físico
auspice deu preaeside Josepho Hippolyto Unanue . Lima: Typis Domus Or- y botánico Tadeo Haenke. Arequipa: Imp. del Gobierno, 1827.
phanorum, 1803.
―. Discurso sobre el cementerio general erigido extramuros de la ciudad de Lima. J . B. G. Primeras Lecciones de zoología para los alumnos de la Escuela Práctica de la
Lima: s.i., 1808. Normal Central. Lima: Imp. de A. Alfaro, 1864.

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Dulanto, Martín. Informe sobre la Teoría del Astrónomo Alemán Rodolfo Fealb Lima. Colegio Naval Militar. Programa de las materias cursadas el presente año
acerca de los temblores y erupciones volcánicas presentado por la Facultad de en el Colegio Naval Militar. Lima: Tip. de A. Alfaro, 1862.
Ciencias de San Marcos. Lima: Imp. Nacional, 1869.
Lima. Convictorio de San Carlos. Estatutos del Colegio de San Carlos. Lima:
Elmore, Enrique. Disertación sobre la Vacuna en sus relaciones con la viruela. Imp. del Colegio, 1857.
Lima: Guzman y Cia. Imp., 1873.
―. Estatutos del Convictorio de San Carlos. Lima: Imp. del Estado, 1865.
Escolano Concha, Manuel. Theses Philosophiam et Mathesim Spectantes Quas
―. Examen escrito y oral de las materias cursadas en las diversas asignaturas en las
Extemporali Examine Caroli Convictores. Lima: Typis Domos Orphano-
facultades de derecho, ciencias y letras. Lima: Imp. del Colegio, 1867.
rum,1806.
Lima. Universidad de San Marcos. Matrícula de los señores doctores que compo-
F.M.D. Memoria del Colera Morbus epidémica, cholera orientalis. Tacna: Imp.
nen el ilustre Claustro de la insigne Universidad Mayor de San Marcos.
Libre de Andrés Freyre, 1849.
Lima: Imp. de Eusebio Miranda, 1863.
Feliú, Ramón O. El uso de la lengua vulgar en el Estudio de las Ciencias. Lima: Lima. Universidad de San Marcos. Facultad de Ciencias. Reglamento Orgánico
s.i., 1806. de la Facultad de Ciencias. Lima: Imp. del Estado 1868.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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204 Marcos Cueto Anexos 205

Lima. Universidad de San Marcos. Facultad de Ciencias. Reglamento Interior Nystrom con relación al gobierno del Perú concernientes a la factoría Bella-
de la Facultad de Ciencias. Lima: Imp. del Estado 1876. vista y ciertas obras públicas en el interior de la República. Lima: Lib. E.
Prugue, 1870.
Lima. Universidad de San Marcos. Facultad de Medicina. Examen de Anato-
mía, Fisiología y Elementos de Historia de los animales que con arreglo al Olaechea, Teodorico. Catálogo de las muestras de la Escuela Especial de Ingenie-
Cuadro Sinóptico que debe dirigir los estudiantes del Colegio de San Fernan- ros presentadas a la Exposición Industrial de 1892. Lima: Imp. de la Escue-
do presentan en la Real Universidad de San Marcos, Lima: Imp. Casa de la de Ingenieros, 1892.
los Niños Expósitos, 1810.
Paita. Escuela Náutica Nacional. Tabla del Examen Público de Aritmética, Geo-
Lima. Universidad de San Marcos. Facultad de Medicina. Programa Conforme metría, Trigonometría Plana, Geometría Práctica, Trigonometría Esférica,
al cual serán Examinados los alumnos de la Escuela de la Facultad de Medi- Cosmografía y Pilotaje. Piura: Imp. de Carlos Jorge Monsalve, 186?
cina. Lima: Imp. S. Montoya, 1855.
Paredes, José Gregorio. Tablas de las Materias mas fundamentales e Interesantes
Lima. Universidad de San Marcos. Facultad de Medicina. Año Escolar de 1869. de las Matemáticas Puras que han cursado en la Real Universidad de San
Facultad de Medicina. Exámenes de Fin de Año. Lima: Imp. de la Gaceta Marcos. Lima: Imp. Real de Niños Expósitos, 1807.
Médica, 1869.
―. Lecciones de Matemáticas. Lima Imp. del Estado, 1822.
Lorente, Sebastián. Primeras Lecciones de Geografía Astronómica para el Colegio
Guadalupe. Lima: Lib. de Benito Gil, 1865. Patrón, Pablo. Observaciones sobre la obra El Perú del Señor Antonio Raimondi.
Lima: Imp. de Masías Hermanos, 1878.
Man i Comiun, Andrés del (seud.). El Libro Condenado, Teoría sorprendente
acerca de la animación de los cuerpos celestes. Lima: Imp. de Carlos Prince, Paz Soldán, M.R. Estudio sobre la altura de las montañas) aplicada especialmente
1873. al Misti ó volcán de Arequipa. Lima: Imp. de Aurelio Alfaro, 1868.

Martinent, Jean Baptiste. Huano y Salitre: Contestación a la importante discusión Piérola, Nicolás de. Informes sobre la existencia del huano en las islas de Chincha
científica sostenida en ‘El Nacional' de Lima por los Señores Eselens y Blanc. presentada por la comisión nombrada por el gobierno peruano. Lima: El He-
Lima: Imp. de la Opinión Nacional, 1874. raldo, 1854.
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

―. Consideraciones generales sobre el clima y la vegetación de la costa del Perú y so-- Proaño, Víctor. Conferencia dada en el Ateneo de Lima por el General Victor
bre los estudios de Silvicultura en la República. Lima: Imp. del Estado, Proaño...de las regiones amazónicas sobre la importancia de estas y sus descu-
1874. brimientos. Lima: Imp. Calle del Cuzco, 1886.

Medina, Casimiro. La Verruga Peruana y Daniel A. Carrión. Lima: Imp. del Quiroga, Manuel. Actuación de Matemáticas Puras que presentan a mañana y
Estado, 1886. tarde en esta Universidad de San Marcos los alumnos. Lima: Imp. de Ma-
nuel del Corral) 1831.
Morán, Eugenio. Tratado de Geometría Elemental para la Instrucción de los
alumnos del Colegio Seminario de San Jerónimo de Arequipa. Arequipa: Raimondi, Antonio. Apuntes sobre la Provincia Litoral de Loreto. Lima: Tip.
Imp. Libre de M.N. Madueño, 1854. Nacional 1862.

Nystrom, John W. Informe al Supremo Gobierno del Perú sobre una expedición al ―. Análisis de las aguas termales de Yura, aguas minerales de Jesus yaguas pota-
interior de la República, Cusco, Madre de Dios con datos meteorológicos y la bles de Arequipa. Arequipa: Imp. de Francisco Ibáñez, 1864.
navegación. Lima: Lib. de E. Prugue, 1868.
―. La Manipulación del Guano. Lima: Imp. del Estado, 1873.
―. Exposición de algunos documentos particulares y oficiales del ingeniero Juan G.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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204 Marcos Cueto Anexos 205

Lima. Universidad de San Marcos. Facultad de Ciencias. Reglamento Interior Nystrom con relación al gobierno del Perú concernientes a la factoría Bella-
de la Facultad de Ciencias. Lima: Imp. del Estado 1876. vista y ciertas obras públicas en el interior de la República. Lima: Lib. E.
Prugue, 1870.
Lima. Universidad de San Marcos. Facultad de Medicina. Examen de Anato-
mía, Fisiología y Elementos de Historia de los animales que con arreglo al Olaechea, Teodorico. Catálogo de las muestras de la Escuela Especial de Ingenie-
Cuadro Sinóptico que debe dirigir los estudiantes del Colegio de San Fernan- ros presentadas a la Exposición Industrial de 1892. Lima: Imp. de la Escue-
do presentan en la Real Universidad de San Marcos, Lima: Imp. Casa de la de Ingenieros, 1892.
los Niños Expósitos, 1810.
Paita. Escuela Náutica Nacional. Tabla del Examen Público de Aritmética, Geo-
Lima. Universidad de San Marcos. Facultad de Medicina. Programa Conforme metría, Trigonometría Plana, Geometría Práctica, Trigonometría Esférica,
al cual serán Examinados los alumnos de la Escuela de la Facultad de Medi- Cosmografía y Pilotaje. Piura: Imp. de Carlos Jorge Monsalve, 186?
cina. Lima: Imp. S. Montoya, 1855.
Paredes, José Gregorio. Tablas de las Materias mas fundamentales e Interesantes
Lima. Universidad de San Marcos. Facultad de Medicina. Año Escolar de 1869. de las Matemáticas Puras que han cursado en la Real Universidad de San
Facultad de Medicina. Exámenes de Fin de Año. Lima: Imp. de la Gaceta Marcos. Lima: Imp. Real de Niños Expósitos, 1807.
Médica, 1869.
―. Lecciones de Matemáticas. Lima Imp. del Estado, 1822.
Lorente, Sebastián. Primeras Lecciones de Geografía Astronómica para el Colegio
Guadalupe. Lima: Lib. de Benito Gil, 1865. Patrón, Pablo. Observaciones sobre la obra El Perú del Señor Antonio Raimondi.
Lima: Imp. de Masías Hermanos, 1878.
Man i Comiun, Andrés del (seud.). El Libro Condenado, Teoría sorprendente
acerca de la animación de los cuerpos celestes. Lima: Imp. de Carlos Prince, Paz Soldán, M.R. Estudio sobre la altura de las montañas) aplicada especialmente
1873. al Misti ó volcán de Arequipa. Lima: Imp. de Aurelio Alfaro, 1868.

Martinent, Jean Baptiste. Huano y Salitre: Contestación a la importante discusión Piérola, Nicolás de. Informes sobre la existencia del huano en las islas de Chincha
científica sostenida en ‘El Nacional' de Lima por los Señores Eselens y Blanc. presentada por la comisión nombrada por el gobierno peruano. Lima: El He-
Lima: Imp. de la Opinión Nacional, 1874. raldo, 1854.

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―. Consideraciones generales sobre el clima y la vegetación de la costa del Perú y so-- Proaño, Víctor. Conferencia dada en el Ateneo de Lima por el General Victor
bre los estudios de Silvicultura en la República. Lima: Imp. del Estado, Proaño...de las regiones amazónicas sobre la importancia de estas y sus descu-
1874. brimientos. Lima: Imp. Calle del Cuzco, 1886.

Medina, Casimiro. La Verruga Peruana y Daniel A. Carrión. Lima: Imp. del Quiroga, Manuel. Actuación de Matemáticas Puras que presentan a mañana y
Estado, 1886. tarde en esta Universidad de San Marcos los alumnos. Lima: Imp. de Ma-
nuel del Corral) 1831.
Morán, Eugenio. Tratado de Geometría Elemental para la Instrucción de los
alumnos del Colegio Seminario de San Jerónimo de Arequipa. Arequipa: Raimondi, Antonio. Apuntes sobre la Provincia Litoral de Loreto. Lima: Tip.
Imp. Libre de M.N. Madueño, 1854. Nacional 1862.

Nystrom, John W. Informe al Supremo Gobierno del Perú sobre una expedición al ―. Análisis de las aguas termales de Yura, aguas minerales de Jesus yaguas pota-
interior de la República, Cusco, Madre de Dios con datos meteorológicos y la bles de Arequipa. Arequipa: Imp. de Francisco Ibáñez, 1864.
navegación. Lima: Lib. de E. Prugue, 1868.
―. La Manipulación del Guano. Lima: Imp. del Estado, 1873.
―. Exposición de algunos documentos particulares y oficiales del ingeniero Juan G.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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206 Marcos Cueto Anexos 207

―. Observaciones al dictamen de los señores Cimeros y García en la Cuestión relati-va ―. Va de Mecum o Exposición Sucinta de la Gonometría. Lima: Imp. Republica-
al salitre. Lima: Imp. de la Opinión Nacional, 1875. na de José María Concha, 1832.

―. Oficio dirigido al Sr. Ministro de Estado en el despacho de Hacienda sobre un ―. Problema Magistral de la Trisección del Angulo para la Geometría Elemental
estudio de valorización del Guano. Lima: s.i., 1877. dedicado al Presidente de la República. Arequipa: Imp. del Gobierno,
―. Memoria sobre el Cerro de Pasco y la montaña de Chanchamayo. Lima: Imp. 1846.
de la Merced, 1885.
―. El Hombre Moral dentro del hombre físico; o análisis que demuestra la activi-
Remy, Federico. Apuntes sobre el clima y flora de la región del Pichis. Lima: Imp. dad del principio vital en toda su excelencia en el trabajo de su organización
del Monitor Popular, 1898. ya en las funciones peculiares a su racionalidad, ya sosteniendo las que consti-
tuyen el estado sano, ya oponiendose a los desordenes del estado enfermo. Are-
Remy, Pedro F. Viaje al Departamento de Ayacucho por el Ingeniero Pedro Félix quipa: Imp. del Gobierno, 183l.
Remy. Lima: Lib. e Imp. Gil, 1897.
Sánchez, Hipólito. Efemérides Astronómicas del Sol y de la Luna. Arequipa:
Río, Patricio del. Trisección del Angulo, su división en cualquier número de partes Imp. por F. Miranda, 1857.
iguales, inscripción y Circunscripción de polígonos regulares de cualquier nú-
mero resueltos y demostrados. Lima: Tip. Aurelio Alfaro, 1859. Tasset, C. De la Fiebre Amarilla en el Perú, consideraciones prácticas sobre su na-
turaleza y su curación. Lima: Tip. A. Alfaro, 1869.
Rivera y Ustariz, Mariano Eduardo. Memoria sobre el rico mineral de Azogue de
Huancavelica, Lima: Imp. de J.M. Masías, 1848. Távara, Santiago. Viaje de Lima a ¡quitos. Lima: Imp. de El Comercio, 1868.
Theses Philosophicae et Mathematicae, Quarum, Pro Extemporali, Examine, Caro-
Rouaud y Paz Soldán, Manuel. Observaciones Astronómicas y Físicas y Operacio- lini Convitori. Lima: Typis Orphanorum, 1810.
nes Trigononométricas de la Comisión Peruana Demarcadora de Límites en-
tre el Perú y Brasil. Lima: Imp. del Nacional, 1869. Trujillo, Bartolomé. Nociones de Historia Natural. Lima: Imp. de F. Solís,
1872.
Ruiz, Pedro. Reloj para Lima. Lima: Imp. de Fco. Solis, 1867.
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

Ulloa, José Casimiro. Elogio del Dr. Miguel E. de los Rios pronunciado en la se-
―. Estudios Generales sobre la navegación aérea y resolución de este importante
sión inaugural de la Academia Libre de Medicina por su secretario perpetuo.
problema con 25 grabados. Callao: Imp. Nicanor Nieto, 1878.
Lima: Imp. del Teatro, 1885.
―. Estudios Generales sobre la Navegación Aérea. Lima: Imp. de Nicanor Nieto,
1878. Unanue, José Hipólito. Discurso sobre el Panteón que esta construyendo en el
Convento grande de San Francisco de esta capital el RP. Guardían Fray
Sala, Gabriel. Apuntes de viaje del RP. Gabriel Sala, exploración de los ríos Pichis, Antonio Diaz. Lima: Real Imp. de Niños Expósitos, 1803.
Pachitea, y el Alto Ucayali y de la región del Gran Pajonal. Lima: Imp. La
―. Actuaciones Literarias de la Vacuna en la Real Universidad de San Marcos de
Industria, 1897.
Lima. Lima: Casa de Niños Expósitos, 1807.
Salazar, Juan de Dios. Elementos de Goniometría y Trigonometría. Arequipa: J.
Valdez, José Manuel. Memorial sobre las enfermedades epidémicas que se padecie-
Ibañez, 1824.
ron en Lima el año de 1821, estando sitiado por el Ejercito Libertador. Lima:
―. El Nuevo Mundo Filosófico o Sistema de la Filosofía Natural dado a Luz por Imp. de la Libertad, 1827.
Juan De Dios Salazar teniente del Cosmógrafo Mayor del Reyno y Socio de
Número de la Academia Lauretana de Ciencias y Artes de Arequipa. Are- ―. Questión médica sobre la eficiencia del Bálsamo de Copayba en las convulsiones
quipa: Imp. de Ibáñez, 1842. de los niños. Lima: Typis Domus Orphanorum, 1807.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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206 Marcos Cueto Anexos 207

―. Observaciones al dictamen de los señores Cimeros y García en la Cuestión relati-va ―. Va de Mecum o Exposición Sucinta de la Gonometría. Lima: Imp. Republica-
al salitre. Lima: Imp. de la Opinión Nacional, 1875. na de José María Concha, 1832.

―. Oficio dirigido al Sr. Ministro de Estado en el despacho de Hacienda sobre un ―. Problema Magistral de la Trisección del Angulo para la Geometría Elemental
estudio de valorización del Guano. Lima: s.i., 1877. dedicado al Presidente de la República. Arequipa: Imp. del Gobierno,
―. Memoria sobre el Cerro de Pasco y la montaña de Chanchamayo. Lima: Imp. 1846.
de la Merced, 1885.
―. El Hombre Moral dentro del hombre físico; o análisis que demuestra la activi-
Remy, Federico. Apuntes sobre el clima y flora de la región del Pichis. Lima: Imp. dad del principio vital en toda su excelencia en el trabajo de su organización
del Monitor Popular, 1898. ya en las funciones peculiares a su racionalidad, ya sosteniendo las que consti-
tuyen el estado sano, ya oponiendose a los desordenes del estado enfermo. Are-
Remy, Pedro F. Viaje al Departamento de Ayacucho por el Ingeniero Pedro Félix quipa: Imp. del Gobierno, 183l.
Remy. Lima: Lib. e Imp. Gil, 1897.
Sánchez, Hipólito. Efemérides Astronómicas del Sol y de la Luna. Arequipa:
Río, Patricio del. Trisección del Angulo, su división en cualquier número de partes Imp. por F. Miranda, 1857.
iguales, inscripción y Circunscripción de polígonos regulares de cualquier nú-
mero resueltos y demostrados. Lima: Tip. Aurelio Alfaro, 1859. Tasset, C. De la Fiebre Amarilla en el Perú, consideraciones prácticas sobre su na-
turaleza y su curación. Lima: Tip. A. Alfaro, 1869.
Rivera y Ustariz, Mariano Eduardo. Memoria sobre el rico mineral de Azogue de
Huancavelica, Lima: Imp. de J.M. Masías, 1848. Távara, Santiago. Viaje de Lima a ¡quitos. Lima: Imp. de El Comercio, 1868.
Theses Philosophicae et Mathematicae, Quarum, Pro Extemporali, Examine, Caro-
Rouaud y Paz Soldán, Manuel. Observaciones Astronómicas y Físicas y Operacio- lini Convitori. Lima: Typis Orphanorum, 1810.
nes Trigononométricas de la Comisión Peruana Demarcadora de Límites en-
tre el Perú y Brasil. Lima: Imp. del Nacional, 1869. Trujillo, Bartolomé. Nociones de Historia Natural. Lima: Imp. de F. Solís,
1872.
Ruiz, Pedro. Reloj para Lima. Lima: Imp. de Fco. Solis, 1867.

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


Ulloa, José Casimiro. Elogio del Dr. Miguel E. de los Rios pronunciado en la se-
―. Estudios Generales sobre la navegación aérea y resolución de este importante
sión inaugural de la Academia Libre de Medicina por su secretario perpetuo.
problema con 25 grabados. Callao: Imp. Nicanor Nieto, 1878.
Lima: Imp. del Teatro, 1885.
―. Estudios Generales sobre la Navegación Aérea. Lima: Imp. de Nicanor Nieto,
1878. Unanue, José Hipólito. Discurso sobre el Panteón que esta construyendo en el
Convento grande de San Francisco de esta capital el RP. Guardían Fray
Sala, Gabriel. Apuntes de viaje del RP. Gabriel Sala, exploración de los ríos Pichis, Antonio Diaz. Lima: Real Imp. de Niños Expósitos, 1803.
Pachitea, y el Alto Ucayali y de la región del Gran Pajonal. Lima: Imp. La
―. Actuaciones Literarias de la Vacuna en la Real Universidad de San Marcos de
Industria, 1897.
Lima. Lima: Casa de Niños Expósitos, 1807.
Salazar, Juan de Dios. Elementos de Goniometría y Trigonometría. Arequipa: J.
Valdez, José Manuel. Memorial sobre las enfermedades epidémicas que se padecie-
Ibañez, 1824.
ron en Lima el año de 1821, estando sitiado por el Ejercito Libertador. Lima:
―. El Nuevo Mundo Filosófico o Sistema de la Filosofía Natural dado a Luz por Imp. de la Libertad, 1827.
Juan De Dios Salazar teniente del Cosmógrafo Mayor del Reyno y Socio de
Número de la Academia Lauretana de Ciencias y Artes de Arequipa. Are- ―. Questión médica sobre la eficiencia del Bálsamo de Copayba en las convulsiones
quipa: Imp. de Ibáñez, 1842. de los niños. Lima: Typis Domus Orphanorum, 1807.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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208 Marcos Cueto

―. Apología del método con que han curado los médicos de Lima la epidemia que se
ha producido en ella por todo el estío del presente año de 1818. Lima: por
don Bernardino Ruiz, 1818.

―. Al Público Peruano el Protomédico General de la República m Contestación a ANEXO III


la diatriba de D. Archibaldo Smith. Lima: Imp. de J. Masias, 1835.

―. Memoria sobre la Disentería, sus causas, pronóstico y curación. Lima: Imp. de


la Gaceta, 1835. Documentos en el Archivo Histórico de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos bajo el Rubro: Facultad de Medicina y Facultad de Cien-
―. Memoria sobre el Cólera Morbus escrita de orden del Supremo Gobierno. Lima:
cias.
Imp. de Eusebio Arana, 1838.

―. Dissertatio Medica de Crisibus et Diebus Criticis in Usum Alumnurum Collegii


Medicinae Peruanae Vulgo de la Independencia. Lima: Typographia Jose-
phi Masias, 1841. Título Fechas Cantidad Asiento
Extremas
Villarreal, Federico. Los cometas en tiempo de Huayna Capac. Lima: Imp. de la
Ilustración Americana, 1893.
Libros de Actas de Exámenes 1877-1930 48 1-5
Libros de Matrícula 1806-1962 145 5-19
Real Tribunal del Protomedicato 1808-34 1 2
Actas, Informes, Oficios
Libros de Matrícula 1808-19 3 3
Libro de Caja del Real Colegio de 1814-19 1 4
San Fernando
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

Libros de Examenes 1815-52 3 5


Junta Directiva 1849-59 1 6
Protofarmaceutico 1832-56 1 7
Documentos Varios 1874-75 2 31
Jardín Botánico, Caja 1873 1 32
Jardín Botánico, Cuenta 1873-74 2 33
Jardín Botánico, Tesorería 1874-75 2 34
Jardín Botánico, Libro de Cuentas 1875-78 3 35

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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208 Marcos Cueto

―. Apología del método con que han curado los médicos de Lima la epidemia que se
ha producido en ella por todo el estío del presente año de 1818. Lima: por
don Bernardino Ruiz, 1818.

―. Al Público Peruano el Protomédico General de la República m Contestación a ANEXO III


la diatriba de D. Archibaldo Smith. Lima: Imp. de J. Masias, 1835.

―. Memoria sobre la Disentería, sus causas, pronóstico y curación. Lima: Imp. de


la Gaceta, 1835. Documentos en el Archivo Histórico de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos bajo el Rubro: Facultad de Medicina y Facultad de Cien-
―. Memoria sobre el Cólera Morbus escrita de orden del Supremo Gobierno. Lima:
cias.
Imp. de Eusebio Arana, 1838.

―. Dissertatio Medica de Crisibus et Diebus Criticis in Usum Alumnurum Collegii


Medicinae Peruanae Vulgo de la Independencia. Lima: Typographia Jose-
phi Masias, 1841. Título Fechas Cantidad Asiento
Extremas
Villarreal, Federico. Los cometas en tiempo de Huayna Capac. Lima: Imp. de la
Ilustración Americana, 1893.
Libros de Actas de Exámenes 1877-1930 48 1-5
Libros de Matrícula 1806-1962 145 5-19
Real Tribunal del Protomedicato 1808-34 1 2
Actas, Informes, Oficios
Libros de Matrícula 1808-19 3 3
Libro de Caja del Real Colegio de 1814-19 1 4
San Fernando

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Libros de Examenes 1815-52 3 5
Junta Directiva 1849-59 1 6
Protofarmaceutico 1832-56 1 7
Documentos Varios 1874-75 2 31
Jardín Botánico, Caja 1873 1 32
Jardín Botánico, Cuenta 1873-74 2 33
Jardín Botánico, Tesorería 1874-75 2 34
Jardín Botánico, Libro de Cuentas 1875-78 3 35

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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210 Marcos Cueto

Rubro: Facultad de Ciencias


ANEXO IV
Titulo Fechas Extremas Cantidad
Ubicación de Documentos de interés para la Historia de la Ciencia en el Archivo
Archivo 1868-83 16 Histórico de Marina.

Expedientes Diversos 1875 1


Serie Subserie Extensión Años
Archivo 1884-1904 34
1897-99
Centros de Instrucción Escuela Náutica de Paita 21 legajos 1850-1908
1905-07
y Perfeccionamiento
1907-12
Matrículas 1909-17 1
Archivo 1912-15 8 Hidrográfica Comisión Hidrográfica 2 libros 1907-1915
Archivo 1916-19 9 copiadores
1929
Comisiones Comisión Exploradora 2 libros 1875-1879
Libros de Sesiones 1896-1928 5 de Guaneras copiadores
Libros de Matrículas 1937-38 2 2 legajos
Diversos 1926-29 1 Marina en la Amazonía Exploraciones 10 legajos 1846-1876
Libro de Matrículas 1938-46 13
Comisiones Navales
a. Comisión hidrográfica 16 legajos 1867-1877
del Amazonas
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

1904-1913
d. Comisión Científica de 2 legajos 1901-1902
los ríos Purus y urua

Junta de Vias Fluviales

Prefecturas de Loreto y
Moyobamba
a. Comisión Hidrográfica 19i1-1912
de Loreto

Marina en el Titicaca Entre otros documentos existe 1862-1957


correspondencia e información
sobre exploraciones.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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210 Marcos Cueto

Rubro: Facultad de Ciencias


ANEXO IV
Titulo Fechas Extremas Cantidad
Ubicación de Documentos de interés para la Historia de la Ciencia en el Archivo
Archivo 1868-83 16 Histórico de Marina.

Expedientes Diversos 1875 1


Serie Subserie Extensión Años
Archivo 1884-1904 34
1897-99
Centros de Instrucción Escuela Náutica de Paita 21 legajos 1850-1908
1905-07
y Perfeccionamiento
1907-12
Matrículas 1909-17 1
Archivo 1912-15 8 Hidrográfica Comisión Hidrográfica 2 libros 1907-1915
Archivo 1916-19 9 copiadores
1929
Comisiones Comisión Exploradora 2 libros 1875-1879
Libros de Sesiones 1896-1928 5 de Guaneras copiadores
Libros de Matrículas 1937-38 2 2 legajos
Diversos 1926-29 1 Marina en la Amazonía Exploraciones 10 legajos 1846-1876
Libro de Matrículas 1938-46 13
Comisiones Navales
a. Comisión hidrográfica 16 legajos 1867-1877
del Amazonas

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


1904-1913
d. Comisión Científica de 2 legajos 1901-1902
los ríos Purus y urua

Junta de Vias Fluviales

Prefecturas de Loreto y
Moyobamba
a. Comisión Hidrográfica 19i1-1912
de Loreto

Marina en el Titicaca Entre otros documentos existe 1862-1957


correspondencia e información
sobre exploraciones.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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Anexos 213

Tumba Ortega, Alejandro. "Bibliografía de los Anales de la Facultad de Cien-


cias, 1925-1927". Boletín Bibliográfico de San Marcos 7 (1947): 131-177.

ANEXO V Santana Chávez, Mirtha Luz. "Indice temático de la Revista Médica Peruana".
Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.
Bibliografias de revistas científicas peruanas
Valle, Arnaldo del. Guía Analítica del Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima
Tomos I-LVIII, 1891-1941. Lima: Imp. Ed. Minerva, 1942.
Calderón, Savia A. "Indice de la Revista de Medicina Experimental. 1942-
1960". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Campos, Lilia. Trabajos y Publicaciones del Instituto de Investigaciones de Altura


1961-1976. Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1976.

Clement, Jean Pierre. "Indices del Mercurio Peruano: 1790-1795". Fénix, Revista
de la Biblioteca Nacional. 26-27 (1976-77): 5-234.

Diaz Marín, Santos. Indice analítico del Boletín de la Sociedad Geográfica de


Lima, Tomo I al CIV, años 1891 a 1984. Ed. Santiago E. Antúnez de
Mayolo. Lima: Imp. Benito, 1988.

Duarte de Morales, Cristina y Raquel Zegarra Lanfranco. Indice de los Anales


de la Facultad de Medicina: 1919-1956. Lima: Univ. de San Marcos,
1956.

Espejo Nuñéz, Teófilo. "Indice de la Revista del Museo Nacional, 1932-1947".


Boletín Bibliográfico de San Marcos 22 (1949) 29-79.
Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

Kamimoto, Margarita H. "Bibliografía de Matemáticas en el Perú durante los


siglos XVIII y XIX.". Boletín de la Biblioteca Nacional 63-64 (1972): 5-
46.

Laura Elescano, Luz Aida. "Indice de la Revista Peruana de Radiología". Tesis,


Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Mariátegui, Javier y Ramón León. La Revista de Psiquiatría y Disciplinas Cone-


xas) 1918-1924. Lima: Ed. Minerva, 1987.

Palomino Morales, Rosa M. "Fichado analítico de la Revista Peruana de Pato-


logía. 1956-1969". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.

Rivera, Rosalina. "Indice Clasificado de los Boletines de la Sociedad Geológi-


ca del Perú". Boletín de la Sociedad Geológica del Perú 45 (1975): 99-158.

Ruiz Guerrero, Lidia. "Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas del Perú, Fi-
chado Analítico, 1902-1948". Tesis, Escuela de Bibliotecarios, 1971.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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Anexos 213

Tumba Ortega, Alejandro. "Bibliografía de los Anales de la Facultad de Cien-


cias, 1925-1927". Boletín Bibliográfico de San Marcos 7 (1947): 131-177.

ANEXO V Santana Chávez, Mirtha Luz. "Indice temático de la Revista Médica Peruana".
Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.
Bibliografias de revistas científicas peruanas
Valle, Arnaldo del. Guía Analítica del Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima
Tomos I-LVIII, 1891-1941. Lima: Imp. Ed. Minerva, 1942.
Calderón, Savia A. "Indice de la Revista de Medicina Experimental. 1942-
1960". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Campos, Lilia. Trabajos y Publicaciones del Instituto de Investigaciones de Altura


1961-1976. Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1976.

Clement, Jean Pierre. "Indices del Mercurio Peruano: 1790-1795". Fénix, Revista
de la Biblioteca Nacional. 26-27 (1976-77): 5-234.

Diaz Marín, Santos. Indice analítico del Boletín de la Sociedad Geográfica de


Lima, Tomo I al CIV, años 1891 a 1984. Ed. Santiago E. Antúnez de
Mayolo. Lima: Imp. Benito, 1988.

Duarte de Morales, Cristina y Raquel Zegarra Lanfranco. Indice de los Anales


de la Facultad de Medicina: 1919-1956. Lima: Univ. de San Marcos,
1956.

Espejo Nuñéz, Teófilo. "Indice de la Revista del Museo Nacional, 1932-1947".


Boletín Bibliográfico de San Marcos 22 (1949) 29-79.

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


Kamimoto, Margarita H. "Bibliografía de Matemáticas en el Perú durante los
siglos XVIII y XIX.". Boletín de la Biblioteca Nacional 63-64 (1972): 5-
46.

Laura Elescano, Luz Aida. "Indice de la Revista Peruana de Radiología". Tesis,


Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Mariátegui, Javier y Ramón León. La Revista de Psiquiatría y Disciplinas Cone-


xas) 1918-1924. Lima: Ed. Minerva, 1987.

Palomino Morales, Rosa M. "Fichado analítico de la Revista Peruana de Pato-


logía. 1956-1969". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.

Rivera, Rosalina. "Indice Clasificado de los Boletines de la Sociedad Geológi-


ca del Perú". Boletín de la Sociedad Geológica del Perú 45 (1975): 99-158.

Ruiz Guerrero, Lidia. "Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas del Perú, Fi-
chado Analítico, 1902-1948". Tesis, Escuela de Bibliotecarios, 1971.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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SOBRE LOS AUTORES

Suzanne Austin ALCHON es una historiadora norteamericana que recibió


su doctorado de la Universidad de Dulce, profesora en el Departamento de
Historia de la Universidad de Delaware, Newark, y autora de Native Society
and Disease in Colonial Ecuador (Cambridge, 1991).

Kendall W. BROWN es un historiador norteamericano que recibió su docto-


rado de la Universidad de Duke, profesor del Departamento de Historia de
la Universidad Brigham Young de Provo, Utah, y autor de Bourbons and
Brandy: Imperial Reform in 18th-centuryArequipa (Albuquerque, 1986).

Jorge CAÑIZARES nació en Quito, recibió su doctorado del Departamento


de Historia de la Ciencia de la Universidad de Wisconsin, Madison, profe-
sor del Departamento de Historia de la Universidad de Illinois State-Normal
y autor de "Entre Machiavelo y la jurisprudencia nacional: William
Robertson y la disputa del Nuevo Mundo", Quipu (1991).

Manuel CONTRERAS es un historiador boliviano, recibió su doctorado de


la Universidad de Columbia, Nueva York, miembro asociado del Harvard
Institute for International Development, y autor de Tecnología Moderna en
los Andes: Minería e ingeniería en Bolivia en el siglo XX (La Paz, 1994).

Marcos CUETO es un historiador peruano, recibió su doctorado de la Uni-


versidad de Columbia, investigador del Instituto de Estudios Peruanos y

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


editor de Missionaries of Science: The Rockefeller Foundation and Latin Ame-
rica (Bloomington, 1994).

Eduardo ESTRELLA es un médico e historiador ecuatoriano, y profesor de la


Facultad de Medicina en la Universidad Nacional de Quito. Una de sus
principales publicaciones es Pan de América: etnohistoria de los elementos abo-
rígenes en el Ecuador (Madrid, 1986).

Leonero LÓPEZ-OCÓN CABRERA es un historiador español. Es doctor por la


Universidad Complutense de Madrid, recibió una maestría en historia an-
dina de FLACSO-Quito, y actualmente es investigador en el Centro de Es-
tudios Históricos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Ma-
drid.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.

Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
http://ebookcentral.proquest.com
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ANEXO V
Bibliografias de revistas científicas peruanas

Calderón, Savia A. "Indice de la Revista de Medicina Experimental. 1942-


1960". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Campos, Lilia. Trabajos y Publicaciones del Instituto de Investigaciones de Altura


1961-1976. Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1976.

Clement, Jean Pierre. "Indices del Mercurio Peruano: 1790-1795". Fénix, Revista
de la Biblioteca Nacional. 26-27 (1976-77): 5-234.

Diaz Marín, Santos. Indice analítico del Boletín de la Sociedad Geográfica de


Lima, Tomo I al CIV, años 1891 a 1984. Ed. Santiago E. Antúnez de
Mayolo. Lima: Imp. Benito, 1988.

Duarte de Morales, Cristina y Raquel Zegarra Lanfranco. Indice de los Anales


de la Facultad de Medicina: 1919-1956. Lima: Univ. de San Marcos,
1956.

Espejo Nuñéz, Teófilo. "Indice de la Revista del Museo Nacional, 1932-1947".


Boletín Bibliográfico de San Marcos 22 (1949) 29-79.

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


Kamimoto, Margarita H. "Bibliografía de Matemáticas en el Perú durante los
siglos XVIII y XIX.". Boletín de la Biblioteca Nacional 63-64 (1972): 5-
46.

Laura Elescano, Luz Aida. "Indice de la Revista Peruana de Radiología". Tesis,


Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Mariátegui, Javier y Ramón León. La Revista de Psiquiatría y Disciplinas Cone-


xas) 1918-1924. Lima: Ed. Minerva, 1987.

Palomino Morales, Rosa M. "Fichado analítico de la Revista Peruana de Pato-


logía. 1956-1969". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.

Rivera, Rosalina. "Indice Clasificado de los Boletines de la Sociedad Geológi-


ca del Perú". Boletín de la Sociedad Geológica del Perú 45 (1975): 99-158.

Ruiz Guerrero, Lidia. "Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas del Perú, Fi-
chado Analítico, 1902-1948". Tesis, Escuela de Bibliotecarios, 1971.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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Calderón, Savia A. "Indice de la Revista de Medicina Experimental. 1942-


1960". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Campos, Lilia. Trabajos y Publicaciones del Instituto de Investigaciones de Altura


1961-1976. Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1976.

Clement, Jean Pierre. "Indices del Mercurio Peruano: 1790-1795". Fénix, Revista
de la Biblioteca Nacional. 26-27 (1976-77): 5-234.

Diaz Marín, Santos. Indice analítico del Boletín de la Sociedad Geográfica de


Lima, Tomo I al CIV, años 1891 a 1984. Ed. Santiago E. Antúnez de
Mayolo. Lima: Imp. Benito, 1988.

Duarte de Morales, Cristina y Raquel Zegarra Lanfranco. Indice de los Anales


de la Facultad de Medicina: 1919-1956. Lima: Univ. de San Marcos,
1956.

Espejo Nuñéz, Teófilo. "Indice de la Revista del Museo Nacional, 1932-1947".


Boletín Bibliográfico de San Marcos 22 (1949) 29-79.

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


Kamimoto, Margarita H. "Bibliografía de Matemáticas en el Perú durante los
siglos XVIII y XIX.". Boletín de la Biblioteca Nacional 63-64 (1972): 5-
46.

Laura Elescano, Luz Aida. "Indice de la Revista Peruana de Radiología". Tesis,


Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Mariátegui, Javier y Ramón León. La Revista de Psiquiatría y Disciplinas Cone-


xas) 1918-1924. Lima: Ed. Minerva, 1987.

Palomino Morales, Rosa M. "Fichado analítico de la Revista Peruana de Pato-


logía. 1956-1969". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.

Rivera, Rosalina. "Indice Clasificado de los Boletines de la Sociedad Geológi-


ca del Perú". Boletín de la Sociedad Geológica del Perú 45 (1975): 99-158.

Ruiz Guerrero, Lidia. "Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas del Perú, Fi-
chado Analítico, 1902-1948". Tesis, Escuela de Bibliotecarios, 1971.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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Bibliografias de revistas científicas peruanas

Calderón, Savia A. "Indice de la Revista de Medicina Experimental. 1942-


1960". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Campos, Lilia. Trabajos y Publicaciones del Instituto de Investigaciones de Altura


1961-1976. Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1976.

Clement, Jean Pierre. "Indices del Mercurio Peruano: 1790-1795". Fénix, Revista
de la Biblioteca Nacional. 26-27 (1976-77): 5-234.

Diaz Marín, Santos. Indice analítico del Boletín de la Sociedad Geográfica de


Lima, Tomo I al CIV, años 1891 a 1984. Ed. Santiago E. Antúnez de
Mayolo. Lima: Imp. Benito, 1988.

Duarte de Morales, Cristina y Raquel Zegarra Lanfranco. Indice de los Anales


de la Facultad de Medicina: 1919-1956. Lima: Univ. de San Marcos,
1956.

Espejo Nuñéz, Teófilo. "Indice de la Revista del Museo Nacional, 1932-1947".


Boletín Bibliográfico de San Marcos 22 (1949) 29-79.

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


Kamimoto, Margarita H. "Bibliografía de Matemáticas en el Perú durante los
siglos XVIII y XIX.". Boletín de la Biblioteca Nacional 63-64 (1972): 5-
46.

Laura Elescano, Luz Aida. "Indice de la Revista Peruana de Radiología". Tesis,


Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Mariátegui, Javier y Ramón León. La Revista de Psiquiatría y Disciplinas Cone-


xas) 1918-1924. Lima: Ed. Minerva, 1987.

Palomino Morales, Rosa M. "Fichado analítico de la Revista Peruana de Pato-


logía. 1956-1969". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.

Rivera, Rosalina. "Indice Clasificado de los Boletines de la Sociedad Geológi-


ca del Perú". Boletín de la Sociedad Geológica del Perú 45 (1975): 99-158.

Ruiz Guerrero, Lidia. "Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas del Perú, Fi-
chado Analítico, 1902-1948". Tesis, Escuela de Bibliotecarios, 1971.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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Bibliografias de revistas científicas peruanas

Calderón, Savia A. "Indice de la Revista de Medicina Experimental. 1942-


1960". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Campos, Lilia. Trabajos y Publicaciones del Instituto de Investigaciones de Altura


1961-1976. Lima: Univ. Peruana Cayetano Heredia, 1976.

Clement, Jean Pierre. "Indices del Mercurio Peruano: 1790-1795". Fénix, Revista
de la Biblioteca Nacional. 26-27 (1976-77): 5-234.

Diaz Marín, Santos. Indice analítico del Boletín de la Sociedad Geográfica de


Lima, Tomo I al CIV, años 1891 a 1984. Ed. Santiago E. Antúnez de
Mayolo. Lima: Imp. Benito, 1988.

Duarte de Morales, Cristina y Raquel Zegarra Lanfranco. Indice de los Anales


de la Facultad de Medicina: 1919-1956. Lima: Univ. de San Marcos,
1956.

Espejo Nuñéz, Teófilo. "Indice de la Revista del Museo Nacional, 1932-1947".


Boletín Bibliográfico de San Marcos 22 (1949) 29-79.

Copyright © 1995. IEP Ediciones. All rights reserved.


Kamimoto, Margarita H. "Bibliografía de Matemáticas en el Perú durante los
siglos XVIII y XIX.". Boletín de la Biblioteca Nacional 63-64 (1972): 5-
46.

Laura Elescano, Luz Aida. "Indice de la Revista Peruana de Radiología". Tesis,


Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1977.

Mariátegui, Javier y Ramón León. La Revista de Psiquiatría y Disciplinas Cone-


xas) 1918-1924. Lima: Ed. Minerva, 1987.

Palomino Morales, Rosa M. "Fichado analítico de la Revista Peruana de Pato-


logía. 1956-1969". Tesis, Escuela Nacional de Bibliotecarios, 1973.

Rivera, Rosalina. "Indice Clasificado de los Boletines de la Sociedad Geológi-


ca del Perú". Boletín de la Sociedad Geológica del Perú 45 (1975): 99-158.

Ruiz Guerrero, Lidia. "Boletín del Cuerpo de Ingenieros de Minas del Perú, Fi-
chado Analítico, 1902-1948". Tesis, Escuela de Bibliotecarios, 1971.
Cueto, M. (Ed.). (1995). Saberes andinos: ciencia y tecnología en bolivia, ecuador y perú. Retrieved from
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