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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

ASIGNATURA:
DERECHO PENITENCIARIO

ANÁLISIS ARTÍCULO 44-94

INTEGRANTES:
OLVEA YUJRA, Rubén
YANA MACHACA, Patricia
QUISPE CALLO, Jorge Nicolás
VARGAS CALLA, milagros Katherine

CICLO ACADÉMICO:
IX

DOCENTE TUTOR:
Dr. MAMANI COLQUEHUANCA, Jaime Ambrosio

JULIACA – PERÚ
2018

AGRADECIMIENTO

A nuestro creador:

Quisiéramos agradecer infinitamente a Dios,

por brindarnos en este camino de la vida,

muchas alegrías, experiencias, por ser fortaleza

en los momentos de debilidad. Gracias, porque

aceptas como somos.

DEDICATORIA

A todos los docentes de la Universidad Católica Los Ángeles De

Chimbote:

Agradecerles por todo el apoyo que me

han brindado, y darles las gracias por

compartir su amistad, confianza, por

compartir su experiencia sobre el

Derecho y enseñarnos a superarnos para

ser un profesional de éxito.


PRESENTACIÓN
Nuestro ordenamiento normativo regula la ejecución de las penas y el
tratamiento.

legal de las personas internas en los establecimientos penitenciarios a


través del Código de Ejecución Penal, aprobado por Decreto Legislativo
N° 654, así como por su Reglamento publicado mediante Decreto
Supremo N° 015-2003-JUS, cuerpos normativos que definen a los
beneficios penitenciarios como estímulos que forman parte del
tratamiento progresivo y responden a las exigencias de individualización
de la pena, considerando para ello la concurrencia de factores positivos en
la evolución del interno, que resulten coadyuvantes a su reeducación y
reinserción social.
Si bien podemos sostener que la fundamentación jurídica de los
beneficios penitenciarios se halla en los principios de reeducación,
rehabilitación y resocialización del interno, debe tenerse presente que su
otorgamiento requiere el análisis razonado de los factores que la motivan,
así como la acreditación de la concurrencia de diversos criterios como la
buena conducta, el trabajo y en general, la evolución positiva del interno
en el proceso de reinserción, ello a fin de evitar que el beneficio se
convierta en una herramienta de vulneración de la ley. En suma, resulta
necesario no sólo contar con un escenario legislativo que regule de
manera idónea los beneficios penitenciarios, sino principalmente, con
operadores que los apliquen de manera razonada, técnicamente aceptable
y a los casos correctos.

1. LOS BENEFICIOS PENITENCIARIOS


Contribuyen también, de manera importante, a mantener la gobernabilidad de los
establecimientos penitenciarios, pues al promover la participación del interno en
actividades terapéuticas, laborales y educativas, generan espacios de producción,
capacitación y de distensión, que en la vida cotidiana de una prisión se traduce en la
reducción de la violencia interna, así como en mayores niveles de convivencia
ordenada y pacífica.
Se fundamentan en los principios de reeducación y reinserción social que inspiran la
finalidad preventivo especial, asignada a la pena en el artículo 139 inciso 22 de la
Constitución Política del Estado; sin embargo, los beneficios penitenciarios no son
derechos fundamentales, pues constituyen una opción político criminal a través del
cual un Estado concede o regula estímulos a un condenado con fines de
resocialización.
2. LOS BENEFICIOS PENITENCIARIOS
 permiso de salida
 redención de la pena por trabajo y educación
 semilibertad
 libertad condicional
 visita intima
 y otros

2.1. EL PERMISO DE SALIDA


El Permiso de Salida es un beneficio penitenciario que permite al interno una salida
temporal del establecimiento penal, hasta por un máximo de 72 horas, acompañado
por una custodia que garantice su retorno. El beneficio puede ser concedido en los
siguientes casos:
Enfermedad grave debidamente comprobada con certificación médica oficial o
muerte del cónyuge o concubino, padres, hijos o hermanos del interno.

Nacimiento de hijos del interno.

Realizar gestiones personales de carácter extraordinario.

Realizar gestiones para la obtención de trabajo y alojamiento de la proximidad de su


liberación.

Atendiendo a las razones extraordinarias de su concesión, el beneficio de Permiso


de Salida puede concederse incluso cuando el interno se encuentre sanciona do por
una falta grave, en caso de que se fundamente en la muerte de un familiar o en una
enfermedad grave. En estos casos, el interés humanitario prevalece sobre el
régimen disciplinario.
El interno que desee acceder al beneficio de Permiso de Salida, deberá presentar
una solicitud ante el Director del establecimiento penal donde se encuentra
recluido, explicando las razones por las cuales solicita el beneficio; y, de ser
posible, adjuntando un documento que acredite su dicho.
El Director del penal, dependiendo de la naturaleza o urgencia de la causa invocada
en la solicitud, podrá conceder de manera inmediata el beneficio o disponer que el
servicio social del penal verifique la causa invocada antes de expresar su decisión.

2.2. REDENCION DE LA PENA POR TRABAJO Y EDUCACION


La redención de la pena es un beneficio penitenciario que permite a un privado de
libertad reducir su permanencia en un establecimiento penitenciario por realizar una
actividad laboral o educativa, que previamente ha sido registrada por la autoridad
penitenciaria.
Pueden redimir pena por trabajo o educación, los internos procesados o sentenciados
en la forma y límites establecidos por Ley para cada uno de los delitos. El tiempo de
redención de pena que acumulen los internos que tienen condición jurídica de
procesados, será reconocido en el cómputo de la redención cuando lo soliciten en
calidad de sentenciados.
Pueden redimir pena también las personas que, habiendo obtenido el beneficio de
Semilibertad, realizan alguna actividad laboral o educativa, previo informe del centro
donde desarrollan sus actividades, con la supervisión de la autoridad penitenciaria.
En este caso, el tiempo de redención de pena acumulado por el sentenciado liberado
podrá aplicarse al cumplimiento de su condena restante.
El tiempo acumulado por redención de pena por trabajo o educación se expresa en
días, los cuales pueden ser deducidos de la condena. Por ello, el beneficio de la
redención de pena podrá servir para acceder anticipadamente a lo siguiente:

La Semilibertad;

La Liberación Condicional;

La libertad por cumplimiento de la pena; y,


La libertad bajo vigilancia otorgada en audiencia pública extraordinaria conforme al
Decreto Ley N.° 25476.
Ahora bien, como veremos más adelante, por razones de política criminal la Ley ha
establecido cómputos diferenciados por redención de pena para algunos delitos, y en
otros casos, lo ha prohibido totalmente.

2.3. SEMILIBERTAD
La Semilibertad es un beneficio penitenciario que permite a un interno
sentenciado egresar del establecimiento penal para efectos de trabajo o
educación, y cumplir en libertad una parte de su condena, con la obligación de
observar determinadas reglas de conducta, y siempre que no tenga proceso
penal pendiente con mandato de detención.
Hasta antes de 1997, la Semilibertad se otorgaba sin excepción al interno que
había cumplido un tercio de su condena y acreditaba que en libertad
desarrollaría alguna actividad laboral o educativa. Sin embargo, sucesivas
modificaciones al Código de Ejecución Penal han introducido cambios
sustantivos en los términos siguientes:
El tiempo de carcelería mínima para obtener la Semilibertad, depende
ahora del tipo de delito por el cual el interno ha sido sentenciado; y,

Se ha suprimido como requisito para su concesión, la acreditación de una


futura actividad laboral o educativa en caso de que obtenga la libertad.
Sin embargo, como quiera que el artículo 48° del Código de Ejecución Penal
ha mantenido en la definición del beneficio el propósito de trabajo o
educación, aun cuando ya no sea un requisito indispensable acreditar una u
otra actividad, mayor posibilidad de obtener el beneficio tendrá aquel interno
que sustente su solicitud en la necesidad de trabajar o estudiar. Por ello, se
recomienda fundamentar la solicitud en tal propósito, y acreditarlo mediante
un contrato de trabajo o inscripción en un centro educativo.

 Copia certificada de la sentencia;


 Certificado de conducta;
 Certificado de no tener proceso pendiente con mandato de detención;
 Certificado de cómputo laboral o de estudio, si lo hubiere;
 Informe sobre el grado de readaptación del interno de acuerdo con la
evaluación
2.4. LIBERTAD CONDICIONAL
Es un beneficio que permite al interno sentenciado cumplir parte de su condena en
libertad, cuando ha cumplido por lo menos la mitad de su pena. Su concesión se basa
en la observancia de los requisitos establecidos por Ley, y a diferencia de la
Semilibertad, permite al beneficiado la absoluta discrecionalidad en el uso de su
tiempo cuando obtenga la libertad, hecho que supone un estadio superior en el
tratamiento penitenciario progresivo.
Si bien no es un requisito solicitar la Liberación Condicional con base en la necesidad
de realizar una actividad laboral o educativa, es evidente que aquellas peticiones con
dicho fundamento tendrán una mayor probabilidad de ser declaradas procedentes,
respecto a aquellas que se limitan a cumplir los requisitos formales, sin sustentar las
actividades que el beneficiado podría desarrollar en caso de que obtenga su libertad.

Testimonio de condena;

Certificado de conducta;

Certificado de no tener proceso pendiente con mandato de detención;

Certificado de cómputo laboral o estudio, si lo hubiere; e,

Informe sobre el grado de readaptación de interno de acuerdo con la evaluación del


Consejo Técnico Penitenciario.
2.5. VISITA INTIMA
Es un beneficio al que pueden acceder todas las personas privadas de libertad, 41.
procesadas o sentenciadas, que tengan la condición de casadas o convivientes.
Corresponde a la administración penitenciaria calificar la situación de convivencia
entre un interno o interna y su pareja, que no siendo casados, tienen relaciones
afectivas permanentes. Usualmente, se entiende que la relación es una condición
afectiva.
REQUISTOS DE LA VISITA INTIMA
 Presentar una solicitud dirigida al Director del penal, en que se consigna
los datos de identidad de su pareja;
 Adjuntar una copia simple de la partida de matrimonio civil o religioso o
cualquier otro documento que acredite la relación de convivencia (por
ejemplo: partida de matrimonio religioso, partida de nacimiento de hijos,
boletas de compra de algún bien, cuenta bancaria mancomunada,
declaración jurada, etcétera);

 Un informe médico que certifique que el interno no adolece de


enfermedades de transmisión sexual, que deberá ser expedido por el área
de salud del penal. Este informe deberá ser renovado cada seis meses; y,

 Un certificado médico de fecha reciente expedido por el área de salud en


el que se indique que el o la cónyuge o conviviente del interno o interna
no adolece de enfermedades de transmisión sexual. Dicho certificado
también deberá ser renovado cada seis meses.

Recibida la solicitud, el Director debe remitirla al Órgano Técnico de Tratamiento,


que lo evaluará y verificará en un plazo no mayor de 10 días, para luego emitir una
opinión. Sobre la base de dicha opinión. El Director deberá resolver la petición en
un plazo no mayor de 3 días hábiles. En caso, que la solicitud fuera declarada
improcedente, el interno puede interponer recurso de apelación, debiendo el Consejo
Técnico Penitenciario resolverlo en un plazo no mayor de 5 días hábiles.

REVOCATORIA DE LOS BENEFICIOS DE SEMILIBERTAD Y


LIBERACION CONDICIONAL
De conformidad con los artículos 52° y 56° del Código de Ejecución Penal, el
beneficio de Semilibertad o Liberación Condicional puede ser revocado en los
siguientes supuestos:

Artículo 56.- Revocación de la liberación condicional


La liberación condicional se revoca si el beneficiado comete nuevo delito doloso o
incumple las reglas de conducta establecidas en el artículo 58 del Código Penal, en
cuanto sean aplicables.
“Artículo 56.- Revocación de la liberación condicional
La liberación condicional se revoca si el beneficiado comete nuevo delito doloso;
incumple las reglas de conducta establecidas en el artículo 58 del Código Penal, en
cuanto sean aplicables; o infringe la adecuada utilización y custodia del mecanismo
de vigilancia electrónica personal.”

Puede ser revocado en los siguientes supuestos:

La Semilibertad y la Liberación Condicional pueden ser revocadas, cuando el


liberado no cumpla alguna de las reglas de conducta establecidas en la
resolución que le concedió el beneficio penitenciario, así lo dispone el artículo
192° del RCEP.
Para ello, el Juez Penal deberá previamente requerir al liberado el cumplimiento de la
regla inobservada, bajo apercibimiento de su revocación. En caso de que se
mantenga el incumplimiento dispondrá la revocatoria de conformidad con los
artículos 192° y 193° del Reglamento del Código de Ejecución Penal.

El Juez Penal competente para revocar la Semilibertad o Liberación Condicional por


incumplimiento de reglas de conducta, será aquel que concedió el beneficio.

Revocado el beneficio por dicha causa, el tiempo transcurrido entre el momento de


su concesión y la revocatoria; es decir, el período en que el interno estuvo en
libertad, se computará como parte de su condena, razón por la cual, al ser recluido
nuevamente en un establecimiento penitenciario por efecto de la revocación, deberá
permanecer en prisión sólo el tiempo restante de su condena.
Así lo dispone el segundo párrafo del artículo 193° del RCEP.

Ejemplo de Revocatoria de Beneficio Penitenciario por incumplimiento de


Reglas de Conducta y sus efectos
Si un interno sentenciado a 10 años de pena privativa de libertad obtiene el beneficio
penitenciario en el año 5, y en el año 7 se le revoca el beneficio por incumplimiento
de reglas de conducta, los dos años transcurridos entre la libertad y la revocatoria
serán considerados como parte del cumplimiento de la pena. Por ello, al ser recluido
nuevamente en el penal, sólo cumplirá los 3 años restantes de su condena.

Revocatoria de la Semilibertad y Liberación Condicional por infracción a las reglas


de conducta impuestas por vigilancia electrónica personal
La Ley N.° 29499, que introdujo la vigilancia electrónica personal como mecanismo
opcional de control para privados de libertad que obtengan el beneficio de la
Semilibertad y Liberación Condicional, establece que la implementación del sistema
de monitoreo demanda el cumplimiento de determinadas reglas de conducta de parte
del beneficiado, como no salir del radio de acción y desplazamiento asignado, tener
como punto de referencia un domicilio, no quitarse el mecanismo o dañar su sistema,
entre otras obligaciones.

La revocatoria deberá disponerse de manera inmediata cuando el beneficiado infrinja


las reglas básicas de seguridad, como la reiterada violación al radio de acción y
desplazamiento asignado por el Juez, la manipulación de los componentes
electrónicos del sistema, así como al intento o retiro del mecanismo de control.

La Semilibertad y la Liberación Condicional pueden ser revocadas, cuando el


liberado no cumpla alguna de las reglas de conducta establecidas en la resolución que
le concedió el beneficio penitenciario, así lo dispone el artículo 192° del RCEP. Para
ello, el Juez Penal deberá previamente requerir al liberado el cumplimiento de la
regla inobservada, bajo apercibimiento de su revocación. En caso de que se
mantenga el incumplimiento dispondrá la revocatoria de conformidad con los
artículos 192° y 193° del Reglamento del Código de Ejecución Penal.

El Juez Penal competente para revocar la Semilibertad o Liberación Condicional por


incumplimiento de reglas de conducta, será aquel que concedió el beneficio.
Revocado el beneficio por dicha causa, el tiempo transcurrido entre el momento de
su concesión y la revocatoria; es decir, el período en que el interno estuvo en
libertad, se computará como parte de su condena, razón por la cual, al ser recluido
nuevamente en un establecimiento penitenciario por efecto de la revocación, deberá
permanecer en prisión sólo el tiempo restante de su condena.
Así lo dispone el segundo párrafo del artículo 193° del RCEP.

Ejemplo de Revocatoria de Beneficio Penitenciario por incumplimiento de


Reglas de Conducta y sus efectos

Si un interno sentenciado a 10 años de pena privativa de libertad obtiene el beneficio


penitenciario en el año 5, y en el año 7 se le revoca el beneficio por incumplimiento
de reglas de conducta, los dos años transcurridos entre la libertad y la revocatoria
serán considerados como
parte del cumplimiento de la pena. Por ello, al ser recluido nuevamente en el penal,
sólo cumplirá los 3 años restantes de su condena.

Revocatoria de la Semilibertad y Liberación Condicional por infracción a las reglas


de conducta impuestas por vigilancia electrónica personal
La Ley N.° 29499, que introdujo la vigilancia electrónica personal como mecanismo
opcional de control para privados de libertad que obtengan el beneficio de la
Semilibertad y Liberación Condicional, establece que la implementación del sistema
de monitoreo demanda el cumplimiento de determinadas reglas de conducta de parte
del beneficiado, como no salir del radio de acción y desplazamiento asignado, tener
como punto de referencia un domicilio, no quitarse el mecanismo o dañar su sistema,
entre otras obligaciones.

La revocatoria deberá disponerse de manera inmediata cuando el beneficiado infrinja


las reglas básicas de seguridad, como la reiterada violación al radio de acción y
desplazamiento asignado por el Juez, la manipulación de los componentes
electrónicos del sistema, así como al intento o retiro del mecanismo de control.
(*) Modificado por el Artículo 7 de la Ley Nº 29499 (publicada el 19/01/2010),
disponiendo su entrada de vigencia progresiva en los distritos judiciales, según
el
calendario oficial que sería aprobado por decreto supremo, exceptuándose de
dicho calendario a los distritos judiciales de Lima, Lima Norte, Lima Sur y
Callao, jurisdicciones donde la Ley será aplicada una vez concluido el proceso
de selección
por concurso público e implementados todos los mecanismos de la vigilancia
electrónica personal, y su reglamento correspondiente.

Artículo 57.- Efectos de la revocatoria


La revocatoria de la liberación condicional por la comisión de nuevo delito doloso,
obliga a cumplir el tiempo de la pena pendiente al momento de su concesión. En los
demás casos de revocación el beneficiado cumplirá el tiempo pendiente de la pena
impuesta.

VISITA INTIMA

Artículo 58.- Visita íntima.-


La visita íntima tiene por objeto el mantenimiento de la relación del interno con su
cónyuge o concubino, bajo las recomendaciones de higiene y planificación familiar y
profiláxia médica. Es concedido por el Director del Establecimiento Penitenciario,
conforme al Reglamento.

OTROS BENEFICIOS

Artículo 59.- Estímulos y recompensas


Los actos que evidencian en el interno espíritu de solidaridad y sentido de
responsabilidad, tanto en el comportamiento personal como en la actividad
organizada en el Establecimiento
Penitenciario, son estimulados mediante recompensas que otorga el Consejo Técnico
Penitenciario y que son anotadas en su expediente personal.
Estas recompensas son:
1.- Autorización para trabajar en horas extraordinarias.
2.- Desempeñar labores auxiliares de la Administración Penitenciaria, que no
impliquen funciones autoritativas.
3.- Concesión extraordinaria de comunicaciones y visitas.
4.- Otras que determine el Reglamento.

REVISION DE LA PENA DE CADENA PERPETUA

Artículo 59-A.- Procedimiento.

La pena denominada “cadena perpetua” tiene remotos antecedentes, y debe su


nombre a que la persona hallada responsable de cometer un delito, era condenada a
sufrir una reclusión de por vida, encadenada a un muro. Posteriormente, desaparece
el encadenamiento, pero la persona seguía siendo sancionada a pasar el resto de su
vida en prisión. Solo la muerte o quizás la remota posibilidad de un indulto o gracia-
ponía fin a esta aciaga condena.
En nuestro país, en el artículo 29 del Código Penal de 1991 se regula actualmente la
pena de cadena perpetua, al establecerse que “La pena privativa de libertad puede ser
temporal o de cadena perpetua. En el primer caso tendrá una duración mínima de dos
días y una máxima de treinta y cinco años”
Entre los delitos que son reprimidos con cadena perpetua en nuestra legislación
podemos mencionar a los siguientes: Secuestro agravado (artículo 152, último
párrafo, del Código Penal), Violación sexual (artículos 173, 173 A y 177 del Código
Penal), Robo agravado (artículo 189, último párrafo del Código Penal), Extorsión
(último párrafo del artículo 200 del Código Penal), terrorismo (Decreto Ley Nº
25475).
La constitucionalidad de la pena de cadena perpetua fue materia de permanente
discusión en el Perú. Es así que en el año 2002, más de cinco mil ciudadanos
interpusieron ante el Tribunal Constitucional (en adelante TC) una demanda de
inconstitucionalidad contra y entre otros y el Decreto Ley Nº 25475, cuestionando la
regulación que en éste se hacía de la cadena perpetua para determinados supuestos de
terrorismo.
Los demandantes alegaban que la regulación de la cadena perpetua vulneraba el
numeral 2 del artículo 5 de la Convención Americana de Derechos Humanos, que
proscribe el sometimiento a torturas, penas y tratos crueles, inhumanos o
degradantes, así como, también, el artículo 139 numeral 22 de la Constitución
Política de 1993 (en adelante CP), que establece el principio según el cual el régimen
penitenciario tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y reincorporación del
penado a la sociedad.
En sentencia emitida en el Expediente Nº 010-2002/AI/TC, el TC consideró que la
pena de cadena perpetua “resiente” el principio constitucional previsto en el inciso
22) del artículo 139º de la Constitución, así como, también, es contraria a los
principios de dignidad de la persona y de libertad (Fundamento 184 de la sentencia-
Expediente Nº 010-2002-AI/TC).
Según el TC, “…tratándose de la limitación de la libertad individual como
consecuencia de la imposición de una sentencia condenatoria, el Tribunal
Constitucional considera que ésta no puede ser intemporal sino que debe contener
límites temporales (…) detrás de las exigencias de “reeducación”, “rehabilitación” y
“reincorporación” como fines del régimen penitenciario, también se encuentra
necesariamente una concreción del principio de dignidad de la persona (artículo 1º de
la Constitución) y, por tanto, éste constituye un límite para el legislador penal. Dicho
principio, en su versión negativa, impide que los seres humanos puedan ser tratados
como cosas o instrumentos, sea cual fuere el fin que se persiga alcanzar con la
imposición de determinadas medidas, pues cada uno, incluso los delincuentes, debe
considerarse como un fin en sí mismo, por cuanto el hombre es una entidad espiritual
moral dotada de autonomía (…) detrás de medidas punitivas de naturaleza drástica
como la cadena perpetua subyace una cosificación del penado, pues éste termina
considerado como un objeto de la política criminal del Estado, sobre el cual -porque
nunca tendrá la oportunidad de ser reincorporado-, tampoco habrá la necesidad de
realizar las medidas adecuadas para su rehabilitación” (Fundamentos 185, 186 y 187
de la sentencia- Expediente Nº 010-2002-AI/TC ).
Sin embargo, a pesar de lo señalado en la sentencia anteriormente precisada, el TC
emitió una sentencia de “mera incompatibilidad” (Véase Expediente Nº 003-2005-
PI/TC), puntualizando que no consideraba que “la inconstitucionalidad de la cadena
perpetua lo autorice a declarar la invalidez de la disposición que la autoriza, pues
ciertamente tal incompatibilidad podría perfectamente remediarse si es que el
legislador introdujese una serie de medidas que permitan que la cadena perpetua deje
de ser una pena sin plazo de culminación” (Fundamento 190 de la sentencia -
Expediente Nº 010-2002-AI/TC).
Así, el TC, citando las experiencias de aplicación de la pena de cadena perpetua
previstas en el Estatuto de la Corte Penal Internacional, en países como Italia y
Argentina, en los que se ha regulado la posibilidad de revisar la imposición de la
cadena perpetua o la concesión de determinados beneficios penitenciarios, luego de
transcurridos algunos años de prisión del condenado, expresa que “el establecimiento
de la pena de cadena perpetua sólo es inconstitucional si no se prevén mecanismos
temporales de excarcelación, vía los beneficios penitenciarios u otras que tengan por
objeto evitar que se trate de una pena intemporal, por lo que si en un plazo razonable
el legislador no dictase una ley en los términos exhortados, por la sola eficacia de
esta sentencia, al cabo de 30 años de iniciada la ejecución de la condena, los jueces
estarán en la obligación de revisar las sentencias condenatorias” (Fundamento 194 de
la sentencia- Expediente Nº 010-2002-AI/TC).

En la parte resolutiva de su sentencia, el TC exhorta al Congreso de la República


para que “dentro de un plazo razonable, reemplace la legislación correspondiente a
fin de concordar el régimen jurídico de la cadena perpetua con lo expuesto en esta
sentencia en los fundamentos jurídicos Nos 190 y 194”.

La exhortación del TC encontró eco en el Parlamento Nacional, el cual, mediante


Ley Nº 27913 (El Peruano, 09 de enero de 2003), delegó al Poder Ejecutivo la
facultad de legislar mediante Decretos Legislativos, con la finalidad de, entre otros
temas, concordar el régimen jurídico de la cadena perpetua que existía en aquel
entonces, con lo expuesto en la sentencia emitida en el Expediente Nº 010-2002-
AI/TC.
El Poder Ejecutivo, en mérito a la delegación de facultades legislativas, expidió el
Decreto Legislativo Nº 921 (El Peruano, 18 de enero de 2003), en cuyo artículo 1
prescribió que “La pena de cadena perpetua será revisada cuando el condenado haya
cumplido 35 años de privación de la libertad y se realizará conforme a lo dispuesto
en el Código de Ejecución Penal”

Así mismo, en el artículo 4 del Decreto Legislativo Nº 921 se incorporó el Capítulo


V: “Revisión de la Pena de Cadena Perpetua”, en el Título II: “Régimen
Penitenciario” del Código de Ejecución Penal, aprobado por Decreto Legislativo Nº
654, estableciendo el procedimiento de revisión de la cadena perpetua que a
continuación se detalla:

Artículo 59-A.- Procedimiento.


1. La pena de cadena perpetua será revisada de oficio o a petición de parte cuando el
condenado haya cumplido 35 años de privación de libertad por el órgano
jurisdiccional que impuso la condena, ordenando al Consejo Técnico Penitenciario
que en el plazo de quince días organice el expediente que contendrá los documentos
consignados en el artículo 54 de este código. También dispondrá que en igual plazo
se practiquen al condenado exámenes físico, mental y otros que considere
pertinentes.

2. Cumplido lo dispuesto en el inciso anterior, se correrá traslado de todas las


actuaciones al interno, al Ministerio Público y a la parte civil, a fin de que en el plazo
de diez días ofrezcan las pruebas que consideren pertinentes.
3. En audiencia privada que se iniciará dentro de los diez días siguientes de cumplido
el plazo al que se refiere el inciso anterior, se actuarán las pruebas ofrecidas y las que
el órgano jurisdiccional hubiera dispuesto, se examinará al interno y las partes
podrán formular sus alegatos orales. La resolución de revisión se dictará al término
de la audiencia o dentro de los tres días siguientes.
4. El órgano jurisdiccional resolverá mantener la condena o declararla cumplida
ordenando la excarcelación. Para estos efectos se tendrá en consideración las
exigencias de la individualización de la pena en atención a la concurrencia de
factores positivos en la evolución del interno que permitan establecer que se han
cumplido los fines del tratamiento penitenciario.

5. Contra la decisión del órgano jurisdiccional procede, dentro de los tres días,
recurso impugnatorio ante el superior. El expediente se elevará de inmediato y se
correrá vista fiscal dentro de 24 horas de recibido. El dictamen se emitirá dentro de
diez días y la resolución que absuelve el grado se dictará en igual plazo.
6. Cada vez que el órgano jurisdiccional resuelva mantener la condena, después de
transcurrido un año, se realizará una nueva revisión, de oficio o a petición de parte,
siguiendo el mismo procedimiento.”

Posteriormente, el régimen de la cadena perpetua regulado en el Decreto Legislativo


Nº 921 fue objeto de una demanda de inconstitucionalidad, presentada por más de 5
000 ciudadanos, representados por el señor Walter Humala.
En esta nueva demanda que cuestionaba, además, la constitucionalidad de los
Decretos Legislativos Nos. 923, 924, 925, 926 y 927 se señala, entre otros
argumentos, que la regulación del Decreto Legislativo Nº 921 viola el principio de
temporalidad de las penas, pues consagra “un internamiento indeterminado, sujeto a
libre y arbitraria decisión del órgano jurisdiccional”; asimismo, se considera que
transgrede el inciso 4 del artículo 139 de la Constitución, “pues dispone que la
revisión de la sentencia se realice en audiencia privada, lo que contraviene el
principio de publicidad de los procesos”; también, se expresa que al penalizarse la
reincidencia con cadena perpetua “se lesiona el principio ne bis in idem y la
prohibición de revivir procesos fenecidos, representando un retorno al “derecho
penal de autor”, lo que, a su vez, quebranta el derecho a la igualdad ante la ley, pues
solo ha sido establecido para el delito de terrorismo y no para los demás delitos”.
Sin embargo, en la sentencia emitida en el Expediente Nº 003-2005-PI/TC, el TC
desestima los argumentos que sustentaban la demanda de inconstitucionalidad,
declarándola infundada.
En consecuencia, la cadena perpetua, entendida como prisión de por vida, ya no
existe en nuestra legislación, pues, como se ha explicado, a fin de hacerla compatible
con los postulados constitucionales, se ha establecido la posibilidad de su revisión,
transcurridos 35 años de privación efectiva de la libertad.
Consideramos acertada esta regulación, y corresponderá a las autoridades
competentes atender y resolver con cautela, responsabilidad y sindéresis las
solicitudes de revisión de condenas de cadena perpetua que en su momento se
presenten, a fin de no liberar a una persona que aún no se ha resocializado, o para
evitar que se mantenga confinada en una prisión, a quien ya logró hacerlo.

TITULO III
TRATAMIENTO PENITENCIARIO
CAPITULO PRIMERO
DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 60.- Objetivo del tratamiento penitenciario


El tratamiento penitenciario tiene como objetivo la reeducación, rehabilitación y
reincorporación del interno a la sociedad.

Se fundamentan en los principios de reeducación y reinserción social que inspiran la


finalidad preventivo especial, asignada a la pena en el artículo 139 inciso 22 de la
Constitución Política del Estado; sin embargo, los beneficios penitenciarios no son
derechos fundamentales, pues constituyen una opción político criminal a través del
cual un Estado concede o regula estímulos a un condenado con fines de
resocialización.

Artículo 61.- Definición del tratamiento penitenciario


El tratamiento penitenciario es individualizado y grupal. Consiste en la utilización de
métodos médicos, biológicos, psicológicos, psiquiátricos, pedagógicos, sociales,
laborales y todos aquéllos que permitan obtener el objetivo del tratamiento de
acuerdo a las características propias del interno.

El Tratamiento penitenciario, si bien está a cargo de los servidores del INPE de


acuerdo a la norma, esto no excluye la responsabilidad que tenemos todos con estas
personas privadas de libertad, pues, justamente, la cárcel nace a partir de
brindar un tratamiento dirigido a aquella persona que ha infringido la norma y la
ley, afectado a la colectividad y agraviando al prójimo.

Para la Iglesia, es una exigencia evangélica, porque Jesucristo cuando


afirma que ha venido a l i b e r a r a l o s p r e s o s n o a c e p t a q u e l a g e n t e
v i o l e n t a p u e d a m a l t r a t a r a l a s demás personas inocentes, sino que propone
a la humanidad que no se limite a controlar los efectos de la
d e l i n c u e n c i a s i n o a e r r a d i c a r l a s c a u s a s d e l a misma.

Desde una perspectiva resocializadora, el tratamiento penitenciario es el


eje central o el sentido de existencia de todo el aparato penitenciario y los recursos
públicos que a ella se destinan.

El tratamiento penitenciario le da contenido y fundamento al sentido


resocializador de la pena, de allí que diversos instrumentos enfatizan este
aspecto esencial.

Artículo 62.- Individualización del tratamiento


Para individualizar el tratamiento se hace el estudio integral del interno mediante la
observación y los exámenes que correspondan, a efecto de formular el diagnóstico y
pronóstico criminológico.

Artículo 63.- Clasificación del interno


El interno es clasificado en grupos homogéneos diferenciados, en el Establecimiento
Penitenciario o sección del mismo que le corresponda, determinándose el programa
de tratamiento individualizado.
Artículo 64.- Clasificación continua y categorías
La clasificación del interno es continua, de acuerdo a su conducta y en las siguientes
categorías:
1.- Fácilmente readaptable; y,
2.- Difícilmente readaptable.

TRABAJO
Artículo 65.- Derecho y deber del interno al trabajo
El trabajo es un derecho y un deber del interno, contribuye a su rehabilitación, se
organiza y planifica atendiendo a su aptitud y calificación laboral compatible con la
seguridad del establecimiento penitenciario.

El trabajo que realicen los internos procesados tiene carácter voluntario (*).
(*) Artículo modificado por el Artículo Único de la Ley Nº 27187, publicada el
23-10-99.
Artículo 66.- Organización del trabajo penitenciario
La organización del trabajo penitenciario, sus métodos, horarios, medidas
preventivas, de higiene y seguridad, se regulan por el Reglamento y por la legislación
del trabajo, en cuanto ésta sea aplicable.
Artículo 67.- Remuneración del trabajo
El trabajo del interno es remunerado. La remuneración se distribuye en la forma que
establece el Reglamento.
Artículo 67.- Remuneración
El trabajo del interno es remunerado. De esta remuneración un 10% servirá
obligatoriamente para costear los gastos que genera la actividad laboral del interno,
debiendo el resto ser distribuido en la forma que establece el reglamento.

El pago efectuado por este concepto será abonado mensualmente a favor del Instituto
Nacional Penitenciario. Si se produjere un atraso en el pago correspondiente, no se
cobrarán intereses, moras u otros derechos. En este último caso el INPE y el interno
suscribirán un acuerdo para cancelar la deuda de manera fraccionada en un plazo de
seis meses. La cancelación de la deuda habilita al interno a obtener el certificado de
cómputo laboral y el goce del beneficio penitenciario, para el caso que tenga derecho
a la redención de la pena por el trabajo.
Los Directores de los establecimientos o quienes ellos designen realizarán, a
solicitud de parte, las liquidaciones de adeudos derivados del trabajo del interno
solicitante.
1. ÓRAGANO TÉCNICO DE TRATAMIENTO
En cada establecimiento penitenciario existirá por lo menos un Órgano técnico de
Tratamiento, el mismo que estará integrado por:

Un asistente social
Un Psicólogo
Un abogado

Funciones:
Es evaluar al interno y determinar la progresión o regresión de su tratamiento,
proponiendo al director del establecimiento penitenciario a través del Consejo
Técnico Penitenciario, el cambio de régimen, pabellón o establecimiento
penitenciario de un interno. También, solicitan al Consejo Técnico Penitenciario la
reducción o suspensión de las sanciones disciplinarias.

1.1. Asistencia Social


Definición: Servicio que se presta para solucionar problemas de diversa índole y
mejorar las condiciones de vida de las personas.

(Ossorio, 2008) Afirma como “Concepto impreciso dentro de la ayuda económica,


cultural y moral a las clases necesitadas de la sociedad, o de cooperación a la mejora
extraprofesional de los trabajadores y otros grupos o categorías sociales. Unas veces
se practica por organismos oficiales; otras, por particulares con mayor o menor
colaboración de las autoridades.

La asistencia social apoya al interno, a la víctima del delito y a los familiares


inmediatos de ambos.

Labor de la Asistencia Social


La asistencia social desarrolla las acciones necesarias que permiten mantener
relaciones entre el interno y su familia.

El trabajador social diagnostica, planifica y ejecuta acciones socioeducativas,


asistenciales, recreativas y culturales orientadas a optimizar el tratamiento del
interno, la víctima del delito y los familiares inmediatos de ambos.

Intervención del tratamiento por el interno


La asistencia social participa en el proceso de tratamiento del interno y coordina con
las Juntas de Asistencias Post penitenciaria en las acciones para la obtención de
trabajo y alojamiento del interno próximo a su liberación.

Requerimiento de apoyo
La asistencia social promueve el apoyo de las organizaciones públicas y privadas en
el proceso de tratamiento del interno, de la víctima del delito y de los familiares
inmediatos de ambos.

Funciones del trabajador social:


a. Promover la restitución, mantenimiento y refuerzo del vínculo del interno con su
familia a través de procesos individuales, grupales o familiares.

b. Promover redes de soporte interinstitucional que coadyuven en el tratamiento del


interno, así como canalizar acciones de apoyo al interno de escasos recursos.
c. Brindar atención asistencial a los hijos menores de tres (03) años de las internas, a
fin de garantizar su normal desarrollo de su personalidad.

d. Emitir informe social para el trámite de las solicitudes de los beneficios


penitenciarios, gracias presidenciales y otros, conteniendo la actual situación socio
familiar del interno.

e. Participar en el equipo multidisciplinario de los programas de salud.

f. Las demás que se deriven de la naturaleza de su función.

2. ASISTENCIA LEGAL
Asesoría legal gratuita
En cada establecimiento Penitenciario funciona un servicio encargado de prestar
asistencia legal gratuita al interno y asesorar técnicamente a la administración de
aquel.

Funciones:
a. Asumir la defensas de los internos que requieran asistencia legal y que no cuenten
con capacidad económica para contratar un abogado defensor, hasta que concluya el
proceso.

b. Solicitar a los diferentes órganos administrativos del Instituto Nacional


Penitenciario y otras instituciones, la expedición de documentos que sean útiles o
necesarios para la defensa del interno.

c. Asesora y apoyar al interno en la tramitación de sus beneficios penitenciarios y


gracias presidenciales, así como realizar el seguimiento de su tramitación. Están
facultados a interponer los recursos de impugnación establecidos por ley.
d. emitir informes jurídicos para beneficios penitenciarios y otros trámites
administrativos, cuando sean requeridas por la administración penitenciaria.

e. Asesorar a la administración penitenciaria absolviendo consultas y emitiendo


opiniones sobre aspectos relacionados al tratamiento penitenciario, aplicación de
normas y otros que le soliciten.

f. Difundir los alcances de la normatividad en materia penal, procesal penal y de


ejecución penal a través de charlas, talleres y otros medios.

g. coordinar la prestación del servicio legal gratuito con otras entidades públicas o
privadas.

h. Las demás funciones que le encomiende el jefe del Órgano Técnico de


Tratamiento o el director del establecimiento penitenciario.

Asesoría legal: Responsables


La asistencia legal está conformada por abogados del Establecimiento Penitenciario
y por estudiantes de los dos últimos años de las Facultades de Derecho, en número
proporcional a la población penitenciaria. Los estudiantes que participan en este
programa pueden hacer valer el trabajo como practica pre profesional.

De los abogados: Los abogados del servicio de asistencia legal velarán por el
cumplimiento del procedimiento para ejecutar la libertad del interno, así como
realizarán las gestaciones necesarias para la celeridad del proceso penal, la obtención
del testimonio de condena y otros documentos relacionados.

De los practicantes: Las practica pre profesionales de los estudiantes de Derecho y


as labores que se lleven a cabo en el marco del Programa del Servicio Civil del
Graduando – SECIGRA, se desarrollarán bajo la supervisión del servicio de
asistencia legal del establecimiento penitenciario, otorgándoles para tal efecto la
credencial que les permita cumplir eficazmente sus labores ante la autoridad
competente.
La administración penitenciaria y el Ministerio de Justicia promoverán
progresivamente la asignación de estímulos a los practicantes y secigristas que
desarrollen sus actividades en los establecimientos penitenciarios.

Asesoría legal: Consultas


La asistencia legal absuelve las consultas que formula el interno, prestándole el más
adecuado asesoramiento. Asume, de manera preferente, la defensa del interno
indigente.
En ningún caso interfiere en la defensa del interno que designe abogado particular.

Asesoría legal: Sentenciado


La asistencia legal presta asesoramiento y ayuda al interno sentenciado en la
organización y tramitación de los expedientes para la obtención de beneficios
penitenciarios.

Prohibición de defensa particular


Los miembros de la asistencia legal están prohibidos de ejercer la defensa particular
de los internos.

3. ASISTENCIA PSICOLÓGICA
Asistencia psicológica
La asistencia psicológica realiza el estudio de la personalidad del interno y aplica los
métodos adecuados para alcanzar los fines del tratamiento.

El servicio de asistencia psicológica en los establecimientos penitenciarios realiza


acciones de observación, diagnóstico y tratamiento del interno, cuyos resultados
forman parte del informe psicológico respectivo. Donde, estas emiten opinión sobre
la progresión o regresión del interno, en el proceso de tratamiento a fin de que el
Órgano Técnico de Tratamiento determine lo pertinente.

La asistencia psicológica realiza consultorías, psicoterapias individuales, familiares o


grupales, con el fin de alcanzar los objetivos del tratamiento penitenciario. También
desarrolla acciones de investigación sobre conducta del interno a fin de elaborar su
perfil psicológico.
La asistencia psicológica coordina con instituciones públicas y privadas a fin de
brindar apoyo psicológico a la comunidad penitenciaria, con conocimiento del
Órgano Técnico de Tratamiento.

4. ASISTENCIA RELIGIOSA
Libertad de culto: Ejercicio
El interno tiene derecho a practicar libremente la religión que profesa, así como a no
participar en ella.

La Administración Penitenciaria garantiza la libertad de culto y facilita los medios


para ejercitarla. Con tal propósito, facilitará ambientes necesarios para su desarrollo.
El interno puede solicitar ser asistido por ministros de la religión que profesa.

El interno podrá ser asistido por un Ministro o representante de su religión. La


actividad religiosa podrá ser promovida por las organizaciones religiosas e iglesias a
través de Ministros, sacerdotes, representantes o agentes pastorales.

Los miembros de las organizaciones religiosas e iglesias deberán acreditar su


representación para los efectos del otorgamiento del permiso, antes del inicio de su
actividad. Las actividades de culto, promoción y asistencia a los internos, serán
informadas a la dirección del establecimiento penitenciario a través del servicio
social.

Asistencia libre a los cultos


Ningún interno será obligado a asistir a los actos de culto ni impedido de asistir a los
mismos.

Donde, la Administración Penitenciaria fomentará la continua colaboración e


interacción con los grupos religiosos e iglesias para la consecución de los objetivos
propios de la resocialización.

Referencias bibliográficas

Ossorio, M. (2008). Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales (31°


Edición ed.). Buenos Aires, Argentina: Editorial Heliasta S.R.L.

Código de ejecución Penal ( ) Tratamiento Penitenciario. Lima, Perú.

Reglamento de Ejecución Penal ( ) Órgano Técnico de Tratamiento. Lima, Perú.

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