Вы находитесь на странице: 1из 4

¿Su trabajo discográfico ha sido publicado?

Todo el material está registrado en una editorial que se llama FM música, Fondo musical. De hecho,
ese es un trabajo que vamos a hacer ahorita, va a salir una publicación de todo lo que yo he hecho
ahorita pero no está publicado.

¿Cuáles fueron sus primeras composiciones o arreglos?

Mi primer trabajo fue en el año 1986, un chandé, del cual no recuerdo el nombre y no tengo registro
alguno. En 1991 para el concurso de “Berklee College of Music” compuse una obra “La levedad y el
peso” e hice un arreglo de “Body and Soul”.

A través de los años he compuesto a medida que he lanzado mis discos, las únicas composiciones
que hice años atrás fue el arreglo de “El pescador” en 1991, “Clarinete solo” en 1993 y “El Ciclo” en
1995. Todas las obras fueron registradas al momento de ser publicadas.

¿En dónde ha tocado?

Esto se ha tocado en los 22 años desde mi primer trabajo discográfico, todo el tiempo, en diferentes
partes alrededor del mundo, pero no tengo el registro de eso. Hay incluso grabaciones y
publicaciones que otros músicos que lo han hecho como recitales de grado, incluso en varias
universidades tienen mis composiciones como requisito para el ingreso a sus programas.

¿En qué fecha ha estrenado sus discos?

“Travesías” fue compuesto en Bogotá, y tocado el 26 de septiembre de 1996 en esa misma ciudad,
“Orígenes” compuesto en Bogotá, y estrenado en abril del 97 en esa misma ciudad, “Encuentros”
compuesto en Bogotá, y estrenado en Septiembre del 98 en la misma ciudad. “Colombia”
compuesta entre Medellín y Bogotá, y lanzado en Medellín en el 2000. “Hay otra orilla” fue
compuesto en Bogotá y se tocó en buenos aires en el 2006. “Border Crossing” fue compuesto en
Bogotá, grabada en Polonia y jamás fue tocado en vivo. “Home” fue compuesto en el 2016 y tocado
en Medellín en 2017.

¿Cuéntenos un poco de su familia?

Nací en Bogotá 1983 el 11 de febrero. Soy el sexto de siete hijos. Mi padre es músico Julio Arnedo
quién tocó con Lucho Bermudez y muchos otros grandes que hacen parte de la historia de la música
en Colombia y en Bogotá sobre todo.

¿Su padre es empírico?

Sí, lo es

¿Dónde nació?

En Turbaco, Bolívar.

¿Sobre su mamá?

Mi mamá es ecuatoriana nació en Rio Bamba. Ellos se conocieron aquí, y no es música.

¿Nombre de su mamá?
Amada Alicia Gonzales Alvear

¿Su mamá a qué se dedicaba?

Ella fue mucho tiempo del hogar, pero fue enfermera de un hospital que en este momento no me
acuerdo.

¿Por qué le colocaron su nombre?

No sé, no pregunté. No hay familia con Antonio. Pero Antonio… había un músico amigo de la familia
que se llamaba Antonio María Peñalosa. Es tal vez es el músico más increíble, más creativo que haya
producido Barranquilla y Colombia, trompetista, estudió allá y era un gran compositor que tenía
unas herramientas increíbles. Debió venir de eso.

¿Cuáles fueron sus primeros acercamientos a la música?

Durante el tiempo de gestación mi madre escuchó jazz todo el tiempo porque mi papá amaba el
jazz. O sea que yo desde que estoy en la barriga de mi mamá escuchaba esa música, la música que
hacía mi papá y la música de Lucho y la música de Pacho Galán. Así que eso siempre estaba presente
en mi casa.

Crecí escuchando a mi papá diciéndole a sus hijos que cualquier cosa en su vida menos la música. Él
nunca quiso que nosotros fuéramos músicos. Entonces yo empecé tarde a estudiar música. Yo
compré el saxofón que tengo a los 19 años. Yo ya había tocado flauta dulce, de hecho la tocaba muy
bien.

Con eso conseguí recursos para vivir independiente. Yo a mis 19 años estudiaba en la Universidad
Nacional Geología, estudié de los 19 a los 21 años. A los 20 años conocí un par de músicos jóvenes
que marcaron el rumbo de mi vida. Tal vez lo que más me marcó era su mística. Ellos se llaman Juan
Vicente Zambrano quien está en Cali, y el otro Jaime naranjo, músicos muy importantes. Y Shatoshi
Takeishi que ellos son los que tocan en mis discos. Quien este último es el que aparece en mis discos.
Nació cerca a tokio. Nosotros nos reencontramos en Estados unidos. Así que mis comienzos yo lo
viví a mis 21 años cuando dejé la carrera y comencé a estudiar saxofón.

Pero después de eso fue muy rápido. Ese mismo año yo grabé con Francisco Zumaqué un disco que
se llama MaCumbia. Esos cuatro meses yo me encerré a estudiar, a tocar, a aprender, a desarrollar
sonido.

Y a partir de ahí fueron ocho años estudiando solo. Mi papá nunca me dictó clases de música, más
que un par de consejos. Tuve clases con un señor que se llamó Alonso Bautista, el saxofonista más
impresionante que yo he conocido, que fue alumno de Gabriel Uribe. Tuve cinco clases con él.

¿Qué le dijo a su padre cuando le dijo que se iba a presentar a la carrera de música?

Él me dijo que si quería hacer música tenía que ser el mejor. Igual ya estaba tomada la decisión. El
vínculo de mi papá con la música es de generaciones antes. Mi abuelo era baterista.

¿Cómo se enteró de la convocatoria con la que se ganó la beca para estudiar en “Berklee College of
Music”?
En el año 91 salió una convocatoria en una revista de jazz llama Downbeat, me la mostró un amigo
y me dijo: “creo que usted completa los requisitos”. Envié una grabación de audio y fue seleccionado
con otros 24 saxofonistas de todo el mundo a una competencia de saxofonistas. Fuimos convocados
a ir a Estados Unidos. Los que organizaron la competencia fue la fundación Thelonious Monk. Todos
los saxofonistas que estaban en el concurso se habían graduado. Pero había gente de todo Europa
y de todos los estados Unidos. El que ganó fue un gran saxofonista parte de la historia del jazz,
llamado Joshua Redman, hijo de Dewey Redman. Él es el top de una línea del saxofón de la historia
del jazz, desde ese punto en adelante. En ese concurso me gané una beca para estudiar en Berkley
College Music. Me gradué allá y después volví a Colombia. Ayudé armar el programa de la javeriana
del 94 hasta finales del 97. Durante el 98 nos dedicamos a tocar con el grupo de Travesías. Eso fue
por que conseguí un socio importante, la compañía MTM. Y en el 2001 estoy trabajando en la
Univesidad Nacional en el área de jazz.

Las composicion Travesía en 1995 en la celebración de los 50 años de la Onu. Con Satoshi, Jairo
Moreno y un pianista llamado colombiano que se llama Hector Martina en un auditorio ubicado en
la embajada de Colombia.

¿Qué participación ha tenido con otros proyectos?

Lo que pasó de ahí en adelante es muy interesante, ya que el concepto del trabajo Colombia se
amplió a un proyecto más ambicioso, que se llama Colectivo Colombia. Este proyecto busca músicos
que hayan encontrado caminos, que conecten el emocional colectivo con el experimento de las
músicas colombianas. Entonces el Colectivo han estado músicos muy interesantes que han hecho
una labor en donde tienen proyectos que tienen que ver con Colombia. Están Hugo Candelario.
Están ubicados en la idea del disco Colombia. Este álbum buscaba el timbre, la gaita, las flautas, la
percusión, ese es el propósito de ese trabajo. Y ahora estamos retomando esa idea. Se ha
convertido en una obsesión por que creo yo que el timbre está relacionado con los idviduos, el
territorio, y con la manera cómo se contruye la música, y cómo la música viaja y se va conectado
una cosa con otras hasta llegar a lugares muy distantes de los puntos de partida de ciertas músicas.
He viajado mucho, pero hay lugares en los que me falta visitar.

Conectar y entender las herramientas que se utilizan para improvisar y crear. Esos elementos
construyen la identidad de ciertas músicas.

Alrededor de eso hay otro plano que es Latinoamérica y cómo este idea de estar conectados tan
profundamente. La música de Venezuela, no solamente lo llanero. Lo afro venezolano, lo
afroecuatoriano, lo afroperuano, tiene puntos de coincidencia o empatía que son importantes. Si
vamos hacia el sur muchas de las cosas rurales argentinas, chilenas, uruguayas. Muchas cosas que
he venido encontrando cuando he estado en esos lugares trabajando con músicos. Y parte de la
idea, de esa idea fue grabar “Hay otra orilla” y “Fronteras imaginarias”. Este trabajo busca conectar
esta idea de que estados unidos de hilo conductor que conecta una cosa y otra. Y que hace un viaje
totalmente coherente. Y que, desde el punto de vista más profundo, es una propuesta política, por
algo que es absolutamente natural, que tiene que ver con la unidad de una cosa, entre lo que somos
nosotros y todos los otros territorios. Pero eso es lo que hemos venido haciendo muchas giras,
muchos conciertos, una presencia artística muy interesante y muy potente que han venido
alimentando esta idea.
¿Qué otras composiciones ha realizado aparte de las que tiene publicadas en sus discos?

Entonces muchas cosas que no están ahí como por ejemplo obras que están escritas para orquesta,
para orquesta, para cámara donde hay una obra escrita para cuarteto. Yo no he escrito mucho en
el ámbito académico. Hay música para teatro, para audiovisuales, para danza. Todo eso hace parte
de esa búsqueda que ha venido enriqueciendo la idea de conectar con Colombia, con Latinoamérica,
con toda américa.

Por ejemplo, en el año 2015 realicé dos composiciones, una para ser estrenada junto al Cuarteto Q-
Arte llamada Trazos, y la otra Trazos para orquesta y tocada con la BCO (Bogotá Chamber Orchestra).
Ambas compuestas en Bogotá y estrenadas en el 2016.

A mí me califican como un músico de jazz, pero eso es un porcentaje de lo que hago. Toco jazz, pero
es que el asunto importante de la música es que yo hago música. Es otro vivir.

¿Una frase que resuma su ideología de vida?

Creo en el concepto de la música como un lugar sin fronteras, la música es universal. Y es un reflejo
de lo que somos. Allí no hay un interior o exterior, o lo que doy y otros reciben. Hay sólo un flujo de
intercambios. Y creo que es importante para mí ver la música como un territorio muy amplio que
tiene la posibilidad de llegar a tantos territorios de la creación como a muchas personas de manera
absolutamente directa. Yo no creo que haya límites, yo no creo que haya una música dogmática,
una música que solamente está hecha para aquellos que están preparados para oírla. Yo no creo
eso. Yo creo que la música tiene una función social, una función dentro del tejido social y político.

¿Qué distinciones ha recibido?

Me han dado muchas distinciones y premios a lo largo de mi carrera, pero creería que la más
importante fue el hecho al disco “Travesías”, fue como uno de los más importantes trabajos
colombianos a nivel musical por la revista Semana, El Tiempo, El Espectador y periodistas como
Bernardo Hoyos. Además de ser el trabajo más vendido en la historia de Colombia en los trabajos
de Jazz con más de 10 mil copias vendidas.

Вам также может понравиться