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BASIC SUPPORT FOR INSTITUTIONALIZING CHILD SURVIVAL

La Segunda Revolución en Sobrevivencia Infantil


En febrero del año 2003, se reunieron investigadores de diversas instituciones en Bellagio, Italia, para
definir lo que podría hacerse para salvar aproximadamente a 6 millones de niños que mueren
anualmente por causas prevenibles. Este es un resumen de cinco artículos que integran una serie sobre
sobrevivencia infantil que emergió del trabajo de este grupo y que apareció primero en The Lancet en
junio y julio del 2003. Estos artículos son unllamado oportuno a la acción para salvar las vidas de estos
niños y aplaudimos a The Lancet por publicarlos. La visión de los autores es iniciar una segunda
revolución de sobrevivencia infantil a través de intervenciones conocidas para atender problemas de
salud pública conocidos. Su visión es lograr un mejor entendimiento de la epidemiología infantil a
nivel de cada país, y disminuir las diferencias en mortalidad infantil entre ricos y pobres, y entre niños y
niñas. El costo de salvar a estos 6 millones de niños es 7,500 millones de dólares por año en vacunas,
tratamiento de enfermedades infantiles, y prevención y tratamiento de la malaria. Lo que ahora es
necesario para superar los obstáculos que implica prevenir estas muertes es el compromiso de llevar
intervenciones comprobadas a mayor escala con los los recursos necesarios, y movilizar la voluntad
política a nivel nacional y mundial. Los autores consideran que las herramientas necesarias para
alcanzar la Meta de Desarrollo del Milenio de reducir en dos tercios la tasa de mortalidad infantil para el
año 2015 (desde 1990 como año de partida) están a nuestro alcance, pero sólo si contamos con el
compromiso y disponemos de los recursos necesarios.

Para acceder a los artículos completos, regístrese en el Sitio Internet de The Lancet en
www.thelancet.com/home. Este sumario está disponible en siete idiomas en el Sitio Internet de BASICS
II en www.basics.org. este sitio web también contiene información y herramientas para llevar a la
práctica las intervenciones de sobrevivencia infantil que se mencionan en esta serie de artículos.

¿DÓNDE Y POR QUÉ MUEREN CADA AÑO 10 MILLONES DE NIÑOS?


ROBERT E. BLACK, SAUL S. MORRIS, Y JENNIFER BRYCE

¿Dónde ocurren la mayoría de las muertes? Las tasas de reducción de la mortalidad infantil
alcanzaron su máximo alrededor de 1980. La mortalidad infantil varía entre las diferentes regiones del
mundo y entre las naciones de una misma región. En varias naciones africanas las tasas de mortalidad
entre la población infantil de escasos recursos se incrementaron durante los años noventa, aún si
descendieron para los niños de las
Tabla 1. Las seis naciones que suman 50% de las muertes de
poblaciones con más recursos. Cerca de
niños menores de 5 años a nivel mundial
10.8 millones de niños siguen muriendo
Naciones Ordenadas Por Total Número de Muertes
de Muertes de Niños de Niños (x1,000) cada año de forma innecesaria: de ellos,
India 2,402 alrededor del 41% en África Subsahariana y
Nigeria 834 el 34% en el sur de Asia. Durante el año
China 784 2000 sólo seis naciones sumaron el 50% de
Pakistán 565 todas las muertes de niños menores de
R.D. del Congo 484 cinco años a nivel mundial, y sólo 42
Etiopía 472 naciones sumaron el 90% del mismo
renglón. Las naciones africanas de entre
Total de muertes de menores 10,800 esas 42 representaron el 90% de muerte
de 5 años infantil en el África Subsahariana. Incluso
dependiendo de diferentes zonas geográfica

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Sumario de la Serie en Supervivencia Infantil de The Lancet: BASICS II
de cada país pueden observarse grandes diferencias en la tasa de mortalidad infantil, dependiendo de
factores ambientales y conducta que comunmente son asociados con amplias agrupaciones a nivel
geográfico. Se distinguen diferentes perfiles en base a las distintas características de cada país.

Factores de riesgo para la mortalidad infantil. Los ambientes antihigiénicos e inseguros ponen en
riesgo a los niños. La ingesta de agua insegura, la disponibilidad inadecuada de agua para higiene
personal y la falta de acceso a instalaciones sanitarias contribuyen por sí solas cerca de un millón y
medio de niños fallecidos, y es un factor de riesgo para el 88% de mortalidad por diarrea. La falta de
vigilancia de otras medidas relacionadas con el cuidado de la salud, como el espaciamiento entre
nacimientos, y una lactancia adecuada, son también factores importantes para la mortalidad infantil. Por
ejemplo, los niños de 0 a 5 meses de edad que no tuvieron lactancia materna están en
significativamente más alto riesgo de morir de diarrea y neumonía, con respecto a los infantes que
recibieron lactancia exclusiva como dieta.

Causas subyacentes de muerte. En naciones con ingresos medios a bajos, suelen presentarse
diferentes enfermedades graves secuencial o simultáneamente antes de un deceso. Por ejemplo, el
sarampión suele complicarse con neumonía o diarrea. El bajo peso y la deficiencia de micronutrientes
también son causa de una respuesta pobre de las defensas
Tabla 2. Distribución de muertes de niños a
inmunes y no inmunes del huésped, y deben ser considerados nivel mundial por causa, usando modelo de
causas subyacentes de muerte si son seguidas por enfermedades predicación en 42 naciones con 90% de
infecciosas que son causa directa del deceso. mortalidad infantil (2000)
ENFERMEDAD O Muertes
La desnutrición fetal, manifestada como bajo peso del recién CONDICIÓN previsibles
nacido puede contribuír de forma similar a la mortalidad Neonatal 33%
neonatal. En niños con deficiencia de vitamina A el riesgo de Diarrea 22%
morir por diarrea, sarampión y malaria se incrementa en 20 a Neumonia 21%
Malaria 9%
24%. La desnutrición se reconoce como un factor que contribuye
Sarampión 1%
a la causa de muerte, pero la fracción de esas enfermedades SIDA 3%
infecciosas atribuible a las deficiencias nutricionales depende del Otra 9%
grado de deficiencia.

De los 10.8 millones de muertes de niños acaecidas cada año, 3.9 millones suceden durante los primeros
28 días de vida, es decir, en el periodo neonatal. Se estima que 24% de estas muertes son producidas por
infecciones severas; 29% por asfixia al nacer; 24% por complicaciones de premadurez y 7% por tétanos.
La malaria juega un papel más importante en la mortalidad infantil en muchas naciones del África
Subsahariana que el SIDA, que provoca más del 10% de las muertes en sólo 3 de esos 42 países.

La identificación de factores de riesgo, la detección de causas de muerte subyacentes y asociadas, y el


reconocimiento de co-morbilidad pueden determinar la selección de intervenciones efectivas y
economicamente accesibles que resulten apropiadas para el sistema de administración de servicios de
salud de un país determinado. No obstante, es importante comprender la epidemiología del sector
infantil para seleccionar adecuadamente el número y tipo de intervenciones de acuerdo con las
características y perfil epidemiológico de una nación determinada.

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Sumario de la Serie en Supervivencia Infantil de The Lancet: BASICS II
Figura 1. La desnutrición contribuye con cerca de 60% de las muertes
previsibles de niños

Diarrea Malaria Neumonía Sarampión Todas las


causas
Todas las muertes
Proporción de muertes causadas por mala nutrición

¿CUÁNTAS MUERTES DE NIÑOS PODEMOS PREVENIR ESTE AÑO?


GARETH JONES, RICHARD W. STEKETEE, ROBERT E. BLACK, ZULFIQAR A. BHUTTA, SAUL S. MORRIS, Y EL GRUPO DE ESTUDIO
BELLAGIO EN SUPERVIVENCIA INFANTIL

En las 42 naciones que representan el 90% de muerte infantil a nivel mundial, durante el año 2000,
murieron 9.7 millones de niños menores de cinco años. Se estima que 6.4 millones (66%) de esas
muertes pudieron haber sido prevenidas, a través de una completa implementación de intervenciones
seleccionadas. Este es un estimado conservador. Hay evidencia creciente que sugiere que habrían
podido lograrse progresos importantes con la implementación de intervenciones que hoy en día son
viables y están disponibles en todas las naciones de bajos ingresos.

Identificación de intervenciones comprobadas de sobrevivencia infantil. Estos documentos se


enfocaron a intervenciones “comprobadas” –aquellas que atienden los determinantes de mortalidad
infantil más próximos, y aquellas que pueden ser administradas principalmente a través del sector salud-
que pueden prevenir muchas de las muertes ya mencionadas. Las intervenciones incluyen enfoques
preventivos dirigidos a reducir la exposición a la infección o condición, o a limitar las probabilidad de
exposición a la enfermedad, así como como otros enfoques también preventivos y de tratamiento
enfocados a reducir la probabilidad de que la enfermedad o condición lleve a la muerte. La lactancia y
la terapia de rehidratación oral (TRO) por sí solas son consideradas capaces de prevenir las muertes de
menores de cinco años en 13% y 15% , respectivamente. Las siguientes seis intervenciones podrían
cada una prevenir un porcentaje significativo de muertes de menores de cinco años: materiales tratados
con insecticidas, (7%); alimentación complementaria, (6%); antibióticos para sepsis, (6%); antibióticos
para neumonía, (6%); medicamentos contra la malaria, (5%); y administración de zinc para reducir
muertes por diarrea y neumonía, (5%). Desafortunadamente, la cobertura de estas intervenciones es
escasa en la mayoría de estas 42 naciones, extendiéndose desde un 90% de aplicación de lactancia, hasta
un 1% para el caso de los tratamientos intermitentes contra la malaria durante el embarazo.

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Sumario de la Serie en Supervivencia Infantil de The Lancet: BASICS II
Tabla 3. Muertes de menores de cinco años que pudieron prevenirse en las 42 naciones con
90% de muerte infantil a nivel mundial en el año 2000 a través de cobertura universal con
intervenciones individuales.

Número de Proporción
INTERVENCIONES muertes de todas las
(X 1000) muertes
Intervenciones Preventivas
Lactancia 1301 13%
Materiales tratados con insecticidas 691 7%
Alimentación complementaria 587 6%
Zinc 459 5%
Parto salubre 411 4%
Vacuna HIB 403 4%
Agua/medidas sanitarias/higiene 326 3%
Esteroides prenatales 264 3%
Cuidado de temperatura del recien nacido 227 2%
Vitamina A 225 2%
Toxóide tetánico 161 2%
Nevirapina & reemplazo de alimentación 150 2%
Antibióticos en caso de ruptura prematura de membranas 133 1%
Vacuna contra el sarampión 103 1%
Tratamiento preventivo intermitente contra la malaria 22 <1%
durante el embarazo
Intervenciones de Tratamiento
Terapia de rehidratación oral (TRO) 1477 15%
Antibióticos para sepsis 583 6%
Antibióticos para neumonía 577 6%
Medicamentos contra la malaria 467 5%
Zinc 394 4%
Resucitación de recién nacido 359 4%
Antibióticos contra disentería 310 3%
Vitamina A 8 <1%

Debe continuarse dando todo el apoyo necesario a las intervenciones efectivas existentes, como el caso
de la vacunación contra el sarampión, a su más alta cobertura. En medio de la abundancia de
intervenciones nuevas y recientemente validadas, han surgido señales de que el esfuerzo por la
supervivencia infantil está perdiendo su foco. Por ejemplo, el enfoque dedicado al SIDA, que causa sólo
el 3% de las muertes de menores de cinco años, puede distraer la posibilidad de salvar muchas otras
vidas que podrían rescatarse a través de otras intervenciones conocidas y mucho menos costosas.
Muchas muertes podrían evitarse si nos enfocamos en lo que sabemos que funciona, en lugar de
desviarnos por intervenciones o programas nuevos. Teniendo en cuenta los seis millones de niños que
morirán este año, aguardar por esas nuevas vacunas, drogas o tecnologías resulta inútil, pese a que es
importante mantenerlas en la agenda, pues podrían ayudar a mejorar nuestra efectividad y eficiencia en
el futuro.

Cabe hacer hincapié en que muchas de las intervenciones más prometedoras pueden promoverse a nivel
del hogar con mínimo requerimiento de recursos ; éstas son: promoción de lactancia, TRO, educación
sobre alimentación complementaria, y tratamiento de materiales con insecticidas. Acumulativamente,
estas intervenciones podrían evitar más de un tercio de todas las muertes.

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Sumario de la Serie en Supervivencia Infantil de The Lancet: BASICS II
REDUCIENDO LA MORTALIDAD INFANTIL: ¿QUÉ PUEDE BRINDAR LA SALUD PÚBLICA?
JENNIFER BRYCE, SHAMS EL ARIFEEN, GEORGE PARIYO, CLAUDIO F. LANATA, DAVIDSON GWATKIN, JEAN-PIERRE HABICHT, Y EL
GRUPO DE ESTUDIO IMCI DE EVALUACIÓN MULTINACIONAL

Pese a las mejorías en las intervenciones, el incremento de recursos en general y un historial exitoso, la
brecha entre lo que podríamos hacer para reducir la mortalidad infantil y lo que estamos haciendo, está
creciendo. Las intervenciones enfocadas a la sobrevivencia infantil no están llegando a los niños que las
necesitan más. La cobertura de intervenciones conocidas es baja, pese a que sabemos que una cobertura
mayor es posible, por el simple hecho de que han sido logrados niveles más altos de ésta en el pasado.
La cobertura baja es resultado de una debilidad tanto en la oferta como en la demanda de servicios, y es
una consecuencia de la incompetencia de los sistemas de salud. Comprender las razones de nuestra falta
de capacidad para incrementar la cobertura, especialmente entre los más pobres, es el primer paso para
recuperar lo que hemos perdido, y para dirigirnos hacia la cobertura universal. La evaluación
multinacional del AIEPI –Atención Integral de las Enfermedades Prevalentes de la Infancia- ofrece
evidencia de las barreras para implementación de la cobertura. También discierne sobre por qué
resultaron limitados los esfuerzos para desarrollar e implementar actividades para mejorar prácticas
familiares clave relacionadas con la reducción de la mortalidad infantil, y explica por qué estos
esfuerzos, pensados para alcanzar mucho, tuvieron mucha menos cobertura de la anticipada.

En Brasil, Tanzania, Uganda y Guatemala, entre otros países, existen casos de estudio exitosos. Nos
muestran cómo no existe una única forma de lograr una cobertura alta y de reducir la muerte infantil.
Muchos enfoques difrerentes pueden ser efectivos, eficientes y sustentables siempre que se adecuen al
contexto en el cual serán implementados y sean dirigidos por personal motivado y bien capacitado. No
obstante, estos casos de estudio indican que hay cinco observaciones fundamentales para mejorar la
administración de los servicios:

1. La planificación requiere información relevante a nivel local, de cada nación sobre perfiles
epidemiológicos, capacidad del sistema de salud, y preferencias de las comunidades. El monitoreo
de la administración y calidad de los servicios y atenciones es esencial.

2. Las intervenciones deben ser seleccionadas de acuerdo con la información epidemiológica, y otros
criterios clave definidos localmente. Mejorar la integración de los servicios de salud reproductiva
con los de supervivencia infantil seguramente ayudará a incrementar su efectividad.

3. Las estrategias alternativas de administración de los servicios de salud deben ser bien evaluadas. El
trabajo analítico es inherente al desarrollo de la mejor combinación de intervenciones para lograr el
máximo efecto, y al desarrollo de capacidades para la toma de decisiones a nivel nacional y al
interior del país.

4. La oferta debe estar orientada a atender demandas y responder a necesidades. Es necesario sostener
un monitoreo de la cobertura para corroborar a quiénes alcanza y ayudar a evaluar el progreso en los
determinantes intermedios de mortalidad infantil.

5. Fortalecer los sistemas de salud es una meta de corto a mediano plazo. Sin recursos humanos
adecuados, sin una provisión y manejo adecuado de medicamentos, vacunas y activos humanos; sin
sistemas de información; y sin un sistema de referencia funcional, ningún programa de salud
infantil podrá ser sustentable. Las estrategias del sector privado basadas en comunidades deben
vincularse con los sistemas de salud. Los problemas persistentes en las estructuras de incentivos y
políticas de personal deben ser atendidos, y los efectos de las reformas aplicadas en estas políticas
deben ser monitoreados. Estos efectos deben funcionar como base para mejorar la administración de
las intervenciones.

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Sumario de la Serie en Supervivencia Infantil de The Lancet: BASICS II
APLICANDO UN FILTRO DE EQUIDAD A LA SALUD Y MORTALIDAD INFANTIL: MÁS DE LO MISMO NO
BASTA
CESAR G. VICTORA, ADAM WAGSTAFF, JOANNA ARMSTRONG SCHELLENBERG, DAVIDSON GWATKIN,
MARIAM CLAESON, Y JEAN-PIERRE HABICHT

Las brechas entre las naciones ricas y pobres respecto a mortalidad infantil son inaceptablemente
grandes, y en algunas áreas están creciendo todavía más, como la brecha que separa el estado de salud
de los niños con recursos y el de los niños pobres en la mayoría de los países. Los niños pobres tienen
más probabilidades de exponerse a riesgos para su salud que sus similares con recursos, y tienen menos
resistencia a otras enfermedades en vista de nutrición deficiente y otros riesgos típicos de las
comunidades pobres. La pobreza incrementa la exposición a enfermedades y reduce la resistencia a las

Figura 2. Mortalidad de menores de cinco años por ingreso nacional.

140

120 Tasa de mortalidad de


menores de cinco años
100

Mortalidad En países de 6
de menores 80 ingreso alto
de 5 años
En países en 88
60 desarrollo
En países 120
40
pobres
20

0
Ingreso bajo Ingreso Ingreso Ingreso alto
Medio a bajo Medio a alto

Fuente: Información de UNICEF y el Banco Mundial

mismas en una sinergia que contribuye a las severas inequidades en supervivencia infantil que hemos
descrito aquí. Los pobres tienen menos posibilidades de recibir intervenciones preventivas y curativas,
y, una vez enfermos, tiene menos posibilidades de recibir un cuidado adecuado. El potencial -en rescate
de vidas- de mejorar la equidad es mucho más grande que cualquiera inherente a cualquier nueva
tecnología o combinación de tecnologías que pudiera aparecer en el futuro cercano. Una intervención de
políticas que consiguiera eliminar las inequidades en salud infantil –que acercara ese 80% entre los
pobres al 20% de los ricos- evitaría cerca de 2.28 millones de muertes de menores de cinco años.

¿Pueden reducir la brecha en la supervivencia infantil los responsables de las políticas de salud?
Los efectos nocivos de la pobreza en la salud infantil pueden reducirse mediante políticas bien
diseñadas. Exiten varios enfoques muy diversos –y generalmente complementarios- para atender las
privaciones de la pobreza que van más allá del ingreso. Ha sido posible mejorar el conocimiento y
modificar prácticas entre las madres pobres en distintos escenarios. Las estrategias sociales de mercado
conllevan la adaptación de las estrategias del sector comercial que benefician a la salud pública, y se
han probado efectivas con jabón, redes para mosquitos y otros productos varios. Los micro créditos han
ayudado a facultar a las mujeres para tener poder económico. En algunos países, el cuidado de las
enfermedades de los pobres ha estado teniendo prioridad en cuanto a las partidas presupuestales. El
cuidado de la salud puede estar al alcance de los pobres a través de transferencias de efectivo, esquemas

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Sumario de la Serie en Supervivencia Infantil de The Lancet: BASICS II
de exhoneraciones y pólizas de seguro médico, y puede ser más accesible a través de mejoras en los
caminos y despliegue o envío de servicios móbiles a las áreas pobres. Pueden diseñarse intervenciones
concernientes a agua y servicios sanitarios enfocadas a los pobres.

La calidad y cantidad de evidencia disponible para apoyar cada uno de los enfoques es variable.
Idealmente, uno querría saber qué tan bien enfocados en los pobres está cada programa, y qué tan
importante es su efecto en la salud de las comunidades desfavorecidas. Existe una necesidad urgente de
mejorar la base de evidencias en salud infantil y pobreza, y desarrollar capacidad en medición de
indicadores de equidad. Pese a estas limitaciones, ahora sabemos lo suficiente para seguir adelante en la
reducción de las inequidades de salud entre la población infantil. Desafortunadamente, pocos de estos
enfoques han sido implementados en grand escala, de donde escala pasa a ser el siguiente gran desafío.
Alcanzar este desafío requerirá la adopción de estrategias de salud adecuadas, la creación de un
ambiente legislativo adecuado, y de una distribución más equitativa de las intervenciones.

Incrementar la cobertura en las comunidades pobres. Para incrementar la cobertura entre la


población indigente, puede optarse por uno de dos enfoques: el de cobertura específica o el de universal.
La cobertura específica puede ser directa o indirecta. La cobertura directa implica la identificación de
hogares e individuos pobres y el desarrollo de las formas para hacer llegar servicios específicamente a
ellos. La cobertura indirecta puede enfocar los esfuerzos de un programa en áreas geográficas que son
particularmente pobres tanto como en subgrupos poblacionales con necesidades especiales.

El segundo enfoque es una cobertura universal, rápida que busca la saturación del programa sin
interesarse especialmente por cuál grupo es alcanzado primero. Cuando se logra la cobertura universal,
las poblaciones desfavorecidas reciben los mismos beneficios que aquellas con más recursos. Lograr
altos niveles de cobertura con unas pocas intervenciones resulta más equitativo -y quizá más simple,
administrativamente- que alcanzar una cobertura mediocre con varias intervenciones.

Incrementar la responsabilidad. Los enfoques orientados a la pobreza tienen más posibilidades de ser
aceptados en ambientes caracterizados por un fuerte compromiso con la equidad entre legisladores y
responsables de programas. Desarrollar y preservar tal compromiso es más factible cuando los
responsables de las políticas y los programas, y las comunidades se involucran en la formulación de las
políticas mismas. Diversos tipos de monitoreo e informe pueden ofrecer datos muy valiosos para el
diseño de las políticas. Uno de ellos es la simple medición del estado de salud y de tasas de utilización
del programa, desglosando por nivel socioeconómico, género, o grupo étnico. Un segundo es el
establecimiento y monitoreo de objetivos de salud en términos de servicios o estado de salud entre
grupos desfavorecidos. Un tercero es el establecimiento de mecanismos de monitoreo para registrar el
progreso entre estos grupos.

A nivel nacional hay diversas audiencias potenciales mediante las cuales es posible recabar esta
información: el público en general; las poblaciones pobres más afectadas en particular; y el cúmulo de
organizaciones no gubernamentales, las cuales están normalmente más motivadas y mejor posicionadas
para abogar por la equidad a través de esta información. Una audiencia más es la de los profesionales de
salud y responsables de decisiones, muchos de los cuales siguen distantes o ajenos a los temas de
equidad.

El reto a nivel internacional. Los enfoques para reducir inequidades están disponibles; el reto es
garantizar que sean ampliamente implementados. Las agencias internacionales y bilaterales deben
coadyuvar con los esfuerzos vigentes elevando los niveles de conocimiento y competencia entre su
personal acerca de asuntos de equidad y pobreza, aconsejando a los gobiernos sobre qué puede hacerse
para acabar con las desigualdades en salud infantil, y presentando sistemáticamente información de
salud no sólo como promedios nacionales, sino en todas sus categorías socioeconómicas, de género, y
geográficas. Las agencias multilaterales y bilaterales deben garantizar que en el diseño de cada nuevo

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Sumario de la Serie en Supervivencia Infantil de The Lancet: BASICS II
proyecto, las consideraciones de equidad serán parte esencial; que atenderán los asuntos de equidad
dentro de un diálogo con otras naciones; y que las evaluaciones de impacto ofrecerán datos sobre
equidad. Las fundaciones internacionales involucradas en salud infantil deben trabajar sobre iniciativas
existentes, como el Indicador de Equidad de la Fundación Rockefeller.

El ímpetu internacional dirigido a alcanzar las Metas de Desarrollo del Milenio requiere de un impulso
extra para atender los asuntos de equidad. La primera meta en reducción de pobreza debe estar
hermanada con la de reducción de mortalidad infantil. No es ni suficiente ni justo obtener mejores
resultados en salud infantil en determinado nivel poblacional, y dejar a un lado a los pobres. Deben
hacerse esfuerzos especiales basados en los enfoques mencionados en este documento para alcanzar a
los indigentes, y los progresos hacia la obtención de las metas deben ser monitoreados por nivel
socioeconómico.

CONOCIMIENTO EN ACCION PARA LA SUPERVIVENCIA INFANTIL


EL GRUPO DE ESTUDIO BELLAGIO EN SUPERVIVENCIA INFANTIL

Traducir el conocimiento existente en acciones efectivas para la supervivencia infantil requerirá


liderazgo, sistemas de salud fortalecidos, y recursos humanos y financieros bien dirigidos para
garantizar que los niños pobres y sus madres se beneficien. El empuje que Jim Grant, ex Director
Ejecutivo de UNICEF alcanzara durante los quince años después de la Revolución en Supervivencia
Infantil de 1982 se ha perdido, y los logros obtenidos en este rubro perdieron ímpetu o se revirtieron. La
meta de la cumbre infantil para los 90 –reducir la mortalidad infantil en un tercio o al menos en 70 por
millar, lo que resulte menor- está lejos de haber sido lograda. Hay muchas diferencias en las tasas de
mortalidad infantil de menores de cinco años en los países africanos, y cualquier lugar del mundo donde
hay niños pobres aporta su cuota a la tasa de mortalidad. No hay nuevos retos epidemiológicos; los
asesinos del pasado son los mismos asesinos de hoy en día: diarea, neumonía, y malaria, justo como en
1980. La asfixia del recién nacido y la sepsis neonatal siguen siendo responsables de casi todas las
muertes en periodo neonatal y la desnutrición permanece como causa subyacente de muerte. Las
diferencias en salud y ambientes de desarrollo hoy, sin embargo, son que hay mejores formas de
responder a estas muertes; que han sido creadas sociedades internacionales enfocadas a enfermedades
específicas (HIV/SIDA, malaria, tuberculosis, etc.); y que ha surgido un enfoque dirigido a la reducción
de la pobreza, que previamente no existía.

Los primeros cuatro documentos en la serie sobre supervivencia infantil de The Lancet constituyen
cimientos suficientes para la toma de acciones renovadas. Estas acciones son:

♦ Epidemiológicas: – Los avances en epidemiología han rendido evidencia de la distribución


proporcional de las muertes de niños, y la contribución de la desnutrición. La variación y aplicación
de estos conocimientos entre las naciones a los diferentes sistemas de salud implica que las naciones
necesitan obtener y usar información para apoyar sus programas de supervivencia infantil.

♦ Intervenciones de supervivencia infantil – Las intervenciones ya existentes deben ser aplicadas


intensamente y debe avanzarse en las intervenciones que no están todavía disponibles, p.e., vacunas
contra la neumonía, diarrea, y malaria.

♦ Estrategias de administración – Las intervenciones de supervivencia infantil no están alcanzando a


los niños y madres que las necesitan más. Las fallas en la administración, y el reconocimiento de

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Sumario de la Serie en Supervivencia Infantil de The Lancet: BASICS II
que para que un niño permanezca sano requiere de muchas intervenciones preventivas y
terapéuticas, coordinadas, damandan acción renovada.

♦ Inequidades – Existen inequidades documentadas y deben ser atendidas.

Para transformar el conocimiento en acciones efectivas orientadas a reducir la mortalidad infantil


existen cuatro prerequisitos:

1. Liderazgo. Al día de hoy, ningún individuo ni institución ha tomado el liderazgo, lo que implica
aventurar respuestas a necesidades y fracasos reconocidos, influir en agendas políticas y técnicas,
dirigir inversiones, y producir evidencia categórica de que la mortalidad infantil puede reducirse.
Este liderazgo debe ser establecido.

2. Sistemas de salud fortalecidos. Se requieren sistemas de salud mejores para lograr reducir la
mortalidad infantil, así como para lograr un impacto sostenido a largo plazo.; Intervenciones
dirigidas a enfermedades específicas, un enfoque en el sector privado, y programas establecidos
independientemente de los sectores de salud pueden tener un efecto positivo a corto plazo, pero este
efecto no podrá mantenerse sin un enfoque específico en mejorar el sistema de salud en sí mismo.

3. Recursos adecuados y bien destinados. Es impresindible contar con recursos humanos y financieros
bien destinados. El costo anual de incrementar las intervenciones comprobadas de acuerdo con la
Comisión de Macroeconomía y Salud, para el año 2007, sería de cerca de $1,000 millones de
dólares para vacunas; 4,000 millones para tratamiento de enfermedades infantiles; y 2,500 para
prevención y tratamiento de la malaria para todos los grupos de edad. Esto es menos que los
$17,000 millones de dólares gastados anualmente en alimento para mascotas en Norteamérica y
Europa. Una proporción sustancial de esta suma podría ser movilizada dentro de las mismas
naciones.

Pese a sus intentos reiterados, el Grupo de Bellagio no pudo identificar inversiones para
supervivencia infantil en la década pasada. Encontrar los mecanismos necesarios para identificar
tales inversiones es extremadamente urgente. Además, es necesario desglosar los estimados
generales de recursos en alguna forma que defina las necesidades para la supervivencia infantil, así
como vincular las inversiones con una recuperación y reducción de la mortalidad a mediano plazo.

4. Toma de conciencia y compromiso con la acción. El prerequisito final es la toma de conciencia y el


compromiso para la acción, que trasciende a los involucrados con la salud pública para movilizar
padres, maestros, autoridades rurales, estrellas de rock, deportistas prominentes, y presidentes. Las
acciones a realizar son simples, claras y pueden comunicarse a través de múltiples canales.

El camino por venir. Las lecciones de la revolución en supervivencia infantil de los 80 ofrecen un
punto de partida sólido para renovar esfuerzos. Sugieren que el liderazgo es esencial, y que para ser
efectivo, debe incluir a las agencias de Naciones Unidas (UN), a las iniciativas en todo el mundo, a las
fundaciones privadas y otras agencias no gubernamentales, a sociedades de profesionales, y a los
ministerios de salud, educación y economía. Estas alianzas no existen por el momento, y deben forjarse.
Un grupo reducido de individuos e instituciones debe iniciar el camino.

Un llamado a la acción. El Grupo de Estudio Bellagio hace un llamado a WHO, UNICEF, el Banco
Mundial, el programa de Desarrollo de UN, y a las otras organizaciones también de UN, a actuar en
nombre de los niños poniendo la supervivencia infantil a la cabeza de su lista de prioridades.

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Sumario de la Serie en Supervivencia Infantil de The Lancet: BASICS II
El compromiso debe acompañarse de:
♦ El establecimiento de procesos que lleven al desarrollo de un
verdadero liderazgo a nivel mundial.
♦ La colaboración en programas para fortalecer la capacidad nacional
y los sistemas de salud en general con apoyo financiero y técnico
adecuado.
♦ Continuar desarrollando lineamientos que lleven a los niños pobres
y sus madres en el centro de los esfuerzos para incrementar la
cobertura de intervenciones conocidas y mejorar los centros de
salud.
♦ Desarrollar sistemas para monitorear cobertura, equidad, y
progreso hacia el cumplimiento de la meta de desarrollo del
milenio en supervivencia infantil.

Este grupo hace también un llamado a nivel mundial, incluyendo al Fondo Mundial de Lucha Contra el
SIDA, la tuberculosis y la malaria, a Roll Back Malaria, al programa EPI y a su progenie, a que
expandan sus estrategias y lineamientos en busca de apoyo. Este mismo llamado se hace también a
todos los gobiernos, ministerios de salud y a sus asociaciones de asistencia técnica bilaterales y
multilaterales, para que hagan de la supervivencia infantil su prioridad, tanto en sus mismas naciones
como como en su trabajo hacia otras naciones de mediano y bajo ingreso. Las naciones en las que los
niños continúan muriendo en altas tasas deben recibir apoyo para que desarrollen capacidades y
fortalezcan sus sistemas de salud. Los ministerios de salud de estas naciones deben ser capaces de
priorizar las intervenciones más efectivas, económicas y equitativas, y deben recibir apoyo. Para esto,
deben tener en cuenta los niveles de disponibilidad de personal y voluntarios actuales y futuros, así
como las organizaciones asociadas, el perfil epidemiológico, los razgos culturales de su población y
personal y la viabilidad de mejorar las conductas relacionadas con la salud.

Instituciones académicas y de recursos, asociaciones científicas y profesionales, y educadores deben


contribuir. El poder y credibilidad de estos grupos debe ser posicionado de forma firme y pública en la
agendade supervivencia infantil..

El Grupo de Estudio Bellagio en Supervivencia Infantil escribió estos cinco documentos de forma
individual. Ahora llaman a trabajar desde sus instituciones individuales, para que estas consideraciones
generales se traduzcan en acciones efectivas. Sin embargo, este grupo se compromete a garantizar que
existirá un mecanismo general para incrementar la responsabilidad, reimpulsar el compromiso, y
reconocer los logros en supervivencia infantil. Se comproneten consigo mismos a llevar a cabo una serie
de reuniones, cada dos años, cuya sede se apegará a una rotación de instituciones. Podrán participar
aquellos que apoyen la supervivencia infantil, que monitoréen intervenciones o administren estrategias,
y otros individuos o instituciones interesados en la supervivencia infantil. Las reuniones ofrecerán al
mundo la oportunidad puntual de tomar nota de los avances en la prevención de la muerte infantil, y
para hacer responsables a diversos países y sis dirigentes. El Grupo de Estudio Bellagio espera que los
lectores respondan a este llamado a la acción abogando por un cambio dentro de sus instituciones,
comunidades, y naciones.

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Sumario de la Serie en Supervivencia Infantil de The Lancet: BASICS II
EL GRUPO DE ESTUDIO BELLAGIO EN SUPERVIVENCIA INFANTIL

Comité Redactor: M. Claeson (El Banco Mundial), D. Gillespie (Fundación David y Lucile Packard),
M. Mshinda (Centro de Investigación y Desarrollo en Salud Ifakara, Tanzania), H. Troedsson (WHO),
C. G. Victora (Universidad Federal de Pelotas, Brasil).

Otros miembros: S. Arifeen (ICDDR, Bangladesh), R. E. Black (Universidad Johns Hopkins, EUA), Z.
Bhutta (Universidad Aga Khan, Pakistan), J. Bryce (WHO), T. Evans (Fundación Rockefeller), D.
Gwatkin (El Banco Mundial), J.-P. Habicht (Universidad Cornell, EUA), G. Jones (UNICEF), C. F.
Lanata (Instituto de Investigacion Nutricional, Peru), J. S. Schellenberg, S. S. Morris (Escuela de
Higiene y Medicina Tropical de Londres, GB), G. Pariyo (Instituto Universitario de Salud Pública de
Makerere, Uganda), G. Perkin (Fundación Bill y Melinda Gates), R. Stekettee (Centros para el Control
y Prvención de Enfermedades, EUA), A. Wagstaff (El Banco Mundial).

NACIONES POR TOTAL DE NIÑOS (MENORES DE CINCO AÑOS) MUERTOS, Y NACIONES POR TASAS DE
MORTALIDAD DE MENORES DE CINCO AÑOS *

Naciones por Número de Tasa de Naciones por tasa de Tasa de Mortalidad Número
Total de Niños Niños Mortalidad Mortalidad de Menores de 5 Menores de 5 Años de Niños
Muertos Muertos Menores de 5 Años (por cada 1,000 Muertos
(x1,000) Años nacimientos)
India 2402 54 Sierra Leona 316 36
Nigeria 834 17 Níger 270 12
China 784 88 Angola 260 11
Pakistán 565 43 Afganistán 257 8
R.D. Congo 484 9 Liberia 235 51
Etiopía 472 21 Malí 233 16
Bangladesh 343 57.5 Somalia 225 22
Afganistán 251 4 Guinea-Bissau 215 70
Tanzania 223 23 R.D. Congo 205 5
Indonesia 218 76.5 Zambia 202 27
Angola 169 3 Chad 200 33
Níger 156 2 Mozambique 200 13
Mozambique 155 11.5 Burkina Faso 198 20
Uganda 195 36 Burundi 190 44
U. de Myanmar 132 43 Malawi 188 25
Malí 128 6 Ruanda 187 42
Braiil 127 92 Nigeria 184 2
Kenia 125 39 Mauritania 183 59
Sudán 116 45.5 República de África Central 180 54
Burkina Faso 104 13 Guinea 175 41
Irak 104 34 EtiopÍa 174 6
Somalia 100 7 Costa de Marfil 173 24
Yemen 97 43 Tanzania 165 9
Costa de Marfil 97 22 Benin 160 46
Malawi 96 15 Guinea Ecuatorial 156 89
Madagascar 93 30.5 Camerún 154 28
Zambia 88 10 Djibouti 146 88
Camerún 83 26 Swazilandia 142 85
Filipinas 82 88 Togo 142 55
Sudáfrica 77 66.5 Senegal 139 45
Nepal 76 54 Madagascar 139 26
Egipto 76 80 Camboya 135 39
Chad 73 11.5 Lesotho 133 73
Irán 71 82.5 Irak 130 21
México 70 101.5 Gambia 128 79

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Sumario de la Serie en Supervivencia Infantil de The Lancet: BASICS II
Naciones por Número de Tasa de Naciones por tasa de Tasa de Mortalidad Número
Total de Niños Niños Mortalidad Mortalidad de Menores de 5 Menores de 5 Años de Niños
Muertos Muertos Menores de 5 Años (por cada 1,000 Muertos
(x1,000) Años nacimientos)
Sierra Leona 69 1 Uganda 127 14
Turquía 66 80 Haití 125 52
Ghana 65 49 Timor del Este 124 90
Camboya 63 32 Kenia 120 18
Vietnam 63 91 Zimbabwe 117 43
Guinea 62 20 Eritrea 114 63
Ruanda 54 16 Yemen 110 23

*Número de muertes calculado multiplicando el total de nacimientos vivos por la tasa de mortalidad de menores de cinco
años y por un factor de ajuste basado en una tabla de vida que reduce ligeramente el número de muertes cuando el total anual
de nacimientos se incrementó a lo largo del quinquenio anterior, y lo incrementa ligeramente cuando los nacimientos se
redujeron.

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Sumario de la Serie en Supervivencia Infantil de The Lancet: BASICS II

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