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héctor díaz-polanco
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116 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA #7 JULIO 1983
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ANTROPOLOGIA E HISTORIA EN EL SIGLO XIX 117
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118 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 7 JULIO 1983
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ANTROPOLOGIA E HISTORIA EN EL SIGLO XIX 1 19
Persia, etc.) hasta el momento en que se elabora el monarquía logra ser restaurada más tarde (aunque
esquema.1 bajo una modalidad constitucional), y la Iglesia lo-
La periodización de Lenin resulta muy ilustrativa gra mantener una influencia no despreciable durante
y será tomada en cuenta más adelante. De acuerdo buena parte de la primer mitad del siglo XIX y aún
con nuestro propósito trataremos, sin embargo, de en menor medida después. Por otra parte, la revo-
incluirla dentro de un esquema en el que se consi- lución no logró aniquilar a la nobleza ni anular su
deren ciertos puntos de rupturas que concentran o presencia en el estratégico terreno de la propiedad
sintetizan (necesariamente de una manera aproxi- agraria, pues "puede afirmarse que en el conjunto
mada) los acontecimientos políticos, los cambios del país la riqueza agraria de la aristocracia dismin-
económicos e ideológicos, junto a las conformacio- yó, aunque sin sufrir nada comparable a un eclipse
nes en el campo de las teorías sociales. Hay que total"; más aún, dice Hampson, "parece razonable
insistir en el carácter aproximado de tal intento, ya concluir que la Revolución no trastocó las grandes
que, como fue indicado más arriba, no existe una líneas de la propiedad agraria en Francia. Aunque
concomitancia exacta entre tales procesos diversos; la transferencia de tierras tuvo importantes conse-
además, se observan también ciertas diferencias y, cuencias sociales, sólo significó una modificación
en ocasiones, desfases por lo que se refiere a los de la distribución existente y quizás una acelera-
distintos espacios nacionales. No obstante ello, es ción de tendencias que operaban ya bajo el anden
posible establecer cierta congruencia general entre régime."2
los hechos políticos y económicos, por una parte, Así, pues, las primeras décadas del siglo XIX no
y los sistemas de pensamiento social, por la otra, proyectan de ningún modo la imagen de un mundo
como esperamos sustentarlo con algún grado de completamente nuevo, sino más bien la figura de
convicción en las páginas que siguen. una sociedad que atraviesa por una dolorosa y con-
flictiva etapa de transición, acompañada de situa-
ciones inestables que impresionarán vivamente a los
Capítulo I pensadores de la época y, como veremos, se refleja-
rán en sus concepciones acerca de la sociedad. Se
La constitución del pensamiento positivista, debe hablar de transición, por lo demás, pues aun-
desde la restauración (1815) hasta que en muchos aspectos el pasado no había sido
las revoluciones de 1848. abolido o definitivamente superado, todos los he-
chos y tendencias apuntaban hacia procesos inéditos
El escenario por excelencia de la construcción de que darían lugar, en un plazo relativamente corto, a
interpretaciones históricas y sociales, prácticamente la estructuración de situaciones socioeconómicas
durante todo el siglo XIX, lo serán sobre todo los nuevas. Si el pasado no había sido totalmente abo-
grandes países de Europa Occidental y Central, los lido, las nuevas condiciones que de todos modos se
mismos que habían sentido los tremendos impactos habían conformado después de la revolucipn y de
sociopol íticos de la Revolución Francesa. Pero aun- sus secuelas napoleónicas en toda Europa hacían
que de hecho, como indica N. Hampson, la Europa imposible una simple vuelta a situaciones pretéritas.
moderna nace de esa extraordinaria conmoción En todo caso, la transición estará marcada por la
histórica que trajo consigo la Revolución Francesa, lucha entre las fuerzas del progreso, encarnadas
sería un error (o en todo caso una imprecisión) sobre todo por la burguesía en ascenso y sectores
suponer como consecuencia de ella una inmediata de la pequeña burguesía (el proletariado es todavía
ruptura absoluta, en los campos económicos, social muy débil y entrará en escena como una potencia
o político. pujante y amenazadora hacia mitadl del siglo), y las
Ni aún en Francia, el núcleo mismo de la con- fuerzas reaccionarias que integran los aristocráticos
vulsión revolucionaria, tales cortes radicales tienensectores del ancien régijnen.
lugar. Por una parte, si bien la revolución de 1789
señala el fin del absolutismo basado en el derecho
La lenta transformación económica
divino, y la declinación de la autoridad espiritual de
la Iglesia acompaña a su declinación económica, la
En el plano económico, sobre todo hasta 1 830 (año
1. V. I. Lenin, "Vicisitudes históricas de la doctrina de que marcará en el terreno político los límites del
Carlos Marx", en La lucha de los pueblos de las colonias y
países dependientes contra el Imperialismo, Editorial Pro-2. Norman Hapson, Historia social de la Revolución Fran-
greso, Moscú, s.f., págs. 77-80. cesa, Alianza Editorial, Madrid, 1979, págs. 268 y sigs.
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120 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 7 JULIO 1983
vãmente
proyecto de la Restauración), los estados el equilibrio insular entre la fortu
europeos
mostrarán muy escasas transformaciones.(landed interest) y la fortuna mobiliari
interest)
La excepción a esta regla es Inglaterra, en beneficio de ésta última".
país que
demás,
se había adelantado a los demás realizando sudurante
pri- la fase señalada, las transf
mera revolución industrial en el siglo nes en la
xvill industria se refieren básicamente
(hacia
1780), transformación que tendrá lugar turaendeFrancia
algodón, mientras el motor hidrá
en los años cuarentas del siglo XIX, y aún
más importante
tarde aún y el sistema artesanal d
en Alemania. Inglaterra ya cuenta, en sobrevive
efecto, con para el tejido, la sedería, la m
ligera,
una agricultura de carácter capitalista que etc., en muchas regiones de ese
ejerce
sus efectos disolventes sobre el campesinado
todos modos, y,no deja de ser cierto que a p
muy en especial, sobre el pequeño los años treintas
artesano; con se reunirán en Inglaterra
cionesmanera,
una industria en expansión y, de cualquier para un fuerte impulso productivo,
mente
más desarrollada en todos los aspectos queenla
lade
metalurgia, que la harán entr
los demás países del continente; con que un mayor la "segunda etapa" de la re
se considera
industrial,
desarrollo de los transportes (en especial estableciendo una ventaja en
de los
con los
ferrocarriles), lo que a su vez favorece demás países que sólo será acort
al sector
industrial; con un sistema bancariolaysegunda mitad del siglo XIX, sobre todo
de crédito
más sólido, lo cual se evidencia en el mania
hecho y deFrancia.6
que
"en 1815, el Banco de Inglaterra dispone Ahora bien, lo que es cierto para la In
del mayor
de losetc.
depósito de capitales de todo el mundo",3 tres primeros decenios del siglo pasa
Pese a esta gran ventaja relativa depara los demás países del continente europ
Inglaterra,
aún en este país la preponderancia ticamente
de lo rural a es
lo largo de toda la primera m
dicha centuria.
notable, especialmente durante las primeras décadas Un indicio inequívoco del
del siglo xix. "Por muy neto que fuera en Gran
4. Ibidem,
Bretaña el desarrollo capitalista, no alteró pág. 17.
definiti-
5. Ibid., pág. 19.
6. Cf. Louis Bergeron et al., La época de las re
3. Jacques Droz, Europa: restauración europeas.
y revolución.
1780-1848, Siglo XXI editores, Méx
1815-1848, Siglo XXI editores, México, 1981, pág. 22.
págs.177ysigs.
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ANTROPOLOGIA E HISTORIA EN EL SIGLO XIX 121
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122 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA •! J ULIO 1983
sar a losel
isla de Elba, las potencias aliadas firmaron vencedores,
Tra- a menudo satisfacie
tado de París en mayo de 1 814, por librando reivindicaciones expuestas de
el que Francia
quedaba reducida a sus fronteras dedestruir
1 792. Conel Gran
el Imperio de Napoleón; d
las antiguas
fallido regreso de Napoleón en marzo de 1815, en dinastías prerrevolucion
Hohenzollerns,
el curso de ese año las potencias refrendaron acuer- los Habsburgos, los Borb
dos que se proponían afirmar la príncipes
paz contra seculares
las alemanes- sus posesio
trales;
aventuras imperiales y revolucionarias, y restablecer algo parecido al viejo
reordenar
de poderes.
las fronteras y restablecer los poderes monárquicos. ."13
en Europa. Los acuerdos de 1814-1815, Enenefecto,
especialen la esfera de las relaciones
el Tratado de Viena del 9 de junio deestados,
1 81 5,12la abren
política exterior debería esta
en unaterminar
la fase de la Restauración; ésta intentará búsqueda del orden a través del e
entre
con la "anarquía" que había producido lalas potencias -concepción encarn
Revolu-
plarmente
ción y reinstaurar la autoridad de los en la práctica preconizada por
soberanos.
austríaco
Este resultado fue acompañado de Metternich- , lo que conver
una fuerte
ofensiva ideológica fundada en unasvirtualmente
concepciones en gendarmes internacion
prometidos
tradicionalistas que criticaban el racionalismo delen el restablecimiento del
donde fuera
siglo XVIII y el "¡luminismo" de los filósofos de las amenazado o alterado por
luces, así como el libre examen y las revolucionarias.14
ideas liberta-
Valelalacrisis
rias. Según esta perspectiva reaccionaria, pena llamar la atención aqu
que sacudía la sociedad tenía su causahechoendeelque el mencionado reparto que
caos
que envenenaba a toda Europa, debido en Viena en 1 81 5, hizo caso omiso de la
básicamente
des étnicas
a las ideas revolucionarias y republicanas y las aspiraciones nacionales
que habían
puesto en tela de juicio la autoridadblos, como
de los quedó evidenciado con la dist
sobera-
de los
nos. Así, el restablecimiento del orden territorios
suponía la polacos, italianos y ale
restauración de la autoridad monárquica;
con lasy transferencias
una vez autoritarias de Bé
conseguido ésto se hacía necesario queruega, etc. Esta cuestión nacional, qu
las potencias
monárquicas se pusieran de acuerdoirresuelta y, el
para vigilar más aún, complicada por lo
mantenimiento de la paz, por mediode delas
unapotencias
pol ítica victoriosas, reaparecerá
tros después durante
de equilibrio entre ellas que las comprometiera a las eclosiones revo
y nacionales que tienen lugar a partir
reprimir cualquier alteración revolucionaria.
como se verá más adelante.
Así, pues, los "objetivos de los pacificadores"
En recompen-
eran "castigar y contener a los agresores; suma, el indicado atraso estruct
sociedad europea y la consecuente de
la burguesía en el plano económico (sobr
1 2. Los documentos restauradores más importantes (decla-
esos primeros lustros del siglo XIX ), tu
raciones, tratados, etc.) pueden consultarse en Modesto
expresión en el terreno político en la con
Seara Vázquez (com.), Del Congreso de Viena a la Paz de
de la Restauración.
Versalles, UNAM, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales,
México, 1969.
"Las principales disposiciones del Tratado de Op.
1 3. G. Rude, Viena
cit., pág. 364.
(junio de 1815), fueron añadir a Holanda14. los
Conantiguos
este espíritu,Paí-
aunque basándose en una perspecti-
ses Bajos austríacos (Bélgica) y el Ducadovade Luxemburgo,
místico-religiosa que la hizo inocua, el emperador de
para establecer un único estado (el reino Rusia (elde
zar los Países
Alejandro I) propuso la firma del Acta de la
Bajos) que sirviera de freno contra Francia
Santaen el Norte;
Alianza al emperadordarde Austria y al rey de Prusia
a Prusia los territorios del Rhin y una(esteparte de Sajonia;
documento no fue refrendado por el Papa ni por el
crear en Alemania una confederación de regente
39 Estados bajoEn el documento firmado del 14 al
de Ingalterra).
la presidencia de Austria; reintegrar Lombardia a Austria
26 de septiembre de 1815 en París se asienta que los tres
y darle Venecia (como hizo Napoleón en monarcas
Campoformio)
"se prestarán y en toda ocasión, y en todo lugar
los señoríos de Parma, Modena y Toscana; restaurar
asistencia, a
ayuda y socorro" y dirigirán sus ejércitos "para
los Borbones españoles en Nápoles y Sicilia
protegery al Papa
la religión, en
la paz y la justicia1'. Más eficaz y pre-
Roma y en los Estados Pontificios. Por lo
ciso demás, se con-
en sus objetivos fue el Tratado de París del 20 de no-
fiaba a Rusia el Gran Ducado de Varsóvia; Noruega
viembre de 1815pasaba
que creó la "Cuádruple Alianza". Este
de Dinamarca a Suécia y Finlandia de Suécia a calificado
acuerdo, Rusia; con Granrazón como una verdadera "inter-
Bretaña aumentaba sus posesiones coloniales
nacionalañadiendo
de Reyes", partíala del principio de que "la tran-
colonia en El Cabo y Ceilán de Holanda, quilidad
Mauricio,
de EuropaTobago
está relacionada en forma esencial con
y Santa Lucía de Francia y Malta de los la confirmación del
Caballeros de orden
San de cosas fundado en el manteni-
Juan..." Cf., George Rude, La Europamiento revolucionaria.
de la autoridad real y de la constitución"; arran-
1783-1815. Siglo XXI Editores, México,cando1981,
de talpág. 363.
supuesto, las potencias contratantes (Austria,
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ANTROPOLOGIA E HISTORIA EN EL SIGLO XIX 123
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124 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA* 7 JULIO 1983
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ANTROPOLOGIA E HISTORIA EN EL SIGLO XIX 125
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126 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA #7 JULIO 1983
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ANTROPOLOGIA E HISTORIA EN EL SIGLO XIX 127
promover sus propios intereses. De tal modo, la 1.) En primer término encontramos, desde lue-
clase media se vio obligada a reprimir sus propias go, la noción misma de "progreso" que hace pare-
iniciativas revolucionarias, por temor a no poderja en el seno del positivismo, por las razones ya in-
controlar a las masas en ascenso [ . . . ] Pronto ladicadas, con la de "orden ". Debido a transforma-
ciones que se verán en los siguientes capítulos, du-
clase media del siglo XIX se encontró en la situación
de tener que defender sus intereses mediante una rante la segunda mitad del siglo XIX (época del
lucha social en dos frentes. Había que atemperar evolucionismo) la noción de progreso será el alfa y
el cambio con una prudente preocupación por omega el del pensamiento burgués y de la antropolo-
orden social, la continuidad política y la estabili-gía que por entonces se conforma. Es cierto que
dad. Por una parte, la clase media necesitaba com- antes -particularmente durante el siglo XVIII- se
pletar su revolución; por la otra, y simultáneamen- había planteado una perspectiva del progreso, pero
te, proteger su posición y sus propiedades frente al se afirmaba ahora con una modificación intro-
esta
desorden urbano y la inquietud proletaria. Esto ducida por el positivismo: el progreso no es ahora
ayuda a explicar el doble lema de Auguste Comte, el descubrimiento paulatino de las luces de la razón,
'Orden y Progreso', y su concepción del progre- sino que es una función del avance en el método y
so como la expansión del orden. En su sociología el conocimiento que van determinando estadios de
evolucionista y profética, Comte sostenía que para la mente.
completar la nueva sociedad no era necesaria una 2.) La siguiente noción, íntimamente vinculada
a la perspectiva del progreso, es la de estadio o eta-
revolución, sino la aplicación pacífica de la ciencia
y el conocimiento: el positivismo. La sociología de o sea, el positivismo postula y aplica la noción
pa;
Comte reflejaba la tendencia de la clase mediadea estadio como una herramienta esencial para el
análisis del proceso histórico y la comprensión del
fortificar su nueva posición social contra la restau-
ración desde arriba, evitando al mismo tiempo los sistema social, ya que el progreso se realiza por fa-
riesgos de la revolución desde abajo. La nueva so-ses. De ahí que Comte proponga un esquema en el
ciología reflejaba los sentimientos de una clase me-que la evolución histórica de la sociedad es conce-
dia penosamente atrapada entre el pasado y el fu- bida según su célebre "ley de las tres fases", a sa-
turo, entre viejas élites aún poderosas y nuevas ma-ber, la militar, la transitoria y la científico-indus-
sas en ascenso."20 trial. (Cf. para más detalle, infra, capítulo V de esta
misma obra). El evolucionismo colocará esta noción
en el centro mismo de su enfoque, al concebir la
Positivismo y evolucionismo historia de la humanidad según fases o estadios
evolutivos que se suceden unos a otros.
La tercera razón por la que la concepción positivista 3.) Pero los estadios o fases que concibe el posi-
elaborada básicamente por Saint-Simon y Comte tivismo son determinados e impulsados por el des-
resulta un antecedente importante para entender arrollo
la de las ideas y los conocimientos. Estas ideas
fuerte corriente evolucionista que se desarrollará sistematizadas
e son el criterio para determinar las
imperará durante la segunda mitad del siglo XIX, etapas y, al mismo tiempo, aquéllas son concebidas
radica en que ya se encuentran en aquélla ciertoscomo el verdadero motor del progreso y el factor
enfoques o perspectivas que serán adoptados, des-sustentador básico del sistema social una vez que
arrollados y aún asumidos por la segunda. Los éste se ha constituido. Como recuerda Zeitlin, en
cambios que acontecerán durante el tercer cuartola opinión de Saint-Simon el conocimiento es el
del siglo XIX determinarán modificaciones en factor la subyacente y sustentador de una sociedad;
perspectiva teórica, que serán puestos de relieve un sistema social es la aplicación de un sistema de
más adelante; pero la mencionada centuria en su ideas. El desarrollo histórico del conocimiento, o
conjunto es el lapso en el que tiene lugar la ascen- ciencia, fue una causa fundamental de la trans-
la
sión de la burguesía y el desarrollo de la sociedadformación de la sociedad europea. El conocimien-
industrial capitalista, por lo que pueden observarseto constituye, pues, tanto la potencia del progreso
también ciertas continuidades y vínculos dignos de como la fuerza cohesiva de la sociedad, la cual es,
ser destacados. Los más relevantes son quizás los en efecto, una comunidad de ideas. . ."24 Comte,
siguientes: por su parte, estableció tres estadios mentales co-
20. Alvin Gouldner, La crisis de la sociología occidental, 21. Irving Zeitlin, ideología y teoría sociológica, Amo-
A m orrori u editores, Buenos Aires, 1973, pig. 104. rrortu editores, Buenos Aires, 1979, pág. 77.
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128 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA« 7 JULIO 1983
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ANTROPOLOGIA E HISTORIA EN EL SIGLO XIX 129
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130 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 7 JULIO 1983
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ANTROPOLOGIA E HISTORIA EN EL SIGLO XIX 131
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132 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA« 7 JULIO 1983
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ANTROPOLOGIA E HISTORIA EN EL SIGLO XIX 133
instituciones liberales más que en el momento en Francia es quizás el país en el que el triunfo bur-
que ya la gran industria había creado su antítesis gués -constituido sobre el aplastamiento de las
en la forma de un proletariado amenazador". Demasas populares que en un principio habían sido
ahí que la burguesía liberal "en presencia de las di-un aliado aceptado a regañadientes- es más com-
ficultades que aparecen a su izquierda, se sintió in-pleto; pero aún en otros puntos de Europa en los
clinada a pactar con las antiguas clases dirigentes. que el proyecto liberal no pudo alcanzar un triunfo
Por eso, en 1848, se inclinaba más hacia un reparto definitivo o total, la burguesía obtiene beneficios
del poder que hacia su conquista."6 fundamentales que, por muy limitados que fueran,
De lo dicho se desprende que las revolucionesen todo caso para esta clase son preferibles a los
de 1848 sufren realmente un fracaso relativo. En peligros que podrían sobrevenir de las amenazas a
rigor, son las masas populares (y en particular el la propiedad que encarnaban los revolucionarios y
proletariado, que hacía sus primeras armas en las socialistas. "Las constituciones sólo en parte libe-
luchas revolucionarias), así como el proyecto socia-rales que estrenan a fin de cuentas Prusia o Austria,
lista (todavía muy ambiguo, heterogéneo e indeter-por poco satisfactorias que puedan ser con respec-
minado), los que sufrirán una clara derrota en todosto a las esperanzas de la burguesía, le permiten a
los frentes, cargando también los padecimientos de ésta compartir en cierta medida el ejercicio del po-
las represiones a veces sangrientas e implacables. der. Las transformaciones sociales y jurídicas, por
Desde luego, tal fracaso se relaciona directamente otra parte, van a facilitar un desarrollo de las fuer-
con la debilidad que aún caracteriza a la clase obre-zas productivas y del capitalismo del cual será la
ra, en cuyo seno el peso de los trabajadores prein- primera en beneficiarse: asL pues, el balance tam-
dustriales es claramente dominante. poco es negativo para ella".
En cambio, es la burguesía la que, pese a todo, El período que nos ocupa se inicia, pues, con
saca la mejor parte de estas conmociones políticas. una demostración de las fuerzas que concentraba
6. J. Droz., op. cit., pág. 278-279. 7. G. Pal made, La época de la burguesía, op. cit., pág. 52.
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134 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA #7 JULIO 1983
es desigual
paulatinamente la burguesía y de su disposición a en su profundidad y muestra desfases
temporales
crear las condiciones políticas para desarrollar aún (Inglaterra, por ejemplo, entra en un
más su proyecto económico. En esta fasenueva quedafase de ella, mientras Francia inicia un fuer
te despegue, seguida más adelante por Alemania y
también en evidencia que el desarrollo del capita-
lismo va creando, al mismo tiempo, una clase otros
obre-países). En segundo lugar, se logra integrar
ra cada vez más consciente y revolucionaria, lospero
espacios productivos y unificar los mercados,
abriendo nuevos y amplios campos a la circulación
aún muy débil para imponer un proyecto político-
económico propio. La burguesía demostraba de lasdu-mercancías. En tercer lugar, en el plano in
ternacional,
rante los acontecimientos examinados que había se consigue derribar fronteras y
madurado lo suficiente no sólo para asumiracortan
un pa- distancias para crear un mercado interna
cional
pel dirigente en lo político y lo económico, sinocada vez más amplio, proceso favorecid
además para defender las bases del sistema por la anulación de los proteccionismos y la impo
(en es-
pecial la propiedad) contra cualquier amenaza,sición del
y libre cambio: el mercado mundial se
convirtió
que para ello no le temblaba la mano a la hora de en una realidad en expansión constante.
Es innecesario
utilizar la fuerza, si era necesario, como lo refren- decir que todos estos fenómenos esta-
ban íntimamente interrelacionados y que se influían
dó varios lustros después en el también sangriento
desenlace de 1871 (Comuna de París). e impulsaban mutuamente; todos ellos pueden sin-
tetizarse en un proceso único: el desarrollo del ca-
pitalismo industrial, el cual desplazaba rápidamente
Revolución industrial y desarrollo capitalistalos remanentes de formas socioeconómicas que
aún pervivían en el mundo europeo y que muy
En suma, la burguesía (a menudo aliada a laspronto
anti-también comenzaría a influir enérgicamen-
guas clases dirigentes que aún sobreviven ente gran
sobre los sistemas productivos en otras partes
del mundo.
parte de Europa) inicia su triunfal ascenso durante
este período dando claras muestras de que es capaz
Este vigoroso desarrollo capitalista que tiene lu-
de maniobrar para mantener el orden contra los de 1 850 se produce por la combinación
gar a partir
elementos o sectores "anarquizantes" (preocupa-
de un conjunto de circunstancias, las cuales son
ción fundamental, como se ha visto, en los condiciones
pensa- del crecimiento y resultado de él al
dores sociales de la primera mitad del siglomismo
XIX ),tiempo. Analizar el complejo asunto de las
relaciones y direcciones "causales" que operan du-
tarea para la cual hasta ese momento sólo parecían
rante el proceso nos llevaría muy lejos; en todo ca-
competentes las antiguas fuerzas políticas tradico-
nales vinculadas al pasado. Sólo quedaba por so, importa destacar que tales factores acompaña-
com-
ron al desarrollo capitalista hacia la segunda mitad
probar si aquélla clase era capaz de llevar adelante
un proyecto socioeconómico que condujera del siglo,
a la sobre todo. Maurice Dobb ha señalado
sociedad hacia un progreso sostenido. De que
hecho,
uno de los rasgos sobresalientes del siglo XIX
(y particularmente del período que se inicia en
la burguesía ya estaba demostrando desde tiempo
1 850, se puede agregar) es que "presenta una com-
atrás (destacadamente en Inglaterra) su intensa
binación
"vocación" progresista en el terreno económico; el de circunstancias excepcionalmente favo-
extraordinario desarrollo que experimentarárable para
la el florecimiento de una sociedad capita-
lista".8
producción, y las transformaciones sociales que va Algunas de las más importantes merecen
ser destacadas:
a provocar en Europa y fuera de ella su intensa ac-
1. Los inventos y descubrimientos se suceden
tividad a partir sobre todo de los años cincuentas
del siglo XIX, confirmarán ampliamenterápidamente.
que el Lo que resulta novedoso no es solo el
"progreso" va ligado al proyecto burgués. número de estas innovaciones, sino además el hecho
de que la sociedad encuentra ahora rápidamente
Dada la amplitud y complejidad de los cambios
que tienen lugar a partir de la segunda mitadcampos
del si-de aplicaciones concretas en la esfera pro-
ductiva
glo es imposible, dentro de los límites de este apar-directamente o en terrenos que tienen una
tado, examinarlos en detalle. Así, pues, nosinfluencia
limita- positiva sobre la producción (el trans-
remos a destacar aspectos fundamentales queporte,
resul-por ejemplo). En nuestro período las inven-
ciones técnicas impactan e impulsan básicamente
tan suficientes para nuestro propósito. De inme-
las industrias metalúrgica y química. El perfeccio-
diato se pueden indicar algunos logros de primera
importancia que se realizan en el período: En pri-
8. M. Dobb,
mer lugar, se produce una revolución industrial en Estudios sobre el desarrollo del capitalismo i
Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 1973, pág. 307.
numerosos países de Europa, aunque este fenómeno
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ANTROPOLOGIA E HISTORIA EN EL SIGLO XIX 135
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136 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 7 JULIO 1983
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ANTROPOLOGIA E HISTORIA EN EL SIGLO XIX 137
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138 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 7 JULIO 1983
y, en
duda, a este tercer cuarto de siglo; sobre consecuencia,
todo si se tenía conocimiento de
tiene en cuenta que al progreso en latencia de las y
producción sociedades a trasadas o "salva
la acumulación de riquezas corresponde todavía
en el sobrevivían
plano en muchos puntos d
Precisamente
político una relativa tranquilidad y, por consiguien-hacia la segunda mitad del s
te, un éxito en el mantenimiento del pensamiento
orden. social burgués volverá los ojo
G. Palmade observa la conjunciónesas sociedades
de estos dos "primitivas" que se mant
factores justamente en el período que un regazo histórico, o hacia las etapas a
nos ocupa.
Así, "el período 1850-1875 aparece "clásicas" (las sociedades antiguas griega y
ante nuestros
ojos, dice, como apareció ante los de principalmente).
sus contem-
poráneos, como una época de prosperidad, El que
de ello
des- acontezca justamente cuand
arrollo económico más rápido y deciedad capitalista
progreso en occidental parecía est
zando el máximo
todos los campos: progreso técnico, verdadera revo- grado de progreso, indic
lución de los transportes que crea enponer los ojos en las sociedades más atr
toda Europa
anteriores
occidental una infraestructura, que permite los pensadores burgueses estab
su uni-
ficación, revolución también en los métodos en
interesados de esos sistemas simples, por sí
crédito bancario y rápida mutación de lasen
que estructu-
construir a partir de ellos esquemas
ras económicas, con sus víctimas, losdel desarrollo
rechazos por social en los que el avanc
por la sociedad
el progreso, y sus beneficiarios, los especuladores y capitalista occidental que
los nuevos ricos. Estas fases de expansión
ramente corres-
de relieve. La sociedad capitalista
de este
ponden a un período de paz social relativa que modo,
los como la culminación de
contemporáneos achacan a sus gobernantes;
proceso felices
de ascenso, desde el peldaño más
fueron los regímenes que supieron sacar el másprovecho
alto. En otras palabras, aunque a prim
parezcadel
de ellas: la Inglaterra victoriana, la Francia lo Se-
contrario, la motivación fun
gundo Imperio, la Prusia de la unidad subyacente
alemana".17en las construcciones evolu
Si el pensamiento burgués puederadica,entregarseantes que en la comprensión mism
completamente a constituir su ideología del pro-
naturaleza de esas sociedades atrasadas, en
greso, es porque el problema del orden prensión y la fundamentaron teòrico-p
sociopol ítico
ha sido resuelto, por lo menos durante la propia
las décadassociedad burguesa-capitalista,
que siguieron a las frustradas jornadas punto de llegada de un largo proceso hist
revoluciona-
rias y socialistas de 1848. responde a leyes. A este punto de llega
que nos
Así, pues, si el período anterior al que dichos
ocupapensadores denominarán civili
destaca por la lucha entre las fuerzasLadel nueva
pasadociencia antropológica, por con
-representado por el fuerte peso de te,las antiguas
nacía con el fin de estudiar y situar en
clases- y las que pugnan por construir ma de nueva
una racionalidad progresiva a esas so
sociedad -representada por la burguesía anteriores,
en ascen- no occidentales o atrasadas, se
enfoque
so-, en el curso del tercer cuarto del siglo evolutivo. Tal esquema, por lo
el nuevo
sistema propugnado por la burguesíaimplicaba
y sus aliadosdos planteamientos íntimamente
lacionados:
se convierte ya en una realidad palpable 1) que los sistemas que se m
en sus
aspectos fundamentales. Por ello, si la ensíntesis
etapas del de complejidad y desarrollo a
pensamiento social del primer período eranse muestras
expresa vivientes de los estadios div
en el lema Orden y Progreso, la noción los que clave del
atraviesa la evolución social: 2) que
pensamiento social burgués durante el sistemas
segundo, deberían
y a avanzar hacia fases más
das hasta alcanzar
todo lo largo del siglo, será la de progreso. Esta el estadio de la "civiliza
noción se convertirá, por lo tanto, en la piedra de manera cabal los países c
representaban
angular del evolucionismo decimonónico.de la época.18
Aunque el proceso de rápida expansión Así, pues, ¿cómo dan forma los primeros pensa-
imperia-
dores del
lista, del cual resultará el total reparto evolucionistas
mundo a un esquema en que las socie-
entre las grandes potencias capitalistas de la época,
se iniciará justamente al final del período que nos
18. En el último cuarto de siglo se desarrollará el tercer
ocupa, Europa ya había iniciado lo planteamiento:
que Lenin de-
el deber, incluso moral, de occidente de
nomina el desarrollo del capitalismo elevar
en esas
extensión
sociedades primitivas hacia la civilización; este
"deber" se unía a la objetiva necesidad de mercados que
experimentarían
17. G. Palmade, La época de la burguesía, op. cit.,laspág.potencias capitalistas a partir de la dé-
cada de los ochentas.
56. Subrayados nuestros.
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ANTROPOLOGIA E HISTORIA EN EL SIGLO XIX 139
dades se ordenan de acuerdo con niveles diversos Ahora se encuentra un criterio más sólido para
de desarrollo, o de progreso, para decirlo con elconstruir la sucesión ordenada por etapas que había
término entonces en boga? No es difícil llegar a lasido la preocupación de muchos pensadores socia-
conclusión de que el complejo teórico en su con-les anteriores; se puede ordenar "racionalmente" a
junto, y la noción central de progreso en particular,las diversas sociedades de acuerdo a una escala de
son una manifestación del influjo en el pensamientoprogreso, basada fundamentalmente, aunque no de
social de los procesos históricos concretos que seun modo exclusivo, en el desarrollo de los sistemas
están produciendo sobre todo durante este tercer productivos y las formas de organización social a él
cuarto de siglo, como ha quedado indicado en laasociadas. Naturalmente, en tal esquema, Occidente
síntesis hecha más arriba. De ahí que en este perío- está colocado en la cúspide, y las demás sociedades
do la noción misma de progreso sufra un cambio con las que se pone en contacto progresivamente
sustancial y sintomático, que expresa nuevos crite- se sitúan en diversos niveles, pero sin alcanzar el
rios de adelanto social. En lo adelante, el progreso progreso de los países capitalistas.
no es ya, como habían postulado los iluministas, "el Se echa de ver que en el enfoque propuesto por
descubrimiento progresivo de las luces de la razónel evolucionismo él proceso de expansión colonial
natural, ocultas por la perversión de los sacerdotes encontraba un sólido fundamento ideológico. Sin
y los hombres políticos", ni tan sólo el avance porembargo, hay que insistir en que, en este período, la
etapas mentales hasta alcanzar paulatinamente un teoría evolucionista surge más como un reflejo de
estadio de conocimiento positivo o científico, como los extraordinarios logros socioeconómicos alcan-
habían sostenido los positivistas de la primera mitadzados, que como una respuesta a las necesidades
del siglo, "sino la producción de bienes materiales inmediatas de expansión colonial. Como se ha di-
cada vez más 'perfeccionados* y las relaciones socia-cho, interesa en especial otorgar un sentido al rápi-
les cada vez más complejas, a través de etapas largasdo progreso que experimentan los países capitalistas
y laboriosas: paso de la brutalidad animal al salva- en los campos indicados anteriormente.
jismo, del salvajismo a la barbarie, de la barbarie a A menudo, en efecto, se vincula el surgimiento
la civilización."19 el evolucionismo con la expansión colonial; sin
embargo, se puede comprobar que la conformación
de esta perspectiva teórica tiene lugar en un período
19. Gerard Ledere, Antropología y colonialismo, Comu-
en que dicha expansión tiene escasa importancia.
nicación 28, Alberto Corazón editor, Madrid, 1973, pág.
32. Cf. ta,bién, V. Gordon Childe, Los orígenes de la civi- Cuando se inicia realmente el gran proceso de
lización, F. C. E., México, 1971 , pág. 9. expansión colonial, como se verá en el siguiente
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140 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA • 7 JULIO 1983
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ANTROPOLOGIA E HISTORIA EN EL SIGLO XIX 141
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142 BOLETÍN DE ANTROPOLOGIA AMERICANA #7 JULIO 1983
crata alemán por ejemplo) y se constituye (1864)el marxismo) finca su pensamiento y acci
especial
la I Internacional, bajo la directa intervención y
en un proyecto cuya piedr angular es la revolució
orientación de Marx y Engels. . .** Pero, a pesar de la mayor conciencia clasista y
Puede decirse, por lo tanto, que las derrotas
de ladel
fuerza que adquiere el movimiento obre
48 produjeron también un aspecto positivo para
revolucionario durante el período, hay que advert
los trabajadores, al menos en la medida en
queque
ni le
una ni otra eran todavía suficientes pa
ayudaron a deshacerse de las ilusiones y fantasías
poner seriamente en peligro la sociedad o el pro-
sociales de las doctrinas socialistas anteriores y
yecto burgueses. El bloque capitalista tuvo la fuer
sentaron las condiciones para el desarrollo ydelos
una
recursos para mantener el orden, aún en e
conciencia política más aguda. Así, pues, elcaso
tercer
de abierto desafío contra el sistema, como l
cuarto del siglo pasado es el lapso en que,prueba
casi si-
la sangrienta derrota y la represión con sa
multáneamente, se conforma el pensamiento queevo-
siguió a la Comuna de París, en 1871. Pese
lucionista burgués y la concepción marxista revo-
todo, pues, el período 1848-1873 estaba destinado
lucionaria. El primero, como se ha dicho, adopta
a ser una fase de pleno triunfo de la burguesía: an
una perspectiva basada en la noción de progreso,
la luminosidad del progreso, las airadas voces de
mientras la nueva corriente impugnadora (y en
revolución resultaban una disputa de poca monta
24. Lenin ha sintetizado los resultados de esteyperíodo sobre una política que no es de clase, se acredita como
por lo que respecta ai proletariado: "La revolución unde 1848absurdo.
simple
-dice Lenin- asesta un golpe mortal a todas estas formas "La Comuna de París (1871) -prosigue- corona este
ruidosas, abigarradas y chillonas del socialismo premarxis- desarrollo de reformas burguesas: sólo el heroísmo del
ta. En todos los países la revolución muestra, en proletariadoacción, a debe su afianzamiento la república, es decir,
las distintas clases de la sociedad. La matanza de obreros aquella forma de organización del Estado en que las rela-
realizada por la burguesía republicana en París, en las jor- ciones de clase se manifiestan de la manera menos velada.
nadas de junio de 1848, demuestra rotundamente que "En todos los demás países europeos, el desarrrollo más
sólo el proletariado es socialista por su naturaleza. La confuso y menos acabado, conduce a esa misma sociedad
burguesía liberal teme cien veces más a la independencia burguesa ya constituída. A fines del primer período (1848-
de esta clase que a cualquier reacción, sea la que sea. El 1871), período de tormentas y revoluciones, el socialismo
cobarde liberalismo se arrastra a sus pies. Los campesinos premarxista se extingue. Nacen los partidos proletarios
se contentan con la abolición de los restos del feuda- independientes: La Primera Internacional, (1864-1872) y
lismo y se pasan al lado del orden, y sólo aquí y allá
la sodaJdemocracla alemana'1. V. I. Lenin, "Vicisitudes
oscilan entre Ja democracia obrera y el liberalismo bur-históricas de la doctrina de Carlos Marx", en La lucha de
ios pueblos. .. ; op. cit., pig. 78,
gués. Toda doctrina sobre un socialismo que no es de clase
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