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Los osteocitos son una clase de célula de tejido conectivo, y todas estas células deben estar
bañadas en líquido tisular. El problema en este caso es cuánto líquido tisular los rodea y si
poco del mismo es libre y la mayor parte está contenido en el componente amorfo del tejido
osteoide observado tan frecuentemente entre los osteocitos y la matriz calcificada, por
ejemplo, en la figura 15-22. Sin embargo, el hecho de que haya líquido tisular libre o en el
tejido osteoide, en las lagunas y los conductillos, indica una posible difusión por este líquido
tisular entre los osteoblastos y los capilares en los conductos del sistema de Havers del hueso
compacto o los espacios del hueso esponjoso.
Pudiera mencionarse un tercer mecanismo por virtud del cual el líquido tisular brinde
nutrimentos a los osteocitos, y es que haya circulación del mismo en un sistema entre lagunas
y conductillos. Doty y Schofield demostraron que si se inyecta por vía intravenosa peroxidasa
de rábano picante (cuyas moléculas son lo bastante pequeñas para que algunas escapen a
través de las paredes de los capilares hacia el líquido tisular) en la rata, puede descubrirse en
las lagunas y los conductillos de los huesos del animal al cabo de 30 minutos. Como este
marcador aparece entre los osteocitos y las paredes de las lagunas y los conductillos, debe
estar en el líquido tisular. En consecuencia, surgió la incógnita de si las moléculas del
marcador llegan a este sitio con esta rapidez por 1) circulación del líquido tisular o 2) por
difusión a través de líquido tisular que está libre y en reposo o conjugado y en reposo en el
tejido osteoide.
13. Explicar cómo se produce el crecimiento del tejido óseo: El cartílago crece por
mecanismos intersticiales y de aposición, pero como la matriz ósea comienza a
calcificarse casi en cuanto se forma, el tejido óseo no puede dilatarse en su interior.
En consecuencia, todo crecimiento óseo debe ocurrir en una superficie ya formada.
Para que esta descripción sea lo más sencilla posible,
supondremos que una trabécula en un medio rico en capilares
está cubierta en todas las superficies por una capa uniforme de
células osteógenas más o menos aplanadas, como se observa
en la figura 15-SA. La primera etapa en el crecimiento por
aposición es que las células osteógenas se dividen y aumenta
su número, de modo que algunas pueden convertirse por
diferenciación en osteoblastos sin agotar la reserva. En aras de
la sencillez, ello se muestra en la figura 15-SB, por su división
y formación de dos capas de células osteógenas. Después,
como se aprecia en la figura 15-8C, las células osteógenas de
la capa más profunda se convierten por diferenciación en
osteoblastos que secretan matriz alrededor de los cuerpos
celulares y las prolongaciones para formar una capa nueva de
hueso, provista adecuadamente de conductillos, en las
superficies óseas; además, ello ocurre con las superficies de
nuevo hueso aún cubiertas por células osteógenas, de modo
que pueden formarse capas adicionales de hueso de la misma
manera.
El siguiente aspecto del crecimiento por aposición es que al formarse cada capa sucesiva
de osteoblastos a partir de las células osteógenas en una superficie, los osteoblastos adquieren
prolongaciones. En los lados de los osteoblastos las prolongaciones de células adyacentes se
conectan entre sí por uniones celulares.
14. Definir “Células osteocondrogenas”, señalando sus vías de diferenciación y los
mecanismos que las rigen:
Son células derivadas de la mesénquima embrionaria, las cuales
experimentan división mitótica y pueden diferenciarse en
Condroblasto u osteoblastos, se localizan principalmente en la
cubierta interna del periostio, en el endostio, trabéculas de los
cartílagos calcificados y conductos de Havers y su punto de
máximo trabajo es durante el periodo de crecimiento óseo
intenso, morfológicamente hablamos de células alargadas o
fusiformes con núcleos ovalados o alargados y citoplasma
escasos.
15. Describir el proceso de osificación endocondral:
La mayoría de los huesos del organismo se forman por osificación endocondral y se
denominan “complejos osteocondrales”, estos están representados previamente a la
formación del hueso por un modelo preformado de cartílago hialino embrionario, rodeado de
pericondrio. La osificación endocondral se comprende más fácilmente partiendo desde los
huesos largos de las extremidades, por ejemplo, el fémur, donde la osificación del modelo
cartilaginoso comienza aproximadamente en la séptima semana. El primer indicio de la
formación inicial del hueso se observa cerca del centro de la futura diáfisis por la formación
del centro de osificación primario. Aquí se hipertrofian los condrocitos con lo que aumentan
de tamaño las laguas. Esto reduce la matriz cartilaginosa hasta llegar a finos tabiques. Estos
tabiques de matriz sufren calcificación y los condrocitos degeneran y mueren, probablemente
como consecuencia de la ausencia de difusión en la matriz tras su calcificación,
paralelamente a las modificaciones del cartílago las células del pericondrio en la parte central
de la diáfisis adquieren propiedades osteógenas, adquiriendo también el nombre de periostio.
Las células en la parte profunda de este sufren transformación a células progenitoras óseas y
luego a osteoblastos, los que forman rápidamente una fina capa de tejido conectivo alrededor
de la parte central de la diáfisis, el denominado manguito o collar perióstico. Además, tejido
conectivo primitivo vascularizado de la zona profunda del periostio crece a través del
manguito por medio de actividad osteoclástica, lo que se denomina Yema o brote
periósticos y llena los espacios de la matriz cartilaginosa. Los vasos de este brote de
crecimiento se ramifican y envían capilares a las cavidades de cada extremo del molde
cartilaginoso.
El brote perióstico lleva también células mesenquimaticas que en parte se diferencian a
medula ósea primitiva, y a osteoblastos, los cuales utilizan las trabéculas cartilaginosas
calcificadas como armazón, puesto que forman una capa epitelioide sobre su superficie y
comienzan a depositar matriz ósea. Las trabéculas óseas formadas adquieren un aspecto muy
característico puesto que adquieren un núcleo de cartílago calcificado, fuertemente basófilo
rodeado por una capa de tejido óseo eosinofilo.
16. Explicar el proceso de osificación
intramembranosa:
La osificación intramembranosa se
estudia de manera óptima en el
desarrollo del cráneo. Utilizaremos el
ejemplo de la osificación
intramembranosa en el desarrollo,
seguido de crecimiento y
Endocondral remodelación, de un hueso parietal. En
el sitio donde se forma cada parietal en
primer lugar hay una cápsula de
mesénquima laxo que ocupa el espacio entre la piel en desarrollo del cuero cabelludo y el
encéfalo en desarrollo subyacente. Como la mesénquima en este sitio está en forma de capa,
se consideró membrana; por ello, la osificación que comenzaba en este sitio se llamó
intramembranosa. Antes de comenzar la osificación, la mesénquima consiste en células
pálidas muy separadas, de forma más o menos triangular o en estrella, con prolongaciones
que a menudo conectan con las de células mesenquimaticas adyacentes (mostradas en la
periferia en la fig. 15-SA). Después, en uno o dos sitios en la mesénquima donde comenzará
a formarse un hueso parietal y donde hay algunos capilares sanguíneos, ocurre un cambio
que corresponde al comienzo de la formación de lo que se llama centro de osteogénesis. Esto
se inicia cuando algunas de las células mesenquimaticas en un sitio dado se tornan más
redondeadas y el citoplasma se tiñe más intensamente con la hernatoxilina; se observan
cuatro en el centro de la figura 15-5A. Al mismo tiempo, las prolongaciones se tornan más
gruesas (fig. 15-5B) y conectan con las de otras células de la misma clase que se están
desarrollando. Las células que experimentan este cambio de aspecto son células
mesenquimaticas que rápida e imperceptiblemente pasan por la etapa de célula osteógenas
(como después explicaremos) para convertirse por diferenciación en osteoblastos (gr. blastos,
germen), llamados de esta manera porque pronto "generarán" la matriz orgánica del hueso.
Después, serán rodeados por matriz para convertirse
en osteocitos, de modo que quedan situados en
lagunas completamente rodeadas por matriz ósea
que casi inmediatamente comienza a absorber sales
de calcio, de modo que se calcifica. Sin embargo, la
calcificación no produce la muerte de los osteocitos,
ya que se forman conductillos.
cuando los osteoblastos secretan la matriz orgánica
de hueso alrededor de ellos mismos (gris en la
figura 15-5c) las prolongaciones citoplásmicas
actúan como moldes alrededor de los cuales, por así
decirlo, se vierte la matriz orgánica. Cuando ésta
"fragua" pronto se impregna por sales cálcicas
(obscuras en la fig. 15-50) y se torna pétrea e
impermeable, pero permanecen las prolongaciones
de los osteoblastos que quedan situadas en los
conductillos. Los espacios que hay entre las prolongaciones de los osteoblastos en la pared
de los conductillos en los cuales se encuentran son ocupados por líquido tisular derivado de
los capilares inmediatamente por fuera del islote de hueso en desarrollo. De esta manera, los
osteoblastos enterrados en la substancia intercelular que han secretado (fig. 15-50) se
convierten en osteocitos. El líquido tisular también llena los espacios diminutos entre los
osteocitos y las paredes de las lagunas en las cuales se encuentran (fig. 15-5D).
17. Señalar las características morfofuncionales del osteoclasto:
Hola, aquí también agrego las características morfofuncionales del osteoblasto y el osteocito
Osteoblasto: Son células que se crean por diferenciación de las células
“osteocondrogenas”; sintetizan el colágeno y la sustancia fundamental ósea
compuesta por proteoglucanos y glucoproteínas. Morfologicamente hablando, son
células cuboides o poliédricas, cuyo citoplasma es basófilo, tienen seudópodos
rodeadas por el osteoide, tienen nexos y un aparato de Golgi
bien desarrollado además de mitocondrias, poseen un
nucleo y un nucléolo grande, se localizan en la superficie
del hueso en crecimiento, con una distribución laminar.
Están rodeados por la matriz ósea y pasan a ser osteocitos
que permanecen en la superficie del tejido óseo recién
formado, aplanándose y constituyendo las células de
revestimiento óseo.
Osteocitos: son las células óseas maduras, que han perdido la capacidad de dividirse,
se localizan en lagunas y estan bañadas por una delgada capa de
líquido tisular, dentro de la matriz ósea calcificada, proyectan
sus prolongaciones citoplasmáticas por los canalículos, entran en
contacto con osteocitos vecinos o con células de revestimiento
óseo. Su citoplasma presenta grasas, glicógeno y gránulos, por
el contrario de su progenitora posee un aparato de Golgi menos
desarrollado al igual que el RER. Presentan lisosomas y
cromatina condesada, son capaces de sintetizar y de reabsorber,
en forma limitada, a componentes de la matriz ósea ("osteolisis osteocítica"),
procesos que tienen importancia en la regulación de la calcemia.
Osteoclastos: Son células móviles que degradan el hueso, de gran tamaño, que
poseen más de un nucleo (multinúcleadas, se ha demostrado que en el ser humano
pueden llegar a tener hasta 50) de forma y tamaño muy variables, con un diámetro
máximo de 100 micras, se localizan en la superficie de tejido óseo que debe ser
removido, se originan por fusión de monocitos que han abandonado la sangre
circulante. Su citoplasma es espumoso y contiene granulos, posee una gran cantidad
de lisosomas y en su estructura posee prolongaciones y microvellosidades, son los
encargados de la resorción y remodelación del hueso.