PROPUESTA DE INTERVENCIÓN

ABATIR EL ABANDONO ESCOLAR DESDE MI ROL DENTRO DEL PROCESO

EDUCATIVO.
Mi trabajo dentro del plantel, consiste en todo lo relacionado con la plantilla docente, desde
selección, hasta seguimiento de desempeño, evaluación y realización de Planes y Programas
de Estudio. Considero de vital importancia que se aborden este tipo de temas, ya que uno de
los principales problemas contra los que luchamos es el abandono escolar. En mi opinión y
de acuerdo al trabajo que realizo día con día, que me hace estar en contacto directo con los
docentes y su trabajo en el aula, uno de los principales problemas que originan el abandono
escolar en los alumnos, es la falta de interés de los alumnos por lograr sus metas, ya que
desde su hogar son muy pocos los que reciben la atención que requieren de acuerdo a la difícil
etapa que están viviendo, me refiero a la adolescencia, edad en que el alumno buscar despegar
del núcleo familiar para explorar de manera independiente nuevos camino u horizontes. El
alumno necesita traer bien cimentado desde su hogar que es una persona querida, valorada y
que tiene el respaldo de los padres o seres queridos para él en su entorno familiar y social.
Si los padres no cultivan una estrecha comunicación con sus hijos, es más factible que al salir
del seno familiar caiga en amistades o compañías que no son lo que él o ella necesitan. De
ahí la importancia que tiene el que no nos escudemos en el trabajo o problemas familiares o
conyugales que nos absorbe todo el tiempo y dediquemos la atención necesaria a nuestros
hijos.
Los padres deben acompañar el proceso educativo de sus hijos, pero no como simples
espectadores o “inspectores” que exigen buenos resultados desde fuera de la vida escolar de
sus hijos.
Para esto, cobra importancia el programa “Yo no Abandono”, mencionaré en este caso el
manual que busca estrechar y llevar a los padres a que realmente conozcan la vida escolar de
sus hijos, no solo en lo académico, sino también en el rol que su hijo desempeña dentro del
clima escolar.
Nos resulta muy difícil hacer que el padre de familia acuda a las citas o llamado de los
directivos del Plantel, para conocer el desempeño académico del alumno, o para solicitar su
apoyo cuando se presenta alguna problemática académica o de conducta de sus hijos dentro
de la escuela, aunque de esto también tenemos responsabilidad las autoridades educativas,
ya que nos es difícil romper con el círculo o hábito de hablarles a los padres de familia solo
cuando el hijo no tiene buen desempeño académico o cuando ha incurrido en problemas de
disciplina. Mi propuesta es que así como buscamos a los padres para tratar de solucionar
alguna situación de riesgo, los acerquemos también para que convivan con sus hijos, docentes
y personal administrativo del plantel. Que realmente se involucren de manera positiva en la
vida escolar, para cuando sus hijos les platiquen de su día de labores, ellos tengan una idea
lo más clara posible de lo que sus hijos les están hablando.
Debemos de llamar o acercar a los padres también para cosas positivas, como buen
desempeño y reconocimiento al trabajo de sus hijos, o solicitando su participación como
apoyo en actividades o concursos extracurriculares, por ejemplo campañas de reforestación,
campañas de limpieza, orden, mantenimiento y disciplina escolar, escuela abierta, círculos
de lectura, clases públicas, etc.
El manual número ocho que es para incentivar el diálogo con los padres de familia en
planteles de Educación Media Superior cobra vital importancia, ya que es una guía pensada
para propiciar el acercamiento con los padres de familia, los alumnos, docentes y personal
administrativo que forman la comunidad escolar.
Además de establecer la importancia de los beneficios que trae el hacer que los padres
participen de manera activa en la educación de sus hijos, nos establece los principales
aspectos que se deben considerar para propiciar este acercamiento, de una forma estructurada
y sin descuidar ninguno de los aspectos que se deben tratar con los padres.
Creo que la apatía de los alumnos por sus labores escolares se puede combatir más fácilmente
si logramos que los padres desde el hogar, también participen en la motivación y apoyo que
sus hijos necesitan y que en ocasiones buscan de manera desesperada en otras personas o con
actitudes que reflejan una problemática de insatisfacción o carencia de este lazo familiar con
su vida de estudiantes. También considero importante señalar que hay que romper con la
idea de que los padres solo deben acercarse o formar parte de la vida escolar de sus hijos,
desde una “sociedad de padres de familia”, que de manera tradicional solo se limita a realizar
actividades con el fin de recaudar fondos económicos para mejora de la infraestructura de las
instituciones educativas, moviendo con esto otros intereses en los que todo se centra en la
recaudación de dinero, para luego vigilar la aplicación de los mismos, sin ningún tipo de
reglamentación, que luego redunda en problemáticas muy alejadas de mejorar el rendimiento
académico de los hijos.
Mientras más definido esté el rol de los padres en la vida escolar de sus hijos, mejor será la
participación que de ellos se logre.
Mi papel dentro de este acercamiento de padres a la escuela es el de propiciar los momentos
para que los docentes puedan entrevistarse o comunicarse de manera personal o grupal con
los padres, motivar a los alumnos para que entreguen invitaciones o citatorios a los papás
para que acudan cuando sean requeridos y mostrar siempre gran entusiasmo e interés por dar
toda la información necesaria para que la visita del padre o tutor a la escuela resulte con el
máximo provecho posible.
También el hacer que los docentes vean la intervención de los padres como una herramienta
más que tienen para lograr entre todos combinando esfuerzos sacar delante de la mejor
manera a nuestros alumnos, como personas que desarrollen todas su potencialidades de
manera integral. La factibilidad de esta propuesta de intervención es muy alta ya que solo
requiere de voluntad y deseo de hacer las cosas de la mejor manera posible.

Idalia Vielma Andrade.