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cl/actualidad/mundo/2711/Asi_se_le_gana_a_la_corrupcion_los_casos
_de_Georgia_y_Singapur/
acceso 03-05-2017
Actualidad | Mundo
No hay ningún país que se salve de la corrupción, pero hay varios en que los
ciudadanos deben convivir con ella como una realidad en el día a día. Imagina ser un
peatón y que te pare un policía para que le des dinero y, si no lo haces, te vas a la cárcel.
O tener que desembolsar miles de dólares extra en sobornos al comenzar tu propia
empresa, para poder cortar a través de la burocracia. O tener que dar dinero o “regalos” a
los guardias en inmigración para que te dejen entrar a tu propio país.
Y aquí viene la pregunta del millón: ¿Se puede hacer algo para combatir y desarraigar la
corrupción aun cuando pareciera estar ser parte intrínseca de la sociedad? La respuesta
es sí, y te presentamos dos países que lo lograron.
El caso de Georgia
Georgia, ubicada entre Rusia y Turquía, solía ser parte de la Unión Soviética y, luego de
su independencia en 1991, heredó un sistema que funcionaba en base a la
corrupción. Todo, desde los policías a la recaudación de impuestos; comenzar una
empresa era prácticamente imposible sin algún tipo de soborno. Mientras que el gobierno
tenía déficit monetario, la élite política se hacía rica con fondos malversados. ¡Se podía
pagar sobornos hasta para entrar a la universidad! Esto duró hasta el año 2003 cuando,
tras la famosa Revolución de las Rosas, que colocó a un nuevo gobierno a la cabeza,
se decidió declararle la guerra a las malas prácticas que llevaban décadas aquejando
al país.
Las principales medidas tomadas a partir del 2003 fueron las siguientes:
Cabe mencionar que uno de los principales factores que influyó para que todo esto fuera
posible, fue la voluntad política de lograr este cambio. El gobierno que entró a
gobernar en el año 2003 estaba completamente comprometido con eliminar la corrupción,
y por ello contó con 90% de apoyo durante los comicios. El público estaba simplemente
aburrido de tener que convivir con un sistema corrupto. Puedes leer el informe completo de
las medidas georgianas en este link.
El caso de Singapur
Este tigre asiático tenía altísimos índices de corrupción en los años sesenta, pero a través
de diversas medidas y campañas se ha logrado ubicar actualmente en el puesto número 5
de 177 países en el índice de transparencia mundial.
Ambos países tomaron ejemplos de otras naciones antes de decidir qué sectores había
que reformar y cómo, y fueron consistentes e implacables en la persecución de las
prácticas corruptas. Sin embargo, esto no habría sido posible sin la manifestación del
público, que tanto en Georgia como en Singapur estaban hastiados de las prácticas “poco
cristianas” de parte del gobierno e instituciones previas. Una vez más, la primera palabra la
tienen los ciudadanos.