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PRODUCCION LITERARIA ¥ PRODUCCION ‘SOCIAL ‘Vamos a entrar en el campo de To que se conoee co ro literatura, haclendo un declinde iniial: se trata, fnte todo, de un campo mareado por una produccién {yo —como se decia y atin ge dice— de un *recinto” fe objetos “ereados” 0 de la “ereaciGn” por excelenci Derlinde materialise, por lo tanto, que en su mera formulaclén staca una ideologia que acompaia a le literature y que fiend, justamente, a ocultar su carée- ‘ter erencialmente productive. ‘Pero Io que ahora Hamemos “produceién Iteraria” ‘ene a st ver dos campos: el de la produccién de “tex- fos" y el de la produceién de "conoeimiento” sobre dicho’ textos. ‘En cuanto al primero, se presenta une inielal eues- {Hon teérien importante: estudiados los mecanismas de la produccién desde este Angulo, js posible adverti~ ls em toda In masa de la production literaria existente fo solo pueden ser registrados partir del momento en ‘que se los admite como actuantes? Cuestiin que ase- ds todo enfoque Ideoldgiea y euyas respuestas pueden {ndicar 0 bien una voluntad de Integracién teérice —es decir que Ine fuerzas productivas tuvieron un desarro- lip consecuente con la producclén artistca renacentis- 4, aunque en el momento renacentista uno y otra for fmuleran otra explicacién— o bien una desintegracién {edrica desis por ejemplo que las obras medievales 0 ronca LirmRAMA ¥ PRosucad soca 49 del siglo xx no pueden examinarse con criterios del siglo 28 y que hay que verlas en su propio esquems, fen au propia racjonalidad— quo pondria de manifiesto, fesde ‘esta perspectiva, una voluntad ideolégica de feultar el proceso productive. En cuanto al segundo campo darfa lugar a 1a consti- ‘uelén de tina diseiplina que podemos Tamar “trabsjo certico” que deberia penserse @ si misma como produc tora en tanto tiene un objeto respecto del cual debe emitir n) ya'un mero jullo sino tun conocimiento es- ‘ructurado como tal. Esta diseplina deberi, en cada acto feonereto, dar cuenta de su objeto —uno o'muchos tex- tee y de ei misma como perteneciante, ahora en for- ‘ma condente, a un elenco de actividades que engen- dren, desarollan o reprimen ideclogia y, consecuente- ‘mente, Is efecios ideolégieos que sus objetos pueden ejeritar Pero el problema que ahora nos ccups, en uno w. ‘otro eampo —y reepecto del cual las dos aclaraciones ‘gue hemos hecho eumplen su papel— es el de la re idn entre la producclin Iiterarla y la produccién so- cial ‘Desde cierto dngulo, el de un soclologismo vulgar, 1a produceisn de "“Yextor'geflea la produceién socal y Ia feritica pone de relieve esa operacién. Dicho de otro modo: & el texto “refleja” Jo que es Ia socleds critica *raduce” ese reflojo mediante un lenguaje que hnace intaligile la operacién. Breve cireuito del. que queda ezcluldo que el acto mismo de “reflejar" y de eraduct-” (0 explicar) eonstituyen actos de. produc. clén afestados 0 dirigldos por leyes productivas que también afecian o dirigen la produceién en general. El sodologismo vulger no ve, pues, detrés de las Imfgenes esteblecidas por el texto el trabajo que hace posible el acto literari; quizis lo vee, en cuanto esta- ie 50 Nod yrran Dlece un julelo de valor que tiene por eje le eficacls “Siempre quiméries— del reflej, pero en ese caso lo ceutta en la medida en que predomine el reconoci- fmiento de Io Teflejado y el asi amado “valor” se le Subordine, El trabajo como tal desaparece en el refe- Fente —lo reflejado— que eparece y en el valor —exal- fade que scompaia como la consagraclén del acto ‘rite eu propia eperacién de ocultamiento fs, de fundar uns teoria que Uberén- oes del “reflejo” pueda dlacemir las relaciones que Se'establecen entre todos de producciin de una 20- ‘leded y modo de produccién de un texto; ante todo, d- fgomos que no puede no existir esta relaciin y, més ftun, no puede pensarse que la producelén de un texto Quella fuera del eieulto productive global. Lo que no ‘Gulere decir, por un ledo, que las determinaciones sean ‘Revesariamente dlrectas y, por el otro, que 1s expecl- flelded eon que se manifietan en Ts literatura los mo- Gos de produceién generales la tornan eislada ¢ inin- ‘eligible n Segundo deslinde principal: la produccién lteraria ‘tiene una especificldad que bay que definir en sus Ik mites para poder establecer una Telacién correcta con fa produecion en general, Si tomamos el campo del “tra- befo criti", sere evidente que, en tanto aspire a pro- Guvir un conoeimiento, su modo de produecién tendré fen cuenta lop de otras discplinas que procuran. produ- ‘Gr conocimiento, Este vineulacién, que no implica de- pendeneia, configure un primer ‘nivel de asociacién Ffcolégica en la mediga en que la Ulamada critic, co- tno comentario 0 segulmiente, pretende obviarla u ocul- noouceisy LiTERARA ¥ pRoDUceBN soca BL tarla al afirmar, en su metodologia, desvineulads 0 vineulala exteriormente por préstamos, Ia autenomfa fabeoluta de au objeto y de su campo, ‘in segundo nivel ideolégico podri en cambio tomar forma en cuanto el “trabajo critico” haga explictes oe supuestog que, provenientes de otras discipline ‘configuran su metodologia asi como el carécter det ob- Joto de que trata y la funclén de su trabajo: una cose, fentonces,ser& creer que el “arte” es resultado de un Gescenso’ del espiritu sobre un euerpo y otra que el ‘texto es resultado de un “trabajo humano"; una co- sa terd creer que la eritice debe glossr un texto y otra produer un eonocimlento generalizable, partiipe de En trabajo global de conoclmlento de lo real; una cosa tera pensar que la “metodologia” resulta de una arti= Culaea superpuesta al texto y otra que brota de una elacidn netesaria entre su objeto y los fines que una {eoria se propone establecer y lograr. De todo esto po- dsiames conciuir que la “especificidad” de In produc- ibn ertien estaria dada por una relacién de trabajo Sfandada teGricamente— entre texto (como objeto), Tnetodslogia (como operatoria) y finslidad (como e0- hoeimnto y transformaciOn del mundo) ‘Dos acotaciones a esta delimitecin 4) te plantea el problema de los “modelos” como las ormas que la culture ofrece para apliar en el tra- bajo evteo; la adopelén de “modelos” supone, por una parte, para el trabajo critico, un trabajo preliminar de Feflexn genéties Io que implica, a le ver, una actuali- ‘aciGn ideolégien explicta; sl para hacer mi trabajo tritico acepto y busco modelos’ en la linghistica o en In pecologia estoy solidarizindome con‘el proceso que evs a esas dizeiplias a la posiciOn de ofrecer mode- Ica etoy aceptando la relaclin que tales dlsiplinas fstableeleron por su lado con la produccién social en 2 Nog jureie ‘general; correlativamente, y por ott. parte, s tal sdop- lén no es ertlea —esto es, si In solidaridad viene im- puesta desde afuera (moda o facllidad) — os modelos Duscades servirin para afirmar o bien una dependen- cla Ideolbgica o bien para volver a ocultar des niveles ae relacién idenl6gica, el de las disiplinas proveedoras de modelos y el del trabajo eritco. 2) solo por esta red de relaciones ideol6gicamente transformadas, el trabajo ertico, esto es el trabajo ten- lente # producir un conocimiento respecto de wn sec tor determinado del trabajo humano, podré recuparar tuna dimensién histrica y social y podré llegar e tener ‘una funeién en la medida en que se hard productvo, ‘no més el acompafante privilegiado de una “eapacidad privilegiada”situada fuera del proceso de produccién ‘econémice 'Y una titima precsl6n: desde Tuego que todas las ar- tHeulaciones critics, tanto las que tlenden a orultar el “trabajo” eomo las que To sacan al exterior de un recinto eagrad realizah un trabajo. Le diferencia en- fre unas y otras reside en el andlisis global de la pro- duceién human que hacen, el cual Leva a unos a oeul- tarla y 9 otfos a ponerla en evidencia. A le vez, dicho ‘niliss es politico: en un caso, el trabajo en general y trabajo criti en particular siguen, el conservar su Sslamiento, conservindose como lo invariable de re- Iaclones estructureles inmodifcables; en el otro, str tara de quebrer esa invariablidad —que es polities para rescatar el trabajo humano de su deshumantzacin. m ‘Volvamos a Jo que lamébemos “campo de la pro- dyoeign de textos" Ante todo, digamos que lo que ll ‘moouced Litera ¥ pRooUcciN social 8B ‘memos “produecién textual” no es més que ln “eseri- for" a fa que podemos definir como €l conjunto de operaciones que transforman lo dado de la palabra SReomo reglas, connotaciones e imagenes verbeles— en ‘um nuevo acontecimfento earacterizado por Ia aparieién Ge una nueva signitcaciin. Sobre esto iltimo volvere- de ser conslderado como todo trabsjo humano, tanto fe cuanto a las leyes que Sustiican su necesidad asf tomo a lee que desarrollan o fijan su funcién en ta fotalidad social. Pero hay que hacer por lo menos tres fcotaciones partieularizantes: 4) Le “eteritura” no comienza en el primer instante desu iniciacién sino entes, en el conjunto de determi- nnaciones que It hacen posible, determinaciones sociales {ue afirman con diferente clarided respecto de la pro- ‘cetGn soctal en general ya sea la necesidad ya Ta fun- cidn:“eserible” tiene un grado de necesided en la Sociedad. colonial Iatincamericana y otro diferente en Ia gocleded independentista) y doterminaclones paico- 1gieas en tn doble nivel: por un ledo cferta persona “siente” que puede y debe escribir y, por el otro, Io Ihave. de aeverdo con un instrumental Ideol6gico que no por internalizado (modas, selectividad de temas o fde imagenes, ete) es menos resultado de une previa fexisteneia cultural. 2) Una vez paesia en movimento, la escritura opera sogin clertas leyes que le permiten su desarrollo: son fen clerto modo "téenieas" que tienen una artiewacién propia y, aparentemente, cerrada pero que en verdad ffuardan estrecha relacién com las “téenieas” de la pro- ‘celén socisl en general. No se trata, como lo vere- mos en seguids, de la mera “influencla” de Ta época 3 Not pia sino de un fenémeno més complejo que solo pusde Scmprendere => con todo Tos reat que eo eg Ser tnalogin 7) Hl abajo realizado de la esciture no se aga excl objeto ramsformade! contngs, se reitere 96 SEolica en la ulterioridad de ro funclén que consi, fomo todo trabejo tote, en ignifiear. Pere, conta: Samente a Jo gue nicede con ol objeto ree! product, ‘ye eiticectén ques vacida ene elo el consi Boys en el mor de lov comes, ce ablrta Is exe Deciva de unm nueva operacién de vecamiento de Egniflencin, ef objeto de fe estar, com objeto de Eehociienty malene lena ra siaificecin y engen- i seopuestes que Sinen en euente la ideologia de la SKnclén que Gabe cumple ax ua Adeologia de Te fecritura que ia enflende como To exceponl reise he lecture ragrada, em Ia. que desapaece mafura- Iuunte el trabeoy una ieslogin de in erture que le tenance rouse ghey de, oman re ace tn capecidadvibetoria de la signification a la ae Tjeto Teal consomido; una iolola de In rise fa que la entlende como sieilarie dl rest de tr thie, humano solo verd on ta sigtiecén produce glad a eu tn 01 de Yo de lo nueco (CE. repost del sollogsme alga Toncmente, una idesogie que Tecupera en la eeriture STtzebeo gue se he reliado y ave Is igaiiactén ue seclando, pour pereibir de qué manera le signe {Scizn se inven el eabajo gue, en general lene co. amare de referencia lo ato yma sentido Bs en st Toduclsn donde era eigsiacon juoga de doble mae sieanroe a io to, ys ae8 mo han, respective, na lites a) conformista ye une iterate (una estar) exten, mooucedn tirana ¥ PnoDUCHBN SOCAL 55 Ww Dejamos de lado In primera acotacién para ver shore tog problemas que nos propone Ta segunda. Ante todo ‘icbdmos sefietar —o zelterar— que el puente que wne apo. espectlico textual y el trabajo social esti Shontituldo por la ideologia que eubre y separa los dos ‘ampos; se trata de ver, justamente, qué de clerta ideo Joie del trabejo social pasa al trabsjo textual y, al Thlumo tiempo, cémo toma forma una espeificidad ideo~ Bei que perece inexpugnable, Ia del texto; de este ‘modo ¥ como ejemplo proponemos la siguiente situa 2 Ia burguesia Soro segrega una ideologia de su preduccion (so trate, Gevgeneral, do Ta racionalldad interne de le fibrica y Se A actonelidad externa de In comereitisaciin); ho- Sf bien, cqué relacién tiene con ella la que de Iugar @ tos tendencies Iiterarias opuestes, el naturalismo y el GGeolismo? zen qué medida esa Ideologia se trasa Sey" wransforina engendrando, a su ver un result Gobie, saber su conservacin o su disgregacién? Re- Stniendo, podemes deelr que toda produccin textual SE regide por tuna ideologia que, a su ver, es tibuta- Sin de tna feoria més amplia que define clei manera ‘Ye considerar la producelén social; dicha {deologia pue- do gor implicita " ocultads— o explicite —asumide Ge fscutlde 0 destrulda—y desde ella se escribe 0, Saajor dicho, en ella tiene lugar Ia elecelén de las “t6o- RES: Gpeas' para que el tabajo se eve a cabo. “Toma forme eq otro matiz: las “téenicas” se pare~ ‘connie lot provedimientos de que se vale el trabajo Scclal Como primers indicaciOn, es evidente que una KiGhera de escribir tuvo lugar antes de 1s invenelin 36 sof jrrax, de Ia imprente, en plens ora de Ia produccién artesa- nal —desde el papel que Jugsban lat sTuminaciones de Ja Anicfal hasta el material empleado, el pergamino, todo lo cual proponia relaciones de espaciamiento que passban por Ia mano y el color y condicionaban por Jo fs earactersticn de esta etapa el desarrollo de Ja no- Vela? Del mismo modo, una preduecién de libros en erie, con una estructura de produceldn tndustral de- ‘tris —que necesita imponerse a los lectores— modlf- ce la manera de escribir, lo que podemos denominar imaginacién” cambia de'ritmo y acepta 0 zechaza el encuadre, se acerca mis o se aleja de lo que el trabajo foelal qulere generalizar porgue la linotipo lectréni- a no difiere de la embolsidora electrénica més que en 1 producto, no en el sentido, Del mismo. modo, el Geearrollo del diario —correlativo a la aparicién de tun poder burgués eonsolidado en toro a la miqui- nna favorece el uge del foletin que decae cuando fsumenta 1a capacidad informativa de los diaries por fexpansiin de rus medios, En América latina hay, en relacién con este enfogue, diversided de matices que no indlean otra cosa que condiciones productivas muy Aiferentes para_cade pais; le misma. vinculacién po- Grin hacerse entre produccién textual urbana —de la ‘eludad— y rural —del campo (no me refiero al "to- ta"); a In Tuz de estos concepios, podria estudiarse la inversién de términoe que se ha producido en lo que va del siglo: Ia eseritura de la eluded termina por ime ponerse desapareciendo préctcamente toda produccién textual vinculada con um modo de producelén campesi- rno.en derrota “Ahora bien, no necesariamento estas relaclones son sinerénieas y determinantes en una sola direcolén; tm- ‘ign Ia eseritura de un momento histérico determina- nonUccgN LERARA ¥ FRODUCSN SoCL BT do puede plantesrse (y soguramente es Io que se plan- fea toda Lteratura de ruptura) un camino de subver- Hin frente a To que exige ls ideologia de Ja produccién focal proclamada por las clases dominantes; es por ejemplo Ia negativa del vanguardismo a las exigencias de racionalidad y clarided formuladas por le burgue- ‘Sa para el trabajo que necesita hacer y que eparecen ‘como. Ia Jdeologia en curso; probablemente, ale luz {de cete mecanismo de imposiclin y de rechazo, pueden consderarse, sno entenderse, cleros intentos como los de Macedonio Feméndez o Felisberto Herninder 0, Inclusive, José Maria Arguedas: eserituras que al mo ceptar Ta ideologia del trabajo textual impuesta por Ts Meologia del trabajo de Iss clases dominantes o bien ‘aparentemente retrogradan en los medios téenicos (Ia Hispanofilia barroquizante de Lezama Lima) o bien favanzan hasta antiiparse en los modos de eseritura (Qa "novela futura” de Macedonio Ferninde). Txiste tamblén un tereer nivel en el que esiae rela ciones pueden establecerse: menos exterior, ve refiere I erticulacién de los elementos internos del texto, al resultado de In aplicaciin de la gramétice textual en fda uno de los planos que, en conjunto, construyen y feonstituyen el texto, Los elementos vehiculizan Ia re- Thelin entre Tas imagenes provias a Ta escritura —el materiel de referencia transformables por Ia eseritie a y la transformacién que efectivamente se realiza ‘Tomemos como ejemplo el gesto narrativo, como ef tructura cultural preexistente a cualquier texto que fe produzea, yen él trateinos de definir esos niveles por los que Ie escritura, como transformacién, se leva 4 cabo, podemos hblar de este modo de “punto de ‘sta desde donde ee narra” (o procedimlento narrative © funeién de la nerracién) 0, para manejar una eate- foria més perturbadora, de “personsje". En este sector 58 Nos jimmie particular, os mecanismos de eseritura entendidos co- Tro articulacién de la figura del personsje pueden ser Hllados en eada momento —o sea en cada relato 0 en cada grupo de relatos segiin épocas o tendencias— de loueedo gn ectitudes predominantes en clertas clases 0 (Grupos rocates: el “heros” renscentista est construldo ‘EixPfaagos que nutren la mentalidad productiva de Tas protoburguesia, a saber racionalismo y capacidad ind igual de invencign, audecia y tendencia a la universa- Tidad; el pleero, como antihérce, encarna Ta vertiente ‘critica de esa misma mentalided, el examen que de eas mlsmae virtodes puede hacer uns clase que con ls no logea desarrollarte. Poro no se trata de que lL personaje “represente” la clase: de slgin modo 10 eck’ pero lo que nos importa aqui es que es configa- Jado Ge acuerdo con clertas téenicss que, pertenecien- To de une u ofre forma a la clase, le permiten en un RRoanento. dado realizar su trabajo social. Desde Tuego Tuc entre téenica productiv de las clases dominantes $fecnies de eseritura de un personaje como figura se Juande la ideologia como un puente que lige 135 dos Dileticas y las lamina reefprocamente en le medida Eiigue te logre edvertir su funcionamiento, Pero asi como las téenleas productivas de las clases dominan- fer tienden al perfeccionamiento de su dominio sobre tf trabajo en general y con estos alcances so formula ch ideclogta, Inv “téenlces” productivas en lteratura fi EBliegs neceseriamente esa voluntad; es elerto que pueden hecerio y en In mayor parte de Tos casos asf Picede pero temblén logran antagonizar tes princi- Sioe misnos para intentar adecuarlos a ofres fines: i ar altiviemo es Ja filosfia de le burguesia coloislista $ dbasa en divereos artefactos racionales —experimen- Teclén, acummulacién, snilisis, generalizacin, ete— el ‘ifuraliamo, que «© Ja iteretura que le correspende, oouceiss LTEMRA ¥ PnODUCGEN Soca BP constituyéndose sobre Jos mismos artefactos, no persl- {Bue en slertas obras —por lo menos en una intencién fonciente los mlsmos cbjetives sino los opuestos: {altaria Geterminar at Tos Togra, es decir st logra cam- larle el signo a un sistema que viene cargado con Ta ideotegia de Ta clase en el poder. No obstante, una fctitud antidogmética ‘no deberfa clausurer los puen- fes y deberia permitimes sealer que en el plano de In ercritura la ideologa de la téenice 0 que la acompa fa no indica necesafiamente un apogo a su fuente sino (que puede produclr su propio distanciamiento en Ia nedida en que, sea como fuere, su produccién es de ‘bjetos de eonceimiento que, por lo tanto, pueden o ho obedseer a normas similares que tiendan a produclr ‘bjetos que cumplen funciones de objeto real ‘En general, una literatura critica acentia Ia distan- cia respscto a la Sdeologia que scompatia a las téenicas Droductivas propiae de las clases dominantes y, por lo Tanto, se retira de la noclén de consumo que las earac- ‘teria; por el otro Indo, sino toma esa distancia tlende {2 produsir objetos destinados a ser integrados como lo, fon Jos objetos sesles emergentes de esas normas de produccén, El caso del Martin Fierro, como personaje Eremitico, es elemplar: mientras pslcclogicamente es pintado a partir de imagenes y en situaciones concretas, Puede pensaree que se lo esté estructurando como al Inargen de tna ideologia que caracteriza el sistema que te esté imponiendo en le realidad; cuando, al contrario, (5 paranente evecader, mzonador y moraista, no cabe ‘duda de que se procure hacerlo admisfble pars cierto sistema productive que parece reprosentar triunfalmen- {te ln realidad: el “Prélogo” a la Vuelta muestra con Gromatiino esta trensformacién —mejor dicho modifl- facldn— de In ideologia a través de la téenica de eons ‘huceién del persongje, #0 os srrane v Ba cuanto a la tercers acotaciin, Ia relativa a las signtleeciones, conviene para desarrollarla extablecer fon clarided su cempo propio. Diferenciames significs- ‘lén de significado sobre Ie base de las nociones saussu- feonas de signo; para de Saussure “sgno” es la reunién Erbitraria de un “signifeente” (materia sonora) y un ‘Gignificado” (concepto), Desde un enfoque mateislis- ta esta divisién no solo es idealista sino que con Ie {dea de la erbitratiedad queda eliminada —o congela- Gale perspectiva humana de le produccién: el signo, ‘infamos por el contrari,e= resultado de un trabajo fn el sigpificante y, en tanto tal, se caracteriza por sig- hiflesr, esto es produeir una significaciin, En conse- tueneia el significado, como concepto, estaria platén!- fcamente dado como une existencia que necesita un ebfeulo adecuado para manifestarse mientras que 1a Eigiflceciin seria lo nuevo que en el trabajo de sis nificar se he Jogrado bistérice y genéticamente en el Higno. Es evidente que el uso del lengusje, el uso pro- fuctivo en Ia formulacion poétice pero también en 1a formulacion filostlea y politica (@l pretende cambiar fa vida) recupera esta historia y al volver a trabajar I tignificacion de oe signos los renueva en su poder, les deseubre en su crigen transformativo Ente esquema ex fecundo para el trabajo litererio porque la ideologia de la significacion tiende el puente Entre is ides de eseritura y la de lecture, consideradas Einbes como trabajo productive ligado al trabajo socal fn aw conjunto, Pueden presentarse en consecuencla ‘arias unidades entre ambos conceptos: rnooucci LEAMA ¥ FRDDUCKHN SOCAL 1) exsrlture que se realiza en el sentido del trabajo fecial poseido e Sdeologiasdo por las clases doml- ‘entes'y lecture en la isma direceién o bien lee- fare que pone en evidencia tal vinulaclén denun- ctindola; 2) egsritura que se resliza a partir del trabajo social ‘doclogizado por las clases dominantes pero modi- fiedndolo en_su propio nivel ideol6gico y lectura fae siguiendo la norma impueste por ies clases ATeminantes ‘apa la modiflealén o bien lectura que Ja destaca como un factor productivo; 3) exritura que se realiza al margen de Tas pautes Indicadas por Ia Sdeologia del trabajo social de las Clases dontinantes rescatando el sentido del trabae jo humano controlado por las clases dominantes 0 bien yendo més atrés, fetrocediendo en la relaciin rire trabajo textual y trabajo socal, y leetura {que se hace cargo de la marginalided en su pro- Gketividad o en au regresién, o lectura que Ia re- lara justamente porgue necesita afirmat en su Gegarrallo la Ideologia de las clases dominantes; 4) Sinalmente, podria hablarse de una escritura que fe realize ponlendo erticemente en evidencia Jos esortes idealégicos de la produecién impuesta por as clases dominantes y proponiendo normas de reallzacion que se vinculen en su sentido con un royecto ideolbgico-eritico inkerente al punto de Ysia de las clases dominadas y de una lecture Gue acepia esta perspectiva y Teelabora la pro- Puesta en ou propio nivel o de une lectura que Elo entiende los canales de la produccién del alg- feante como Io quiere la ideologia global en e Not jirmix Este esbozo de posibilidedes indica un campo de trabajo en el desarrollo de todas estas figuras restl- fantes pero también Ia eompleidad del problema sobre todo si el cuadto se presenta como aproristico y en él fe trata de encajer tal o cual texto para, mediante una ‘maniobra, volver a juzgarlo de una manera clisles. El fequema puede rer vélido a eandicién de que sea vive do en aus aleances tefrios, internalizado como una perspectiva tanto de salir de una concepeién de una fescritura como acto puramente jnmanente, auténomo © Mluminado como de tna lecture puramente pasiva, no productore ‘Volviendo a la significacén, se ve el papel unitivo y productor que juega. Para coneluir com un aspecto de ota cuestion, se podria decir que en literatura Ia no~ lin de “significado” remite a lo preexistente y por 1o tanto “representa”, mientras que la signifiacion "pre. senta” 0, del mismo modo, el significado “reproduce” Inientras que Ia signifiecién “produce”. Estas precisio- net tan simples ‘nos devuelven a les primeras consideraciones de este ‘trabajo y las fundamentan:* 1) tuna eseriture que se propone reproduelr sfirma lo reproducido antes que Ia reproducelén, 1o que i= pllce, sea como fuere, la negaclén de un campo tapeciti en el que hay que reconocer el funcio- namiento de leyes produetivas globales; 2) por Ia misma razén, quodan confirmadas sin mo- EifieaeiOn alguna, las leyes de la produccién social fque eon las de las clases dominantes; '8) como necesaris consecuencta, se crean las condicio- nes para una lectura segin los eédigos preparedos por ls clases dominantes, o sea que se imple fin Teetura que favorezca Ja transformacién sin pnooucass Linsaana ¥ maooveeitN soca 68 1a cual ni ln lectura es posible ni el trabajo tex ‘ual tlene operativided. La literatura es redueide a ‘objeto Teal de consumo; 4) Ya ideologin del significado, o sea de Jo reprodu- ido, eoneentra en lo temético —como puente sim- pista tendido a lo reproduelble— tod su energia fe eseriture, 1o que limita el trabejo textual en ‘sus dstintos nivelesy, sobre todo, pone un limite flo que llemamnos Ia “tematizacl6n’. (Este concep to eo Productive porgue indica el pasaje activo de un hivel al otco de la textualidad, el campo en fl que todos Jos niveles se reinen y manifiestan ‘5u presenela, Si toma puede ser —como importan- ‘2 © no— un elerto problema social importante o zo, tematinacién a a figura que adopta en el texto 1 eruce conereto entre realidad histérics comple 4a y niveles expecitcos por los que transfrmado- ramente esa reslided histériea compleja pasa — fl tépico de la “casa” en Cien afios de soledad por ejemplo, o el "canto" en el Martin Fierro.) vw “La significacin es, pues, Jo que la eseriture produce yy siempre ha produeido sunque, al subordinarse a 1a {eologia global en curto, hays de alguna manera evi- tado el riesgo de tomar conciencia de su propla capa cided, En ese evitamiento, le signifesciin neutralize wu poder; en cambio, cusndo lo asume, lo desarrolla: gne- a tna leefura activa, transformante y transformadore Ey sobre el eoquema de una Iterature eomo transforma: cn que puede estudiarse la relacién de esta produe- 6 Not jira cién con la produccidn social. Pero como no se trata ‘Ge deveribir solamente, puede decirse que solo aceptan- do que la literstura es wn trabajo transformativo, el texto y Io que ee haga con él, a partir del poder de Ia Significcién, pueden actuar sobre el trabajo social en ‘Curso y luchar contra su ideologia. Destacar esta capa cided es un acto politico: supone sacar a Ta produccién fexiual de la insignificance en la que el poder quiere hhacerla permanecer y supone, Jo que es raucho més Importante, romper los ebdigos de loctura al designar- ie como irebejo’y proponerle, por lo tanto, caminos coneretos de reivindleacién ARTE, VIOLENCIA, RUPTURA 1 José Vials pa Borda no pinta muertos, es decir no representa a ln suerte por una especio de obsesién deductive, Pinta tra cost: una separselén, ag asi como un rechazo que fe inviste de formas, que evoluciona y se insala en Ta figuracién de un erineo, en el color que recuerda a, fn los instrumentos cortantes que imponen la coherens tla del mundo exterior, en las perspectivas que recor fen y acerean Jo que deberia estar lejos y a la inversa, ‘Scparacion plans, por 1o tanto, de un despegue en el aque nociones falee como gusto, complacencia, reconoel- Talento, juicio, quedan congeladas: elaboracién del des ppesue, trabajo sobre la separacién, tentativa de hacer Enegen y espacio lo que es transcurso o sea tiempo, "Tentative de violencia, violencia de un eambiode plano Intolerable: eblige @ pataree y admtir el tempo por el fxpacio y-a travée de una mediacién especalizante. Tntolerable para quién? Para los que viven otra st- paraclon més violenta todavia, una separacién que Engendré Ia desviaelin de un vivir orjginario, que ins Ltueionalieé la angustia de vivir el tiempo escindlén- ola del proyecto de vivir en el espacio. , sin embar- fg, en la ciencin hay un intereambio, un pastje que el Saber comin —Institucionalizaciin dele segurided en Ta eseision que disminuye la angustia— rechaza: jtré- tage en verdad de un tlempoespacio, de un expacio- tHempo? zo de, por ua lade, un tlempo revervado al

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