Вы находитесь на странице: 1из 25

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA DE CASACIÓN CIVIL

ÁLVARO FERNANDO GARCÍA RESTREPO


Magistrado Ponente

SC16843-2016
Radicación n° 11001-02-03-000-2012-00981-00
(Aprobado en sesión de 24 de mayo de 2016)

Bogotá, D. C., veintitrés (23) de noviembre de dos mil


dieciséis (2016).-

Se decide el recurso extraordinario de revisión


promovido por Dynaterm Ltda., Luis Enrique Devis
Echandía y Jacqueline Elvira Cantillo Ramírez respecto de
la sentencia proferida el 15 de diciembre de 2010 por la
Sala Civil del Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Bogotá D.C., dentro del proceso ejecutivo mixto que
promovió el Instituto Colombiano para el Desarrollo de
la Ciencia y la Tecnología Francisco José de Caldas, hoy,
Departamento Administrativo de Ciencia y Tecnología e
Innovación –Colciencias- contra los aquí impugnantes.
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

I. ANTECEDENTES

1. En la demanda con la que se inició el referido


proceso que se tramitó en primera instancia ante el
Juzgado Noveno Civil del Circuito de Bogotá D.C., el
Instituto Colombiano para el Desarrollo de la Ciencia y
la Tecnología Francisco José de Caldas, hoy,
Departamento Administrativo de Ciencia y Tecnología e
Innovación –Colciencias-, pretendió que Dynaterm Ltda.,
Luis Enrique Devis Echandía y Jacqueline Elvira Cantillo
Ramírez, le cancelaran los montos de dinero contenidos en
el título valor que aportó como base del recaudo, a través de
la venta en pública subasta del inmueble gravado y la
materialización de otras medidas cautelares.

2. Como sustento fáctico de la petición postulada en


el señalado litigio, la ejecutante argumentó, que

2.1. Celebró con Dynaterm Ltda. el contrato No. 526-


96 para el financiamiento del proyecto denominado
«OPTIMIZACION Y DEMOSTRACION DE UN PROTOTIPO PARA LA
PRODUCCION DE PANELA GRANULADA UTILIZANDO VAPOR

GENERADO CON BAGAZO DE CAÑA», en virtud del cual le

entregó a esta última la suma de $82’400.000.oo, para ser


pagados a cuotas durante el plazo de 85 meses.

2.2. Refirió que como en el citado pacto de voluntades


la sociedad se obligó a suscribir un instrumento cambiario
en blanco, el representante legal de aquélla emitió «una

2
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

carta de autorización para llenar los espacios (…) del pagaré


contenido en la hoja de papel documentario PO – 2824831».

2.3. Sostuvo que mediante oficio U.A.J. 11410 del 22


de noviembre del año 2000, comunicó a la deudora su
decisión de dar por terminado el mencionado acuerdo, por
cuanto esta última se encontraba en mora de satisfacer los
instalamentos vencidos y, en consecuencia, procedió a
diligenciar el mencionado título con los saldos insolutos.

2.4. Agregó que dicho crédito se encontraba


respaldado por el Fondo Nacional de Garantías S.A., quien
a su vez, le cedió la hipoteca que los señores Luis Enrique
Devis Echandía y Jacqueline Elvira Cantillo constituyeron a
su favor mediante la Escritura Pública No. 4965 del 23 de
septiembre de 1997, en aras de avalar las acreencias
pasadas, presentes y futuras que Dynaterm Ltda.
adquiriera.

2.5. Concluyó que al juicio debía convocar tanto a la


sociedad con quien celebró el pacto de financiación, como a
las personas naturales antes indicadas, por cuanto, el
aludido documento contenía una obligación clara, expresa y
exigible a cargo de la primera, y, el derecho de dominio del
bien afectado radicaba en cabeza de quienes lo gravaron en
favor de la misma (fls. 41 a 45, cdno. 1).

3. Agotado el trámite de la primera instancia,


durante el cual se acumularon las demandas de María
Luisa Poveda y Artimfer Ltda., el a quo clausuró el debate

3
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

con sentencia de 5 de junio de 2007, adicionada en


pronunciamiento del 27 de agosto siguiente, por orden de
su superior jerárquico.

En el primero de los antedichos pronunciamientos, la


autoridad judicial declaró probadas las excepciones de
mérito propuestas por las personas naturales demandadas,
las cuales denominaron «falta de legitimación en la causa por
activa» e «inexistencia de la obligación» y, por ende, ordenó seguir

adelante con la ejecución sólo frente a la sociedad.

La aludida decisión fue justificada por la funcionaria


en los siguientes términos:

el caso sub-examine, trata de un título ejecutivo complejo, que se


compone del instrumento contentivo de la obligación y del
gravamen hipotecario, (…) siendo importante anotar que, para
que la garantía en tal sentido pudiera hacerse exigible, era
necesario que se hubiera acreditado en el expediente, la
existencia de dos circunstancias a saber: 1.) “certificado de
garantía” expedido por el Fondo Nacional de Garantías S.A.,
donde de manera expresa, avalara el pagaré adosado como base
del recaudo ejecutivo o su pago efectivo y 2.) un negocio jurídico
celebrado entre dicha entidad y Colciencias con la finalidad de
trasladar la titularidad de derecho crediticio a favor de esta
última y como consecuencia de ello ceder el contrato accesorio de
hipoteca, pues cosa distinta no es posible aceptar, como quiera
que este tipo de contratos no se concibe sin la existencia de una
obligación principal, pues, a pesar que en el literal “a” de la
cláusula décima de dicho documento se estableció que sus
constituyentes, autorizaban “cualquier traspaso que El Fondo
hiciera de los instrumentos a su cargo, así como de esta

4
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

garantía”, dicha facultad se encontraba circunscrita a la


demostración fáctica de las condiciones en la cuales el acreedor
hipotecario podía ejercitarla, por lo que, en ausencia de las
mismas resulta inoperante la acción invocada, por la parte
actora, para hacerse pagar sobre la cosa hipotecada el derecho

crediticio incorporado en el pagaré No. PO-2824831 (fls. 50 a

58 y 68 a 70, cdno. 12).

4. Apelada por ambas partes la disposición señalada


en el párrafo precedente, la Sala Civil del Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Bogotá D.C., en fallo de 15 de
diciembre de 2010, modificó la sentencia atacada, y en su
lugar, desestimó los medios de defensa invocados por los
ejecutados Luis Enrique Devis Echandía y Jacqueline Elvira
Cantillo Ramírez y decretó la venta en pública subasta del
bien hipotecado.

Para tal efecto, el ad quem consideró:

el pagaré y la escritura contentiva del gravamen hipotecario,


facultan a la actora para incoar esta acción en forma personal,
hacia la sociedad DYNATERM LTDA., y de manera real, en
contra de los señores LUIS ENRIQUE DEVIS ECHANDIA Y
JACQUELINE ELVIRA CANTILLO RAMIREZ; y si bien la garantía
se expidió a favor del FONDO NACIONAL DE GARANTÍAS S.A.,
también lo es que ésta la cedió a favor de la actora, según se
desprende del documento denominado “CESION DE GRAVAMEN

HIPOTECARIO” (fls. 75 a 85, cdno. 15).

5
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

II. EL RECURSO DE REVISIÓN

1. Con apoyo en las causales establecidas en los


numerales 1º y 8º del artículo 380 del Código de
Procedimiento Civil, Dynaterm Ltda., Luis Enrique Devis
Echandía y Jacqueline Elvira Cantillo Ramírez, postularon
la revisión de la providencia de segunda instancia antes
compendiada, con el fin de que se revoque y en su lugar, se
profiera la que en derecho corresponda.

2. Frente al primer evento invocado como


determinante del recurso extraordinario, los recurrentes
alegaron, en síntesis, que

2.1. Pese a haberlo solicitado en el momento procesal


oportuno, el Juzgado Noveno Civil del Circuito de Bogotá
D.C. se negó a ordenar la práctica de un análisis para
determinar si la carta de instrucciones anexada con el título
valor fue alterada, razón por la cual, elevaron denuncia en
este sentido ante la Fiscalía General de la Nación con apoyo
en un estudio grafológico particular que avaló sus
apreciaciones.

2.2. Señalaron que sólo al momento de desatar la


alzada, el Tribunal advirtió que en el expediente no
reposaban los documentos originales que soportaban la
ejecución, por cuanto éstos se remitieron en su momento al
ente investigador, quien, a su turno, le informó que aquéllos
habían sido devueltos al despacho de conocimiento.

6
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

2.3. Manifestaron que aunque el ad quem desconocía


la idoneidad de los mencionados folios, profirió la sentencia
de segunda instancia y, sólo una vez emitida la misma,
advirtieron que la Fiscalía 119 Seccional determinó
mediante informe de 9 de marzo de 2007 que el cuestionado
documento era una reproducción.
2.4. Agregaron que las circunstancias señaladas en
los numerales precedentes fueron puestas en conocimiento
de la Juez de Primera Instancia a través de un incidente de
nulidad, no obstante, aquélla desestimó las pretensiones
contenidas en el mismo.

2.5. Finalmente, insistieron en que

el hecho de que el título valor contuviera una carta de


instrucciones que era una simple fotocopia, s[ó]lo fue conocido
(…) con posterioridad a la sentencia que se impugna y tales
hechos eran ignorados por el (…) apoderado hasta que llegaron
los supuestos originales al H. Tribunal Superior de Bogotá y se
corroboraron con el pronunciamiento de la Fiscalía, [por tanto,]
haberse dictado una sentencia en un proceso ejecutivo con base
en un título valor (pagaré en blanco con carta de instrucciones)
cuya carta de instrucciones es una simple fotocopia, constituye

sin duda una violación monumental al derecho de defensa (fls.

10 a 27, cdno. Corte).

3. En lo que concierne a la causal 8ª del artículo


380 ibídem, los recurrentes reiteraron que

el yerro endilgado radica en el haberse emitido sentencia por


parte del ad quem, desconociendo el hecho palmario de que la

7
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

carta de instrucciones era una simple y vulgar fotocopia, lo cual


repercutió de manera directa en que la sentencia dictada tuviera
grandes deficiencias, al obviarse un presupuesto básico de los
procesos ejecutivos, como lo es el verificar que efectivamente se
esté frente a un título valor.

Y más adelante resaltaron:

si bien la causal alegada no está dentro de las expresamente


contempladas en la normatividad, si encuentra soporte en una
sentencia proferida por la misma corporación, por lo que nos
acogemos al principio de la confianza legítima, además del valor
que la Corporación debe dar a sus propias sentencias como
precedentes jurisprudenciales legítimos que deben ser
observados no solo por los particulares, sino también por los

propios jueces en el ejercicio de sus funciones 1 (fls. 32 a 35,

ibídem).

III. EL TRÁMITE DEL RECURSO EXTRAORDINARIO

1. Una vez subsanada la demanda presentada el 8


de mayo de 2012, esta Corporación ordenó a la parte
interesada que constituyera caución (fl. 38, ibídem), y,
cumplido tal requerimiento, el 25 de octubre siguiente le
solicitó al Juzgado Noveno Civil del Circuito de Bogotá D.C.
que remitiera el expediente contentivo de la sentencia
atacada (fl. 42, ídem).

1 Al respecto citaron las providencias de 1º jun. 2010, exp. 11002030002008-00825-00, y, 13 oct. 2011, exp. 11001-
02-03-000-2011-02100-00.

8
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

2. Recibida la mencionada actuación, en


providencia de 17 de enero del 2013 se admitió el escrito
principal y se dispuso que de aquél se corriera traslado a
Colciencias, Artimfer Ltda. y María Luisa Poveda de
Guevara (fls. 46 y 47, cit.), quienes se notificaron en debida
forma (fls. 70, 74 y 133, ib.).

3. El Departamento Administrativo de Ciencia,


Tecnología e Investigación –Colciencias-, se opuso a la
prosperidad del medio de impugnación extraordinario,
alegando en lo fundamental, que

los recurrentes dispusieron de suficientes oportunidades para


lograr que se aportaran al expediente las pruebas documentales
que pretendían hacer valer (…), pues el [referido] estudio (…) fue
pr[o]ferido en el año 2007 (…) [de igual forma, resaltó, que el
hecho de que la] carta de instrucciones para diligenciar espacios
en blanco, a [la] que se refiere el investigador sea una
reproducción fotomecánica (fotocopia) con firma autógrafa
del mismo obligado cambiario, en nada afecta la
exigibilidad y autonomía del título valor base de la
ejecución que es el pagaré contenido en la hoja de papel
documentario PO - 2824831, cuyo original se presentó con la
demanda. (…) [Además,] las nulidades procesales s[ó]lo son las
establecidas en los artículos 140 y 141 del C.P.C., (…) [l]o cual
implica que (…) s[ó]lo podrán tener validez y efectos en las
actuaciones que encajen a cabalidad en los parámetros de cada

una de las situaciones contempladas en dichos artículos (fls. 86

a 99, Cdno. Corte).

4. Al pronunciarse frente a las citadas excepciones,


los impugnantes reiteraron sus explicaciones y precisaron

9
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

que fue sólo hasta la notificación de la sentencia de


segunda instancia, esto es el 13 de enero de 2011, cuando
pudieron verificar el informe pericial del cual obtuvieron
copias auténticas el 21 de junio siguiente (fls. 143 a 150,
ibídem).

5. El trámite prosiguió con la apertura a pruebas


por auto de 29 de mayo de 2014 (fls. 152 y 153, ídem) y
luego de culminada la etapa de su recaudo, se concedió el
tiempo común a los intervinientes para alegar de conclusión
(fl. 420, cit.), lapso que fue empleado por ambos extremos
litigiosos (fls. 421 a 451, ib.).

IV. CONSIDERACIONES

1. Si bien el principio de la cosa juzgada se erige


como pilar esencial de la seguridad jurídica, el recurso de
revisión se concibió como un medio extraordinario para
remover la inmutabilidad de las decisiones judiciales
definitivas, en aras de preservar la supremacía de la justicia
cuando se configure alguna de las circunstancias que el
legislador estableció de manera taxativa en el artículo 380
del Código de Procedimiento Civil, que permiten infirmar las
sentencias que se hayan pronunciado sin contar con
documentos que hubieran modificado el criterio del fallador
y que por las razones allí consagradas no pudieron
aportarse en la oportunidad legal, así como, las obtenidas
fraudulentamente o con quebrantamiento del debido
proceso, e incluso, en la hipótesis del numeral 9º ibídem

10
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

donde se tutela la seguridad jurídica al impedir la


coexistencia de providencias contradictorias.

2. En esa medida, como medio de impugnación


extraordinario que es, tal instrumento procesal no
constituye un escenario de instancia en el que puedan
exponerse o debatirse las mismas pretensiones o
excepciones ventiladas y ya decididas a lo largo del proceso
en que se profirió la sentencia enjuiciada, pues en sí mismo
es un remedio extremo, concebido para conjurar
situaciones irregulares que en su momento distorsionaron
la sana y recta administración de justicia, hasta tal punto
que, de no subsanarse, se privilegiaría la adopción de
decisiones opuestas a dicho valor, en contravía de
principios fundamentales del Estado Social de Derecho.

Al respecto, esta Corporación ha sostenido de antaño


que este mecanismo

no franquea la puerta para tornar el replanteamiento de temas


ya litigados y decididos en proceso anterior, ni es la vía normal
para corregir los yerros jurídicos o probatorios que hayan
cometido las partes en litigio precedente, ni es camino para
mejorar la prueba mal aducida o dejada de aportar, ni sirve para
encontrar una nueva oportunidad para proponer excepciones o
para alegar hechos no expuestos en la causa petendi. Como ya
se dijo por la Corte, el recurso de revisión no se instituyó para
que los litigantes vencidos remedien los errores cometidos en el

proceso en que se dictó la sentencia que se impugna (CSJ SC,

24 abr. 1980, reiterada en SC6496-2015).

11
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

Igualmente, se ha señalado que en esta sede


únicamente tienen cabida las verdaderas novedades
procesales, es decir, aquellas «circunstancias que, en términos
generales, son extrínsecas o ajenas al proceso en el cual se profirió la

sentencia que por tal medio se impugna» y que «constituyen aspectos


novedosos frente a él, bien por haber tenido lugar con posterioridad al
pronunciamiento de aquélla, ora porque pese a antecederla, eran
ignorados por la parte que recurre, pues en una y otra hipótesis se
tiene en cuenta que su inexistencia o su desconocimiento redundó en la

adopción de una resolución injusta» (CSJ SC, 1º dic. 2000, Rad.

7754, reiterado en SC17395-2014).

3. Al tenor de lo preceptuado en el numeral 1º del


artículo 380 del Código de Procedimiento Civil, amerita la
revisión de la sentencia el hecho de «[h]aberse encontrado
después de pronunciada (…) documentos que habrían variado la
decisión contenida en ella, y que el recurrente no pudo aportarlos al
proceso por fuerza mayor o caso fortuito o por obra de la parte
contraria».

De donde se advierte que dicho mandato está


encaminado a proteger la eventualidad de la aparición
tardía de escritos cuyo poder demostrativo hubiese
determinado la variación del fallo inicialmente adverso al
recurrente, los cuales, por razones no atribuibles a la parte
interesada dejaron de allegarse en las fases probatorias
propias de las instancias; con otras palabras, no se trata de
revivir la inconformidad con las decisiones desfavorables,
promover un nuevo pronunciamiento de instancia, o,
constituirse como un sendero para introducir mejores
argumentos probatorios en detrimento del principio de la

12
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

preclusión de las etapas procesales, y por ende, de la cosa


juzgada.

Así las cosas, la antedicha premisa legal exige la


concurrencia simultánea de una pluralidad de requisitos
mínimos, como son:

a) [que][s]e trate de prueba documental; b) que dicha prueba, por


existir con la suficiente antelación, hubiese podido ser aportada
al proceso; c) que su ausencia de los autos haya sido debida a
fuerza mayor o caso fortuito, o a obra de la parte contraria (dolo),
favorecida con la sentencia; d) que el hallazgo se produzca
después de proferido el fallo; y e) que la citada prueba sea
determinante de una decisión diferente a la adoptada en él, es

decir, que sea trascendente (CSJ SC, 20 ene. 1995, Rad.

4717, reiterada en SC15029-2014).

4. En el asunto materia de juzgamiento, la


recurrente atribuyó la calidad de prueba documental
sobreviniente al informe pericial rendido por el Investigador
Criminalístico II de la Fiscalía General de la Nación el 9 de
marzo de 2007, pues a su juicio, de haberse conocido aquél
en el momento procesal oportuno, la Sala Civil del Tribunal
Superior de Bogotá D.C. hubiese desestimado las
pretensiones acogidas en la sentencia del 15 de diciembre
de 2010.

Para el efecto, se advierte que el mencionado dictamen


fue emitido en el curso de la denuncia que presentó Luis
Enrique Devis Echandía en calidad de representante legal
suplente de Dynaterm Ltda., en contra de Colciencias, tras

13
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

considerar, que tal entidad adulteró la carta de


instrucciones suscrita para diligenciar el pagaré con base
en el cual se instauró el proceso ejecutivo mixto que suscitó
el pronunciamiento atacado.

Así mismo, se destaca que la citada experticia


concluyó frente a la cuestionada autorización:
se trata de una reproducción o fotocopia, en la que se aprecian
características propias como son: falta de nitidez de los textos
impresos, los cuales carecen de brillo y esferas contenidas en la
tinta impresas, como es usual visualizarlos en los textos
impresos en los documentos originales, en la parte inferior de la
hoja se observa[n] manchones oscuros y el papel o sustrato se
encuentra acartonado, áspero, semi rígido, producto del calor al
momento de pasar por la fotocopiadora, perdiendo su
naturalidad de doblaje. Al observar la cifra “PQ2824831”
mediante los diferentes tipos de luces, filtros y aumentos ópticos,
no fue [posible] apreciar alguna característica propia de
adulteración o alteración, posiblemente visible en un documento
original. Solamente se contemplan alrededor de los números
algunas líneas y vestigios de tinta ilegibles. Es de mencionar que
(…) una copia fotostática o fotocopia puede omitir parte de un
trazo, reducción de márgenes y signos gráficos, los textos pueden
presentar ilegibilidad, e interrupción de líneas, dificultando
apreciar características intrínsecas o de fondo, así como
cualquier tipo de; alteraciones, adulteraciones, imitación, entre

otros (fls. 347 y 348, Cdno. Corte).

5. Dicho lo anterior, es claro para esta Corporación


que aunque los alegatos de los revisionistas satisfacen
algunos de los supuestos de hecho contemplados en la
norma analizada, pues en efecto, la prueba presentada

14
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

consiste en un documento originado en una fecha anterior


a aquella en la cual fungió el proveído atacado, en tanto
que, la primera data del 9 de marzo de 2007 y la segunda
es del 15 de diciembre de 2010, no es de recibo el
argumento de los impugnantes según el cual, ellos
conocieron dicho medio probatorio sólo en virtud de las
decisiones adoptadas por el ad quem, pues si bien es cierto
a partir de tales diligencias el Tribunal advirtió que se
incorporaron legajos procedentes de la Fiscalía a la
ejecución adelantada, también lo es, que dos de los aquí
interesados fueron los promotores de la causa penal antes
mencionada y, que al interior de ésta, la Fiscalía Seccional
119 les corrió traslado de tal experticia, en
pronunciamiento de 23 de marzo de 2007 (fl. 349, ibídem).

5.1. Así mismo, resulta inapropiada la precisión de los


inconformes referente a que la ausencia del antedicho
escrito en el plenario se encuentra justificada, pues, siendo
denunciantes, era su deber procesal vigilar el asunto penal
e informar al juez del proceso coercitivo lo que consideraran
pertinente en aras de derivar las consecuencias jurídicas
perseguidas, sin que exista la posibilidad de trasladar dicha
carga al ente acusador por mora en su gestión.

5.2. Ahora bien, en lo que concierne a la


trascendencia de lo concluido en el dictamen pericial, se
resalta que pese a que la carta de instrucciones es una
mera reproducción o fotocopia, tal condición no riñe con los
requisitos generales previstos en el artículo 488 del Código
de Procedimiento Civil para los títulos ejecutivos y mucho

15
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

menos con los consagrados en los artículos 621 y 709 del


Código de Comercio frente al pagaré, puesto que dicha
autorización no hace parte de éste, sino que se suscribe
como ilustración para diligenciarlo y, sólo cobra relevancia
en el evento en el que se alegue que lo dicho en la misma
resultó contrario a lo plasmado en el instrumento
cambiario.
A propósito de escritos como éste, esta Corporación ha
señalado:

[s]e admite entonces de manera expresa la posibilidad, por cierto


habitualmente utilizada, de crear títulos valores con espacios en
blanco para que, antes de su exhibición tendiente a ejercer el
derecho incorporado, se llenen o completen por el tenedor de
conformidad con las órdenes emitidas por el suscriptor. Ahora, si
una vez presentado un título valor, conforme a los requisitos
mínimos de orden formal señalados en el Código de Comercio
para cada especie, el deudor invoca una de las hipótesis
previstas en la norma mencionada [artículo 622 del Código de
Comercio] le incumbe doble carga probatoria: en primer lugar,
establecer que realmente fue firmado con espacios en blanco; y
en segundo, evidenciar que se llenó de manera distinta al pacto
convenido con el tenedor del título. Lo anterior aflora nítido si se
tiene en cuenta, conforme a los principios elementales de derecho
probatorio, que dentro del concepto genérico de defensa el
demandado puede formular excepciones de fondo, que no
consisten simplemente en negar los hechos afirmados por el
actor, sino en la invocación de otros supuestos de hecho
impeditivos o extintivos del derecho reclamado por el
demandante; (…) adicionalmente le correspondería al
excepcionante explicar y probar cómo fue que el documento se

llenó en contravención a las instrucciones dadas (CSJ STC, 30

16
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

jun. 2009, Rad. 01044-00 reiterada en STC1115-


2015).

5.3. Por último, la afirmación según la cual el


documento original pudo ser adulterado y tal manipulación
no se percibió con ocasión de la pericia por cuanto dicho
análisis se restringió a una fotocopia, resulta ser una
premisa carente de valor demostrativo que además no
reviste importancia alguna en este escenario procesal.

5.4. De lo expuesto se desprende entonces, que


además de que los planteamientos de los aquí demandantes
fueron desestimados, aquéllos no guardan correspondencia
con la exigencia legal invocada, ni con las interpretaciones
ya referidas, siendo procedente concluir que no se
estructura la causal estudiada.

6. Frente al reproche de los inconformes, de cara al


numeral 8º del artículo 380 ídem, procede la revisión por
«[e]xistir nulidad originada en la sentencia que puso fin al proceso y

que no era susceptible de recurso». Dicho canon contempla dos

requisitos, a saber: i) que la invalidez se origine en la


decisión de fondo, lo que excluye, en consecuencia,
cualquier causa de anulación que se presente durante el
trámite del proceso; y ii) que contra dicha providencia no
sea procedente ningún otro medio de impugnación.

Con todo, aunque inicialmente se estableció que «la


causa de nulidad no puede ser distinta de las que establece el artículo
140 del C. de P. C., pues el recurso de revisión no es campo propicio

17
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

para expandir las razones que el legislador estableció» (CSJ SC, 13

ene. 2007, Rad. 2001-00211-01), es cierto que se viene


mencionando doctrinaria y jurisprudencialmente, que
también hay lugar a revisión por causales de nulidad
originadas en la sentencia.

7. Lo anterior es claro frente a otros hechos que


pueden producir nulidad y que se han señalado antes, pero
como se anticipó, los demandantes sostuvieron que el
proveído reprochado es nulo por deficiencias graves de
motivación, en cuanto la referida Colegiatura ordenó seguir
adelante con la ejecución sin tener en cuenta que el escrito
mediante el cual se autorizó el diligenciamiento del pagaré
que la soporta es una simple fotocopia, resulta propicio
indicar que, aunque en algunas providencias se
mencionaron a manera de ejemplo hechos que podrían
configurar nulidad originada en la sentencia y que
realmente no se encuentran previstos en forma taxativa en
el ordenamiento jurídico, es el momento para dejar
esclarecido que para el caso de la nulidad invocada no
resulta procedente alegar como fuente la indebida
motivación o las deficiencias que pudiera encontrarse en
este aspecto en la sentencia recurrida extraordinariamente,
pues esta acusación no solo es inexistente como causal de
nulidad, sino que podría llevar al fallador a otra revisión de
los hechos constituyendo una nueva instancia, lo cual es
ajeno al recurso de revisión.

Por lo tanto, los recurrentes erraron al pretender


encuadrar los fundamentos de hecho y de derecho

18
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

expuestos en la providencia del 15 de diciembre de 2010 a


uno de tales supuestos, pues como se insistió a propósito
del motivo de revisión antes analizado, la controvertida
orden tuvo lugar en virtud del pagaré No. 2824831,
documento que contiene por sí mismo obligaciones claras,
expresas y exigibles y la calidad de original o fotocopia de la
carta de instrucciones para nada incide en la motivación, y
mucho menos con capacidad y carácter de alcanzar a ser
motivo de anulación. Por esa razón resulta inexistente el
cargo propuesto contra la sentencia recurrida.

8. Como conclusión de lo discurrido, se tiene que


los planteamientos de los aquí demandantes no guardan
correspondencia con las exigencias legales invocadas, ni
con las interpretaciones ya referidas, por tanto, se impone
denegar el mecanismo excepcional.

V. DECISIÓN

En armonía con las consideraciones precedentes, la


Corte Suprema de Justicia, en Sala de Casación Civil,
administrando justicia en nombre de la República y por
autoridad de la ley, RESUELVE:

PRIMERO.- Declarar infundado el recurso


extraordinario de revisión propuesto por Dynaterm Ltda.,
Luis Enrique Devis Echandía y Jacqueline Elvira Cantillo
Ramírez contra la sentencia descrita en el encabezamiento
de esta providencia.

19
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

SEGUNDO.- Condenar a los impugnantes en costas,


y al pago de los perjuicios causados en el trámite del
mecanismo excepcional que en esta providencia se decide,
en favor del Instituto Colombiano para el Desarrollo de
la Ciencia y la Tecnología Francisco José de Caldas hoy
Departamento Administrativo de Ciencia y Tecnología e
Innovación –Colciencias-. En la liquidación de aquéllas
inclúyase la suma de $3’000.000,oo como agencias en
derecho; la tasación de los segundos se hará mediante
incidente según lo establecido en el artículo 384 del Código
de Procedimiento Civil. En caso de ser necesario para los
anteriores efectos, se tendrá en cuenta la póliza judicial
constituida en el proceso (fl. 39, Cdno. Corte), para lo cual
la Secretaría librará los oficios y expedirá las copias
correspondientes a costa del interesado.

TERCERO.- Cumplido lo anterior, devuélvase el


expediente al juzgado de origen, a excepción de la actuación
relativa al recurso de revisión. Ofíciese.

CUARTO.- Archivar, en su momento, el expediente


aquí conformado.

Cópiese, notifíquese y cúmplase.

ALVARO FERNANDO GARCIA RESTREPO


Presidente de Sala

20
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

MARGARITA CABELLO BLANCO


Aclaración de voto

FERNANDO GIRALDO GUTIÉRREZ


Aclaración de voto

AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

LUIS ALONSO RICO PUERTA

ARIEL SALAZAR RAMÍREZ

LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA

21
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

MAGISTRADA MARGARITA CABELLO BLANCO

ACLARACIÓN DE VOTO

Radicación n.° 11001-02-03-000-2012-00981-01

Bogota D. C., diecinueve (19) de diciembre de dos mil


dieciséis (2016).

Esta aclaración de mi voto a la decisión sólo se dirige a


los argumentos adoptados para descartar la procedencia del
motivo establecido en el numeral octavo del artículo 380 del
Código de Procedimiento Civil, según el cual, es causal de
revisión “existir nulidad originada en la sentencia que puso
fin al proceso y que no era susceptible de recurso”. A ello
procedo no sin antes expresar mi respeto por la opinión de
la que discrepo.

1. El recurso de revisión se plantea con base en dos


causales con las cuales el impugnante pretende desquiciar
la sentencia proferida por el Tribunal Superior de Bogotá
dentro de un proceso ejecutivo mixto en el que se cuestionó
la autenticidad de la carta de instrucciones para el
diligenciamiento del pagaré base de la ejecución. En cuanto

22
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

a la causal octava, se lee en la demanda de revisión que la


nulidad originada en la sentencia la concreta el recurrente
en que el sentenciador emitió su fallo “desconociendo el
hecho palmario de que la carta de instrucciones del pagaré
era una simple y vulgar fotocopia” (f. 23, c. Corte) lo que
-arguye- entraña una grave deficiencia pues se evade el
presupuesto básico de los procesos ejecutivos, defecto que
hace encuadrar la procedibilidad del recurso por la causal
octava cuando se advierten en la sentencia “deficiencias
graves de motivación”.

La mayoría considera, frente a esa crítica, que “es el


momento para dejar esclarecido que para el caso de la
nulidad invocada no resulta procedente alegar como fuente
la indebida motivación por las deficiencias que pudiera
encontrarse en este aspecto en la sentencia recurrida
extraordinariamente, pues esta acusación no sólo es
inexistente como causal de nulidad sino que podría llevar el
fallador a otra revisión de los hechos constituyendo una
nueva instancia, lo cual es ajeno el recurso de revisión”. Y
refrenda la tesis del Tribunal en virtud de la cual el título
valor base de la ejecución es título ejecutivo sin que la carta
de instrucciones, en original o en copia, incida en esa
motivación a punto tal de que sea causa de anulación.

La suscrita estima que, a más de que el asunto fue


ampliamente debatido en las instancias, y el argumento
final es contundente para desestimar de un tajo el
cuestionamiento, la deficiencia grave en las motivaciones de

23
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

un fallo, sí puede estructurar una causal de nulidad que se


origina en la sentencia.

En efecto, a poco de haberse expedido el Código de


Procedimiento Civil, aplicó la Corte la regla según la cual no
hay nulidad sin texto que la contemple (SR del 18 jul 1974,
GJ TCXLVIII, n°s 2378 a 2389, pág. 185) y en
consecuencia, indicó y así lo ha venido reiterando, que los
motivos para dejar sin efectos una sentencia son aquellos
que, con carácter taxativo, establece el estatuto procesal
mencionado.

Pero puede registrarse, como lo hace constar la


decisión cuyo voto aclaro, que la misma Corporación se ha
separado de esa jurisprudencia, pues ha considerado otros
contados motivos para invalidar sentencias a pesar de no
estar contemplados, a lo menos de manera explícita, en el
artículo 140 del cpc, entre ellos, la falta de motivación. En
pretéritas ocasiones2 exigía que esa ausencia fuese total o
radical, al paso que en época más reciente, sobre todo a
partir de la sentencia de revisión del 29 de agosto de 2008
(SR-085-2008), la morigeró pues, dijo, siendo coherente
demás con lo que se ha venido afirmando en sede de tutela,
que
2 ‘Para que sea posible hablar de falta de motivación de la sentencia como vicio invalidativo del
proceso, se requiere que aquella sea total o radical’. O sea que, se aclaró a renglón seguido, puede ser
perfectamente posible ‘que en un caso dado a los razonamientos del juzgador les quepa el calificativo
de escasos o incompletos -o impertinentes, se agrega ahora- sin que por tal razón sea dable concluir
que la sentencia adolece de carencia de fundamentación. Esto, por supuesto, se explica no sólo porque
lógicamente se está en frente de conceptos distintos (una cosa es la motivación insuficiente y otra la
ausencia de motivación), sino también porque en la práctica no habría luego cómo precisar cuándo la
cortedad de las razones es asimilable al defecto de las mismas, y cuándo no lo puede ser (SC. del 29 de
abril de 1988, repetida en numerosas sentencias, como en la SC. del 12 de noviembre de 1998,
Expediente No. 5077, S. C. de 1 de septiembre de 1995 Exp. No. 4219, sentencia del 29 de agosto de
2008, Exp. No. 11001-0203-000-2004-00729-01, sentencia del 29 de junio de 2012, 11001-3103-016-
2001-00044-01, entre otras).

24
Rad. No. 11001-02-03-000-2012-00981-00

…parece necesario dejar sentado como premisa, que no basta la


presencia objetiva de argumentos en la sentencia para que el fallo
quede blindado y a resguardo de la nulidad, pues la mirada debe
penetrar en la médula misma del acto de juzgamiento, para averiguar
si la motivación puesta apenas tiene el grado de aparente, y si de ese
modo puede encubrir un caso de verdadera ausencia de motivación;

Esta nueva orientación corresponde más al efecto


protector que desde la Constitución de 1991 se imprimió a
los derechos fundamentales, en particular al debido
proceso, y que tiene hondo calado en el ordenamiento
procesal, razón por la cual considero que debe ser
refrendada.

En suma, en mi opinión, la falta de motivación, o la


deficiencia grave de motivación, en los términos que la
jurisprudencia ha venido perfilando, no debe ser
considerada como una inexistente causal de nulidad, tal
como lo dice el fallo.

En los anteriores términos dejó sentado mi criterio.

Margarita Cabello Blanco


Magistrada

25

Вам также может понравиться