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I.- LA AUTORIDAD INSTITUCIONAL DEL ESTADO.

La actividad del Estado se origina en el conjunto de operaciones, tareas o


facultades para actuar -Jurídicas, materiales y técnicas-«, que le corresponden
como persona jurídica de derecho público y que realiza por medio de sus
órganos. Las actividades jurídicas del Estado están encaminadas a la creación y
cumplimiento de la ley las actividades materiales son simples: desplazamientos de
la, voluntad y las actividades técnicas son las actividades subordinadas a
conocimientos técnicos o científicos. El Estado es un producto social, una obra
humana que se integra a lo: largo de un proceso histórico, pletórico de luchas
sociales y de intensa transformación de los grupos. El determinar 10 que el Estado
pueda hacer, es materia de disciplinas diversas. Que comprenden la totalidad de
la vida humana. Es necesario, por tanto, la determinación de cuál debe ser la
extensión y los modos para realizar los fines del Estado.

En principio, toda finalidad que se atribuya al Estado, en una forma u otra, directa
o indirecta, viene a afectar los intereses de los particulares, como dos círculos
concéntricos que guardan una relación de necesidad. El problema más grave de la
sociedad moderna es la determinación de la situación del hombre frente al Estado,
materia que preocupó a Spencer en el siglo pasado

En las sociedades de tipo liberal, la acción del "Estado gendarme" se redujo a


meras actividades de vigilancia, dejando a la libre iniciativa particular su fuerza
creadora. En una sociedad compleja como la moderna, en continuo crecimiento
demográfico y con los elementos reducidos que satisfacen sus necesidades, el
Estado-providencia ve aumentada considerablemente su esfera de acción. Esto
plantea problemas tan decisivos como el de saber si en el futuro se llegará a
eliminar el interés individual, frente a las exigencias apremiantes de los intereses
sociales, como en la sociedad colectivista, o el Estado logrará finalmente
encontrar en el Estado democrático federal, una forma armoniosa de transacción
en que se mantenga el equilibrio entre la acción particular y la acción pública," Los
fines se incorporan al orden jurídico, es lo que Hartmann ha llamado el arte de
transformar tendencias sociales en formas jurídicas.

Cuando una corriente de opinión precisa un camino, se requiere organizarlo en


fines, clasificarlos en órganos, proveerlos de medios, para que puedan ser
cumplidos en bien de la comunidad. Una vez reconocidos como principios
jurídicos, es entonces cuando hablamos de atribuciones, funciones, competencia,
jurisdicción, prerrogativas, facultades, derechos, poderes jurídicos y otras
denominaciones. Múltiples han sido los esfuerzos de los científicos para dotar al
derecho administrativo de una base general y de una terminología apropiada
1.- LA ACTIVIDAD DEL ESTADO CONTEMPORÁNEO.

A) LOS FINES DE LA ORGANIZACIÓN POLÍTICO ADMINISTRATIVO.

Para especular acerca de los temas generales del derecho administrativo


tomamos como punto de partida el problema de los fines del Estado. Aunque esta
materia corresponde a la Ciencia Política debemos referirnos con brevedad, a
algunos de los aspectos del problema teleológico. Esto nos lleva a determinar cuál
es la actividad general del Estado, es decir, lo que debe hacerse de acuerdo con
el orden jurídico imperante en un país. El Estado es una obra colectiva y artificial,
creada para ordenar y servir a la sociedad. Su existencia se justifica por los fines
que históricamente se le viene asignando. El Estado existe para realizar esos fines
y se mantendrá en tanto se le encomienden esas metas.

El fin histórico-político es la razón por la que se integra un complejo de


actividades; la idea de fin tiene el significado de intención, de objetivo o de
voluntad dirigida. Dice R. Van Ihering: "En el dominio del Derecho nada existe más
que por el fin, el derecho todo, no es más que una creación del fin." El Estado no
debe ser una facción que gobierna con exclusividad, ni una organización al
servicio de grupos privilegiados. Su finalidad es servir a todos sin excepción,
procurando mantener el equilibrio y la justa armonía de la vida social. La idea del
interés público es determinante en las instituciones políticas.

Favorecer a un grupo con detrimento de otro, es crear profundas desigualdades


sociales, que el Estado debe empeñarse en hacerlas desaparecer o a lo menos
atenuarlas. Si del campo jurídico pasamos al dominio jurídico-político nos
encontramos que el Estado es el ordenamiento total, en un determinado territorio,
y regulado por fines que son el resultado de un proceso histórico.

La actividad del Estado, es decir, lo que el Estado debe hacer, se, define por el
conjunto de normas que crean árganos, fijan su funcionamiento y los fines que
deben alcanzar. La exigencia lógica del Estado se precisa por los fines o
propósitos que una sociedad organizada le ha venido señalando de acuerdo con
su propia naturaleza.

El Estado no debe tener otros fines que los de la sociedad, aunque ciertos fines
forman tareas u operaciones técnicas de su actividad para facilitar o preparar el
cumplimiento de los fines que se llevan a cabo en forma exclusiva o de facultades
concurrentes con los particulares. No nos referimos a todos los fines sociales, sino
a los fines objetivos del Estado. La sociedad conserva un campo extenso de
actividades bajo la vigilancia y estímulo del Estado. Esa inmensa actividad
privada, se puede resumir diciendo que el individuo) dentro del orden jurídico)
puede hacer todo) con excepción de lo que la Ley le prohíbe. Su capacidad
generales la regla, la prohibición, el límite de su acción.

No debemos considerar fines auténticos del Estado los que se apartan de su


elevada misión. Como en el caso de las dictaduras, gobiernos autoritarios que se
proponen fines de conquista, de agresión o fines contrarios a la libertad. Nada más
absurdo y contrario a las ideas modernas que las misiones históricas, o pueblos
predestinados, por las que un Estado se erige en rector de los destinos de otros
pueblos.

Para esta finalidad indebida han surgido doctrinas políticas como el fascismo, el
nacional socialismo, que tienen a la libertad como enemigo y pervierten y disfrazan
las tradiciones más hondas de un pueblo. Una actitud que cae en el campo de la
patología política que por lo regular aparece en los momentos de transición y
desconcierto de los pueblos!" La teoría de los fines domina totalmente la vida del
Estado, porque el engranaje jurídico que lo caracteriza tiene una finalidad "que
explica la razón de ser de la norma misma y que va más allá del simple hecho de
la positividad" los fines del Estado están 'contenidos en el cuadro del orden
jurídico de un país, en principio en la estructura constitucional y en la legislación
ordinaria y reglamentaria.

B) LAS FUNCIONES DEL ESTADO.

Íntimamente relacionado con el concepto de atribuciones del Estado, encontramos


el de las funciones del mismo. En la práctica se usan indistintamente esos
términos; pero ellos hacen referencia a nociones diferentes, por lo que es preciso
darles su significación exacta. El concepto de atribuciones comprende el contenido
de la actividad del Estado; es lo que el Estado puede o debe hacer. El concepto de
función se refiere a la forma de la actividad del Estado. Las funciones constituyen
la forma de ejercicio de las atribuciones.

Las funciones no se diversifican entre sí por el hecho de que cada una de ellas
tenga contenido diferente, pues todas pueden servir para realizar una misma
atribución. Será fácil apreciar la relación que guardan las atribuciones con las
funciones legislativa, administrativa y judicial, estudiando el papel que juega cada
una de las últimas en la realización de las primeras.

1. Respecto a las atribuciones que se refieren a la reglamentación de las


actividades de los particulares, la función legislativa constituye el medio de realizar
esa regulación, puesto que ella se hace por normas generales de derecho. La
función administrativa interviene muy poco en esta categoría.

Sin embargo, pueden señalarse varios casos en que es notable esa intervención:
a) En primer término y tratándose de relaciones familiares, es por medio de
funciones administrativas que se presta el servicio del registro civil que da validez,
publicidad y certidumbre a esas relaciones.

b) De igual .manera, los registros de propiedad y de comercio, cuyas actuaciones


son también administrativas, constituyen medios adecuados para dar estabilidad a
las relaciones privadas.

c) El servicio notarial, impuesto como forzoso en unos casos y voluntario en los


demás, constituye otra de las formas en que la función administrativa interviene
con motivo de las atribuciones de que venimos hablando. La intervención de la
función administrativa va creciendo a medida que la legislación civil se va
transformando de supletoria en imperativa. Por lo que hace a la función
jurisdiccional, constituye también otro de los medios de que el Estado se vale para
ejercitar sus atribuciones de reglamentación de la actividad privada. En efecto, en
las relaciones entre particulares surgen numerosos conflictos a cuya resolución el
Estado debe proveer para hacer respetar la reglamentación que ha hecho de esas
relaciones. El medio para conseguir ese resultado es la función jurisdiccional.

En cuanto al fomento, limitación y vigilancia de la actividad de los particulares, que


constituyen una segunda categoría de atribuciones, la función legislativa es el
medio de crear la competencia de los agentes públicos para realizar esos actos de
fomento, limitación y vigilancia determinando, por medio de normas generales, en
qué deben consistir estos actos y cuál es la situación jurídica de los particulares a
quienes afectan.

La función administrativa tiene aquí un amplio campo de acción. El fomento, la


limitación y la vigilancia son actos que necesariamente deben tener un alcance
concreto, individual. El otorgamiento de una subvención, el cobro de un impuesto,
la realización de un acto de beneficencia constituyen actos que determinan
situaciones jurídicas individuales. El control de los actos particulares, por medio de
la vigilancia que sobre ellos se tenga, es un acto material que forma parte de la
función administrativa. Lo mismo ocurre con el otorgamiento de licencias y
permisos para desarrollar una "actividad especial, pues esos actos condicionan la
aplicación de regímenes generales, creados de antemano, a un caso individual.

Por último, todos estos actos pueden dar lugar a conflictos y para ese caso la
función jurisdiccional, resolviendo esos conflictos constituye otro de los medios de
que el Estado se vale para realizar esta segunda categoría de atribuciones.

La tercera categoría de atribuciones en la clasificación adoptada es la relativa a la


sustitución total o parcial del Estado a la actividad de los particulares o la
combinación con esta última. Aquí también es la función legislativa un medio para
desarrollar esas atribuciones; ella se encarga de organizar las empresas que el
Estado ha de asumir, la competencia de los agentes públicos en esas empresas, y
la situación de los particulares que se han de relacionar con ellas. La función
administrativa es otro de los medios de que el Estado se vale para realizar las
mismas atribuciones, pues el funcionamiento de las empresas se verifica por actos
materiales y jurídicos de alcance individual.

Por último, como también pueden surgir conflictos con motivo del ejercicio de
estas actividades, la función jurisdiccional está llamada igualmente a intervenir. El
estudio de la teoría de las funciones del Estado requiere como antecedente
indispensable el conocimiento, aunque sea en forma sumaria, de la teoría de la
división de Poderes que es de donde aquélla deriva. La división de Poderes,
expuesta como una teoría política necesaria para combatir el absolutismo y
establecer un gobierno de garantías, se ha convertido en el principio básico de la
organización de los Estados constitucionales modernos.

Desde dos puntos de vista puede examinarse esa teoría:

a) respecto a las modalidades que impone en el ordenamiento de los órganos del


Estado, y

b) respecto de la distribución de las funciones del Estado entre esos órganos.

Desde el primer punto de vista, la separación de Poderes implica la separación de


los órganos del Estado en tres grupos diversos e independientes unos de otros.
Cada uno de ellos constituido en forma que los diversos elementos que lo integran
guarden entre sí la unidad que les da el carácter de Poderes.

Cumpliendo con esas exigencias, las Constituciones modernas han establecido


para el ejercicio de la soberanía el Poder Legislativo, el Judicial y el Ejecutivo,
cada uno de ellos con su unidad interna adecuada a la función que ha de
desempeñar, diversos entre sí, y sólo han discrepado de la teoría, por la tendencia
a crear entre dichos Poderes las relaciones necesarias para que realicen una labor
de colaboración y de control recíproco. 'Desde el segundo punto de vista, la
separación de Poderes impone la distribución de funciones diferentes entre cada
uno de los Poderes; de tal manera, que el Poder Legislativo tenga atribuido
exclusivamente la función legislativa; el Poder Judicial, la función judicial, y el
Poder Ejecutivo, la administrativa. La legislación positiva no ha sostenido el rigor
de esta exigencia, y han sido necesidades de la vida práctica las que han
impuesto la atribución a un mismo Poder de funciones de naturaleza diferente.
Esta última afirmación significa la necesidad de clasificar las funciones del Estado
en dos categorías:

a) Desde el punto de vista del órgano que la realiza, es decir, adoptando un


criterio formal, subjetivo u orgánico, que prescinde de la naturaleza intrínseca de la
actividad, las funciones son formalmente legislativas, administrativas o judiciales,
según que estén atribuidas al Poder Legislativo, al Ejecutivo o al Judicial, y

b) Desde el punto de vista de la naturaleza intrínseca de la función, es decir,


partiendo de un criterio objetivo, material, que prescinde del órgano al cual están
atribuidas, las funciones son materialmente legislativas, administrativas o
judiciales según tengan los caracteres que la teoría jurídica ha llegado a atribuir a
cada uno de esos grupos.

Normalmente coinciden el carácter formal y el carácter material de las funciones, y


así vemos cómo las funciones que materialmente tienen naturaleza legislativa,
administrativa y judicial, corresponden respectivamente a los Poderes Legislativo,
Ejecutivo y Judicial. Pero excepcionalmente puede no existir esa coincidencia y
encontrarse, como lo demostrarán los ejemplos que más adelante se estudiarán,
funciones que materialmente son administrativas o judiciales atribuidas al Poder
Legislativo, de la misma manera que los otros dos Poderes tienen, entre sus
funciones, algunas que por naturaleza no debieran corresponderles si se
mantuviera la coincidencia del criterio subjetivo con el objetivo.

Esta circunstancia es precisamente la que impone la adopción de dos puntos de


vista diferentes para apreciar las funciones del Estado, pues, como vamos a ver
más adelante, la eficacia de éstas se regula a la vez por el criterio formal, o sea
por el carácter del órgano que las realiza, y por el material, o sea por el contenido
mismo de la función.

Las funciones del Estado, consideradas con independencia del órgano que las
realiza, se exteriorizan por medio de actos de distinta naturaleza: unos que
producen consecuencias jurídicas y otros que sólo producen consecuencias de
hecho. En efecto, el Estado al expedir leyes, dictar sentencias, dar órdenes
administrativas, afecta el orden jurídico existente. Cuando construye carreteras,
moviliza la fuerza pública, planifica, transporta mercancías y correspondencia,
imparte enseñanza o servicios de asistencia, está realizando simples actos
materiales. Por lo mismo, para poder apreciar la naturaleza intrínseca de los
diversos actos que el Estado realiza, es indispensable partir del estudio de la
teoría que se ha venido elaborando en la doctrina, de los actos jurídicos y de los
actos materiales. . El acto jurídico se ha definido como un acto de voluntad cuyo
objeto es producir un efecto de derecho, es decir, crear o modificar el orden
jurídico. El acto jurídico se distingue del hecho jurídico y del acto material. El
hecho jurídico está constituido, bien por un acontecimiento natural al que la ley
vincula ciertos efectos de derecho, como el nacimiento, la muerte, etc., o bien por
un hecho en el que la voluntad humana interviene y en el que el orden jurídico
entra en movimiento, pero con la diferencia respecto del acto jurídico de que ese
efecto de derecho no constituye el objeto de la voluntad. Así, por ejemplo, en el
delito hay un hecho voluntario, pero la voluntad no persigue la creación de una
situación jurídica, a pesar de lo cual ésta se origina al convertir a su autor en
delincuente sujeto a la ley penal.

Los hechos jurídicos constituyen solamente la condición para que se apliquen


normas jurídicas generales preexistentes. El acto material, por su parte, está
constituido por hechos naturales o voluntarios que no trascienden al orden jurídico.
En ellos no sólo falta como en los hechos jurídicos, la intención de engendrar,
modificar o extinguir una situación de derecho, sino que tampoco existe una norma
jurídica general cuya aplicación se condicione por ellos. Así, el profesor de una
escuela al dar su lección, el médico de la asistencia pública que cura un enfermo,
no están ejecutando ni un acto ni un hecho jurídico: están realizando una
manifestación de inteligencia o una habilidad manual que no trasciende al orden
jurídico; están, por eso mismo, realizando un acto material.

Se ha hecho en la doctrina una doble clasificación de los actos jurídicos: la que se


basa sobre el efecto jurídico del acto y la que .se funda en las modalidades que
reviste la manifestación de la voluntad.

Estudiando en primer término la clasificación de los actos jurídicos en razón del


efecto que producen, es necesario antes que todo precisar en qué consiste el
orden jurídico que se afecta por virtud de dichos actos. El orden jurídico está
constituido por el conjunto de situaciones también de carácter jurídico, que existen
en un momento dado en un medio social determinado. Las situaciones jurídicas, a
su vez, están constituidas por un conjunto de derechos y obligaciones. Pueden
estar constituidas por facultades y deberes que se aplican indistintamente a todos
los individuos que se encuentran en igualdad de condiciones, o bien por derechos
y obligaciones, que sólo se aplican a un individuo determinado.

Así, por ejemplo, la situación jurídica de propietario es la misma,


independientemente de quien sea el dueño de una cosa. Los derechos y
obligaciones que tiene un propietario no varían de persona a persona. La situación
jurídica del empleado público no se altera variando la persona encargada del
empleo. Por el contrario, la situación jurídica en que se encuentra el sentenciado
por violación a una ley penal, es diversa para cada individuo. Las obligaciones y
derechos que nacen de un contrato, se concretan en cada caso, en cuanto a
extensión y contenido, a determinadas personas.

2.- LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA FEDERAL.

La administración pública federal en México, comprende la totalidad de los


organismos estatales que ejercen el poder ejecutivo en dicho país. Comprende
tanto a los organismos centralizados como los paraestatales. Se encuentra
encabezada por el presidente de México, seguido por los titulares Secretarios de
Estado de México.

Su existencia se encuentra prevista constitucionalmente por el artículo 90 de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y reglamentada por la Ley
Orgánica de la Administración Pública Federal. Es un concepto de derecho
administrativo que comprende tanto a los organismos que conforman dicha
estructura como las funciones jurídicas y el poder político que ejercen.

Con las Siete Leyes Constitucionales de 1836, que convirtió a México en una
república centralista, instauró como órgano supremo en el ejercicio político y
administrativo del país al Supremo Poder Conservador un órgano colegiado
integrado por cinco personas, que tenía superioridad jerárquica sobre los tres
poderes, incluso del ejecutivo, el cual, permanecía a cargo de un presidente. Se
ratificó el mismo número de secretarías, pero se les llamó "ministerios" y se
modificaron sus denominaciones y funciones, ya que lo relativo a los asuntos de
justicia y negocios eclesiásticos se integró a las funciones del ministro del interior y
las funciones de relaciones exteriores se separaron para formar un solo ministerio,
quedando así los cuatro ministerios: del Interior; de Relaciones Exteriores; de
Hacienda; y de Guerra y Marina. Posteriormente, en 1841 los ministerio de exterior
y del interior se reintegrarían en el "Ministerio de Relaciones Interiores y
Exteriores" y el espacio vacío fue ocupado por uno nuevo denominado "Ministerio
de Instrucción Pública e Industria", que sería el antecedentes de futuros
ministerios y secretarías de educación.

Integración

Presidencia de la República

Secretarías de estado

Las secretarías de estado son las dependencias administrativas que auxilian al


presidente de México en sus funciones, encabezadas por un titular denominado
"secretario", quién es nombrado directamente por el presidente. La Constitución
de México prevé a las secretarías de estado en sus artículos 89 fracción II y 90 a
93.
El número y denominación de las secretarías de estado de México se encuentran
determinados por la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal en su
artículo 26, el cual, conforme al texto establecido en la reforma más reciente de
enero de 2013, prevé, junto con la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal, la
existencia de 18 secretarías de estado:

 Secretaría de Gobernación (SEGOB).


 Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
 Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
 Secretaría de Marina (SEMAR)
 Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
 Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL).
 Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
 Secretaría de Energía (SENER).
 Secretaría de Economía (SE)
 Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación (SAGARPA).
 Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
 Secretaría de Educación Pública (SEP).
 Secretaría de Salud (SS).
 Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
 Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU).
 Secretaría de Turismo (SECTUR).
 Procuraduria General de la República (PGR).
 Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal (CJEF).

Departamentos administrativos

La dirección es una actividad que está revestida de tres grandes variables que
atienden integralmente: - Gestión de la incertidumbre - Estructura compleja de la
empresa - Variabilidad de las condiciones del entreno de las empresas

Primero: comportamiento o atributos de los participantes de una organización.


Segundo: funciones o características de los diversos segmentos de la empresa.
Tercero: características o acciones de la organización.

"No es el entorno perse lo que cuenta, sino la capacidad de organización para


hacer frente al mismo (predecirlo, comprenderlo, enfrentarse con su diversidad y
reaccionar rápidamente ante el) La dirección no se preocupa de como la
organización se mueve sino también como anticipa sus comportamientos para
conducirse hacia el éxito. Estoy de acuerdo con esto debido a que los cuatro
procesos de la administración van de la mano y estas deben de estar preparadas
para cualquier movimiento, es así como la globalizan consume a las empresas
que no están preparadas y esto debe ser importante porque gracias a que se
puede adaptar a los cambios las empresas siguen y logran alcanzar el éxito.

Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal

El consejero jurídico del gobierno estará a cargo de la dependencia del ejecutivo


federal que establezca la ley. Es el conducto para representar a la federación en
los asuntos en que esta sea parte. Es la vía para que el ejecutivo federal
promueva acciones de inconstitucionalidad en contra de normas generales de
carácter federal y de las entidades federativas.

Organismos descentralizados

Los organismos descentralizados se encuentran regulados por la Ley Orgánica de


la Administración Pública Federal como por la Ley Federal de Entidades
Paraestatales.

Algunos ejemplos importantes son:

Banco Nacional del Ejército (Banjercito): Misión: "Proporcionar el servicio de


Banca y Crédito a un sector estratégico de la sociedad: los miembros del Ejército,
Fuerza Aérea y Armada de México, y al público en general. " Visión: "Ofrecer a los
miembros de las Fuerzas Armadas una Institución sólida desde el punto de vista
financiero y operativo, con compromiso y calidad en el servicio, cuyo quehacer
logre incrementar su bienestar bajo estrictos criterios de rentabilidad acordes con
su ubicación en el Sistema Financiero. " Objetivo: "Alcanzar el máximo de
eficiencia en la prestación de nuestros servicios de Banca y Crédito, bajo
condiciones de oportunidad, rentabilidad y excelencia en la atención de los
clientes. "
3.-LA TEORÍA DEL SERVIDOR PÚBLICO.

La Teoría del Servicio Público desde sus orígenes en Francia en la segunda mitad
del siglo XIX hasta nuestros días, ha tenido una importante influencia en Colombia
y en el mundo occidental. Se analizan sus orígenes, su naturaleza, evolución y
vigencia, sus tendencias y sus contradicciones actuales, su práctica en el contexto
internacional de las transformaciones ideológicas, políticas y económicas de las
últimas tres décadas y su aplicación actual en las telecomunicaciones. Los
elementos democráticos de la teoría del Servicio Público recobran vigencia para el
rescate de lo público, de la prestación directa delos servicios públicos esenciales
por parte del Estado, la utilización del derecho administrativo y la jurisdicción
contencioso administrativa para resolver sus conflictos y como alternativa a las
concepciones privatistas y mercantilistas predominantes. En la parte
correspondiente de la investigación realizada, se integraron los métodos histórico
y lógico, el análisis y la síntesis; se utilizaron las fuentes primarias y las
secundarias y se hizo análisis documental.
Los servicios públicos, por estar destinados a la satisfacción de necesidades de
carácter general, vienen a ser actividades también muy importantes, mismas que,
tratándose de servicios públicos propiamente dichos, están atribuidas a la
administración pública, quien las puede realizar directamente, o de manera
indirecta por medio de particulares, bajo un régimen jurídico especial exorbitante
del derecho privado.

En su esencia, el servicio público entrada la aspiración solidaria de poner al


alcance de todo individuo, al menor costo posible y bajo condiciones que
garanticen su seguridad, el aprovechamiento de la actividad técnica satisfactoria
de la necesidad de carácter general, en la que cada quien puede identificar su
propia necesidad individual; mas esta idea no surge súbitamente, sino que resulta
ser producto de un laborioso proceso teórico de elaboración en el que coparticipan
la legislación, la jurisprudencia y la doctrina.

1. Principales vertientes teóricas sobre el servicio público

Respecto del servicio público se han elaborado muchas teorías y propuesto un


gran número de definiciones, la similitud existente entre muchas de ellas permite
advertir cuatro grandes vertientes en la formulación de la noción de servicio
público, cada una de las cuales le asigna desigual dimensión y distinto peso; en
razón de la importancia que confieren al servicio público, tratamos de resumirlas a
continuación en orden decreciente.

a) Teoría propuesta por León Duguit, que considera al servicio público como toda
actividad que deba ser asegurada, reglada y controlada por los gobernantes.

b) Teoría formulada por Gastón Jaze, conforme a la cual el servicio público viene a
ser toda actividad de la administración pública.

c) Teoría promovida por Maurice Hauriou, que entiende al servicio público como
una parte de la actividad de la administración pública.

d) Teorías que conceden escasa o ninguna importancia a la noción de servicio


público, entre las que figura la presentada por Henri Berthlemy, para quien la
noción de servicio público carece de importancia, por considerarla como un cajón
de sastre donde se reúnen instituciones tan disímbolas como "una corte de
apelación, una institución de beneficencia, una caja de ahorro, un ferrocarril
metropolitano, la imprenta nacional, etc.".

2. Criterios para determinar el carácter público de un servicio

Existe una fuerte discrepancia doctrinal acerca del criterio para determinar el
carácter público de un servicio: para unos, el acento público lo pone el órgano a
cuyo cargo corre su prestación, pues, a su juicio, solo los órganos públicos pueden
gestionar tal servicio: criterio orgánico; para otros, el calificativo público lo aporta el
régimen jurídico exorbitante del derecho privado a que se somete el procedimiento
de su organización y funcionamiento: criterio jurídico; no son pocos los que
rechazan ambos criterios definitorios del carácter público del servicio, porque, en
su opinión, tal rasgo lo habrá de imprimir el objeto del mismo: criterio funcional; o,
en fin, su reconocimiento por la ley: criterio legal.

En síntesis, podríamos resumir los criterios empleados en la determinación del


carácter público de un servicio dado, en el orgánico, el funcional, el jurídico y el
legal, con la aclaración de que suelen emplearse varios criterios en la elaboración
de cada concepto o definición de servicio público.

3. Caracteres esenciales del servicio público

En rigor, para que un servicio público lo sea, debe estar investido de ciertos
caracteres jurídicos esenciales, sin los cuales queda desnaturalizado, por cuya
razón el Estado tiene la obligación de asegurar que dicho servicio resista tales
rasgos distintivos o caracteres esenciales, con el fin de garantizar la idónea
satisfacción de la necesidad de carácter general que trata de satisfacer, en
cualquier caso en que esta se individualice, pues como apunta Marcel Waline: "El
servicio público es el ms enérgico de los procedimientos de intervención
administrativa, ultima ratio del Estado para asegurar la satisfacción de una
necesidad colectiva cuando la iniciativa privada, por una razón cualquiera, no es
suficiente para asegurarla".

La doctrina reconoce como caracteres jurídicos esenciales del servicio público a


la generalidad, consistente en la posibilidad de que toda persona lo use, previa
satisfacción de los requisitos respectivos, sin ms limite que la capacidad del propio
servicio; a la igualdad, que estriba en el trato uniforme que debe darse a todos los
usuarios, sin que ello impida establecer diversas clases o categorías de usuario,
siempre y cuando, dentro de cada categoría se d el mismo trato a todos los
comprendidos en la misma; a la regularidad, en cuya virtud el servicio público se
debe prestar conforme a la normativa jurídica que lo regula; y a la continuidad, de
acuerdo con la cual dicho servicio no debe interrumpirse dentro del calendario,
horarios y circunstancias previstos en su propia regulación.

4. La definición del servicio público

Tanto la legislación como la jurisprudencia y la doctrina se han preocupado por


definir al servicio público, y como se puede comprobar fácilmente, es en la
legislación en donde se ha registrado el menor número de intentos definitorios de
esta categoría jurídica, lo que contrasta con la doctrina en la que existen tantas
definiciones como autores se han ocupado del servicio público.

En la legislación

Por lo general, la legislación es poco dada a incluir definiciones en sus textos, por
ello llama la atención la definición de servicio público contenida en la Ley del
Régimen Patrimonial y del Servicio Público, expedida por la Asamblea de
Representantes del Distrito Federal, publicada en el Diario Oficial de la
Federación, de 23 de diciembre de 1996, cuyo tenor, inspirado en la definición del
profesor Manuel Mara Diez, es el siguiente:

Artículo 128. Para efectos de esta ley, se entiende por servicio público la actividad
organizada que se realice conforme a las leyes vigentes en el Distrito Federal, con
el fin de satisfacer necesidades de interés general en forma obligatoria, regula y
continua, uniforme y en igualdad de condiciones.

4.- NOCIONES GENERALES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO.

DERECHO ADMINISTRATIVO: Conjunto de normas jurídicas muy numerosas que


tienen por referencia común a la Administración Pública. Esas normas regulan la
organización administrativa, la actividad de la Admón., sus relaciones con otros
sujetos de derecho (privados y públicos) y los controles jurídicos a que aquélla
está sometida. Se funda en principios propios y característicos y en un conjunto de
conceptos, técnicas y reglas de integración que lo diferencia de otras ramas del
Derecho.

ADMINISTRACIÓN PÚBLICA: Organización muy extensa y compleja, dotada por


la ley de personalidad jurídica que constituye un sujeto de derecho que interviene
en relaciones jurídicas de distinta naturaleza y contenido. Actualmente son más de
ochos mil en nuestro país y es una organización pública que forma parte de los
poderes públicos y constituye el más voluminoso: consume e invierte más
recursos públicos, tiene a su servicio a la mayor parte de los empleados públicos y
se relaciona más frecuentemente con los ciudadanos.

Forma parte del Poder Ejecutivo, y a diferencia del Poder Legislativo y Judicial, es
un poder activo por excelencia ya que no se limita a dictar normas jurídicas, sino
que también aprueba normas generales (reglamentos) y puede resolver conflictos
o controversias aplicando el Derecho o mediante el arbitraje, ya que cuenta con
una potestad sancionadora muy extensa, sin perjuicio de la que ejercen los Jueces
y Tribunales penales y con subordinación a la Justicia en todo caso.

Provee cotidianamente a las necesidades generales: supervisando, controlando,


autorizando y ordenando actividades privadas, prestando servicios a los
ciudadanos o contratando y gestionando infraestructuras públicas. Todo ello, en
ejecución de planes y programas que, con frecuencia, la propia Administración
elabora y que son aprobados por sus órganos superiores, y cuidando de la
obtención de los recursos necesarios, de la gestión interna de su numeroso
personal, distinguiéndose así bien de otros poderes públicos desde el punto de
vista funcional.

No obstante, no siempre los poderes públicos cumplen sus fines y realizan sus
funciones sirviéndose de organizaciones administrativas dotadas de
personalidades jurídicas públicas y reguladas por normas de Derecho
administrativo. Algunas funciones y los recursos públicos necesarios para
prestarlas a entidades con forma jurídica privada, sociedades o fundaciones, o
formas privadas de organización para realizar actividades no mercantiles o
industriales, sino tradicionalmente administrativas (ej.: cooperación internacional) y
sufragadas íntegramente o en su mayor parte con fondos públicos. Además,
utilizan a veces el Derecho Privado en sus relaciones jurídicas ya que contratan
parte de su personal con sujeción al Derecho laboral en vez de funcionarios en
régimen de Derecho Administrativo o contratos con terceros regidos por las leyes
civiles o mercantiles.

Pero en las últimas décadas se observa una tendencia más acusada a valores del
Derecho privado, como régimen jurídico de muchas actividades administrativas
junto a la utilización de formas privadas de personificación que permiten hablar de
huida del derecho administrativo.

El Derecho administrativo español tiene raíces comunes al de otros Estados del


continente europeo. Es un producto cultural, que se ha ido creando al ritmo de la
construcción del Estado de Derecho, desde sus orígenes hace más de dos siglos,
cuando se consolida la división de poderes y la garantía de los derechos de los
ciudadanos ante los poderes públicos en el marco del Estado Constitucional.

Una característica importante es su mutabilidad, pues dada su íntima relación con


el ejercicio del poder político, que regula y ordena, experimenta de manera directa
e inmediata los cambios que se producen en la estructura, el origen, los objetivos
y las formas de manifestación del poder. Entre el Derecho administrativo del
Estado Liberal del S. XIX y el del S. XX, propio de un Estado intervencionista,
democrático y social, hay profundas diferencias.

También las instituciones, los conceptos, las técnicas jurídicas del Derecho
administrativo varían más que los respectivos sistemas de Derecho privado. Existe
una relación directa entre el sistema de Derecho administrativo y la Constitución
de cada Estado, de ahí que no en todos los Estados europeos exista una
Jurisdicción Contencioso-Administrativa.

Por todo ello, las cualidades definitorias de nuestro Derecho administrativo, sus
rasgos esenciales, incluso la razón por la que existe como rama diferenciada del
ordenamiento jurídico, debe buscarse en la historia reciente.

Los precedentes

A) La presencia de una Administración, más o menos extensa pero articulada


como organización estable y jerarquizada, encargada de la gestión cotidiana de
los asuntos públicos: la organización administrativa. Durante la Edad Media la
autoridad de la Corona con su poder sobre señoríos feudales y estamentos con
apoyo de una nueva burocracia profesional. A partir del Renacimiento y con las
Monarquías Absolutas, la nueva organización burocrática y jerarquizada se
extendió por Europa, era una Administración central compleja y repartida en un
sistema de Consejos o un modelo departamental con Secretarios de Estado.
Desde un punto de vista funcional, el Estado, fue sumando a sus funciones
tradicionales otras por fomentar la riqueza del país y el bienestar de los súbditos,
particularmente en el Despotismo Ilustrado, quedando así una organización
centralizada y jerarquizada, todavía reducida en sus efectivos, pero segura de su
poder y en vías de expansión.

B) El sometimiento de esa organización y de quienes la dirigen a unas normas


jurídicas de funcionamiento y de relación que les imponga el deber de respetar
derechos de individuos y grupos sociales: Desde un punto de vista jurídico, los
juristas de la Corona dedujeron los principios y reglas que legitimaban la extensión
de los poderes del Rey por encima de cualquier otro poder y sobre las personas y
bienes del reino, apelando a distintas fuentes de legitimación: Derecho romano,
canónico,… Aunque no existía en el Antiguo Régimen una clara distinción entre lo
que corresponde al Rey por patrimonio o por jurisdicción, como tampoco existe
una total separación entre Derecho público y privado.

Precisamente la desvinculación progresiva de la Monarquía de normas existentes


contribuyó a difundir la idea de un Derecho natural, universal y objetivo, fundado
en la razón, contrario tanto a la arbitrariedad del poder absoluto como a los
privilegios estamentales, surgiendo el Estado de Derecho.

C) Un sistema de garantías que permita asegurar la primacía de las normas y el


respeto de los derechos frente a eventuales extralimitaciones de las autoridades
públicas y sus agentes. La Monarquía Absoluta redujo la efectividad del sistema
de garantías jurídicas, pues toda autoridad proviene del Rey y este principio limita
la posibilidad de un control efectivo de las decisiones y actuaciones de los
servidores reales.

El Estado de Derecho Liberal y la aparición de Derecho Administrativo

Principios y realidades

La lucha entre la Monarquía y la aristocracia del Antiguo Régimen desencadenó,


las revoluciones liberales que dieron paso a un nuevo modelo de Estado. Del
contraste entre el ideario liberal y las conveniencias de quienes entonces
comparten el poder, surge el Derecho administrativo.

En el Estado liberal la soberanía se atribuye en principio a la Nación, de la que


emana la legitimidad de los poderes públicos. Hubo que alcanzar un compromiso
político que reconocía una doble fuente de legitimidad, una soberanía compartida
(dinástica y nacional). Desde un punto de vista jurídico, el dogma de la soberanía
nacional permitió articular el poder político en torno a un ente abstracto e
impersonal, el Estado, poniéndose así las bases del Derecho público moderno.
Ese Estado liberal se asienta en la división de poderes, el poder Ejecutivo debe
quedar sometido y controlado, pues es aquel cuya capacidad de acción y de
intervención puede poner en mayor peligro los derechos y libertades de los
ciudadanos. Pero en realidad, el Poder Ejecutivo heredó y reconstruyó la
organización burocrática que ahora llamamos Administración Pública, pues los
Gobiernos constitucionales perfeccionaron y potenciaron la maquinaria
administrativa para defender el nuevo régimen constitucional de sus enemigos,
para responder a las demandas de infraestructuras, de servicios básicos todavía
no generales,…

La Administración, dotada de autoridad, recursos y funcionarios permanentes para


ejercer sus funciones, es ya entonces una organización jerarquizada y disciplinada
en continuo proceso de centralización. El Gobierno que la dirige, es el que tiene en
general, la iniciativa política. En el sistema de la Monarquía constitucional su
responsabilidad ante el Parlamento era incluso limitada, ya que la designación y el
cese del Presidente del Gobierno dependía del Rey.

La teoría liberal del Estado proclama también la supremacía de la ley, la esencia


del Estado de Derecho, sin la que no existiría el Derecho administrativo. La ley es,
en la concepción rousseauniana, la expresión de la voluntad general, aprobada
por el Parlamento. La ley es “la misma para todos”, no sólo eso, sino que en el
Estado de Derecho la ley y la Constitución reconoce a todos por igual un conjunto
de derechos y libertades que deben ser respetados por los poderes públicos y en
particular por la Administración.
Sentado el principio queda por determinar cuál es el objeto propio de la ley. Sobre
esto la historia del Derecho administrativo no es lineal, todavía hoy es una de las
cuestiones clave. Por de pronto, la ley dejó de ser la única norma escrita y de
eficacia general. Junto a la ley, la potestad reglamentaria del Gobierno se
reconoció con amplitud en todos los regímenes constitucionales. La ley no puede
regularlo todo, la propia Constitución limita el poder legislativo del Parlamento a
determinadas materias como sucedía en algunas Monarquías constitucionales del
S. XIX. En consecuencia, la propia ley atribuye a la Administración un poder de
decisión propia o condicionada, según los casos, que es lo que llamamos
discrecionalidad administrativa.

II.- EL CONCEPTO, RELACIONES Y FUENTES DEL DERECHO


ADMINISTRATIVO.

Concepto: Son muchos los autores que se han esforzado en dar un concepto de
Derecho administrativo, dando lugar a diferentes posiciones doctrinales.

Así, para ZANOBINI “El Derecho administrativo es aquella parte del Derecho
público que tiene por objeto la organización, los medios y las formas de la
actividad de las Administraciones Públicas y las consiguientes relaciones jurídicas
entre aquéllas y otros sujetos”.

Para GARCÍA DE ENTERRÍA, el Derecho administrativo es “un Derecho de


naturaleza estatutaria, en cuanto se dirige a la regulación de las singulares
especies de sujetos que se agrupan bajo el nombre de Administraciones Públicas,
substrayéndolas del Derecho común”.

POSADA habla de “orden jurídico de la actividad encaminada a procurar la buena


disposición de las Administraciones Públicas”.

MARTÍNEZ LÓPEZ-MUÑIZ lo conceptúa como “conjunto de normas del Derecho


público interno que regulan la organización y la actividad de las Administraciones
públicas”.

Relaciones: Pasamos a continuación a analizar los diferentes caracteres que


integran este último concepto dado de Derecho administrativo.

a) Derecho público: Es la parte del Derecho relativa al Poder público en cuanto tal
y se contrapone el Derecho privado que se ocupa de la ordenación jurídica común
a las personas físicas en sus relaciones recíprocas.

b) Derecho interno: Regula la organización y actividad de las Administraciones


públicas españolas. Se contrapone al Derecho internacional administrativo que se
ocupa de la ordenación jurídica de la actividad administrativa de los organismos
internacionales.

c) Derecho que regula la organización y la actividad de las Administraciones


públicas: El Derecho administrativo regula de una parte el modo en que se
organizan las Administraciones públicas, y de otra el modo en que se relacionan
entre sí o con los particulares.

Fuentes: Las fuentes (formales) del Derecho, y por consiguiente también del
Derecho administrativo, hacen referencia a los distintos tipos normativos en que
vienen expresadas las reglas que integran el Derecho, en nuestro caso, el
administrativo (Constitución, Leyes orgánicas, Leyes ordinarias, Decretos
Legislativos, Decretos-Leyes, Reales Decretos, Decretos, Órdenes, etc.).

2. La Constitución Del esbozo hecho de las relaciones del derecho administrativo


con el derecho constitucional se desprende que la Constitución es una fuente de
extraordinaria importancia en el derecho administrativo; hablamos, claro está, de
los países en que la Constitución es imperativa,7 en que es un orden jurídico
pleno impuesto por el pueblo al Estado, en el cual le regula su estructura y
organización, establece las facultades del mismo frente a los individuos y los
derechos de los habitantes frente a él. Puesto que el derecho administrativo
estudia la estructura de uno de los órganos jurídicos del Estado (la administración)
y el ejercicio de la función administrativa (facultades del Estado en el órgano
“administración” y limitaciones las mismas, en los derechos de los habitantes), fácil
es advertir la importancia del derecho constitucional y concretamente de la
Constitución como fuente del derecho administrativo.

FUENTES REALES Y FORMALES

Las fuentes reales son las Leyes Materiales que son normas que tienen
obligatoriedad y generalidad provengan de donde provengan, inclusive del un
Gobierno de Hecho.

Las fuentes formales son las leyes que originadas a través del Procedimiento
Legislativo.

FUENTES DIRECTAS

LA CONSTITUCIÓN

La Constitución política es fuente primaria plasmada en la ley fundamental de un


Estado que organiza y da competencias a los órganos superiores.

LA LEY
La ley. Norma jurídica sancionada por el Órgano Legislativo establecida como
manifestación de voluntad soberana del Estado mandando o prohibiendo una
cosa.

Debe cumplir con los siguientes requisitos:

AUTENTICIDAD. Debe originarse en el Órgano Legislativo a través del


Procedimiento Legislativo.

GENERALIDAD. Debe ser para todos, además ser abstracta e impersonal.


Excepción, cuando se promulga una ley para dar honores a una persona.

COERCIBILIDAD. Ésta es el empleo habitual de la fuerza legítima que acompaña


al derecho para hacer exigibles sus obligaciones y hacer eficaces sus preceptos.
La coercibilidad se la adquiere a partir de la Promulgación. Se diferencia
diametralmente de la coacción

OBLIGATORIEDAD. Se la adquiere desde su Publicación, salvo que la misma ley


disponga lo contrario, ej., Ley de Carácter Reservado.

LOS DECRETOS LEYES


Son Leyes por su contenido y Decretos por la forma, ya que emanan del Organo
Ejecutivo.
Son de normatividad híbrida originada en el Órgano Ejecutivo.
CLASES
 Auténticos. La ley autoriza su emanación en razón de una emergencia
nacional.
 Impropios. Emana de un gobierno de hecho.
ES FUENTE EN TRES CASOS

1. Si el Órgano Legislativo cede una parte de sus facultades de formación de


leyes al Órgano Ejecutivo.
2. En caso de emergencia el Órgano Ejecutivo puede dictar un Decreto ley.
3. En caso de una guerra civil o un Golpe de Estado.

DECRETOS SUPREMOS Y ORDENANZAS MUNICIPALES


Decreto supremo . Norma dictada por el Presidente de la República juntamente
con sus Ministros para una determinada materia en sus modalidades de aplicación
General (Decreto Supremo) y aplicación Especial (Resolución Suprema).
Una Ordenanza es una norma general sancionada por el Concejo Municipal para
el gobierno de su respectiva sección de provincia.
FUENTES INDIRECTAS
LA DOCTRINA
La doctrina es fuente del Derecho Administrativo por que antecede a las reformas
legislativas
LA JURISPRUDENCIA
La jurisprudencia es fuente –aunque sin carácter de obligatoriedad solo de
reflexión—porque el derecho Administrativo esta en formación.
1.- EL CONCEPTO DEL DERECHO ADMINISTRATIVO.

Es una rama del derecho público compuesto por normas jurídicas que regulan la
actividad administrativa del Poder ejecutivo y la actividad materialmente
administrativa del Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y de los entes públicos no
estatales.

Maurice Hauriou dice que el derecho administrativo es la rama del derecho público
que regula:

1) La organización de la empresa de la administración pública y de las diversas


personas administrativas en las cuales ha encarnado.

2) Los poderes y los derechos que poseen estas personas administrativas para
manejar los servicios públicos

3) El ejercicio de estos poderes y derechos por la prerrogativa especial por el


procedimiento de acción de oficio y las consecuencias contenciosas que se
siguen.

Así la característica esencial es definir al derecho administrativo como regulador


de la organización y acción de las autoridades administrativas (de manera formal)
y de considerar a las autoridades como personas y a las facultades que le son
atribuidas como derechos.

Otros autores dicen que el derecho administrativo “es el derecho regulador de la


actividad del estado para el cumplimiento de sus fines. Se confunde el derecho
público en todas sus ramas con el derecho administrativo ya que la actividad que
el estado desarrollad para el cumplimiento de sus fines por el contenido de todas
las funciones del mismo estado. Asimismo lo definen el derecho administrativo
como el conjunto de normas que regulan las relaciones del Estado con los
particulares. Forman mayoría los que afirman que el derecho regulador de la
actividad del Estado para el cumplimiento de sus fines constituye el derecho
administrativo. Todo lo expuesto, nos lleva a la conclusión de que habiendo una
parte de verdad en cada una de las definiciones anteriormente citadas, el derecho
administrativo no puede definirse tomando como base exclusiva la consideración
formal o la consideración material de la Administración.

Gabino Fraga define al derecho administrativo diciendo que incluye el régimen de


organización y funcionamiento del poder ejecutivo por lo tanto comprende las
normas que regulan la actividad de dicho poder que se realiza en forma de función
administrativa, de esta manera no se debilita la distinción entre el punto de vista
formal y del material de la función administrativa. Con esta definición se precisa la
naturaleza, se logra una mejor adaptación a los principios de nuestro derecho
público positivo en México.

Se ha definido al derecho administrativo, como el conjunto de normas jurídicas


que regulan la organización y funcionamiento del Poder Ejecutivo. Esta Definición
ha sido criticada, y con razón a nuestro modo de ver, porque simplemente adopta
un criterio formal y no precisa la naturaleza ni el contenido de las normas de tal
organización y tal funcionamiento.

2.- LAS RELACIONES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO CON DISCIPLINAS


DIVERSAS.

Casi la totalidad de las relaciones jurídicas en que interviene la Administración con


motivo de su organización y de su funcionamiento están regidas por normas del
derecho administrativo, es decir, por normas del derecho público. Pero en la
actividad del Estado hay casos en los cuales el Poder Público puede buscar la
colaboración voluntaria de los particulares, celebrando con ellos contratos y
realizando actos que forman parte de las instituciones de derecho privado. Es
decir, se trata de derecho privado especial para el Estado, que con el derecho
común y con el derecho público, forman el conjunto de normas que regulan el
funcionamiento de la Administración.

Como ha habido quien piense que en países que tienen una organización como la
nuestra, el derecho administrativo carece de autonomía, debiendo regirse todas
las relaciones en las que el Estado interviene bien por normas de derecho
constitucional o en su defecto del derecho civil, se hace indispensable precisar las
diferencias y al mismo tiempo las relaciones que existen entre el derecho
administrativo, por una parte, y el derecho constitucional y el derecho civil, por la
otra.

Como es bien sabido, el derecho constitucional encierra todas las normas que se
refieren a la estructura misma del Estado, a la organización y relaciones de los
Poderes públicos y a los derechos fundamentales de los individuos en tanto que
constituyen una limitación o una obligación positiva para el mismo Estado. El
derecho constitucional de los estados modernos, admitiéndose el principio de
separación de poderes, se instituyen el poder legislativo, el poder ejecutivo y el
poder judicial, como los órganos fundamentales por medio de los que la Nación
ejerce su soberanía; pero mientras que tratándose del Poder Legislativo, como su
actividad se refiere al establecimiento de normas abstractas e impersonales, no
existen relaciones con los particulares, el funcionamiento de los Poderes Ejecutivo
y Judicial si implica la necesidad de regular las relaciones con los individuos nacen
a consecuencia de su actuación. Tratándose de estos dos últimos poderes, la
constitución solamente establece las bases principales de su organización, pero
no llegan al detalle de la misma, aunque se supone que los titulares de ellos no
van a desarrollar, personal y directamente, todas las actividades que la propia
constitución les encomienda. Tanto el Poder Ejecutivo como el Poder Judicial,
requieren para su funcionamiento una multiplicidad de órganos secundarios, entre
los que necesariamente deben existir las relaciones indispensables para conservar
la unidad de Poder que forman parte.

Por esas razones se han derivado del derecho constitucional dos ramas: la del
derecho administrativo y la del derecho procesal, reguladora cada una de ellas de
la organización y funcionamiento de los podres Ejecutivo y Judicial
respectivamente.

Las relaciones que guarda el derecho administrativo con las otras ramas del
Derecho, se exponen de esta manera:

Con el derecho penal se relaciona, tanto porque las normas de este último se
encuentran garantizadas en cuanto a su cumplimiento por sanciones penales,
como porque la función administrativa es indispensable para que puedan ser
llevadas a cabo las penas que el Poder Judicial impone, como lo demuestra entre
otros el servicio penitenciario que dependen del Poder Administrativo.

Se relaciona también con el derecho procesal, pues aparte de que la


administración en el desarrollo de su actividad se sujeta a determinados
procedimientos que en algunas ocasiones son reproducción del procedimiento
judicial, la función administrativa complementa el procedimiento judicial, prestando
ayuda en los tribunales para lleva a cabo la ejecución de sus resoluciones.

En cuanto a las relaciones que guarda con el derecho internacional, es fácil darse
cuenta de ellas, porque la administración realiza en el interior de cada país una
gran parte de las obligaciones que el derecho internacional impone a los Estados
soberanos, al mismo tiempo que el desbordamiento de los intereses colectivos
fuera de las fronteras de cada Estado, ha ido haciendo surgir en la actualidad
instituciones internacionales de orden administrativo.
Por último, el derecho administrativo se relaciona con todas aquellas ciencias que
proporcionan a la administración los elementos necesarios para organizar y
encaminar su actividad en las diversas tareas que el Estado se encuentra
encomendados.

3.- LAS FUENTES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO.

En consecuencia, las fuentes del Derecho, y también del Derecho administrativo,


son las siguientes:
a) La ley material, esto es:

 La Constitución.
 Los Tratados Internacionales.
 Las Leyes formales (orgánicas u ordinarias).
 Las normas del Poder ejecutivo con rango de Ley (Decretos Legislativos y
Decretos-Leyes).
 El Derecho comunitario europeo.
 Los Reglamentos.
b) La costumbre.
c) Los principios generales del Derecho.
A) La Constitución:
La Constitución es la primera de las fuentes del Derecho administrativo que
prevalece y se impone a todas las demás

4.- LEGISLACIÓN FEDERAL MEXICANA.

Las leyes federales mexicanas, en materia fiscal, han seguido siempre el sistema
casuístico, sin establecer interdependencia, llevando cada una, según la ideología
de la tributación, disposiciones generales y reglamentarias especiales, ya sea
respecto a la imposición, manera de fijarla y recaudarla, ya sobre los
procedimientos de contención u oposición; lo que claramente se explica por la
diversidad de fuentes de tributación, como ocurre con las leyes del timbre,
herencias, legados y donaciones, sobre la renta, aduanales, alcoholes, etcétera,
las que no establecen entre sí relación de dependencia ni de complemento o
suplencia, pues cada una de ellas constituye un sistema completo; por lo que para
que puedan ser aplicados los artículos 14 constitucional y 338 del Código Federal
de Procedimientos Civiles, que establecen que cuando no puede decidirse una
controversia judicial, ni por el texto ni por el sentido natural o espíritu de la ley, se
decidirá por los principios generales de derecho, es requisito esencial que exista
una relación jurídica de causa, o sea, originadora del derecho, ya que es lógico
que faltando ésta, no habría controversia por decidir, y ese nexo falta cuando no
se demuestra que el fisco hubiere contraído con una persona, determinada
obligación, o sea, que por el hecho de haberle denunciado alguien una omisión,
necesariamente hubiere quedado obligada la Hacienda Pública a determinada
prestación, para que se pudiera, por la omisión de la fijación de la cuantía,
determinarse ésta, atendiendo a principios de equidad. Distinto sería el caso si la
ley respectiva otorgase la facultad a los particulares, de denunciar las infracciones
de los tributarios y fuese omisa en acordarles el derecho a ser retribuidos, o
acordándolo, no fijase su cuantía; pero cuando la ley no da esa intervención a los
particulares, ya que al constituir a ciertos funcionarios en auxiliares de las oficinas
receptoras, para lograr la efectividad del pago del impuesto, significa su claro
propósito de eliminar tal intervención, atenta la naturaleza del gravamen y las
condiciones reservativas a que obligan las actividades sujetas al mismo; así es
que no existe omisión alguna de la ley que pueda dar lugar a aplicar, para la
decisión de una controversia sobre un derecho inexistente, los principios
generales de derecho, ya que no basta que la ley calle, para dar origen al derecho,
sino que es indispensable que éste exista o lo cree, para dar lugar a la aplicación
de las normas generales del derecho, con objeto de fijar la extensión del no
reglamentado.

5.- LA FACULTAD REGLAMENTARIA.

Desde el punto de vista jurídico, son las normas de derecho las que le dan a una
persona la atribución de llevar a cabo actos válidos que producen efectos
jurídicos, previamente regulados. De ahí que dicha facultad lleva implícita la
capacidad para actuar legalmente, lo cual se traduce en un poder hacer. Mediante
la facultad que se otorga a una persona o institución se le dan atribuciones para
realizar determinados actos derivados de poderes específicos establecidos por el
orden normativo.

Reglamento deriva de la palabra reglar (del latín regulare), que entre otras
acepciones significa: sujetar a reglas una cosa; de ahí que reglamento es la
"colección ordenada de reglas o preceptos que por autoridad competente se da
para la ejecución de una ley o para el régimen de una corporación, una
dependencia o un servicio". Vid. infra, reglamento parlamentario.

En materia política y administrativa, la facultad reglamentaria es entendida como


"la que compete para completar la aplicación de las leyes y disponer
genéricamente sobre cuestión no legislada y sin violencia legal. Son connaturales
estas facultades con el ejercicio de los cargos de los ministros o Secretarios de
Estado, con la firma del Jefe de Estado. Sus expresiones genuinas son los
reglamentos (textos orgánicos y de cierta extensión) y los decretos. Ya por
delegación legislativa o por absorción abusiva, también los decretos-leyes."
III. En México, la facultad reglamentaria, en materia parlamentaria, es aquella
que atribuye al presidente la obligación de reglamentar las leyes que expide el
Congreso de la Unión, tal como lo dispone el artículo 89 de la Constitución general
de la República al consignar en su fracción primera que el titular del ejecutivo tiene
la facultad y obligación de "I. Promulgar y ejecutar las leyes que expide el
Congreso de la Unión, proveyendo en la esfera administrativa a su exacta
observancia". Esta facultad, se otorga al Poder Ejecutivo dada la finalidad que se
persigue con los reglamentos que tienden a posibilitar la ejecución de la ley,
precisando las normas contenidas en las leyes sin contrariar ni ir más allá de sus
contenidos y situaciones que regula.

Esta facultad reglamentaria del Presidente de la República, considerada como una


facultad legislativa que es exclusiva de este alto funcionario, constituye como dice
Jorge Madrazo "una excepción al principio de separación de poderes, pues siendo
los reglamentos normas abstractas, generales e impersonales, son actos
materialmente legislativos y formalmente administrativos". De las tres facultades
contenidas en la primera fracción del citado artículo constitucional, una se refiere
a la facultad de promulgar las leyes, otra a la de ejecutarla y la tercera a la facultad
reglamentaria contenida en la expresión "proveyendo en la esfera administrativa a
su exacta observancia". Es de consignarse aquí, que el Ejecutivo únicamente
puede reglamentar las leyes expedidas por el Congreso de la Unión, pues los
reglamentos que él expide "deben estar necesariamente subordinados a las leyes
expedidas por el Poder Legislativo federal".

6.- OTRAS FUENTES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO.

Son fuentes del Derecho Administrativo: La Constitución, La Ley, El Tratado, El


Reglamento, El Decreto-Ley, La Costumbre, La Jurisprudencia, LA Doctrina, Los
Principios Generales del Derecho.

La Constitución es la Ley suprema de un Estado; contiene las reglas


concernientes a la organización de las distintas ramas del Poder Público y la
garantía de los derechos reconocidos a las personas

La ley Los autores actuales no se encuentran acordes sobre el concepto de ley y


su definición: Según el criterio formal , se entiende por ley toda decisión adoptada
por el cuerpo legislativo, según los trámites establecidos para esos efectos por la
Constitución, cualquiera que sea su contenido. Admitido este criterio, tienen
categoría de leyes, tanto los actos creadores de situaciones jurídicas generales,
impersonales y objetivas, como los actos creadores de situaciones jurídicas
individuales y subjetivas, siempre que unos y otros procedan del órgano
legislativo, y hayan recorrido la trayectoria prevista en la Constitución para la
formación de las leyes.

TRATADO.

En sentido amplio se entiende por tratado todo acuerdo celebrado entre miembros
de la comunidad internacional, cuales quiera sea la forma que revista y la
importancia de los compromisos que contenga. En el sentido restringido, se
entiende por tratado un acuerdo internación al revestido de un carácter solemne y
que tiene por objeto, sea un conjunto de problemas complejos, sea problemas
especiales y determinados, de una importancia considerable

DECRETOS-LEYES

Son Decretos-leyes, los actos emanados del Poder Ejecutivo o quien los sustituya,
mediante los cuales se establecen reglas de derecho sobre materias propias de la
ley formal. En otras palabras, son decisiones con fuerza de ley, adoptadas por el
Poder Ejecutivo o quien haga sus veces. Los Decretos-leyes son una
manifestación de anomalía en la vida pública. Se dictan siempre en situaciones de
urgencia y emergencia, de mayor o menor gravedad, ya que en períodos de
absoluta normalidad, el ejercicio de la función legislativa corresponde a la
asamblea Nacional.

REGLAMENTOS

No sólo el poder legislativo tiene competencia para dictar reglas de derecho.


También las autoridades administrativas tienen aptitud, dentro de ciertos límites,
para establecer normas jurídicas. Por lo tanto, los reglamentos son declaraciones
escritas y unilaterales, emanadas de las autoridades administrativas, creadoras de
reglas de derechos de aplicación general, de grado inferior a las leyes. Los
reglamentos son fuentes de derechos de la administración, porque de ella
proceden y al mismo tiempo, son fuentes de derechos para la administración,
porque se imponen a ésta en el desarrollo de sus actividades.

LA COSTUMBRE

La fuente no escrita del derecho es la costumbre. Se entiende por costumbre, una


fuente de derecho generada por la repetición constante y reiterada de un mismo
modo de obrar, observada con la convicción de que es jurídicamente obligatoria.
De esta definición se desprende que la noción de costumbre está integrada por
dos elementos:)
Un elemento material, la inveterada consuetudo, o sea, la serie de actos
uniformes, consecutivos, de un modo de obrar idéntico, o lo que es igual, el uso
largo y constante respecto de una determinada relación de la vida social.)

Un elemento psicológico o subjetivo, o sea, la opinio juris u opinio necessitatis,


que consiste en la convicción de la obligatoriedad jurídica de ese modo de actuar.

JURISPRUDENCIA

La Jurisprudencia es el conjunto de sentencias, de decisiones dictadas por los


tribunales, muy especialmente por el órgano jurisdiccional que corona el orden
jerárquico dentro de la organización judicial de un país. En Venezuela, dicho
tribunal es el Tribunal Supremo de Justicia. La mayoría de los autores califican la
jurisprudencia como fuente indirecta del derecho administrativo, ya que carece de
obligatoriedad, pero es lo cierto que en las materias sujetas a un régimen de
derecho administrativo, los tribunales suelen aplicar, en ausencia de preceptos
legales y algunas veces en contradicción con disposiciones legales

DOCTRINA

La Doctrina Jurídica está constituida por la exposición científica hecha por los
jurisconsultos, contentiva de la presentación de los problemas del derecho y de las
soluciones propuestas, la sistematización de las normas y la interpretación de las
mismas. La doctrina no tiene fuerza de ley. La opinión de cada jurista vale por la
autoridad científica alcanzada por el autor, y no en virtud de ninguna consagración
oficial. NO están los jueces obligados a acoger en sus fallos la opinión de
determinado autor, por dilatada que sea su fama. Se estima sin embargo, que la
doctrina, al igual que la jurisprudencia, constituye una fuente indirecta del derecho.
Los estudios de los juristas llegan a ser frecuentemente los antecedentes de las
reformas legislativas, y de las variaciones observadas en la jurisprudencia, es
decir, las opiniones doctrinarias ejercen influencia en el legislador y en el juez

III.- LA TEORÍA DEL ACTO ADMINISTRATIVO.

La actividad administrativa del Estado se desarrolla a través de las funciones de


policía, fomento y prestación de servicios públicos, lo cual requiere que la
administración exteriorice su voluntad luego de cumplir los requisitos y
procedimientos determinados en los ordenamientos jurídicos respectivos. El acto
administrativo es el medio por el cual se exterioriza esa voluntad y puede
conceptuarse como el acto jurídico unilateral que declara la voluntad de un órgano
del Estado en ejercicio de la potestad administrativa y crea situaciones jurídicas
conducentes a satisfacer las necesidades de la colectividad.
Concepto de Acto Administrativo que proporciona el Diccionario Jurídico Mexicano
(1994), de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: (escrito por Alfonso Nava
Negrete) Es el acto que realiza la autoridad administrativa. Expresa la voluntad de
la autoridad administrativa, creando situaciones jurídicas individuales, a través de
las cuales se trata de satisfacer las necesidades de la colectividad o la comunidad.
A veces, las autoridades legislativas o las judiciales realizan también el acto
administrativo, cumpliendo funciones de autoridad administrativa. Prevalece en la
doctrina del derecho administrativo, la distinción formal o subjetiva y material u
objetiva del concepto de acto administrativo. En sentido formal, acto administrativo
es todo acto del Poder Ejecutivo, que es el órgano administrativo del Estado. En
sentido material, es el acto del Estado, intrínsecamente administrativo, sin importar
que el órgano estatal que lo realice sea el legislativo, el judicial o el administrativo.
1. Para salvar los inconvenientes del concepto formal, que lleva necesariamente a
tener como acto administrativo, el Reglamento, el Decreto o cualquiera otra
disposición general proveniente del Ejecutivo, la doctrina procura el concepto
material, por ejemplo Andrés Serra Rojas define el acto administrativo como: “una
declaración de voluntad de conocimiento y de juicio, unilateral, concreta y
ejecutiva que constituye una decisión ejecutoria que emana de un sujeto: la
Administración Pública, en el ejercicio de una potestad administrativa, que crea,
reconoce, modifica, transmite o extingue una situación jurídica subjetiva y su
finalidad es la satisfacción del interés general”. (Página 226); Agustín A. Gordillo
dice: “acto administrativo es el dictado en ejercicio de la función administrativa, sin
interesar qué órgano la ejerce” (página 14, tomo III); Manuel María Diez expresa:
“acto administrativo puro es una declaración concreta y unilateral de voluntad de
un órgano de la administración activa en ejercicio de la potestad administrativa”
(página 77). 2. El Repertoire de droit public et administratif de Francia, llega
finalmente a la siguiente definición: “un acto jurídico unilateral, realizado por una
autoridad administrativa francesa en el ejercicio de un poder administrativo,
creando derechos y obligaciones para los particulares”. 3. La legislación
administrativa no toma partido en esa distinción, pues no cuenta con un código
administrativo y ni siquiera con una ley de procedimiento administrativo, en el
orden federal. 4. Los tribunales del Poder Judicial Federal, reiteradamente
distinguen el concepto, en su apreciación formal y material.

1.- DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS.

Definición: El acto administrativo se define como cualquier declaración de


voluntad, deseo, conocimiento o juicio, realizada por la Administración Pública en
virtud de una potestad administrativa, distinta de la potestad reglamentaria y
controlable por Juzgados y Tribunales.
Por tanto, podemos decir que un acto administrativo es cualquier acto dictado por
la Administración con arreglo a las normas de derecho administrativo.

Las características básicas de este concepto, son las siguientes:

 Es un acto jurídico, es decir, un acto que genera unas consecuencias


jurídicas
 Es un acto dictado por una Administración, de modo que quedan excluidos
automáticamente todos aquellos actos realizados por los interesados ( los
particulares, ya sean personas físicas o jurídicas) como solicitudes,
recursos, quejas, sugerencias, reclamaciones etc...
 Es un acto sometido a derecho administrativo, es decir, con arreglo a
normas de derecho público y no privado, ya que la Administración puede
dictar actos también sujetos a un régimen jurídico privado. Estos actos
quedarían excluidos por tanto, del concepto de acto administrativo. Del
mismo modo quedan excluidos del concepto de acto administrativo, las
normas dictadas por la Administración que tienen alcance general, como los
reglamentos, los contratos administrativos y las actuaciones por vía de
hecho de la Administración.
2.- LOS ELEMENTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO.

Para abordar el tema sobre los actos administrativos hay que tener claro el concepto
de su legitimidad, por lo que es necesario primeramente abordar los elementos
esenciales que lo conforman. Los elementos del acto administrativo son los
siguientes:

Competencia.
La competencia puede definirse como las facultades atribuidas a un órgano, las
cuales puede ejercer de forma legítima. Puede hacer referencia al grado, la materia, y
el territorio

 Grado. Es la posición que ocupa un órgano dentro del orden jerárquico de la


administración.
 Territorio. Es el ámbito espacial en el cual es legítimo el ejercicio de la función
administrativa.
 Materia. Son aquellas actividades o tareas que debe desempeñar el órgano, en
otras palabras, es el objeto de los actos y a los supuestos de derecho en los que
puede aplicarse.

El sujeto.
El sujeto del acto administrativo es el órgano que, en representación del Estado
formula la declaración de voluntad: Dicho órgano cuenta con una competencia, la cual
constituye el conjunto de facultades del mismo. La competencia es la cantidad de
poder público que tiene el órgano para dictar un acto. No es una cualidad, sino una
cantidad; por ello se considera como la medida de poder que pertenece a cada
órgano.

La voluntad.
La voluntad es un impulso psíquico, un querer, una intención. Concurren en la
voluntad administrativa elementos subjetivos y objetivos. La voluntad del acto
Administrativo está compuesta por la voluntad subjetiva (voluntad referente al acto
mismo) del funcionario y la voluntad objetiva del legislador (voluntad sin conocer las
circunstancias particulares de cada caso).

El objeto.
El objeto debe ser cierto y física y jurídicamente posible; debe decidir todas las
peticiones formuladas, pero puede involucrar otras no propuestas, previa audiencia
del interesado y siempre que ello no afecte derechos adquiridos.

El motivo.
La motivación responde al por que justificativo. la causa responde al ¿por qué? la
motivación aparece cuando en el acto existe la posibilidad de la discrecionalidad por
parte del funcionario público. si un acto es discrecional debe motivarse. si un acto es
totalmente reglado no sería necesaria la motivación.
El mérito.
Al mérito se le ha considerado como elemento del acto administrativo, entendido
como la adecuación necesaria de medios para lograr los fines públicos específicos
que el acto administrativo de que se trate tiende a lograr.

La forma.
Es la materialización del acto administrativo, del acto administrativo, el modo de
expresión de la declaración ya formada. Por la forma del acto administrativo se
convierte en físico y objetivo. Es su visibilidad. Asegura su prueba y permite conocer
su contenido. La forma equivale a la formación externa del acto.

IV.- ANÁLISIS DE LOS ELEMENTOS

En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en los tratados


internacionales que México ha ratificado y en las leyes de procedimiento
administrativo, se encuentran contenidos los principios que sirven de garantía para
el administrado dentro del procedimiento administrativo.

Las normas jurídicas constitucionales y supranacionales, que son de jerarquía


superior a cualquier otra norma del sistema jurídico, consagran principios jurídicos
que a lo largo de la historia han ido tomando un protagonismo importante dentro
del procedimiento administrativo, y que en la actualidad, desconocerlos, resulta
casi imposible. La finalidad del procedimiento administrativo consiste en el dictado
de un acto administrativo y para llevar a cabo dicha finalidad, se deben respetar
ciertos principios que tienen por objetivo que, dentro del menor tiempo posible y
reuniendo la mayor cantidad de información, se pueda declarar la voluntad de la
administración pública. En este trabajo, precisamente, explicaremos los principios
que han desarrollado la legislación, la jurisprudencia y la doctrina, tanto
internacional como nacionales, y que son de aplicación directa al procedimiento
administrativo

1.- EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO.

Sobre los principios en general En primer lugar, debemos aclarar que “El derecho
se compone tanto de realidad como de valores y normas”. Los principios o valores
representan proposiciones jurídicas o directivas, pero no tienen un desarrollo
normativo; es decir, el principio es más bien un criterio fundamental en sí mismo,
que marca, de alguna manera, el sentido de justicia de las normas jurídicas.

Aunque podemos afirmar que jurídicamente, la expresión regla de derecho, es


más antigua que la de principio, el empleo de la primera en la jurisprudencia
romana arranca de la época preclásica, y en ella constituye ya un término propio
de la técnica jurídica. La distinción que aclara más las relaciones que median entre
ambos es la que considera a los principios como conceptos o normas
fundamentales y abstractos, hayan sido o no objeto de una formulación concreta, y
a la regla, como la locución concisa y sentenciosa que sirve de expresión a un
principio jurídico. Los principios, “no son ‘reglas’ de las que se pueda deducir
conclusiones por un razonamiento lógico, son formas de comprender y hacer
funcionar el derecho para que sea justo”. Por ello, afirma Agustín Gordillo, “los
valores o principios jurídicos son más importantes que las normas; que éstas no
pueden contradecir, en la solución del caso, aquéllas”.4 El principio de derecho
contenido en la ley, prácticamente ya no es principio como fuente supletoria: es
precepto legal.

Los principios que informan el propio sistema legal están implícitamente


contenidos en el mismo; aplicarlos es aplicar el espíritu de las leyes, y ello es
aplicar las leyes mismas, que de espíritu y letra se componen. Los principios de la
ley, afirma Mans Puigarnau, entran inmediatamente en vigor con la propia ley.

Se han enunciado como principales características de los principios, su


principalidad y su dinamismo potencial. Por la primera se entiende la preeminencia
de los principios sobre las normas; y por la segunda, en el sentido de que, dichos
principios, son gestores de las soluciones que van demandando un derecho en
formación.

Hay que distinguir también los principios fundamentales, que son la base del
ordenamiento, que se ubican en la Constitución y ahora también en fuentes
supranacionales; de aquellos principios institucionales, derivados de una
determinada institución a partir de su idea organizativa. En el procedimiento
administrativo, se reconocen una serie de principios que prevén que tanto el
particular como la administración tengan un conocimiento total y acabado de la
cuestión planteada.

Los principios que rigen el procedimiento son, fundamentalmente, los de legalidad,


legalidad objetiva y debido proceso adjetivo, sin dejar de tener en cuenta que los
de seguridad jurídica, gratuidad, celeridad, economía, sencillez, eficacia,
eficiencia, publicidad, buena fe, descentralización, desconcentración y de
coordinación, también son muy importantes. Aunque, cabe aclarar que cualquier
principio general de carácter normativo, congruente con el espíritu del sistema,
puede ser empleado con fines hermenéuticos o de integración.
2.- EFECTOS Y EJECUCIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO.

La ejecutividad es común a todos los actos administrativos, no así su


ejecutoriedad que únicamente se presenta en los que imponen deberes a los
administrados y a cuyo cumplimiento se opone el particular, es decir, cuando no
ataca voluntariamente el acto.
Los actos que crean derecho a favor de un particular no son ejecutorios, sino sólo
ejecutivos; tienen fuerza obligatoria, pero el particular no dispone de poder público
para exigir por ellos mismos su cumplimiento.
A la ejecutividad se le ha considerado como una expresión técnica de la justicia de
la administración.
No debe confundirse ejecutoriedad con ejecutividad. La segunda limita su
significación: la condición del acto que puede ser efectuado.

El acto administrativo puede ejecutarse, agotándose de una solo vez (multa). Sin
embargo hay ocasiones en que no se agota en una sola vez, sino que tiene un
tiempo determinado de ejecución; ejemplo, un permiso. Todavía más, hay
ocasiones en que el acto administrativo es permanente, indefinido, como en el
caso de un privilegio de impuesto durante la vida de una empresa.
Una consecuencia de la ejecutoriedad de los actos administrativos es la regla del
solve et repete, que consiste en asegurar el interés fiscal para que la acción
judicial se inicie.

El acto administrativo puede ejecutarse, agotándose de una solo vez (multa). Sin
embargo hay ocasiones en que no se agota en una sola vez, sino que tiene un
tiempo determinado de ejecución; ejemplo, un permiso. Todavía más, hay
ocasiones en que el acto administrativo es permanente, indefinido, como en el
caso de un privilegio de impuesto durante la vida de una empresa.

Una consecuencia de la ejecutoriedad de los actos administrativos es la regla del


solve et repete, que consiste en asegurar el interés fiscal para que la acción
judicial se inicie.

Las condiciones de ejecutoriedad del acto son:

• La exigencia de un acto administrativo.


• Que ese acto sea perfecto (que cumplan con la reunión de todos sus
elementos).
• Que tenga condiciones de exigibilidad, es decir, que sea capaz de producir
efectos jurídicos, que sea ejecutivo.
• Que ordene positiva o negativamente al particular y éste no lo ataque
voluntariamente.

Nuestra legislación y jurisprudencia han reconocido la facultad del poder ejecutivo


para la ejecución de las resoluciones administrativas, reconociéndose cuando una
ley señale un camino diverso, como el judicial debe seguirse éste.
CTO ADMINISTRATIVO: Su existencia depende del cumplimiento de ciertos
elementos esenciales.

Competencia: es el conjunto de atribuciones que en forma expresa o


razonablemente implícita, confiere la CN, Constitución provincial, tratados, leyes y
reglamentos. Es irrenunciable e improrrogable, debe ser ejercido directamente por
el órgano que la tiene atribuida como propia, salvo en los casos de avocación o
delegación.

Objeto: Es la materia o contenido sobre el cual se decide, certifica, valora u opina.


El objeto tienen que ser cierto, claro, preciso y posible física y jurídicamente.
Comprende las materias que necesariamente forman parte del acto y sirven para
individualizarlo.

Los requisitos que debe contener es que sea licito, cierto, posible y determinado.

Voluntad: Está compuesta por la voluntad subjetiva del funcionario, y la voluntad


objetiva del legislador. Por ellos los vicios de la voluntad, pueden aparecer en:

- la misma declaración (formalmente)


- el proceso de producción de dicha declaración (objetivamente)
- la voluntad intelectual (Subjetivamente) del funcionario que produjo la
declaración.

La emisión de la voluntad se ajustará a los siguientes requisitos:*Finalidad,


*razonabilidad, *debido proceso, *ausencia de error, dolo y violencia,*aprobación,
*autorización, *reglas técnicas, *actos sujetos a observación.

Forma: se entiende el modo de cómo se instrumenta y se da a conocer la voluntad


administrativa, o sea su exteriorización. Es el conjunto de formalidades dados por
la ley, todo se instrumenta por escrito, deben tener fecha, de quien viene, cual es
el objeto, firma del funcionario y fundamentos. La omisión o incumplimiento parcial
de las formas de instrumentación o publicidad pueden afectar en distintos grados
la validez del acto, según la importancia de la transgresión.

Publicidad: Los hay: - Publicación: Reglamentos.

- Notificación: Actos administrativos.

El acto administrativo carecer de eficacia mientras no se haya notificado al


interesado. La notificación no debe ser imprecisa ni ambigua, con el objeto de no
violar la garantía.

El acto administrativo adquiere eficacia cuando el interesado a quien va dirigido


toma conocimiento, no antes no después, y tampoco desde la fecha de emisión.
Luego de notificado los actos administrativos, operan como verdaderos títulos de
los derechos que ellos reconocen.

Es admisible la notificación verbal solo cuando el acto validante no este


documentado por escrito.

CARACTERES: del acto administrativo son 5.

• Presunción de legitimidad:

Concepto: es la presunción de validez del acto administrativo, mientras no se


demuestre lo contrario por autoridad competente (nulidad).

Carácter: se caracteriza por ser una presunción legal relativa, provisoria,


transitoria, clasificada. Clásicamente como presunción “ Iuris Tamtum” que puede
ser desvirtuada por el interesado si acredita que el acto es ilegitimo.

• Alcance:

Subjetivo: es a todas las personas a las cuales el acto afecta y no invocan su


ilegitimidad y el que alega la ilegitimidad queda exento de este alcance.

Objetivo: solo afecta a los actos administrativos regulares o de nulidad relativa. Si


el acto administrativo tiene un vicio muy grave, va a tener nulidad absoluta y se
hace inexistente.

Efectos:

 No necesita declaración
 La anulación solo es a petición de partes
 Necesidad de alegar la ilegitimidad
 Necesidad de probar la ilegitimidad
 Ejecutoriedad administrativa
 Instrumentalizad publica administrativa

Ejecutividad:

Concepto: es la obligatoriedad, el derecho a la exigibilidad y el deber de


cumplimiento el acto a partir de su notificación.

Obligatoriedad: al acto administrativo le es propia la obligatoriedad, por lo que


debe ser respetado por todos como válido, mientras subsista su vigencia.

Requisitos: el acto para tener ejecutividad debe ser regular y esta notificado.

El acto regular es ejecutivo y su cumplimiento es exigible a partir de la notificación.


Ejecutoriedad:

Concepto: es la posibilidad de hacer cumplir por si misma a la administración


pública cuando dicta un acto administrativo puede exigir ella misma ese contrato.

Regla: es la facultad propia de la administración pública aunque no la ejerza con


exclusividad, entonces la administración pública tiene otorgada por ordenamiento
jurídico de manera explícita e implícita, quien le confiere los medios coercitivos
para ejecutar por si misma o hacer ejecutar el acto en cuestión.

Excepción: la norma jurídica prescribe en qué casos se precederá el


reconocimiento del derecho de administración y su posterior ejecución del órgano
judicial.

Clases:

Administrativa: es el modo propio y ordinario de ejecución de los actos


administrativos. Tanto la emisión como cumplimiento del acto administrativo le
corresponde a la administración, que los lleve a cabo validándose de sus propios
medios.

Judicial: si bien el acto emana de la administración, su cumplimiento le compete al


órgano judicial a instancias de la administración, entonces el órganos que lo
ejecuto es distinto al que lo emitió.

Suspensión de la ejecutoriedad:

Garantía: a la prerrogativa de al administración para obtener el cumplimiento del


acto por sus propios medios o ejecutarlos por si (ejecutoriedad), le corresponde
como contrapartida la garantía otorgada al administrador de la suspensión de la
ejecución del acto administrativo.

El ejercicio del poder debe ir ligado a un adecuado sistema de garantías.

Si no se suspendió la ejecución y se anula un acto que tuvo sentencia favorable,


se encuentra en una ejecución consumada por lo que la garantía tienen que ser la
indemnización reparatoria de los daños ocasionados.

Clases:

Administrativa: dispuesta de oficio por la administración o a petición de partes,


cuando existen causales previstas en el ordenamiento jurídico, se procede a la
suspensión mediante resolución fundada.

Judicial: cuando los particulares agraviados por el acto administrativo peticionan al


órgano judicial el impedimento de la ejecución.
Legislativa: el órgano legislativo puede disponer la suspensión de la ejecución del
acto administrativo, sea modificado por ley o disponiendo una amnistía.

Causas: Razones de interés público, perjuicio grave (daño irreparable), nulidad.

Estabilidad:

Concepto: es la irrevocabilidad del acto por la propia administración publica. Es la


prohibición de la revocación de los actos que crean, reconocen o declaran un
derecho subjetivo, una vez que ha sido notificado al interesado, salvo que se
extinga o altere el acto en beneficio del interesado.

Protección: la fuerza material de la estabilidad sirve de interés del destinatario y lo


protege.

Favorable: Sustracción de una situación jurídica que le esta garantizada.

Desfavorable: Incremento de las obligaciones que le están impuestas.

Impugnabilidad:

Concepto: el acto administrativo en su calidad de acto productor de efectos


jurídicos directos, puede ser impuesto por la interposición de recursos legales, se
demuestra la invalidez del acto.

Clases: La impugnación pude ser en:

Sede administrativa: procede por razones de legitimidad, oportunidad, merito o


conveniencia, a través de recursos, reclamos y denuncias.

Sede judicial: procede únicamente por legitimidad, a través de acciones y


recursos, amparos, etc.

3.- EL PRINCIPIO DE LA NO RETROACTIVIDAD EN EL DERECHO


ADMINISTRATIVO.

El principio de no retroactividad de la ley La seguridad jurídica es uno de los


principales objetivos del Estado Constitucional de Derecho, las cuales
encontramos reflejadas en nuestra Constitución y en tratados internacionales de
derechos humanos suscritos por el Estado Mexicano. El artículo 14 de la
Constitución Federal, establece en su primer párrafo que: “A ninguna ley se dará
efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna…”.

De esta disposición se han derivado una serie de criterios jurisprudenciales, los


cuales podemos clasificar de la siguiente forma:
a) Los que definen el principio de retroactividad de la ley;

b) Los que definen la retroactividad de las reformas constitucionales;

c) Los que definen la retroactividad en materia penal, y

d) El que define la retroactividad de la jurisprudencia.

Definición del principio de retroactividad de la ley.

El principio de no retroactividad de la ley es un derecho fundamental de seguridad


jurídica, que prohíbe a la autoridad emitir o aplicar una disposición jurídica de
nueva creación, a situaciones o hechos acontecidos previamente a la entrada en
vigor de la misma y que van en perjuicio de situaciones o derechos adquiridos.

La retroactividad consiste, pues, en dar efectos reguladores a una norma jurídica


sobre hechos, actos o situaciones producidos con antelación al momento en que
entre en vigor, bien sea impidiendo la supervivencia reguladora de una ley
anterior, o bien alterando o afectando un estado jurídico preexistente, a falta de
ésta. Por el contrario, el principio de la irretroactividad estriba en que una ley no
debe normar a los actos hechos o situaciones que hayan tenido lugar antes de
que adquiera fuerza de regulación.

Sobre este tema, el Pleno de nuestro Alto Tribunal ha adoptado,


fundamentalmente, dos teorías a) la clásica, relativa a los derechos adquiridos y
expectativas de derecho; y b) la de los componentes de la norma, sustentando las
siguientes tesis:

“RETROACTIVIDAD, TEORIAS DE LA. Sobre la materia de irretroactividad, existen


diversidad de teorías, siendo las más frecuentes, la de los derechos adquiridos y de las
expectativas de derecho y la de las situaciones generales de derecho y situaciones
concretas o situaciones abstractas y situaciones concretas, siendo la primera, el
mandamiento de la ley, sin aplicación concreta de la misma. El derecho adquirido es
definible, cuando el acto realizado introduce un bien, una facultad o un provecho al
patrimonio de una persona, y el hecho efectuado no puede afectarse ni por la voluntad de
quienes intervinieron en el acto, ni por disposición legal en contrario; y la expectativa de
derecho es una esperanza o una pretensión de que se realice una situación jurídica
concreta, de acuerdo con la legislación vigente en un momento dado. En el primer caso,
se realiza el derecho y entra al patrimonio; en el segundo, el derecho está en potencia, sin
realizar una situación jurídica concreta, no formando parte integrante del patrimonio; estos
conceptos han sido acogidos por la Suprema Corte, como puede verse en las páginas
226 y 227 del Apéndice al Tomo L del Semanario Judicial de la Federación, al establecer:
‘Que para que una ley sea retroactiva, se requiere que obre sobre el pasado y que lesione
derechos adquiridos bajo el amparo de leyes anteriores, y esta última circunstancia es
esencial’. ‘La ley es retroactiva cuando vuelve al pasado, para cambiar, modificar o
suprimir los derechos individuales adquiridos’.

Podemos afirmar que ambos criterios continúan vigentes en el quehacer de la


Corte. Por supuesto, la doctrina contempla más alternativas de solución al
respecto, sin embargo, nos limitaremos a las expuestas hasta aquí, ya que sólo
nos interesan los criterios adoptados por el máximo tribunal. El Código Civil
Federal, en su artículo 5 dispone que a ninguna ley ni disposición gubernativa se
dé efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna. La interpretación de este
precepto permite concluir que la retroactividad puede tener efecto cuando no
exista perjuicio para persona alguna.

Retroactividad de las reformas constitucionales

No obstante la jurisprudencia que sostiene que la garantía de no retroactividad


aplica tanto para el órgano legislativo, como para el órgano encargado de la
aplicación de la norma jurídica, tratándose de reformas constitucionales el
tratamiento aún es poco claro.

Inicialmente la Suprema Corte de Justicia sostuvo el criterio siguiente:

RETROACTIVIDAD DE LA LEY, PRECEPTOS CONSTITUCIONALES NO SON


IMPUGNABLES POR.

Las leyes retroactivas, o las dicta el legislador común o las expide el Constituyente
al establecer los preceptos del Código Político. En el primer caso, no se les podrá
dar efecto retroactivo, en perjuicio de alguien, porque lo prohíbe la Constitución;
en el segundo, deberán aplicarse retroactivamente, a pesar del artículo 14
constitucional, y sin que ello importe violación de garantía individual alguna. En la
aplicación de los preceptos constitucionales hay que procurar armonizarlos, y si
resultan unos en oposición con otros, hay que considerar los especiales como
excepción de aquellos que establecen principios o reglas generales. El legislador
constituyente, en uso de sus facultades amplísimas, pudo, por altas razones
políticas, sociales o de interés general, establecer casos de excepción al principio
de no retroactividad, y cuando así haya procedido, tales preceptos deberán
aplicarse retroactivamente. Para que una ley sea retroactiva, se requiere que obre
sobre el pasado y que lesione derechos adquiridos bajo el amparo de leyes
anteriores, y esta última circunstancia es esencial.

Lo anterior tiene sustento, en virtud de que una disposición constitucional no


puede ser contraria a otra, ya que todos los preceptos de la Carta Magna son de la
misma jerarquía, lo cual encuentra apoyo en la tesis XXXIX/90, de la Octava
Época, emitida por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
publicada en la página 17, del Semanario Judicial de la Federación, tomo V,
primera parte, cuyo rubro señala: ”CONSTITUCIÓN, TODAS SUS NORMAS
TIENEN LA MISMA JERARQUÍA Y NINGUNA DE ELLAS PUEDE DECLARARSE
INCONSTITUCIONAL”.

V.- LA EXTINCIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS.

El acto administrativo es una manifestación de voluntad de la autoridad


administrativa competente, fundada y motivada con una finalidad específica de
crear, transmitir, modificar o extinguir derechos y obligaciones para la satisfacción
del interés general, pudiendo ser ejecutivo o declarativo. Los actos administrativos
se extinguen cuando se han cumplido con todos los elementos, requisitos y
modalidades que señala la ley , cuando han producido sus efectos jurídicos
conforme a su objeto y finalidad perseguidos, así las cosas podemos decir que
hay actos administrativos que se extinguen por determinación simple, de haber
cumplido su objeto, el plazo de su vigencia y generalmente se les conoce como
terminación normal, sin embargo, hay algunos que se extinguen por determinación
judicial o por determinación de las propias autoridades administrativas y es así
como han surgido la revocación, rescisión, la prescripción, la caducidad, el
término, la condición y la nulidad absoluta o relativa.

Según la doctrina, el acto administrativo puede extinguirse por diferentes medios


que se han clasificado por razones metodológicas, en; medios Formales y medios
Anormales. En los medios formales, la realización fáctico-jurídica del acto
administrativo se lleva a cabo en forma normal mediante el cumplimiento
voluntario y la realización de todas aquellas operaciones materiales necesarias
para cumplir el objeto o contenido del propio acto.

Esta realización voluntaria puede ser de los órganos internos de la administración


y también se cumple y se extingue por la realización de su objeto, a saber;

1. - Cumplimiento voluntario por órganos internos de la administración, la


realización de todos los actos necesarios

2. - Cumplimiento voluntario por parte de los particulares.

3. - Cumplimiento de efectos inmediatos cuando el acto en si mismo entraña


ejecución que podríamos llamar automática, o cuando se trate de actos
declarativos.

4. - Cumplimiento de plazos, en aquellos actos que tengan plazo, por ejemplo;


licencias, permisos temporales, concesiones, etcétera. En los medios informales,
el acto administrativo puede extinguirse por una serie de procedimientos o medios
que llamamos anormales, porque no culminan con el cumplimiento del contenido
del acto, sino que lo modifican, impiden su realización, o lo hacen ineficaz.

Estos procedimientos o medios son los siguientes:

1. - Revocación administrativa

2. - Rescisión

3. - Prescripción

4. - Caducidad

5. - Término y condición.

6. - Renuncia de derechos.

7. - Irregularidades e ineficiencias del acto administrativo.

8. - Extinción por decisión dictada en recursos administrativos o en procesos ante


tribunales administrativos y federales en materia de amparo.

La revocación administrativa, es un instrumento legal del órgano administrativo


para dejar sin efectos, en forma parcial o total un acto administrativo, por razones
técnicas, de interés público, o de legalidad, es frecuente verlo en las instancias
administrativas de aclaración o en la tramitación de recursos administrativos a
favor del gobernado.

El acto que se revoca puede tener vicios de forma o de fondo y por tal motivo es
ilegal. En las concesiones puede verse la revocación de ese acto por razón de
interés social cuando el estado ya no pretende concesionar la prestación de un
servicio público o la explotación de bienes de propiedad pública o simplemente
cuando el concesionario no ha cumplido con la ley que regula la concesión. La
rescisión administrativa como forma de extinción de los actos administrativos, es
oportuno verla en los contratos o convenios administrativos y consiste en la
facultad que tienen las partes en ese acto jurídico bilateral en resolver o dar por
terminadas sus obligaciones, en caso de incumplimiento de una de ellas, esta
medida debe quedar plenamente señalada en una de las cláusulas que se
contienen en el citado documento jurídico.

La prescripción, es la extinción de las obligaciones y los derechos o la adquisición


de estos últimos por simple transcurso del tiempo previsto en la ley. En el ámbito
administrativo los actos jurídicos prescriben de acuerdo con lo que para cada caso
en particular dispongan las leyes respectivas. Por ejemplo; en materia fiscal se
extinguen por prescripción tanto la obligación como el crédito fiscal, en un período
de 5 años, siempre y cuando este término inicie a partir de la fecha en que el pago
pudo ser legalmente exigido y se podrá oponer como excepción en los recursos
administrativos.

La caducidad, es la extinción de los actos administrativos, por la falta de


cumplimiento de los requisitos establecidos en la ley o en el propio acto
administrativo para que se genere o preserve un derecho, generalmente por
negligencia, descuido o inactividad de un particular que no cumple con los
requisitos o deberes de una concesión.

La distinción entre prescripción y caducidad estriba en que la primera extingue el


cumplimiento de obligaciones o el ejercicio de derechos por un particular o por el
gobernante, liberándose de las mismas, o los pierde por el transcurso del tiempo y
la segunda extingue el ejercicio de facultades de una autoridad o la pérdida de
derechos del gobernado por negligencia.

El término es un acontecimiento futuro de realización cierta del que depende que


se realicen o se esfumen los efectos de una acto jurídico. Puede ser suspensivo o
extintivo, el primero suspende los efectos de una acto jurídico, tal es el caso de la
suspensión del procedimiento administrativo de ejecución, cuando se tramita un
medio de defensa en su tramitación y resolución, el segundo los apoya, tal es el
caso de aquellos actos administrativos que no se ejecutaron en el plazo que
marca la ley y se expiran por prescripción, lo que también puede ocurrir en el rubro
fiscal. La condición es un acontecimiento futuro de realización incierta del que se
hace depender el nacimiento o la extinción de una obligación o de un derecho
como por ejemplo cuando se ofrece el otorgamiento de una concesión a la
terminación de una autopista o cuando desaparece la misma por haber dejado de
funcionar una carretera o autopista que es motivo de dicha concesión.

La renuncia de derechos, es otra forma de terminar los actos administrativos,


sobre todo es notable en los rubros de licencias, permisos, o concesiones y aun
en el caso de la nacionalidad, la parte interesada manifiesta su voluntad en forma
unilateral de ya no seguir ejercitando ese derecho, por conveniencia competente
debe de resolver lo conducente. Las irregularidades e ineficiencias del acto
administrativo, los actos administrativos son válidos cuando han sido emitidos de
conformidad con las normas jurídicas que lo rigen, cuando su estructura consta de
todos los elementos de existencia como son el consentimiento y el objeto, y los de
validez que son; la capacidad, la ausencia de vicios de voluntad, la licitud y la
forma
1.- LA TEORÍA DE LAS NULIDADES EN EL DERECHO ADMINISTRATIVO.

La teoría de las nulidades, como institución jurídica, pertenece a la teoría general


del derecho, y es común a todas las disciplinas jurídicas. Sin embargo, cada una
de ellas debe adoptarla a su finalidad y esencia específica, para no llegar a
soluciones anti- téticas con su objeto y contenido. Es por ello que la teoría de las
nulidades formada en sus orígenes sobre los planteamientos del derecho privado
no puede trasladarse, sin más, al derecho administrativo, cuya propia singularidad
impone especialidades o matices de alguna importancia, como es afirmación
generalizada.

En primer lugar, si la regla general en derecho privado es la afirmación de la


nulidad absoluta de los actos jurídicos que infringen la ley, en el derecho
administrativo la regla general es, por el contrario, la nulidad relativa del acto
administrativo que infrinja el ordenamiento jurídico, reservándose la sanción de la
nulidad absoluta para los supuestos más graves de actos administrativos
irregulares, particularidad que es común en la tradición jurídica de los
ordenamientos administrativos europeos (Alemania, España, Italia, Francia).

En segundo lugar, otra especialidad supone le existencia en manos de la


administración pública de potestades de autotutela que los particulares no
disponen, en el sentido que en los casos de actos administrativos absolutamente
nulos puede ejecutarlos directamente, por si misma, sin auxilio judicial alguno,
surgiendo en cabeza del particular la carga de alegación y prueba de su
irregularidad.

Y finalmente, la existencia en el derecho administrativo de irregularidades que no


tienen idonedidad para invalidar los actos administrativos, es decir, las llamadas
irregularidades no invalidantes, supuestos éstos que se justifican por la aplicación
del principio de economía procedimental a los vicios formales que no han afectado
la corrección jurídica del acto administrativo correspondiente.

Concepto

La teoría de las nulidades del derecho administrativo hace referencia a las


diferentes infracciones del ordenamiento jurídico llamados vicios, causas de
nulidad o motivos de impugnación--, que puede con- tener un acto administrativo y
justificar la cesación de los efectos.

La nulidad es la sanción legal que priva de sus efectos normales a un acto


administrativo, en virtud de un vicio originario, es decir, existente en el mo- mento
de su emisión. Por tanto, las notas que la caracterizan son las siguientes: (i)
constituye una sanción; (ii) de carácter legal; (iii) el efecto propio es privar al acto
administrativo de los efectos que estaba destinado a producir; y (iv) responde a
causas anterior o contemporáneas al nacimiento del acto administrativo.

Modalidades

Es indudable que cualquier vicio que pueda afectar al acto administrativo resulta,
precisamente, de la infracción al ordenamiento jurídico que lo regula. En el ámbito
del derecho administrativo, como con- secuencia de la aplicación del principio de
la seguridad jurídica, la regla general en materia de vicios es la anulabilidad,
aplicándose sólo excepcionalmente y con criterio restrictivo, la nulidad absoluta
para de- terminadas causas tasadas. Por otra parte, existirán los vicios
intrascendentes o irrelevantes que no darán lugar a la invalidez. Tal es el caso del
derecho positivo, donde la regla general consiste en que los vicios del acto
administrativo dan lugar a la anulabilidad del mismo (art. 20, LOPA) con dos
excepciones:

i) Los supuestos de vicios de nulidad absoluta (art. 19, LOPA); y ii) los
supuestos de vicios intrascendentes que no dan lugar a la invalidez, y que
analizaremos más adelante.

La distinción entre nulidad absoluta y la nulidad relativa se funda en un elemento


distintivo que no tiene absoluta precisión: la gravedad (criterio de intensidad) del
vicio que afecta el acto administrativo. Por último, las modalidades de nulidades
presentan las diferencias siguientes:

(i) En sede administrativa, la potestad de convalidación (art. 81 de la LOPA)


sólo procede en los casos de nulidad relativa; mientras que la potestad de
revocación o más propiamente de anulación ejercida de oficio (art. 83 de la
LOPA), sólo procede en los casos de nulidad absoluta, aun cuando quepa la
conversión del acto administrativo viciado de nulidad en otro tipo de acto, si reúne
los elementos del mismo (art. 21 de la LOPA);

(ii) La inexistencia de sujeción a plazo para instar la acción de nulidad de los


actos administrativos viciados de nulidad absoluta (art. 83 de la LOPA) frente a la
preclusión de los plazos en los casos de anulabilidad;

(iii) En sede administrativa y jurisdiccional, en razón del carácter de orden


público del vicio de nulidad absoluta, la posibilidad de pronunciamiento previo y de
oficio por el juez y la Administración Pública, y de alegación en cualquier estado y
grado del proceso; y

(iv) Finalmente, si el acto administrativo es nulo, de nulidad absoluta de él no


pueden derivar derechos, ya que no se pueden originar derechos contra la ley; y,
si por el contrario, es simplemente anulable, los derechos durarán en tanto en
cuanto no sea anulado (Entrena Cuesta).

En cuanto a los efectos de la declaratoria de la nulidad del acto administrativo en


el tiempo (ex tunc o ex nunc), o en la extensión (total o parcial), en nuestro
Derecho administrativo no existe ninguna diferencia en sede administrativa o
contencioso- administrativa (art. 21, p. 18 de la LOTSJ), pues estos aspectos se
deciden caso por caso, como una cuestión de hecho y de interpretación, en vista
de la repercusión práctica y de los elementos afectados, respectivamente.

2.- LA REVOCACIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS.

Por revocación del acto administrativo debe entenderse la retirada del acto por
parte de la Administración sin que se haya interpuesto recurso por parte del
interesado.

La revocación de los actos administrativos regulares, constituyen una retractación


de una actuación regular, ajustada a derecho, por la que se deja sin efectos aquel
determinado acto jurídico válido.

La revocación de los actos administrativos, puede ser hecha en sentido amplio


como en sentido estricto o restringido.

1.1 Revocación del acto administrativo (en sentido amplio): Es el retiro o la


cancelación total o parcial de los efectos del acto administrativo regular
reglamentaria o individualmente, por su naturaleza regular o irregular,
eventualmente.

1.2 Revocación del acto administrativo (en sentido restringido o estricto): Es la


cancelación total o parcial de los efectos del acto administrativo, por razones
diferentes: por ejemplo, por casos de conveniencia u oportunidad sobrevinientes, o
también por cambio de criterio (sin que el acto administrativo sea en sí,
precisamente irregular).

Los casos de revocación de los actos administrativos más habituales y conocidos


son:

- DECLARACIÓN DE NULIDAD. Es la revocación del acto administrativo irregular


nulo ("ex tunc").

- ANULACIÓN. Es la revocación del acto irregular por anulable ("ex nunc").

- DEROGACIÓN. Es la revocación del acto reglamentario o la ley.

- ABROGACIÓN. Es la revocación parcial del acto reglamentario o la ley.


- FACULTAD REGLAMENTARIA. Es la derogación o modificación por su mismo
órgano originario.

2. REVOCACIÓN POR RAZÓN DE CONVENIENCIA U OPORTUNIDAD Y POR


CAMBIO DE CRITERIO EN LA APLICACIÓN DE LA LEY.

El principal inconveniente, se trataría, pues, saber si el acto administrativo, una


vez que cause estado en la instancia administrativa y en la judicial, puede ser o no
revocado luego (es decir, si goza o no de carácter o fuerza de "cosa juzgada" - o
de "res judicata" en el aforismo latino -).

2.1 Cosa juzgada formal. Habrá dicho caso, cuando el particular afectado ya no
pudiere impugnar el acto administrativo por haberse agotado los recursos.

2.2 Cosa juzgada material. Es cuando las instancias administrativas y judicial,


atadas a sus propias resoluciones, no puedan más revocarla ni total ni
parcialmente.

3. TRES OPINIONES DE DOCTRINARIOS

Según Fritz Fleiner, un prestigioso doctrinario alemán del siglo XX, “…un acto
administrativo contra el interés público es insubsistente…” (Fleiner, Fritz:
“Instituciones de Derecho administrativo”. Barcelona: Labor, 8ª ed.).

Asimismo, el especialista argentina, profesor Juan Cassagne, ha aseverado: “…en


el acto administrativo unilateral, es inmutable, irrevocable o estable…”, es decir, no
existe una sola regla (Cassagne, Juan Carlos: “Derecho administrativo”. Buenos
Aires: Coodeces, tomo I).

En esto último, “la contraposición es más aparente que real, al punto que pudiera
consistir simplemente en que lo que para unos es la regla, para otros es la
excepción…” (Villagra Maffiodo, Salvador: “Principios de Derecho administrativo”.
Asunción: Llamas).

4. PRINCIPIOS RECTORES PARA LA REVOCACIÓN.

Los principios administrativos rectores de la revocación de los actos son cuatro:

4.1 La prevalencia del interés público sobre el interés particular, y así mismo lo
establece la Carta Magna vigente (art. 128º, C.N.).

4.2 La cosa juzgada (“res iudicata”) y el acto administrativo, que consiste en el


amparo otorgado por la fuerza o el imperio de “cosa juzgada”, con respecto de los
actos administrativos determinados, dando así, seguridad jurídica plena a todos
sus efectos.
4.3 Diferencias entre el “acto administrativo reglado” y el “acto administrativo
discrecional”. Refiere a la vinculación de la Administración con la ley, en cuanto
esta le ordena o faculta un mandato o prohibición expresamente, y le faculte cierto
arbitrio (oportunidad o conveniencia).

4.4 La distinción de los actos de ejecución única y de ejecución sucesiva. Es decir,


se trata de aquellos que agotan sus efectos de una sola vez (por tanto, su
revocación posterior será necesariamente retroactiva), y los de ejecución
sucesiva, cuyos efectos se prolongan en el tiempo (si se revocare, puede afectar
solamente los efectos futuros y no los ya cumplidos, los que, eventualmente,
quedarían firmes).

5. ESQUEMA DE LA REVOCABILIDAD, SEGÚN VILLAGRA MAFFIODO.

En efecto, el esquema está basado en el cuadro referido a la Revocabilidad o no


de los actos administrativos, los cuales divide en Actos reglamentarios y Actos
individuales, y estos últimos, subdivididos a su vez, en Irregulares y Regulares.

Los actos individuales irregulares pueden ser Nulos y Anulables.

Los actos individuales regulares son los Reglados y Discrecionales. Son


Reglados de dos clases: de ejecución única y de ejecución sucesiva. Los actos
individuales regulares discrecionales son varios, según se verá.

6. LOS ACTOS REGLAMENTARIOS.

Los actos reglamentarios son aquellos actos jurídicos de alcance general.

Los efectos de los actos reglamentarios, una vez expedidos como actos
administrativos, son revocables por derogación reglamentaria (si fuera total) o por
abrogación (si fuese parcial).

En ambos casos, tienen efecto ex nunc, desde la iniciación o perfeccionamiento


del acto, por tanto, no tiene efecto retroactivo.

7. LOS ACTOS INDIVIDUALES REGLADOS.

Los actos individuales reglados pueden ser de dos clases: los de ejecución única y
los de ejecución sucesiva.

7.1 Actos individuales reglados de ejecución única. Por ser de esta naturaleza,
deben ser irrevocables, debido a la invariabilidad del supuesto de hecho y el
carácter definitivo de la decisión administrativa, exactamente como en la “res
iudicata” del derecho común. El doctor Villagra, menciona como ejemplo, la
liquidación de un impuesto determinado, que pagada, agota todos sus efectos.
7.2 Actos individuales reglados de ejecución sucesiva. Se menciona que los
mismos, deben ser irrevocables, porque, habiéndose pronunciado la autoridad
sobre la procedencia del supuesto de hecho, la seguridad jurídica exige que no se
la pueda cambiar posteriormente, por ejemplo, por un cambio de criterio o de
interpretación sobre aquello que ya se hallaba resuelto. El profesor Villagra, brinda
un ejemplo claro: el caso de la jubilación otorgada, precisamente, por el
cumplimiento de los requisitos exigidos legalmente de la misma.

8. LOS ACTOS INDIVIDUALES DISCRECIONALES.

Los actos individuales discrecionales son los que el administrador efectúa por
facultaciones legales específicas, en ciertos ámbitos y circunstancias, en las que
no se puede prever los casos y efectos en la gestión administrativa, siempre y
cuando se responsabilice a aquel actor.

Los actos individuales discrecionales, son: los de ejecución única para situaciones
invariable, los de ejecución sucesiva para situaciones invariables y los actos
discrecionales para circunstancias variables.

8.1 Actos individuales discrecionales de ejecución única, para situación invariable.


Los ejemplos son raros. La razón de la irrevocabilidad de ellos, es la seguridad
jurídica, por supuesto. Un ejemplo sería la graduación de una multa, entre un
mínimo reglamentario o legal y un máximo, cuyo monto o gravamen no podría ser
agravada por simple cambio de criterio ya fijada y pagada.

8.2 Actos individuales discrecionales de ejecución sucesiva, para situación


invariable. Los mismos son revocables, con efecto ex nunc. Prevalece el interés
público, como en el ejemplo de la licencia concedida para la exhibición de una
película que, por cambio de criterio de la autoridad, pudiera ser retirada en caso
de necesidad.

8.3 Actos individuales discrecionales para circunstancias variables. También es


revocable. Se lo nota en el ejemplo, por el que se otorga permiso de ocupación de
determinado bien de dominio público, como a las de las estaciones de servicio
ubicadas al margen de las autopistas o rutas internacionales.

Entonces, con la única excepción de la “declaración de nulidad” (con efecto “ex


tunc”), la REGLA GENERAL es que EL ACTO ADMINISTRATIVO ES
IRREVOCABLE, porque no puede ser suprimido de raíz, como si no hubiese
existido, ni tampoco se pueden suprimir sus efectos ya producidos.
9. OTRAS VARIANTES DE LA REVOCABILIDAD.

Existen otras variantes, relativas a la revocabilidad del acto administrativo, y que


son las siguientes:

9.1 La revocación a favor del particular: excepciones. Todas las anteriores


hipótesis contemplan la revocación del acto administrativo en perjuicio del
particular.

En principio, si fuera a su favor, el acto administrativo es revocable, siempre y


cuando no concurran las siguientes excepciones:

9.1.1 Facultades vinculadas, irrenunciables (ejemplo: los tributos);

9.1.2 Violación del principio de igualdad (artículos 47º al 49º, C.N.); y,

9.1.3 Que no afecte derechos de terceros.

9.2 Cambio sobreviniente en la legislación. Cuando se cambia una norma hasta


entonces vigente, incluso con efecto retroactivo a favor del particular, si le fuera
más favorable al obligado.

10. CADUCIDAD.

Otra causa de extinción, que debe confundirse con la revocación, es la caducidad.

Ella puede sobrevenir por acataiento de una condición extintiva, o por el


incumplimiento de un cargo impuesto en el mismo acto administrativo (un ejemplo,
es la caducidad de la adjudicación de un lote de terreno por INDERT-IBR, por no
ocuparlo ni cultivarlo el beneficiario personalmente).

Puede tener normalmente efecto ex nunc, pero puede ser ex tunc (como en la
declaración de nulidad, si la ley, en vista de la gravedad de la trasgresión, ha
querido darle, ex profeso, ese efecto).

VI.- LA ESTRUCTURA DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.

1.-De acuerdo a la L.O.A.P.F., integran la organización administrativa centralizada


federal: la Presidencia de la Republica, las Secretarias de Estado, Departamentos
Administrativos y la Procuraduría General de la república.

El gobierno federal es “el poder público que emana del pueblo, por el cual ejerce
su soberanía nacional y representa jurídicamente a la nación”. El gobierno está
constituido por los Poderes de la Unión, para el ejercicio del poder público:
-Poder legislativo: integrado por la Cámara de Diputados, la Cámara de
Senadores y la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

El art. 136 constitucional establece que las legislaturas de los estados también
forman parte del poder legislativo federal. Exluyendo de manera tajante al distrito
federal.

-Poder judicial: integrado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación,


Tribunales Colegiados de Circuito, Tribunales Unitarios de Circuito y Juzgados de
Distrito.

-Poder ejecutivo: representado por el Presidente Constitucional, apoyándose en la


Administración centralizada y paraestatal, quien administra los fondos y recursos
públicos y ejecuta los programas y acciones de gobierno.

Ser ciudadano mexicano por nacimiento y estar en pleno goce y ejercicio de sus
derechos civiles y políticos.

Contar con estudios académicos en materias afines a las atribuciones que


correspondan a la delegación respectiva;

Haber desempeñado cargos de alto nivel decisorio, cuyo ejercicio requiera


conocimientos y experiencia en materia administrativa, y

No haber sido sentenciado por delitos patrimoniales o estar inhabilitado para


desempeñar un empleo, cargo o comisión en el servicio público

El nivel estatal ejerce su soberanía a través de los poderes de la unión uno de


ellos es el ejecutivo federal, pero antes la posibilidad de administrar todo el
territorio este se divide en circunscripciones territoriales denominadas “ESTADOS”
o entidades federativas, las cuales son autónomas es decir pueden ser autónomas
aunque forman parte de la nación. También tienen como base al municipio libre,
que también tienen su propio gobierno llamado Ayuntamiento.

NIVEL ESTATAL O LOCAL.- Gobernador del estado, secretario general de


gobierno, oficial mayor, procurador de justicia, tesorero, secretarías,
departamentos o unidades administrativas, organismos desconcentrados,
descentralizados, empresas públicas y fideicomisos públicos.

Importancia: La administración pública, como todo elemento del Estado, necesita


ordenarse adecuada y técnicamente, es decir, organizarse, para realizar su
actividad rápida, eficaz y convenientemente. Para ello se ha tratado, a través de la
evolución de la administración pública, de buscar formas de organización que
respondan lo mejor posible a las necesidades del país en un momento
determinado.

EL GOBERNADOR DEL ESTADO SE AUXILIARÁ DE LAS DEPENDENCIAS


SIGUIENTES:

I. SECRETARÍA GENERAL DE GOBIERNO.

II. SECRETARÍA DE HACIENDA.

III. SECRETARÍA DE LA FUNCIÓN PÚBLICA.

SECRETARÍA DE PLANEACIÓN, GESTIÓN PÚBLICA Y PROGRAMA DE


GOBIERNO.

IV. SECRETARÍA DEL TRABAJO.

IV-A. SECRETARÍA PARA EL DESARROLLO Y EMPODERAMIENTO DE LAS


MUJERES.

IV-B. SE DEROGA.

V. SECRETARÍA DE INFRAESTRUCTURA.

VI. SECRETARÍA DE MEDIO AMBIENTE E HISTORIA NATURAL.

VII. SECRETARÍA DE ECONOMÍA.

VIII. SECRETARÍA DE DESARROLLO Y PARTICIPACIÓN SOCIAL.

IX. SECRETARÍA DEL CAMPO.

X. SECRETARÍA DE TURISMO.

XI. SECRETARÍA DE PESCA Y ACUACULTURA.

XII. SECRETARÍA DE PUEBLOS Y CULTURAS INDÍGENAS.

XIII. SECRETARÍA DE SALUD.

XIV. SECRETARÍA DE EDUCACIÓN.

XV. SECRETARÍA DE SEGURIDAD Y PROTECCIÓN CIUDADANA.

XVI. SECRETARÍA DE TRANSPORTES.

XVII. SECRETARÍA PARA EL DESARROLLO DE LA FRONTERA SUR Y


ENLACE PARA LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL.
XVII-A. SECRETARÍA DE LA JUVENTUD, RECREACIÓN Y DEPORTE.

XVIII. INSTITUTO DE LA CONSEJERÍA JURÍDICA Y DE ASISTENCIA LEGAL.

XIX. INSTITUTO DE POBLACIÓN Y CIUDADES RURALES.

El municipal es en la mayoría de los casos la ultima división del territorio de un


Estado y es la que debe satisfacer las necesidades minimas de la población.
También es la primera autoridad a la cual se puede recurrir frente a problemas.

COMO ENTIDAD ADMINISTRATIVA

Un municipio es una entidad administrativa que puede agrupar una sola localidad
o varias, que puede hacer referencia a una ciudad, pueblo o aldea.

El municipio está regido por un órgano colegiado denominado ayuntamiento,


municipalidad, alcaldía o concejo, encabezado por una institución unipersonal: el
alcalde

El ayuntamiento está integrado por un presidente, regidores y síndicos, los dos


últimos con el número que la Ley Orgánica Municipal de cada Estado determine.

Un síndico cuando el municipio tenga una población menor de 500 mil habitantes,
y dos síndicos cuando tenga una población de más de 500 mil habitantes.

Diez regidores, cuando se trate de municipios que tengan una población de menos
de 150 mil habitantes (seis electos por planilla según el principio de mayoría
relativa

Trece regidores, cuando se trate de municipios que tengan una población de más
de 150 mil y menos de 500 mil habitantes

Dieciséis regidores, cuando se trate de municipios que tengan una población de


más de 500 mil y menos de un millón de habitantes

Diecinueve regidores, cuando se trate de municipios que tengan una población de


más de un millón de habitantes , para un periodo inmediato y se renovan cada tres
años.

2.-La L.O.A.P.F. a sido creada con los propósitos de una reforma administrativa
que pretende básicamente, programar la actividad de la Administración pública,
jerarquizar sus objetivos y aprovechar óptimamente sus recursos.

3.-En México el Poder Ejecutivo Federal del gobierno es ejercido por el Presidente
de la República cuya denominación oficial es Presidente Constitucional de los
Estados Unidos Mexicanos.
4.-La Administración Pública Federal será centralizada y paraestatal conforme a la
Ley Orgánica que expida el Congreso, que distribuirá los negocios del orden
administrativo de la Federación que estarán a cargo de las Secretarías de Estado

VII.- LA TEORÍA DE LA FUNCIÓN PÚBLICA.

Existen varias teorías al respecto de la naturaleza jurídica de la función pública;


podemos agruparlas en dos grandes corrientes: Una civilista y otra publicista

Teoría Civilista

La Función pública es una relación de derecho civil, por cuanto la misma exige
capacidad, consentimiento entre las partes y existen prestaciones recíprocas,
pues el empleado proporciona sus servicios y a cambio recibe del Estado la
correspondiente remuneración.

Contraria a la teoría civilista, la doctrina coincide en afirmar que la función pública


atañe al derecho público por ser el Estado quien ejerce la potestad de vincular
personas naturales o jurídicas al mismo para que ejerzan las funciones atribuibles
al Estado y con ello pueda alcanzar sus fines.

El Estado y sus servidores se fundamenta en una nueva rama del derecho


denominada Derecho Administrativo laboral, dado que esta sometida a unas
normas y principios especiales, mientras que el régimen aplicable a las relaciones
entre particulares es de derecho laboral común.

Ley 4ª de 1913

Bajo esta ley se rige el Código de Régimen Político y Municipal, en el Titulo VIII se
refiere a la Administración pública y establece las normas que le atañen en cuanto
a la forma de acceso al empleo público, las sanciones, licencias, renuncias, faltas;
y en general todo lo relacionado con el régimen laboral del empleado público.

Ley 10 de 1934:

Esta ley distingue entre los empleados particulares y aquellos cuyo empleador o
contratante es el estado.

Ley 6 de 1945:

En ella se dictan disposiciones sobre convenciones de trabajo, asociaciones


profesionales, conflictos colectivos y jurisdicción especial del trabajo.

1991: en esta etapa, se cambio el concepto de empleado por el de servidor


publico
PRINCIPIOS DE LA FUNCION PÚBLICA

 Igualdad de Oportunidades
 Merito
 Moralidad
 Eficacia
 Imparcialidad
 Publicidad

Es aquel trabajador que desempeña funciones en un organismo público del


Estado FUNCIONARIO PUBLICO

1.- LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DE LOS PODERES DE LA UNIÓN.

Si bien es cierto que no existe regulación expresa en el marco constitucional y


legal que rige la relación laboral burocrática sobre la posibilidad de que el patrón
equiparado modifique unilateralmente las funciones asignadas a un servidor
público en el nombramiento respectivo, también lo es que de los artículos 123,
apartado B, fracciones V, VII, VIII y IX, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, y 6o., 44, 46, 47 y 50 de la Ley Federal de los Trabajadores al
Servicio del Estado, se advierte que:

1. La designación de los servidores públicos debe atender a sus conocimientos y


aptitudes;

2. El monto de sus percepciones salariales debe ser acorde con las funciones
desempeñadas;

3. Sus ascensos deben determinarse por sus conocimientos, aptitudes y


antigüedad;

4. Los que desempeñen funciones diversas a las que corresponden a los de


confianza, durante más de 6 meses sin nota desfavorable en su expediente,
adquieren el derecho a la estabilidad en el empleo;

5. Los que gozan de dicha prerrogativa únicamente pueden ser cesados por causa
justificada prevista legalmente; y,

6. En los casos de supresión de plazas, los afectados tienen derecho a que se les
otorgue otra equivalente a la suprimida o a la indemnización de ley.

De lo anterior se sigue que atendiendo a la naturaleza de la relación laboral


burocrática, los trabajadores al servicio del Estado, una vez que adquieren el
derecho a la estabilidad en el empleo, también adquieren el derecho a desarrollar
en la misma plaza o en una diversa los servicios y funciones precisadas en su
nombramiento, o bien, diversos que por su complejidad también puedan
desarrollar con base en sus conocimientos y aptitudes.

En ese tenor, se concluye que el cambio de funciones no entraña,


necesariamente, una modificación ilegal de las condiciones de trabajo, sino sólo
cuando las nuevas atribuciones no son acordes a los conocimientos y aptitudes
que se tomaron en cuenta para otorgar el nombramiento respectivo.

2.- LA LEY FEDERAL DE LOS TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO,


REGLAMENTARIA DEL APARTADO B DEL ARTÍCULO 123
CONSTITUCIONAL.

El Tribunal, por conducto del Pleno, nombrará, removerá o suspenderá a sus


trabajadores en los términos de esta Ley. Los gastos que origine el funcionamiento
del Tribunal serán cubiertos por el Estado, consignándose en el presupuesto de la
Secretaría de Gobernación.

El personal jurídico y administrativo del Tribunal Federal de Conciliación y


Arbitraje, tendrá las facultades y atribuciones específicas que determinen esta Ley
y el Reglamento Interior del Tribunal.

Empresas:

1. Aquéllas que sean administradas en forma directa o descentralizada por el


Gobierno Federal;

2. Aquéllas que actúen en virtud de un contrato o concesión federal y las industrias


que les sean conexas; y

3. Aquéllas que ejecuten trabajos en zonas federales o que se encuentren bajo


jurisdicción federal, en las aguas territoriales o en las comprendidas en la zona
económica exclusiva de la Nación.

También será competencia exclusiva de las autoridades federales, la aplicación de


las disposiciones de trabajo en los asuntos relativos a conflictos que afecten a dos
o más Entidades Federativas; contratos colectivos que hayan sido declarados
obligatorios en más de una Entidad Federativa; obligaciones patronales en materia
educativa, en los términos de Ley; y respecto a las obligaciones de los patrones en
materia de capacitación y adiestramiento de sus trabajadores, así como de
seguridad e higiene en los centros de trabajo, para lo cual, las autoridades
federales contarán con el auxilio de las estatales, cuando se trate de ramas o
actividades de jurisdicción local, en los términos de la ley reglamentaria
correspondiente.
B. Entre los Poderes de la Unión y sus trabajadores:

I. La jornada diaria máxima de trabajo diurno y nocturno será de ocho y siete horas
respectivamente. Las que excedan serán extraordinarias y se pagarán con un
ciento por ciento más de la remuneración fijada para el servicio ordinario. En
ningún caso el trabajo extraordinario podrá exceder de tres horas diarias ni de tres
veces consecutivas;

II. Por cada seis días de trabajo, disfrutará el trabajador de un día de descanso,
cuando menos, con goce de salario íntegro;

III. Los trabajadores gozarán de vacaciones que nunca serán menores de veinte
días al año;

IV. Los salarios serán fijados en los presupuestos respectivos sin que su cuantía
pueda ser disminuida durante la vigencia de éstos, sujetándose a lo dispuesto en
el artículo 127 de esta Constitución y en la ley. En ningún caso los salarios podrán
ser inferiores al mínimo para los trabajadores en general en las entidades
federativas.

V. A trabajo igual corresponderá salario igual, sin tener en cuenta el sexo;

VI. Sólo podrán hacerse retenciones, descuentos, deducciones o embargos al


salario, en los casos previstos en las leyes;

VII. La designación del personal se hará mediante sistemas que permitan apreciar
los conocimientos y aptitudes de los aspirantes. El Estado organizará escuelas de
Administración Pública;

VIII. Los trabajadores gozarán de derechos de escalafón a fin de que los ascensos
se otorguen en función de los conocimientos, aptitudes y antigüedad. En igualdad
de condiciones, tendrá prioridad quien represente la única fuente de ingreso en su
familia;

XI (sic 05-12-1960). Los trabajadores sólo podrán ser suspendidos o cesados por
causa justificada, en los términos que fije la ley. En caso de separación
injustificada tendrá derecho a optar por la reinstalación en su trabajo o por la
indemnización correspondiente, previo el procedimiento legal. En los casos de
supresión de plazas, los trabajadores afectados tendrán derecho a que se les
otorgue otra equivalente a la suprimida o a la indemnización de ley;

X. Los trabajadores tendrán el derecho de asociarse para la defensa de sus


intereses comunes. Podrán, asimismo, hacer uso del derecho de huelga previo el
cumplimiento de los requisitos que determine la ley, respecto de una o varias
dependencias de los Poderes Públicos, cuando se violen de manera general y
sistemática los derechos que este artículo les consagra;

XI. La seguridad social se organizará conforme a las siguientes bases mínimas:

a) Cubrirá los accidentes y enfermedades profesionales; las enfermedades no


profesionales y maternidad; y la jubilación, la invalidez, vejez y muerte.

b) En caso de accidente o enfermedad, se conservará el derecho al trabajo por el


tiempo que determine la ley.

c) Las mujeres durante el embarazo no realizarán trabajos que exijan un esfuerzo


considerable y signifiquen un peligro para su salud en relación con la gestación;
gozarán forzosamente de un mes de descanso antes de la fecha fijada
aproximadamente para el parto y de otros dos después del mismo, debiendo
percibir su salario íntegro y conservar su empleo y los derechos que hubieren
adquirido por la relación de trabajo. En el período de lactancia tendrán dos
descansos extraordinarios por día, de media hora cada uno, para alimentar a sus
hijos. Además, disfrutarán de asistencia médica y obstétrica, de medicinas, de
ayudas para la lactancia y del servicio de guarderías infantiles.

d) Los familiares de los trabajadores tendrán derecho a asistencia médica y


medicinas, en los casos y en la proporción que determine la ley.

e) Se establecerán centros para vacaciones y para recuperación, así como tiendas


económicas para beneficio de los trabajadores y sus familiares.

f) Se proporcionarán a los trabajadores habitaciones baratas, en arrendamiento o


venta, conforme a los programas previamente aprobados. Además, el Estado
mediante las aportaciones que haga, establecerá un fondo nacional de la vivienda
a fin de constituir depósitos en favor de dichos trabajadores y establecer un
sistema de financiamiento que permita otorgar a éstos crédito barato y suficiente
para que adquieran en propiedad habitaciones cómodas e higiénicas, o bien para
construirlas, repararlas, mejorarlas o pagar pasivos adquiridos por estos
conceptos.

Las aportaciones que se hagan a dicho fondo serán enteradas al organismo


encargado de la seguridad social regulándose en su Ley y en las que
corresponda, la forma y el procedimiento conforme a los cuales se administrará el
citado fondo y se otorgarán y adjudicarán los créditos respectivos.
3.- LOS DEBERES Y OBLIGACIONES DE LA FUNCIÓN PÚBLICA.

El mundo de la función pública cobra periódicamente actualidad, tan pronto se


menciona desde los poderes públicos la posibilidad de reformar el estatuto de los
servidores de la Administración, dando cumplimiento precisamente al mandato
constitucional de elaborar un “Estatuto de la Función Pública”, aún hoy inexistente;
se advierte de inmediato el temor a la quiebra de una situación que, observada
desde fuera, viene caracterizada por la estabilidad, el mantenimiento en el empleo
y puesto, la seguridad retributiva, la protección asistencial o la posibilidad de
promocionarse a través del trabajo, desarrollando una auténtica carrera
administrativa en el seno de la Administración, entre otros factores que
configurarían un estado de cosas que podría considerarse como de privilegio; pero
que, por el contrario, y en una visión “ad intra”, vendría también marcada por el
desorden organizativo, la discrecionalidad en los ascensos o traslados, la
judicialización de los conflictos, la rigidez y falta de flexibilidad, la imposición
unilateral de las condiciones de trabajo, la imposibilidad de negociar aspectos
esenciales de la prestación del trabajo, o la escasez retributiva, todo ello a
diferencia de lo que sucede en el ámbito de las relaciones laborales privadas. Ello
no es sino reflejo del desconocimiento de la realidad del mundo funcionarial, no
sólo por quienes lo contemplan desde el exterior, sino incluso por parte de los
propios servidores públicos, primeros interesados en conocer el ámbito de sus
derechos, los instrumentos establecidos para garantizarlos y los límites de la
potestad auto organizativa de la Administración y de sus facultades discrecionales.

Desde esa perspectiva cobra interés este libro; sólo conociendo el régimen jurídico
de los funcionarios públicos, el conjunto de derechos y obligaciones que integran y
definen su estatuto, puede entenderse hasta qué punto es o no precisa una
reforma del mismo, y con qué alcance. Nos encontramos ante una obra que trata
de priorizar el enfoque práctico de la problemática funcionarial, procurando ofrecer
respuestas a las cuestiones y problemas que con mayor frecuencia derivan de la
relación de prestación de servicios, y lo hace tanto desde la perspectiva doctrinal,
como primordialmente desde la que proporcionan las decisiones, no siempre
coincidentes, que se han ido emitiendo por los distintos Tribunales de justicia; y
así, se aborda el régimen jurídico del funcionario, desde el momento en el que se
produce su ingreso en la Administración, hasta la pérdida de su condición de tal,
habitualmente a través de la jubilación, pero sin olvidar otras causas como la
renuncia, la inhabilitación, etc. Ya en el mismo momento del ingreso en la función
pública se manifiesta la conflictualidad de la relación de servicio, a través de los
mecanismos de selección del personal, las oposiciones y sus requisitos, la
publicidad de las convocatorias, la posibilidad de subsanación de las solicitudes,
los concursos -con la frecuente discusión en torno a los méritos y su baremación-,
la composición de los órganos de selección, o los recursos contra sus decisiones;
todo ello sin olvidar la selección del personal interino o las bolsas de trabajo y los
criterios de su formación. Una vez ingresado el funcionario, surge su carrera
administrativa, a través de la cual va a ir consolidando sus logros y ascendiendo
progresivamente a través de los sucesivos grupos o escalas, a puestos de mayor
cualificación profesional; instrumentos como la promoción interna, o la superación
de cursos de perfeccionamiento generan asimismo no pocos problemas. Como
también los produce la movilidad y el uso, cada vez más frecuente, de la libre
designación por parte de las diferentes Administraciones públicas, para premiar no
tanto la confianza profesional como la fidelidad política del afectado, así como el, a
veces abusivo, empleo de mecanismos de desempeño temporal de los puestos de
trabajo, tales como las comisiones de servicio o las adscripciones provisionales.
En la necesidad de coordinar las necesidades personales del funcionario y las de
la Administración, está asimismo el origen de las diferentes situaciones
administrativas, tales como los servicios especiales, la expectativa de destino, la
excedencia forzosa, o las distintas modalidades de excedencias voluntarias por
interés particular, por cuidado de familiares o hijos, por prestación de servicios en
el sector público, por violencia de género, etc., debiendo conocerse con la
necesaria precisión –y a ello tiende la presente obra- los supuestos en que
procede pasar a cada una de tales situaciones, así como los efectos que de la
misma derivan para el funcionario, no sólo retributivos, sino en materia de
antigüedad o derechos pasivos, entre otros.

Otro campo que no puede desconocerse es el relativo al régimen de las


retribuciones del funcionario público, pese a que en la mayor parte de las
ocasiones aparece envuelto por tecnicismos que generan una notable confusión,
con la consiguiente merma para la defensa de sus derechos; la primordial
distinción entre las retribuciones que van vinculadas a la condición del funcionario
y las que aparecen unidas al puesto de trabajo que se desempeña; las razones
que dan lugar a las notables diferencias entre las cuantías de complementos de
destino o específicos de puestos en apariencia similares; el control de la
productividad o de las gratificaciones; el derecho a percibir indemnizaciones por
razón del servicio y los diversos supuestos que dan lugar a su devengo; el
derecho a la vivienda, o, entre otros muchos aspectos, el régimen retributivo del
funcionario en prácticas, del interino, del destinado en el extranjero, del que
disfruta de determinadas situaciones administrativas distintas del servicio activo,
etc.. Pero con el derecho a la retribución no se acaban los derechos individuales
del funcionario: debe abordarse su derecho a las vacaciones y el régimen de su
disfrute, a los permisos y licencias, por enfermedad, matrimonio o unión
equivalente, maternidad, paternidad, estudios, asuntos propios, traslados,
violencia de género, junto a otros muchos, que han sido objeto de recientes e
importantes reformas en la búsqueda de una mayor conciliación entre la vida
laboral y la personal o familiar, lo que incide asimismo en el ámbito de la
protección del funcionario, tanto asistencial –régimen de seguridad social-, como
personal –derecho a la intimidad, igualdad de trato, seguridad e higiene en el
trabajo, suscripción de seguros de responsabilidad civil,..- o profesional -
adecuación del puesto de trabajo a sus aptitudes, formación profesional, derecho
a las invenciones,..-, y en la garantía de su derecho al cargo, revistiendo de las
necesarias garantías los supuestos de remoción del puesto de trabajo o cambios
de destino impuestos por causas organizativas.

Y junto a sus derechos de índole individual, también se analizan los que


pertenecen al funcionario en cuanto integrante de un colectivo que debe defender
sus intereses frente al empresario, en este caso, la Administración; y en este
sector, se estudian los derechos de sindicación, reunión, huelga, representación,
participación institucional y, muy especialmente el de negociación colectiva y sus
límites, fuente de una gran conflictualidad cuya solución se ha judicializado.

También, por supuesto, se tratan de forma individualizada los deberes que pesan
sobre el funcionario público, entre los que pueden destacarse su sometimiento a
jornada y horario, en sus diferentes modalidades, el deber de residencia, de
neutralidad política, responsabilidad, conocimiento de la lengua autonómica,
subordinación a los superiores, lealtad, así como los vinculados a su capacidad y
actitud profesional. Y, obviamente, mereciendo un tratamiento especial, los
derivados del régimen de incompatibilidades a los que está sujeto el servidor
público, tanto respecto a sus actividades públicas como privadas. Vinculado a este
apartado, se estudia la responsabilidad del funcionario, primordialmente la de
índole disciplinario, las distintas faltas en que puede incurrir, las sanciones que
proceden, órgano al que corresponde su imposición, procedimiento a observar,
con sus trámites –pliego de cargos, actividad probatoria, plazo para resolver,..- y
las imprescindibles garantías que todo Estado de Derecho impone al ejercicio de
la potestad sancionadora por parte de los poderes públicos.

Finalmente, debe indicarse igualmente que, junto a lo que constituyen referencias


que afectan con carácter general a todo el colectivo funcionarial, se ha intentado
asimismo descender a tratamientos más particularizados de colectivos concretos,
como es el caso del personal interino o eventual, del laboral, del estatutario, o de
los funcionarios locales con habilitación de carácter nacional, pues todos ellos
presentan, además, sus problemáticas específicas que no pueden ser obviadas,
tanto en relación con el acceso a sus puestos de trabajo, como la movilidad o el
régimen retributivo, entre otros aspectos.
La obra se completa con las referencias bibliográficas cuya lectura puede permitir
un conocimiento en mayor detalle y profundidad de las cuestiones que se abordan.

4.- LOS DERECHOS DE LOS SERVIDORES DEL ESTADO.

 Jornada Ordinaria. No excederá de ocho horas cuando sea diurna y de


siete cuando sea nocturna. Si comprende periodos de ambas se
considerará mixta, y no podrá exceder de siete horas y media.
 jornada Extraordinaria. Las horas de trabajo que excedan de los máximos
señalados en el párrafo anterior, se considerarán extraordinarias, se
remunerarán al doble de las ordinarias y no podrán exceder de tres horas
diarias ni de tres veces consecutivas.
 Descanso semanal. Un día de descanso, cuando menos, por cada 6 de
trabajo, con goce de salario íntegro. Este beneficio se amplía en el Acuerdo
por el que se establece la semana laboral de cinco días de duración para
los trabajadores de las Secretarías y Departamentos de Estado,
dependencias del Ejecutivo Federal y demás organismos públicos e
instituciones que se rijan por la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio
del Estado. El Acuerdo dispone que el trabajador disfrutará de 2 días de
descanso continuos (de preferencia el sábado y el domingo) por cada 5 de
trabajo, con goce de salario íntegro. En 1977 se expidió el Acuerdo por el
que se establecerán sistemas de trabajo en las entidades de la
administración pública, que permitan realizar coordinadamente sus
actividades durante la semana laboral de 5 días entre las 7:00 y las 19:00
horas, siempre que se rijan por la Ley Federal de los Trabajadores al
Servicio del Estado.
 Vacaciones. 20 días por año, con las siguientes modalidades: Cuando el
trabajador tenga más de 6 meses consecutivos de trabajo disfrutará de 2
periodos anuales de 10 días cada uno, y recibirá una prima vacacional del
30 por ciento adicional sobre el salario correspondiente a dichos periodos.
 Días de descanso obligatorio. Se establecen en el correspondiente
calendario oficial y en las leyes electorales, en el caso de elecciones
ordinarias para efectuar la jornada electoral (artículo 29 de la LFTSE). El
vigente Calendario Oficial, publicado en el DOF el 6 de octubre de 1993 y
modificado mediante Decreto por el que se reforma el Artículo Segundo del
Decreto que establece el Calendario Oficial, publicado en el DOF de 27 de
enero de 2006, establece como días de descanso obligatorio para las
dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, el 1º de
enero; el primer lunes de febrero en conmemoración del 5 de febrero; el
tercer lunes de marzo en conmemoración del 21 de marzo; los días 1º y 5
de mayo; el 16 de septiembre; el tercer lunes de noviembre en
conmemoración del 20 de noviembre; el 1º de diciembre de cada seis años
con motivo de la transmisión del Poder Ejecutivo Federal; y el 25 de
diciembre.
 Licencias. En los términos que prevengan las condiciones generales de
trabajo de cada dependencia u organismo público.
 Salario mínimo. En el servicio público se alude preferentemente a
“remuneración” o “retribución”, considerada: toda percepción en efectivo o
en especie, incluyendo dietas, aguinaldos, gratificaciones, premios,
recompensas, bonos, estímulos, comisiones, compensaciones y cualquier
otra (exceptuando los apoyos y los gastos sujetos a comprobación). La
remuneración es lo que en el derecho laboral conocemos como salario
diario integrado. No forman parte de la remuneración: las jubilaciones,
pensiones o haberes de retiro, ni liquidaciones por servicios prestados, ni
los préstamos o créditos
 Salario igual para trabajo igual. Sin diferencia de género.
 Pago de salario. Se hará en el lugar de trabajo y en moneda de uso legal o
cheque.
 Intangibilidad del salario. El salario es inembargable, judicial o
administrativamente, y no se puede ceder a tercera persona. Sólo podrán
hacerse retenciones, descuentos o deducciones por deudas contraídas con
el Estado por anticipos de salarios, pagos hechos con exceso, errores o
pérdidas; cobro de cuotas sindicales o de aportación para cooperativas o
cajas de ahorro, cuando haya manifestación expresa del trabajador;
obligaciones ante el ISSSTE; alimentos (este concepto incluye comida,
vestido, habitación, asistencia en casos de enfermedad y gastos para la
educación primaria y la formación laboral de los menores); obligaciones
derivadas de la adquisición o uso de habitaciones baratas, y pago de
préstamo con respecto al fondo de la vivienda, que no exceda del 20% del
salario.
 Complemento del salario por antigüedad. Se otorga una prima de
antigüedad o quinquenio (como complemento al salario) por cada cinco
años de servicios, hasta llegar a veinticinco. En el caso de los servidores
públicos al servicio del Estado y de los municipios de Guanajuato, la
jurisprudencia señala que para el cálculo de la prima de antigüedad en
términos del artículo 63 de la Ley del Trabajo de los Servidores Públicos de
dicho estado “no es necesaria la aplicación supletoria de la ley Federal del
Trabajo”
 Aguinaldo anual. Equivale a cuarenta días, cuando menos, de salario
íntegro. Se entrega el 50% antes del 15 de diciembre y el resto a más
tardar el 15 de enero. • Préstamos a largo plazo para vivienda. El derecho a
la vivienda se ejerce mediante el acceso a habitaciones baratas
pertenecientes al ISSSTE, en arrendamiento o venta, así como a
“préstamos hipotecarios y financiamiento en general para vivienda en sus
modalidades de adquisición en propiedad de terrenos y/o casa habitación,
construcción, reparación, ampliación o mejoras de las mismas, así como
para el pago de pasivos adquiridos por estos conceptos” (artículo 4º,
fracción I de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado –LISSSTE–). Para ello existe un Fondo de la
Vivienda que coordina y financia programas de construcción de
habitaciones para los trabajadores. El trabajador puede elegir la vivienda
que adquirirá mediante el crédito que le otorgue este fondo. Dicho crédito
estará cubierto por un seguro que libera de las obligaciones derivadas del
mismo en caso de incapacidad o muerte del trabajador.

5.- DERECHO DE ASOCIACIÓN, SINDICALIZACIÓN Y DERECHO DE


HUELGA.

El marco mundial como demanda jurídica se enmarca formalmente con la


aparición de la Organización Internacional del Trabajo fundada durante la segunda
década del siglo XX, es decir en 1919 cuando se llegaron a negociaciones entre
los diferentes gobiernos y sindicatos que lograron a través de las leyes, la
asociación y la resistencia civil, reivindicar el rol social de los trabadores y la
importancia de su labor para aumentar el ritmo de producción, competencia y
rentabilidad tanto de las fabricas como de las empresas. Es decir, por primera vez
se logró el respaldo legal a nivel mundial por parte de la ley y el derecho, a tal
punto que se consideró moderno a nivel constitucional que los países velaran por
proteger la asociación, los sindicatos y la huelga.

Por ejemplo: La OIT en 1996 y sus párrafos 473-475, Ya en 1952, en su segunda


reunión, el Comité de Libertad Sindical afirmó el derecho de huelga y formuló los
elementos del principio básico sobre este derecho, del que en cierto modo derivan
todos los demás, a tenor del cual el derecho de huelga es uno de los medios
legítimos fundamentales de que disponen los trabajadores y sus organizaciones
para la promoción y defensa de sus intereses económicos y sociales. (Gernigon y
Alberto Odero, 2000, p. 11)

Como se puede evidenciar, los trabajadores firman un contrato laboral con sus
empleadores y por lo tanto se someten a lo estipulado en dicho acuerdo de
carácter legal, pero los contratantes puede violentar con facilidad los derechos de
los trabajadores al obligarles o presionarles a laboral horas extras, prestar sus
servicios de domingo a domingo, para las horas nocturnas y dominicales al precio
que anhelen, etc. Entre otros tantos sucesos que acontecen, por ello, los
trabajadores no encuentran más respaldo jurídico después haber agotado el uso
de instancias legales, que acudir a su derecho constitucional de asociación y
huelga.

Es decir: Los trabajadores a nivel internacional, regional y nacional, tienen el


respaldo de su constitución política para ejercer dicho derecho, para el caso de
Latinoamérica aparece así: Argentina - Artículo 14. bis. Queda garantizado a los
gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al
arbitraje; el derecho de huelga. Bolivia - Artículo 159. Se garantiza la libre
asociación patronal. Se reconoce y garantiza la sindicalización como medio de
defensa, representación y asistencia. Brasil - Artículo 7.- Los trabajadores urbanos
y rurales, tienen derecho a ejercer el sindicato social. Chile - Artículo 19. El
derecho de sindicarse en los casos y forma que señale la ley. La afiliación sindical
será siempre voluntaria. Ecuador - Artículo 35. Se reconoce y garantiza el derecho
de los trabajadores a la huelga y el de los empleadores al paro, de conformidad
con la ley. (Base de Datos Políticos de las Américas. 2006)

Para el caso colombiano la norma de normas o más conocida como la


Constitución Política de Colombia de 1991, establece en su artículo 39 el siguiente
principio: Los trabajadores y empleadores tienen derecho a constituir sindicatos o
asociaciones, sin intervención del Estado. Su reconocimiento jurídico se producirá
con la simple inscripción del acta de constitución. La estructura interna y el
funcionamiento de los sindicatos y organizaciones sociales y gremiales se
sujetarán al orden legal y a los principios democráticos. (Norma de Normas, 1991.
Art 39)

En ese orden de ideas, el derecho de asociación y huelga no le permite de manera


formal o legal al Estado colombiano, proteger de manera paternalista a las fábricas
y empresas, si no que por el contrario, debe garantizar que se cumpla la
constitución política del país cada vez que los trabajadores pretendan exigir el
respeto de sus derechos laborales a través de los sindicatos. Lo que si puede
hacer el gobierno si las partes no llegan a ningún acuerdo, es mediar a través de
instituciones públicas como es el caso del Ministerio del Trabajo, la defensoría del
pueblo, entre otras entidades, para lograr la negociación entre las partes que se
encuentran en conflicto.

Por otra parte, existen leyes nacionales que respaldan el derecho de asociación y
huelga, a saber: Ley 584 de 2000, Amplia los criterios de la libertad sindical y
procuró adecuar las normas sobre libertad sindical a los principios y preceptos de
la Constitución de 1991 y a los Convenios 87 y 98 de la OIT. Decreto 2813 de
2000, Reglamenta el artículo 13 de la Ley 584 en lo relativo a los permisos
sindicales en el Sector Público. Ley 581 de 2001. Por medio de la cual se busca
combatir la discriminación en materia de empleo y ocupación reglamentando "la
adecuada y efectiva participación de la mujer en los niveles decisorios de las
diferentes ramas y órganos del poder público, etc. Leyes que respaldan el derecho
en mención.

Conclusión: El derecho de asociación y huelga es una de las luchas que se han


logrado ganar a través del tiempo, ya que permite reivindicar un rol social y
potencializar el ejercicio jurídico de la justicia laboral en todo el mundo.

6.-DERECHO DE LOS TRABAJADORES PÚBLICOS A SER JUZGADOS POR


EL TRIBUNAL FEDERAL DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE DE LOS
TRABAJADORES AL SERVICIO DEL ESTADO.

7.- EL PODER DISCIPLINARIO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.

1. Este poder, como todo el que desarrolla la Administración, está sujeto al


principio de legalidad objetiva, cuya operación surge “para la defensa de la norma
jurídica con el fin de salvaguardar el orden institucional de la función pública”; “por
ello se detiene ante cuanto le es ajeno: especialmente le está vedada la actuación
de sus medios de investigación e instrucción, y el empleo de técnicas que le son
propias, para introducirse en la zona de la intimidad del funcionario”20 . En tanto
potestad-función conferida por el ordenamiento jurídico es irrenunciable.

2. La ley Nº 19.121 de 20-VIII-2013 (Estatuto de los “funcionarios públicos del


Poder Ejecutivo”)21 dispone: “La potestad disciplinaria es irrenunciable.
Constatada una irregularidad o ilícito en el servicio o que lo afecte directamente
aun siendo extraños a él, se debe disponer la instrucción del procedimiento
disciplinario que corresponda a la situación”, art. 70. Esta disposición agrega:
“Constatada efectivamente, en el respectivo procedimiento disciplinario, la
comisión de una falta y su responsable, se debe imponer la sanción
correspondiente. La violación de este deber configura falta muy grave”.

Excluye, pues, la discrecionalidad a ese respecto. Resulta, por cierto, pertinente y


justo que verificada una falta disciplinaria a través del procedimiento que otorgue
las debidas garantías, se aplique la sanción. De todos modos, cabe preguntarse
qué sucede si la falta es, por ejemplo, muy leve y se comete por un funcionario de
una larga actuación intachable, ¿no podría efectuarse una observación verbal
(oral), la cual no aparece como sanción en esa ley, en tanto y en cuanto se
respeten principios como el de razonabilidad e igualdad?. También si procede
suspender al funcionario “que cumple sus funciones como operador de un faro
peninsular en un lugar muy alejado de las zonas urbanas cuando no es fácil
reemplazarlo?

22 . En ese sentido si bien la disposición antes transcrita parece adecuada su


aplicación debe efectuarse sin dejar de lado principios de derecho que son
superiores (razonabilidad, igualdad, equidad, etc.)23 / 24 .

3. Como ya se vio, debe existir un nexo lógico entre los motivos (la falta) y el
contenido de la medida que se adopte así como la adecuación de esta al fin
debido de interés público, clara expresión del principio de razonabilidad, y , por
cierto, con ajuste a los de buena fe e igualdad. No hay allí discrecionalidad si bien
puede hablarse de límites internos de esta. Existen otros externos ya que se exige
la competencia, el procedimiento correspondiente, la forma y la configuración de
los presupuestos de hecho.

4. ¿No hay falta (disciplinaria, en la función pública) sin ley? En cuanto al principio
Nullum crimen sine lege, corresponde atender, en primer lugar, un aspecto formal
ya que varios Estatutos de funcionarios se aprueban por acto reglamentario en
virtud de mandato constitucional (arts. 63, 107, 204); podremos hablar, entonces,
de regla de derecho pero no necesariamente de ley (formal)

8.- LA RESPONSABILIDAD DE LOS SERVIDORES DEL ESTADO.

VIII.- LA ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA FEDERAL.

IX.- LAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA FEDERAL.

1.- CENTRALIZACIÓN ADMINISTRATIVA Y RÉGIMEN PARAESTATAL.

2.-LA CENTRALIZACIÓN ADMINISTRATIVA FEDERAL.

3.- LA DESCENTRALIZACIÓN ADMINISTRATIVA FEDERAL.

4.- EL PODER EJECUTIVO FEDERAL.


5.- LOS SECRETARIOS DEL ESTADO.

6.- LOS DEPARTAMENTOS DEL ESTADO.

7.- EL GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL.

8.- LA DESCENTRALIZACIÓN ADMINISTRATIVA TERRITORIAL.

X.- LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA PARAESTATAL.

1.- LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA PARAESTATAL. FEDERAL.

2.- LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA DESCENTRALIZADA FEDERAL.

3.- FORMAS QUE REVISTE LA DESCENTRALIZACIÓN ADMINISTRATIVA POR


SERVICIO.

4.- LA EMPRESA PÚBLICA EN MÉXICO.

5.- LAS SOCIEDADES DE ECONOMÍA MIXTA.

6.- EL FIDEICOMISO ESTATAL O PÚBLICO.

7.- LAS EMPRESAS E INSTITUCIONES PRIVADAS DE INTERÉS PÚBLICO.

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