Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Hoy vamos a reflexionar sobre un próximo acontecimiento, algo cotidiano y siempre deseado por
todos nosotros: Las Vacaciones.
Generalmente la época de colegio, ya sea el semestre o el año, concluyen y dan paso a un período
que denominamos vacaciones. Con este concepto describimos el tiempo en el cual (los alumnos)
no deben cumplir con sus obligaciones laborales (escolares) y pueden disponer de la jornada para
desarrollar otras actividades que comúnmente no desarrollan (o no con la misma extensión). Es
momento de relajo, de tranquilidad y, por qué no decirlo, de entretención y pasarlo bien. Se
levantan generalmente más tarde, salen más con los amigos (as), ven más televisión, se les
permite jugar más en el computador, se acuestan más tarde, se visitan otros lugares, etc. (hasta
hay quienes llegan a hacer más vida de familia…)
Sin embargo, hay una serie de interrogantes que han ido apareciendo en la mente de padres y
profesores, curiosidades orientadas a tratar de dilucidar lo que ocurre en la cabeza de nuestros
hijos (alumnos) cuando les anuncian que “las clases se reinician dentro de 2 semanas o el año que
viene…” y mágicamente mucho de sus ritmos y costumbres mutan en otros que no son siempre
positivos y necesarios.
Antes que perdamos nuestro norte, recordemos que estamos en Pastoral y con ello algunas ideas
sobre las VACACIONES:
• En el Génesis (relato con el cual comienza la Biblia) encontramos el primer texto que valida
la necesidad del hombre de gozar de su DESCANSO. “El séptimo día terminó Dios lo que
había hecho, y descansó. Entonces bendijo el séptimo día y lo declaró día sagrado, porque
en ese día descansó de todo su trabajo de creación” (Gen. 2, 2 – 3)
• En el Éxodo (segundo libro de la Biblia y que narra el caminar del pueblo de Israel desde su
esclavitud en Egipto a la tierra prometida, guiados por Moisés) nos topamos con los Diez
Mandamientos. Uno BIEN CLARO es “Acuérdate del sábado, para consagrarlo al Señor.
Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el séptimo día es de
reposo consagrado al Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en ese día…” (Ex. 20, 8 – 10)
• En el mismo texto, y al hablar de la justicia hallamos las siguientes palabras “Haz durante
seis días todo lo que tengas que hacer, pero descansa el día séptimo, para que descansen
también tu buey y tu asno, y recobren sus fuerzas tu esclavo y el extranjero” (Ex. 23, 12)
• En el libro del Levítico (tercer texto, referido más bien a normas cultuales y de ritos judíos)
leemos “Trabajarás durante seis días, pero el día séptimo no deberás hacer ningún
trabajo; será un día especial de reposo y habrá una reunión santa. Dondequiera que vivas,
ese día será de reposo en honor al Señor” (Lev. 23, 3)
• El profeta Jeremías, en nombre de Dios, le recuerda al pueblo “En el sábado y por
consideración a sus propias vidas, no lleven cargas ni las metan por las puertas de
Jerusalén. No saquen tampoco ninguna carga de sus casas el sábado, ni hagan en él
ningún trabajo. Conságrenme el sábado, tal como se lo ordené a sus antepasados” (Jer.
17, 21 – 22)
Está bien, parece que el DESCANSO es sinónimo de SÁBADO (en realidad se parecen más de lo
que creen esas palabras) pero comprendamos que para el pueblo judío, ese es ÉL día en que se
honra a Dios. Y qué mejor manera de hacerlo que descansando y reponiendo fuerzas para la
siguiente semana. Se reposa al FINALIZAR el trabajo de la semana, en el último día de ella (El
domingo es en realidad el PRIMER DÍA de la semana)
• ¿Qué relación puedes establecer entre TRABAJO – DESCANSO?
Pasemos a una segunda etapa. Estamos totalmente de acuerdo en que la persona NECESITA de
TIEMPOS DE DESCANSO que le ayuden a REPONER las fuerzas gastadas – invertidas durante la
semana – meses – año. Sin embargo… DESCANSAR… ¿CÓMO?
Descansamos, no porque no haya otra posibilidad, sino porque es necesario para seguir adelante
con nuestras tareas (deberes) y con la fuerza – vitalidad que nuestro(s) rol(es) supone(n)
Jesús nos recuerda lo necesario del descanso, toda vez que el hombre y la mujer deben trabajar
para hacer de este mundo un lugar mejor (misión entregada en el comienzo de la historia
humana). Pero insiste en que el descanso está supeditado y en directa relación a un proceso
mucho mayor, y dinámico, en el que funciona como “pausa”. Si se desperfila el reposo,
afectaremos ciertamente el desarrollo de las etapas posteriores; y si no hay esfuerzo en la labor,
carece de lógica el querer detenerse y acomodarse en la comodidad del hogar.
• ¿Qué papel ejercen el padre – madre al momento de decidir las vacaciones de los
hijos?
• ¿Son las vacaciones el premio merecido por el trabajo realizado por nuestros hijos?