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FORMACIÓN DE EQUIPOS MINISTERIALES

El discipulado consiste en: Formar gente y entrenarla… “De cada persona, un


discípulo. De cada discípulo un discipulador; de cada discipulador un obrero y de
cada obrero un enviado.

Tenemos que trabajar para formar equipos Apostólicos-Proféticos. Nunca


tendremos éxito en lograr lo que Dios quiere si trabajamos solos (Ef. 4, 11-13).

Para ser un líder efectivo necesito formar un equipo ministerial. En esto, roles,
dones y ministerios no son competitivos, sino cooperativos.

Las congregaciones grandes pueden tener mucha gente, pero si no forman


obreros y si no los envían, desaparece esa obra en la segunda generación.

Tanto Jesús como los personajes bíblicos trabajan en equipos. La prioridad en


lo que Cristo vino a hacer a la tierra estuvo en la formación de sus doce apóstoles.
Antes de escogerlos paso toda la noche en oración (Lc. 6,12-16).

Jesús, dadas sus condiciones, podía hacer todo solo. Él sabía que uno solo
no podía hacer cosas grandes, tal como el Padre quería. El árbol lleva frutos, y eso
es importante, pero si es híbrido todo queda en el fruto. Ahora si el árbol lleva
semilla, eso lo hace trascendente, se perpetúa en la simiente.

Una persona puede lograr muchas cosas: estudios, fortuna, grandes obras,
pero si no formó obreros pasó en vano por este mundo. “Mejores son dos que uno”
(Ec. 4,9-12). “…dos o tres congregados en mi nombre” (Mt. 18,20) dos o tres ya son
un equipo.

Dijimos que Cristo pasó la noche en oración antes de escoger a sus


seguidores.
- Los seleccionó: (Mc. 2,14; Mt. 4,18-20) El vio su equipo.
- Los capacitó: con sentido de propósito (Jn. 15,15-16) les dijo todo.
- Los fertilizó y confirmó: según sus capacidades, vio potencialidades en
ellos. Ej. Pedro (Mt. 16,16-20).

Deberíamos tener en cuenta al escoger a los miembros del equipo ministerial:


- Considerar su valor potencial (lo que pueden llegar a ser) como persona y
como obrero (no porque me puede ser útil, esa es una visión egoísta y
utilitaria, manipulante).
- Su actitud o relación con: la familia, el trabajo, el dinero, las deudas, la
autoridad (ver sí es responsable).
- El sentido de superación: disposición de aprender, y ser corregido.

Para que el equipo ministerial tenga un microclima saludable debe haber:


- Comunicación abierta y madura (transparencia).
- Cada uno y como equipo deben saber claramente que se espera de ellos
(Expectativas, eso puede traer problemas sino son claras. Qué deben
saber y qué deben hacer).
- Deben tener entrenamiento para su desarrollo o crecimiento.
- Deben ir incrementando sus responsabilidades (delegación).
- Deben ver como encontrar recursos para ellos y para la obra (a donde
Dios nos envía o coloca, están los recursos para su obra).
- Deben con libertad hablar de sus problemas.
- Deben ser reconocidos y recompensados.

Recordar:

Un líder:
- Enseña. (Informa, instruye, forma)
- Delega. (Coloca en responsabilidad)
- Supervisa. (Ve que se cumpla la consigna)
- Recompensa. (Mensaje a las Siete Iglesias: “al que venciere…”)

Que se puede o se debe esperar del líder:


- Que no sea inseguro (temores, indecisiones)
- Que no tenga espíritu de control (no confía)
- Que no sea ingenuo (confía en o “cree todo”)
- Que no sea falto de entendimiento (no un neófito)
- Que no sea orgulloso (sabe todo)
- Que no sea egoísta (no da crédito o recompensa a nadie)
- Que vuelque su potencial máximo en otros (equipos)
- Que tenga las cosas en orden en su mundo interior.
- Que sea coherente entre sus palabras y su conducta.
- Que no espere de otros lo que él no haga.
- Que tenga clara la visión y su consecución.
- Que tenga amor y lealtad recíproca.
- Que conjugue el “yo” por el “nosotros” y el “mi” por el “nuestro”.

1 Cor. 12,14-26. Este es un ejemplo claro de lo que es un cuerpo (equipo)


dotado de capacidades. “Unidad en la diversidad”.

El valor de la diversidad: DISTINTO en forma ( multiforme gracia)


DISTINTO en el lugar que ocupa
DISTINTO en la función.

UNIDAD del ser y el hacer, “del” y “en el” cuerpo de Cristo. Cada uno se completa
en los otros:
- Desarrollarse en donde está mi don, o capacidad, extraer al máximo ese
potencial. No tratar de hacer otra cosa “una sola cosa hago” (Fil. 3,13).
- Examinar la motivación que nos mueve.
- Que principios nos rigen.
- Saber la posición de cada uno en el Cuerpo (equipo)
- La influencia. Atraemos a otros en lo que somos y lo que hacemos (bueno
o malo). San Francisco de Asís decía: “Prediquen todo el día el Evangelio,
y si es necesario con las palabras”.
- Ser buenos en escuchar y tener siempre claro el propósito.
- No ser trabajadores solitarios.
- Algunos trabajan en grupos, pero no como cuerpo.
- ¿Cómo funcionamos (cada uno) en equipo?
- Ver si estamos dispuestos a trabajar en equipo. Si no será una pesadilla.
Esto puede desmoralizar a otros, si hay quienes no tienen orden, no
conocen sus dones, no saben cuales son sus responsabilidades, solo
saben cuales son sus beneficios. Ahora, si encuentra su Espacio Vital,
debe:
- Tener confianza en Dios
- Tener confianza en si mismo.
- Tener confianza en el o los líderes que lo guían.
- Tener confianza en el equipo ministerial en formación.
- Conocer al otro. Cuanto mas nos conocemos, mejor relación tenemos, y
eso pone o predispone al equipo para un mejor éxito.
Es trabajo del líder ubicar el lugar correcto para la persona correcta. Nadie es
exitoso o bueno en desarrollarse en todos los lugares. Se debe volcar toda la fuerza
en las áreas a las cuales me llamó Dios.

Esto no es que uno busque “especialistas”, pero es importante reconocer lo


que dice Pedro: “cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a otros”. Si nos
esforzamos en funcionar en áreas en donde no tenemos dones vamos a fracasar, y
eso impide que el equipo ministerial logre el propósito.

Un ejemplo de trabajo fue como los apóstoles enfrentaron los problemas que
trajo el crecimiento numérico. (Hch. 6,2-3).

Cualidades de los líderes:


- Buen testimonio
- Llenos del Espíritu Santo
- Llenos de sabiduría
- Se les pueda delegar trabajo

Para un trabajo grande se necesitarán siempre equipos de trabajo grandes.


La magnitud de la empresa determinará el tamaño de nuestros equipos
ministeriales. Piense en la empresa de hacer discípulos a todas las naciones!

Es importante que tengamos grupos de trabajo para diferentes tareas,


problemas o necesidades.

Una visión Lineal:

Cada paso, aunque corto, lleva uno tras otro a lograr las metas y todos en
sumatoria el Propósito – Visión.

La obra que hacemos para Dios no empieza y se agota en nosotros (Gn.


18,17-19). Dios sabía que Abraham mandaría a sus hijos y a su casa después de sí.
De lo contrario habrá una falla generacional (Jue. 2,7-11).

En Hechos 6 se nos dice que la selección de obreros estuvo considerada en


base a lo que se esperaba que hicieran:
- Entender la visión.
- Entrar a formar parte de ese equipo de trabajo
- Ser íntegros.
- Ser creíbles (credibilidad)
- Ser maduros.
- Ser competentes.

Muchas veces se enviaron obreros que no reunían las condiciones exigidas


para la tarea ministerial, creyendo (esperanza) que Dios completaría de algún modo
lo que les faltaba, y resultó un fracaso.

En este caso habrá que sacar a los miembros de un equipo ministerial por su
ineficacia y suplantarlo por otros que sí tengan las condiciones, eso hace crecer al
equipo (nivelación).

Es importante que el líder tenga un desafío de constante superación. Si el


crece, hará crecer a la gente que dirige y si estos crecen, crecerá la obra que se nos
ha encomendado. En cambio si uno falla puede poner en riesgo todo el equipo y aún
mas, todo el trabajo. Solía decir el hermano Samuel: “La cadena no es mas fuerte
que su eslabón más débil”. Eso es claro, en un equipo no todos tienen el mismo
nivel, puede que al principio sí, pero dejó de crecer y se van quedando. En vez de
buscar ayuda en otros. ¿Dónde se supone que se va a partir la fuerza de ese
equipo? Es claro, en el miembro débil. El enemigo siempre golpeará en el punto
débil, porque allí el equipo es vulnerable. Ej. Acam (Jos. 7,5) rompe el efecto
sinérgico.

A veces se puede ayudar al más débil, otras veces hay que sacarlo y
restaurarlo, pero tal vez yo no pueda alcanzar la marcha dado el atraso. En algunos
casos nadie podrá avanzar hasta que sea completamente restaurado el que se
quedó. Ej. María, hermana de Aarón y Moisés (Num. 12,9-16). Pero eso gastará
mucho tiempo y energías de todos como grupo. Y si el líder no toma medidas a
tiempo, el resto de la gente o equipo pondrá en duda la capacidad del que los guía.
A veces por pena, lástima, porque no se quede, por compasión, se dilató una
medida que luego trajo mucho desaliento, confusión, inseguridad y quebranto. Urge
entonces:
- Evaluar a la persona que está fallando.
- Hablar con ella en privado.
- Colocarlo en su sitio (ubicarlo / reubicarlo. No hay peor cosa que un
desubicado)
- Usar más tiempo con esa persona (¡cuidado en evaluar bien, puede estar
perdiendo tiempo!
- No reemplazar a nadie sin antes haber intentado ayudarlo.
- Si no responde sacarlo.

Nunca se corrige a un líder en público, porque se pierde su autoridad, caso


contrario si hubo una calamidad moral. De lo contrario se corrige en privado y se
recompensa en público. Tal como hace Dios.

Evidentemente hay gente que son eficaces, propician las cosas para que
sucedan. En estos las acciones son más importantes que las palabras. Eso dice
mucho de la persona.

Ahora, toda acción produce reacción. El movimiento relacional y ministerial


produce fricción, recalentamiento, desgaste, y habrá que resolver conflictos.
- Confrontación.
- División
- Resolución
- Acción

La visión del líder es ver el problema y resolverlo antes que se instale


(prevención). Si el problema se instaló habrá que buscar respuestas (curación). Si se
llegó tarde y fracturó el grupo (restauración, reconciliación).

En todo caso se debe:


- Hablar con la cobertura espiritual.
- Comunicar el problema o necesidad.
- Evaluar el caso (encuadre de situación)
- Formular un plan o salida.
- Comunicar solo a los que son parte de lo que se va a hacer.
- Medir el tiempo de espera.

No perder la brújula moral y espiritual, y:


- Conservar la visión.
- Mantener la dirección
- Seguir las estrategias preestablecidas.

Con los ojos puestos en lo que tenemos que lograr (He. 12,1-2)
El futuro es hoy. Tener y saber el cuadro de cómo será el mañana. Ej. José
hijo de Jacob.

Alguien dijo: “Si no hay fe para el futuro, no hay poder para el presente”.

La serenidad y claridad del líder en tiempos de crisis e inseguridad, dará


confianza y expectativas positivas al grupo.

Animo y Fe.

El discípulo discipulador debe ser:


- Responsable (se hace cargo)
- Emprendedor (toma la iniciativa)
- Creativo (busca la forma)
- Comunicativo (dialoga, conversa)
- Apasionado (contagia)
- Intuitivo (percibe cambios, sensibilidades, etc.)
- Talentoso (equipado)
- Generoso (comparte con otros)
- Influyente (lidera, atrae)

Tiene que ser “un facilitador”, hacer que otros logren lo mejor de si mismos en
su persona y en su ministerio. Es un permanente factor de cambio. “La mitad de
cualquier empresa está hecha cuando se emprende”

Semillero o reservorio de potenciales nuevos líderes / obreros.


- No perder fuerzas de recambio (generacional)
- Emprender nuevos grupos o equipo de servicios al Señor.
- Crear un círculo íntimo, bien relacionado.
- Compartir todo con ellos; Palabra, ejemplo, experiencia, llevarlos en viaje
de ministerios, entrenarlos, soltarlos a que hagan con libertad protegida,
desarrollarlos.
- No todos los que emprendan continuarán o llegarán a cubrir las
expectativas y otros desertarán. Cristo dice: “El que quiere ser mi
discípulo…”
El ejemplo más claro de formación y entrenamiento es el de David en la cueva
de Adulam (1 S. 22,1-2)

Jesús invirtió lo mejor en su equipo ministerial de los 12, luego hubo 70 y mas
tarde 500, luego las multitudes.

Niveles de relación:
- Juan (el discípulo amado)
- Pedro, Jacobo y Juan
- Los 12
- Los 70
- Los 500
- La multitud.

¡Emprende!
- Toma la decisión de empezar a formar un equipo ministerial.
- Reúne la mejor gente posible.
- Paga el precio de formar gente.
- Hacer las cosas juntos.
- Darles responsabilidades (consignas)
- Darles autoridad (delegada)
- Dar crédito por el éxito.
- Vela para que la inversión no resulte en vano.
- No intentar con gente que no cree en ti.
- Crear oportunidades (espacio vital)
- Dar margen para triunfar.
- Por el lugar que ocupa, tendrá mayor influencia.
- Y por eso mejor y mayor resultado.
- El logro de mi equipo es mi logro.

La mejor gente y el mejor lugar son los que Dios me dio.


- No manipular.
- No dominar
- No abusar
- No tener señorío.

Cristo dijo que sus discípulos harían mayores cosas de las que él hizo.
Consejo.

Dios le preguntó a Moisés: ¿Qué tienes en la mano?

Hay que comenzar con la gente que tenemos.

Buscar la excelencia en todo.

Apreciar y valorar esa gente, el grupo de los doce de Jesús era heterogéneo y
presentaba un mosaico complejo. Hombres sin letras casi la mayoría, pero el supo
sacar el oro que había en sus vidas.

Pensamientos y reflexiones:

El crecimiento numérico de la población evangélica en las naciones


latinoamericanas (salvo excepciones) no esta afectando esas naciones.

En Argentina el crecimiento de las Iglesias no ha afectado a la Nación.

Aunque hay pocas naciones que pueden experimentar en el orden práctico el


nivel de unidad que se vive fraternalmente entre las iglesias de Argentina, es cierto
que los ministerios de los últimos años, no son personas que andan en equipo.

He oído que:

“Si vas solo, vas rápido. Si vas con otros vas lejos”.

“Un deportista solo gana trofeos; un equipo gana campeonatos”.

Si la empresa es grande (cambiar la Nación – afectar naciones) tu ministerio


solo por grande que sea no alcanza.

J. Maxwell dice:
“Tu actitud determina tu altitud”.

¡ ÉXITO!!!!!!................

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