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The Walt Disney Concert Hall, del caos hacia la armonía
(Por Daniela María Gallo Enamorado. Presentado el 21 de mayo de 2008)
Una vez, el literato alemán Goethe comparó la música con la arquitectura, haciendo una analogía entre
ellas, indicando que “la arquitectura es música congelada”i. A su vez, el compositor francés, Claude
Debussy, definió la música como “un total de fuerzas dispersas expresadas en un proceso sonoro que
incluye: el instrumento, el instrumentista, el creador y su obra, un medio propagador y un sistema
receptor”ii.
Ahora, es ahí donde interviene la obra arquitectónica para una sala de conciertos, por su carácter y
función, como medio propagador que provee un sistema receptor, reafirmándose como componente de
la música en su proceso sonoro.
La Sala de Conciertos de Walt Disney (The Walt Disney Concert Hall en inglés) ubicada en el centro de
Los Ángeles, California, es una de las obras más emblemáticas del arquitecto deconstructivista Frank
Gehry. Su diseño precedió al del Museo de Guggenheim de Bilbao, aunque no fue así su construcción. El
edificio sirve de sede de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles y el Coro Magistral de Los Ángeles, al
igual que sala de conciertos para múltiples artistas en la industria de la música.
La escultórica obra ha sido considerada como un logro arquitectónico, en donde Frank Gehry marcó el
compás de un caos aparente con su batuta de director y autor del proyecto, señalando los movimientos
y las entradas de los componentes, la proyección de la administración espacial, y dirección de la
ingeniería estructural y de sonido, mediante un lenguaje de elementos arquitectónicos y de los
materiales, en el tiempo y el espacio. Así, como lo hace también un director de orquesta, “manteniendo
el tempo de la canción, dando las entradas de los instrumentos para la interpretación de su visión
personal de la partitura según el concepto global”iii.
La arquitectura al igual que la música, crea ambientes envolventes, como señaló el filósofo español
Eugenio Trías, “ambas preparan un hábitat a la figuración icónica o a la significación poética o
conceptual”iv. Pero la tangencia de la arquitectura y de la música va más allá, llegando a niveles
profundos desde su concepción. Para lograr una obra maestra, ya sea sinfónica o arquitectónica, ésta es
sometida desde sus bocetos iniciales y a lo largo de su paso hacia la perfección, a las intervenciones de
complejos procesos psico‐anímicos del artista, a prueba y error durante los ensayos. Como también el
arquitecto ha seguido el patrón auto‐establecido para sus diseños mediante la retroalimentación del ir y
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volver entre la proyección en los planos y de las maquetas. Con el fin de suscitar una experiencia
estética en el espectador, como estímulo detonante de emociones, mediante la interpretación de
circunstancias, pensamientos e ideas universales.
La música está compuesta por dos elementos básicos: los sonidos y los silenciosv. Que al igual que la
arquitectura compuesta por las formas y los espacios, su primer elemento tiene cuatro parámetros. La
altura, como resultado de la frecuencia, produciendo un cuerpo sonoro donde se definen los sonidos
como agudos o graves según la distancia o longitud de la onda. Interpretando el primer parámetro
dentro de la arquitectura como tal; los niveles máximos y mínimos dentro de la sala de conciertos de
Walt Disney son alcanzados por medio de la propagación de la onda con su estilo característico de
diseño de metal fluido o sinuoso. La duración como segundo parámetro, corresponde al ritmo de las
vibraciones que produce el sonido; representada por la onda, al igual que el edificio incita a deslizar la
vista a lo largo de superficie sinuosa. La intensidad es la fuerza con la que se produce el sonido; en
cuanto el Walt Disney Hall remarca la intensidad mediante el juego desafiante de las fuerzas o pesos
contra la gravedad, además del estudio acústico plasmado en el interior de la sala que resalta y regula el
sonido. Y el timbre o textura, como cuarto y último parámetro que permite distinguir los diferentes
instrumentos o materiales respectivamente según el arte.
La organización coherente de los elementos enunciados anteriormente concluye en los parámetros
fundamentales de la música: la melodía o “conjunto de sonidos” v; el ritmo o “pauta de repetición a
intervalos de sonidos y silencios en una composición” v; y la armonía o “regulación de la concordancia
entre sonidos que suenan simultáneamente y su enlace con sonidos vecinos” v. Presentes también en la
arquitectura de la sala en mención están la melodía en su conjunto, el ritmo en sus forma y espacios,
además de la armonía al regular “los sonidos visuales” de los elementos arquitectónicos como la luz,
amplificada en su caso por sus secciones cóncavas y convexas. Y lograr al mismo tiempo, concordar
como obra escultórica viviente y conviviente dentro de la ciudad.
En la actualidad, gobernados por una democracia, vivimos en una era pluralista, en donde hay lugar a la
aceptación de múltiples verdades o ideas universales, que difieren o se asimilan, basadas y justificadas
por sus lineamientos filosóficos. Como producto de ello, este caos se ve reflejado en la ciudad, en donde
diferentes estilos de proyección arquitectónica interactúan en unísono dentro de la urbe. Dejando como
postulado la convivencia, el respeto hacia el contexto. Y como expresó el arquitecto mismo en su
documental dirigido por el cineasta Sydney Pollack, Los Sketches de Frank Gehry, “en las urbes bajo un
sistema democrático, no te queda más que ser buen vecino”vi, justificando así la escala del proyecto y la
relación de este hacia su contexto por respeto hacia su vecina sala de conciertos, el Dorothy Chandler
Pavilion. Pero superándola inevitablemente, no sólo por los cálculos de sonido y acústica, sino que
también por estar comprometida con la función del espacio y también por encontrarse en conjunción
con el mismo fin de la música, siendo parte de ella, exaltando la percepción auditiva del espectador al
generar un estímulo visual coherente con los momentos de una obra sinfónica armoniosa.
La sala de conciertos Walt Disney figura un caos aparente logrando una adaptación del carácter en sí en
armonía, al ver la música en las formas, como producto de obra sinfónica en donde hace énfasis en la
parte triunfal de la partitura: el caos como elemento sorpresivo y dispositivo que desata y exalta las
emociones.
Referencias y Bibliografía
i Goethe, citado en Wikipedia.com. Música. Recuperado el 10 de Mayo del 2008. Online. Disponible en
www.arqui‐ideas.com.ar
http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsica
ii Claude Debussy, citado en Wikipedia.com. Música. Recuperado el 10 de Mayo del 2008. Online.
Disponible en http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsica
iii Director de orquesta, citado en Wikipedia.com. Orquesta. Recuperado el 10 de Mayo del 2008.
Online.
Disponible en http://es.wikipedia.org/wiki/Orquesta_sinf%C3%B3nica
iv Eugenio Trias, citado en Milenio.com. Eugenio Trías “El pensamiento y la filosofía son la mejor
música”.
Recuperado el 18 de Mayo del 2008. Online. Disponible en
http://www.milenio.com/mexico/milenio/nota.asp?id=615471
v Wikipedia.com. Música. Recuperado el 10 de Mayo del 2008. Online. Disponible en
http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsica
vi Frank Gehry, citado en Youtube.com. Sketches of Frank Gehry. Recuperado el 16 de Mayo del 2008.
Online. Disponible en http://www.youtube.com/watch?v=Ht6lqFfhk1M