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El ambiente bioeléctrico por Carlos

Requejo
EL AMBIENTE BIOELÉCTRICO

Meteoropatías, calidad del aire y alergia


electromagnética.
La tensión eléctrica de la atmósfera, como la carga iónica
y otros factores microambientales influyen en la salud
humana.

Alta Tensión atmosférica


La tensión eléctrica en la atmósfera puede ser de
300.000 a 400.000 V entre la ionosfera y el suelo. Y cada
día unas 50.000 tormentas descargan esta tensión a
tierra. Los rayos y truenos son el reflejo de la interacción
eléctrica dentro de la atmósfera y con la corteza
terrestre. El rayo tiende a descargar en las puntas, como
las cimas de las montañas, las copas de los árboles, los
edificios más altos, en aquel lugar del suelo donde existe
mayor ionización y potencial eléctrico.
La atmósfera presenta con buen tiempo una diferencia de
potencial, a ras de suelo, de 120-130 Voltios por metro.
Pero con situación anticiclónica, con altas presiones, el
aire seco y el exceso de radiación solar aumentan la
tensión eléctrica y la ionización positiva (+). En el frente
de una tormenta la tensión eléctrica se puede elevar
hasta 20.000 e incluso más de 40.000 V/m. Es el
momento en que todos nos sentimos inquietos, con
ahogos, muy desasosegados y potencialmente agresivos,
a causa del gran estrés electromagnético; decimos que
"está el aire cargado…". Realmente la atmósfera de
tormenta tiene una gran carga eléctrica positiva (+), pero
después de la borrasca, gracias a la descarga de la lluvia,
el ambiente se vuelve más húmedo y recupera su
polaridad negativa (-), la atmósfera se refresca
permitiendo el relax y el descanso profundo.
El campo electroatmosférico natural es fluctuante, y tiene
ritmo propio, vibra con una frecuencia fundamental,
llamada Onda de Schumann, de 7,8 Hz. Esta onda es un
referente bioarmónico similar a un péndulo, con un efecto
equilibrador de muchos procesos biológicos y de la cual
estamos casi completamente aislados en las ciudades.

Estrés de Alta Tensión


El cuerpo humano también es una máquina bioeléctrica,
que está polarizado eléctricamente y toda la actividad
electromagnética del entorno nos afecta. Las
meteoropatías* modifican la resistencia eléctrica de la
piel, afectan al ritmo cerebral y cardíaco, cambian el
metabolismo e incluso alteran la polaridad de la
membrana celular. Utilizando un sensible voltímetro
sobre el cuerpo de una persona se observa una diferencia
de potencial de 150 hasta 200 V de pies a cabeza,
respondiendo a la carga atmosférica externa, estando en
posición vertical y en contacto con el suelo, o sea
haciendo tierra a nivel eléctrico.
Pero en un entorno electrificado, caminando sobre un
suelo aislante como el asfalto o calzados con materiales
sintéticos, esta carga puede llegar hasta 20.000-30.000
V. Esta alta tensión se reduce rápidamente a sólo 20-30
V al tumbarse sobre la playa o el césped, pues se
produce una descarga eléctrica que normaliza las
constantes biológicas y favorece el relax y el descanso.

Estructura de la atmósfera
En la atmósfera ocurren importantes fenómenos
electromagnéticos, causados por la radiación solar y
cósmica. La atmósfera no es homogénea, la electricidad
atmosférica no se distribuye por igual, según el clima
puede ser muy conductora o totalmente aislante, consta
de diversas capas de mayor a menor densidad de aire.
Hasta los 8-10 km de altura es la parte más densa, la
troposfera. Aquí se originan la mayor parte de los
fenómenos meteorológicos: vientos, nubes, tormentas.
Tiene una composición de gases muy estable: 78% de
Nitrógeno, 21% de Oxígeno y 1% restante una mezcla de
Hidrógeno, CO2, Ozono y gases nobles. Además la
troposfera contiene una cantidad variable de vapor de
agua, polvo, humo y, en cantidades crecientes, múltiples
contaminantes industriales, como CO2 y CFC. Como la
Tierra, está polarizada negativamente, tiene carga
eléctrica negativa (-).
Después una capa delgada llamada tropopausia, donde se
originan las corrientes de chorro, encontramos la
estratosfera, entre 10 y 80 km de altitud. La estratosfera
es poco densa y muy estable, el aire es muy enrarecido y
casi irrespirable, casi sin movimientos de aire ni nubes.
En la estratosfera vuelan los aviones reactores
comerciales. La ionosfera con el aire progresivamente
más enrarecido, sin nubes, prácticamente sólo contiene
los gases más ligeros, helio e hidrógeno. La ionosfera es
muy conductora y tiene carga eléctrica positiva (+). La
ionización muy intensa cerca de los polos genera las
auroras boreales. Aquí encontramos la capa de ozono, un
filtro que detiene la mayor parte de la radiación cósmica
nociva. La fuerte ionización forma capas que reflejan,
como un espejo, las ondas de radio hacia la tierra, y
permite las telecomunicaciones.
Por encima de los 1.000 km encontramos la exosfera,
prácticamente el vacío absoluto. A partir de 1.500 km se
encuentra la magnetosfera que se extiende por miles de
kilómetros, una capa envolvente puramente energética
que actúa como un enorme acelerador de partículas.
(Ilustración)

Ionización atmosférica
Con buen tiempo se observa en la atmósfera una
concentración normal de 1.000-2.000 iones/cm3, con una
proporción de 5 iones positivos por cada 4 negativos.
Pero el ambiente es más saludable cuando predominan
los iones negativos, los llamados iones felices; como en el
bosque, en una fuente termal, a la orilla de un arroyo de
montaña o al lado de una cascada.
Millones de parejas elijan cada año, para su luna de miel,
entornos tan relajantes como las cataratas del Niágara,
donde se produce una enorme cantidad de iones (hasta
400.000 iones/ cm3), con gran predominio de los
negativos, que facilitan la felicidad y el relax.
Los iones presentes en nuestra atmósfera pueden ser
moléculas o átomos con carga eléctrica debido al
bombardeo de los rayos cósmicos u otra fuente de alta
energía, como la radiactividad, capaz de generar
electrones libres. En su estado natural los átomos y las
moléculas tienden a estar neutros, equilibrados
eléctricamente, con tantos electrones (-), como protones
(+).
El equilibrio eléctrico de la atmósfera es inestable, varía
constantemente con la actividad meteorológica; las
tormentas y los vientos dominantes modifican
constantemente el equilibrio iónico y esos sutiles factores
microambientales nos afectan a nivel fisiológico y
psicológico. (Ilustración)

Efectos biológicos de los Iones


La sensación agradable de frescor, relax y bienestar que
se percibe en el bosque, a la orilla de un arroyo o junto al
mar, corresponde a la presencia de iones negativos en la
atmósfera (-), los llamados "iones felices".
Por el contrario, la sensación de agobio y pesadez que se
percibe en los espacios cerrados, es causada por la
desionización, con predominio de los iones positivos (+),
que llamamos "iones gruñones", habiendo desaparecido,
en esta atmósfera cargada, los relajantes iones
negativos. Estos ambientes enfermos suelen ser recintos
llenos de gente, con aire acondicionado, escasa o nula
renovación de aire y el ambiente saturado de humo de
tabaco.
En estos espacios cerrados y enfermantes, plenos de
tecnopatías*, la atmósfera viciada produce una sensación
de claustrofobia, que se percibe frecuentemente en
grandes almacenes, hipermercados, así como en ciertos
edificios públicos como gimnasios, modernos hospitales,
hoteles y especialmente en esos inmuebles de oficinas
herméticas.
Los Edificios Enfermos diseñados y construidos según el
modelo "todo eléctrico", están saturados de equipos e
instalaciones productoras de campos electromagnéticos,
supuestamente destinados a hacer la vida más
confortable. Son edificios y locales llenos, además, de
metales y materiales sintéticos, siempre muy
electrostáticos, que producen un ambiente
electropositivo, cargado e insano, en contraste con la
sensación de frescor del exterior, donde abundan los
iones negativos.

Síndrome del Edificio Enfermo. SEE.


Las patologías por iones son frecuentes en el clima
artificial de muchas oficinas, hoteles y hospitales,
construidos con metales y materiales sintéticos. La
presencia de fotocopiadoras, ordenadores y múltiples
equipos electromagnéticos, con circuitos de alta tensión,
producen, entre otros efectos bioeléctricos, una
sobrecarga de iones positivos nociva.
La carga eléctrica causa un incremento de agresidad
electroquímica de los poluentes presentes en la
atmósfera interior del edificio, como los alérgenos, polvo,
ácaros, polen, además de otras substancias químicas
como toner, formaldehido, fenoles a lo que se suma
además la polución atmosférica procedente del exterior.
Las medidas de protección incluyen la renovación del
aire, la toma de tierra cero, la instalación con calidad
bioeléctrica, el uso de materiales biológicos, como corcho,
madera o los textiles naturales mejorando el confort
microambiental.

Vientos locos
Periódicamente el Föehn, llamado el viento de las brujas,
asola la ciudad de Ginebra y altera la ionización
atmosférica durante semanas, afectando de manera
dramática a sus habitantes; el cuadro es especialmente
grave si pertenecemos a ese 25% de gente "sensible al
tiempo".
Otros vientos insanos producen los mismos efectos en
diversas regiones: el Mistral en la Costa Azul, el Terral en
Cataluña, el Sirocco en Italia o el Simún en el Sahara.
Todos ellos vientos secos, con la particularidad de alterar
fuertemente la ionización atmosférica, hasta el punto de
eliminar casi todos los iones, especialmente los
negativos.
Muchas personas electrosensibles* tienen que huir de la
ciudad mientras dura el viento de las brujas, e instalarse
en el campo durante semanas a fin de superar las fuertes
crisis alérgicas o asmáticas que sufren; el cuadro
sintomático es muy similar en todas las regiones del
planeta.
El Föehn es un fenómeno similar al efecto que se produce
antes de una tormenta, cuando un frente eléctrico de
carga positiva se anticipa, a veces varios días, a la
borrasca, de modo que ciertas personas más sensibles la
detectan con toda certeza, y dicen como el abuelo: "…va
a llover, lo siento en mis huesos", y aciertan con la
fidelidad de un barómetro.
Esta alta tensión atmosférica elimina los iones negativos.
El equilibrio atmosférico será restaurado después del
paso del frente y, literalmente, después de la tormenta
viene la calma, y tras la lluvia podemos disfrutar de un
ambiente limpio, fresco, y relajante, con abundancia de
iones negativos, los iones felices. (Ilustración)

Desequilibrio iónico.
Inicialmente la exposición a los iones positivos produce
euforia, ansiedad, hiperactividad, pero a largo plazo el
exceso de cargas eléctricas positivas induce insomnio
crónico, depresión crónica, agotamiento psicofísico,
dolencias respiratorias, incluso favorece la aparición de
actitudes agresivas y violentas.
Por el contrario, un exceso de iones negativos es
bactericida, es decir que limpia la atmósfera de
microorganismos patógenos, hace precipitar el polvo y el
polen, y produce una sensación de frescor y relax que
beneficia a todos, y especialmente a personas alérgicas,
asmáticas y enfermos del pulmón.
La acción biológica de los iones ha sido demostrada por
investigaciones científicas en biometeorología,
especialmente en Israel, Canadá y Suiza. Se observa que
el incremento del número total de iones en la atmósfera
favorece el desarrollo de la vida vegetal y animal. Se ha
demostrado, en Rusia, en ensayos de laboratorio, que la
ausencia total de iones produce la muerte de los cobayas
en pocos días.
Tradicionalmente se ha buscado la salud en sanatorios y
balnearios, en el campo, el mar o en la montaña, pues se
sabe que las dolencias crónicas, y especialmente las
respiratorias y reumáticas, se superan siempre en
ambientes naturales con una atmósfera limpia y un alto
contenido de iones negativos.

Patologías por iones


Hace 2.500 años, Hipócrates, el padre de la medicina
menciona los efectos nocivos de los vientos del sur. La
investigación del ingeniero canadiense Fred Soyka, una
víctima del Föehn en los años setenta, muestra que una
exposición de pocas horas a los iones positivos del viento
loco produce efectos benéficos a corto plazo, una
sensación de agradable expectativa, euforia, ansiedad e
hiperactividad. Pero a largo plazo, después de varios
días, el exceso de cargas eléctricas positivas induce
insomnio crónico, agotamiento psicofísico, depresión
crónica, cefaleas, sequedad de garganta, ronquera y
otras dolencias respiratorias y favorece la aparición de
actitudes agresivas y violentas. Una exposición crónica a
los "iones gruñones" (+), produce estrés máximo con
irritabilidad, malhumor y tensión permanente, también
causa una reducción de la capacidad respiratoria
pulmonar con síntomas de agobio, pesadez, cansancio
injustificado, con los pies hinchados y son frecuentes los
dolores articulares.
Desde 1960, el Dr. Krueger, bacteriólogo de la
Universidad de California en Berkeley, siguió las
investigaciones de W. Hicks en Stanford. Con rigurosas
mediciones con el contador de iones del Pollution Control
Office, del Departamento de Salud, observó que un
número muy pequeño de iones negativos en el aire
bastaba para matar todas las bacterias patógenas. En los
seres humanos los iones positivos (+) incrementaban la
serotonina causando hiperactividad, ansiedad,
agotamiento y depresión, mientras que los iones
negativos (-) duplican el efecto de la reserpina, un
tranquilizante natural en el cerebro medio.
El mecanismo biológico de la absorción de los iones no
está plenamente establecido. Se sabe que los
absorbemos por la piel, y el Dr. Walter Stark, biofísico y
químico suizo cree que los receptores de iones coinciden
con los puntos de la acupuntura. Por supuesto
absorbemos iones por las vías respiratorias. Las
investigaciones del investigador danés Christian Bach, en
los años setenta, muestran que la carga iónica positiva
en aire hace que los cilios de la tráquea retarden su
acción de tres a diez veces más que el humo del tabaco
por si sólo. Por el contrario, un exceso de iones negativos
neutraliza el efecto tóxico del humo del tabaco y hace
que los cilios recuperen su ritmo. En campo abierto el
aire contiene entre 5-6.000 partículas, polvo y polen, por
mililitro. Se sabe que el efecto del aire limpio, cargado de
iones negativos es bactericida, limpia la atmósfera de
microorganismos patógenos, precipita el polvo y el polen,
y produce una sensación de frescor y relax que beneficia
a las personas alérgicas, asmáticas y enfermos del
pulmón.
La acción biológica de los iones ha sido demostrada por
múltiples investigaciones científicas en biometeorología,
especialmente en Israel. Tienen prestigio mundial las
experiencias durante varios años del Dr. Felix Sulman, de
la Escuela de Farmacología Aplicada, de la Universidad de
Jerusalem. Los cobayas humanos, estresados voluntarios
azotados por el Sharav, presentaban hasta el 1.000% de
incremento de la serotonina, incrementándose también la
producción de histamina y adrenalina. La conclusión fué
clara y rotunda, la causa de los trastornos son las
perturbaciones eléctricas, especialmente la sobredosis de
iones positivos.
Se observa, con el contador de iones, que el incremento
del número total de iones en la atmósfera favorece el
desarrollo de la vida vegetal y animal. Por el contrario el
Dr. Tchijewsky ha demostrado con ensayos de
laboratorio, en Rusia, que la ausencia total de iones en el
aire produce la muerte de los cobayas en pocos días, por
el contrario según observa su colega Lapitsky, una
inyección de iones negativos revive a los animales,
mostrando que precisamos la electricidad atmosférica, la
simple presencia de O2, con ausencia total de iones no
permite la respiración.

Terapia con iones


Considerar que la luna llena puede influir en las
hemorragias postoperatorias ha dejado de ser una
superstición entre los cirujanos. Entre los múltiples
efectos eléctricos, magnéticos y gravitatorios que el ciclo
lunar produce sobre nosotros, se ha confirmado que la
influencia de la luna incrementa el número de iones
positivos (+) en el aire. Es un dicho corriente entre los
cirujanos muniqueses: "la operación fué un éxito, pero el
paciente murió". Según el Dr. Norman Shealy
neurocirujano de Wisconsin, con demasiada frecuencia las
complicaciones postoperatorias con trombosis y
hemorragias, hasta el 82%, aparecen con luna llena, con
aumento de la ionización positiva atmosférica, como
cuando sopla el Föehn. Como en otras comarcas
afectadas por vientos locos, los cirujanos de Munich
prefieren posponer las operaciones, especialmente a los
hemofílicos, si no son de emergencia.
Algunos usos clínicos de la aeroionterapia* con iones
negativos (-) han sido experimentados con éxito. Desde
1950, los doctores Kornblueh y Minehar han
experimentado en el Northeastern Hospital de Filadelfia,
la terapia de iones negativos en el tratamiento de
grandes quemados, con supresión del dolor y el estrés,
eliminando las cicatrices, sin necesidad de sedantes ni
narcóticos. Estas experiencias se extendieron con éxito a
pacientes con problemas respiratorios, como asma o
fiebre del heno, que fueron corroboradas por hospitales
de Pensilvania y Filadelfia, con gran alivio de los
pacientes. Tradicionalmente se sabe que las dolencias
respiratorias y reumáticas, se superan en ambientes
naturales con una atmósfera rica en iones negativos, el
clima yin (-) propio de los balnearios.
Los iones negativos afectan a la mente, Sulman ha
observado, en la Universidad de Jerusalem, un notable
incremento del rendimiento intelectual y la capacidad de
estudio en atmósferas ricas en iones, y mejor aún con
ligera sobrecarga de iones negativos. Por otra parte la
clínica de la Universidad Católica de Argentina, ha
utilizado aeroiónterapia con iones negativos en el
tratamiento de las psiconeurosis, con cuadros agudos de
ansiedad, temores injustificados, etc., obteniendo un 80
% de curaciones.
El Dr. Clarence D. Cone, investigador de la NASA ha
relacionado, desde 1970, la remisión espontánea del
cáncer con la restauración del potencial electronegativo
de la membrana celular, que parece inhibir el desarrollo
de la célula cancerosa. Esto ha sido corroborado por Dr.
Tchijewsky inoculando tumores a cobayas.
Hay suficientes evidencias para proponer el uso
generalizado de la aeroiónterapia, con iones negativos,
en el entorno clínico. La instalación de generadores de
iones negativos en quirófanos, UCI y UVI se traduce en
una mejora de la esterilización ambiental, a partir de
10.000 iones/cm3, se crea un ambiente general de relax
que favorece la concentración del cirujano. Además,
como se ha mencionado, reduce el uso de tranquilizantes
y narcóticos, favorece la cicatrización, reduce el dolor y
disminuye el riesgo de infecciones y hemorragias
postoperatorias. Y lo más importante tiene un coste
mínimo y ningún efecto negativo secundario.
Estas experiencias están avaladas por las rigurosas
investigaciones, sobre los efectos biológicos de los iones,
realizadas por científicos de renombre desde los años
cincuenta. Debemos recordar además del Dr. Krueger de
Berkeley, el Dr. J. Beal de la NASA, y el Dr. Hicks de la
Universidad de Stanford. Como el desarrollo de la terapia
Terapia Aerosol por el Dr. Wehner de Dallas. USA. Y no
deben olvidarse los extraordinarios experimentos del Dr.
Minks sobre el rendimiento de los atletas rusos.
Rodeados de asfalto y hormigón, hemos elegido vivir en
la ciudad, donde estamos cargados de estrés eléctrico,
por una atmósfera sucia saturada de polvo, polen y otras
substancias en suspensión, con varios millones de
partículas por mililitro (1 ml = 1 cm3). En una atmósfera
cargada de electrosmog, tenemos un clima yang (+)
saturado de domopatías* típico del hábitat enfermo, con
ausencia total de iones negativos.
Frecuentemente nos encerramos, durante horas, en
pequeños recintos metálicos sobre ruedas cuya
atmósfera, sobrecargada de iones positivos, aumenta el
estrés, reduce la capacidad de reacción y favorece la
somnolencia. El Touring Club Suisse, como otros car club
de todo el mundo, informa del aumento de los accidentes
de tráfico durante el Föehn.
Hoy asistimos a un resurgimiento de un turismo de salud,
un turismo de aire limpio, revitalizando las terapias
balnearias, donde se logra reproducir en la clínica la
magia del bosque, el aire puro de la alta montaña y el
entorno relajante por terapia aerosol en las cataratas, el
río y la playa.
La aeroionterapia es una vía eficaz para el desarrollo de
una auténtica medicina preventiva, con repercusión en la
economía nacional y la salud pública. El correcto
ambiente eléctrico en el entorno laboral favorece la
concentración y el estudio, incrementa el rendimiento en
el trabajo, reduce el absentismo injustificado y mejora el
entorno psicosocial del trabajo.
Pero estos sutiles factores microambientales, los iones
negativos, las gratuitas vitaminas del aire, se enfrentan a
la industria de los analgésicos y los tranquilizantes
químicos, con poderosos intereses económicos.

Ambiente bioeléctrico en el entorno clínico


La calidad microambiental en quirófano, neonatos o UCI,
es crítica y las muertes, causadas por infecciones
adquiridas en el hospital, han sido destacadas por toda la
prensa. En primera página aparecen protagonistas de
nombre grecolatino como aspergillus, scedosporium,
staphilococus, streptococus o legionella que provocan la
alarma social.
Esta alarma se debe a una magnificación del Síndrome
del Edificio Enfermo en un entorno de alto riesgo como es
el hospital. Sin embargo, el control "domobiótico" de las
variables electromagnéticas en el entorno clínico,
consideramos que podrán coadyuvar a una significativa
reducción de las patologías nosocomiales.
Los criterios de medicina preventiva nos indican que
factores ambientales como humedad y temperatura,
favorecen el crecimiento de los microorganismos, ácaros,
hongos y bacterias, habituales en el ámbito clínico, un
típico edificio enfermo. Y se controla usualmente la
impedancia, logrando una toma de tierra cero en
quirófanos, dada la enorme susceptibilidad bioeléctrica
del paciente anestesiado.
Proponemos un control de calidad microambiental que
incremente la seguridad biológica del entorno clínico. La
aplicación de criterios domobióticos, exige eliminar,
absolutamente, todas las cargas electrostáticas
producidas por los materiales dieléctricos generalmente
(sintéticos, que deben substituirse por materiales
conductores. Debe prestarse atención a los productos
químicos de limpieza (silicona, celulosa, etc.) pues su uso
produce carga estática y deben ser substituidos por
productos antiestáticos naturales.
Siguiendo el criterio domobiótico para edificios enfermos,
es preciso reducir a valores biológicos (120-130 V/m), la
tensión eléctrica de la atmósfera interior. Igualmente
debe eliminarse todo campo eléctrico o magnético de
fuentes internas y deben apantallarse los campos
electromagnéticos externos, de alta y baja frecuencia,
tan omnipresentes por la tecnificación hospitalaria (RX,
resonancia magnética, TAC, etc.).
Considerando las tesis de Hicks y Sulman, merece
especial atención la carga iónica del aire. Si consideramos
las estadísticas hospitalarias, una gran parte de las
patologías, entre el 40 y 50% de microorganismos, se
transmiten por vía aérea (aspergillus, legionella, etc.) y
penetran en el organismo también por las vías
respiratorias. Se puede suponer que una gran parte de
los gérmenes, bacterias y hongos, penetran por el sitio
más fácil y más obvio, la puerta de entrada al quirófano.
Muchas veces portados por las personas, el propio
enfermo, cirujano, equipo médico y auxiliares. También
sabemos que acceden de manera habitual a través de los
conductos de ventilación. Parece oportuno, por tanto,
diseñar una estrategia de ataque en el medio aéreo.
Una investigación microbiológica rigurosa podrá mostrar,
como afirma Krueger, (Berkeley 1956), que los iones
positivos en el aire favorecen el crecimiento
microbiológico, y por el contrario un pequeño predominio
de los iones negativos tiene efectos bacteriostáticos y en
alta dosis pueden ser bactericidas. De ahí su uso como
purificadores del aire, pues la presencia de una alta
densidad de iones (-) es capaz de precipitar la mayoría
de las partículas en suspensión, biológicas o minerales,
que caen al suelo por su mayor densidad, al ser
aglomeradas electrostáticamente.

Esclusa bioeléctrica bactericida


Según estos supuestos, es posible diseñar una barrera
eficaz a la transmisión de gérmenes, que llamaremos
"esclusa bioeléctrica", y que limitará de manera drástica
la penetración del agente patógeno en la zona limpia.
Doble o triple puerta, según el factor de riesgo y la
configuración arquitectónica del área, es aplicable a
cualquier edificio enfermo.
El control domobiótico se iniciará en todos los accesos,
vestuarios de personal de quirófano, paso de enfermos,
equipo y medicinas, etc. manteniendo un espacio
electronegativo y altamente ionizado (-). Las constantes
microambientales serán más exigentes en cada esclusa.
En el prequirófano las condiciones deberían ser ya de
total esterilización.
Cada puerta dispondrá, en el dintel, de un generador de
flujo laminar con alta densidad de iones negativos
(>1.000.000 iones/cm3), que bañará a todo el que
traspase el umbral. Se completa con placas
electrostáticas a ambos lados que actúan como colectores
de polvo, hongos y bacterias, además de una rejilla
metálica con placa inferior de tierra cero, en el umbral.
Una esclusa bioeléctrica múltiple se dispondrá en los
demás accesos aéreos, como los canales de ventilación.
Además del control bioquímico de las unidades de
climatización y de la limpieza frecuente, la seguridad
biológica de los conductos de aire, se incrementaría
además con descargas de ozono, barreras UV y esclusas
bioeléctricas en cada salida de aire.
Sin embargo, es imposible el riesgo cero, pues los
microorganismos son introducidos en el quirófano por las
personas (uñas, vías respiratorias, calzado, etc.), y
deberíamos inhibir la proliferación microbiana en el
quirófano, en la UVI, como en todo el entorno clínico
manteniendo las constantes bioeléctricas y una alta
densidad de iones (-) en aire.
Una atmósfera eléctricamente neutra y ionizada
negativamente va a reducir, además, las complicaciones
postoperatorias, el estrés del enfermo, del equipo médico
y del cirujano. Este ambiente bioeléctrico controlado
aumenta la capacidad de alerta y evita fatales errores, de
la misma manera que el entorno electronegativo mejora
la salud laboral y residencial en edificios enfermos.

Control domobiótico
En el entorno clínico debería convertirse en equipo
estándar la unidad de control de las variables
domobióticas. Compuesta de medidores de campos
electromagnéticos, estatímetro, ionómetro, galvanómetro
y óhmetro, además de los usuales equipos medidores de
humedad y temperatura.
Un terminal domobiótico informatizado con registro de las
variables microambientales, para el que es imprescindible
el control y mantenimiento periódico por un equipo
especializado en control de calidad ambiental. © Carlos
M. Requejo. Publicado en WIN Empresa Abril 1999 Nº 19.

CARLOS M. REQUEJO. Arquitecto Interiorista.


Coordinador del programa de Postgrado de Geobiología y
Salud del Hábitat en la Universidad Politécnica de
Cataluña (UPC 1997-99).

Notas.

DOMOBIÓTICA
Control de las variables microambientales con criterios
biológicos.

ESCLUSA BIOELÉCTRICA Barrera múltiple, formada por


puertas eléctricas de control biológico.

METEOROPATÍA Patología ambiental producida por causas


climáticas o meteorológicas.

RELAJACiÓN Y CREATIVIDAD La relajación y el máximo


nivel de creatividad mental se producen cuando nuestro
cerebro vibra, precisamente, en 7,8 Hz, en la franja entre
el nivel Alfa y Zeta.

RED ALTA TENSIÓN En el entorno de una línea de Alta


Tensión se produce un potente campo electromagnético
con fuerte ionización positiva (+) que favorece, entre
otros efectos negativos, la producción de ácidos de
nitrógeno (lluvia ácida).

EFECTOS DE LOS IONES POSITIVOS Una exposición de


pocas horas produce efectos positivos:
- Euforia.
- Hiperactividad.
- Ansiedad.
- Expectativa.
A largo plazo aparecen efectos negativos:
- Insomnio.
- Depresión.
- Agotamiento.
- Dolencias respiratorias

DOMOPATÍA Patología del hábitat producida por causas


naturales o artificiales.

SEE. El Síndrome del Edificio Enfermo ha sido


documentado por el Instituto de Seguridad e Higiene en
el Trabajo.

TECNOPATÍA Patología ambiental producida por causas


tecnológicas artificiales.

EL VIENTO DE LAS BRUJAS La ionización positiva induce


comportamiento agresivo:
- Violencia.
- Atentados.
- Violaciones.
- Suicidios.
- Accidentes de tráfico.

ELECTROSENSIBLE Según la Swedish Association for the


Electric Sensitive

FEB, es la persona que presenta una especial sensibilidad


a los fenómenos eléctricos y que afecta a un 15-20% de
la población.

PATOLOGÍAS POR IONES POSITIVOS A corto plazo


producen:
- Agobio.
- Pesadez.
- Cansancio.
- Irritabilidad.
- Malhumor.
- Tensión.
- Pies hinchados.
- Dolores articulares.

USOS CLÍNICOS DE LOS IONES NEGATIVOS


- Tratamiento de grandes quemados, con supresión del
dolor y el estrés, eliminando cicatrices, sin necesidad de
fármacos. Northeastern Hospital. Filadelfia. USA.
- Tratamiento de las psiconeurosis, con 80% de
curaciones. Universidad Católica de Argentina.

AEROIONTERAPIA Ambiente clínico ionizado


negativamente, desde 10.000 iones/cm3 en UCI y UVI,
hasta 1.000.000 iones/cm3 en quirófanos de urgencia.

RENDIMIENTO DEPORTIVO En la "Olimpiada de los


Iones", los científicos rusos demostraron que el
rendimiento deportivo, resistencia, velocidad y capacidad
de reacción de atletas de élite, se incrementa con iones
positivos.

--
© Adaptado de las obras Estrés de Alta Tensión y La
Casa Enferma de Carlos M. Requejo. Con la autorización
de Editorial DIDACO SA C/ Regás, 3 08006 Barcelona
ARTICULOS DE LA REVISTA GEA. DE ESPAÑA.

La importancia de lo Sutil en Geobiologia.Daniel Rubio,No.30.


Alteraciones Patógenas Externas. Dietrich,M G.No.27.
Quirófano Enfermo, Ambiente Bioeléctrico y Patologías Hospitalaria. No.27.
Fluctuaciones Energéticas en Zonas Inestables. Mariano Bueno. No. 26.
Experimentos Geobiológicos en el Sur del Atlas .Jordi Badia. No. 26.
Meteoropatias, Electricidad Atmosféricas, Iones y Salud Humana. Carlos M. Resquejo. No. 24.
La Geobiologia Como Camino. Mariano Bueno. No. 20.
La Elección del Lugar y los Ciclos de Vida. Raúl de la Rosa. No. 17.
El Espacio, La Vida y La Salud. Alexander P. Dobrov. No.11.
La Neutralización de Zonas Alteradas. Raúl de la Rosa. No.7.
La Armonía del Lugar. Mariano Bueno
Mal di tempo. 110 risposte per conoscere e curare le meteoropatie
Sabrina Barbieri

UGO MURSIA
Sei meteoropatica? Ora
ti puoi curare
Quando cambia il clima diventi nervosa e ti fanno male le ossa?
No, non sono capricci, come spesso ti hanno detto. Questi
fastidi sono una vera e propria malattia. Lo spiega un libro, Mal
di tempo: esce il 20 settembre. E porta una buona notizia: oggi
chi soffre il vento e la pioggia può guarire
di Sabrina Barbieri - 15 Settembre 2005

commenti15 Settembre 2005

Non chiedete a un meteoropatico come ha trascorso il mese d'agosto e le prime


settimane di settembre: la rispostaccia è assicurata. Perché l'ultima parte dell'estate
2005, con le sue piogge e le sue temperature autunnali, si è trasformata in una tortura per i
tanti che "sentono il tempo". A tormentarli sono stati dolori alle ossa, malumore,
emicranie, nervosismo. Fate parte anche voi del gruppo di arrabbiatissimi? La probabilità
è alta. Le statistiche dicono che le persone sensibili al cambiamento delle condizioni
meteorologiche ormai sono una su tre, soprattutto donne. E non si tratta di malati
immaginari.

La scienza oggi ci fa sapere che ci sono cause organiche per il loro malessere. Ma ci
sono anche tanti rimedi per alleviarlo. Prima, però, inquadriamo il problema. Cominciando
con una distinzione linguistica. Meteorosensibile è chi, quando variano pressione,
temperatura, umidità, velocità ed elettricità dell'aria, prova una sensazione di
disagio. «Si va dall'irritabilità alla cefalea, dalla nausea alla mancanza di appetito» spiega
il dottor Alberto Massirone, medico idroclimatologo.

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Il meteoropatico, invece, è quel meteorosensibile così sensibile ai cambiamenti del


tempo da sviluppare disturbi più accentuati di un vago disagio. «C'è persino chi non
riesce ad alzarsi dal letto la mattina» conferma Massirone. Non tutti reagiscono agli stessi
fenomeni. Per esempio, c'è chi sta male per colpa del cielo grigio, chi della pioggia, chi del
vento. E chi è sensibile a quasi tutto. «Distinguiamo le meteoropatie primarie da quelle
secondarie» spiega Roberto Gualtierotti, lo scienziato che in Italia è stato il pioniere degli
studi in materia. «Le primarie colpiscono persone sane che, in coincidenza di forti e
improvvisi cambiamenti meteorologici, lamentano disturbi apparentemente inspiegabili».

Quali sono i sintomi Depressione, affanno, dolori al torace e all'addome, irritabilità,


difficoltà di concentrazione, tachicardia, dolori articolari. Persino sbalzi di pressione
arteriosa. E la lista potrebbe continuare ancora per molto. Il malessere può comparire
anche tre giorni prima che il tempo cambi. Cifre sulle "vittime"? Si ipotizza che le
meteoropatie primarie colpiscano cinque persone su cento. Si parla di secondarie, invece,
quando i sintomi di malattie già presenti si rifanno vivi in coincidenza di certe condizioni
atmosferiche. «Ogni organo sofferente per una patologia cronica può "sentire" il tempo»
aggiunge Angelico Brugnoli, collaboratore del Biometeolab, un laboratorio
biometeorologico dell'Università di Milano. «In particolare, però, si riacutizzano le
malattie polmonari, cardiache e reumatiche». Diversi studi hanno accertato che, quando
passa una perturbazione, aumentano le crisi d'asma bronchiale e gli infarti al miocardio.

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Le possibili cause
Cosa c'è all'origine della meteorosensibilità? La ricerca ci porta a curiosare nel
funzionamento del nostro cervello. Secondo alcuni esperti, l'indiziato numero 1 è il sistema
di termoregolazione. Vale a dire quel meccanismo che ci permette di mantenere la
temperatura del corpo più o meno costante, indipendentemente dal freddo o dal caldo
esterni.

«Quando questo sistema non funziona bene, l'organismo non riesce ad adattarsi ai
cambiamenti meteorologici» spiega Gualtierotti. E va in tilt. Sulle base di questa teoria,
Gualtierotti ha elaborato un test che valuta il grado di meteorosensibilità (qui a fianco).
Secondo altri il "termostato umano" non è il vero responsabile. «La causa ultima è ancora
tutta da scoprire» sostiene Brugnoli. «L'ipotesi più convincente è che il sistema delle
ghiandole endocrine risponda male alle variazioni atmosferiche e alteri la produzione degli
ormoni fondamentali per il nostro benessere psicofisico: come serotonina, adrenalina,
endorfine».

A mettere d'accordo gli scienziati ci pensa l'elettricità dell'aria. Che entra in gioco in
alcuni eventi meteorologici. «Nell'atmosfera ci sono particelle gassose che si caricano
elettricamente, gli ioni» spiega Massirone. «Ormai è certo che, quando quelle caricate
positivamente aumentano, alcuni di noi cominciano a star male. Un incremento di ioni
positivi si ha proprio prima di un temporale o se soffia un vento caldo e secco».

Sempre più gente ne soffre Se il numero di meteorosensibili sta crescendo (40 anni
fa erano solo il 5 per cento) la colpa è anche nostra. «Non riusciamo più a fare a meno del
condizionatore in estate, riscaldiamo troppo le case d'inverno, passiamo sempre meno ore
all'aria aperta. Ovvio che perdiamo la capacità di adattarci ai cambiamenti dell'ambiente»
denuncia Gualtierotti.

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E non è finita: aumentano i malati di stress e lo stress indebolisce le difese contro le


aggressioni esterne. «Spesso gli eventi atmosferici si trasformano in problema perché
vanno a sommarsi ad altri eventi che mettono a dura prova il nostro equilibrio
psicofisico» dice Emilio Minelli, docente di Medicine non convenzionali e tecniche
complementari alla facoltà di Medicina dell'Università di Milano.

Come si cura

>>Con l'idroterapia

«Si basa sugli effetti stimolatori dell'acqua calda e fredda, che risvegliano il sistema di
termoregolazione un po' inceppato» dice l'idroclimatologo Roberto Gualtierotti. «Si può
eseguire alle terme o a casa, su indicazione dei medici idroclimatologi». Cosa fare
subito: Con il getto della doccia bagnate i piedi e le gambe, poi risalite verso la pancia e la
schiena alternando due-tre minuti di getti calde e due-tre minuti di fredde per un paio di
volte. In alternativa, o in più, si possono fare spugnature, passando velocemente sul corpo,
sempre dal basso verso l'alto, un asciugamano bagnato in acqua fredda. Dopo un anno si
vedono i risultati.
Indirizzi: Asium, Associazione specialisti idroclimatologi dell'Università di Milano, tel.
0286453780.
Terme di Sirmione, tel. 03091681.

>>Con l'agopuntura

«L'obiettivo è regolare la secrezione di quegli ormoni che, per colpa dello stress
meteoropatico, vengono prodotti in maniera alterata» spiega l'esperto Emilio Minelli. «La
cosa migliore sarebbe fare una seduta appena si sa che sta per arrivare la causa che
scatena i nostri disturbi».

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Cosa fare subito: Prevenire lo stress con cicli di tre, cinque sedute da ripetere ogni due
mesi.
Indirizzi: Associazione italiana agopuntura, tel. 0685350036, www.agopuntura.it.

Fisa, Federazione italiana delle società di agopuntura: non ha un recapito telefonico, ma


nel suo sito www.agopuntura-fisa.it trovate l'elenco di tutti i medici agopuntori d'Italia, con i
numeri di telefono.

>>Con l'omeopatia e la fitoterapia

Come l'agopuntura, i rimedi omeopatici e le erbe riequilibrano un organismo sotto stress.


Vanno assunti prima che arrivi il nemico meteorologico. «Non ci sono soluzioni standard.
Non possiamo cioè dire "per la pioggia assumete queste prodotto, per il freddo quest'altro".
Perché le reazioni agli eventi atmosferici cambiano da individuo a individuo e ogni
volta, oltre alla causa, bisogna valutare anche il tipo di disturbo» spiega Minelli.
Indirizzi: Istituto Riza di medicina psicosomatica tel. 025845961.

Società italiana di omeopatia e medicina integrata, tel. 0267100819.

Società italiana di fitoterapia, tel. 057723352.

>>Con i Fiori di Bach

Sono consigliati per stimolare le difese innate dell'organismo. I più usati: Walnut,
Scleranthus, White Chestnut, Mustard e Wild Rose.
Indirizzi: Rif, registo italiano floriterapeuti, tel. 0270122233 e 0266982957.

Riza, Istituto di medicina psicosomatica, tel. 025845961.

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Finalmente un libro con tutte le risposte


La nostra giornalista Sabrina Barbieri ha scritto un libro intitolato

Mal di tempo, che uscirà per Mursia il 20 settembre. Non è difficile immaginare cosa
l'abbia spinta a farlo. Ogni tanto - dice - nel

pieno di una giornata di sole, sente dei dolori

alle ossa. È il segnale: puntuale, un paio di

giorni dopo, arriva una perturbazione. Sabrina non si è accontentata di sopportare questo
fastidio. Ha intervistato i maggiori esperti italiani di meteoropatia. Ha scoperto che si
tratta di

un disturbo sempre più diffuso. E che si può curare. Come racconta nel libro e in queste
pagine.

Che tempo farà quest'autunno?

Una cattiva notizia: «Almeno fino alla prima settimana di ottobre avremo poche
giornate soleggiate» annuncia il colonnello Mario Giuliacci. E dopo? «Previsioni più a
lungo termine non sono possibili. Certo è che l'autunno sta diventando sempre più bagnato.
Negli ultimi

15 anni la piovosità è aumentata in media del 20 per cento».

Una buona notizia: anche in Italia cominciano a diffondersi le previsioni


biometeorologiche. Per cominciare, seguite quelle che ogni settimana pubblichiamo su
Donna Moderna, con i consigli per ridurre i malesseri da tempo. Poi ci sono due siti
Internet: www.naturmed.unimi.it/previ dice, per esempio, se il clima previsto riacutizzerà i
dolori reumatici o i fastidi di chi ha malattie polmonari.

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Il sito www.lamma.rete.toscana.it/bioclima (solo per la Toscana), attraverso faccine tristi o


sorridenti, indica il grado di disagio o di benessere che gli sbalzi clima potranno provocare.

Un esame facile per scoprire chi è malato

Oggi esiste un test, detto Tromp-Gualtierotti, che aiuta a individuare chi soffre di
"mal di tempo". Si basa sull'idea che le meteoropatie siano causate da un cattivo
funzionamento del sistema di termoregolazione. Spiega il bioclimatologo Roberto
Gualtierotti, creatore del test insieme a un biologo olandese: «Si misura la temperatura
del palmo della mano. Poi lo si raffredda appoggiandoci per due minuti un gel
ghiacciato. La temperatura

dovrebbe scendere attorno ai 26, 27 gradi. Normalmente ci vogliono sei minuti perché torni
al livello iniziale. Se ne impiega di più, fino a

10-15, significa che quella persona ha una certa sensibilità ai cambiamenti meteorologici.
Se, dopo 15 minuti, la temperatura è ancora inferiore a quella di partenza, per noi si
tratta di meteoropatia accertata» conclude Gualtierotti.

In teoria il

test si potrebbe eseguire anche a

casa, comprando un termometro

e una bustina di gel di quelle che si usano per i frigoriferi portatili. Per trovare gli specialisti
che lo eseguano, chiedete all'Ordine dei medici della vostra regione l'elenco di quelli
specializzati in climatologia e idrologia.
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Approfondimenti

Sei meteoropatico o meteorosensibile? Ecco tutti gli approfondimenti

Sei meteoropatico o meteorosensibile? Ecco tutti gli


approfondimenti

La meteoropatia è un termine che sta ad indicare un insieme di disturbi di tipo


psichico e fisico che si verificano in presenza di determinate condizioni e
variazioni meteorologiche. A differenza di qualche anno fa, oggi in numerose
universita’ si studia come il clima influisce sul nostro sistema neuro immuno
endocrino.

Il soggetto meteoropatico o meteorosensibile è quella persona che, per fattori


costituzionali o acquisiti, ha una particolare labilità a contrarre la
meteoropatia; si tratta soprattutto di donne, in particolare quelle che hanno
varcato la soglia dei quarant’anni di eta. Secondo gli ultimi studi effettuati alla
Cattedra di Psicologia dell’Universita’ Cattolica di Milano il disturbo sembra
colpire un italiano su tre.

Il soggetto meteoropatico è quindi particolarmente predisposto ad un


cambiamento d’umore e di condizioni fisiche a seguito di intense variazioni
climatiche. Normalmente egli accusa disturbi prima che si verifichino
mutamenti delle condizioni del tempo; il soggetto può accusare nervosismo,
irritabilità, insonnia; tali sintomi progrediscono poi nella fase acuta
corrispondente alla variazione del clima, durante la quale si manifestano
debolezza, depressione, apatia. I sintomi si attenuano fino a scomparire del
tutto con la fine della situazione climatica.

Le cause della patologia sembrano essere strettamente legate al


funzionamento dell’ipofisi, ghiandola situata alla base del cranio. Il lobo
anteriore di questa ghiandola, chiamato adenoipofisi, produce l’ormone
adrenocorticotropo (ACTH o corticotropina), conosciuto anche come ”ormone
dello stress”.
Tale ormone viene prodotto in quantità maggiore alla mattina e minore alla
sera; in caso di cambiamenti climatici, generalmente in occasione di una
diminuzione della temperatura esterna, la produzione di ACTH aumenta,
provocando nei meteoropatici irritabilità e nervosismo,coinvolgendo la
tiroide, con produzione di tiroxina, e il surrene, con anomala produzione di
catecolamine(le quali si innalzano tipicamente nelle condizioni di stress).

Contemporaneamente si verifica una diminuzione delle endorfine, sostanze


chimiche prodotte dal cervello, aventi proprietà analgesiche, con la
conseguenza di una diminuzione della soglia di sopportazione del dolore.

Il fenomeno è comunque assai aumentato negli ultimi anni, in rapporto diretto,


sembra, con il maggior concentramento degli inquinanti, in particolare le
polveri sottili; siccome lo stesso rapporto è ormai accertato esserci anche nei
riguardi delle patologie allergiche e asmatiche, si ipotizza un meccanismo
immunitario,oltre che endocrinologico, anche per le meteoropatie, che
comunque, almeno per ora, non vengono considerate alla stregua di vere e
proprie malattie.

Si definiscono invece meteoropatici secondari, quei soggetti che soffrono già


di specifiche patologie (allergie, artrosi, asma, emicranie, reumatismi,) ma che
subiscono una accentuazione dei sintomi proprio in corrispondenza delle
variazioni climatiche. Le sindromi meteoropatiche secondarie, anch’esse in
forte crescita, interessano ormai circa un quarto della popolazione rispetto al
5-10% degli anni ’50/’60.
La sintomatologia meteoropatica, scatenata dai cambiamenti bruschi delle
condizioni del tempo, ha una insorgenza acuta, una frequente anticipazione
(nel senso che l’individuo interessato incomincia a soffrire prima che si
realizzino i mutamenti climatici), e una rapida attenuazione o scomparsa con il
cessare della condizione scatenante o con il subentrare di una condizione
ambientale opposta.

Ma a tutt’oggi non si hanno sicuri elementi che permettano di identificare una


particolare personalità con la meteorolabilità. Le condizioni stressanti
determinano una predisposizione a questo tipo di sofferenza. Intensi e
soprattutto bruschi squilibri atmosferici possono esplicare un’azione
aggressiva nell’organismo umano, al punto da provocare in soggetti
predisposti uno shock meteorologico.

Ogni organo o apparato che sia già cronicamente ammalato può essere
bersaglio di manifestazioni meteoropatiche. In un substrato organico labile, il
meccanismo di autoregolazione non è sempre in grado di fronteggiare il
brusco variare delle condizioni ambientali e la gravità degli eventi patologici
che ne scaturiscono è variabile: da un semplice stato di malessere generale a
morte improvvisa.
In modo particolare sono colpiti il sistema nervoso, l’apparato
cardiocircolatorio e respiratorio. Nel soggetto sano, in genere, alcune ore
prima della comparsa dei mutamenti climatici possono presentarsi
irrequietezza, irritabilità, insonnia, abnorme reattività a modesti stimoli
esterni; con il sopraggiungere dello stress meteorologico si accusa debolezza,
apatia, depressione o iperattività. I soggetti già malati peggiorano.

La fase prodromica, che si manifesta ore o giorni prima della perturbazione


atmosferica, è causata dall’aumento degli ioni positivi nell’aria e si
caratterizza per una serie di alterazioni funzionali respiratorie e per uno stato
di ipereccitabilità neuropsichica.

La fase della sofferenza vera e propria si configura con uno stato di


indebolimento, abbassamento della pressione arteriosa e , generalmente,
depressione neuropsichica. I cambiamenti di temperatura, di pressione
barometrica o del tasso di umidità possono essere all’origine della malattia.

Nella fase della sindrome vera e propria si osserva una diminuita escrezione
urinaria di catecolamine, come l’adrenalina e la noradrenalina, che sta a
significare una insufficienza corticosurrenale, quindi una ridotta capacità di
rispondere agli stress. Ancora, il soggetto meteoropatico può riferire cefalea,
edemi, palpitazioni, vampate di calore, brividi, aumento della sudorazione,
manifestazioni allergiche, sordità parziale, disturbi provocati dalla luce,
aumento della quantità di urina prodotta, difficoltà nel movimento, difficoltà
alla concentrazione, stato confusionale, debolezza generale e astenia
muscolare, dovute anche alla tendenza all’ ipoglicemia, cioè alla riduzione del
tasso di zuccheri nel sangue.

Le più note meteoropatie sono le anemopatie , come la sindrome dello


scirocco, la sindrome del vento dell’est, la sindrome del Fhon, la sindrome del
vento del sud e la sindrome del vento del deserto ; la “sindrome da scirocco”,
che proviene dal Sahara africano e soffia verso l’Italia del sud e la Grecia
trasportando con se la sabbia del deserto.

Il vento caldo e’ in grado di provocare irrequietezza, palpitazioni, insonnia,


stati ansiosi, emicrania, talora coliche epatiche e renali, nei soggetti gia’ affetti
da calcolosi. Sempre lo scirocco puo’ peggiorare disturbi cardiaci e celebrali
nei soggetti arteriosclerotici.

Sempre in Italia la tramontana e’ in grado di procurare molti disturbi: crisi


asmatiche, disturbi circolatori e insonnia, pelle secca e prurito. L’eccessiva
umidita’ e gli sbalzi di temperatura possono indurre irritabilita’, pessimismo,
sudorazione, calo della pressione, mal di testa e disagio.
Un vento violento, molto frequente nelle Alpi, provoca la “sindrome del
Fhon”, i cui sintomi compaiono anche 24 ore prima dell’arrivo del vento.
Ipotensione arteriosa, minore capacita’ di concentrazione, irritabilita’, ansia,
vertigini, fra le avvisaglie piu’ comuni.

La “sindrome del vento dell’est” sembra invece interessare i soggetti gia’


neurolabili, che avvertono disturbi gia’ fino a 24 ore prima che soffi il vento.
Ci sono poi anche le sindromi dei periodi temporaleschi, e le sindromi del
fronte ciclonico, con sintomi simili ai precedenti, che si manifestano
improvvisamente all’ avvicinarsi del fronte, e altrettanto rapidamente
scompaiono appena transitata la perturbazione atmosferica.

La Sad (Seasonal affective sindrome) si manifesta principalmente nel


passaggio dall’inverno alla primavera con una spiccata depressione del tono
dell’umore, caratterizzato da fasi alterne di depressione ed eccitazione,
depressione in autunno-inverno ed eccitazione in primavera-estate”. Nei paesi
scandinavi è per esempio assai diffusa la Sindrome depressiva, soprattutto nei
mesi autunno-invernali, con notevole incidenza di suicidi rispetto alla media
europea.
Rimedi naturali contro la meteoropatia
Qualcuno lo chiama mal di tempo, altri meteoropatia, altri ancora parlano di
meteorosensibilità: sono solo modi diversi di indicare lo stesso fenomeno, ovvero il
complesso di disturbi, come irritabilità, mal di testa, insonnia o il riacutizzarsi di
disturbi preesistenti, che colpiscono alcuni soggetti quando cambiano le condizione
del tempo. Secondo i dati elaborati dal CNR di Firenze il problema coinvolge quasi
15 milioni di italiani.

Una volta le lamentele di chi soffriva di dolori vari o di sonnolenza e sbalzi di umore
con l’arrivo della primavera venivano liquidate come mali immaginari, ma oggi si sa
che l’instabilità del tempo, più accentuata con il cambio di stagione, comporta dei
veri e propri mali fisici, e non solo di natura psicologica e psicosomatica, comuni a
moltissime persone di tutte le categorie. Gli esperti spiegano infatti che "la
meteoropatia è una malattia a tutti gli effetti e ogni anno colpisce un italiano su
quattro". Per combattere questi disturbi, per fortuna, non è necessario ricorrere ai
farmaci, ma ci sono molti rimedi naturali, come riferisce il mensile Airone, diretto
da Andrea Biavardi, che ha coinvolto esperti e ricercatori per svelare i segreti del
“mal di tempo”. Tra gli alleati contro i piccoli e grandi mali legati al meteo ci sono
aglio, ginseng, propoli e soprattutto il relax.

Secondo i medici, in molti casi è opportuno parlare più che altro di


meteorosensibilità, ovvero quando i disturbi sono lievi e per lo più di natura
psicologica e psicosomatica (insonnia, propensione all'irritabilità o cambiamenti di
umore): Si può parlare poi di meteoropatie primarie, ad esempio in caso di mal di
testa o di schiena, o secondarie quando sono presenti sintomi come l'acuirsi dei
dolori reumatici o il peggioramento di stati patologici preesistenti. I rimedi?
Nessuna medicina, ma relax e cure naturali per "superare le crisi". I fenomeni
atmosferici caratterizzati da brusche variazioni di temperatura, vortici freddi, zone
di bassa pressione e correnti a getto in quota, possono causare una caduta delle
difese immunitarie dell'organismo e un aumento della virulenza di funghi, batteri e
virus.

Ma tutto questo è ancora solo una teoria, anche perché, come spiega Martina
Petralli, ricercatrice del Centro di bioclimatologia dell'Università di Firenze,
"indagare sulle cause precise delle meteoropatie è molto difficile: chi ne soffre non
si rivolge quasi mai agli ospedali e mancano quindi dati certi sui disturbi".

Buona regola è, come sempre, evitare il "fai da te". Esistono però dei rimedi naturali
che aiutano a controllare i sintomi. Uno dei malesseri più diffusi, ovvero la
"sindrome da temporale", cioè il mal di testa che preannuncia l'arrivo una
perturbazione o un temporale e che colpisce di preferenza persone stressate,
stanche o ansiose, si controlla con passeggiate all'aria aperta ed evitando cibi come
vino, cioccolata e superalcolici. Il migliore rimedio è invece l'aglio, che favorisce la
circolazione e attenua il mal di testa.

Contro il malessere generato dagli sbalzi di temperatura, umidità o pressione, che


portano con sé sbalzi d'umore o crisi d'ansia sono utili tisane e infusi di camomilla,
malva, biancospino, ulivo e melissa più efficaci negli orari pomeridiani. Ai soggetti
depressi o con umore instabile sono consigliati i preparati a base di Ipericum
perforatum, non adatti però a chi è particolarmente sensibile o eccitabili, o anche
ginseng, pappa reale, propoli e miele, anche associati a sedativi vegetali oppure a
balsamici come eucaliptolo e olio di mugo.

http://www.tgcom.mediaset.it/

Disorder of vegetative nervous system

- Vasoneurosis;

- Bone tremor.

Vegetative nervous system – the organs of blood circulation, breathing, digestion,


secretion, reproduction and metabolism are under its control via spinal marrow and
brain.

Dysfunctions of vegetative nervous system are CONSEQUENCE of adrenal gland


dysfunctions.

SPIRITUAL ASPECT of vegetative nervous system dysfunctions is PROCESS OF


MATRIALIZATION OF NEGATIVE ENERGY DUE TO DISTRUCTION OF
PSICHIC AND EMOTIONAL SECURITY – CONSEQUENCE OF STRESS OR
HEX…

At this stage of SELF-DESTRUCTION a human being is unable to correct the security


system, adrenal gland and thyroid gland dysfunctions independently. NEGATIVE
ENERGY, materialized in metabolism, changes cellular structure, destructing functions
of spinal marrow and brain.
DYSTONIA VEGETOVASCULARIS (DVV).
Dystonia vegetovascularis – CONSEQUENCE of disorder of vegetative nervous
system DUE TO dysfunctions of ADRENAL GLANDS.

CONSEQUENCES OF EXTERNAL FACTORS:

1) Acute and chronic psychoemotional stresses;

2) Infections (focal infection and virus infection);

3) Physical and chemical impacts (SHF currents, vibration, ionizing radiation);

4) Brain trauma, hyperinsolation, chronic intoxications);

5) Alcohol abuse;

6) Overstrain.

CONSEQUENCES OF INTERNAL FACTORS:

1) Internal factor of DVV disorder was caused by HEREDITARY susceptibility to


endocrine system disorder due to WEAK PSYCHIC SECURITY – CONSEQUENCE
OF STRESS and RESULT of adrenal gland dysfunctions.

2) Periods of hormonal restructuring of organism (pregnancy, childbirth, puberty,


disvarial disorders, taking the medicinal hormonal agents);

3) Peculiarities of the patient’s personality (anxious, hypochondriac, accentual


personalities);

4) Hypodynamia from childhood;

5) Focal infection, neck osteochondrosis.

Interrelation of internal and external factors lead to disorders at any level – Complex
regulation of cardiovascular system, meanwhile the leading link of DVV pathogenesis
is damage of hypothalamic brain structure, playing coordinating and integral role in the
organism; generation of energy for tissues, psycho-emotional formation of needs, pulses
and ‘emotions’.

Leading clinic syndromes, proposed for HEALING:

1) Syndrome of vegetative dysfunction:

- Local sweating;

- Coronary heart disease (CHD);

- Hands tremour;
- Aptitude to vegetative vascular crises and temperature asymmetry.

2) Syndrome of psychic disorders:

- Emotional lability, tearfulness, sleep disturbance, feeling of fear;

– High level of anxiety, they incline to self-accusation, feel phobia in taking decisions.

3) Syndrome of adaptive disorders, asthenic syndrome - rapid fatigability, weakness,


intolerance of physical and psychic loads, inclination to meteoropathy.

Hyperventilation (respiratory) syndrome — these are subjective feelings of lack of air,


chest compression, difficulties in inhalation, need in deep breathing in. In some patients
it runs like a crisis, clinic picture of which is close to asthma.

Most frequent reasons, provoking development of respiratory syndrome, are physical


loads, psychic overstress, staying in stuffy premises, abrupt change of heat and cold,
bad tolerance of transport. Along with psychic factors of short breath the reduction of
compensatory-adoptive possibilities of breathing functions to hypoxic loads is of great
importance.

BONE TREMOUR.
CAUSE: Thyroid gland disorder.

IT IS CONSEQUENCE OF STRESS AND DEPRESSION.CAUSE: ADRENAL


GLAND DYSFUNCTIONS, VEGETATIVE NERVOUS SYSTEM. PROCESS OF
CENTRAL NERVOUS SYSTEM DISTRUCTION.

Tremour of most people occurs only in a status of stress, manifested by tiredness, usage
of big amount of caffeine or medicinal agents, under which tremour is consequence of
their side effect.

Essential tremor — hereditary disease of weak psychic security, provoked dysfunction


of thyroid gland.

It is characterized by tremour of hands, head, vocals muscles, which is enhanced during


movement, when trying to keep a certain pose and it is over when falling asleep.

Genetic aspects – provocation of disease:

1) Duodenal ulcer;

2) Wilson’s disease – rarely occurred hereditary disease which is characterized by


disorders of copper exchange in the organism.

The following diseases are referred to the other reasons of constant tremour:

Alcoholism, pseudosclerosis, tumours, stroke, hyperfunction of thyroid gland.


Clinic picture:

• The disease starts from episodes of fast paroxysmal (all of a sudden) small-swinging
tremour of fingers;

• Later on tremor of hands, tongue, legs and body is consequently developed;

• Tremour may be one – sided or two-sided, it is minimal in a quiet position,


strengthening during emotional experience, hunger, tiredness and under the impact of
extreme temperatures;

• In severe cases loss of workability happens;

• Sometimes tremour is accompanied by light extrapir in the form of gait disorders


manifested considerably weaker than during Parkinsonism;

• In spite of workability and possible psychosocial problems the disease is characterized


by less severance against Parkinsonism; there is no dementia;

• Often followed by dystonia.

SPIRITUAL ASPECT:

Process of SELF-DESTRUCTION, materialized by negative energy of emotion FEAR,


ANGER. CAUSE of vampire essence intrusion. RESULT of formation of reverse
system of values.

CREATION OF IDOL via self-affirmation of ARROGANCE as a main motivation of


action…

SELFHEALING AT THIS STAGE IS IMPOSSIBLE. AN

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