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El horizonte estético
el horizonte estético no debe ser consi- tre ellas; los artistas están en competen-
derado como algo obvio, descontado, o cia no solamente con otros artistas con-
tal vez algo adquirido para siempre. Pue- temporáneos sino en mayor medida con
de ser que en el futuro, cada uno de los los artistas del pasado. Es esencial a la
cuatro elementos que lo componen – lo idea misma de filosofía la confrontación
bello, el arte, la filosofía y el estilo de vida entre diferentes tendencias. Finalmente,
ejemplar – tomen caminos completa- el estilo de vida ejemplar se concretiza
mente independientes el uno del otro, en tanto implica una decisión y una elec-
sin tener más la posibilidad de confron- ción que excluye todas las otras. No se
tarse y de oponerse. No es difícil imagi- trata de una guerra de todos contra to-
nar que lo bello termine por ser absorbi- dos, justamente porque las relaciones
do por completo desde una perspectiva que existen en el interior del horizonte
hedonístico-cosmética, privada de cual- estético no son belicosas. De hecho, na-
quier relación con los otros actores del die puede dejar de reconocerlo y esto es
horizonte estético; la tendencia a trans- tanto más válido y fuerte cuanto más
formar el arte en un simple business es adversas son las partes de las cuales pro-
muy fuerte en la sociedad contemporá- viene: sin la apreciación y la admiración
nea y no resulta fácil contrastarlos eficaz- no se tiene horizonte estético. El horizon-
mente; la filosofía por su lado, puede te estético está lleno de estrategias in-
abandonar lo bello, el arte y los estilos de geniosas y paradojales, cuyo último pro-
vida fútiles y atrincherarse en un pósito no es ciertamente la nulidad de
cientificismo duro y pretencioso o en una las multiplicidades ni la negación de los
erudición encerrada en sí misma; en adversarios... Aquel que se propusiera
cuanto a los estilos de vida ejemplares, a dichas metas, se trasladaría del horizon-
partir del momento en que se disuelven te estético hacia el horizonte político-
en simples look a asumir momentánea- militar; pero es sabido que el recurrir a
mente, ellos pierden no sólo la grandeza fuerzas externas para prevalecer en la
fatal sino hasta cada posibilidad de cons- arena estética es objeto de reprobación
tituir una moda. Sin embargo, no son los y de desprecio. Al mismo tiempo, si bien
fenómenos de degradación en sí mismos el santo fue un modelo estético ejemplar
los que constituyen una amenaza para muy importante, queda una diferencia
el horizonte estético. Por el contrario, el esencial entre la esfera moral-religiosa,
mismo cobra gran vigor desde las posi- caracterizada por lo categórico y por lo
ciones encontradas; el peligro reside en permanente, y la esfera estética, carac-
el menosprecio de la energía emocional terizada por lo mundano y por el dina-
y en el sumergirse en la inercia de un mismo. Con esto no se quiere decir que
consumismo autodestructivo. el horizonte estético es ineficiente sino
El horizonte estético presenta efecti- que las vías a través de las cuales logra la
vamente un aspecto paradojal: su valor efectividad son diferentes de las políti-
no depende de la invariabilidad como co-militares. Tampoco se quiere decir
sucede en la esfera religiosa y moral ni que el horizonte estético es efímero, sino
su fuerza de la unidad como sucede en que las vías a través de las cuales logra
la esfera militar y política. Aquel adquie- una larga duración son diferentes de
re valía y potencia no por la invariabili- aquellas ético-religiosas.
dad ni por el consenso plebiscitado, sino Muchas veces se ha planteado que la
por el surgimiento de las diferencias y de estética no provee un núcleo de principios
la novedad. El aspecto combativo no se teóricos y de métodos de investigación
refiere solamente a los cuatro elementos compartidos por la mayoría de sus
que lo componen sino que se encuentra cultores, como sucede en las disciplinas
obviamente en el interior de cada uno científicas. El único punto sobre el cual
de ellos: no existe una sólo noción de lo existe un consenso casi unánime es la re-
bello, sino muchas en concurrencia en- ferencia al diccionario histórico sobre los