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https://www.youtube.com/watch?v=prMJAEPhKzY

https://www.youtube.com/watch?v=prMJAEPhKzY

La ética en los negocios se basa en una serie de reglas escritas y


tácitas sobre los principios que rigen las acciones y toma de
decisiones de una empresa. La ética viene de una rama de la filosofía
que ve los valores humanos en relación con su conducta a lo bueno o
malo, lo correcto e incorrecto. En el mundo de los negocios, esta
ideología asegura mejores colaboradores y más inversiones.

¿Por qué es importante mantener este valor en las empresas?

Te damos siete razones para explicar su importancia:

1. Aumenta la retención de empleados. Los trabajadores querrán


permanecer más tiempo en un lugar donde sus líderes valoran sus derechos y
opiniones.

2. Atrae a los inversionistas. Un negocio que promueve la ética en su


gestión, crea un ambiente favorable a la inversión. Los inversores pondrán su
dinero en donde creen que es seguro.

3. Ayuda a construir y mantener una buena reputación. Una gran parte de


asegurar el éxito empresarial es tener una buena imagen entre nuestros
clientes. De hecho, una de las principales razones por la que los consumidores
deciden participar en un negocio o no depende de la ética de este.

4. Es la clave para mejorar la productividad. El personal trabajará mejor si


cree que lo que está haciendo es lo correcto y estarán motivados pues sentirán
que están contribuyendo a un mundo mejor.

5. Conduce a ganancias a largo plazo. Una empresa que valora la ética cree
en los beneficios a largo plazo.
6. Ayuda a mantener la calidad. Una compañía ética se esforzará por
entregar buenos productos y servicios a sus clientes, incluso en momentos en
que la demanda es superior a la oferta.

7. Crea lealtad en los clientes. Pues se tendrá una imagen positiva en el


mercado. Esto, a su vez, hace que los consumidores confíen en sus productos
y servicios y pasarán esta información a sus amigos y familiares.

https://www.gestiopolis.com/la-etica-empresarial-como-fuente-de-ventajas-competitivas/

La ética empresarial como fuente de


ventajas competitivas

La cuestión ética es de gran relevancia para todo individuo y se


extiende al ámbito empresarial. En cada decisión que se tome,
estará inmiscuido algo de ética. Trátese de negociaciones con
proveedores o con el sindicato, de contrataciones o despidos
de empleados, de asignación de responsabilidades o de lanzar
una promoción, la ética siempre está presente.

Los actos de las empresas y de los individuos que hacen parte de


ellas, repercuten de manera positiva o negativa en otras
empresas, otros individuos u otros procesos

Actualmente, cuando existen más organizaciones que pugnan


por la transparencia y con el internet como herramienta de
democratización y movilización social, las empresas tienen
como uno de sus cimientos a la ética corporativa, bien cita
Quirilio Matos a Rinnov Kan, “Sin valores sólidos estamos
coqueteando con el desastre. Con valores sólidos, podemos
enfrentar a los mercados internacionales“.

Pero sin duda, hay quienes ponen por encima de la ética y los
valores a los resultados financieros, estas personas no se dan
cuenta que la ética corporativapuede ser una fuente de
ventajas competitivas, ya que por medio de ella se
pueden atraer clientes y personal de primer nivel.

A través de la ética se puede acabar con prácticas corruptas


que destruyen valor y dañan la economía y la sociedad, si
ponderamos más la cultura organizacional, con valores
comunes (más que códigos o reglas) que sirvan como
sendero de los individuos que conforman las
organizaciones, podríamos dar mayores componentes éticos
a una empresa. Si nos basamos en que el capital humano es
uno de los mayores activos empresariales, si no el mayor, y
tomamos conciencia que estas personas valen por sí mismas,
que se les debe respetar y que no se les puede tratar como un
medio sino como un fin, habremos dado el primer paso para
fundamentar éticamente las instituciones.

Una organización que viva según los cinco valores


fundamentales: igualdad, libertad, dialogo, respeto y
solidaridad estará mejor preparada para el futuro.
Estamos viviendo tiempos de globalización que han hecho que
las organizaciones sean más planas, más descentralizadas y
con empleados más autónomos y con mayor poder de
decisión, por esto se hace necesario que las relaciones no sólo
al interior de las empresas sino entre empresas y demás
organizaciones, se basen en los cinco valores arriba
mencionados, lo cual generará mejores patrones de conducta y
permitirá generar valor.

Los componentes de una empresa ética

Aunque pueden ser innumerables, los siguientes darían lugar a


las bases de una ética organizacional:

1. Vivir de acuerdo con los cinco valores fundamentales.


2. Una cultura organizacional con valores comunes para
sus miembros.
3. Luchar por alcanzar la satisfacción de todos los agentes
involucrados en la empresa: accionistas, directivos,
empleados, proveedores y clientes.
4. Asumir la responsabilidad social de sus actuaciones.

Las empresas no siempre quiebran por falta de recursos


sino por su administración frente a los clientes, los
colaboradores, la comunidad y el estado.” Félix
Campoverde Vélez

5. Pesa más el contrato moral entre la empresa y sus


integrantes y asociados que el mero contrato legal.

Cuando se logran incorporar estos componentes básicos se


llega a generar mayor valor económico, ya que las relaciones,
no sólo laborales, sino entre proveedor y empresa, cliente y
empresa, etc., mejorarán y el tiempo y los recursos que se
invertían en mejorar las ineficiencias que se presentaban en
dichas relaciones, podrán ser invertidos en aquellos aspectos
que verdaderamente creen valor. La ética suele mejorar el
funcionamiento de la empresa mediante varias vías:

 Reduce los conflictos de los miembros que la forman.


 Mejora la imagen exterior de sí misma.
 Supone un componente esencial del concepto de “calidad
total”, tan importante hoy día.

Valores fundamentales: Igualdad, Respeto, Libertad, Diálogo y


Solidaridad

Cabe aclarar que un comportamiento empresarial ético no es la


panacea para todos los problemas, ni conduce cien por ciento
al crecimiento y la prosperidad, pero no nos engañemos, el
comportamiento NO ético tampoco y sí puede acarrear
problemas, tanto interna como exteriormente.

A través del siguiente video curso sobre ética en las


organizaciones (7 videos, 1 hora y 10 minutos), dictado por el
Profesor Manuel Guillén, podrás aprender más sobre cómo
incide este tema en la excelencia, en la calidad, en la toma de
decisiones y en otros aspectos clave para el desarrollo
empresarial.
Ojo
Enrique Za mora no*

El comportamiento de los directores en la empresa suele ser señalado como un factor


importante para construir una cultura de ética. Es fácil entender cómo se puede motivar
a todo el personal a tomar decisiones y tener actitudes éticamente aceptables, mediante
políticas formales apoyadas y respetadas por los directivos de la compañía. En empresas
donde existe un ambiente de respeto a los valores éticos, todos entienden que el logro de
sus objetivos no justifica utilizar medios éticamente objetables. En organizaciones
donde la política formal está enfocada solamente al logro de objetivos económicos, sus
integrantes fácilmente se olvidan de los principios éticos. Esta visión desanima al
personal porque les origina un conflicto entre sus convicciones morales y las exigencias
del logro de metas económicas impuestas por la empresa.

El ambiente formal de la ética en una empresa es importante, no sólo porque motiva a


los empleados a comportarse éticamente, sino porque estos pueden apoyarse en una
buena política de la compañía cuando desean hacer respetar sus propios valores. Se
produce el fenómeno de los "valores compartidos"; las personas desean identificarse
con su organización, necesitan confiar y creer en la corporación para la cual trabajan,
puesto que contribuyen con su esfuerzo al éxito de ella. Ese vínculo de valores
compartidos es fundamental para todo lo demás, se pone énfasis en la empresa como la
entidad en la que trabajan, con la que se identifican y que merece la admiración de sus
colaboradores, así como de la sociedad.

Lo anterior debe hacer a sus dirigentes particularmente exigentes con la ética de quienes
integran los niveles superiores de la empresa, ya que si su comportamiento es dudoso
pueden contaminar a las personas que dependen de ellos. Su integridad personal es muy
importante. La fortaleza de una empresa es su ética interna, las buenas relaciones de los
directivos con sus colaboradores, lo cual requiere una fuerte dosis de respeto mutuo que
contribuya a la eficiencia del conjunto.

El otro punto fuerte es la ética social, y particularmente la responsabilidad asumida por


la empresa respecto de su entorno, lo que contribuye a su armonía con los valores de la
sociedad.

Las empresas que adoptan una cultura de ética en todas sus operaciones y de veracidad
y transparencia en su información financiera tienen una ventaja competitiva muy
importante: credibilidad y confianza pública, y la fidelidad de todos sus colaboradores.

La operación basada en la ética es el mejor modo de tener una empresa sólida y


perdurable; resulta benéfico a la larga e indispensable para construir una institución sana
y duradera. En suma, la ética produce beneficios.

Esto último es importante. Virtudes sociales como la honestidad, responsabilidad,


lealtad, respeto, calidad y eficiencia en el desempeño de sus deberes, no solo tienen
mérito como valores éticos, también poseen un valor económico tangible y ayudan a la
empresa al logro de objetivos compartidos: productividad, calidad, crecimiento,
confianza, credibilidad y prestigio en la comunidad. Las organizaciones que crecen y
perduran están unidas por valores, normas y experiencias compartidas por sus
integrantes. Cuanto más profundos sean y más firmemente se los sustente, más intenso
será el concepto de identidad y mayor será la confianza que la sociedad otorgue a la
empresa y sus productos.

En el libro La Gran Ruptura, Francis Fukuyama utiliza como metáfora el término


"capital social", de la siguiente manera:

"El capital social puede ser definido, simplemente, como un conjunto de valores o
normas compartidas entre los miembros de un grupo, que permiten la cooperación entre
los mismos".

Si los miembros de ese grupo aceptan que los demás integrantes se comportan en forma
correcta y honesta, terminarán por confiar los unos en los otros. "La confianza es como
un lubricante que hace que cualquier grupo u organización funcione en forma más
eficiente", asegura Fukuyama. Prestigio y confianza constituyen el patrimonio más
valioso de una empresa y este debe estar sostenido por sólidas columnas, las cuales
tienen como elemento esencial los principios éticos.

La ética es necesaria para crear, incrementar y preservar el valor de una empresa. Los
inversionistas buscan invertir en organizaciones que son confiables, donde sus
dirigentes y colaboradores son íntegros, que proyectan ante la sociedad una cultura de
ética en todo lo que hacen. El ambiente de confianza que se genera puede producir
beneficios a la empresa: mayor demanda de sus productos, acceso a mercados de
capital, oportunidades de fusión, crecimiento, mejores utilidades y mayor precio para
sus acciones y, en general, riqueza, no solo para sus accionistas, sino también para sus
trabajadores. De este modo las empresas logran sus objetivos económicos y sociales.

Las empresas con responsabilidad social persiguen un grupo de objetivos, de los cuales
hacer dinero es sólo uno, y no necesariamente el principal. Buscan utilidades, si, pero
las guían igualmente una ideología básica, los valores básicos, un sentido de propósito
más allá de solo ganar dinero. Sin embargo, paradójicamente, ganan más que las
compañías motivadas sólo por el ánimo de lucro.

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