Facultad

DERECHO

Materia
MODEOS DE EMPLEABILIDAD

Tarea No
“3”
Alumno
LEOPOLDO DE JESUS COLL LOPEZ.
Fecha
09/JUNIO/2018
 INDICE

COMPETITIVIDAD EN EL TRABAJO 3
CALIDAD EN EL TRABAJO..............4

I
 COMPETITIVIDAD EN EL TRABAJO
La competitividad laboral, un factor clave a la hora de desarrollarse profesionalmente.
Pero a menudo, la competitividad laboral extrema crea un ambiente de trabajo
destructivo. Algo que afecta tanto a la situación personal de los empleados, como a
la productividad de la empresa.
La competitividad laboral negativa y su nacimiento
Nuestro puesto de trabajo es un lugar en el que pasamos mucho tiempo, por lo que lo ideal
sería encontrarnos a gusto en el mismo. El principal problema nace cuando la competitividad
laboral se vuelve agresiva, cuando todos los empleados o parte de ellos luchan de manera
encarnizada por lograr destacar por encima de los demás.
El objetivo suele ser, generalmente, la obtención de un ascenso o de un puesto de trabajo
mejor.
Algunos de los empleados consideran que para lograr dicho objetivo es necesario atacar a los
compañeros, algo que sin duda, es perjudicial para el ambiente empresarial.
A veces, resulta complicado diferenciar entre la competitividad laboral sana y aquella
peyorativa, por lo que será necesario por parte de la dirección establecer unos límites a sus
empleados.
Claves para lograr una competitividad laboral positiva
 No hay que menospreciar el trabajo del prójimo. En muchas ocasiones,
consideramos que nuestra forma de trabajar es la correcta y que cualquier variación que se
realice supondrá un efecto negativo en el resultado final. Es posible que tu forma sea más
productiva, pero no debemos olvidar que no todos tienen la misma opinión.
 Ser conscientes de que la competitividad laboral tiene que tener un límite. En los
puestos de trabajo donde se trabaja a un ritmo muy acelerado suele existir un alto grado de
competitividad. De forma que si no trabajas a cierto ritmo, debes abandonar tu puesto. A
veces, será necesario establecer nuestros propios límites y tener en cuenta que se trabaja
para vivir, no se vive para trabajar.
 Dejar a un lado el perfeccionismo obsesivo. El perfeccionismo es otro de los
factores incluidos en la competitividad. Es necesario hacer nuestro trabajo lo mejor posible,
pero tendremos que tener en cuenta que no siempre se puede tener un acabado perfecto
en las tareas. Debemos aprender a lidiar con el factor humano que nos caracteriza, y no
entrar en un círculo de impotencia cada vez que algo no salga como esperamos.
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 Controlar los tiempos. Uno de los factores más negativos de la competitividad laboral
surge con la pérdida de control horario. Muchos profesionales apartan su vida familiar y
personal para dedicarse única y exclusivamente a su actividad laboral. Muchos de estos
trabajadores emplean hasta 15 horas diarias en su trabajo y en vacaciones son incapaces
de desconectar.
 No al mobbing. La competitividad laboral negativa llevada al extremo crea
comportamientos negativos en contra de empleados de la misma empresa, también
llamado acoso laboral. Estos comportamientos pueden ir desde menospreciar el trabajo de
un compañero, la marginación, tratar de entorpecer la carrera profesional de otro
empleado, hasta anular completamente la capacidad de la víctima, logrando que finalmente
abandone la empresa.

CALIDAD EN EL TRABAJO
Cuando hablamos de calidad laboral no nos referimos únicamente a un valor concreto sino a
un término multidimensional que ha ido desarrollándose a lo largo de los años y que incluso
ha recibido múltiples denominaciones como “calidad de vida laboral” o “calidad del empleo”.

La definición más básica surge de la relación existente entre una o varias personas (grupos
de trabajo, por ejemplo) con sus puestos de trabajo. Leyendo este concepto podemos
entender que se compone de muchas vertientes diferentes que pueden interferir en dicha
relación e incluso que pueden variar de un trabajador a otro dentro de una misma
organización.

Las dimensiones que afectan a la calidad laboral son principalmente 8 y vale la pena tenerlas
en especial consideración si nos situamos en un puesto de dirección pero también puede
servirnos para saber si una política de empleo está afectando a la calidad laboral de nuestras
empresas.