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EL FEUDALISMO Y SU DECADENCIA
INTRODUCCIÓN
La enigmática edad media nos ha dejado varios de los procesos más estudiados
de la historia social, económica y religiosa por todo el mundo: el feudalismo, la
peste negra, los burgos, y las cruzadas. Los hechos son analizados
sintéticamente en este trabajo con los objetivos de conocer la sociedad feudal y
entender algunas de las razones de decadencia del sistema que rigió aquella
época. En esta monografía comenzamos primero a describir los estamentos
sociales próximos al cambio del milenio hasta la peste del siglo XIV. Los eruditos
nos ayudan a construir el hilo conductor para entender la vida de los siervos,
vasallos, señores, religiosos, reyes al trasluz de situaciones adversas en la
Europa medieval.
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EL FEUDALISMO
España, Países Bajos, Inglaterra, etc. siendo en cada caso sustancialmente muy
distinto del otro.
El segundo escalón correspondió a los vasallos, entre ellos, los caballeros, que
jugaron el rol protector tanto para el señor como el campesino del dominio
feudal, sustituyendo a la artillería (que pasó a segundo plano de la defensa)
montados a caballo y con armas propias para su incorporación a la caballería,
celebraban torneos y justas en tiempos de paz, pero a la hora de defender de
invasiones u otros señores feudales manifestaban lealtad extrema, pues habían
jurado lealtad a cambio de una manutención o tierras. Los caballeros podían se
ricos o pobres, estos últimos arriesgaban la vida por mantener el
ennoblecimiento familiar, pues para la época la riqueza y la nobleza aumentaba
el estatus social familiar y al no poseer riqueza aplicaban la segunda opción. La
caballería era en su expresión última el resultado de la combinación de tres
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En estos residían los señores feudales, nobles o terratenientes con sus familias
nucleares, extensas y allegados al estilo de la antigua familia germánica, como
se explicó poseyeron títulos de nobleza lo que no significó que ostentaran el
mismo grado de poder, sin embargo, encontraron la forma de conformar alianzas
con sus vecinos para hacerse más poderosos y protegerse mutuamente pues la
necesidad de expansión de otros feudos, en busca de tierras evidenció lo
beligerante de la época y la necesidad de alianzas.
No cabe duda del compromiso del señor con sus vasallos a quienes debía
mandar, dirigir y proteger, no obstante, también los castigó aplicando para los
delitos de sangre, como el adulterio, el robo, asesinato, su propia libertad de
decisión, pues se considera con derechos sobre todos quienes sirven en su
jurisdicción y se encuentran debajo de él.
Por otro lado, el rey de fe y la Iglesia se ejerció desde los conventos esparcidos
por los feudos de los obispados u otros señores, órdenes monásticas en torno a
las cuales se desarrollaron las aldeas, los caminos y las ferias, estos se
encontraban sumergidos en los bosques del medioevo europeo. Los religiosos
regulares o monjes se dedicaban a la enseñanza del latín y los oficios como la
carpintería, agricultura, herrería, peletería entre los siervos aldeanos; los monjes
vivían de las propinas y donaciones de los campesinos. El diezmo benefició más
a los religiosos seculares establecidos en las ciudades y los obispados y
catedrales.
Los reyes fueron acompañados por los señores feudales y sus siervos desde
Eutópa occidental hasta Asia Menor. Bajo la dirección del rey y el duque
“Jesucristo", el caballero marcha Hacia tierra Santa para arrebatar a los infieles
"el viejo feudo de Cristo" su premio será el reino de los cielos si muere, y si
triunfa, el premio será el reino de los cielos y la propiedad de la tierra. (Herr, F.,
1963)
Al recuperar la Tierra Santa para el mundo cristiano, habría para los cruzados los
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La llegada del arado tirado por caballos en reemplazo de los bueyes significó la
mejora del rendimiento de la producción agrícola, pues estos animales se
mostraban más dóciles y más fuertes por tanto más rápidos a la hora de ponerlos
a trabajar, no fue solo la disminución del tiempo de preparación de la tierra sino
más bien la reducción de mano de obra para realizar el mismo trabajo. Por un
lado la producción aumento, y la relación de horas y de hombres para completar
el trabajo agrícola disminuyo considerablemente. De este proceso nos quedará
la medida de potencia, el caballo de fuerza (horsepower).
Los nuevos oficios surgidos, alejaron del ámbito rural a las personas
principalmente dedicadas al mercantilismo estableciéndolas en un lugar fijo,
estas paulatinamente iban conformando los burgos, muy cercanos a los antiguos
conventos, se produce entonces una marcada evolución de la sociedad que
favorecerá más al conjunto de la población común establecida en ellos que a los
señores feudales (se debilitan cada vez más como unidad económica).
Los reyes se fiaban cada vez más de ella para combatir el poder de los señores
feudales y sus intereses económicos provocaron la aparición de un naciente
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negruzcas que supuraban sangre y pus. Los estudios recientes creen encontrar
(as causas del contagio a los hombres en las picaduras de las pulgas que
previamente se alimentaron con sangre de ratas infectadas, posterior al contagio
humano el solo hecho de estar en frente y conversar con un enfermo de peste
era suficiente para contagiarse y morir, como le ocurrió a la mitad de la población
europea del siglo XIV.
No habiendo concluido la primera mitad del siglo XIV, tras la epidemia se produjo
el descenso demográfico urbano y rural; que alteró más la situación cuando se
presentó escases de productos provenientes de la agricultura, muchos
campesinos habían muerto y otras por temor huyeron a los bosques, no se
podían cubrir tributos y el hambre arreció. Por otro lado, el frió (hecho conocido
como la pequeña glaciación) echó a perder los pocos cultivos que quedaban, el
hambre y la falta de defensas de los desdichados acabó con otra porción
importante de la población europea.
CONCLUSIONES
Bibliografía
Ballester R. . (1967). Historia de la Humanidad. Bascelona .
Blanco, C. (1884). Historia Universa. Zaragoza: Tomo 4.
Boccaccio, G. (1987). El Decameron. Madrid.
Duby P. (1961). El Renacer de Europa. Paris.
Herr, F. (1963). El Mundo Medieval. Los Castillos de la Alta Edad Media. Madrid.
Hubeñak, F. (2007). Historia General de Oxidente. Buenos Aires.
Mancall . (1975). Historia Universal de la Civilizacion . Barcelona: Tomo 2.