Вы находитесь на странице: 1из 5

HEMOPOYESIS

la hemopoyesis (del griego: hemo, haima: sangre; poiesis: hacer, producir)


corresponde al proceso biológico, tendiente a originar los elementos figurados
sanguíneos. Este proceso se origina en la vida embrionaria y se mantiene
presente durante toda la vida, manteniendo un número constante de células en
permanente renovación.

Las células sanguíneas circulantes poseen una corta vida y se renuevan


constantemente por proliferación mitótica de las células localizadas en los
órganos hemopoyéticos.

En la vida postnatal, todas las células de la sangre se originan a partir de la


médula ósea roja. Dependiendo del tipo celular que se origine, el proceso
recibe diferens denominaciones: eritropoyesis, granulopoyesis, linfopoyesis,
monopoyesis o megacariopoyesis.

Algunas células completan su desarrollo y maduración en otros órganos, como


nódulos linfáticos, timo y bazo, siendo este el caso de los linfocitos.

Las células sanguíneas experimentan en estos órganos hemopoyéticos, una


serie de estadios de diferenciación y maduración antes de incorporarse al
torrente sanguíneo, como células funcionales.

HEMOPOYESIS EMBRIO-FETAL

La hemopoyesis intrauterina presenta tres períodos, dependientes del sitio


donde se establezca la producción celular.

Periodo primordial o prehepático:

Las primeras células sanguíneas aparecen en el mesodermo del saco vitelino,


durante la etapa de gastrulación. Surgen los islotes sanguíneos o de Wolff y
Pander, como agregados celulares alargados de tipo mesenquimático.

Las células más externas se diferencian dando origen al endotelio de los vasos
primitivos y las células más internas, originan a los hemocitoblastos.

Los vasos recién formados se reunen con los de islotes contiguos,


comunicándose con los del cuerpo del embrión, lo que permite que estas
células precursoras migren y colonicen otros órganos y tejidos.

Los hemocitoblastos del saco vitelino se dividen en el interior de los vasos,


originando células de gran tamaño, los eritroblastos primitivos (eritropoyesis
megaloblástica).

Las células formadas en el saco vitelino, no pierden su núcleo, salvo a fines de


este período, donde aparecen hematíes anucleados.
Durante este período primordial, la sangre cuenta sólo con eritrocitos, no
existiendo en ella leucocitos ni plaquetas.

Período hépatosplénico-tímico:

Comienza con la migración sanguínea de células madres hacia hígado y bazo.


En el mesénquima que invade el esbozo endodérmico del hígado aparecen
células precursoras de eritrocitos, granulocitos y megacariocitos.

Muchas de las células de la línea eritroide producidas en este período,


abandonan los órganos hemopoyéticos manteniendo su núcleo.

La hemopoyésis hepática declina a partir del último tercio de la gestación, pero


puede persistir hasta poco después del nacimiento.

En este período el bazo produce principalmente células de la serie roja y en


menor cantidad granulocitos y plaquetas. La producción de linfocitos en este
órgano adquiere importancia cerca del nacimiento.

El timo una vez estructurado comienza a producir linfocitos.

Período medular linfoide:

Una vez constituido el esqueleto fetal, la médula ósea roja, abundante en esta
etapa, presenta una gran actividad eritrocítica, granulocítica y megacariocítica.
En ella se forman también linfocitos y monocitos.

Durante este período entran en actividad los nódulos linfáticos, que desde su
origen son órganos de proliferación y maduración de linfocitos.

HEMOPOYESIS DEL ADULTO

Al nacimiento, la hemopoyesis medular ocurre en casi todos los huesos, pero


principalmente en los planos (esternón, costillas, vértebras y huesos de la
cara), los cuales mantienen su capacidad durante toda la vida del individuo.

En las diáfisis de los huesos largos, la activa hemopoyesis de las primeras


etapas, disminuye con la edad, siendo la médula ósea roja reemplazada
paulatinamente por médula ósea amarilla, en la que se encuentran abundantes
adipocitos.

En el adulto, la hemopoyesis es de ubicación medular en la mayoría de las


especies, sin embargo, frente a procesos patológicos se observa también
presente en órganos como hígado y bazo (hemopoyesis extramedular).
ORIGEN Y DIFERENCIACIÓN DE LAS CÉLULAS SANGUÍNEAS

Las células sanguíneas en su totalidad presentan un origen común, en la


célula madre hemopoyética pluripotencial (Stem cell pluripotencial),
originada en los islotes sanguíneos del saco vitelino.

Esta célula pluripotencial posee la información genómica, para dar origen a


todas las células de la sangre, es capaz de autogenerarse por divisiones
mitóticas y por estímulos del microambiente inductor de la hemopoyesis (HIM),
se diferencia en una célula comisionada o comprometida oligopotencial
(Stem cell linfoide o Stem cell mieloide).

La célula comisionada oligopotencial, es una célula progenitora que puede


originar a más de una línea celular; una vez estimulada por factores de
crecimiento, se diferencia a una Stem cell monopotencial, que desde un
punto de vista morfohistológico es indiferenciada, pero posee la información
para dar origen a sólo una línea celular (eritroide, mieloide, linfoide, etc).

Las células del stem cell monopotencial se dividen y dan origen a las células
precursoras o blastos. Estas células corresponden al primer estado
identificable propio de cada línea celular.

La frecuencia de divisiones mitóticas aumenta considerablemente desde una


célula progenitora a una precursora, por lo tanto la hemopoyesis es el resultado
de la proliferación y diferenciación simultanea de células madres que, a medida
que se diferencian van reduciendo su potencialidad.

Stem cell
pluripotencial

Precursor Linfocito T
linfocito T
Stem cell Stem cell
mieloide linfoide
Precursor Linfocito B
linfocito B

UFC-Eri UFC-GM UFC-Eos UFC-Bas UFC-Meg

Eritroblasto Mieloblasto Monoblasto Mieloblasto Mieloblasto Megacario-


blasto

Eritrocito Neutrófilo Monocito Eosinófilo Basófilo Plaquetas


Las células progenitoras mieloides, también llamada CFU-GEMM (unidad
formadora de colonias para granulocitos, eritrocitos, monocitos y
megacariocitos) originan eritrocitos, granulocitos (neutrófilos, basófilos y
eosinófilos), monocitos y megacariocitos.

Las células progenitoras linfoides o CFU-L, dan origen a los linfocitos B y T.

La hemopoyesis depende del establecimiento de un microambiente adecuado y


de la presencia de factores de crecimiento.

El microambiente adecuado es proporcionado por las células del estroma de


los órganos hemopoyéticos (células reticulares, células adventiciales, células
endoteliales, macrófagos, adipocitos y osteoblastos) y por la matriz extracelular
presente.

Cuando este ambiente es adecuado, el desarrollo de las células sanguíneas


depende de factores que influyen en su proliferación y diferenciación. Estos
factores son sustancias denominadas factores de crecimiento, factores
estimulantes de colonias (CFS, colony stimulating factors).

Frecuentemente están presentes en un mismo factor de crecimiento, la


capacidad de estimular las mitosis, de promover la diferenciación y de acelerar
las actividades funcionales de las células, pero estas propiedades pueden
variar de intensidad dependiendo del factor considerado.
HISTOLOGÍA DE MÉDULA ÓSEA

En un corte histológico de médula ósea, es posible observar una proporción de


50% de células hemopoyéticas, 50% de tejido adiposo y trabéculas óseas de
hueso esponjoso.

El tejido hematopoyético presenta una escasa cantidad de células madres


(alrededor del 5%) células precursoras en maduración y formas maduras en
reserva.

Los distintos estadios de cada serie en proliferación y maduración, son


distinguibles por sus características de forma y tamaño celular, forma y tinción
nuclear y cantidad y tinción citoplasmática.

En términos generales, las células de la serie granulocítica se distinguen por su


gran tamaño, presencia de un núcleo que se observa ovalado, escotado o
lobulado y un citoplasma que varía de azul morado (basófilo) de intenso a
moderado y con granulaciones en su interior de coloración variable,
dependiendo de la línea celular de la cual se trate.

Las células eritroides presentan un núcleo relativamente esférico, con


cromatina que aumenta su grado de condensación, al avanzar su grado de
desarrollo. Las formas más avanzadas muestran un núcleo picnótico, el que es
expulsado finalmente de la célula. El citoplasma varía en su coloración, de
intensamente azul (basófilo) estadios tempranos, a rosado (acidófilo) en
formas más maduras.

Las células de ambas líneas experimentan una reducción en tamaño nuclear y


celular. A medida que aumenta la madurez, la cromatina se condensa y los
nucleolos no se hacen visibles, con pérdida de su capacidad mitótica.

El citoplasma disminuye su basofilia inicial, para observarse de coloración


variable en los granulocitos e intensamente acidófilo en los eritrocitos, por la
presencia de hemoglobina en su interior.

Вам также может понравиться