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“Historia Contemporánea de América Latina”, de Halperín Donghi

Capítulo I: El legado colonial


Hispanoamérica
Durante el período colonial las diferentes importancias de las distintas regiones
de América Latina se mantuvieron. La costa atlántica (hasta mediados del siglo XVIII)
y las Antillas (hasta la independencia) serían las zonas más rezagadas de un imperio
español centrado en la minería andina. El sistema colonial español tenía el objetivo
principal de obtener la mayor cantidad posible de metálico con el mínimo de recursos.
El sistema comercial y tributario metropolitano se orienta hacia ese fin y ello acarrea
algunos efectos:
1) La supremacía económica de los emisarios locales de la metrópoli (el fisco y los
comerciantes aseguraban el vínculo con la península)
2) el mantenimiento de las otras actividades económicas por fuera de la circulación
monetaria.
Los sectores criollos y la metrópoli si bien perseguían intereses en parte dispares
lograron convivir, inestablemente, durante mucho tiempo gracias a que el botín de la
conquista no solo era metálico sino también hombres y tierras. La importancia de la
franja geográfica que va desde México hasta Bolivia no solo reside en la existencia de
metálico sino también en la de poblaciones indígenas que habían logrado un desarrollo
importante antes de la conquista lo cual las volvía funcionales a la economía colonial (no
solo para la minería sino también para actividades artesanales y agrícolas). sobre la tierra
y el trabajo indígena se montará un modo de vida señorial que persistirá hasta bien
entrado el siglo XIX (variable según los países). Durante los siglos XVI y XVII la
conquista española conllevo la muerte de miles de aborígenes (por guerras y porque el
trabajo minero era sumamente insalubre), por ello hacia los siglos XVII y XVIII los
escases de mano de obra fue percibida por la corona.
Otras de las consecuencias del derrumbe demográfico del siglo XVII fueron: 1) el
reemplazo de la agricultura por la ganadería del ovino 2) el reemplazo con mayor
intensidad en las zonas más importantes del imperio (México) de la comunidad agraria
indígena por la hacienda, unidad de explotación del suelo dirigida por españoles. La
hacienda además requería de un mercado capaz de absorber su producción (a diferencia
de la comunidad agraria aborigen que era de autoconsumo).
Dentro del orden económico colonial la explotación agrícola estaba subsumida a la
minería y al comercio (les proporcionaba fuerza de trabajo, alimentos, tejidos y animales
de carga a bajo precio), ello no le impedía sin embargo desarrollar una economía de
subsistencia.
Halperin otorga una considerable importancia a las fuerzas externas en la evolución
hispanoamericana. Hacia el siglo XVIII, comenzaban a darse transformaciones en el
orden colonial (no tanto en México): la minería entraba en una lenta decadencia, pero lo
más importante fueron las reformas borbónicas que implicaron una reforma
administrativa, económica y militar del imperio. Entre las causas de las reformas
borbónicas encontramos la creciente pérdida del control por parte de España de las
colonias, así como una voluntad metropolitana por modernizarlas, y también el
descubrimiento de la capacidad consumidora de las colonias (recordar el contexto de
surgimiento industrial en Europa, aunque sin embargo España se mostraría débil para
ofrecer manufacturas a las colonias), lo cual supuso la instauración del libre comercio
entre la metrópoli y las colonias. Además, las reformas borbónicas significaron un mayor
control fiscal y militar (creación de nuevos virreinatos reestructuración del ejército, por
el cual se dejaba de contratar mercenarios y se reclutaban soldados profesionales).
Algunas de las consecuencias de las reformas: 1) mayor fragmentación entre las distintas
colonias que ahora solo se vincularon directamente con España 2) desplazamiento, en
las posiciones dominantes, de los criollos a favor de los comerciantes peninsulares
2)España, lejos de convertirse en proveedora industrial de las colonias, aparece como
intermediaria entre ellas y las potencias económicas europeas industriales (sobre todo
Inglaterra) 4)mayor “resentimiento” en los criollos que ahora deberían re subsumirse a
la metrópoli 5) si bien mejoro la eficacia administrativa, la corrupción e indisciplina de
los funcionarios persistió 6) se conservó (y se eficientizo) la función política de la Iglesia,
que no
era mal vista por los sectores subalternos. Las reformas borbónicas supusieron grandes
cambios en algunas regiones (como el Río de la Plata, por ejemplo), incorporaron a las
desigualdades ya existentes, otras nuevas.
Las comunicaciones entre las distintas regiones de Hispanoamérica eran muy malas: tan
solo el transporte fluvial era medianamente seguro y eficiente. Ello es una causa
importante de la gran fragmentación de la región hacia fines del siglo XVIII. De hecho,
los transportes suponen uno de los costos mayores en la economía colonial. En este
contexto, se da una Hispanoamérica contradictoria, en ciertos aspectos estaba más
integrada que hoy, pero estaba muy segmentada en diminutas áreas.
Hay algunos rasgos comunes a Hispanoamérica en su conjunto 1) la incidencia de la
iglesia, no solo en lo social y lo político, sino también en lo económico 2) la existencia de
castas bien definidas y reafirmadas (“pigmentación”), en donde la supremacía la tienen
los blancos peninsulares y cristianos. La diferenciación por castas es un elemento
estabilizador,destinado a impedir el ascenso de los sectores urbanos inferiores a través
de la administración, el ejercito y la Iglesia. Pero la (recastificacion)de la sociedad
hispanoamericana a fines del siglo XVIII demuestra que ella no tiene lugar para todos
sus integrantes. La movilidad social prácticamente nula en este contexto de ascenso
económico de ciertos sectores es fundamental para comprender la creciente hostilidad,
sobre todo por parte de los criollos, hacia los sectores peninsulares, hostilidad agravada
por que las reformas borbónicas otorgaban los cargos privilegiados 3nicamente a los
peninsulares. Así, la sociedad colonial crea una masa de descontento creciente, sobre
todo de sectores que aspiran a más de lo que son.

MEXICO
De todas las colonias españolas en América, asta es la mías poblada, la más rica, la mía
importante para la economía europea. Su capital era la ciudad más grande del nuevo
mundo.
Del total de dinero que extraía Empaña de América, las 2/3 partes provenía de México.
Del total de su producción de plata, el 95 % era llevado a Europa.
Si bien la riqueza por habitante era muy alta, estaba concentrada en pocas manos,
existiendo una gran miseria popular. Una clase alta se dividía en los mineros,
fundamentalmente criollos, y los grandes comerciantes y terratenientes,
predominantemente españoles.
A fines del siglo XVIII, tenía 6 millones de habitantes. Si bien es la más importante de
las colonias, hay otras que comienzan a crecer más rápidamente.

LAS ANTILLAS ESPAÑOLAS (Cuba y Haití)


Originalmente ganaderas, se orientan, desde comienzos del siglo XVIII, a la agricultura
tropical (azúcar). Existen gran cantidad de propietarios de la tierra, pero con grandes
deudas. Los que se enriquecen a en cambio, son los grandes comerciantes
(predominantemente españoles).

AMÉRICA CENTRAL
De su mulle y medio de habitantes, más de la mitad son indios, 20% blancos y el resto
negros y mestizos.
En Guatemala predominan los indígenas. Hay grandes haciendas y comunidades
indígenas que producen para su subsistencia.
El Salvador tiene una población a la densa en indios y mestizos, y una propiedad ata
dividida. Pero son los comerciantes los que dominaron y controlen la producción y
exportación del principal producto, que es el índigo (arbusto del que se extrae una
esencia para teñir de color azul los tejidos),
Más el sur, Honduras y Nicaragua, tierras pobres donde se explota la ganadería extensiva,
que estaban pobladas por mestizos y mulatos
En Costa Rica se instalaron en la segunda mitad del siglo XVIII colonos españoles que
desarrollaron una economía de autoconsumo.
Nueva Granada (la actual Colombia), tenía como principal producto de exportación el
oro, cuya producción creció rápidamente, llegando en el sigo XVIII a superar el Brasil.
El territorio de Nueva Granada es muy complejo. La costa, por un lado, y dos valles
paralelos separados por cadenas montañosas. En le costa estaba el poder militar español,
y su población era fundamentalmente blanca y mulata. En el interior, mestizo, pero con
una población blanca muy numerosa. En las zonas de minería existe una gran
concentración de población negra esclava. Gran parte de la tierra en la que se
desarrollaba la agricultura y la ganadería, estaba en manos de grandes terratenientes.
En el resto del territorio, la propiedad estaba más dividida.
El contrabando era muy importante, y proveía al Virreinato de Nueva Granada de
importaciones europeas; pero éstas, a su vez, frenaban el desarrollo de las producciones
locales. La población era de un millón de habitantes a fines del siglo XVIII, pero ninguna
ciudad tente mis de 30.000 habitantes.
VENEZUELA
La economía la venezolana estaba dedicada a producir para la exportación, sobre todo
cacao en la zona costera; en las zonas de montaña se cría ganado menor, Entre la
Cordillera y el río Orinoco, se encuentran los llanos, con ganadería de vacas y mulas. En
el siglo XVIII tenía 500.000 habitantes y exportaba el doble que Nueva Granada (cacao,
índigo, café y algodón).
Los señores del cacao son los que dominan la economía venezolana. La agricultura
contera y de los valles se encuentra en manos de grandes propietarios que utilizan mano
de obra esclava.

ECUADOR
En la costa se desarrolla la agricultura para exportación. Se produce cacao con mano de
obra esclava, por lo que predomina la población negra. En la sierra se cultiva el algodón,
que es utilizado en artesanías domésticas. La mayor parte de la población es indígena.
En Quito la población es blanca.

PERÚ
Aquí la minería es la base de la economía interna y del comercio de exportación. En las
sierras del norte se producen textiles domésticos y frutas, y se crían mulas, lo que se
exporte a Quito y el sur de Perú.
Desde la costa se exportan productos tales como: aguardientes, vino, algodón y azúcar
y arroz. Las sierras del sur, cuya capital es El Cuzco –gran centro de población indígena–
se dedicaba a la minería, desarrollando una agricultura de subsistencia.
Lima es sede de una aristocracia que domina la agricultura, y el comercio del Virreinato
del Perú. La población en esta época asciende a un millón de habitantes (60% indios, 24%
mestizos, 4% negros).

RÍO DE LA PLATA
Por razones políticas (necesidad de frenar el avance portugués) la Corona Española
apoya el desarrollo del Río de la Plata. Buenos Aires es el centro del comercio de esclavos
del sur del imperio español.
El crecimiento de Buenos Aires es muy rápido, pues los residentes españoles dominan el
comercio hasta el Alto Perú (el 80% de las exportaciones es plata alto peruana). Las
producciones del interior del Virreinato (mulas, lanas, pieles curtidas, carretas), son
exportadas al Alto Perú en Buenos Aires, en cambio, se consumen los productos de
importación.
En el Litoral se desarrolla una ganadería extensiva, cuyos productos principales (cueros
y carnes saladas) se exportan a España. En esta zona surge una clase de ganaderos ricos
que utiliza mano de obra indígena. En particular, en el norte del Litoral, se producen/
algodón y yerba mate en las misiones jesuíticas.

CHILE
En Chile se desarrolla la producción de metales preciosos que se exportan, El resto do
la producción se destina al consumo interno.
La Población es predominantemente rural, estando la propiedad organizada entre
grandes latifundios y una gran cantidad de minifundios. No se logra integrar a los indios
a la sociedad, sin embargo, se genera s lo largo de tres siglos un importante sector
mestizo con fuerte influencia cultural española

BOLIVIA
La concentración demográfica y económica del Virreinato del Río de la Plata se
encuentra en el Alto Perú. En torno a la minería predominante se desarrolla la
agricultura y la actividad textil artesanal. Al mismo tiempo surgen centros comerciales
como La Paz, con abundante población indígena y mestiza, la que predomina en el
interior,

CONCLUSIONES SOBRE HISPANOAMERICA


Si bien existen muchas diferencias en Hispanoamérica, existen rasgos comunes:
1. El peso económico de la iglesia.
2. El enfrentamiento entre las diversas líneas de castas existentes (blancos, mestizos,
mulatos, negros, indios). Este enfrentamiento se produce porque la sociedad colonial no
genera nuevos puestos de trabajo y no existen posibilidades de ascenso social, frente al
crecimiento de la población. Al ser los españoles los privilegiados, se crea un sentimiento
anti peninsular en toda la población hispanoamericana.
3. Hay una desigual distribución de la población, originada, por una parte, en la
conformación geográfica del continente latinoamericano, y por otra en el orden social
colonial que desalentaba el trabajo manual y rural, forzando así la concentración de le
población en algunas regiones y ciudades (México concentraba la mitad casi de los 13
millones de habitantes de América Hispana).
Este aislamiento entre las distintas regiones hace que las vías de comunicación (ríos y
rutas) y los medios de transporte (carretas y mulas), adquieran un papel muy importante.
BRASIL
La, producción más importante era la azucarera, pero a fines del siglo XVII (1670) la
competencia de Cuba genera una gran recesión. En esta época había una población de
400.000 personas, de las cuales, los más numerosos eran los negros, luego los blancos,
mulatos e indios.
En el sur de Brasil se desarrolla una región ganadera, (Río Grande) cuyos cueros se
exportan a Europa, y las mulas y carnes secas al Centro (minero) y al Norte (azucarero).
En el Norte se de una agricultura del arroz, azúcar y algodón que ocupa esclavos negros
procedentes de África.
En el centro se desarrolla la minería en la que también se utiliza mano de obra esclava.
La producción de oro brasilero tenía como último destinatario a Inglaterra, a través de
le relación comercial de Brasil con Portugal.
Los terratenientes son muy fuertes, y condicionan la política colonial portuguesa.

EL PRIMER PACTO COLONIAL Y SU REFORMA –desde la colonia al año 1800–


Lo que había movido a España a formar un vasto imperio en América fui la búsqueda de
metales preciosos, y así fue que la organizó en función de este objetivo. Por esto el
corazón de este imperio estuvo asentado en México y el Alto Perú, durante más de dos
siglos y medio (desde mediados de los años 1500 hasta después del año 1800).
El beneficio principal (los metales preciosos) lo obtenía la Corona Española, y dejaba
para los conquistadores y sus herederos los frutos de la explotación de la tierra y de los
indios.
A este sistema económico, que tuvo vigencia hasta fines del siglo XVII (año 1770), el
autor lo llama el Primer Pacto Colonial.
Durante el siglo XVIII, debido a la despiadada explotación del indio en las minas,
mueren en grandes cantidades, lo que genera escasez de mano de obra, y como se
destinaba prioritariamente a la minería, se tornaba dificultoso el desarrollo de la
agricultura, Esta situación permite el surgimiento de la ganadería, que requiere menos
personal.
La decisión de España de incorporar la explotación comercial de América, además de la
extracción de metales preciosos, obedece a la necesidad de aprovechar el mercado
consumidor que se había generado durante la primera etapa del dominio colonial.
Para facilitar ente objetivo se reforma el sistema comercial (1778-1782),
estableciendo el libre comercio entre la Península y América.
La consecuencia de esto es la aparición de una nueva forma de intercambio comercial:
cada región de América se vincula directamente con España, rompiéndose la
interrelación comercial existente entre ellas.
Pero este nuevo Pacto Colonial no se llevó a cabo plenamente por que España no puede
abastecer de todos los productos que requieren las colonias. España se transforma mal
en intermediario entre sus colonias y la Europa industrial.

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