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Sint Maarten
Sint Maarten, San Martín
Bandera
Escudo
18°01′55″N 63°04′04″OCoordenadas:
Coordenadas
18°01′55″N 63°04′04″O (mapa)
Capital Philipsburg
• Fundación Autonomía
• Total 34 2 km²
• Agua 0 2 km²
Fronteras 16 km 2
Gentilicio Sanmartinense
• en verano No aplica
Prefijo 1 721
telefónico
Sint Maarten es el nombre de la parte neerlandesa de la isla de San Martínen el mar Caribe,
que está dividida entre la República Francesa —parte norte de la isla— y el Reino de los
Países Bajos —parte sur de la isla—. Está situada a 240 km al este de Puerto Rico. Su capital
es la ciudad de Philipsburg y abarca 34 km² de superficie.2
La parte neerlandesa fue parte de las Antillas Neerlandesas hasta el 10 de octubre de 2010,
cuando adquirió un estatus aparte junto con Curazao y semejante al de Aruba, como un país
constituyente del Reino de los Países Bajos.567
Índice
[ocultar]
1Historia
2Gobierno y política
o 2.1Poder ejecutivo
o 2.2Poder legislativo
o 2.3Corrupción
3Geografía
o 3.1Clima
o 3.2Flora y fauna
4Demografía
o 4.1Religión
o 4.2Lenguas
o 4.3Localidades
5Economía
6Transportes
7Deportes
8Véase también
9Referencias
10Enlaces externos
Historia[editar]
Fue descubierta en el segundo viaje de Cristóbal Colón, el 11 de noviembre de 1493. La isla
fue bautizada como San Martín debido a que era el santoral de San Martín de Tours. A pesar
de que Colón nombró a la isla como parte del Imperio español, nunca llegó a la isla y tuvo una
prioridad baja.
Mientras tanto, los franceses y los neerlandeses reclamaron la isla. Mientras que los franceses
querían colonizar las islas entre Trinidady Bermudas, los neerlandeses lo encontraban un
conveniente punto medio entre sus colonias en Nueva Ámsterdam (actual Nueva York)
y Brasil. Debido a la baja población de la isla, los neerlandeses fundaron una colonia en 1631,
erigiendo el Fuerte Ámsterdam como protección de los invasores. Jan Claeszen Van Campen
se convirtió en su primer gobernador y pronto se creó la Compañía Neerlandesa de las Indias
Occidentales. Colonizadores franceses y británicos se repartieron el resto de la isla. Dándose
cuenta del éxito de las colonias en la isla, los españoles la tomaron en cuenta. La guerra de
los Ochenta Años entre España y los Países Bajos dio un fuerte incentivo a ataques a la isla.
Fuerzas españolas capturaron San Martín en 1633, obteniendo control sobre todos los
colonos en la isla. A pesar de que los neerlandeses realizaron diversos ataques para
recuperar la isla, todos fracasaron. En 1648, la guerra terminó. Debido a que ya no
necesitaban una base en el Caribe y la isla no generaba ningún beneficio, los españoles
perdieron sus deseos de mantenerse en la isla. La abandonaron poco después.
En 1959, San Martín ganó el estatus de territorio de los Países Bajos en las Antillas
Neerlandesas. El turismo fue convirtiéndose rápidamente en la actividad principal debido a
que los visitantes se sintieron atraídos por las playas de arena blanca y su política de
impuestos, su puerto franco, su secreto bancario y sus casinos.
Después de años de negociación entre los tres estados del reino (los Países Bajos, Aruba y
las Antillas Neerlandesas), los votantes fueron convocados a un referéndum sobre la unión
continua con las otras cuatro islas de la federación o la separación.
De acuerdo a los resultados del referéndum realizado en la isla el 22 de junio de 2000, Sint
Maarten pasará a tener un gobierno separado y un estatus similar al que posee
actualmente Aruba, que se separó de las Antillas Neerlandesas en 1986. Aunque estaba
prevista la separación para el 15 de diciembre de 2008, ésta se concretó el 10 de
octubre de 2010.8910
Gobierno y política[editar]
Sint Martín se convirtió en un «territorio insular» (eilandgebied en neerlandés) de las Antillas
Neerlandesas en 1983. Antes de esa fecha, San Martín era parte del territorio insular de las
Islas de Barlovento, junto con Saba y San Eustaquio. El estatus de un territorio insular
conlleva una considerable autonomía regulada por las Antillas Neerlandesas. El territorio
insular de San Martín fue gobernado por un consejo insular, un consejo ejecutivo, y un
administrador (neerlandés: gezaghebber) nombrado por la Corona neerlandesa. Actualmente
es un país autónomo constituyente del Reino de los Países Bajos.
Poder ejecutivo[editar]
Artículo principal: Primer ministro de Sint Maarten
El Jefe de Estado es el actual monarca de los Países Bajos el Rey Guillermo Alejandro,11 que
es representado en Sint Maarten por el Gobernador de Sint Maarten, elegido para un período
de seis años.11 El Jefe de Gobierno es el primer ministro de Sint Maarten quien forma, junto
con el Consejo de Ministros, el poder ejecutivo del gobierno.
Eugene Holiday12 fue nombrado y juramentado como el primer Gobernador de Sint Maarten
(neerlandés: Gouverneur) el 30 de septiembre de 2010,11 aunque el gezaghebber
(administrador) actual es a menudo llamado gobernador por el Consejo de Ministros del Reino
de los Países Bajos. También asumió el cargo el 10 de octubre de 2010.11 La primera persona
en ocupar el cargo de primer ministro de Sint Maarten será Sarah Wescot-Williams.1314
Poder legislativo[editar]
Artículo principal: Parlamento de Sint Maarten
La Constitución de Sint Maarten fue aprobada por unanimidad por el consejo de la isla de San
Martín el 21 de julio de 2010. Las elecciones para un nuevo consejo insular se celebraron
el 17 de septiembre de 2010,15 ya que el número de asientos se incrementó de 11 a 15. El
consejo de la isla recién elegido se convertirá en el Parlamento de Sint Maarten (en
neerlandés: Staten van Sint Maarten) el 10 de octubre.15 una mayoría de 8 parlamentarios
pueden elegir al jefe del poder ejecutivo llamado (Minister-president van Sint Maarten) El
parlamento puede redactar y aprobar leyes y ejercer el control y supervisión del ejecutivo.
Corrupción[editar]
En 1978 el gobierno de las Antillas Neerlandesas instaló un comité de investigación sobre
las islas de Barlovento (en neerlandés: Commissie van Onderzoek Bovenwindse Eilanden)
para investigar las denuncias de corrupción en el gobierno de la isla. En agosto de 1990 el
fiscal de las Antillas Neerlandesas inició una investigación sobre los presuntos vínculos entre
el gobierno de la isla y la mafia siciliana, en 1991 el Tribunal de Cuentas de las Antillas
Neerlandesas emitió un informe en el cual llegó a la conclusión de que el gobierno de la isla
estaba enfermo.16
El gobierno y el parlamento de los Países Bajos aumentó la presión para que tomen medidas,
debido a eso el gobierno de las Antillas Neerlandesas instaló en diciembre de 1991 la
Comisión Pourier para que se encargue de investigar los asuntos del gobierno de la Isla de
Sint Maarten. Con el informe llegaron a la conclusión de que la isla se encontraba en una
grave crisis financiera, que la democracia no se cumplía y que el gobierno constituía
una oligarquía, en resumen según el informe el gobierno de la isla era un fracaso completo.
Después de largas negociaciones el gobierno promulgó una orden en 1993, donde dejaba a
Sint Maarten bajo supervisión directa del reino. Aunque en un principio la orden estaba
destinada a durar un año, el consejo la extendió hasta el 1 de marzo de 1996.17
Aunque ha cambiado mucho desde ese entonces, las denuncias de actividades ilícitas siguen
afectando a Sint Maarten. En 2004 solicitó a la Investigación Científica y Centro de
Documentación (en neerlandés: Wetenschappelijk Onderzoek-en Documentatiecentrum
(WODC)) del Ministerio de Justicia de los Países Bajos a llevar a cabo una investigación sobre
la delincuencia organizada en Sint Maarten. El informe concluyó que el lavado de dinero y el
tráfico de cocaína se había generalizado en la isla, también alegó que el dinero de la isla era
utilizado para financiar las redes terroristas de Hamás, su fundación asociada y a
los talibanes.18
Geografía[editar]
Artículo principal: Frontera entre Países Bajos y Francia
Sint Maarten es la parte sur y menor (posee 34 km²)2 de la isla de San Martín y está separada
de la parte francesa por una frontera terrestre (cuyo límite no es visible), la única frontera
existente entre Francia y el Reino de los Países Bajos.
La capital es Philipsburg, donde está el Parlamento y la mayoría de los servicios
gubernamentales.
Otras ciudades son Simsonbay, Madame Estate, Cul-de-sac, Duch Quarter, Koolbaai, Oyster
pond, South Reward, Saint-Peters, Pointe-Blanche, Middle Region, Cay hill, Upper Prince's
Quarter y Lower Prince's Quarter. Los asentamientos dispersos se centran principalmente en
las zonas bajas cerca de la costa, pero están comenzando a extenderse en las alturas de los
cerros.
Su territorio insular también incluye las islas deshabitadas Guana Key, Hen & Chickens, Cow
& Calff, Molly Beday y Pelikan Key.
Clima[editar]
El clima es tropical marítimo con vientos suaves. La temperatura media en verano (junio-
septiembre) es de aproximadamente 27 °C y en invierno (diciembre-febrero) ronda los 25 °C
con cambios de temperaturas prácticamente insignificantes, siendo que por la noche muy
pocas veces baja de los 20 °C, incluso en invierno. La precipitación media anual es de
700 mm.
Flora y fauna[editar]
La mayor parte de la flora está constituida por palmeras, hibiscos y cactus mientras que en la
zona montañosa central se encuentran pequeños bosques. La fauna está constituida por casi
un centenar de especies de aves y varias especies de lagartos y otros animales salvajes.
Demografía[editar]
En el último censo en 2001, el territorio insular de San Martín poseía 30 594 habitantes. La
población actual es probablemente mucho más alta, sin embargo, con un gran número de
ilegales, influyendo también la inmigración continua.
Vista de Philipsburg, capital de Sint Maarten.
De los 30 594 residentes que se habían contado en 2001 sólo el 51 % era de nacionalidad
neerlandesa y solo el 30 % era originario de la isla. Los grupos más numerosos de extranjeros
son ciudadanos de la República Dominicana y Haití (cada uno por lo menos 10 % de la
población). Grupos más pequeños de extranjeros provienen de países de habla inglesa como
Jamaica, Guyana, el Reino Unido (en especial las Islas Vírgenes Británicas) y los Estados
Unidos.
Según los datos de la Oficina Central de Estadísticas local19 los datos de población son los
siguientes:
Sint Maarten 2 68 4 13 13
Antillas Neerlandesas 65 16 7 6 5
Localidades[editar]
Con una densidad de población de más de 1000 habitantes por kilómetro cuadrado, Sint
Maarten está densamente poblada. Los núcleos originales crecieron hasta convertirse en las
localidades actuales. En el censo de 2001 se registraron las siguientes áreas principales:
Economía[editar]
La economía de Sint Maarten se basa en el turismo, los casinos y las actividades bancarias.
Se estima que alrededor de un millón de turistas la visitan por año. En temporada de
vacaciones, la isla también se convierte un punto de parada para muchos cruceros. Esto
implica que el tráfico en la isla varía en función a más o menos cuantos buques se quedan. En
temporada, puede recibir un máximo de diez barcos por día.
En 2014, Sint Maarten tenía más máquinas recreativas por habitante que ningún otro país del
mundo.20
Transportes[editar]
Avión aterrizando cerca del Aeropuerto Internacional Princesa Juliana de Sint Maarten.
El Aeropuerto Internacional Princesa Juliana está entre las tierras bajas de la Bahía y es la
puerta de entrada a la isla. Fue renovado en 2006 y entre las mejoras recibidas se incluye una
nueva terminal. En Sint Maarten se realizan algunos de los aterrizajes más espectaculares del
mundo, puesto que la playa se encuentra justo al lado de la cabecera de la pista, por lo que
los aviones pasan muy cerca de los turistas.
El sistema de carreteras es en general pobre, llevando a la congestión; si bien esto sucede en
escasas ocasiones.
No existen ferrocarriles en la isla.
Deportes[editar]
Dejando aparte las playas con chicas en pelotas, las discotecas, la fiesta, las compras, el
ron y demás, lo más conocido a nivel mundial de San Martín es su aeropuerto
internacional. El Aeropuerto Princesa Juliana está situado en la parte holandesa de la isla.
La pista de aterrizaje, de 2,3 kilómetros de largo, comienza a escasos metros del mar, justo
donde termina la playa de Maho, desde la que los bañistas pueden disfrutar de un
espectáculo impresionante. Ver pasar por encima de sus cabezas descomunales aeronaves
(incluyendo Boeing 747 o Airbus 340, entre otros) camino del aeropuerto. Es uno de los
lugares favoritos de los spotterspara cazar fotografías verdaderamente increibles. Una
curiosidad más para una pequeña isla repleta de ellas.
Tres Boeing 747, más conocidos como Jumbo, aterrizando en el Princesa Juliana
(fuentes 1, 2 y 3). Acojona. Más abajo, un cartel alertando del peligro de ponerse detrás de
los aviones cuando despegan (fuente).
La isla de San Martín (en francés, Saint-Martin; en neerlandés, Sint Maarten) es una isla del
Caribe, aproximadamente a 240 km al este de la isla de Puerto Rico.
Esta pequeña isla de 88 km² de superficie está dividida administrativamente en dos: la parte
norte es la colectividad de ultramar francesa de Saint-Martin, cuya capital es Marigot,
mientras que la parte sur corresponde a Sint Maarten, un país autónomo que forma parte
del Reino de los Países Bajos y cuya capital es Philipsburg.
La isla es un destino turístico importante en el Caribe, con resorts a ambos lados de la
frontera. Mientras Sint Maarten es famoso por su actividad nocturna, sus hermosas playas,
sus bares y casinos, Saint-Martin destaca por sus tiendas y mercados, su gastronomía franco-
caribeña y las playas nudistas. Aunque hay un aeropuerto en el lado francés, la principal forma
de entrada a la isla es através del Aeropuerto Internacional Princesa Juliana en el lado
neerlandés. Este aeropuerto es famoso por su cercanía a la playa Maho, lo que permite ver
las naves aterrizar a pocos metros de los turistas.
En el Caribe la cocina es una increíble mezcla de tradiciones caribeña,
europea, india, africana y oriental. A los sabores de orígenes lejanos se
les suma la utilización de recursos locales, como el pescado, las verduras,
los condimentos y las especias –las más utilizadas son el azafrán, la
pimienta, el comino y muchas variedades de chile. Los guadalupenses son
los segundos consumidores de pescado del mundo; caldo corto de
pescado, blaff de almejas, langostas asadas y fricasé de lambí forman
parte de los suculentos platos que descubrirás en la isla. En Martinica, no
te pierdas bajo ningún pretexto la Feria de Cangrejos durante la época de
Semana Santa; incluso podrás ser testigo de las carreras de cangrejos.
Samosas, acras de verduras o de bacalao, ensalada de palmitos,
bonbons-piment (un tipo de buñuelos) y colombo de pollo ofrecen un
atractivo condensado de la cocina criolla. Los mercados multicolores
ofrecen la oportunidad de descubrir frutas y verduras locales (chayote,
ñame, maracuyá, carambolas, boniato, mandioca, fruta del pan, plátano
amarillo), especialidades criollas (morcillas, acras, patés de lambí, de
bacalao o de langosta), así como el café y el cacao cultivados en las
Antillas. El pueblo de Grand-Case, en San Martín, es considerado como la
capital gastronómica del Caribe. Los restaurantes de las callejuelas
contrastan con los lolos, pequeños comedores a cielo abierto
generalmente situados a la orilla del mar. No te marches sin haber probado
las producciones locales como el melón, el café arábica y el cacao –
considerado como el manjar de dioses– que se prepara en crema o en
tableta. Sabías que… El aperitivo no se concibe sin un vaso de ponche de
ron agrícola –que se destila en los cuatro departamentos del territorio. El
ron, hecho a base de caña de azúcar, forma parte importante de la cultura
antillana. La caña de azúcar hizo su aparición en 1635 en Mardinica,
antiguo nombre de Martinica que significa isla de las flores,. En el Caribe
francés, el ron es una verdadera institución. Fruto de técnicas ancestrales
inigualables, el ron de Martinica es uno de los mejores del mundo (es el
único en haber obtenido una denominación de origen controlada).
Además, en 2008, el ron martiniqués fue recompensado con la Gran
Medalla de Oro del Concurso Mundial de Bruselas. El ron se consume puro
o mezclado en diversos cocteles, como el ti'punch (limón, ron y azúcar), la
piña colada, el mojito o el daiquiri. Este alcohol también se utiliza para
perfumar numerosos postres, como el babá al ron o los plátanos
flambeados. Como bebida reina, el ron tiene su propio museo, situado en
una antigua casa colonial de Sainte-Marie que cuenta la historia del ron
agrícola a través de fotografías que presentan las diferentes etapas de su
elaboración. No te pierdas... La Fiesta de las Cocineras en las islas de
Guadalupe: desde hace más de 90 años esta celebración es un verdadero
evento cultural. Organizada durante el mes de mayo, es una oportunidad
única de saborear platillos locales hechos a base de recetas ancestrales
por verdaderas embajadoras de la cocina típica criolla.
Cuenta la leyenda que para dividirse la isla caribeña de San Martín los franceses y holandeses
decidieron, luego de una alegre velada, que al día siguiente dos de los lugareños saldrían
trotando desde un mismo punto en direcciones opuestas por el borde de la isla hasta volverse
a encontrar. Allí se marcaría la línea divisoria.
Al parecer, los franceses se lucieron esa noche ofreciéndoles a sus coterráneos holandeses
generosas dosis de vino, cuyas consecuencias surtieron efecto al día siguiente. De allí que
Holanda no hubiera salido muy favorecida en la repartición. Sin embargo, cuentan los
historiadores que el reparto oficial de los territorios se dio más por motivos de interés
económico y con tratados oficiales.
Saint-Martin –en Francés– o Sint Maarten –en neerlandés– es una de las últimas
islas de la parte nororiental del llamado cordón de las Antillas menores, distante
a unos 240 kilómetros de la isla de Puerto Rico.
Para los viajeros habituales de cruceros, este destino puede resultarles familiar, por ser una
de las paradas obligadas del Caribe, en el puerto libre de Philipsburg, la capital de la parte
holandesa, famosa por sus almacenes de piedras preciosas, relojes, licores y marcas
reconocidas de ropa, entre otros artículos.
No obstante, este destino también ha comenzado a llamar la atención de los
colombianos y de los suramericanos, gracias a la oferta de vuelos que parten desde la
ciudad de Panamá, distante a dos horas y media vía aérea de la isla caribeña.
Precisamente, una de las atracciones principales de la parte holandesa es la famosa playa de
Maho, que antecede la pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional Princesa Juliana, en
donde decenas de turistas se dan cita todos los días para fotografiar la llegada de los aviones,
que pasan a tan solo unos metros de altura de sus cabezas.
La pista de aterrizaje está separada con dos cercas de metal y tiene una larga cuerda de la que
la gente se puede coger para sentir también la potencia del aire que arrojan las turbinas de las
aeronaves al momento del despegue.
Otra de las curiosidades del aeropuerto es su amplia zona VIP, en donde se aprecian los jets
privados de celebridades y ejecutivos del mundo. De hecho, el 85 por ciento de los ingresos
de la isla provienen del turismo.
Por eso, uno de los alojamientos ideales en este lado de la isla, es el Sonesta Maho
Beach Resort, que además de ofrecer el plan de todo incluido, se encuentra a dos
minutos a pie de esta playa.
Además, a un cuarto de hora de allí, por entre un parque, que antes fuera una de la canchas
de golf más reconocidas de la isla, destruida con el paso del huracán Luis en 1995, se puede
pasar el día en la playa de Mullet Bay, cuyas calmadas aguas cristalinas y tornasoladas, de
visos azul turquesa y verde pastel, la hacen uno de los balnearios más lindos de la parte
holandesa, ideal para las familias con niños pequeños. Allí se puede rentar dos sillas y una
sombrilla por un promedio de 15 dólares el día.
En total la isla cuenta con más de 35 playas de uso público para bañistas que
buscan distintos tipos de distracción: desde el plan contemplativo para asolearse
hasta las actividades de deportes náuticos.
Dependiendo de los gustos del visitante, es importante que tenga en cuenta que el lado Caribe
ofrece aguas más tranquilas, mientras que las playas que dan al océano Atlántico, como las
de la zona francesa, son más propicias para los amantes de deportes como el kitesurf,
windsurf y el surf.
Y para los buenos comensales, la isla cuenta con una oferta de 365 restaurantes, en los que
se podría cenar en uno cada día del año. Precisamente, una de las zonas más visitadas es la
de Simpson Bay, en donde es recomendable revisar el precio de la libra de langosta, que
publican en avisos en las puertas todos los días, y que oscila entre los 20 y 25 dólares.
A 20 minutos en carro desde la zona oeste de la isla donde está ubicado el aeropuerto y los
resorts más exclusivos se llega a Philipsburg, en Groot Baai (Gran Bahía). Es el lugar de
arribo de los cruceros. Un miércoles de temporada alta (que va de noviembre a marzo),
pueden verse llegar hasta nueve de estas grandes embarcaciones.
Allí, una de los lugares recomendados para visitar es una peculiar edificación de madera
blanca con rojo, inspirada en las que construían los primeros nativos, en la que se consigue
el ron típico de la isla fabricado a base de Guavaberry, un pequeño fruto de la zona que la da
su nombre.
El toque francés
El viaje continúa a través de vías interconectadas por rotondas, sobre los cuales se pueden
ver esculturas de alcatraces –el símbolo de la isla– o de héroes nacionales que remiten a la
época de la esclavitud, que permiten entrar en el territorio francés, cuya capital es la localidad
de Marigot.
Aunque se recomienda llevar consigo el pasaporte, las autoridades no suelen
poner ningún inconveniente para pasar del lado holandés al francés.
En la zona francesa, uno de los lugares ideales para pasar un día de playa en paz es Pinel
Island, una pequeña poción de tierra circundada por arenas blancas a la que se llega en una
lancha luego de atravesar la bahía Cul de Sac. Este trayecto tiene un costo de 10 dólares ida
y regreso.
Allí se puede almorzar langosta o pescado fresco con ensalada, en el restaurante Karibuni,
que también ofrece el servicio de alquiler de sillas y sombrilla de bronceo por 20 dólares.
Y para aquellos que buscan un lugar más exclusivo, ideal para las lunas de miel o el confort,
a cinco minutos en carro de esta bahía se llega al hotel-spa Radisson Blu, famoso por contar
con una de las piscinas contiguas al mar más grandes del Caribe.
Este alojamiento también es ideal para los amantes de la buena gastronomía, al encontrarse
a diez minutos en carro de una pequeña población llamada Gran Case, con una interesante
oferta de 67 restaurantes.
Dos de los lugares más recomendados son el Calmos Café en donde se puede ver
el atardecer en compañía de un buen coctel acompañado de queso camembert y
calamares, justo al pie de las olas del mar.
Y en la puerta contigua, se encuentra el restaurante francés Le Pressoir, uno de los más
exclusivos de la isla, atendido por su propietario. La especialidad es la cocina francesa con
ingredientes exóticos propios de la zona. Los pescados sugeridos son el Mahi Mahi, el
Wahoo, y el Snapper, propios de esos mares, que se sirven con combinaciones de salsas a
base de mango y coco.
Aunque también es posible encontrar una variada carta de vinos franceses, acompañados
de foie gras, pato y quesos.
Para los amantes de actividades diferentes, la parte francesa ofrece dos muy coloridas:
preparar el perfume de los sueños o sentir la sensación de ser un mico, pasando de árbol en
árbol a través de sus cúpulas.
En la perfumería francesa Tijon, atendida por sus propietarios, se pueden tomar clases de una
o tres horas, en las que se aprende a elaborar una fragancia. Una oferta de más de 300 aceites
de esencias como coco, naranja, jazmín, musk, vainilla, jengibre y el famoso patchouli, se
pueden combinar en diferentes proporciones para dar vida al perfume ideal. Los costos varían
entre los 75 y los 129 euros, dependiendo de la modalidad de clases que se escoja.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de las actividades en esta parte de la isla están
tasadas en euros por ser territorio de la Unión Europea. En la parte holandesa, prima el dólar,
aunque también reciben el florín antillano neerlandés.
Al aire libre
Y los apasionados de las actividades ecológicas, no deben dejar de visitar la reserva de
Loterie Farm, un complejo de atracciones al aire libre, construido sobre una de las 63
plantaciones de azúcar que tuvo la isla, que data de hace 400 años.
Allí una de las mejores actividades es el circuito de árboles con puentes tibetanos
(un viaje a través de las partes altas de los árboles selváticos) con 32 obstáculos
diferentes y 11 deslizadores aéreos por cable, que se puede recorrer en una hora, para finalizar
con un relajante baño de piscina. El costo de esta recorrido es de 35 euros para los adultos y
de 20 para los niños.
Para cerrar el recorrido, de regreso por la población de Marigot, una de las visitas obligadas
es el fuerte Louis, una pequeña construcción histórica de piedra con cañones, en cuya cima
hondea la bandera de Francia, construido para defender la ciudad de los ataques marítimos.
Marigot es una ciudad que se puede recorrer a pie en un día y como opción gastronómica
ofrece pequeños restaurantes de comida típica, a base de arroz de frijoles, plátano, ñame y
pescado frito o camarones al ajillo. Estos establecimientos están ubicados alrededor de la
marina de Gare Maritime.
De esta manera, para aquellos viajeros que sueñan con vivir una experiencia turística en una
de esas singulares porciones de tierra rodeadas de mar por todos lados, que siempre remiten
a la idea del descanso perfecto y la ensoñación, Saint-Martin es una opción diferente, con
una rica combinación de dos culturas, que va más allá del consabido día de playa caribeño
frente al mar.