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Miércoles 02 de marzo por la mañana, mientras aun reposaba en mi muy agradable

cama el incesante ruido de mi despertador anunciando las 5:40 se convirtió en el


causante de la ruptura del agradable romance que me unía a mi almohada y aun
con todo mi pesar me vi obligado a levantarme para comenzar mi día que parecía
ser un día ordinario; pero no era así, ese día es el que ya había dispuesto para
realizar un ensayo solicitado por la Mtra. Marisol Zumaya Román (para quienes no
sepan quien es ella, me refiero a la facilitadora del 2º módulo de la maestría en
ciencias de la educación de la Universidad del Valle de Poza rica). Dicho ensayo
serviría para reforzar mis conocimientos y mostrar mis opiniones en el tema de las
teorías del aprendizaje analizados durante el módulo que lleva el mismo nombre.

Tratando de ordenar mi día y al mismo tiempo empezando a generar ideas,


comienzo con todas aquellas actividades planeadas; pensando de qué manera
construir esa composición literaria que se me había solicitado; pasaban ideas por
mi mente, pero nada en concreto. De tal suerte que descubrí que esa habilidad que
tanto presumí para la redacción estaba quedando un tanto “oxidada”. Quizá un poco
de orgullo, quizá un poco de gusto, pero soy honesto en mencionar que fue la
obligación de entregar esta actividad la que me tuvo sentado frente a la
computadora dándole rienda suelta a mis ideas para presentar lo que a continuación
leerán.

Pues para no hacer tanto alarde es mejor comenzar de una buena vez antes
de que te aburra con mis letras y decidas ya no leer más, así que este es mi ensayo:
“Del conexionismo al constructivismo, después de perros ratas y muñecos
una visión holística”

Desde mi particular punto de vista la psicología es una ciencia muy “metiche”


en muchos ámbitos existe la necesidad de esta ciencia que tuvo un proceso de
maduración muy complejo, cuando veo un comercial en televisión pienso en las
habilidades de un psicólogo que quizá sugirió un color, frase o imagen que
impactase al inconsciente y lograse el objetivo de una venta, también al escuchar el
discurso de un político me gusta imaginar a un psicólogo que dio sugerencias para
la redacción y lograr el impacto esperado en la audiencia a quien se le dirige tal
mensaje, puedo visualizar también a un psicólogo trabajando en conjunto con
ingenieros ergonómicos en la confección de una silla que permita un mejor
rendimiento en los trabajadores y con ello elevar la productividad de una empresa,
en fin creo que en cualquier situación se me hace fácil encontrar la intervención de
estos especialistas de la conducta humana; y por cierto una de las conductas más
estudiadas por los psicólogos es la conducta del aprendizaje.

Tal vez sea imprudente y arriesgado pero me atrevo a asegurar que desde
que el ser humano aprende a vivir en sociedad, ha tratado de trasmitir
conocimientos a sus semejantes, y cada vez se han intentado mejorar esos
procesos de enseñar y de aprender. Por lo tanto cada vez que pensemos en
enseñanza tenemos que tomar en cuenta que se espera un aprendizaje, aunque
esta relación no sea simétrica ya que al haber un aprendizaje no siempre fue
necesario que hubiese una enseñanza. Aclarado este punto haré un recorrido por
mi propia experiencia dentro del sistema educativo para mostrar como fui viviendo
de manera talvez inconsciente, algunas de las teorías más importantes del
aprendizaje.

Es preciso dejar en claro que las teorías que estaré mencionando no llevan
un orden cronológico, ya que la secuencia será tal y como este humilde redactor las
ha vivido.

Pues bien, tengo recuerdos sólidos de que mi inserción al sistema educativo


fue a la edad de 4 años y 11 meses al matricularme en el preescolar, a los 6 años
11 meses pasé a ser matrícula de la primaria, más tarde a la edad de 11 años con
11 meses ingrese a la secundaria y así sucesivamente; parece un dato poco
significativo para relacionarlo con alguna teoría, pero no es así, si recordamos la
teoría psicogenética del desarrollo de Jean Piaget podremos comparar que las
etapas del desarrollo que este distinguido personaje propone coinciden con las
edades promedio de cada uno de los niveles educativos en México y en la mayoría
de los países del mundo. Ahora bien, recuerdo que en preescolar aprendí a pintar
usando crayolas, a recortar, a socializar entre muchas otras cosas, lo cual es una
de las habilidades que Piaget consideró en la etapa preoperacional, tal y como
continuar el dominio de la motricidad, perfeccionar la comunicación verbal y el uso
del lenguaje. En las habilidades sociales aprendí a reducir mi egocentrismo que es
característico de esta etapa generando con ello procesos sociales complejos que
Piaget ya tenía contemplados para este periodo de la vida humana gracias a los
estudios que realizó con sus propios hijos.

Por otra parte al ingresar al nivel de educación primaria, las habilidades a


desarrollar con mayor plenitud eran trasladar el pensamiento simple a un
pensamiento abstracto, realizar operaciones matemáticas más complejas, y
conseguir conductas de aprendizaje reduciendo el uso de los sentidos como único
medio para su adquisición. En cada una de las etapas del desarrollo propuestas por
Piaget, se definen con mucha claridad cuáles son cada uno de los alcances que los
niños deben ir consiguiendo para dar por superada tal etapa e iniciar su trayectoria
por la siguiente.

Es así como se llega a la siguiente etapa nombrada como de las operaciones


formales, la cual se vive en la adolescencia y se distingue por el uso de procesos
mentales más complejos con un dominio más evidente del pensamiento abstracto.
Tales procesos incluyen funciones como la crítica, el análisis, la reflexión etc. Que
son estimulados durante la educación secundaria y preparatoria; donde las
actividades propuestas por los docentes en el aula deberían permitir su desarrollo
si lo vemos desde la teoría constructivista, aunque debo referir que en mi proceso
educativo en la etapa de las operaciones formales no siempre se dio esta propuesta,
ya que aún imperaba la educación tradicionalista que estaba impregnada de
fundamentos teóricos elaborados desde el conductismo.

El conductismo es una de las corrientes psicológicas más controversiales,


que parte del conexionismo científico con el afán de instituir a la psicología como
una ciencia de lo real, tratando de reducir al cien por ciento el uso de conceptos y
practicas idealistas. A diferencia de lo expresado con la teoría psicogenética de
Jean Piaget, los postulados conductistas difieren del todo con el constructivismo.
Mientras el constructivismo tiene tres premisas fundamentales que son: la
perspectiva exógena, la endógena y la dialéctica; en la cual la exógena manifiesta
que el conocimiento viene principalmente de fuera, mientras que en la endógena la
responsabilidad total del aprendizaje es interior de los individuos y para la dialéctica
asegura que los aprendizajes derivan de la interacción de los individuos con su
medio, “Una premisa central del constructivismo es que los procesos cognoscitivos,
incluyendo el pensamiento y el aprendizaje, están situados, es decir, localizados,
en contextos físicos y sociales” (Schunk, 2012). En cambio para los conductistas
todo se reduce a la manifestación de lo objetivo y observable, al medio en que se
desenvuelven los sujetos y los refuerzos que se le puedan proporcionar para
mantener o extinguir una conducta.

Volvamos a mi historia en el sistema educativo, desde el ingreso al preescolar


viví todo un proceso de condicionamiento operante, recordemos que “el
condicionamiento operante es aquella teoría creada por B. F. Skinner desde donde
se hace el postulado de la instrucción dirigida la cual consiste en ser una técnica de
enseñanza que utiliza el reforzamiento como estrategia de enseñanza” (Claux,
2016). ¿Por qué me atrevo a asegurar que en esta etapa viví e condicionamiento
operante? La respuesta es simple, la instrucción dirigida como estrategia de
educación aplica el uso de premios y de castigos, si llegaba temprano obtenía un
sello de puntualidad, si mis manos estaban aseadas obtenía un sello por higiene, si
terminaba la actividad mi frente brillaría con una estrella; y todos estos pueden ser
considerados premios. Por otra parte recuerdo perfectamente que en una ocasión
al ser revisadas mis manos, en mis uñas había tierra por haber jugado en el patio y
no lavarme correctamente, entonces obtuve un sello de un cerdito en el dorso de mi
mano lo cual indicaba que no había sido pulcro con mi higiene; recuerdo que lloré
mucho porque sabía que ese sello significaba algo malo (y creo que hasta hoy traigo
ese trauma) y en siguientes ocasiones tuve la precaución de no volver a ensuciar
mis manos, aunque quizá me perdí de muchos otros “aprendizajes por
descubrimiento”

Según el condicionamiento operante de Skinner, una conducta puede ser


reforzada u orientada a la extinción dependiendo del tipo de estímulo que se utiliza
como refuerzo, en mi caso funcionó perfectamente ya que se formó muy bien el
hábito de mantener mis manos limpias, de echo creo que quede tan condicionado
que se me desarrollo un rasgo obsesivo compulsivo de mantener mis uñas tan
cortas para que ningún agente contaminante quede atrapado en ellas para lo cual
corto mis uñas cada tercer día. De esta manera he comprobado que el
condicionamiento operante ha estado involucrado en todo mi proceso educativo
desde el preescolar hasta hoy en día, y siendo un poco más estricto desde antes de
mí ingreso a la escuela.

En párrafos anteriores hice mención a otra teoría que no quise abordar en


ese momento para no confundir al lector, pero que ahora con más calma hago
referencia. Tal teoría es la del aprendizaje por descubrimiento de Jerome Bruner,
que “postula que el aprendizaje supone el procesamiento activo de la información
y que cada persona lo realiza a su manera. El individuo, para Bruner, atiende
selectivamente a la información y la procesa y organiza de forma particular”
(Schunk, 2012). Si atendemos de manera literal lo que dice la anterior cita, se puede
suponer que cada uno de los individuos podemos atender la selección de la
información que queremos convertir en aprendizaje en lo cual estoy parcialmente
de acuerdo, ya que cuando algo capta nuestro interés es posible lograr la conducta
de aprender, por lo tanto considero que todo aprendizaje comienza como estímulo
a nuestros sentidos y en contradicción a los postulados conductistas ortodoxos;
creo que definitivamente además de los estímulos existen elementos cognitivos que
se encargan de discernir tal y como lo creía Bruner entre lo que le interesa o no
aprender al sujeto. Por ejemplo, en mi caso tenía mucho interés por aprender las
materias relacionadas con la naturaleza y con la historia, pero no había mucho
interés por las cuestiones artísticas o literarias, por lo cual los mejores resultados
de calificaciones siempre fueron en esas materias para las que había una
predisposición positiva.

Para la teoría del aprendizaje por descubrimiento hay un énfasis en la idea


de que “el desarrollo intelectual es una capacidad creciente de comunicarse con
uno mismo o con los demás, ya sea por medio de palabras o símbolos” (Schunk,
2012). Por tanto, el sujeto es capaz mantener una relación de comunicación, misma
que se usa cuando los estímulos aparecen y de ahí el agrado por alguna de las
áreas de conocimiento. Pero había mencionado que desde mi perspectiva particular
no estaba de acuerdo con tal teoría al cien por ciento, para lo cual referiré a un
personaje que no fue tratado en este módulo pero que para mí es apropiado traer a
este momento, tal personaje es Abraham Maslow quien más allá de construir una
teoría del aprendizaje enfoca sus trabajos a la importancia de la motivación; siendo
el más claro ejemplo su pirámide de las necesidades humanas.

“En la Pirámide de Maslow, se encuentran desde las necesidades más


básicas hasta las necesidades más complejas, esta jerarquía está compuesta por
cinco niveles. Las necesidades básicas se ubican en la base de la pirámide,
mientras que las necesidades más complejas se encuentran en la parte alta. Las
cinco categorías de necesidades de la Pirámide de Maslow son: fisiológicas, de
seguridad, de afiliación, de reconocimiento y de autorrealización; siendo las
necesidades fisiológicas las de más bajo nivel, y subiendo niveles en el orden
indicado” (Allen, 2016). Es precisamente el nivel más básico el que me ayudará a
mostrar por qué hay para mí un claroscuro en las apreciaciones de Bruner, pues
Maslow consideraba que de no estar resueltas las necesidades básicas o primarias
será muy complejo poder acceder a otras categorías, por tanto para mí la conducta
de aprendizaje es posterior a la resolución de necesidades básicas y si estas no se
atienden o satisfacen la atención e interés del cual hablaba Bruner no creo que se
pueda lograr satisfactoriamente. En mi caso al pertenecer a una familia de muy
escasos recursos en algunas ocasiones estaba mucho más preocupado por los
problemas económicos en casa que por adquirir algún aprendizaje, por tanto no es
mi intención negar rotundamente las propuestas anteriormente revisadas, claro que
no es ese el punto, para mí el interés es compartir con el lector mis comentarios y
apreciaciones personales desde mi propia trinchera que ha sido mi proceso
educativo.

Antes de terminar con esta redacción, me es preciso comentar otra teoría


que desde mi apreciación ha sido de mucha importancia para el proceso educativo
desde el currículo oculto, que es donde se adoctrina a los niños principalmente en
la conducta de los valores; cuando los profesores me exigieron llegar a tiempo,
cuando me solicitaron el respeto a los mayores, etc. Estaban aplicando la teoría del
aprendizaje social de Bandura.

“Bandura centra el foco de su estudio sobre los procesos de aprendizaje en


la interacción entre el aprendiz y el entorno. Y, más concretamente, entre el aprendiz
y el entorno social. Mientras que los psicólogos conductistas explicaban la
adquisición de nuevas habilidades y conocimientos mediante una aproximación
gradual basada en varios ensayos con reforzamiento, Bandura intentó explicar por
qué los sujetos que aprenden unos de otros pueden ver cómo su nivel de
conocimiento da un salto cualitativo importante de una sola vez, sin necesidad de
muchos ensayos” (Triglia, 2016)

Tal afirmación pudo comprobarse con el experimento del muñeco bobo, en


la que una sola exposición a un video logro que niños y niñas aprendieran una
conducta agresiva sin la necesidad de tanto ensayo y error como en los postulados
conductistas; lo anterior relacionado a mi experiencia dentro del sistema educativo
confirma que muchos de mis maestros con plena consciencia o sin ella modelaron
conductas que hasta hoy en día sigo mostrando, tales como el respeto a los
símbolos patrios, respeto a los mayores, la puntualidad, etc. Si bien estas fueron
algunas conductas modeladas que podemos calificar de positivas, también
existieron aquellas que no eran tan favorables para mi formación pero que ya
estaban implícitas en el trabajo de ellos y ellas (mis maestros); cosas que quizá
nunca planearon enseñar pero que al ser humanos no podemos dejar de lado
cuestiones de personalidad o de género que son parte de nuestra identidad y que
no son muy bien vistas dentro del ámbito educativo. Por ejemplo recuerdo que en
clases de licenciatura había maestros que fumaban mientras impartían su catedra
y unos meses después ya éramos muchos estudiantes los que también fumábamos
dentro de la institución incluso dentro del aula.

Es así como esta teoría del aprendizaje social de Bandura, considero debe
ser revisada con detalle y sobretodo tomarse en cuenta para la planeación de
nuestra sesiones a los que nos corresponde hoy en día participar en la educación y
formación de las actuales y futuras generaciones. Nuestra labor es de mucha
responsabilidad ya que queramos o no, somos un modelo conductual de más de
alguno de nuestros estudiantes y predicar con el ejemplo ayudará a que
obtengamos los resultados esperados desde nuestro trabajo.
Y finalizo no sin antes decir que la historia de los modelos de educación son muy
controversiales y que nos han mostrado los pensamientos de los intelectuales
experimentalistas tan criticados por el uso de animales asta aquellos de corte
cognoscitivista que ven en los seres humanos facultades más complejas que la
conducta y el medio en el que se desarrollan los sujetos que aprenden.

Conforme avances los años seremos testigos de nuevas formas, estilos y técnicas
de enseñanza, las teorías que hoy conocemos tendrán revisiones y nuevas
aportaciones, y no se puede descartar que incluso surjan nuevas formas de
pensamiento y organización de la realidad que nos permitan nuevas formas de tratar
el aprendizaje humano. Pero lo que me atrevo a asegurar es que los seres humanos
jamás dejaremos de aprender a pesar de las ratas y perros de laboratorio, ensayos
y errores, aprendizajes por descubrimiento o lo que sea que exista.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
CONCLUSIONES

Conocer las teorías del aprendizaje es no solo una necesidad del educador, para
mí es una obligación saber cuáles son las formas propuestas por esas personas
que sacrificaron mucho de su vida para poder heredarnos todo ese conjunto de
información y técnicas para hacer nuestro trabajo más sencillo y enriquecedor. Pero
considero que debemos tener una visión holística con la que nos permitamos
experimentar aquellas teorías que consideremos más útiles según los contextos en
los que cada uno de nosotros interviene.

También es nuestra obligación como agentes educativos preocuparnos por


instruir bajo un esquema confiable y probado, si bien el sistema educativo actual en
nuestro país no es tan exigente ante estas cuestiones, el uso de la ética y los valores
personales deben de impregnase en todas aquellas actividades que planeamos y
ejecutamos a nuestros usuarios de la educación, no olvidemos que como se maneja
popularmente en nuestro país, la vida es una ruleta y aquellas personas a las que
nosotros estamos formando podrían ser aquellos que en algún momento resuelvan
nuestras necesidades dentro de los sectores productivos de nuestra sociedad, por
lo tanto al menos en lo personal quiero asegurarme de que aquellos sujetos del
aprendizaje que estén bajo mi instrucción aprendan de manera eficiente, pues quizá
la vida me sorprenda viéndolos como los profesores de mis hijos, los servidores
públicos que me atiendan, los médicos que me curen o los ingenieros que
transformen mi realidad.

Por ultimo me gustaría dejar una analogía, las teorías de la educación son
como las bebidas alcohólicas, su uso son la responsabilidad de quien las consume.
INTRODUCCIÓN

El presente ensayo es considerado como un ensayo humanístico, durante la


lectura la intención es transmitir más allá de una explicación de las teorías
abordadas, una interpretación de cómo fue mi vivencia dentro de mi vida académica
con relación a la teoría del condicionamiento operante, el aprendizaje por
descubrimiento, la teoría psicogenética de Piaget y la teoría del aprendizaje social
de Bandura. A través de la lectura pretendo que el lector conozca mi percepción de
estas teorías vistas desde mi experiencia personal, esto es con la intención de no
ser tan repetitivo y volver a trillar esos contenidos que he trabajado en diferentes
ocasiones de manera teórica.

Las teorías del aprendizaje abordados durante el modulo fueron más de las
que aquí se manifiestan, pero hubo ciertas limitantes que orillaron a solo consideran
a estos cuatro teóricos, la principal limitante fue el tiempo, aunque no debe
considerarse como una justificación pero la realización de un ensayo de cualquier
tipo incluye un compromiso de análisis de contenidos de manera muy exhaustiva,
por lo que tratando de presentar un trabajo con calidad se redujeron las alternativas
de análisis y por lo tanto también de teóricos a tratar. Por lo anterior, el presente
trabajo es el resultado de un poco la experiencia como profesor, pero sobre todo
una gran parte de la experiencia como usuario de la educación que ha tenido la
oportunidad de valorar, juzgar y criticar los estilos y formas de enseñanza de
quienes en algún momento participaron de forma directa en mi proceso educativo
y de formación profesional.

No me resta más que aclarar que la información tratada aquí fue recolectada
y analizada de dos fuentes literarias y de dos sitios web, aunada un poco también
del material proporcionado por la facilitadora del módulo de Fundamentos teóricos
de la educación.

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