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“ADULTEZ TARDÍA’’

Integrantes: Katherine Contreras


David Ferrada
Nicolás Miranda
Eithel Mondaca
Francisca Rivera
Ramo: Psicología Evolutiva
Docente: Rocío Jerez Bezzenberger
Carrera: Fonoaudiología
Fecha: 04 de Octubre del 2017
INTRODUCCIÓN.
El desarrollo humano es un proceso evolutivo que continúa durante la vida, las diversas
corrientes han estudiado las etapas evolutivas del ser humano, así Piaget, se centró en el
desarrollo del pensamiento y como se daba paso del pensamiento concreto al abstracto. A
su vez, Freud estudio las etapas del desarrollo de impulso vital. Todas estas corrientes
aportan elementos interesantes, pero tienen una visión parcial del ser humano.
Las etapas del ciclo vital humano son:
1. Periodo Prenatal, que ocurre desde el momento de la concepción hasta el
nacimiento.
2. Periodo de Lactancia e Infancia, que ocurre desde el nacimiento hasta los 3
años.
3. Periodo de Niñez Temprana, que ocurre desde los 3 hasta los 6 años.
4. Periodo de Niñez Media, que ocurre desde los 6 hasta los 11 años.
5. Periodo de Adolescencia, que ocurre desde los 11 hasta los 20 años.
6. Periodo de Juventud o Adultez temprana, que ocurre de los 20 hasta los 40
años.
7. Periodo de Adultez Media, que ocurre desde los 40 hasta los 65 años.
8. Periodo de Adultez Tardía, que esta ocurre de los 65 años en adelante.

- Hay que tener en claro que todas las clasificaciones por edades son parcialmente
subjetivas y que todas las edades para el comienzo o final de su periodo son solo
aproximadas, es decir, que la vida individual de las personas no está demarcada en
forma precisa.
Nosotros nos centraremos netamente en el período de la adultez tardía.
Para profundizar nuestra investigación nos planteamos los siguientes objetivos relacionados
con describir los hitos, logros y períodos críticos:
1. Nombrar y explicar los cambios físicos, sistémicos y sensoriales.
2. Explicar los cambios cognoscitivos propios de la edad.
3. Conocer los cambios ambientales para la población mayor.
4. Manejo del duelo y de la muerte.
ADULTEZ TARDÍA O VEJEZ
La edad adulta tardía o vejez, es la última etapa de la vida que comienza a los 65 años
aproximadamente, y se caracteriza por un declive gradual del funcionamiento de todos los
sistemas corporales.
CAMBIOS FÍSICOS:
Los cambios físicos en este período, por lo general se asocian con el envejecimiento y
resultan evidentes para el ojo humano, aunque estos cambios afectan más a algunos ancianos
que a otros.
Algunos de los cambios que se pueden observar son:
1. La piel envejecida tiende a palidecer y a perder elasticidad, y puede arrugarse a
medida que se reduce la grasa y la masa muscular.
2. En algunos casos aparecen venas varicosas en las piernas.
3. El cabello de la cabeza se adelgaza y se torna gris y luego blanco, y el vello corporal
comienza a escasear.
4. La estatura de los ancianos se reduce a medida que se atrofian los discos entre las
vértebras (en especial las mujeres con la osteoporosis).
5. El adelgazamiento de los huesos puede ocasionar cifosis, una curva exagerada de la
columna vertebral.
6. Las composiciones químicas de los huesos cambian, lo que crea un mayor riesgo de
fracturas.
7. Otros cambios, menos visibles, pero igual de importantes, afectan a los órganos
internos y los sistemas corporales, el cerebro y el funcionamiento sensorial, motor y
sexual.
CAMBIOS ORGÁNICOS Y SISTÉMICOS.
Algunos sistemas corporales se deterioran con mucha rapidez mientras que otros permanecen
intactos.
Por ejemplo:
1. El envejecimiento junto al estrés crónico puede deprimir el funcionamiento
inmunológico, lo que hace a los ancianos susceptibles a infecciones respiratorias y
disminuye la probabilidad de prevenirlas.
2. El sistema digestivo permanece relativamente eficiente.
3. El ritmo cardiaco suele hacerse más lento e irregular.
4. Los depósitos de grasa se acumulan alrededor del corazón y pueden interferir con su
funcionamiento, y a menudo eleva la presión sanguínea.
5. Con la edad, los niveles de reserva suelen caer y muchos ancianos no pueden
responder a la exigencia física adicionales como alguna vez lo hicieron.

Capacidad de reserva: Es la capacidad de apoyo que ayuda a los sistemas del


cuerpo a funcionar hasta el límite extremo en momentos de estrés.
FUNCIONAMIENTO SENSORIAL Y PSICOMOTOR.
Las diferencias individuales en funcionamiento sensorial y motor se incrementan con la
edad. Algunos ancianos experimentan deterioros notables, mientras que otros
prácticamente no presentan cambios en sus habilidades.
 Visión: Los ojos viejos necesitan más luz para ver, son más sensibles a la luz y puede
resultarles difícil localizar y leer señales. Por ello conducir puede ser una actividad
peligrosa, en especial de noche.
Más de la mitad de las personas mayores de 65 años desarrollan cataratas (nubes o
áreas opacas en el cristalino, lo cual origina visión borrosa).
El glaucoma es un daño irreversible al nervio óptico causado por el aumento en la
presión del ojo que si no se trata puede ocasionar ceguera.

 Audición: Los problemas auditivos incrementan con la edad. Los hombres son más
propensos que las mujeres a experimentar pérdida, y la gente blanca la padece más
que las personas negras. (Schoenborn et al., 2006).
“Esta condición puede contribuir a la falsa percepción de que la gente mayor es
más distraída, despistada e irritable y suele tener un efecto negativo no sólo en el
bienestar de la persona afectada sino también en el de su pareja” (Wallhagen,
Strawbridge, Shema y Kaplan, 2004).

 Fuerza, resistencia, equilibrio y tiempo de reacción: Por lo general, los adultos


pierden entre 10% y 20% de su fuerza a los 70 años. Las disminuciones de la fuerza
y poder muscular pueden ser resultado de una combinación del envejecimiento
natural, la disminución de la actividad y la enfermedad. Esas pérdidas parecen
reversibles.
Adultos mayores cuyos músculos están atrofiados son más propensas a sufrir caídas
y fracturas y a necesitar ayuda para realizar tareas de la vida cotidiana.
Muchas caídas y fracturas pueden prevenirse si se estimula la fuerza muscular, el
equilibrio y la rapidez.

 Sueño: Los adultos mayores suelen dormir y soñar menos que antes. Sus horas de
sueño profundo son más restringidas y pueden despertarse con mayor facilidad por
problemas físicos o exposición a la luz. Sin embargo, puede ser peligroso suponer
que los problemas del sueño son normales en la vejez. El insomnio o falta de sueño
crónica puede ser síntoma o, sino se atiende, un percusor de la depresión.
SALUD FÍSICA Y MENTAL:
 Enfermedades crónicas y discapacidades: A lo menos el 80% de los ancianos
estadounidenses presentan una enfermedad crónica.
Una proporción mucho menor – pero alrededor de la mitad de los mayores de 85
años- son frágiles, débiles y vulnerables al estrés, enfermedad, discapacidad y la
muerte (Ostir, Ottenbacher y Markides, 2004).

 Enfermedades crónicas comunes: las muertes por cáncer han disminuido desde los
inicios de la década de los 90’s gracias a la disminución del tabaquismo, a la detección
temprana y a tratamientos más eficaces (Howe et al,.2006) En todo el mundo, las
causas principales de muerte de los 60 años en adelante son la cardiopatía, apoplejía,
enfermedad pulmonar crónica, infecciones de las vías respiratorias bajas y cáncer de
pulmón.

 La hipertensión y la diabetes están aumentando su prevalencia y afectan


respectivamente cerca de 52% y 17% de la población anciana (Federal
Interagency Forum on Aging-Related Statistics, 2006)

 La hipertensión, que puede afectar al flujo de sangre al cerebro, se relaciona


con deterioros de la atención, aprendizaje, memoria funciones ejecutivas,
capacidades psicomotoras y habilidades visuales, perceptuales y espaciales,
además de ser un factor de riesgo para padecer apoplejía. (Waldstein, 2003)

 Además de la hipertensión y la diabetes, las condiciones crónicas más


comunes son la artritis (50%), cardiopatía (32%) y cáncer (21%). Las mujeres
son más propensas a reportar hipertensión, asma, bronquitis crónica y artritis,
mientras que es más probable que los hombres presenten cardiopatía,
apoplejía, cáncer, diabetes y enfisema (Federal Interagency Forum on Aging-
Related Statistics, 2006)

- Las condiciones crónicas varían según la raza u origen étnico.

 Discapacidades y limitaciones de la actividad: Cerca de 40% de los adultos mayores


reportan alguna dificultad para mantenerse de pie durante dos horas y 51% tiene
problemas para inclinarse, agacharse o arrodillarse (Ervin, 2006). Estas cifras
aumentan de manera notable con la edad. De 85 años en adelante deben limitar sus
actividades funcionales, caminar, subir escaleras. (Gist y Hetzel, 2004)

 Influencias del estilo de vida en la salud y la longevidad: Las posibilidades de


permanecer sano y en buenas condiciones en la vejez dependen a menudo del estilo
de vida, en especial del ejercicio y la dieta.
 Actividad Física: El ejercicio regular puede fortalecer el corazón, los pulmones y
disminuir el estrés. Puede ser una protección contra la hipertensión, el endurecimiento
de las arterias, la cardiopatía, la osteoporosis y la diabetes. Ayuda a mantener la
velocidad, la resistencia, la fuerza y la energía, así como funciones básicas como la
circulación y la respiración. Reduce la posibilidad de lesiones pues fortalece y
flexibiliza las articulaciones y los músculos, y ayuda a prevenir o aliviar el dolor de
la espalda baja y los síntomas de artritis. Permite a las personas con padecimiento de
tipo pulmonar y artritis que mantengan su independencia y previene el desarrollo de
limitaciones a la movilidad. Además, puede mejorar el estado de alerta mental y el
desempeño cognoscitivo, ayuda a aliviar la ansiedad y la depresión leve, y mejora los
sentimientos de destreza y bienestar (Agency for Healthcare Research and Quality y
CDC, 2002)

 Nutrición: La nutrición desempeña un papel importante en la susceptibilidad a


enfermedades crónicas como la ateroesclerosis, cardiopatía y diabetes, así como
limitaciones funcionales y de la actividad (Houston, Stevens, Cai y Haines,2005). La
grasa corporal excesiva, que puede ser producto de una dieta rica en carnes rojas y
procesadas y alcohol, ha sido vinculada con varios tipos de cáncer (World Cancer
Research Fund,2007).
Una dieta sana puede reducir el riesgo de obesidad, de hipertensión sanguínea y de
colesterol alto (Federal Interagency Forum on Aging-Related Statistic, 2006).
Comer frutas y vegetales disminuye los riesgos de apoplejía (Joshipura et al., 1999).
Consumir pescado con elevados niveles de ácidos grasos omega-3 ofrece
cardiovasculares y una posible protección contra la enfermedad de Alzheimer (Weil
et al., 2005).
PROBLEMAS MENTALES Y CONDUCTUALES.
 Depresión: los factores especiales de riesgo en la adultez tardía incluyen la
enfermedad o discapacidad crónica, deterioro cognoscitivo y divorcio, separación o
viudez. (Harvard Medical School, 2003b; Mueller et al., 2004; MMH. 1999b)
con frecuencia, la depresión se asocia con otras condiciones médicas. Algunos
médicos, cuando tratan múltiples padecimientos, dan menos prioridad a la depresión
que a una dolencia física como la diabetes o la artritis.
dado que la depresión puede acelerar el deterioro físico del envejecimiento, el
diagnóstico preciso, la prevención y el tratamiento podrían ayudar a mucha gente
mayor a vivir más tiempo y permanecer más activa. La depresión puede tratarse con
medicamentos antidepresivos, psicoterapia o ambas cosas. El ejercicio aeróbico
regular puede disminuir los síntomas de la depresión leve a moderada
 Demencia: Es el termino general para dominar el deterioro cognoscitivo y conductual
debido a causas fisiológicas que interfieren con las actividades cotidianas (American
Psychiatric Association [APA], 1994). Sin embargo, el deterioro cognoscitivo lo
bastante grave para diagnosticarse como demencia no es inevitable. La mayoría de
las formas de demencia son irreversibles, pero con un diagnóstico y tratamiento
oportunos es posible revertir alrededor de 10% de los casos. Ciertos rasgos de
personalidad están asociados con la posibilidad de que una persona desarrolle
demencia. La actividad física regular de largo plazo, como caminar, parece reducir el
riesgo de deterioro cognoscitivo.

 Enfermedad de Alzheimer: Se trata de una de las enfermedades terminales más


comunes y más temidas entre las personas mayores a las que despoja de manera
gradual de su inteligencia, su conciencia e incluso de la capacidad para controlar sus
funciones corporales, causando finalmente la muerte. El padecimiento afecta a más
de 26 millones de personas en todo el mundo, casi la mitad de ellas en Asia, y se
espera que su incidencia se cuadruplique en 2050 (Brookmeyer, Johnson, Ziegler-
Graham y Arrighi, 2007). El riesgo aumenta de manera notable con la edad, por lo
que los incrementos de la longevidad significan que más gente sobrevivirá hasta una
edad en que el riesgo de presentar Alzheimer es mayor (Hebert, Scherr, Bienias,
Bennett y Evans, 2003).
Síntomas: Los síntomas clásicos de la enfermedad de Alzheimer son el
debilitamiento de la memoria, deterioro del lenguaje y déficits del procesamiento
visual y espacial (Cummings 2004). El síntoma temprano más notable es la
incapacidad para recordar eventos recientes o para asimilar la información nueva. La
persona puede repetir preguntas que acaban de ser respondidas o dejar inconclusa una
tarea cotidiana. Edad señales tempranas pueden pararse por alto porque parecen una
desmemoria común o porque se interpretan como señales normales del
envejecimiento. (Balsis, Carpenter y Storandt, 2005). Luego se presentan muchos
síntomas: Irritabilidad, ansiedad, depresión y más tarde, ideas delirantes, delirios y
desvaríos. Son afectadas la memoria de largo plazo, el juicio, la concentración, la
orientación y el habla y los pacientes tienen dificultades para realizar las actividades
básicas de la vida diaria. Al final, el paciente no puede entender o usar el lenguaje,
no reconoce a sus familiares, es incapaz de comer sin ayuda o de controlar los
esfínteres y pierde la capacidad para caminar, sentarse y tragar alimentos sólidos. La
muerte suele ocurrir entre ocho y diez años después de la aparición de los síntomas.
FUNCIONAMIENTO SEXUAL:
El factor más importante para mantener el funcionamiento sexual es la actividad sexual
continua a lo largo de los años. Un hombre sano que ha sido sexualmente activo por lo
general puede mantener alguna forma de expresión sexual activa en sus setenta u ochenta
años. Las mujeres tienen la capacidad fisiológica de mantenerla durante toda su vida. Se
dice que los hombres mantienen su actividad sexual en mucha mayor cantidad que la
mujer. (Lindau et al., 2007)
En la adultez tardía la actividad sexual es diferente a lo que era antes, a los hombres por
lo general les lleva más tiempo desarrollar una erección y eyacular, quizá necesiten más
estimulación manual y pueden experimentar intervalos más largos entre erecciones. En
las mujeres la congestión mamaria y otras señales de exitación sexual son menos intensas
que antes.
ENVEJECIMIENTO DEL CEREBRO:
En las personas normales saludables, los cambios en el cerebro durante la viejez suelen
ser sutiles, hacen poca diferencia en el funcionamiento y varían de manera considerable
en una persona a otra, de una región del cerebro a otra y de un tipo de tarea a otra (Burke
y Barnes, 2006; Finch y Zelinski, 2005).
Los deterioros en la memoria de largo plazo suelen empezar a los 58 años o 59 años,
mientras que la capacidad para entender palabras no familiares a partir del contexto se
mantiene fuerte hasta los 78 a 79 años (Finch y Zelinski, 2005)
En la adultez tardía se observan disminuciones graduales del volumen y peso del cerebro,
sobre todo la corteza frontal, la cual controla las funciones ejecutivas. (Park y Gutchess,
2006; von Hippel, 2007). Esto se le atribuía a la pérdida de neuronas, pero gracias a varias
investigaciones coinciden ahora en que la pérdida neuronal no es importante y no afecta
la cognición.
Otro cambio típico de este periodo es la disminución del número, o densidad, de los
neurotransmisores dopamínicos debido a la pérdida de sinapsis. Por lo general, este
cambio tiene como resultado un tiempo de respuesta más lento, aunque en algunas tareas
complejas, como la destreza para la mecanografía, los adultos mayores tienen mejor
respuesta que los jóvenes.
Hay que tener en cuenta que no todos los cambios en el cerebro son destructivos. Algunos
investigadores han descubierto que los cerebros viejos pueden desarrollar nuevas células
nerviosas a partir de las células madres.
DESARROLLO COGNOSCITIVO
¿La inteligencia disminuye en la adultez tardía? La respuesta depende de que capacidades se
midan y como. Algunas de ellas, como la velocidad de los procesos mentales y el
razonamiento abstracto, pueden disminuir en los años finales, pero otras pueden mejorar
durante la mayor parte de la vida adulta. Y aunque los cambios en las capacidades de
procesamiento puedan reflejar deterioro neurológico, existe mucha variación individual, lo
que sugiere que los deterioros del funcionamiento no son inevitables y quizás puedan
prevenirse.
El efecto de los cambios cognoscitivos es influido por la capacidad cognoscitiva temprana,
la posición socioeconómica y el nivel educativo. Las calificaciones que obtienen en pruebas
de inteligencia para niños predicen la capacidad cognoscitiva a la edad de 80 años. (Finch y
Zelinski, 2005)
 Solución de problemas cotidianos: Por supuesto, el propósito de la inteligencia no
es presentar exámenes sino lidiar con los desafíos de la vida diaria. Los adultos
mayores resuelven los problemas de manera más eficaz y flexible, cuando estos tienen
relevancia emocional para ellos o requieren un equilibrio de estrategias. Sus
repertorios de estrategias para aplicar a situaciones diversas son más amplios y
variados que los adultos más jóvenes. En un estudio, los adultos mayores resolvieron
problemas interpersonales como una pelea familiar de manera más eficaz que los
adultos más jóvenes. Por otro lado, al enfrentar un problema instrumental como una
ola de robos en el vecindario, los adultos mayores eran más propensos que los jóvenes
a planificar de manera proactiva. (Blanchard-Fields et al.,2007)

 Cambios de las capacidades de procesamiento: En muchos adultos mayores una


ralentización general del funcionamiento del sistema nervioso central, es un factor
importante que contribuye a la perdida de eficiencia del procesamiento de
información y los cambios en las capacidades cognoscitivas, la velocidad del
procesamiento, una de las primeras en deteriorarse, se relaciona con el estado de
salud, el equilibrio, el modo de andar y el desempeño de actividades de la vida
cotidiana, como buscar números telefónicos y contar el vuelto. (Balls, Edwards y
Rossk, 2007).

 ¿Cómo cambia la memoria?: A menudo se considera que las fallas de la memoria


son un signo del envejecimiento. La pérdida de memoria es la principal preocupación
reportada por los estadounidenses viejos (National Council on the Aging, 2002). Se
dice que uno de cada cinco adultos mayores de 70 años presentan cierto grado de
deterioro de la memoria fuera de la demencia (Plassman et al.,2008)
- Memoria a corto plazo: Para evaluar la MCP los investigadores piden a una persona
que repita una secuencia de números, en el orden en que fueron mencionados, o en
orden inverso, la retención de dígitos hacia adelante se mantiene bastante bien en la
edad avanzada, no así el desempeño en la retención de dígitos hacia atrás.
La memoria sensorial la cual conserva su eficiencia durante toda la vida, mientras
que la repetición hacia atrás requiere de la manipulación de la información localizada
en la memoria de trabajo, cuya capacidad disminuye de manera gradual después de
los 45 años. (Swanson, 1999).
Las tareas que solo requieren repaso o repetición muestran un poco de deterioro, las
que requieren reorganización o elaboración muestran una mayor reducción.

- Memoria a largo plazo: Se divide en tres sistemas principales: memoria episódica,


memoria semántica y memoria procedimental.
¿Recuerda lo que desayuno en la mañana? Dicha información se almacena en la
memoria episódica, el sistema de memoria de largo plazo que tiene mayor
probabilidad de deteriorarse con la edad. (Poon.1985; A. D Smith y Earles, 1996)

- La memoria semántica: Es una especie de enciclopedia mental, pues contiene el


conocimiento almacenado sobre hechos históricos, ubicaciones geográficas,
costumbres sociales, significados de palabras y cosas por el estilo.
La memoria semántica mostro un deterioro significativamente menor después de los
60 años que la memoria episódica (Rönnlund, Nyberg, Backmann y Nilsson, 2005)
Esto incluye habilidades motoras, hábitos y procesos que, una vez aprendidos, pueden
activarse sin esfuerzo consciente.
- Habla y memoria: efectos del envejecimiento: Esta experiencia ocurre entre
personas de todas las edades, pero se hace más común en la adultez tardía.
Estas experiencias “de la punta de la lengua” parecen relacionarse con los problemas
en la memoria de trabajo.
Los adultos mayores también muestran una tendencia cada vez mayor a cometer faltas
de ortografía con palabras que se escribe diferente a como suenan. Estos problemas
reflejan una falla de la recuperación verbal y no del conocimiento del vocabulario, el
cual, como hemos visto, por lo regular se mantiene fuerte. Las respuestas orales de
los participantes mostraron detrimento entre los 65 y los 80 años –más rápido a los
75- tanto en la complejidad de la gramática como en la profundidad del contenido
(Kember, Thompson y Marquis, 2001)

- ¿Por qué decaen algunos sistemas de memoria?: Los investigadores han ofrecido
varias hipótesis. Una aproximación se enfoca en las estructuras biológicas que hacen
funcionar la memoria. Otra examina los problemas con los tres pasos que se requieren
para procesar la información en la memoria: codificación, almacenamiento y
recuperación.
- Cambio neurológico: La disminución de la velocidad del procesamiento parece hacer
una contribución fundamental a la pérdida de memoria relacionada con la edad.
Hay diversas patologías asociadas a la memoria. Por ejemplo, la enfermedad de
Alzheimer afecta la memoria de trabajo, así como la memoria semántica y episódica;
la enfermedad de Parkinson quebranta la memoria procedimental, localizada en el
cerebelo, los ganglios basales y otras áreas.

CAMBIOS AMBIENTALES PARA LA POBLACIÓN MAYOR


Existen diversas ayudas para la adaptación de un adulto mayor en la sociedad y en el entorno,
y estas son:
 Ayudas para la visión:
 Luces de lectura más brillantes.
 Libros con letras más grandes.
 Pisos alfombrados o texturizados (no abrillantados).
 Señales habladas y visuales; señales de salida “parlantes”, aparatos que
hablan cuando se calientan, cámaras que anuncian cuando la luz es
demasiado baja, automóviles que advierten de una colisión inminente.
 Ayudas para la audición:
 Subtítulos en los televisores.
 Sistemas de altavoces y grabaciones hechas para el rango auditivo de un
adulto mayor.
 Bancos en el parque y sofás orientados o agrupados de modo que los
ancianos puedan comunicarse cara a cara.
 Ayudas para la destreza manual:
 Peines y cepillos extensibles
 Agujetas que puedan estirarse
 Cierres de velcro en lugar de botones
 Lavaplatos y herramientas de jardinería motorizadas y muy ligeras.
 Giradores en los grifos.
 Trapeadores de pie para que no tengan que inclinarse
 Giradores en los grifos.
 Trapeadores de pie para no tener que inclinarse.
 Teléfonos que se activan con la voz.
 Cremalleras más fáciles de manejar.

 Ayudas para la movilidad y la seguridad en el hogar:


 Rampas en lugar de escaleras.
 Palancas en reemplazo de perillas.
 Estantes en la parte inferior de los armarios.
 Ventanas más bajas para la gente que está mucho tiempo sentada.
 Reguladores que impiden que el agua de la canilla (llave de agua) se
caliente demasiado.
 Monitores con sensor de movimiento para poner en alerta a las personas
que viven con los adultos mayores.

 Ayuda para la seguridad de los peatones:


 Semáforos que cambian más lentamente.
 Plataformas y escalones más bajos en los autobuses.

 Ayudas para la seguridad al conducir:


 Señalamientos viales y marcas más claras en las aceras
 Automóviles programados para hacer funcionar con órdenes verbales las
ventanas, el radio, la calefacción, las luces, el limpiaparabrisas e incluso el
encendido.
 Parabrisas que se ajustan de manera automática.

 Ajustes de temperatura
 Casas y hoteles con muebles calentados
 Termostatos en cada habitación
 Ropa térmica
 Herramientas que producen calor.

MANEJO DE LA MUERTE Y EL DUELO:


Con frecuencia, las personas sufren deterioros cognoscitivos y funcionales poco antes de la
muerte. Algunas personas que están cercanas a morir tienen experiencias “cercanas a la
muerte” que pueden ser resultados de cambios fisiológicos. Elisabeth Kübler-Ross propuso
cinco etapas para afrontar la muerte: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Esas
etapas y su secuencia no son universales, pero representan al rango etario.
No existe un patrón universal del proceso de aflicción. El patrón más estudiado pasa del
choque y la incredulidad a la preocupación por el recuerdo de la persona fallecida y por
último a la resolución. Sin embargo, la investigación ha encontrado amplias variaciones y la
prevalencia de la resiliencia.
CONCLUSIÓN:
Sintetizando los aspectos anteriormente vistos, suelen ser contraproducentes en vista del
ciclo vital, ya que es la última etapa del ciclo, muchas veces se relaciona esta etapa con
enfermedades y poca productividad, pero hay que comprender que es parte de la vida y si
bien es lo último antes de la muerte se puede ver de dos modos según Erickson, la
integridad o la desesperación, el sentirse conforme con lo vivido y satisfecho con la
disyuntiva de la desesperación por estar llegando al final de su vida y todas las pérdidas
familiares de amigos o cónyuges, etc. Y mediante este informe pudimos identificar gracias
a la bibliografía los aspectos importantes del ciclo tal como los cambios físicos, sistémicos
y sensoriales, los cambios asociados a lo cognoscitivo y los cambios ambientales (del
entorno) para favorecer a la población de este rango etario, todo relacionado con los hitos,
logros y períodos críticos.
BIBLIOGRAFÍA:
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Social Sciencies.
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