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SÍNDROME DE DOWN
El Síndrome de Down (SD), también llamado trisomía 21, es la causa más frecuente de
retraso mental identificable de origen genético. Se trata de una anomalía cromosómica que
tiene una incidencia de 1 de cada 800 nacidos, y que aumenta con la edad materna. Es la
cromosomopatía más frecuente y mejor conocida.
ETIOLOGÍA
CLÍNICA
Los niños con SD se caracterizan por presentar una gran hipotonía e hiperlaxitud
ligamentosa. Fenotípicamente presentan unos rasgos muy característicos. (figura 1)
CABEZA y CUELLO:
Leve microcefalia con braquicefalia y occipital aplanado. El cuello es corto. CARA: los ojos
son “almendrados”, y si el iris es azul suele observarse una pigmentación moteada, son las
manchas de B r u s h f i e l d. Las hendiduras palpebrales siguen una dirección oblicua hacia
arriba y afuera y presentan un pliegue de piel que cubre el ángulo interno y la carúncula del
ojo (epicanto). La nariz es pequeña con la raíz nasal aplanada. La boca también es pequeña
y la protusión lingual característica. Las orejas son pequeñas con un hélix muy plegado y
habitualmente con ausencia del lóbulo. El conducto auditivo puede ser muy estrecho.
MANOS Y PIES:
GENITALES:
El tamaño del pene es algo pequeño y el volumen testicular es menor que el de los niños de
su edad, una criptorquidia es relativamente frecuente en estos individuos.
PIEL y FANERAS:
La piel es redundante en la región cervical sobretodo en el perí- odo fetal y neonatal. Puede
observarse SÍNDROME de DOWN (Trisomía 21) Mercé Artigas López 6 38 livedo
reticularis (cutis marmorata) de predominio en extremidades inferiores. Con el tiempo la piel
se vuelve seca e hiperqueratósica. El retraso mental es constante en mayor o menor grado.
2. SÍNDROME DE WILLIAMS
EPIDEMIOLOGÍA:
CLÍNICA:
ETIOLOGÍA:
MANEJO Y PRONÓSTICO:
El manejo educativo de los niños afectados por el síndrome de Williams debe abordarse
desde un marco multidisciplinar que asocie pediatras, ortodontistas, psicomotricistas,
logopedas y psicólogos. Los pacientes adultos raramente son autónomos
3. SÍNDROME DE X FRÁGIL
PREVALENCIA
La prevalencia del SXF ha sido revisada a la baja. De las estimaciones iniciales que hablaban
de 1:1.250 varones afectados en la población general, se ha pasado a una prevalencia de entre
1:4.000 y 1:6.000. La cifra para el sexo femenino es aproximadamente la mitad (1:8.000 a
1:12.000). La prevalencia de portadoras en la población está alrededor de 1:250 mujeres, la
relación con respecto a los varones portadores es de 3:1.
ETIOLOGÍA
En la mayoría de los casos se produce una expansión anómala trinucleótido compuesto por
citosina-guanina-guanina (CGG) en el gen FMR1 (Fragile X Mental Retardation 1) en una
zona no codificante situada al principio del gen (extremo 5’). En los individuos normales el
número de repeticiones de este triplete suele estar entre 6 y 55, en los individuos afectados
la expansión es superior a 200 repeticiones (mutación completa), en este caso el gen se
encuentra completamente metilado (inactivo). Esta inactivación del gen provoca la ausencia
de proteína FMRP (Fragile X Mental Retardation Protein), localizada en el citoplasma
celular, especialmente abundante en las neuronas. El déficit de esta proteína es la base del
fenotipo típico del SXF.
CLÍNICA
La característica fundamental del SXF es el retraso mental, que en los varones afectados es
de grado moderado mientras que en las mujeres es leve. Otros rasgos que suelen estar
presentes en la mayoría de los varones afectados son: cara alargada con frente amplia y
mentón prominente, orejas grandes y despegadas (Figura 1), hiperlaxitud articular (con
movilidad aumentada sobretodo en articulaciones pequeñas) y testículos grandes
(macroorquidismo) tras la pubertad (Tabla 1).
Otros hallazgos físicos frecuentes son: cabeza grande (macrocefalia), anomalías en la boca,
con paladar elevado y dientes apiñados en los maxilares, pies planos, manos con dedos
ensanchados en su extremo distal, soplo cardiaco, estrabismo (por hipotonía del músculo
ocular), otitis de repetición, sobrepeso u obesidad, hipotonía generalizada y epilepsia. En los
individuos con SXF los hallazgos clínicos pueden variar con la edad, es el caso de la laxitud
articular que disminuye con la edad, o el tamaño de los testículos que suele ser normal hasta
la pubertad (aunque se han descrito casos de niños prepuberales con macroorquidismo).
Recientemente se han descrito dos subfenotipos de aparición tardía relacionados con el SXF.
Uno de ellos aparece sobretodo en varones con premutación (PM) entre los 50 y 60 años, es
un desorden neurológico multisistémico con temblor intencional y ataxia, por ello se le
denominó Síndrome de Temblor-Ataxia asociado al SXF (FXTAS, Fragile X-associated
Tremor/Ataxia Syndrome). La incidencia de este cuadro clínico es de un 20% en varones con
PM (prevalencia 1/3.000), también se han descrito casos en mujeres, pero no suelen ser tan
frecuentes. Estos individuos además pueden presentar: parkinsonismo, déficit cognitivo
(demencia), atrofia cerebelar generalizada e impotencia.
El otro subfenotipo relacionado con el SXF afecta a mujeres premutadas y es el fallo ová-
rico prematuro (FOP), que tiene como consecuencia una menopausia precoz generalmente
antes de los 40 años con deficiencia de hormonas sexuales. Se ha observado que del 16- 20%
de las mujeres con PM presentan FOP, un porcentaje bastante superior al de la población
general (1%).
4. SÍNDROME DEL MAULLIDO DE GATO
El síndrome del maullido de gato (SMG) fue descrito inicialmente por Lejeune y cols. en
1963 (1). Como su nombre indica, el síndrome se caracteriza por un llanto débil semejante
al quejido de un gato, que suele desaparecer en los primeros años de edad.
El síndrome resulta de la delección total o parcial del brazo corto del cromosoma 5 (5p-) (de
una amplitud entre el 35 y el 55 %), siendo en más de un 80% de los casos debida a una
delección de novo (2).
EPIDEMIOLOGÍA
A pesar de estar considerado dentro de las enfermedades genéticas raras, es uno de los
síndromes autosómicos por deleción más común en humanos (3). Los primeros estudios
epidemiológicos estimaron un rango de aparición entre 1:15.000 y 1:50.000 de los nacidos,
aunque estudios posteriores han sugerido una prevalencia de 1:37.000 (3). El sexo femenino
es ligeramente más prevalente (0,82) (1,3) no habiéndose descrito diferencias en la
distribución entre razas o áreas geográficas.
La mayoría de los casos corresponde a una deleción de novo (alrededor del 80%); algo más
del 10% de los casos tienen su origen en una translocación parental, y menos de un 10% se
asocia con aberraciones citogenéticas raras (3).
Mainardi y cols. en su análisis de 80 pacientes y 148 padres, encontraron que el 77,5% de los
pacientes presentaban una deleción terminal (del extremo del brazo corto); el 8,75% una
deleción intersticial (intermedia en el brazo corto del cromosoma); un 5% de los casos
presentaron una translocación de novo; el 3,75% una translocación familiar; un porcentaje
similar al anterior mostró un mosaico con dos líneas celulares y el 1,25% presentó una
inversión pericéntrica.
Por otro lado, con frecuencia se trata de una delección de origen paterno. Distintos autores
cifran en este origen el 80-90 % de los casos.
Desde que Nieburh fuera el primero en identificar mediante análisis citogenético la región
cromosómica específica implicada en el SMG , los avances introducidos con la utilización
de análisis citogenéticos moleculares más complejos mediante técnicas de hibridación in situ
(FISH) han permitido realizar estudios más
precisos en los cuáles se han identificado áreas dentro de esta región que se corresponden
con la expresión de ciertos rasgos clínicos del síndrome .
Los puntos de rotura de la delección tienen un rango de p13 a p15.2, y dentro de este rango
se distinguen dos regiones, una asociada al llanto típico de SMG que se localiza en 5p
15.3, y otra asociada al dismorfismo, microcefalia y retraso mental, localizada en 5p.
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS GENERALES
Manifestaciones craneofaciales
Existe un pronunciado retraso mental y del desarrollo (por debajo del percentil 50 y 20
respectivamente), a pesar de ello no se ha podido asociar con anomalías estructurales
cerebrales.
Algunos autores han descrito la presencia de hipertelorismo, aunque para Niebuhr es más
correcto hablar de “ojos levemente separados” (3), y coincide con Sedano y Howard en que
el verdadero hipertelorismo está raras veces presente (7, 8).
Las principales anomalías detectadas son microretrognatia mandibular (75%), paladar ojival
(50%), y rara vez hendidura palatina (5%) (7). La mal oclusión es variable, siendo la mordida
abierta la alteración más frecuente (75%) (2). Se registran casos de hipoplasia de esmalte (7),
mala higiene oral, periodontitis crónica generalizada y retraso eruptivo (12, 13) aunque no
existen suficientes evidencias que soporten una asociación clara de estas patologías con el
síndrome del maullido de gato.
CLÍNICA
Los pacientes con SCdL presentan un fenotipo característico en el que destaca una facies
peculiar, alteraciones en las extremidades y retraso del desarrollo pre y postnatal con retraso
psicomotor/mental. Además, presentan malformaciones congénitas que afectan a distintos
órganos o sistemas, que a continuación desarrollamos.
Los rasgos craneofaciales en el SCdL incluyen microcefalia, sinofridia con cejas arqueadas,
pestañas largas y finas, nariz pequeña con puente nasal deprimido y ancho, narinas
antevertidas y un filtrum alargado y prominente. Presentan además un labio superior fino con
comisuras orientadas hacia abajo, paladar elevado, diastema dentario y micrognatia.
Los pabellones auriculares son de implantación baja y rotados hacia atrás. El seguimiento de
los individuos con sospecha de SCdL es importante ya que algunos hallazgos clínicos pueden
pasar inicialmente desapercibidos.
Las extremidades inferiores se afectan con menor frecuencia, siendo la alteración más común
una sindactilia parcial del segundo y tercer dedo.
Otro de los hallazgos más habituales en pacientes con SCdL es el retraso psicomotor/mental.
El rango de éste es muy amplio y puede ir desde un cociente intelectual (CI) normal o
borderline con problemas de aprendizaje, hasta una deficiencia mental profunda. Todas las
áreas del desarrollo intelectual suelen estar afectadas, pero la del lenguaje es la más
importante. La memoria visual/espacial suelen estar respetadas. Los problemas de
comportamiento son frecuentes, destacando la hiperactividad y déficit de atención,
agresividad, episodios de autolesiones, timidez extrema, perseverancia, comportamiento
obsesivo compulsivo y depresión, y necesitan de un seguimiento continuo.
Es también muy común el retraso de crecimiento intrauterino y postnatal. Los recién nacidos
con CdL suelen tener un peso, talla y perímetro cefálico por debajo del percentil 3,
habiéndose desarrollado curvas de crecimiento específicas para este síndrome. Los
problemas de alimentación en los primeros meses o años de vida (muchos necesitan sonda
nasogástrica) contribuyen a la persistencia de este problema. Desde el punto de vista
neurológico se sabe que alrededor del 23% de estos pacientes presentan ataques epilépticos,
que se controlan en la mayoría con un tratamiento adecuado.
Hay pacientes con neuropatía periférica y una alta tolerancia al dolor. Puede existir
inicialmente una tendencia a la hipertonía, pero es más frecuente la presencia de hipotonía;
los reflejos suelen ser normales. Las alteraciones del sueño también suelen ser frecuentes.
Los hallazgos neuroradiológicos más significativos son ventriculomegalia, aumento del
espacio subaracnoideo (cisternas basales), atrofia de la sustancia blanca, principalmente a
nivel de lóbulos frontales, o hipoplasia del tronco encefálico. Dentro de las alteraciones del
aparato digestivo el reflujo gastroesofágico (RGE) es muy frecuente en estos pacientes
(>90%) y a menudo requiere intervención quirúrgica.
El desarrollo del esófago de Barrett, la hernia diafragmática y la estenosis esofágica también
son frecuentes. Además, se han descrito algunos casos de estenosis pilórica, mal rotación y
un aumento del riesgo de formación de vólvulos.
Más del 40% de los individuos presentan malformaciones genitourinarias, entre las que se
encuentran las anomalías estructurales del tracto urinario, el reflujo vesiculouretral, la
dilatación de los cálices renales o el riñón displásico. Un alto porcentaje de estos pacientes
presentan anomalías genitales. En los varones es habitual la criptorquidia, también puede
existir hipostasias o micropene. En las niñas es frecuente la hipoplasia de labios mayores.
Los cambios puberales suelen producirse a la edad correspondiente o con sólo un ligero
retraso. En el aparato auditivo se ha observado que la presencia de estenosis auditiva externa
predispone a episodios frecuentes de otitis media y sinusitis. El 60% de los pacientes con
SCdL presentan pérdida de audición, neurosensorial o de transmisión, por lo que se
recomienda comprobarla periódicamente.
6. SÍNDROME DE PRADER-WILLI
El síndrome de Prader-Willi (SPW) es una enfermedad genética rara, caracterizada por una
disfunción hipotálamo-hipofisaria asociada a una hipotonía grave durante el periodo neonatal
y los dos primeros años de vida. Después de la primera infancia y durante la edad adulta los
principales problemas son la aparición de hiperfagia con riesgo de obesidad mórbida,
dificultades de aprendizaje y problemas conductuales, e incluso importantes trastornos
psiquiátricos.
EPIDEMIOLOGÍA:
CLÍNICA:
Al nacimiento, estos niños presentan una hipotonía especialmente grave que mejora
parcialmente, lo que explica los problemas de succión-deglución y el retraso en el desarrollo
psicomotor. Con frecuencia se observan rasgos faciales característicos (frente estrecha, ojos
almendrados, labio superior fino y comisuras de la boca hacia abajo), así como pies y manos
muy pequeños. Desde los dos años de edad, existe un riesgo de obesidad grave, debida a la
hiperfagia con ausencia de saciedad que se agrava rápidamente y explica una gran parte de
la morbilidad y mortalidad de estos pacientes. Se observan anomalías hipotálamo-
hipofisarias asociadas a un retraso estatural debido a una deficiencia de la hormona del
crecimiento y un desarrollo pubertario incompleto. Generalmente, la discapacidad intelectual
no es grave y varía mucho de un niño a otro. Está asociada a dificultades de aprendizaje y de
expresión oral agravadas por problemas psicológicos y conductuales cuando están presentes.
Se trata de una afectación muy heterogénea en el plano clínico y genético. Actualmente existe
un consenso entre los expertos sobre el hecho de que la sospecha diagnóstica de la
enfermedad es clínica (critères d'Holm et al. de 1993, revisados en 2001) y que la
confirmación es genética.
ETIOLOGÍA:
Está causado por una anomalía del cromosoma. Estas anomalías genéticas son a menudo
accidentales y esporádicas y la recurrencia familiar es muy poco frecuente, lo que hay que
explicar a las parejas afectadas durante una consulta de asesoramiento genético.
MANEJO Y PRONÓSTICO:
En 1965, el Dr. Harry Angelman, médico inglés, describió por primera vez a tres niños con
características similares, ahora conocidas, como el síndrome de Angelman (AS). Él notó que
todos tenían rigidez, andar espástico, ausencia de habla, risa excesiva y crisis convulsivas.
La enfermedad fue considerada sumamente rara, y muchos médicos dudaron de su existencia.
El diagnóstico fue puramente clínico.1,2 Casos de AS se han reportado en casi todos los
países del mundo, entre grupos raciales distintos. En América del Norte, la gran mayoría de
casos conocidos parecen ser de origen caucásico. La incidencia exacta de AS es desconocida,
y estimaciones de 1 caso por cada 12 000-20 000 nacimientos, parecen razonables.
Durante el proceso de la batalla de ideas, el 27 de julio del 2001, por orientación del
Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, se inicia el estudio a personas con retraso mental y
otras discapacidades. Como parte de este programa se realizó el estudio genético de los
pacientes, con el objetivo de lograr un diagnóstico certero de las causas de la enfermedad que
padecían. En este proceso de diagnóstico, se encontraron casos, cuyas características clínicas
se corresponden con el denominado síndrome de Angelman, y que hasta el momento tenían
el diagnóstico de parálisis cerebral infantil. Por lo infrecuente de dicha patología en nuestro
medio, y por el hecho de que una de las pacientes que asistía al Centro de Rehabilitación
Integral Pediátrico (CRIP) "Senén Casas Regueiro", fue diagnosticada con esta enfermedad,
nos dimos a la tarea de revisar lo que la literatura médica recoge sobre este síndrome, y
compararlo con los hallazgos encontrados en la paciente, con el fin de que sirvan para
aumentar el nivel de conocimientos de los profesionales de la salud.