Tarea 7.

El Internet de las cosas (IoT) es una herramienta tecnología que impactará el mundo en

los próximos años. Esta tecnología consiste en lograr el máximo potencial de las cosas o aparatos

conectándolos al Internet u otro tipo de radio frecuencias tecnológicas (RFID o SMS) mediante

unos sensores que son capaces de lograr que se realice todo lo que esté al alcance de la

imaginación del ser humano (Warren, Streeter& Whyatt, 2015). Actualmente, se identificado que

existen unos 10 billones de estos aparatos en uso y se espera que para el 2020 aumente a unos 30

billones (Warren, Streeter& Whyatt, 2015). Los aparatos que comúnmente se encuentran

conectados a estos sensores son computadoras, automóviles, teléfonos móviles, ropa,

refrigeradores, alimentos, plantas, aviones y personas (Warren, Streeter& Whyatt, 2015). Por

tanto, este tipo de tecnología ya está siendo beneficiosa para ciertos tipos de industrias. En este

breve ensayo seleccionamos la industria de energía y la de transportación porque nos parecen

que son las tienen un mayor potencial de beneficiarse de esa interconexión en un futuro no muy

lejano.

En el caso de la industria de energía ésta se beneficiaría de una manera especial porque

no se tendría que cambian toda la infraestructura para poder hacer uso de esta nueva tecnología.

La tecnología de las cosas promovería un servicio más seguro y de mejor calidad, a la misma vez

que se mantienen los precios competitivos y un servicio eficiente (Lontoh, 2016). La

infraestructura de energía puede irse transformando a la misma vez que sigue funcionando. Esto

se debe a que los aparatos IoT solamente serán conectados a los aparatos energéticos existentes,

sin tener que reemplazar nada de lo que está en uso (Lontoh, 2016).

Otro elemento importante que traería esta tecnología es en costo de operaciones de los

negocios. La tecnología va a fomentar una mayor eficiencia en la empresa de energía porque le

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permite integrar medios de producción de energía renovable y distribuirlas a través del sistema

protegiendo la infraestructura del desgaste y las operaciones en cuanto a los costos de producción

(Lontoh, 2016). En segundo lugar, las empresas de energía podrán mejorar el tiempo de

respuesta para reparar averías y así como para identificar las áreas en donde se necesita

mantenimiento mediante la implementación de análisis predictivos de mantenimiento o que

puedan identificar las áreas que están sin servicio o que por alguna razón están próximas a

colapsar y poderlas reparar antes de que suceda la interrupción del servicio (Lontoh, 2016).

En el caso de la transportación, no solamente este servicio se puede ver impactado

positivamente en su eficiencia, sino que en la transmisión de la información que se necesita para

que las personas lleguen a sus destinos a tiempo y a salvo. Los sensores podrían ser utilizados

para controlar los semáforos y demás letreros en las carreteras, pero también las torres de control

de los aeropuertos. Estos sensores pueden ser conectados a los autos para evitar accidentes.

Además, los controles robots pueden ser programados para que mantengan el flujo de las

carreteras, puertos, aeropuertos y vías de tren trabajando eficientemente. Al igual que ocurre con

la industria de energía, los sensores y otra programación se puede utilizar para identificar las

áreas en donde sea necesario ofrecer mantenimiento. (Warren, Streeter& Whyatt, 2015)

La transportación mediante esta nueva tecnología mejoraría la cadena de distribución de

las empresas al hacerlas más eficientes. Esta mejora en la cadena de distribución, no solamente

se daría en el menor tiempo de espera, sino que en términos de menor cantidad de mercancía

perdida o dañada, así como en unos menores costos de transporte. Esto a su vez tiene un efecto

positivo en el planeta porque probablemente al ser la transportación más eficiente se reduce la

contaminación que se produce por los gases que emiten los medios de transportación. A parte de

verse beneficiada la empresa, el consumidor se ve impactado positivamente porque mejora la

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cadena de valor. El consumidor tendrá que esperar menos tiempo por el producto, además de

beneficiarse económicamente si los costos de transportación bajan y esa reducción se aplica al

precio de compra.

En ambos casos el consumidor se vería positivamente impactado sobre todo en cuanto a

generar economías, ya que con este tipo de energía puede conectar todos los equipos de su casa

para que funcionen inteligentemente y mantengan un menor consumo de energía. Igualmente, se

puede conocer de ante mano de haya desperfectos en los equipos o cuando será necesario

reemplazar o dar algún tipo de mantenimiento antes de que la persona se quede sin un aparato

que sea necesario en el hogar. En la transportación, ya existen automóviles que tienen sensores y

cámaras que permiten realizar maniobras de estacionamiento más fácilmente, además de prevenir

accidentes porque le indica al conductor cuando está cometiendo algún error al conducir.

Como toda tecnología, la IoT tiene sus desventajas. Sea cual sea la industria una de las

mayores desventajas es que estamos dejando el control de las cosas en las máquinas, las cuales

se controlan por un medio virtual que no vemos. En segundo lugar, es sumamente peligroso dejar

que las máquinas controlen todo, aparte de los problemas que pueden surgir en su operación si

no son monitoreadas adecuadamente. Podemos los humanos en algún momento determinado

perder la capacidad de tomar decisiones, la privacidad de nuestra información o vida personal o

poner en las manos menos indicadas la función de manejar las instrucciones o información que

utilizarán las máquinas para realizar sus funciones. Esto nos lleva a una tercera desventaja que es

la posibilidad que la la información sea robada o alterada por intrusos que se meten en la red a

cometer actos como estos, poniendo en peligro la seguridad de todos si las maquinas comienzan

a funcionar inadecuadamente. Por último, las máquinas carecen de ciertas capacidades que tienen
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los humanos que los hacen más sensibles y capaces de responder a los cambios repentinos en el

entorno.

No solamente tenemos estos problemas con las maquinas dominando el mundo, sino que

en términos económicos y sociales nos enfrentaríamos a unos serios problemas. En primer lugar,

convertir todos los aparatos que tenemos en IoT es oneroso. No es solamente conectar un sensor

y ya estamos en la nueva tecnología, ya que hay ciertas características que tienen que tener los

aparatos para que logren la conectividad. Esto aplica a las dos industrias que hemos mencionado

en este ensayo, ya que, aunque no tengan que reemplazar su infraestructura tendrían que invertir

en los equipos que hacen la transformación al IoT. Por tanto, al principio no se verán esos

beneficios económicos que mencionamos anteriormente porque el retorno de la inversión vendrá

a un mediano plazo. En segundo lugar la economía, pero en especial la sociedad se vería afecta

con un posible aumento en el desempleo. Muchas funciones que se realizan en las industrias

estudiadas podrían ser realizadas con la nueva tecnología, lo que hace que ese empleado no sea

necesario. La economía pierde porque ese empleado queda desplazado, no tiene un ingreso por el

cual va a tributar ni con qué consumir. Por otro lado, la sociedad se vería afectada porque la

familia de ese empleado va a sufrir las consecuencias del desempleo.

Referencias

Canton, J. (2015). Future smart: Managing the game-changing trends that will transform your
world. Filadelfia, PA: Da Capo Press.

Lontoh, S. (2016). Why does the Internet of thing means for the energy sector? World Economic
Forum. Recuperado de https://www.weforum.org/agenda/2016/06/what-does-the-internet-
of-things-mean-for-the-energy-sector/

Warren, P., Streeter, M., & Whyatt, J. (2015). Can we make the digital world ethical? A report
exploring the dark side of the Internet of things and big data. (s.l.): IT Governance
Publishing.