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Contra la responsabilidad Subjetiva

Vecchio Maximiliano.

Hospital de agudos D. Paroissien (La Matanza)


Eje: Admisioó n

Resumen: Se consideran en este trabajo los insistentes planteos conceptuales realizados


por el establishment psicoanalítico contemporáneo, con preeminencia de corrientes
doctrinarias post lacanianas, en torno a la llamada “clínica de la responsabilidad subjetiva”.
Se establecen incidencias , criticas y algunas consecuencias acerca de su aplicación por
parte de psicoanalistas, con independencia de su momento formativo y caudal de
experiencia, en los dispositivos encargados de la admisión de pacientes de salud mental y
de consultorios externos (tratamientos psicoterapéuticos de orientación psicoanalítica) El
escrito se refiere a la revisión de los sustentos epistémicos que subyacen a la práctica de la
clínica que postula, entre sus más importante principios, la no posibilidad de ejercer el
psicoanálisis en tanto no se trabaje en la vía de la responsabilidad subjetiva . Entre ellos se
señalan la indispensabilidad de la existencia de un cuerpo bajo su forma tridimensional, la
noción de individuo moderno, la prioridad sustancialista, la ontología y el parte-extra-parte
cartesiano.

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Ya sea cuando damos la bienvenida al hospital bajo las condiciones del dispositivo de admisión,
o tanto cuando damos inicio y desarrollo a un “buen trato” en los consultorios externos, la
llamada clínica de la responsabilidad subjetiva puede hacer allí su aparición. Se indica que en
algunos casos su carácter irruptivo no respeta por momentos el espíritu advertido del
profesional que la convoca, desconociendo en oportunidades su requerimiento. No obstante, la
mayoría de veces se la reclama ex profeso.

Se la invoca con el paciente in situ, cuando se lo piensa cooperativamente, o cuando se escribe


de él. Ahora bien, ¿Cómo aparece? ¿Cuáles son sus rasgos? Podemos enumerar algunos. Entre
colegas se dice: “Que el paciente se haga cargo de su goce, que se responsabilice por su
satisfacción”. Con el paciente durante la entrevista no faltan las formas remozadas y
condimentadas del “¿usted que tienen que ver en aquello de lo que se queja? Podemos añadirle
la insistencia del facultativo en torno a que el paciente hable de él. Es más, se pide, en función
de promover una mayor autenticidad en la demanda, por la responsabilidad de la dominancia
del inconsciente, por el dominio del discurso del amo, como si el discurso fuese propiedad
privada de alguien. ¿Cómo hacerse responsable de un acto que no se domina? “Doctor, vengo a
verlo porque estoy 3 horas lavándome las manos”. “¿Y por qué lo hace?” “Ah, no tengo la
menor idea, por eso vengo a verlo” ¿Qué hacemos con eso que se impone? Algunos dirán que
hay que hacerse responsable.
Diario página 12, escribe un prestigioso psicoanalista español. En la bajada de artículo dice:
“Aun en “depresiones crónicas” existe la posibilidad de que un sujeto logre hacerse responsable
de aquello mismo de lo que se queja, y esto puede suscitar un vuelco en su actitud ante la vida.
Una vez situada cierta modalidad de goce e indicadas las vías por las que sus consecuencias se
imponen para el sujeto, le queda la posibilidad de hacerse responsable de él.” 1

Entonces, definimos la responsabilidad subjetiva como la clínica en donde el paciente debe


hacerse cargo de su padecer. Clínica que introduce el riesgo de precipitar la consideración de un
sujeto moderno, unificado en sus actos y, por lo tanto, causante, culpable de su accionar .
Podemos hallar dos antecedentes importantes que hacen las veces de cemento para sostener
esta idea. El primero es de Freud. En 1925, en “la responsabilidad moral por el contenido de los
sueños”2 , señala que no se está en el campo del psicoanálisis sino se trabaja con la
responsabilidad del paciente por los contenidos del inconsciente. Tampoco duda en atribuir al
“propio ser” la responsabilidad por los impulsos del ello. El segundo antecedente es la
interpretación de la rectificación subjetiva de J Lacan en el siguiente sentido: Que la persona se
dejara de quejar para que se hiciera responsable de su asunto, que se hiciera responsable de él.
Con eso establecido, se apunta a admitir que las cosas salen del interior de alguien. Si
pensamos que alguien tiene que hacerse cargo de eso, estamos haciendo análisis de yo y no
análisis de discurso, que es discurso del Otro tal como lo argumenta Lacan. Es más, responder
por el yo solo nos habilita a darle curso a una ficción discursiva de la ideología moderna.
Sabemos que la responsabilidad subjetiva no se encuentra en la obra de Lacan pero sí en el
código civil3. Allí se dice que habrá responsabilidad subjetiva en tanto haya culpa. Por lo tanto,
nos preguntamos por qué habita la necesidad del psicoanalista de requerirla, de acentuarla, ya
que nuestros pacientes neuróticos, por ejemplo, vienen ya en posición culpable. Nuestro
argumento se enfatiza más en los casos de psicosis, donde la “inimputabilidad” del paciente
por la causa del padecimiento es bien clara. En ese punto recordemos que Lacan señala que el
psicótico es fruto de al menos el trabajo de dos generaciones, siendo él la tercera 4
¿Cuál es la idea de neurosis con la cual trabajamos? Si alguien es responsable, es culpable
¿estamos trabajando con la idea de que el neurótico es una especie de criminal? ¿Cuál sería su

1
Berenguer E. ¿“Yo, responsable de mi queja? http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-82091-
2007-03-22.html
2
Freud, S. (1973): “La responsabilidad moral por el contenido de los sueños”. En Obras Completas, T.
III. Madrid: Biblioteca Nueva. pp.135–136
3
Coó digo civil argentino. Disponible https://temasdederecho.wordpress.com/tag/responsabilidad-
civil-subjetiva/
4
Lacan, J. (1967 “Discurso de clausura de las Jornadas sobre la psicosis en el niño". Disponible en
http://elpsicoanalistalector.blogspot.com.ar/2007/11/re-post-jacques-lacan-discurso-de.html
crimen no catalogado en el código? Usualmente lo que se arguye en esa instancia es el
beneficio que se obtiene, su goce. Goce del cual tendría que renunciar para que el análisis opere.
Entonces, en esa dirección hacemos responsable a la persona en sintonía con los ideales
modernos occidentales, muy razonables. También volvemos directamente al problema de la
voluntad, ya que si es responsable por lo que dijo es lo que quiso decir. El resultado: El reino de
la voluntad en el inconsciente, o sea, la desaparición del inconsciente.
Ahora bien, ¿la posición del analista no es justamente la de no suponer que lo que el paciente
diga lo dice él? ¿No tenemos nosotros, ahí si la responsabilidad, del leer de dónde viene eso que
se dice, independientemente de quien lo diga, aunque se diga a través de la boca de alguien?
Se insiste en que no hay garantías, que no hay Otro del Otro, algunos directamente que no hay
Otro. Surge la pregunta acerca de si no se intenta de ese modo instaurar mediante la clínica de
la responsabilidad alguna zona de garantía. Por lo menos tendríamos algún referente concreto.
¿No debe el psicoanalista hacer la admisión de que algo “se piense” sin que haya personas de
carne y hueso pensando? 5
No tomar la vía de la responsabilidad subjetiva no implica caer en cuestiones del destino. La
noción de estructura nos permite estar alejado de eso. Según Derrida, La estructura no marca
thelos6 (destino) Los significantes copulan entre sí, el significante juega y gana, no va para
ningún lado. Sí hay repetición. Hay que subrayar que la estructura tampoco tiene origen ni
centro. Umberto Eco, en “La estructura ausente” también deja bien claro lo que ocurre con la
responsabilidad subjetiva en relación a la noción de estructura. Cito: “El universo de los mitos y
el lenguaje es la escena de un juego que se desarrolla a espaldas del hombre y en el que no está

5
Hay varios lugares donde Lacan trabaja este asunto. Dejamos algunas citas. Lo que se escribe, de la
Cosa, hay que considerarlo como lo que se escribe proveniente de ella, no de quien escribe (lacan, j.
seminario xix. clase 6 del 08-03-72. inédito)
“Su descubrimiento consistía en haber deletreado el inconsciente, y desafío a quienquiera que diga que
se trata de algo distinto de esta observación, que hay un saber perfectamente articulado del que,
hablando con propiedad, ningún sujeto es responsable!” (Lacan, J. El Seminario. Libro 17. Buenos Aires:
Paidós. 1992. pp. 81-82)
“Efecto de lenguaje por nacer de esa escisión original, el sujeto traduce una sincronía significante en esa
primordial pulsación temporal que es el fading constituyente de su identificación. Es el primer
movimiento.
Pero en el segundo, toda vez que el deseo hace su lecho del corte significante en el que se efectúa la
metonimia, la diacronía (llamada "historia") que se ha inscrito en el fading retorna a la especie de fijeza
que Freud discierne en el anhelo inconsciente (última frase de la Traumdeutung). Este soborno segundo
no cierra solamente el efecto del primero proyectando la topología del sujeto en el instante del fantasma;
lo sella, rehusando al sujeto del deseo que se sepa efecto de palabra, o sea lo que es por no ser otra cosa
que el deseo del Otro.
En esto es en lo que todo discurso está en el derecho de considerarse, de ese efecto, irresponsable.
(Posición del inconsciente. Escritos Tomo II. Siglo XXI. Pág. 815)

6
Derrida j. (1966) la estructura, el signo y el juego en el discurso de las ciencias humanas. Disponible en
http://www.jacquesderrida.com.ar/textos/estructura_signo_juego.htm
implicado el hombre más que como voz obediente que se presta a expresar una combinatoria
que lo supera y lo anula como sujeto responsable.”.7
Para que haya responsabilidad subjetiva tiene que haber todo lo contrario a lo postulado por J
Lacan. Tiene que haber ontología (que lo que es, sea), tiene que estar el partes extra partes
cartesiano (el espacio ocupado por un cuerpo en determinado instante, no puede ser ocupado
por otro cuerpo en el mismo instante), tiene que haber un interior de alguien. El historiador
Alain de Libera señala que la idea de responsabilidad es la manifestación del triunfo definitivo
de la tendencia subtancialista en occidente. 8
Para Lacan el inconsciente es el discurso del Otro y está estructurado como un lenguaje. ¿Donde
queda lo interior ahí? J. Lacan propone como condición sine qua non del sujeto su inmixiòn en
otredad9. Una mezcla con el Otro que diluye el partes extra partes cartesiano.
Decimos que es en la persona que consulta donde el zapato empieza a apretar, cuestión que no
implica suponerlo responsable por el asunto.
En los espacios donde los profesionales piensan lo sucedido en las admisiones se suele decir,
por ejemplo, que el paciente no presentaba una demanda autentica. Que no se implica
directamente o que habla de otros. Precisamente, creemos que es de eso hay que hablar.
“Licenciado, lo vengo a ver porque me manda mi mujer”. Bueno, tendrá que hablar de su mujer.
Ese debe ser el asunto.
Una mujer consulta porque no tiene pareja, dice que los chicos no la miran. Va a los boliches y
nadie la saca a bailar. ¿Podemos aceptar eso como un síntoma? ¿Puede ser que a veces sea en el
cuerpo del Otro donde habite el problema? ¿Dónde está el asunto allí? En los muchachos. ¿Que
habría que trabajar allí? De porque el otro no la mira.
Una joven de 22 años consulta luego de haber estado internada en la guardia por intento de
suicidio. Dice que tiene crisis nerviosas en su casa, que es bipolar para toda la vida (así le dijo el
psiquiatra que la sigue). Se hace responsable de todos los inconvenientes que suceden en su casa
(padre alcohólico, una hermana mayor que la maltrata, un cuñado que intento matarla en
Nochebuena, su novio que le roba para comprar cocaína). Supone que la causa de su padecer
esta en ella, para ser más específicos, de su cuerpo. Si ya se presume culpable de lo que le pasa,
¿hay que hacerla responsable otra vez? Freud le hubiese dicho “todo muy lindo lo de su
familia” pero “¿Qué lugar ocupa usted? Hable de usted”. Con Lacan ofertamos el
“cambalache” “el cuaternario” el saber sobre eso que le permita dejar el lugar de pura perdida,
sacrificial, sin beneficio propio.

7
Eco U. (1974) “La estructura ausente. Introduccioó n a la semioó tica” Editorial Lumen . Barcelona p.
352
8
De Libera A. (1991) “Pensar en la edad Media” Anthropos, 2000. España Pag 142.
9
Lacan J. (1966) “Acerca de la estructura como mixtura de una Otredad, condición sine qua non de
absolutamente cualquier sujeto”. Inédito
La verdad habla sola. Lacan dice: “yo, la verdad, hablo” 10. Es una instancia que habla sola y que
muerde en los cuerpos. Se presencia en la admisión como el desconocimiento de una paternidad
sustituta con fines altruistas muerde en el cuerpo de un niño. El establecimiento de un secreto
familiar que se intenta reprimir y que aparece bajo la forma de síntomas en el cuerpo del niño.
Es lo que pasa cuando nos creemos dueños de la verdad, que se pretende reprimir. Lo que
elegantemente sacamos por la puerta, retorna, en el mejor de los casos, tocando la ventana de
manera sutil. En otros casos, rompe paredes.
Entonces, Somos responsables de que la responsabilidad que trae el paciente se desvanezca.
Porque si lo hace, habrá transferencia.
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Bibliografía
-Berenguer E. ¿“Yo, responsable de mi queja? http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-82091-
2007-03-22.html

-Coó digo civil argentino. Disponible https://temasdederecho.wordpress.com/tag/responsabilidad-


civil-subjetiva/

-De Libera A. (1991) “Pensar en la edad Media” Anthropos, 2000. España

-Derrida j. (1966) la estructura, el signo y el juego en el discurso de las ciencias humanas. Disponible en
http://www.jacquesderrida.com.ar/textos/estructura_signo_juego.htm

-Eco U. (1974) “La estructura ausente. Introducción a la semiótica” Editorial Lumen. Barcelona

-Freud, S. (1973): “La responsabilidad moral por el contenido de los sueños”. En Obras Completas, T. III.
Madrid: Biblioteca Nueva
-Lacan J. La Cosa Freudiana, Escritos I, México, Siglo veintiuno.
-Lacan J. (1966) “Acerca de la estructura como mixtura de una Otredad, condición sine qua non de
absolutamente cualquier sujeto”. Inédito

-Lacan J. Posición del inconsciente. Escritos Tomo II. Siglo XXI


-Lacan, J. El Seminario. Libro 17. Buenos Aires: Paidós. 1992
-Lacan, J. (1967 “Discurso de clausura de las Jornadas sobre la psicosis en el niño". Disponible en
http://elpsicoanalistalector.blogspot.com.ar/2007/11/re-post-jacques-lacan-discurso-de.html

10
Lacan J. La Cosa Freudiana, Escritos I, México, Siglo veintiuno, 1998, pg. 391.

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