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Resumen Derecho Penal II: Parte Especial tema 1 a 18

Derecho Penal II (UNED)

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DERECHO PENAL II
PARTE ESPECIAL.

TEMA 1
HOMICIDIO

I. HOMICIDIO.
1. Cuestiones previas.
En primer lugar hay que cuándo comienza y cuándo se extingue la vida.
a) Comienzo de la vida a efectos del homicidio.- Existen diversos criterios usados
por la doctrina, pues el CP no da una definición al respecto. La doctrina mayoritaria se
inclina por considerarse objeto de homicidio la persona nacida, es decir, la que está
separada del claustro materno. La solución no es sencilla y plantea problemas de
diferenciación con el aborto, especialmente cuando la muerte se produce durante el
parto.
b) Límite de la vida.- El derecho penal mantiene la protección de la persona hasta
que deja de existir, por muy precario que sea su estado vital, incluso los condenados a
muerte están protegidos. Para determinar el momento de la muerte hay que tener en
cuenta lo que se establece en la Ley sobre extracción y trasplante de órganos, que
previamente requiere la comprobación de la muerte, a través de la certificación por
médicos cualificados, distintos a los que hayan de intervenir en la extracción o
trasplante.

2. Homicidio.
Dice el art. 138 CP: “El que matare a otro será castigado, como reo de
homicidio”.
Pena: Prisión de 10 a 15 años.
El bien jurídico protegido es la vida humana independiente.
El sujeto activo puede ser cualquiera; al igual que el sujeto pasivo, si bien hay
que tener en cuenta lo dispuesto anteriormente para evitar confusiones con el aborto.

3. Acción.
Viene determinada por el hecho de matar a otra persona. Es necesario que entre
la conducta exterior encaminada a producir la muerte y el resultado exista relación de
causalidad; pues si no fuese así no sería responsable de homicidio consumado. Por
ejemplo, una persona dispara a otra con intención de matarlo, pero solo logra herirlo, se
penará como reo de homicidio en grado de tentativa.

4. Formas.
El CP recoge dos tipos de homicidios, el doloso, y el cometido por imprudencia.
Para que pueda darse el homicidio doloso es necesario que el sujeto activo tenga
intención de matar (animus necandi). Aunque la prueba del dolo conlleva serias
dificultades, especialmente cuando existe confusión con la intención de lesionar
(animus laedendi).
Es fácil que una persona con intención de matar a otra y no lo consiga, causándole lesiones, diga
a posteriori que su intención era lesionar y no matar. La jurisprudencia establece que para diferenciar la
intención de matar o lesionar, habrá que valorar una serie de elementos, entre ellos: a) los antecedentes de
hecho y las relaciones entre autor y víctima; b) la clase de arma utilizada; c) la zona o zonas del cuerpo
hacía donde se dirige la agresión; d) el número de golpes o agresiones inferidos; e) las palabras que

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acompañaron al ataque; f) las condiciones de lugar, tiempo y circunstancias conexas de la acción; g) la


causa o motivación de la misma; h) la entidad y gravedad de las heridas causadas.
Para la perfección del homicidio es suficiente el dolo eventual; es decir, que el
sujeto, como consecuencia de su acción, se le presente la posibilidad de que la muerte se
produzca, y no obstante persista en la acción y acepta el resultado.
El sujeto activo puede incurrir en error en el golpe, es decir queriendo dar
muerte a una persona mata a otra. El error in persona no exime de la comisión del delito
de homicidio o asesinato.

5. Homicidio por omisión.


Se produce cuando la persona encargada de proteger la vida de otro (garante),
con su conducta pasiva, de no hacer, no evita la muerte, siempre que pudiera hacerlo.
Normalmente la posición de garante nace de una obligación legal o contractual, o
cuando el deber de actuar se deriva del riesgo creado por el propio omitente.
Es posible tanto la coautoría como la complicidad por omisión.
En los supuestos donde el sujeto no esté en situación de garante, cabe plantear la
obligación de evitar la muerte de otro, que de no hacerlo se podría incurrir en un delito
de omisión del deber de socorro del art. 195 CP, o incluso del deber de impedir
determinados delitos del art. 450 CP.

6. Causas de justificación.
La más frecuente es la legítima defensa (art. 20.4 CP), siendo necesario que
concurran los requisitos necesarios: “Agresión ilegítima, necesidad racional del medio
empleado para impedirla o repelerla, y falta de provocación suficiente”.
Otra causa de justificación es la de cumplimiento de un deber o el ejercicio
legítimo de un derecho, oficio o cargo (art. 20.7 CP). Incluso puede concurrir el estado
de necesidad (art. 20.5 CP).
La doctrina y la jurisprudencia parecen admitir la concurrencia conjunta de las
eximentes previstas en los apartados 4 y 7 del art. 20 CP. Si bien, los agentes de la
autoridad en el uso de la violencia, y en especial en el uso de las armas de fuego, no
pueden exceder más allá de lo permitido por la Ley; pues el exceso no está amparado
por la Ley.

7. Formas de ejecución.
Junto a la consumación se puede dar la tentativa. La tentativa puede ser acabada
(el sujeto practica todos los actos de ejecución) e inacabada (no los practica todos).
Es necesario, en todo caso, que exista el objeto del delito, es decir, si una
persona dispara a otra con intención de matarla, pero resulta que ya había fallecido
previamente, la conducta sería impune.
Es posible que exista desistimiento en la ejecución o impedir el resultado, en tal caso la conducta
quedará impune o se aplicará un delito de lesiones, según el caso.

8. Autoría y participación.
En el homicidio cabe la autoría directa, la inducción, la cooperación y la
complicidad, según lo previsto en los arts. 28 y 29 CP.
La coautoría no es la suma de autorías individuales, sino una forma de
responsabilidad por la totalidad del hecho, que consiste en la participación eficaz en la

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ejecución del delito, tras el acuerdo previo. El simple acuerdo, sin una posterior
participación eficaz, no es suficiente.
En la cooperación necesaria el sujeto contribuye a la ejecución del hecho típico
no de modo directo, sino con actos necesarios, como puede ser facilitar el arma.
Requiere el conocimiento de la acción y las circunstancias esenciales.
También cabe la inducción.

9. Provocación, conspiración y proposición.


El art. 141 CP castiga con pena inferior en uno o dos grados la provocación,
conspiración y proposición para cometer el delito de homicidio.
Estas formas solo se castigaran cuando se establezca expresamente en el CP.
Si se inician los actos de ejecución, tanto la conspiración como la proposición
quedan subsumidas en dichos actos. Cabe el desistimiento en estas figuras.
En la provocación no se da relación de actos ejecutivos entre quien provoca y el
provocado. El provocador comete el delito, tenga éxito o no en su actuación.

II. HOMICIDIO POR IMPRUDENCIA.


1. Homicidio por imprudencia grave.
a) Tipo básico: se contempla en el art. 142.1 CP donde se castiga como reo de
homicidio imprudente al que por imprudencia grave causare la muerte de otro.
Pena de 1 a 4 años.
Son requisitos:
1.- La imprudencia: la jurisprudencia exige una acción u omisión no dolosa, y una
relación de causalidad entre el resultado y la conducta del autor. La conducta ha de ser
querida por el autor, y ha de infringir una norma de cuidado, produciendo un resultado
lesivo o poniendo en peligro el bien jurídico.
Actúa culposa o imprudentemente quien omite la diligencia debida; no debe existir dolo
de matar (animus necandi). Se trata por tanto de la inobservancia de las normas de
cuidado, lo cual no debe suponer, necesariamente, una transgresión de las leyes o
reglamentos. Es necesario para la infracción de tal deber, que el resultado haya sido
previsto o al menos sea previsible y también que el resultado fuera evitable.
2.- Resultado y relación de causalidad: es necesario que se produzca un resultado lesivo
atribuible a la actuación descuidada. Estamos ante un delito material o de resultado
3.- Sujeto activo: puede ser cualquiera. No así en el caso de la imprudencia profesional.
Caben también los supuestos de coautoría.
4.- Concurso: cuando concurren varios resultados a causa de una misma acción, el TS
venía entendiendo que existía un solo delito. En realidad se trata de un supuesto de
concurso ideal (art. 77 CP).
b) Homicidio imprudente ocasionado con vehículo de motor o arma de
fuego. Se contempla en el art. 142.2 CP.
Pena de 1 a 4 años, y privación del derecho a conducir o de tenencia y porte de armas de 1 a 6
años.
El delito debe realizarse en la ejecución de tales actividades, pues el tipo penal
es claro, al utilizar la expresión “utilizando”.

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c) Homicidio por imprudencia profesional. Contemplado en el art. 142.3 CP.


Pena de 1 a 4 años, e inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo de 3 a 6 años.
Debe entenderse por imprudencia profesional la que se produce no solo en el
desarrollo de una actividad profesional, sino específicamente debida a una infracción las
reglas de tal profesión (lex artis).

2. Homicidio por imprudencia leve.


El art. 621.2 CP castiga como falta a los que por imprudencia leve causaren la
muerte de otra persona.
Pena: multa de 1 a 2 meses. Si el hecho se comete con vehículo a motor o ciclomotor, privación del
derecho a conducirlos de 3 meses a 1 año.
La zona de separación entre la culpa grave y la leve es difícil de determinar, por
lo que será el juzgador en cada caso quien decida.
El perdón del ofendido o su representante legal extinguen la acción penal.

3. Perseguibilidad.
El homicidio por imprudencia leve es una falta perseguible solo a instancia de
parte, pese a que el bien jurídico protegido en la vida.

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ESQUEMA BÁSICO

HOMICIDIO.
Art. 138.- “El que matare a otro será castigado, como reo de homicidio, con la pena de
prisión de diez a quince años”.
Art. 142.- “1. El que por imprudencia grave causare la muerte de otro, será castigado
como reo de homicidio imprudente, con la pena de prisión de uno a cuatro años…”
Art. 621.2.- “Los que por imprudencia leve causaren la muerte de otra persona, serán
castigados con la pena de multa de uno a dos meses”

ACCIÓN.- En el homicidio doloso (art. 138 CP) el sujeto activo debe tener animus
necandi (intención de matar). En el homicidio puede producirse por imprudencia grave
(art. 142 CP) o leve (art. 621.2 CP).
La prueba del dolo es compleja, simplemente es necesario que presente dolo eventual 1.

OMISIÓN.- El homicidio puede ocasionarse por omisión, cuando la persona encargada


de proteger la vida de otro (garante), con su conducta pasiva, no evita la muerte,
siempre que pudiera hacerlo.

CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN.-
− Legítima defensa (art. 20.4 CP).
− Cumplimiento de un deber o el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo
(art. 20.7 CP).
− Estado de necesidad (art. 20.5 CP).

FORMAS DE EJECUCIÓN.- Junto a la consumación, también es posible la tentativa


(art. 16 CP); la cual puede ser acabada o inacabada.

AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN.-
− Autoría directa.
− Inducción (art. 28 CP).
− Cooperación [necesaria] (art. 28 CP).
− Complicidad (art. 29).

PROVOCACIÓN, CONSPIRACIÓN Y PROPOSICIÓN.- Según el art. 141 CP se


castigará con pena inferior en uno o dos grados.

CONCURSO ENTRE LESIONES Y HOMICIDIO.- En caso de concurso entre


lesiones y homicidio, en grado de tentativa, se da un concurso de leyes, condenándose
por el delito que tenga mayor pena.

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Dolo eventual: el sujeto, como consecuencia de su acción, se le represente la posibilidad de producir el
resultado y, no obstante, persiste en la acción y acepte el resultado.

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TEMA 2
EL ASESINATO.

I. ASESINATO.
Es la muerte de otra persona cuando concurra en la ejecución alguna de las
circunstancias que se recogen en el art. 139 CP.
Pena: prisión de 15 a 20 años.
El bien jurídico protegido es el mismo que en el homicidio, la vida humana
independiente. Tanto sujeto activo como pasivo puede ser cualquier persona.
La acción consiste en dar muerte a una persona concurriendo, al menos, una de las
circunstancias previstas en el art. 139 CP.
Según la opinión de la cátedra, el asesinato debe ser considerado como un delito autónomo y no como
un homicidio cualificado.

1. Alevosía.
El art. 22.1 CP establece una definición: “Hay alevosía cuando el culpable comete
cualquiera de los delitos contra las personas empleando en la ejecución medios, modos
o formas que tiendan directa o especialmente a asegurarla, sin el riesgo que para su
persona pudiera proceder de la defensa por parte del ofendido”.
Por tanto, no es necesario que se consiga el resultado (la muerte de la víctima),
sino simplemente que utilice en la ejecución medios, modos o formas que tiendan a
asegurar la muerte, sin riesgo para su persona. En caso de no conseguir la muerte, el
asesinato quedará en grado de tentativa.
La alevosía puede estar preordenada con anterioridad o sobrevenida una vez
iniciada. No hay que confundir la alevosía con la actuación del autor después de la
primera o primeras agresiones; también cabe la posibilidad de que un comportamiento
iniciado con alevosía deje de serlo e inversamente.
La jurisprudencia distingue tres tipos de alevosía: la proditaria, singularizada por el acecho o
apostamiento, la emboscada, trampa o celada; la súbita, en la que el agente acomete a la víctima de un
modo inesperado, repentino y sorpresivo, estando la víctima totalmente inerme y desprevenida; y la
perpetrada con aprovechamiento del especial desvalimiento o desamparo de la víctima, como puede ser
un paralítico, niño de corta edad, anciano…
La jurisprudencia se pronuncia en contra de la compatibilidad de la alevosía con el
dolo eventual, pues la alevosía requiere del conocimiento y voluntad del autor abarque
tanto el resultado como la forma de llevarlo a cabo. Aunque el TS se pronuncia a favor
en varías sentencias.

2. Precio, recompensa o promesa.


Es necesario un pacto entre quien ofrece y quien ejecuta los hechos. El contenido
económico, o la promesa, ha de ser lo que desencadene la acción criminal. El pacto ha
de ser anterior a la ejecución.
Si el sujeto había decidido el resultado con anterioridad a la ejecución, sin que
influya en su decisión el precio, recompensa o promesa; la persona que dio o prometió
quedará impune, mientras que el sujeto cometerá homicidio y no asesinato.

3. Ensañamiento.

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Supone el aumento deliberado e inhumano del dolor de la víctima. Se requiere el


elemento subjetivo de perseguir aumentar el dolor del ofendido, por lo que no se
apreciará ensañamiento cuando el autor repite heridas innecesarias para la muerte por
cuestión de odio o venganza, pero sin buscar específicamente el aumento del dolor. Es
preciso el propósito deliberado de aumentar el mal de forma fría y reflexiva.
El elemento objetivo consiste en llevar a males innecesarios.
Es necesario, por tanto, dos elementos: objetivo, consistente en la causación de males innecesarios; y otro
subjetivo, consistente en la voluntad del autor en ejecutar, de modo consciente y deliberado, unos actos
que no están dirigido a causar la muerte, sino a aumentar el dolor o sufrimiento de la víctima.
Solo puede cometerse mediante dolo directo.
Formas de ejecución: además de la consumación, cabe la tentativa.
Formas de participación: en la coautoría se plantearía a quienes es atribuible esta
circunstancia y a quienes no, lo que supondría que unos serían condenados por
homicidio y otros por asesinato. Si se ha pactado cometer un asesinato, todos
responderán por este delito; si lo que pactaron fue la comisión de un homicidio, y un
sujeto comete ensañamiento, éste será condenado por asesinato, mientras los demás lo
harán por homicidio.

4. Supuesto agravado.
El art. 140 CP establece un supuesto agravado para el caso de que concurra “más
de una” de las circunstancias del art. 139.
Pena: prisión de 20 a 25 años.
La referencia a “más de una” se presta a varias interpretaciones:
a) La doctrina mayoritaria considera que la primera circunstancia cualifica el
asesinato, y la concurrencia de otra más da lugar al supuesto agravado del art. 140 CP,
mientras que la concurrencia de la tercera y última jugaría como agravante genérica,
debiendo imponerse la pena de prisión de 20 a 25 años en su mitad superior.
b) En contra de la doctrina mayoritaria, la cátedra considera que para que pueda
darse el supuesto agravado deben darse las tres circunstancias del art. 139 CP, pues si
una de ella cualifica el asesinato, y el art. 140 establece que concurra “más de una”, se
deduce que es necesario que se den las otras dos circunstancias.

5. Provocación, conspiración y proposición.


Según el art. 141 CP la provocación, conspiración y proposición para estos delitos
se castiga con pena inferior en uno o dos grados.

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ESQUEMA BÁSICO.

ASESINATO.
Art. 139.- “Será castigado con la pena de prisión de quince a veinte años, como reo de
asesinato, el que matare a otro concurriendo alguna de las circunstancias siguientes:
1ª Con alevosía.
2ª Por precio, recompensa o promesa.
3ª Con ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente el dolor del ofendido”

ACCIÓN.- Consiste en causar la muerte de otra persona si concurre alguna de las


circunstancias del art. 139 CP. Éstas son:
a) Alevosía.
b) Precio, recompensa o promesa.
c) Enseñamiento.
PENA.- Prisión de 15 a 20 años.
BIEN JURÍDICO PROTEGIDO.- la vida humana independiente.
SUJETO ACTIVO Y PASIVO.- cualquier persona.
NATURALEZA JURÍDICA.- debe considerarse como un delito independiente y no
como un supuesto agravado de homicidio.
CIRCUNSTANCIAS QUE CUALIFICAN EL ASESINATO.-
A) ALEVOSÍA: consiste en la utilización de medios, modos o formas que tiendan
a asegurar la muerte, sin riesgo para su persona por la defensa que pudiera hacer el
ofendido. No es necesario que se produzca el resultado para que exista alevosía.
La alevosía puede estar preordenada o ser sobrevenida.
B) PRECIO, RECOMPENSA O PROMESA: es necesario un pacto entre quien
ofrece y quien ejecuta el hecho, y que ese pacto sea el desencadenante de la acción
criminal. El pacto ha de ser anterior, aunque se posponga el pago (promesa).
C) ENSAÑAMIENTO: supone al aumento deliberado e inhumano del dolor de la
víctima. Requiere de dos elementos:
- Elemento objetivo: constituido por la causación de males innecesarios para dar la
muerte, que aumenten el dolor o sufrimiento de la víctima.
- Elemento subjetivo: consiste en la intención de aumentar el dolor del ofendido de
forma deliberada, esto es, solo cabe el dolo directo.

SUPUESTO AGRAVADO.- El art. 140 CP prevé una pena de 20 a 25 años si concurre


“más de una” de las circunstancias del art. 139. La cátedra considera, en contra de la
corriente mayoritaria, que es necesario que se den las tres circunstancias de forma
conjunta, pues, la primera cualificaría el asesinato, y, atendiendo al tenor literal del art.
140 CP, es necesario “más de una” de las circunstancias, esto es, las otras dos.
PROVOCACIÓN, CONSPIRACIÓN Y PROPOSICIÓN.- El art. 141 CP establece
pena inferior en uno o dos grados.

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TEMA 3
INDUCCIÓN Y COOPERACIÓN AL SUICIDIO.
HOMICIDIO-SUICIDIO.
EUTANASIA.

El suicidio es la decisión de una persona a darse muerte a sí misma. El suicidio es


una conducta impune, aunque el Derecho penal si interviene cuando interviene un
tercero, bien induciendo, cooperando o incluso ejecutando materialmente el hecho.
El art. 143 CP pena la inducción al suicidio, la cooperación y el homicidio-
suicidio.

I. INDUCCIÓN Y COOPERACIÓN AL SUICIDIO. CONSIDERACIONES


GENERALES.-
El bien jurídico protegido es la vida humana independiente.
El sujeto activo y pasivo puede ser cualquier persona, con las particularidades
que puede generar el sujeto pasivo (suicida).
La acción consiste en dar la muerte a la persona que tiene deseos de suicidarse,
salvo en la inducción, que consiste en incitar a otro a que se suicide. Solo es posible la
conducta dolosa, no cabe el dolo eventual. No caben las formas imprudentes.
En la cooperación al suicidio no es posible ninguna causa de justificación, el
consentimiento solo da lugar a la atenuación de la pena.
En las formas de ejecución solo tiene cabida la consumación, puesto que para
que exista tipicidad es necesario que se produzca la muerte. La muerte es una condición
objetiva de penalidad, por lo que la tentativa es impune.
En cuanto al consentimiento, existen problemas en torno a la prueba, pues es
difícil poder valorar el consentimiento de la víctima. El consentimiento debe ser
voluntario (sin ningún tipo de coacción o vicio de voluntad) y expreso (aunque no es
necesario que sea escrito); por lo que no es suficiente cualquier manifestación o acto
presunto. Hay que tener en cuenta que quien toma la decisión de suicidarse con
frecuencia tiene problemas psíquicos que anulan o disminuyen su capacidad de decidir;
así como la falta de capacidad de los menores de edad e incapaces. Si el consentimiento
no es válido se cometerá homicidio.

II. INDUCCIÓN AL SUICIDIO.


Acción: inducir al suicidio a otra persona.
Pena: prisión de 4 a 8 años.
Induce a otro al suicidio quien consigue, por cualquier medio de persuasión, que
el inducido se quite la vida a sí mismo. La inducción puede ser directa o a través de otra
persona.
Es preciso que el inductor anule la voluntad del que finalmente termina
suicidándose. No habrá inducción si el suicida había decidido quitarse la vida con
anterioridad.

III. COOPERACIÓN AL SUICIDIO.


Acción: cooperar con actos necesarios al suicidio de otra persona.
Pena: prisión de 2 a 5 años.

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Estamos ante una forma de cooperación necesaria. En la ejecución tiene que haber
una doble participación, tanto del cooperador, como del suicida, pues si la cooperación
fuera de tal entidad que la acción del suicida fuera irrelevante, estaríamos ante el
supuesto de homicidio-suicidio. Un ejemplo tipo de cooperación al suicidio es facilitar
el veneno al suicida.
El delito se puede cometer en comisión por omisión. Si quien ostenta la posición
de garante no impide el resultado. Por ejemplo: el socorrista no evita que una persona se
suicide ahogándose en la piscina.
Huelgas de hambre. Se discute si el médico tiene el deber de asistir y velar por la
vida del huelguista e incurre en responsabilidad criminal.
El médico no podrá suministrar alimentos por la fuerza contra la voluntad del
sujeto que está en ayuno voluntario, siempre que esa negativa se preste libremente y en
pleno uso de sus facultades mentales, y no exista grave riesgo para su vida. No hay que
olvidar que la falta de alimento y agua puede influir en la capacidad de decidir; así
como las posibles influencias o presiones del sujeto.
El médico tendrá el deber de alimentar cuando la persona se encuentre en una
situación tal que de no intervenir sufra lesiones irreversibles. Hay que añadir que el
facultativo no incurre en delito de coacciones pues estará amparado por la causa de
justificación de estado de necesidad.
La posición de garante del médico cesa en cuanto el sujeto renuncia a ella de
forma voluntaria, por decisión válida. Por tanto, si el sujeto fallece el médico no podrá
incurrir en el delito de homicidio en comisión por omisión, pero sí un posible delito de
omisión del deber de socorro.

IV. HOMICIDIO-SUICIDIO.
Acción: el art. 141.3 CP castiga los supuestos de suicidio cuando la cooperación
llega hasta el punto de ejecutar la muerte.
Pena: prisión de 6 a 10 años.
Estaríamos ante un homicidio consentido. La víctima no tiene participación en el
resultado, pues deja la ejecución de su propia muerte en manos de un tercero a quien
autorizó. En este caso, el dominio del hecho está en manos del que da muerte a quien se
quiere suicidar.
No caben las conductas omisivas, pues la tipicidad, “ejecutar la muerte”, cierra
tal posibilidad.
Es posible la coautoría, pues el consentimiento puede darse a más de una
persona. Si alguna persona interviene sin conocer que la persona quería morir,
responderá por un delito de homicidio y no privilegiado por el homicidio-suicidio.
La cátedra considera que no tiene sentido establecer unos supuestos privilegiados para quienes
ayudan a un suicidio, a su juicio deben ser valoradas como homicidios, aunque al individualizar la pena se
pene en su mitad inferior, teniendo en cuenta las circunstancias que concurran en el hecho. El que se
encuentre con un suicida en peligro manifiesto y grave, y no lo socorriere, evitando su muerte, puede
cometer el delito de omisión del deber de socorro.

V. EUTANASIA.
Por eutanasia hay que entender la muerte sin dolor o con los menores
padecimientos posibles. Hay que decir que la regulación del CP es confusa y
desafortunada, si bien hay que distinguir entre:

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a) Eutanasia activa: que consiste en ayudar a morir a personas que así lo desean,
como consecuencia de una enfermedad grave incurable o graves padecimientos difíciles
de soportar.
b) Eutanasia pasiva: consiste en no prolongar la vida, dejando al enfermo a
expensas de sus recursos físicos.
El bien jurídico protegido es la vida humana independiente.
Pena inferior en uno o dos grados a las señaladas en los números 2 y 3 de este artículo.
A diferencia del suicidio, se plantea en la eutanasia el derecho de la persona a
disponer de su propia vida.
En los supuestos de eutanasia pasiva la actuación médica es impune si se limita a realizar un tratamiento
que no precipite la muerte, como puede ser suministrar calmantes. El médico no está obligado a prolongar
la vida, pero tampoco puede acortarla.
El art. 143.4 CP castiga al que “causare o cooperare activamente con actos
necesarios y directos a la muerte de otro, por la petición expresa, seria e inequívoca de
éste, en el caso de que la víctima sufriera una enfermedad grave que conduciría
necesariamente a su muerte, o que produjera graves padecimientos permanentes y
difíciles de soportar…”. Los elementos que configuran la eutanasia son:
a) Petición expresa, sería e inequívoca, de quien solicita la muerte.
b) Causar la muerte. Lo que equivale a ejecutar los hechos.
c) Cooperar activamente con actos necesarios y directos. Estaríamos ante un
supuesto de cooperación necesaria.
d) Muerte de otro.
e) Sufriera enfermedad grave, que le conducta necesariamente a la muerte o que
produzca graves padecimientos permanentes o difíciles de soportar. Esto conlleva a que
se deba recurrir a expertos en medicina.
Cabe añadir que no cabe la comisión por omisión. Solo son posibles las
conductas dolosas, no siendo suficiente el dolo eventual, ni las formas imprudentes.
No cabe ninguna causa de justificación.
En materia de concurso de leyes, el art. 143.4 CP se aplica preferentemente a la
inducción y cooperación al suicidio, y también frente al homicidio y asesinato, por el
principio de especialidad.

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ESQUEMA BÁSICO
INDUCCIÓN AL SUICIDIO (art. 143.1)
ACCIÓN: consiste en inducir al suicidio a otra persona. Según la Cátedra, se está ante
un homicidio, por lo que esta figura debería desaparecer del CP.
Induce a otro al suicidio quien consigue, por cualquier medio, que el inducido se
quite la vida. La inducción puede ser directa o a través de otra persona. Es preciso que
la inducción anule la voluntad de quien se termina suicidando.
Solo cabe la conducta dolosa. Solo cabe la consumación. No se pueden aplicar
causas de justificación.
Pena: prisión de 4 a 8 años.
COOPERACIÓN AL SUICIDIO (art. 143.2)
ACCIÓN: se castiga al que coopere con actos necesarios al suicidio de otra persona.
Estamos ante una forma de cooperación necesaria, no teniendo cabida la complicidad.
Por tanto, existe una doble participación: la del cooperador y la del suicida, si la
cooperación fuera de tal entidad que la acción del suicida fuera irrelevante, se estará
ante un delito del art. 143.3 CP.
Se puede cometer el delito en comisión por omisión, si quien ostenta la posición
de garante no impide el resultado.
Pena: prisión de 2 a 5 años.
Huelgas de hambre: el médico tiene el deber de alimentar cuando la persona está en una
situación tal que de no intervenir sufriría lesiones irreversibles. El médico no comete del
delito de coacciones (por la alimentación forzosa) pues estará amparado por la causa de
justificación de estado de necesidad.
HOMICIDIO-SUICIDIO (art. 143.3)
ACCIÓN: la cooperación al suicidio llega hasta el punto de ejecutar la propia muerte.
Estamos ante un homicidio consentido. No caben las conductas omisivas.
EUTANASIA (art. 143.4)
CONCEPTO: la eutanasia es la muerte sin dolor o con los menores padecimientos
posibles, de una persona que sufra enfermedad grave que le conduzca a la muerte o le
produzca padecimientos permanentes o difíciles de soportar. Hay que distinguir entre:
- Eutanasia activa: ayudar a morir.
- Eutanasia pasiva: no prolongar la vida.
TIPO PENAL: se pena al que “causare o cooperare activamente con actos necesarios
y directos a la muerte de otro, por la petición expresa, sería e inequívoca de éste, en el
caso de que la víctima sufriera una enfermedad grave que conduciría necesariamente a
su muerte, o que produjera graves padecimientos permanentes y difíciles de soportar”
ELEMENTOS: los elementos que configuran la eutanasia son:
- Petición expresa, sería e inequívoca de quien solicita la muerte.
- Causar la muerte, es decir ejecutar los hechos. O bien, cooperar activamente con
actos necesarios y directos.
- Que se produzca la muerte. Ya sea por acción directa o cooperación necesaria.
- Que el fallecido sufra enfermedad grave que le conduzca a la muerte o lo
produzca graves padecimientos permanentes y difíciles de soportar.

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TEMA 4
ABORTO.

La Ley Orgánica 2/2.010, de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción


Voluntaria del Embarazo, establece en su artículo 14: “podrá interrumpirse el embarazo
dentro de las primeras catorce semanas de gestación a petición de la embarazada,
siempre que concurran los requisitos siguientes: a) Que se haya informado a la mujer
embarazada sobre los derechos, prestaciones y ayudas públicas de apoyo a la
maternidad, en los términos que se establecen en los apartados 2 y 4 del artículo 17 de
esta ley. b) Que haya transcurrido un plazo de al menos tres días, desde la información
mencionada en el párrafo anterior y la realización de la intervención”.
El artículo 15 de la citada ley prevé la interrupción del embarazo por causas médicas (ver punto 5)

I. SUPUESTOS DE ABORTO PUNIBLE.


El bien jurídico protegido es la vida del producto de la concepción y, en su
caso, de la madre; teniendo menor interés la demografía del país, pues evitar
nacimientos puede crear problemas de población.
Sujeto activo puede ser cualquiera. En relación al sujeto pasivo, la doctrina no
es pacífica: parte de la doctrina considera que es el propio nasciturus, mientras otros
afirman que el sujeto pasivo es la comunidad.
Concepto: se considera aborto no sólo la expulsión prematura y voluntariamente
provocada del producto de la concepción, sino también la destrucción en el seno de la
madre.
Lo decisivo es la muerte del producto de la concepción. Aunque se utilice, tanto
por la doctrina como la jurisprudencia, el término “feto”, no sería pacífico, pues desde
el punto de vista médico, se considera feto a partir del tercer mes de gestación.
Habrá que considerar aborto la destrucción producida desde el mismo momento
de la fecundación. Si bien, es necesario que exista una relación de causalidad entre la
acción encaminada a producir el aborto y el resultado.
Formas de ejecución: además de la consumación, cabe la tentativa.
Dentro de la coautoría debe plantearse el tema del dominio del hecho, es decir,
quién tiene la decisión final. Hay coautoría compartida entre la mujer que decide el
aborto y la persona que lo lleva a cabo.
Concurso: si se causan lesiones a la madre, se dará un concurso de delitos entre
aborto y lesiones. Lo mismo si se causan lesiones al feto en el aborto en grado de
tentativa. Si la intención es la de causar lesiones o enfermedad al feto, pero se produce
el aborto, estamos ante un concurso ideal de lesiones dolosas y aborto imprudente.
1. ABORTO NO CONSENTIDO.
El art. 144 CP castiga al que produzca el aborto de una mujer, sin su
consentimiento. Se entiende que falta el consentimiento cuando se presta con algún
vicio que lo invalida.
Pena: prisión de 4 a 8 años, más inhabilitación especial para ejercer cualquier profesión de 3 a 10 años.
El segundo párrafo del art. 144 CP establece las mismas penas al que practica el
aborto con consentimiento obtenido mediante violencia, amenaza o engaño.
2. ABORTO CONSENTIDO FUERA DE LOS CASOS PERMITIDOS POR
LA LEY.

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Tipo básico: El art. 145.1 pena al “que produzca el aborto de una mujer, con su
consentimiento, fuera de los casos permitidos por la ley”.
El consentimiento ha de ser libre, expreso, con conocimiento de que se quiere
abortar y sin ningún tipo de vicio. Para que no esté viciado, quien lo solicita y obtiene
debe explicar a la mujer embarazada los riesgos que conlleva la práctica del aborto.
Pena: prisión de 1 a 3 años, e inhabilitación para ejercer cualquier profesión de 1 a 6 años.
Supuesto agravado: el juez podrá imponer la pena en su mitad superior cuando
los actos descritos anteriormente (tipo básico) se realicen fuera de un centro o
establecimiento acreditado.
En el art. 145.2 CP se pena a “la mujer que consintiere que otra persona se lo
cause, fuera de los casos permitidos por la ley”.
Pena: multa de 6 a 24 meses.
3. AUTOABORTO.
El art. 145.2 CP pena a “la mujer que produjere su aborto fuera de los casos
permitidos por la ley”.
Pena: multa de 6 a 24 meses.
Supuesto agravado: el art. 145.3 dispone que se pondrán en su mitad superior cuando
la conducta se llevare a cabo a partir de la vigésimo segunda semana de gestación.
4. INTERRUPCIÓN DEL EMBARAZO POR CAUSAS MÉDICAS.
Excepcionalmente se podrá interrumpir el embarazo por causas médicas cuando concurra alguna
de las siguientes circunstancias:
a) Que no se superen las 22 semanas de gestación y siempre que exista grave riesgo para la vida o
salud de la embarazada, y así conste en dictamen médico emitido con anterioridad por médico diferente al
que realiza el aborto. Se podrá prescindir del dictamen en caso de urgencia.
b) Que no se superen las 22 semanas de gestación y siempre que exista riesgo de graves anomalías
en el feto y así conste en un dictamen emitido con anterioridad, emitido por dos médicos distintos al que
realiza el aborto.
c) Cuando se detecten anomalías fetales incompatibles con la vida y así se conste en dictamen
médico emitido por médico distinto al que realiza el aborto, o cuando se detecte en el feto una
enfermedad extremadamente grave e incurable en el feto.
5. ABORTO SIN OBSERVAR LOS REQUISITOS ESTABLECIDOS EN LA
LEY.
El art. 145bis 1, castiga a quien, dentro de los casos contemplados en la ley,
practica un aborto:
a) Sin haber comprobado que la mujer haya recibido la información previa relativa
a derechos, prestaciones y ayudas públicas.
b) Sin haber transcurrido el periodo de espera contemplado en la legislación (tres
días, según el art. 14 de la LO 2/2.010).
c) Sin contar con los dictámenes médicos preceptivos.
d) Fuera de centro o establecimiento acreditado. En este caso se podrá pena en su
mitad superior.
Pena: multa de 6 a 12 meses e inhabilitación especial de 6 meses a 2 años.
El art. 145bis 2, establece penas en su mitad superior cuando el aborto se
practica a partir de la vigésimo segunda semana.
El art. 145 bis 3, exime de responsabilidad a la embarazada.
6. ABORTO POR IMPRUDENCIA GRAVE.
El art. 146 castiga al que “por imprudencia grave ocasionare un aborto”.

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Pena: prisión de 3 a 5 meses o multa de 6 a 10 meses.


Solo tiene cabida la imprudencia grave. La imprudencia leve tiene solución en la
vía civil.
7. ABORTO POR IMPRUDENCIA GRAVE COMETIDO POR
PROFESIONAL.
Se contempla en el segundo párrafo del art. 146 CP un supuesto cualificado para
los profesionales que atienden a las embarazadas durante el periodo de gestación o en el
parto cometen descuidos o imprudencias de carácter grave.
Pena: prisión de 3 a 5 meses o multa de 6 a 10 meses, e inhabilitación especial de 1 a 3 años.
8. ABORTO POR IMPRUDENCIA GRAVE COMETIDO POR LA
EMBARAZADA.
Según el último párrafo del art. 146 CP “la embarazada no será penada a tenor
de este precepto”. Por tanto, el aborto por imprudencia grave cometido por la
embarazada es impune.

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ESQUEMA BÁSICO

ABORTO (art. 144 y ss)

La LO 2/2.010 regula el aborto. El aborto se podrá realizar dentro de las 14 primeras semanas, o
bien por causas médicas dentro de las 22 primeras semanas. No obstante, habrá que concurrir los
siguientes requisitos:
a) Informar a la embarazada sobre los derechos, prestaciones y ayudas públicas de apoyo a la
maternidad.
b) Que haya transcurrido un plazo de al menos tres días desde la información hasta la intervención.
c) En los casos médicos es necesario un dictamen de médico distinto al que realiza la intervención.

BIEN JURÍDICO PROTEGIDO: La vida del producto de la concepción y, en su


caso, de la madre. En menor interés la demografía del país.

SUPUESTOS DE ABORTO PUNIBLES


ABORTO NO CONSENTIDO (art. 144): producir el aborto a una mujer sin su
consentimiento. Se entiende que falta el consentimiento cuando algún vicio lo invalida,
como puede ser que la mujer piense que se le presta otra intervención que nada tiene
que ver con la finalidad abortiva, que se obtenga con violencia, engaño o amenaza.
ABORTO FUERA DE LOS CASOS PERMITIDOS: Se establecen dos supuestos:
a) Art. 145.1, se castiga al que produzca a una mujer, con su consentimiento, fuera
de los casos permitidos en la ley. Se establece el supuesto agravado en caso de que se
realice fuera de establecimiento acreditado.
b) Art. 145.2, se castiga a la mujer que lo consienta fuera de los casos permitidos.
AUTOABORTO (art. 145.2): se castiga a la mujer que produzca su aborto fuera de los
casos permitidos por la ley. Se establece el supuesto agravado en caso de que el aborto
se realice a partir de la 22 semana de gestación.
ABORTO SIN OBSERVAR LOS REQUISITOS ESTABLECIDOS EN LA LEY
(art. 145 bis 1): estos son:
a) No comprobar que la mujer haya recibido la información previa relativa a
derechos, prestaciones y ayudas públicas.
b) Que no haya transcurrido el plazo de tres días entre la información y el aborto.
c) Que no se cuente con los dictámenes médicos.
d) Que se realice fuera de un establecimiento acreditado.
Se establece el supuesto agravado en caso de que el aborto se realice a partir de la 22
semana de gestación.
ABORTO POR IMPRUDENCIA GRAVE (art. 146): debe existir imprudencia
grave. Se diferencia el tipo básico de uno cualificado: cometido por el profesional. La
mujer queda excluida del aborto por imprudencia grave.

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TEMA 5
LESIONES

I. LESIONES.
1. Concepto.
Según el art. 147.1 CP hay que entender por lesión todo menoscabo a la integridad
corporal, o a la salud física o mental de una persona.
El bien jurídico protegido se desprende del concepto. Es la integridad corporal y
la salud física y mental. El art. 15 CE establece el derecho a la vida y a la integridad
física y moral.
2. Lesiones.
Tipo básico (art. 147): se castiga a quien “por cualquier medio o procedimiento,
causare a otro una lesión que menoscabe su integridad corporal o su salud física o
mental… siempre que la lesión requiera objetivamente para su sanidad, además de una
primera asistencia facultativa, tratamiento médico o quirúrgico”.
Pena: prisión de 6 meses a 3 años.
No es necesario que el sujeto pasivo haya sido sometido al tratamiento médico o
quirúrgico, sino que la lesión producida requiera el tratamiento. Al igual que no es
necesaria la lesión física, pues haber lesiones psíquicas.
Asistencia facultativa es el primer contacto que el lesionado tenga con el médico. Si
después de la primera asistencia es necesario tratamiento médico o quirúrgico se estará
ante el delito del art. 147, en otro caso, será una falta del art. 617.1. No obstante, esto es
con carácter general, pues hay que matizar los siguientes:
- Tratamiento médico es todo sistema o método que se emplea para curar
enfermedades; por tanto, se trata de un proceso más o menos dilatado, diferente a una
primera asistencia facultativa. Si bien, según dispone el art. 147.1 CP, “la simple
vigilancia o seguimiento facultativo del curso de la lesión no se considerará
tratamiento médico”.
- Tratamiento quirúrgico. Quirúrgico es relativo a cirugía, que es la parte de la
Medicina que tiene por objeto curar enfermedades a través de operaciones. Según la
Jurisprudencia, existe tratamiento quirúrgico siempre que se actúa médicamente sobre el
cuerpo del paciente de forma “agresiva”.
Entre la acción y el resultado es necesario que se dé una relación de causalidad,
pues si se rompe el nexo causal no habrá delito. Las lesiones pueden ocasionarse bien
por dolo directo, dolo eventual, así como por imprudencia.
Causas de justificación: la legítima defensa, estado de necesidad, cumplimiento
del deber y ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo.
Formas de ejecución: no es fácil encontrar casos de tentativa. Es posible su
comisión por omisión.
Concursos: es posible apreciar concurso de leyes o delitos con el homicidio o
asesinato. La solución más correcta es apreciar concurso ideal de delitos. Ante la
posibilidad de lesiones al Rey o miembros protegidos de la familia real, se estará ante
un concurso de leyes. El concurso real de delitos puede darse con relativa frecuencia en
otros tipos delictivos como el robo, delitos contra la libertad e indemnidad sexual…
3. Habitualidad por reiteración de lesiones o malos tratos de obra constitutivas
de falta.

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Dispone el párrafo 2 del art. 147.1: “con la misma pena (prisión de 6 meses a 3 años)
será castigado el que, en el plazo de un año, haya realizado cuatro veces la acción
descrita en el art. 617 de este Código”.
Se convierte en delito la repetición de 4 faltas penales de lesiones del art. 617. Ha
de tratarse de 4 faltas por las que el autor no hubiera sido juzgado ni condenado. Si se
hubiesen cometido 8 faltas de lesiones, la cátedra entiende que debería ser juzgado por
dos procedimientos, uno por cada 4 faltas de lesiones no juzgadas.
No cabe en las lesiones la continuidad delictiva, al ser exceptuado en el art. 74.3
CP, al tratarse de “ofensas a bienes eminentemente personales”.
La cátedra no está muy a favor de este supuesto, pues se basa en la habitualidad, y no en la
culpabilidad. Por lo que no lo considera correcto desde el punto de vista de la teoría jurídica del delito,
donde la pena está en función de la culpabilidad y no la habitualidad, para la cual caben medidas de
seguridad.
4. Supuestos atenuados.
El art. 147.2 dice: “No obstante, el hecho descrito en el apartado anterior será
castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses cuando sea de
menor gravedad, atendidos el medio empleado o el resultado producido”.
Se establece, por tanto, un amplio arbitrio judicial que permite rebajar la pena
notablemente; lo cual pone de manifiesto la inseguridad jurídica del legislador. No
obstante, este precepto sirve para paliar posibles aplicaciones injustas que se producirían
por una rigurosa aplicación del art. 147.1. Busca el legislador que el juez aplique la pena
adecuada observando el principio de proporcionalidad, en base a los medios utilizados y
el resultado producido.
5. Supuestos agravados.
Se recogen en el art. 148, cinco (5) supuestos en los que se agrava la pena.
Pena: prisión de dos a cinco años.
a) Uso de armas u otros medios peligrosos (art. 148.1): “Si en la agresión se
hubieren utilizado armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o formas
concretamente peligrosas para la vida o salud, física o psíquica, del lesionado”. Se trata
de un elemento perturbador, en cuanto cierra el paso a la atenuación de la pena prevista en el art. 147.2.
b) “Si hubiere mediado ensañamiento o alevosía” (art. 148.2): con el ensañamiento
se persigue de forma intencionada aumentar innecesariamente el dolor de la víctima. En
cuanto a la alevosía, el autor utiliza medios, modos o formas de ejecución que tienden a
evitar el riesgo que para su persona pudiera suponer la defensa del ofendido.
c) “Si la víctima fuere menor de doce años o incapaz” (art. 148.3).
d) “Si la víctima fuere o hubiere sido esposa, o mujer que estuviere o hubiere estado
ligada al autor por una análoga relación de afectividad, aun sin convivencia” (art.
148.4).
e) “Si la víctima fuera una persona especialmente vulnerable que conviva con el
autor” (art. 148.5).
6. Pérdida o inutilidad de órgano o miembro.
a) Pérdida o inutilización de órgano o miembro principal (art. 149.1)
Se castiga en el art. 149.1 CP a quien “causare a otro, por cualquier medio o
procedimiento, la pérdida o la inutilidad de un órgano o miembro principal”.
Pena: prisión de 6 a 12 años.

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Aunque se suele equiparar pérdida o inutilización. La pérdida equivale a


desaparición, mientras la inutilización equivale a dejar privado de su función al órgano
o miembro.
El criterio para saber cuáles son los órganos y miembros principales debe buscarse
en la jurisprudencia. En todo caso, ni ésta ni la doctrina han conseguido criterios claros
de diferenciación, lo cual lleva a cierta inseguridad jurídica.
La jurisprudencia dice que por miembro principal ha de entenderse toda extremidad u órgano
externo o interno del cuerpo humano que posea actividad funcional independiente y relevante para la
vida, para la salud o para el normal desenvolvimiento del individuo. Ha considerado como tal un
antebrazo, una mano, la lengua, un riñón o una pierna.
b) Pérdida o inutilidad de órgano o miembro no principal (art. 150)
El art. 150 castiga a quien “causare a otro la pérdida o la inutilidad de un órgano o
miembro no principal”
Pena: prisión de 3 a 6 años.
Habrá que recurrir a la jurisprudencia; la cual los define como los que les falte función autónoma y
no resulten plenamente indispensables para la vida o la salud completa del individuo, pero que a
consecuencia de su falta no pueda realizar todas las funciones de su plena actividad. Se han considerado
órganos o miembros no principales una falange de un dedo o un testículo.
7. Pérdida o inutilidad de un sentido.
Se castiga en el art. 149.1 a quien por cualquier medio o procedimiento cause a otro
la pérdida o inutilidad de un sentido. Se refiere a cualquier sentido.
Pena: prisión de 6 a 12 años.
La pena resulta excesiva para algunos supuestos, como sería la pérdida del sentido
del oído, si la comparamos con la pena de homicidio. No obstante, el juez puede
corregir las penas en el momento de la individualización.
Para que pueda apreciarse este delito no es necesaria la pérdida total del sentido, es
suficiente con una debilitación tal que al sujeto le sea prácticamente inservible. No
importa que la víctima careciera de visión en un ojo o que la audición pueda corregirse
con un aparato, como ejemplos.
8. Grave enfermedad somática o psíquica.
Se castiga en el art. 149.1.
Pena: prisión de 6 a 12 años. Puede resultar excesiva en algunos casos.
Enfermedad somática es toda la que afecta al cuerpo humano. La enfermedad
psíquica, por el contrario, afecta a lo anímico y mental, por lo que con frecuencia habrá
que recurrir a la psiquiatría.
Se presentan serias dificultades para el juzgador, tanto en la determinación de la enfermedad como
entre el límite de lo que es grave y lo que no. Se tendrá que recurrir al dictamen de especialistas. El Sida
es una enfermedad somática grave, penándose con el delito del art. 149 a quien la transmite
voluntariamente.
9. Impotencia y esterilidad.
Se castiga en el art. 149.1.
Pena: prisión de 6 a 12 años. Puede resultar excesiva en algunos casos, piénsese en el caso de que la
esterilidad se produzca a una persona de avanzada edad que no desea tener descendencia.
La impotencia es la incapacidad para realizar el acto sexual tanto en el hombre
como en la mujer. La esterilidad es la falta de aptitud para fecundar en el hombre y para
concebir en la mujer.

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Estamos ante un delito de resultado, aunque cabe la tentativa. Respecto a la


esterilidad, que puede ser temporal o definitiva, el delito se consuma cuando se produce
la misma, aunque se recupere con posterioridad a consecuencia de una intervención
quirúrgica.
10. Deformidades.
a) Deformidad grave (art. 149.1)
Pena: prisión de 6 a 12 años.
La deformidad, según la jurisprudencia, es toda irregularidad física, visible y
permanente que suponga desfiguración o fealdad ostensible a simple vista. Es
irrelevante que se corrija con una intervención quirúrgica.
b) Deformidad que no sea grave (art. 150)
Pena: prisión de 3 a 6 años. La pena resulta excesiva, pues son muchos los supuestos de deformidad de
escasa importancia que encajarían dentro del tipo penal, y necesariamente llevarían al autor a prisión,
pues la pena mínima es superior a 2 años y no cabe la suspensión de la ejecución.
Se refiere a supuestos de deformidad que no sean graves.
11. Mutilación genital.
En este apartado cabe destacar los casos de ablación que con relativa frecuencia se llevan a cabo por
personas procedentes de otros países, principalmente africanos. Tal conducta es permitida, tolerada y
practicada con naturalidad en sus países de origen. En la motivación hay múltiples cuestiones, se mezclan
cuestiones religiosas y culturales.
El art. 149.2 pena a quien cause la mutilación genital en cualquiera de sus
manifestaciones. Pena: prisión de 6 a 12 años.
Supuesto agravado: en caso de que la víctima fuera menor o incapaz, además de la pena
de prisión (de 6 a 12 años) le será aplicable la pena de inhabilitación especial para el
ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento por tiempo de 4 a
10 años, si el juez lo estima conveniente.
El sujeto pasivo de este tipo delictivo solo puede ser la mujer. La mutilación
genital del varón se castigará con otros preceptos del CP, como puede ser la pérdida o
inutilidad de un órgano principal, la impotencia o la esterilidad.
12. Provocación, conspiración y proposición.
En el art. 151 se castiga la provocación, conspiración y la proposición para cometer
los delitos previstos anteriormente.
Pena: en uno o dos grados inferior a la del delito correspondiente.
13. Lesiones por imprudencia grave.
a) El art. 152.1 pena al que por imprudencia grave causare las lesiones previstas en
los artículos anteriores.
Pena: prisión de 3 a 6 meses si se trata de las lesiones del art. 147.1.
Prisión de 1 a 3 años si son las lesiones del art. 149.
Prisión de 6 meses a 2 años sin son las lesiones del art. 150.
b) El art. 152.2 establece un supuesto cualificado, castiga las lesiones por
imprudencia grave cuando los hechos se haya cometido utilizando un vehículo a motor,
un ciclomotor o un arma de fuego.
Pena: además de las del art. 152.1, privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores, o
del derecho a la tenencia y porte de armas de 1 a 4 años.
c) El art. 152.3 prevé que las lesiones fueran cometidas por imprudencia profesional
Pena: además de las del art. 152.1, inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo
por un período de 1 a 4 años.

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El art. 621.1 pena las lesiones por imprudencia grave constitutivas de falta.
14. Violencia doméstica.
El art. 153.1 pena al “que por cualquier medio o procedimiento causare a otro
menoscabo psíquico o una lesión no definidos como delito en este Código, o golpeare o
maltratare de obra a otro sin causarle lesión cuando la ofendida sea o haya sido su
esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de
afectividad aun sin convivencia, o persona especialmente vulnerable que conviva con el
autor”.
Pena: prisión de 6 meses a 1 año, o trabajos en beneficios de la comunidad de 31 a 80 días y, en todo
caso, privación del derecho a la tenencia y porte de armas de 1 año y 1 día a 3 años. Si el juez lo estima
procedente, atendiendo al interés del menor o incapaz, podrá inhabilitar para el ejercicio de la patria
potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento hasta 5 años.
Se transforma en delito conductas que en principio son constitutivas de falta, como
consecuencia de la relación entre el sujeto activo y el pasivo.
Estamos ante un delito pluriofensivo: menoscabo psíquico, lesiones leves o malos
tratos de obra. El bien jurídico protegido es la integridad corporal, la salud física y
psíquica, así como la dignidad de las personas dentro del ámbito doméstico.
Supuesto atenuado (art. 153.2). Cuando se realiza el menoscabo psíquico o lesión no
constitutivo de delito y malos tratos de obra sobre ascendientes, descendientes,
hermanos y otras personas integradas en el núcleo de la convivencia familiar, y
determinadas personas sometidas a custodia o guarda en centro públicos o privados.
Se reducen las penas con respecto al art. 153.1
Supuesto agravado (art. 153.3). Las penas de los apartados 1 y 2 se impondrán en su
mitad superior cuando el delito se perpetre en presencia de menores, o utilizando armas,
o tenga lugar en el domicilio común o en el domicilio de la víctima, o se realicen
quebrantando una pena de las del art. 48 CP o una medida cautelar o de seguridad.
Supuesto atenuado (art. 153.4). Dispone que el Juez podrá, razonándolo en sentencia, en
atención a las circunstancias personales del autor y las concurrentes en la realización del
hecho, imponer la pena inferior en grado.
El derecho de corrección se entiende en beneficio de la persona corregida y no puede justificar un delito
de lesiones, ni una lesión constitutiva de falta. No está amparado en el derecho de corrección el ejercicio
de la violencia física o psíquica de ningún tipo. El art. 154 CC también exige respetar la integridad física,
y la psicológica a los padres y tutores. Si bien, un cachete o un simple azote que por su levedad no
ocasiona ningún resultado lesivo, por algunas Audiencias provinciales se considera que no merece
reproche penal, en base al principio de intervención mínima.
15. Participación en riña tumultuaria.
El art. 154 pena a “quienes riñeren entre sí, acometiéndose tumultuariamente, y
utilizando medios o instrumentos que pongan en peligro la vida o integridad de las
personas”.
Pena: prisión de 3 meses a 1 año o multa de 6 a 24 meses.
En cuanto al bien jurídico protegido la doctrina no es uniforme, aunque es la
integridad corporal y la salud de las personas.
Sujeto activo es todo aquel que participa en la riña utilizando algún medio o
instrumento peligroso, así como otros que no utilicen tales medios o instrumentos, son
conscientes que otros lo hacen. La riña ha de ser tumultuaria, es decir confusa e
indefinida. Sujeto pasivo son los propios que participan en la riña o terceras personas,
como pueden ser los que separan a los que pelean.

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Estamos ante un delito de peligro concreto. Solo caben las conductas dolosas. Es
necesario que se haga uso de tales medios, no vale solo con portarlos.
Como causa de justificación cabe la legítima defensa, aunque la jurisprudencia la
niega cuando hay riña tumultuariamente aceptada.
En cuanto a las formas de ejecución solo es posible la consumación. Aunque es
imaginable la tentativa (supongamos que la policía evita la riña).
En materia de concurso de leyes hay subsidiariedad de la riña tumultuaria en
relación a un delito más grave de lesiones u homicidio. En estos casos no se condenará
por la riña, sino por el delito cometido y la agravación del art. 148.1.
16. El consentimiento en las lesiones.
El art. 155 dice que “En los delitos de lesiones, si ha mediado el consentimiento
válida, libre, espontánea y expresamente emitido del ofendido, se impondrá la pena
inferior en uno o dos grados. No será válido el consentimiento otorgado por un menor
de edad o un incapaz”.
Las autolesiones son impunes, se castiga la intervención de un tercero.
El consentimiento se especifica solo para los delitos, no para las faltas. Si bien, la
cátedra la considera aplicable en base a la analogía in bonam partem.
El consentimiento, por tanto, no juega como una causa de justificación, sino
simplemente como una atenuación de la pena.
Las lesiones en el deporte. En las competiciones de riesgo, los contendientes han de respetar las reglas del
juego, aceptando el riesgo que se deriva de su práctica. Si bien, esta aceptación no implica el
consentimiento para que se puedan producir lesiones por quienes no respetan las reglas. No obstante, en
el deporte profesional no se acude a la vía penal, sino a sanciones disciplinarias.
17. Trasplante de órganos, esterilización y cirugía transexual.
El art. 156 establece que “el consentimiento válida, libre, consciente y
expresamente emitido exime de responsabilidad penal en los supuestos de trasplante de
órganos efectuados con arreglo a lo dispuesto en la Ley, esterilizaciones y cirugía
transexual realizadas por facultativo”.
La imprudencia médica es punible aunque exista el consentimiento del paciente.
En el caso de la esterilización puede operar la causa de justificación de estado de
necesidad.
El consentimiento será nulo cuando se haya obtenido viciadamente, o mediante
precio o recompensa o el otorgante sea menor de edad o incapaz; en cuyo caso no será
válido el prestado por éstos ni por sus representantes.
18. Esterilización de incapaces.
El art. 156 salva la nulidad del consentimiento de los incapaces para el caso de la
esterilización, supliendo esta deficiencia por la autorización judicial, a petición del
representante legal junto a otros requisitos.
19. Obtención, tráfico y trasplante ilegal de órganos humanos.
Aunque estas conductas podían encajar en alguno de los tipos delictivos anteriores,
la transcendencia internacional que tiene esta cuestión, ha conllevado al legislador a
tipificarlos por separado.
El art. 156.bis pena a “los que promuevan, favorezcan, faciliten o publiciten la
obtención o el tráfico ilegal de órganos humanos ajenos o el trasplante de los mismos”.

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Pena: prisión de 6 a 12 años si es órgano principal, y prisión de 3 a 6 años si no lo fuera.


El bien jurídico protegido es la vida, la integridad corporal y la salud de las
personas.
Hay que tener en cuenta la legislación vigente en la materia. El sujeto activo debe
buscar un fin ilícito, pues no serán punibles las donaciones voluntarias y desinteresadas.
Receptor del órgano obtenido ilegalmente.
El art. 156.bis.2 se castiga en el supuesto que “el receptor del órgano consintiera la
realización del trasplante conociendo su origen ilícito”. Aunque aquí habrá de
contemplar el estado de necesidad, por lo que podría estar exento de responsabilidad.
Responsabilidad de las personas jurídicas.
El art. 156.bis.3 dice “cuando de acuerdo con lo establecido en el art. 31 bis una
persona jurídica sea responsable de los delitos comprendidos en este artículo, se le
impondrá…”. Pena: multa de triple al quíntuple del beneficio obtenido.

II. LESIONES AL FETO.


1. Lesiones dolosas.
El art. 157 castiga al “que por cualquier medio o procedimiento, causare en un
feto una lesión o enfermedad que perjudique gravemente su normal desarrollo, o
provoque en el mismo una grave tara física o psíquica”.
El sujeto activo puede ser cualquier persona, incluso la madre. Sujeto pasivo será
el feto, embrión o preembrión, aunque la doctrina no es pacífica.
Entre la acción debe existir un nexo causal.
Las conductas son dolosas, siendo suficiente el dolo eventual; aunque caben las
conductas imprudentes, como se verá a continuación.
No es posible ninguna causa de justificación. Es posible la tentativa.

2. Lesiones al feto por imprudencia grave.


El art. 158 castiga al “que, por imprudencia grave, cometiere los hechos descritos
en el artículo anterior”.
Pena: prisión de 3 a 5 años o multa de 6 a 10 meses.
a) Imprudencia profesional.
La imprudencia ha de ser grave. Pena: arresto de 7 a 24 fines de semana e inhabilitación especial.
b) Imprudencia de la embarazada.
La embarazada no será penada a tenor de este precepto.

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ESQUEMA BÁSICO
LESIONES (art. 147 y ss)
Art 147.- 1. El que, por cualquier medio o procedimiento, causare a otro una lesión que
menoscabe su integridad corporal o su salud física o mental, será castigado […] siempre que la
lesión requiera objetivamente para su sanidad, además de una primera asistencia facultativa,
tratamiento médico o quirúrgico. La simple vigilancia o seguimiento facultativo del curso de la
lesión no se considerará tratamiento médico.
Con la misma pena será castigado el que, en el plazo de un año, haya realizado cuatro
veces la acción descrita en el art. 617 de este Código.
2.- No obstante, el hecho descrito será castigado […] cuando sea de menor gravedad,
atendidos el medio empleado o el resultado producido.
Art. 148.- Agravantes.
1º. Si en la agresión se hubieren utilizado armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o
formas concretamente peligrosas para la vida o salud, física o psíquica del lesionado.
2º. Si hubiere mediado ensañamiento o alevosía.
3º. Si la víctima fuere menor de doce años o incapaz.
4º. Si la víctima fuere o hubiere sido esposa, o mujer que estuviere o hubiese estado ligada al
autor por una análoga relación de afectividad, aún sin convivencia.
5º. Si la víctima fuera una persona especialmente vulnerable que conviva con el autor.
Art. 149.- 1. El que causara a otro, por cualquier medio o procedimiento, la pérdida o la
inutilidad de un órgano o miembro principal, o de un sentido, la impotencia, la esterilidad, una
grave deformidad, o una grave enfermedad somática o psíquica, será castigado con la pena de
6 a 12 años {pena excesiva, según el autor}.
2. El que causara a otro una mutilación genital en cualquiera de sus manifestaciones será
castigado… Si la víctima fuera menor o incapaz, será aplicable la pena de inhabilitación
especial para el ejercicio de la patria potestad…
Art. 150.- El que causare a otro la pérdida o la inutilidad de un órgano o miembro no
principal, o la deformidad, será castigado…
Art. 151.- Provocación, conspiración y la proposición pena inferior en uno o dos grados.
Art. 152.- Lesiones por imprudencia grave. (Apartado 2: lesiones cometidas con vehículos a
motor o con armas de fuego. Apartado 3: imprudencia profesional)
Art. 153.- Violencia doméstica.
Art. 154.- Riña tumultuaria. Debe utilizarse medios o instrumentos que pongan en peligro la
vida o integridad de las personas.
Art. 155.- Consentimiento válida, libre, consciente y expresamente emitido pena inferior en uno
o dos grados. No será válido el emitido por menores o incapaces.
Art. 156.- Trasplante de órganos, esterilización y cirugía transexual.
Art. 156bis.- Tráfico ilegal de órganos (principal y no principal). Apartado 2, consentimiento
del receptor conociendo el origen ilícito (pena inferior en uno o dos grados {posible causa de
justificación: estado de necesidad}). Apartado 3, pena a la persona jurídica.

LESIONES AL FETO.
Art. 157.- Lesiones al feto. Lesión o enfermedad que perjudique gravemente su normal
desarrollo, o provoque una grave tara física o psíquica.
Art. 158.- Lesiones al feto por imprudencia grave. Embarazada exenta.

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TEMA 6 2
DELITOS RELATIVOS A LA MANIPULACIÓN GENÉTICA.
1. Manipulación de genes humanos que alteren el genotipo.
El art. 159.1 pena a los que “con finalidad distinta a la eliminación o disminución
de taras o enfermedades graves, manipulen genes humanos de manera que se altere el
genotipo”. El CP utiliza la técnica de la ley penal en blanco, pues la complejidad del
asunto requiere el complemento de otras disposiciones específicas.
2. Manipulación genética por imprudencia grave.
El art. 159.2 castiga la alteración del genotipo realizada por imprudencia grave.
3. Ingeniería genética para producir armas biológicas o exterminadoras de la
especie humana.
El art. 160.1 pena “la utilización de la ingeniería genética para producir armas
biológicas o exterminadoras de la especie humana”.
El bien jurídico protegido es la especie humana.
4. Fecundación de óvulos con fines distintos a la procreación.
El art. 160.2 pena a “quienes fecunden óvulos humanos con cualquier fin distinto
a la procreación humana”. El consentimiento de la mujer es irrelevante.
5. Creación de seres humanos idénticos y selección de la raza.
El art. 160.3 sanciona “la creación de seres humanos idénticos por clonación u
otros procedimientos dirigidos a la selección de la raza”.
El bien jurídico protegido es la dignidad humana. Es un delito de resultado, es
posible la tentativa.
6. Reproducción asistida sin consentimiento de la mujer.
En el art. 161.1 se pena a “quien practicare reproducción asistida en una mujer, sin
su consentimiento”.
El bien jurídico protegido es la libertad de la mujer. La conducta ha de ser dolosa.
Perseguibilidad.- se trata de un delito semipúblico, es necesaria la denuncia de la
persona agraviada o de su representante legal, si bien, cuando aquélla sea menor de edad
o incapaz, o una persona desvalida, también podrá denunciar el Ministerio Fiscal.

2
Este tema lo he contemplado de forma muy somera, pues es fácil que no sea materia de examen (figuró
el año pasado como materia excluida de examen, y este año hasta ahora también está excluido). Se trata
de delitos que muy difícilmente pueden darse en la práctica.

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TEMA 7
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD.

I. DETENCIONES ILEGALES.
El bien jurídico protegido es la libertad, que tiene diversos contenidos. En las
detenciones ilegales se protege la libertad recogida, como derecho fundamental, en los
arts. 17 y 19.1 CE, en el sentido que nadie puede ser privado de su libertad de
movimientos, excepto en los casos establecidos en la ley.
Las conductas constitutivas de delito son aquellas que impiden a una persona el
movimiento o trasladarse de un lugar a otro.
1. Cometidas por particulares.
i. Tipo básico.
El art. 163.1 castiga “al particular que encerrare o detuviere a otro privándole de
su libertad”.
Pena: prisión de 4 a 6 años.
Sujeto activo únicamente pueden ser los particulares. Sujeto pasivo puede ser
cualquiera, siempre que tenga la posibilidad de decidir adonde quiere ir y que tenga
autonomía de movimientos, por lo que no podrá ser sujeto pasivo un recién nacido, ni
las personas con discapacidad absoluta.
La acción o conducta típica puede suceder de dos formas alternativas: encerrar o
detener a una persona. Para la perfección del delito solo se exige la realización de una
u otra. Encerrar, significa mantener a una persona en un lugar cerrado. Detener, supone
privar a una persona de su libertad de movimientos, impidiendo que se desplace
libremente por el territorio.
La detención puede llevarse a cabo atando a la persona, o incluso administrando
sustancias que impiden el movimiento; pero no entraría en el tipo la intimidación para
que el sujeto no se mueva de un lugar.
El encierro o la detención, tiene que realizarse en contra de la voluntad del sujeto
pasivo, el consentimiento de la víctima excluye la tipicidad, siempre que sea anterior o
simultáneo.
Se pueden apreciar las siguientes causas de justificación: legítima defensa,
estado de necesidad y ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo. En atención a la
última habrá que estar a lo establecido en el art. 490 LECr., que establece los supuestos
en los que cualquier persona podrá detener a otra.
La detención de una persona que padece un trastorno psíquico, en caso de
urgencia, podría estar amparada en el estado de necesidad.
Es un delito doloso. No está previsto el castigo de la conducta imprudente.
Es un delito de consumación instantánea, pues se consuma desde el mismo
momento en que se priva a una persona de su libertad; esto produce que existan
problemas de distinguir la tentativa y la consumación. Se apreciará la tentativa si el
sujeto pasivo ha logrado evitar su detención o encierro.
Es un delito permanente, ya que la situación antijurídica se prolonga desde que
se consuma el hecho hasta que el sujeto pasivo logra la libertad.

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Es posible la comisión por omisión, si el sujeto que tiene la obligación de liberar


a una persona, si tenía la posición de garante. Pensemos en el empleado que tiene que
abrir la puerta de la empresa, o el conserje del colegio.
Concurso de delitos.-
Se aprecia concurso ideal si en un mismo acto se detiene a varias personas.
Habrá concurso real si el sujeto en tiempo y lugar diferente detiene o encierra a
varias personas.
No se puede apreciar el delito continuado por ser la libertad un bien
eminentemente personal.
Plantea problemas los supuestos en los que la detención ilegal es imprescindible
para la comisión de otro delito (delitos contra la libertad e indemnidad sexual, robos…).
En estos casos, los tribunales deberán valorar el tiempo de la detención, la intención del
sujeto activo y la necesidad inexcusable de la detención para realizar el delito.
La jurisprudencia ha sido distinta según los casos.
La STS de 01/02/2.012 aprecia un concurso medial entre la detención ilegal y una agresión sexual:
el sujeto detiene a la víctima durante una hora antes, y después la encierra en el baño para cometer la
agresión sexual; entiende que la detención ilegal no es consumido en el delito de agresión sexual, porque
su duración excede de lo necesario para cometer el delito.
En la STS 27/01/2.011, donde el sujeto activo impide la libertad de movimientos para cometer un
robo. El TS considera que no se comete el delito de detención cuando la misma dura justo el tiempo que
el sujeto tarda en apoderarse del objeto.
Importante es la STS de 21/12/2.011, que establece “si la privación de libertad es un instrumento
necesario y proporcionado para el apoderamiento de la cosa habrá concurso de normas, con absorción
de la detención ilegal por el robo violento; en caso contrario estaremos ante un concurso de delitos”
ii. Supuestos atenuados.
a) Art. 163.2.-“Si el culpable diere libertad al encerrado o detenido dentro de los tres
primeros días de su detención, sin haber logrado el objeto que se había propuesto”
Pena: prisión de 2 a 4 años.
Para que se aprecie este tipo atenuado deben concurrir dos requisitos, uno
temporal: la liberación en el plazo de tres días; y otro de intención: sin haber conseguido
el objeto que le impulsó a llevar a cabo la detención o encierro. También se apreciará la
atenuante si la detención se llevó a cabo sin ningún objeto y se libera antes de tres días.
Si la liberación se lleva a cabo antes de los tres días, pero el sujeto ha conseguido
su objetivo, no se aplica al supuesto atenuado, sino el tipo básico. Tampoco se aplica si
el sujeto pasivo consigue liberarse por sus propios medios contra la voluntad del autor,
o lo libera un tercero.
No se admite el desistimiento, pero si es posible apreciar la atenuante de
arrepentimiento, al confesar el infractor a las autoridades la detención antes de conocer
que se ha iniciado el procedimiento judicial contra él.
b) Art. 163.4.- “El particular que, fuera de los casos permitidos por las leyes,
aprehendiere a una persona para presentarla inmediatamente a la autoridad”.
Pena: multa de tres a seis meses.
Habrá que estar a lo dispuesto en el art. 490 LECr. Esta detención no podrá durar
más de 48 horas, en ese plazo, el particular debe entregar o poner a disposición del Juez
más próximo al lugar de la detención, al detenido o bien ponerlo en libertad.
Para apreciar este supuesto atenuado se exige la concurrencia de un elemento
subjetivo: el ánimo de entregar inmediatamente la persona detenida a la autoridad.

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iii. Supuestos agravados.


a)Art. 163.3.- “Si el encierro o detención ha durado más de quince días”.
Pena: prisión de 5 a 8 años.
El fundamento de la agravación está en el tiempo prologando.
b) Art. 165.-“si la detención ilegal se ha ejecutado con simulación de autoridad o
funciones públicas, o la víctima fuera menor de edad o incapaz o funcionario público
en el ejercicio de sus funciones”.
Pena: en su mitad superior.
El fundamento de la agravación es doble y alternativo, está en la simulación
llevada a cabo por el sujeto activo o por las características del sujeto pasivo.
c) Art. 166.- “si el reo de detención ilegal o secuestro no dé razón del paradero de
la persona detenida”.
Pena: superior en grado.
La agravación no se aplica si al detenido o secuestrado se le ha dejado en libertad.
Se trata de un delito de sospecha que para algún autor vulnera los derechos
constitucionales de la presunción de inocencia y a no declarar contra sí mismo. Si bien,
la agravación se justifica porque la persona que secuestra o detiene se convierte en
garante del privado de libertad y debe velar por ella.

2. Cometidas por Autoridad o funcionario público.


El art. 167 castiga “a la autoridad o funcionario público que, fuera de los casos
permitidos por la ley, y sin mediar causa por delito, cometiere alguno de los hechos
descritos en los artículos anteriores”.
Pena: en su mitad superior, e inhabilitación absoluta de 8 a 12 años.
Cuando se aplica este delito no puede aplicarse la agravante de prevalecerse del
carácter público que tenga el culpable.
El sujeto activo solo puede ser la autoridad o funcionario público que tenga
atribuciones para realizar la detención, esto es, Magistrados, Jueces, Fiscales y
miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Para valorar la conducta típica, es decir la detención fuera de los casos permitidos
por la ley, y sin mediar causa por delito, habrá que estar a lo dispuesto en el art. 492
LECr, que recoge los supuestos en los que estos tienen la obligación de detener, pues de
no detener podrían incurrir en un delito de omisión del deber de perseguir delitos.

II. SECUESTROS.
1. Tipo básico.
El art. 164 castiga “el secuestro de una personas exigiendo alguna condición para
ponerla en libertad”.
Pena: prisión de 6 a 10 años.
La conducta típica consiste en encerrar o detener a una persona exigiendo una
condición para ponerla en libertad. Es la exigencia de una condición lo que diferencia el
secuestro de la detención ilegal. La condición impuesta no tiene que ser necesariamente
económica, puede ser de cualquier clase, lícita o ilícita.

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La consumación se produce cuando se encierra o detiene a la personas, se exige


la condición para ponerlo en libertad y esta condición llega a conocimiento de la
persona que tiene que cumplir.

2. Supuestos atenuados.
Art. 163.2- “Si el culpable diere libertad al encerrado o detenido dentro de los
tres primeros días de su detención, sin haber logrado el objeto que se había propuesto”
Pena: inferior en grado.

3. Supuestos agravados.
a) Art. 163.3.- “si el secuestro tiene una duración superior a quince días”.
Pena: superior en grado.
b) Art. 165.- “si es ejecutado con simulación de autoridad o funciones públicas, o la
víctima fuera menor de edad o incapaz o funcionario público en el ejercicio de sus
funciones”.
Pena: en su mitad superior.

Proposición, conspiración y proposición.


El art. 168 castiga la proposición, conspiración y provocación para cometer los
delitos de detención ilegal y secuestro con la pena inferior en uno o dos grados.

III. AMENAZAS.
Bien jurídico protegido.
En estos delitos se protege la libertad. Afecta a la libertad de decisión del sujeto a
la realización de una acción o no hacerla, y hacerla del modo o forma que el sujeto
decida.
La naturaleza de estos delitos es una cuestión debatida. Una parte de la doctrina
considera que son delitos de mera actividad, se consuman con el mero hecho de proferir
la amenaza y que ésta llegue a conocimiento del destinatario. Otro sector doctrinal
considera que son delitos de resultado y para su consumación se requiere algo más. Y
por último, otra parte de la doctrina los califica teniendo en cuenta si la amenaza es
condicional o no, de tal forma que las amenazas condiciones son delitos de resultado, y
las no condicionales son delitos de mera actividad.
La conducta típica consiste en amenazar con causar un mal. La clase de mal con
que se amenaza dará lugar a los distintos tipos de delitos de amenazas. La amenaza de
causar un mal debe ser real, sería y perseverante. El mal con el que se amenaza debe ser
futuro y posible. Hay que tener en cuenta para calificar los hechos como constitutivas de
delito: la persona que las profiere, los antecedentes, la ocasión, el lugar, el tiempo y los
hechos anteriores, simultáneos y posteriores.
Son delitos eminentemente dolosos.
La consumación del delito se produce cuando la amenaza llega a conocimiento del
sujeto pasivo.

Delitos de amenazas.
a) Amenazas constitutivas de delito.
1.- Graves

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1.1.- Amenazar con un mal constitutivo de delito.


El art. 169 CP castiga al que “amenazare a otro con causarle a él, a su familia o a
otras personas con las que esté íntimamente vinculado un mal que constituya delito de
homicidio, lesiones, aborto, contra la libertad, torturas y contra la integridad moral, la
libertad sexual, la intimidad, el honor, el patrimonio y el orden socioeconómico”.
La redacción del precepto no es muy afortunada y la doctrina se encuentra
dividida respecto si es necesario que se amenace con causar alguno de los delitos
mencionados, o bien si se trata de una enumeración ejemplificativa y se admite la
amenaza de cualquier tipo delito.
Se excluyen las faltas, pues se establece expresamente que sean delitos.
Sujeto activo puede ser cualquiera. Sujeto pasivo es quien recibe la amenaza; no
podrán ser sujeto pasivo aquellas personas que no tengan capacidad para enterarse de
las amenazas.
La conducta típica consiste en manifestarle al sujeto pasivo, directamente o por
otro medio eficaz para que llegue a su conocimiento, la intención de causarle a él, su
familia o a otras personas con las que esté íntimamente ligado un mal constitutivo de
delito, no de falta, y tener la suficiente entidad para causar inquietud o intranquilidad en
la persona que recibe la amenaza porque teme que pueda cumplirla.
El mal con el que se amenaza es futuro, si fuera inmediato sería intimidación.
Solo es posible la conducta dolosa. Es un delito eminentemente intencional, el
sujeto activo es consciente de que amenaza con un mal que constituye delito.
La consumación se produce cuando el sujeto activo comunica al sujeto pasivo o
pone en su conocimiento el mal constitutivo de delito que piensa infligir a esa persona o
las personas ligadas a él. La tentativa es posible, cuando la amenaza no llegue a
conocimiento de la persona a la que iba dirigida.
Tipos de amenazas graves de un mal constitutivo de delito:
1. Condicionales: recogida en el art. 169.1º “si se realiza la amenaza exigiendo una
cantidad de dinero o cualquier otra condición, aunque no sea ilícita”. Distinguiéndose:
- Si se ha conseguido su propósito. Pena: prisión de 1 a 5 años.
- Si no se ha conseguido su propósito. Pena: prisión de 6 meses a 3 años.
Se trata de un delito de resultado.
Existe un supuesto agravado, “si las amenazas se hicieren por escrito, por
teléfono o por cualquier medio de comunicación o reproducción, o en nombre de
entidades o grupos reales o supuestos”. Pena en su mitad superior.
2. No condicionales: recogida en el art. 169.2º “si la amenaza no ha sido
condicional”. Pena: prisión de 6 meses a 2 años.
Es un delito de simple actividad.
Existen varios supuestos agravados:
- Recogido en el art. 170.1 “Si las amenazas de un mal que constituyen delito
fuesen dirigidas a atemorizar a los habitantes de una población, grupo étnico, cultural
o religioso, o colectivo social o profesional, o a cualquier otro grupo de personas, y
tuvieran la gravedad necesaria para conseguirlo.” Pena: superior en grado.

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- Recogido en el art. 170.2 “Con la misma finalidad y gravedad (atemorizar a los


apartado anterior) reclamen públicamente la comisión de acciones violentas por parte
de organizaciones o grupos terroristas”. Pena: prisión de 6 meses a 2 años.
Estos supuestos agravados no responden a la estructura del delito de amenazas,
pues no van dirigidos contra una persona, sino contra un grupo indeterminados.

1.2 Amenaza de un mal no constitutivo de delito.


El art. 171.1 castiga “las amenazas de un mal que no sea constitutivo de delito,
atendiendo a su gravedad y a las circunstancias del hecho, si se exigiera una condición
que no consista en una conducta debida”.
La exigencia de cumplimiento de una conducta debida no constituye delito de
amenazas, por ejemplo en el caso que se exija cumplir un contrato.
Para ser constitutivas de delito deben ser condicionales, distinguiéndose:
- Si no se ha conseguido su propósito. Pena: prisión de 3 meses a 1 año o multa de 6 a 24
meses.
- Si se ha conseguido su propósito. Pena: la anterior en su mitad superior.
1.3 Chantaje.
Recogido en el art. 171.2 si alguien “exigiere a otro una cantidad o recompensa
bajo la amenaza de revelar o difundir hechos referentes a su vida privada o relaciones
familiares que no sean públicamente conocidos y puedan afectar a su fama, crédito o
interés”.
Concurso de leyes penales.-
En caso de que lo que se amenaza con difundir es constitutivo de delito, se
aplicará lo previsto en el art. 169.1, por el principio de especialidad.
Los requisitos para la apreciación de chantaje son:
- Se amenace con revelar hechos relativos a la vida privada o a las relaciones
familiares.
- Que no sean conocidos públicamente.
- Que puedan afectar a su fama, crédito o interés. Se establece como una
posibilidad, lo que no exige que efectivamente ocurra así.
En cuanto a la pena se distingue entre:
- Si se ha conseguido la entrega de todo o parte de lo exigido. Pena: prisión de 2 a 4 años.
- Si no se ha conseguido. Pena: prisión de 4 meses a 2 años.
Procedibilidad.
Establece el art. 171.3 “si el hecho descrito en el apartado anterior consistiere en
la amenaza de revelar o denunciar la comisión de algún delito el Ministerio Fiscal
podrá, para facilitar el castigo de la amenaza, abstenerse de acusar por el delito cuya
revelación se hubiera amenazado, salvo que estuviere castigado con pena de prisión
superior a dos años. En este último caso, el juez o tribunal podrá rebajar la sanción en
uno o dos grados”.
Es un incentivo que se da por el legislador para conocer y castigar el delito de
chantaje. De esta forma, las personas chantajeadas no serán acusadas del delito
cometido y con el que son objeto de chantaje. En virtud del principio de oportunidad
procesal, se otorga al Ministerio Fiscal la posibilidad de renunciar a perseguir un delito.

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2 Leves.
La Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género (LO
1/2.004), modificó el art. 171 CP, en el cual se recogen las siguientes conductas:
- Recogido en el art. 171.4. “El que de modo leve amenace a quien sea o haya
sido su esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de
efectividad aún sin convivencia o a una persona especialmente vulnerable que conviva
con el autor”.
Pena: prisión de 6 meses a 1 año o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 80 días y, en todo caso,
privación del derecho a la tenencia y porte de armas de 1 año y 1 día a 3 años, así como, cuando el Juez lo
estime adecuado al interés del menor o incapaz, inhabilitación especial para el ejercicio de la patria
potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento hasta 5 años.
- Recogido en el art. 171.5 “el que de modo leve amenace con armas u otros
instrumentos peligrosos a alguna de las personas a las que se refiere el artículo 173.2,
exceptuadas las contempladas en el apartado anterior”. Se refiere este precepto a los
descendientes, ascendientes o hermanos por naturaleza, adopción o afinidad, o menores
o incapaces que convivan con el autor o se hallen sujetos a su patria potestad.
Pena: igual que el anterior, salvo la inhabilitación especial que será por tiempo de 6 meses a 3 años.
Supuesto agravado.
En los casos en los que las conductas anteriores se realicen “en presencia de
menores, o tenga lugar en el domicilio de la víctima, o se realicen quebrantando una
pena de las contempladas en el art. 48 de este Código o una medida cautelar o de
seguridad de la misma naturaleza”.
Pena: en su mitad superior.
El fundamento de la agravación es diferente para cada uno de los supuestos. Para
el caso de realizarse en presencia de menores, se justifica por la mayor vulnerabilidad
de los menores, a los que presenciar los hechos les causa un grave perjuicio. En el caso
de realizarse en el domicilio de la víctima (o común), está en que puede aumentar el
efecto negativo sobre su salud. En los casos de quebrantamiento, se justifica por el
hecho de cometer una desobediencia a una orden judicial, aunque, en estos casos, más
que calificar esta agravante correspondería calificar un delito de quebrantamiento de
condena del art. 468 CP.
Supuesto atenuado.
Según el art. 171.6, en los dos supuestos anteriores, “el Juez o Tribunal,
razonándolo en la sentencia podrá rebajar la pena, en atención a las circunstancias
personales del autor y a las concurrentes en la realización del hecho”.
Pena: inferior en grado.
Se trata de una medida, de contenido abstracto e impreciso, cuyo objeto es evitar
el exceso en la punición de las conductas anteriores.

IV. COACCIONES.
Bien jurídico protegido.
La libertad de obrar de las personas, la libertad de decidir si realizar o no una
acción.
Sujeto activo puede ser cualquiera y sujeto pasivo podrán ser aquellas personas
que tienen capacidad para ser coaccionados, por lo que no podrán ser los niños
pequeños, ni las personas que no tengan capacidad para comprender los hechos.

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1. Tipo básico.
Recogido en el art. 172.1 castiga “al que sin estar legítimamente autorizado,
impidiere a otro con violencia hacer lo que la Ley no prohíbe, o le compeliere a
efectuar lo que no quiera, sea justo o injusto”.
Pena: prisión de 6 meses a 3 años o multa de 12 a 24 meses.
Para la imposición de la pena se tendrá en cuenta la gravedad de la coacción o de
los medios empleados.
La conducta típica la tiene que realizar una persona sin estar legítimamente
autorizado para hacerlos, es alternativa y reviste dos modalidades: a) impedir la
realización de una acción que no está prohibida por Ley; b) obligar a efectuar o a
realizar lo que el sujeto no quiere, sea justo o injusto.
Ambas deben realizarse con violencia sobre el sujeto pasivo, pues si no concurre
la violencia no habrá delito.
La doctrina y la jurisprudencia ha admitido que la violencia se puede ejercer
directamente sobre el sujeto pasivo como a través de otras personas y cosas; sin
embargo esta opinión no es mayoritariamente aceptada, considerando que en los casos
en los que la violencia se ejerce sobre persona distinta al sujeto pasivo se estaría ante un
delito de amenazas.
La distinción entre el delito de amenazas y coacciones no siempre es nítida.
La conducta es eminentemente dolosa, no admite la comisión con dolo eventual.
Como causa de justificación se admite si los sujetos que obligan a realizar o
impiden la realización de una acción actúan conforme a derecho.
La consumación tiene lugar cuando el sujeto realiza el acto que no quiere ejecutar
o bien cuando se le impide la acción que no está prohibida. Es posible la tentativa.

2. Supuestos agravados.
- Recogido en el art. 172.1 “Cuando la coacción ejercida tuviera como objeto
impedir el ejercicio de un derecho fundamental”.
Pena: en su mitad superior, salvo que el hecho tuviera señalada mayor pena en otro precepto. Lo que
supone una resolución de un concurso de leyes, pues existen derechos fundamentales protegidos en otros
preceptos del CP.
Los derechos fundamentales son los recogidos en la CE, arts. del 14 al 29.
- Recogido en el art. 172.1 “cuando la coacción ejercida tuviera por objeto
impedir el legítimo disfrute de la vivienda”.
Pena: en su mitad superior.
Los problemas de aplicación que puede presentar esta agravante en la práctica
están en la determinación del contenido del legítimo disfrute, es un elemento normativo
del tipo.

3. Coacciones leves constitutivas de delito por razón de género, o especial


vulnerabilidad de la víctima.
La LO 1/2.004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género
introdujo modificaciones en el delito de coacciones, transformando conductas
constitutivas de falta en delito, en virtud de la relación existente entre el sujeto activo y
el sujeto pasivo.

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1. Tipo básico.
a) Recogido en el art. 172.2 pena “al que de modo leve coacciones a quien sea o
haya sido su esposa, o mujer que esté ligada a él por una análoga relación de
afectividad aun sin convivencia”.
b) El mismo precepto también pena “al que de modo leve coaccione a una persona
especialmente vulnerables que conviva con el autor”.
Pena: prisión de 6 meses a 1 año, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 80 días y, en todo caso,
privación del derecho a la tenencia y porte de armas de 1 año y 1 día a 3 años, así como, cuando el Juez o
Tribunal lo estime adecuado en interés al menor o incapaz, inhabilitación especial para el ejercicio de la
patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento hasta 5 años.

2. Supuesto agravado.
Si el delito “se perpetra en presencia de menores, o tenga lugar en el domicilio
común o en domicilio de la víctima, o se realice quebrantando una pena de las
contempladas en el art. 48 de este Código o una medida cautelar o de seguridad de la
misma naturaleza”.
Pena: en su mitad superior.

3. Supuesto atenuado.
“No obstante lo previsto en los párrafos anteriores, el Juez o Tribunal,
razonándolo en la sentencia podrá rebajar la pena, en atención a las circunstancias
personales del autor y a las concurrentes en la realización del hecho”.
Pena: la inferior en grado.

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ESQUEMA BÁSICO
DETENCIONES ILEGALES.
• Cometidas por los particulares.
1. Tipo Básico.
Art. 163.1 “El particular que encerrare o detuviere a otro, privándole de su libertad, será castigado
con la pena de prisión de cuatro a seis años”.
2. Supuestos atenuados.
Art. 163.2 “Si el culpable diera libertad al encerrado o detenido dentro de los tres primeros días de
su detención, sin haber logrado el objeto que se había propuesto, se impondrá la pena inferior en grado”.
Art. 163.4 “El particular que, fuera de los casos permitidos por las leyes, aprehendiere a una
persona para presentarla inmediatamente a la autoridad, será castigado con la pena de multa de tres a
seis meses”.
3. Supuestos agravados.
Art. 163.3 “Se impondrá la pena de prisión de cinco a ocho años si el encierro o detención ha
durado más de quince días”.
Art. 165 “Las penas de los artículos anteriores se impondrán en su mitad superior, en los respectivos
casos, si la detención ilegal o secuestro se ha ejecutado con simulación de autoridad o función pública, o
la víctima fuera menor de edad o incapaz o funcionario público en el ejercicio de sus funciones”.
Art. 166 “El reo de detención ilegal o secuestro que no dé razón del paradero de la persona detenida
será castigado, según los casos, con las penas superiores en grado a las señaladas en los artículos
anteriores de este capítulo, salvo que la haya dejado en libertad”.
• Cometidas por autoridad o funcionario público.
Art. 167: “La autoridad o funcionario público que, fuera de los casos permitidos por la Ley, y sin
mediar causa por delito, cometiere alguno de los hechos descritos en los artículos anteriores será
castigado con las penas respectivamente previstas en éstos, en su mitad superior y, además, con la
inhabilitación absoluta por tiempo de ocho a doce años”.
SECUESTROS.
1. Tipo básico.
Art. 164 “El secuestro de una persona exigiendo alguna condición para ponerla en libertad, será
castigado con la pena de prisión de seis a diez años….”.
2. Supuesto atenuado.
Art. 164 “… Si en el secuestro se hubiera dado la circunstancia del artículo 163.3, se impondrá
la pena superior en grado, y la inferior en grado si se dieren las condiciones del art. 163.2”
3. Supuestos agravados.
Idem que la detención ilegal (tener en cuenta el art. 164, tachado en el apartado anterior)

AMENAZAS.
1. Amenazar con un mal constitutivo de delito.
Art. 169 “El que amenazare a otro con causarle a él, a su familia o a otras personas con las que
esté íntimamente vinculado un mal que constituya delitos de homicidio, lesiones, aborto, contra la
libertad, torturas y contra la intimidad moral, la libertad sexual, la intimidad, el honor, el patrimonio, y
el orden socioeconómico será castigado:…”
Agravante. En su mitad
Con la pena de prisión de 1 a 5 años […] si ha conseguido el propósito. superior si se hicieren por
escrito, por teléfono o por
169.1 cualquier medio de comu-
Condicionales nicación o reproducción, o
en nombre de entidades o
… De no conseguirlo, se impondrá la pena de prisión de 6 meses a 3 años. grupos reales o supuestos.

169.2. No Condicionales. Con la pena de prisión de 6 meses 2 años cuando la amenaza no haya sido condicional

Supuestos agravados.
Art. 170.1 “Si las amenazas de un mal que constituyere delito fueran dirigidas a atemorizar a los
habitantes de una población, grupo étnico cultural o religioso, o colectivo social o profesional, o a

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cualquier otro grupo de personas, y tuvieran la gravedad necesaria para conseguirlo, se impondrán
respectivamente las penas superiores en grado a las previstas en el artículo anterior”.
Art. 170.2 “serán castigados con la pena de prisión de seis meses a dos años, los que, con la
misma finalidad y gravedad, reclamen públicamente la comisión de acciones violentas por parte de
organizaciones o grupos terroristas”.
2. Amenazar con un mal no constitutivo de delito.
Art. 171.1 “Las amenazas de un mal que no constituya delito serán castigadas con pena de
prisión de 3 meses a un año o multa de seis a 24 meses, atendidas la gravedad y circunstancia del hecho,
cuando la amenazas hubiera sido condicional y la condición no consistiere en una conducta debida. Si el
culpable hubiere conseguido su propósito se impondrá la pena en su mitad superior.”.
3. Chantaje.
Art. 171.2 “Si alguien exigiere a otro una cantidad o recompensa bajo la amenaza de revelar o
difundir hechos referentes a su vida privada o relaciones familiares que no sean públicamente conocidos
y puedan afectar a su fama, crédito o interés, será castigado con la pena de prisión de dos a cuatro años,
si ha conseguido la entrega de todo o parte de lo exigido, y con la de cuatro meses a dos años, si no la
consiguiere”.
*El MF podrá abstenerse de acusar del delito cuya
Si se consigue el resultado. relevación se hubiere amenazado, salvo castigado con
Amenazas condicionales con un pena de prisión superior a 2 años, en cuyo caso el Juez
mal no constitutivo de delito. podrá rebajar la pena en uno o dos grados.
////
Chantaje* Pena inferior si no se consigue el resultado.

4. Amenazas leves constitutivas de delito. (LO 1/2.004)


Art. 171.4 “El que de modo leve amenace a quien sea o haya sido su esposa, o mujer que esté o
haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, será castigado con
la pena de prisión de seis meses a un año o de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 80 días y,
en todo caso, privación del derecho a la tenencia y porte de armas de un año y un día a tres año, así
como, cuando el Juez o Tribunal lo estime adecuado al interés del menor o incapaz, inhabilitación
especial para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento hasta cinco años.
Igual pena se impondrá al que de modo leva amenace a una persona especialmente vulnerable que
conviva con el autor”.
Art. 171.5 “El que de modo leve amenace con armas u otros instrumentos peligrosos a alguna de
las personas a las que se refiere el art. 173.2, exceptuadas las contempladas en el apartado anterior será
castigado… (Límite inferior de la pena de prisión más leve, tres meses en vez de seis).
Supuesto agravado.
Art. 171.5 “… Se impondrán las penas previstas en los apartados 4 y 5, en su mitad superior
cuando el delito se perpetre en presencia de menores, o tenga lugar en el domicilio común o en el
domicilio de la víctima o se realice quebrantando una pena de las contempladas en el art. 48 de este
Código o una medida cautelar o de seguridad de la misma naturaleza”.
Supuesto atenuado.
Art. 171.6 “…El Juez o Tribunal, razonándolo en Sentencia, en atención a las circunstancias
personales del autor y a las concurrentes en la realización del hecho, podrá imponer la pena inferior en
grado”.
COACCIONES.
1. Tipo básico.
Art. 172.1 “El que, sin estar legítimamente autorizado, impidiere a otro con violencia hacer lo
que la ley no prohíbe, o le compeliere a efectuar lo que no quiere, sea justo o injusto, será castigado con
[…], según la gravedad de la coacción o de los medios empleados…”.
2. Supuestos agravados.
Art. 172.1 “Cuando la coacción ejercida tuviera como objeto impedir el ejercicio de un derecho
fundamental se le impondrá pena en su mitad superior, salvo que el hecho tuviera señalada mayor pena
en otro precepto de este Código”.
Art. 172.1 “También se impondrán las penas en su mitad superior cuando la coacción ejercida
tuviera por objeto impedir el legítimo disfrute de la vivienda”.
3. Coacciones leves constitutivas de delito (LO 1/2.004). Idem que las amenazas leves.

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TEMA 8
TORTURAS Y OTROS DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD MORAL Y
TRATA DE SERES HUMANOS.
La integridad moral es un derecho fundamental plasmado en el art. 15 CE, siendo éste el bien
jurídico protegido, aunque en el campo penal tiene sus propias connotaciones.
I. DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD MORAL.
1. Tratos degradantes.
El art. 173.1 castiga al “que infligiere a otra persona un trato degradante,
menoscabando gravemente su integridad moral”.
Pena: prisión de 6 meses a 2 años.
Sujeto activo puede ser cualquiera. Los funcionarios públicos pueden serlo
siempre que actúen como particulares, no con abuso de su cargo. Sujeto pasivo puede
ser cualquier persona.
Para que se perfeccione el delito es necesario: a) un trato degradante, y b) que se
menoscabe gravemente la integridad moral de una persona.
Por degradante hay que entender humillación, bajeza…; el trato degradante es “aquel que pueda
crear a las víctimas sentimientos de temor, de angustia y de inferioridad susceptibles de humillarles de
envilecerles y de quebrantar, en su caso, su resistencia física o moral” (STS 10/10/2.008).
La integridad moral se configura como una categoría conceptual propia, como un valor de la vida
humana, independiente del derecho a la vida, a la integridad física, a la libertad en sus diversas
manifestaciones o al honor” (STS 30/01/2.007). Al tratarse de un concepto tan abierto, será la
jurisprudencia la que lo delimite, aunque el riesgo de arbitrariedad judicial es latente.
El art. 173.1 establece que la integridad moral ha de menoscabarse gravemente.
La valoración de lo que debe entenderse grave no es fácil, resultando problemática la
línea divisoria entre el delito y la falta del art. 620.2 (vejación injusta leve).
No es necesario que se realice una conducta reiterada. Será suficiente un acto si es
grave; si es leve será constitutiva de falta.
2. Actos hostiles o humillantes en el ámbito laboral o funcionarial.
El párrafo 2º del art. 173.1 castiga a los que “en el ámbito de cualquier relación
laboral o funcionarial y prevaliéndose de su relación de superioridad, realicen contra
otro de forma reiterada actos hostiles o humillantes que, sin llegar a constituir trato
degradante, supongan grave acoso contra la víctima”.
Pena: prisión de 6 meses a 2 años. En principio no es razonable que se ponga la misma pena en este caso
como en los tratos degradantes, pues ahora estamos antes casos que no llegan a constituir trato
degradante; lo cual se complica con la expresión “supongan grave acoso contra la víctima”. En muchos
casos el Juez tendrá problemas para poder aplicar este precepto y no reconducirlo a falta.
Los elementos del delito son.
a) Realización reiterada de actos hostiles o humillantes; aunque debe tratarse de
supuestos degradantes que no sean graves. Los actos humillantes deben ser de
intensidad moderada, pues si son graves daría lugar al delito de trato degradante, y si
son de escasa identidad serán constitutivos de falta.
b) Los actos hostiles o humillantes no han de constituir trato degradante, pero han
de suponer grave acoso contra la víctima. Estamos antes situaciones difíciles de
compaginar, pues el grave acoso puede ser constitutivo de otro delito.
c) La conducta ha de tener lugar en el ámbito de cualquier relación laboral o
funcionarial.
d) El sujeto activo del delito ha de realizar los actos hostiles o humillantes
prevaleciéndose de su relación de superioridad.

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3. Actos hostiles o humillantes para impedir el disfrute de la vivienda.


El párrafo 3º del art. 173.1 castiga al “que de forma reiterada lleve a cabo actos
hostiles o humillantes que, sin llegar a constituir trato degradante, tengan por objeto
impedir el legítimo disfrute de la vivienda”.
Pena: prisión de seis meses a dos años.
4. Violencia física o psíquica habitual en el ámbito doméstico.
El art. 173.2 pena al “que habitualmente ejerza violencia física o psíquica sobre
quien sea o haya sido su cónyuge o sobre persona que esté o haya estado ligada a él
pro una relación de afectividad aun sin convivencia, o sobre los descendientes,
ascendientes o hermanos por naturaleza, adopción o afinidad, propios o del cónyuge o
conviviente, o sobre los menores o incapaces que con él convivan o que se hallen
sujetos a la potestad, tutela, curatela, acogimiento o guarda de hecho del cónyuge o
conviviente, o sobre persona amparada en cualquier otra relación por la que se
encuentre integrada en el núcleo de su convivencia familiar, así como sobre las
personas que por su especial vulnerabilidad se encuentran sometidas a custodia o
guarda en centros públicos o privados…”
Pena: prisión de 6 meses a 3 años, privación del derecho a la tenencia y porte de armas de 2 a 5 años y, en
su caso, cuando el Juez o Tribunal lo estime adecuado al interés del menor o incapaz, inhabilitación
especial para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela, guarda o acogimiento por tiempo de 1 a 5
años, sin perjuicio de las penas que pudieran corresponder a los delitos o faltas en que se hubieran
concretado los actos de violencia física o psíquica.
El bien jurídico protegido, además de la integridad corporal y la salud física y
psíquica, es la dignidad de la persona en el ámbito doméstico.
Estamos ante un delito de peligro abstracto, por lo que no es necesaria la
producción de ningún resultado lesivo. El tipo requiere la repetición de agresiones
constitutivas de delito o falta.
En estos delitos no puede apreciarse el agravante de parentesco, pues es inherente
al mismo.
Con la incorporación de la violencia psíquica se crea una situación que tendrá
serias dificultades para poder resolverse de forma satisfactoria, pues los jueces no están
preparados para tratar sobre cuestiones de tipo psicológico, donde hay que tener en
cuenta la posible simulación. De otra parte, cabe advertir que en las lesiones
constitutivas de falta no se hace referencia a la violencia psíquica.
5. Concurso.
El párrafo 1º del art. 173.2 en su inciso final dice “… sin perjuicio de las penas
que pudieran corresponder a los delitos o faltas en que se hubieran concretado los
actos de violencia física o psíquica”.
Estamos ante un concurso de delitos cuando además de incurrir en la violencia
habitual cause lesiones tipificadas como tales en otros preceptos del CP. Por ejemplo, el
que habitualmente ejerza violencia física contra su cónyuge incurrirá en un delito del
art. 173.2, y si además, tales agresiones, le ha causado una grave deformidad incurrirá
en el delito del art. 149. La cátedra entiende que, en algunos casos, se puede vulnerar el
principio no bis in idem.
Cuando se trate de conductas aisladas, no habituales, habrá que recurrir al art. 153 o, en su caso, a
otros preceptos del CP. En caso de reiteración de faltas de lesiones, hay tener en cuenta el párrafo 2 del
art. 147.1, que castiga al que por cualquier medio o procedimiento causare a otro una lesión que
menoscabe su integridad corporal o su salud física o mental.
6. Habitualidad.

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Dispone el art. 173.3 que “para apreciar la habitualidad a que se refiere el


apartado anterior, se atenderá al número de actos violentos que resulten acreditados,
así como a la proximidad temporal de los mismos, con independencia de que dicha
violencia se haya ejercido sobre la misma o diferentes víctimas de la comprendidas en
este artículo y de que los actos violentos hayan sido o no objeto de enjuiciamiento en
procesos anteriores”.
Tanto la jurisprudencia como parte de la doctrina, siguiendo el criterio que se
establece para la habitualidad en la receptación, consideran que la habitualidad requiere
de la repetición de tres hechos en un periodo no muy lejano. Este criterio está
evolucionando en el sentido de considerar suficiente, al menos, dos conductas
homogéneas.
7. Supuestos agravados.
En el párrafo 2º del art. 173.2 se establece un supuesto agravado similar al del
párrafo 2º del art. 153: “Se impondrán las penas en su mitad superior cuando alguno o
algunos de los actos de violencia se perpetren en presencia de menores, o utilizando
armas, o tenga lugar en el domicilio común o en el domicilio de la víctima, o se
realicen quebrantando una pena de las contempladas en el art. 48 de este Código o una
medida cautelar o de seguridad o prohibición de la misma naturaleza”.
8. Atentados contra la integridad moral cometido por autoridad o funcionario
público.
El art. 175 castiga a “la autoridad o funcionario público que, abusando de su
cargo y fuera de los casos comprendidos en el artículo anterior, atentare contra la
integridad moral de una persona”.
Pena: prisión de 2 a 4 años si el atentado fuera grave, y de 6 meses a 2 años si no lo fuera, además, en
ambos supuestos se impondrán pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público de 2 a 4 años.
Se trata de un supuesto confuso que conlleva notable inseguridad jurídica. No
queda claro el tipo de conductas a las que se refiere. Es un tipo agravado en función al
sujeto activo. Al igual que en el art. 173 se castigan atentados que no sean graves. Es
necesario que el sujeto activo actúe con abuso de su cargo, lo que impide apreciar la
agravante del art. 22.7ª
9. Delito en comisión por omisión.
El art. 176 dispone que “Se impondrán las penas respectivamente establecidas en
los artículos precedentes a la autoridad o funcionario que, faltando a los deberes de su
cargo, permitiere que otras personas ejecuten los hechos previstos en ellos”.
Es necesario que la omisión de impedir el delito sea a consecuencia de faltar a los
deberes de su cargo. La autoridad o funcionario está en situación de garante respecto al
comportamiento de sus subordinados. Para que se perfeccione el delito es necesario que
aquellos falten a los deberes de su cargo, lo cual, debe entenderse que conocen el
comportamiento delictivo de sus subordinados y no lo impiden cuando tienen el deber
de hacerlo.
II. TORTURAS.
La tortura para conseguir el esclarecimiento de delitos e identificación de delincuentes es una realidad
que sigue sin erradicarse, aunque está más limitada en países democráticos. Los Gobiernos en no pocos
casos se inhiben de perseguir los procedimientos ilegales de sus policías –e incluso jueces-, especialmente
cuando se trata de cuestiones relacionadas con el poder político.
El Estatuto de la Corte Penal Internacional, entiende por tortura “causar intencionalmente dolor o
sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales a una persona que el acusado tenga bajo su custodia o
control; sin embargo, no se entenderá por tortura el dolor o los sufrimientos que se deriven únicamente
de sanciones ilícitas o que sean consecuencia normal o fortuitas de ellas”

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1. El delito de torturas. Concepto.


Según el art. 174.1 “comete tortura la autoridad o funcionario público que,
abusando de su cargo, y con el fin de obtener una confesión o información de cualquier
persona o de castigarla por cualquier hecho que haya cometido o se sospeche que ha
cometido, o por cualquier razón basada en algún tipo de discriminación, la sometiere a
condiciones o procedimientos que por su naturaleza, duración u otras circunstancias, le
supongan sufrimientos físicos o mentales, la supresión o disminución de sus facultades
de conocimiento, discernimiento o decisión o que, de cualquier otro modo, atenten
contra su integridad moral”.
Pena: prisión de 2 a 6 años si el atentado fuera grave, y de 1 a 3 años si no lo es. Además, para ambos
casos, se impondrá la pena de inhabilitación absoluta de 8 a 12 años.
La pena está en función de que el atentado a la integridad moral sea o no grave,
resultando problemático determinar la gravedad.
Cuando la conducta no persiga las finalidades mencionadas no se castigará por
este precepto sino por el que corresponda en cada caso. Esto es, el fin de la conducta es:
a) obtener una confesión o información de una persona, o b) castigarla por cualquier
hecho cometido o que se sospeche que ha cometido.
El bien jurídico protegido es la integridad moral de todos los ciudadanos.
Estamos ante un delito especial, cuyo sujeto activo solo pueden ser las autoridades
o funcionarios públicos, e incluso dentro de estos se podría limitar a miembros de las
fuerzas y cuerpos de seguridad, jueces o fiscales.
Este artículo es un claro ejemplo de inseguridad jurídica por la imprecisión de
muchos de sus conceptos.
La prueba obtenida será nula cuando se obtenga realizando los derechos o
libertades fundamentales (art. 11.1 LOPJ).
Solo es posible la comisión mediante dolo directo. No cabe el dolo eventual. Las
formas imprudentes no son posibles.
La consumación del delito se produce en el momento en que el sujeto activo ha
realizado cualquiera de los actos del art. 174.1, no siendo necesario que se consiga el
resultado que persigue.
Se trata de un delito de resultado, aunque es posible la tentativa.
2. Supuestos equiparados a la tortura.
El art. 174.2 castiga a “la autoridad o funcionario de instituciones penitenciarias
o de centros de protección o corrección de menores que cometiere, respecto de
detenidos, internos o presos, los actos a que se refiere el apartado anterior”.
Pena: Idem que en el delito de tortura.
Estos funcionarios no tienen como función la de investigar delitos, pueden
cometer el hecho bajo la forma de castigo por un hecho cometido o sospecha de haberlo
hecho. Se equiparan las penas, posiblemente en función del lugar.
No obstante, se pone de manifiesto que el legislador distingue entre autoridades y funcionarios
cuya misión es perseguir delitos y el resto.
3. Torturas en comisión por omisión.
Hay autoridades o funcionarios públicos que por su posición de garante tienen el
deber de evitar que sus subordinados realicen cualquiera de las conductas tipificadas del
art. 174. En este caso, se incurra en un delito de tortura en comisión por omisión.

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El art. 176 dice “Se impondrán las penas respectivamente establecidas en los
artículos precedentes a la autoridad o funcionario que, faltando a los deberes de su
cargo, permitiere que otras personas ejecuten los hechos previstos en ellos”.
La autoridad o funcionario deberá tener conocimiento de los actos de tortura, que
son ejecutados por sus subordinados y, aún así, no los impide cuando podía hacerlo.
4. Concurso.
El art. 177 dice: “Si en los delitos descritos en los artículos precedentes, además
del atentado a la integridad moral, se produjere lesión o daño a la vida, integridad
física, salud, libertad sexual o bienes de la víctima o de un tercero, se castigarán los
hechos separadamente con la pena que les corresponda por los delitos o faltas
cometidos, excepto cuando aquél ya se halle especialmente penado por la ley”.
El concurso se limita a una serie de bienes concretos. La referencia del inciso final
“excepto cuando…”, pretende evitar la violación del principio no bis in idem.

III. TRATA DE SERES HUMANOS.


Debido al cumplimiento de la normativa europea, en la reforma del CP del 2.010, se introduce el art.
177bis, relativa a la lucha contra la trata de seres humanos. Estas situaciones se producen especialmente
como consecuencia de los movimientos migratorios de los países muy pobres y oprimidos, inmersos en
conflictos armados, etc., constituyendo una grave violación de los derechos fundamentales. El Consejo de
Derechos Humanos dice que hay más de 12 millones de esclavos en el mundo.
1. Tipo básico.
En el art. 177bis.1 se castiga “como reo de trata de seres humanos el que, sea en
territorio español, sea desde España, en tránsito o con destino a ella, empleando
violencia, intimidación o engaño, o abusando de una situación de superioridad o de
necesidad o de vulnerabilidad de la víctima nacional o extranjera, la captare,
transportare, trasladare, acogiere, recibiere o la alojare con cualquiera de las
finalidades siguientes:
a) La imposición de trabajo o servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares
a la esclavitud o a la servidumbre o a la mendicidad.
b)La explotación sexual, incluida la pornografía.
c) La extracción de sus órganos corporales.”
Pena: prisión de 5 a 8 años.
El bien jurídico protegido es la libertad, dignidad e integridad física y moral de
las personas, así como su salud.
La consumación se produce con la realización de la acción típica de captar,
transportar, etc. con alguna de las finalidades de los apartados a), b) y c). Si con
posterioridad se llega a cometer alguno de estos delitos, se estará ante un concurso.
El delito debe cometerse con violencia, intimidación o engaño.
a) Trabajos o servicios forzados.
El Convenio 29 de la Organización Internacional del Trabajo Forzoso conceptúa el trabajo forzado
como: “todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de una pena cualquiera y para el
cual dicho individuo no se ofrece voluntariamente, exceptuándose el trabajo forzoso u obligatorio, que es
ineludible y se realiza a disgusto”.
b) La esclavitud.
El art. 607bis CP establece: “Por esclavitud se entenderá la situación de la persona sobre la que
otro ejerce incluso de hecho, todos o algunos de los atributos del derecho de propiedad, como comprarla,
venderla, prestarla o darla en trueque”.

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c) Prácticas similares a la esclavitud o la servidumbre.


Habrá que estar a lo dispuesto en el Título XV, del Libro II, donde se recogen los Delitos contra
los derechos de los trabajadores.
d) La mendicidad.
El art. 232 CP castiga la utilización de menores de edad o incapaces para la práctica de la
mendicidad agravándose la pena cuando se utilice violencia o intimidación, o se les suministrare
sustancias perjudiciales para la salud.
e) Explotación sexual incluida la pornografía.
En relación a la pornografía, el art. 186 CP castiga la venta, difusión o exhibición de material
pornográfico entre menores de edad o incapaces. El art. 189 CP también se encarga de la pornografía y su
explotación.
En relación a la explotación sexual, entrarán los supuestos tipificados en el capítulo VIII del Libro
II, siempre que se lleva a cabo empleando violencia, intimidación…
f) Extracción de órganos corporales.
Habrá que estar a lo dispuesto en el art. 156 bis.
2. Menores de edad.
El art. 177bis.2 dice: “Aún cuando no se recurra a ninguno de los medios
enunciados en el apartado anterior, se considerará trata de seres humanos cualquiera
de las acciones indicadas en el apartado anterior cuando se llevare a cabo respecto de
menores de edad con fines de explotación”.
En este supuesto se tiene en cuenta que el sujeto pasivo es menor de edad y la
finalidad es la explotación. Explotar es según el DRAE es “utilizar en provecho propio,
por lo general de un modo abusivo, las cualidades o sentimientos de una persona”.
3. Irrelevancia del consentimiento.
El art. 177bis.3 dice: “El consentimiento de una víctima de trata de seres
humanos será irrelevante cuando se haya recurrido a alguno de los medios indicados
en el apartado primero de este artículo”.
No tiene mucho sentido este precepto, pues el consentimiento estaría anulado al estar viciado de
antemano por las situaciones que se contemplan en el art. 177bis.1 (violencia, intimidación o engaño).
4. Supuestos agravados.
a) En atención al sujeto pasivo.
Dice el art. 177bis.4 “Se impondrá la pena superior en grado a la prevista en el
apartado primero de este artículo cuando:
a) Con ocasión de la trata se ponga en grave peligro a la víctima.
b) La víctima sea menor de edad.
c) La víctima sea especialmente vulnerable por razón de enfermedad, discapacidad
o situación.
Si concurriere más de una circunstancia se impondrá la pena en su mitad superior”
Las penas pueden resultar excesivas para algunos supuestos, pues pueden llegar a
12 de prisión.
b) En atención al sujeto activo.
Dice el art. 177bis.5 “se impondrá la pena superior en grado a la prevista en el
apartado 1 de este artículo e inhabilitación absoluta de 6 a 12 años, a los que realicen
los hechos prevaliéndose de su condición de autoridad, agente de ésta o funcionario
público. Si concurriere además alguna de las circunstancias previstas en el apartado 4
de este artículo se impondrán las penas en su mitad superior”.
c) Pertenencia a organización o asociación.

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Según el párrafo 1º del art. 177bis.6 “Se impondrá la pena superior en grado a la
prevista en el apartado 1 de este artículo, e inhabilitación especial…, cuando el
culpable perteneciera a una organización o asociación de más de dos personas, incluso
de carácter transitorio, que se dedicase a la realización de tales actividades. Si
concurriere alguna de las circunstancias previstas en el apartado 4 se impondrán las
penas en la mitad superior. Si concurriera la circunstancia prevista en el apartado 5 de
este artículo se impondrán las penas señaladas en este en su mitad superior”.
El párrafo 2º del art. 177bis.6 dice “cuando se trate de los jefes, administradores o
encargados de dichas organizaciones o asociaciones, se les aplicará la pena en su
mitad superior, que podrá elevarse a la inmediatamente superior en grado si
concurriera alguna de las circunstancias previstas en el apartado 4 o la circunstancia
prevista en el apartado 5 de este artículo”.
5. Responsabilidad de las personas jurídicas.
Establece el apartado 7 “cuando de acuerdo con lo establecido en el art. 31bis
una persona jurídica sea responsable de los delitos en este artículo se le impondrá la
pena de multa del triple al quíntuple del beneficio obtenido.”
6. Provocación, conspiración y proposición.
Dice el apartado 8 que “la provocación, conspiración y proposición para cometer
el delito de trata de seres humanos, serán castigadas con la pena inferior en uno o dos
grados a la del delito correspondiente”.
7. Concurso de delitos.
El apartado 9 establece “en todo caso, las penas previstas en este artículo se
impondrán sin perjuicio de las que correspondan, en su caso, por el delito del art. 318
bis de este Código y demás delitos efectivamente cometidos, incluidos los constitutivos
de la correspondiente explotación”.
Se establece un concurso real entre el delito de trata de seres humanos y el del art.
318 u otros delitos cometidos.
8. Reincidencia internacional.
El apartado 10 dice “las condenas de jueces o tribunales extranjeros por delitos
de la misma naturaleza que los previstos en este artículo producirán los efectos de
reincidencia, salvo que el antecedente penal haya sido cancelado o pueda serlo con
arreglo al Derecho español”.
9. Supuestos de exención de pena.
Dispone el art. 177bis.11 “sin perjuicio de la aplicación de las reglas generales
de este Código, la víctima de trata de seres humanos quedará exenta de pena por las
infraccione que haya cometido en la situación de explotación sufrida, siempre que su
participación en ellas haya sido consecuencia directa de la situación de violencia,
intimidación, engaño o abuso a que haya sido sometida y que exista una adecuada
proporcionalidad entre dicha situación y el hecho criminal realizado”.
Para poder liberarse de la situación a la que está sometida, la víctima puede llegar a cometer
lesiones para huir, sustraer dinero, etc. En todo caso, podía concurrir legítima defensa, estado de
necesidad o miedo insuperable como eximente completa o incompleta. Se trata de un precepto abierto que
puede llevar a inseguridad jurídica.

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ESQUEMA BÁSICO

DELITOS CONTRA LA INTEGRIDAD MORAL


Art. 173.1 Art. 173.2
a) Tratos degradantes menoscabando la integridad moral. Violencia física o psíquica habitual* en el ámbito doméstico.
b) Actos hostiles o humillantes en el ámbito laboral o funcionarial* Concurso real con otros preceptos que pudieran ocasionarse.
c) Actos hostiles o humillantes para impedir disfrute de la vivienda* *repetición de actos violentos que resulten acreditados, hayan
*sin llegar a ser trato degradante. sido enjuiciados o no.

Supuesto agravado. En presencia de menores, o utilizando armas,


o tengan lugar en el domicilio común o en del la víctima, o se
realicen quebrantando pena o medida cautelar o de seguridad

Supuesto agravado (art. 175). La autoridad o funcionario Comisión por omisión (art. 176). La autoridad o funcionario que
público que, abusando de su cargo… atentare contra la integridad faltando a los deberes de su cargo, permitiere que otras personas
moral de una persona. ejecuten los hechos previstos en los artículos anteriores.

TORTURAS
Art. 174.1 Tortura Art. 174.2 supuestos equiparados a la tortura
Autoridad o funcionario público que, abusando a su cargo, y con el fin de Autoridad o funcionario de instituciones penitenciarias o
obtener una confesión o información o castigar un hecho, o por cualquier de centros de protección o corrección de menores que
tipo de discriminación, someta a una persona a condiciones o cometa los actos del art. 174.1.
procedimientos que le supongan sufrimientos físicos o mentales…

TRATA DE SERES HUMANOS.


Art. 177.- 1. Será castigado con la pena de 5 a 8 años de prisión como reo de trata de seres humanos el
que, sea en territorio español, sea desde España, en tránsito o con destino a ella, empleando violencia,
intimidación o engaño, o abusando de una situación de superioridad o de necesidad o de vulnerabilidad
de la víctima nacional o extranjera, la captare, transportare, trasladare, acogiere, recibiere, o la alojare
con cualquier de las finalidades siguientes:
a) La imposición de trabajo o servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares a la
esclavitud o a la servidumbre o a la mendicidad.
b) La explotación sexual, incluida la pornografía.
c) La extracción de sus órganos corporales.
2. Se considerará trata de seres humanos cualquiera de las acciones indicadas en el apartado anterior
cuando se llevare a cabo respecto de menores de edad con fines de explotación.
3. El consentimiento de la víctima de trata de seres humanos será irrelevante
4. Se impondrá la pena superior en grado a la prevista en el artículo primero cuando:
a) Con ocasión de la trata se ponga en grave peligro a la víctima.
b) la víctima sea menor de edad.
c) la víctima sea especialmente vulnerable por razón de enfermedad, discapacidad o situación.
5. Pena superior en grado a la prevista en el apartado 1 e inhabilitación absoluta de 6 a 12 años a los que
realicen hechos prevaleciéndose de su condición de autoridad, agente de ésta o funcionario público. Si
concurriere además alguna de las circunstancias del apartado 4 se impondrá la pena en su mitad superior.
6. Pena superior en grado e inhabilitación especial para profesión… por el tiempo de la condena, cuando
el culpable pertenezca a organización o asociación de más de dos personas. Si concurre con alguna de las
circunstancias de los apartados 4 y 5 penas en su mitad superior. A los jefes pena en su mitad superior, y
si concurren las circunstancias de los apartados 4 y 5 pena superior en grado
7. Persona jurídica multa del triple al quíntuple del beneficio obtenido.
8. La provocación, conspiración y proposición pena inferior en uno o dos grados.
9. En todo caso, concurso real entre delito de trata de seres humanos y demás delitos cometidos.
10. Reincidencia internacional.
11. Las víctimas están exentas de pena por las infracciones que cometan como consecuencia de la
situación de explotación sufrida, siempre que su participación haya sido consecuencia directa.

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TEMA 9
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD E INDEMNIDAD SEXUAL (I)
I. AGRESIONES SEXUALES.
1. Tipo básico.
Art. 178 “el que atentare contra la libertad sexual de otra persona, utilizando
violencia o intimidación, será castigado como responsable de agresión sexual…”.
Pena: prisión de uno a cinco años.
Estamos ante un precepto penal muy abierto donde a veces resultará difícil
interpretar qué conductas comprende el tipo, con el consiguiente riesgo de inseguridad
jurídica que ello supone.
El bien jurídico protegido es en primer lugar la libertad sexual, si bien también
se protegen facetas relacionadas con la dignidad, e incluso la salud y libertad de la
víctima.
Sujeto activo, en principio, puede ser cualquier persona, lo mismo que el sujeto
pasivo. Si bien, habrá que atender a las excepciones de los arts. 179 y 180. El sujeto
pasivo debe ser una persona viva, la necrofilia no sería punible por esta vía. Es posible
la coautoría, así como la cooperación necesaria.
La acción consiste en atentar contra la libertad sexual de otro con violencia o
intimidación. Es necesario que concurran los elementos objetivos y subjetivos. Los
objetivos consisten en una conducta de carácter sexual sobre el cuerpo de una persona
sin su consentimiento. El elemento subjetivo del injusto está caracterizado por la
finalidad lúbrica que persigue el sujeto activo, el animus libidinoso 3.
Se puede cometer en comisión por omisión, siempre que exista una persona
garante que tenga el deber de impedir el delito.
Se requiere que la agresión sexual se lleve a cabo con violencia o intimidación.
Es necesario, además, que se dé una relación de causalidad entre la violencia o
intimidación y la conducta de tipo sexual.
La violencia es el empleo de la fuerza –vis física- para doblegar la voluntad de la
víctima. La intimidación equivale a causar o infundir miedo –vis psicológica-, la cual
tiene que ser de cierta entidad. No obstante, lo esencial es que la víctima se doblegue.
La jurisprudencia viene exigiendo cierta resistencia u oposición de la víctima,
aunque el derecho no obliga a actos heroicos.
El consentimiento excluye la tipicidad, pues no se comete agresión cuando la
otra persona acepta la relación, siempre que el consentimiento sea válido. No siendo
válido si se obtiene mediante violencia o intimidación, así como el consentimiento
otorgado por menor de trece años o incapaz.
Son irrelevantes las relaciones anteriores entre autor y víctima. También, es irrelevante la
condición del sujeto pasivo, no importando que sea prostituta o la pareja del agresor.
En cuanto a las formas de ejecución, el delito se consuma con la realización de
los actos del sujeto activo lleva a cabo sobre el cuerpo de la víctima con fines
libidinosos y sin el consentimiento de ésta. No es necesario que el sujeto activo consiga
la satisfacción que perseguía. Es posible la tentativa, pues es posible que la víctima
consiga impedir con su resistencia o la intervención de terceros.

3
El animus libidinoso se presume en todo caso, de lo se desprende que es suficiente con que el sujeto
conozca que realiza un acto sexual sin consentimiento del sujeto pasivo.

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2. Violación.
El art. 179 dice “cuando la agresión sexual consista en acceso carnal por vía
vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de
las dos primeras vías, el responsable será castigado, como reo de violación…”
Pena: prisión de 6 a 12 años.
El concepto es demasiado amplio, sobre todo cuando se extiende a la introducción de objetos por
vía vaginal o anal. Por miembro corporal ha de entenderse que han de ser pertenecientes al cuerpo
humano del sujeto activo, como pueden ser los dedos.
Sujeto activo del delito cuando hay penetración, en principio, solo puede ser el
varón, aunque la mujer puede ser sujeto activo como cooperadora en la ejecución, o con
la introducción de miembros corporales u objetos. Sujeto pasivo podrá ser la mujer en
todo caso, y el varón en la penetración bucal o anal. No importa que se trate de una
persona prostituida, de la pareja o incluso su cónyuge.
En los supuestos de acceso carnal, aunque en principio se excluye como sujeto activo a la mujer,
es imaginable la posibilidad de que una mujer lo cometa obligando a un varón al acceso carnal. Por
acceso carnal hay que entender la conjunción del miembro viril masculino a través de la vía vaginal. Lo
cual imposibilita que sea cometido entre mujeres. Para la consumación basta la coniunctio membrorum,
no siendo necesaria ni la immissio seminis ni que la immissio penis sea completa. Es posible la tentativa.
En cuanto a la “introducción de objetos”, el texto no especifica que se entiende por objeto a
efectos de este delito. Por lo que si objeto puede ser cualquier cosa, las posibilidades son inagotables.
Por penetración bucal o anal hay que entender la introducción del miembro viril masculina por
boca o ano. Para la consumación es suficiente la penetración parcial. En la violación bucal no es preciso
para la consumación traspasar la línea de los dientes (STS 13 mayo 2002), aunque la doctrina considera
que estos casos deberían ser considerados como tentativa.

3. Supuestos agravados.
El art. 180.1 dice “las anteriores conductas serán castigadas con las penas de
prisión de 5 a 10 años para las agresiones del art. 178, y de 12 a 15 años para las del
art. 179, cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:”
1º. Cuando la violencia o intimidación ejercidas revistan un carácter particularmente
degradante o vejatorio.- estamos ante conceptos imprecisos que conllevan gran inseguridad jurídica,
ya que las acciones tipificadas en el art. 178 y 179 ya de por sí son degradantes y vejatorias. Sin embargo
la referencia a “particularmente”, puede entenderse que hace referencia a supuestos muy cualificados,
como podría ser amordazar, golpear a la víctima…
2. Cuando los hechos se cometan por la actuación conjunta de dos o más personas.- es
suficiente que uno de ellos consume la conducta libidinosa sobre la víctima, pudiendo intervenir los otros
como cooperadores en la ejecución.
3. Cuando la víctima sea especialmente vulnerable, por razón de su edad, enfermedad,
discapacidad o situación, salvo lo dispuesto en el art. 183.- Se trata de conceptos demasiados
amplios, lo que conlleva otra vez cierta inseguridad jurídica, teniendo que valorar el juez en cada caso.
4. Cuando, para la ejecución del delito, el responsable se haya prevalecido de una
relación de superioridad o parentesco, por ser ascendiente, descendiente o hermano,
por naturaleza o adopción, o afines, con la víctima.- no es suficiente con la relación
mencionada, sino que es necesario que el sujeto activo se haya aprovechado de esa relación.
5. Cuando el autor haga uso de armas u otros medios igualmente peligrosos,
susceptibles de producir la muerte o alguna de las lesiones previstas en los arts. 149 y
150 de este Código, sin perjuicio de la pena que pudiera corresponder por la muerte o
lesiones causadas.- se agrava por el hecho de que en la intimidación se usan medios especialmente
peligrosos. La jurisprudencia entiende el uso como la simple exhibición. Se podría violar el principio no
bis in idem, pues se valora dos veces la intimidación, una en el tipo básico y otra en la agravante. En este
caso el uso debe significar algo más que la mera exhibición.

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Concurrencias de circunstancias.- el art. 180.2 dice que se impondrán las


penas en su mitad superior “si concurren dos o más de las anteriores circunstancias”.
Las circunstancias genéricas de los arts. 21, 22 y 23 no pueden valorarse conjuntamente con las
del art. 180.
Es posible un concurso con otros delitos, especialmente con el de lesiones,
detenciones ilegales, amenazas y coacciones. Habrá concurso medial con detención
ilegal cuando la privación de libertad de exceda del tiempo necesario para cometer la
agresión sexual.
Ofrece interés la cuestión del delito continuado, sobre todo teniendo en cuenta las limitaciones
que establece el art. 74. La jurisprudencia no suele aplicar la doctrina del delito continuado, por el
carácter personalísimo del bien jurídico protegido. Se aprecia un concurso real de delitos cuando son
varios supuestos sobre una misma mujer. Se considera un delito en supuestos de actos inmediatos de
acceso carnal.

II. ABUSOS SEXUALES.


1. Tipo básico.
Se recoge en el art. 181.1 que castiga al “que, sin violencia o intimidación y sin
que medie consentimiento, realizare actos que atenten contra la libertad o indemnidad
sexual de otra persona”.
Pena: prisión de 1 a 3 años o multa de 18 a 24 meses.
Eliminada la violencia o intimidación, que supondría un delito de agresiones
sexuales, habrá que entender que la acción consiste en contactos con el cuerpo de la
víctima con fines libidinosos sin que aquélla consienta.
Son ejemplos de la acción típica el médico que abusa en un examen sobre el cuerpo del paciente,
masajistas que realizan su función abusando del otro, etc. También se incluyen otras formas de contactos
sin que la víctima lo espere y sin tiempo a reaccionar, de forma sorpresiva. Cabe incluir en el tipo todas
las conductas con finalidad libidinosa, aún algunas de escasa entidad. En este tipo penal el legislador ha
sido muy riguroso, así como excesiva la pena establecida.

2. Abusos sexuales sobres personas privadas de sentido, con trastorno mental


o anulando su voluntad mediante el uso de fármacos, drogas u otras sustancias.
Según el art. 181.2 “a los efectos del apartado anterior, se considerarán abusos
sexuales no consentidos los que se ejecuten sobre personas que se hallen privadas de
sentido o de cuyo trastorno mental se abusare, así como los que se cometan anulando
la voluntad de la víctima mediante el uso de fármacos, drogas o cualquier otra
sustancia natural o química idónea a tal efecto”.
Pena: prisión de 1 a 3 años o multa de 18 a 24 meses.
Por persona privada de sentido ha de entenderse toda la que se encuentra en una
situación de inconsciencia, como puede ser por los efectos del alcohol, de sustancias
estupefacientes o psicotrópicas, desmayada o hipnotizada, etc. El autor del delito ha de
conocer esta situación y dolosamente ha de aprovecharse de ella para ejecutar los actos
libidinosos. Se plantea la cuestión si comete el cónyuge el delito si realiza actos sexuales cuando el otro
está privado de sentido. Hay que entender que no los comete, pues se supone que en circunstancias
normales hubiera prestado el consentimiento.
Respecto al trastorno mental es necesario que el sujeto activo conozca la
situación de la víctima y abuse de la misma para la ejecución de los hechos.
Si se utiliza fármacos, drogas o cualquier otra sustancia para cometer el delito,
es necesario que se anule la voluntad de la víctima.
3. Abusos sexuales de prevalimiento por situación de superioridad.

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Se castigan en el art. 181.3 los abusos sexuales “cuando el consentimiento se


obtengan prevaleciéndose el responsables de una situación de superioridad manifiesta
que coarte la libertad de la víctima”.
Pena: prisión de 1 a 3 años o multa de 18 a 24 meses.
Estamos ante un supuesto privilegiado de difícil justificación si se tiene en
cuenta: a) que el consentimiento se obtiene coartando la libertad de la víctima, por lo en
cierto modo supone un consentimiento viciado, estando próximo a las agresiones
sexuales; y b) se establece la misma pena que para los supuestos más benévolos de
abusos sexuales.
En el prevalimiento la voluntad está viciada y en la intimidación está anulada.
Para que se perfecciones el delito es necesario que el sujeto activo se encuentre
respecto al pasivo en “una situación de superioridad manifiesta”, y se aproveche
dolosamente de la misma. Esta situación de superioridad influye en la libertad de la
víctima a que preste su consentimiento para realizar los actos sexuales.

Supuestos agravados.
a) Dispone el art. 181.4 “en todos los casos anteriores, cuando el abuso sexual
consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros
corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, el responsable será castigado
con la pena de prisión de 4 a 10 años”.
b) Dispone el art. 181.5 “las penas señaladas en este artículo se impondrán en su
mitad superior si concurriere la circunstancia 3ª y 4ª, de las previstas en el apartado 1
del art. 180 de este Código”.
Entiende la cátedra que esta agravante viola el principio no bis in idem, puesto que se valora dos
veces la misma situación de la menor de trece años y también el prevalimiento.

4. Abusos sexuales mediante engaño.


Se castiga en el art. 182.1 al “que, interviniendo engaño, realice actos de
carácter sexual con persona mayor de trece años y menor de dieciséis”.
Pena: prisión de 1 a 2 años, o multa de 12 a 24 meses.
Para que exista el delito es necesario que se dé el engaño. Es un requisito de
difícil concreción. Por engaño habrá que entender cualquier medio fraudulento que vicie
la voluntad del sujeto pasivo de modo que consienta en las relaciones sexuales.
Los supuestos que aquí se castigan son todos aquellos que no consistan en
acceso carnal, introducción de objetos o penetración bucal o anal.
La jurisprudencia ha estimado como engaño la falsa promesa de matrimonio.
Supuesto agravado.
Dispone el art. 182.2 que: “cuando los actos consistan en acceso carnal por vía
vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de
las dos primeras vías”.
Pena: prisión de 2 a 6 años. Se impondrá pena en su mitad superior si concurriere la circunstancia 3ª o la
4ª de las previstas en el art. 180.1.

III. ABUSOS Y AGRESIONES SEXUALES A MENORES DE 13 AÑOS.


1. Actos contra la indemnidad sexual.
Dispone el art. 183.1 “el que realizare actos que atenten contra la indemnidad
sexual de un menor de trece años será castigado como responsable de abuso sexual a
un menor”.

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Pena: prisión de 2 a 6 años.


2. Actos realizados con violencia o intimidación.
Dice el art. 183.2 “cuando el ataque se produzca con violencia o intimidación el
responsable será castigado por el delito de agresión sexual a un menor”.
Pena: prisión de 5 a 10 años.
Este precepto viene a coincidir con el art. 178, donde se castiga sin especificar
edad a los que atentare contra la libertad sexual utilizando violencia o intimidación. La
pena se agrava por ser la víctima menor de trece años.
3. Actos equiparables a la violación.
Dice el art. 183.3 “cuando el ataque consista en acceso carnal por vía vaginal,
anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos
primeras vías”.
Pena: prisión de 8 a 12 años, en el caso del apartado 1 y con la pena de 12 a 15 años, en el caso del
apartado 2 (con violencia o intimidación). Se agrava la pena, al ser la víctima menor de 13 años.
Supuestos agravados.
Según el art. 183.4 “las conductas previstas en los tres números anteriores serán
castigadas con la pena de prisión correspondiente en su mitad superior cuando
concurra algunas de las siguientes circunstancias:
a) Cuando el escaso desarrollo intelectual o físico de la víctima la hubiera
colocado en una situación de total indefensión, y, en todo caso, cuando sea menor de 4
años.
b) Cuando los hechos se cometan por la actuación conjunta de dos o más personas
c) Cuando la violencia o intimidación ejercidas revistan un carácter
particularmente degradante o vejatorio.
d) Cuando, para la ejecución del delito, el responsable se haya prevalido de una
relación de superioridad o parentesco, por ser ascendiente, o hermano, por naturaleza
o adopción, o afines, con la víctima.
e) Cuando el autor haya puesto en peligro la vida del menor.
f) Cuando la infracción se haya cometido en el seno de una organización o de un
grupo criminales que se dedicaren a la realización de tales actividades”.
Delitos cometidos por autoridad, agente de ésta o funcionario público
prevaliéndose de esta condición.
Dispone el art. 183.5 “en todos los casos previstos en este artículo, cuando el
culpable se hubiere prevalido de su condición de autoridad, agente de ésta o
funcionario público, se aplicará, además, la pena de inhabilitación absoluta de 6 a 12
años”.
Contacto con menores de trece años a través de cualquier sistema tecnológico de
información con la finalidad de cometer cualquiera de los delitos de los arts. 178 a
183 y 189.
Se castiga en el art. 183bis al que “a través de Internet, del teléfono o de cualquier
otra tecnología de la información y la comunicación contacte con un menor de 13 años
y proponga concertar un encuentro con el mismo fin de cometer cualquiera de los
delitos descritos en los arts. 178 a 183 y 189, siempre que tal propuesta se acompañe
de actos materiales encaminados al acercamiento”.
Pena: prisión de 1 a 3 años o multa de 12 a 24 meses, sin perjuicio de las penas correspondientes a los
delitos en su caso cometidos.

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El legislador busca la protección de los menores, frente a las personas adultas que
a través de los medios indicados buscan la confianza de éstos para concertar encuentros
con la finalidad de conseguir actividades sexuales.
La referencia que se hace a “siempre que tal propuesta se acompañe de actos
materiales encaminados al acercamiento” habrá que entenderlo como el desplaza-
miento de ambas partes o alguna de ellas para contactar personalmente en algún lugar,
es decir, que el adulto consigue llegar a un acuerdo con el menor para reunirse con él.
Supuesto agravado.
Dice el último inciso del art. 183bis “las penas se impondrán en su mitad
superior cuando el acercamiento se obtenga mediante coacción, intimidación o
engaño”.

IV. ACOSO SEXUAL.


1. Tipo básico.
Dice el art. 184.1: “el que solicitare favores de naturaleza sexual, para sí o para
un tercero, en el ámbito de una relación laboral, docente o de prestación de servicios,
continuada o habitual, y con tal comportamiento provocare a la víctima una situación
objetiva y gravemente intimidatoria, hostil o humillante, será castigado, como autor de
acoso sexual…”
Pena: prisión de 3 a 5 meses o multa de 6 a 10 meses.
Los requisitos que se exigen son:
a) Solicitar favores de naturaleza sexual. El tipo es muy abierto y puede ir desde el beso
hasta las relaciones sexuales.
b) La solicitud ha de llevarse a cabo en el ámbito de las relaciones laborales,
docentes o de prestación de servicios. Tales relaciones no han de ser esporádicas, pues se exigen
que sean continuadas o habituales. La solicitud ha de darse entre compañeros, en puestos similares o
distintos, pero que no exista prevalimiento. No se cometerá este delito en grupos de distinta índole, como
musicales, deportivos…
c) El comportamiento de solicitud de favores sexuales ha de provocar en la víctima
una situación objetiva y gravemente intimidatoria, hostil o humillante. Para la perfección
del delito es suficiente cualquiera de estas situaciones, aunque pueden concurrir las tres.
El bien jurídico protegido en la libertad sexual.
Sujeto activo y pasivo puede ser cualquiera que se encuentre en la situación
prevista en el texto legal como consecuencia de la relación laboral, docente o de
prestación de servicios.
Desde el punto de vista criminológico, la libertad sexual en no pocas ocasiones se usa para hacer
chantaje, se ha utilizado para justificar la muerte argumentando defensa del honor. Otras veces mediante
denuncia falsa como venganza de no contraer el matrimonio o continuar las relaciones; también se ha
utilizado la falsa denuncia en el ámbito laboral, bien para evitar despidos o provocar despidos de jefes o
superiores. La prueba en el proceso plantea dificultades con mucha frecuencia.
2. Acoso sexual de prevalimiento.
El art. 184.2 agrava la pena si “el culpable de acoso sexual hubiera cometido el
hecho prevaliéndose de una situación de superioridad laboral, docente o jerárquica, o
con el anuncio expreso o tácito de causar a la víctima un mal relacionado con las
legítimas expectativas que aquélla pueda tener en el ámbito de la indicada relación”.
Pena: prisión de 5 a 7 meses o multa de 10 a 14 meses.
El sujeto activo debe actuar de alguna de estas dos formas: a) prevaliéndose de
una situación de superioridad, de la que es consciente y se aprovecha; o b) mediante el

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anuncio de causar al sujeto pasivo un mal relacionado con las legítimas expectativas que
se tengan en el ámbito laboral, docente….
La consumación tiene lugar en el momento que llega a conocimiento de la
víctima la petición sexual bajo el anuncio del mal relacionado. El sujeto activo ha de
actuar prevaliéndose de su superioridad. Es difícil que se dé la tentativa.
Es necesario que el sujeto activo conmine con un mal relacionado con las
expectativas que la víctima tenga en el ámbito de sus relaciones con él, por lo que serán
impunes las peticiones con ofrecimiento de algo que favoreciera a la víctima y a lo que
legalmente no tendría derecho.
De no haberse incorporado este delito en el CP, estas conductas serían constitutivas de un delito o
falta de amenazas condicionales.
Supuesto agravado.
Dice el art. 184.3 “cuando la víctima sea especialmente vulnerable, por razón de
su edad, enfermedad o situación…”
Pena: prisión de 5 a 7 meses o multa de 10 a 14 meses en los supuestos previstos en el apartado 1, y
prisión de 6 meses a 1 años en los supuestos del apartado 2 de este artículo.
Concurso.- si la víctima accede a la petición podemos estar ante un delito de los arts.
178 o 179, abusos sexuales del 181.3, o bien ante amenazas condicionales, castigándose
por el delito que tenga la pena más grave, en base a lo que dispone el art. 8.4, pues
estamos ante un concurso de leyes. La solución no es fácil y habrá que estar a cada caso
concreto.

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ESQUEMA BÁSICO.

AGRESIONES SEXUALES.
Tipo básico.- art. 178. “El que atentare contra la libertad sexual de otra persona, utilizando violencia o
intimidación, será castigado como responsable de agresión sexual con la pena de prisión de 1 a 5 años”.
Violación.- art. 179. “Cuando la agresión consiste en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o
introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, el responsable será
castigado como reo de violación con la pena de prisión de 6 a 12 años”.
Supuestos agravados.- art. 180.1. “Las anteriores conductas serán castigadas con las penas de prisión
de 5 a 10 años para las agresiones del art. 178, y de 12 a 15 años para las del art. 179, cuando concurra
alguna de las siguientes circunstancias:
1ª Cuando la violencia o intimidación ejercidas revistan un carácter particularmente degradante
o vejatorio.
2ª Cuando los hechos se cometan por la actuación conjunta de dos o más personas.
3ª Cuando la víctima sea especialmente vulnerable, por razón de su edad, enfermedad,
discapacidad o situación, salvo lo dispuesto en el art. 183.
4ª Cuando, para la ejecución del delito, el responsable se haya prevalido de una relación de
superioridad o parentesco, por ser ascendiente, descendiente o hermano, por naturaleza o adopción, o
afines, con la víctima.
5ª Cuando el autor haga uso de armas u otros medios igualmente peligrosos, susceptibles de
producir la muerte o alguna de las lesiones previstas en los arts. 149 y 150 CP, sin perjuicio de la pena
que pudiera corresponder por la muerte o lesiones causadas”.
Concurrencia de circunstancias.- art. 180.2. “Si concurrieren dos o más de las anteriores, las penas
previstas en este artículo se impondrán en su mitad superior”.

Diferencia entre Agresión y Diferencia entre Agresión y violación


abuso sexual La violación es un tipo cualificado de agresión sexual,
Básicamente, que en la agresión cuando hay acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal,
sexual existe violencia o o introducción de miembros corporales u objetos por
intimidación y en el abuso no alguna de las dos primeras vías
ABUSOS SEXUALES.
Tipo básico.- art. 181.1. “El que, sin violencia o intimidación y sin que medie consentimiento, realizare
actos que atenten contra la libertad o indemnidad sexual de otra persona, será castigado, como
responsable de abuso sexual, con la pena de prisión de 1 a 3 años o multa de 18 a 24 meses”.
Art- 181.2 “A los efectos del apartado anterior, se consideran abusos sexuales no consentidos los que se
ejecuten sobre personas que se hallen privadas de sentido o de cuyo trastorno mental se abusare, así
como los que se cometan anulando la voluntad de la víctima mediante el uso de fármacos, drogas o
cualquier otras sustancia o química idónea a tal efecto”.
Art. 181.3 “La misma pena se impondrá cuando el consentimiento se obtenga prevaliéndose el
responsable de una situación de superioridad manifiesta que coarte la libertad de la víctima”.
Supuestos agravados.- art. 181.4 “En todos los casos anteriores, cuando el abuso sexual consista en
acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna
de las dos primeras vías, el responsable será castigado con la pena de prisión de 4 a 10 años.”
Art. 181.5. “las penas señaladas en este artículo se impondrán en su mitad superior si
concurriere la circunstancia 3ª o la 4ª, de las previstas en el apartado 1 del art. 180 de este Código”.
Abusos con engaño.- art. 182.1. “El que, interviniendo engaño, realice actos de carácter sexual con
persona mayor de 13 años y menor de 16, será castigado con la pena de prisión de 1 a 2 años, o multa de
12 a 24 meses”.
Supuesto agravado.- art. 182.2. “Cuando los actos consistan en acceso carnal por vía vaginal, anal o
bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, las pena
será de prisión de 2 a 6 años la pena se impondrá en su mitad superior si concurriera al circunstancia 3ª
y 4ª de las previstas en el art. 180.1 de este Código”.

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ABUSOS Y AGRESIONES SEXUALES A MENORES DE 13 AÑOS.


Art. 183.1.- “El que realizare actos que atenten contra la indemnidad sexual de un menor de 13 años
será castigado como responsable de abuso sexual a un menor con la pena de prisión de 2 a 6 años”.
Art. 183.2.- “Cuando el ataque se produzca con violencia o intimidación el responsable será castigado
por el delito de agresión sexual a un menor con la pena de 5 a 10 años de prisión”.
Art. 183.3.- “Cuando el ataque consiste en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción
de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, el responsable será castigado con
la pena de prisión de 8 a 12 años, en el caso del apartado 1, y con la pena de 12 a 15 años, en el caso del
apartado 2”.
Supuestos agravantes. Art. 183.4.- “las conductas previstas en los tres números anteriores serán
castigadas con la pena de prisión correspondiente en su mitad superior cuando concurra alguna de las
siguientes circunstancias:
a) Cuando el escaso desarrollo intelectual o físico de la víctima la hubiera colocado en una situación
de total indefensión y, en todo caso, cuando sea menor de 4 años.
b) Cuando los hechos se cometan por la actuación conjunta de dos o más personas.
c) Cuando la violencia o intimidación ejercidas revistan un carácter particularmente degradante o
vejatorio.
d) Cuando, para la ejecución del delito, el responsable se haya prevalido de una relación de
superioridad o parentesco, por ser ascendiente, o hermano, por naturaleza o adopción, o afines, con la
víctima.
e) Cuando el autor haya puesto en peligro la vida del menor.
f) Cuando la infracción se haya cometido en el seno de una organización o de un grupo criminales que
se dedicaren a la realización de tales actividades.
Art. 183.5.- en todos los casos, si el sujeto activo se hubiera prevalido de su condición de autoridad,
agentes de ésta o funcionario público se aplicará la pena de inhabilitación absoluta de 6 a 12 años.
Art. 183bis.- a través de tecnología contacte con un menor de 13 años y proponga concertar un encuentro
con el fin de cometer cualquiera de los delitos del art. 178 a 183 y 189
ACOSO SEXUAL.
Tipo básico. Art. 184.1.- “El que solicitare favores de naturaleza sexual, para sí o para un tercero, en el
ámbito de una relación laboral, docente o prestación de servicios, continuada o habitual, con tal
comportamiento provocare a la víctima una situación objetiva y gravemente intimadora, hostil o
humillante, será castigado como autor de acoso sexual, con la pena de prisión de 3 a 5 meses o multa de
6 a 10 meses”.
Acoso con prevalimiento. Art. 184.2.- “Si el culpable de acoso sexual hubiera cometido el hecho
prevaliéndose de una situación de superioridad laboral, docente, o jerárquica, o con el anuncio expreso
o tácito de causar a la víctima una mal relacionado con las legítimas expectativas que aquélla pueda
tener en el ámbito de la indicada relación, la pena será de prisión de 5 a 7 meses o multa de 10 a 14
meses”.
Supuestos agravados. Art. 184.3.- “Cuando la víctima sea especialmente vulnerable, por razón de su
edad, enfermedad o situación, la pena será de prisión de 5 a 7 meses o multa de 10 a 14 meses en los
supuestos previstos en el apartado 1, y de prisión de 6 meses a 1 año en los supuestos previstos en el
apartado 2 de este artículo”.

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TEMA 10
DELITOS CONTRA LA LIBERTAD E INDEMNIDAD SEXUAL (II)
V. EXHIBICIONISMO Y PROVOCACIÓN SEXUAL.
1. Actos de exhibición obscena ante menores o incapaces.
Castiga el art. 185 al “que ejecutare o hiciere ejecutar a otra persona actos de
exhibición obscena ante menores de edad o incapaces”.
Pena: prisión de 6 meses a 1 año o multa de 12 a 24 meses.
No se define lo que ha de entenderse por “exhibición obscena”, por lo que se trata
de una cuestión que habrá de ser resuelta por la doctrina y la jurisprudencia. Según el
DRAE obsceno es lo impúdico, torpe, ofensivo al pudor.
El bien jurídico protegido es la libertad sexual.
Sujeto activo puede ser una persona tanto del sexo masculino como femenino.
Sujeto pasivo son los menores o incapaces.
La acción puede integrarse con hechos de diversa índole, siempre, por supuesto,
mediante actos de exhibición obscena. El exhibicionismo más frecuente consiste en un varón que
muestra a otra persona, generalmente de distinto sexo, los órganos genitales, con la finalidad de
provocarle sexualmente, o para satisfacer la lujuria propia. El autor persigue excitar al sujeto pasivo en la
libido sexual.
La referencia a “menores de edad” ha de ser a los menores de 18 años. La cátedra la
considera excesiva, y a su juicio se debería haber mantenido el límite de los 16 años del anterior CP.
El art. 25 recoge una definición de incapaz: “… toda persona, haya sido o no
declarada su incapacitación, que padezca una enfermedad de carácter persistente que
le impida gobernar su persona o bienes por sí misma”. No obstante, la cátedra considera que
habrá que tener en cuenta el tipo de incapacidad en relación con el hecho delictivo, ya que por ejemplo un
pródigo es incapaz con arreglo a este concepto, pero desde el punto de vista de este delito puede ser
considerado una persona normal.
Solo cabe el dolo directo, pues el autor persigue excitar al sujeto pasivo en el
orden sexual. El consentimiento de los menores no invalida en principio la tipicidad,
mientras que los deficientes mentales no pueden consentir.
2. Pornografía.
El art. 186 castiga a quien “por cualquier medio directo, vendiere, difundiere o
exhibiere material pornográfico entre menores de edad o incapaces”.
Pena: prisión de 6 meses a un año o multa de 12 a 24 meses.
Pornográfico es la producción literaria o artística de contenido lúbrico u obsceno,
que pretende reproducir vivencias reales en los sujetos que tienen acceso a la misma;
que en este caso serán los menores de 18 años o incapaces. Difundir equivale a divulgar
o propagar, y exhibir a mostrar.

VI. PROSTITUCIÓN Y CORRUPCIÓN DE MENORES.


1. Prostitución de menores o incapaces.
a) El art. 187.1 castiga a quien “induzca, promueva, favorezca o facilite la
prostitución de una persona menor de edad o incapaz”.
Pena: prisión de 1 a 5 años y multa de 12 a 24 meses.

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La prostitución es una actividad sexual retribuida, ejercida de forma más o


menos permanente, que suele llegar a convertirse en un modo de vida, por lo que han de
excluirse los actos aislados.
El bien jurídico protegido es la libertad sexual; también el corrector desarrollo
sexual de los menores o incapaces.
El sujeto pasivo, puede ser de cualquier sexo, pero ha de ser menor de edad o
incapaz. La práctica de la prostitución por menores aumentando de forma alarmante en todos los países
del mundo, especialmente en los de mayor pobreza. Hay incluso organizaciones criminales que reclutan
jóvenes para ejercer la prostitución, a veces los padres consienten prestar a sus hijos para tales fines.
Los conceptos de inducir, promover, favorecer o facilitar son genéricos, estando
todos ellos encaminados a cooperar o ayudar al ejercicio de la prostitución.
La conducta es típica aunque el menor ya estuviera dedicándose a la
prostitución pues con ello se le induce a continuar, pues no es una situación irreversible.
El consentimiento del menor o incapaz no excluye del delito. No cabe ninguna
causa de justificación.
Se trata de delitos de mera actividad, por lo que no requiere ánimo de lucro o
ventaja material.
Solo caben las conductas dolosas. Aunque es posible el error difícilmente puede
darse con respecto a la incapacidad, y menos con la edad, pues el sujeto activo puede
conocerla recurriendo a la documentación que lo justifique.
Además de la consumación cabe la tentativa.
b) El inciso final del art. 187.1 castiga “al que solicite, acepte u obtenga a cambio
de una remuneración o promesa, una relación sexual con persona menor de edad o
incapaz”. La remuneración o promesa ha de tener lugar antes de la comisión del delito.
Pena: prisión de 1 a 5 años y multa de 12 a 24 meses.
Supuestos agravados.
a) El art. 187.2 agrava la pena al “que realice las conductas descritas en el
apartado 1 de este artículo, siendo la víctima menor de 13 años”.
Pena: prisión de 4 a 6 años.
b) El art. 187.3 castiga a quienes “realicen los hechos prevaleciéndose de su
condición de autoridad, agente de ésta o funcionario público”.
Pena: prisión de 1 a 4 años y multa de 12 a 24 meses en su mitad superior e inhabilitación absoluta de 6 a
12 años.
c) El art. 187.4 agrava las penas de los apartados anteriores “cuando el culpable
perteneciere a una organización o asociación, incluso de carácter transitorio, que se
dedicare a la realización de tales actividades”.
Pena: la superior en grado a la prevista en los apartados 1, 2 y 3 del art. 187, en sus respectivos casos.
Concurso de delitos.
El art. 187.5 dispone que “las penas señaladas se impondrán en sus respectivos
casos sin perjuicio de las que correspondan por las infracciones contra la libertad o
indemnidad sexual cometidas sobre los menores e incapaces”.

2. Prostitución mediante violencia, intimidación o engaño o abuso de


superioridad, necesidad o vulnerabilidad de la víctima mayor de 18 años.

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El art. 188.1 castiga a quien “determine, empleando violencia, intimidación o


engaño, o abusando de su situación de superioridad o de necesidad o vulnerabilidad de
la víctima, a persona mayor de edad a ejercer la prostitución o a mantenerse en ella”.
Pena: prisión de 2 a 4 años y multa de 12 a 24 meses.
Hay que tener en cuenta, que obligar de forma coactiva, o empleando violencia, a tener relaciones
sexuales con otro podrá ser constitutivo de violación (art. 179). Aunque es posible, no es fácil engañar a
alguien para que se dedique a la prostitución como actividad sexual retribuida y ejercida con cierta
permanencia. La situación de necesidad económica es la más frecuente. Los supuestos de superioridad
normalmente están relacionados con el comportamiento coactivo.
Si una persona prostituida, tras pactar un precio y cobrarlo se niega con posterioridad a llevarlo a
cabo, se cometerá un delito de agresión sexual, si la otra persona lo lleva a cabo con violencia o
intimidación. Si delito se comete contra varias personas estaremos ante un concurso real y no ante un
delito continuado.
Explotación de la prostitución con fines lucrativos.
El inciso final del art. 188.1 castiga al “que se lucre explotando la prostitución de
otra persona, aun con el consentimiento de la misma”.
Pena: prisión de 2 a 4 años y multa de 12 a 24 meses.
La pena resulta excesiva si se tiene en cuenta que es la misma que para el inciso primero, sobre
todo cuando el lucro se obtiene con el consentimiento de la persona que ejerce la prostitución.
En este precepto se equiparan los supuestos en los que el lucro se consigue con el
consentimiento o sin él; entendiendo la cátedra que debía distinguirse y penar más
gravemente cuando no exista el consentimiento. El precepto es muy amplio y puede dar
lugar a una notable inseguridad jurídica.
Supuestos agravados.
a) El art. 188.2 agrava las penas cuando las conductas del apartado 1 “se realizaran
sobre persona menor de edad o incapaz, para iniciarla o mantenerla en una situación
de prostitución.”
Pena: prisión de 4 a 6 años.
b) El art. 188.3 eleva las penas de forma considerable si se “lleva a cabo la conducta
prevista en el apartado anterior, siendo la víctima menor de trece años”.
Pena: prisión de 5 a 10 años.
c) El art. 188.4 dispone “se impondrán las penas previstas en los apartados anteriores
en su mitad superior, en sus respectivos casos, cuando concurra alguna de las
siguientes circunstancias:
a) Cuando el culpable se hubiera prevalido de su condición de autoridad, agente
de ésta o funcionario público. En este caso se aplicará, además, la pena de
inhabilitación absoluta de 6 a 12 años.
b) Cuando el culpable perteneciere a una organización o grupo criminales que se
dedicaren a la realización de tales actividades.
c) Cuando el culpable hubiere puesto en peligro, de forma dolosa o por
imprudencia grave, la vida o salud de la víctima”.
Concurso.
Dice el art. 188.5 que “las penas señaladas se impondrán en sus respectivos casos
sin perjuicio de las que correspondan en sus respectivos casos sin perjuicio de las que
correspondan por las agresiones o abusos sexuales sobre la persona prostituida”.
Habrá concurso de delitos cuando los hechos den lugar a prostitución de una
parte, y de otra, abusos o agresiones sexuales.

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3. Utilización de menores o incapaces en espectáculos exhibicionistas o


pornográficos y en la elaboración de material pornográfico.
a) El art. 189.1 a) castiga al “que captare o utilizare a menores de edad o incapaces con
fines o espectáculos exhibicionistas o pornográficos, tanto públicos como privados, o
para elaborar cualquier clase de material pornográfico, cualquiera que sea su soporte,
o financiare cualquiera de estas actividades o se lucrare con ellas”.
Pena: prisión de 1 a 5 años.
Se contemplan dos supuestos: a) utilización de los menores o incapaces para fines
exhibicionistas o pornográficos; y b) utilización para elaborar material pornográfico.
Sujeto activo, es tanto quien los utiliza como quien financia.
El bien jurídico protegido en la libertad e indemnidad sexual.
El delito se comete aunque haya consentimiento del menor o incapaz. Si concurre
violencia o intimidación se estará ante un concurso de delitos. La diferencia de este
delito con el 185 y 186 está en que en éstos el menor o incapaz es sujeto pasivo.
b) El art. 189.1 b) castiga al “que produjere, vendiere, distribuyere, exhibiere, ofreciere
o facilitare la producción, venta, difusión o exhibición por cualquier medio de material
pornográfico en cuya elaboración hayan sido utilizados menores de edad o incapaces,
o lo poseyere para estos fines, aunque el material tuviere su origen en el extranjero o
fuere desconocido”.
Pena: prisión de 1 a 5 años.
El autor ha de actuar dolosamente, siendo suficiente el dolo eventual.

4. Tenencia de material pornográfico para uso propio.


El art. 189.2 pena “al que para su propio uso posea material pornográfico en
cuya elaboración se hubieran utilizado menores de edad o incapaces”.
Pena: prisión de 3 meses a 1 año o multa de 6 meses a 2 años.
En este tipo delictivo se presenta la dificultad de demostrar que quien tiene el
material pornográfico conoce que se utilizaron menores para su elaboración.
Supuestos agravados.
Dice el art. 189.3 “serán castigados con la pena de prisión de 5 a 9 años los que
realicen los actos previstos en el apartado 1 de este artículo cuando concurra alguna
de las circunstancias siguientes:
a)Cuando se utilicen a niños menores de 13 años.-
b)Cuando los hechos revistan un carácter particularmente degradante o vejatorio.
c) Cuando los hechos revistan especial gravedad atendiendo al valor económico del
material pornográfico.
d)Cuando el material pornográfico represente a niños o a incapaces que son
víctimas de violencia física o sexual.
e) Cuando el culpable perteneciere a una organización o asociación, incluso de
carácter transitorio, que se dedicare a la realización de tales actividades.
f) Cuando el responsable sea ascendiente, tutor, curador, guardador, maestro o
cualquier persona encargada, de hecho o de derecho, del menor o incapaz”.

5. Corrupción de menores o incapaces.


Se castiga en el art. 189.4 al “que haga participar a un menor o incapaz en un
comportamiento de naturaleza sexual que perjudique la evolución o desarrollo de la
personalidad de éste”.
Pena: prisión de 6 meses a 1 año.

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Se contempla aquí la corrupción siempre que los hechos no den lugar a otro de los
delitos previsto en este título. En cuanto a la edad hay que tener en cuenta lo previsto
para los menores de 13 años.
En la corrupción de menores o incapaces, se protege la personalidad del menor.
Es necesario que de la conducta sexual en las que se hace participar al menor
resulte un perjuicio para éste y desarrollo de su personalidad, pues en otro caso la
conducta sería impune, salvo que esté tipificada en otro precepto legal.
El consentimiento del menor o incapaz no es válido. La corrupción de menores o
incapaces suele originarse como consecuencia de repetición de comportamientos,
aunque puede producirse con un solo acto.

6. Incumplimiento de la protección debida a menores o incapaces prostituidos o


corrompidos.
El art. 189.5 castiga al que “tuviere bajo su potestad, tutela, guarda o
acogimiento, a un menor de edad o incapaz y que, con conocimiento de su estado de
prostitución o corrupción, no haga lo posible para impedir su continuación en tal
estado, o no acuda a la autoridad competente para el mismo fin si carece de medios
para la custodia del menor o incapaz”.
Pena: prisión de 3 a 6 meses o multa de 6 a 12 meses.
Estamos ante un delito de comisión por omisión. Solo es posible la conducta
dolosa. No es suficiente que el sujeto activo conozca la situación de prostitución o
corrupción del menor o incapaz, sino que además intencionadamente no haga nada para
impedir que la víctima siga en la situación, y si no dispone de medios, que no lo ponga
en conocimiento de la autoridad.

7. Pérdida de la patria potestad, tutela, guarda o acogimiento familiar.


El art. 189.6 dice: “El Ministerio Fiscal promoverá las acciones pertinentes con
objeto de privar de la patria potestad, tutela, guarda o acogimiento familiar, en su
caso, a la persona que incurra en alguna de las conductas descritas en el párrafo
anterior”.

8. Utilización de la voz o imagen alterada o modificada de menores o incapaces


con fines pornográficos.
En el art. 189.7 se castiga al “que produjere, vendiere, distribuyere, exhibiere o
facilitare por cualquier medio material pornográfico en el que no habiendo sido
utilizados directamente menores o incapaces, se emplee su voz o imagen alterada o
modificada”.
Pena: prisión de 3 meses a 1 año o multa de 6 meses a 2 años.

9. Responsabilidad de las personas jurídicas.


El art. 189bis impone penas de multa para las personas jurídicas.

10. Reincidencia internacional.


Según el art. 190 “la condena de un Juez o tribunal extranjero impuesta por
delitos comprendidos en este capítulo, será equiparada a las sentencias de los jueces o
tribunales españoles a los efectos de la aplicación de la circunstancia agravante de
reincidencia”.
La incorporación de este tipo de reincidencia es fruto de la proyección que estos delitos tienen a
nivel internacional.

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VII. DISPOSICIONES COMUNES A LOS DELITOS CONTRA LA LIBERTAD


E INDEMNIDAD SEXUAL.
1. Perseguibilidad.
De acuerdo con el art. 191.1 “para proceder por los delitos de agresiones, acoso
o abusos sexuales, será precisa denuncia de la persona agraviada, de su representante
legal o querella del Ministerio Fiscal, que actuará ponderando los legítimos intereses
en presencia. Cuando la víctima sea menor de edad, incapaz o una persona desvalida,
bastará la denuncia del Ministerio Fiscal”.
No se incluyen los delitos de exhibicionismo y provocación sexual, no los relativos a la
prostitución y a la corrupción de menores, que serán delitos públicos.

2. Perdón del ofendido.


Según el art. 191.2 “en estos delitos el perdón del ofendido o del representante
legal no extingue la acción penal ni la responsabilidad de esa clase”.
Se entiende que es para los delitos del art. 191.1.

3. Medidas de libertad vigilada.


Dice el art. 192.1 que “a los condenados a pena de prisión por uno o más delitos
comprendidos en este Título se les impondrá además de la medida de libertad vigilada,
que se ejecutará con posterioridad a la pena privativa de libertad”.

4. Participación de personas encargadas de la protección de menores o


incapaces.
Dice el art. 192.2 “los ascendientes, tutores, curadores, guardadores, maestros o
cualquier otra persona encargada de hecho o de derecho del menor o incapaz, que
intervengan como autores o cómplices en la perpetración de los delitos comprendidos
en este título, serán castigados con la pena que corresponda por el delito cometido en
su mitad superior.
No se aplicará esta regla cuando la circunstancia en ella contenida esté
específicamente contemplada en el tipo penal que se trate”.

5. Responsabilidad civil, filiación y alimentos.


Dice el art. 193 “en las sentencias condenatorias por delitos contra la libertad
sexual, además del pronunciamiento correspondiente a la responsabilidad civil, se
harán, en su caso, los que procedan en orden a la filiación y fijación de alimentos”.

6. Clausura de locales.
Dice el art. 194 “cuando en la realización de los actos se utilizaren
establecimientos o locales abiertos o no al público, podrá decretarse en la sentencia
condenatoria su clausura temporal o definitiva. La clausura temporal, que no podrá
exceder de 5 años, podrá adoptarse también con carácter cautelar”.
Prescripción.
Dispone el art. 132.1 que en los delitos contra la libertad e indemnidad sexual
cuando la víctima sea menor de edad, la prescripción comenzará a contar desde el día en
que ésta haya alcanzado la mayoría de edad, y si falleciere antes de alcanzarla, a partir
de la fecha del fallecimiento.

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ESQUEMA BÁSICO

EXHIBICIONISMO Y PROVOCACIÓN SEXUAL.

Exhibicionismo ante menores o incapaces. Art. 185.- “El que ejecutare o hiciere ejecutar a otra
persona actos de exhibición obscena ante menores de edad o incapaces 4 será castigado…”
Pornografía. Art. 186.- “El que, por cualquier medio directo, vendiere, difundiere o exhibiere material
pornográfico entre menores de edad o incapaces, será castigado…”

PROSTITUCIÓN Y CORRUPCIÓN DE MENORES.

Prostitución de menores o incapaces. Art. 187.1.- “El que induzca, promueva, favorezca o facilite la
prostitución de una persona menor de edad o incapaz será castigado […] La misma pena se impondrá al
que solicite, acepte u obtenga a cambio de remuneración o promesa, una relación sexual con persona
menor de edad o incapaz.”
Supuestos agravados.-
Art. 187.2.- “El que realice las conductas descritas en el apartado 1 de este artículo siendo la víctima
menor de trece años…”.
Art. 187.3.- “… los que realicen los hechos prevaliéndose de su condición de autoridad, agente de ésta o
funcionario público”.
Art. 187.4.- “… cuando el culpable perteneciere a una organización o asociación, incluso de carácter
transitorio, que se dedicare a la realización de tales actividades”
Concurso de delitos.-
Art. 187.5.- “las penas señaladas se impondrán en sus respectivos casos sin perjuicio de las que
correspondan por las infracciones contra la libertad o indemnidad sexual cometidas sobre los menores e
incapaces”.
Prostitución a mayores de 18 años. Art. 188.1.- “El que determine, empleando violencia, intimidación
o engaño, o abusando de una situación de superioridad o de necesidad o vulnerabilidad de la víctima, a
persona mayor de edad a ejercer la prostitución o a mantenerse en ella, será castigado […] En la misma
pena incurrirá el que se lucre explotando la prostitución de otra persona, aun con el consentimiento de la
misma”.
Supuestos agravados.-
Art. 188.2.- “si las mencionadas conductas se realizaran sobre persona menor de edad o incapaz, para
iniciarla o mantenerla en una situación de prostitución…”
Art. 188.3.- “El que lleve a cabo la conducta prevista en el apartado anterior, siendo la víctima menor
de trece años será castigado…” {Pena más grave aún}.
Art. 188.4.- {pena superior en grado en los siguientes supuestos}
a) “Cuando el culpable se hubiera prevalido de su condición de autoridad, agente de ésta o
funcionario público…
b) Cuando el culpable perteneciere a una organización o grupo criminales que se dedicaren a la
realización de tales actividades.
c) Cuando el culpable hubiere puesto en peligro, de forma dolosa o por imprudencia grave, la vida o
salud de la víctima”.
Concurso de delitos. Art. 188.5.- Idem que en la prostitución y corrupción de menores.
Utilización de menores o incapaces en espectáculos exhibicionistas o pornográficos y en la
elaboración de material pornográfico. Art. 189.1.- Supuestos agravados. Art. 189.3.- a) Menores de
13 años; b) Hechos revistan un carácter particularmente degradante o vejatorio; c) Hechos revistan
especial gravedad atendiendo al valor económico; d) el material represente a niños o incapaces víctimas
de violencia física o sexual; e) pertenencia a organización o asociación que se dedique a estos fines; f)
responsable sea ascendiente, tutor, curador, guardador, maestro o cualquier persona encargada, de hecho
o derecho, del menor o incapaz.

4
Según la Cátedra, para estos delitos, la incapacidad debe tener relación con el hecho delictivo. Ya que por ejemplo,
un pródigo puede ser incapaz para administrar sus bienes, pero no encajaría como sujeto pasivo en este tipo delictivo.

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Tenencia de material pornográfico para uso propio. Art. 189.2.- {donde se hayan utilizado menores o
incapaces}
Corrupción de menores o incapaces. Art. 189.4.- “El que haga participar a un menor o incapaz en un
comportamiento de naturaleza sexual que perjudique la evolución o desarrollo de la personalidad de
éste…”. Art. 189.5.- “El que tuviere bajo su potestad, tutela, guarda o acogimiento, a un menor de edad
o incapaz, y que, con conocimiento de su estado de prostitución o corrupción, no haga lo posible para
impedir su continuación en tal estado, o no acuda a la autoridad competente para el mismo fin si carece
de medios para la custodia del menor o incapaz…” {El Art. 189.6 prevé que el Ministerio Fiscal
promueva la pérdida de la patria potestad, tutela, guarda o acogimiento}
Utilización de la voz o imagen alterada o modificada de menores o incapaces para fines
pornográficos. Art. 189.7.-
Responsabilidad de las personas jurídicas. Art. 189 bis.-
Reincidencia internacional. Art. 190.-

DISPOSICIONES COMUNES.

Perseguibilidad. Art. 191.1.- “para proceder por los delitos de agresiones, acoso o abusos sexuales,
será precisa denuncia de la persona agraviada, de su representante legal o querella del Ministerio
Fiscal, que actuará ponderando los legítimos intereses en presencia. Cuando la víctima sea menor de
edad, incapaz o una persona desvalida, bastará la denuncia del Ministerio Fiscal”
Perdón del ofendido. Art. 191.2.- “En estos delitos el perdón del ofendido o del representante legal no
extingue la acción penal ni la responsabilidad de esa clase”.
Medidas de libertad vigilada. Art. 192.1.-
Participación de personas encargadas de la protección de menores o incapaces. Art. 192.2.- {se
castigará en su mitad superior, salvo que esta circunstancia esté prevista en el tipo penal}
Pena potestativa de privación de la patria potestad… Art. 192.3.-
Responsabilidad civil, filiación y alimentos. Art. 193.-
Clausura de locales. Art. 194.-

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TEMA 11
OMISIÓN DEL DEBER DE SOCORRO.

Respecto el bien jurídico protegido no es pacífica la doctrina, ni la


jurisprudencia, pues no es único, aunque se mantiene que la base es la solidaridad
humana, que es el deber que todos tenemos de colaborar con los demás y ayudarles,
dentro de las posibilidades de cada uno, a evitar ciertos resultados que puedan
producirse ante una situación grave.
Algunos autores consideran que, frente a la solidaridad humana, se debe reducir
solo a los supuestos en los que la vida o integridad física de las personas está en peligro;
amparándose en que otras conductas omisivas que dañan otros bienes jurídicos están
expresamente tipificadas, como ocurre en el art. 450 CP.
La diferencia entre el art. 195 y el 450 CP, está en que el primero castiga el no
impedir la producción de un resultado seguro o muy probable y que la persona que lo va
a sufrir no puede valerse por sí misma para evitarlo. Por el contrario, en el 450 CP se
castiga el no evitar la comisión de un delito, pudiendo hacerlo sin riesgo propio o ajeno.
Sujeto activo y pasivo puede ser cualquiera.

1. Omisión del deber de socorro personal.


Tipo básico. Art. 195.1: “El que no socorriere a una persona que se halle desamparada
y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de
terceros, será castigado…”.
Pena: multa de tres a doce meses.
Consiste la acción en no prestar socorro a otra persona que se halle desamparada
y en peligro manifiesto y grave, siempre que el auxilio se pueda prestar sin riesgo
propio o de tercero, pues en tal caso cesa la obligación. Conceptos:
a) Socorrer: equivale a ayudar. La ayuda que se presta ha de perseguir evitar el riesgo,
por lo que ha de tener cierta eficacia. El deber de socorrer no cesa hasta que desaparezca
la situación de grave peligro; si bien, el sujeto no está obligado de prestar más ayuda
allá de sus posibilidades.
b) Persona desamparada: hay que entender que se encuentra abandonada a su suerte, en
una situación que ella no puede resolver al carecer de recursos, por lo que necesita la
ayuda de terceros.
c) Peligro: es el riesgo probable de que se produzca un resultado que perjudique la vida,
integridad, salud física o mental, libertad, libertad sexual y honor. Ha de tratarse de un
peligro concreto que pueda percibirse por signos externos.
d) Manifiesto: equivale a patente y claro, no una posibilidad más o menos remota.
e) Riesgo propio ni de terceros: hay que entender que nadie está obligado a sacrificarse
cuando ponga en peligro su propia integridad física o la de terceras personas. En todo
caso el riesgo ha de ser de cierta entidad, pues si se trata de un peligro de escasa
importancia no existe el deber de socorrer.
Estamos ante un delito de omisión. No es necesario que de la conducta pasiva del
obligado a socorrer se derive un resultado lesivo.
Es necesario que el sujeto esté capacitado para prestar auxilio y que, además,
pueda prestarlo. No incurrirá en este delito quien presencia impasible un incendio de
grandes dimensiones en un edificio con personas dentro, pues no tiene capacidad ni
medios para intervenir.

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Para que el sujeto esté obligado a prestar socorro ha de encontrarse con la


situación, no es suficiente con que la conozca de forma más o menos remota. Como
ejemplo, no comete el delito quien escucha en una gasolinera que a unos kilómetros se
ha producido un accidente de tráfico y no acuda a socorrer (otra cosa es que tenga la
obligación de acudir, como puede ser si fuera Guardia Civil).
No se comete el delito cuando desaparece la situación de riesgo grave, la persona
necesitada está suficientemente atendida, o el riesgo es de escasa entidad.
Solo caben las conductas dolosas, siendo suficiente el dolo eventual. El sujeto ha
de ser consciente del peligro, desamparo y necesidad de auxilio. Cabe el error, vencible
o no de la situación, en cuanto el sujeto puede pensar que la situación no es grave.
Para la consumación no es necesario que se produzca resultado dañoso. El delito
queda consumado en el momento en que no se presta el socorro debido.

2. Supuestos agravados.
Se establecen en el art. 195.3 dos casos que agrava la pena: “Si la víctima lo fuere
por accidente ocasionado fortuitamente por el que omitió el auxilio […], y si el
accidente se debiere a imprudencia […]”.
a) Situación de riesgo creada por accidente fortuito.- Se castigan los supuestos
en los que la situación de desamparo y peligro manifiesto y grave se produce por un
accidente que ocasión, de forma fortuita, la persona que omite el auxilio.
Pena: prisión de 6 a 18 meses.
Por fortuito hay que entender lo imprevisible. El peligro se produce sin dolo ni
culpa del sujeto en el accidente, por lo que la situación creada no le puede ser imputada
desde el punto de vista penal. También habría que incluir los supuestos en los que aun
siendo previsibles no fueran evitables, por ejemplo el conductor que no puede evitar el
accidente por avería del sistema de freno.
b) Situación de riesgo creado por imprudencia.- Se castigan los supuestos en los
que no se socorriere, por quien ha provocado la situación –un accidente por
imprudencia-, a la persona que se halla desamparada y en peligro manifiesto y grave.
Pena: prisión de 6 meses a 4 años.
La situación de peligro tiene que haberse ocasionado en accidente por
imprudencia, excluyéndose los supuestos de accidente doloso. La imprudencia puede
ser grave o leve. Aunque su ámbito de aplicación más común es en los accidentes de
tráfico, puede darse en otros casos, por ejemplo en la construcción.
En los delitos dolosos, como puede ser un atropello intencionado, la ley no obliga
a socorrer al autor, en este caso, del homicidio en grado de tentativa, por lo que un
eventual auxilio será considerado como atenuante.
En ocasiones, suele ocurrir que el supuesto autor de un accidente por imprudencia
no solo deja de socorrer a la víctima, sino que se da a la fuga para tratar de eludir su
responsabilidad y denuncia que el vehículo se lo han sustraído. En este caso, además,
incurre en un segundo delito de denuncia falsa.

3. Omisión de petición de socorro.


Se castiga en el art. 195.2 “En las mismas penas incurrirá el que, impedido de
prestar socorro, no demande con urgencia auxilio ajeno”.
Pena: multa de tres a doce meses.

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El sujeto que omite la petición de auxilio a tercero ha de estar impedido para


prestarlo por sí mismo, no importando cual sea la razón del impedimento.
La urgencia de la petición de auxilio a tercero ha de estar en función de sus
posibilidades. Si es posible la ayuda, ha de prestarse de forma inmediata.
El auxilio debe pedirse a quien pueda prestarlo, no a cualquiera. Lo normal es
comunicarlo a la autoridad o a sus agentes, servicios sanitarios, etc. Comunicada la
situación a persona obligada a prestar el auxilio, el sujeto quedará exento de toda
responsabilidad penal si aquella no presta el socorro debido. No obstante, si requerida
una persona para prestar auxilio y ésta se niega a prestarlo, el primer obligado debe
recurrir a otros, sin perjuicio de la responsabilidad en que pueda incurrir el que se negó
a prestar el auxilio.

4. Omisión de socorro por profesional sanitario.


Se castiga en el art. 196 “El profesional que, estando obligando a ello, denegare
asistencia sanitaria o abandonare los servicios sanitarios, cuando de la denegación o
abandono se derive riesgo grave para la salud de las personas…”
Pena: mitad superior de las previstas en el art. 195 e inhabilitación especial de 6 meses a 3 años.
Se prevén dos supuestos: a) denegación de asistencia sanitaria; y b) abandono de
los servicios sanitarios, antes de que ingrese el enfermo, pues si el abandono se produce
después estamos ante una denegación de asistencia. En ambos casos ha de derivarse
riesgo grave para la salud de las personas.
Sujeto activo solo puede ser el personal sanitario. Sujeto pasivo cualquiera.
La acción consistirá en denegar la asistencia por el profesional sanitario que está
obligado a prestarla; o por abandono de los servicios sanitarios, siempre que se derive
riesgo grave para la salud de las personas. Se trata de un delito de peligro concreto.
Estamos ante un delito doloso, consciente de ello, deniega la asistencia o
abandona el servicio, pese a conocer la situación de riesgo grave que ocasiona. Es
suficiente el dolo eventual. Cabe el error vencible o no.
El problema no presenta dificultades en las ciudades donde solo exista un médico,
pues está obligado a intervenir siempre que sea requerido para asistir a un enfermo en
situación de riesgo grave; aunque si se trata de una enfermedad que él no puede tratar,
lo ha de derivar a un lugar adecuado. En las grandes ciudades donde hay servicios de
urgencias, cualquier médico que se encuentre a una persona puede negarse debiendo
indicar donde debe ser trasladado. No obstante, si la situación es extremadamente grave
tiene el deber de intervenir, no en base al art. 196, sino al 195.1.
Si como consecuencia de la negativa a prestar la asistencia sanitaria falleciera el
necesitado de ella, el médico respondería por un homicidio en comisión por omisión, su
posición de garante le obligaba a intervenir.
Es posible la concurrencia de la eximente de estado de necesidad si son varias las
personas que precisan auxilio, y es insuficiente el número de médicos.
La consumación del delito se produce en el momento en que se crea la situación
de riesgo grave para la persona, sea por la negativa del profesional o por el abandono.
Concurso.- en el supuesto de concurso entre la omisión de socorro del art. 195 y la
específica del art. 196, es de aplicación preferente la segunda por el principio de
especialidad. Cuando el concurso se plantee con el párrafo 2º del art. 409 (abandono
colectivo de un servicio público) la situación se resolverá con el precepto penal más
grave (Regla 4ª del art. 8 CP).

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ESQUEMA BÁSICO

Omisión del deber de socorro. Art. 195.- “1. El que no socorriere a una persona que
se halle desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin
riesgo propio ni de terceros, será castigado con la pena de multa de tres a doce meses.
2. En las mismas penas incurrirá el que, impedido de prestar socorro, no demande
con urgencia auxilio ajeno. (omisión de petición de socorro).
3. Si la víctima lo fuere por accidente ocasionado fortuitamente por el que omitió el
auxilio, la pena será de prisión de seis meses a 18 meses, y si el accidente se debiere a
imprudencia, la de prisión de seis meses a cuatro años”. (supuestos agravados)

Omisión de socorro por profesional sanitario. Art. 196.- “El profesional que,
estando obligado a ello, denegare asistencia sanitaria o abandonare los servicios
sanitarios, cuando de la denegación o abandono se derive riesgo grave para la salud de
las personas, será castigado con las penas del artículo precedente en su mitad superior
y con la de inhabilitación especial para empleo o cargo público, profesión u oficio, por
tiempo de seis meses a tres años”.

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TEMA 12
DELITOS CONTRA LA INTIMIDAD, EL DERECHO A LA PROPIA IMAGEN
Y A LA INVIOLABILIDAD DEL DOMICILIO.
I. DESCUBRIMIENTO Y REVELACIÓN DE SECRETOS.
1. Secretos documentales.
El inciso primero del art. 197.1 castiga al “que, para descubrir los secretos o
vulnerar la intimidad de otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas,
mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales”
Pena: prisión de 1 a 4 años y multa de 12 a 24 meses.
El tipo penal es muy amplio en cuanto protege una extensa gama de soportes. En cuanto al
concepto de documento, el art. 26 CP dice: “a los efectos de este Código se considera documento todo
soporte material que exprese o incorpore datos, hechos o narraciones con eficacia probatoria o
cualquier otro tipo de relevancia jurídica”.
El bien jurídico protegido es la intimidad de las personas.
Sujeto activo y pasivo puede ser cualquiera, con la salvedad que los menores e
incapaces solo pueden ser sujetos pasivos.
La acción consiste, por tanto, en el apoderamiento de papeles, cartas, mensajes de
correo electrónico o cualesquiera otros documentos y efectos personales, siempre que se
haga con la finalidad de descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de otro. La
finalidad es un elemento subjetivo del injusto.
Por secreto hay que entender, que tal hecho solo es conocido por una persona, o
un círculo reducido de ellas, y además el afectado no desea que sea conocido.
La intimidad es la zona íntima y reservada de una persona. No es fácil deslindar la
relación entre secreto e intimidad, pues hay secretos que no afectan a la intimidad; y,
por el contrario, hay aspectos de la intimidad que no son secretos.
La conducta debe llevarse a cabo sin el consentimiento de la persona a la que se
pretende descubrir sus secretos o vulnerar su intimidad. Si el sujeto pasivo consiente la
conducta es atípica.
Solo es posible la comisión dolosa. La consumación se produce cuando el sujeto
se apodera del soporte con la intención de descubrir los secretos o vulnerar la intimidad.
Es posible la tentativa.
Cabe causa de justificación del cumplimiento del deber por parte de la autoridad,
pues la Ley autoriza al juez a la detención de la correspondencia privada, apertura y
examen de la misma a fin de obtener medios de prueba.

2. Secreto de las telecomunicaciones.


El art. 18.3 CE, garantiza el secreto de las comunicaciones y especialmente de las telefónicas,
salvo resolución judicial.
El segundo inciso del art. 197.1 pena a “quien intercepte (a otro) sus
telecomunicaciones o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o
reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación”.
Pena: prisión de 1 a 4 años y multa de 12 a 24 meses.
Conlleva todo tipo de comunicaciones, alámbricas e inalámbricas. Hay que
entender incluidas las de telefonía móvil.
Sujeto activo y pasivo puede ser cualquiera, incluso los familiares más cercanos
como el cónyuge y los hijos.

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La acción consiste en interceptar las telecomunicaciones, imagen…, bien


directamente o por medio de una serie de mecanismos técnicos. Por interceptar hay que
entender la intervención para conocer el contenido de las mismas, de ahí que solo sea
punible la conducta dolosa.
Es preciso que la interceptación se realice sin el consentimiento del sujeto pasivo.
Si en una conversación intervienen varias personas, el consentimiento solo será eficaz si
lo ha prestado todas las personas intervinientes. El consentimiento excluye la tipicidad.
Si alguien divulga secretos que el sujeto pasivo le ha contado, no entraría en el tipo, sin perjuicio
de la responsabilidad penal que pudiera tener por otros preceptos. El que conoce que se está grabando la
conversación, no quiere decir que esté prestando consentimiento para su divulgación; la autorización debe
ser expresa. La interceptación de comunicaciones con otros fines a los del 197.1 sería atípica.
Es difícil que concurra alguna causa de justificación, pues solo se puede
interceptar legalmente las comunicaciones con autorización judicial.
La consumación se produce en el momento en que se intercepta la comunicación.
Se trata de un delito de mera actividad, que no precisa ningún resultado. Es posible la
tentativa.
En los últimos años han sido frecuentes las escuchas ilegales y prácticamente nulas las condenas.

3. Apoderamiento, utilización y manipulación de datos reservados.


El art. 197.2 castiga “al que, sin estar autorizado, se apodere, utilice o modifique,
en perjuicio de tercero, datos reservados de carácter personal o familiar de otro que se
hallen registrados en ficheros o soportes informáticos, electrónicos o telemáticos, o en
cualquier otro tipo de archivo o registro público o privado”.
Pena: prisión de 1 a 4 años y multa de 12 a 24 meses.
El art. 3 Ley Orgánica de Protección de Datos de carácter personal (LOPDAT),
son datos de carácter personal: cualquier información concerniente a personas físicas
identificadas o identificables.
El último inciso del art. 197.2 castiga con las mismas penas “a quien, sin estar
autorizado, acceda por cualquier medio a los mismos y a quien los altere o utilice en
perjuicio del titular de los datos o de un tercero”.

4. Vulneración de medidas de seguridad de datos o programas informáticos.


El art. 197.3 pena al “que por cualquier medio o procedimiento y vulnerando las
medidas de seguridad establecidas para impedirlo y vulnerando las medidas de
seguridad establecidas para impedirlo, acceda sin autorización a datos o programas
informáticos contenidos en un sistema informático o en parte del mismo o se mantenga
dentro del mismo en contra de la voluntad de quien tenga el legítimo derecho a
excluirlo”.
Pena: prisión de 6 meses a 2 años.
Responsabilidad de las personas jurídicas.
El párrafo segundo del art. 197.3 dice “cuando con lo establecido en el art. 31bis
una persona sea responsable de los delitos comprendidos en este artículo, se le
impondrá:”
Pena: multa de 6 meses a 2 años. Atendidas las reglas establecidas en el art. 66bis, los jueces y tribunales
podrán asimismo imponer las penas recogidas en las letras b) a g) del apartado 7 del artículo 33.

5. Difundir, revelar o ceder a terceros datos reservados.

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Se castiga en el art. 197.4 a los que habiendo realizado alguna de las conductas
previstas en los números 1 y 2 “difunden, revelan o ceden a terceros los datos o hechos
descubiertos o las imágenes captadas”.
Pena: prisión de 2 a 5 años.
Esta conducta subsume a la de los números 1 ó 2, pues el sujeto que llevó a cabo
tales conductas, ahora las difunde, revela o cede.
Dispone el art. 197.4 en su segundo párrafo “el que, con conocimiento de su
origen ilícito y sin haber tomado parte en su descubrimiento, realizare la conducta
descrita en el párrafo anterior…”
Pena: prisión de 1 a 3 años y multa de 12 a 24 meses.
En este supuesto el sujeto activo el delito no realizó previamente ninguna de las
conductas del art. 197.1 ó 2, sino que simplemente conoce el origen ilícito y difunde,
revela o cede los datos o hechos descubiertos por otros.
En ambos supuestos, el delito queda consumado cuando se realiza cualquiera de
los actos de difusión, revelación o cesión.

6. Descubrimiento y revelación de secretos por personas encargadas o


responsables de su custodia material.
En el art. 197.5 se castiga cuando “los hechos descritos en los apartados 1 y 2 de
este artículo se realizan por las personas encargadas o responsables de los ficheros,
soportes informáticos, electrónicos o telemáticos, archivos o registros se impondrá la
prisión de tres a cinco años, y si se difunden, ceden o revelan los datos reservados, se
impondrá la pena en su mitad superior”.
Aquí se castiga a los encargados o responsables de custodiar los ficheros,
soportes, etc., que contienen los secretos; no a los encargados de guardar los secretos en
sí. El sujeto activo, en principio, ni conoce ni tiene derecho a conocer la información
contenida en los ficheros. Ha de realizar alguna de las conductas de los números 1 ó 2
del art. 197. Si conoce los secretos por razón de su oficio o cargo y los revela será de
aplicación el art. 199.

7. Descubrimiento y revelación de secretos especiales y de menores o incapaces.


Se castiga en el art. 197.6 los hechos de los apartados 1 a 4 de este artículo cuando
“afecten a datos de carácter personal que revelen la ideología, religión, creencias,
salud, origen racial o vida sexual, o la víctima fuere un menor de edad o un incapaz”.
Penas: la correspondiente al tipo delictivo en su mitad superior.
En esta agravante se observa, según la cátedra, la extralimitación en la
intervención mínima que conlleva a confusión e inseguridad jurídica. Con el tipo penal
se podría incriminar por el simple hecho de manifestar que uno es de derechas o de
izquierdas, católico o musulmán…

8. Descubrimiento y revelación de secretos con fines lucrativos.


El art. 197.7 establece un agravante cuando estas conductas se realicen con fines
lucrativos.
Penas: la correspondiente al tipo delictivo en su mitad superior.
No es necesario que se haya conseguido ningún beneficio económico, es
suficiente con que la conducta se haya realizado con tal finalidad.

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9. Delitos cometidos en el seno de una organización o grupo criminales.


El art. 197.8 establece otra agravante cuando los hechos de los apartados anteriores “se
cometiesen en el seno de una organización o grupo criminales”.
Penas: superiores en grado para cada uno de los supuestos.

10. Descubrimiento y revelación de secretos por autoridad o funcionario


público.
En el art. 198 se pena a “la autoridad o funcionario público que, fuera de los
casos permitidos por la ley, sin mediar causa legal por delito, y prevaliéndose de su
cargo, realizare cualquiera de las conductas descritas en el artículo anterior”.
Pena: las del art. 197, en su mitad superior, y, además, inhabilitación absoluta de 6 a 12 años.
La cátedra insiste en el carácter excesivamente represivo del CP, pues cabría penar al funcionario
que descubra la ideología o religión de un ciudadano. También indica que este precepto sobra, pues al art.
197 se le podría aplicar la agravante del art. 22.7ª.
No ha de mediar causa legal por delito y la autoridad o funcionario público ha de
prevalerse de su cargo, pues si actúa como particular se castigará por el 197.

11. Revelación de secretos por razón de oficio o relaciones laborales.


En el art. 199.1 se castiga al “ que revelare secretos ajenos, de los que tenga
conocimiento por razón de su oficio o sus relaciones laborales”.
Pena: prisión de 1 a 3 años y multa de 6 a 12 meses.
El tipo es muy abierto y supone inseguridad jurídica. No se expresa cuales son los
secretos ni en qué sentido deben afectar a la intimidad de otro, aunque éste será el bien
jurídico protegido.
Sujeto activo y pasivo, son los trabajadores, pues es necesario un vínculo laboral.

12. Secreto profesional.


Se castiga en el art. 199.2 al “profesional que, con incumplimiento de su
obligación de sigilo o reserva, divulgue los secretos de otra persona”.
Pena: prisión de 1 a 4 años, multa de 12 a 24 meses e inhabilitación especial para dicha profesión de 2 a 6
años.
La acción consiste en divulgar los secretos que se conozcan de una persona como
consecuencia de su relación profesional. A este secreto están obligados los abogados y
procuradores, médicos, psicólogos…

13. Descubrimiento y revelación de secretos de personas jurídicas.


Dice el art. 200 “lo dispuesto en este capítulo será aplicable al que descubriere,
revelare o cediere datos reservados de personas jurídicas, sin el consentimiento de sus
representantes, salvo lo dispuesto en otros preceptos de este Código”.
Pena: la que corresponda, en cada caso, para los supuestos previstos en el capítulo.
Según la cátedra, con este precepto, el legislador lleva al extremo la protección del
descubrimiento y revelación de secretos. La extiende hasta las personas jurídicas,
cuando el bien jurídico protegido debe ser la intimidad de las personas individuales;
pues el propio art. 18 CE no hace extensiva tal protección a las personas jurídicas.

14. Perseguibilidad.
El art. 201 dice “para proceder por los delitos previstos en este capítulo será
necesaria denuncia de la persona agraviada o de su representante legal. Cuando

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aquélla sea menor de edad, incapaz o una persona desvalida, también podrá denunciar
el Ministerio Fiscal”.
El delito se considera público, y por tanto, perseguible de oficio, en los supuestos del art. 198, es
decir, cuando se comete por autoridad o funcionario público. Así como, cuando el delito afecte a los
intereses generales o a una pluralidad de personas.

15. Perdón.
El art. 201.3 dice que “el perdón del ofendido o de su representante legal, en su
caso, extingue la acción penal, sin perjuicio de lo dispuesto en el segundo párrafo del
número 5 del apartado 1 del artículo 130”.

II. ALLANAMIENTO DE MORADA, DOMICILIO DE PERSONAS


JURÍDICAS Y ESTABLECIMIENTOS ABIERTOS AL PÚBLICO.
1. Allanamiento de morada.
Se castiga en el art. 202.1 al “particular que, sin habitar en ella, entrare en
morada ajena o se mantuviere en la misma, contra la voluntad de su morador”.
Pena: prisión de 6 meses a 2 años.
No es unánime el concepto de morada, en el CP no se define. En términos
generales se puede decir que morada es el espacio donde se habita, sea de modo
permanente o circunstancial; puede ser una vivienda, un barco, una habitación de hotel
o incluso una tienda de campaña. La jurisprudencia por morada entiende “residencia
habitual”.
La doctrina no es pacífica en cuanto concretar el bien jurídico protegido,
moviéndose entre el derecho a la intimidad, la libertad y la dignidad de la persona. La
jurisprudencia, en algún caso, dice que se protege la paz del hogar.
Sujeto activo puede ser cualquier persona (que no habite en ella, obviamente).
Sujeto pasivo es quien ostenta el derecho a ocupar la morada, que puede ser el dueño o
un tercero.
La acción consiste en una conducta activa: entrar en morada ajena, no habitando
en ella; o pasiva: negándose a salir, manteniéndose en ella, una vez que la entrada ha
sido correcta. Ambas conductas son realizadas en contra del morador.
Solo cabe la comisión dolosa. El consentimiento del morador excluye la tipicidad.
Si existen varios moradores puede autorizar la entrada cualquiera de ellos. Mayores problemas plantea las
viviendas compartidas, cada cual puede autorizar la entrada en su habitación y a las zonas comunes
necesarias para acceder a ella.
Cabe la causa de justificación de cumplimiento de un deber, estado de necesidad,
e incluso la legítima defensa. Hay que recordar que el art. 18.2 CE que declara la
inviolabilidad del domicilio, salvo las excepciones de autorización judicial o flagrante
delito.
En cuanto a las formas de ejecución, el delito queda consumado en el momento en
que se entra en la morada sin voluntad de su morador, o se niega a abandonarla cuando
es requerido para ello. Cabe la tentativa.
Supuestos agravados.
El art. 202.2 eleva la pena cuando “el hecho se ejecutare con violencia o
intimidación”.
Pena: prisión de 1 a 4 años y multa de 6 a 12 meses.

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En este caso se podría plantear un concurso de leyes con el delito de coacciones; si bien, sería
aplicable preferentemente el art. 202 por el principio de especialidad.

2. Allanamiento de domicilio social, despachos, oficinas, establecimientos


mercantiles o locales.
Se tipifican aquí comportamientos llevados a cabo en lugares ajenos en la morada, donde las
personas pasan parte de su vida trabajando e igualmente son objeto de protección penal.
El art. 203.1 castiga al “que entrare contra la voluntad de su titular en el
domicilio de una persona jurídica pública o privada, despacho profesional u oficina, o
en establecimiento mercantil o local abierto al público fuera de las horas de apertura”.
Pena: prisión de 6 meses a 1 año y multa de 6 a 10 meses.
La acción consiste en la entrada contra la voluntad de su titular, fuera de las horas
de apertura, en los lugares indicados.
El domicilio social de una persona jurídica privada no es cuestión pacífica. La Ley
de Sociedades Anónimas establece que es el lugar en que se halle el centro de su efectiva administración
y dirección, o en donde se radique su principal establecimiento o explotación.
También presenta dificultades el concepto de domicilio de las personas jurídicas
públicas. Entiende la doctrina que se refiere a todas las Administraciones públicas, con
todas sus sedes.
Por despacho profesional hay que entender el lugar donde se ejerce una profesión.
A veces se presentan problemas para determinar el tipo penal aplicable en los supuestos donde el
despacho u oficina está en la morada del profesional. Si tienen puerta de acceso distinta a la de la morada,
será de aplicación preferente el art. 202; si entró sin la oposición del titular, será de aplicación preferente
el art. 203 si se negare a abandonarlo.
Oficina es un término muy amplio, pudiéndose considerar como tal el lugar donde
se trabaja o donde se elabora algo, despacho, secretaría…
Establecimiento mercantil es el lugar destinado a actividades relacionadas con el
comercio.
Por local puede entenderse el lugar destinado al uso de la gente para ocio o recreo
(bares, cines…), aunque también a tienda o establecimiento mercantil.
La entrada ha de efectuarse fuera de las horas de apertura. Se refiere cuando
realmente se encuentran cerrados al público, no dándose esta situación si el
establecimiento o local ha prolongado su hora de cierre.
Supuesto agravado.
El art. 203.2 castiga al que “con violencia o intimidación entrare o se mantuviere
contra la voluntad de su titular en el domicilio de una persona jurídica pública o
privada, despacho profesional u oficina, o en establecimiento mercantil o local abierto
al público”.
Pena: prisión de 6 meses a 3 años.
La acción consiste, como sucede en el allanamiento de morada, en efectuar la
entrada con violencia o intimidación, o requerido para que abandone el lugar se
mantuviere en el mismo contra la voluntad de su titular, haciendo uso igualmente de la
violencia o intimidación. Esto ha de ocurrir en horas abiertas al público.
Solo es posible la comisión dolosa.
Por titular hay que entender a la persona que tiene capacidad para autorizar o
denegar la entrada a otro. El consentimiento excluye la tipicidad.

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3. Allanamiento cometido por autoridad o funcionario público.


En el art. 204 se pena a “la autoridad o funcionario público que, fuera de los
casos permitidos por la ley y sin mediar causa legal por delito, cometiere cualquiera de
los hechos descritos en los dos artículos anteriores”
Pena: pena en su mitad superior, e inhabilitación absoluta de 6 a 12 años.
La autoridad o funcionario público ha de actuar con abuso de su cargo, y sin
mediar causa por delito, es decir, su actuación no puede estar justificada como
consecuencia de haberse cometido un delito.
En caso de mediar causa por delito, se aplicará el art. 534 CP.
La cátedra considera prescindible este artículo, ya que se podía aplicar la
agravante del artículo 22.7ª.

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ESQUEMA BÁSICO

I. DESCUBRIMIENTO Y REVELACIÓN DE SECRETOS.


Secretos documentales. Art. 197.1.- “El que, para descubrir los secretos o vulnerar la intimidad de
otro, sin su consentimiento, se apodere de sus papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o
cualesquiera otros documentos o efectos personales o intercepte sus telecomunicaciones…”
Secreto de las telecomunicaciones. Art. 197.1.- “…o utilice artificios técnicos de escucha, transmisión,
grabación o reproducción del sonido o de la imagen, o de cualquier otra señal de comunicación, será
castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses”.
Apoderamiento, utilización y manipulación de datos reservados. Art. 197.2.- “Las mismas penas se
impondrán al que, sin estar autorizado, se apodere, utilice o modifique, en perjuicio de tercero, datos
reservados de carácter personal o familiar de otro que se hallen registrados en ficheros o soportes
informáticos, electrónicos o telemáticos, o en cualquier otro tipo de archivo o registro público o privado.
Iguales penas se impondrán a quien, sin estar autorizado, acceda por cualquier medio a los mismos y a
quien los altere o utilice en perjuicio del titular de los datos o de un tercero”.
Vulneración de medidas de seguridad de datos o programas informáticos. Art. 197.3.- “El que por
cualquier medio o procedimiento y vulnerando las medidas de seguridad establecidas para impedirlo,
acceda sin autorización a datos o programas informáticos contenidos en un sistema informático o en
parte del mismo o se mantenga dentro del mismo en contra de la voluntad de quien tenga el legítimo
derecho a excluirlo, será castigado con pena de prisión de seis meses a dos años.
Cuando de acuerdo con lo establecido en el artículo 31 bis una persona jurídica sea responsable
de los delitos comprendidos en este artículo, se le impondrá la pena de multa de seis meses a dos años.
Atendidas las reglas establecidas en el artículo 66 bis, los jueces y tribunales podrán asimismo imponer
las penas recogidas en las letras b) a g) del apartado 7 del artículo 33”.
Difundir, revelar o ceder a terceros datos reservados. Art. 197.4.- “Se impondrá la pena de prisión de
dos a cinco años si se difunden, revelan o ceden a terceros los datos o hechos descubiertos o las
imágenes captadas a que se refieren los números anteriores
Será castigado con las penas de prisión de uno a tres años y multa de doce a veinticuatro meses,
el que, con conocimiento de su origen ilícito y sin haber tomado parte en su descubrimiento, realizare la
conducta descrita en el párrafo anterior”.
Descubrimiento y revelación de secretos por personas encargadas o responsables de su custodia
material. Art. 197.5- “Si los hechos descritos en los apartados 1 y 2 de este artículo se realizan por las
personas encargadas o responsables de los ficheros, soportes informáticos, electrónicos o telemáticos,
archivos o registros, se impondrá la pena de prisión de tres a cinco años, y si se difunden, ceden o
revelan los datos reservados, se impondrá la pena en su mitad superior”.
Descubrimiento y revelación de secretos especiales y de menores o incapaces. Art. 197.6.-
“Igualmente, cuando los hechos descritos en los apartados anteriores afecten a datos de carácter
personal que revelen la ideología, religión, creencias, salud, origen racial o vida sexual, o la víctima
fuere un menor de edad o un incapaz, se impondrán las penas previstas en su mitad superior”.
Descubrimiento y revelación con fines lucrativos. Art. 197.7.- “Si los hechos se realizan con fines
lucrativos, se impondrán las penas respectivamente previstas en los apartados 1 al 4 de este artículo en
su mitad superior. Si además afectan a datos de los mencionados en el apartado anterior, la pena a
imponer será la de prisión de cuatro a siete años”.
Delitos cometidos en el seno de una organización o grupo criminales. Art. 197.8.- “Si los hechos
descritos en los apartados anteriores se cometiesen en el seno de una organización o grupo criminales,
se aplicarán respectivamente las penas superiores en grado”.
Descubrimiento y revelación de secretos por autoridad o funcionario público. Art. 198.- “La
autoridad o funcionario público que, fuera de los casos permitidos por la Ley, sin mediar causa legal por
delito, y prevaliéndose de su cargo, realizare cualquiera de las conductas descritas en el artículo
anterior, será castigado con las penas respectivamente previstas en el mismo, en su mitad superior y,
además, con la de inhabilitación absoluta por tiempo de seis a doce años”.

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Revelación de secretos por razón de oficio o relaciones laborales. Art. 199.1.- “El que revelare
secretos ajenos, de los que tenga conocimiento por razón de su oficio o sus relaciones laborales, será
castigado con la pena de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses”.
Secreto profesional. Art. 199.2.- “El profesional que, con incumplimiento de su obligación de sigilo o
reserva, divulgue los secretos de otra persona, será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro
años, multa de doce a veinticuatro meses e inhabilitación especial para dicha profesión por tiempo de
dos a seis años”
Descubrimiento y revelación de secretos de personas jurídicas. Art. 200.- “Lo dispuesto en este
capítulo será aplicable al que descubriere, revelare o cediere datos reservados de personas jurídicas, sin
el consentimiento de sus representantes, salvo lo dispuesto en otros preceptos de este Código”.
Persegubilidad. Art. 201.- “1. Para proceder por los delitos previstos en este Capítulo será necesaria
denuncia de la persona agraviada o de su representante legal. Cuando aquélla sea menor de edad,
incapaz o una persona desvalida, también podrá denunciar el Ministerio Fiscal.
2. No será precisa la denuncia exigida en el apartado anterior para proceder por los hechos descritos en
el artículo 198 de este Código, ni cuando la comisión del delito afecte a los intereses generales o a una
pluralidad de personas”.
Perdón. Art. 201.3.- “El perdón del ofendido o de su representante legal, en su caso, extingue la acción
penal sin perjuicio de lo dispuesto en el segundo párrafo del número 5º del apartado 1 del artículo 130”.

II. ALLANAMIENTO DE MORADA, DOMICILIO DE PERSONAS


JURÍDICAS Y ESTABLECIMIENTOS ABIERTOS AL PÚBLICO.
Allanamiento de morada. Art. 202.- “1. El particular que, sin habitar en ella, entrare en morada ajena
o se mantuviere en la misma contra la voluntad de su morador, será castigado con la pena de prisión de
seis meses a dos años.
2. Si el hecho se ejecutare con violencia o intimidación la pena será de prisión de uno a cuatro
años y multa de seis a doce meses”. {Supuesto Agravado}
Allanamiento de domicilio social, despachos, oficinas, establecimientos mercantiles o locales. Art.
203.- “1. Será castigado con las penas de prisión de seis meses a un año y multa de seis a diez meses el
que entrare contra la voluntad de su titular en el domicilio de una persona jurídica pública o privada,
despacho profesional u oficina, o en establecimiento mercantil o local abierto al público fuera de las
horas de apertura.
2. Será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años, el que con violencia o
intimidación entrare o se mantuviere contra la voluntad de su titular en el domicilio de una persona
jurídica pública o privada, despacho profesional u oficina, o en establecimiento, mercantil o local
abierto al público. {Supuesto Agravado}
Allanamiento cometido por autoridad o funcionario público. Art. 204.- “La autoridad o funcionario
público que, fuera de los casos permitidos por la Ley y sin mediar causa legal por delito, cometiere
cualquiera de los hechos descritos en los dos artículos anteriores, será castigado con la pena prevista
respectivamente en los mismos, en su mitad superior, e inhabilitación absoluta de seis a doce años”.

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TEMA 13
DELITOS CONTRA EL HONOR
I. CONSIDERACIONES PREVIAS SOBRE EL HONOR.-
Nuestro ordenamiento jurídico aborda el tema de la protección del derecho al
honor desde tres perspectivas distintas: la civil, la penal y la constitucional. El mandato
constitucional de protección sobre el derecho al honor está en el art. 18.1 CE,
desarrollado por la LO 1/1.982, de 5 de mayo (LOPDH).
Ni la CE, ni la LOPDH, ni el CP, ofrecen un concepto o definición del honor. Ha
sido la doctrina y la jurisprudencia la que han delimitado tal concepto, a pesar de la
complejidad del asunto, pues es un concepto dependiente de las normas, valores e ideas
sociales vigentes en cada momento. La doctrina acostumbra a distinguir entre un
concepto objetivo y un concepto subjetivo de honor.
En un sentido subjetivo, el honor sería el resultado de la valoración de cada
individuo tiene de sus propias cualidades o autoestima personal; en tanto que en sentido
objetivo, el honor sería el resultado de la valoración que los demás hacen de nuestras
cualidades, es decir, el aprecio o estima que una persona recibe en la sociedad en la que
vive, la reputación y la fama.
Hoy es generalmente aceptado un concepto normativo-constitucional de honor,
compatible con el respeto a la dignidad humana, que constituye la referencia central del
orden establecido, y los valores de la libertad y la igualdad de los individuos. Es
doctrina jurisprudencial pacífica que el derecho al honor consiste en el derecho al
respeto y al reconocimiento de la dignidad personal necesaria para el libre desarrollo
de la persona en la convivencia social.
El bien jurídico protegido es el honor, entendido como el derecho a nuestra fama,
reconocimiento y respeto personal y social. El honor es un derecho fundamental que
ampara la buena reputación de una persona, protegiéndola frente a expresiones o
manifestaciones que lo hagan desmerecer en la consideración ajena al ir en su
descrédito o menosprecio o que sean tenidas en el concepto público por afrentosas.
Todas las personas tienen honor, sin importar su clase o condición social. El
honor es un valor personal inherente a la dignidad de la persona, que no admite
graduaciones. Las personas jurídicas también tienen honor. Se trata de un derecho
personalísimo, es por ello que no tiene protección postmortem, la persona fallecida no
puede ser titular del derecho al honor; podrá lesionarse su memoria, pero no posee
derecho al honor.
La regulación del Título XI CP de los delitos contra el honor, no recoge todos los
posibles delitos que atentan contra este bien jurídico, ya que se tipifican otros supuestos
fuera de este título, como las calumnias e injurias a la Corona, a altos órganos o
instituciones de la Nación, las referidas al ejército o Fuerzas y Cuerpos de Seguridad…

II. CALUMNIAS.
1. Concepto.
La calumnia es la imputación de un delito hecha con conocimiento de su
falsedad o con temerario desprecio hacia la verdad (art. 205 CP). La calumnia
constituye un tipo agravado respecto a la injuria, fundamentándose la agravación en la
imputación de un hecho que comporta un grave reproche social como es un delito.
Mientras que la injuria, que actúa como “tipo de recogida” respecto a la calumnia
(relación de subsidiariedad tácita), comprende aquellas acciones lesivas al honor que

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pueden consistir en la imputación de hechos, sin aquella trascendencia social, o en la


formulación de juicios de valor.
2. Elementos típicos.
Son requisitos del delito de calumnias, los siguientes:
a) Imputación a una persona de un hecho delictivo. La calumnia es una injuria
especializada por la naturaleza particular de la imputación infamante hecha por el
acusado al ofendido; tal imputación debe consistir en un delito. El término delito debe
entenderse en sentido estricto o restringido, es decir, si el hecho que se imputa es
constitutivo de falta no existirá la calumnia.
b) Debe ser con conocimiento de la falsedad de la imputación o temerario
desprecio hacia la verdad. La imputación debe ser falsa, subjetivamente inveraz, con
manifiesto desprecio de toda confrontación con la realidad o a sabiendas de su
inexactitud. No solo sería calumnia las imputaciones falsas, sino aquellas con temerario
desprecio hacia la verdad; esto es así porque la calumnia quedaría excluida ante la
afirmación del sujeto activo de que la opinión fue emitida conforme a su creencia
personal, su verdad. Esta verdad subjetiva, para que sea relevante, ha de responder a
ciertas reglas de diligencia y debe estar basada en un razonamiento, no en meras
intuiciones, suposiciones o creencias.
En conclusión, el legislador se refiere que además de al conocimiento de la
falsedad de la imputación, que sería un dolo directo, existiría un dolo eventual: el
temerario desprecio a la verdad.
c) Requiere la individualización o concreción del delito y del sujeto, esto es que
se den prácticamente los presupuestos de una verdadera denuncia, lo que pone de
manifiesto la influencia de la calumnia del tipo de denuncia falsa, aunque la calumnia es
una imputación informal de hechos, a la que no cabe exigir todos los requisitos de la
denuncia. Así, se ha considerado que no bastan con meras atribuciones genéricas, vagas
o ambiguas (como “eres un ladrón”, sin perjuicio de que pueden ser consideradas como
injurias), requiriéndose que recaiga sobre el perjudicado la imputación de un hecho
inequívoco, concreto y determinado, preciso en su significado y penalmente típico.
d) Debe existir ánimo de calumniar. Ha de precisarse la concurrencia del elemento
subjetivo del injusto, debe haber voluntad de perjudicar el honor de una persona, el
animus infamandi, sin que sea la finalidad de descrédito la única meta del ofensor,
bastando con que aflore, trascienda u ostente un papel preponderante en su actuación.
Es necesario que el sujeto activo actúe con conocimiento de la falsedad de la
imputación y con la voluntad de efectuarla, dado que estamos ante un delito doloso.
La consumación del delito requiere que la calumnia o injuria exteriorizada
llegue a oídos de su destinatario, ya sea directamente o indirectamente a través de
terceros, por lo que se ha de admitir como posible la tentativa. La consumación requiere
una lesión efectiva al honor y no la mera actividad.
3. Clases.
a) Con publicidad: “La calumnia y la injuria se reputarán hechas con publicidad
cuando se propaguen por medio de la imprenta, la radiodifusión o por cualquier otro
medio de eficacia semejante” (art. 211).
Pena: prisión de 6 meses a 2 años o multa de 12 a 24 meses (art. 206).
b) Sin publicidad: esto es, las manifestadas realizadas en el ámbito privado.
Pena: multa de 6 a 12 meses (art. 206).

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c) Calumnias cometidas por precio, recompensa o promesa: “Si la calumnia o


injuria fuere cometida mediante precio, recompensa o promesa, los Tribunales
impondrán, además de las penas señaladas para los delitos que se trate, la de
inhabilitación especial prevista en los artículos 42 ó 45 del presente Código, por
tiempo de seis meses a dos años” (art. 213).
Según la jurisprudencia esta circunstancia agravante requiere: a) en cuanto a la
actividad, recibir una merced de tipo económico para la ejecución del hecho; b) en
cuanto a la culpabilidad, que la merced influya como causa motriz del delito; c) en
cuanto a la antijuridicidad, que la merced tenga la suficiente intensidad para ser
repudiada por la sociedad.
4. Exceptio veritatis.
Según el art. 207 “El acusado por delito de calumnia quedará exento de toda
pena probando el hecho criminal que hubiere imputado”.
La exceptio veritatis (o prueba de la verdad) es una causa de exclusión de la
pena de naturaleza objetiva que puede tener lugar en el transcurso del proceso por
calumnia, y que encuentra su fundamento en la pretensión de excluir la pena allí donde
el hecho delictivo imputado resulte ser cierto, debido al interés predominante del Estado
en la persecución y castigo de los delitos.
No obstante, su utilidad e incidencia en la práctica es mínima, pues si la
imputación delictiva se realiza con conocimiento de la falsedad es imposible probarla, y
si se lleva a cabo con temerario desprecio a la verdad, la probabilidad de probar el delito
imputado se antoja misión complicada.

III. INJURIAS.
En el delito de injurias está presente la doble vertiente del honor: estimación
propia y la reputación social o fama. La comisión se puede articular a través de la
palabra, escritos, caricaturas, gestos…, y para su clasificación el legislador ha decidido
valorar el mecanismo de difusión: injurias con publicidad (arts. 209 y 211 CP) y sin
publicidad (art. 208), según se propague o no por medio de imprenta, la radiodifusión o
por cualquier otro medio de eficacia semejante.
1. Concepto.
“Injuria es la acción o expresión que lesionan la dignidad de otra persona
menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación” (art. 208).
Las injurias pueden consistir en imputación de hechos o expresiones. Se puede
imputar cualquier tipo de hecho, salvo aquellos constitutivos de delito, pues sería
calumnia. En cuanto a las expresiones se deberá tener en cuenta las manifestaciones,
juicios de valor, etc., que tengan cierta gravedad.
Sujeto activo puede ser cualquier persona, ya que no se exige una determinada
cualidad especial en el marco del tipo objetivo.
2. Elementos típicos.
Para la perfección del delito de injurias se precisa la concurrencia de los
siguientes elementos o requisitos básicos:
a) Uno de carácter objetivo u ontológico, comprensivo de las expresiones o
acciones que lesionen la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando
contra su propia estimación, de significado objetivamente ofensivo para agraviar
socialmente a la persona que se dirijan.
Objetivamente, la injuria puede consistir en la imputación de hechos (como el
atribuir a una persona relaciones adulteras) o en la formulación de juicios de valor

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despectivos (como puede ser el uso reiterado del término “nazi”), que por su significado
gramatical revela inequívocamente un animus iniurandi y, en general, toda acción de
menosprecio que muestra un carácter peyorativo o una actitud e intención de descrédito.
Cabe la injuria por omisión cuando la pasividad del sujeto tenga un significado
injurioso para la autoestima de otro.
b) Otro, de índole subjetivo, axiológico o finalístico, acusadamente intencional en
cuanto que aquellas frases o actitudes han de responder al propósito específico de
ofender, vilipendiar, desacreditar, vejar,…, a la persona a la que van destinadas. Un
animus iniurandi que representa el elemento subjetivo del injusto. La injuria está
constituida esencialmente por un elemento subjetivo, la intención, el ánimo de
deshonrar o desacreditar a la persona. Ausente este ánimo de injuriar, no hay delito.
Dada la necesidad de la concurrencia del elemento subjetivo, solo es posible la
comisión dolosa.
c) Un último elemento, complejo y circunstancial, consistente en una valoración
determinante de la magnitud de la ofensa, que sirve de medida para graduarla
punitivamente, que aglutina factores o datos personales, de ocasión, lugar, tiempo,
forma, etc., los cuales valorativamente apreciados contribuyen, de una parte, a
esclarecer la verdadera intención del sujeto activo a proferir la ofensa y, de otra,
coadyuven a determinar la importancia y magnitud de la ofensa.
La consumación ocurre, en todo caso, cuando la ofensa llega al sujeto pasivo.
3. Clases.
“Solamente serán constitutivas de delito las injurias que, por su naturaleza,
efectos y circunstancias, sean tenidas en el concepto público por graves.
Las injurias que consistan en la imputación de hechos no se considerarán
graves, salvo cuando se hayan llevado a cabo con conocimiento de su falsedad o
temerario desprecio hacia la verdad” (art. 208).
Para que pueda hablarse de injuria es preciso que haya una lesión a la dignidad
del ofendido, lo cual depende no solo de la intención o dolo del imputado, sino también
de la propia entidad objetiva de las expresiones proferidas.
La gravedad, es un elemento esencial del delito de injurias, ya que si no se
consideran graves, las injurias leves serán únicamente constitutivas de falta del art.
620.2 CP. La distinción entre delito de injurias y la falta es meramente cuantitativa. Por
tanto, será el Juez quien debe valorar objetivamente el significado injuriante de la
acción o expresión, atendiendo a las circunstancias personales de los implicados, la
propia naturaleza de las expresiones, los efectos producidos y su alcance.
Injurias realizadas con o sin publicidad. “La calumnia y la injuria se reputarán
hechas con publicidad cuando se propaguen por medio de la imprenta, la radiodifusión
o por cualquier otro medio de eficacia semejante” (art. 211).
“Las injurias graves hechas con publicidad se castigarán con la pena de multa
de seis a catorce meses y, en otro caso, con la de tres a siete meses” (art. 209)
Injurias cometidas por precio, recompensa o promesa. “Si la calumnia o injuria
fuere cometida mediante precio, recompensa o promesa, los Tribunales impondrán,
además de las penas señaladas para los delitos que se trate, la de inhabilitación
especial prevista en los artículos 42 ó 45 del presente Código, por tiempo de seis meses
a dos años” (art. 213).

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4. Exceptio veritatis.
“El acusado de injuria quedará exento de responsabilidad probando la verdad
de las imputaciones cuando éstas se dirijan contra funcionarios públicos sobre hechos
concernientes al ejercicio de sus cargos o referidos a la comisión de faltas penales o de
infracciones administrativas” (art. 210).
En el delito de injurias la exceptio veritatis tiene un alcance limitado, ya que lo
imputado, cuando constituye una opinión o un juicio de valor, no es susceptible de
prueba, ya que, con independencia de la veracidad o no de lo imputado, se lesiona la
dignidad intrínseca de la persona.

IV. DISPOSICIONES GENERALES.


1. Responsabilidad civil.
El art. 212 establece que, “en los casos a los que se refiere el artículo anterior,
será responsable civil solidaria la persona física o jurídica propietaria del medio
informativo a través del cual se haya propagado la calumnia o injuria”. Se refiere a los
delitos de calumnia e injuria cometidos con publicidad.
2. Retractación: atenuación de la pena.
El art. 214 dice “Si el acusado de calumnia o injuria reconociere ante la
autoridad judicial la falsedad o falta de certeza de las imputaciones y se retractare de
ellas, el Juez o Tribunal impondrá la pena inmediatamente inferior en grado y podrá
dejar de imponer la pena de inhabilitación que establece el anterior.
El Juez o Tribunal ante quien se produjera el reconocimiento ordenará que se
entregue testimonio de retractación al ofendido y, si éste lo solicita, ordenará su
publicación en el mismo medio en que se vertió la calumnia o injuria, en espacio
idéntico o similar a aquél en que se produjo su difusión y dentro del plazo que señale el
juez o Tribunal sentenciador”.
Se produce un supuesto atenuado cuando el acusado reconociere en el juicio la
falsedad o falta de certeza y se retracte de ellas. El reconocimiento debe ser expreso,
claro y sin ningún tipo de condición, al igual que la retractación, requisito subsecuente
del anterior. Una vez producida la retractación, el Juez o Tribunal podrá, a instancias del
ofendido, ordenar su publicación en el mismo medio en que se vertió la calumnia o
injuria, o en otro idéntico o similar.
3. Requisitos de procedibilidad.
Art. 215 “1. Nadie será penado por calumnia o injuria sino en virtud de querella
de la persona ofendida por el delito o de su representante legal. Se procederá de oficio
cuando la ofensa se dirija contra funcionario público, autoridad o agente de la misma
sobre hechos concernientes al ejercicio de sus cargos.
2.Nadie podrá deducir acciones de calumnia o injuria vertidas en juicio sin
previa licencia del Juez o Tribunal que de él conociere o hubiere conocido…”.
Este requisito de querella, supone que con la denuncia no es suficiente. Además,
será necesaria la certificación que acredite como mínimo haber intentado acto de
conciliación entre querellante y querellado, interpuesto por la persona ofendida. La
exigencia de querella responde al carácter personalísimo del bien jurídico protegido;
pues se considera que si el propio titular del derecho al honor carece de interés para
perseguirlo, decae el del Estado en hacerlo.

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4. Excusa absolutoria.
Dice el art. 215.3 “El perdón del ofendido o de su representante legal, en su
caso, extingue la acción penal sin perjuicio de lo dispuesto en el segundo párrafo del
número 5º del apartado 1 del artículo 130 de este Código”.
El perdón debe ser expreso y emitido antes de que se haya dictado sentencia.
El segundo párrafo del art. 130.1.5º, establece que en los delitos contra menores
o incapaces, el Juez o Tribunal, oído el Ministerio Fiscal, podrá rechazar el perdón del
ofendido.
5. Publicación y divulgación de la sentencia.
Art. 216: “En los delitos de calumnia se considera que la reparación del daño
comprende también la publicación o divulgación de la sentencia condenatoria, a costa
del condenado por tales delitos, en el tiempo y forma que el Juez o Tribunal consideren
más adecuado a tal fin, oídas las dos partes”.
6. Prescripción.
Desde la promulgación del CP, los delitos de calumnia e injuria siempre han
tenido un plazo de prescripción de un año. Art. 131.- “1. Los delitos prescriben: […] A
los cinco años, los demás delitos, excepto los de injuria y calumnia, que prescriben al
año”.
Si bien, mediante la Disposición final segunda de la LO 3/2.011, se suprimió el
último párrafo de citado precepto, lo que supone que el plazo de prescripción para
ambos delitos pasa a ser en la actualidad de 5 años.

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ESQUEMA BÁSICO

I. CONSIDERACIONES PREVIAS SOBRE EL HONOR.


HONOR

Vertiente objetiva Derecho a nuestra fama, Vertiente subjetiva


reconocimiento y
respeto
Ámbito social Autoestima

II. CALUMNIAS.
Art. 205.- “La calumnia es la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o
temerario desprecio hacia la verdad”.
Requisitos:
a) Imputación a una persona de un hecho delictivo.
b) Con conocimiento de la falsedad de la imputación o con temerario desprecio hacia la verdad.
c) Individualización o concreción del delito y del sujeto.
d) Debe existir ánimo de calumniar (animus infamandi)
Clases: a) Con o sin publicidad; b) cometidas por precio, recompensa o promesa.
{exceptio veritatis}

III. INJURIAS.
Art. 208.- “Es injuria la acción o expresión que lesionan la dignidad de otra persona
menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación”.
Requisitos:
a) Uno de carácter objetivo: la imputación de los hechos o formulación de juicios de valor
despectivos.
b) Otro de índole subjetivo, axiológico o finalístico: debe existir animus injuriandi, es decir ánimos
de injuriar.
c) Un elemento complejo y circunstancia: consistente en una valoración de la ofensa.
Clases: a) Con o sin publicidad; b) cometidas por precio, recompensa o promesa.
{Exceptio veritatis}

IV. DISPOSICIONES GENERALES.


Responsabilidad civil. Art. 212: será responsable civil solidario la persona responsable del medio a
través del cual se haya propagado.
Retractación: atenuación de la pena. Art. 214.
Requisitos de procedibilidad. Art. 215: Necesidad de querella.
Excusa absolutoria. Art. 215.3: El perdón del ofendido.
Publicación y divulgación de la sentencia. Art. 216: reparación del daño.
Prescripción. Art. 131.1: tras la reforma LO 3/2.011 cinco años.

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TEMA 14
DELITOS CONTRA LAS RELACIONES FAMILIARES
I. MATRIMONIOS ILEGALES.
Bien jurídico protegido.
Se protege el matrimonio, núcleo donde se origina la familia, y con esto se otorga
protección penal al tipo de familia recogido en nuestro ordenamiento jurídico,
constituido por el matrimonio monógamo, que se disuelve únicamente por la muerte de
uno de los cónyuges o el divorcio. Se protege la institución del matrimonio y el estado
civil derivado del mismo.
1. Bigamia.
El art. 217 castiga “al que contrajere segundo o ulterior matrimonio, a sabiendas
de que subsiste legalmente el anterior”.
Pena: prisión de 6 meses a 1 año.
Sujeto activo es el contrayente que contrae un nuevo matrimonio sin estar
legalmente disuelto el anterior. Es un delito especial propio pues solo lo puede cometer
el que vuelve a contraer matrimonio sin haber disuelto el anterior. Para la realización de
este tipo delictivo es necesaria la concurrencia de dos personas, los contrayentes (más
una tercera persona que celebra o autoriza el matrimonio).
La persona que contrae el segundo o ulterior matrimonio es partícipe necesario y
tendrá responsabilidad penal si conoce la situación legal de su pareja. Pudiendo darse
las siguientes situaciones: 1) que el contrayente lo haga de buena fe y desconozca la
situación del sujeto activo, con lo que no tendrá responsabilidad penal. 2) si el otro
contrayente conoce el matrimonio anterior y válido del sujeto activo, será considerado
cooperador necesario; no puede ser coautor pues el contrayente no tiene el requisito de
estar casado legalmente con anterioridad. 3) en caso de que el contrayente, tampoco
haya disuelto su matrimonio anterior, será responsable de un delito de bigamia, en este
caso ambos serán autores.
Sujeto pasivo no está claro, sería la colectividad o la comunidad, a la cual le
interesa mantener el modelo de matrimonio monógamo. También podría considerarse
sujeto pasivo el contrayente a matrimonio en el delito de bigamia, siempre que actúe de
buena fe y con desconocimiento del delito.
La conducta típica consiste en contraer un segundo o ulterior matrimonio sin
estar disuelto legalmente el anterior. El delito se comete en los supuestos en los que,
existiendo un matrimonio anulable o no válido, no se ha declarado disuelto legalmente.
La disolución del matrimonio debe realizarse conforme a las normas civiles.
Es un delito formal que únicamente requiere para su comisión la infracción de las
normas civiles que regulan la institución del matrimonio. Según el art. 61 CC, el
matrimonio produce efectos civiles desde su celebración, efectos que subsisten hasta
que no se haya declarado su nulidad o disuelto el vínculo legalmente por divorcio,
muerte o declaración de fallecimiento de uno de los cónyuges.
Solo admite la comisión con dolo directo, al utilizar la expresión “a sabiendas”.
Podrá apreciarse el error de prohibición, tanto vencible como invencible.
La consumación del delito se produce en el momento en que se celebra el
segundo o ulterior matrimonio. Para una parte de la doctrina se trata de un delito de
mera actividad; sin embargo, otros piensan que es un delito de resultado. Es un delito de
consumación instantánea, con efectos permanentes (la situación antijurídica se mantiene
hasta que no se declara la nulidad). Cabe la tentativa.

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2. Matrimonio para perjudicar al otro contrayente.


El art. 218.1 castiga “al que, para perjudicar al otro contrayente, celebrare
matrimonio inválido”.
Pena: prisión de 6 meses a 2 años.
Sujeto activo es el contrayente que sabiendo que el matrimonio que va a contraer
es inválido y lo realiza. Es un delito especial propio. Sujeto pasivo es la colectividad, el
otro contrayente que actúa de buena fe es un partícipe necesario.
La conducta típica consiste en contraer un matrimonio inválido para perjudicar al
otro contrayente. El matrimonio es inválido porque concurre un impedimento, que
puede ser dispensable o no.
Solo admite la comisión con dolo directo y además se exige para realizar el tipo
la concurrencia de un elemento subjetivo de lo injusto, que es la intención de perjudicar
al otro contrayente, siendo indiferente que efectivamente le cause el perjuicio o no.
También es indiferente la naturaleza del perjuicio que le quería causar. El sujeto conoce
que concurre una circunstancia que hace inválido el matrimonio y consiente en su
celebración para perjudicar al otro contrayente.
La consumación del delito tiene lugar cuando se celebra el matrimonio. No es
necesario que se le cause el perjuicio. Es un delito de resultado cortado. Es posible la
tentativa.
Concurso de leyes y de delitos.
Se puede apreciar un concurso de leyes con el delito de bigamia, se aplicará el
delito de matrimonio ilegal por el principio de especialidad. Como existe ánimo de
engañar a la otra persona, podría apreciarse un concurso de delitos con los delitos de
estafa o de injurias.
Exención de la pena.
El art. 218.2 dice que si el matrimonio se convalida posteriormente, el responsable
quedará exento de pena.

3. Autorización de matrimonios ilegales.


El art. 219.1 pena “al que autorizare matrimonio en el que concurra alguna causa
de nulidad conocida o denunciada en el expediente”.
Pena: prisión de 6 meses a 2 años e inhabilitación especial para empleo o cargo público de 2 a 6 años.
Sujeto activo solo puede ser el que tiene capacidad para autorizar un matrimonio.
Es un delito especial propio. Esta persona es otro de los partícipes necesarios en el
delito, pues si no existe una tercera persona que autorice o celebre el matrimonio, no
podría celebrarse.
Según el art. 51 CC “será competente para autorizar el matrimonio: 1º El juez encargado del
Registro Civil y el Alcalde del municipio donde se celebre el matrimonio o Concejal en quien éste
delegue. 2º En los municipios en que no resida dicho juez, el delegado designado reglamentariamente. 3º
El funcionario diplomático o consular encargado del Registro civil en el extranjero”. El art. 52 CC añade
otras personas en caso de peligro de muerte, como pueden son los Jueces y Alcaldes de otros términos
municipales, mandos del ejército o de naves o aeronaves. Igualmente podrán autorizar matrimonio los
ministros de culto de alguna de las confesiones reconocidas en España.
Sujeto pasivo es el Estado o la comunidad.
La conducta típica consiste en celebrar un matrimonio sabiendo que es nulo. La
causa de nulidad era conocida por quien celebra el matrimonio o había sido denunciada
en el expediente. El delito solo admite la comisión dolosa.

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La consumación se produce cuando se celebra el matrimonio. Cabe la tentativa.


Si la causa de nulidad fuera dispensable, según el art. 219.2, se impondrá la pena
de suspensión de empleo o cargo público de 6 meses a 2 años.

II. SUPOSICIÓN DE PARTO Y ALTERACIÓN DE LA PATERNIDAD,


ESTADO Y CONDICIÓN DEL MENOR.
Bien jurídico protegido.
La familia, las relaciones familiares, la filiación y el estado civil.
1. Suposición de parto.
Recogida en el art. 220.1. “La suposición de un parto será…”
Pena: prisión de 6 meses a 2 años.
Sujeto activo es la mujer o cualquier otra persona que realice los hechos. Sujeto
pasivo es el niño al que se supone fruto de un parto que no lo ha sido y al que se cambia
de familia, se le atribuye una filiación que no le corresponde por nacimiento.
La conducta típica consiste en simular o suponer un nacimiento que no se ha
producido o no ha tenido lugar, o simular que ha nacido un niño vivo, o sustituir a un
niño muerto por otro vivo. Se cambia la filiación del niño. Se simula que el niño es fruto
del embarazo y parto de la mujer que se lo ha atribuido.
El delito solo admite la comisión dolosa, con dolo directo.
La consumación tiene lugar en el momento de presentar a un niño como propio
cuando no lo es. Es un delito de consumación inmediata, un delito permanente. Es
posible la tentativa. No es necesaria para la consumación del delito la inscripción en el
Registro Civil.

2. Ocultación o entrega de un hijo.


Se pena en el art. 220.2 “al que ocultare o entregare a terceros un hijo para
alterar o modificar su filiación”.
Pena: prisión de 6 meses a 2 años.
Sujeto activo tiene que ser alguno de los progenitores o los dos, y también
pueden participar más personas. Sujeto pasivo el niño, que no es necesario que sea
recién nacido, pero tiene que identificarse su estado civil.
La conducta típica consiste en ocultar o entregar a terceros un hijo para alterar o
modificar su filiación. Es un tipo máximo alternativo, la acción reviste dos
modalidades: a) ocultar al niño, o b) entregarlo a terceros.
Es un delito doloso, cometido con dolo directo, en el que concurre un elemento
subjetivo del injusto, los hechos se realizan con la finalidad de alterar o modificar la
filiación.
La consumación se produce en el momento en que se oculta al menor o bien se
entrega a terceros con la finalidad de cambiar su filiación, pero la consumación no exige
que efectivamente se produzca el cambio o la modificación de la filiación.
Puede producirse un concurso de delitos con el delito de abandono de menores o
incapaces, y con el delito de detención ilegal según el tiempo que dure la ocultación.

3. Sustitución de un niño por otro.


El art. 220.3 dice “la sustitución de un niño por otro será…”

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Pena: prisión de 1 a 5 años.


Sujeto activo es la persona que sustituye a un niño por otro, pueden ser los
progenitores u otras personas, es un delito común. Sujeto pasivo los niños sustituidos.
La conducta típica consiste en cambiar a un niño por otro. El intercambio tiene
como finalidad la modificación de su estado civil original, el cambio de adscripción a su
familia, el cambio de filiación. No tiene porqué producirse en el momento del
nacimiento, puede ocurrir en cualquier momento. Es necesario que los niños estén vivos
o al menos uno de ellos.
Es un delito doloso, solo admite el dolo directo.
La consumación se produce cuando tiene lugar el intercambio de niños. Es
posible la tentativa.

4. Sustitución de un niño por otro por imprudencia grave.


El art. 220.5 dice “las sustituciones de un niño por otro que se produjeren en
centros sanitarios o socio-sanitarios por imprudencia grave de los responsables de su
identificación y custodia, serán…”.
Pena: prisión de 6 meses a 1 año.
Los hechos se producen por no observar el cuidado objetivamente debido en la
identificación de los niños.

5. Delitos cometidos por ascendientes.


En el art. 220.4 se castiga a “los ascendientes, por naturaleza o adopción, que
cometieran los hechos descritos en los tres apartados anteriores”.
Pena: además podrán ser castigados con pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la patria
potestad sobre el hijo o descendiente ocultado, entregado o sustituido y, en su caso, sobre el resto de hijos
de 4 a 10 años.

6. Cesión de un hijo, descendiente o menor mediando compensación económica.


a) El art. 221.1 castiga a “los que, mediando compensación económica, entreguen a
otra persona un hijo, descendiente o cualquier menor aunque no concurra relación de
filiación o parentesco, eludiendo los procedimientos legales de la guarda, acogimiento
o adopción, con la finalidad de establecer una relación análoga a la de filiación”.
Pena: prisión de 1 a 5 años e inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad, tutela, curatela
o guarda por tiempo de 4 a 10 años.
Sujeto activo es el que entrega el hijo, descendiente o menor y el que recibe al
menor, con compensación económica. Sujeto pasivo es el menor entregado, solo
pueden ser sujetos pasivos los menores de edad.
La conducta típica consiste en entregar a otra persona un hijo, descendiente o
menor, eludiendo los procedimientos legales de guarda, acogimiento o adopción. Tiene
que mediar compensación económica y concurrir la finalidad de establecer una relación
análoga de filiación, una nueva filiación. Se castiga la compraventa de niños.
Es una conducta dolosa, se realiza con dolo directo.
La consumación se produce con la entrega del menor y la entrega de la
compensación económica. Cabe la tentativa.
b) El art. 221.2 establece las mismas penas “a la persona que recibe al menor y al
intermediario, aunque la entrega se haya realizado en el extranjero”.

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c) El art. 221.3 establece un tipo cualificado si “los hechos se cometieren utilizando


guarderías, colegios o locales donde se recojan niños…”. Se imponen penas de
inhabilitación para el ejercicio de tales actividades de 2 a 6 años y clausura temporal de
hasta 5 años o definitiva de los establecimientos.

7. Supuesto agravado.
El art. 222 castiga a “El educador, facultativo, autoridad o funcionario público
que, en el ejercicio de su profesión o cargo, realice las conductas descritas en los dos
artículos anteriores…”
Pena: la señalada y, además, inhabilitación especial para empleo y cargo público de 2 a 6 años.
Es un tipo agravado en base a la función o cargo que desempeña el sujeto activo.
Para que se aplique la agravación, las conductas típicas deben realizarse en el ejercicio
de tales funciones. Es aplicable a médicos, matronas, personal de enfermería y cualquier
otra persona que realice una actividad sanitaria.

III. DELITOS CONTRA DERECHOS Y DEBERES FAMILIARES.


En estos delitos se protege la seguridad de los miembros de la familia,
generalmente, los más desvalidos o desprotegidos, que carecen de la suficiente
capacidad para protegerse por sí mismos.
1. Negativa a la devolución de un menor o incapaz.
El art. 223 castiga a “quien teniendo a su cargo la custodia de un menor de edad o
incapaz, no lo presentare a sus padres o guardadores sin justificación para ello,
cuando fuere requerido por ellos”.
Pena: prisión de 6 meses a 2 años, sin perjuicio de que los hechos constituyan otro delito más grave.
El bien jurídico protegido es la patria potestad, la libertad y seguridad de los
menores.
Sujeto activo es la persona encargada de la custodia del menor o incapaz que no
lo entregan a sus padres o guardadores. Es un delito especial propio. No pueden ser
sujetos activos ni los padres ni la persona que tiene la guarda legal del menor o incapaz.
Si existe causa justificada, la conducta será atípica.
El consentimiento del menor es irrelevante porque no tiene capacidad para
prestarlo y, por tanto, no es válido.
La consumación se produce cuando la persona encargada de la custodia de un
menor o incapaz no lo entregue a sus padres o guardadores, cuando ha sido requerido
por éstos.

2. Inducción a un menor o incapaz a abandonar el domicilio o lugar de


residencia.
El art. 224 pena a “quien indujere a un menor de edad o a un incapaz a que
abandone el domicilio familiar, o lugar donde resida con anuencia de sus padres,
tutores o guardadores”.
Pena: prisión de 6 meses a 2 años.
El bien jurídico protegido es la seguridad del menor y el derecho del menor o
incapaz de residir con sus padres, tutores o guardadores.
Sujeto activo es el inductor, que puede ser cualquiera, excepto los padres, tutores
o guardadores que han autorizado.

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Sujeto pasivo es el menor o incapaz, los padres, tutores, guardadores y la familia.


La acción típica consiste en inducir a un menor de 18 años o a un incapaz a que
abandone el domicilio o lugar de residencia habitual. La inducción ha de ser suficiente,
directa y eficaz. Será impune si el menor ya había tomado la decisión de abandonarlo.
La consumación tiene lugar cuando el menor o incapaz abandona el domicilio.
Cabe la tentativa.

3. Inducción a un hijo menor a infringir el régimen de custodia.


Recogido en el párrafo 2º del art. 224 penando “al progenitor que induzca a su
hijo menor a infringir el régimen de custodia establecido por la autoridad judicial o
administrativa”.
Pena: prisión de 6 meses a 2 años.
Sujeto activo solo puede ser uno de los progenitores del menor y en los casos en
los que existe un régimen establecido por la autoridad judicial o administrativa. Es un
delito especial propio. Sujeto pasivo será las persona que tenga la custodia del menor,
no puede ser el menor, que es un partícipe necesario exento de responsabilidad.
La conducta típica consiste en la inducción al hijo para infringir el régimen de
custodia. La inducción tiene que ser eficaz para que se castigue, haciendo surgir la
voluntad en el menor de infringir el régimen de custodia establecido, siendo irrelevante
que el menor la llegue a infringir o no.
Solo es posible la comisión dolosa, pues el sujeto activo conoce el régimen
establecido por la autoridad judicial o administrativa.
La consumación tiene lugar con la inducción del progenitor a su hijo para que
infrinja en régimen de custodia. Es posible la tentativa.

4. Restitución de un menor o incapaz.


Dice el art. 225 “cuando el responsable de los delitos previstos en los dos
artículos anteriores restituya al menor de edad o al incapaz a su domicilio o residencia,
o lo deposite en lugar conocido y seguro, sin haberle hecho objeto de vejaciones,
sevicias o acto delictivo alguno, ni haber puesto en peligro su vida, salud, integridad
física o libertad sexual, el hecho será […], siempre y cuando el lugar de estancia del
menor de edad o incapaz haya sido comunicado a sus padres, tutores o guardadores, o
la ausencia no hubiera sido superior a 24 horas”.
Pena: prisión de 3 meses a 1 año o multa de 6 a 24 meses.
Constituye un tipo atenuado a los delitos de inducción al abandono del domicilio
y a infringir el régimen de custodia. Se rebaja la pena al autor para facilitar la
devolución del menor. Es necesario que se den los siguientes requisitos:
1º Que el sujeto responsable restituya al menor o incapaz a su domicilio o
residencia, o lo deposite en un lugar conocido y seguro.
2º Que durante el tiempo que estuvo fuera de su domicilio o residencia no haya
sido objeto de vejaciones, sevicias o acto delictivo, no haya puesto en peligro su vida,
salud, integridad física o libertad sexual.
3º Que hubiera comunicado a sus padres, tutores o guardadores el lugar de
estancia, o la ausencia no hubiera superado las 24 horas.

5. Sustracción de menores.

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El bien jurídico protegido es la seguridad del menor y el derecho del progenitor


que tiene la custodia de su hijo a que se respete su derecho.
a) Sustracción de un hijo menor por un progenitor.
El art. 225bis.1 pena “al progenitor que sin causa justificada para ello sustrajere
a su hijo menor”.
Pena: prisión de 2 a 4 años e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de patria potestad de 4 a
10 años.
Sujeto activo solo puede ser el progenitor que no tenga atribuida la guarda o
custodia del menor. Es un delito especial propio. Sujeto pasivo es el otro progenitor o
el titular de la custodia y el hijo menor.
La conducta típica consiste en sustraer un progenitor a su hijo menor del otro
progenitor o de una institución que tiene su custodia sin causa justificada. El art.
225bis.2 considera sustracción:
“1º El traslado de un menor de su lugar de residencia sin consentimiento del
progenitor con quien conviva habitualmente o de las personas o instituciones a las
cuales estuviese confiada su guarda o custodia.
2º La retención de un menor incumpliendo gravemente el deber establecido por
resolución judicial o administrativa”.
Por lo tanto, la conducta puede consistir en dos acciones alternativas. La retención
debe ser grave, pues si es leve, sería constitutivo de una falta de incumplimiento del
régimen de visitas del art. 622.
Si concurre causa justificada no existe delito. No se puede aplicar este delito en
los casos de custodia compartida, o en los casos en los que no exista resolución judicial
o administrativa.
El delito se consuma cuando uno de los progenitores sustrae a su hijo menor de
quien tiene concedida la guarda y custodia. Es un delito de consumación instantánea y
de carácter permanente.
5.1 Supuestos agravados.
Dice el art. 225bis.3 “cuando el menor sea trasladado fuera de España o fuese
exigida alguna condición para su restitución la pena señalada en el apartado 1 se
impondrá en su mitad superior”.
5.2 Excusa absolutoria.
Dice el art. 225bis.4 “cuando el sustractor haya comunicado el lugar de la
estancia al otro progenitor o a quien corresponda legalmente su cuidado dentro de las
24 horas siguientes a la sustracción con el compromiso de devolución inmediata que
efectivamente se lleve a cabo, o la ausencia no hubiere sido superior a dicho plazo de
24 horas, quedará exento de pena”.
5.3 Supuesto atenuado.
El 2º párrafo del art. 225bis.4 dice “si la restitución se hiciere, sin la
comunicación a que se refiere el párrafo anterior, dentro de los quince días siguientes a
la sustracción, le será impuesta la pena de prisión de 6 meses a 2 años”.
En el 3º párrafo se establece una regla para el cómputo de los plazos: “Estos
plazos se computarán desde la fecha de la denuncia de la sustracción”.
b) Sustracción de un menor por familiares.

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El art. 225bis.5 establece que “las penas señaladas en este artículo se impondrán
igualmente a los ascendientes del menor y a los parientes del progenitor hasta el
segundo grado de consanguinidad o afinidad que incurran en las conductas
anteriormente descritas”.
Sujeto activo serían los ascendientes del menor y los parientes del progenitor que
no tiene atribuida la custodia, hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad.

6. Abandono de familia.
Recogido en el art. 226.1 “el que dejare de cumplir con los deberes legales de
asistencia inherentes a la patria potestad, tutela, guarda o acogimiento familiar o de
prestar la asistencia necesaria legalmente establecida para el sustento de
descendientes, ascendientes o cónyuge, que se hallen necesitados, será…”.
Pena: prisión de 3 a 6 meses o multa de 6 a 12 meses.
El bien jurídico protegido es la protección de la familia en cuanto a los derechos
y obligaciones que le son inherentes como miembro de la misma.
Sujeto activo es el obligado a cumplir los deberes legales de asistencia recogidos
en el CC. Es un delito especial propio que solo pueden cometer los padres, cónyuge,
excónyuge, tutores, guardadores. Sujeto pasivo es la persona que no recibe la asistencia
a la que legalmente tiene derecho.
La conducta típica reviste dos modalidades de forma alternativa: a) dejar de
cumplir los deberes legales de asistencia; y b) dejar de prestar la asistencia necesaria
legalmente establecida.
Estamos ante una ley penal en blanco, pues para determinar cuáles son los deberes
de asistencia hay que acudir al CC.
Es un delito doloso. Si el sujeto obligado a estos deberes carece de medios para
poder cumplirlos o hacer frente a los mismos no comete el delito.
La consumación se produce en el momento en que se incumplen los deberes. Es
un delito de omisión. Son delitos permanentes.
Condición objetiva de perseguibilidad.
El art. 228 dice “el abandono de familia solo se perseguirá previa denuncia de la
persona agraviada o de su representante legal. Cuando aquélla sea menor de edad,
incapaz o una persona desvalida, también podrá denunciar el Ministerio Fiscal”.
7. Impago de prestaciones en supuestos de separación, divorcio, nulidad del
matrimonio y procesos de filiación o alimentos.
El art. 227 dice “el que dejare de pagar durante dos meses consecutivos o cuatro
meses no consecutivos cualquier tipo de prestación económica a favor de su cónyuge o
sus hijos, establecida en convenio judicialmente aprobado o resolución judicial en los
supuestos de separación legal, divorcio, declaración de nulidad del matrimonio,
proceso de filiación, o proceso de alimentos a favor de sus hijos, será…”
Pena: prisión de 3 meses a 1 año o multa de 6 a 24 meses.
El bien jurídico protegido es la seguridad de los sujetos que tienen concedida la
prestación económica.
Sujeto activo es el obligado a pagar la prestación. Es un delito especial propio.
Sujeto pasivo es el cónyuge o hijo que tenga derecho a percibir la prestación.

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La conducta típica consiste en el impago de la prestación económica a favor de


su cónyuge o sus hijos, en las siguientes condiciones: a) durante 2 meses consecutivos o
4 no consecutivos; b) prestación establecida en convenio judicialmente aprobado o
resolución judicial; c) supuestos de separación legal, divorcio, declaración de nulidad
del matrimonio, proceso de filiación, o proceso de alimentos a favor de sus hijos.
Es posible apreciar la causa de justificación del estado de necesidad, si la
persona obligada a cumplir carece de recursos.
La consumación tiene lugar cuando no se cumplen con la obligación establecida
2 meses consecutivos o 4 no consecutivos. Es un delito de omisión.
El art. 227.2 añade el siguiente texto “Con la misma pena será castigado el que
dejare de pagar cualquier otra prestación económica establecida de forma conjunta o
única en los supuestos previstos en el apartado anterior”. La razón de su inclusión se
debe a que si el acuerdo o resolución judicial establecía el pago de la compensación
económica de una vez o en dos plazos, no estaría incluido en el art. 227.1.
El art. 227.3 establece que “la reparación del daño procedente del delito
comportará siempre el pago de las cuantías adeudadas”.
Condición objetiva de perseguibilidad.
El art. 228 dice “el abandono de familia solo se perseguirá previa denuncia de la
persona agraviada o de su representante legal. Cuando aquélla sea menor de edad,
incapaz o una persona desvalida, también podrá denunciar el Ministerio Fiscal”.
8. Abandono de menores o incapaces.
El bien jurídico protegido es la seguridad del menor o incapaz.
A) Abandono propio.
8.1 Tipo básico.
Recogido en el art. 229.1 “el abandono de un menor de edad o un incapaz por
parte de la persona encargada de su guarda, será…”
Pena: prisión de 1 a 2 años.
Sujeto activo es la persona encargada de la guarda de un menor o incapaz. Es un
delito especial propio. Sujeto pasivo es el menor de 18 años o el incapaz.
La conducta típica consiste en el abandono del menor o incapaz por la persona
encargada de su guarda. El abandono se realiza con la intención de que sea definitivo.
Puede realizarse por acción o por omisión (no ir a recogerlo).
Solo se castigan las conductas dolosas.
La consumación tiene lugar cuando se abandona al menor o incapaz. Es un delito
de consumación instantánea y de carácter permanente.
8.2 Supuestos agravados.
- El art. 229.2 dice “si el abandono fuere realizado por los padres, tutores o
guardadores legales, se impondrá la pena de prisión de 18 meses a 3 años”.
- El art. 229.3 dice “se impondrá la pena de prisión de 2 a 4 años cuando por las
circunstancias del abandono se haya puesto en concreto peligro la vida, salud,
integridad física o libertad sexual del menor de edad o del incapaz, sin perjuicio de
castigar el hecho como corresponda si constituyera otro delito más grave”.
8.3 Abandono temporal.

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El art. 230 establece “el abandono temporal de un menor de edad o incapaz, será
castigado, en sus respectivos casos, con las penas inferiores en grado a las previstas en
el artículo anterior”.
Este precepto cuenta con la dificultad de distinguir el abandono temporal con el
definitivo, pues no se establece cuando debe durar el abandono para ser temporal. Se
calificará el abandono de temporal con independencia de su duración, teniendo en
cuenta la intención del sujeto.
B) Abandono impropio.
El art. 231.1 pena al “que, teniendo a su cargo la crianza o educación de un menor
de edad o de un incapaz, lo entregare a un tercero o a un establecimiento público sin la
anuencia de quien se lo hubiere confiado, o de la autoridad, en su defecto”.
Pena: multa de 6 a 12 meses.
Sujeto activo es la persona encargada de la crianza o educación de un menor. Es un
delito especial propio. Sujeto pasivo es el menor de edad o incapaz, aunque puede
incluirse a los familiares del menor.
La conducta típica consiste en la entrega de un menor o incapaz a otra persona,
diferente de sus familiares o de quien se lo hubiera entregado, o a un establecimiento
público. Esta entrega debe realizarse sin la autorización de la persona que le entregó el
menor o incapaz para su crianza o educación.
La diferencia con al abandono propio es que en este caso no hay abandono, sino
entrega a otra persona que no ha autorizado los guardadores legales del menor. No se
pone en peligro la seguridad del menor.
Solo es posible realizar la conducta con dolo directo.
Cabe apreciar causa de justificación de estado de necesidad.
La consumación tiene lugar cuando se realiza la entrega. Cabe la tentativa.
El art. 231.2 establece “Si con la entrega se hubiere puesto en concreto peligro la
vida, salud, integridad física o libertad sexual del menor de edad o del incapaz se
impondrá la pena de prisión de seis meses a dos años”
9. Utilización de menores o incapaces para la mendicidad.
En este delito concurren diversos bienes jurídicos protegidos pues con estas
conductas se lesionan la dignidad, la libertad de los menores o incapaces, la seguridad.
Pero también puede verse lesionada la vida, salud, integridad, indemnidad sexual e
incluso el honor.
Tipo básico.
El art. 232.1 dice “los que utilizaren o prestaren a menores de edad o incapaces
para la práctica de la mendicidad, incluso si ésta es encubierta, serán…”
Pena: prisión de 6 meses a 1 año.
Sujeto activo serán las personas que tienen la patria potestad, la tutela o guarda
de los menores o incapaces. Sujeto pasivo los menores o incapaces.
La conducta típica reviste dos modalidades, construyéndose un tipo mixto
alternativo, consiste en utilizar lo menores o incapaces para la mendicidad, o bien
prestarlos con la misma finalidad.
Mendigar es pedir limosna. Son los propios menores los que mendigan, piden ayuda,
pueden estar solos o acompañados de un adulto. Se castiga la mendicidad directa y
también la encubierta (p. ej. menores limpiando los cristales del coche por dinero).

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La consumación tiene lugar en el momento en que se utiliza el menor o incapaz


para mendigar o cuando lo presta a otra persona con la misma finalidad. En caso de
prestar el menor o incapaz para la mendicidad, no es necesario que se llegue a mendigar
para que se consume el delito. Cabe la tentativa.
Podría apreciarse un concurso de leyes entre este delito y el de trata de seres
humanos, en cuyo caso, se aplicaría la trata de seres humanos.
Supuesto agravado.
El art. 231.2 castiga con más gravedad “si para los fines del apartado anterior se
traficare con menores de edad o incapaces, se empleare con ellos violencia o
intimidación, o se les suministrare sustancias perjudiciales para su salud”.
Pena: prisión de 1 a 4 años.
Pena accesoria.
El art. 233 prevé la posibilidad de que “1. El Juez o Tribunal, si lo estima
oportuno en atención a las circunstancias del menor, podrá imponer a los responsables
de los delitos previstos en los artículos 229 al 232, la pena de inhabilitación especial
para el ejercicio de la patria potestad o de los derechos de guarda, tutela, curatela o
acogimiento familiar por tiempo de 4 a 10 años.
2. Si el culpable ostentare la guarda del menor por su condición de funcionario
público, se le impondrá además la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo
público por tiempo de 2 a 6 años”.
10. Medidas de protección.
El art. 233.3 dice, con respecto a los delitos de los arts. 229 a 232, “En todo caso,
el Ministerio Fiscal instará de la autoridad competente las medidas pertinentes para la
debida custodia y protección del menor”.
Se puede observar que el art. 233.1 habla de menores e incapaces; mientras que
los apartados 2 y 3 del mismo artículo solo habla de menores, por lo que tales medidas
solo serán aplicables en los supuestos con menores de edad.

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TEMA 15
DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO Y EL ORDEN SOCIOECONÓMICO (I)
HURTO Y ROBO
I. CONSIDERACIONES GENERALES Y DISPOSICIONES COMUNES.
En el Título XIII del Libro II CP, “Delitos contra el patrimonio y contra el
orden socioeconómico”, se agrupa un conjunto de infracciones que atentan contra los
derechos patrimoniales de las personas. En todos estos delitos, el bien jurídico
protegido es el patrimonio, entendido como un conjunto de bienes o derechos con valor
económico que gozan de protección jurídica, y el orden socioeconómico, concretado en
el interés social en que no se vea afectado el correcto funcionamiento del sistema
económico y financiero.
Si seguimos una concepción funcional del patrimonio, podemos distinguir
entre los delitos contra la propiedad y los delitos patrimoniales. Los delitos contra la
propiedad constituyen las conductas dirigidas a la apropiación o apoderamiento, lo cual
no requiere un perjuicio patrimonial, como puede ser el robo o el hurto. Los delitos
patrimoniales si están caracterizados por ese perjuicio patrimonial, como ocurre en las
defraudaciones. En este capítulo, nos centraremos en los delitos contra la propiedad.
Tradicionalmente, dentro de los delitos contra la propiedad, se ha considerado
el hurto y el robo como dos delitos independientes, aunque protejan el mismo bien
jurídico. El robo y el hurto tienen como elemento común la apropiación o
apoderamiento de una cosa mueble ajena, con ánimo de lucro, diferenciándose
únicamente por la modalidad comisiva. En sentido negativo, el hurto, se diferencia del
robo, por la ausencia de los elementos específicos: violencia o intimidación en las
personas o fuerza en las cosas.
El hurto funciona como un tipo residual y subsidiario respecto de los robos, de
manera que los hechos que no lleguen a constituir robo se calificarán como hurto. El
robo se castiga más gravemente, ya que el sujeto activo no se limita a tomar las cosas
ajenas, sino que lo lleva a cabo empleando vis in rebús, vis física o vis compulsiva, es
decir, fuerza en las cosas, violencia física o intimidación.
A diferencia del hurto, los robos son siempre constitutivos de delito,
cualquiera que sea la cuantía de lo sustraído, pues el CP no contempla la falta de robo
(excepto el robo de uso de vehículos de motor del art. 623.3).

Tipo penal Pena


- Prisión de 6 a 18 meses si la cuantía de lo sustraído excede
de 400 €.
HURTO - Prisión de 1 a 3 años cuando concurra alguna de las
circunstancias del art. 235 CP.
- Localización permanente de 4 a 12 días o multa de 1 a 2
meses, si la cuantía de lo sustraído es igual o inferior a 400€
- Prisión de 1 a 3 años.
ROBO CON FUERZA EN LAS - Prisión de 2 a 5 años cuando concurra alguna de las
COSAS circunstancias del art. 235 CP, se cometa en casa habitada,
edificio o local abierto al público.
- Prisión de 2 a 5 años.
ROBO CON VIOLENCIA - Prisión de 3 años y 6 meses a 5 años si es en casa habitada.
O INTIMIDACIÓN EN LAS - Mitad superior si se usan armas.
PERSONAS - Inferior en grado, si es de menor entidad la violencia o
intimidación, y las restantes circunstancias del hecho.

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El legislador ha incorporado en forma de disposición común a todos los delitos


contra el patrimonio y el orden socioeconómico, una excusa absolutoria, que como tal,
exime de responsabilidad criminal por los delitos patrimoniales que se causaren entre sí,
los familiares mencionados en el art. 268.
Art. 268.- “1. Están exentos de responsabilidad criminal y sujetos únicamente a la civil los cónyuges que
no estuvieren separados legalmente o de hecho o en proceso judicial de separación, divorcio o nulidad
de su matrimonio y los ascendientes, descendientes y hermanos por naturaleza o por adopción, así como
los afines en primer grado si viviesen juntos, por los delitos patrimoniales que se causaran entre sí,
siempre que no concurra violencia o intimidación.
2. Esta disposición no es aplicable a los extraños que participaren en el delito”.

II. HURTO.
El bien jurídico protegido es el patrimonio, entendido en el sentido de
propiedad, esto es, el derecho que el dueño tiene sobre su patrimonio y el disfrute de sus
bienes.
1. Tipo básico.
Se establece en el art. 234 que castiga como reo de hurto, a “quién, con ánimo
de lucro, tomare las cosas muebles ajenas sin la voluntad de su dueño”.
Pena: prisión de 6 a 18 meses, si la cuantía de lo sustraído excede de 400 €.
Elementos del delito de hurto.
a) Apoderamiento de cosa mueble ajena: el verbo utilizado por el legislador,
tomar, implica separar fácticamente una cosa del patrimonio de su legítimo dueño e
incorporarla al suyo propio. No implica la adquisición del dominio sobre el bien, pero
debe incluir, al menos, la posibilidad de ejercer sobre la cosa alguna facultad de
disposición.
El concepto de cosa mueble es normativo y funcional ya que no coincide
exactamente con la regulación del CC; pues existen cosas que, siendo inmuebles en el
CC, han de considerarse muebles a efectos penales (p. ej. títulos, valores…), mientras
que no todas las cosas muebles según el Derecho civil son susceptibles de hurto, pues
solo es susceptible de hurto lo que sea aprehensible, transportable y valorable. A efectos
penales, cosa mueble es todo objeto corporal susceptible de apropiación y
cuantificable económicamente.
La ajenidad del mueble supone dos notas negativas: que no sea propia y que
no sea susceptible de ocupación. Las cosas susceptibles de ocupación, que serían las
cosas abandonadas (res derelictae), las cosas sin dueño (res nullius) o las cosas de todos
o comunes (res conmunes) no serían susceptible de apropiación y, por tanto, no son
susceptibles del delito de hurto.
b) Sin la voluntad de su dueño: el consentimiento excluye la tipicidad. Si bien,
ha de ser válido y anterior a la ejecución de los hechos. El concedido con posterioridad
es irrelevante ya que estamos ante un delito público.
c) Ánimo de lucro: es necesaria la concurrencia de un elemento subjetivo del
injusto, el ánimo de lucro. Éste equivale al “animus rem sibi habendi” o intención de
apropiarse de la cosa en beneficio del sujeto activo o de un tercero. La jurisprudencia
establece que este ánimo existe de forma implícita en todo apoderamiento de bienes
muebles con algún valor efectivo, si no constan otros móviles que lo desvirtúen
inequívocamente. Al exigirse el ánimo de lucro como un elemento subjetivo del injusto,
solo son posibles las conductas dolosas.

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d) Valor del bien mueble sustraído superior a 400€: en caso de que el valor de lo
sustraído no exceda de tal cantidad, la conducta se castigará como falta según el art.
623.1. La frontera cuantitativa establecida por el legislador entre ambas infracciones
está directamente vinculada al precio de lo sustraído, constituyendo el valor de los
objetos un elemento nuclear del tipo penal en la medida que afecta a la distinción entre
el delito y la falta.
El valor de la cosa objeto del hurto ha de ser el valor que tiene en el mercado en el
momento de la sustracción, no importando que con posterioridad aumente o disminuya
su valor, ni tampoco importa cuál sea el beneficio obtenido por el autor, que puede ser
insignificante o nulo.
El valor que deberá tenerse en cuenta será el Precio de Venta al Público (PVP), según lo
establecido en el art. 365.2 LECr. Aunque existan opiniones encontradas, en relación al posible valor de
afección (descuento del IVA u otros impuestos, suma del coste de reposición…); no obstante, ese coste de
afección se deberá tener en cuenta a la hora de fijar la responsabilidad civil.
El resultado de la acción es la apropiación de la cosa, lo que convierte estos
delitos en delitos materiales o de resultado, lo que hace que resulte necesario un
desplazamiento patrimonial que exige la separación física del bien mueble del
patrimonio de su dueño y su incorporación al del sujeto activo. La consumación se
produce en el momento en que el sujeto activo puede disponer del bien mueble
sustraído. Cabe la tentativa cuando el sujeto fracasa en su actividad, o cuando una vez
en su poder no ha tenido la posibilidad de disponer de la misma.

2. Habitualidad por la reiteración de faltas de hurto.


En el párrafo 2º del art. 234 se recoge uno de los tipos de habitualidad. En el
mismo se castiga con la misma pena que la señalada para el hurto “al que en el plazo de
un año realice tres veces la acción descrita en el art. 623.1 de este Código, siempre que
el montante acumulado de las infracciones sea superior al mínimo de la referida figura
del delito”.
Nos encontramos ante un delito que consiste en una sucesión de actos,
constitutivos de falta, en el que solo y exclusivamente la comisión de la tercera acción,
en el plazo de un año, satisface el resultado típico.
Las tres faltas han de cometerse en el periodo de un año. Si se cometen más de
tres, el resto serán juzgadas independientemente. La cantidad sustraída en cada uno de
los hurtos no debe superar los 400€, pero si la cantidad total por los tres hurtos.
En relación con la aplicación de la figura del delito continuado (art. 74 CP), la Cátedra
considera que será de aplicación preferente la continuidad delictiva a la previsión del art. 234.
Las acciones han de ser homogéneas entre sí y no han debido ser previamente juzgadas y
objeto de condena (por el principio no bis in idem). Con la aplicación de la Ley 38/2.002 (Ley Juicios
rápidos) resultaría anómalo encontrar un hecho constitutivo de falta de hurto que no se hubiera enjuiciado
en el plazo de un año.
Además habría que tener en cuenta que el plazo de prescripción de las faltas es de seis meses,
debiendo tener en cuenta que la prescripción es un derecho que opera ipso iure 5 y que los jueces deben
apreciar de oficio.
En la práctica, la aplicación del art. 234.2 es de casi imposible cumplimiento
por la imposibilidad de que, cuando los agentes de la autoridad remiten atestados por
faltas de hurto a los juzgados de instrucción en funciones de guardia, se pueda constatar
la existencia de la reiteración al no existir un Registro Central donde poder controlar la
habitualidad.

3. Supuestos agravados.

5
Ipso iure: Por el mismo derecho.

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En el art. 235 se recogen una serie de supuestos en los que se eleva la pena del
delito de hurto a prisión de 1 a 3 años:
a) Cuando se sustraigan cosas de valor artístico, histórico, cultural o científico:
Esta agravación responde al mandato constitucional del art. 46 CE, conforme al
cual “los poderes públicos garantizarán la conservación del patrimonio histórico,
cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera
que sea su régimen jurídico y su titularidad. La Ley penal sancionará los atentados
contra este patrimonio”.

b) Cuando se trate de cosas de primera necesidad o destinadas a un servicio


público, siempre que la sustracción ocasionare un grave quebranto a éste, o una
situación de desabastecimiento:
Deben concurrir dos requisitos: a) que se trate de cosas de primera necesidad o
destinadas a un servicio público; y b) que con la sustracción se ocasiones un grave
quebranto del servicio o una situación de desabastecimiento de los bienes.
Cosas de primera necesidad son las destinadas a la satisfacción de la necesidades elementales y
básicas de las personas (vestido, calzado, alimentos, medicinas…). Cosas destinadas al servicio público
es un concepto de mayor inconcreción (una ambulancia, auriculares de las cabinas telefónicas, cables de
alumbrado público…)

c) Cuando revista especial gravedad, atendiendo el valor de los efectos


sustraídos, o se produjeren perjuicios de especial consideración.
Dado que la especial gravedad es un concepto jurídico indeterminado, la Jurisprudencia ha venido
fijando, en términos aproximados, las cuantías a partir de la cual se puede estimar tal calificación y que se
sitúa en torno a los 12.000€.

d) Cuando ponga a la víctima o a su familia en grave situación económica o se


haya realizado abusando de las circunstancias personales de la víctima.
Por grave situación económica no habrá que entender que el autor ha dejado a la
víctima en posición de no poder disponer del mínimo indispensable para cubrir sus
necesidades inmediatas, sino simplemente causarle un quebranto económico grave (p.
ej. sustraer la paga a un jubilado).
Por abuso de las circunstancias personales de la víctima se entiende, cuando el
autor del delito se prevalga de una situación que, sin llegar a integrar la agravante de
abuso de superioridad, coloque a la víctima en una situación de inferioridad. Como
puede ser por razón de la edad, alguna discapacidad, o, como puede ser estar bajo los
efectos del alcohol o estupefacientes.

e) Cuando se utilice a menores de 14 años para la comisión del delito.


El legislador introdujo este supuesto agravado con la LO 5/2.010 para evitar la
proliferación de menores de 14 años que, exentos de responsabilidad penal, se dedican a
la comisión de hurtos, bajo la dirección de adultos que se aprovechan de la comisión del
delito. Serán los verdaderos autores espirituales del delito, ya sea como autores
mediatos o inductores, a los que se aplicará esta agravante.

4. Sustracción de cosa propia.


El art. 236 castiga el denominado hurto impropio o “furtum posessionis”, penando
al que “siendo dueño de una cosa mueble o actuando con el consentimiento de éste, la
sustrajere de quien la tenga legítimamente en su poder, con perjuicio del mismo o de un
tercero, siempre que el valor de aquélla excediere de 400€”.
Pena: multa de 3 a 12 meses.

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El bien jurídico protegido es en este caso la legítima posesión.


Sujeto activo es el dueño de la cosa si actúa directamente, o el dueño y el tercero
como coautores, si éste actúa con el consentimiento de aquél. Sujeto pasivo es la
persona que está en legítima posesión de la cosa mueble con derecho a ser mantenido en
su estado posesorio frente al dueño (puede ser acreedor pignoraticio, arrendatario o
incluso comodatario).
Es necesario que exista perjuicio del tenedor de la cosa o de un tercero, pues si no
se da tal perjuicio la conducta será atípica.
La consumación se produce con el apoderamiento de la cosa y la posibilidad de
disponer de ella.
En caso de empleo de fuerza en las cosas o violencia o intimidación en la sustracción, sigue
resultando aplicable el art. 236 y no el delito de robo, ya que no existe entre los robos un delito similar,
sin perjuicio de los concursos que dé lugar por otros posibles delitos cometidos (allanamiento de morada,
daños, coacciones, amenazas, lesiones…)
Si la cuantía no excede de 400€, la conducta será constitutiva de falta, según lo
previsto en el art. 623.2.

III. ROBO CON FUERZA EN LAS COSAS.


1. Tipo básico.
Según el art. 237 “son reos del delito de robo los que, con ánimo de lucro, se
apoderaren de las cosas muebles ajenas empleando fuerza en las cosas para acceder al
lugar donde éstas se encuentran…”.
Pena: prisión de 1 a 3 años (art. 240 CP).
La referencia que se hace “para acceder la lugar donde éstas se encuentran”
limita al robo con fuerza en las cosas a los supuestos donde la fuerza se ejercita para
llegar a las mismas, tal y como había venido entendiendo la jurisprudencia y la doctrina
dominante, que solo consideraba como fuerza en las cosas aquella que entraba dentro de
la propia dinámica comitiva de la acción, apareciendo como necesaria y directamente
encaminada a la comisión del delito. El legislador concreta el significado instrumental
de la utilización de la fuerza, exigible para que ésta tenga virtualidad jurídica a fin de
convertir el apoderamiento en robo.
Concepto de fuerza en las cosas.
El art. 238 establece una enumeración, a modo de numerus clausus, de los
supuestos que merecen la calificación de fuerza en las cosas:
a) Escalamiento: a falta de definición legal, la jurisprudencia y la doctrina
mayoritaria coinciden en que el escalamiento equivale a trepar o ascender, no
bastando la entrada por vía insólita o distinta a la que normalmente utiliza el propietario.
La entrada ha de exigir algún esfuerzo físico o destreza en el sujeto aunque sea mínima,
por lo que se excluyen los accesos por ventanas situadas en planta baja o a nivel de
calle. Es irrelevante el lugar por donde se penetre y el medio utilizado, lo importante es
que el escalamiento constituya un medio para la sustracción.
b) Rompimiento de pared, techo o suelo o fractura de puerta o ventana: es la
conocida como fractura exterior, ejercida, no sobre las cosas objeto de sustracción,
sino sobre el continente que las guarda. Se utiliza la fuerza o rompimiento para facilitar
el acceso al interior de un lugar, ya sea un edificio o de cualquier otro lugar cerrado
(automóvil) e implica la destrucción de aquellos elementos colocados por el dueño para
proteger la cosa frente al eventual ataque de terceros.
El forzamiento de puerta o ventana equivale a fractura. Entrarían en este supuesto conductas como:
romper o quitar cristales de puertas o ventanas, forzar puertas de casa o vehículos, el alunizaje o el butrón.

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c) Fractura de armarios, arcas u otra clase de muebles u objetos cerrados o


sellados, o forzamiento de sus cerraduras o descubrimiento de sus claves para sustraer
su contenido, sea en el lugar del robo o fuera del mismo: esta sería la denominada
fractura interior, que es aplicada sobre el continente inmediato o recipiente donde se
guardan las cosa. Presupone que se ha entrado en el sitio o lugar donde están y lo que se
violenta es solo el mueble (armario, cajón, caja fuerte…) en el que se hallan guardada
las cosas.
d) Uso de llaves falsas: el art. 239 clarifica este supuesto: “Se consideran llaves
falsas: 1º Las ganzúas u otros instrumentos análogos. 2º Las llaves legítimas perdidas
por el propietario u obtenidas por un medio que constituya infracción penal. 3º
Cualesquiera otras que no sean las destinadas por el propietario para abrir la
cerradura violentada por el reo. A los efectos del presente artículo, se consideran llaves
las tarjetas, magnéticas o perforadas, los mandos o instrumentos de apertura a
distancia y cualquier otro instrumento tecnológico de eficacia similar”.
En los casos en los que se posea la llave con autorización legítima del dueño no se
produciría el robo, sino el hurto.
e) Inutilización de sistemas específicos de alarma y guarda: aquí se incluyen los
supuestos en los que el delincuente inutiliza el sistema de alarma de un inmueble para
acceder al mismo con el fin de realizar un apoderamiento. La inutilización de estos
sistemas debe realizarse con el objeto de acceder al lugar donde se encuentra el objeto,
por tanto, inutilizar los sistemas de alarma que determinados productos incorporan en
los establecimientos no constituye robo, sino hurto.
2. Supuestos agravados.
El art. 241.1 castiga con la pena de 2 a 5 años, como delito de robo agravado,
“cuando concurra alguna de las circunstancias previstas en el art. 235, o el robo se
cometa en casa habitada, edificio o local abiertos al público o en cualquiera de sus
dependencias”. {El art. 235 se detalla en el hurto}
Según el art. 241.2, “Casa habitada es todo albergue que constituya morada de
una o más personas, aunque accidentalmente se encuentren ausentes de ella cuando el
robo tenga lugar”. El fundamento de esta agravación está no solo en el riesgo potencial
que el robo pueda degenerar por la resistencia de sus moradores, sino también en el
ataque que sufre la inviolabilidad del domicilio y el derecho del individuo a la intimidad
de su vida familiar.
Local abierto al público será todo aquel que no tenga restringido el acceso
pudiendo entrar en él cuantas personas lo deseen, ya sea en todo momento o en un
determinado horario. La jurisprudencia exige que los hechos se realicen durante el
horario de apertura.
El art. 241.3 considera “dependencias de casa habitada o de edificio o local
abiertos al público sus patios, garajes y demás departamentos o sitios cercados y
contiguos al edificio y en comunicación con él, y con el cual formen una unidad física”.

IV. ROBO CON VIOLENCIA O INTIMIDACIÓN.


1. Tipo básico.
Según el art. 237 “Son reos del delito de robo los que, con ánimo de lucro, se
apoderaren de las cosas muebles ajenas empleando […] violencia o intimidación en las
personas”.
Pena: prisión de 2 a 5 años, sin perjuicio de la que pudiera corresponder a los actos de violencia física que
realizase (art. 242.1 CP).

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El bien jurídico protegido es tanto la propiedad como la libertad e indemnidad de


las personas. Se trata de un delito pluriofensivo que tutela diversos bienes jurídicos.
La acción consiste en apoderarse de las cosas muebles ajenas utilizando para ello
violencia o intimidación, que puede ser directamente contra la víctima o un tercero. La
violencia o intimidación tiene que producirse con anterioridad y muy próxima a la
obtención del bien objeto del delito o de forma coetánea.
La violencia es la fuerza física o vis absoluta. Puede recaer tanto sobre el sujeto
pasivo propietario de las cosas, como sobre cualquier otra persona (p. ej. sobre un rehén
para conminar al dueño del establecimiento). A nivel cuantitativo, es necesario que la
violencia revista cierta intensidad en relación con el hecho de modo que lleve aparejada
cierta eficacia sobre el sujeto pasivo, pues de lo contrario será hurto.
La intimidación es la violencia psicológica o vis compulsiva. Viene constituida
por la comunicación del anuncio de un mal inmediato, grave personal y posible que
despierte o inspire en el ofendido un sentimiento de miedo, angustia o desasosiego. En
realidad, no es más que una amenaza encaminada a viciar la libre decisión del sujeto.
La consumación se produce con el apoderamiento que es el verbo típico que
configura el tipo delictivo. Es posible la tentativa, cuando tras haber hecho uso de la
violencia o intimidación no se consiga el apoderamiento.
Como en todos los delitos de robo el autor ha de estar movido por el ánimo de
lucro. Al exigirse tal ánimo de lucro como un elemento subjetivo del injusto, solo son
posibles las conductas dolosas.
2. Robo en casa habitada.
La reforma del CP por la LO 5/2.010 ha introducido como un supuesto agravado
el robo en casa habitada o en cualquiera de sus dependencias, asignándole una pena de
prisión de 3 años y seis meses a cinco años (art. 242.2).
El mayor reproche surge por la potencial puesta en peligro a la integridad corporal
y/o a la vida de los habitantes de la morada. Para poder aplicar este supuesto, el robo ha
de realizarse en casa habitada o en cualquiera de sus dependencias, utilizando para ello
violencia o intimidación sobre alguno de los moradores. El allanamiento de morada ha
de subsumirse en esta agravante.
3. Supuestos agravados.
Según el art. 242.3, el delito de robo con violencia o intimidación se agrava “…
cuando el delincuente hiciere uso de armas u otros medios igualmente peligrosos, sea
al cometer el delito o para proteger la huida, y cuando atacare a los que acudiesen en
auxilio de la víctima o a los que le persiguieren”.
Pena: la correspondiente en su mitad superior.
a) Uso de armas o medios peligrosos al cometer el delito: el fundamento de la
agravante se encuentra en el mayor peligro que para la víctima representa el hecho de
que el autor del delito actúe armado. Si bien el arma debe emplearse para cometer el
delito. El simple porte es atípico, pero el uso se cumple con la mera exhibición
intimidatoria del arma, sin que sea necesaria su utilización.
b) Uso de armas o medios peligrosos con posterioridad a los actos de ejecución:
en este caso el sujeto activo usa las armas o medios peligrosos para proteger la huida o
atacando a los que acudiesen al auxilio de la victima o los que le persiguieren.
Armas: se requiere que el arma sea objetivamente apta o idónea para producir un daño
conforme a su uso natural.

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Medios o instrumentos peligrosos: como pueden ser martillos, destornilladores,


piedras, jeringuillas, pistolas de aire comprimido o fogueo…
4. Supuesto atenuado.
Establece el art. 242.4 “en atención a la menor entidad de la violencia o
intimidación ejercidas y valorando además las restantes circunstancias del hecho,
podrá imponerse...”
Pena: inferior en grado a la prevista en los apartados anteriores.
Acertadamente, el legislador deja en manos del juzgador la posibilidad de evitar el
ingreso en prisión (obligatorio para todos los autores de robo con violencia, al
establecerse un límite mínimo en la pena de 2 años de prisión) en aquellos casos en los
que la violencia o intimidación ha sido mínima, que la víctima no ha sufrido apenas, y
que el valor sustraído es mínimo.
La concurrencia de cualquier agravante hace inviable la aplicación de este tipo
atenuado.

V. EXTORSIÓN.
El art. 243 castiga al “que, con ánimo de lucro, obligare a otro, con violencia o
intimidación, a realizar u omitir un acto o negocio jurídico en perjuicio de su
patrimonio o de un tercero”.
Pena: prisión de 1 a 5 años, sin perjuicio de las que pudieran imponerse por los actos de violencia física
realizados.
El bien jurídico protegido en la propiedad o cualquier otro derecho de contenido
económico. Es un delito pluriofensivo, pues protege tanto la propiedad como la libre
determinación del sujeto pasivo, el actuar conforme a su voluntad.
Se trata de una figura constituida por un ataque violento o intimidatorio dirigido a
que otra persona realice un acto o negocio jurídico perjudicial para su patrimonio o para
el de un tercero. Coincide con el robo con violencia o intimidación en cuanto a la acción
comitiva, pero se diferencia en él en que en la extorsión no existe apoderamiento de
cosa mueble, sino la realización de un acto de disposición patrimonial, pudiendo dicho
acto referirse tanto al patrimonio mobiliario como al inmobiliario. Consistirá
habitualmente en el otorgamiento del correspondiente documento o escritura.
Sujeto activo puede ser cualquiera; sujeto pasivo es el titular del bien jurídico
lesionado.
La acción consiste en la conducta de obligar a otro, mediante violencia o
intimidación, a realizar un negocio jurídico. La consumación se produce en el momento
en que se realiza u omite el negocio jurídico, como consecuencia de la violencia o
intimidación. Es posible la tentativa.
Respecto a las amenazas y coacciones, la extorsión se aplica preferentemente por
ser ley especial.

VI. ROBO Y HURTO DE USO DE VEHÍCULOS.


1. Tipo básico.
El art. 244.1 castiga al “que sustrajere o utilizare sin la debida autorización un
vehículo a motor o ciclomotor ajenos, cuyo valor excediere de 400€, sin ánimo de
apropiárselo […] si lo restituyera, directa o indirectamente, en un plazo no superior a
48 horas… ”.

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Pena: trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días o multa de 6 a 12 meses. En ningún caso, la


pena impuesta puede ser igual o superior a la que correspondería si se apropiare definitivamente del
vehículo.
En cuanto al bien jurídico protegido, existen opiniones muy variadas al respecto,
inclinándose la doctrina mayoritaria por entender que lo protegido es el derecho de uso
inmediato del vehículo por su propietario.
Sujeto activo es quien sustrae el vehículo a motor sin ánimo de apropiárselo.
Sujeto pasivo es el propietario o titular del vehículo.
La conducta típica consiste en la sustracción o utilización del vehículo,
únicamente para usarlo, sin ánimo de apropiárselo definitivamente. Si la intención es
quedarse con el vehículo será hurto o robo según el caso.
Es preciso que el valor del vehículo sustraído exceda de 400€. De no cumplirse
este requisito estaremos ante una falta del art. 623.3.
Restitución dentro de las 48 horas. La restitución se configura como una
presunción iure et de iure de la existencia de animus utendi. El art. 244.3 establece que
“de no efectuarse la restitución en el plazo indicado, se castigará el hecho como hurto
o robo en sus respectivos casos”. Restituir equivale a devolver una cosa a quien la tenía
antes en su poder. Habrá que entender que el autor o entrega el vehículo directamente o
de forma indirecta, esto es, situándolo en un lugar donde puede ser encontrado por el
dueño, o bien, comunicando el lugar del abandono. El abandono en cualquier lugar, que
resulta lo más común y habitual, no es equiparable a restituir.
Restituir el vehículo pasadas las 48 horas puede conllevar la aplicación de la atenuante del art. 21.5º
Hurto de uso equiparado al hurto común. Si el vehículo no es restituido, directa o
indirectamente, dentro de las 48 horas de haberlo sustraído, el delito se calificará como
hurto del art. 234.
Solo son posibles las conductas dolosas. El dolo del autor deberá abarcar, la
condición de ajenidad del vehículo, la ausencia de consentimiento o falta de
autorización, y la intención de no apropiárselo definitivamente.
La consumación tiene lugar en el momento en el que el sujeto que toma el
vehículo tiene libre disposición de su uso. Es posible la tentativa.
2. Habitualidad por la reiteración de faltas de hurto de uso de vehículos a
motor.
El segundo párrafo del art. 244.1 castiga “al que en el plazo de un año realice
cuatro veces la acción descrita en el art. 623.3 de este Código, siempre que el montante
acumulado de las infracciones sea superior al mínimo de la referida figura del delito”.
3. Supuestos agravados.
Según el art. 244.2 “si el hecho se ejecutare empleando fuerza en las cosas, la
pena se aplicará en su mitad superior”.
En cuanto al robo de uso con fuerza, el concepto de fuerza lo encontramos en el
art. 238. Es preciso que el empleo de la fuerza tenga carácter instrumental de modo que
se dirija a lograr el acceso al interior del vehículo. No obstante, no se considera fuerza a
estos efectos el encendido, realizando el denominado “puente”, manipulando los cables
del encendido eléctrico.
Robo de uso equiparado al robo con fuerza en las cosas. Cuando en la
sustracción se utilice fuerza en las cosas y transcurran más de 48 horas sin restituir el

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vehículo, los hechos se equiparan al robo común con fuerza en las cosas, por lo que es
de aplicación el art. 237.
Robo de uso con violencia o intimidación. Dice el art. 244.4 que “si el hecho se
cometiere con violencia o intimidación en las personas, se impondrán, en todo caso, las
penas del art. 242”. En este caso, es independiente si existe intención o no de
apropiación, o si se restituye o no en el plazo indicado.

VII. USURPACIÓN.
1. Usurpación violenta de bienes inmuebles.
El art. 245 castiga “al que con violencia o intimidación en las personas ocupare
una cosa inmueble o usurpare un derecho real inmobiliario de pertenencia ajena…”.
Pena: multa de 6 a 18 meses, además de las penas que incurriere por la violencia ejercida.
La usurpación es una forma de ataque contra el patrimonio inmobiliario, por lo
que el bien jurídico protegido es el pacífico disfrute de las cosas inmuebles,
entendiéndolo como ausencia de perturbación en el ejercicio de la posesión o de
cualquier derecho real sobre los mismos.
El objeto material de delito está constituido por los bienes inmuebles y los
derechos reales inmobiliarios.
La acción típica consiste en ocupar (o tomar posesión material) un bien inmueble
o usurpar (despojar a otro de un derecho que le pertenece ejerciéndolo en lugar de quien
le pertenece) un derecho real ajeno empleando violencia o intimidación. En ambos
casos se requiere apropiación y coetánea desposesión.
Solo son posibles las conductas dolosas. La consumación se produce en el
momento de la ocupación del bien inmueble o usurpación del derecho real.
2. Ocupación de inmuebles que no constituyan morada.
El art. 245.2 castiga “al que ocupare, sin autorización debida, un inmueble,
vivienda o edificio ajenos que no constituyan morada, o se mantuvieren en ellos contra
la voluntad de su titular”.
Pena: multa de 3 a 6 meses.
Este tipo penal da respuesta al fenómeno moderno de los okupas, diferenciándose
de la usurpación en que no concurre violencia o intimidación.
La conducta típica consiste en ocupar sin la debida autorización o mantenerse
contra la voluntad del titular, en inmuebles ajenos que no constituyan morada.
El objeto material está representado por los inmuebles, que en ningún caso,
deben de servir de morada, resultando aplicable el delito de allanamiento del art. 202.
Los elementos necesarios son: a) el requisito de ajenidad comprende la ocupación
de un inmueble que no constituya morada de ninguna persona, realizada con cierta
vocación de pertenencia; b) es necesaria la existencia de alguien con capacidad para
autorizar, cuyo permiso no se tiene, o que exista la prohibición expresa, por lo que están
excluidos los inmuebles totalmente abandonados, por carecer de dueño; c) no es preciso
que el autor tenga un ánimo de lucro, aunque si se requiere que concurra con dolo, que
abarque el conocimiento de la ajenidad del inmueble y la ausencia de autorización del
titular del mismo.

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3. Alteración de términos o lindes.


El art. 246 castiga al “que alterare términos o lindes de pueblos o heredades o
cualquier clase de señales o mojones destinados a fijar los límites de propiedades o
demarcaciones de predios contiguos, tanto de dominio público como privado […] si la
utilidad reportada o pretendida excede de 400€.”
Pena: multa de 3 a 18 meses
La acción consiste en modificar linderos que delimitan términos municipales o
fincas rústicas o urbanas, de dominio público o privado, o bien en el cambio o
modificación de los hitos o mojones con que físicamente se señalan las lindes de las
propiedades contiguas.
Alterar equivale a modificar. Para que se dé el delito, la alteración ha de consistir
en cambiar las lindes en beneficio del sujeto activo, es decir ampliando su patrimonio en
perjuicio del sujeto pasivo. El beneficio obtenido o que se pretende obtener ha de
exceder en 400€, pues en caso contrario será una falta del art. 624.
El objeto material está normalmente constituido por predios rústicos y
excepcionalmente por fincas urbanas, pues las paredes medianeras son de difícil
alteración. No obstante, cabe que el hecho recaiga sobre propiedades urbanas separadas
por zonas no cercadas como jardines y espacios análogos.

4. Distracción del curso de las aguas.


El art. 247 pena “al que, sin hallarse autorizado, distrajere las aguas de uso
público o privativo de su curso, o de su embalse natural o artificial […] si la utilidad
reportada excediere de 400€”.
Pena: multa de 3 a 6 meses.
La conducta típica consiste en la modificación del curso natural de las aguas,
públicas o privadas, realizada con ánimo de lucro en beneficio propio o ajeno. Si la
utilidad reportada fuera igual o inferior a 400€ se castigará como falta del art. 624.2.
Si la distracción de las aguas se lleva a cabo mediante la manipulación o alteración
de aparatos contadores, en atención al principio de especialidad resulta aplicable el
delito (o falta) de defraudación de fluidos.

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ESQUEMA BÁSICO.
I.- HURTO
Art. 234.- “El que, con ánimo de lucro, tomare las cosas muebles ajenas sin la voluntad de su
dueño será castigado, como reo de hurto, con la pena de prisión de seis a dieciocho meses si la cuantía
de lo sustraído excede de 400 euros.
Con la misma pena se castigará al que en el plazo de un año realice tres veces la acción descrita
en el apartado 1 del artículo 623 de este Código, siempre que el montante acumulado de las infracciones
sea superior al mínimo de la referida figura del delito”.
Supuestos agravados
Art. 235.- “El hurto será castigado con la pena de prisión de uno a tres años:
1º Cuando se sustraigan cosas de valor artístico, histórico, cultural o científico.
2º Cuando se trate de cosas de primera necesidad o destinadas a un servicio público, siempre que la
sustracción ocasionare un grave quebranto a éste o una situación de desabastecimiento.
3º Cuando revista especial gravedad, atendiendo al valor de los efectos sustraídos, o se produjeren
perjuicios de especial consideración.
4º Cuando ponga a la víctima o a su familia en grave situación económica o se haya realizado
abusando de las circunstancias personales de la víctima.
5º Cuando se utilice a menores de catorce años para la comisión del delito”.
Sustracción de cosa propia
Art. 236.- “Será castigado con multa de tres a 12 meses el que, siendo dueño de una cosa
mueble o actuando con el consentimiento de éste, la sustrajere de quien la tenga legítimamente en su
poder, con perjuicio del mismo o de un tercero, siempre que el valor de aquélla excediere de 400 euros”.

II. ROBO CON FUERZA EN LAS COSAS


Art. 237.- “Son reos del delito de robo los que, con ánimo de lucro, se apoderaren de las cosas
muebles ajenas empleando fuerza en las cosas para acceder al lugar donde éstas se encuentran…”
Art. 238.- “Son reos del delito de robo con fuerza en las cosas los que ejecuten el hecho cuando
concurra alguna de las circunstancias siguientes:
1º Escalamiento.
2º Rompimiento de pared, techo o suelo, o fractura de puerta o ventana.
3º Fractura de armarios, arcas u otra clase de muebles u objetos cerrados o sellados, o forzamiento
de sus cerraduras o descubrimiento de sus claves para sustraer su contenido, sea en el lugar del robo o
fuera del mismo.
4º Uso de llaves falsas {definición de llave falsa art. 239}
5º Inutilización de sistemas específicos de alarma o guarda”.
Art. 240.- “El culpable de robo con fuerza en las cosas será castigado con la pena de prisión de 1 a 3 años”.
Supuestos agravados.
Art. 241.1.- “Se impondrá la pena de prisión de dos a cinco años cuando concurra alguna de
las circunstancias previstas en el artículo 235, o el robo se cometa en casa habitada, edificio o local
abiertos al público o en cualquiera de sus dependencias”.

III. ROBO CON VIOLENCIA O INTIMIDACIÓN.


Art. 237.- “Son reos del delito de robo los que, con ánimo de lucro, se apoderaren de las cosas
muebles ajenas empleando […] o violencia o intimidación en las personas”.
Art. 242.1.- “El culpable de robo con violencia o intimidación en las personas será castigado con la pena de prisión
de dos a cinco años, sin perjuicio de la que pudiera corresponder a los actos de violencia física que realizase”.
Supuestos agravados.
Art. 242.- “2. Cuando el robo se cometa en casa habitada o en cualquiera de sus dependencias, se
impondrá la pena de prisión de tres años y seis meses a cinco años.
3. Las penas señaladas en los apartados anteriores se impondrán en su mitad superior cuando el
delincuente hiciere uso de armas u otros medios igualmente peligrosos, sea al cometer el delito o para
proteger la huida, y cuando atacare a los que acudiesen en auxilio de la víctima o a los que le
persiguieren”.

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Supuesto atenuado.
Art. 242.4.- “En atención a la menor entidad de la violencia o intimidación ejercidas y valorando
además las restantes circunstancias del hecho, podrá imponerse la pena inferior en grado a la prevista
en los apartados anteriores”.

IV. EXTORSIÓN.
Art. 243.- “El que, con ánimo de lucro, obligare a otro, con violencia o intimidación, a realizar u
omitir un acto o negocio jurídico en perjuicio de su patrimonio o del de un tercero, será castigado con la
pena de prisión de uno a cinco años, sin perjuicio de las que pudieran imponerse por los actos de
violencia física realizados”.

V. DEL ROBO Y HURTO DE USO DE VEHÍCULOS.


Art. 244.- “1. El que sustrajere o utilizare sin la debida autorización un vehículo a motor o
ciclomotor ajenos, cuyo valor excediere de 400 euros, sin ánimo de apropiárselo, será castigado con la
pena de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días o multa de seis a 12 meses si lo
restituyera, directa o indirectamente, en un plazo no superior a 48 horas, sin que, en ningún caso, la
pena impuesta pueda ser igual o superior a la que correspondería si se apropiare definitivamente del
vehículo. Con la misma pena se castigará al que en el plazo de un año realice cuatro veces la acción
descrita en el artículo 623.3 de este Código, siempre que el montante acumulado de las infracciones sea
superior al mínimo de la referida figura del delito. 2. Si el hecho se ejecutare empleando fuerza en las
cosas, la pena se aplicará en su mitad superior.
3. De no efectuarse la restitución en el plazo señalado, se castigará el hecho como hurto o robo en sus
respectivos casos.
4. Si el hecho se cometiere con violencia o intimidación en las personas, se impondrán, en todo caso, las
penas del artículo 242”.

VI. USURPACIÓN.
Usurpación violenta de bienes inmuebles. Art. 245.1.- “Al que con violencia o intimidación en las
personas ocupare una cosa inmueble o usurpare un derecho real inmobiliario de pertenencia ajena, se le
impondrá, además de las penas en que incurriere por las violencias ejercidas, la pena de prisión de uno
a dos años, que se fijará teniendo en cuenta la utilidad obtenida y el daño causado”.
Ocupación de inmuebles que no constituyen morada. Art. 245.2.- “El que ocupare, sin autorización
debida, un inmueble, vivienda o edificio ajenos que no constituyan morada, o se mantuviere en ellos
contra la voluntad de su titular, será castigado con la pena de multa de tres a seis meses”.
Alteración de términos o lindes. Art. 246.- “El que alterare términos o lindes de pueblos o heredades o
cualquier clase de señales o mojones destinados a fijar los límites de propiedades o demarcaciones de
predios contiguos, tanto de dominio público como privado, será castigado con la pena de multa de tres a
18 meses, si la utilidad reportada o pretendida excede de 400 euros”.
Distracción del curso de las aguas. Art. 247.- “El que, sin hallarse autorizado, distrajere las aguas de
uso público o privativo de su curso, o de su embalse natural o artificial, será castigado con la pena de
multa de tres a seis meses si la utilidad reportada excediera de 400 euros”.

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TEMA 16
DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO (II)
DEFRAUDACIONES.
I. ESTAFA.
El bien jurídico protegido es el patrimonio privado ajeno, cuando es atacado por
medios insidiosos y fraudulentos, pues el delito de estafa no solo lesiona o pone en
peligro la propiedad, sino que puede y suele afectar a otros valores patrimoniales como
la posesión, el derecho de crédito, e incluso las expectativas.
1. Tipo básico.
a) Concepto.
El art. 248.1 dice “cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño
bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en
perjuicio propio o de otro”.
Sujeto activo es el que engaña; mientras que el sujeto pasivo, será el que realiza
el acto de disposición.
La acción consiste en conseguir una transmisión patrimonial, mediante engaño.
Lo que coloquialmente se considera un “timo”. Es posible también la estafa mediante
omisión.
b) Penalidad.
El art. 249 establece que “los reos de estafa serán castigados con la pena de
prisión de 6 meses a 3 años, si la cuantía de lo defraudado excediere de 400 euros.
Para la fijación de la pena se tendrá en cuenta el importe de lo defraudado, el
quebranto económico causado al perjudicado, las relaciones entre éste y el
defraudador, los medios empleados por éste y cuantas otras circunstancias sirvan para
valorar la gravedad de la infracción”.
Para que se dé el tipo penal de la estafa, la cuantía de lo defraudado debe superar
los 400€; pues, en caso de que sea inferior, estaremos ante una falta del art. 623.4.
Para la fijación de la pena, el Juez además de las reglas generales de
individualización de la pena, deberá tener en cuenta los siguientes aspectos:
- El importe de lo defraudado.
- El quebranto económico causado al perjudicado.
- Las relaciones entre la víctima y el defraudador.
- Los medios empleados por el defraudador.
- Y cualesquiera otras circunstancias que sirvan para valorar la gravedad de la
infracción.
c) Elementos o requisitos.
El delito de estafa exige de una acción engañosa precedente o concurrente, que
viene a ser su “ratio essendi 6”. El engaño representa el específico desvalor de la acción
del delito, realizada por el sujeto activo con el fin de enriquecerse el mismo o un tercero
(ánimo de lucro). La acción de engaño debe ser adecuada, eficaz y suficiente para
provocar un error esencial en el sujeto pasivo, y en virtud de tal acto el sujeto pasivo
realice un acto de disposición o desplazamiento patrimonial que le cause un perjuicio a
él o a un tercero. Debe existir un orden lógico entre los elementos que configuran el
delito de estafa, de manera que el error ocupe un lugar intermedio entre el engaño y la
disposición patrimonial. Son elementos del delito de estafa:

6
Ratio essendi: razón de ser.

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- Engaño: ha de considerarse cualquier representación distinta a la realidad, a


modo de simulación o disimulación capaz de inducir a error. Se equipara a artificio,
trampa, ardid, treta, picardía, mentira…
Aunque generalmente la maquinación engañosa se construye sobre datos o
elementos no existentes, dotándolos de una apariencia de realidad, es posible que
consista en la ocultación de datos que deberían haber sido comunicados.
La conducta engañosa puede consistir tanto en una acción como en una
omisión. La omisión o silencio engañoso es punible cuando existe un deber de
veracidad derivada de determinadas relaciones.
La acción de engañar debe ser anterior o concurrente a la ejecución de los
hechos y tener suficiente entidad como para producir el error en el sujeto pasivo. Por
ello, no habrá engaño si las maniobras del sujeto activo son burdas o exageradas, son
fácilmente detectables y desenmascaradas por cualquier persona (ciudadano medio).
Tampoco resultarían punibles las falsas figuraciones o conclusiones a que se puede
llegar sin mediar inducción, esto es, por propia iniciativa, o bien conociendo de
antemano el contenido falsario de la representación (mendicidad engañosa, solicitud de
préstamos incobrables, actividades de adivinos…).
El TS ha sostenido que la idoneidad típica del engaño debía ser analizada
atendiendo a un doble criterio: a) uno objetivo, que atiende a la idoneidad para engañar
a un ciudadano medio; b) y otro subjetivo, que determina dicha idoneidad atendiendo a
las concretas características personales de la víctima.
En el delito de estafa no puede desplazarse la comisión delictiva al análisis de
las condiciones precautorias tomadas por la víctima, pues la neutralización de la
actuación engañosa mediante una diligente actuación del perjudicado no neutraliza el
delito, tan solo impide el resultado consumativo, quedando alojado su comportamiento
en la tentativa, no en la atipicidad, pues el engaño si se ha desplegado.
- Error esencial: debe originarse o producirse un error esencial en el sujeto
pasivo, desconocedor o con un conocimiento deformado o inexacto de la realidad, por
causa del engaño, lo que le lleva a actuar bajo una falsa presuposición, a emitir una
manifestación de voluntad partiendo de un motivo viciado, por cuya virtud se realiza el
traspaso patrimonial.
- Acto de disposición patrimonial: la consumación de la estafa requiere un
desplazamiento patrimonial de la víctima al estafador o a un tercero, producto de una
actuación directa del propio afectado, consecuencia del error experimentado y, en
definitiva, del engaño. Este dato de la disposición voluntaria (aunque viciada) de los
bienes, diferencia la estafa de los demás delitos de enriquecimiento, no se produce un
despojo del patrimonio ajeno, sino que es la propia víctima quien los entrega.
- Relación de causalidad entre el engaño y el desplazamiento patrimonial: los
elementos de la estafa deben darse de manera concatenada, es decir con relación causal.
El engaño debe ser la causa del error, el error debe dar lugar al acto de disposición y
éste ha de ser la causa del perjuicio patrimonial. La alteración de este riguroso orden
lógico torna atípica la conducta.
- Perjuicio: el cual puede ser ocasionado al sujeto pasivo o a un tercero, y se
concreta en la disposición patrimonial. Debe ser superior a 400€. Es un elemento del
tipo, por lo que si no se produce el perjuicio no se perfecciona el delito y no se
consuma, estaríamos ante una tentativa de estafa. Por tanto, la consumación se produce
con el efectivo perjuicio patrimonial, no siendo necesario que el estafador obtenga el
beneficio económico pretendido.

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La noción de perjuicio no es solo objetiva (desequilibro patrimonial), sino


también subjetiva e individual radicada en la utilidad real de las cosas recibidas (p. ej. se
encarga un modelo de coche y se entrega otro, se compra un libro y se entrega el libro
solicitado pero en otro idioma…)
- Ánimo de lucro: como elemento subjetivo del injusto, consistente en obtener
cualquier tipo de ventaja, beneficio o utilidad, tanto para el autor del delito como para
un tercero. Solo cabe el dolo directo, no siendo suficiente el dolo eventual, ni las
conductas imprudentes.

2. Supuestos asimilados a la estafa: estafas informáticas.


Tras la reforma del CP, por la LO 5/2.010, se introduce el art. 248.2, que dice:
“También se consideran reos de estafa:
a) Los que, con ánimo de lucro y valiéndose de alguna manipulación informática o
artificio semejante, consigan una trasferencia no consentida de cualquier activo
patrimonial en perjuicio de otro.
En este primer supuesto, la estafa mediante manipulación informática, estamos ante un tipo
peculiar de estafa, en el que no se dan todos los elementos del tipo básico, ya que no hay engaño ni error
en el perjudicado.
La estructura típica de la estafa informática se caracteriza por el hecho de que la disposición
patrimonial se consigue valiéndose el autor “de alguna manipulación informática o artificio semejante”.
La manipulación informática constituye la introducción, alteración, borrado o supresión indebida de datos
informáticos, especialmente de datos de identidad, y la interferencia indebida en el funcionamiento de un
programa o sistema informáticos. Respecto del concepto de “otro artificio semejante” la única forma de
reducir esta amplia conducta típica es semejarla a la manipulación informática.
La conducta típica, además del concepto de “manipulación informática o artificio semejante”,
introduce otros elementos del tipo, como el ánimo de lucro, el carácter no consentido de la prestación y el
perjuicio del tercero.
El resultado ha de ser la transferencia no consentida de un activo patrimonial en perjuicio de un
tercero. El perjuicio causado debe ser superior a 400€ para aplicar el delito de estafa informática.
b) Los que fabricaren, introdujeren, poseyeren o facilitaren programas
informáticos específicamente destinados a la comisión de las estafas previstas en este
artículo.
Estas conductas no constituyen estafa ni en sentido propio, ni en sentido figurado o analógico. Se
adelanta la protección penal del patrimonio en todos aquellos casos en los que se intervengan programas
informáticos, cuya utilidad sea facilitar la comisión de estos delitos. Estaríamos ante actos preparatorios
del delito de estafa informática, que el legislador castiga con la misma pena que el delito consumado.
c) Los que utilizando tarjetas de crédito o débito, o cheques de viaje, o los datos
obrantes en cualquiera de ellos, realicen operaciones de cualquier clase en perjuicio de
su titular o de un tercero”.
El legislador introduce un precepto específico para las defraudaciones cometidas mediante
tarjetas de crédito, débito o cheques de viaje, como vía de solución a los problemas suscitados por estas
conductas, de difícil encaje en la estafa común.
La enumeración exclusiva de tarjetas de crédito o débito, o cheques de viaje, hace que no puedan
incluirse otros medios de pago, como pueden ser las tarjetas de centros comerciales, las de transporte o las
de teléfono, así como tampoco los cheques, talones, letras de cambio…
La utilización de una tarjeta perdida por el titular u obtenida por medio un hecho constitutivo de
infracción penal para extraer dinero de un cajero automático se considera ya, sin ningún tipo de dudas,
estafa informática del art. 248.2, al existir manipulación del sistema informático, pues se utilizan datos
reales del verdadero titular, sin su consentimiento.

3. Supuestos agravados.
El art. 250.1 dice: “El delito de estafa será castigado con las penas de prisión de
un año a seis años y multa de seis a doce meses, cuando:

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1. Recaiga sobre cosas de primera necesidad, viviendas u otros bienes de


reconocida utilidad social.
2. Se perpetre abusando de firma de otro, o sustrayendo, ocultando o inutilizando,
en todo o en parte, algún proceso, expediente, protocolo o documento público u oficial
de cualquier clase.
Esta agravante comprende dos formas diferenciadas: el abuso de firma de otro y los obstáculos
empleados para impedir el uso de cierta documentación relevante.
El abuso de firma no solo se produce mediante la utilización de una firma en blanco, sino
también en aquellos supuestos en los que se abusa de la firma de otro, como puede ser alterando su
finalidad, sus términos o su propia naturaleza. Se exige que exista abuso o mal uso de la firma que se
rubrica conscientemente en un documento y que se utiliza con un fin distinto para el que se estampó.
En los supuestos vinculados a la sustracción, ocultación o inutilización de proceso, expediente,
protocolo o documento público u oficial se debe apreciar el impedimento que el autor realiza para que tal
documentación pueda ser utilizada y de ese modo lograr la causación de un perjuicio económico.
No es posible aplicar el concurso de delitos (concurso medial) entre el delito de estafa y el de
falsificación de documento público, pues está regulada como agravante.
3. Recaiga sobre bienes que integren el patrimonio artístico, histórico, cultural o
científico.
4. Revista especial gravedad, atendiendo a la entidad del perjuicio y a la situación
económica en que deje a la víctima o a su familia.
5. Cuando el valor de la defraudación supere los 50.000 euros.
6. Se cometa abuso de las relaciones personales existentes entre víctima y
defraudador, o aproveche éste su credibilidad empresarial o profesional.
7. Se cometa estafa procesal. Incurren en la misma los que, en un procedimiento
judicial de cualquier clase, manipularen las pruebas en que pretendieran fundar sus
alegaciones o emplearen otro fraude procesal análogo, provocando error en el Juez o
Tribunal y llevándole a dictar una resolución que perjudique los intereses económicos
de la otra parte o de un tercero”.
La estafa procesal es la perpetrada en un procedimiento judicial en que el destinatario del ardid 7 es
el Juez de ese proceso, a quien se busca engañar, con el fin de obtener una sentencia, fundada en la
falsedad probatoria, que favorezca a un parte en detrimento de los intereses económicos de la otra parte o
de un tercero. El Juez engañado actúa como instrumento del fraude que a través suyo comete la parte en
régimen de autoría mediata (por ejemplo, asunción de culpa en caso de un accidente determinando la
obligación de indemnización a cargo de la aseguradora; fingir incapacidades para poder cobrar
indemnizaciones; ocultar pagos de recibos para exigir un desahucio…).
El fundamento y la característica definitoria de la estafa procesal residen en el hecho de que el
engañado y el perjudicado son personas distintas. El engañado es el Juez y el perjudicado la parte
contraria o un tercero.
Supuesto especial de agravación.
Dice el art. 250.2 “Si concurrieran las circunstancias 4º, 5º o 6º con la 1º del
número anterior se impondrán las penas de prisión de 4 a 8 años y multa de 12 a 24
meses”.
4. Estafas especiales.
El art. 251 dice: “Será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años:
1º Quien, atribuyéndose falsamente sobre una cosa mueble o inmueble facultad
de disposición de la que carece, bien por no haberla tenido nunca, bien por haberla ya
ejercitado, la enajenare, gravare o arrendare a otro, en perjuicio de éste o de tercero.
2º El que dispusiere de una cosa mueble o inmueble ocultando la existencia de
cualquier carga sobre la misma, o el que, habiéndola enajenado como libre, la gravare

7
Ardid: tetra, astucia, engaño, artimaña, truco…

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o enajenare nuevamente antes de la definitiva transmisión al adquiriente, en perjuicio


de éste, o de un tercero.
3º El que otorgare en perjuicio de otro un contrato simulado”.
1º) Enajenación, gravamen o arriendo de bienes ajenos.
Requisitos:
- Que el sujeto activo no tenga facultad de disposición de los bienes.
- Que pese a ello enajene (venda), grave (hipoteque) o arriende (alquile) bienes muebles
o inmuebles.
- Que ocasione con su conducta un perjuicio al sujeto pasivo o a un tercero.
La doctrina jurisprudencial dice se trata de una modalidad específica de estafa, que se caracteriza
por una modalidad concreta de engaño, consistente en aparentar frente al perjudicado una facultad de
disposición de la que se carece.
2º) Disposición de una cosa gravada o enajenada.
Tres son los supuestos que se dan en el art. 251.2º:
- Disposición de una cosa mueble o inmueble ocultando cualquier carga sobre los
mismos. El engaño radica en ocultar las cargas existentes, aparentando que el contrato
se concierta sobre un bien no gravado.
- Enajenación de una cosa como libre y gravada antes de la definitiva transmisión. Es
un supuesto muy parecido al anterior, aunque en este caso, en el momento de la venta el
bien está libre de cargas, pero el vendedor lo grava en el tiempo que transcurre entre la
venta y la transmisión definitiva.
- Doble venta. En este caso, el vendedor, antes de la definitiva transmisión, vende el
mismo bien a otra persona. Se requiere, como en todo delito de estafa, el dolo del
engaño, consistente en la conciencia del acusado de que el bien ya había sido enajenado
anteriormente a otra persona.
3º) Otorgar en perjuicio de otro un contrato simulado.
Conocida como estafa documental, deriva de la concertación, merced a la
extensión de un documento público o privado, de un negocio jurídico sin existencia real
alguna, o con ocultación del contrato verdadero, sustentado en un ánimo tendente a
causar el perjuicio patrimonial a un tercero. Es un contrato ficticio o inexistente en
cuanto no refleja un negocio jurídico real, el cual se finge para perjudicar a la otra parte
o bien a una tercera persona que no intervino en el contrato.
5. Estafas cometidas por personas jurídicas.
Dice el art. 251bis: “Cuando de acuerdo con lo establecido en el artículo 31 bis
una persona jurídica sea responsable de los delitos comprendidos en esta Sección, se le
impondrán las siguientes penas:
a) Multa del triple al quíntuple de la cantidad defraudada, si el delito cometido
por la persona física tiene prevista una pena de prisión de más de cinco años.
b) Multa del doble al cuádruple de la cantidad defraudada, en el resto de los
casos.
Atendidas las reglas establecidas en el artículo 66 bis, los jueces y tribunales
podrán asimismo imponer las penas recogidas en las letras b) a g) del apartado 7 del
artículo 33”.

II. APROPIACIÓN INDEBIDA.


1. Tipo básico.
El art. 252 dice: “Serán castigados con las penas del artículo 249 ó 250, en su
caso, los que en perjuicio de otro se apropiaren o distrajeren dinero, efectos, valores o

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cualquier otra cosa mueble o activo patrimonial que hayan recibido en depósito,
comisión o administración, o por otro título que produzca la obligación de entregarlos
o devolverlos, o negaren haberlos recibido, cuando la cuantía de lo apropiado exceda
de cuatrocientos euros. Dicha pena se impondrá en su mitad superior en el caso de
depósito necesario o miserable”.
La redacción de la figura del delito de apropiación indebida, parece entender la
apropiación como un simple “hacer suyo”, independientemente de la forma en que se
haga; distinguiéndolo del “sustraer”, que implica una acción positiva para obtener lo
que antes no era suyo, característica del robo y hurto.
Elementos.
La apropiación significa el acto en virtud del cual una persona hace suya una cosa
incorporándola a su patrimonio y con el ánimo de no restituirla. Se descubren dos
elementos: a) los actos materiales dirigidos a la incorporación de la cosa a su
patrimonio; y b) un estado de ánimo que consiste en la intención del sujeto de hacer la
cosa suya. Sin la concurrencia de ambos elementos, no hay posibilidad de apropiación,
aunque la descripción típica requiere de otros elementos:
1º) Haber recibido dinero, efectos, valores o cualquier otra cosa mueble o activo
patrimonial. Hay que tener en cuenta que se trata de un numerus apertus, a modo de
ejemplo. En la apropiación indebida, el autor se apropia de algo cuya posesión tenía
legítimamente.
2º) Dichos efectos tienen que haberse recibido en depósito, comisión o
administración o por otro título que produzca obligación de entregarlos o devolverlos.
En la apropiación indebida, el sujeto activo ha recibido la cosa en virtud de algún título
que le obliga a devolverla, lo que lo convierte en un delito especial, de modo que no
puede cometerlo cualquiera, sino solamente quien haya recibido la cosa mediante algún
título que obligue a su devolución.
Los términos “depósito, comisión o administración” son empleados por el Código
a modo de ejemplo, siendo lo determinante que el título con el que se ha obtenido el
bien obligue a la entrega o devolución.
Al ser necesario que la posesión del bien se haya recibido mediante algún título
que produzca la obligación de entregarlo o devolverlo, no es suficiente la mera tenencia
o detentación a modo de servidor de la posesión ajena, en cuyo caso el apoderamiento
constituirá el delito de hurto (p. ej. el cajero del banco que maneja el dinero, o el
empleado doméstico al que se le entrega una cantidad para la compra).
3º) Negativa de haberla recibido. Del mismo modo que la estafa requiere de un
engaño precedente, en la apropiación indebida se observa un engaño posterior, al negar
la recepción de aquello que debe devolverse.
4º) Ánimo de lucro y perjuicio de tercero. La apropiación indebida es un delito
esencialmente doloso, ya que es preciso que el sujeto actúe con ánimo de lucro,
elemento subjetivo del tipo, siendo considerado tal intención como constitutiva del dolo
específico de la apropiación indebida, dolo de apropiación que gráficamente ha sido
identificado con el “animus rem sibi habendi”, es decir, la manifiesta voluntad de
incorporar la cosa a su patrimonio a pesar de conocer la ajenidad de la misma y la
obligación de devolución.
La apropiación indebida exige la producción de un daño efectivo, “en perjuicio de
otro”, por lo que no basta un daño potencial, lo cual sería constitutivo de tentativa.

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El perjuicio a que se refiere el tipo es de índole exclusivamente patrimonial, y de


tal resultado deriva la determinación del sujeto pasivo, que será la persona que sufra de
forma directa tal perjuicio.
5º) Que la cuantía de lo apropiado exceda de 400€. En caso de no sobrepasar tal
límite se estará ante una falta del art. 623.4.
Cabe la causa de justificación del ejercicio legítimo de un derecho, pudiendo retenerse la cosa
hasta que el dueño cumpla lo que la ley le exige (p. ej. el dueño de un taller que no entrega el coche a su
cliente hasta que no le pague la reparación).
La posterior devolución no exime de pena, aunque si tenga relevancia a efectos de responsabilidad
civil y en base a la atenuante de reparación del daño del art. 21 CP.
Supuesto agravado: establece el último inciso del art. 252 “… Dicha pena se impondrá
en su mitad superior en el caso de depósito necesario o miserable”.
Según el art. 1781 CC, es necesario o miserable el depósito cuando se hace en
cumplimiento de una obligación legal, cuando tiene lugar con ocasión de alguna
calamidad como incendio, ruina, saqueo, naufragio…; también se considera necesario el
depósito de los efectos introducidos por los viajeros en las fondas o mesones.

2. Apropiación de cosa perdida o de dueño desconocido.


Dice el art. 253: “Serán castigados con la pena de multa de tres a seis meses los
que, con ánimo de lucro, se apropiaren de cosa perdida o de dueño desconocido,
siempre que en ambos casos el valor de lo apropiado exceda de 400 euros…”.
Este tipo de apropiación está constituida por la concurrencia de tres elementos:
1.- La existencia de una apropiación.
2.- Que esa apropiación ha de realizarse con ánimo de lucro.
3.- Y que ha de recaer sobre una cosa perdida o de dueño desconocido, pero que tiene
dueño, aún cuando no se sepa quien es ese dueño. Un caso típico es en una herencia, no
se sabe quien es el titular, se sabe que pueden ser varios los que hereden pero no se sabe
de quien es, pertenece a una masa hereditaria.
Supuesto agravado.
El art. 253 continua: “… Si se tratara de cosas de valor artístico, histórico,
cultural o científico, la pena será de prisión de seis meses a dos años”.

3. Apropiación de cosa recibida por error.


Dice el art. 254: “ Será castigado con la pena de multa de tres a seis meses el que,
habiendo recibido indebidamente, por error del transmitente, dinero o alguna otra cosa
mueble, niegue haberla recibido o, comprobado el error, no proceda a su devolución,
siempre que la cuantía de lo recibido exceda de 400 euros”.
El art. 1.895 CC establece que “cuando se recibe alguna cosa que no había
derecho a cobrar, y que por error ha sido indebidamente entregada, surge la
obligación de restituirla”. La conducta típica requiere como presupuesto previo la
recepción indebida por parte del sujeto activo de un dinero o cosa mueble debido a un
error del transmitente, así como la negación de la recepción o, comprobado el error, que
no proceda a su devolución, siendo el momento en que se consuma el delito.

III. DEFRAUDACIONES DE FLUIDO ELÉCTRICO Y ANÁLOGAS.


1. Tipo básico.
El art. 255 establece: “Será castigado con la pena de multa de tres a 12 meses el
que cometiere defraudación por valor superior a 400 euros, utilizando energía

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eléctrica, gas, agua, telecomunicaciones u otro elemento, energía o fluido ajenos, por
alguno de los siguientes medios:
1. Valiéndose de mecanismos instalados para realizar la defraudación.
2. Alterando maliciosamente las indicaciones o aparatos contadores.
3. Empleando cualesquiera otros medios clandestinos”.
La razón de ser de este tipo especial de defraudaciones está en que estas energías
o suministros, ni son factibles de apropiación ni de hurto o robo, salvo que estén
envasadas; del mismo modo que tampoco parece técnicamente posible incluirlos como
un supuesto de estafa, porque no existe un acto de disposición derivado de un engaño.
Lo característico de esta actividad delictiva es el aprovechamiento ilícito de fluidos que
se suministran mediante aparatos contadores.
Constituye la acción típica el apoderamiento indebido mediante la existencia de
los mecanismos específicos que permitan el uso ilícito, o a través, del trucaje de los
aparatos contadores o cualquier oro medio susceptible de producir el mismo resultado.
La especificidad de la defraudación viene determinada por: a) el objeto material
sobre el que recae, que será la energía eléctrica, el gas, el agua, las telecomunicaciones
u otro elemento energía o fluido ajenos (cláusula que amplía el supuesto a cualquier tipo
de fluido o energía, con el único requisito que sea ajeno), y b) por la limitación de las
acciones susceptibles de integrar el tipo penal, pues solo se podrá realizar por alguno de
los medios comisivos enunciados en el propio precepto.
El tipo penal no exige cualificación, es un delito común. Sujeto activo puede ser
cualquier persona, aunque lo normal es que sea el usuario o suscriptor del servicio
respectivo. No es necesario llevar a cabo personalmente la concreta acción de manipular
los indicadores o contadores. El delito se consuma cuando el culpable, con
conocimiento de la manipulación, se vale de esos mecanismos para llevar a cabo la
defraudación. Solo se admite la modalidad dolosa, excluyéndose el delito imprudente.
Se trata de un delito de resultado, pues exige que efectivamente el sujeto activo
se apropie del fluido y con ello se cause un perjuicio ajeno.
Por debajo de 400 € se estará ante una falta de defraudación de fluido eléctrico del
art. 623.4.
2. Utilización de terminales de telecomunicación.
El art. 256 establece: “El que hiciere uso de cualquier equipo terminal de
telecomunicación, sin consentimiento de su titular, ocasionando a éste un perjuicio
superior a 400 euros, será castigado con la pena de multa de tres a 12 meses”.
Este tipo penal fue introducido para prohibir las conductas de uso no autorizado
de teléfono ajeno con producción del correspondiente gasto para su titular. Lo que se
sanciona es el uso del equipo terminal de telecomunicación y no la conexión a la
terminal (actividad ilícita que estaría castigada en el art. 255). Sujeto activo puede ser
cualquier persona; mientra que sujeto pasivo es el titular del equipo.
Los requisitos exigidos en el tipo penal son: 1) utilización de un terminal de
telecomunicación (teléfono, fax, telex, correo electrónico…); 2) falta de consentimiento
por parte del titular para su utilización; 3) perjuicio económico en cuantía superior a
400€; y 4) un elemento subjetivo que comprende la falta de consentimiento del titular y
el perjuicio económico.
Se precisa la acreditación del perjuicio. El uso abusivo, no autorizado o ilegítimo
sin perjuicio probado no perfecciona el delito. El perjuicio por debajo de 400€ será
constitutivo de falta del art. 623.4.

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ESQUEMA BÁSICO
I. ESTAFA.
Tipo básico. Art. 248.1.- “Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante para
producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno”.
Estafas informáticas. Art. 248.2.- “También se consideran reos de estafa:
a) Los que, con ánimo de lucro y valiéndose de alguna manipulación informática o artificio semejante,
consigan una transferencia no consentida de cualquier activo patrimonial en perjuicio de otro.
b) Los que fabricaren, introdujeren, poseyeren o facilitaren programas informáticos específicamente
destinados a la comisión de las estafas previstas en este artículo.
c) Los que utilizando tarjetas de crédito o débito, o cheques de viaje, o los datos obrantes en
cualquiera de ellos, realicen operaciones de cualquier clase en perjuicio de su titular o de un tercero”.
Penalidad. Art. 249.-
Supuestos Agravados. Art. 250.- “1. El delito de estafa será castigado con las penas de prisión de un
año a seis años y multa de seis a doce meses, cuando:
1º Recaiga sobre cosas de primera necesidad, viviendas u otros bienes de reconocida utilidad social.
2º Se perpetre abusando de firma de otro, o sustrayendo, ocultando o inutilizando, en todo o en parte,
algún proceso, expediente, protocolo o documento público u oficial de cualquier clase.
3º Recaiga sobre bienes que integren el patrimonio artístico, histórico, cultural o científico.
4º Revista especial gravedad, atendiendo a la entidad del perjuicio y a la situación económica en que
deje a la víctima o a su familia.
5º Cuando el valor de la defraudación supere los 50.000 euros.
6º Se cometa abuso de las relaciones personales existentes entre víctima y defraudador, o aproveche
éste su credibilidad empresarial o profesional.
7º Se cometa estafa procesal. Incurren en la misma los que, en un procedimiento judicial de cualquier
clase, manipularen las pruebas en que pretendieran fundar sus alegaciones o emplearen otro fraude
procesal análogo, provocando error en el Juez o Tribunal y llevándole a dictar una resolución que
perjudique los intereses económicos de la otra parte o de un tercero.
2. Si concurrieran las circunstancias 4ª, 5ª o 6ª con la 1ª del número anterior, se impondrán las penas de
prisión de cuatro a ocho años y multa de doce a veinticuatro meses”.
Estafas especiales. Art. 251.- “Será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años:
1º Quien, atribuyéndose falsamente sobre una cosa mueble o inmueble facultad de disposición de la
que carece, bien por no haberla tenido nunca, bien por haberla ya ejercitado, la enajenare, gravare o
arrendare a otro, en perjuicio de éste o de tercero.
2º El que dispusiere de una cosa mueble o inmueble ocultando la existencia de cualquier carga sobre
la misma, o el que, habiéndola enajenado como libre, la gravare o enajenare nuevamente antes de la
definitiva transmisión al adquirente, en perjuicio de éste, o de un tercero.
3º El que otorgare en perjuicio de otro un contrato simulado”.
Estafas cometidas por personas jurídicas. Art. 251bis.- “Cuando de acuerdo con lo establecido en el
artículo 31 bis una persona jurídica sea responsable de los delitos comprendidos en esta Sección, se le
impondrán las siguientes penas:
a) Multa del triple al quíntuple de la cantidad defraudada, si el delito cometido por la persona física
tiene prevista una pena de prisión de más de cinco años.
b) Multa del doble al cuádruple de la cantidad defraudada, en el resto de los casos”.

II. APROPIACIÓN INDEBIDA.


Tipo básico. Art. 252.- “Serán castigados con las penas del artículo 249 ó 250, en su caso, los que en
perjuicio de otro se apropiaren o distrajeren dinero, efectos, valores o cualquier otra cosa mueble o
activo patrimonial que hayan recibido en depósito, comisión o administración, o por otro título que
produzca obligación de entregarlos o devolverlos, o negaren haberlos recibido, cuando la cuantía de lo
apropiado exceda de cuatrocientos euros. Dicha pena se impondrá”.
Apropiación indebida de cosa pérdida o sin dueño. Art. 253.- “Serán castigados con la pena de multa
de tres a seis meses los que, con ánimo de lucro, se apropiaren de cosa perdida o de dueño desconocido,
siempre que en ambos casos el valor de lo apropiado exceda de 400 euros. Si se tratara de cosas de valor
artístico, histórico, cultural o científico, la pena será de prisión de seis meses a dos años”.

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Apropiación de cosa recibida por error. Art. 254.- “Será castigado con la pena de multa de tres a seis
meses el que, habiendo recibido indebidamente, por error del transmitente, dinero o alguna otra cosa
mueble, niegue haberla recibido o, comprobado el error, no proceda a su devolución, siempre que la
cuantía de lo recibido exceda de 400 euros”.

III. DEFRAUDACIÓN DE FLUIDO ELÉCTRICO Y ANÁLOGAS.


Tipo básico. Art. 255.- “Será castigado con la pena de multa de tres a 12 meses el que cometiere
defraudación por valor superior a 400 euros, utilizando energía eléctrica, gas, agua, telecomunicaciones
u otro elemento, energía o fluido ajenos, por alguno de los medios siguientes:
1º Valiéndose de mecanismos instalados para realizar la defraudación.
2º Alterando maliciosamente las indicaciones o aparatos contadores.
3º Empleando cualesquiera otros medios clandestinos”.
Utilización de terminales de telecomunicación. Art. 256.- “El que hiciere uso de cualquier equipo
terminal de telecomunicación, sin consentimiento de su titular, ocasionando a éste un perjuicio superior
a 400 euros, será castigado con la pena de multa de tres a 12 meses”.

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TEMA 17
INSOLVENCIAS PUNIBLES.
ALTERACION DE PRECIOS EN CONCURSOS Y SUBASTAS PÚBLICAS.
En ocasiones los tipos penales coinciden con preceptos del Derecho mercantil, lo que dificulta
conocer cuándo determinados comportamientos deben ser resueltos en vía penal o mercantil.
Insolvente es quien no puede hacer frente a sus deudas. El concepto penal no coincide con el
mercantil. En el Derecho mercantil la insolvencia no es por carecer el deudor de patrimonio suficiente
para hacer frente a sus acreedores, sino porque no se dispone de liquidez bastante en el momento de
vencer las deudas. En el Derecho penal, lo que importa en la insolvencia, total o parcial, a la que ha
llegado el deudor voluntariamente o ha agravado su situación de crisis económica para perjudicar a los
acreedores. El Derecho penal no puede castigar simples deudas, pues en nuestro Ordenamiento jurídico
está proscrita la prisión por deudas.

I. ALZAMIENTO DE BIENES.
1. Concepto.
El CP no da una definición de lo que ha de entenderse por “alzamiento”. Consiste
en ocultar, hacer desaparecer o transmitir a otros los bienes propios con la finalidad de
no hacer efectivas las deudas que se tienen con terceros. Se persigue, en definitiva,
defraudar a los acreedores.
Se castiga en el art. 257.1.1º al “que se alce con sus bienes en perjuicio de sus
acreedores”.
Pena: prisión de 1 a 4 años y multa de 12 a 24 meses.
La obligación de hacer efectivas las deudas con todos los bienes se prevé en el art. 1.911 CC.
El bien jurídico protegido es el derecho que tiene todo acreedor de que le sea
hecha efectiva por el deudor la deuda pendiente.
Nos encontramos ante un delito especial, ya que solo puede ser sujeto activo del
mismo quien tiene deudas frente a terceros. Sujeto pasivo es el acreedor o acreedores.
La acción consiste en hacer desaparecer u ocultar, por cualquier procedimiento,
todos o parte de los bienes, para hacer quedar en situación de insolvencia total o parcial
frente a los acreedores. Los procedimientos pueden ser múltiples.
No comete alzamiento quien tiene un activo patrimonial superior al de las deudas, pero al
momento de serles exigidas por los acreedores, no disponga de liquidez suficiente para hacerlas efectivas.
Solo es posible la conducta dolosa, con dolo directo, sin que sea suficiente el
dolo eventual. El sujeto realiza la acción para perjudicar a sus acreedores; no es
necesario que se ocasione un perjuicio. Se trata de un delito de mera actividad o riesgo.
Penalmente es impune el comportamiento imprudente del sujeto que puede llegar a arruinarse. Si
sería culpable quien dolosamente dilapida su patrimonio para no hacer frente a sus deudas.
Es imaginable la causa de justificación de estado de necesidad, como en el caso
de quien vende bienes para hacer frente a una muy grave situación de penuria.
La consumación se produce con la ocultación o desaparición fraudulenta de los
bienes que deja al sujeto en una situación de insolvencia total o parcial. Es posible la
tentativa.
Según la reiterada jurisprudencia para la consumación no es preciso que los créditos estén
vencidos. Existen problemas de prueba para demostrar que el deudor vende o se deshace de su patrimonio
con dolo, es decir, con intención de eludir sus obligaciones con los acreedores.
La cátedra considera que no se comete delito de alzamiento si existen varios acreedores y el
deudor paga a parte de ellos, hasta donde lleguen sus bienes, aunque en puridad puede exigirse un orden
de antigüedad, salvo que existan créditos preferentes. La jurisprudencia establece que no existe el
alzamiento aunque no se respete tal orden de prioridad.

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Responsabilidad civil.- la jurisprudencia no es uniforme en esta materia. Caben las siguientes alternativas:
dejar sin efectos los actos jurídicos que dieron lugar al alzamiento, siempre que no hayan pasado a poder
de un tercero con los requisitos legales que los hagan irreivindicables; o no pronunciarse sobre la
responsabilidad civil por considerar que este delito no surge una nueva responsabilidad.

2. Alzamiento de bienes para dilatar o impedir un embargo, procedimiento


ejecutivo o de apremio.
Castiga el art. 257.1.2º a quien con el fin de perjudicar a sus acreedores “realice
cualquier acto de disposición patrimonial o generador de obligaciones que dilate,
dificulte o impida la eficacia de un embargo o de un procedimiento ejecutivo o de
apremio, judicial, extrajudicial o administrativo, iniciado o de previsible iniciación”.
Pena: prisión de 1 a 4 años y multa de 12 a 24 meses.
Por “previsible” hay que entender una alta probabilidad de iniciarse un embargo o
procedimiento de los indicados. Esto es, el simple hecho de ser deudor no implica que
se abra un procedimiento de embargo, ejecutivo o de apremio, pues depende de muchas
vicisitudes; por ello el legislador lo limita a los supuestos iniciados o de previsible
iniciación.
No comete el delito quien al obtener un crédito para una actividad comercial, industrial, etc., y por
no resultar lo que pretendía termina en una situación de embargo o procedimiento ejecutivo o de apremio,
siempre que actúe de buena fe, pues solo se comete la infracción penal si llega a tal situación de forma
dolosa, es decir, si actúa para perjudicar a sus acreedores.
Solo son posibles las conductas dolosas, no siendo suficiente el dolo eventual.
La consumación se produce en el momento de alzarse con todo o parte del
patrimonio o de asumir obligaciones con la finalidad de impedir o entorpecer un
embargo, procedimiento ejecutivo o de apremio. Es suficiente la dilatación o retraso de
tal procedimiento, sin necesidad de un resultado posterior. Cabe la tentativa.

3. Supuestos específicos de alzamiento.


Dice el art. 257.2 “lo dispuesto en el presente artículo será de aplicación
cualquiera que sea la naturaleza u origen de la obligación o deuda cuya satisfacción o
pago se intente eludir, incluidos los derechos económicos de los trabajadores, y con
independencia de que el acreedor sea un particular o cualquier persona jurídica,
pública o privada”.
Pena: prisión de 1 a 4 años y multa de 12 a 24 meses.

4. Supuestos agravados.
Se contemplan dos situaciones en las que se agrava la pena en función de que la parte perjudicada
sea una persona jurídica pública, o que concurran determinados supuestos del art. 250.
a) Deuda u obligación de Derecho público y acreedor persona jurídico pública.
Según el art. 257.3, se impondrá la pena de 1 a 6 años de prisión y multa de 12 a
24 meses: “en el caso de que la deuda u obligación que se trate de eludir sea de
Derecho público y la acreedora sea una persona jurídico pública”.
El legislador abusa de su posición frente a los ciudadanos, quebrantando el principio de igualdad
de todos ante la ley al imponer una pena más grave cuando la parte perjudicada afecta a los intereses
públicos. Hay que tener en cuenta que en estos como en otros delitos las personas individuales suelen
resultar más afectadas que las públicas.
b) Penas en su mitad superior.
Dispone el art. 257.4 que “las penas previstas en el presente artículo se
impondrán en su mitad superior en los supuestos previstos en los ordinales 1º, 4º y 5º
del apartado primero del artículo 250”.

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5. Alzamiento de bienes y procedimientos concursales.


Dice el art. 257.5 “Este delito será perseguido aun cuando tras su comisión se
iniciara una ejecución concursal”.
Se desprende de este precepto que el procedimiento penal y el civil son
independientes, sin perjuicio de los problemas que se puedan presentar en el orden civil.

6. Alzamiento para eludir obligaciones derivadas de hechos.


Se castiga en el art. 258 al “responsable de cualquier hecho delictivo que, con
posterioridad a su comisión, y con la finalidad de eludir el cumplimiento de las
responsabilidades civiles dimanantes del mismo, realizare actos de disposición o
contrajere obligaciones que disminuyan su patrimonio, haciéndose total o parcialmente
insolvente”.
Pena: prisión de 1 a 4 años y multa de 12 a 24 meses.
Se hace referencia a “hecho delictivo” por lo que excluye las faltas. Tampoco se
aclara en qué momento puede el sujeto llevar a cabo el alzamiento, pues desde que se
cometió hasta que se dicta sentencia puede pasar mucho tiempo. Estamos ante un
precepto de notable inseguridad jurídica. En todo caso, el sujeto debe actuar
dolosamente.

7. Alzamiento en proceso de concurso (favorecimiento de acreedores).


Se castiga en el art. 259 al “deudor que una vez admitida a trámite la solicitud de
concurso, sin estar autorizado para ello ni judicialmente ni por los administradores
concursales, y fuera de los casos permitidos por la ley, realice cualquier acto de
disposición patrimonial o generador de obligaciones, destinado a pagar a uno o varios
acreedores, privilegiados o no, con posposición del resto”.
Pena: prisión de 1 a 4 años y multa de 12 a 24 meses.
La referencia “una vez admitida a trámite” es perturbadora, no solo porque es inconcreta en el
campo procesal, sino porque, además, del resto del artículo parece deducirse que es necesario que exista
al menos para el concurso la declaración formal.
Estamos ante un supuesto de alzamiento de bienes donde el deudor realiza un acto
de disposición patrimonial en favor de uno o más acreedores y en perjuicio de otros. Es
preciso: a) que la solicitud del concurso haya sido admitida a trámite; b) que se realice
la conducta sin autorización legal y fuera de los casos permitidos por la Ley; c) que se
lleve a cabo cualquier acto de disposición patrimonial o generador de obligaciones en
perjuicio de los acreedores.
El acreedor de buena fe que cobre lo que le paga el deudor no incurre en responsabilidad penal. Si
responderá si hubo un acuerdo entre ambos en perjuicio de otros acreedores. Si los actos de disposición se
realizan con autorización judicial o de los administradores, la conducta sería atípica.
La consumación se produce cuando se materializa el acto de disposición
patrimonial y el acreedor queda en situación de disponer de transmitido, o cuando el
acto generador de obligaciones cobra efectividad.

II. CONCURSO PUNIBLE.


Se castiga en el art. 260.1 al “que fue declarado en concurso […] cuando la
situación de crisis económica o la insolvencia sea causada o agravada dolosamente por
el deudor o persona que actúe en su nombre”.
Pena: prisión de 2 a 6 años y multa de 8 a 24 meses.
El bien jurídico protegido son los derechos de los acreedores.

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Sujeto activo solo podrá serlo quien fuera declarado en concurso o persona que
actúe en su nombre, es un delito especial. Sujeto pasivo son los acreedores.
La acción consiste en causar o agravar dolosamente la situación de crisis
económica o de insolvencia en un concurso.
Solo es posible la conducta dolosa, no siendo suficiente el dolo eventual.
Según el art. 260.2 “se tendrá en cuenta para graduar la pena la cuantía del
perjuicio inferido a los acreedores, su número y condición económica”. Es necesario
que se ocasione un perjuicio económico a los acreedores”.
Perseguibilidad. Dice el art. 260.3 “Este delito y los delitos singulares relacionados con
él, cometidos por el deudor o persona que haya actuado en su nombre, podrán
perseguirse sin esperar a la conclusión del proceso civil y sin perjuicio de la
continuación de éste. El importe de la responsabilidad derivada de dichos delitos
deberá incorporarse, en su caso, a la masa”.
El legislador deja claro que el procedimiento penal y el civil son independientes. Si bien, puede
haber duplicidad de procedimientos (penal y civil) y crearse problemas. El Tribunal que resuelva sobre
este delito debe hacerlo también sobre la responsabilidad civil.
Para iniciar un procedimiento penal es necesario la declaración concursal, y,
además, que existan indicios de un comportamiento doloso de causar o agravar la crisis
o insolvencia.
El art. 260.4 sigue en la línea de separar las vías penal y civil: “en ningún caso, la
calificación de la insolvencia en el proceso civil vincula a la jurisdicción penal”. Ello
podrá servir al Juez de prueba indiciaria, pero no le vincula en absoluto.
Falsedades contables para conseguir la declaración de insolvencia.
Se castiga en el art. 261 al “que en procedimiento concursal presentare, a
sabiendas, datos falsos relativos al estado contable, con el fin de lograr indebidamente
la declaración de aquél”.
Pena: prisión de 1 a 2 años y multa de 6 a 12 meses.
Para la perfección de este delito no es suficiente con falsear las cuentas, sino que
es necesario, además, que se presenten en el procedimiento de concurso para conseguir
la declaración de insolvencia de forma ilícita. El inciso “a sabiendas” solo admite el
dolo directo, no siendo suficiente el dolo eventual.
La consumación se produce en el momento en que se presentan los datos falsos y
quedan incorporados al procedimiento de concurso con la finalidad de conseguir la
indebida declaración de tal estado. No es preciso que se consiga el resultado.
En materia de concurso pueden plantearse situaciones de concurso de delitos o de
leyes con el delito de estafa, apropiación indebida, delitos contra la hacienda pública,
abandono de familia, impago de pensiones…
Responsabilidad de las personas jurídicas.
Establece el art. 261bis “cuando de acuerdo con lo establecido en el artículo
31bis una persona jurídica sea responsable de los delitos comprendidos en este
capítulo se le impondrán las siguientes penas:”
a) Multa de 2 a 5 años, si el delito cometido por la persona física tiene prevista una pena de prisión de
más de 5 años; b) Multa de 1 a 3 años, si el delito cometido por la persona física tiene prevista una pena
de prisión de más de dos años no incluida en el inciso anterior; c) Multa de 6 meses a 2 años, en el resto
de los casos. Además se podrán imponer las penas del art. 33.7, apartados b) a g).

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III. ALTERACIÓN DE PRECIOS EN CONCURSO Y SUBASTAS PÚBLICAS.


Se castiga en el art. 262.1 a “los que solicitaren dádivas o promesas para no
tomar parte en un concurso o subasta pública; los que intentaren alejar de ella a los
postores por medio de amenazas, dádivas, promesas o cualquier otro artificio; los que
se concertaren entre sí con el fin de alterar el precio de remate, o los que
fraudulentamente quebraren o abandonaren la subasta habiendo obtenido la
adjudicación”.
Pena: el CP distingue entre supuestos comunes y concursos o subastas convocados por Administraciones
públicas. En el primer caso la pena es de prisión de 1 a 3 años y multa de 12 a 24 meses, así como
inhabilitación especial para licitar en subastas judiciales entre 3 y 5 años. Para el segundo caso, se
impondrán además al agente y a la persona o empresa por él representada la pena de inhabilitación
especial que comprenderá, en todo caso, el derecho a contratar con las Admón. pública de 3 a 5 años.
Consecuencias accesorias.
El art. 262.2 dice que “el Juez o Tribunal podrá imponer alguna o algunas de las consecuencias
previstas en el artículo 129 si el culpable perteneciere a alguna sociedad, organización o asociación,
incluso de carácter transitorio, que se dedicare a la realización de tales actividades”.
El bien jurídico protegido es doble: se tutela la libertad de los licitadores
respecto de las pujas, así como los intereses patrimoniales de los propietarios de los
bienes objeto de concurso o subastas públicas.
El sujeto activo varía en función de las distintas situaciones que pueden
producirse (solicitar dádivas, intentar alejar postores…). Sujeto pasivo, en principio, es
la persona que resulta perjudicada con la realización de la conducta.
La acción puede llevarse a cabo de las formas siguientes:
1. Solicitar dádivas o promesas para no tomar parte en un concurso o subasta
pública.
La consumación se produce en el momento de solicitar la dádiva o promesa. No
es necesario que se reciba nada. Es difícil imaginar la tentativa.

2. Intentar alejar de los concursos o subastas a los postores mediante


amenazas, dádivas, promesas u otro artificio.
La consumación se produce, con las amenazas o la oferta que se hace a otros
postores para que no concurran a las subastas o concursos. No es necesario que se
acepte la oferta, ni que se consiga alejar a los otros del concurso o subasta. Puede
plantearse un concurso de leyes con el delito de amenazas, siendo preferente el art. 262
por el principio de especialidad. El difícil imaginar la tentativa.

3. Concierto para alterar el precio de remate.


Consiste en el acuerdo de los que participan en una subasta para ofrecer un
precio a la baja del que objetivamente podría ser el adecuado. Puede darse el acuerdo
sin necesidad de conseguir la adjudicación, pues puede participar un tercero que ofrezca
una cantidad superior a la pretendida por ellos. Es posible la tentativa. La
consumación se produce con el concierto.

4. Incumplimiento por parte del adjudicatario de las condiciones del concurso


o subasta.
Solo es punible la conducta dolosa, sin que sea suficiente el dolo eventual. La
consumación se produce en el momento de incumplir el adjudicatario las obligaciones
derivadas de la adjudicación. No es posible la tentativa.

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ESQUEMA BÁSICO
I. ALZAMIENTO DE BIENES.
Art. 257.- “1. Será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a
veinticuatro meses:
1º El que se alce con sus bienes en perjuicio de sus acreedores.
2º Quien con el mismo fin, realice cualquier acto de disposición patrimonial o generador de
obligaciones que dilate, dificulte o impida la eficacia de un embargo o de un procedimiento ejecutivo
o de apremio, judicial, extrajudicial o administrativo, iniciado o de previsible iniciación.
2. Lo dispuesto en el presente artículo será de aplicación cualquiera que sea la naturaleza u origen de la
obligación o deuda cuya satisfacción o pago se intente eludir, incluidos los derechos económicos de los
trabajadores, y con independencia de que el acreedor sea un particular o cualquier persona jurídica,
pública o privada.
3. En el caso de que la deuda u obligación que se trate de eludir sea de Derecho público y la acreedora
sea una persona jurídico pública, la pena a imponer será de uno a seis años y multa de doce a
veinticuatro meses.
4. Las penas previstas en el presente artículo se impondrán en su mitad superior en los supuestos
previstos en los ordinales 1.º, 4.º y 5.º del apartado primero del artículo 250.
5. Este delito será perseguido aun cuando tras su comisión se iniciara una ejecución concursal”.
Art. 258.- “El responsable de cualquier hecho delictivo que, con posterioridad a su comisión, y con la
finalidad de eludir el cumplimiento de las responsabilidades civiles dimanantes del mismo, realizare
actos de disposición o contrajere obligaciones que disminuyan su patrimonio, haciéndose total o
parcialmente insolvente, será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a
veinticuatro meses”.
Art. 259.- “Será castigado con la pena de uno a cuatro años de prisión y multa de 12 a 24 meses, el
deudor que, una vez admitida a trámite la solicitud de concurso, sin estar autorizado para ello ni
judicialmente ni por los administradores concursales, y fuera de los casos permitidos por la ley, realice
cualquier acto de disposición patrimonial o generador de obligaciones, destinado a pagar a uno o varios
acreedores, privilegiados o no, con posposición del resto”.

II. CONCURSO PUNIBLE.


Art. 260.- “1. El que fuere declarado en concurso será castigado con la pena de prisión de dos a seis
años y multa de ocho a 24 meses, cuando la situación de crisis económica o la insolvencia sea causada o
agravada dolosamente por el deudor o persona que actúe en su nombre.
2. Se tendrá en cuenta para graduar la pena la cuantía del perjuicio inferido a los acreedores, su
número y condición económica.
3. Este delito y los delitos singulares relacionados con él, cometidos por el deudor o persona que
haya actuado en su nombre, podrán perseguirse sin esperar a la conclusión del proceso civil y sin
perjuicio de la continuación de este. El importe de la responsabilidad civil derivada de dichos delitos
deberá incorporarse, en su caso, a la masa.
4. En ningún caso, la calificación de la insolvencia en el proceso civil vincula a la jurisdicción
penal”.
Art. 261.- “El que en procedimiento concursal presentare, a sabiendas, datos falsos relativos al estado
contable, con el fin de lograr indebidamente la declaración de aquel, será castigado con la pena de
prisión de uno a dos años y multa de seis a 12 meses”.
Art. 261bis.- “Cuando de acuerdo con lo establecido en el artículo 31 bis una persona jurídica sea
responsable de los delitos comprendidos en este Capítulo, se le impondrán las siguientes penas:
a) Multa de dos a cinco años, si el delito cometido por la persona física tiene prevista una pena de
prisión de más de cinco años.
b) Multa de uno a tres años, si el delito cometido por la persona física tiene prevista una pena de
prisión de más de dos años no incluida en el inciso anterior.
c) Multa de seis meses a dos años, en el resto de los casos.
Atendidas las reglas establecidas en el artículo 66 bis, los jueces y tribunales podrán asimismo imponer
las penas recogidas en las letras b) a g) del apartado 7 del artículo 33”.

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III. ALTERACIÓN DE PRECIOS EN CONCURSO Y SUBASTAS PÚBLICAS.


Art. 262.- “1. Los que solicitaren dádivas o promesas para no tomar parte en un concurso o subasta
pública; los que intentaren alejar de ella a los postores por medio de amenazas, dádivas, promesas o
cualquier otro artificio; los que se concertaren entre sí con el fin de alterar el precio del remate, o los
que fraudulentamente quebraren o abandonaren la subasta habiendo obtenido la adjudicación, serán
castigados con la pena de prisión de uno a tres años y multa de 12 a 24 meses, así como inhabilitación
especial para licitar en subastas judiciales entre tres y cinco años. Si se tratare de un concurso o subasta
convocados por las Administraciones o entes públicos, se impondrá además al agente y a la persona o
empresa por él representada la pena de inhabilitación especial que comprenderá, en todo caso, el
derecho a contratar con las Administraciones públicas por un período de tres a cinco años.
2. El juez o tribunal podrá imponer alguna o algunas de las consecuencias previstas en el
artículo 129 si el culpable perteneciere a alguna sociedad, organización o asociación, incluso de
carácter transitorio, que se dedicare a la realización de tales actividades”.

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TEMA 18
DAÑOS

En los delitos de daños el bien jurídico protegido es el patrimonio ajeno y su


integridad. Se protege el patrimonio de una persona frente a la causación de daños de
terceros.

1. Daños en propiedad ajena.

Tipo básico.
Daños 1. Impedir el libre ejercicio por la
genéricos en
autoridad.
propiedad
2. Infección o contagio de ganado.
ajena. 3. Sustancias venenosas o corrosivas.
Supuestos
agravados. 4. Bienes de dominio o uso público o
comunal.
5. Causen la ruina del perjudicado o grave
situación económica.

Tipo básico.
El art. 263.1 pena la conducta de “causar daños en propiedad ajena no
comprendidos en otros títulos de este Código”.
Pena: multa de 6 a 24 meses, atendidas la condición económica de la víctima y la cuantía del daño, si éste
excediere de 400€.
El precepto tiene carácter general y aplicación subsidiaria, recoge los daños
causados en propiedad ajena no recogidos en otros preceptos del CP, que tendrán la
consideración de ley especial respecto a este delito.
Sujeto activo es quien causa daños en una propiedad ajena. Sujeto pasivo el
propietario del bien.
El objeto material del delito puede ser un bien mueble o inmueble, valorables
económicamente, y que puedan dañarse. Quedan excluidas las cosas que no tienen valor
económico, siendo la conducta impune.
La conducta típica es causar daños. Dañar equivale a deteriorar, alterar,
menoscabar, destruir… una cosa. El daño consistirá en la alteración, destrucción,
deterioro o inutilización de una cosa o bien ajeno. Los daños en bienes propios no son
constitutivos de delito. Además la cuantía de los daños debe sobrepasar los 400€, de lo
contrario estaremos ante una falta del art. 625.1. Puede cometerse por acción u
omisión. No es necesario que se produzca un perjuicio para apreciar el delito.
Una cuestión debatida por la doctrina es si es necesario que el daño deba afectar a la
sustancia de la cosa o bien a la utilidad de la misma. La posición mayoritaria es que es
suficiente con que afecte al uso al que originariamente estaba destinada la cosa.
La consumación del delito acontece cuando se produce el deterioro de la propiedad
ajena, su destrucción, alteración o inutilización. Cabe la tentativa.
El delito se debe consumar de forma dolosa. La imprudencia se castiga en el art. 267
Supuestos agravados.

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Según el art. 263.2 se establece una pena de prisión de 1 a 3 años y multa de 12 a 24


meses, en los siguientes supuestos:
1º Que se realicen para impedir el libre ejercicio de la autoridad o como consecuencia
de acciones ejecutadas en el ejercicio de sus funciones, bien se cometiere el delito
contra funcionarios públicos, bien contra particulares que, como testigos o de
cualquier otra manera, hayan contribuido o puedan contribuir a la ejecución o
aplicación de las Leyes o disposiciones generales.
2º Que se cause por cualquier medio infección o contagio de ganado.
El ganado comprende el ovino, caprino, caballar, mular, asnal, vacuno y porcino, quedando fuera los
daños causados a las aves y los peces.
3º Que se empleen sustancias venenosas o corrosivas.
4º Que afecten a bienes de dominio o uso público o comunal.
5º Que arruinen al perjudicado o se le coloque en grave situación económica.

2. Daños en sistemas informáticos.

Daños a datos, documentos,


programas electrónicos.
Daños en sistemas Supuestos
informáticos agravados.
Obstaculizar o impedir el
funcionamiento de sistemas
informáticos.

Se recogen dos modalidades delictivas.


a) Daños a datos o programas informáticos o a documentos electrónicos.
El art. 264.1 pena al “que por cualquier medio, sin autorización y de manera grave,
borrase, deteriorase, alterase, suprimiese, o hiciese inaccesibles datos o programas
informáticos o documentos electrónicos ajenos, cuando el resultado producido fuera
grave”.
Pena: prisión de 6 meses a 2 años.
Es una ley penal en blanco. Se recoge el denominado sabotaje informático, que
consiste en la destrucción o inutilización del soporte del ordenador para que no se pueda
acceder a la información procesada o almacenada en el mismo.
Sujeto activo y pasivo puede ser cualquiera.
El objeto material del delito está constituido por los datos, programas o
documentos electrónicos y los sistemas informáticos.
La conducta típica puede revestir varias modalidades alternativas: borrar, dañar,
deteriorar, alterar, suprimir o impedir el acceso a los datos o programas informáticos,
con la concurrencia de estos requisitos: a) que los daños se produzcan por cualquier
medio (puede ser rompiendo el ordenador o soporte, como introduciendo un virus); b)
sin autorización; c) de manera grave; d) que el resultado sea grave; e) que se causen
sobre datos, documentos o programas informáticos ajenos.
Es un delito de resultado. Es posible la tentativa.
b) Obstaculizar o interrumpir el funcionamiento de sistemas informáticos ajenos.
El art. 264.2 pena al “que por cualquier medio, sin estar autorizado y de manera
grave obstaculizara o interrumpiera el funcionamiento de un sistema informático ajeno,

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introduciendo, transmitiendo, dañando, borrando, deteriorando, alterando,


suprimiendo o haciendo inaccesibles datos informáticos, cuando el resultado fuera
grave”.
Pena: prisión de 6 meses a 3 años.
Sujeto activo y pasivo puede ser cualquiera.
El objeto material está constituido por los sistemas informáticos ajenos.
La conducta típica recoge dos comportamientos alternativos: obstaculizar o
interrumpir el funcionamiento de un sistema informático, con cualquiera de las
modalidades alternativas recogidas. Deben concurrir los siguientes requisitos: a) que
sea llevada a cabo por cualquier medio; b) sin estar autorizado; c) de manera grave; d)
que el resultado producido sea grave.
Es un delito de resultado. Es posible la tentativa.
Supuestos agravados.
Según el art. 264.3, se apreciarán cuando en las conductas descritas concurra alguna
de las siguientes circunstancias:
1º Se hubiere cometido en el marco de una organización criminal.
2º Haya ocasionado daños de especial gravedad o afectado a los intereses generales.
Pena: las superiores en grado y, en todo caso, pena de multa del tanto al décuplo del perjuicio ocasionado.
Responsabilidad de las personas jurídicas.
El art. 264.4 en relación con el art. 31bis establece penas cuando una persona
jurídica sea responsable de los delitos comprendidos en este artículo.

3. Daños a bienes afectos a las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad.


En el art. 265 se pena al “que destruyere, dañare de modo grave, o inutilizare para
el servicio, aun de forma temporal, obras, establecimientos o instalaciones militares,
buques de guerra, aeronaves militares, medios de transporte o transmisión militar,
material de guerra, aprovisionamiento u otros medios o recursos afectados al servicio
de las Fuerzas Armadas o de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”.
Pena: prisión de 2 a 4 años si el daño excede de 50.000 pesetas {habrá que cambiarlos a euros: 300,05}

4. Daños ocasionados mediante incendios u otros medios.


Art. 266.1.- Daño
genérico del art. 263
Daños ocasionados mediante
incendio u otros medios o
Art. 266.2.- Daño
poniendo en peligro la vida o Supuestos
informático del art. 264
integridad de las personas. agravados.

Art. 266.3.- Daños


arts. 265, 323 y 560.

a) El art. 266.1 castiga al “que cometiere los daños previstos en el artículo 263
mediante incendio, o provocando explosiones o utilizando cualquier otro medio de
similar potencia destructiva, o poniendo en peligro la vida o la integridad de las
personas”.
Pena: prisión de 1 a 3 años.

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La conducta típica consiste en causar los daños tipificados en el art. 263, originando
un incendio, provocando explosiones o utilizando otro medio de semejante potencia
destructiva a los anteriores, o poniendo en peligro la vida o integridad de las personas.
La consumación se produce cuando el incendio causa daños, o se provoca una
explosión, o se utiliza otro medio de potencia destructiva, o se pone en peligro la vida o
la integridad de las personas.
b) El art. 266.2 pena “al que cometiere los daños previstos en el artículo 264, en
cualquiera de las circunstancias mencionadas en el apartado anterior”
Pena: prisión de 3 a 5 años y multa de 12 a 24 meses.
c) El art. 266.3 castiga “los daños previstos en los artículos 265, 323 y 560, en
cualquiera de las circunstancias mencionadas en el apartado 1 de este artículo”.
Se refiere a los daños causados a los bienes de las Fuerzas Armadas y Cuerpos de
Seguridad (art. 265), en edificios, instituciones o bienes de valor histórico, artístico,
científico, cultural o monumental, en yacimientos arqueológicos (art. 323), en líneas o
instalaciones de telecomunicaciones, de circulación ferroviaria, o conducciones o
transmisiones de suministros (art. 560).
Pena: prisión de 4 a 8 años.
Supuestos agravados.
El art. 266.4 recoge dos supuestos agravados. “En cualquiera de los supuestos
previstos en los apartados anteriores, cuando se cometieren los daños concurriendo la
provocación de explosiones o la utilización de otros medios de similar potencia
destructiva y, además, se pusiera en peligro la vida o integridad de las personas…”
Pena: en su mitad superior.
O “en caso de incendio será de aplicación lo dispuesto en el art. 351”.
La pena prevista en el art. 351 es de prisión de 10 a 20 años. No obstante, los Jueces y Tribunales podrán
imponer la pena inferior en grado en atención a la menor entidad del peligro causado y otras
circunstancias que pudieran concurrir en el hecho.
En ambos supuestos se requiere que la ejecución se realice con los medios
empleados y que se haya puesto en peligro la vida o integridad de las personas.

5. Daños por imprudencia grave.


El párrafo primero del art. 267 castiga “los daños causados por imprudencia grave
si la cuantía es superior de 80.000 euros”.
Pena: multa de 3 a 9 meses atendiendo a la importancia de los daños.
Perseguibilidad.
En el párrafo segundo del art. 267 se dispone “las infracciones a que se refiere este
artículo solo será perseguibles previa denuncia de la persona agraviada o de su
representante legal. El Ministerio Fiscal también podrá denunciar cuando aquélla sea
menor de edad, incapaz o una persona desvalida”.
Perdón de la persona agraviada.
En el párrafo 3º se recoge que “en los daños por imprudencia grave, el perdón del
ofendido o de su representante legal, en su caso, extingue la acción penal sin perjuicio
de lo dispuesto en el segundo párrafo del número 5 del apartado 1 del artículo 130 de
este Código”.

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DISPOSICIONES COMUNES A LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO.


1. Excusa absolutoria en delitos patrimoniales.
Según el art. 268.1 “están exentos de responsabilidad criminal y sujetos
únicamente a la civil los cónyuges que no estuvieren separados legalmente o de hecho o
en proceso judicial de separación, divorcio o nulidad de su matrimonio y los
ascendientes, descendientes y hermanos por naturaleza o por adopción, así como afines
en primer grado si viviesen juntos, por los delitos patrimoniales que se causaren entre
sí, siempre que no concurra violencia o intimidación”.

2. Participación de extraños.
Dice el art. 268.2 “esta disposición no es aplicable a los extraños que
participaren en el delito”. Es decir, la excusa absolutoria no es aplicable a los extraños
que participaren en el delito; de tal forma que, si en el delito cometido entre familiares
participa algún extraño, éste si responderá por los hechos cometidos.

3. Provocación, conspiración y proposición.


Dice el art. 269: “la provocación, la conspiración y la proposición para cometer
los delitos de robo, extorsión, estafa o apropiación indebida, serán castigadas con la
pena inferior en uno o dos grados a la del delito correspondiente”.

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ESQUEMA BÁSICO
DAÑOS.
Art. 263.- “1. El que causare daños en propiedad ajena no comprendidos en otros títulos de este Código,
será castigado con la pena de multa de seis a 24 meses, atendidas la condición económica de la víctima y
la cuantía del daño, si éste excediera de 400 euros.
2. Será castigado con la pena de prisión de uno a tres años y multa de doce a veinticuatro meses el
que causare daños expresados en el apartado anterior, si concurriere alguno de los supuestos siguientes:
1º Que se realicen para impedir el libre ejercicio de la autoridad o como consecuencia de acciones
ejecutadas en el ejercicio de sus funciones, bien se cometiere el delito contra funcionarios públicos,
bien contra particulares que, como testigos o de cualquier otra manera, hayan contribuido o puedan
contribuir a la ejecución o aplicación de las Leyes o disposiciones generales.
2º Que se cause por cualquier medio, infección o contagio de ganado.
3º Que se empleen sustancias venenosas o corrosivas.
4º Que afecten a bienes de dominio o uso público o comunal.
5º Que arruinen al perjudicado o se le coloque en grave situación económica”.
Art. 264.- “1. El que por cualquier medio, sin autorización y de manera grave borrase, dañase,
deteriorase, alterase, suprimiese, o hiciese inaccesibles datos, programas informáticos o documentos
electrónicos ajenos, cuando el resultado producido fuera grave, será castigado con la pena de prisión de
seis meses a dos años.
2. El que por cualquier medio, sin estar autorizado y de manera grave obstaculizara o interrumpiera
el funcionamiento de un sistema informático ajeno, introduciendo, transmitiendo, dañando, borrando,
deteriorando, alterando, suprimiendo o haciendo inaccesibles datos informáticos, cuando el resultado
producido fuera grave, será castigado, con la pena de prisión de seis meses a tres años.
3. Se impondrán las penas superiores en grado a las respectivamente señaladas en los dos apartados
anteriores y, en todo caso, la pena de multa del tanto al décuplo del perjuicio ocasionado, cuando en las
conductas descritas concurra alguna de las siguientes circunstancias:
1º Se hubiese cometido en el marco de una organización criminal.
2º Haya ocasionado daños de especial gravedad o afectado a los intereses generales.
4. Cuando de acuerdo con lo establecido en el artículo 31 bis una persona jurídica sea responsable de
los delitos comprendidos en este artículo, se le impondrán las siguientes penas:
a) Multa del doble al cuádruple del perjuicio causado, si el delito cometido por la persona física
tiene prevista una pena de prisión de más de dos años.
b) Multa del doble al triple del perjuicio causado, en el resto de los casos.
Atendidas las reglas establecidas en el artículo 66 bis, los jueces y tribunales podrán asimismo imponer
las penas recogidas en las letras b) a g) del apartado 7 del artículo 33”.
Art. 265.- “El que destruyere, dañare de modo grave, o inutilizare para el servicio, aun de forma
temporal, obras, establecimientos o instalaciones militares, buques de guerra, aeronaves militares,
medios de transporte o transmisión militar, material de guerra, aprovisionamiento u otros medios o
recursos afectados al servicio de las Fuerzas Armadas o de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, será
castigado con la pena de prisión de dos a cuatro años si el daño causado excediere de cincuenta mil
pesetas”.
Art. 266.- “1. Será castigado con la pena de prisión de uno a tres años el que cometiere los daños
previstos en el artículo 263 mediante incendio, o provocando explosiones o utilizando cualquier otro
medio de similar potencia destructiva, o poniendo en peligro la vida o la integridad de las personas.
2. Será castigado con la pena de prisión de tres a cinco años y multa de doce a veinticuatro meses el
que cometiere los daños previstos en el artículo 264, en cualquiera de las circunstancias mencionadas en
el apartado anterior.
3. Será castigado con la pena de prisión de cuatro a ocho años el que cometiere los daños previstos
en los artículos 265, 323 y 560, en cualquiera de las circunstancias mencionadas en el apartado 1 del
presente artículo.
4. En cualquiera de los supuestos previstos en los apartados anteriores, cuando se cometieren los
daños concurriendo la provocación de explosiones o la utilización de otros medios de similar potencia
destructiva y, además, se pusiera en peligro la vida o integridad de las personas, la pena se impondrá en
su mitad superior.
En caso de incendio será de aplicación lo dispuesto en el artículo 351”.

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Art. 267.- “Los daños causados por imprudencia grave en cuantía superior a 80.000 euros, serán
castigados con la pena de multa de tres a nueve meses, atendiendo a la importancia de los mismos.
Las infracciones a que se refiere este artículo sólo serán perseguibles previa denuncia de la
persona agraviada o de su representante legal. El Ministerio Fiscal también podrá denunciar cuando
aquélla sea menor de edad, incapaz o una persona desvalida.
En estos casos, el perdón del ofendido o de su representante legal, en su caso, extingue la acción
penal sin perjuicio de lo dispuesto en el segundo párrafo del número 5º del apartado 1 del artículo 130
de este Código”.

DISPOSICIONES COMUNES A LOS DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO


Art. 268.- “1. Están exentos de responsabilidad criminal y sujetos únicamente a la civil los cónyuges que
no estuvieren separados legalmente o de hecho o en proceso judicial de separación, divorcio o nulidad
de su matrimonio y los ascendientes, descendientes y hermanos por naturaleza o por adopción, así como
los afines en primer grado si viviesen juntos, por los delitos patrimoniales que se causaren entre sí,
siempre que no concurra violencia o intimidación.
2. Esta disposición no es aplicable a los extraños que participaren en el delito”.

Art. 269.- “La provocación, la conspiración y la proposición para cometer los delitos de robo, extorsión,
estafa o apropiación indebida, serán castigadas con la pena inferior en uno o dos grados a la del delito
correspondiente”.

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