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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

Facultad de Ciencias Sociales y Humanas


Carrera de Sociología
Análisis y Procesamiento de Datos Cualitativos
Nombre: Evelyn Simbaña
Fecha: 31/05/2018
Tema: Revisión Bibliográfica

Académico:
1. Texto:
Barrero, Daniel, Cevallos, Del Carmen, Zurbano, Belèn (2014). “El Concepto de
Violencia de Género en el Imaginario Latinoamericano: Estudio Sobre Los Universitarios
Quiteños (2014)”. En Libro de Actas. II International Conference Gender and
Communication. Facultad de Comunicación de Sevilla 1, 2 y 3 de abril de 2014. Dykinson
S.L. pp: 1 – 18. Recuperado de:
https://idus.us.es/xmlui/handle/11441/31795
Párrafo:
Ecuador es uno de los países más afectados por la violencia de género en el mundo. Según
cifras oficiales, seis de cada diez ecuatorianas reconocen haber sufrido en algún momento
de su vida malos tratos, una cifra que subraya el sufrimiento generalizado de las mujeres
ante la proliferación de estas prácticas abusivas. El estudio presenta los avances de un
proyecto desarrollado por investigadores de España y de Ecuador, cuya finalidad es
identificar, reconocer y analizar las actitudes y las percepciones de una población
referencial (los universitarios de la ciudad de Quito, Ecuador) sobre el problema de la
violencia de género. Los hallazgos pretenden aportar algunas claves para la comprensión
de las necesidades estratégicas a seguir para la erradicación de una lamentable realidad
tanto andina como latinoamericana: la violencia generalizada contra la mujer.
“El estudio presenta los avances de un proyecto desarrollado por investigadores de
España y de Ecuador, cuya finalidad es identificar, reconocer y analizar las actitudes y
las percepciones de una población referencial (los universitarios de la ciudad de Quito,
Ecuador) sobre el problema de la violencia de género. Los hallazgos pretenden aportar
algunas claves para la comprensión de las necesidades estratégicas a seguir para la
erradicación de una lamentable realidad tanto andina como latinoamericana: la violencia
generalizada contra la mujer.” (Barrero, 2014:515)
Interpretación:
Dentro del párrafo extraído del texto académico, se basan en la compresión y análisis de
objeto de estudio que es el acoso universitario, con el fin de no solo identificar como este
se reproduce, sino también ahondar como la cultura y la sociedad se ha desarrollado frente
a este problema de investigación que no solo se queda en un simple acoso, sino en
términos de violencia de género.
2. Texto:
Cuenca, Cristina (2013).”El acoso sexual en el ámbito académico una aproximación”. En
Revista de la Asociación de Sociología de la Educación, www.ase.es/rase, Vol. 6, Núm.
2. pp: 426 – 440. Recuperado de:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5144551
Párrafo:
“Al analizar los estudios en España en materia de acoso sexual, la primera característica
que se aprecia de forma patente es su escasez en comparación con la intensa producción
anglosajona (principalmente en Estados Unidos y Canadá). Puede que haya incidido en
esta realidad el hecho de que en nuestro país no se ha desencadenado ningún importante
debate social sobre las causas del acoso sexual, su extensión o las medidas para
combatirlo, pese a que las normas que sancionan el acoso sexual fueron relativamente
tempranas (Osborne, 2009:156). En este sentido, se ha afirmado que en España tampoco
ha habido un debate sobre el acoso sexual comparable al que se ha producido en otros
países europeos, sino que la reflexión se ha limitado al ámbito jurídico, buscando más la
regulación del problema que la reflexión sobre sus causas (Alemany et al. 2001:26).”
(Cuenca, 2013:429)
Interpretación:
En la extracción de este fragmento del texto, se puede ver que no solo países latinos sufren
este tipo de problemas de acoso universitario, y de la misma manera que no existen
estudios concisos que abarque dicho problema, es decir, que tanto en países periféricos y
centrales aún se mantiene como un tabú o por otro lado existe aun la normalización de
acoso en las instituciones universitarias.
3. Texto:
Gaytan, Patricia (2007). “El acoso sexual en lugares públicos: un estudio desde la
Grounded Theory. El Cotidiano, vol. 22, núm. 143. Universidad Autónoma Metropolitana
Azcapotzalco – México. pp. 5-17. Recuperado de:
http://www.redalyc.org/pdf/325/32514302.pdf
Párrafo:
“A pesar de que ocurre en lugares públicos, el acoso sexual nos remite a cuestiones que
son consideradas por las personas como parte de su vida privada: los agravios verbales y
físicos, las experiencias desagradables con alusiones a la sexualidad, se dirigen
directamente al aspecto más íntimo de las personas. Las sensaciones y las reacciones que
experimentan quienes reciben y quienes presencian los agravios están enraizadas en algo
que se considera muy personal y que se prefiere no exhibir. Por estas razones, la mejor
forma de obtener información en esta clase de temas es la entrevista en profundidad, que
es definida como “reiterados encuentros cara a cara entre el investigador y los
informantes, encuentros éstos dirigidos hacia la comprensión de las perspectivas que
tienen los informantes respecto de sus vidas, experiencias o situaciones, tal como las
expresan con sus propias palabras”.” (Gaytan, 2007:7)
Interpretación:
En dicho párrafo, se muestra que de una u otra manera, las personas se avergüenzan de
los casos de acoso, y prefieren mantenerlo en silencio, lo que lleva también a menguar las
investigaciones sobre este tema. Y de cierta manera los investigadores se dan a la tarea
de tener ese enfrentamiento con las múltiples realidades de la sociedad.
4. Texto:
Igareda, Noelia, Bodelón, Encarna (2013). “Las violencias sexuales y el acoso sexual en
el ámbito universitario español”. En: GAP “Gender-based violence, stalking and fear of
crime” (2008-2011). Programa Prevention of and Fight Against Crime Programme.
Universidad de Bochum (Alemania), Universidad de Keele (Inglaterra), Bolonia (Italia),
Cracovia (Polonia) y la Universitat Autònoma de Barcelona. pp: 65-79. Recuperado de:
http://eprints.bice.rm.cnr.it/6193/
Párrafo:
En la sociedad está muy arraigada la creencia de que la violencia de género en general, y
la violencia sexual en particular, suceden en mayor medida entre los grupos de población
con menores niveles económicos, educativos y sociales. A pesar de ello, numerosas
investigaciones han demostrado que la violencia de género atraviesa todas las clases
sociales, culturas y niveles educativos. (Igareda, 2013:66)
Interpretación:
En este fragmento, lo que las autoras quieren mostrar, es que existen nivele económicos
y académicos con más o menos reincidencia de casos de acoso, ergo toda clase social,
económica y académica se encuentra inmersa en el problema de acoso. Que no se puede
visualizar bien ya que aún se tiende a callar el abuso hacia la mujer y también hacia el
hombre.
Texto:
Logroño, Julieta. (2009). “Situación de acoso, abuso y otros delitos sexuales en el ámbito
de la Educación Superior. Caso Universidad Central de Ecuador”. Consejo Nacional De
Las Mujeres pp: 1 – 157. Quito – Ecuador. Recuperado de:
http://repositorio.iaen.edu.ec/handle/24000/4373
Párrafo:
“Uno de los problemas más difíciles de abordar desde el ámbito universitario es el de la
Violencia sexual, que siendo parte de una historia negativa para la humanidad, hoy ha
cobrado nuevas dimensiones por efecto de los adelantos en la tecnología comunicacional
e informática que ha facilitado el acercamiento a otras vivencias y también la difusión de
códigos, modos de vida, formas de ser y actuar de culturas que pretenden hegemonizar el
pensamiento y acción de las personas y que como es obvio, se refleja en las relaciones
que a lo interno de los espacios académicos se producen entre docentes; docentes –
estudiantes, estudiantes-estudiantes; comunidad universitaria- sociedad.” (Logroño,
2009:9)
Interpretación:
En la interpretación de este párrafo, se muestra que, en tanto, la sociedad ha ido
avanzando, han surgido puntos positivos y negativos frente a la nueva tecnología, ya que
se logra tener un mayor registro en los casos de acoso, pero al mismo tiempo la
subjetividad de las personas se vuelven más frágiles y son más fáciles de dominar, y así
crear dentro su entorno este tipo de acoso por parte de docentes y estudiantes.

Documentos Oficiales:
1. Texto:
Camacho, Gloria (2014). “La Violencia de Género contra las Mujeres en el Ecuador:
Análisis de los resultados de la Encuesta Nacional sobre Relaciones Familiares y
Violencia de Género contra las Mujeres”. Consejo Nacional para la Igualdad de Género.
Impresión: El Telégrafo. Quito. pp. 1- 111. Recuperado de:
https://www.unicef.org/ecuador/Violencia_de_Gnero.pdf
Párrafo:
“La comparación entre los distintos tipos de agresión a las mujeres por parte de su actual
o anterior pareja sentimental y la escolaridad femenina –años de estudios dentro del
sistema educativo formal– coincide con la tendencia general de que sufren menos
violencia las mujeres que cuentan con una mayor educación, aunque las cifras son altas
en todos los casos. Empero, hay algunas diferencias dependiendo del tipo de violencia,
pues la caí- da de su incidencia es marcada cuando se trata de violencia física o
psicológica, sobre todo entre aquellas que han cursado 13 o más años de estudios. Cuando
se trata de la violencia sexual, si bien la tendencia es a la baja conforme se incrementa la
escolaridad de la mujer, el descenso es menos nítido. En el caso de la violencia
patrimonial, aunque de forma leve, se mantiene la tendencia.” (Camacho, 2014:52)
Interpretación:
Lo que la autora muestra en este fragmento, es como se dijo anteriormente en otro texto,
que a pesar que la mujer logre alcanzar sus estudios académicos máximos, no le deslinda
de ser objeto de acoso por parte de hombres, y de cierta manera dándonos esas
características de victimas que prefieren callar.
2. Texto:
Consejo Nacional para la Igualdad de Género, (2016). “Lineamientos Generales para la
respuesta al Acoso Sexual y otras formas de violencia basada en Género en las
Instituciones de Educación Superior en el Ecuador”. Consejo Nacional para la Igualdad
de Género y UCE. Quito – Ecuador. pp. 1 – 28
https://www.igualdadgenero.gob.ec/wp-
content/uploads/downloads/2017/10/Lineamientos_generales_acoso_sexual_ies_
cnig.pdf
Párrafo:
“El acoso sexual es un tipo de violencia de género que afecta principalmente a las mujeres
y en la educación superior, puede afectar significativamente al plan de vida de la víctima
y con ello sus posibilidades de desarrollo económico, social e intelectual. Puede incluso
ocasionar efectos psicológicos que trasciendan a todas las esferas de su vida. El acoso
sexual hacia las personas LGBTI en las instituciones de educación superior, no ha sido
estudiado, sin embargo se presenta como un desafío en el marco de una política pública
educativa integral. Las formas de violencia hacia las personas LGBTI, puede enmarcarse
en los delitos de odio tipificados en el COIP, en tanto se produce por un deseo de castigar
a la alteridad, al otro/a que interpela los esencialismos identitarios. Esta conducta está
fundamentada en una construcción patriarcal de las relaciones de género y la sexualidad
masculina, que otorgan al agresor un poder sobre la víctima, por el cual considera tener
la prerrogativa de seducir y forzar una respuesta sexual.” (CNIG, 2016:7)
Interpretación:
Otro punto bastante importante, y que no existen tantos estudios es sobre el acaso
universitario a las mujeres transgénero, en donde, este texto es bastante interesante sobre
el estudio del maltrato que han sufrido las personas de la comunidad LGBTI no solo en
los entornos que se desenvuelven sino también sobre las pocas leyes que existen para
ellos.
3. Texto:
Gutiérrez, Catalina. (2016). “Protocolos contra el acoso sexual en Educación Superior.
Sugerencias para su elaboración”. Ministerio de Educación, República de Chile. pp. 1 –
40. Recuperado de:
https://www.uach.cl/uach/_file/procolos-contra-el-acoso-sexual-en-esup-
5ae1d43dd8535.pdf
Párrafo:
“El acoso sexual es una forma de violencia de género que sólo de manera reciente ha
comenzado a visibilizarse en las instituciones de educación superior chilenas. La falta de
herramientas normativas para abordar cabalmente el problema y el constante interés
público plantean la necesidad de que, en su autonomía, las instituciones tomen medidas
para la prevención, atención a las víctimas y desarrollo de acciones para su completa
erradicación.
Con el objetivo de aportar a la construcción de espacios educativos respetuosos,
igualitarios y garantes de los derechos de todas y todos sus integrantes, el Ministerio de
Educación a través de la Unidad de Equidad de Género.” (Gutiérrez, 2016:4)
Interpretación:
En este párrafo, se puede observar que se trata de fomentar la investigación y protocolos
para crear una nueva concientización de la sociedad machista que aún se encuentra muy
marcada en la sociedad latinoamericana.
4. Texto:
Universidad Central del Ecuador, (2017). “Protocolo General para la prevención,
atención y sanación de los casos de Violencia Sexual y de Género”. UCE, Secretaría
General. pp. 1 – 21 Recuperado de:
https://cssr-ecuador.org/downloads/PROTOCOLO.pdf
Párrafo:
“La violencia sexual y de género es una manifestación de los sistemas simbólicos de
dominación patriarcal que son parte de las estructuras sociales, culturales, instituciones y
para el presente caso, académicas. Prácticas como el abuso y el acoso sexual no solamente
son normalizadas, sino también promovidas en virtud de acrecentar principalmente, el
ego de las masculinidades violentas. La posición de “abnegación obligada” por parte de
las mujeres cae en una especie de conformismo que la misma cultura impone.” (UCE,
2017:3)
Interpretación:
Dentro de este párrafo, se analiza como las instituciones universitarias están logrando
avances para erradicar el acoso dentro de sus aulas, aunque se puede poner en tela de duda
de cuan factible son este tipo de trabajos para la aplicación en las universidades y el
alcance que ha tenido desde su publicación.
5. Texto
SENPLADES, (2014). “Agenda nacional de las mujeres y la igualdad de género 2014-
2017”. En: Comisión de Transición para la definición de la Institucionalidad Pública
que garantice la igualdad entre Hombres y Mujeres. Quito- Ecuador. Impresión El
Telégrafo. pp:1 -186 Recuperado de:
http://www.planificacion.gob.ec/wp-
content/uploads/downloads/2014/09/Agenda-Nacional-de-Mujeres-y-Igualdad-
de-Genero.pdf
Párrafo:
Las desigualdades de género constituyen una de las problemáticas estructurales del
sistema socioeconómico ecuatoriano. Durante siglos, tanto bajo el régimen colonial,
como en la posterior República, ha prevalecido una estructura de poder y una cultura, que
en los ámbitos público y privado colocaron a las mujeres en una situación de desventaja,
al negarles y limitarles sus derechos y libertades e imponerles pautas de convivencia
patriarcal, basada en la autoridad masculina. De esta manera, se institucionalizaron
normas y códigos culturales, que constituyeron un modelo social de dominación y
subordinación, que somete y anula las diversas formas de convivencia que existen en la
realidad, desconociendo los múltiples aportes de las mujeres en la sociedad.
(SENPLADES. 2014: 27)
Interpretación:
Como lo menciona el párrafo, la desigualdad de género aún sigue siendo un problema
estructural en la sociedad ecuatoriana, pero se puede observar que han existido grandes
avances sobre la igualdad de género y darle voz a la mujer. Es decir, que analizando el
pasado y contrastando con el presente se puede ver los avances del género femenino, pero
también será pertinente saber cuáles son los desfases de la nueva ola del feminismo en el
Ecuador.

Mapeo Mediático:
1. Texto
Canal de Youtube Luna Roja (2016). LUNA ROJA frente a los casos de acoso en la UCE.
Video:
https://www.youtube.com/watch?v=7PQ_abt9R0A
Notica:
“LUNA ROJA y las estudiantes de la carrera de Trabajo Social nos movilizamos el
pasado miércoles 3 de febrero del 2016, denunciando públicamente los 16 casos de acoso
y abuso de poder que se han ejercido sobre las compañeras, y otros tantos que no se han
dado a conocer por amenazas, amedrentamiento o por miedo, así como los procesos
burocráticos lentos e ineficientes, la inexistencia de protocolos y procesos de protección
a víctimas, el chantaje por parte de los docentes que ejercen la violencia y el acoso.
La marcha se abrió paso por la calle Mercadillo y América, y tuvo un recorrido de lucha
en las facultades de la Universidad Central del Ecuador entre ellas Jurisprudencia,
Filosofía, Sociología y Economía, como una muestra de la fuerza de la mujer universitaria
acompañada de compañeros con conciencia, la misma que desembocó en el Rectorado
con el propósito de una audiencia, para exigir la expulsión inmediata de Willam Aguilar,
docente de la UCE.
Hacemos un llamado a las y los estudiantes universitarios a formar parte de nuestra RED
DE DENUNCIAS, si conoces más casos de acoso escribiéndonos al correo electrónico
lunaroja.mujer@gmail.com ¡En contra de la reproducción de la violencia y el machismo
en los espacios universitarios, nos organizamos! LUNA ROJA continuará encendiendo
la mecha revolucionaria en las calles, barrios y universidades.” (Luna Roja, 2016)
Interpretación:
Dentro las noticias o los casos mediáticos sobre el acoso en las universidades, se puede
notar que esta noticia editada y redactada por el movimiento Luna Roja, trata de mostrar
en una corriente ideológica de liberación de las mujeres y la nueva voz que no está
dispuesta a callar, dándose poder con sus videos de marchas y protestas.
2. Texto
El Telégrafo, (2017). El acoso sexual también se debate en los espacios de educación
superior. Artículo:
https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/sociedad/1/el-acoso-sexual-tambien-se-
debate-en-los-espacios-de-educacion-superior
Noticia:
“La Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) y la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) organizaron el panel Acoso
sexual en las instituciones de educación superior, un espacio de reflexión y debate que
busca promover lugares libres de violencia en las instituciones académicas a nivel
nacional.
Augusto Barrera, titular de la Senescyt, resaltó la necesidad de que las instituciones actúen
como agentes de cambio para modificar radicalmente esta problemática que aqueja a gran
parte de la sociedad.
“La idea es generar un Estado de derecho y articular acciones que permitan generar
políticas enfocadas en la prevención”, dijo y agregó que para conseguir este objetivo es
necesario un trabajo conjunto: universidades, escuelas politécnicas, institutos y entidades
del Estado, a fin de lograr transformaciones profundas.
La ministra de Justicia, Derechos Humanos, Rosana Alvarado, solicitó que el mensaje de
no naturalizar la violencia se expanda en las instituciones.
“Nos horroriza los casos de acoso y por ello ruego y pido que rompamos el silencio;
aprecio estos debates que construyen una opinión en la academia, porque lo que se plantea
es obtener el concepto de estas problemáticas y el accionar en favor de las víctimas”,
añadió que en la educación superior suman más de 700 mil jóvenes.
En el panel participaron también Javier Acuña, Fundación Pakta y docente de la
Universidad Central del Ecuador; Gioconda Herrera, profesora investigadora del
Programa de Sociología y Estudios de Género de Flacso; Rocío Rosero, representante de
la Coalición Nacional de Mujeres; Keyla Carvajal, miembro de la Federación de
Estudiantes Universitarios del Ecuador.
El acoso sexual es un problema latente que incluso es considerado como una vulneración
del derecho a la educación de las víctimas y en varios casos ocasiona deserción
universitaria.
Según información difundida por Senescyt, Barrera reiteró que existe la necesidad de que
las instituciones de educación superior generen protocolos para erradicar la violencia
basados en la propia experiencia de sus establecimientos y creando acuerdos con la
comunidad universitaria. “Debemos estar preparados para enfrentar estos problemas, ser
actores activos para afrontar todos los elementos de violencia que se producen en las
IES”. Así también, resaltó el hecho de que actualmente existe un 53% de la población
universitaria que pertenece al género femenino y que, desde el 2010, el 56% de
titulaciones registradas corresponden a mujeres.” (El Telégrafo, 2017)
Interpretación:
En esta noticia se pude observar los avances que han surgido mediante las protestas de
los estudiantes y han tomado cartas en el asunto, aunque también se puede mostrar que
dada la realidad aún siguen existiendo quejas por parte de las estudiantes y siguen los
profesores acusados por acosos trabajando en las instalaciones, dando a entender de quien
tiene el poder en realidad.
3. Texto
El Telégrafo, (2018). Las ‘U’ definen protocolo contra violencia de género. Artículo:
https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/sociedad/6/las-u-definen-protocolo-
contra-violencia-de-genero
Noticia:
“Espoch organiza campaña
La primera alma mater en elaborarla fue la Espoch. En junio de 2017 aprobó su protocolo
e incluyó, desde ese semestre, la transversalización de contenidos de género, violencia y
sexualidad dentro del currículo de formación de los estudiantes de admisión. En
diciembre pasado iniciaron una campaña para concienciar a la comunidad sobre la
necesidad de frenar la agresión al colectivo. “Acoso, acusa” es el lema de esta estrategia.
En carteles se exhibieron zapatos rojos y manchas del mismo color sobre ropas blancas.
“Hemos crecido y aceptado una violencia simbólica que pensábamos que era normal y no
es así”, expresó Rosa Saeteros, vicerrectora de Espoch.
El instructivo -señala la directiva- es una alerta para docentes y autoridades que tienen
potestad en el campus. “Es una guía para que estas personas sepan que deben manejar de
manera adecuada su poder y para que las posibles víctimas no permitan este tipo de
situaciones”. Saeteros aclara que la idea no es castigar, sino prevenir -por medio de
educación y respeto mutuo- que nuevos problemas ocurran.
Evelyn Rodríguez, presidenta de la Secretaría de Inclusión y Equidad de género de la
Espoch, cree que este protocolo de protección a los universitarios brinda seguridad, por
eso denuncian con más frecuencia las irregularidades. “Pierden el miedo, porque hay un
instrumento para defenderse y paulatinamente erradicar este mal”.
Situación en la UCE
La UCE aprobó su instructivo en diciembre de 2017. En el texto reza que las situaciones
de acoso sexual y violencia de género no pueden someterse a mediación ni a otro método
de resolución de conflictos. “Se daría lugar a nuevas violaciones de derechos y la
impunidad de los perpetradores de violencia’, señala el quinto principio del citado
protocolo. Además, establece protección total a la afectada y promueve que todo
integrante de la comunidad universitaria denuncie cualquier evento de este tipo en el
Departamento de Bienestar Estudiantil.
Este organismo es el encargado de encaminar la denuncia a los canales oficiales y brindar
la atención profesional especializada. La representante de Luna Roja reconoce este
instrumento como un primer paso, pero plantea la necesidad de mejorarlo, sobre todo en
las formas para la reparación de los daños. Para ella no hay una claridad de cómo se
aplicará ese proceso dentro de la universidad.
“Lo único que se establece es que se debe acatar lo que disponen las leyes existentes en
reparación integral, no obstante, la UCE carece de algo propio y más efectivo”. También
considera que debe existir un mejor enlace entre el CES y las IES para que las sanciones
no sean levantadas por el organismo de control educativo. Este medio de comunicación
solicitó a la Senescyt información sobre la cantidad exacta de IES que ya cuentan con el
protocolo de actuación, pero hasta el cierre de esta edición no hubo una respuesta.” (El
Telégrafo, 2018)
Interpretación:
Dichos protocolos que se han puesto en vigor durante las instituciones universitarias, se
puede observar que no existe aún el conociendo de este tipo de trabajos, porque no se han
aplicado bajo la ley en algunos casos de acoso, y que sin dar voz a este tipo de documentos
no puede existir ningún cambio dentro de la comunidad universitaria.
4. Texto
Mediato, (2018). “Universidades ecuatorianas, sin protocolos efectivos para tratar el
acoso sexual”. Articulo:
http://www.mediato.com.ec/acoso-sexual-universidades/
Noticia:
“El acoso sexual en las universidades del Ecuador es un tema inexplorado. No existen
cifras que permitan medir ni visibilizar la magnitud de este problema a nivel nacional.
Incluso la última encuesta para estudiar el acoso sexual en nuestro país fue realizada por
el INEC en 2011. Ante la falta de recursos para reconocer este fenómeno, un grupo de
investigadoras y feministas de diversas universidades del país (Universidad Politécnica
Salesiana, la Universidad Pontificia Católica del Ecuador, el Instituto de Altos Estudios
Nacionales, la FLACSO, la Universidad de Cuenca y la Universidad Central del
Ecuador), se han organizado para desarrollar un instrumento que permita medir la
prevalencia del acoso sexual en las instituciones de educación superior.
El hecho es claro: en las universidades del Ecuador, como en las de otros países de la
región y el mundo, hay acoso sexual. Sin embargo, Paz Guarderas, investigadora de la
Universidad Politécnica Salesiana y miembro del grupo de mujeres que se han unido por
esta causa, comenta que “no existe una concepción acertada en torno a estas prácticas”.
Es decir, las víctimas no logran identificar lo que es o no es acoso sexual. Además, cuando
se lo detecta, la opción que toma la mayoría es guardar silencio por miedo a represalias
por parte del sujeto agresor que se impone haciendo uso de su posición de poder. “Faltan
políticas y normas en las universidades para prevenir, atender y sancionar estos casos”,
añade.
El camino por recorrer es largo y los abusos siguen. A raíz del caso que se hizo público
del docente que acosó sexualmente a estudiantes de la carrera de Trabajo Social de la
Universidad Central del Ecuador -y que posteriormente fue separado de la institución-,
en febrero de 2016, se encendieron las alarmas y finalmente las autoridades encargadas
se han pronunciado a escala nacional sobre las agresiones sexuales en las instituciones de
educación superior.
A pesar de que el año pasado se implementó en Ecuador el Protocolo para actuar frente a
situaciones de violencia en instituciones educativas, este solo aplica para escuelas y
colegios. En noviembre del 2017, la Senescyt estableció que las universidades deben
elaborar protocolos en cada institución para prevenir estos actos. Respecto a este
pronunciamiento, Guarderas menciona que “se necesita personal capacitado en el área”,
para evitar la revictimización (la afectación a los derechos a la víctima como consecuencia
de la exposición derivada del acoso sexual) o la impunidad.
Ecuador no es un caso aislado. En general, en las universidades de América Latina no hay
datos claros ni oficinales sobre acoso sexual en las universidades. El portal web Distintas
Latitudes en septiembre del 2016 buscó información en 63 Universidades de 11 países
para saber si contaban con protocolos para actuar frente a casos de abuso sexual. Los
resultados demostraron que apenas 12 universidades (de México, Colombia, Uruguay,
Costa Rica, El Salvador, Honduras y Ecuador) cuentan con estos documentos. En el caso
de Ecuador, la institución a la que se hace referencia es la Universidad San Francisco de
Quito; sin embargo, este protocolo no se encuentra disponible actualmente en la página
web de la institución.
Gracias a los aportes que han realizado las investigadoras ecuatorianas, cuyo objetivo a
largo plazo crear una base estadística para cuantificar el fenómeno y lograr dar a conocer
dicho problema, la Universidad Central del Ecuador y la Escuela Politécnica de
Chimborazo ya cuentan con instructivos para denunciar las agresiones de acoso sexual a
los estudiantes. Se espera que en un plazo corto más instituciones se unan a la iniciativa,
recordando que existe la necesidad que desde el Estado, la academia y la población se
realice un trabajo articulado para generar una respuesta eficiente a las víctimas de abuso
sexual en las instituciones educativas el Ecuador.” (Mediato, 2018)
Interpretación:
Como mencione en la noticia anterior y como esta lo menciona, aun no existen protocolos
efectivos, porque no han tenido una buena y correcta socialización dentro de las
universidades que han creado estos protocolos. Y por ende aún existen abusos de poder
frente a los y las estudiantes y quedan los casos de acosos en el aire sin tener un verdadero
seguimiento.
5. Texto
Ministerio de Educación, (2017).Universidad aprueba protocolo contra la violencia y
discriminación de género. Artículo:
https://educacion.gob.ec/universidad-aprueba-protocolo-contra-la-violencia-y-
discriminacion-de-genero/
Noticia:
“El Ministerio de Educación valora en toda su magnitud que la Universidad Central, a
través del Honorable Consejo Universitario, haya aprobado el protocolo para el proceso
de erradicación de las desigualdades entre hombre mujeres y personas LGBTI en el
ámbito universitario. El protocolo aprobado define procedimientos y acciones para la
prevención denuncia, sanción y seguimiento respecto a los actos de violencia basados en
género y acoso sexual, así como para los casos de discriminación y exclusión por diversas
condiciones.
En la Subsecretaría de Innovación Educativa y Buen Vivir del MinEduc, la noticia fue
bien recibida por Pablo Ormaza, Director Nacional para la Democracia y Buen Vivir,
quien manifestó: “Es un paso importante, considerando que todo el país debe estar
comprometido en la erradicación de la violencia por género, u otras causales, a nivel
educativo. En el ámbito de la educación superior no han existido protocolos definidos en
las universidades para fortalecer políticas de inclusión y, qué mejor, si ahora estamos
trabajando en esta línea que permita fortalecer la denuncia y la prevención”.”
(MINEDUC, 2017)
Interpretación:
En esta noticia solo trata de informar lo que se ha estado haciendo pero más no muestra
los resultados y ni siquiera adjuntan el protocolo, es decir que se expresa o se le da la más
mínima importancia a trabajos e investigaciones que deberían ser bastante importantes y
más aun si están publicados en las noticias de los ministerios, que son la primera fuente
de investigación.

Opinión Informada:
1. Texto:
El Universo (2010). Acoso sexual en universidades. Periodista: Iván Sandoval. Articulo:
https://www.eluniverso.com/2010/10/19/1/1363/acoso-sexual-
universidades.html
Párrafo:
El acoso sexual (hétero principalmente) existe en nuestras universidades desde antes de
que yo estudiara medicina en la Central. Según recuerdo, los dos casos que fueron
denunciados (la mayoría no lo son) mientras pasé por allí no merecieron ni una
amonestación del decano para los profesores acusados y más bien mis compañeras
quedaron como las seductoras. La universidad es un espacio privilegiado para el ejercicio
del poder travestido como saber. Ahora entiendo (y repudio) otras lecturas del lema de
mi universidad: Omnium potentior est sapientia, la sabiduría es todopoderosa y permite
curar, construir, crear, inventar y enseñar; pero también sirve para intimidar, manipular,
someter, humillar y ejercer presiones para satisfacer diversas apetencias. Hoy como ayer,
los estudiantes no se atreven a denunciar, porque los profesores siempre tienen las de
ganar en cualquier universidad ecuatoriana. (El Universo, 2010)
Interpretación:
Este tipo de entrevistas muestra la realidad que se ha vivido siempre, y que pese a las
protestas y denuncias de los estudiantes no se ha logrado que sean escuchadas, por este
problema estructural que existe en las universidades y el abuso de poder por parte de las
autoridades.
2. Texto:
El Telégrafo, (2016). ¿Se rompe el silencio sobre el acoso sexual? Columnista: Erika
Sylva Charvet. Artículo:
https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/columnistas/1/se-rompe-el-silencio-
sobre-el-acoso-sexual
Noticias:
Es un ‘secreto a voces’, algo que se rumora o cuchichea, cuando no se lo silencia, o se lo
minimiza, o evade, o no se lo advierte o, peor aún, no se comprende la gravedad del
fenómeno. Me refiero al acoso sexual en las universidades ecuatorianas, un tipo de
violencia de género que afecta principalmente a las mujeres, de acuerdo a los pocos
estudios realizados por académicas en ciertas casas de estudio.
Como es un comportamiento tan normalizado, las cifras son elusivas, pero la información
levantada en estudios más cualitativos registra centenares de testimonios de esta
experiencia en la cotidianidad académica, vividos en distintos espacios y a través de tantas
formas: sutiles, descaradas, intimidatorias; verbales, escritas, visuales, gestuales,
sensoriales, en una dinámica enfermiza que tiende al escalamiento y puede afectar
significativamente la vida de las personas.
Es un ‘secreto a voces’, algo que se rumora o cuchichea, cuando no se lo silencia, o se lo
minimiza, o evade, o no se lo advierte o, peor aún, no se comprende la gravedad del
fenómeno. Me refiero al acoso sexual en las universidades ecuatorianas, un tipo de
violencia de género que afecta principalmente a las mujeres, de acuerdo a los pocos
estudios realizados por académicas en ciertas casas de estudio.
Como es un comportamiento tan normalizado, las cifras son elusivas, pero la información
levantada en estudios más cualitativos registra centenares de testimonios de esta
experiencia en la cotidianidad académica, vividos en distintos espacios y a través de tantas
formas: sutiles, descaradas, intimidatorias; verbales, escritas, visuales, gestuales,
sensoriales, en una dinámica enfermiza que tiende al escalamiento y puede afectar
significativamente la vida de las personas.
Lo grave es que hay ausencia de políticas, normativas y procedimientos orientados a
erradicar este mal en las IES, lo que facilita el silencio, la complicidad, la culpabilización
y estigmatización de las víctimas que se atreven a denunciar, y, en una cruel paradoja, la
impunidad de los acosadores que siguen tan campantes en sus carreras universitarias.
La buena noticia es que por fin esta práctica está empezando a ser visibilizada y
enfrentada, gracias a una política pública comprometida con la promoción de la igualdad
y equidad de género en la educación superior. En efecto, en el marco de una reciente
denuncia, la Universidad Central del Ecuador (UCE) y el Consejo Nacional para la
Igualdad de Género (CNIG) han elaborado -con el apoyo de la Red de Educación Superior
y Género (RESG)- una propuesta de ‘protocolo recomendado’ al acoso sexual y otras
violencias basadas en género que establece los principios, ámbitos de aplicación, órganos
responsables, mecanismos de prevención y procedimientos para la denuncia,
investigación y sanción de este delito.
Para los incrédulos en el proceso constituyente, ello ha sido facilitado por la normativa
constitucional y legal vigente. Sin embargo, la discusión de este instrumento evidenció
los límites de los órganos encargados de lidiar con este problema en las IES y la necesidad
de que la reforma de la actual LOES reconozca la especificidad de la problemática
ordenando la creación de una instancia técnicamente preparada, sensibilizada y con
conocimientos para su manejo, como existen ya en otros países.
Por otra parte, a lo interno de la UCE, es indispensable que esta iniciativa -así como la
política para la igualdad de género propuesta en abril de 2015- sea íntegramente recogida
en la reforma al actual Estatuto Universitario, de próxima aprobación, cuya propuesta
original no contenía prácticamente nada relacionado a la igualdad y equidad de género.
De no hacerlo, tan importante iniciativa derivará en un mero saludo a la bandera. De
hacerlo, la UCE será la pionera en romper el silencio sobre el tabú del acoso sexual en el
sistema de educación superior del Ecuador. (O)
Interpretación:
Aquí en este artículo se puede ver claramente, que uno de los mayores problemas que
fomentan el acoso que como menciona la columnista es un “secreto a voces”, ya que todos
están conscientes de este problema, pero la cuestión es que el mantener el prestigio de
una institución también recae frente las autoridades y la mejor opción es mantener un
perfil bajo dentro de este tipo de problemas. Manteniéndole en un secreto a voces.
3. Texto:
Tapia, Tania; Jiménez, Camilo. (2017). No más silencio: VICE explica por qué el acoso
sexual en las universidades sí existe. Artículo:
https://www.vice.com/es_co/article/paak38/silencio-vice-acoso-sexual-
universidades-colombia-existe-investigacion-connectas
Párrafo:
“El caso refleja una realidad que hoy todavía se vive en demasiadas universidades, no
solo en Bogotá, sino también en otros lugares de Colombia. El acoso y el abuso sexual
son una realidad en muchas instituciones de educación superior. Pero son una realidad
invisible, en gran parte como consecuencia de la atención insuficiente que le dan al tema
no solo los directivos y los funcionarios universitarios, sino también la institución del
Estado responsable de guiar a las universidades: el Ministerio de Educación.
Durante tres meses, VICE se dio a entender las condiciones que permiten que sucedan
casos de acoso y abuso sexual en las universidades colombianas. Para ello, revisó los
reglamentos de 30 planteles del país, habló con víctimas, confrontó a directivos y
entrevistó a profesores, investigadores y activistas que conocen la problemática.
VICE también le pidió explicaciones al Ministerio de Educación y visitó planteles en
Medellín, Cali, Bucaramanga y Barranquilla. Allí encontró casos aberrantes de docentes
que impunemente siguen dictando cátedra a pesar de tener denuncias en su contra, de
víctimas que llevan años tocando inútilmente a las puertas de los despachos de directivos
universitarios para exigir justicia y atención, y de burocracias enormes, pero ineficientes
que, más allá de tener reglamentos, no logran contener el fenómeno.
La conclusión es que el acoso, el abuso sexual y otras violencias contra la mujer en las
universidades permanecen un tema secundario. Ni los planteles lo tienen en su lista de
prioridades, ni las denuncias hechas por activistas son suficientemente escuchadas, ni las
víctimas se sienten atendidas, ni el Estado interviene para reducir el fenómeno.” (Tapia,
2017)
Interpretación:
En esta extensa entrevista que se da un plus como investigación por parte de VICE
Colombia, quise extraer este pequeño fragmente que me parce sumamente interesante, ya
que muestra una conclusión a que como se ve en toda esta investigación, como todos
tratan de esquivar este problema, como los ministerios, profesores y las instituciones en
general, siguen mantenido esta idea de normalización de acoso a los y las estudiantes. Y
como ya mencione anteriormente no solo se trata de los problemas psicológicos hacia los
estudiantes, sino un problema más complejo de estructura.

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