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Los principales factores que se asocian a la aparición de la desnutrición como problema de salud
pública se pueden agrupar en medioambientales (por causas de la naturaleza o humanas), socio-
culturales-económicos (asociados a los problemas de pobreza e inequidad) y político-
institucionales.
Adicionalmente, cabe señalar que el alza de precios en los alimentos que tanto el mundo como la
región latinoamericana han estado experimentando recientemente genera un escenario complejo,
en el que la vulnerabilidad de la población más pobre aumenta. Se calcula que un incremento del
15% en el precio de los alimentos eleva la incidencia de la indigencia en casi tres puntos, de
12,7% a 15,6%, por lo que la alteración de los precios provocaría una adición de 15,7 millones
de latinoamericanos a la indigencia. En el caso de la pobreza, los aumentos son parecidos, ya que
la misma cantidad de personas pasaría a ser pobre. Así, considerando que, según datos de los
países de la región, la extrema pobreza explicaría la mitad de la prevalencia de subnutrición y
desnutrición, ciertamente la vulnerabilidad alimentaria en la región también se incrementaría.
Adaptado de
2009 El costo del hambre: impacto social y económico de la desnutrición infantil en el Estado Plurinacional de Bolivia,
Ecuador, Paraguay y Perú. Santiago de Chile: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). pp.
13-17. Consulta: 03 de mayo de 2018.
https://inversionenlainfancia.net/application/views/materiales/UPLOAD/ARCHIVOS_DOCUMENTO/documento_doc
umento_file/38_1CostohambreBoliviaEcuadorParaguayyPeruCEPAL2009.pdf
Dentro de los factores subyacentes, la educación de la madre tiene el impacto más fuerte en la
desnutrición infantil. Respecto a los factores determinantes básicos, la Organización Mundial de
la Salud publicó en el 2007 un estudio en el que se compara la desnutrición y la desigualdad
entre 47 países en desarrollo usando un índice de concentración para medir la desigualdad por
quintil de ingreso. El estudio muestra notorias desigualdades socioeconómicas entre niños bien
nutridos y malnutridos. Los 8 países de América Latina y El Caribe presentan los niveles de
desigualdad más altos; entre estos, el Perú es el segundo país más desigual, solo después de
Guatemala.
2009 Desnutrición crónica infantil en el Perú: un problema persistente. Lima: Centro de Investigación de la Universidad
del Pacífico. pp. 5-17. Consulta: 03 de mayo de 2018.
http://repositorio.minedu.gob.pe/bitstream/handle/123456789/1514/Desnutrición%20Crónica%20Infantil%20en%20e
l%20Perú.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Existen factores de riesgo que enfrentan los niños desde su nacimiento hasta los cinco años y los
constituyen como más vulnerables a la desnutrición. Se identifican algunos riesgos específicos:
limitado crecimiento intrauterino (reflejado en un bajo peso al nacer), retraso del crecimiento,
deficiencia de yodo y hierro, y otros factores nutricionales, tales como características de la
lactancia e ingesta de zinc. El retraso en el crecimiento resultó ser el factor más riesgoso,
principalmente por su alta prevalencia en los países en desarrollo y por sus costosas
consecuencias.
En atención de la salud, se consideran variables como edad y sexo del niño, afiliación a un
seguro de salud, parto institucional, lactancia y peso al nacer, entre otras. Todas estas variables
se relacionan con la manera en que el niño es cuidado desde el parto hasta sus primeros años de
vida. En la categoría preparación del cuidador/a, se incluyen variables como educación y número
de hijos de la madre o el padre (dependiendo de quién cuide al niño), así como la frecuencia con
la que escucha radio, ve televisión, o lee diarios o revistas. Se considera que mientras más
informada y preparada sea la persona encargada del cuidado, mejor será la atención que se brinde
al niño.
Dentro de la categoría seguridad del hogar, se incluyen los materiales del piso, paredes y techo;
los servicios de agua potable, alcantarillado y electricidad de la vivienda; y la altitud y el área de
residencia de la familia. Todo ello tiene un impacto en las condiciones de vida de los niños e,
indirectamente, afecta su estatus de salud. Finalmente, la salubridad de la comunidad incluye
variables relacionadas con los servicios sociales y la infraestructura de salud disponibles en el
distrito donde vive el niño.
2011 "Identificando estrategias efectivas para combatir la desnutrición infantil en el Perú". Apuntes. Lima, volumen
XXXVIII, número 69, pp. 7-54. Consulta: 03 de mayo de 2018.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3834800
Ahora bien, las evaluaciones del efecto de la desnutrición en el desarrollo del niño deben tomar
en consideración distintas circunstancias sociales, económicas y ambientales adversas asociadas
con las poblaciones económicamente desfavorecidas. La desnutrición debe estudiarse, por tanto,
en el contexto del medio social del infante.
Adaptado de
CONCHA, Fabiola
1989 “Desarrollo y desnutrición”. La desnutrición y sus efectos en el desarrollo del niño. Lima: San Marcos, pp. 15-74.
La desnutrición energético proteica (DEP) severa durante el periodo de crecimiento acelerado del
cerebro es un factor de riesgo, pues aumenta las probabilidades de que el desarrollo mental del
niño no siga la trayectoria promedio de la especie. Sin embargo, la DEP severa no es un factor
suficiente para que se desvíe la trayectoria: existen factores sociales y ambientales que
contribuyen a cambiar esta dirección, aumentando o disminuyendo las probabilidades del desvío.
Más aun, estos cambios pueden existir aun cuando la DEP haya dejado algunas lesiones
permanentes en la anatomía o en la bioquímica cerebral. Desde la perspectiva de la salud
pública, es importante anotar que esos cambios pueden ser programados mediante intervenciones
educativas dirigidas tanto al niño como a la madre o a otras personas cuidadoras.
Existe una correlación positiva entre el grado de retardo en el crecimiento durante los dos
primeros años de vida, y el déficit cognoscitivo a corto y largo plazo. Este déficit disminuye, sin
embargo, en aquellos niños que entran en la escuela y son promovidos en la escuela primaria.
Así también es de esperarse que, si los niños afectados continúan expuestos a condiciones
ambientales que no satisfacen sus necesidades básicas, el rezago continuará durante la época
escolar. Sin embargo, si estos niños desnutridos durante los dos o tres primeros años de vida son
transferidos a un hogar que sí satisface las necesidades básicas, su desarrollo mental puede
rehabilitarse significativamente.
Por lo menos en los varones, el retardo en el crecimiento físico durante la infancia en las
poblaciones donde la DEP es endémica es un buen indicador del nivel de funcionamiento
cognoscitivo y del rendimiento del escolar en el aula. Finalmente, es importante destacar que el
efecto de la falta de educación formal puede producir un déficit cognoscitivo más profundo que
el retardo de crecimiento severo.
Adaptado de
POLLITT, Ernesto
2002 “Desnutrición energético proteica II: observaciones sobre sus efectos en el desarrollo intelectual y el rendimiento
escolar”. Consecuencias de la desnutrición en el escolar peruano. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú,
Fondo Editorial, pp. 173-197.
FUENTE 6: VIDEO
El estado nutricional de la mujer antes y durante el embarazo afecta el estado de salud materna e
infantil. Para que el niño o la niña tenga un desarrollo óptimo, son necesarios una ingesta de
nutrientes adecuada, el suministro de suplementos cuando sean necesarios y la prevención de las
enfermedades. También, es necesario evitar los factores de estrés como el humo del tabaco, las
sustancias narcóticas, los contaminantes ambientales, y las tensiones y presiones psicológicas.
Varios estudios han demostrado que la iniciación temprana de la lactancia materna reduce las
probabilidades de mortalidad neonatal. El calostro, que es la leche altamente nutritiva que
produce la madre en los días inmediatamente posteriores al alumbramiento, suministra al bebé
nutrientes esenciales y anticuerpos que fortalecen su sistema inmunológico. De esa manera, se
reduce el riesgo de muerte en el periodo neonatal. Además de salvar vidas, el comienzo
temprano del amamantamiento conlleva un aumento de la intensidad de las contracciones del
útero, lo que disminuye el peligro de hemorragia uterina. Asimismo, reduce los riesgos de
hipotermia, mejora el vínculo entre la madre y el hijo, y alienta la producción inmediata de leche.
A nivel mundial, menos de la mitad de los recién nacidos son amamantados en su primera hora
de vida, pero, en los países menos adelantados, se registran las tasas más altas de comienzo
temprano de la lactancia materna (52% en 2011). Asia meridional es la región del mundo con el
menor porcentaje de amamantamiento de recién nacidos en su primera hora de vida (39% en
2011). Por otro lado, África subsahariana tiene la mayor cobertura de iniciación temprana de la
lactancia materna, ya que el 48% de los bebés es amamantado en la primera hora de vida.
La lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses permite salvar vidas. Durante ese
período, los lactantes que no son amamantados tienen 14 veces más probabilidades de morir de
cualquier causa que los lactantes que reciben leche materna exclusiva. Los lactantes que reciben
leche materna exclusiva corren menos peligro de morir de enfermedades diarreicas o neumonía,
que son las enfermedades que causan el mayor número de muertes de menores de 5 años.
Además, la lactancia materna exclusiva ofrece muchos otros beneficios tanto a la madre como al
lactante, entre ellos, la prevención de las deficiencias de crecimiento. En 2011, la proporción de
lactantes menores de seis meses que recibieron amamantamiento exclusivo fue del 39%. El 76%
de esos lactantes continuó siendo amamantado hasta cumplir un año de edad, mientras que solo
el 58% siguió recibiendo los beneficios de la lactancia materna hasta los dos años, que es la edad
recomendada. Las regiones con las tasas más elevadas de amamantamiento exclusivo de los
lactantes menores de seis meses fueron África oriental y meridional (52%) y Asia meridional
(47%), con tasas similares en los países menos adelantados en general. Sin embargo, la cobertura
más baja se registra África subsahariana, donde el amamantamiento exclusivo solo alcanzó en
2011 al 37% de los lactantes menores de seis meses de edad. Eso se debió en gran medida a la
baja tasa (25%) registrada en África occidental y central, notablemente inferior a la de África
oriental y meridional (52%).
Adaptado de
2013 Mejorar la nutrición infantil. El imperativo para el progreso mundial que es posible lograr. s/l: Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia. Consulta: 4 de mayo de 2018.
https://www.unicef.org/Spanish_UNICEF-NutritionReport_low_res_10May2013.pdf
Desde el sector salud, existen diversas actividades que el Plan Nacional para la Reducción y
Control de Anemia Materno Infantil y la Desnutrición Crónica Infantil en el Perú: 2017-2021
propone para conseguir los objetivos trazados en cuanto a solucionar el problema de la
desnutrición infantil. A continuación, se plantean algunos de ellos.
Adaptado de
MINISTERIO DE SALUD
2017 Plan Nacional para la Reducción y Control de Anemia Materno Infantil y la Desnutrición Crónica Infantil en el Perú:
2017-2021. Consulta: 1 de mayo de 2018.
http://bvs.minsa.gob.pe/local/MINSA/4189.pdf
La educación y cultura son factores claves para combatir la desnutrición infantil. Se observa una
relación directa entre el menor nivel de educación de la madre y el mayor porcentaje de
desnutrición crónica infantil (DCI) en niños y niñas menores de 5 años, dato constante en todos
los años (2007, 2010 y 2012). En tal sentido, desde el Minsa, se busca promover la adopción de
prácticas saludables orientadas al cuidado de la gestante, el recién nacido, las niñas y niños
menores de 3 años para contribuir con la reducción de la DCI, y la prevención y control de la
anemia. El desarrollo de acciones se llevará a cabo a través de estrategias comunicacionales
diferenciadas para las zonas rurales y urbanas. Algunas de estas acciones que se llevarán a cabo
son movilizaciones sociales como ferias, activaciones, marchas de sensibilización, sociodramas,
entre otros, que serán utilizados para desarrollar las estrategias “cara a cara”, lúdicas, creativas y
de integración, para la difusión de los mensajes claves. Además, por un lado, la difusión en
medios de comunicación masiva será importante. A través de cuñas radiales (para zonas rurales)
y publicidad en televisión (para zonas urbanas y urbano marginales), se difundirán
microprogramas y documentales en medios de alcance nacional y regional. Por otro lado, se
recurrirá a la difusión en medios de comunicación alternativa: mediante publicidad en vallas,
buses, mototaxis, murales y otros lugares de exposición de mensajes que se encuentran en la vía
pública, ya sea al interior de las ciudades como en las carreteras de acceso, tanto en Lima como
en regiones del país. Asimismo, se brindarán talleres de sensibilización con autoridades locales,
regionales y nacionales, así como con comunicadores, para lograr su compromiso en la difusión
de la información relevante a través de sus espacios de intervención y participación. A su vez, se
tomarán acciones con los representantes de los medios de comunicación a fin de que se difunda
información sobre las actividades programadas y se promuevan espacios en los medios para la
difusión de los mensajes importantes. La utilización de páginas web y redes sociales jugará un
rol fundamental para diseminar o vitalizar los mensajes claves en espacios web y redes sociales
para conocimiento de la población que utiliza estos mecanismos.
Adaptado de
MINISTERIO DE SALUD
2014 Plan Nacional para la Reducción de la Desnutrición Crónica Infantil y la Prevención de la Anemia en el País,
Periodo 2014 – 2016. Consulta: 5 de mayo del 2018.
http://www.minsa.gob.pe/portada/especiales/2015/nutriwawa/directivas/005_plan_reduccion.pdf
Las campañas y programas educativos son claves para combatir la desnutrición infantil,
particularmente en las zonas rurales. En tal sentido, las compañías o empresas mineras que
trabajan en las diversas regiones pueden contribuir en las prevenciones y lucha contra la
desnutrición infantil. Un ejemplo es el Fondo Minero Antamina que diseñó el proyecto Ally
Micuy (frase en quechua que significa “buen alimento”), que busca reducir la desnutrición
crónica y la anemia infantil. Hasta hace tres años, la mayoría de madres de la comunidad de
Ancoracá en Caraz, Áncash, no conocía la importancia de acudir a sus controles prenatales
e incorporar alimentos sólidos con alto contenido de hierro cuando sus hijos dejaban la lactancia
exclusiva. En otras palabras, la falta de educación en temas de nutrición, salud e higiene causaba
que muchos padres mantuvieran prácticas que generaban desnutrición crónica en sus niños o que
presentaran enfermedades diarreicas y respiratorias. “No es fácil lograr este objetivo, pero poco a
poco las madres gestantes o que tienen hijos menores de tres meses aprenden por imitación”,
asegura Esther Chávez Ramírez, educadora comunal en nutrición de Ancoracá. Ella es una
madre que ha sido capacitada por Cáritas para enseñar al resto de sus compañeras todo lo que
sabe. Así como sucede con otras educadoras comunales, Chávez se encarga de impartir talleres
de 15 días de duración a un grupo de 20 madres beneficiarias del proyecto a su cargo sobre
cómo mejorar la alimentación de sus pequeños y la higiene en casa. En estos, Chávez también
realiza controles periódicos del peso y talla de los niños para comprobar si sus alumnas aplican
lo que aprenden en clase.
Adaptado de
MÁLAGA, Iana
2010 "Educación de madres permite reducir desnutrición infantil". El Comercio. Lima, 2 de julio. Consulta: 5 de mayo de
2018.
https://archivo.elcomercio.pe/economia/peru/educacion-madres-permite-reducir-desnutricion-infantil_1-noticia-504239