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ARTE EN MESOAMÉRICA

El preclásico produjo principalmente cerámica no ornamentada, pero también las


creaciones de la cultura olmeca, muy evolucionada, que floreció poco más o
menos entre 1200 a. C. y 600 a. C. Muy famosas son sus figurillas de jade y sus
ciclópeas cabezas de piedra, sobrecogedoras por su enigmático simbolismo, que
miden a veces más de 2,00 metros de altura. Están ejecutadas con un acusado
sentido naturalista: los labios abultados y la expresión ceñuda les confieren una
tensión inquietante. Parece que los olmecas iniciaron la tradición mesoamericana
de construir colosales centros ceremoniales de piedra y de llevar una notación
cronológica.

Se identifica el periodo Clásico a través del gran desarrollo en el comercio y


tecnología que llevó a diversas culturas a un urbanismo monumental. Los mejores
ejemplos son Teotihuacan, Monte Albán y las ciudades mayas. Todas las
ciudades mesoamericanas del Clásico se construyeron siguiendo un modelo
cósmico, en estrecha relación con los movimientos de los astros en el horizonte.
Además, estas ciudades están profusamente decoradas con esculturas, mosaicos,
estuco pintado y murales, con lo cual denota su importancia política, religiosa y
cultural. Asimismo, en los centros urbanos se producían bienes que circulaban
entre las élites mesoamericanas: tallas de piedras semipreciosas, tocados de
plumas, prendas finas de algodón, adornos de concha, cerámica de lujo.

NEOCLASICISMO

El neoclasicismo fue un movimiento artístico que se originó en Francia durante el


siglo XVII, aunque su auge se presentó en los siglos XVIII. A este siglo se le
conoce como “El siglo de las luces”, entiendo a las luces como la razón. Este
período marca un cambio entre el antiguo régimen y el nuevo de características
liberales.

Durante este periodo tiene lugar un acontecimiento que marcó un cambio


importante tanto a nivel social como político y económico. Este evento fue la
Revolución Francesa en 1789. Con esta revolución, la monarquía perdió poder y
posteriormente desapareció.

Mediante el movimiento artístico neoclásico, se puede ver reflejada toda la


Revolución Francesa así como también el contexto que originó dicha revolución y
el periodo napoleónico. Estos artistas intentaron cambiar la sensualidad de los
movimientos artísticos anteriores: el rococó y el barroco. Así el neoclasicismo tiene
una característica lógica y no sobrecargada como el anterior.
REALISMO

El realismo es una tendencia respecto al hecho artístico (literario, escultórico y


pictórico primordialmente) que valora la semejanza o la correlación entre las
formas de representación estética y la realidad misma que las inspira, es decir,
que valora el parecido de la obra de arte con el mundo real.

En muchos ámbitos esta doctrina se denomina también “naturalismo”, ya que


aspira a la reproducción de la naturaleza del mundo, y suele oponerse en gran
medida al abstraccionismo, al neoclasicismo, al idealismo o, en el caso de la
literatura, a la impronta subjetiva del romanticismo y otras escuelas semejantes.

El realismo ha predominado en diversas ocasiones a lo largo de la historia del


arte, pudiendo ser aplicado hoy en día a formas de expresión más jóvenes como
el cine o la fotografía. En líneas generales, se asocia el realismo con una doctrina
de pensamiento laica, empírica, cuando no cotidiana.

IMPERIALISMO

Se denomina imperialismo a los hechos, acciones y doctrinas, tendientes al


dominio de una nación sobre de otra. El imperialismo existe desde los albores de
la historia de la humanidad, pero concretamente el término imperialismo se utiliza
para definir dos periodos históricos.

El imperialismo europeo que abarcó del siglo XV, hasta principios del siglo XIX,
centrándose principalmente en el dominio de naciones europeas sobre territorios y
poblaciones, principalmente de América y en menor medida de África y Asia, tanto
en campos culturales, religiosos, políticos, y económicos, así como una marcada
migración hacia dichos territorios y colonización de los mismos, principalmente en
América, llamándosele colonialismo; y a una fase posterior a la que se le
denomina propiamente con esa denominación, que abarcó desde mediados del
siglo XIX hasta los años 70 del siglo XX, centrándose principalmente en territorios
asiáticos y africanos, con tendencias a la explotación de los recursos naturales de
los territorios conquistados, la explotación de los habitantes y la creación de
mercados para los excedentes de los productos de las naciones imperialistas,
teniendo un matiz marcadamente militarista en la expansión para someter a los
pueblos, Imponer su cultura, usos y tradiciones de las naciones dominantes a los
pueblos sometidos, provocando una aculturación de los mismos.

El imperialismo se caracteriza por la implantación del dominio de una nación por


otra, mediante el uso de la fuerza, interviniendo militarmente e invadiendo el país,
tomando el poder ya sea de forma total o parcial, o de forma sutil mediante la
complicidad de poderes fácticos oriundos del país.
POSTIMPRESIONISMO

El postimpresionismo agrupa diversas tendencias pictóricas que surgieron en


Francia en torno a 1880-1905 como reacción al impresionismo.

Las raíces de este término o movimiento artístico, Postimpresionismo, habría que


buscarlas en Francia hacia 1884 con la fundación por Seurat y Signac de la
Sociedad de Artistas Independientes; aunque el término en sí, fue acuñado por el
crítico británico Roger Fry en 1910, con motivo de la exposición organizada en
Londres bajo el título de “Manet y los postimpresionistas”. En esta exposición
participaban: Cézanne, Gauguin, Van Gogh y Matisse, aunque por entonces, los
tres primeros ya habían fallecido.

Este nuevo movimiento propugnado por los disidentes del Impresionismo,


perseguía la síntesis en vez del análisis del color, la perfección en lugar de la
sensación óptica, la expresión del tema tratado sobre cualquier otro efecto de
visión, y otorgaba al pintor -y con él el espectador- un papel más activo, una mayor
participación en el análisis psicológico y emocional de los acontecimientos, en
lugar de limitarlo a la pasividad de un mero observador.

DIEGO RIVERA

(Guanajuato, 1886 - Ciudad de México, 1957) Muralista mexicano. Los artistas


mexicanos Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco
conforman la tríada de los máximos representantes del muralismo mexicano,
escuela pictórica que floreció a partir de los años veinte del pasado siglo.

Las características fundamentales de esta tendencia son la monumentalidad, que


apunta a conseguir una mayor gama de posibilidades comunicativas con las
masas populares (algunos de los gigantescos murales sobrepasan los
cuatrocientos metros cuadrados); la ruptura con la tradición academicista y la
asimilación de las corrientes pictóricas de la vanguardia europea (cubismo,
expresionismo), con las que los artistas mexicanos tuvieron oportunidad de entrar
en contacto directo, y la integración de la ideología revolucionaria en la pintura,
que según ellos debía expresar artísticamente los problemas de su tiempo.

No menos importante es el hondo arraigo de su arte en las tradiciones autóctonas


de México: la del grandioso pasado artístico prehispánico (donde la pintura mural
fue una práctica constante) y la de la estampa popular mexicana (en la que brilla el
legado de José Guadalupe Posada).
ROMANTICISMO

El Romanticismo deviene del movimiento romántico tradicionalista surgido en


Europa hacia finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Como movimiento
cultural se opuso a los principios sostenidos por la Ilustración y el Neoclasicismo,
que le dio el máximo peso a la razón.

Implicó un giro de 180 grados con respecto a los valores proclamados durante el
siglo precedente: entendiendo que la razón no era suficiente para explicar la
dureza de la realidad, los románticos se refugiaron en los ideales y se centraron
en los sentimientos del ser humano.

Se exaltó el yo individual y la búsqueda de la libertad. Se considera que esto fue el


resultado de la profunda crisis social e ideológica que atravesó Europa durante las
primeras décadas del siglo XIX.

Si bien abarcó todos los campos culturales, es en la pintura y la literatura donde


mejor se perciben los elementos estéticos que caracterizan al Romanticismo:
escenarios naturales y nocturnos, historias situadas en la Edad media, en el
Lejano Oriente; siempre la naturaleza se presenta con toda su fuerza y todo su
dinamismo.

JOSÉ DE JESÚS ALFARO SIQUEIROS

(José de Jesús Alfaro Siqueiros; Chihuahua, 1898 - Cuernavaca, 1974) Pintor


mexicano, figura máxima, junto a Diego Rivera y José Clemente Orozco, del
muralismo mexicano. Tributaria de la estética expresionista y la retórica
declamatoria que le exigía su radicalismo político, su pintura aunó la tradición
popular mexicana con las preocupaciones del surrealismo y el expresionismo
europeos.

En 1914, con apenas dieciséis años, se alistó en el ejército constitucionalista para


luchar en la Revolución mexicana, una experiencia que le llevaría a descubrir "las
masas trabajadoras, los obreros, campesinos, artesanos y los indígenas... (y sobre
todo), las enormes tradiciones culturales de nuestro país, particularmente en lo
que se refiere a las extraordinarias civilizaciones precolombinas."

Pero si importante fue la influencia de este hallazgo en años clave para su


formación, no lo fue menos la huella que dejaron en él los tres años que pasó en
Europa, hacia donde partió en 1919. La suma de ambas experiencias determinó
por igual su pensamiento artístico, que cristalizó en el manifiesto que publicó en
Barcelona en la revista Vida Americana en mayo de 1921, coincidiendo con los
primeros encargos de José Vasconcelos.
MURALISMO MEXICANO

El Muralismo Mexicano es uno de los géneros artísticos más distintivos de


América Latina. Tiene su origen en la Revolución mexicana de 1910,
paralelamente al movimiento de transformación en México. Sin embargo, no es
hasta 1921 cuando inicia formalmente el Movimiento Muralista Mexicano, año en
que José Vasconcelos, uno de los principales intelectuales mexicanos, asumió
funciones como Secretario de Educación Pública bajo el Gobierno del Presidente
Álvaro Obregón, quien comisionó a distintos artistas a pintar una serie de murales
en las paredes de la Secretaría Nacional y la Escuela Nacional Preparatoria. A
partir de ese momento, la Escuela Muralista Mexicana comienza adquirir prestigio
internacional no sólo por ser una corriente artística, sino por ser un movimiento
social y político de resistencia e identidad, con imágenes a través de la diversidad
de sus componentes estilísticos que retratan temas como la revolución, la lucha de
las clases y al hombre indígena. Entre sus miembros, destacan David Alfaro
Siqueiros, José Clemente Orozco, Diego Rivera y Rufino Tamayo.

JOSÉ VASCONCELOS

(José Vasconcelos Calderón; Oaxaca, 1882 - Ciudad de México, 1959) Político,


pensador y escritor mexicano. Fue el fundador del Ministerio de Educación en su
país, desde el cual desarrolló una fecunda y extraordinaria labor, lo que le mereció
el sobrenombre de El maestro de la juventud de América.

Licenciado en derecho por la Escuela Nacional de Jurisprudencia en 1907,


presidió en 1909 el Ateneo de la Juventud, del que fue fundador. José
Vasconcelos fue partidario de la Revolución Mexicana desde sus inicios, ya que
participó en el movimiento maderista como uno de los cuatro secretarios del
Centro Antirreeleccionista de México. Fue designado codirector del periódico El
Antirreeleccionista por Félix F. Palavicini. En la insurrección de 1910-11 fue
secretario y sustituto de Francisco Vázquez Gómez, agente confidencial de
Francisco I. Madero en Washington, y fundador del Partido Constitucionalista
Progresista.

Después del golpe de Estado de Victoriano Huerta, Venustiano Carranza lo


designó agente confidencial ante los gobiernos de Inglaterra y Francia, para tratar
de evitar que éstos otorgaran ayuda financiera al dictador. En 1914 fue nombrado
director de la Escuela Nacional Preparatoria. Huyó luego a Estados Unidos, ya
que Venustiano Carranza pretendió arrestarlo por pecar de crítico. A su regreso
asistió a la Convención de Aguascalientes y desempeñó el cargo de secretario de
Instrucción Pública durante dos meses en el gabinete de Eulalio Gutiérrez.
JOSÉ CLEMENTE OROZCO FLORES

José Clemente Orozco es parte del denominado “Grupo de los Tres” junto a los
muralistas mexicanos Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.

En su estilo, heredero del expresionismo europeo, buscó la experimentación, con


un lenguaje propio lleno de símbolos y elementos que buscan la educación y la
transmisión de mensajes y valores a través de su obra.

Siendo un artista comprometido al igual que sus compañeros muralistas del


Sindicato de Artistas, lo es de una manera más “universal”.

Aunque no deja de lado el aspecto indígena y precolombino, sus intereses se


extienden a valores como la condición humana, su relación con la tierra, la religión
o la guerra, así como la libertad, las ideologías y el papel que deben jugar los
estados.

Esto le vale una vigencia que mantiene su interés en el tiempo, más allá de los
temas nacionalistas tan populares tras la Revolución Mexicana. Es, sin duda, uno
de los mejores pintores mexicanos cuyo interés traspasa fronteras. En 1946 se le
otorga el Premio Nacional de las Artes.

Sus tonos no son tan coloristas como los de otros compañeros tendiendo a los
grises y negros pero reservando el rojo como color impactante. Es habitual que
elija un personaje central que divide la acción, al igual que las líneas diagonales
que marcan el movimiento en algunas de sus obras.

SIMBOLISMO

El simbolismo fue un movimiento artístico, principalmente literario y de artes


plásticas, que se originó en Francia en la década de 1880, de forma paralela al
post-impresionismo. Dentro de los representantes del simbolismo, encontramos
como figuras principales al poeta Charles Boudelaire (quien tuvo mayor impacto
dentro de lo que fue el simbolismo francés).

El simbolismo tiene como objetivo la búsqueda interior y la búsqueda de la verdad


universal. Se buscaba interelacionar el mundo espiritual y el mundo sensible,
haciendo uso de imágenes que expresaban distintas emociones.

El Simbolismo nace como una reacción literaria contra el naturalismo y el realismo


durante el siglo XIX. Ambos movimientos eran anti-idealistas y pretendían exaltar
la realidad cotidiana. Surge así el movimiento del simbolismo como una fuerte
reacción frente a estos movimientos pues los acusa de “agotamiento plástico” que
logran anular la fantasía y la imaginación.
EXPRESIONISMO

El expresionismo fue un movimiento artístico y cultural surgido en la Alemania del


siglo XX y que se manifestó en una gran variedad de disciplinas: las artes
plásticas, la literatura, el cine, la música, el teatro, la danza y la fotografía, entre
otras.

Opuesto al impresionismo realista y al naturalismo con sus pretensiones


deterministas y racionalistas, el expresionismo defendió una postura más intuitiva
y subjetiva del arte, en la que tuviese un rol protagónico la interioridad del artista.
Por ello se entiende el expresionismo más como una actitud ante el arte y la vida
que una tendencia artística homogénea.

De hecho, numerosos creadores de diversos estilos, intereses y tendencias se


congregaron en el expresionismo, lo cual hizo de él un movimiento heterogéneo y
sin demasiadas características propias reconocibles.

El expresionismo suele entenderse como la deformación de lo real para reflejar el


contenido subjetivo del ser humano, es decir: en vez de copiar lo real fielmente,
como proponía el realismo, o de copiar un vistazo del mismo (una “impresión”)
como el impresionismo, los expresionistas preferían moldear la realidad hasta
hacerla reflejar aquello que se encontraba dentro de ellos: obtener una “expresión”
de su subjetividad.

RENACIMIENTO

El Renacimiento se sitúa cronológicamente a mediados o finales del siglo XV, en


coincidencia con la conquista turca de Constantinopla (1453); para esa época se
produjeron otros dos hitos muy importantes: la invención de la imprenta por
Gutenberg y el desarrollo de la teoría heliocéntrica de Copérnico. Estos fueron
elementos propiciadores de una revolución científica y social de una magnitud
impensable hasta entonces.

El Renacimiento fue un período de la historia en el que se iba dejando atrás la


Edad Media, para dar comienzo a lo que se conoció luego como era Moderna. Sin
duda fue este un cambio muy profundo y complejo, que trascendió a todos los
órdenes de la vida, de modo que significó mucho más que un movimiento artístico
o cultural, como a veces se cree. No fue esta una ruptura brusca, sino un paso
gradual de una sociedad feudal basada en la actividad agraria a una sociedad
mercantil y apoyada en el valor de la Nación.

El humanismo es el término que mejor define al Renacimiento. Por primera vez la


figura del hombre como ser creador ocupa un lugar central, tras años y años de
teocentrismo, es decir, de Dios como fuente de toda creación.

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