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CASO CLINICO

FRACTURA MEDIAL O DIFISIARIA


DEL FEMUR IZQUIERDO

RESEÑA HISTORIA
CLINICA: 83456
NOMBRE: CANELON
ESPECIE: Canino
RAZA: SALCHICHA
SEXO: MACHO

EVALUACIÓN DEL PACIENTE


RESEÑA

Llega el 25 de abril del 2018 un Perro mestizo de 2 años de edad, con cojera e inmovilidad en la extremidad
inferior izquierda el propietario supo manifestar que el perrito al momento del suceso resbalo por las escaleras ya
que el piso era de madera un poco resbaloso y cayo por las escaleras en el cual el paciente dejo de caminar

ANAMNESIS

Al momento de la consulta no había sido confirmada la fractura no supieron que fue demasiado grabe el golpe
por lo que no decidieron ir a consulta sin embargo al paso de los días el paciente dejo de alimentarse normalmente
sufrió caquexia y deprimida y con cojera por lo que decidieron ir a consulta.

EXAMEN FISICO

Paciente Valores de Referencia


Condición corporal 2/5 1-5
Temperatura 37.2 38 – 39.2 °C
Frecuencia cardiaca 105 95 – 125 Lpm
Frecuencia Respiratoria Jadeo 35 -45 Rpm
Membranas mucosas Rosadas Rosadas normales
TLlC 2 seg < 3 seg
Retorno pliegue 2 seg < 3 seg
cutáneo
Actitud Alerta alerta
HALLAZGOS AL EXAMEN FÍSICO

El animal se encontraba decaído con renguera e inmovilidad al momento del examen físico mediante palpación
se pudo notar dolor en el sitio femoral del paciente con un sonido crepitante en el mismo por lo que se tranquilizo
al paciente y posteriormente se realizaron pruebas complementarias que nos ayudarías a observar el cuadro clinico
a tratarse en ese momento

AYUDAS DIAGNÓSTICAS

se realiza una sedación del animal y una radiografía antero posterior (AP) Y radiografía medio lateral del fémur.
En las radiografías realizadas se observa un una fractura a nivel medial del fémur izquierdo, siendo este hallazgo
compatible con fractura medial o difisiaria del fémur izquierdo
PROCEDIMIENTO QUIRÚRGICO

Colocamos al paciente en decúbito lateral izquierdo. La incisión de la piel abarca desde la zona de proyección del
trocánter mayor del fémur, siguiendo la diáfisis femoral, hasta la región del epicondilo femoral lateral. La
separación caudal del bíceps femoral y craneal del vasto lateral e intermedio permite la visualización femoral.
Procedemos a la reducción de la fractura.

Técnica quirúrgica: Se realizó un abordaje lateral convencional a la diáfisis del fémur izquierdo. Una vez
reducida la fractura, se estabilizó con una placa DCP de 2,7 mm y 10 agujeros. Se colocaron 4 tornillos en el
fragmento proximal y 3 en el distal, aplicando 1 tuerca SLE de PEEK por fragmento. Aunque inicialmente se
pensaba colocar la tuerca del fragmento proximal en el tercer tornillo, se colocó en el segundo debido a que
durante la colocación de éste se pasó de rosca y quedó flojo (esta es una de las indicaciones fundamentales de las
SLE). A pesar de que dicho tornillo no hacía presa en las corticales óseas, quedó perfectamente anclado al SLE
asegurando la fijación del sistema. En el fragmento distal la tuerca está en el tornillo central.
Evolución: A los 9 días de la intervención canelón apoya la extremidad intervenida sin restricción. Las primeras
radiografías de control se realizan al mes de la cirugía. En ellas se puede observar que permanece estable el
sistema de fijación y que hay una correcta formación de callo óseo.
Discusión

Las fracturas diafisarias del fémur con trazo transverso o ligeramente oblicuo son tratadas generalmente con
clavos intramedulares libres con los cuales frecuentemente existen complicaciones, tales como migración del
implante, mal unión ósea, pseudoartrosis, retraso en la consolidación o enfermedad de la fractura. Todo esto
ocasionado por la pobre estabilidad rotacional que provee dicho implante. Los clavos de Küntscher fueron el
primer dispositivo centro medular descrito en los años 40's. El concepto de «detensor» de Küntscher (1969) es el
predecesor del concepto actual del sistema de clavos bloqueados. El uso actual de estos clavos bloqueados ha
ampliado considerablemente las indicaciones del enclavado intramedular, eliminando todo tipo de implante que
se coloque de manera externa al hueso.

Este clavo intramedular bloqueado es un dispositivo al cual se le hicieron unos orificios; inicialmente tres para
cada fragmento del hueso fracturado. Los orificios actúan como punto de fijación del clavo al hueso al introducir
los tornillos en dichas perforaciones. Exitosamente el clavo bloqueado puede proporcionar la estabilidad
rotacional y axial que un clavo intramedular libre no proporciona. Prácticamente el clavo bloqueado tiene ventajas
sobre placas, clavos libres y tornillos, por estar colocado a lo largo de la cavidad medular del hueso en contra de
una placa que es colocada excéntricamente en la superficie del mismo, la cual puede resistir la carga axial pero
nunca la rotacional, además del daño que le produce a la corteza del hueso. La alineación y estabilidad que este
implante permite está dada sin ocasionar una desperiostización excesiva, a menudo necesaria en la fijación con
placas, y sin existir relación del implante con el medio externo del animal como en el caso de los fijadores
externos. Este sistema, por su diseño y equipo para colocación, puede ser utilizado para la reducción de fracturas
a foco abierto o cerrado.

CONCLUSIONES

independientemente de la fractura en el perro o gato, cada paciente y cada caso son diferentes y por consecuencia
existen múltiples métodos de manejo y resolución de fracturas. Es labor del médico evaluar la mejor opción de
tratamiento. Se deberá considerar entre otras cosas: tipo de fractura, edad y comportamiento del paciente,
intensidad y tipo de lesión del organismo y a veces y muy importante la capacidad económica del propietario. Se
debe considerar que la cirugía traumatológica requiere equipo y capacitación especializada lo cual redunda en un
costo económico considerable. Existen métodos relativamente baratos como las férulas y vendajes, sin embargo
algunos pacientes no son candidatos a este tipo de métodos y el utilizarlos podrá significar la no corrección del
problema a tratar e inclusive la posibilidad de causar otros daños como consecuencia

RECOMENDACIONES

La alimentación es una clave importante en la recuperación, con la lesión existe una degeneración celular y
atrofia muscular, esto ocasiona que la parte afectada se vea más frágil y delgada, por eso es importante que
complementes su alimentación y de ésta manera las afecciones sean menores, puedes dar su ración normal diaria
de croquetas y cada tercer día acompañar la ración con una pequeña porción de proteína (la proteína ayuda a
regenerar el músculo) si tu mascota es pequeña brinda 100 gr. de carne nosotros recomendamos pollo sin hueso
(cocinado perfectamente en agua sin sal, cebolla o ajo), Si tu mascota es talla mediada raciona 150 gr. y si tu
mascota es talla grande raciona 200 gr. Es importante también que tenga acceso fácil a su alimento y agua,
recuerda que no puede ni debe moverse demasiado
BIBLIOGRAFÍA

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