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el yo y el ello

introducción
El Yo y el Ello es la última de las grandes obras teóricas de Freud, donde nos presenta lo
que se conoce como el modelo estructural del aparato psíquico o bien conocida tambien
como segunda topica. El yo se distingue en la primera topica del inconciente,pero ahora
resulta que el Yo debia ser descrito en parte como inconsciente, en particular, las
pulsiones yoicas, las funciones de represion y autonservacion, todas estas funciones que
habian sidos enumeradas en lo inconciente donde incluye la censrua, el examen de
realidad, son asignadas ahora al yo . Esta idea de lo inconsciente asociada al Yo, es lo
que incentivara a Freud a elaborar un nuevo modelo de la estructura del aparato
psíquico.

Conciente e inconciente
La diferenciación de lo psíquico en conciente e inconciente es la premisa básica del
psiconalisis, y la única que le da la posibilidad de comprender los procesos patológicos
de la vida anímica. Por otro lado por medio de la teoría de la represión partira el
concepto de lo inconsciente.
En primer lugar ser conciente es un término puramente descriptivo que se fundamenta
en la percepcion segura e inmediata. En segundo lugar la experiencia demuestra que un
elemento psíquico como por ejemplo una representancion no es por siempre
consciente. “La representación ahora conciente no lo es mas en el momento que sigue,
solo se puede volver a serlo bajo ciertas condiciones que se producen con facilidad”.
CITA Entretanto se podría decir que estuvo latente y que en todo momento estuvo
susceptible de conciencia o también se podría decir que ha sido inconciente. Eso
incociente coincide con latente-suseptible de conciencia .
Se ha llegado entonces al concepto de lo inconciente por medio de la elaboración de
cierta experiencia en la que intercede la dinámica psíquica. Como vimos anteriormente
existen representaciones anímicas de gran energiia que puede provocar en la vida
animisa algunas consecuencias, como llegar hacer comcientes como nuevas
representaciones. En este punto comienza la teoría psiconalitica donde afirma que estas
representaciones no pueden llegar a ser concintes porque cierta fuerza se resiste a ello.
Es a travez de la doctrina de la represión donde instaura el termino inconciente al hacer
referencia a los procesos psíquicos latentes capaces de convertirse concientes,
denominados preconcientes, asi como a los reprimido incapaz de conciencia (ICC). Por
lo tanto determina una prepresentacion del psiquismo en tres términos conciente,
preconciente e inconciete.
Al descubiri Freud la escistencia del yo, llego a la concluiosn que la distinción entre
conciente e inconciente era insuficiente, ya que al yo lo describió como una instancia
anímica que desempeña un control sobre todos sus procesos parciales, ligada a la
conciencia y responsable de las asociaciones entre la organización psíquica e
inofrmaciones procedentes del exterior, pero al mismo tiempo de este yo proceden las
represiones de las tendencias anímicas y las resistencias, por lo tanto el yo puede ser
también incocientes.
Por lo tanto se puede apreciar que “lo inconciente no coincide con lo reprimido; sigue
siendo correcto que todo lolo reprimido es inconciente, pero no todo lo inconciente es,
por serlo reprimido”, CITA ya que una parte de yo puede ser también inconciente, y esta
parte inconciente del yo no es latente es el sentido de los preconciente porque si fuera
asi no podría ser activado sin devenir conciente, y el hacerlo conciente no presentaría
dificultades tan grandes. Vemos por lo tanto un tercer inconciente no reprimido,
admitiendo asi que el carácter de la inconciencia pierde significatividad para nosotros.

El yo y el ello

La investigación patológica se ha centrado especialmente en lo reprimido por lo tanto


también se dirijira el interés también en el yo desde que se sabe que también puede ser
e inconsciente. El sitio de apoyo de estas investigaciones ha sido la consciencia o
inconsciencia. Pero se ha visto los múltiples sentidos que puede presentar este carácter.

Entonces Freud nos dice: “ todo nuestro saber esta ligado siempre a la conciencia. Aun
de lo ICC solo sabemos tomar noticia haciéndolo conciente. Pero, un momento ¿como
es posile eso? ¿Qué quiere decir hacer conciente algo? ¿Cómo puede ocurrir?” CITA 21

Se sabe que la conciencia es la superficie del aparato anímico, donde se la incluido


dentro de la organización anatómica ya que es primero a partir del mundo exterior.
También esta investigación patologica tiene que tomar, como punto de partida, esta
superficie perceptora.

Todas las percepciones que provienen del exterior y del interior, a las que se
conoce como sensaciones y sentimientos, son conscientes. Pero “¿que ocurre con
aquellos otros porcesos que acaso podemos reunir de modo tosco e inexacto bajo
el titulo de procesos de pensamiento? ¿Son ellos lo que, consumándose en algún
lugar del interior de aparato vomo desplazamientos de energía anímica en el
camino hacia la acción, advienen a la superficie que hace nacer la conciencia, o es
la conciencia a la que va hacia ellos?” CITA 21Es. Resulra ser una de las
dificultades que aparecen cuando se decide a utilizar la representación espacial,
tópica, de la vida anímica ya que ambas posibilidades son igualmente
inconcebibles y habrán, por tanto, de dejar paso a una tercera.

Se ah expuesto anteriormente la hipótesis de que la verdadera diferencia entre una


representación inconsciente y una representación preconsciente (un pensamiento)
consiste en que el material de la primera permanece oculto, mientras que la segunda se
muestra enlazada con representaciones verbales. Entonces se comenzara por primera
vez a indicar los caracteres de los sistemas Prec. e Inc. distintos de su relación con la
conciencia.

Retomando la pregunta de cómo se hace algo consciente ahora se pasara a la


preguntade cómo se hace algo preconsciente, y la respuesta sería que por su
enlace con las representaciones verbales correspondientes.

Estas representaciones verbales son restos mnémicos, que en su momento fueron


percepciones, y pueden volver a ser conscientes, como todos los restos mnémicos.
Es importante recalcar que sólo puede hacerse consciente lo que ya fue alguna
vez una percepción consciente, aquello que no ah sido un sentimiento quiere
devenir consciente y desde el interior tiene que intentar transformarse en
percepciones exteriores, transformación que se logra por medio de las huellas
mnémicas.

Se concidera contenidos los restos mnémicos en sistemas inmediatos al sistema P.Cc.,


por lo cual sus cargas pueden extenderse fácilmente a los elementos del mismo del
ultimo sistema. Se toma en cuaenta al mismo tiempo a la alucinación y en el hecho de
que todo recuerdo, aún el más vivo, puede ser distinguido de la alucinación y de la
percepción exterior; en el caso de la reanimación de un recuerdo, permanece
conservada la carga en el sistema mnémico, mientras que la alucinación, sólo surge
cuando la carga no se limita a extenderse desde la huella mnémica al elemento del
sistema P, sino que pasa por completo a él.

Los restos verbales provienen de las percepciones acústicas, circunstancia que adscribe
al sistema Prec, un origen sensorial especial. En un se puede dejar a un lado, como
secundarios, los componentes visuales de la representación verbal obtenidos en la
lectura, e igualmente, sus mecanismos de movimiento, los cuales desempeñan tan sólo
para el sordomudo, el papel de signos auxiliares. La palabra es, pues, esencialmente el
resto mnémico de la palabra oída.

Es indispensable recalcar la importancia de los restos mnémicos ópticos de las cosas y


la posibilidad de un acceso a la conciencia de los procesos mentales por retorno a los
restos visualesmuchas personas. Por medio de los sueños y el de las fantasías
preconscientes pueden darnos una idea de la particularidad de este pensamiento visual.
En él sólo se hace consciente el material concreto de las ideas, y, en cambio, no puede
darse expresión alguna visual a las relaciones que las caracterizan especialmente. No
constituye, pues, sino un acceso muy imperfecto a la conciencia, se halla más cerca de
los procesos inconscientes que el pensamiento verbal, y es, sin duda, más antiguo que
éste, tanto ontogénica como filogénicamente.
Entonces para volver al anterior argumento, si este es eñ camino por el que lo inconsinet
se hace preconciente, la interrogación en cuanto a la forma en que hacemos (pre)
conscinte algo reprimido, se responde de la siguiente forma, hacemos (pre) consciente
lo reprimido por medio dela labor analítica, por lo tantp ni la conciencia abandona su
lugar ni tampcoo lo inconciente, solo se eleva hasta lo conciente.

La relación de la percepción externa con el yo es evidente, sin embargo no es asi con la


percepción interna, surgiendo asi la duda de que es o no correcto situar solamente la
conciencia en el sistema superficila P. conciente.

La percecpion interna proporciona sensaciones de procesos que provienen de estratos


del aparato psíquico, incluso en los mas profundos, por ejemplo el “el placer-displacer”
son sensaciones muy imprimitivas y elementales, susceptibles de emerger aun es
estados de disminución de la onciencia.

Las sensaciones de carácter placiente no tienen en si nada esforzante , mientras que las
displacientes asprina una mofdificacion y a una descarga, por lo tantp se entiende al
displacer como elevación de placer como una disminución de la carga de energía.

Si en en el decurso de los procesos anímicos se considera aquello que se hace conciente


en calidad de placer y displacer como un algo cualitativa y cuantitativamente especial,
surge la pregunta de si este algo puede hacerse conciente es su propio ligar o tiene que
ser primero llevado al sientema preconciente.

La experiencia clínica determina que este algo se comporta como un impulso reprimido.
Puede desarrollar energías sin que el yo advierta la coerción, y solo una resistencia ante
esta coerción o una interrupsion de la reacion de descarga lo hace conciente a manera
de sicplacer. Lo mismo que las tensiones causadas por la necesidad pueden permanecer
inconciente al igual que el dolor, aunque tenga su causa en el mundo exterior. resulta
asi , que ta,bien ñas sensaciones y los sentimientpos tiene que llegar al sistema
conciente, y cuano encuentra cerrado el camino de dicho sistema, no logran salir como
sensaciones o sentimientos, entonces estaríamos hablando de sensaciones incocnientes
asociándolas a representacione de igual manera inconcientes. Surge entonces ña
diferencia entre Cc y prcc, la cual carece de sentido en o que respecta a las sensaciones
que no pueden ser concientes o inconcientes. Incluso cuando se hayan relacionadas a
representaciones verbales no deber a estas su acceso a la conciencia, sino que llegan
directamente.

Después de esta explicación de las relaciones entre la percepción externa e interna y el


sistema superficila P-Cc,se puede pasar ahora a una idea del yo . lo vemos provenir del
sistema P comosu nucleo y abrazar primero al prcc que se apuntala a los restos
mnémicos. Pero como es sabido el yo es también inconciente, por lo tanto Groddeck
nos dice que el yo parte del sistema P y es primero prcc y ello, por lo tanto el yo se
continua.

El yo no envuelve por completo al ello, sino solo en la extensión en que el sistema P


forma sus superficie (la superficie del yo ). El yo no esta seprado tajantemente del ello:
confluye hacia abjo con el ello.

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