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1. Introducción. 4
1.1 Breve reseña histórica 4
1.2 Definición, peculiaridades agronómicas, ventajas y desventajas del riego 4
localizado.
1.2.1 Concepto de RLAF. 4
1.2.2 Peculiaridades agronómicas de los sistemas de RLAF. 4
1.2.3 Ventajas de los sistemas de RLAF. 7
1.2.4 Desventajas de los sistemas de RLAF. 7
2. Técnicas de RLAF. 7
2.1. Técnica de goteo. 8
2.2. Técnica de tuberías goteadoras. 8
2.3. Técnica de microdifusión y microaspersión. 8
3. Estructura organizativa de los sistemas de RLAF. 9
3.1. Subunidad de riego. 9
3.2. Unidad de riego. 9
3.3. Unidad operacional de riego. 9
4. Componentes de los sistemas de RLAF. 9
4.1. Emisores 10
4.1.1. Emisores de bajo caudal o goteros. 10
4.1.1.1 De largo conducto. 11
4.1.1.1.1 Microtubo 11
4.1.1.1.2 Goteros helicoidales 11
4.1.1.1.3 Goteros de laberinto 12
4.1.1.1.4 Goteros autocompensantes. 12
4.1.1.2 Gotero de orificio 13
4.1.1.2.1 Gotero Vortex 13
4.1.1.2.2 Mangueras 14
4.1.1.2.3 Cintas de exudación 14
4.1.2 Emisores de alto caudal. 15
4.1.2.1 Microaspersores y difusores. 15
4.1.3 Clasificación de los emisores de acuerdo a la forma de acople al lateral. 16
4.1.4 Características fundamentales que deberán tenerse en cuenta al 17
seleccionar un emisor.
4.1.5 Aspectos hidráulicos y parámetros que evalúan la calidad del emisor. 17
4.1.5.1 Ecuación de caudal contra presión.. 17
4.1.5.2 Pérdidas de carga por conexión. 18
4.1.5.3 Coeficiente de variación de fabricación. 18
4.1.5.4 Sensibilidad a las obturaciones. 20
4.1.5.5 Sensibilidad a la temperatura. 20
4.2 Red de tuberías. 20
4.2.1 Tuberías de asbesto cemento. 21
4.2.2 Tuberías de PVC. 21
4.2.3 Tuberías de polietileno. 22
4.2.4 Clasificación de las tuberías de riego en relación a su función en los 23
sistemas de RLAF.
4.3 Centro de control o cabezal. 24
2
4.3.1 Sistemas de filtrado y tratamiento de aguas. 25
4.3.2 Causas de las obturaciones. 25
4.3.3 Prefiltros 25
4.3.4 Decantadores. 25
4.3.5 Hidrociclón 25
4.3.6 Filtro de arena. 28
4.3.7 Filtros de malla. 29
4.3.8 Filtros de anillas. 30
4.3.9 Instalaciones de fertirrigación. 31
4.3.10 Depósitos de abonos. 31
4.3.11 Sistemas de inyección de abonos. 31
4.3.11.1 Tanque de abonado. 31
4.3.11.2 Inyector Venturi. 32
4.3.11.3 Dosificadores eléctricos. 33
4.3.11.4 Dosificadores hidráulicos. 33
4.4 Aparatos de control y medida y otros accesorios usados en los RLAF. 34
4.4.1 Contadores de agua. 34
4.4.2 Reguladores de presión. 34
4.4.3 Válvulas. 35
4.4.4 Ventosas 35
4.4.5 Manómetros. 35
4.4.6 Programadores de riego. 35
4.5 Moto bomba. 36
5. Manejo y explotación de los sistemas de RLAF. 36
5.1 Actividades preliminares. 36
5.1.2 Lavado inicial del sistema de riego. 36
5.1.3 Prueba dinámica de funcionamiento del sistema de riego. 36
5.1.4 Riego antes de la siembra o plantación. 36
5.2 Actividades sistemáticas. 36
5.2.1 Control del tiempo diario de riego. 37
5.2.2 Cálculo del tiempo de riego diario para cada subunidad de riego. 37
5.2.3 Puesta en marcha del sistema de riego. 38
5.2.4 Conducción de la secuencia de riego. 38
5.2.5 Inspección de la red de laterales y emisores. 38
5.2.6 Limpieza de los filtros de arena. 39
5.2.6.1 Lavados periódicos. 40
5.2.6.2 Lavado inicial o después de un largo período de inactividad del sistema 40
de riego.
5.2.6.3 Lavado de fin de temporada o precedente a un largo período de 40
inactividad del sistema.
5.2.7 Limpieza de los filtros de malla 41
5.2.7.1 Limpieza periódicas. 41
5.2.7.2 Limpieza inicial o después de un largo período de inactividad del sistema. 41
5.3 Actividades frecuentes. 42
5.3.1 Limpieza de tuberías principales, terciarias y laterales. 42
5.3.2 Aplicación de los fertilizantes conjuntamente con el agua de riego 42
“Fertirrigación”.
5.3.3 Ventajas de la fertirrigación. 42
5.3.4 Desventajas de la fertirrigación. 43
5.3.5 Requisitos de los abonos utilizados en fertirrigación. 43
3
5.3.6 Tipos de abonos utilizados. 44
5.3.7 Frecuencia de la fertirrigación. 45
5.3.8 Concentración. 45
5.3.9 Prevención de precipitados. 46
5.3.10 Salinidad provocada por la fertirrigación. 46
6. Evaluaciones de campo de una instalación de RLAF. 47
6.1 Eficiencia de aplicación. 47
6.2 Coeficiente de uniformidad CU. 47
6.3 Eficiencia de almacenamiento (Ks). 48
7. Bibliografía. 49
4
Curso de Riego Localizado de Alta Frecuencia (RLAF).
1. Introducción.
El riego localizado se utiliza por primera vez en Inglaterra a finales de la década de los
40, y en la década de los 50 en Israel. Comercialmente se desarrolla en la década de los
60 producto de los trabajos realizados por Israel y lo barato de las tuberías plásticas con
respecto a las metálicas.
Estos sistemas tuvieron gran desarrollo en las regiones desérticas donde otras técnicas
de riego no aportaban buenos resultados producto del tipo de suelo (arenoso) y la alta
salinidad.
1.2.1 Definición :
Consiste en la aplicación del agua en una zona más o menos restringida del volumen
radical del cultivo, caracterizándose por:
a) No moja la totalidad del suelo en la zona cultivada, aplicando el agua sobre o bajo la
superficie.
b) Utiliza pequeños caudales a baja presión.
c) La aplicación del agua se realiza a partir de un número variable de puntos de
emisión o tramos de tubería perforada o exudante próximos a la planta.
d) Constituye por esencia un riego de alta frecuencia .
Como indican su nombre, los riegos localizados de alta frecuencia se caracterizan por
dos hechos fundamentales: la localización y la alta frecuencia.
La localización consiste en que sólo se humedece parte del volumen del suelo y se
pretende que las raíces obtengan de ese volumen el agua y los nutrientes que necesitan.
El resto del suelo prácticamente no se aprovecha y éste es un buen momento para
adelantar que no es tan fácil aumentar las producciones con marcos de plantación más
densos que los tradicionales, para aprovechar esa parte no utilizada del suelo: las
limitaciones no están en el suelo sino en la competencia por la luz o en exigencias de
espacios libres para las labores.
5
almacenamiento es baja, por lo que hay que aplicar dosis reducidas de riego, y para
satisfacer las necesidades de los cultivos y estas pequeñas dosis se deben aplicar con
alta frecuencia.
El mayor ahorro de agua con riego localizado se consigue con plantaciones jóvenes de
árboles, que es cuando (A) alcanza valores muy reducidos. A medida que los árboles
crecen, el consumo se va aproximando al de riegos convencionales. En cultivos en
hileras tales como hortalizas, la disminución de la ET es prácticamente despreciable.
Las necesidades de agua de los cultivos con RLAF son prácticamente iguales que con
otros sistemas de riego. Donde se consiguen importantes ahorros de agua es en la
conducción y en la aplicación en parcela, al disminuir las pérdidas por percolación y
escorrentía,. ciertos ahorros en el caso de árboles, se consiguen sobre todo en los
primeros años y prácticamente no se ahorra nada en cultivos en hilera.
La mayor densidad de raíces da lugar a una mayor extracción de agua y nutriente del
suelo por la mayor superficie de absorción, que de no reponerse con frecuencia pueden
agotarse y ocasionar deficiencias y daños en los cultivos
Los cultivos se desarrollan satisfactoriamente aunque las raíces exploren sólo una parte
del suelo, cuya extensión debe ser como mínimo del orden del 30-40 % del área
sombreada. La competencia por la luz y las necesidades de espacio para las labores
limitan la intensificación de los marcos de plantación.
Otro tópico acerca de los riegos que estamos estudiando, es el aumento que se consigue
en la producción debido a la alta frecuencia. Según esa teoría, al mantenerse
constantemente en el suelo una humedad elevada, la absorción de agua por las raíces
exige un esfuerzo menor a la planta y la producción se desarrolla en mejores
6
condiciones, aumentando los rendimientos. Los rendimientos de los cultivos no
responden al sistema de riego, sino al régimen de humedad. Las altas producciones
citadas con RLAF se pueden conseguir con un buen manejo de riegos convencionales.
La gran ventaja de los RLAF se presenta en los suelos marginales (muy permeables o
muy pesados), donde por métodos convencionales de riego, es muy difícil o caro
mantener un buen régimen de humedad.
Aunque los RLAF presentan ventajas en relación con el régimen de las sales, al éstas
encontrarse en menor concentración dentro del bulbo húmedo, producto de mantenerse
constantemente en el suelo una humedad elevada; en algunas situaciones, pueden
requerir lavados complementarios aplicados por otros métodos de riego.
1. Ahorra agua pues minimiza las pérdidas por conducción y aplicación, además en
cultivos espaciados no humedece toda el área ocupada por la zona radical.
2. Ahorra energía comparada con la aspersión de carga media y alta..
3. Disminuye la mano de obra necesaria para la explotación de los sistemas; por ser un
sistema estacionario, además permite de una forma relativamente fácil la
automatización.
4. Aumenta el rendimiento del cultivo por unidad de área.
5. Permite llevar a cabo las labores de fertilización junto al riego y reduce las malas
hierbas en las calles.
6. Puede ser utilizado en topografías accidentadas.
2. Técnicas de RLAF.
En función del tipo de emisor utilizado y su colocación se distinguen tres tipos de riego
localizado:
Por goteo.
Por tuberías emisoras.
Por microaspersión y microdifusión.
7
2.1 Riego por goteo.
Es el sistema de riego localizado más popular. El agua circula a presión por la
instalación hasta llegar a los goteros, en los que se pierde presión y velocidad, saliendo
gota a gota. Son utilizados normalmente en cultivos con marco de plantación amplio
(olivar, frutales, etc.), cultivo en invernadero (tomate, pimiento, pepino, melón, plantas
ornamentales), y en algunos cultivos en línea (algodón, coliflor, repollo, patata, etc).
2.2.1Tubería de goteo.
Tenemos dentro de este grupo las tuberías perforadas, las de doble cámara y las tuberías
con goteros insertados, sus caudales son variables y pueden trabajar a presiones entre
0,5 y 4 kg/cm2.
2.2.2Tubería exudante.
Consiste en una serie de canalizaciones plásticas, porosas, que permiten que el agua que
circula pase al suelo. De esta manera se consigue un riego uniforme y constante en toda
su longitud, ya que el agua se transmite por la propia capilaridad del terreno, alcanzando
8
más o menos superficie en función de la estructura de los substratos. Los ahorros de
agua se cifran entre un 35 y un 45%. En la mayoría de los casos hay que instalar una
válvula reductora de presión, ya que las instalaciones exudantes trabajan con una
presión de agua entre 0,2 y 0,8 kg/cm 2 siendo sus caudales variables entre 2 y 8 litros
por hora.
9
Las partes componentes del sistema de riego localizado son las siguientes:
1. Emisores.
2. Laterales.
3. Tuberías terciarias o distribuidoras.
4. Tuberías secundarias.
5. Tubería principal o conductora.
6. Centro de control o cabezal.
7. Estación de bombeo.
4.1 Emisores.
Los emisores son tal vez los elementos más importantes de las instalaciones de RLAF y
desde luego, los más delicados. Toda la dificultad de su diseño constructivo reside en el
siguiente problema: los emisores deben proporcionar un caudal bajo, con el objeto de
que los diámetros de las tuberías, sobre todo laterales y terciarias, sean reducidos, las
grandes longitudes de estas tuberías que se emplean en los RLAF hacen que un ligero
incremento de su diámetro encarezca de forma importante la instalación.
Por otra parte la presión de servicio de los emisores no debe ser muy baja para
minimizar el efecto que sobre la uniformidad de l riego tienen los desniveles del terreno
y las pérdidas de carga a la largo de terciarias y laterales. Ambas condiciones, caudal
bajo y presión alta conducen, desde un punto de vista exclusivamente hidráulico, a
emisores en los que el paso de agua sea pequeño, pero que ello está en contradicción
con otra condición que han de cumplir los emisores: su diámetro de paso ha de ser lo
mayor posible con objeto de evitar las obturaciones, que son el principal problema en el
manejo de los RLAF. Esta contradicción es resuelta por los fabricantes de forma muy
variada e ingeniosa y en consecuencia existen en el mercado muchos tipos de emisores.
10
La mayoría de los emisores trabaja a una presión próxima a los 10 m.c.a; aunque los de
alto caudal pueden hacerlo a 20 m.c.a y en el otro extremo, las cintas de exudación
trabajan entre 1 y 3 m.c.a. los caudales varían entre 2 y 16 l/h en los emisores de bajo
caudal y en los de alto caudal pueden llegar hasta 150 l/h. y en las cintas de exudación a
menos de 0.5 litro/hora y metro lineal.
4.1.1.1.1 Microtubo.
El microtubo es el tipo de gotero más antiguo no sólo de los de largo conducto, sino de
todos los tipos. Consiste en un tubo generalmente de polietileno de pequeño diámetro
entre 0.6 y 2 mm y de longitud variable. En los microtubos el régimen hidráulico es
generalmente laminar por lo que su caudal es dependiente de la temperatura y
altamente sensible a las variaciones de presión.
Figura.3: Microtubo.
El hecho de que la trayectoria del agua sea helicoidal origina unas fuerzas centrífugas,
que aleja el régimen hidráulico de la condición laminar, por lo que estos goteros son
menos sensibles que los microtubos a la temperatura, presión y obturaciones.
11
Figura.4: Gotero helicoidal.
12
Normalmente son del tipo de conexión sobre línea, pero ya existe en el mercado
modelos del tipo insertados dentro de la tubería goteadoras.
Los goteros Vortex realizan una pequeña autocompensación y tienen una curiosa
característica ya que su caudal disminuye cuando aumenta la temperatura del agua.
13
Figura.6: Gotero Vortex.
4.1.1.2.2 Mangueras.
Las mangueras son unas tuberías provistas de puntos de emisión muy próximos, lo que
las hace muy adecuadas para el riego de cultivos en línea tipo hortalizas. no se deben
confundir con las tuberías que llevan goteros embutidos; a diferencias de éstas, las
mangueras consisten en dos conductos paralelos, uno principal del que el agua pasa al
secundario a través de un orificio que provoca una primera pérdida de carga; del
conducto secundario el agua sale al exterior por un segundo orificio.
14
El relativamente bajo caudal de estos emisores permite abaratar la red de distribución de
riego, instalando tuberías de menor diámetro que en el caso de emisores de mayor
caudal.
El pequeño tamaño de los poros hace ha este emisor ultrasensible a obturaciones, sobre
todo las ocasionadas por las bacterias que se desarrollan a partir de algas microscópicas
que atraviesan todo tipo de filtros. El desarrollo de las algas se ve favorecido por la
exposición a la luz de la cinta, ya que estas tienen una cierta transparencia; por ello se
recomienda que se entierren de 3 a 8 cm, a menos que el cultivo exija un acolchado de
plástico negro, en cuyo caso esa protección es suficiente.
La cinta de exudación humedece una franja continúa del terreno, por lo que su empleo
está indicado en el riego de cultivos en líneas como es el caso de hortalizas. También
puede utilizarse en el riego de árboles
15
Estos suelen trabajar a mayor presión que los goteros, generalmente entre 10 y 20 m.c.a.
aunque pueden llegar a 30 m.c.a.. Los caudales varían entre 20 y 150 l/h, pero hay
modelos que alcanzan más de 300 l/h.
La mayoría de estos emisores son del tipo de orificio, pero existen modelos en los que
la disipación de la presión se produce por los mecanismos citados al hablar de los
goteros (largo conducto, laberinto, vortex, autocompensantes, etc..), por lo que los
exponentes de descarga (x) presentan la misma gama de los goteros, salvo los valores
muy próximos a 1. En cuanto a la forma de la superficie mojada, los hay circulares,
sectoriales y rectangulares. Se emplean generalmente en el riego de árboles, u en
jardinería en el de céspedes de extensiones reducidas.
En la línea
En derivación
16
Figura. 12: Conexión emisor – Lateral.
a) Caudal uniforme y constante, poco sensible a las variaciones de presión. Este debe
ser estable a lo largo del tiempo.
b) Poca sensibilidad a las obturaciones.
c) Elevada uniformidad de fabricación.
d) Resistencia a la agresividad química y ambiental así a las operaciones agrícolas.
e) Bajo costo.
f) Poca sensibilidad a los cambios de temperatura.
g) Reducida pérdida de carga en el sistema de conducción.
q = K.H x
donde:
q: Caudal del emisor (l/h).
k: Coeficiente de gasto característico de cada emisor.
H: Presión a la entrada del emisor (m).
x : Exponente de descarga, caracterizado por el régimen de flujo dentro del emisor y de
sus dispositivos de autocompensación.
La siguiente tabla muestra los exponentes de descarga de emisores, los que nos da una
medida de la sensibilidad de los mismos a la variación de presión.
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De régimen laminar 1
Microtubos 0.75 – 1
Helicoidal 0.65 – 0.75
De régimen turbulento (orificio ó de laberinto) 0.5
Vortex 0.4
Autocompensante 0 – 0.4
Teórico perfectamente compensante. 0
Los emisores de riego localizado tienen diversas formas de conectarse a las tuberías
laterales, entre las más conocidas se encuentran: conexión interlíneas, en derivación
con alargadera o elevador y sistemas integrados.
Todos estos tipos de conexiones producen una pérdida de carga que depende del tamaño
y tipo de conexión, del diámetro interior del lateral y del caudal que pasa por éste. Estas
pérdidas deben ser determinadas en condiciones de laboratorio.
Las pérdidas de carga producidas por las conexiones deben tenerse en cuenta, pues en
emisores colocados muy juntos, con conexión interlínea puede llegar a aumentar en un
30 o 40 % la pérdida que se tendrá en el lateral sin emisores.
Para todos debe estar claro que resulta imposible obtener emisores que brinden
exactamente el mismo gasto para iguales condiciones de trabajo por "perfecto " que sea
18
el proceso de fabricación. Para tratar de recoger los problemas que pudieran implicar
estas diferencias en el diseño de la tubería lateral es que se hace uso del llamado
coeficiente de variación (Cv), basado en que se toma un gran número de emisores sus
caudales se distribuyen estadísticamente según una distribución normal, por lo tanto:
q
Cv
qm
donde:
qm: Valor medio de todos los caudales correspondientes al número de emisores
seleccionados (n) que además debe ser el gasto de diseño del emisor.(l/h).
1. Tipo de emisores.
2. Materiales de que está constituido el emisor.
3. Calidad del proceso de fabricación.
En la práctica lo que realmente interesa es tener en cuenta las variaciones de entrega que
se producen para las diferentes plantas y para esto se utilizará el coeficiente de variación
del sistema (Cvs).
Cv
Cvs
Ne
donde:
Ne: Número de emisores que proporcionan agua a una planta, es decir, en caso de
cultivos con marco de siembra amplias (muy espaciados), como el cítrico y el plátano,
será el número de emisores por planta.
19
4. Se recomienda determinar los valores de Cv para emisores que lleven un tiempo de
explotación, pues podría aumentar considerablemente el valor de Cv, entre otras
cosas producto de las obturaciones.
20
4.2.1. Las tuberías de asbesto cemento.
Se fabrican desde diámetros de 50 mm y presiones normalizadas de 5 kg/cm2 y se
utilizan en tuberías principales y secundarias donde compiten con el PVC. En la
actualidad, combinando el precio de las tuberías y los costos de colocación , las de PVC
son mas baratas por debajo de un diámetro del orden de los 150 mm.
Con frecuencia a nivel comercial se designan las tuberías de plástico y sus accesorios
por un diámetro en pulgadas, que aproximadamente equivale a su diámetro interior. En
la siguiente tabla se muestra la correspondencia (diámetro en pulgada - diámetro
nominal).
21
Dn Pn 4 atm Pn 6 atm Pn 10 atm Pn 16 atm
(mm) e Di e Di e Di e Di
(mm) (mm) (mm) (mm) (mm) (mm) (mm) (mm)
25 1.2 22.6 1.2 22.6 1.5 22.0 1.9 21.2
32 1.2 29.6 1.4 29.2 1.8 28.4 2.4 27.2
40 1.4 37.2 1.8 36.4 2.0 36.0 3.0 34.0
50 1.4 47.2 1.8 46.4 2.4 45.2 3.7 42.6
63 1.8 59.4 1.9 59.2 3.0 57.0 4.7 53.6
75 1.8 71.4 2.2 70.6 3.6 67.8 5.6 63.8
90 1.8 86.4 2.7 84.6 4.3 81.4 6.7 76.6
110 2.2 105.6 3.2 103.6 5.3 99.4 8.2 93.6
125 2.5 120.0 3.7 117.6 6.0 113.0 9.3 106.4
140 2.8 134.4 4.1 131.8 6.7 126.6 10.4 119.2
160 3.2 153.6 4.7 150.6 7.7 144.6 11.9 136.2
180 3.6 172.8 5.3 169.4 8.6 162.8 13.4 153.2
200 4.0 192.0 5.9 188.2 9.6 180.8 14.8 170.4
225 4.5 216.0 6.6 211.8 10.8 203.4 16.8 191.4
250 4.9 240.2 7.3 235.4 11.9 226.2 18.5 213.0
280 5.5 269.0 8.2 263.6 13.4 253.2 20.8 238.4
315 6.2 302.6 9.2 296.6 15.0 285.0 23.4 268.2
Tanto los tubos PVC como los accesorios del mismo material deben llevar un marcado
indicando como mínimo:
- Designación comercial.
- Siglas PVC.
- Un número que indique su diámetro nominal en mm.
- Un número que indique su presión nominal en Mpa o atm.
Las tuberías de PVC no se pueden utilizar al aire libre, porque la acción de los rayos
solares descomponen los polímeros del PVC.
El enorme impulso de los RLAF en los últimos años se debe en gran medida al
desarrollo de las tuberías de PE, que presentan dos ventajas respecto al PVC, se pueden
instalar al aire libre y son flexibles y mucho menos frágiles.
En cambio el PE es más caro que el PVC. También los accesorios de PE son más caros.
En resumen, el PE sustituye al PVC en conducciones al intemperie ( principalmente
laterales) y en algunos casos de conducciones enterradas (diámetro pequeños y
conexiones frecuentes con otras tuberías de PE).
22
Comercialmente se fabrican 3 tipos de tubos de polietileno:
1- De baja densidad
2- De media densidad
3- De alta densidad.
De las tres clases, el más utilizado en RLAF es el baja densidad por su mayor
flexibilidad. Se venden en rollos de longitud variable según el diámetro y existen gran
variedad de accesorios.
Laterales: Son las tuberías donde se instalan los emisores. Se fabrican de polietileno de
baja o media densidad( PEBD o PEMD ) con diámetros de 25, 20, 16 y 12 mm, con su
correspondientes accesorios que permiten conectarlos entre sí, reducir de un diámetro a
otro y taparlos en sus extremos.
Tuberías secundarias.
Son las que dentro de una unidad de riego abastecen a las diferentes subunidades. Son
de PVC O PE y sus diámetros oscilan entre 50 y 160 mm.
23
Tubería principal o conductora.
Son las que conducen el agua desde la fuente o cabezal, hasta las diferentes unidades de
riego. Pueden ser de diferentes materiales (hierro fundido, asbesto cemento, centro
acero, etc.). Su diámetro variará en función de la extensión del sistema y de la
disponibilidad de diámetros comerciales de los diferentes materiales.
Tal vez el mayor problema de los RLAF sea el de las obturaciones. Los pequeños
diámetros de los emisores, sobre todo en el caso del goteo, y las bajas velocidades del
agua facilitan la formación de obturaciones. Estas pueden ser debidas a varias causas,
como se muestra en el Cuadro 1.
Arena
24
Partículas Limo
Minerales Arcilla
Otras
Partículas Algas
Orgánicas Bacterias
Restos vegetales o
animales
Precipitados Sales del agua
Químicos Depósitos de Fe, S y Mn
Fertilizantes
Existe gran variedad de métodos de filtrado que comprenden desde las instalaciones de
prefiltrado, como decantadores o separadores de arena, hasta los filtros propiamente
dicho. Estos se pueden agrupar en dos clases: filtros de arena y filtros de malla. Los
primeros son necesarios para eliminar partículas orgánicas de pequeño tamaño. Los de
malla son adecuados para partículas mayores, tipo arena. Los filtros de malla son el
elemento mínimo imprescindible en un sistema de filtrado. Debe colocarse siempre,
bien en el cabezal o en otra parte de la red. En el caso que se instalen además filtros de
arena, el orden conveniente es primero el filtro de arena y después el de malla, que de
ésta forma actúa como una garantía para el caso de que el agua arrastre la propia arena
del filtro. Otra norma es que aguas abajo de todo punto en que se inyectan fertilizantes
debe instalarse un filtro de malla.
1- En fertirrigación es conveniente que en cada riego haya una primera y una ultima
fase en que se aplique agua sin fertilizantes, con el objeto de disminuir la formación de
precipitados.
2- Una prueba sencilla de compatibilidad entre los fertilizantes y el agua de riego:
mezclarlos en un vaso y observar si aparecen precipitados.
25
3- Las tuberías, goteros y demás elementos plásticos de color negro dificultan el
desarrollo de algas y bacterias. Cuando no sean de este color, como ocurre con las cintas
de exudación, deben enterrarse.
4- Al menos una vez cada seis meses deben limpiarse las tuberías, abriendo sus
extremos y dejando correr el agua. Esta operación debe hacerse primero en las tuberías
primarias y después en las secundarias, terciarias y laterales.
4.3..3. Prefiltros:
Cuando el agua transporta un alto porcentaje de sólidos puede ser útil la instalación de
prefiltros antes del cabezal de riego. Existe gran variedad de ellos, desde pantallas
separadoras de sedimentos tipo King, desarenadores de torbellinos en el canal de
entradas, etc... Estos elementos solo eliminan las partículas más densas que el agua,
aunque estas al depositarse pueda arrastrar algo de materia orgánica.
4.3.4. Decantadores.
Los decantadores son una solución sencilla y económica para la eliminación de sólidos
en suspensión (arena, limos y arcilla) y de algunos precipitados químicos como los de
hierro, que se forman al airearse el agua, problema más frecuente cuando ésta es de
origen subterránea.
4.3.5. Hidrociclón:
El hidrociclón es un aparato sin elementos móviles, que permite eliminar las partículas
de densidad superior a 1,5 y tamaños mayores de 74 micras.
26
secundario y que gira en el mismo sentido que el primario, elevando el agua libre de
partículas sólidas que sale por el tubo superior.
Las pérdidas de carga en los hidrociclones son del orden de 3 a 7 m.c.a, dependen del
caudal pero son independientes del contenido en sedimento y son constantes en el
tiempo, a diferencia de otros filtros en los que las pérdidas aumentan a medida que se
acumulan los sedimentos.
Se instalan como prefiltros antes de el cabezal y deben llevar aguas abajo un filtro de
maya como medida de seguridad por si algún fallo impide su funcionamiento y porque
hasta que entran en régimen pueden dejar pasar partículas
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Figura.17: Hidrociclones utilizados como prefiltros en los sistemas de riego
localizado.
28
Figura. 19: Formas de colocación del lecho filtrante.
Los filtros de arena son muy indicados para retener algas, restos orgánicos y pequeñas
partículas minerales
Cuando los filtros de arena están limpios provocan una pérdida de carga de orden de 1 a
2 m.c.a, dependiendo del tipo de arena y de la velocidad media del agua. A medida que
se va colmatando la pérdida de carga aumenta y cuando alcanza un valor del orden de 4
a 6 mca, se debe proceder a su limpieza.
Para su funcionamiento el agua que entra al filtro pasa a través de una malla
generalmente de acero inoxidable, que se apoya en un soporte plástico. el filtrado se
efectúa en la malla de manera tal que las partículas quedan retenidas en la cara interna
de la malla y el agua filtrada pasa a la zona externa de la malla y de ahí continua por la
tubería de salida.
Las mallas pueden ser de acero inoxidable o de plástico ( poliester, nylon, etc.).
Al igual que los filtros de arena, los de malla provocan una pérdida de carga que crece a
medida que el filtro se colmatan. Cuando está limpio, la pérdida de carga es del orden
de 1 a 3 m.c.a, dato que deben dar los fabricantes. Cuando la pérdida de carga alcanza
un valor del orden de 4 a 6 m.c.a, hay que proceder a su limpieza. Si se permiten
mayores pérdidas el filtro pierde eficacia y se puede llegar a romper la malla.
29
Figura.20: Filtros de malla metálico. Figura. 21:Filtros de malla plásticos
El grado de filtrado depende del número de ranuras existentes en las anillas y oscila
entre 0.42 y 0.11 mm. la pérdida de carga cuando están limpios es del orden de 1 a3
m.c.a. Una ventaja de estos filtros es que la limpieza se realiza fácilmente abriendo la
carcasa y aplicando a las anillas un chorro de agua a presión.
En la elección de un deposito hay que tener en cuenta su tamaño, atendiendo por una
parte de las necesidades de la explotación y por otra a las condiciones de suministro.
30
Las fabricas venden los abonos líquidos a granel, en unos camiones cisterna que por
medio de una manguera bombean el abono al deposito. Estos camiones suelen servir
una cantidades mínimas y los vendedores aplican descuentos en función del volumen
adquirido en cada viaje del camión.
31
Figura 24:Tanque de abonado.
32
4.3.11.3 Dosificadores eléctricos.
Consisten en unas bombas, normalmente de pistón o membrana, accionadas por un
motor eléctrico. Los cuales varían según los modelos desde 20 l/h hasta mas de 600 l/h
y además, para cada modelo, se puede regular el caudal, modificando la carrera del
pistón o por otro procedimiento. La presión varia según el modelo entre 4 y 12
atmósferas
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Figura. 27: Dosificador hidráulico.
4.4.3 Válvulas.
Tienen la función de limitar el caudal en las distintas partes del sistema de riego. Entre
sus principales tipos tenemos:
- Válvulas manuales (compuerta, bola, globo, guillotina, etc.).
- Válvulas hidráulicas ( con accionamiento eléctrico y con accionamiento hidráulico).,
- Válvulas volumétricas ( de gran importancia en la programación del riego por
volumen).
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4.4.4 Ventosas;
Tienen la función de sacar el aire contenido en las tuberías cuando se pone en
funcionamiento el sistema de riego y de dejar entrar aire en las mismas cuando, se para
el sistema con lo cual se impide la ocurrencia de subpresiones en las tuberías y entrada
de partículas de suelo por esta misma causa en emisores en contacto con el suelo o
colocado s de forma subsuperficial.
4.4.5 Manómetros.
Elementos que sirven para medir y controlar la presión en los distintos puntos del
sistema de riego. Sus escalas de medición pueden encontrarse en (Kg/cm2, Bar, atm,
m.c.a, etc)
35
El objetivo de este capitulo es de proveer a los obreros encargados de la explotación de
los sistemas de Riego Localizado en la agricultura, de los aspectos técnicos elementales
de utilidad para el desenvolvimiento de su trabajo.
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sumo cuidado en que no se nos produzcan pérdidas por escorrentía o percolación,
que traen al final disminución en la eficiencia en el riego.
5.2.2. Cálculo del tiempo de riego diario para cada subunidad de riego.
Las necesidades hídricas netas del cultivo en los RLAF, se calculan de la siguiente
manera: conociendo la evapotranspiración diaria del cultivo para sistemas
convencionales de riego (estudiada en el curso de necesidades de agua y relación agua -
suelo - planta - atmósfera), pasamos al cálculo de la evapotranspiración para riego
localizado, mediante la siguiente expresión:
ETd(RL) = ETd x Kr
donde:
Etd(RL): Evapotranspiración del cultivo para riego localizado (mm/día o l/m2).
Kr: Coeficiente de localización, el cual se determina mediante la fórmula siguiente:
Ac
K r 0,1
Am
Donde:
Ac: Area de la proyección horizontal de la copa del cultivo (m2).
Am: Area del marco de plantación del cultivo (m2).
Am Sp x Sh
Donde:
Sp: Separación entre plantas en la hilera (m).
Sh: Separación entre hileras de planta (m).
Nn ETdRL x Am
Donde:
Nn: Norma neta parcial de riego (litros/Planta).
Donde:
CU: Coeficiente de uniformidad de riego (%).
Ks: Coeficiente que expresa las pérdidas por percolación o las necesidades de lavado.
Agua almacenada
Ks
Agua aplicada
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En la siguiente tabla se relacionan los valores de Ks, para distintos tipos de suelo.
Tipo de suelo Ks
Arena gruesa o suelo ligero sobre 0,87
subsuelo de grava.
Arenoso 0,91
Limoso 0,95
Arcillo limoso o arcilloso 1.00
En el caso de emisores tupidos que tengan la posibilidad de ser desmontados del lateral
de riego, éstos serán sustituidos por emisores limpios, Para recuperar estos emisores
obturados seguiremos el siguiente procedimiento.
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5. Finalmente se enjuagan con agua a presión, para lo cual se debe preparar una
manguera fina que permita el acople de los elementos limpios . Estas soluciones
empleadas en la limpieza química pueden utilizarse en reiteradas ocasiones mientras se
mantengan su efectividad.
Es importante señalar, que una vez desechadas estas soluciones deben verterse en
lugares donde no dañen los cultivos ni el suelo.
Durante esta inspección deberá observarse que la presión de funcionamiento del emisor
sea la correcta, lo cual puede ser comprobado por simple inspección visual del
despliegue del abanico que produce la llovizna del emisor, para el caso de difusores y
microaspersores o por la observación del goteo continuo, cuando se utilizan goteros o
sistemas de cualquier tipo de manguera goteadoras. Una forma más técnica de realizar
este control es efectuando la medición de la presión en puntos singulares del sistema
(inicio del campo de riego y ultimo emisor ó emisor más desfavorecido desde el punto
de vista hidráulico y topográfico), usando un manómetro acoplado a un tubo de Pitot ó
toma manométrica..
En caso de caída de presión, ello puede constituir un indicador de una rotura en la red,
la que deberá localizarse y de ser posible repararse de inmediato.
Estos canales hacen la función de embudos, a través de los cuales se escapa el agua y
reducen virtualmente a cero la función filtrante de la arena, utilizada como material
filtrante.
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retenido por el filtro y a la vez se reduce el riesgo de alterar la estratificación de los
distintos materiales filtrantes y las pérdidas de arena.
Sólo se justifica un lavado más frecuente que semanal (hasta cada tres días), si las
condiciones de suciedad del agua lo demandan. La frecuencia nunca deberá ser mayor
que tres días. Necesidad de lavado de los filtros diario o cada dos días indican que el
agua debe ser tratada antes de entrar a los filtros.
En todos los casos en que el sistema ha de permanecer inactivo durante un largo período
se realizará un lavado profundo, dejándolo desaguar entre 4 y 5 minutos ( ni más ni
menos).
El objeto de este lavado profundo es eliminar todo el material posible, que ha sido
retenido por el filtro y evitar en cierto modo que como consecuencia de la consolidación
y endurecimiento de éste, se formen costras en la cara superior y de agregados en la
arena.
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Los filtros de malla deben limpiase cuando las pérdidas alcancen un valor entre 4 y 5
metros. De ningún modo deben permitirse pérdidas mayores a 5 metros, pues el filtro
pierde eficiencia y pueden llegar o romperse las mallas
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5.3.2. Aplicación de los fertilizantes conjuntamente con el agua de riego
“Fertirrigación”.
Las instalaciones de riego localizado no sólo permiten aplicar agua de riego sino
también distintos productos como abonos, correctores de suelos, productos
fitosanitarios, etc.. De estas aplicaciones, la que más se ha desarrollado es la de abonos
disueltos en el agua de riego, para lo que incluso se ha creado una nueva palabra:
fertirrigación. La fertirrigación ha supuesto una revolución en las técnicas de cultivo, lo
que justifica que se destaque aquí los aspectos más sobresalientes de esta forma de
abonado.
En primer lugar hay que señalar que la aplicación de abonos con el agua de riego no es
una exclusiva de los RLAF, pero en ellos es casi una necesidad dado que las raíces sólo
exploran una parte del suelo, los nutrientes situados fuera de su alcance no son
efectivos. Además, la gran actividad radicular en el bulbo húmedo podría agotar algunos
nutrientes si no se repusieran con frecuencia.
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Rapidez de actuación, ante síntomas carenciales y facilidad de aplicar no sólo
macroelementos, sino también elementos secundarios y microelementos.
Economía en las distribución de abonos. Principalmente debido a la disminución
en la mano de obra necesaria para su distribución de los abonos en e campo.
Posibilidad de utilizar las instalaciones para aplicar otros productos tales como
herbicidas, fungicidas, insecticidas, etc.
La fertirrigación con nitrógeno es práctica muy frecuente y cada vez se utilizan más el
potasio y el, fósforo; este último después de superar fuertes críticas acerca de su
facilidad para precipitar obturando los emisores y de inmovilizarse en el suelo sin
alcanzar la zona radicular. También se aplican elementos secundarios ( S, Mg y Ca) y
microelementos.
Las técnicas de análisis foliar, que se están convirtiendo en un requisito rutinario de las
explotaciones avanzadas, y la mejora del conocimiento de las necesidades de los
cultivos, permitirán una utilización de la fertirrigación más racionalmente de lo que se
hace en la actualidad y, por supuesto, mucho más que el abonado tradicional.
Solubilidad. Los abonos utilizados deben ser solubles o emulsificables en agua, con
objeto de evitar obturaciones. A este respecto hay que tener en cuenta la compatibilidad
con otros abonos y con la propia agua de riego. Para preparar una solución concentrada,
se recomienda no pasar del 75 % del límite de solubilidad, ya que las solubilidades
indicadas son las máximas en condiciones óptimas y por supuesto, no tienen en cuenta
las posibles impurezas.
Pureza, salinidad y toxicidad. Los abonos son sales que aumentan la concentración
salina inicial del agua de riego. Al calcular las dosis no se deben superar los valores
admisibles de salinidad, que son diferentes para cada cultivo. Igualmente ocurre
respecto a la toxicidad de ciertos iones.
Otros. Los abonos utilizados deben de ser de manejo no peligroso y no corrosivos para
los materiales de las instalaciones, cuestión a tener en cuenta cuando se utilizan abonos
ácidos para combatir las obturaciones.
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En fertirrigación se pueden usar abonos sólidos y líquidos.
Los abonos sólidos deben cumplir un requisito fundamental: que sean muy solubles.
Para ello se emplean sales puras cristalinas, cuyo precio es mayor que el de los abonos
tradicionales. Al igual que éstos se suelen vender ensacados. Generalmente tienen
reacción ácida (pH entre 2 y4 ) para evitar la rápida precipitación de los fosfatos amóno
– cálcicos y amónico – magnésicos.
El principal inconveniente del empleo directo de abonos sólidos es que se deben aplicar
mediante tanques de abonado, con lo que su concentración no es uniforme en el tiempo,
como se verá al estudiar los equipos de aplicación de fertilizantes. Un segundo
inconveniente en comparación con los abonos líquidos es que requieren más trabajo
para su manejo.
En primer lugar hay que seleccionar los productos básicos a emplear, teniendo en cuenta
sus incompatibilidades. La incompatibilidad más importante se produce cuando los
abonos mezclados dan lugar a precipitados. Para evitar este riesgo no se deben mezclar
sales que aporten calcio con las que aporten sulfatos o fosfatos. Hay otros tipos de
incompatibilidades que pueden consistir en reacciones químicas que desprenden calor,
absorben humedad, desprenden gases, etc. Las tablas siguientes muestran los abonos
que pueden presentar estas incompatibilidades.
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NITRATO POTASICO
SULFATO AMONICO
FOSFATO DIAMONICO
FOSFATO MONOAMONICO
CLORURO POTASICO
SULFATO POTASICO
NITRATO CALCICO
UREA
AMÓNICONITRATO
TRIPLESUPERFOSFATO
SUPERFOSFATO SIMPLE
I
C C
C L C
C L C C
C C C L L
C C C C C C
C C C C C C C
C C C C C C C C
C C C C C C C C C
C C I I I I I C I C
5.3.8. Concentración.
La concentración de la solución madre en el agua de riego no debe exceder de 700 ppm
(0.7 litros por m3) en ningún momento de la temporada de riego. Generalmente es del
orden de 200 – 400 ppm ( 0.2 – 0.4 litros por m3).
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2ª.La primera fase de cada riego, y sobre todo la última, debe realizarse con agua sin
fertilizante, para evitar los precipitados que se formarían al dejar el agua con abono
evaporándose en los emisores en los períodos entre riegos.
3ª.Antes de aplicar por primera vez un abono, mezclarlo en un vaso con el agua de riego
y observar si se forman precipitados o turbidez. Aunque la prueba del vaso no es
definitiva, ya que en la instalación pueden cambiar las condiciones de temperatura,
concentración por evaporación, etc; es una prueba sencilla y útil.
Los abonos nitrogenados conviene no aplicarlos siempre en la misma forma, sino alterar
los abonos nítricos y los amoniacales.
Los fertilizantes que son usados actualmente para la fertirrigación deben ser líquidos o
con alto grado de disolución en el agua, actualmente estos se inyectan al sistema de
riego mediante bombas inyectaras hidráulicas o eléctricas y en general el procedimiento
a seguir para su aplicación debe ser el siguiente.
La fertirrigación se realiza en una fracción del tiempo total de riego, con el objetivo
de aplicar agua limpia al sistema al suelo antes y después de la fertirrigación. Antes
de la fertirrigación, para disminuir la temperatura de los laterales de riego cuando es
necesario, y para comprobar el funcionamiento del sistema. El tiempo de riego antes
de la fertirrigación ha de ser al menos de diez minutos efectivos, esto es diez
minutos de circulación de agua por el sistema a partir del momento en que por el
emisor más alejado haya brotado el agua
Seguidamente se vierte la cantidad necesaria del fertilizante en un recipiente, con
suficiente capacidad, para añadir un volumen tal de agua, que permita la disolución
total del fertilizante.
A continuación revolver la mezcla hasta tanto el fertilizante se disuelva totalmente
en el agua.
Poner a funcionar la bomba inyectora, durante el tiempo necesario para aplicar la
dosis de fertilizante ( para ello en las bombas inyectoras se puede regular el caudal
de inyección, de acuerdo al tiempo con que contamos para realizar la fertirrigación y
el volumen de mezcla fertilizante que tenemos que inyectar.
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Después de la fertirrigación, aplicaremos un tiempo de riego con agua limpia para
garantizar lavar los residuos de fertilizantes de las tuberías y los emisores,
disminuyendo el riesgo de precipitados y obturaciones por desecación bajo
condiciones de altas temperaturas y para hacer penetrar al fertilizante hacia capas
más profundas del suelo.
. Después de la fertirrigación será al menos de treinta segundos.
Para una correcta explotación del sistema es necesario, en lo posible, conocer las
cantidades de agua aportadas por el riego.
Todas las redes deben tener medidores de caudales que permiten verificar rápidamente
las cantidades de agua entregadas.
Ea = Ks x CU
Procedimiento
1-Escoger entre el conjunto de subunidades de riego una que sea representativa de las
condiciones medias de funcionamiento del sistema.
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2- Escoger cuatro laterales sobre una distribuidora en funcionamiento, uno al principio,
otro al final y otros dos en el medio igualmente espaciados, es decir, al principio, a 1/3,
a 2/3 y al final.
3- Medir en cada tubería la presión al principio y al final del lateral, es decir , ocho
mediciones de presión , dos por cada lateral, son cuatro laterales.
Los valores medios de CU determinados en el campo deben estar entre el 85% y 95%.
En el riego localizado las pérdidas por evaporación son casi nulas debido a que en esta
técnica de riego se humedece solo una parte del suelo además el agua se da directo a la
planta y no es proyectada al aire como en otras técnicas. Sin embargo si se pueden
producir pérdidas por percolación si el sistema no está bien diseñado o no se cumplen
las especificaciones de proyecto, y esto puede originar que se afecte la eficiencia.
El método de determinar las pérdidas por percolación es hacer sondeos para determinar
la profundidad de humedecimiento, encontrar agua debajo o fuera de la zona radical
significa que se han producido pérdidas por percolación.
Se establecen unos limites a la profundidad del bulbo húmedo para que no exista
percolación, de forma que no sea mayor del 90 % de la profundidad radicular del cultivo
ni mayor del 120 5 de la misma.
La experiencia permite tener valores aproximados de estas pérdidas, se plantea que con
una buena programación del riego la percolación profunda puede ser de alrededor de un
10% del agua aplicada.
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