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Estas cámaras de aire se encuentran entre las tablas externa e interna del hueso frontal, detrás de
los arcos superciliares y la raíz nasal. El tamaño de los arcos superciliares varía según el desarrollo;
sin embargo, la prominencia de los arcos superciliares no se corresponde necesariamente con el
tamaño de los senos frontales subyacentes. En general, los senos frontales se detectan en la
radiografía a partir de los 7 años de edad.
Los senos frontales derecho e izquierdo raramente tienen el mismo tamaño y el tabique que los
separa casi nunca se encuentran totalmente en el plano medio. En general, el seno frontal consta
de dos porciones:
2. Una porción horizontal en la porción orbitaria del hueso frontal. Una o ambas porciones
pueden adoptar un tamaño grande o reducido.
Si la porción supraorbitaria aumenta, el techo forma el suelo de la fosa craneal anterior y el suelo,
el techo de la órbita. Los senos frontales varían de tamaño desde aproximadamente 5 mm
(tamaño de un guisante) hasta ocupar grandes espacios que se extienden lateralmente en las alas
mayores del esfenoides.
En principio, puede haber varios senos frontales al mismo lado, cada uno de ellos con un conducto
frontonasal independiente. En general, el seno frontal drena a cada lado por un conducto
frontonasal. Los senos frontales están inervados por ramos de los nervios supraorbitarios (, que
proceden de la división oftálmica del nervio trigémino).
En general, los senos etmoidales no se visualizan en la radiografía simple antes de los dos años de
edad. Si se produce una obstrucción al drenaje nasal, las celdas etmoidales pueden perforar la
frágil pared medial de la órbita. Las infecciones graves de la órbita, que se originan por esta vía de
diseminación, pueden provocar ceguera porque algunas celdas etmoidales posteriores se
encuentran próximas al conducto óptico. La diseminación de la infección a partir de estas celdas
puede también afectar a la vaina de duramadre del nervio óptico y causar una neuritis óptica.
Aunque a veces se afirma que los senos esfenoidales se hallan presentes al nacer (de manera
diminuta). Este hecho no suele aceptarse porque, en general no se visualizan los senos
esfenoidales en las radiografías de cráneo de los recién nacidos. La opinión actual es que los senos
esfenoidales proceden de una celda etmoidal posterior que comienza a invadir el seno esfenoidal
aproximadamente a los dos años de edad.
FOSAS NASALES
Las fosas nasales son dos cavidades separadas por un tabique, comunicadas con el exterior por
los orificios nasales o narinas y situadas en la cabeza, por encima de la cavidad bucal.
Constituyen el tramo inicial del aparato respiratorio, sirviendo para la entrada y salida de aire, y
además contienen el sentido del olfato.
La nariz es la parte superficial y anterior de las fosas nasales, de naturaleza principalmente
cartilaginosa y recubierta por piel, situada en nuestra cara o fascies, mientras que el resto de las
fosas nasales está formado por dos cavidades óseas excavadas en el interior del cráneo y con sus
paredes tapizadas internamente por mucosa. Las fosas nasales muestran dos orificios anteriores
llamados narinas, situadas en la base o superficie inferior de la nariz, que representan la
comunicación con el exterior para la entrada o salida de aire. Detrás de cada narina aparece un
pequeño espacio llamado vestíbulo nasal cuyas paredes internas presentan unos pelos gruesos
llamados vibrisas. En el límite posterior de las fosas nasales otros dos orificios
llamados coanas desembocan en la rinofaringe o nasofaringe, sirviendo por lo tanto de
comunicación con el resto del aparato respiratorio.