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Conferencia magistral
al recibir el doctorado Honoris Causa
de la Universidad Autónoma Metropolitana
PABLO LATAPÍ SARRE*
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EDUCATIVOS
Conferencia magistral al recibir el doctorado Honoris Causa... Pablo Latapí Sarre (2007), vol. XXIX, núm. 115, pp. 113-122
Doctor José Lema Labadie, rector nes. Como ha señalado el rector Adrián
general; de Garay en la generosa presentación que
rectores de las unidades de ha hecho de mi persona, me correspondió
Azcapotzalco, Cuajimalpa, Iztapalapa iniciar un proceso que ha madurado al
y Xochimilco; dar carta de ciudadanía a las investigacio-
distinguidos miembros del colegio nes sobre la educación, entendiendo ésta
académico; como el punto de encuentro de numero-
profesores, investigadores y estudiantes sas disciplinas.
de esta universidad; En este proceso me han acompañado
distinguidos invitados; muchos investigadores (a quienes no men-
amigos: ciono por sus nombres para no incurrir
en omisiones), por lo que considero justo
En el lenguaje sugerente y evocador de hacer extensiva la distinción que hoy reci-
los símbolos, la Universidad Autónoma bo a todos ellos, muchos de los cuales
Metropolitana emite hoy un mensaje, a están aquí presentes. Sin sus contribucio-
través de la distinción máxima que puede nes, el proceso de construir la investiga-
otorgar: mensaje que expresa su reconoci- ción educativa como hoy la conocemos en
miento a mi trayectoria académica y a la México no se hubiera dado.
investigación educativa del país que de Una referencia especial debo hacer a
alguna manera hoy represento ante uste- los investigadores de la educación que
des; mensaje que expresa también su trabajan en las cuatro unidades de esta
voluntad de hacer manifiesta la afinidad Universidad: son muchos efectivamente
de sus valores institucionales con aque- —y muy apreciados en nuestro gremio—
llos que han inspirado mi obra. Recibo y los miembros de la UAM que se dedican a
agradezco, profundamente emocionado, esclarecer los problemas de la educación
esta honrosa distinción. del país; para todos ellos este doctorado
Entiendo este doctorado como un constituye también un merecido recono-
reconocimiento a un esfuerzo colectivo, cimiento y un signo de la voluntad de
mío y de otros muchos colegas, a lo largo esta casa de estudios de fortalecer la inves-
de cuarenta años, por abrir un nuevo tigación educativa y de intensificar su
campo de investigación, el de la investi- presencia institucional en la formulación
gación educativa en México; formar a sus de las políticas educativas nacionales.
investigadores y consolidar sus institucio- Quiero también agradecer a mi insti-
tución, el CESU —ahora Instituto de In-
vestigaciones sobre la Universidad y la
* Pablo Latapí Sarre (ciudad de México, 1927) es doctor
en Ciencias de la Educación por la Universidad de Ham-
Educación— de la Universidad Nacional
burgo. En 1963 fundó el Centro de Estudios Educativos, Autónoma de México, los muy valiosos
A.C., institución pionera de la investigación educativa apoyos que me ha brindado en el desarro-
en México; fundó también la Revista Latinoamericana de
Estudios Educativos. Durante más de treinta y seis años
llo de mis actividades académicas; aprecio
ha realizado una intensa labor de investigación, formación especialmente el clima de libertad acadé-
de investigadores y publicación sobre cuestiones educati- mica, confianza y compañerismo que en
vas. Es investigador nacional emérito del Sistema Nacional él prevalece.
de Investigadores y trabaja actualmente en el Instituto de
Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, en la Y como los logros de la vida académi-
Universidad Nacional Autónoma de México. ca son inseparables de las coordenadas
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más amplias en que nos realizamos los bases sólidas, y se les propone la “sociedad
seres humanos, deseo hacer, en esta im- del conocimiento” como el paradigma
portante ocasión, un cariñoso reconoci- obligado del futuro: si el conocimiento
miento a mi esposa María Matilde: es —y lo será cada vez más— el eje ver-
durante treinta años ella me ha acompa- tebrador de las economías globalizadas,
ñado cotidianamente en todos mis pasos, corresponde a los sistemas educativos y
y —lo que es más— construimos juntos sobre todo a las universidades generar,
nuestras certezas y nuestras respuestas, proveer y distribuir ese conocimiento in-
desde la fe que compartimos, a las pre- dispensable. Ustedes —funcionarios, pro-
guntas últimas de la vida humana. Por fesores y estudiantes— conocen mejor
todo esto, María Matilde, este doctorado que yo lo que implican estos retos y su-
es también tuyo. fren todos los días en carne propia sus
Se me ha pedido pronunciar una consecuencias.
conferencia magistral en esta solemne Mi mensaje hoy consistirá en plantear
ocasión, que sea un mensaje a esta comu- cuatro preocupaciones críticas ante algu-
nidad universitaria —sus autoridades, nos equívocos que están provocando estos
profesores, investigadores, estudiantes y retos, preocupaciones que surgen de mi
trabajadores—. Lo considero un gran pri- manera personal de entender lo que es la
vilegio y me propongo compartir con educación y lo que es la universidad, de
ustedes algunas reflexiones sobre los ries- una “filosofía educativa” (si queremos lla-
gos que enfrentan hoy las universidades marla así) que he construido a lo largo de
mexicanas. Son preocupaciones persona- mi vida.
les, críticas, que pueden entenderse como
advertencias o señales de alerta. No todos Primera preocupación: el objetivo
estarán de acuerdo con ellas, desde luego de la “excelencia”
—la universidad es una institución hecha
para la disidencia—; ruego respetuosa- Hoy se proclama como obligatorio para
mente a quienes no las compartan consi- las universidades el ideal de la “excelen-
derarlas al menos como proposiciones cia”: la institución debe ser excelente, los
que merecen discutirse. programas de formación y los profesores
Las universidades del país viven hoy también, y los estudiantes deben aspirar a
transiciones difíciles. Las presiones de- ser excelentes y a demostrarlo.
mográficas y sociales, las exigencias po- Permítanme decirles que considero
líticas, las angustias presupuestales, los este ideal de la excelencia una aberra-
cambios culturales y educativos y, sobre ción. “Excelente” es el superlativo de “bue-
todo, los retos de la economía nacional no”; excelente es el que excellit, el que
e internacional, las abruman y las en- sobresale como único sobre todos los de-
frentan a decisiones nada fáciles. Se les más; en la práctica, el perfecto. En el
exige calidad, se las obliga a modernizar- ámbito educativo, hablar de excelencia
se, a ser eficientes, a preparar los cuadros sería legítimo si significara un proceso
que requiere el mercado, a desarrollar una gradual de mejoramiento, pero es atroz
cultura empresarial, a innovar en sus mé- si significa perfección. Educar siempre
todos pedagógicos y en sus procesos de ha significado crecimiento, desarrollo de
gestión, a evaluarse y acreditarse sobre capacidades, maduración, y una buena
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educación debe dejar una disposición no./ Si pudiera volver a vivir comenza-
permanente a seguirse superando; pero ría a andar descalzo a principios de la
ninguna filosofía educativa había tenido primavera/ y seguiría así hasta concluir
antes la ilusoria pretensión de proponerse el otoño [...]”
hacer hombres perfectos. La antinomia de ser mejor sin por ello
Yo creo que la excelencia no es virtud; separarnos de los otros, de ser fuertes sin
prefiero, con el poeta, pensar que “no por ello usar el poder para oprimir, de ser
importa llegar primero, sino llegar todos, seguros sin por ello ser arrogantes, seguirá
y a tiempo”. El propósito de ser excelente siendo un reto educativo difícil, siempre
conlleva la trampa de una secreta arro- irresuelto, como tantos otros retos pro-
gancia. Mejores sí podemos y debemos pios de nuestra condición humana que
ser; perfectos, no. Lo que una pedagogía nos obligan a caminar por desfiladeros
sana debe procurar es incitarnos a desa- donde nos acechan precipicios por ambos
rrollar nuestros talentos, preocupándonos lados. No demos, por tanto, medallas de
por que sirvan a los demás. Querer ser excelencia a nadie; esas medallas ocultan
perfecto desemboca en el narcisismo y el muchas veces un corazón perverso.
egoísmo. Si somos mejores que otros —y Formemos a nuestros estudiantes en la
todos lo somos en algún aspecto— debe- realidad. Invitémoslos a desarrollar su
mos hacernos perdonar nuestra superiori- autoestima y a ser mejores y a madurar,
dad, lo que lograremos si compartimos pero asumiendo siempre su riesgosa con-
con los demás nuestra propia vulnerabi- dición humana, y a estrechar lazos soli-
lidad y ponemos nuestras capacidades a darios con todos, sobre todo con los más
su servicio. débiles.
Sobre este tema escribí alguna vez: “La
perfección no es humana. Somos esen- Segunda preocupación: la definición
cialmente vulnerables; nuestra contingen- de calidad de la educación
cia acompaña todos nuestros pasos y
debiéramos sentirnos siempre prescindi- Lo anterior nos lleva directamente al
bles. Somos ida y regreso entre anhelo y tema más vasto de la calidad. Las univer-
desilusión, mezcla de mal y bien, ensayo sidades de todo el mundo, también las
muchas veces fallido. Vivimos unos cuan- nuestras, están hoy presionadas por la exi-
tos instantes espléndidos para regresar a la gencia de calidad; el problema es que, al
comprobación reiterada de que el Bien parecer, nadie cuenta con una definición
absoluto nos queda grande. Por esto es de calidad plenamente convincente. Se
buena la historia y son buenos los clási- han identificado factores que indiscu-
cos: nos acercan a la maravilla de nuestra tiblemente influyen en lograr una me-
imperfección consustancial”. jor educación, tanto en la infraestructura
A sus ochenta y cinco años Jorge Luis como en los programas y en los métodos
Borges escribió: “Si pudiera vivir nueva- de enseñanza, y se aplican medidas para
mente mi vida/ en la próxima trataría reforzar estos factores. En contraparte, se
de cometer más errores./ No intenta- conocen las malas prácticas que impi-
ría ser tan perfecto/ me relajaría más, den la calidad. Algunos identifican ésta
sería más tonto de lo que he sido.../ Si con los resultados que obtienen los estu-
pudiera volver a vivir viajaría más livia- diantes en sus exámenes y juegan con las
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que forma un hábito razonable de autoe- petencia, sino desde perspectivas existen-
xigencia. Y digo “razonable” para no caer ciales más profundas; queremos transmi-
en un perfeccionismo enfermizo o en un tir a los jóvenes experiencias personales en
narcisismo destructivo. La búsqueda de virtud de las cuales adquirimos nuestra
ser mejor debe ser razonable, moderada propia visión de lo que es una vida de ca-
por la solidaridad con los demás, el espí- lidad, y nos esforzamos por que el estu-
ritu de cooperación y el sentido común. diante llegue a ser él mismo, un poco
Tendríamos así una definición formal mejor cada día, inculcándole un hábito
de la calidad educativa; “formal” porque razonable de autoexigencia que lo acom-
los estándares de mejoramiento pueden pañe siempre.
aplicarse a asuntos diversos, y las diferen- Al fin de cuentas los educadores sólo
tes visiones del mundo y apreciaciones transmitimos lo que somos, lo que hemos
valorales darán contenidos distintos a esta vivido: algo de sabiduría y algunas virtu-
definición formal. des venerables que no pasan de moda; un
Creo, por tanto, que buscar una edu- poco de compasión y solidaridad; respe-
cación de calidad no es inventar cosas to, veracidad, sensibilidad a lo bello, leal-
extravagantes (como llenar las aulas de tad a la justicia, capacidad de indignación
equipos electrónicos o multiplicar tele- y a veces de perdón, y algunos estímulos
conferencias con premios Nóbel), sino para que nuestros alumnos descubran su
saber regresar a lo esencial. Veamos un libertad posible y la construyan.
ejemplo: un cuaderno de composición de Es poco; pero si los jóvenes y las jóve-
Español, corregido con lápiz rojo, en el nes recogen estas enseñanzas y si además
que el profesor explica el por qué de cada se toman a sí mismos con sentido del
corrección, está transmitiendo “estánda- humor, podrán cumplir decorosamente
res de superación” y llevando al estu- con el cometido de convertirse en hom-
diante a comprender que hay mejores bres y mujeres cultivados, que estén a la
maneras de utilizar el lenguaje, que él altura de hacerse cargo de sí mismos y de
puede escribir mejor, y lo motiva para los demás.
exigirse más.
Esta concepción de la calidad educati- Tercera preocupación: el conocimiento
va descansa en dos supuestos: que para del que se trata en la “sociedad del
poder transmitir calidad es necesario re- conocimiento”
conocerla, y que para poder reconocerla
es necesario tenerla. No hay en esto cír- Se propone hoy a las instituciones de
culos viciosos ni tautologías, sino el reco- enseñanza superior, como dije al princi-
nocimiento de que la educación es en pio, asumir el paradigma de la “sociedad
esencia un proceso de interacción entre del conocimiento” para normar sus trans-
personas, y de que la calidad depende formaciones: ante la globalización ine-
decisivamente de la del educador. luctable, ellas deben esmerarse —dice el
Los educadores abordamos el proble- discurso ortodoxo— en proveer el cono-
ma de la calidad no desde teorías em- cimiento que requieren los países para su
presariales de la “calidad total” ni desde desarrollo. Pero no se especifica, por lo
la preocupación por mejorar nuestra “ofer- general, cuál es ese conocimiento; más
ta” comercial para triunfar en la com- bien se da por entendido que se trata
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sobre todo del conocimiento necesario mientos de las empresas? Nadie lo duda,
para conquistar los mercados, o sea el con tal de definir sus condiciones. Pero al
conocimiento práctico, aplicado, el vin- enfrentar estas demandas, no hay que
culado a la economía, el que produce olvidar que la universidad es algo más: no
innovaciones rentables y asegura el éxito es un apéndice de la empresa, sino una
en la competencia. institución responsable de generar, prote-
Permítaseme también cuestionar esta ger y difundir todos los tipos de conoci-
gloriosa bandera de la “sociedad del cono- miento que requiere el país, incluso los
cimiento” que se hace ondear como ideal aparentemente improductivos.
obligatorio de toda institución de edu- Y quiero decir algo más en relación
cación superior, no porque no sea un con este tema: la universidad actual de-
ideal válido sino porque es incompleto y bería ser un baluarte contra el devasta-
equívoco. El conocimiento que requieren dor proceso de comercialización total al
las sociedades no es sólo el vinculado a la que está llevando la entronización del
economía, sino otros muchos tipos de mercado.
conocimiento. Las universidades no exis- En esta etapa extrema del capitalismo,
ten sólo para crear y promover el conoci- la globalización está llevando a la mer-
miento económicamente útil, sino todas cantilización del mundo. Hoy se conside-
las formas de conocer que requiere una ran mercancías muchos bienes primarios
sociedad. Por esto sostenemos que ellas que condicionan la existencia; se vende el
son el hogar legítimo de la filosofía y agua que nos es indispensable y viene del
las humanidades, de la historia, del tea- cielo, se la industrializa, exporta y anun-
tro, la poesía y la música; defendemos cia; pronto seguirán el aire y el sol. La
también el profundo sentido humano de salud hace mucho que se comercia en un
las ciencias naturales, y afirmamos el va- mercado altamente tecnificado. Hoy se
lor de lo inútil y de lo gratuito como venden los conocimientos tradicionales,
parte de la misión de la universidad. Por patentados por laboratorios transnaciona-
esto también creemos en lo valioso de la les que se los apropian sin dar crédito a su
convivencia de los diferentes en las co- origen, y se habla con todo rigor de “in-
munidades universitarias, tan propia de dustrias culturales”, reduciendo obras del
nuestras universidades públicas. Por tan- espíritu y de la creatividad humana a la
to, decimos “sí” a la sociedad del conoci- categoría de simples mercancías.
miento que incluya la universalidad de La dimensión mercantil se extiende ya
los saberes humanos, y advertimos contra a todos los dominios de la vida; todos los
la trampa de convertir a las universidades días surgen nuevas mercancías sutiles, in-
en fábricas de inventos prácticos; aquellas geniosas, muchas imaginarias y casi todas
son creaciones del homo sapiens, no las prescindibles; ya no son cosas ni servicios;
reduzcamos a talleres del homo faber. son commodities, satisfactores de capri-
¿Hay que vincularse con las demandas chos, inventos de la publicidad, imáge-
de la economía? Por supuesto. ¿Hay que nes virtuales que halagan la vanidad o
formar profesionistas competitivos ante explotan los miedos o los remordimien-
los retos de la globalización? Totalmente tos. Todo se vale para vender porque toda
de acuerdo. ¿Hay que desarrollar investi- venta hace avanzar al capital, aunque sea
gación aplicada, vinculada a los requeri- a costa del sentido común y de nuestra
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