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T1: Control sin solarización
T2: Solarización
T3: Incorporación de Brassicas + Solarización
T4: Solarización + aplicación de porcinaza
T5: Solarización + aplicación de Trichoderma
T6: Incorporación de Brassicas, Trichoderma + Porcinaza
Figura 1. Temperatura a medio día * (los valores del 1 al 11 representan cada una de las fechas de
medición del 4 de septiembre al 9 de octubre respectivamente, mostradas en la tabla 1)
La temperatura tiene valores muy fluctuantes para los diferentes tratamientos (Figura 1), sin
embargo es importante destacar el efecto de la solarización en los diferentes tratamientos con
respecto al control, teniendo temperaturas máximas de 37ºC en T2 y mínimas de 22ºC en T6
con respecto al control con temperaturas máximas de 29ºC y mínimas de 15ºC (Tabla 1). Con
un valor máximo de 6ºC más alto en los tratamientos solarizados con respecto al control.
En tratamientos de solarización para lograr una disminución importante de Fusarium sp. se
requiere que la temperatura promedio diaria en los suelos solarizados sean mayores a 6°C en
comparación con suelos no solarizados, o que el promedio de horas diarias con temperaturas
fue de a 27°C siempre fuera mayor en suelos solarizados en comparación con los no
solarizados por un tiempo mínimo de 4 semanas consecutivas (Sánchez et al., 2002), esto se
puede observar en los resultados de la Tabla 1, apoyado de la Figura 1, donde se demuestra
que las temperaturas no tuvieron un rango diferente al mostrado por el autor, por lo que al
estar en condiciones indicadas Fusarium sp. incrementa su población.
TABLA 2. Análisis microbiológicos de diferentes tratamientos de solarización: Hongos
T1: Control sin solarización
T2: Solarización
T3: Incorporación de Brassicas + Solarización
T4: Solarización + aplicación de porcinaza
T5: Solarización + aplicación de Trichoderma
T6: Incorporación de Brassicas, Trichoderma + Porcinaza
La presencia de Trichoderma spp. en los tratamientos con incorporación de Brassicas, permiten
asociar esta especie vegetal como un coadyuvante para la colonización de este hongo, siendo muy
importante en el proceso de descomposición de la materia vegetal.
Stapleton (2000) dice que no hay que olvidar que la técnica de solarización realiza cambios
biológicos como la destrucción de organismos mesófilos creando un “vacío biológico" parcial,
en donde el suelo queda disponible al terminar el tratamiento para una recolonización,
muchos parásitos de las plantas no son capaces de competir contra otros microorganismos que
están adaptados al suelo, incluyendo antagonistas de algunos patógenos del suelo que
sobreviven a solarización y pueden recolonizar con mayor facilidad como lo son Bacillus y
Pseudomonas spp., hongos como Trichoderma y algunos nematodos.Según la FAO (1995), la
mayoría de fitopatógenos no pueden sobrevivir temperaturas por encima de 30-33 ºC, sin
embargo pueden haber excepciones con algunas especies de los géneros aspergillus, fusarium,
Phytium, entre otros; de igual manera antagonistas como Trichoderma sp., Talaromyces sp.
y Aspergillus sp. sobreviven e incluso pueden aumentar. Como se observa en la gráfica
anterior, los tratamientos T2 y T5 son los únicos que presentan Aspegillus sp., dado que en
los demás tratamientos las condiciones del ambiente como la disminución del pH por las
Brassicas afectan directamente el crecimiento y supervivencia del hongo.
Se observa en los resultados que las poblaciones de Fusarium sp. aumentaron en los distintos
tratamientos respecto a la muestra previa. Sánchez et al., (2002) demuestran que para un
adecuado control de Fusarium sp. se debe realizar en un sistema de solarización que cuente
con un sistema de riego por goteo, esto lo explica Yoshida 1975, citado por (Sánchez et al.,
2002) debido a que las condiciones de agua produce metabolitos como ácidos grasos, aminas,
mercaptanos, los cuales pueden lograr tóxicos bajo estas condiciones a hongos fitopatógenos.
Barbosa y Suárez (2009) muestran que hacer aislamientos nativos de Trichoderma sp logran
una alta probabilidad para que se logre un adecuado control de Fusarium sp. en especial de F.
oxysporum de forma preventiva a nivel de campo, siendo aplicado antes y en el momento de
la siembra de la planta, puesto esto estimula el crecimiento del hongo y de esta manera
detiene el crecimiento del patógeno. Se podría decir que en este tipo de enfermedades el
tratamiento es preventivo y no curativo. Por lo cual al realizarse sólo una inoculación no fue
suficiente para el control del patógeno.
En cuanto a Mucor sp. Katan (1981) explica que para que se realice un correcto control de
patógenos como Mucor sp. el cubrimiento del terreno debe hacerse en tiempo climático de
altas temperaturas e intensa radiación solar, este autor indica que en el momento de cubrir el
suelo, este debe permanecer húmedo para poder incrementar la sensibilidad térmica de las
estructuras de resistencia de los patógenos, así como la importancia de que el terreno cubierto
sea de manera uniforme y con un la misma tira de material, ya que al emplear tiras de plástico
algunas zonas de suelo pueden quedar sin proteger, lo que conlleva a la presencia de
patógenos y por ello a la reinfección en poco tiempo de estos. Referente al mecanismo de
inactivación térmica de los patógenos, este mismo autor indica que cuando los organismos
están sometidos a calor húmedo, su viabilidad se ve reducida. Esto logra explicar el aumento
de las poblaciones de Mucor sp. de los tratamientos T2, T3, T4, T5, T6 de la muestra previa a
las muestras tomadas después de los tratamientos, debido a huecos que se presentaban sin
cubrir el suelo, y a las bajas temperaturas que se obtuvieron en los distintos tratamientos
Katan (1980).
Los datos de poblaciones de hongos muestran que Cladosporium sp. se redujo a cero en los
tratamientos que recibieron procesos de solarización, ya que solo hay presencias de u.f.c*g-1
de sustrato, en el análisis previo y en T1. Dwivedi (1998) confirma lo anterior mostrando una
reducción a cero en tratamientos con solarización en comparación con testigos a los cuales no
se les aplicó solarización y mostraron altos porcentajes de Cladosporium herbarum en suelo.
T1: Control sin solarización
T2: Solarización
T3: Incorporación de Brassicas + Solarización
T4: Solarización + aplicación de porcinaza
T5: Solarización + aplicación de Trichoderma
T6: Incorporación de Brassicas, Trichoderma + Porcinaza
Microorganismos benéficos existentes en los suelos como lo es Bacillus spp. tienen la
capacidad de sobrevivir a tratamiento de solarización, como lo podemos ver en la tabla 3,
donde en los tratamientos de solarización los valores fueron altos, sin embargo en el
tratamiento con Trichoderma spp. estos valores fueron bajos, esto se puede deber a un
desplazamiento por parte de Trichoderma spp. a Bacillus spp. (Zanon, 2009).
TABLA 4. Análisis microbiológicos de diferentes tratamientos de solarización: Nemátodos
T1: Control sin solarización
T2: Solarización
T3: Incorporación de Brassicas + Solarización
T4: Solarización + aplicación de porcinaza
T5: Solarización + aplicación de Trichoderma
T6: Incorporación de Brassicas, Trichoderma + Porcinaza
El número menor de nematodos totales que se encontraron en los tratamientos con solo
solarización y el tratamiento con incorporación de porquinaza fue menor a los demás (Tabla
4), aunque varían las cantidades de patógenos y no patógenos. Los resultados están
relacionados con los de Alcoser et al. (2006) y Gamliel y Stapleton (1993) donde reportan que
la incorporación de compost, la solarización o la mezcla de ambas, reducen las poblaciones de
nematodos ya que se incrementa la degradación de la materia orgánica por el aumento de la
temperatura y humedad del suelo, además de causar acumulacion de gases tóxicos en el aire
del suelo; los efectos causados sobre los nematodos, por la incorporación de compost varían
según la especie del organismo, tipo de compost, duración y tiempo después de la aplicación y
subproductos del proceso.
TABLA 5. Pesos secos promedio de los rábanos obtenidos para cada uno de los tratamientos
En la tabla 5, se muestran los pesos secos promedios para cada uno de los tratamientos, los
valores más altos se encuentran en los tratamientos con incorporación de Trichoderma spp y
Brassicas, teniendo las mayor acumulación de biomasa seca del rábano.
TABLA 6. Análisis de correlación en los pesos secos de los rábanos para los diferentes tratamientos de
solarización.
Se puede observar que todos los tratamientos presentan una diferencia significativa frente al
control (Tabla 6), es decir, cada uno de los diferentes tratamientos utilizados en el
experimento tuvo un efecto en el desarrollo de las plantas de rábano sembradas después de la
aplicación de estos. sin embargo se puede ver que la aplicación de Trichoderma tuvo un
mayor efecto en el desarrollo de las plantas respecto a los demás tratamientos, presentando
estas el mayor peso seco.
Prueba de Kruskal-Wallis
Es una prueba no paramétrica que utiliza la suma de rangos para probar la hipótesis de que
más de dos muestras aleatorias independientes tienen medias idénticas (H0), contra la
hipótesis que no todas las poblaciones tienen medias iguales (H1); fue utilizada debido al bajo
número de muestras y a la falta de normalidad de las mismas.
Tabla 7. Rangos de pesos secos del rábano en los diferentes tratamientos.
Tabla 8. Estadísticos de contraste a,b (Prueba de Kruskal-Wallis)
Planteamiento de Hipótesis
Ho: Las medias de los tratamientos son estadísticamente iguales
H1: Las medias de los tratamientos NO son estadísticamente iguales
Como el P-Valor de la prueba de Kruskal-Wallis es menor al nivel de significancia 0.05,
entonces se rechaza la hipótesis nula de igualdad de medias, es decir hay diferencia entre éstas.
Para saber entre cuáles tratamientos hay diferencia se utilizará la prueba de Dunn.
Prueba de Dunn: “comparaciones por pares usando rangos”. Esta prueba admite muestras
desiguales, los valores críticos se calculan con base en la distribución normal; mantiene
constante la rata de error experimental, por lo que resulta muy conservadora, por tanto
mantiene alto grado de protección cuando Ho es verdadera, por el contrario si es falsa detecta
con mucha frecuencia la significancia entre las diferencias de los tratamientos.
TABLA 9. Prueba de Dunn, para determinación de diferencias en las medidas medias de pesos secos
del rábano para los diferentes tratamientos.
* N representa el número de unidades muestrales para la prueba en cada tratamiento.
Como se observa en los resultados de significancias en la prueba de Dunn, los tratamientos
con mayores pesos secos finales de los rábanos fueron los de Trichoderma sp., Brassicas y
porquinaza, por tanto estos tratamientos tienen mayor efecto en el control de microorganismos
patógenos y como consecuencia en la producción del rábano, sin embargo la porquinaza no
presenta diferencias con los tratamientos T+B+P y el de solarización, aunque con el
tratamiento control si presenta, esto porque aunque éstos tratamientos ejercen una reducción
sobre los patógenos del suelo, no es tan eficiente como los que presentaron mayor peso final
(letra ‘c’).
CONCLUSIONES
El tratamiento con incorporación de Trichoderma presentó los valores más altos en
acumulación de biomasa seca para el rábano, interpretando esto como un tratamiento que
junto con la solarización pueden mejorar el rendimiento de varios tipos de cultivos
susceptibles a patógenos del suelo como por ejemplo Spongospora subterranea en papa.
La solarización efectuada en este estudio no alcanzó los valores adecuados de aumento de
temperatura (mayor a 6ºC de diferencia) entre los diferentes tratamientos y el control, que
permitan una disminución importante de Fusarium sp. u otros patógenos que resisten a altas
temperaturas.
El incremento de la temperatura en los tratamientos de solarización aunque no fue
suficientemente alto; el tiempo en el que permanecen a estas temperaturas y su variación a lo
largo del día, crean condiciones apropiadas que causan la germinación de los
microorganismos, los cuales mueren debido a las condiciones ambientales generadas.
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