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HUARAZ _2018
INDICE
2. LA RED DE TRANSPORTE
9. CONCLUCION
INTRODUCCION
b) Centrales térmicas: Que queman un combustible fósil (carbón, fueloil o gas) para
producir vapor que, como en el caso de las centrales nucleares, permite generar
energía eléctrica mediante un conjunto turbina de vapor-alternador.
La red de transporte tiene por objeto transportar la energía eléctrica producida por las
centrales de generación a las áreas de distribución. En general, la energía eléctrica se
produce en lugares alejados de las áreas de distribución, por lo que es necesario disponer
de una red con una capacidad de transporte adecuada para llevar la energía desde
cualquier centro de generación a las áreas de distribución.
La red de transporte permite transportar energía en trifásica y en alta tensión,
típicamente a 220 ó 400 kv (en menor medida 132 kv), a efectos de reducir las pérdidas
de energía en el propio transporte, y está adecuadamente mallada, de tal forma que la
energía pueda transportarse de las zonas de generación a cualquier área de distribución.
El empleo de redes trifásicas se debe a razones económicas, ya que son más baratas que
las monofásicas para transportar el mismo volumen de energía a igual tensión; y
técnicas, ya que la potencia activa de un generador o motor en trifásica es constante, al
contrario de lo que ocurre en monofásica.
Se denominan subestaciones a los nudos de interconexión de las redes eléctricas y, en
general, subestaciones de alta tensión a las subestaciones de la red de transporte. En las
subestaciones es posible desacoplar líneas de la red mediante interruptores eléctricos
(que permiten abrir el circuito en condiciones de corriente de carga y de avería) y
seccionadores que, a efectos de seguridad, permiten visualizar la apertura La red de
transporte constituye un monopolio natural, dado que no es socialmente razonable
disponer de redes paralelas de transporte de energía eléctrica. Por tanto, la red de
transporte ha de ser ampliada y gestionada, persiguiendo el bien común, por un gestor
regulado. La red de transporte tiene un límite físico y un límite de estabilidad en cuanto
al nivel máximo de energía que puede transportarse.
LAS REDES DE DISTRIBUCION
a) Redes radiales: En las redes de distribución radiales las líneas parten de las
subestaciones y se ramifican extendiéndose por todo el área suministrada. Las
redes radiales se alimentan por un único extremo desde el que se realiza el
suministro a los centros de transformación mediante derivaciones o
ramificaciones en antena que no se cierran sobre sí mismas. De esta forma, la
energía sólo dispone de un camino para alcanzar a los consumos partiendo de la
subestación.
b) Redes en anillos: Las redes en anillo están formadas por una línea cerrada a lo
largo de la cual se reparten los centros de transformación. Estas redes
proporcionan dos caminos para alimentar a los centros de transformación,
constituyendo una solución intermedia entre las redes radiales y las redes
malladas. El suministro de energía eléctrica se puede realizar mediante una o
varias subestaciones conectadas en diversos puntos del anillo.
Las redes en anillo están provistas de elementos de maniobra que permiten la
apertura o cierre de cualquier sección del anillo. En condiciones normales, estas
redes se suelen explotar con una sección abierta, es decir, en modo radial. La
aparición de una avería en una línea obliga a realizar ciertas maniobras que
permiten aislar la zona afectada y restaurar el suministro a todas las cargas.
Subestación
Centro de
Transformación
c) Redes malladas: Las redes malladas se obtienen al enlazar varios anillos en las
zonas de concentración de demanda. Los centros de transformación de las redes
malladas se pueden alimentar por varias subestaciones cercanas mediante líneas
de longitud relativamente corta.
Por otro lado, las redes malladas proporcionan una mayor flexibilidad porque
pueden acomodar directamente el aumento o variación de la demanda con
pequeño impacto sobre la red. Una característica importante de las redes
malladas es que utilizan subestaciones pequeñas ubicadas cerca de los centros de
consumo. Esto, junto con la interconexión de los centros de transformación, hace
posible quitar o añadir pequeños incrementos de capacidad de determina- dos
transformadores sin tener que hacer modificaciones importantes en las redes.
La flexibilidad de las redes malladas es una gran ventaja en la economía a largo
plazo del sistema de distribución, particularmente cuando la demanda total
cambia en el tiempo significativamente o cuando se producen desplazamientos
de la demanda de una zona a otra. Gracias a esta flexibilidad, la inversión es casi
proporcional a la demanda suministrada. Las redes malladas se caracterizan por
pequeños incrementos regulares de la inversión mientras que las redes radiales
requieren grandes inversiones esporádicas.
El principal inconveniente de las redes malladas es su elevado coste. Por un lado,
el sistema de protección es considerablemente más complejo debido al mayor
número de dispositivos de protección requeridos y a unas mayores exigencias de
selectividad y potencias de cortocircuito. Por otro lado, las líneas emplean
conductores de gran sección, a diferencia de las líneas telescópicas usadas en las
redes radiales.
Las redes de baja tensión parten de los centros de transformación para suministrar a los
consumos finales en un área geográfica pequeña, dado que las pérdidas son
significativas en baja tensión. En la mayoría de los casos el consumo final se lleva a
cabo en baja tensión por razones claras de seguridad para los usuarios. A diferencia de
las redes de distribución, muchos consumos en baja tensión son monofásicos,
especialmente los correspondientes a usuarios residenciales y comerciales, los cuales se
conectan entre dos fases o entre fase y neutro. En España (también en Alemania, Italia y
el Reino Unido), las tensiones típicas de suministro en baja son 400 V (fase-fase) y 230
V (fase-neutro). En otros países se emplean niveles de 120, 208 y 240 V (Estados
Unidos y Canadá).
En entornos rurales, las redes de baja tensión que parten de un centro de transformación
alimentan a un conjunto de viviendas, mientras que en un entorno urbano suelen
alimentar a un bloque de pisos o apartamentos. De importancia crucial en las redes de
baja tensión es el sistema de protección de los usuarios. Los puntos de suministro a
clientes y sus correspondientes redes de baja tensión incorporan sistemáticamente la
protección diferencial y protecciones frente a sobretensiones y sobre- corrientes, así
como adecuadas puestas a tierra de los elementos no energizados (accesibles al usuario)
de los aparatos de consumo. Las redes de baja tensión se construyen con líneas
subterráneas de cable aislado y con líneas aéreas, bien con conductor desnudo o con
cable aislado (típicamente cables trenzados en haz). Las redes de baja tensión suelen
ser de longitud corta y presentan una estructura radial, en anillo o mallada en función
del tipo de carga a la que se suministra energía. En cualquier caso, la explotación de
estas líneas se suele hacer de forma radial. La principal ventaja del uso de redes radiales
es su bajo coste.
Las acometidas de los consumos parten de la línea asignada a cada edificio o grupo de
edificios y terminan en las cajas de acometidas en el interior de los edificios. En zonas
urbanas la red de baja tensión se suele disponer en forma de mallas subterráneas
cerradas. Esta red conecta los transformadores de los centros de transformación,
obteniéndose un perfil de tensión más estable. Para el suministro de cargas elevadas se
suelen instalar varios transformadores en un mismo centro de transformación.
La operación de las redes de baja tensión se realiza con los siguientes objetivos:
El consumo de energía eléctrica varía según las horas del día y según el día de la
semana, lo que da lugar a una utilización parcial de algunas de las centrales de
producción, en particular las más caras. Esto es así porque no es posible almacenar
energía eléctrica en grandes cantidades. La única tecnología que permite almacenar
cantidades importantes de energía es la emplea- da por las centrales de bombeo. Una
central de bombeo, cuando el precio (demanda) de la energía eléctrica es bajo, bombea
agua de un embalse inferior a uno superior consumiendo energía eléctrica; y cuando el
precio (demanda) de la energía es alto, turbina agua desde el embalse superior al
inferior generando energía eléctrica.
Asimismo, son también de particular interés las medidas de ahorro energético que
tienen por objeto reducir la energía eléctrica consumida sin alterar la prestación a la que
da lugar el consumo de esa energía eléctrica. Esto se consigue empleando tecnologías
más eficientes. Un ejemplo típico es el empleo de lámparas fluorescentes compactas en
vez de lámparas de incandescencia. Esta tendencia sigue en vigor, lo que obliga a
buscar fuentes de energía alternativas a las fuentes no renovables actualmente
empleadas, como es el caso del uranio, el carbón, el fueloil o el gas. En particular, la
energía eólica es una fuente alternativa económicamente competitiva y cada vez más
extendida.
Como se ha mencionado anteriormente, la energía eléctrica ha de suministrarse con el
menor número de cortes posible, y bajo condiciones técnicas adecuadas, lo que incluye
una tensión y frecuencia (50 Hz en Europa y 60 Hz en Estados Unidos) estables, y la
ausencia de armónicos en la onda de tensión, así como de otras perturbaciones que
afectan a la calidad de la onda.
LOS SISTEMAS DE SUPERVISION, CONTROL Y SEGURIDAD
Nos ofrece una visión general de los aspectos técnicos de los sistemas de energía
eléctrica, y los subsistemas de generación, transporte, distribución y baja tensión, así
como de la demanda. Se describen brevemente los sistemas de control y seguridad que
supervisan permanentemente el sistema de energía eléctrica.
Se centran los subsistemas de distribución y baja tensión, de importancia fundamental
para un suministro adecuado de energía eléctrica.