Вы находитесь на странице: 1из 6

HISTORIA DE LA EDUCACION

ARGENTINA

PRACTICO Nº5

LA FUNDACIÓN DEL DEBATE PEDAGÓGICO

Gustavo Salica

2017
Consignas:
¿Qué posiciones había respecto a la educación?

¿Qué polémicas había entre ellas?

La fundación del debate pedagógico

A la argentina llegaron inmigrantes que estaban compuestos principalmente


por campesinos sobrantes del proceso de modernización europeo, en su
mayoría eran católicos y analfabetos, además entre ellos podían encontrarse
ideas anarquistas y socialistas, lo que puso en alerta a la oligarquía nacional. A
raíz de esta problemática se organizó diferentes caminos para los grupos
sociales.
Los debates giraban en torno al papel que debía cumplir la educación. El
bloque porteño, conservador y agro exportador pretendía una educación
destinada a imponer el orden. Mientras tanto los trabajadores rurales, el
naciente proletariado industrial y los inmigrantes querían que la educación
fuera más progresista. La veían como medio para la movilidad social.
Durante esta etapa de nuestro país la situación social y económica era grave,
quebraron el Banco Nación, el Banco Provincia de Buenos Aires y la compañía
inglesa Baring Brothers estaba seriamente afectada. Este ambiente intervino
para que las diferencias entre tendencias pedagógicas y usos que se debía dar
a la educación se acentuaran. Algunas de ellas eran:
El nacionalismo católico: exigía que la población debía ser adaptada al modelo
cultural tradicional y reprimirse toda disidencia. Esta postura no aceptaba que
entre los inmigrantes también habían llegado personas de otras religiones
como judíos y protestantes por lo que exigía la implementación de la educación
religiosa en las escuelas.
La oligarquía progresista: pretendía reformas al sistema educativo tendientes a
reafirmar su hegemonía como clase dominante, vinculando educación con
trabajo. Este sector proponía un país industrializado y moderno.
Durante el gobierno de Roca se elevo un proyecto al congreso que se dirigía a
eliminar el enciclopedismo y dar una orientación práctica y técnica a la
enseñanza. La oposición sostuvo que este gobierno introducía la enseñanza
técnica para desviar el ascenso de las clases populares hacia otras
ocupaciones y oficios que no entraran en conflicto con los intereses
conservadores de la oligarquía.
Durante el gobierno de Victorino de la Plaza se presento otro proyecto que
consistía en crear una escuela primaria de 4 años obligatorios, luego una
escuela intermedia de 3 años que proporcionaría una orientación cultural
general y un nivel secundario 4 años que de carácter profesionalistico. A pesar
de que la ley fue aprobada fue inmediatamente derogada apenas iniciado el
mandato de Hipólito yrigoyen. Al parecer la este tipo de enseñanza no era bien
vista por la unión industrial que temía que esta escuela formara a personas de
clase media que no quisieran trabajar como obreros de baja calificación. En su
lugar proponía la creación de escuelas de artes y oficios que crearían solo
obreros afines a los intereses de los industriales.
Así nos han llegado hasta nuestros días la disputa mal resuelta de que tipo de
educación debe brindar el estado a sus ciudadanos, por un lado una educación
dirigida a la formar profesionales y por otro una educación dirigida a formar
obreros capacitados para las industrias.

El normalismo y sus variantes.

El normalismo adquirió cierta autonomía respecto de las políticas oficiales. La


corriente normalizadora consideraba que educar al ciudadano era su misión.
Creían en la necesidad de una escuela pública y adscribían al laicismo aunque
consideraban a la religión como el sustento del orden moral. Algunas de sus
características son el apego a los métodos, la organización escolar, la
planificación, la evaluación y la disciplina como ejes organizadores de la
practica, estas características fueron heredadas del positivismo imperante de la
época. Eran profundamente sarmientinos y adoptaban sus ideas y se sentían
representantes de la civilización y combatientes de la barbarie.
La concepción normalizadora fue influida también por el higienismo, una
corriente medica y sociológica que tuvo mucho auge en la argentina debido a
las epidemias de cólera y fiebre amarilla de fines del siglo XIX. De esta
influencia es que se hereda la preocupación constante por los hábitos
higiénicos y alimenticios, la elección de los mobiliarios escolares adecuados a
la correcta postura del cuerpo y el uso obligatorio del guardapolvos para dar
una imagen de limpieza de los cuerpos. La escuela se volvió un gran
mecanismo de adaptación a las normas.
Pero no todos los docentes adhirieron a la normalización, dando lugar a otras
corrientes como fueron:
Los democráticos- radicalizados: los representantes de esta enseñanza
estaban disgustados con el autoritarismo y la burocratización que crecía en el
sistema educativo. Se interesaron en las nuevas corrientes pedagógicas
europeas, impulsaban la autogestión y defendía que la enseñanza debía
centrarse en los niños y no en el docente y su saber. Adherían al tipo de
educación pública estatal y al alcance de toda la población.
Los docentes socialistas: esta corriente estuvo constituida por los docentes que
militaban en el socialismo. Al igual que los normalizadores rechazaban a los
criollos y admiraban al proletariado europeo. Rechazaban el orden conservador
y defendían el papel del estado como actor principal de la sociedad.
Promovieron sociedades de educación y bibliotecas populares y difundieron
ideas muy diversas como las de Marx, Comte y Darwin y los higienistas de la
época. Trataron de crear vínculos colaborativos con alumnos y padres y al igual
que los democrático radicalizados criticaban el autoritarismo de los burócratas
normalizadores.
Los educadores anarquistas: estos educadores promovieron la creación de
escuelas vinculadas con organizaciones mutuales, sindicatos obreros y grupos
anarquistas. Muchos de estos educadores fueron perseguidos por el régimen
debido a sus vínculos con el movimiento anarquista. Los docentes anarquistas
fueron encarcelados o expulsados del país y sus escuelas cerradas. Estos
docentes defendían la autogestión de las escuelas y la exclusión del estado en
la organización del sistema educativo.
Un dato de importancia es que los democrático radicalizados y los socialistas
fueron docentes, inspectores y funcionarios del sistema de educación publica,
es decir, el movimiento critico se desarrollo en el interior del sistema, no fue
marginal y llego a provocar conflictos importantes.
El poder conservador que se encontraba afianzado en la burocracia combatió a
estas posturas disidentes. Las armas utilizadas fueron el traslado, la jubilación
y la degradación jerárquica.

Los ejes de la problemática educativa

La problemática educativa de principios de siglo XX estuvo influida por las


demandas de participación en la planificación, gestión y conducción de las
políticas educativas. Los docentes protestaban contra la burocracia y a favor de
una educación nacionalista y popular. Durante el gobierno de Yrigoyen, desde
el ministerio de educación, se mantuvo una actitud dubitativa entre la reforma
liberal democrática y la reproducción de la normalización.

Durante esta época gran parte del debate pedagógico se llevo a cabo en
revistas que tuvieron una enorme circulación. Dependiendo de la afinidad de
estas revistas se daba difusión o intervenían en el debate pedagógico a favor o
en contra de una u otra corriente educativa.

Del yrigoyenismo a la década infame

Una vez abandonado el intento por construir una relación pedagógica entre
escuela y trabajo, volvió a restablecerse la estructura tradicional y volvió a
reinar el curriculum enciclopédico.
Durante la década del 20 la relación entre los docentes y el gobierno se fue
deteriorando. Las causas de esto fueron los reclamos nunca atendidos de
mejores condiciones laborales y a que durante el gobierno de Marcelo T de
Alvear se colocaron funcionarios políticos en los cargos directivos del sistema
escolar. Estos directivos se caracterizaron por sus deficiencias en lo
administrativo, la escases de recursos presupuestarios y el mal estado de los
edificios.

Durante esta época tuvo lugar la reforma Rezzano que consistía en un sistema
integral de educación- trabajo, con talleres y laboratorios, se produjo la
diferenciación del campo técnico profesional del docente en distintas
especialidades y tareas y se establecieron nuevas reglas en la relación docente
alumno.
La reforma se enfrentaba a la positivismo normalista aunque sin salir de los
limites tolerables por la burocracia ministerial y nunca pretendió abandonar los
rituales establecidos de la simbología nacional, solo reclamaban ante la
imposición de programas de acción que no dejaban lugar a la creatividad de los
maestros.
A pesar de esto el modelo pedagógico normalizador seguiría ordenando la vida
escolar.

La separación entre educación y trabajo

La pedagogía de la época no pudo vincular la educación con el trabajo. La idea


de práctica fue reducida a la actividad en la clase escolar y la capacitación para
el trabajo sustituida por una conexión abstracta con la vida social.
Otro de los aspectos que no ayuda en este sentido fue que el ideal de los
inmigrantes era ver a sus hijos convertidos en profesionales, actitud con la cual
despreciaban la formación para la vida obrera y los oficios.
Durante el segundo gobierno de Yrigoyen se profundizo la inconformidad
generalizada de los docentes debido a la introducción de un nuevo programa
que creaba una enseñanza utilitaria y ramificaba la enseñanza primaria con el
peligro de crear desigualdad en la escolarización. Esta educación formaba
desde la infancia a los alumnos para oficios artesanales, rurales y urbanos. Fue
duramente criticada por brindar una formación laboral muy tempana a los
niños.
Es por este descontento con las autoridades y sus decisiones que los docentes
no opusieron resistencia ni criticaron a las autoridades surgidas del golpe de
estado de 1930.

La educación durante la dictadura y la década infame

Durante el gobierno de facto se suprimieron las escuelas de nuevo tipo


alegando que eran una forma de sometimiento ideológico a los estados unidos
donde habían nacido. Se propuso centrar la educación en la moral. Se debía
combatir al comunismo e impulsar la gestión educativa privada.
Durante esta época se dio un fuerte crecimiento de la industria nacional, lo que
dio como resultado que la gente tratara de capacitarse dando como resultado el
surgimiento de las modalidades de capacitación laboral por parte de diversas
instituciones sociales.
Uno de los principales cambio que se dio en la década infame fue la imposición
de la obligatoriedad de la enseñanza religiosa que fue decretada en 1937 para
la provincia de buenos aires que luego seria tomada como base para ser
convertida en ley nacional.
Otra de las características de la época es que se da un nuevo impulso a los
rituales patrióticos en la escuela. En los actos escolares se superponen
símbolos patrios, militares y eclesiásticos. El nacionalismo de la época
impregna la escuela. La incorporación de los militares y lo militar a la vida
escolar es notable en los actos, los textos y los programas. Pero en este nuevo
escenario ya no hay espacio para la oposición, ninguna de las revistas se
manifiesta en contra de los rituales patrióticos.
Con la llega al poder de un nuevo golpe de estado, el de 1943, se promulgo
una nueva ley que hacia obligatoria la enseñanza religiosa, a lo que algunas
publicaciones respondieron con preocupación alegando que podía ser el origen
ataques a la libertad de credo y recordaba que los inmigrantes llegados
practicaban una multiplicidad de credos.

Conclusión

La educación argentina a través del tiempo a actuado en veneficio de los


intereses de los grupos que ostentan el poder político, con una clara intención
de dominación, la cual queda demostrada con las medidas dispuestas para ser
implementadas en el área educativa, que continúan beneficiando de gran
manera a las clases dominantes.

Вам также может понравиться