¿Qué vamos a hacer después del Prom?

Elegir el área profesional en la que una persona se

va a desenvolver toda su vida no resulta sencillo y,

mucho menos cuando el individuo no dispone de

las herramientas para realizar una opción certera y

fundamentada. La elección vocacional es un proceso que genera contradicciones en los

jóvenes, repercutiendo visiblemente en las actitudes de estos, así lo afirman De León y

Rodríguez1 (2008). Por lo anterior, nosotros los jóvenes, debemos aprovechar los

recursos que la orientación vocacional ofrece, su propósito es ayudarnos a establecer

razonadamente el lugar que podemos o queremos ocupar en el mundo.

La vida no es nada parecido a seguir un camino lineal y predecible, cualquier camino que

tomemos va a estar lleno de desafíos y obstáculos y por ello la Orientación Vocacional,

según entiendo, nos enfrenta a importantes preguntas por clarificar: ¿a quiénes deseo

servir con mi ocupación o profesión?, ¿en qué contexto quiero trabajar?, ¿qué tipo de

personas deseo como compañeros de trabajo?, ¿cuáles son mis habilidades y

aptitudes?, ¿cuáles son mis recursos?, ¿qué conocimiento tengo acerca del mercado

laboral para la ocupación o profesión que deseo desempeñar?, ¿qué experiencias

tengo?. Para mí es claro que nada nos asegura que “todo marche sobre rieles”, pero un

buen proceso de discernimiento sobres estas cuestiones, y otras adicionales, nos va a

permitir un mejor control de nuestro plan de vida, que es lo que finalmente importa.

1
De León Mendoza, Teresa; Rodríguez Martínez Rafael. El efecto de la orientación vocacional en la
elección de carrera. 2008.)
En mi opinión lo ideal es que, en una etapa temprana del ciclo escolar, surjan muchas

preguntas alrededor de “lo qué voy a hacer cuando termine el colegio”. Nosotros,

próximos universitarios, tenemos que emprender un discernimiento de nuestros

intereses, nuestros valores, nuestras aptitudes, nuestros preconceptos y los de nuestros

familiares e incluso lo que consideramos indeseable. Decidir una ocupación o profesión

no solo tiene que ver con el factor socio-económico: estudiar una carrera que asegure

dinero y prestigio; todo estudiante debe llevar a cabo un proceso de orientación

vocacional con el objetivo de ser guiado con relación a la inclinación que tiene para

dedicarse a un determinado trabajo y así articular sus intereses, sus necesidades y el

mercado laboral. Cada persona debe tener una proyección realista de lo que quiere

hacer, junto a la consciencia de lo que ha venido aprendiendo.

En conclusión, el saber qué papel

debemos desarrollar en nuestro país y

en el mundo puede sonar agotador, para

eso tenemos los recursos de la

orientación vocacional y las experiencias

y enseñanzas vividas en estos años de

estudio en el Colegio Morisco. Todo esto nos va a ayudar a decidir qué queremos ser y

para qué. Con el grado llega el momento de darnos cuenta de qué tan preparados

estamos para ejercer nuestras responsabilidades hacia la comunidad.

JUAN ESTEBAN CHINGAL R. 1003