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Señora de
nana 1984 Tzinacapan
edad
nanacatl nanacatl VI-57, IX-38 39(4), X-12 20 80 173, XI-120 129 130 132(6) 147 1580 CF Index
1551-95
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Gran Diccionario Náhuatl [en línea]. Universidad Nacional Autónoma de México [Ciudad Universitaria, México
D.F.]: 2012 [ref del 30 de noviembre de 2017]. Disponible en la Web <http://www.gdn.unam.mx>
Citlalnanacame: venenoso
Tehuinti: neurotrópicos
Tlalpalnanacame: rojos
Citlalnanacame, son mortíferos; otros hay llamados tehuinti, que no causan comidos la muerte pero
producen cierta demencia corporal que se manifiesta en risa inmoderada, y son leonados, acres y de un fuerte
olor no desagradable. Hay otros que, sin producir risa, hacen pasar delante de los ojos toda suerte de
visiones, como guerras y figuras de demonios, y otros, enormes y horrendos, preferidos por los hombres
principales y adquiridos a gran precio y consumo cuidado para sus fiestas y banquetes. […] otros comestibles,
de naturaleza fría, sin sabor ni olor notable, llamados Iztacnanacame, de estos, algunos son blancos, otros
amarrillos: Chimalnanacame, rojos: Tlalpalnanacame, pardos, negruzcos, matizados, verdosos, de tan
variados colores.
“Tenía otra manera de embriaguez que lo hacía más crueles, y era con unos hongos o setas
pequeñas, que en esta tierra las hay como en Castilla: más los de esta tierra son de tal calidad, que comidos
crudos y por ser amargos, beben tras ellos o comen con ellos un poco de miel de abeja; y de allí a poco rato
veía mil visiones, […]. A estos hongos llaman en su lengua teunanácatlh, que quiere decir carne de dios, o
del demonio que ellos adoraban; y de dicha manera con aquel amargo manjar.
Molina
Fray Bernardino de Sahagun (Sahagún; fe de errata; 1529; (1547); Tomo II; libro 9; cap.8;
(sección 7); Gordon Wasson, R; 1983:291)
7.- “La primera cosa que se comía en el convite eran unos honguillos negros que ellos llaman nanácatl;
emborrachan y hacen ver visiones, y aun provocan la lujuria. Esto comían ante de amanecer, y también bebían
cacao ante de amanecer. Aquellos honguillos comían con miel. Aquellos honguillos comían con miel. Y
cuando ya se comenzaban a es calentar con ellos, comenzaban a bailar; y algunos cantaban, y algunos lloraban,
porque ya estaban borrachos con los honguillos. Y algunos no querían cantar, sino, sentaban se en sus
aposentos. Estaban allí como pensativos. Y algunos veían en visión que se morían, y lloraban; otros veían en
visión que los comía alguna bestia fiera; otros veían en visión.
80.- Las setas se hacen genus campestre, en los montes. Son buenas de comer; cuídense
para comerse, y si están crudas o mal cocidas provocan a vómito, a cámaras y matan; para remedio
de esta corrupción que causan las setas es bueno el ungüento amarrillo que se llama axin, echado por
tristel. (Wasson; 1983: Sahagún; fe de erratas 1529 (1547); Tomo II; libro 11; cap. 7)
74.- “Hay unos honguillos en esta tierra que se llaman tconanácatl se crían debajo del heno
en los campos o paramos; son redondos, y tienen el pie altillo y delgado y redondo. Comidos de mal
sabor, dañan la garganta y emborrachan; son medicinales contra las calenturas y la gota; has de comer
dos o tres, no más, los que los comen ven visiones y sienten vascas en el corazón; a los que comen
muchos de ellos provocan a lujuria, y aunque sean pocos.” (Sahagún: fe de errata: 1529 (1547):308,
tomo II cap. VII).
De Alvarado Tezozomoc
luego por mandato del viejo Cihuacoátl dieron a los convidados hongos montesinos a comer, con
que se embriagan, que llaman Cuauhnanácatl, y habiendo comido comenzaron el canto con muy alto punto,
que retumbaba la gran plaza, y después de un rato les volvieron a dar de comer de los hongos borrachos,
que comiendo dos o tres de aquellos, mojados en un poco de miel, quedaban tan borrachos y perdidos,
que no sabían de si: luego seguía el canto en más alto punto que el primero […] (Alvarado;1994:259;
Hernández y Margarita Loera; 2008:81)
Llegamos a la conclusión del tema; hongos, medicina, cultura y etnología en el siglo XVI,
de los diferentes hongos o setas descritas en libros y registradas en Códices por
españoles y nativos de Mesoamérica que quisieron conservar sus conocimientos de
plantas cactus, minerales y hongos medicinales empleados en diferentes ámbitos en la
sociedad y la cultura del viejo y nuevo mundo, como son: arte, magia, ciencia y religión,
usados con propósitos medicinales, recreativos, comestibles, ceremoniales-ritualisticos,
políticos y adivinatorios, apreciados por su economía y aprovechados por toda la sociedad
manifestando su beneficio en sus culturas. Contemplamos la Micolatria de estos pueblos
conservando sus tradiciones y costumbres, que pese a las leyes de los extranjeros
mantuvieron vivas hasta nuestros días, confrontando la micofobia que tenían los
españoles hacia los hongos o setas, al no comprender su cosmovisión de los nativos, ya
que para la concepción occidental cargada de creencias diferentes, dando su testimonio
que dejaron a cerca de estos hongos o setas, transmitida por frailes, credos y oficiales del
santo oficio y la santa inquisición que al ver expuesta su religión por la adoración de
hongos sagrados que ponía en riesgo la fe cristiana, tuvieron que penalizar satanizando y
poniendo en mal a los micofilos creyentes del nanacatl. Retomando lo más importante de
estos datos y testimonios que se salvaron con relación a los hongos medicinales y
adivinatorios los cuales se cuenta tenían un papel muy importante en la historia eran
manjares sagrados apreciados y venerados por príncipes, reyes, sacerdotes, oficiales,
guerreros, artistas, mercaderes, nahuales, curanderos, políticos, y los civiles utilizados en
medicina tradicional, fiestas, banquetes, ceremonias, ingestas públicas, rituales, y en usos
recreativos, valorados a precios elevados tratados con mucho cuidado, para su sociedad
y cultura eran considerados sagrados, sirviendo y aprovechados en gastronomía,
medicina, magia, arte, ciencia, religión, y economía. Gracias al gran aporte de Sahagún
pudimos notar y concluir que la teoría la cual eran empleados en el arte culinario, serían
cocidos y asados teniendo buen sabor aprovechándolos en la comunidad por todo
público, una espléndida contribución de estas personalidades como son: Martin de la
Cruz, Bernardino de Sahagún, Alonso de Molina, Francisco Hernández, de Alvarado
Tezozomoc y Jacinto de la Serna al narrar la existencia de diferentes hongos con
propiedades medicinales y neurotrópicas, las descripciones dan muestra del gran
conocimiento acerca de los hongos sagrados.
Nombre nahuatl Usos Tradición y costumbre Descripción
Teonanácatl Emborracha, neurotrópico, adivinatorio, Fiestas, banquetes, rituales Se crían debajo del heno en
comestible y medicinal. ceremonias e ingestas públicas. los campos o paramos; son
redondos, y tienen el pie
altillo y delgado y redondo.
Pequeñas, que en esta tierra
las hay como en Castilla.
Xochi nanácatl Hongo que emborracha, medicinal y Fiestas, banquetes y Hongo de Flor.
neurotrópico. ceremonias.
Tehuinti nanácatl No causan comidos la muerte pero Fiestas y banquetes, Son leonados, acres y de un
producen cierta demencia corporal que ceremonias, ingestas públicas y fuerte olor no desagradable.
se manifiesta en risa neurotrópicos y rituales.
medicinales “hongos de la embriaguez
divina”.
Macauacan nanácatl Hongo que emborracha, Medicinal y Fiestas, banquetes. Hongo de lugares donde
neurotrópico. habita el venado.
Caca nanácatl, Hongo que emborracha, neurotrópico y Ingestas públicas y fiestas. Hongos colorados de monte.
Quauhtla nanácatl medicinal. Hongo de prado.
Cuauh nanácatl, Embriagan, neurotrópico, medicinal y Ceremonias y banquetes. Nacen en los árboles.
comestible Hongos montesinos de color
verde.
Cochi nanácatl
DIVERSIDAD FÚNGICA EN MÉXICO PASADO, PRESENTE Y FUTURO Dr. Sigfrido Sierra Galván Lab. de
Hongos Tremeloides, Labs. de Micología Facultad de Ciencias, UNAM. 2010.
La prohibición cristiana del teonanácatl inició en 1656. De esa época data la siguiente descripción
del culto por parte esa época data la siguiente descripción del culto por parte de un clérigo del Santo
Oficio (o Inquisición):
Para recogerlos, los sacerdotes y viejos, distinguidos como ministros para este engaño, van a las
colinas y pasan casi toda la noche dando sermones y rezando supersticiosamente. Al amanecer,
cuando empieza a soplar cierta brisa que ellos conocen salen en su búsqueda cierta brisa que ellos
conocen, salen en su búsqueda, atribuyéndoles divinidad. Cuando se comen o beben, causan
intoxicación, privan de sus sentidos a aquellos que los ingieren y les hacen creer mil absurdos.