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José Luis Romero,

La ciudad occidental. Culturas urbanas en Europa y América,


Buenos Aires, Siglo xxi, 2009, 334 páginas

Pero entre las cosas pasadas y Gorelik, que busca enmarcar luego hacia América, aunque en
las ideas vetustas, las hay que textos disímiles, a pesar de que este último desembarco el
guardan el rencor de ser viejas tienen como eje común la dispositivo urbano entrará en
y quieren proyectar sobre la ciudad occidental. “El mundo una tensión tal que saldrá de
vida nueva el néctar de su urbano”, la primera de las esa experiencia completamente
sabiduría mezclado con el cuatro partes en que está transformado.
veneno de su decrepitud. He dividido el libro, muestra a un Sin embargo, en una
aquí un pasado peligroso. Sobre Romero preocupado por conferencia ofrecida en Buenos
cada presente gravita este esclarecer quién ha sido el Aires en 1972, que integra esta
nubarrón de las formas agente privilegiado de la primera parte del libro, aparece
cumplidas, de las estructuras cultura occidental, y de qué un elemento que una lectura
finiquitadas, de los valores modo ésta encontró en la poco atenta podría soslayar.
caducos. A veces, la suprema ciudad el artefacto en el cual Romero apela al infaltable
venganza del tiempo burlado albergaría sus creaciones ejemplo de Roma; la lucha
por esta pretensión humana de tangibles e intangibles. Y si sus entre Rómulo y Remo no es
sobrevivir es ahogar con el peso argumentos atribuyen mencionada por mera erudición
de su prestigio la débil flor del importancia central a las ni por vaga ilustración
tiempo nuevo. ciudades, es por la convicción histórica, sino que señala que la
de que el historiador encontrará creación de esa ciudad se inició
No es el Nietzsche de la en ellas la condensación de con un crimen. La ciudad,
Segunda consideración todos los procesos del mundo entonces, como delimitación de
intempestiva quien escribe estas occidental que llegan hasta la un lugar sagrado que
palabras, sino un joven José época contemporánea. Pues constantemente es asediado y
Luis Romero, que las pronuncia cuando Romero se refiere al desbordado por lo que sus
en 1937 como un conjuro mundo urbano no piensa sólo murallas han dejado del otro
salvador ante la seducción que en la ciudad material –aspecto lado. Esta alusión redimensiona
le produce la ciudad de Brujas. que de todas formas nunca la confianza que Romero
Y aunque parece tratarse de un descuida­­–, sino también en los depositaba en la urbe como “un
texto menor, hay en esta estilos de vida que ella cataliza estilo de vida y un lugar” en el
crónica una intención e incluso propaga por todo el que las tendencias a la vida
declarada, una advertencia que globo. Como se señala en el racionalizada “pudieran
guiará a Romero hasta el final prólogo, la ciudad es abordada desplegarse de una manera
de su producción. aquí en sus varios perfiles: plena”, pues la sabía, sin
Este escrito temprano forma como “el actor colectivo del embargo, tensa e inestable
parte de La ciudad occidental, cambio histórico, como el desde su origen, un territorio
una compilación de producto material de ese que nunca terminaría de fraguar
intervenciones de Romero, cambio y como el ambiente las diferencias que alojaba.
entre ellas varios cursos y social e intelectual que lo Un curso de 1973, también
conferencias que dictó entre perpetúa” más allá de su en la primera parte del libro,
1965 y 1973 acerca del mundo destrucción física. De hecho, aborda la trayectoria histórica
y la cultura urbanos. La cuidada Romero sostiene que es la de la ciudad occidental, sobre
edición, a cargo de Laura ciudad la que preserva y todo en el área mediterránea.
Muriel Horlent Romero y Luis reproduce el mundo urbano Romero despliega allí toda su
Alberto Romero, incluye un europeo cuando se extiende comprensión de los avatares del
vertebrador prólogo de Adrián primero hacia su periferia y mundo urbano en el nuevo

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mapa que se constituye con la diferencia entre la ciudad interior; algo muy distinto a la
aparición de los estados gótica y la ciudad barroca. Si cultura de fachada que
monárquicos, por un lado, y el Romero no puede ocultar cierta caracterizará a los desarrollos
descubrimiento de América, por inclinación por la primera, no urbanos del barroco.
el otro, y que vuelve a es menor la fascinación que le Nuevamente, la sociedad
conmoverse en el marco de la provoca la segunda, pues allí se burguesa, que Romero
revolución industrial. Un texto condensaría una de las claves considera una verdadera
que recoge otro curso, dictado centrales de su acercamiento a creación que se da en paralelo
en 1965, se aboca la ciudad: la figura de la con la ciudad gótica, parece ser
específicamente al estudio de escisión. La ciudad gótica es una sociedad completamente
“la formación de la ciudad, de caracterizada como la ciudad amalgamada e integrada, en la
sus estructuras económico- burguesa en su fase inicial, es que los lastres del pasado se
sociales y de sus formas de decir, “desde su surgimiento, disuelven una vez que se
vida” y hace hincapié en los hacia el siglo xi, hasta su traspasan sus muros. El
problemas historiográficos que primera transformación entusiasmo es tal que añade
presenta la ciudad en cuanto profunda, hacia el siglo xvi”. como pieza propia de la ciudad
objeto de estudio. En él Dentro de los límites de este gótica la invención del contrato
también aparece la confesión de tipo de ciudad, la sociedad social como origen de la
que ha sido la experiencia burguesa encarna el tormentoso comunidad política (lejos está
directa de la ciudad europea proceso de su formación (desde aquí el Romero que menciona
vista desde la perspectiva las revoluciones comunales un crimen como marca
americana la que ha llevado al protagonizadas por el nuevo inaugural de la ciudad romana).
autor a interesarse por la rica patriciado contra los señores Es decir, con la caracterización
densidad histórica del mundo tradicionales hasta las de la ciudad gótica se continúa
urbano y a concebir la “insurrecciones francamente perfilando no sólo un modelo
existencia de una regularidad populares” iniciadas en el siglo para entender el devenir
en las formas de su desarrollo. xiv, donde ­–siempre según histórico de la ciudad
Justamente, muchos de los Romero– puede verificarse una occidental, sino un anhelo y
escritos que describen esa “formidable irrupción popular una confianza en el dispositivo
experiencia europea (crónicas contra el gobierno de los urbano como proveedor de
que habían aparecido en la gremios acomodados y espacios públicos en los que las
revista Hebraica en 1970, con simultáneamente contra los diferencias sociales pueden
excepción del texto sobre patricios y los señores”). La enfrentarse y, eventualmente,
Brujas que citamos al pluma del historiador no oculta integrarse. Frente a todo esto, la
comienzo) se reúnen en la su simpatía por esta agitación ciudad barroca señala el
tercera parte. Barcelona, que descompone la vieja surgimiento de una
Nápoles, Praga, Londres y la sociedad y hace surgir una heterogeneidad radical en la
americana Nueva York le sirven ciudad física, un estilo de vida urbe, cuando se divide
al historiador para examinar en y una mentalidad en la que la “violentamente en dos
experiencias concretas la movilidad entre los espacios ciudades: una de ricos y otra de
fecundidad de las categorías privados y los públicos se pobres, una de privilegiados y
que ha acuñado sobre la ciudad convierte en un dato central. De otra de no privilegiados”, y en
occidental. hecho, Romero identifica a la la que la cultura comienza a ser
En la segunda parte se ciudad gótica con sus plazas, concebida como espectáculo
incluyen tres clases de un curso espacio en el que descubre que teatral de los primeros hacia los
dictado por Romero en 1971 en la vida burguesa se encuentra y segundos. La ciudad barroca
la Biblioteca del Consejo de se termina soldando en los aloja entonces a una sociedad
Mujeres. Son muchos los temas intercambios que allí se dual, escindida, que aunque no
abordados, pero merece verifican. En efecto, hasta la constituye mundos
destacarse el trabajo sobre dos casa gótica es representada definitivamente separados, no
categorizaciones- como una construcción puede integrarlos
modelizaciones centrales para “sincera”, en la que el exterior completamente (por lo menos
su concepción de la ciudad: la resulta reflejo del ámbito hasta las transformaciones

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operadas por la revolución último texto de su obra, que siempre aparecen las
industrial, que crean un nuevo dedicado a Buenos Aires e orillas, los márgenes y las
proceso de fluidez que llevará a incluido en la cuarta parte discontinuidades de esa misma
este tipo de ciudad a su crisis). (donde se reúnen muchos de los experiencia de integración.
Como se afirma en el prólogo, escritos sobre ciudades Resulta interesante recordar lo
el momento barroco no sólo latinoamericanas preparados que el historiador afirmaba
resume para Romero la pérdida para la Gran Historia de sobre la masificación de las
de la autonomía de la ciudad Latinoamérica y que luego ciudades latinoamericanas tras
frente a la nueva instancia de aparecerían en Buenos Aires, la crisis del treinta: en muchos
dominio territorial-estatal- historia de cuatro siglos). Las casos dejarían de ser
nacional y una “refeudalización ideas que allí desarrolla “estrictamente ciudades para
de la cultura europea”, sino Romero pueden contraponerse transformarse en una
también la figura más general y con las expresadas por Beatriz yuxtaposición de guetos
prevalente de la escisión. Estos Sarlo en La ciudad vista, libro incomunicados y anómicos”.
dos textos grafican por medio publicado por el mismo sello Pues si bien esto no contradice
de las determinaciones editorial sólo un mes después la novedad de ciertos procesos
históricas de lo gótico y lo que La ciudad occidental. Hay urbanos que Sarlo presenta en
barroco las tensiones centrales algo en el relato de Romero su obra, sí alivia la carga que
de la producción histórica de sobre Buenos Aires que parece aquel pasado proyecta cuando
Romero: entre el anhelo de ausente en la mirada que Sarlo es pensado desde su
integración y la comprobación tiene, más de treinta años inconmovible diferencia con el
de una división fundamental después, sobre la misma tiempo actual. Por otro lado, es
que nunca termina de saldarse. ciudad: si es cierto que para el difícil encontrar en La ciudad
Ya Javier Trímboli, en un primero la integración de esa vista un horizonte tendido hacia
artículo publicado en El sociedad escindida aparece un futuro que no sea sombrío
Rodaballo en 1996, había como deseo en el horizonte, (en ciertas zonas “el barrio ha
descubierto esta tensión central para la segunda una mezcla caducado”, afirma con pesar su
de la historiografía romeriana: virtuosa y saludable ya ha autora; la reforma ya no es
“la perspectiva que se le tenido lugar en el pasado, más posible). Así, sin esta doble
impone a Romero para narrar la precisamente en las primeras tensión que tira desde un lado y
peripecia argentina lo hace décadas del siglo xx, lo que el otro del arco temporal, los
enunciar, irremediablemente y condena al presente (el tema de fragmentos de la ciudad
transido de pesar, esa escisión su ensayo) a ser un escenario contemporánea que allí se
fundacional que no ha hecho dividido que no puede sino describen se vuelven estáticos,
otra cosa que repetirse. A su decepcionar. La confianza de permanentes, desanclados de
vez, en la escritura que Sarlo en aquella experiencia cualquier drama y conflicto que
despliega sobreviven rastros urbana y moderna “saludable” verdaderamente retraten la
que hablan del deseo duradero –que pesa como aquel nubarrón versátil realidad local.
de que ese desgarramiento de los tiempos sidos del que
finalmente concluya”. nos alertaba el joven Romero–
Efectivamente, ese nudo queda desmentida, o al menos
problemático de la producción sumamente matizada, por toda Mariana Santángelo
de Romero reaparece en el la producción romeriana, en la UBA / CONICET

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