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Introducción

Este trabajo apunta a dilucidar algunos aspectos de la conflictiva vincular de la pareja violenta a
través del análisis del film “La Guerra de los Roses”.

Para el comentario en cuestión señalaremos algunos referentes teóricos en que nos basamos para
la interpretación.

Comenzaremos por definir los términos: Vínculo – pareja – colusión – violencia.

Nos basamos en el concepto de vínculo que refiere Bernstein, etimológicamente significa “unir,
juntar, sujetar, con ligaduras o nudos”.

Esto sugiere la idea de una relación estable en el tiempo y en el espacio.

Se trata entonces de una estructura de tres términos constituidos por dos polos (dos yoes) y un
conector que dará cuenta de la particular manera de ligar a ambos.

Esto nos introduce al concepto de pareja que utiliza Jaime Velazco, donde la designa como “una
estructura vincular de dos personas en un momento de sus vidas deciden compartir una relación
estrecha, estable, siendo una alianza consciente de acompañarse, sostenerse, quererse, cuidarse y
proyectarse”.

Se considera que este compromiso afectivo tiene una historia previa en cada uno de sus
integrantes, y su destino no siempre queda clarificado más allá de las promesas iniciales: el
propósito consciente que los ha unido.
El momento inicial de una pareja está teñido por una inevitable contradicción fundante
proveniente de cada uno de sus miembros, que surge de la trabajosa y difícil elaboración de la
separación de los vínculos endogámicos.

Consideramos importante indagar en el origen de la conformación de la pareja, porque éste es un


indicador silencioso que va a determinar el desarrollo del vínculo y su posterior desenlace.

Distintos autores denominan a este momento:” Piedra fundacional” (D. Caratozzolo), “mito
fundante “(B. Antoni), “zócalo inconsciente” (J. Bernstein). Su develamiento nos permitirá
comprender por qué tantas parejas discuten violentamente con un alto costo de sufrimiento, a
través de las diferentes variantes de la agresión, siguen unidos sin poder separarse.

Esta unión conflictiva nos remite al concepto de colusión, que implica un proceso simbiótico en el
que los dos integrantes de la pareja se atribuyen inconscientemente y mutuamente sentimientos
compartidos. En esta situación los límites entre las partes del yo, el objeto externo y el objeto
interno son confusos e indiscriminados.

Es una complicidad secreta inconsciente y recíproca, que más allá de las apariencias, es la causa
del conflicto. Una de sus manifestaciones posibles puede ser la violencia.

Distintos autores coinciden en comprender el concepto de violencia en relación directa a los


conceptos de poder y agresión. Foucault señala que” Poderes” quiere decir formas de dominación,
formas de sujeción, que operan focalmente.

La agresión, siendo un componente natural y necesario del ser humano, puede, cuando se
intensifica, cambia su cualidad y transformarse en violencia, estableciéndose una relación de
abuso que ocasiona daños físicos y/o psicológicos.

Esta se presenta como manifiesta o invisible, en el discurso o en acto, por acción u omisión. Es
crónica en sus formas, permanente o cíclica y circula de generación en generación, a través de los
vínculos familiares y las repeticiones de los mismos.
Es conveniente acentuar la preponderancia del vínculo violento por sobre la violencia de cada uno
de sus integrantes. Este vínculo es denominado por Domingo Coratozzolo como “vínculo
excitante”, siendo este un producto de la relación entre dos sujetos, uno de los cuales estimula,
incita, provoca, pretende penetrar y habitar en el espacio mental del otro, inyectándole un
“estímulo excitante”.

Esta sería una forma colusiba, funcional, simbiótica, lograda a través de la violencia, utilizándosela
como un instrumento más potente de unión con el otro que el intercambio amoroso, más maduro
y discriminado.

Para una adecuada comprensión de este vínculo es necesario considerarlo en sus tres niveles de
análisis:

Transubjetivo que son todas las determinaciones socioculturales de los sujetos.

Intersubjetivo, está referido al conflicto vincular de la pareja misma.

Intrasubjetivo, es la dimensión intrapsiquica de cada uno de los miembros implicados en el


vínculo; en este caso el vínculo violento.

Síntesis del film

El argumento plantea la relación entre Oliver y Bárbara desde sus inicios, cuando se conocen
siendo estudiantes en una subasta de antigüedades y pujan por una estatuilla. Este tironeo marca
el estilo de vínculo que se establecerá entre ambos y que constituye un hito que permanecerá
mudo hasta estallar el desenlace final.

Se casan, ella abandona sus estudios para dedicarse a la casa y a la atención de los hijos, mientras
el inicia y desarrolla una importante carrera como abogado. Bárbara apoya a su marido y con
esfuerzo le regala el auto de colección que él desea.
Con los recursos que Oliver produce, compran y refaccionan una mansión, tarea que queda a
cargo exclusivo de Bárbara, permaneciendo el conflicto en forma latente, manifestándose solo en
pequeñas desavenencias aparentemente intrascendentes.

Los hechos se precipitan cuando la casa está terminada, los hijos dejan el hogar para seguir sus
estudios y Bárbara quiere empezar a trabajar y tener sus ingresos: quiere independizarse.
Impulsada por sus nuevos intereses, Bárbara cambia su auto estándar por una poderosa
camioneta doble tracción.

A Oliver le cuesta aceptar las nuevas iniciativas de Bárbara y se muestra indiferente a sus pedidos
de ayuda, centrándose cada vez más en sus propios intereses laborales, regodeándose con sus
éxitos.

El conflicto detona cuando Oliver debe ser internado de urgencia con aparente infarto y Bárbara
no se interesa por su estado, confesándole después que en realidad deseaba su muerte,
circunstancia que la haría sentir libre.

Bárbara pide el divorcio y Oliver, sorprendido y enfurecido, se resiste a abandonar la casa. La casa
se erige como un campo de batalla, repitiéndose así la pujar original por la estatuilla en una nueva
(VIEJA) pero esta vez ruidosa puja por la casa.

La violencia se manifiesta en diversos episodios que van “In Crescendo”: así, la muerte del gato de
Bárbara, “el orín sobre el pescado”, la destrucción del auto de Oliver (Bárbara pasa su camioneta
sobre él), “pate de perro”.

Con voluptuosa hostilidad ambos se encierran en la casa, ellos dos SOLOS, clausurando puertas y
ventanas al exterior para librar la batalla final, aquella en la que ambos se desafían y finalmente se
destruyen el uno al otro, mutuamente,… PERO JUNTOS.

Articulación teórica con el film.


Para facilitarnos el análisis vamos a dividir el film en tres partes o secuencias: Introducción, nudo y
desenlace.

Introducción:

El primer encuentro de la pareja film es un encuentro “en actuación”, donde no cuentan las
palabras. En la subasta Bárbara propone un desafío, mostrando así que su seducción tiene la
modalidad de un “estímulo excitante” para llamar la atención del otro y convocar su interés en
una situación de rivalidad. Bárbara es la que lo confronta con la falta y Oliver frente a la angustia
que esto le produce, va a intentar constantemente obturarla.

Esta seducción por competencia o rivalidad se convierte entonces, en una situación de desafío
excitante para los dos. Este se juega aparentemente por la estatuilla pero lentamente es por lo
que ella simboliza: el falo que promete la completud narcisista y defiende de las ansiedades de
castración (incompletud, impotencia, muerte).

Se plantea así un juego erótico de perseguido-perseguidor, como el juego del gato y el ratón que
culmina en el encuentro sexual inmediato, “multiorgásmico”, pero sin mediación del conocimiento
del diálogo. En un nivel pre verbal que en el acto sexual intenta negar la falta.

La rivalidad por el poder fálico que podemos vincular a lo imaginario en la búsqueda de la


completud narcisista, es a lo que vamos a llamar “Piedra Fundacional” o “Mito Fundante” de esta
pareja.

En su percepción inconsciente ambos engarzan en este modelo vincular desde su historia


personal, siendo esto exactamente lo que ellos “buscan” y “encuentran”, sin saber de su
determinación.

Ella se constituye en representante de la fuerza física; él del poder intelectual. Unirse es


constituirse en Ideal Narcisista; Completud y Omnipotencia.
Nudo:

La Piedra Fundante queda silenciada por años mientras ellos se abocan a configurar un vínculo que
se sostiene en un pacto inconsciente; donde ponen en marcha los modelos de femineidad y
masculinidad culturalmente internalizados, cumpliendo los mandatos sociales y posiblemente
familiares. Aún con su apariencia de madurez, solvencia, de roles bien discriminados, se puede
entrever que ambos se unen y abocan a defenderse de la castración, obturando todos los espacios
vacíos con objetos para la estética del hogar, siendo esta una formación reactiva de un rasgo anal
que liga su sadismo a la pulsión libidinal, (ligazón que más tarde defeccionara y se la verá como
estallido).

En este momento de la película, a diferencia de su comienzo, vemos a Oliver en un rol activo,


viendo satisfechos sus aspectos de pasividad y dependencia en Bárbara. (colusión obsesiva).
Mostrando los rasgos indicadores como el trabajo infatigable, orden en la disposición de las cosas,
ahorro, mantenimiento rígido de lo establecido, preocupación por la imagen externa como rol
social formal, control y falta de espontaneidad en los vínculos, la sobre exigencia para el
cumplimiento de sus ideales, etc.

En esta colusión, Bárbara le hace de complemente; adoptando un rol pasivo, dependiente, sostén
narcisista de su marido, quedando su vida reducida al ámbito hogareño: arreglo de la casa, crianza
de los hijos.

Este tercer y último momento nos muestra el desencadenamiento de la conflictiva de esta pareja,
en un momento de crisis evolutiva que toda familia debe atravesar poniendo en marcha sus
mecanismos de reacomodamiento hemostático. Momento en que la casa está terminada y los
hijos encaminados en sus estudios, siendo ya adolescentes, comienzan a perder la dependencia,
de las necesidades básicas, de sus padres.

En esta pareja, con una modalidad de vínculo narcisista, estos procesos usuales a transitar se
patologizan por la rigidez, apareciendo la violencia como un síntoma.
Cuando los roles complementarios asignados y asumidos como pasivo y activo se cuestionan por
un cambio de situación vital, y aparecen nuevas necesidades de autonomía en el pasivo- en este
caso Bárbara – retira lo desplazado o proyectado en el activo, produciendo una conmoción
estructural. En esta crisis, Bárbara, vuelve a tomar la posición activa inicial con la aparición del
deseo de autonomía económica, haciendo un pasaje del deseo del marido al deseo del dinero
(Pene=Dinero), al mismo tiempo que corriéndose del lugar de sostén narcisista de Oliver por el
deseo de “otra cosa”.

Vemos entonces que Oliver, dominado por sus modelos ancestrales Rígidos y necesidad de sostén,
no puede aceptar el crecimiento personal de su pareja. Frente al peligro que esto le representa
(tomar contacto con sus aspectos pasivos y vulnerables), aparecerá un aspecto violento “invisible”
como lo es su manifiesta indiferencia al pedido de colaboración de Bárbara, evidenciándola aún
más al matar una mosca con el contrato comercial de su “amada esposa”.

Algo del “contrato” o pacto implícito de la pareja también se quiebra en este momento. Aquí es
cuando vemos el estallido, aquí donde se de fusionan las pulsiones y el sadismo queda libre,
instalándose la violencia manifiesta como vínculo.

Veamos su proceso: Bárbara confiesa haber deseado la muerte de Oliver en el momento en que él
estuvo internado y en la misma escena pide el divorcio. El pedido de separación es vivido por
Oliver como desgarro o mutilación del yo, como castración; apareciéndosele irruptivamente lo
negado en el pacto inconsciente inicial.

La propuesta de separación actúa como “estímulo excitante”. Frente a la herida narcisista


intolerable, Oliver implementa mecanismos regresivos, primitivos (?), no pudiendo soportar la
pérdida de la casa tanto como la estatuilla y su mujer- sostén (como otro objeto de su “colección
anal” en pos de la imaginaria completud fálica). Frente a lo traumático, Oliver propone la batalla
como último recurso para anular la posible separación, para soldar la unión a través de la
penetración violenta, realimentando así el “vínculo excitante” que los caracteriza.

Vuelve a aparecer el desafío puesto en escena, “en acting”, como al comienzo, mostrándonos el
sentido que adquiere la “Piedra Fundante” para esta pareja. Aquí comienza el combate, dividiendo
el “territorio propio” del de Bárbara, que ahora, “se tornó enemigo”.
El tercero, el abogado que propone la “retirada”, el corte drástico, es expulsado, como también
son excluidos, echados y abandonados los hijos y la mucama.

La pareja de los Roses se prepara para “gozar” (refiriéndonos al goce) del encuentro dual,
simbiótico y destructivo en el encierro. Quedan mezcladas agresión y sexualidad al servicio de
Tánatos, en un genuino vínculo de Mellicez Tanática al decir de I. Bernstein.

Ellos quedan subordinados a sus pulsiones, al proceso primario donde no funciona el pensamiento
como mediatizador de la descarga, ni el tiempo como límite y donde el espacio (la casa tan
valorada y cuidada) pierde su importancia como lugar construido y constructivo.

Se propone llevar adelante un juego imaginario en donde la destrucción es una forma de


encuentro cuerpo a cuerpo, “en Acting-out”. Como al principio: Sin simbolización posible.
Encuentro en lo Real de la muerte.

Conclusiones

Para poder comprender los distintos tipos de vínculos que se pueden establecer en la pareja
humana, es necesario entender que esta se constituye en la búsqueda de una completud perdida,
imaginaria, que cumple la función de defensa ante la castración.

Castración o falta con la que nos vemos permanentemente confrontados en tanto humanos,
desde nuestro interior como desde la realidad exterior. Cuando en esta relación al inicio
especular, empiezan a manifestarse las diferencias y conflictos, solemos observar generalmente
que aquellos aspectos por los que se unieron dos personas, son los mismos que más tarde los
separan.

En el tipo específico que estuvimos intentando comprender, el de la pareja violenta, encontramos


que hay un vínculo dual, especular, narcisista, con las trampas propias que lo constituyen: la
admiración y la rivalidad, la imposibilidad de constituirse en dos seres autónomos e
independientes aceptando al tercero como ley que regule y posibilita el crecimiento y el proyecto.
Vimos que en su carácter de exclusividad y omnipotencia se excluye y se transgrede (seducción,
anulación), a la terceridad como ley (abogado, hijos, trabajo), y se constituye e impone una ley
propia del vínculo. Dos intentan fusionarse a través de la violencia erotizada, no ven nada más allá.
El tercero queda limitado, excluido, en observación impotente de esta escena de dos que no
soportan ni tampoco pueden serlo.

Encontramos que la agresión y la sexualidad son utilizadas como mecanismos defensivos frente a
la separación, la castración y la muerte.

Siendo dos formas distintas y a veces conjugadas de penetrar en el otro y reafirmar así el vínculo
simbiótico narcisista, de coalición. Estos aspectos funcionan como constitutivos de “vínculo
excitante” que, aún en su engañosa apariencia de ser una relación de “víctima y victimario”, de
“amo y esclavo”, compromete a ambos miembros por igual. Ambos sostienen un vicioso círculo
retroalimentado de “estímulos excitantes” donde el momento de confrontación máxima, y a pesar
del sufrimiento, es el de mayor unión y excitación.

En el ejemplo planteado en este trabajo se desarrolló un caso de violencia cruzada que permite
ver con lente de aumento los mismos mecanismos que intervienen en diferentes grados y formas
de violencia que se juegan en la pareja.

Los aspectos violentos pueden ir desde la desvalorización y queja permanente hacia el otro,
pasando por las discusiones constantes, la indiferencia, etc., hasta la violencia verbal, sexual y/o
física.

Creemos que a mayor nivel de desarrollo psicosexual será menor el nivel de violencia de la pareja.

Comentario Final
La novela específicamente humana existe en tanto existe lo simbólico: el lenguaje, que por sus
múltiples e infinitas posibilidades es, por sí mismo, equívoco. Para seguir dentro del tema de la
pareja humana el ejemplo puede verse claramente en las interminables telenovelas- con sus
interminables supuestos y malentendidos-, las cuales se fundan, constituyen y sostienen a partir y
en el desencuentro del lenguaje. Y también por lo que se filtra en su silenciamiento.

En el fin elegido “vemos” que lo silenciado se traduce en actuaciones: seducciones y violencia sin
palabras.

¿Qué es entonces lo silenciado?

Por azar o no, no aparecen en la película referencias importantes ni contacto ninguno con las
familias de origen. Y nos da lugar a suponer que esta AUSENCIA se hace presente “en escena” en
el vínculo de los Roses.

¿Por qué Bárbara necesita “desafiar”, mostrándose poderosa- poseedora de lo Valioso? ¿Por qué
Oliver se ve compelido a “negar” por cualquier medio y en todo momento la incompletud? Algo
del pasado ausente, reprimido, se encarna, literalmente” se hace carne” en y entre ellos, se pone
involuntariamente en juego, que aunque con aire de comedia, es propiamente la tragedia
humana.

Allí donde faltan las palabras, el pensamiento, se encarna el sufrimiento y allí donde lo terapéutico
como mediación simbólica, como tercera instancia que dinamiza lo cristalizado y enquistado, tiene
objeto de ser y eficacia en su intervención: Vaciar de sufrimiento-de tragedias- por medio de la
palabra plena.

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